El barbero de la 32A la puerta de la barbera, como cada tarde, Radite descansa.Ya ha barrido todo el pelo que alfombraba el suelo, a esta hora ya no entrar ningn cliente ms. Los peines desinfectados, los jabones y jarras, bien enjuagados y secos, descansan ya en sus estantes, sin invadir el pequeo altar de sus recuerdos, el sitio reservado a la baca de estao y la correa de cuero de becerro que le diera su padre el da que dej Bagru. Hace aos que dej de utilizarlos.Tiene que afilar las navajas; todas menos la que lleva en el bolsillo, esa noya no la usa; se la regal Quimat el primer da que trabaj en esta barbera de la 32. Pens guardarla para siempre en su caja de carey cuando ella muri. Pero le da suerte llevarla en la bata, junto al corazn; as parece que todava estn juntos, all, entre la Quinta y Broadway, cumpliendo su sueo americano. El sueo de Radite y Quimat.