EL BANQUETE PROTOCOWRIO
1 D. Mauricio Domínguez Domínguez-Adame, I
Jefe d e Pro toco lo de l A y u n t a m i e n t o d e Sevi l la.
Resumen: c o m o en cualquier a c t o protocolar io , en los banquetes, e l
organizador, el invi tado de honor, y la mayoría de los asistentes part ic ipan
en la ceremonia cumpliendo las normas que rigen el ceremonial. El banquete
es por t a n t o u n acto social y protocolar io completo que se const i tuye como
medio impor tante de comunicación y f i n en sí mismo. Constituye todo un
ar te el arreglo de la mesa, la presentación de los p la tos y bebidas, los
estilos del servicio, las reglas de ordenación de los invitados, los discursos
y los brindis.
Palabras clave: banquete, etiqueta, mesa, invitados, acto.
EL BANQUETE, ACTO PROTOCOLARIO COMPLETO
Pronto se cumplirán t re in ta y ocho años que sirvo a la Administración
Pública y a l Protocolo. Si m e preguntaran que t i p o de ac to es el más
completo, s in duda respondería que el banquete. Habrá actos de más
resonancia, de mayor mensaje, de mult i tudes, pero en el banquete concurren
muchos fac to res que n o están en los o t ros actos, que lo hacen más
entrañable, más part ic ipat ivo, más rico, de más hondo y cál ido mensaje. En
el banquete protocolario, para que salga perfecto, hay que cumpl i r muchas
reglas de ceremonia l de d is t in ta naturaleza, por los que in terv ienen o
part ic ipan en su preparación o celebración.
Si pensamos en cualquier acto protocolar io, salvo el organizador o
anf i t r ión y los protagonistas en la ceremonia, la mayoria de los asistentes
son invi tados que se l imi tan a vestir como se les haya indicado, a llegar
con puntual idad, a ocupar sus asientos, a saludar, a escuchar, etc. En el
banquete se cumplen la mayoria de las reglas que rigen el protocolo: de
comportamientos, de ordenamientos, de simbología, por los que lo preparan PLACER DE LA COMIDA Y PLACER DE LA MESA
y lo sirven y por los comensales que lo disfrutan. No se debe albergar temor
alguno porque sean muchas reglas protocolar ias a cumplir , ya que éstas Anselmo Bril lat-Savarín fue u n abogado y polí t ica francés que escribió
son la garantía de que resultará perfecto. al f ina l de su vida, en 1825 -mur ió u n año mas tarde- u n l ibro extraordinario:
En muchas ocasiones comentamos que para que u n p ro toco lo se
considere vigente y no ant icuado debe cumpl i r unos principios, como son
los de la representación, t rad ic ión , jerarquizac ión, comun icac ión y
organización. Es decir, que en el banquete protocolar io las personas que
concurren deben tener relación directa con la f inal idad del mismo; que se
deben segui r los mejores pr inc ip ios de la t rad ic ión, po rque los actos
protocolar ios siempre t ienen mucho del ayer; que los invi tados deben ser
ordenados conforme a una normativa, bien legal o consuetudinaria; que se
deben poner todos los medios necesarios para que exista una autént ica y
cordial comunicación entre los invitados; y por ú l t imo, que siendo u n acto
esencialmente formal , la perfecta organización debe br i l lar por encima de
todo. Veremos entonces cómo para que se cumplan estos principios, tan to
en la preparación como en la celebración, todos deben conocer y seguir las
reglas protocolarias que le conciernen, desde el je fe de cocina a l disponer
el menú de acuerdo con el anf i t r ión, pasando por la conf iguración de la
mesa, la ordenación de los asistentes, o los comportamientos de camareros
e invitados, etc.
El banque te es p o r t a n t o u n a c t o social y p ro toco la r io completo.
Medio impor tante de comunicación y f i n en sí mismo, al cubrir una necesidad
v i ta l cual es la de alimentarse. Const i tuye todo u n ar te el arreglo de la
mesa, la presentación de los platos y bebidas, los estilos del servicio, las
reglas de ordenación de los invitados, los discursos y los brindis.
Fisiología delgusto1, u n t ra tado de gastronomía, rico y variado. En una de
sus máximas se af irma: "Convidar a alguien equivale a encargarse de su
felicidad en tanto este con nosotros". Dirá que el placer de la comida es la
sensación actual y directa que se satisface; el placer de la mesa es la
sensación reflexionada que nace de las diversas circunstancias, situaciones,
cosas y personas que acompañan al sustento. El placer de la comida es
común a hombres y animales, sólo requiere apeti to; el placer de la mesa
es peculiar de la especie humana, supone cuidados en preparar los manjares,
elegir l ugar y reun i r a los convidados. Después de u n banquete b ien
dispuesto, cuerpo y alma gozan de un bienestar especial. Dirá Bril lat- Savarín
que alrededor de una misma mesa se encuentran a menudo juntas todas
las manifestaciones que entre nosotros ha in t roducido la mas avanzada
sociabi l idad: amor, amistad, negocios, especulaciones, poder, empeños,
protecciones, ambiciones e intr igas; véase porqué los convites de t o d o
tienen; véase por qué producen f ru tos con toda clase de sabores.
LOS COMPORTAMIENTOS
Decía Monta igne en sus Ensayos:
"No sólo cada país, sino cada ciudad y profesión tienen sus
normas de t ra to social. Yo recibí en m i infancia una
educación bastante esmerada y he vivido en un ambiente lo
suficientemente bueno para no ignorar las leyes de nuestro
1 BRlLLAT-SAVAR~N, Anselmo (1979) 2 MONTAIGNE, Miguel de (1962)
acatarlas, aunque no tan ciegamente que sufra por ello. se recogen las bestias tras el banquete y se llevan al lavadero, su hedor
Todas las normas tienen aspectos molestos pero si se saben impregna las demás ropas con las que se los lava".
eludir éstos, con tacto y nunca por ignorancia, no se pierde Da Vinci dará una alternativa a los manteles sucios: " h e ideado que a
nada con ello. He visto a muchos cometer torpezaspor exceso cada comensal se le dé un paño que después de ensuciado por sus manos y
de amabil idad y a otros ser inoportunos por exceso de su cuchillo podrá plegar para de esta manera no profanar la apariencia de
cortesía. El dominio del trato social constituye una ciencia la mesa con su suciedad Pero, ¿cómo he de l lamara estos paños?. Leonardo
utilísima. Facilita nuestras relaciones -lo mismo que Iagracia acababa de inventar la servilleta, pero al ponerla en práctica sufrió el
o la belleza- y así nos permite aprender con los ejemplos de rechazo, lo que le produjo honda amargura.
los otros y ayudar a los demás con el nuestro'". Pietro Alemani, embajador de Florencia en Milán, comentaba en una
Hermosa forma ésta de definir la naturalidad el famoso filósofo francés
a la hora de aplicar las normas de comportamiento social. Deben acatarse
pero sin exageración y desterrar las que verdaderamente han quedado "el maestro Leonardo ha descuidado sus esculturas y
anticuadas y ridículas. geometrías y se ha dedicado a los problemas de mantel de
Si repasamos la amplia bibliografía que sobre protocolo y ceremonial su Señor Ludovico cuya suciedad le angustia grandemente.
ha salido en los úl t imos años, toda ella dedica un gran espacio a los Presentó en la mesa el paño individual frente a cada invitado
comportamientos personales en los actos oficiales y fundamentalmente en destinado a ser manchado en sustitución del mantel; pero
el banquete. Pero no siempre ha sido así. con gran inquietud del maestro Leonardo algunos de los
No hace mucho t iempo cayó en nuestras manos un pequeño libro invitados se dispusieron asentarse sobre él, otros se sirvieron
titulado Notas de Cocina de Leonardo Da vinci3 (1452-1519) que incluía del paño para sonarse las narices, otros se lo arrojaban como
el famoso Codex Romanoff; desconocido hasta su aparición en 1982 que porjuego, otros envolvían en él las viandas que ocultaban
recoge preciosos dibujos de Leonardo para aplicar a la cocina. Desde 1482 en sus bolsillos y faltriqueras; acabó la comida y el mantel
estará al servicio del gobernador de Milán, Ludovico Sforza "El moro", principal quedó ensuciado como en anteriores ocasiones y
donde desempeñará múltiples actividades y sobretodo será maestro de el maestro leonardo desesperanzado de que su invención
lograra consolidarse ". En uno de sus capítulos habla Leonardo de los modales en la mesa y
dirá " la costumbre de mi señor Ludovico de amarrar conejos adornados con En 1495 encargará Ludovico "El moro", el fresco para el comedor del
cintas a las sillas de los convidados a su mesa, de manera que puedan Monasterio de Santa María de la Gracia que ha inmortalizado a Leonardo:
limpiarse las manos impregnadas de grasa sobre los lomos de las bestias, se l a ú l t ima cena. Refleja el momento psicológico más angustioso en la
comida más importante de toda la historia: cuando Jesús anuncia a sus
3 DA VINCI, Leonardo 119931 discípulos que muy pronto va a ser traicionado. Leonardo reflejará de
forma magistral las actitudes de cada personaje. Cuánto es de admirar esta En muchas ocasiones los que asumen la apasionante, pero muchasveces polifacética figura cumbre en la historia del arte de todas las épocas. ingrata, tarea del protocolo piensan que lo peor que le puede pasar a un
Estos divertidos episodios del mantel, ya tan lejanos en el tiempo, nos acto es que precisamente por temor a su ceremonial llegue incluso a recuerdan como ha sido una lenta evolución la que a través de los siglos suprimirse, a no celebrarse. En muchas ocasiones oímos: ipara qué el se ha ido experimentando hasta llegar a nuestros días, donde curiosamente banquete; mejor la recepción!, olvidando la categoría que tiene el primero, se pierden muchas reglas que verdaderamente eran las que sostenían los aunque sea más complicado y a veces incómodo, comparado con el segundo. banquetes protocolarios. Volveremos sobre los comportamientos en la Debemos luchar hasta conseguir que ese aperitivo previo al banquete mesa.
LA MESA DE HOY Y SUS PELIGROS
No hace mucho tiempo, en 1994, apareció un libro muy difíci l de
encontrar, agotado hacía muchos años, pues se publicó en 1888, t i tulado
La mesa moderna. En él se recogía la correspondencia sostenida en aquella
maravillosa publicación del pasado siglo llamada La Ilustración Española y
Americana en los años 1876-77, entre D. Mariano Pardo de Figueroa, un
hidalgo andaluz de vasta cultura, hi jo de Medina Sidonia donde en su
Huerta de Cigarra, vivió y murió, que firmaba con el seudónimo El Doctor
~ h e b u s s e m ~ y su oponente que firmaba con el seudónimo "Un Cocinero de
Su Majestad" que en realidad era D. José Castro y Serrano, hombre político
y académico de la Historia y de la Lengua. Los temas que se discuten en
esa época son de lo más variado, pero destaca sobre todo el afán por
conservar las mejores costumbres en la mesa y salvar por encima de otras
cocinas internacionales, la verdadera cocina española. Si hoy levantaran la
cabeza se quedarían mucho más preocupados, porque el banquete solemne
tiene hoy un enemigo muy peligroso: la recepcion previa, aperitivo o como
se le quiera llamar que precisamente por sus excesos relegan a segundo
plano la verdadera comida.
sea lo que fue siempre: una ligera copa de espera hasta reunir a todos los
comensales. De no ser así, el exceso de bebidas y aperitivos que a veces se
prolongan durante una hora y a veces hora y media, con todos los invitados
en pie, que empiezan a cansarse, cuando se sientan para la comida ya no
tienen el normal apetito porque ha pasado la hora.
Afortunadamente, en la vida oficial no se producen estas circunstancias
con la asiduidad del banquete privado; pensemos en las bodas, homenajes,
bautizos, etc. porque en el banquete oficial el horario hay que cumplirlo
rígidamente. Pero precisamente está el peligro en que esas recepciones
previas por ser muy cómodas y sencillas e incluso más económicas, pero
evidentemente menos protocolarias, lleguen a anular el banquete.
Otro peligro derivado del anterior es la pérdida de buenos platos en el
menú. Bastaría comparar un cubierto de hace cincuenta años con los que
ahora se sirven.
Un tema también preocupante es el de la mujer en el protocolo. Si en
verdad hay que señalar los momentos estelares y definidores del siglo XX,
junto a los inventos que todos conocemos y que han cambiado la forma y
duración de la vida, está la emancipación de la mujer en casi todo el
mundo civilizado, con el acceso a todas las profesiones y su equiparación
absoluta con el hombre. Esta circunstancia motiva que peligre la ordenación
clásica de los comensales en la mesa solemne: la alternancia del hombre
y la mujer. Muchas mujeres que ostentan cargos importantes, son ellas las
1 autoridades, exigen su puesto como autoridad y no como mujer, lo que 4 DA VINCI, Leonardo (1993) lleva consigo que en una aplicación estricta del Reglamento de precedencias
estarían varias
además lo que
mujer.
mujeres juntas o varios hombres jun tos y no se cumplir ía
ha sido costumbre siempre, el que nunca cierre la mesa una
Hay que ve lar porque se mantenga en la mesa protocolar ia la
alternancia hombre y mujer; por ser más estético, por ser más natural, por
ser de t rad ic ión y porque vencidas todas las barreras que en los derechos
había entre hombre y mujer -al f i n ya están igualados- en el banquete se
aprec ian las d i ferenc ias natura les que son m u y necesarias hoy, en u n
mundo t a n desorientado y fa l to de valores, entre u n hombre y una mujer,
en la forma de vestir, en el trato, en def ini t iva en la cortesía.
Un banque te para que pueda l lamarse p ro toco la r io requiere su
documentación. A l menos cuatro impresos son necesarios: la invi tación, el
menú o minuta, la tar je ta de si tuación en la mesa y la tar jeta de mesa.
En la inv i tac ión se debe preparar con el mayor cuidado el texto, el
formato, el envío y la conf irmación. Previamente y con una semana de
an te lac ión el a n f i t r i ó n cursa u n t a r j e t ó n a sus inv i tados ind icando el
mot i vo del banquete, el lugar, día y hora del mismo, con indicación de la
etiqueta. El envío debe hacerse con acuse de recibo. La conf irmación de la
asistencia debe ser comunicada a l anf i t r ión lo antes posible.
La m inu ta se si túa a l lado derecho de cada cubierto, donde f igura la
persona que ofrece el banquete, en honor de quien, el motivo, así como los
platos que se van a tomar y los vinos. Volveremos sobre su contenido.
En la tar jeta de si tuación en la mesa f igura el nombre de la persona.
Es u n plano reducido de la mesa con indicación del acceso al salón y lugar
aproximado donde se va a si tuar el invi tado. Este se entrega momentos
antes de pasar a l salón y su finalidad consiste en conocer previamente el
lugar y ocupar el s i t io en el menor t iempo posible.
En la tar jeta de mesa aparece el nombre y cargo del inv i tado y está
colocada previamente delante del cubierto.
CLASES DE MESAS Y usos5
La mesa imperial es la más protocolaria. Es una mesa rectangular cuya
longi tud dependerá del número de comensales y cuyos extremos terminan
en semicírculo. El ancho dependerá de su longi tud y varía entre dos metros
en las más largas a 1 '50 metros en las más pequeñas.
La mesa en "U" t iene esta forma y en la parte de presidencia su ancho
es de 75 centímetros. Los dos brazos t ienen u n ancho de un metro.
La mesa en peine deriva de la mesa en "U". A la presidencia que se
sitúa en mesa rectangular alargada se añaden varios brazos en disposición
vertical. Tienen los anchos de la mesa en "U".
Mesas alternadas, circulares y rectangulares con presidencia en mesa
rectangular o circular son propias de banquetes con muchos comensales.
Las circulares no deben sobrepasar los ocho comensales y las rectangulares
doce. Si la presidencia se dispone en forma rectangular no deben sobrepasar
los veinte comensales pues se vería excesivamente larga. Si es circular el
máximo deben ser diez. Un mayor numero sería aumentar el diámetro y no
sólo sería poco estética sino incómoda a l no poder hablar bien n i escucharse
los invitados.
Usos.- En la Imperial todos se encuentran en una sola mesa y la doble
presidencia se si túa f rente a frente. En España las presidencias se colocan
en el centro de la mesa siguiendo el esti lo francés a diferencia del esti lo
inglés donde quienes presiden se si túan en los extremos. Es curioso que en
España la mesa fami l iar se disponga a l esti lo inglés, pues los padres se
5 URBINA. iose Antonio de (1990) s ientan en las esquinas. En la mesa en "U", anf i t r ión e inv i tado de honor
quedan jun tos en el centro de la mesa y sirve para banquetes donde esté se colocan separados salvo los homenajes a matr imonios y cuando asiste
previsto a lgún t ipo de espectáculo. La mesa en peine a l quedar muchos el Jefe del Estado y su esposa. En esta doble presidencia, cuando se sientan
invi tados de espaldas rara vez se ut i l iza en banquetes protocolarios. Las juntos la señora ocupa el lado derecho y el caballero el izquierdo, salvo el
mesas alternadas son las propias de banquetes con número elevado de Jefe del Estado que siempre ocupa la derecha.
invi tados y m u y apropiadas en congresos.
Cuestión m u y impor tan te es el lado preferente de la mesa. En la mesa
imperial la presidencia de mayor rango, si la mesa se encuentra dispuesta LAS PRESENTACIONES
vert icalmente hacia la puerta de acceso, será al lado derecho entrando. Si
se encuentra paralela a la puerta, la mayor presidencia estará a l fondo,
esto es, al sentarse, se mira a la puerta. Cuando en el salón hay u n paramento
con deta l les a rqu i tec tón icos u o rnamenta les impor tan tes (chimeneas,
retablos, etc.) en ese lugar se si túa la presidencia de mayor rango.
En la mesa imperial , anf i t r ión e inv i tado de honor estarán f rente a
frente. En las mesas en "U", en peine, y en las al ternadas con presidencia
rectangular, anf i t r ión e inv i tado de honor o los homenajeados, siempre van
juntos y ocupan el centro de la mesa presidencial.
Los extremos de la mesa generalmente no se cubren aunque depende
de las costumbres de cada lugar. En la mesa imperial más impor tante del
país, la del Palacio Real, que admi te hasta c iento cincuenta comensales los
ext remos son ocupados en las cenas de Estado por el i n t r o d u c t o r de
embajadores y un a l t o cargo de la Casa de S.M.
En toda reunión social, y el banquete lo es, de no conocerse la persona
con la que se ha de conversar se debe procurar ser presentado. El anf i t r ión
se encarga de hacer las presentaciones. Deben hacerse siempre de pie,
salvo que se t ra te de personas de mucha edad que podrán hacerlo sentadas.
Para presentar a alguien se presenta pr imero la persona menos impor tante
a la más importante. Se consideran importantes a efectos protocolar ios la
mujer a l hombre; la mayor a la menor edad; el cargo o t í tu lo superior.
Siempre se presenta un hombre a una mujer salvo en caso de autoridades
rel igiosas o Jefes de Estado. N o debemos temer a ser pesados en la
presentación: deben darse nombre, apellidos, profesión, cargo, t í tulo, etc.
Si presentas a a lgu ien de la fami l i a n o dudes en deci r el nombre y a
cont inuación "m i marido, m i mujer, m i hijo, etc."
LOS TEMAS DE CONVERSACI~N
En la mesa protocolar ia hay que ev i ta r e l hab la r de temas que
A par t i r de presidencia única o de doble presidencia, se si tuarán los socialmente se consideran prohibidos como sería la política, las razas, los
invi tados por orden de precedencia a derecha e izquierda de forma alternada. problemas conyugales, los chistes de ma l gusto, etc.; no incurr i r en los
Esto lleva consigo preparar una relación de caballeros y otra de señoras temas que socialmente se consideran aburridos como son las enfermedades,
por orden de precedencia y con u n p lano preparado ad hoc i r pasando el servicio doméstico, los impuestos, etc; tampoco hay que pasarse en las
despacio a l papel y a su lugar a cada invi tado. aficiones particulares de cada uno salvo que t e pregunten. Hay por tan to
Las señoras t ienen el mismo rango que sus esposos. Los matr imonios un ampl io margen de temas relacionados con el propio objeto del banquete
LA SELECCI~N DEL MENÚ invitados.
Digamos algo más sobre los comportamientos en la mesa de lo que En l íneas generales las m i n u t a s protocolar ias requieren unas
nos hablan la mayoría de los manuales que nos recuerdan todas las reglas, condiciones especiales:
m u y numerosas, para part ic ipar d ignamente en el banquete. Esperar a que - Calidad: evitar sucedáneos.
t e si túen; nunca sentarse antes que la presidencia; no empezar a comer - Cantidad: proporción en cada p la to y equi l ibr io en el conjunto.
antes que todos los comensales estén servidos; no hablar al to, no dejar los - Presentación: vistoso y elegante.
cubiertos cruzados a l terminar el p la to; no poner los codos encima de la - Puntual idad: el banque te p ro toco la r io t i ene su t i e m p o que no
mesa; encender los c igarr i l los después del post re; servirse lo que puede demorarse; lo que impl ica que debe ser fáci l de cocinar, fáci l
verdaderamente se va a comer; beber con moderación y nunca levantarse de servir y fáci l de comer. Se descartan por t a n t o los platos que
antes que el anf i t r ión. pueden demorarse en la cocina, los platos complicados de servir
porque pierdan presentación o porque sean incómodos y por ú l t imo
los platos con d i f icu l tad para comer (los que t ienen espinas, huesos
INTERVENCIONES Y DISCURSOS o con d i f icu l tad para tomar, como pueden ser determinados mariscos
o f ru tas naturales).
Se in ic ian siempre después del café salvo cuando este se sirve en salón El tar je tón donde va impreso el menú debe cuidarse mucho. Recuerdo
aparte. Nunca deben faltar, salvo cuando hay ceremonia de clausura previa al embajador Churruca en una magníf ica conferencia que pronunció en la
a l banquete. El orden de in tervenciones siempre es de menor a mayor Escuela Diplomática hace unos años recomendar varios puntos a tener en
rango, cerrando las intervenciones quien preside, salvo cuando se t ra ta de cuenta al redactarla:
un homenaje ya que el homenajeado será el ú l t imo para dar las gracias. - En primer lugar seguir u n cr i ter io internacional en relación con los
i platos, pues si son de sobra conocidos resulta una cursilería ponerle
i u n añadido de t ipo local (consoméTorre del Oro o consomé Giralda).
EL SERVICIO DE CAMAREROS - En segundo lugar ev i ta r poner a lgún nombre que pueda ser ! incorrecto o contraproducente. Una minuta que diga solomil lo al
En los banquetes of ic ia les se sirve pr imero a todas las señoras de estilo de Gibraltar no sólo es una cursilería sino que puede ser una
mayor a menor rango y a cont inuación a los caballeros por el mismo orden. ofensa para ciertas personas que part ic ipen en el banquete.
Los camareros irán perfectamente uniformados. El comportamiento en la
mesa de protocolo debe ser impecable: servir protocolar iamente por las
precedencias t a n t o de señoras como de caballeros; no hablar salvo que le DECORACIÓN DE LA MESA
pregunten; n o hacer ru ido con la vaji l la, cristalería o cubiertos; no derramar
nada a l servir o re t i ra r los p la tos y estar en t o d o m o m e n t o a t e n t o a l En los almuerzos los manteles deben ser blancos o de colores pálidos;
por la noche s iempre blancos. Las f lores deben ser s iempre naturales,
huyendo de las excesivamente olorosas, especia lmente las silvestres.
También se puede adornar la mesa con frutas. Los candelabros deben llevar
velas blancas y se ut i l izan sólo de noche. Los bronces o porcelanas deben
i r alternados con las f lores a lo largo de la mesa en la zona central. Las
banderas se colocan cuando asiste una personalidad extranjera invi tada;
bien en astas detrás de la presidencia b ien con banderines de mesa o cintas
de los colores nacionales en las flores.
En este sent ido recuerdo que nos visi tó durante la Exposición Universal
u n a l t o representante de u n pais le jano que hacía pocos meses había
cambiado de bandera. Afor tunadamente y a t iempo se pudo cambiar la
bandera pues se había colocado la del régimen polí t ico anterior. También
en esa época me comentó u n diplomático de la Jefatura de Protocolo de
la Presidencia del Gobierno que en una visita de Estado a u n pais exótico,
aquí fue peor, izaron la bandera de España pero la del General Franco.
Estos detalles de simbología revelan el que se debe estar a tento hasta el
u l t imo momento repasando y poniendo a punto todo. Como vemos cualquier
regla protocolar ia por sencil la que parezca cuando se omi te puede traer
consecuencias insospechadas siempre desagradables para la autor idad
anf i tr iona.
señalizado y con aparcamientos, a perderse y no saber dónde dejar e l
coche.
Las fechas y las horas son también a tener en cuenta. Señalar sábados,
festivos, domingos o en horas con impor tantes celebraciones televisivas o
de o t r o orden mu l t i tud inar io siempre es peligroso así como f i j a r horas
inapropiadas.
Nunca podemos olvidar que el protocolo t iene su economía; así que
un presupuesto económico, que. no sea cicatero pero que tampoco t i re la
casa por la ventana, que esté en u n pun to medio, es el que dará la buena
imagen.
Debe cuidarse en la de fase de preparación el acondicionamiento del
ed i f i c io y el salon a l banque te a celebrar; hab i l i t a r los accesos y
aparcamientos; adoptar las medidas de seguridad que muchas veces pueden
determinar lo anter ior y preparar una zona de espera de autoridades que
permit i rá recibir d ignamente a todos.
El garant izar que func ionen bien los elementos auxil iares puede in f lu i r
en el éxi to: la buena i luminación, la temperatura adecuada, la insonorización
que impida ruidos exteriores, el guardarropas, la cal idad de sonido a la
hora de los discursos, la comodidad de los asientos en correspondencia con
la al tura de la mesa, todos ellos medios materiales que no pueden fallar.
No o lv idemos tampoco los med ios personales: porteros, ordenanzas y
ujieres necesarios sin olvidar todo el servicio de camareros cuyo número
debe ser siempre ampl io y suficiente.
Si todo acto protocolar io debe llevar previamente un proyecto, en el banquete con mucha más razón. Definir el lugar adecuado impl ica que tenga EL BANQUETE Y LOS MEDIOS DE COMUNICACI~N dignidad, espacio y acceso, porque no es lo mismo comer en un hermoso
salón decorado de u n palacio, a comer en un restaurante; porque no es lo Varios l ibros se han escr i to en los Últ imos años sobre protocolo y mismo comer en una mesa donde se está estrecho y es desproporcionada medios de comunicac ión. El banquete hasta hace poco t i e m p o estaba a l número de inv i tados, a sentarse en una mesa con sus espacios práct icamente vedado a los medios informativos. Hoy en cambio hay que reglamentarios; porque no es lo mismo llegar a u n lugar perfectamente tener muy en cuenta que los banquetes oficiales entran las cámaras para
recoger los primeros momentos y las intervenciones. Conviene establecer
una zona de trabajo que no invada ni moleste a los invitados. No hace mucho
tiempo todos recordamos que en la visita del presidente Clinton a Madrid
por vez primera pudimos ver por televisión no sólo la llegada de los
invitados al Palacio Real sino como estaba dispuesta la mesa y como se
fueron situando todos los invitados.
LAS INCIDENCIAS
Si todo acto protocolario lleva consigo elementos de riesgo en algunas
de las previsiones, en el banquete el incidente puede revestir mayor l
gravedad. El primero el de la falta de puntualidad. Gravísimo porque en
cualquier otro acto siempre hay alguna forma de incorporarse el invitado
retrasado. Sentados todos los invitados a la mesa resulta muy desagradable
pedir permiso para ocupar el asiento vacío.
I ; Los fallos en las confirmaciones, bien por ausencia o por presencia no 1 esperada puede obligar a correr puestos en el orden de precedencia a
últ ima hora o añadir asientos que en todo caso deben estar disponibles y
con espacio suficiente para incorporarse a la mesa.
Como en cualquier acto protocolario y en el banquete mucho más,
debe cumpl i r la máxima de su cometido: "estar en todo y pasar
desapercibido"; demostrar siempre serenidad, nunca precipitación; actuar
con discreción ante los invitados, al saludar, presentar, acompañar, informar
y despedir; nunca familiaridades ni confianzas; ayudar en todo momento
al anfi tr ión que debe estar siempre informado de todo. Causa una mala
I'Ii, ' impresión cuando éste pregunta qué es lo que hay que hacer desde su puesto
tan enormemente sacrificado. El anfitrión llega el primero y se marcha el
últ imo y el jefe de protocolo debe procurar que esté siempre despreocupado,
relajado y optimista.
Por ello debe ocupar un lugar en el salón que pueda tener fácil salida
para cualquier emergencia y pueda estar en todo momento a disposición
del anfitrión.
Queda por tocar el tema de la protesta protocolaria, siempre
desagradable cuando el invitado no está conforme con el lugar que se le
ha asignado y formula su queja. Puede ser fundada o infundada. En el
primer caso el jefe de protocolo debe presentar excusas e intentar resolver
la precedencia correcta, aunque nunca debe olvidar el invitado que la
deferencia y cortesía prestigian a la persona y al cargo. La queja debe
presentarse al término del banquete o al día siguiente. Cuando es
infundada procede el razonamiento y la explicación por parte del jefe de
protocolo para convencer o intentar convencer al invitado que la ha
formulado.
Todo lo que hemos dicho hasta ahora tiene un denominador común y
es el convencimiento de que la regla protocolaria sea cual sea su naturaleza,
siempre ejercida con naturalidad, es beneficiosa para todos.
Avanzando más en el orden espiritual nunca podemos olvidar las
enseñanzas de Jesús en la mesa que nos narran los evangelistas y que
hacen al banquete trascendente. La parábola de los primeros puestos que
refiere San Lucas en el capítulo catorce:
"Habiendo notado como los invitados elegían los primeros
puestos les dijo esta parábola: cuando alguno te convide a
6 LEAL, Juan (1961)
un banquete n o te sientes en e l pr imer puesto no sea que
haya otro invitado más digno que t ú y tengas con vergüenza
que ocupar e l último. Por e l contrario, cuando te conviden
ponte en e l ú l t imo lugar; de esta manera cuando venga e l
que te convidó te dirá: amigo sube más arriba. Y entonces
quedarás bien delante de todos los convidados. Porque todo
e l que se ensalza será humil lado y e l que se humi l la será
ensalzado I ' . ~
Es curioso ver la frecuencia con que Jesús, bien en sus hechos o en
sus parábolas, recurre al banquete. Su primer milagro en la boda de Cana
de Galilea cuando a petición de su madre convierte el agua en vino; el
banquete que Mateo, ya convertido y agradecido, le ofrece a Jesús en su
casa; el l lamamiento de purificar no sólo el exterior sino el interior de la
persona que hace en el banquete en casa del fariseo; la parábola del gran
se levantó de l a mesa, dejó su manto y tomando un lienzo se lo ciñó, echó
después agua en u n ja r ro y se puso a lavar los pies a sus discípulos y a
secarlos con e l lienzo con que estaba ceñido".
Todo para exaltar la pureza del corazón. Después instituye la Eucaristía que
hará eterno un banquete que se perpetúa diariamente en la misa. Y el
mandamiento último: "amaos los unos a los otros como yo os he amado ... No cabe amor más grande que e l de dar la propia vida po r los amigos".
LOS BANQUETES RECORDADOS
Decíamos al principio que en mis casi treinta y ocho años de servir al
protocolo, primero en la Diputación Provincial, más tarde en el Gobierno
Civil, en la Junta de Andalucía, y ya para siempre en el Ayuntamiento de banquete que lo compara con el reino y rechaza las excusas de los que no 1 Sevilla. he comprobado que el banquete es el acto protocolario más quieren asistir; la parábola del hi jo pródigo en la que el padre, dichoso completo. Por ello quisiera evocar en estos minutos finales algunos que me porque vuelve el hijo perdido, piensa que lo mejor es celebrado con una han impresionado de los cientos en los que he participado. En primer lugar espléndida comida; la parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro que evocar los grandes escenarios históricos donde se han desarrollado los refleja lo desgraciado que es el que no comparte su comida; el banquete banquetes. Recordar el Salón Gótico de Alfonso el Sabio, en el Real Alcázar, en casa de Simón el leproso, que exalta la generosidad de María al derramar Rey que me gustaría recordar por lo que amó a mi ciudad y porque en ella el perfume; el banquete en casa de Marta y María, las hermanas de Lázaro quiso ser enterrado. En las Cantigas de Santa María se narra un precioso el resucitado, episodio no bien comprendido el de Marta, la que prepara la milagro que lo atribuye a Santa María del Puerto. Se celebraron Cortes en comida y María que escucha las palabras de Jesús y fáci l de entender, Sevilla y queriendo el Rey en sábado invitar a sus huéspedes en el Alcázar, porque en definitiva las dos actitudes son complementarias y se plasman le dicen que no hay pescado; tras rezar a Santa María, envía a sus en el dicho "ora e t labora" (reza y trabaja). despenseros a ciertos canales del río donde encontrarán maravillados
Y La úl t ima cena, que fue en un piso alto y en una sala alfombrada: cuatro barcas cargadas de peces, que permitirá a don Alfonso celebrar la "He deseado ardientemente comer esta Pascua con vosotros ... ¿Quién es el comida. Este gran salón, testigo de importantísimas ceremonias y banquetes mayor e l que manda o e l que sirve? ... Yo he venido a servir...". Después será en todos los tiempos, se sigue actualmente utilizando para estos fines. el lavatorio que tan emotivamente narra San Juan y la hermosa lección de El Salón de Embajadores, cumbre de la arquitectura mudéjar española, humildad que da a sus discipulos. "Mientras cenaban sabiendo que e l Padre escenario de grandes banquetes y donde se casó el emperador Carlos V en había puesto todas las cosas en sus manos y que salió de Dios y a Dios volvía 1526; aquí en 1970 se ofreció un almuerzo al emperador de Etiopía Haile
Selasie que comió con cubertería de plata dorada y obsequió a los flamencos casa Grifé y Escoda de Barcelona. Todo se conserva con el mayor cariño
al finalizar su actuación con monedas de oro; el Cuarto del Almirante, que para que los banquetes se sigan celebrando y la ciudad siga con su
recuerda las estancias de los Reyes Católicos y el banquete que en 1490 tradicional hospitalidad acogiendo a las altas personalidades que cada día
se ofreció por el compromiso matr imonial de la Infanta Isabel con el con mas frecuencia la visitan.
príncipe portugués D. Alonso; la larga estancia de la corte, durante el
lustro (1 729-1733) que permaneció Felipe V en Sevilla; la época de Alfonso
XII y el casamiento con su prima la lnfanta Dña. María de las Mercedes y
los banquetes que se ofrecieron en el Real Alcazar y en el Palacio de San
Telmo; el rey Alfonso XIII, rey enamorado de Sevilla, que organizó - BENITO SACRISTÁN, Pilar (1996): Manua l de Protocolo en las
innumerables comidas desde 1910 a 1930; la boda de la Infanta Dña. Elena Corporaciones Locales, Madrid, Comunidad de Madrid.
de Borbón con el almuerzo de cerca de mi l quinientos invitados que ocuparon - (1 998): M a n u a l de Protocolo, Ceremonial y Actos
todos los salones y estancias del palacio bajo; el comedor del cuarto real Públicos, Barcelona, Film Ideal 2000.
a l to donde tan pocos banquetes se han ofrecido y del que existe una - BRILLAT-SAVAR~N, Anselmo (1979): Fisiología delgusto, Barcelona,
fotografía de 1968 con la mesa preparada para la ú l t ima estancia en Editorial 1 beria.
Sevilla del general Franco; la cena que en honor del sultán de Marruecos, - DA VINCI, Leonardo (1993): Notas de cocina, Madrid, Ediciones
Mohamed V, se celebró en 1956 en el Salón Colón del Ayuntamiento que Temas de Hoy.
quedó para siempre en el anecdotario sevillano, pues hubo que tapar el - DEVALLS, Natal ie (1 990): La et iqueta hoy, Borcelona, Editorial
monumental cuadro de la Paz de Wad-Ras representativo de la derrota Acervo.
marroquí que se encuentra en la escalera, para que no se disgustara el ilustre - DOCTOR THEBUSSEM (1994): Lo mesa moderna, Sevilla, Cerro Alto
invitado; la cena ofrecida en 1971 a los entonces Príncipes de España en
el mismo Salón Colón donde todavía se organizó la ceremonia del brazo - GLASS, Lill ian (1 995): Hablar en sociedad, Barcelona, Ediciones
entrando así las ilustres personalidades que ocupaban la presidencia; así
podríamos seguir evocando tantos almuerzos y cenas que se han ofrecido - GONZÁLEZ TURMO, lsabel (1 996) : Sevilla. "Banquetes, tapas, cartas
a las mas altas representaciones de países extranjeros que han honrado la y menús". 1863-1 995. Sevilla, Ayuntamiento.
ciudad y de las que hemos sido testigos en los Últimos treinta años. - LAFORET, Juan José (1997): Protocolo y Medios de Comunicación
Con sumo cuidado el servicio de protocolo municipal conserva todos Social, Gran Canarias. Insti tuto Canario de Admón. Pública.
los elementos antiguos y de gran valor sentimental que pueden incorporarse - LEAL, Juan (1 961 ): Sinopsis de los cuatro evangelios, Madrid, B.A.C.
en la mesa. Los manteles bordados por monjas de clausura para la Exposición - LÓPEZ, Camilo (1990): El l ibro del saber estar, Oviedo, Ediciones
Iberoamericana de 1929; la vajilla de Sévres y de Limoges del mismo año,
con el precioso escudo municipal a diez colores del siglo XVI; la cubertería (1 992): El libro del buen estar 2: La urbanidad y los
de plata y la cristalería en parte ya rota pero completada en 1987 por la usos sociales, Oviedo, Ediciones Nobel.
,ri 1 i l 1 1
1 ¡ (1 997): El libro de oro del saber estar. Guía práctica
de las buenas maneras", Madrid, Coleccionable de Prensa Española.
- LÓPEZ-NIETO Y MALLO, Francisco (1 995): Manual de Protocolo, 4
i b l
I ' Barcelona, Editorial Ariel. I 1 1 'j I
- MARCHESI, María Rosa (1992): Elprotocolo hoy, Madrid, Ediciones 1 El País-Aguilar.
- M A R ~ N CALAHORRO, Francisco (1997): Fundamentos de Protocolo
en la comunicación institucional, Madrid, Síntesis. 1 - MONTAIGNE, Miguel de (1962): Ensayos, Buenos Aires, M. Aguilar
Editor. - RUEDA, Fernando y SANJUÁN, José Carlos (1996): Protocolo en la
sociedad y en la empresa, Madrid, Unión Fenosa. - SOTO D~EZ, Carmen (1 992): Las buenas maneras. Usos y costumbres
sociales. El Protocolo, Madrid, Ediciones La Palabra.
- URBINA,JoséAntoniode (1990): Elartedeinvitar.Suprotocolo, 2a
ed., Barcelona, Consejo Superior de Relaciones Publicas de España. - (1991): Manual de protocolo diplomático, Madrid,
M.A.E. - (1994): El protocolo en los negocios, Madrid, Ed.
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Hoy. - USS~A, Alfonso (1992 y 1994): Tratado de las buenas maneras 1 y 11,
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la Administración, de las Corporaciones y de las Empresas, Oviedo,
Servicio de Publicaciones de la Universidad de Oviedo.
- (1994): Tratado de Protocolo del Estado e
Internacional, Oviedo, Ed. Nobel, S.A.
i Aarodezco o mi coloborodor v omioo Antonio Guillén Rodriquez su eficaz trabajo de conversión, de lo que fue uno . - conferencio pronunciodo en Arcos de la Frontero, con opoyo de diopositivas -repetido en la Escuela de Hostelerio de lo Fundocion Cruzcampo un ano mas tarde- o este orticulo que ohoro se publico