HISTORIA ECONÓMICA MUNDIAL
TEMA 0 INTRODUCCIÓN
A lo largo de la historia han aparecido dos tipos de sociedades
Sociedades feudales o Antiguo Régimen, que perviven hasta el siglo XVII y se caracterizan
por:
Son sociedades de base agraria. La agricultura es el sector fundamental de la economía, y
la mayor parte de la población activa vive de ella. Además, la mayor parte de la renta
procede de la agricultura.
Son economías de crecimiento económico lento. Estamos ante una agricultura sin mucha
capitalización, esto es, se utiliza más factor trabajo que capital.
Sociedades capitalistas, que surgen al finales del siglo XVII y principios del XIX, y se
caracteriza por:
Son sociedades industriales. El motor económico es la industria, y es la Revolución
Industrial lo que dinamiza y moderniza la economía y de lugar al llamado sector terciario o
servicios, que a partir de la segunda mitad del siglo XX será más importante.
Son economías de crecimiento rápido. Aumenta tanto la población (aumenta el
crecimiento vegetativo, esto es, la diferencia entre natalidad y mortalidad, básicamente
por un descenso, como la renta nacional y la renta per capital.
La historia económica es el estudio de la evolución de la economía a largo plazo, esto es, trata de
averiguar, entender y explicar el crecimiento económico a largo plazo.
El crecimiento económico es un indicador de que están pasando cosas. En este estudio, hay tres
cuestiones que siempre hay que tener en cuenta:
El papel de los cambios en el crecimiento económico. El crecimiento económico es un
fenómeno encadenado en el que el cambio político, institucional, técnico… es el que
permite el salto hacia delante de la economía.
Las transformaciones sociales que normalmente acompañan a esos cambios en el
crecimiento económico. Los cambios no sólo afectan a la economía, sino también a la
sociedad, los cuales son cualitativos.
Crecimiento económico y desigualdad social. Esto es un problema histórico desde que el
hombre existe: desde las sociedades agrarias hasta el capitalismo, el cual acentuará el
problema, ya que provoca el enriquecimiento de las naciones, pero este enriquecimiento
no es igual para todos los habitantes de las naciones.
El análisis del crecimiento económico a largo plazo puede hacerse de diversas maneras. Uno de
estos enfoques es el del análisis histórico, que se trata de aclarar, entre otras cosas, tres
cuestiones sustanciales:
Los orígenes de los desiguales crecimientos y de los desiguales niveles de desarrollo de la
actualidad.
Este análisis trata de captar cuáles son los fundamentos del desarrollo económico, el por
qué un país de pronto tiene un crecimiento económico acelerado y los colindantes se
mantiene, igual esto es, las disparidades que existen en un momento.
El crecimiento tiene etapas. La historia es un continuo. Lo que sucede es que existen
procesos de cambio que significan transformaciones y el paso a otras etapas. La historia
económica trata de fijar esas etapas.
Adam Smith habla, en vez de etapas de crecimiento, de estadios de la riqueza; Karl Marx habla de
modos de producción, y Rostowhabla de las etapas del crecimiento económico, las cuales eran
cinco.
La historia tiene como objetivo el estudio del crecimiento económico y del desarrollo económico
sobre los cuales hay que hacer matizaciones, pues no son equivalentes y significan cosas distintas:
El crecimiento económico es el incremento sostenido del producto total de bienes y servicios que
se producen en una sociedad. Es un proceso cuantitativo, en el sentido de que crece la producción
de bienes y servicios, esto es, el producto final de una economía. El crecimiento económico de
debe, básicamente, a dos causas o mecanismos:
Aumento de los factores de producción: tierra, trabajo, capital (inputs)
Que se utilicen más eficientemente los mismos factores de producción.
El desarrollo económico es el crecimiento económico acompañado por una variación sustancial en
las estructuras o en la organización de la Economía. Es un fenómeno cualitativo, en el sentido en
que hay un fenómeno numérico acompañado de unos cambios que estás transformando la
estructura económica de la realidad.
Realmente, la historia económica lo que trata de captar es si junto al crecimiento económico,
existe desarrollo económico.
Tradicionalmente, la ciencia económica entendía que tierra, trabajo y capital son los factores que
provocan el crecimiento económico. A partir de cada uno de los factores de producción se ha
tratado de determinar cuál es el producto total de una economía.
Ahora bien, el análisis histórico económico del crecimiento, sobre todo el de largo plazo, necesita
un abanico más amplio de factores para poder explicar ese crecimiento económico.
Según Cameron, en relación con el planteamiento de los factores determinantes totales de una
economía, plantea: El producto total en un momento dado y la tasa de cambio del producto a
través del tiempo se conciben como funciones de la mezcla de la población, los recursos, la
tecnología y las instituciones sociales. Esta frase da lugar a la fórmula del tipo Y= f (P, R, T, X). Esta
fórmula quiere decir que la renta es igual a la función de la población (P), los recursos (R), la
tecnología (T), y las instituciones sociales (X).
Con este planteamiento, se introducen unas variables nuevas que se entienden que
pueden jugar un papel más decisivo. Esta fórmula quiere decir que la interrelación entre
todos estos factores es la que permite el crecimiento del producto, por un lado; por otro,
esta fórmula está implicando que el cambio en cualquiera de estos factores incide
inmediatamente en las demás y afecta al crecimiento económico. Además, al estar
interrelacionados los factores, hay que entender que el cambio en una de ellas provocará,
en un plazo determinado, el cambio de las demás.
Para poder entender un cambio económico, no sólo hay que tener en cuenta los
elementos económicos, sino todos aquellos que se dan en la realidad.
Así, Shumpenter plantea: “El desarrollo económico constituye el objeto de la Historia
económica, que a su vez no es más que la parte de la Historia general, separada del resto
por meros propósitos de exposición. Debido a esta fundamental dependencia del aspecto
económico de las cosas respecto a todo lo demás, no es posible explicar el cambio
económico limitándose a las condiciones económicas previas. Porque el estado económico
de un pueblo no surge simplemente de las condiciones económicas anteriores, sino de la
situación global anterior”.
Las ideas que se desprenden de lo anterior son:
El objeto de la Historia económica es el análisis del desarrollo económico.
La Historia económica no tiene una vida sola, es decir, no es un compartimente
estanco, sino que es una parte de la Historia general, la cual separamos por
cuestiones pedagógicas.
Una economía, y sobro todo un cambio económico, no es sólo consecuencia de la
situación económica anterior a ese cambio, sino consecuencia de la historia global
anterior.
En consecuencia, por lo tanto, la Historia económica no es algo autónomo, sino que para
poder entenderla hay que insertarla en la Historia general en la cual se está produciendo.
Wringley el su artículo “Dos tipos de capitalismo, dos tipos de crecimiento” de 1988, trata
de analizar acerca del crecimiento económico en el tiempo y saber cuáles eran los factores
que están dando lugar a los tipos de crecimiento que se producen en la Historia. Plantea
que existen dos grandes etapas en cuestión de crecimiento económico:
La etapa de “restricciones al crecimiento”. Esta etapa es la de las economías de
base energética orgánica (hombre, animales, agua...). Corresponde históricamente
a lo que podemos llamas sociedades preindustriales. Es la etapa correspondiente a
la anterior a la aparición de la máquina de vapor (desde la Prehistoria a la
Revolución Industrial).
En esta etapa, según Malthus, se plante un problema: mientras la producción crece a un
nivel aritmético, la población crece a un nivel geométrico, de manera que hay más
población que alimentos.
La etapa de la “expansión del crecimiento”. Esta expansión del crecimiento se
produce en las economías de base energética mineral. Es una etapa posterior a la
Revolución Industrial, en las que las economías son ya de base industrial.
Corresponde a la etapa que comienza en el siglo XIX, y corresponde también con el
desarrollo de las economías capitalistas.
En estas economías, el problema de Malthus ya no se da, pues el problema no reside en la
producción, sino en la distribución, pues el desarrollo de la producción va por delante del
desarrollo de la población.
Esta etapa de expansión del crecimiento es lo que da lugar a lo que los economistas
llaman “crecimiento autosostenido”, pero un crecimiento que en absoluto es ilimitado,
que puede venir por el crecimiento de la población o la utilización de los recursos, los
cuales no son renovables.
I. LAS SOCIEDADES AGRARIAS EN LA ÉPOCA MODERNA.
TEMA 1. FEUDALISMO Y ECONOMÍAS DE BASES AGRARIA: POBLACIÓN Y RECURSOS.
Características del sistema feudal.
El sistema feudal es un sistema económico que tiene una correspondiente organización
social y estructura jurídico-política. Es un sistema complejo que abarca el funcionamiento
de la economía, la organización de la sociedad, el poder político y la organización jurídico-
institucional.
Este sistema feudal aparece configurado en siglo VIII. Su plenitud se alcanza entre los
siglos VIII y XIII, produciéndose durante los siglos XIV y XV una etapa de ajustes. Los siglos
XVI y XVII se conocen con el nombre de feudalismo tardío.
El sistema feudal consiste, según el profesor Baldeón, en “Una economía de base agraria;
la existencia de grandes propiedades territoriales en manos de un reducido grupo de
personas (los señores); una abundante masa de campesinos bajo una dependencia
personal de los señores o adscritos a la tierra y de cuyo trabajo extrae la aristocracia rural
amplios recursos bajo las más diversas formas: rentas, tasas, curveas... En estrecha
conexión con ese modo de producción estarán todos los aspectos políticos, jurídicos e
ideológicos del sistema”.
Esta frase hace referencia a tres casos:
La propiedad de la tierra concentrada en manos de los señores, los grandes
propietarios.
La inmensa masa de campesinos que trabaja para esos señores, bien como
hombres libres (vasallos) o como siervos de la gleba.
Relaciona esta organización económica con la organización política, ideológica e
institucional del sistema.
Otro especialista en el tema, el francés Parain, cuando analiza el sistema feudal, lo plante
como una categoría analítica, como algo que nos sirve para ver en qué estadio se
encuentra una sociedad esté en el siglo que esté, y así saber si se trata de una sociedad
feudal.
Será una sociedad feudal cualquier sistema en el cual el trabajador agrícola se encuentra
sometido a todo tipo de trabas económicas y extraeconómicas que limitan su libertad y su
propiedad personal. En definitiva, un sistema en el que ni la fuerza de trabajo del
campesino ni el producto del trabajo de este son aun auténticas mercancías.
Toda sociedad que responda a este modelo, esté en el siglo que esté, será una sociedad
feudal, el cual tiene, para Parain, tres características:
Las relaciones de producción. La agricultura es el sector fundamental y prioritario,
y que tiene el señorío como núcleo central.
Estas tierras de señoríos son trabajadas por los campesinos mediante un contrato con el
señor. El campesino que trabaja esas tierras tiene el derecho de usufructo, y la propiedad
inminente, real de la tierra pertenece al señor. Ese contrato regula las condiciones del
usufructo, esto es, dice lo que el campesino deberá pagar al señor por trabajar las tierras.
En un principio, el pago que el campesino tenía que hacer al señor se componía:
En especie, a través de una parte de la cosecha.
Animales de corral.
En dinero.
En el tiempo, ese pago campesino se fue monetizando, en el sentido de que se fue
abandonando el pago en especie y animales, y se fue desarrollando el pago en dinero.
La organización de la sociedad y las relaciones internas en la sociedad feudal. En el
sistema feudal la sociedad es una sociedad cerrada, jerarquizada y articulada en lo
que se llaman estamentos, los cuales eran: nobleza, iglesia y estado llano.
En una sociedad estamental, los estamentos son normalmente formaciones sociales
cerradas, y sobre todo, privilegiadas, en el sentido de que cada estamento tiene sus
propias leyes.
El pertenecer o no a un estamento dependía del origen; en definitiva, el estamento es una
organización cerrada donde el origen es la clave.
Los dos estamentos fundamentales, por tener poder y la propiedad, son la nobleza y la
iglesia.
El sistema de mayorazgo obliga a que las tierras de un señor no se puedan dividir, y pasen
todas al primogénito, lo que implica que los otros descendientes deben buscar un puesto
en la nobleza o en la iglesia.
Relaciones políticas y jurídico-institucionales. En el sistema feudal, hasta el siglo
XV, hay una clara fragmentación del poder: los señores en sus tierras son como
reyes, y tenían el poder económico, político y judicial, lo que los historiadores
llaman los tres derechos del señor: ordenar, obligar y castigar.
El rey trata de concentrar el poder político, y a partir del siglo XVI el rey tomará todo ese
poder (monarquías absolutas) y ya no existe esa fragmentación de poder, aunque los
nobles siguen conservando un poder institucional en sus señoríos.
Estas tres características, para Parain, definen y caracterizan el sistema feudal y dan lugar
de un tipo de economía basada en la producción agrícola, a un tipo de sociedad en la que
es muy difícil que alguien del estado llano llegue a una alto cargo en la iglesia o nobleza.
La función de la nobleza era la de defender a la sociedad; la de la iglesia la era rezar por el
bien de la sociedad; y la del pueblo llano era la de trabajar para toda la sociedad.
Los límites del crecimiento en el sistema feudal.
El sistema feudal, como sistema económico, encaja plenamente en la distinción que
Wringley hacía acerca de las economías de base energética orgánica.
Al ser una economía de base energética orgánica, existen unos límites al crecimiento. Es
un crecimiento limitado por la existencia de múltiples motivos, pero sobre todo, por la
presencia de dos importantes limitaciones:
La tierra. Hasta el siglo XIX, es decir, en todas las economías anteriores a la
Revolución industrial, la tierra es la fuente de todos los alimentos y es también la
fuente de las materias primas necesarias para cubrir las necesidades de la
sociedad.
Un aumento de la población en una sociedad dada, significa el aumento de la demanda de
alimentos y de las otras producciones necesarias para la sociedad. Ello quiere decir que
una aumento de población obliga a que la tierra proporcione más recursos.
A lo largo del sistema feudal, sobre todo hasta el siglo XVIII, la productividad de la tierra
tenía unos límites: al no haber ningún proceso de innovación tecnológico, la tierra no
puede producir más, por lo que su productividad es limitada, lo que obliga que para
obtener más rendimientos, se pongan en cultivo tierras nuevas que son peores
(normalmente de pasto), con lo cual se reduce el ganado y el abono (que es de origen
animal), con lo que la productividad baja.
Por ello, esto marca límites al crecimiento de la producción. Este crecimiento
demográfico, cuando no puede ser abordado, da lugar a los momentos catastróficos que
eliminan el excedente de población y que termina por equilibrar la población con la
producción: las hambrunas.
Límites de la energía disponible. La energía disponible era orgánica, y por tanto,
limitada.
Antes de la Revolución industrial, la energía utilizada era de tipo orgánico, y la actividad
económica la adoptan a la energía orgánica existente, lo que limitaba el crecimiento
económico. Esta energía orgánica es limitada, por lo que limitaba también el crecimiento
económico.
Por lo tanto, junto a los límites a la productividad del suelo, existen límites de la energía
orgánica, que limitan la capacidad de crecimiento.
Todo el esfuerzo se dirige, por lo tanto, a conseguir un mayor rendimiento de la tierra con
los recursos energéticos disponibles. La producción económica se encuentra
absolutamente condicionada por sus elementos clave: tierra y energía.
En sistema feudal, la economía funciona de esta manera:
SOL BIOMASA VEGETAL TIERRA
Energía eólica -Transportes
Energía hidráulica -Molinos
Energía térmica -Fraguas
Carbón Minerales
Cultivos Pastos Bosque
Ganado
Alimentos Fibras Madera Carbón
vegetal
Abono Fuerza del trabajo Carne y producciones
La población: la demografía Antiguo Régimen.
Un problema que estará patente durante toda esta época será el de producción-
población. Si aumenta la población, ha de haber recursos para sostenerla. Si no hay
recursos, esto es, la población crece a mayor proporción que crecen los recursos, la
disfunción aparece y se resuelve por mortalidades, pues ha de haber un ajuste
poblacional, y ese ajuste, básicamente, se manifiesta a través de lo que se llaman
mortalidades catastróficas, que tiene tres orígenes:
Guerras. No sólo por las pérdidas humanas, sino también por lo destructivo del
ejército, que consume y destruye en el terreno: las cosechas desaparecen,
debilidades, enfermedades, esto es, tras la guerra, siguen existiendo muertes.
Pestes. Detrás de la peste sigue habiendo muertes y las tasas de mortalidad
superan a las de natalidad.
Hambrunas. Son el resultado de ese déficit de recursos debido a que los alimentos
son menores que la población. Esto supone que tras estas hambrunas, se generen
muertes y enfermedades.
El ajuste siempre viene por la población, ya que la producción es la que tiene límites. Así,
la población crece en forma de “dientes de sierra”, pero analizando su línea de tendencia,
ésta tiende a crecer a largo plazo:
AÑO ESTIMACIÓN DE LA POBLACIÓN MUNDIAL (1000 A 1800) 106
1000 253
1340 442
1400 375
1500 461
1600 578
1700 680
1750 771
1800 954
MILLONES
AÑO
La población crece, pero con dificultades, porque el crecimiento económico no lo permite
un crecimiento mayor. Cuando es crecimiento crece, la población crece, hasta llegar a un
momento de mortalidad catastrófica. De esta manera, resulta que los límites al
crecimiento económico limiten el crecimiento de la población por una relación población-
producción.
La evolución de la población a lo largo del sistema feudal entre los siglos VIII y XVIII, se
puede decir que hay tres etapas importantes en el crecimiento demográfico:
Desde mediados del siglo XV hasta el último cuarto del siglo XVI. Es un período de
crecimiento demográfico. Es una etapa que pese a las guerras, los datos que se
conocen señalan crecimiento de la población.
Desde finales del siglo XVI has comienzos del siglo XVIII. Es una etapa caracterizada
por el estancamiento de la población. En España se piensas incluso que se pierde
población, pero en líneas generales, es una fase muy difícil que afecta a la
población.
Comienzo desde el siglo XVIII hasta finales del siglo XVIII. Es una etapa expansiva
de la población.
Estas tres etapas no son iguales en todas las pertas del mundo: existen fuertes diferencias
regionales, y no todas las regiones de Europa funcionan igual, incluso con diferencias
internas entre los países.
Los demógrafos señala que hay fundamentalmente dos tipologías con respecto al
crecimiento de la población:
Zonas con mayores densidades de población. Estas zonas se corresponden con
aquellas zonas en la que la agricultura es más intensiva (bien más regadío o se
cultiva mejor) y que están más urbanizadas, en el sentido que tienen mayores
núcleos de población.
En estas zonas se produce un mayor crecimiento de la población porque hay un mayor
crecimiento de la producción y de la productividad. En estas zonas, en tanto que la
agricultura es más racional y más eficiente, necesita menos activos agrarios, y ese
excedente es el que va a dedicarse a otras actividades económicas (manufacturas que se
producen en esas áreas urbanas).
Son zonas con mayor índice de urbanización. Por tanto, junto a la agricultura, aparecen
otras actividades económicas. Esto significa la aparición de mercados en esas regiones,
una diversificación productiva, una mayor circulación monetaria. En definitiva, estas zonas
tienen una mayor saluda económica, lo que conlleva una mayor población.
Zonas con menores densidades de población. Estas zonas se corresponden con
aquellas zonas cuyas características básicas son que se tratan de zonas en las que
predominan una agricultura extensiva (de bajos rendimientos), hay una muy
desigual distribución de la propiedad y de la renta, y son zonas de más débil
urbanización.
J. de Vries, cuando estudia la urbanización europea desde el 1500 al 1800, señala que en
Europa hay cuatro grandes áreas:
Europa Noroccidental.
Europa central.
Europa mediterránea.
Europa oriental.
De estas cuatro grandes áreas, el área “más avanzada”, la que tiene un índice de
crecimiento demográfico muy superior a la media europea y que tiene una tasa de
urbanización superior a la media europea es la Europa Noroccidental (la cual será la más
desarrollada en los siglos XIX y XX).
Pero, cómo las sociedades resuelven la presión demográfica. Existe el problema ya
mencionada de la población-producción que se soluciona a través de las mortalidades
catastróficas.
Antes de llegar a las mortalidades catastróficas, la sociedad pretende que esa diferencia
no sea tan grande, y que se produce de manera natural. Básicamente, se puede hablar de
dos grandes maneras de aminorar esa presión de la población sobre la producción:
Las “formas familiares”, que consisten en:
Retrasar la edad de los matrimonios.
Reducir el número de hijos.
La emigración. A partir del descubrimiento de América (siglo XVI), la emigración a
ese mundo será una vía de salida de esa presión demográfica sobre los recursos, lo
que provocará que la superpoblación relativa aminore.
Con el tiempo, sobre todo a partir del siglo XVII, se va a producir en la agricultura una serie
de avances técnicos y una serie de cambios en los sistemas de producción que den lugar a
un aumento de la productividad en la agricultura, lo que hará posible sostener cada vez
más, aunque siempre con dificultades, el crecimiento de la población.
Quien soporta esa presión de la población es la agricultura, obligada a proporcionar más
recursos. Desde el siglo XV, el área cultivada se incrementó obligada por la presión
demográfica. Esto quiere decir que se roturaron nuevas tierras para producir alimentos y,
fundamentalmente, para producir trigo. Esto conlleva la disminución de tierras de pasto,
que a su vez conlleva menos ganado, con menos abono y el correspondiente agotamiento
de las tierras, que dará lugar a que los rendimientos sean decrecientes y caiga la
productividad.
Aumento reducen pastos menos ganado menores
de tierras rendimientos
cultivadas se entra en tierras menos estiércol medios
marginales (pastos en la
de segundo orden) agricultura
tierra más cara arrendamientos retraso
CRECIMIENTO Escasez de más caros en la
DE LA tierras más campesinos caída de los técnica
POBLACIÓN sin tierra salario reales agrícola
Incremento por menores rendimientos medios hambres,
del precio muertes
de los por incremento de la demanda
cereales
Los recursos: la economía agraria en el sistema feudal.
La base de la economía en el sistema feudal es la agricultura, el cual es decisivo para
mantener al sistema feudal.
El núcleo más representativo del sistema feudal es el señorío feudal, que tiende a
funcional como un microcosmos que es autosuficiente, esto es, que produce todo lo que
necesita.
Ese señorío feudal es un núcleo en el que también aparecen formas mercantiles, sobre
todo el trueque. Este señorío feudal está bajo el poder del señor, y en él funcionan unas
relaciones económicas entre el señor y los campesinos, que realmente son relaciones de
dependencia del campesino con respecto al señor. Es lo que el profesor Le Groff ha
llamado “relaciones de dominio”.
Normalmente, los campesinos han de tributar al señor, los cuales, básicamente, eran
económicos y extraeconómicos.
Los tributos económicos consisten en las rentas o tributos que el campesino debe pagar al
señor. En un principio, los tributos son en especie. Progresivamente va apareciendo
también la monetización. Finalmente, a partir del siglo XVI y XVII, según las zonas de
Europa, la tributación es en moneda.
Por otro lado están los tributos extraeconómicos, que son fundamentalmente las
prestaciones personales: los campesinos están obligados a trabajar gratuitamente para el
señor.
Además de estos mecanismos, los señores impondrán mecanismos de explotación de los
campesinos de diferente tipo: aparecerán los monopolios señoriales, en el sentido de que,
por ejemplo, el campesino estará obligado a moler su trigo en el molino del señor, y el
señor se quedará con una parte de ese trigo o harina.
Los señoríos feudales tienen tres partes diferenciadas:
Las tierras del señor o reservas señoriales. Ocupan en torno al 25 o 30 %, y son las
tierras que el señor se reserva para sí mismo, para su propia producción, pero no
son tierras donde el señor trabaja, sino los vasallos de forma gratuita.
Tierras comunales o tierras del común. Son aquellas tierras que en un principio son
de uso común por parte del señor y de los campesinos del señorío.
Este uso común (normalmente, son tierras de prados, bosques, ríos...) fue desapareciendo
de tal manera que si los campesinos querían utilizar esas tierras, debían pagar al señor.
Las parcelas que los señores entregan como usufructo a los campesinos para que
las cultiven. Los campesinos pagan una renta por ese uso, y estas son las tierras
trabajadas agrícolamente por el campesinado y que básicamente proporcionan las
rentas al señor.
El señorío feudal se configura como una gran propiedad agrícola, y los campesinos que
usufructúan esas tierras son la fuerza de producción de esa agricultura.
La producción agrícola tiene como producto fundamental los cereales.
Fundamentalmente, se cultivan dos tipos de cereales:
Los cereales de ciclo largo o cereales de otoño. Son cereales que se siembran en
otoño y se recogen en verano (trigo y centeno).
Los cereales de ciclo corto o cereales de primavera. Son cereales que se siembran
en primavera y se recogen en verano (avena y cebada).
Junto a estos dos tipos de cereales aparecerán otros cultivos de menos importancia,
aunque necesarios, como los cultivos de fibras textiles (cáñamo y lino) y los cultivos de
huerta (hortalizas y legumbres). Va ir ganando importancia dos cultivos comerciales: el
viñedo para el vino, y el olivar para el aceite. Posteriormente aparecerán cultivos
procedentes de América.
El sistema de cultivo es enormemente rudimentario. Es lo que se llama cultivo a tres hojas
o sistema de rotación trienal. Es un sistema en el que todos los años se produce un cereal
de otoño, un cereal de primavera, y descansa (barbecho) una tercera parte de la tierra.
PRIMER AÑO SEGUNDO AÑO TERCER AÑO
S / O F / M A / S / O F / M A / S / O F / M A / S / O
1 % % % % % % % barb. % %
2 % % % % % barb. % % % %
3 % barb. % % % % % % % %
% labranza
% siembra
% etapa de la cosecha
% recolección, cosecha
De esta manera se consiguen dos cosas:
Que el cultivo del cereal se tenga todos los años.
Que una parte de la tierra, la que queda en barbecha, descanse. Además, es esa
tierra de barbecho es donde se introduce el ganado para que se alimente y abone
la tierra.
Pese a toda esta lógica, la tierra se agotaba, y la producción, por tanto, caía, pues los
rendimientos de la tierra eran muy bajos. Los datos que se conocen estiman que la media
de rendimiento era de 1 a 3, esto es, por cada grano que se plantaba, se obtenían 3, de los
cuales uno era para la siguiente cosecha.
Los rendimientos eran bajos por dos razones:
El utillaje que se empleaba era absolutamente rudimentario. Irá mejorando a
partir del siglo XVI.
El problema del abonado. El abonado depende del ganado, y la tierra se abona al
tercer año, lo que no evita que se agote la tierra, y por consiguiente disminuya la
productividad.
Lo que se busca en este sistema de cultivo es subsistir, y no se produce para el mercado,
sólo para el autoconsumo. Cuando la población aumenta, esa producción ha de aumentar
también, produciéndose una presión de la población sobre la producción, y las
limitaciones se manifestarán.
En Europa, a partir de finales del siglo X, comienza una fuerte presión demográfica. Al
aumentar la población, hay que aumentar la producción. A partir del siglo X y hasta el siglo
XII, aumentan las roturaciones de tierras para aumentar la producción y poder alimentar a
esa población que está creciendo. En el siglo XIII se llega a los límites posibles de ese
crecimiento de la producción, y es difícil roturar más tierras. Esto quiere decir que pese a
las mejoras que se han ido haciendo en los siglos XI y XII, en el XIII se llega al límite de esa
productividad. En el siglo XIV aparecerá la “peste negra”, que provocará la caída de la
población.
Junto a esta agricultura, la ganadería que existe es una ganadería necesariamente
complementaria de la agricultura, en el sentido de que la ganadería se vincula
estrechamente con la agricultura por tres razones:
Con la ganadería se trabaja la agricultura.
Abonan la tierra.
Proporcionan el consumo que la tierra no proporciona (carne).
Pero, qué pasa cuando existen malas cosechas. Las cosechas fluctúan bastante por el
clima que provocan las fluctuaciones en las cosechas. Cuando la cosecha es mala, los
precios suben, y son los precios los que nos detectan la fluctuación de las cosechas.
Normalmente, las buenas o malas cosechas son a nivel local: hay zonas en donde ha
habido una mala cosecha, y los precios suben; y en una zona no muy lejana hay una buena
cosecha y los precios bajan. Pero si esto es así, por qué no se llevan los cereales de la zona
de malas cosechas a buenas cosechas: porque el coste de los transportes es mayor que el
propio cereal.
Dentro del sistema feudal, desde el punto de vista económico, hay tres aspectos que se
pueden considerar fundamentales:
El sistema feudal, desde el punto de vista económico, implica la existencia de una
economía de autoconsumo en la que el comercio y el mercado apenas existen. Son
elementos marginales al sistema, pocos representativos, sobre todo hasta el siglo
X.
El sistema feudal se fundamenta, básicamente, en la exacción o toma por parte de
los señores a los campesinos de unos “excedentes”. Esas tomas que los señores
hacen se realizan por tres vías:
Pago de una renta (renta feudal).
Trabajo gratuito, que los campesinos han de realizar en las reservas señoriales.
Monopolios y privilegios. El campesino ha, por ejemplo, moler el trigo o el cereal
en el molino del señor y pagar por su uso.
Hasta el siglo XIII, la economía feudal es una economía muy poco monetizada
(moneda real, esto es, la moneda vale lo que vale el oro o la plata), donde la
circulación monetaria es muy escasa, ya que los comercios son muy pobres, las
monedas no son significativas, y el oro y la plata escasean. Es un sistema
económico poco dinámico.
Coincide que el siglo XIII ya están apareciendo de manera bastante consolidada las
ciudades, que aparecen como núcleos sociales y económicos importantes. Esta aparición
se afianzará en los siglos XIV y XV.
Las ciudades que emergen en medio del sistema feudal significan el reverso del mundo
feudal. El mundo de las ciudades es un mundo donde se están configurando nuevas
formas económicas y de sociedad.
Las nuevas formas económicas se basan en la producción artesanal, en el comercio y los
mercados, formas financieras (cambistas)..., que implican que mejore la circulación
monetaria y el desarrollo de la actividad comercial.
La actividad comercial tiene un punto de actividad con el desarrollo de los mercados, que
utilizan una mayor circulación monetaria. La aparición de los mercados de lugar a que las
actividades artesanales urbanas produzcan para el mercado. Por tanto, se trata de
producir excedente para que se puedan comerciar.
Las nuevas formas de sociedades que aparecen son los gremios, formas asalariadas
(aparecen clases trabajadoras urbanas) y los primeros grupos burgueses urbanos (grupos
sociales que aparecen vinculados a actividades económicas no agrícolas, como
comerciales, mercantiles, financieras, “empresariales”...).
De esta manera, el sistema feudal comienza a presentar formas nuevas que irán
deteriorando ese mismo sistema feudal.