Edgar A. Santiago PachecoGuadalupe Cámara Gutiérrez
Andreas KoechertUniversidad Autónoma de Yucatán, Mérida
RESUMEN: Se realiza una exposición de las
características de la educación que se impartía
en las postrimerías del régimen colonial tanto
en el ámbito rural como en el citadino, y se
aborda la problemática de las escuelas de
primeras letras así como de la educación
superior. Exponiéndose la trascendencia de laconstitución de Cádiz en el ámbito educativo,
brindo un nuevo contexto donde se discutieron y
pusieron en práctica ideas modernas sobre el
aspecto educativo.
PALABRAS CLAVE: Historia de educación, educa-ción del siglo XVIII-IX, Yucatán
En este artículo se desarrolla un panorama generalde la educación en la península yucateca, comomarco de referencia para comprender latrascendencia de los individuos capaces deinterpretar lo escrito, en un marco social y políticoenfrentado a nuevas ideas legisladas en laConstitución de Cádiz.
Partamos del panorama que expone elhistoriador yucateco de la segunda mitad del sigloXIX, Eligió Ancona, el cual nos da una visión global
del tema, misma que se irá matizando y puliendo alo largo de este artículo, ya que así como está, dejafuera muchas situaciones de importancia parapoder explicar el fenómeno histórico de nuestro
interés. Dicho liberal señalaba con vehemencia quela Instrucción Pública a finales de la colonia estabaconfiada exclusivamente al clero, la primaria no
gozaba de ninguna protección de la autoridad civily la superior se hallaba limitada a la enseñanza de
las ciencias eclesiásticas. Además, enfatizaba, que
el clero secular estaba generalmente sumido en laignorancia o en el abandono, y los frailes eran losúnicos maestros de la juventud (Ancona 1978, E:527).
Adentrémonos en estas aseveraciones, que elilustre historiador simplemente deja como unaverdad sin matices. En las cabeceras de parroquia, almenos en las más grandes y ricas, existían unaespecie de escuelas asentadas en el convento o
iglesia, donde se procuraba la enseñanza de lalectura y escritura, limitada, por supuesto, a loshabitantes de las cabeceras y aún, muyposiblemente, a la mayoría de los vecinos de laszonas circundantes a la plaza principal. Estaspequeñas escuelas con enfoque religioso abrían laposibilidad de que algunos de los habitantescriollos, mestizos y aún indígenas, pudieranacceder a la preparación necesaria para leer y enalguna medida escribir. Es importante expliátar,
que es muy posible, que en algunas parroquiaspequeñas y alejadas, estas escuelas tuvieran unaexistencia intermitente, pero, según la docu-mentación consultada, era un mandato de laCorona su mantenimiento por parte de la Iglesia, y
los curatos y las doctrinas más importantesprocuraron siempre su funcionamiento.
Además, éstas tenían ya una existencia de pocomás de un siglo, lo que nos habla de cierta propuestaeducativa, elemental, si se quiere, pero imposiblede obviar, que debía haber dado algunos frutos
entre los habitantes de las parroquias, esto es,algunos individuos habitantes de los principalespueblos rurales, con capacidades lectoras.
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Estas escuelas habían surgido en el períododel obispo Dr. Juan Cano de Sandoval,1 quiénsiguiendo indicaciones de la Corona en la
persona de Carlos II, había ordenado que en todosu extenso obispado estableciesen los señores
curas escuelas parroquiales en beneficio de losjóvenes, principalmente de los indios, a quienes
debían ya no sólo enseñárseles la doctrinacristiana, cómo se venía haciendo, sino también loselementos de lectura y escritura, con disposiciónespecial de que en dichas escuelas se usara la lengua
castellana (Cantón Rosadol943: 21).Esta obra del obispo Cano de Sandoval,
mereció una misiva congratulatoria del Rey,quien escribía
"En carta de 6 de mayo pasado de 1689decís haber puesto en execución en lasdos visitas generales que habéis hecho enese Obispado, la cédula en que se os
encargó que todos los Curas Doctrinerostengan escuelas donde se les enseñe a losmuchachos la lengua castellana, expli-cación de la doctrina cristiana y leer yescribir en ella. Y habiéndose visto en miConsejo de Indias a parecido avisaros delrecibo de vuestra carta, y volveros a
encargar, como lo hago, estéis conparticular cuidado de que los dichosCuras Doctrineros tengan las escuelasreferidas de lengua castellana, esperandode vuestras obligaciones y zelo al servicio
de Dios y mío os aplicaréis con todavigilancia a su cumplimiento"/
En diversos momentos los Obispos habíanprocurado mantener en funcionamientos estas
escuelas, tal es el caso del Obispo Sr. Dr. D. Pedrode los Reyes Ríos de la Madrid (1700-1714),quién de él y sus actividades relacionadas con
este tema cita Carrillo y Ancona
1 EL Hlmo. Sr. Dr. D. Juan Cano de Sandoval, estuvo al
frente del Obispado de Yucatán durante los años de
1682-1695, véase para un resumen de sus acciones
Carrillo y Ancona Crescendo (1979, E: 592-616).
"En la visita general tuvo ocasión deobservar el Illmo Sr. Reyes Ríos los
buenos resultados de las escuelasestablecidas por el Illmo. Sr. Cano de
Sandoval, en las cuales se enseñaba á losindios la doctrina cristiana en la lenguaespañola, instruyéndoseles á un tiempoen leer y escribir, por lo cual confirmó
aquella disposición y de esto se le dieronespeciales gracias de la Corte por una Real
Cédula" (1979: II: 659).A mediados del siglo XVIII, el Arzobispo D. Fr.
Ignacio de Padilla y Estrada (1753-1760),regresaba sobre el asunto, manifestando eldecaimiento de muchas de las escuelas fun-dadas; aunque reconociendo su importancia,
ordenaba se continuara procurando su fomento,"habían caído casi todas las escuelas que suspredecesores habían ordenado en lasParroquias, y aunque renovó la disposición,palpaba los muchos obstáculos queimpedían la general permanencia de ellas,no siendo los menores los trabajos ydificultades que los mismos indios teníanpara mandar á sus hijos diariamente y á las
horas determinadas á la escuela, así como elinterés de los encomenderos y de losfuncionarios públicos en que por nada sedisminuyeran unas labores de que dependía
la puntualidad y la mejor seguridad de lasganancias que de aquella clase sacaban"
(Carrillo y Ancona 1979, H: 842).Considerando estos antecedentes, tenemos quea finales del siglo XVIII, se reportan datos endiversa documentación que permiten afirmar el
funcionamiento de dichas escuelas, por ejemploel fraile Juan Rivas, párroco de la doctrina de
Dzidzantún, expresaba al obispo en la visita
pastoral respectiva lo siguiente "el motivo de
2 Carta del Rey al Obispo Dr. D. Juan Cano de Sandoval
de 15 de septiembre de 1690, citada en: Carrillo y
Ancona Crescendo (1979, II: 597-598).
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que los indios no sepan la lengua castellana ha
sido el no haberlos puesto desde su tierna edaden la escuela castellana, que yo é comenzado a
ponerlos en la dicha escuela, ambos sexos".3 Yalgunos años después -1803- en esta misma
parroquia, en la visita pastoral que hizo elObispo Estévez y Ugarte, ante la pregunta de que
si las "escuelas de niños y niñas se zelan, yprocuran su adelantamiento, y si los maestrosque enseñan la doctrina cristiana la saben conperfección, e instruyen en el idioma castellano"respondió el párroco, en ese momento frayJoaquín Pastrana, que "el cura tiene el celo y
cuidado debido con la escuela y de que se enseñeperfectamente la doctrina cristiana".4
No queremos decir con lo expuesto que enestas escuelas se prepararon una masa decriollos, mestizos e indígenas lectores, pero síque a través de ellas, algunos miembrosprivilegiados de la comunidad pudieron tener laposibilidad de adquirir la capacidad de poder almenos deletrear lo plasmado en el papel, siendo
que unos cuantos aventajados pudieron inclusoleer de corrido y acceder a otro nivel educativo.
Es de suponerse las dificultades de los curas yfrailes para establecer y mantener estas
escuelas, tomando en cuenta la falta de infra-estructura física, la escasez económica, la faltade maestros, hasta la negativa de los indígenas ainstruirse. Algunos de estos problemas sonexpuestos por los párrocos de la época.
Tal es el caso del párroco de Conkal frayFrancisco Sánchez y Gálvez, quién en 1785 se
quejaba en la visita pastoral que hacia el ObispoPina y Mazo, de sus feligreses indígenas quienesno hablan ni quieren hablar el castellano; niquieren que sus hijos vayan a la Escuela,
3 "Santa Visita Pastoral del pueblo de Dzidzantún" 1785
exp.56 f.!7v, en: AHAY Visitas Pastorales año de 1784,
vol.3.
4 "Santa visita del curato de Dzidantún" 1803 exp.2 f.2,
en AHAY Visitas pastorales años 1803-1805 vol.5.
5 "Santa Visita del Pueblo de Conkal" 1785 exp.52 f.l9v.
"responden que para que han de aprender sus
hijos si siempre han de ser lo que son, y nodejarán de ser tristes indios, y que los necesitan
para que les ayuden en sus trabajos".5
En el mismo sentido, fray Manuel Torres,asignado a la doctrina de Cenotillo, exponía sufracaso para que los indios asistieran a la
escuela, escribía "los indios no saben castellanoy por más que he insistido a sus padres losentreguen a las escuelas para aprenderlo, como
aprenden la doctrina cristiana, no he podidoobligarlos".6
Acorde con lo planteado, en cuanto a laexistencia de estas escuelas, en las parroquiasmás importantes y no tanto en las doctrinas másalejadas, tenemos la respuesta que dieron un
grupo de entrevistados en la visita que hizo elObispo Estévez a la doctrina de San Diego Pich.
En el cuestionario de visita, aplicado alGobernador y Cacique del pueblo de San DiegoPich Don Andrés Caamal, al Teniente deGobernador Gregorio Chablé, al Cacique yGobernador de Bolonchen Cauich Don SantiagoChablé y, al alcalde del pueblo de Tismocui LuisTab, había que responder una pregunta queincluía a las escuelas. Ésta decía "Si uno y otroacuden prontamente con todos los auxiliosnecesarios a los pobres enfermos y entierran delimosna a estos; sí visitan las escuelas deprimeras letras, que se hallan establecidas en
este pueblo, y promueven por los mediosposibles la lengua castellana".7 A tal cuesti-onamiento los cuatro respondieron que no habíaescuela de primeras letras.
Tal parece ser, que este panorama cambió
con el arribo de Gálvez a la Intendencia deMérida de Yucatán y el establecimiento de las
en: AHAY Visitas pastorales Año 1784 vol.3.
6 "Santa visita del pueblo de Cenotillo" 1784 exp.51
f.!7v, en: AHAY Visitas pastorales Año 1784 vol.3,
7 "Visita pastoral de San Diego Pich" 1782 exp.8 f.13, en:
AHAY Visitas pastorales año 1782 voll.
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subdelegaciones. Cuando Lucas de Gálvezrecibió su nombramiento de Gobernador yCapitán General de Yucatán, ya desempeñaba enesa provincia los cargos de Intendente deYucatán, además del de Teniente del Rey en laplaza de Campeche. Su nombramiento fechadoel 17 de abril de 1789, fue acompañado de unareal cédula fechada el mismo día en Madrid, paraque cumpliese en Yucatán las providencias queel Consejo de Indias había adoptado, acerca delestablecimiento de escuelas de idioma caste-llano en los pueblos de indios (Rubio Mané 1942,III: xxiv).
Este mandato señalaba"el establecimiento de escuelas de idiomacastellano en todos los pueblos de indiospara que en ellas aprendan a leerle,escribirle y hablarle, prohibiéndoles usarde su lengua nativa, y señalando paraello maestros, en quienes concurra lacristiandad, suficiencia y buena con-ducta que se requiere para tan útil ydelicado ministerio".8
Podemos afirmar que este mandato se tomó conseriedad por el Intendente, pues con motivo deuna misiva del párroco del pueblo de Teya, endonde este último se quejaba de la ausencia delos indígenas en las fajinas para la construcciónde la iglesia de Tepakan, se tocó el tema de lasescuelas y su falta, lo cual atentaba contra elplan civilizador de la Corona.
Escribía fray Adrián Aldave -en 1789- alGobernador Gálvez:
"no puedo obligarlos con otras armas quecon aquellas en vez de servir de corrección asemejantes, sirven de escarnio y de burla,como ni tampoco puedo poner todosaquellos medios que la prudencia dicta y
8 "Real cédula de 17 de abril de 1789, para que Don
Lucas de Gálvez primer Intendente de Yucatán, provea
de Escuelas de idioma castellano a los indios", en:
Rubio Mané (1942, IH: 167-168).
9 Carta del religioso franciscano Fray Adrián Aldave al
nuestros católicos monarcas tieneasignados, cuales son principalmente lasescuelas, pues no reconociendo, como noreconocen subordinación, no quieren nihan querido mandar a sus hijos a la escuelapara que en el se consiga así el que aprendanlas obligaciones de cristianos, con lospiadosos fines de nuestros monarcas,cuales son la mayor instrucción y civiliza-
ción; por cuyo motivo no hay maestro deescuela, pues el que había hizo renunciapor ver no asistían los niños, ni habíaquién obligue a los padres a mandarlos; yyo no me atrevo a poner otro por conocerha de quedar frustrado mi trabajo ydespreciados los reales intentos".9
Dicha misiva ocasionó una serie de intercambiosde cartas entre las diversas autoridades así comoinvestigaciones. Por ese motivo el GobernadorGálvez envió una orden al subdelegado de laCosta Don José Antonio Dávila, donde lemandaba se apersonara al pueblo de Teya ainvestigarla falta de cumplimiento del mandatosobre las escuelas,
"los reprenderá con la mayor seriedad ycircunspección, haciéndoles ver lasobligaciones en que están constituidosen darles educación a sus hijos odependientes, pues dejados al arbitrio desus inclinaciones serán holgazanes yvagabundos lo que no deben permitir losque gobiernan los pueblos".10
Es de señalarse el importante papel que se leasignaba a la educación para el desarrollo de lasociedad. La visión de los reformistas borbónicosde una sociedad donde el individuo debía sereducado y preparado para ser miembro productivode ella le daba un nuevo aire a los esfuerzos
Señor Gobernador y Capitán General, citado en Rubio
Mané (1942, ni: xxvü-xxvni).
10 Carta del Gobernador Lucas de Gálvez al Subdelegado de
la Costa D. José Antonio Dávila de 5 de mayo de 1790,
en: Rubio Mané (1942, III: xxxiii).
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educativos coloniales. De lo contrario, esteindividuo no alcanzaría a comprender su papelen la sociedad, y sus costumbres ancestrales lollevarían a la improductividad, manifestadas enel ocio y la vagabundez, impidiendo el avance dela sociedad. Así, nos encontramos ante unmomento histórico de importancia, en donde seiban a revalorar las habilidades lectoras, comoelementos necesarios de fomentar para alcanzarel desarrollo económico y social, y tal vez sin sertan explícito el político.
En su respuesta, el Subdelegado de la Costainquiría sobre las medidas a tomar ante lasdificultades manifiestas para el establecimientode la escuela. Expresaba en su carta una serie deproblemas que consideramos comunes a otrasparroquias de la provincia y por ello trans-cribimos; escribía
"Para la fundación de escuelas es indispen-sable la asistencia de maestro instruido quela maneje, y que a éste por su continuaocupación le asigne dotación o salariocompetente a su sustención, o que lospadres de los niños le acudan con unacuota equivalente cada mes, si no hayfondo para la asignación del salario, nipadres que puedan sufrir esta cargamensual como en aquel pueblo, cuyosvecinos, a excepción de uno o dos,apenas alcanzan lo muy necesario a susustención, según me hallo impuesto.¿Cómo crearse la escuela?".11
Este cuestionamiento hizo que Gálvez con-sultara al Teniente y Auditor de Guerra Dr. DonAntonio Rodríguez de Cárdenas, quién despuésde pedir los expedientes sobre el caso para suestudio, dictaminó sobre el tema que nos atañe:que la provisión de los salarios de los maestros esresponsabilidad de los gobernadores, tomándolo
de la Real Hacienda de los pueblos dondehubiere esta contribución, y completándose conlos bienes y cajas de comunidad de los mismos;sugiriéndole al Intendente
"pedir le informe la Real Contaduría de lospagos que por ella se hagan a los enunciadosmaestros, verificando lo propio los sub-delegados con atención a los que hubiere ensus respectivos partidos, con suficientedotación y los que necesitaren, para que coneste temperamento pueda Vuestra Señoríaarreglar lo conducente a tan importanteobjeto".12
La respuesta a tal petición arrojó lo siguiente: laReal Hacienda no satisfacía ni había satisfechonunca cantidad alguna para el pago de maestrosde escuela, sí en cambio, en los gastos anualesque reportaban las repúblicas de indios de losfondos de sus comunidades, traían siempre unacantidad variable destinada al pago del maestrode escuela, lo cual parecía no depender deninguna norma o regla si no de la voluntad delCura, Cacique o Capitán a Guerra.
Textualmente decía la carta suscrita por elContador Diego de Lanz y el Tesorero de la RealHacienda Clemente Rodríguez Trujillo:
"En los gastos anuales que dan lasrepúblicas de los indios del fondo de suscomunidades han traído siempre y traenuna data ya de seis pesos, ocho pesos,diez pesos y doce pesos por el salariopagado al maestro de escuela, que lo esalgún español mestizo, y se ocupan en laenseñanza del rezo, leyenda y escritura alos indizuelos, en el idioma castellano(....). Este pago que se les pasa es tanvario, o diverso en las dotaciones, comodesarreglado sobre los pueblos que lodisfrutan, pues ni tiene orden, en razón a
11 Carta de José Antonio Dávila al Intendente Lucas de
Gálvez de fecha 7 de mayo de 1790, en: Rubio Mané
(1942, m: xxxvi).
12 Dictamen de Antonio Rodiguez de Cárdenas sobre los
asuntos consultados, de fecha 20 de junio de 1790, en:
Rubio Mané (1942, III: xxxviii).
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que sean cabeceras, ni en cuanto adistribución de partidos, sino que según
el mayor o menor celo, desde luego de los
Señores Curas, Capitanes a Guerra, o loscaciques que han sido de ellos, traen deantemano comente el establecimiento, sinsaberse si la necesidad o mérito con que lo
gozan estos tales pueblos, ni porquecarecen de ello los que no lo tienen".13
Tal desorden motivó que Gálvez pasara oficios alos subdelegados de la Intendencia para quesuministraran noticias sobre el estado de estasescuelas, con el afán de establecerlas donde nohubieran y poder nombrar el Gobernador a los
maestros que fueren necesarios.En apariencia, esta medida no llevaba mayor
problema, pero recordemos el origen de estasescuelas y bajo qué responsabilidad recaía sufuncionamiento. La Iglesia, con el obispo Pina yMazo al frente, no se encontraba en la mejor
disponibilidad de ceder esta actividad a laautoridad civil, sobre todo si consideramos que
con esto estaba enjuego parte del control queejercía sobre el grupo indígena, así como laimportancia que tenía ante la Corona el que ellosfueran los ejecutores de esta política educativa,
10 cual les daba argumentos, en los litigios queestablecían con los otros poderes, para defenderel importante papel que cumplían para con los
indígenas.Nos ilustra esto un decreto que hizo circular
Pina y Mazo a todos los curas párrocos de fecha11 de septiembre de 1791, donde argumentaba
que las escuelas de primeras letras se hansostenido a expensas de los curas, de los bienes
de cofradía o de obras pías, por lo cual no eraposible aceptar los reclamos del Capitán yGobernador General para nombrar él a dichos
13 Carta de 7 de Julio de 1790 del Contador y Tesorero
Real de Hacienda, en: Rubio Mané (1942, ni: xxxix).
14 "Circular del Huno Sr. Pina y Mazo sobre Escuelas
sostenidas por los curas del fondo de cofradías", en:
Carrillo y Ancona (1979, II: 945).
maestros, argumentando novísimas disposicionesreales que así lo mandan. Para que esto fuera así,
dichas escuelas deberían ser dotadas -pagar loscostos- de las cajas de comunidad de los pueblos
o de la Real Hacienda, cosa que no ocurre.14
Bajo estos argumentos escribía el Obispo"nos fundamos para no permitir que el
enunciado señor Gobernador se entrometa porconferir por sí solo iguales cargos, hasta tanto
que de otros ramos muy diferentes no se exijanlas asignaciones y salarios que deben tirar los
maestros".15 Cómo vemos el asunto levantópolémica, pero no siendo las intenciones de esteapartado entrar en discusión sobre la dotaciónde maestros o no por parte de la autoridad civil,sino presentar un panorama de la distribución deestas escuelas y sus particularidades al finalizar el
siglo XVm, retomamos la documentación generadapor la petición del Intendente sobre el estado de lasescuelas, para tratar de construir este panorama lomás completo posible.
LA EDUCACIÓN RURAL
A FINALES DEL SIGLO XVIII
El expediente que trabajamos se encuentra en elArchivo General de la Nación, clasificado como
Historia tomo 498 bajo el título Expedienteformado para el establecimiento de escuelas en
Yucatán y Campeche, 1782-1805, que sonpropiamente los informes sobre el asunto
enviados por los subdelegados. Se encuentra enextenso como apéndice en el libro Archivo de lahistoria de Yucatán, Campeche y Tabasco III,
cuyo material documental fue recopilado y
analizado por J. Ignacio Rubio Mané, y de estedocumento tomamos una serie de datos que
vaciamos en los siguientes cuadros.
15 "Circular del nimo Sr. Pina y Mazo sobre Escuelas
sostenidas por los curas del fondo de cofradías", en:
Carrillo y Ancona (1979, II: 945).
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SUBDELEGACIÓN DE CAMPECHEPueblos con maestros de Primeras Letras16
PueblosChampotón
Sahcabchén
Hampolol
MaestrosLeandro Alayón
Esteban Sánchez
José Buenfil
Niños58 indios208 vecinos115 indios51 vecinosSin datos
La subdelegación se componía de nueve
pueblos, incluyendo tres cabeceras de curatos,
no siendo los maestros los más preparados,incluso del maestro de Sahcabchén se dice
carece "no sólo de instrucción en los rudimentos
de la ortografía, sino aun de forma de letra".17
SUBDELEGACIÓN DE BENEFICIOS BAJOSPueblos con maestros de Primeras Letras
PueblosSotuta
Tabi
Yaxcabá
Yaxcabá
TixcacaltuyuSeyé
Hocabá
Sacaba
Homún
MaestrosDiego Ángel Carrillo
Josef Palomo
Don Mateo de Sousa
Don Juan Camargo
Miguel PalmaLorenzo Vázquez
Miguel Férreas
Fernando Cortés
Francisco Calderón
Niños a su cargo55 indios110 vecinos60 indios6 vecinos57 vecinos203 indios9 vecinas7 indias20 (no reportado)46 indios37 vecinos50 indios85 vecinos27 indios12 vecinos61 indios30 indias46 vecinos13 vecinas
Los datos que remite el subdelegado, muy
posiblemente obtenidos de los jueces españoles
asignados a las cabeceras de los pueblos, son
muy variados.Lo que resalta es la división que se
16 Expediente formado para él establecimiento de escuelas
en Yucatán y Campeche, 1782-1805, en: Rubio Mané
(1942, m: 210 y 249).
17 Expediente formado para el establecimiento de escuelas
hace entre niños indígenas y vecinos y al hecho
de que se mencionen a las niñas, en al menos dos
pueblos. Entre los pueblos que reportan no tener
maestros, tenemos a Tahchebichén, Hoctún,
Tahmek, Xocchel, Tzanlahcat, Huhí, Cuzamá,
Huhí, y Bolón Nuevo.18
Es también de anotarse, que los nombramientos
otorgados a estos maestros son bastante dispares,
por ejemplo, el de Homún fue nombrado por el
subdelegado; el de Hocabá por el cura del lugar; en
tanto el de Tabi fue nombrado por ambos, el
subdelegado y el párroco del lugar; y aún se dio el
caso de que el de Yaxcabá recibió su nombramiento
del Obispo. Con esto podemos señalar, que no
existían procedimientos establecidos para la
asignación de estos cargos; en mucho dependían de
las circunstancias del momento y de las autoridades
del lugar, aunque hay una mayoría de aquellos
nombrados por los párrocos.
SUBDELEGACIÓN DEL CAMINO REAL BAJOPueblo con Maestro de Primeras Letras
PueblosHunucmá
Umán
Samahil
íCopomá
Chochóla
Opichén
Maxcanú
Halachó
MaestrosJuan López
Bernabé Lazo
Baltasar Muñoz
Pedro Martin
Diego Rodríguez
Juan Mugártegui
Francisco Acosta
Tiburcio Esquivel
Niños300 indios400 vecinos250 indios300 vecinos100 nidios150 vecinos82 indios150 vecinos116 indios78 vecinos300 nidios150 vecinos624 indios400 vecinos615 vecinos85 vecinos
en Yucatán y Campeche, 1782-1805, en: RubioMañé(1942, ni: 170).
18 Expediente formado para el establecimiento de escuelas
en Yucatán y Campeche, 1782-1805, en: Rubio Mané
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No hay maestros en Bolompoiché, Kinchil, Tetiz,Ucú, Caucel. Llama la atención que no tuvierandocente asignado dos poblados tan cercanos aMérida, como Ucú y Caucel, visitas de laparroquia de Santiago, barrio ubicado alponiente de Mérida, los cuales estabannecesitados de un maestro de escuela según laafirmación del subdelegado Santiago Eolio "porhaber muchos indios y vecinos que se estáncriando sin enseñanza".19
SUBDELEGACIÓN DEL CAMINO REAL ALTOPueblos con Maestro de Primeras Letras
SUBDELEGACIÓN DE LA SIERRAPueblos con Maestro de Primeras Letras
PueblosBecal
Calkiní
Dzitbalché
Xecelchakán
Tenabo
Tinúm
Bolonchén
Hopelchén
MaestrosJosé María Ancona
Ignacio Rodríguez
Juan de Cerveray RubioSí tiene perono lo nombra
Manuel Quero
Pedro FranciscoMolinaLuis Najar yEsteban Vera
Sí tiene perono lo nombra
Niños350 indios50 vecinos300 indios80 vecinos500 indios40 vecinos95 indios110 vecinosotras castas93 indios150 vecinos89 indios40 vecinos820 indios80 vecinosotras castas500 indios200 vecinosotras castas
Los pueblos que reportan carecer de maestrosson Nunkiní, Tepakán, Pocboc, Pokmuch yDzibalchén. Se da en esta subdelegación un casomuy particular, el que hubieran dos maestros enun solo pueblo -Bolonchén-, lo que nos habladel gran número de niños de ese pueblo. Aligual, al menos en un par de los pueblos quetienen maestro, se escribe de estos que "no tienela instrucción competente".
PueblosOxkutzcab
San Antonio Xul
Akii
Yotholim
Ticul
Nohcacab
Tekax
Teabo
Chumayel
Pencuyut
Maní
Tekit
Tecoh
Sacalúm
Muña
Maestros
Juan Dorantes
Santiago Gómez
"Maestro de Capilla,Indio"
Vicente Canal(Indio Hidalgo)José ManjaresIgnacio MagañaJosé EspinosaPedro RajónAlejo Fuentes
Pedro Pinelo
Santiago Ruiz
José Benito Esquivel
José AntonioRodríguezManuel de Góngora
Eduardo Navarrete
Santiago RiberoAlonso FloresAntonio Fuentes
Niños
160 indios400 vecinos
130 indios40 vecinos269 indios39 vecinos
105 indios32 vecinos1000 indios600 vecinos630 indios106 vecinos500 indios500 vecinos350 indios125 vecinos100 indios25 vecinos350 indios30 vecinos400 indios200 vecinos152 indios150 vecinos400 indios70 vecinos250 indios60 vecinos
600 indios400 vecinos
Los pagos que se les hacían a los maestros, en sugran mayoría provenían de las cajas decomunidad indígena y en un caso de la haciendade cofradía de Nuestra Señora de la Concepciónen Tekit; el gobierno civil poco tenía que ver, enestos momentos, en el mantenimiento de lasescuelas. Carecían de maestro los pueblos de:Akil, Yotholin, Pustunich, Tixmeuac, Tixcuy-
(1942, m: 173-178).19 Expediente formado para el establecimiento de escuelas
en Yucatán y Campeche, 1782-1805, en: Rubio Mané
(1942, IH: 182).
128 2|2005Ketzalcalli
tun, Ticúm, Xaya, Chapab, Tipikal, Dzan, Mama,Telchaquillo, Acanceh, Tixmucuy, Abala.
SüBDELEGACIÓN DE VALLADOLLID
Pueblos con Maestro de Primeras Letras
PueblosChemax
Cenotillo
Tunkás
MaestrosPedro de Salinas
Felipe Alamilla
Pedro Celis
NiñosIndios 186Hidalgos 16Vecinos 15Indios 129Hidalgos 0Vecinos 48Indios 112Hidalgos 9Vecinos 86
Llama grandemente la atención, el escasonúmero de maestros de primeras letras en lasubdelegación, incluso la ciudad principalValladolid, reporta no tenerlos. Complementanel cuadro de ausencia de maestros, lossiguientes poblados: Dzitas, Tixbakha, Barrio deSanta Ana de Valladolid, Barrio de Laboríos delmismo, Tixhualathun, Kanxoc, Tekuché, Sisal,Popóla, Temozón, Tixcacalcupul, Chichimilá,Kaua, Tinúm, Uayma.20
SUBDELEGACIÓN DE LA COSTAPueblos con Maestro de Primeras Letras
PueblosCacalchénTíxkokobNoloCondal
IxilMotulDzemulZinanchéDzidzantún
Maestros (propuestos)Juan EscalanteMartín AraujoJosé María PinoManuel José Alfonsode LópezPedro RubioRoberto PuertoJosé GuzmánSantiago de los ReyesTomás Osorio
Niños260482133299
322600289285239
En este caso, el subdelegado se limitó a reportarla lista de los sujetos susceptibles de ocupar elempleo en los pueblos, y aún así varios de ellosquedaron sin candidatos. Es de considerar queen la inmensa mayoría de los pueblos noexistieran maestros.
SÜBDELEGACIÓN DE BENEFICIOS ALTOSPueblos con maestros de primeras letras
PueblosTihosuco
Ichmul
Uaymax
Tiholop
Peto
Tahdziu
MaestrosUno
Uno
Uno
Uno
Uno
Uno
Niños424 indios90 vecinos262 indios91 vecinos208 indios1 8 vecinos680 indios23 vecinos388 indios180 vecinos420 indios80 vecinos
Nota: La suma de niños es de los pueblos con sus anexose incluye a ambos sexos.
En el informe de esta subdelegación no se dannombres de los maestros, sino únicamente sereferencia su existencia o no en cada pueblo, yaún el subdelegado expresa el hecho de que entodo "este Partido sólo hallo quatro individuosaparentes para maestros, y son: don José MañaRodríguez para Chikindzonot, don Salvador delCastillo para el de Ichmul, y don Lázaro Aguallopara el de Sacalaca".21 La escasez de maestroscon preparación adecuada, no deja de referirseen cada mención que se hace de los pueblos quetienen maestros.
20 Expediente formado para el establecimiento de escuelas
en Yucatán y Campeche, 1782-1805, en: Rubio Mané
(1942, IH: 194-195).
21 Expediente formado para el establecimiento de escuelas
en Yucatán y Campeche, 1782-1805, en; Rubio Mané, J.
Ignacio. Archivo de la historia de Yucatán, Campeche y
Tabasco UI, 1942, p.210
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SUBDELEGACIÓN DE TlZIMÍN Y CHANCENOTE
Pueblos con Maestros de Primeras Letras
PueblosTizimín
Sucopó
Kikil
Loche
Panabá
Sucilá
Espita
Calotmul
Cháncemete
MaestrosJosé Virgilio
José Romero
Pablo Rodríguez
Ignacio Abreu
Pedro JoséRodríguezLuis FranciscoSosaFrancisco JavierGonzálezAgustín QuiñonesJosé Mariano Pérez
José Hipólito Argáez
Niños
140 indios155 vecinos9 indios47 vecinos
43 indios37 vecinos34 indios35 vecinos109 indios32 vecinos84 indios147 vecinos747 indios190 vecinos
213 indios147 vecinos184 indios69 vecinos
Nota: Se incluyen los niños que viven bajo campana,y los que se hallan en los ranchos, sitios y haciendas.
Es de señalarse, que el expediente que trabajamos
está incompleto y contiene diversos apartados que
en apariencia presentan datos diferentes. En esto
mucho tiene que ver la estructura de los informes,que se construyen alrededor de demarcaciones
distintas y en ocasiones contienen datos que no
comprenden a toda la subdelegadón sino
únicamente a las cabeceras, otros sí presentan
información de toda la subdelegadón. Algunos más
se estructuran alrededor de los curatos y otros
atendían a la estructura del partido. Parece que
existía una amplia confusión alrededor de la recién
impuesta estructura político-administrativa de las
intendencias. En algunos informes aparecen
pueblos como es el caso de Sahcabchen -año de
1790-, como parte de una subdelegados en este
caso de Campeche; pero luego para 1791, es
presentado como cabecera de partido. Otros
informes son incluyentes, es decir se manejan
datos de un par de subdelegaciones; tomemos el
ejemplo del de la Sierra, que en uno aparece
como la Sierra y en otro dividido en Sierra Baja y
Alta.
Por otro lado, tal parece ser que faltan
algunos informes de ciertas regiones y todavía
tenemos la cuestión de que aún cruzándolos
vemos que los datos son incompletos, además de
ser presentados de manera heterogénea.
No obstante, para la construcción de los
cuadros se recurrió a la revisión de todo el
expediente, tomándose datos de los diversos
informes y contrastándolos, analizándolos y
presentando aquellos que tuvieran un mayor
respaldo de acuerdo a la diversa información
presentada. Al igual se eligieron aquellos quecubrían una mayor extensión territorial.
Partiendo de lo hasta aquí expuesto, hilemos
algunas ideas sobre el panorama de la educación
rural a finales del siglo XVIII en la península
yucateca.
Las escuelas atendidas por los maestros con
ciertas capacidades para la enseñanza de
primeras letras eran ciertamente escasas en las
subdelegaciones; siempre eran más los poblados
dentro su demarcación que no los poseían. En
los reportes aparecen numerosas menciones a su
limitada capacidad de enseñanza. También se
puede señalar que estos se circunscribían a las
cabeceras o poblados de importancia económica,
y aún dentro de estos, atendían mayoritaria-
mente a los habitantes de los alrededores de las
zonas centrales del poblado, es decir a los
"habitantes de la plaza". Quedabn fuera de las
posibilidades de aprendizaje los sitios, ranchos y
poblados en general, distantes de las cabeceras y
visitas.
La enseñanza que brindaban los maestros era
claramente deficiente, se privilegiaba la memoriza-
ción y repetición que no la comprensión. Si nos
sumergimos en las cualidades de la enseñanza,
veremos, hadéndole caso a un cura de prindpios
del siglo XIX que "Conteníanse los maestros con
enseñar á conocer las letras, y pintarlas. Esto no
130 2|2005KetzalcalU
debe llamarse enseñar a leer y escribir; pero ensabiendo los discípulos de memoria el catecismodel P. Ripalda, no importa que no lo entiendan:en estudiando moral lo entenderán así se dice"(Sicimundo 1802: 35).
Los procedimientos para la asignación de loscargos de enseñanza eran sumamente difusos;en mucho dependían de las circunstancias delmomento y de las autoridades del luga. Peropodemos señalar que en la mayoría de los casosen las asignaciones tenían que ver lasautoridades religiosas del poblado, lo mismo queen los sueldos, ya que en su mayoría los pagosprovenían de los fondos de comunidad y/o deaportaciones del cura. La Hacienda pública pocoo prácticamente nada tenía que ver en estosaspectos.
En los pueblos donde había maestros, vemosque los cuadros nos reportan cantidadesconsiderables de niños en "edad escolar",22 detal manera que aún cuando únicamente unamínima parte de ellos aprendiera los rudimentos dela lectura, tendríamos cierto número de individuoscon posibilidades de poseer capacidades lectoras;estos a su vez pudieran difundir lo leído a suscírculos inmediatos. Es decir, estamos ante laafirmación de que en pueblos de cierta importanciaeconómica y política, existían individuos conposibilidades de ser receptores de los contenidos delos impresos, que empezaron a circular profusa-mente a principios del siglo XIX.
En este mismo sentido, había en la gran mayoríade los "pueblos, villas o aldeas, indios que sabíanleer y escribir, cuyas dotes aprovechábanse parahacerles caciques, regidores, secretarios oescribanos en los ayuntamientos indígenas, cuyosarchivos conservaron numerosos actos, contratos ytestamentos redactados en lengua maya" (BoüoOntiveros 1977: 94-95).
22 El Protector de Indios sugería que debían entrar a
dichas escuelas, los varones de cinco a doce años y las
hembras de cinco a diez años, ya que es común que
después de que los varones cumplen los catorce años y
Y es que había toda una tradición indígenade registro escrito de los hechos, la cual semantenía hasta finales del siglo XVIII, en dondeel sujeto con capacidades lectoras tenía unrango, una posición de privilegio y autoridad enla sociedad indígena que potenciaba su opiniónde los hechos, otorgándole incluso la calidad deguía de opinión. Como exhibía Restall:
"La primera generación maya a la que losfranciscanos enseñaron la escrituraalfabética provenían de los chibalob, ogobernantes indígenas, empero hacia elsiglo XVni algunos batabes y otrosindividuos ajenos a la 'comunidadnotarial' eran letrados. El escribano, erael principal practicante de la escritura enla sociedad maya, y a diferencia de sucontraparte española disfrutaba de unestatus sólo debajo del batab, aunque,por supuesto, podía ascender en elámbito político de su pueblo para ocupareste último puesto, lo que es una muestradel valor concedido entre los mayas a lapalabra escrita, y, ciertamente reforzadopor la preocupación española por elregistro de los asuntos de los pueblos"(Restall (1995), citado en: GüemezPineda 2005: 724-725).
En los cuadros presentados, en la mayoría de loscasos se expone la distinción entre vecinos eindios, lo cual nos brinda también una idea delos pueblos con alta incidencia de habitantes noindios, con educación al alcance. También es demencionarse que las niñas no eran consideradasdentro de este panorama educativo, y únicamenteen una subdelegadón, la de Beneficios bajos, en unpar de sus pueblos, Homún (30 indias y 13vecinas) y Yaxcabá (9 vecinas y 7 indias),reportan el número de niñas en edad escolar. No
las hembras doce se casan. Dictamen del Protector
General de los naturales de Yucatán. Agustín Crespo de
20 de Diciembre de 1791, en: Rubio Mané (1942, UI:
259).
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obstante es posible inferir de algunas noticias,que concurrían a las mismas escuelas de los
varones, aunque es de suponer que en mucho
menor número.La última afirmación del párrafo precedente, la
respalda una misiva de 1791 de Francisco deHeredia y Vergara, donde señala parecerle
necesario que el tendente dicte "sus providenciasdirigidas a cortar en la provincia el abuso de queconcurran juntos con los varones a una misma
escuela, contra lo prevenido por su Majestad, queexpresamente lo prohibe". También podemosapreciar en la carta las ideas que circulaban entorno a la educación femenina, ya que este
mismo personaje sugiere que"Su educación puede confiarse a algunasmujeres de buena vida, conducta e
instrucción, para que no solamente lasenseñen a hablar y leer el idiomacastellano, y en él los demás dogmas denuestra sagrada Religión, sino enaquellas labores y manufacturas propiasde su sexo".23
Con lo hasta aquí señalado, podemos notar las
grandes lagunas existentes en el panoramaeducativo rural, al mismo tiempo que los
esfuerzos por parte de los gobernantesilustrados borbones para desarrollar el aspectoeducativo en la provincia y alejarlo de las manosdel clero. Pero por otro lado, quedan claras lasposibilidades presentes en las localidades de
cierta importancia, para que circulara lainformación a través de individuos con
capacidades lectoras. Esta dinámica se vioacelerada por la revolución gaditana de 1812.
LA EDUCACIÓN EN LAS CIUDADES
En el caso de Mérida y Campeche, tenemos quelos esfuerzo educativos para con la niñez habíanrecaído en este siglo XVIII en las ordenes
23 Carta de Francisco de Heredia y Vergara de fecha 26 de
Octubre de 1791 al Intendente, en: Rubio Mané (1942,
TU: 255-256).
religiosas. En la primera ciudad, los jesuítashasta su expulsión en 1767, tuvieron una
escuela primaria en el Colegio de San Javier y asu expulsión se mantuvieron dos de ellas conmaestros seglares. En tanto los franciscanos
administraban otro centro de enseñanza para
párvulos en el convento Grande de SanFrancisco. Era el mismo caso para Campeche,ambas órdenes impartían la educación infantil
(Eolio Ontiveros 1977: 95).Sin embargo, como se ha expuesto, a finales
de este siglo y principios del XIX, las autoridadesciviles se preocuparon por este aspecto de laenseñanza. Cantón Rosado escribe que en el año
de 1808 se habían fundado en Mérida para esteaño, tres escuelas que se sostenían con
pensiones que pagaban los padres de familia yque eran dirigidas por tres europeos (CantónRosado 1943: 41-42). De ellos se anota
"han dado actos públicos de ilustracióncivil y religiosa, presididos del IlustreAyuntamiento y estimulados con pre-mios a costa de los mismos capitularesque han llenado de satisfacción al puebloy de consuelo a los padres que miran ensus hijos tan adelantadas las primeras
semillas que deben producir muy sazo-nados frutos al estado" (Calzadilla et al.
1977: 33-34).En el caso del Colegio de San Francisco Javierque había sido de los jesuitas, ejercía en estaescuela hasta antes de 1812 el cargo de maestrode primeras letras de niños blancos y demáscastas, D. Francisco Javier Ortiz, quién falleció a
finales de 1811 o principios de 1812. A su muertese nombró para ejercer el cargo a D, José María
Mendieta, ya fuere en el referido colegio o enalgún otro paraje público, por "haberse vendido delorden del Rey la mayor parte de aquel edificio al
expresado don José María Mendieta".24
24 "Nombramiento de D. José María Mendieta como
maestro de primeras letras" 1812 en: Avila López 1926:
42).
132 2(2005Ketzaícalli
Pueden trazarse como los ejes educativos enla ciudad de Mérida para estos años, laenseñanza de la lectura, escritura y el arte decontar, instruyéndoseles a los educandos al
mismo tiempo en los dogmas de la santa fecatólica, y buenas costumbres. Se recomendabala inversión de cinco horas de clase todos los
días, en dos turnos, por la mañana desde lasocho hasta las diez de la mañana, y por la tarde
desde las dos y media hasta las cinco. Entre losútiles escolares más comunes se mencionaban,las cartillas, cartones, papel tinta y plumas.25
En Campeche, se tienen datos de que elAyuntamiento promovió en 1771 la creación deescuelas primarias en las cuales se proporcionaragratuitamente plumas, papel, tinta y libros detexto a los niños indígenas, a cargo de seglareselegidos por oposición, según su mérito yaptitud (Eolio Ontiveros 1977: 95).
Por su parte, el español Andrés GonzálezMillán, procedente de Madrid, abrió en estamisma ciudad una escuela de primeras letras el
primero de octubre de 1805, previa autorizacióndel Ayuntamiento,
"Como liceo particular, sin subvenciónalguna, cobraba por su enseñanza una
módica cantidad mensual, consistente enveinticinco centavos para los alumnos deprimeras letras y doctrina de Ripalda ycincuenta para los que, leyendo de corrido'cursaban las clases de Escritura, Gramática yAritmética" (Menéndez 1917: 4).
Para marzo de 1807, se reporta la apertura
siempre en Campeche de la "Escuela deMisericordia" para niños y niñas pobres, llamadatambién el Hospicio, dirigida por don Juan Pedrode Vargas (Menéndez 1917: 4).
En tanto en Valladolid la tercera ciudad enimportancia de la península, a principios del
XIX, se cita en las Apuntaciones
25 "Nombramiento de D. José María Mendieta como
maestro de primeras letras" 1812. en: Avila López
(1926: 42-43).
"población tercera en el orden por su
centro y de toda consideración por laclase distinguida de sus habitantes, se
puede decir que carece de un maestro deprimeras letras; pues sin estipendio quele proporcione subsistencia, las dirige unanciano que se puede decir que ignora lo
que quiere enseñar" (Calzadilla 1977:80).
Como vemos, el panorama educativo no erapropiamente el mejor o de vanguardia, habíainterés por parte de ciertos individuos, corpora-ciones e instituciones por el establecimiento yfuncionamiento de los espacios de instrucciónescolar, acordes con el pensamiento ilustrado.Pero el gran impulso, que dejaría huella ysentaría las bases para el arranque de unproyecto educativo moderno, se iba a dar apartir de la constitución gaditana.
Al concluir el aprendizaje de la lectura yescritura los estudiantes con posibilidadeseconómicas de ordinario se ponían a estudiar
latinidad; de allá el siguiente paso era intentarmatricularse en el Seminario. Si lograban suingreso, eso no garantizaba un elevado nivel enla escritura y lectura, ya que
"Aunque en el colegio, ó fuera de él, consiganuna instrucción regular o sobresaliente,siempre escriben muy mal, y necesitan quiénles ajuste las cuentas más triviales. Si seaplican a las armas ó al comercio, para uno yotro carecen de los principios más esenciales"
(Sicimundo 1802: 36)..Así, el siguiente nivel educativo corresponderíaal Seminario Conciliar.
EL SEMINARIO CONCILIAR
Fundado el 24 de marzo de 1751 bajo la égida deSan Ildefonso, al amparo de un decreto del Obispo
Sr. Dr. Fray Francisco de San Buenaventura Tejaday Diez Velasco, fue el instituto de mayor
importancia en la provincia, ya que además delos aspirantes a sacerdotes se educaron en él
212005 133Ketzalcalli
jóvenes que se dedicaron a otras carreras,formando en su momento parte de los grupos deopinión de la sociedad yucateca.26
En el período histórico que nos atañe,tenemos que correspondió su administración alObispo fray Luis de Pina y Mazo y al obispo Dr.Agustín de Estévez y Ugarte, pero al segundocorrespondió la etapa más importante.
En cuanto al primero, tenemos que en el añode 1782 el Obispo Pina y Mazo verificó lareapertura del Colegio de San Pedro (al que pusoel nombre de Colegio de Indios), con cuatrocátedras de gramática latina y española, consujeción al Rector del Seminario de SanIldefonso y como establecimiento anexo a esteInstituto. De las seis becas, tres se otorgaron aotros tantos niños indígenas de Campeche,Hecelchakán y Acanceh, a los que se impuso elapellido Pina (Cantón Rosado 1945: 7). Ademásde que continuó la fábrica del edificio.
Al fallecer el Obispo Pina, lo sustituyó en lamitra de Yucatán el Ilustrísimo Sr. Dr. Don Pedrode Agustín Estévez y Ugarte, quién llegó a estacapital en mayo de 1802. En este año seimpartían en el seminario tres cátedras delengua latina, dos de filosofía peripatética, unade teoría escolástica y otra de moral (Sicimundo1802: 15).
Durante toda su gestión, pero aún más a sullegada se interesó vivamente por lo que ocurríaen el Seminario, tal vez porque era muy obvio enesos momentos que en él se encontraba ungrupo de alumnos críticos al orden de cosasexistentes, además de que como recién llegadodesconocía los intereses que se movían dentrode un establecimiento tan importante para elmantenimiento del status quo.
26 Véase para una historia del Seminario Conciliar a
Baqueiro (1894) y Cantón Rosado (1945).
27 Carta del Obispo Agustín Estévez y Ugarte al Rey de 15
de febrero de 1803, en: Expediente sobre el
Establecimiento de la Universidad de Yucatán en el
Seminario Conciliar deMérída. Años: 1768-1821. AGÍ
El mismo Estévez lo señala en carta de 15 defebrero de 1803 al Rey
"El Obpo. de Yucatán, lleno de deseo derealizar las piadosas intenciones de V.M.y las obligaciones de su cargo pastoral,aplicó sus atenciones a los mayoresadelantamientos del Colegio Seminariode S. Ildefonso que por cédula del padrede V.M. se halla erigido en universidad deletras".27
En esos momentos dentro del seminario seexponían atisbos del pensamiento ilustrado entrelos alumnos de la misma. Entre ellos destacabaPablo Moreno,28 joven y brillante estudiante delseminario que fue en su momento cabeza de loscríticos de la filosofía que ahí se enseñaba.Nombrado en abril de 1802 -antes de la llegadadel nuevo obispo, quién llegó a Mérida en mayode ese año- maestro de filosofía en el seminariode Mérida, "su voz se hizo escuchar en undesierto de ideas y de principios", ya queintrodujo las dudas sobre las filosofías másrespetadas, y enseñó la filosofía modernacreando una verdadera revolución en elseminario. De sus alumnos surgieron los grandespolíticos y líderes de opinión de la época: Zavala,Quintana Roo, Jiménez Solís, Mariano Cicero,Juan de Dios Enríquez, Rafael Aguayo, entreotros (véase Sierra O'Really 1994,1: 311).
Desde sus primeras lecciones, se alarmarontanto los directores del seminario como otroseclesiásticos de la ciudad, que empezaron ahostilizarlo, aunque parece que el obispo reciénllegado los tranquilizó para observar alinnovador. En eso se hizo anunciar un actopúblico en el que Lorenzo de Zavala, su alumno,debía defender sus proposiciones de ética o
Legajo México 3101, foja 193.
28 Mayores datos sobre este personaje se pueden
encontrar en: Yucatán en el tiempo. (1998, IV:
268-269). Barrera Osorio (1959: 7-9). Rubio Mané
(1971: 10-11).
134 2)2005Ketzalcalli
moral, sacadas de la filosofía moderna. El actocongregó a un numeroso público,29 enterado delas disputas que se estaban dando en elseminario, y las personas más notables de laciudad estaban ahí: el Capitán General D. BenitoPérez Valdelomar, el nuevo obispo, loscanónigos, los franciscanos, el clero secular,varios funcionarios públicos y otros muchosinvitados y curiosos se dieron cita en la capilladel colegio. El resultado, una agria disputa entrelos replicantes y el exponente que obligó a uno delos primeros ha abandonar la sala -el famoso padreOnofre-, y a Zavala negar incluso la autoridad deSanto Tomás de Aquino (véase Ancona 1978,3:14).
Este hecho le valió una reprimenda almaestro por parte del Obispo. Pero fuera de eso yalgunos consejos que le dio a Moreno sobre elgiro de sus enseñanzas, le permitió librementeconcluir el curso -que abarcó del 20 de abril de1802 al 14 de mayo de 1805-. Esto llevó a MolinaSolis a afirmar que la filosofía que enseñó fue lade Descartes, que ni era moderna, ni en suslíneas contraria al cristianismo, y no la filosofíaracionalista o sensualista de Kant o Condillac(Molina Solís 1913, O: 571).
Lo que es cierto es que el obispo, estaba más queconciente de la importancia del seminario en laformación de los cuadros eclesiásticos, y de latrascendencia que tenía en la formación de losgrupos de opinión de la península. Eso lo llevó apreocuparse por los estudios que en ella serealizaban.
Ante el orden de cosas expuesto, el obispometió mano rápidamente. Desde 1802 introdujonotables reformas en los estudios del seminario;
templó las luchas entre los filósofos de lasdiversas comentes, aumentó la dotación deprofesores, ejerció vigilancia continua en laadministración y estudios, asistía a losexámenes, a los actos literarios y proveía conpresteza todas las necesidades delestablecimiento (Molina Solís 1913, III: 571).
Su interés por elevar el nivel educativo en elobispado fue una constante; durante toda sugestión se preocupó por el establecimiento de laUniversidad, apoyándose en las bases yasentadas en el Seminario Conciliar. Fue activomiembro de la junta compuesta para elestablecimiento de la Universidad, cuyosplanteamientos nos dan interesantes maticessobre el pensamiento católico progresista quedominaba en esta época.
Se afirmaba en un documento signado por losmiembros de la junta, "que las ciencias son la basefundamental de la felicidad del Estado, sin ella loshombres no son útiles a sí, ni a sus semejantes". Deesa afirmación derivaba la importancia que se leasignaba a la Universidad, institución que
"regenerará a la provincia; sus ecflesiás-ti]cos, tendrán la instrucción convenienteque exige su estado y el ministerio queocupan para conservar la religión católica,con una doctrina sólida a los feligreses. Losseculares instruidos obtienen los empleosde república y [la] administración dejusticia, lo harán con acierto".30
Y es que había que tener presente que elseminario recibía alumnos de toda la provincia ysignificativamente además de Mérida, de laciudad de Campeche.
29 Estás funciones literarias eran sumamente importantespara la sociedad meridana. Acudían todas lascorporaciones de la ciudad, los estudiantes mássobresalientes defendían en presencia de un concursonumeroso y selecto, las tesis más importantes de lasmaterias aprendidas. "Los más renombrados filósofoseclesiásticos y seculares concurrían al acto conabundante copia de argumentos para poner a prueba
los conocimientos de los alumnos" (Molina Solís 1897:129).
30 E Gobernador Benito Pérez remite una carta de la juntapara el establecimiento de universidad....27 de agostode 1803, f.179-180, en: Expediente sobre elEstablecimiento de la Universidad de Yucatán en elSeminario Conáliar de Mérida. Años 1768-1821. AGÍLegajo México, 3101.
2(2005 135Ketzalcalli
Se trabajó arduamente para alcanzar estospostulados. Primeramente, ante las exigenciasdel rector de crear las cátedras de derecho civil ycanónico, se erigió una. Una de leyes y otra decánones, con una dotación de 300 pesos anualespor parte del Obispo. Dichas cátedras se podíanconferir de dos maneras, por oposición uotorgándosele a sujetos notoriamente idóneos ypor disposición del obispo. Pensándose en dossubstitutos regentes, para que por ausencia oenfermedad desempeñasen las funciones dedichas cátedras por los propietarios, a estos últimosse les expediría título y nombramiento31.
El clima era asunto importante para elrendimiento, tanto de escolares como demaestros, y más aún para la salud de loscatedráticos, ya que siendo el clima de la regióncálido y húmedo todo el año, no se podíanocupar las tardes en estos estudios "sindetrimento de la salud de catedráticos yprofesores". Con este entendido su obligaciónera explicar una hora de 8:30 a 9:30 la Instituíacivil, apoyándose en el texto de Amoldo Usicio ysus adiciones a las leyes patricias, y otra hora de9:00 a 10:00 las decretales canónicas con loscomentarios -textos- de Berardi, Lelvagio,Murillo u otro a propósito, repartiéndose loslibros de suerte que en dos años se explique todala Instituía civil, y en otros dos, las decretales einstituciones canónicas.32
Pero el obispo fue más allá de lo solicitadopor el rector del seminario, ya que establecióotras cuatro cátedras, una de sagrada escritura,otra de matemáticas, otra de canonjía y la
última de medicina, con dotaciones de 300 pesoscada una. En cuanto a la cátedra de sagradaescritura, de acuerdo a la práctica establecida,en las conferencias se proponía usar algunadisertación de las de Calmert, no otro, y para elcurso de la semana de Epifanía se defendería unode los oráculos de los profetas verificados deJesús. Se destinaría una hora de conferencia enla clase de matemáticas, construyéndose unasala para el dibujo en los cuartos bajos delpalacio episcopal. Para la cátedra de medicina ycirugía, se destinaría un día de la semana paralas disecciones anatómicas en el conventohospital de San Juan de Dios. Con estoargumentaban el Obispo y Gobernador "laenseñanza logra la extensión necesaria y a losprofesores les sirve en cualquier carrera queemprendan".33
En las acciones y deseos del obispo puedenrastrearse una serie de ideas encaminadas apromover el desarrollo de la educación en lapenínsula, manteniendo el papel preponderante dela Iglesia. Estaba conciente de que una forma demantener una posición sólida como instituciónante una sociedad cambiante, era el tenerinjerencia directa en la formación de sus jóvenes.En ese mismo sentido, se entendía la importanciade la formación clerical. La educación de los siervosde Dios debía ser vigilada y controlada, ya que nopodía soslayarse el hecho de que el catolicismoperdía solidez cómo doctrina; la secularización delas ideas era ya un enemigo en la puerta.
La Junta para la erección de la Universidad-de la que hablamos brevemente párrafos
31 Carta de 15 de septiembre de 1803 de Marcelino
Antonio Pinelo, f.185, en: Expediente sobre el
Establecimiento de la Universidad de Yucatán en el
Seminario Conciliar de Mérida. Años 1768-1821. AGÍ
Legajo México, 3101.
32 Carta de 8 de agosto de 1803 del Obispo Estévez y
ligarte y del Gobernador y Capitán General Benito Pérez
Valdelomar, f. 186, en: Expediente sobre el
Establecimiento de la Universidad de Yucatán en el
Seminario Conciliar de Mérida. Años 1768-1821. AGÍ
Legajo México, 3101.
33 Carta de 8 de agosto de 1803 del Obispo Estévez y
Ugarte y del Gobernador y Capitán General Benito Pérez
Valdelomar, f. 187, en: Expediente sobre el
Establecimiento de la Universidad de Yucatán en el
Seminario Conciliar de Mérida. Años 1768-1821. AGÍ
Legajo México, 3101.
136 2)2005Ketzalcalli
arriba-, era un órgano donde se representabanlas más altas autoridades de la provincia, entre
estos el Gobernador Benito Pérez Valdelomar, elObispo Agustín Estévez y Ugarte, el Dr. José
Joaquín Chacón Chantre de la catedral, el Dr.Santiago Martínez penitenciario de la misma, yDon Gregorio José de la Cámara regidor subdecanodel Ayuntamiento de Mérida. De allá que sus
planteamientos al Rey pudieran considerarse comoun esbozo de proyecto de sociedad y aún deproblemas que aquejaban a la provincia, en aspec-tos educativos, religiosos y de prácticas sociales deciertos grupos. Tomando como base el documentosobre el establecimiento de la universidad -citadolineas arriba-, presentamos un breve bosquejo que
nos muestre ciertas particularidades de esos tiem-pos.
Para 1803 el Colegio Seminario de Sanndefonso se le tenía como el único Instituto enuna provincia de más de 600,000 habitantes,donde se impartía educación de ese nivel,establecimiento que se había visto permeado porideas ilustradas que influenciaban a los jóvenesque allá se formaban. Esto ocasionabaenfrentamientos entre los grupos de profesoresestablecidos, ya que unos veían con agrado supropagación, mientras que otros no ocultabansu desagrado.
La escasez en la provincia de buenosprofesores de leyes, medicina y cirugía, era
notoria. La escasez de médicos obligaba abuscarlos con elevados costos en México, la
Habana o España. El grado de doctor solamentelo tenían seis personas en la provincia, y de ellossólo dos eran naturales del país. La dificultad
para dotar a las cátedras era un problema; a estocontribuía la distancia que había con las otrasuniversidades de más de 250 leguas, amén deque los caminos y vías de navegación eran
34 Expediente sobre el Establecimiento de la Universidad de
Yucatán en el Seminario Conciliar de Mérida. Años
1768-1821. AGÍ Legajo México, 3101. f.211-219.
35 Carta firmada del Señor Secretario Antonio Forcel al
difíciles. En general la mayoría de los individuostenían pocas posibilidades económicas como
para trasladarse fuera para realizar sus estudios,siendo las posibilidades más inmediatas las
Universidades de México o Guatemala. Esoinfluía para que no adoptaran la determinaciónde elegir la carrera de las armas o de las letras,aún las "gentes de calidad".3*
Por su parte los eclesiásticos no tenían la
instrucción que exigía su estado y ministerio,esto afectaba grandemente para "conservar elcatolicismo puro, con una doctrina sólida paralos feligreses". En tanto los empleadosseculares, por su falta de preparación teníanserios inconvenientes para distribuir la justicia
con acierto. El que los habitantes de la provinciase prepararán tendría inigualables ventajas. Los
que se inclinaran a la milicia serían buenosoficiales instruidos en matemáticas y losenfermos tendrían en los profesores de medicinay cirugía quien los asistiese, "sin perecer porfalta de facultativos y a mano de un curandero
ignorante".35
Estos esfuerzos del obispo, no fueron
suficientes para frenar el empuje de las ideas. Laeducación religiosa que se impartía en el
seminario se vio seriamente afectada por laconstitución de Cádiz, que despertó los espíritusliberales que allá yacían.
LA CONSTITUCIÓN DE CÁDIZ
Un punto importante a considerar sobre las
tendencias educativas en la etapa delliberalismo Gaditano, son que éstas son productode los procesos que se vivían en gran parte deEuropa, que habían impactado fuertemente la
pedagogía clásica y otras disciplinas. Buscabanhacer del ciudadano un pilar del desarrollo de la
nación española, a través de la instrucción,
gobernador de Yucatán 22 de febrero de 1805,
f.212-213, en: Expediente sobre el Establecimiento de la
Universidad de Yucatán en el Seminario Conciliar de
Mérida. Años 1768-1821. AGÍ Legajo México, 3101.
212005 137Ketzalcalli
pensada y propuesta como instrumento de cambio
social.En las discusiones que se llevaron a cabo
durante la sesión de las cortes, claramentemanifestaba la importancia que se le daba a laInstrucción por parte de los liberales, se escribía:
"Debe, pues, el Congreso Nacional, que ha
restituido a los españoles al ejercicio de suvoluntad, completar su obra y procurarle
todos los medios de que esta voluntad seabien y convenientemente dirigida. Estosmedios están evidentemente todos bajo elinflujo inmediato de la instrucción" se
continuaba líneas abajo "Nacen estos [loshombres] con facultades que, habiendo deservir á su bien individual y al de sussemejantes, necesitan para ponerse enmovimiento salir del reposo absoluto y de lainacción en que se hallan al principio. Alentrar en la vida ignoramos todo lo quepodemos ó debemos ser en adelante. Lainstrucción nos lo enseña; la instrucción
desenvuelve nuestras facultades y talentos,y los engrandece y fortifica con todos losmedios acumulados por la sucesión de lossiglos en la generación y en la sociedad de
que hacemos parte. Ella, enseñándonoscuales son nuestros derechos, nosmanifiesta las obligaciones que debemoscumplir: su objeto es que vivamos felices
para nosotros, útiles á los demás yseñalando de este modo el puesto quedebemos ocupar en la sociedad, ella hace
que las fuerzas particulares concurran consu acción á aumentar la fuerza común, en
vez de servir á debilitarla con su divergenciaó con su oposición".36
36 González de Navas, Martin; Vargas y Ponce, José; Tapia,
Eugenio; Clemenán, Diego; Cuadra, Ramón de la;
Quintana, Manuel José. "Informe de la Junta creada
por la Regencia para proceder al arreglo de los diversos
ramos de instrucción pública" Cádiz 9 de setiembre de
1813, en: Quintana (1897, v. 2: 7).
Entre las bases generales que se proponían paracualquier clase de instrucción, se expresaban la
influencia francesa; sin embargo fueron las ideas delos ilustrados españoles, primordialmente deJovellanos, las que tuvieron mayor presencia en las
disposiciones de las Cortes. En esta coyuntura,hubo liberales novohispanos que pugnaban porque
se impulsara la educación en las colonias (Domín-guez Saldívar 2001: h.193). Muchos de ellos inclu-sive, en su momento serían los encargados de poner
en marcha los postulados educativos durante lavigencia de la constitución gaditana.
Tratando de presentar los núcleos alrededor de
las cuales giraban las propuestas de los integrantesde la Junta de Instrucción Pública, que fueron lasque posteriormente se dejaron sentir en el reinoespañol durante esta etapa, tenemos que seproponía la universalidad de la Instrucción,
entendiéndose por esto su extensión a todos "losciudadanos. Debe distribuirse con toda la igualdadque permitan los límites necesarios de su costo, larepartición de los hombres sobre el territorio, y eltiempo más ó menos largo que los discípulos puedandedicar a ella". Dicha universalidad también tieneque ver con abarcar el más amplio espectro de losconocimientos humanos, y asegurar a los hombresde todas las edades las facilidades de conservar sus
conocimientos y de adquirir otros nuevos.37
Otro gran referente era la uniformidad de todoslos estudios, es decir métodos y contenidoshomogéneos, así como una sola lengua para laenseñanza -la castellana-. Se buscaba dejar fuera
el capricho y la extravagancia; la máxima bienpodría ser: una sola educación para un solo pueblo.
Otra propuesta de gran trascendencia, era laconsideración de que la enseñanza debía serpública, lo cual significaba que no se diera a
37 González de Navas, Martín; Vargas y Ponce, José; Tapia,
Eugenio; Clemencia, Diego; Cuadra, Ramón de la;
Quintana, Manuel José. "Informe de la Junta creada
por la Regencia para proceder al arreglo de los diversos
ramos de instrucción pública" Cádiz 9 de setiembre de
1813, en: Quintana 1897, v.2: 8).
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puertas cerradas ni se limitara sólo a los alumnosque se "alistan para instruirse y ganar curso". Sepensaba en la posibilidad de instruir al ciudadanoque no pudiera contraer las obligaciones deldiscípulo, pero que estuviera en posibilidad deagregarse a la clase como oyente. Se buscaba laapertura de las puertas de las aulas al ciudadanocomún, interesado en ciertos temas específicos.
Lagratuidad se presentaba como una más delas calidades de la enseñanza pública, inclusoextensiva a las escuelas de primeras letras, yaque
"Cabalmente es en ellas donde se pro-porcionan al hombre aquellos conocimien-tos que, siendo necesarios a todos, debenser comunes á todos; y por consiguiente,hay una obligación en el Estado de nonegarlos a ninguno, pues que los exige entodos para admitirlos al ejercicio de losderechos de ciudadano".38
Por último, se consideraba el atributo general dela libertad. Se dejaba al arbitrio de cadaindividuo la búsqueda de dónde, cómo y conquién adquirir los conocimientos necesariospara su profesión; quedan manifiesta en estaidea, la participación de individuos y/oparticulares en la educación. Se escribía sobreello de la siguiente manera:
"los establecimientos de instruccióndeben de ser como los de beneficencia:acude a ellos el que los necesita, siendolibre á cualquiera recibir los auxilios queallí se proporcionan de la generosidadparticular (...). No pudiendo el estadoponer á cada ciudadano un maestro de suconfianza, debe dejar a cada ciudadanosu justa y necesaria libertad de elegirlo
38 González de Navas, Martin; Vargas y Ponce, José; Tapia,
Eugenio; Clementín, Diego; Cuadra, Ramón de la;
Quintana, Manuel José. "Informe de la Junta creada
por la Regencia para proceder al arreglo de los diversos
ramos de instrucción pública" Cádiz 9 de setiembre de
1813, en: Quintanal897, v.2: 10).
por sí mismo. Así las escuelas particulares supliránen muchos parajes la falta de las escuelas públicas, yla instrucción ganará en extensión y perfección loque gane en libertad y desahogo".39
Con el establecimiento del sistema constitucional apartir de 1812, tal y como señala DomínguezSaldívar, se promovió un proyecto para lamodernización del sistema educativo tanto enEspaña como en Hispanoamérica. Ese mismo año seplasmó en la Constitución la orden de formar el plangeneral de enseñanza pública y la creación de laDirección General de Estudios (Domínguez Saldívar2001: h.194). Se incluía en la constitución uncapítulo sobre la Instrucción Pública queconstaba de seis artículos, capítulo que en granmedida representaba las ideas expuestaspárrafos arriba por los miembros de las JuntasConsultivas.
De este capítulo llamamos la atención sobredos artículos, el 368 y el 371 que proporcionan elmarco para la circulación de las ideas políticasen el reino español. A continuación por suimportancia transcribimos los seis artículos:
Art. 366. En todos los pueblos de lamonarquía se establecerán escuelas deprimeras letras, en las que se enseñará alos niños a leer, escribir y contar, y elcatecismo de la religión católica, quecomprenderá una breve exposición de lasobligaciones civiles.Art. 367. Asimismo se arreglará y creará elnúmero competente de universidades y deotros establecimientos de instrucción, quese juzguen convenientes para la enseñ-anza de todas las ciencias, literatura ybellas artes.Art. 368. El plan general de enseñanza
39 González de Navas, Martín; Vargas y Ponce, José; Tapia,
Eugenio; Clemencín, Diego; Cuadra, Ramón de la;
Quintana, Manuel José. "Informe de la Junta creada
por la Regencia para proceder al arreglo de los diversos
ramos de instrucción pública" Cádiz 9 de setiembre de
1813, en: Quintana (1897, v.2: 11).
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será uniforme en todo el reino,
debiéndose explicarse la constituciónpolítica de la monarquía en todas las
universidades y establecimientos literarios,donde se enseñen las ciencias eclesiás-
ticas y políticas.Art. 369. Habrá una dirección general deestudios, compuesta, de personas deconocida instrucción, a cuyo cargo
estará, bajo la autoridad del gobierno, lainspección de la enseñanza pública.Art. 370. Las cortes por medio de planes yestatutos especiales arreglarán cuanto
pertenezca al importante objeto de lainstrucción pública.Art. 371. Todos los españoles tienen lalibertad de escribir, imprimir y publicarsus ideas políticas, sin necesidad delicencia, revisión o aprobación algunaanterior a la publicación, bajo las
restricciones y responsabilidades queestablezcan las leyes.(Constitución política de la monarquíaespañola, 1812. Título IX, capítuloúnico).
Se puede concluir sobre este asunto, "que elproyecto educativo de las Cortes Generales
resultó de suma importancia para los liberalesque veían en ella el camino para difundir los
principios constitucionales tanto en lametrópoli como en las colonias de América"(Domínguez Saldívar 2001: h.197). Es decir, los
ñujos informativos, en especial los ñujos de lanoticia política, se vieron imbuidos de un
impulso proveniente de un nuevo marcojurídico.
De esta manera, esperamos haber cumplidonuestro objetivo de presentar el panorama
educativo de la provincia de Yucatán de finalesdel siglo XVIII y haber bosquejado la
problemática que planteo la Constitución deCádiz.
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