nº 00 _ Orígenes
EditorialLeyendomeandoEl cajetínRapsodiaCómicLa vitrinaMetroV.I.P 45 RpmLa percha
Sumario
Portada: Dani Barbeito
Inauguramos nuestra pequeña y humilde sombrerería. Humilde, sí, pero con seis
empleados sonrientes que, de entrada, se quitan los bombines por detenerte un
rato frente al escaparate.
Comenzamos por el principio. Y no se puede empezar de otra manera. El origen
es un pequeño punto difícil de situar, tan sólo un concepto o quizás todo aquello
que queramos imaginar. Podríamos decir que el principio en sí no es tan esencial
como lo es el sentimiento que nace al inicio de cualquier cosa.
Imagina por un momento la emoción que sintió William Coke cuando sos-
tenía en sus manos el diseño original del sombrero hongo. Tal vez parecida a la
que tuvo Magritte cuando pintó su primer bombín en un lienzo. Es esa sensación,
justo esa. Exactamente igual sucede con esa mirada que, cada vez que se clava en
ti, te envuelve en el calor del primer encuentro; o como ese viejo chiste, contado
por tu viejo amigo, que consigue arrancarte la carcajada como la primera vez. Así
queremos sentirnos con cada nuevo número.
Por esta razón, porque queremos pasárnoslo bien y porque -como todo creativo
y persona- pecamos de inconstantes y nos aburrimos rápidamente de un mismo pro-
yecto, plantearemos un nuevo concepto en cada edición de la revista. Un tema que irá
hilvanando cada una de las secciones en la espiral de nuestro cuadrado cerebro.
Las persianas se subirán puntualmente cada dos meses. Seguramente pienses
que en dos meses ya te habrás olvidado de nosotros. Puede ser (difícil, somos pes-
aicos). Aunque eso no nos servirá de excusa para dejar de montar la paradita.
Te proponemos un trato muy sencillo: pasa, relájate y explora. Déjate cautivar
por la equilibrista de bombines; el sombrerero de Minneapolis; nuestras bailarinas
de fieltro y el show de nuestros exóticos loros parlanchines. Pasa y encuentra tu
talla de sombrero.
La sombrerería
Bombín. Sombrero hongo
Cuadrado. Cosa cuadrada
Edi
tori
al
leyendomeando
Abro los dos ojos a la vez con un fuer-
te impulso, pero de modo cauteloso
y diminuto, por si la realidad del exterior
resultase demasiado brillante para el es-
tado de oscuridad en el que he pasado
las horas aletargada a lo largo de la no-
che. Respiro profundamente sin volver
a cerrar los ojos, porque no quiero per-
der la localización de mi contexto...Me
mantengo alerta a cualquier elemento
extraño que pueda haber a mi alrededor
llevando mis pupilas de un sitio a otro
dentro del área que me permite el ‘ratio’
de mis ojos. Esa es la medida de mi reali-
dad, no necesito ver lo que tengo detrás,
ni siquiera me interesa este sábado por
la mañana, pero puedo ver lo que tengo
delante, con algo de intención lo que se
me presenta por ambos lados y con em-
peño, ingenio o pasta puedo ver lo que
hay después del patio de luces.
Muevo los pies frotando el uno
en beneficio del otro para sentir cómo
la circulación hace su trabajo y se ace-
leran mis palpitaciones...abro más los
ojos, mientras noto como se rehidratan
mientras parpadeo.
Siento la necesidad de mover los
brazos y de cambiar la posición retor-
cida de mi espalda en el colchón don-
de millones de ácaros me han acom-
pañado en el viaje nocturno. Huelo
la habitación para inmediatamente
después terminar con un suspiro pro-
fundo mientras me desperezo tími-
da o perezosamente. Miro a los lados
y no hay nadie. Mi gato intuye que es-
toy disponible y se acerca para poner-
Midiendo el ‘ratio’ de mis ojos
‘No necesito ver lo que tengo detrás, ni siquiera me interesa este sábado por la mañana, pero puedo
ver lo que tengo delante’
No perder la perspectiva, mantener la personalidad y ampliarla con mesura, sabiduría y espacio vital es la principal tarea de cualquier individuo de esta sociedad globalizada e inmersa en un diccionario conceptual común. Texto: María CasadoIlustración: Marina Martín
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se a ronronear con un
volumen sísmico y a
darme un cabezazo cariñoso
que amortigua mi pelo rizado con
el que se pone a juguetear un instante
después. Pienso que esta es la primera
pelea del día, pero no me disgusta la idea
de que el animal haya podido conmigo
y en un par de minutos me haya dejado
en la parte fría de la cama. Me quedo
callada con resignación mirándole; me
doy cuenta de que se está regocijando
de haber ganado la batalla contra el
que tiene más tamaño de los dos. Suel-
to una risotada sin abrir la boca y pien-
so que es un pequeño ‘cabrón’. El lado
frío de la cama me termina de espabilar
y sin más me pongo a pensar en ti. Es
sábado... pero es imposible despertar
más tarde de las 8 de la mañana
cuando lo hago cada día. Lo acep-
to, me pongo en pie y toso. No me
miro la cara porque sé cuál es la
situación a la que me enfrento si
hago eso. Abro la puerta del dormito-
rio, voy al baño donde no funciona la
luz, de manera que salgo pronto de allí
porque no hay mucho que hacer en
ese espacio de la casa. Me restriego los
párpados y pienso que debería intentar
dormir un rato más, porque es lo que he
estado diciendo que iba a hacer duran-
te toda la semana. Sin embargo, mien-
tras pienso en esto ya he encendido la
cafetera. Me deslizo hasta la ventana,
para descubrir que la calle debe seguir
ahí afuera, detrás del muro del jodido
mismo patio de luces al que tengo ac-
‘No necesito ver lo que tengo detrás, ni siquiera me interesa este sábado por la mañana, pero puedo
ver lo que tengo delante’
BOMBÍN 5
leyendomeando
BOMBÍN 6
ceso y que se empeña en permanecer
allí, indestructible, por más que lo mire
con desprecio una y otra vez.
¿Qué habrá hoy en la calle que me
pueda interesar? Me ratracto en mi pro-
pio pensamiento y lo edito: ¿Qué habrá
hoy en este lugar que me interese y que
me pueda permitir? Eso me hace re-
dondear mi mirada y torcer con cara de
muñeco de plástico la cabeza hacia un
lado, formando una línea diagonal per-
fecta y sin utilizar ni regla ni cartabón.
Me mantengo en silencio y pien-
so que soy muy afortunada de tener las
cosas que tengo... para un minuto des-
pués pensar... ¿De dónde podría sacar
yo dinero de por aquí?
Llamo a la peluquería para cance-
lar la hora que reservé para acicalar-
me, pensando en que seguro que ha-
cer manualidades con mi peinado es
una buena actividad gratuita a la par
que creativa. Un suspiro para aliviar-
me de todo lo que he corrido durante
la semana. Unos traguitos pequeñí-
simos de café y un mango matutino.
Enciendo el ordenador. Lo quise ha-
cer unos minutos antes, pero recordé
que era mejor darme un margen. ¡¡¡Es-
toy atrapada por la tecnología!!! Pues
como todo el mundo que se interesa
por ‘Las Cosas’, porque si no fuese por
esas ‘cosas’, todos habríamos tirado ya
las máquinas por la ventanas de nues-
tros respectivos patios de luces (cada
uno del suyo claro está).
Pero aquí estamos todos medio fri-
kis, cada uno loco por los píxeles de un
programa de ordenador, que aquí hay
para todos los gustos, y normalmente,
repetimos adicción por varios que es-
tán etiquetados en nuestra mente bajo
diferentes ‘tags’.
Me decido a poner algo de músi-
ca. ‘Pulp’ me sigue pareciendo siempre
una buena opción para cualquier mo-
mento... Me mantengo en movimiento
insconscientemente bajo la ‘nube de
etiquetas’ que flota sobre mi cabeza.
Bienvenidos al ‘wikinomics’, bienveni-
dos al disfrute de lo que nos ofrecen las
tecnologías mientras caminamos por el
mundo avanzando sobre nuestros pies.
Una vez conseguido el equilibrio
entre ambas opciones, has elegido un
buena manera de comenzar tu día.
Un trazo azul celeste. Un trazo espeso
y veloz que llene la tela de burbujas; que
llene la tela de ríos imprecisos, de olas
concéntricas, de sueños difusos.
Un trazo azul de rebeldía contra
esta pared blanca, contra esa página
sin vida. Quiero pintar mi sentir: dar
cuerpo a ese torbellino de alas noctur-
nas que laten en mi vientre, dar cuer-
po a ese enjambre de trenes sin rumbo
que corren, que chocan.
Un trazo azul de tristeza que termi-
ne con un punto verde y un beso rojo.
Eso quiero pintar. Una lágrima que se
deslice de la luna y un niño que la recoja
y la guarde en su corazón, una boca de
la que nazcan pájaros de fuego, dos ojos
indígenas llenos de viento.
Trazo azul Texto: Montse Boher Fotografía: Ana Martín
BOMBÍN 7
leyendomeando
El comienzo es nada. Todos hemos
tenido nada alguna vez...la mayoría.
Y los que han seguido teniendo cosas,
en algún momento han sentido que
no tenían nada. Ahí he dado con una
verdad irrefutable.
Todos queremos siempre más,
reduciendo a nada lo que tenemos.
Y esto es una ‘nada’ muy difícil de
objetivizar, hasta hacer desaparecer
o reducir al máximo el desasosiego
que produce el molesto sentimiento
de que todo es una mierda...o lo que
es lo mismo...NADA.
Pues, ya nos sabemos la moraleja
de que la felicidad no la conseguimos
a través de las cosas. Y yo la corrobo-
ro. Con un par de cojones.
LA CORROBORO.
Tenemos todo lo que queramos
tener, porque sí. Porque incluso cuan-
do la mierda nos cubre hasta arriba,
seguimos teniendo cosas, aunque
sea mierda.
Nada María Casado
Y es en esta ‘mierda’,
en esta ‘nada’, donde em-
piezan a surgir grandes
cosas.
Cosas que
revolotean en la
mente, que para
nuestro bene-
ficio o nuestra
desgracia, siem-
pre nos propor-
cionan cosas, a
absolutamente
todos los que
habitamos con
un cerebro en el
planeta.
Es posible, que a
veces necesitemos que
la mente pare. Y esto...si-
gue siendo algo. Una mente
por detener.
Difícil, todo un reto, todo un
drama y una satisfacción.
BOMBÍN 8
De la nada, se ponen cosas en
un folio, y nos trasmiten ideas...bendi-
to papel, que libera todo lo que no
tenemos y lo que no tenemos
también.
El papel no puede
desaparecer, el papel
es el instrumento de
la supervivencia
de todos nosotros.
Hasta el ‘Word’
tiene formato de
folio. Ha perdu-
rado a lo largo
de versiones y
versiones de sis-
temas operativos
digitales... Siem-
pre, bien definida,
se nos presenta la
forma del papel.
El e-book sigue
teniendo forma de
papel... En cualquiera de
sus variantes y utilidades, el
papel, se mantiene vivo, porque
a nosotros nos hace vivir.
Representación plena de la nada,
que siempre se rellena de algo. Siempre.
Triste papel, que acaba en la pa-
pelera sin utilidad ninguna, después
de haber acabado con indeterminadas
cantidades de celulosa que nos da la
naturaleza, para que escribamos en el
‘puto’ papel.
¿Quieres ser como ese papel que
acaba en la basura? Garabatea, hazlo
volar, practica el arte del ‘Origami’,
pinta cosas sin sentido, plasma ideas,
di estupideces, desahoga sobre él lo
que no puedes hacer o decir en la reali-
dad... Disfruta del papel.
El papel es el comienzo en forma-
to digital o analógico.
De la nada, es de donde salen
las cosas. Comenzar desde la nada
es un gran paso. Es el único paso. De
la nada personal del poeta salen los
poemas. No seamos nosotros los que
nos privemos de ser locos genios en la
vida diaria, sin registro de la propie-
dad, sin dinero, sin patrocinios,
sin ataduras, en fin...
Somos nada, haciendo algo. Y so-
mos muy felices así.
BOMBÍN 9
leyendomeando
Obro la finestra i miro Barcelona.
- Ja han passat quatre anys-
Barcelona em contempla,
amiga i distant,
des d’alguna racó del Raval.
Altiva i trista,
la ciutat camina de pressa,
sense rumb,
a contrallum.
Pell d’asfalt,
boques de metro,
mans virtuals.
Ulls dislocats,
perduts,
deslocalitzats
Teixits frag-
mentats.
Quatre anys.
Quatre anys i tu aquí,
asseguda sense llum,
contrarumb.
Fragmentada Texto:Montse Boher Ilustración: Cristian Barbeito
Dislocada,
confusa,
deformada;
contra el vidre,
mirant l’asfalt;
altiva i trista,
pel Raval.
Tancant finestres,
desfent camí,
teixint fragments,
fragments distants,
distancies tristes,
di-
sonants.
Quatre anys d’asfalt
i tu aquí.
Girant paraules,
cosint fronteres,
obrint dreceres
fumant haixix.
Boques de llum,
mans sensuals,
ulls d’immigrants,
migrants perduts
dislocats, des-
localitzats.
I Barcelona...
Barcelona aquí,
plena de fum,
sumant fragments
trencant miralls
perseguint rumbs
de pressa,
massa depressa
buscant la llum.
BOMBÍN 10
leyendomeando
El inicio... El principio, la novedad...
¿Qué es lo que hace al hombre es-
tar tan emocionado y dispuesto a darlo
todo al principio de algo?¿Y qué es lo que
hace que, quiera o no, pierda la ilusión
cuando ese algo ya no es tan nuevo?
Cuántos de nosotros no hemos
comenzado cualquier tipo de proyecto
con todo el empuje que se pueda ima-
ginar, para luego no llegar nunca al fi-
nal... Ni siquiera al meollo. Algunos, ni
siquiera pasamos del planteamiento. Se
nos pasa pronto la ilusión...
Es algo que ocurre en casi todo...
incluso desde que eres pequeño. Cada
Navidad, los niños se emocionan, se
vuelven locos, con la novedad, el juego
que acaba de salir, nuevecito. La versión
1.0. Que nunca se te ocurra regalar a un
niño el mismo juego, pero en una edi-
ción anterior. Ni de tres meses anterior.
Lo notan, y se cabrean. Pero bueno, con
los niños es fácil, porque te dicen muy
claro lo que quieren... si no aciertas es
El inicio... Texto: Carlos Pascual Ilustración: Christophe Decoster
porque eres imbécil y te mereces que se
cabreen contigo. Y aprovecho para decir
que si regalas un juguete educativo te
mereces una paliza y que te tiren al río.
Los propios niños.
Bueno, acabando ya con este tema...
algunos sabrán lo difícil que es encon-
trar el juguetito estrella de la navidad...
el que justamente quieren todos los hi-
jos, sobrinos y ahijados del país.... que
tienes que comprarlo en agosto casi...
bueno, o eso o prepararte para el apo-
calipsis zombie. Ahí la gente buscando
el juguete como locos... que les pones al
otro lao un saco con un millón de Euros,
les das a elegir... y nada, como locos, al
juguete. No rigen. Y cuanto más cerca
de la fecha límite, de la deadline (muy
apropiado para este caso), más zom-
bies, más locos y más todo.
Pero, en serio, que te puedes en-
contrar con tu madre en el centro co-
mercial, y es como en una peli de ver-
dad. La saludas y pasa de ti. Va como
BOMBÍN 12
ciega, con la mirada perdida, como
a lo loco. Y tú la coges y la abofeteas y
lloras “¡¡NO!! ¡¡QUÉ TE HA PASADO!!
¡¡¡TÚ TAMBIÉN!!! ¡¡¡¡¡ERES UNA DE
ELLOS!!!!!”. Lo que pasa que aquí no
hay escopetas que explotan cabezas,
ni machetes... Bueno, oye, que yo he
visto en pelis de esas que matan a la
madre si se transforma, eh? Claro,
esa es la parte dramática.
A veces le pasa a la novia de
alguno. Pero esa parte no es tan
dramática. Piensa el tío “ahora me
voy a por la rubia buenorra, la salvo y re-
poblamos el planeta”, mientras se frota
las manos y se ríe por lo bajini. Pero lue-
go la rubia se vuelve zombi también... y
ahí sí que hay drama. Ahí sí.
Bueno, total, que con esto de la
novedad y el principio; después de so-
brevivir al apocalipsis, y comprar el fa-
moso juguete.. pues coge el niño y a los
3 días lo tiene arrinconao. Porque con
la novedad se emociona!!! Pero luego
se le olvida...
Y no sólo le pasa a los niños. Cuán-
tas veces hemos visto a un amigo, que
va a empezar un trabajo nuevo, o que
lleva poco tiempo: “buah, me tratan su-
per bien... el jefe mola bastante, estoy
en el mismo grupo que un par de chicos
que trabajan bastante bien...”. Ese tipo
de cosas. Ese es el efecto del principio.
Porque a los tres meses, el discurso se
cambia por “joder... qué asco de empre-
sa, el jefe es un cabrón, y los gilipollas
de los que tengo al lao... menudos im-
béciles!!!”. O sea, que habría que cam-
biar de trabajo cada 6 meses. Te llevas
tu finiquito –pequeño, eso sí–, y a otra
cosa. Me parece que algunos empresa-
rios ya están empezando esta iniciativa.
Ellos saben lo importante de la ilusión
del principio. Y también saben que la
seguridad social les bonifica por cada
contrato nuevo, así que venga, vayan
pasando que hay prisa.
¿Y las parejas? El amor también
funciona así, ¿no? Bueno, menos el mío,
eh? El mío para siempre (no nos vaya-
mos a buscar un problema ahora)…
para siempre. Bueno, pero en general,
vamos… Bueno, quiero decir que se han
hecho estudios. Que el amor caduca.
Tiene su periodo de inicio, de génesis,
de nube… y luego se convierte en otra
Empelado del mes
A Consumir antes del
:
01 / 05 / 2010
BOMBÍN 13
leyendomeando
Fecha de caducidad:14 / 02 / 2010
cosa. Se desinfla. Ya no es nube. Al prin-
cipio esas miraditas… esa tonnnntería
que te entra... luego ya:
–Oye
–Qué
–Nada, da igual
–Vale
Y todo esto sin mirarse… Podemos
consolarnos diciendo que es “otro tipo
de amor”... Mira, empiezas hablando
con los amigos, con la cerveza.. .”joer,
qué maravilla, cómo quiero a mi chica.
Es guapa, es inteligente, es divertida...
buah, no tengo queja”. Y a los meses
“joder, ¡¡qué pesssssaaaada es!! ¡¡¡Qué
loca estáaaaaaaaaaaa!!! ¡¡madremía-
aaa!!” Esto es verídico.
¿Qué ha pasado? ¿Qué ha cam-
biado? ¡¡Que ya no es el principio!!
Simplemente.
Si hasta la vida es más emocio-
nante al inicio, hombre!!! Cuando hay
un bebé, todo es bonico, todo es fan-
tástico.. una ilusión... cómo descubre
el mundo, cómo juega… El milagro de
la vida. Un nene chico. Qué alegría!!!
Que se caga y todo eso, pero oye... qué
bonito es que se cague un niño. Ahora,
lo mismo ya al final... no mola tanto,
eh? Que se cague una persona mayor
no hace ni puta gracia.
Resumiendo... como siguiendo
esta regla, habréis empezado leyendo
con muchas ganas pero al tercer párra-
fo os habréis cansao, y habréis pasao a
otra página, he decidido no pensar un
buen cierre para toda esta parrafada.
Y si habéis llegado hasta aquí, es que
sois unos bichos raros, pero tenéis
una ventaja: estaréis en vuestro traba-
jo siempre y estaréis toda la vida con
vuestra pareja. He dicho ventaja?
Bueno, vosotros mismos.
BOMBÍN 14
No s Lee
No seas perracoNo seas perracoNo seas perraco Lee
No seas perraco
www.elbombíncuadrado.com
leyendomeando
En el origen, fue el Verbo. Y así, desli-
zándose dulce y suavemente el Verbo
fluyó y se convirtió en las primeras Pa-
labras, que a su vez hicieron cosquillas
a los oídos, y aquello fue Placentero.
Y el oído izquierdo pensó que aquello
era Bueno, y el oído derecho pensó:”Esto
es Pecado”.
De esta manera el oído derecho
convenció a los ojos de que no creyeran
todo cuanto vieran, y aún más, que du-
daran de lo que les contaba el otro oído,
o le restaran importancia, o no le dieran
todo el crédito necesario.
Y así siguió hurgando en vasos ca-
pilares, en la hoja de ruta sanguínea, con
ayuda de astrolabios y sextantes imagi-
narios, instrumentos y directrices que
se perfilaban como órdenes mimetiza-
das bajo el aspecto de buenos consejos
que merecía la pena seguir para llegar a
un plano más elevado, hasta alcanzar a
los axones, que son los palos de telégra-
El mismo cuento de siempreTexto: Manel Sánchez Ilustración: Javier S. Casado
fo que unen toda la corteza sináptica, el
nexo entre los sentidos y el cerebro.
Y el Cerebro, que junto con el Cora-
zón son los dos puestos de mando más
altos en el ingenio de tejidos y huesos
llamado cuerpo humano caviló larga-
mente sobre los tejemanejes que urdía
aquel pedazo cartilaginoso flexible pero
sombrío. Y cuanto más se adentraba en
sus pensamientos más convencido que-
daba de que el oído derecho tenía más
razón que un santo y así, una y otra vez,
se afianzaba y derrocaba todas las ver-
dades y certezas que transmitía el pobre
oído izquierdo, que quedaba maltrecho
e indefenso como un cervatillo.
Tanta fue su codicia al verse a nivel
de chambelán del Cerebro, que cometió
‘Si por el malvado oído derecho hubiera sido, habría hecho caso omiso a aquel lenguaje nuevo’
BOMBÍN 16
un grave error...fue con la aparición del
Amor. Si por el malvado oído derecho
hubiera sido, habría hecho caso omiso
a aquel lenguaje nuevo, obsceno y pe-
caminoso, el que ponía la carne de galli-
na al más leve roce de piel contra piel, el
que llevaba a recorrer senderos ignotos
y extraños yermos con una sola palabra;
el que te hacía subir una tempestad de
vértigo a los ojos solamente por ver el
reflejo de otros ojos enfrentados, el que
provocaba un volcán de sensaciones en
la boca del Estómago, como una fina
lluvia en un día de Agosto; el sentimien-
to que prorrumpía en la formación de
un mundo, lava y tierra y agua, y aire
también, mezclándose en una alquimia
que fue una verdad evidente, y desataba
un enjambre de estímulos eléctricos y
hacia desvanecerse el tiempo volviendo
los momentos infinitos...
Si por él hubiera sido no habríamos
conocido nunca toda esta Magia.
Pero tuvimos la suerte de que el
Corazón también estaba en el lado iz-
quierdo.
BOMBÍN 17
BOMBÍN 12
el cajetín
Empecemos con un poco de Historia…
La escritura (y con ella la tipografía) na-
ció como herramienta comunicativa.
Con el lenguaje tenemos la posibilidad
de almacenar todos los conocimientos
adquiridos a través de la historia, es la
gran ventaja evolutiva con la que con-
tamos los seres humanos.
Cierto es que pocos son los que
reparan en cómo mejorar esta herra-
mienta. Tan sólo unos centenares de
frikis han pasado la vida investigando
en este maravilloso mundo.
Comencemos por el principio,
tras los ideogramas antiguos y gracias
a culturas como la etrusca (cito1: los
romanos, ¡una mierda al lado de los
etruscos!) se crearon las letras alfabé-
Un poquito de Historia, con mayúscula.Quería empezar este número 00 hablando de las letras mayúsculas, o como en mi profesión se les llama, de caja alta. ¿Por qué este nombre? Evidentemente no voy a explicar el porqué, tanto sólo debe uno pensar un poco y vislumbrará la solución rápidamente (y sino pues lo miras en la Wiki). ¿Por qué hablar de las mayúsculas? Porque son el comienzo de todo. Samuel Ciprés
‘Ellas son tan grandes, tan sólidas, tan vulnerables al pequeño empresario. Siempre amadas por los altos directivos y despreciadas por los ávidos lectores.‘
32 nuevos planetas han sido descubiertos al �nal
de este verano. ¿No es este el mejor de los comienzos?
El inglés es la ‘lengua franca’ es las universi- dades con el ‘Pac-
to de Bolonia’ y esto es sin duda el comienzo de algo, cualqui-
era puede ex- pandir sus ideas de manera gra- tuita a través de
‘podcasts’, hay libros digitales que comien- zan una nueva
manera de for- mar a los alum-nos en las aulas. Hay gente nueva
en todas partes, i m p r e s i o n e s que cada uno expone libremente. La enseñanza
de idiomas hace poco más de 100 años que se analiza basándonos en la praxis en las aulas. El cono-
cimiento se ha democratizado y todos decimos lo que nos sale de las ‘pelotas’, acompañando nuestras ideas
escritas de es- pléndidas formas y diseños que nos faciliten la tarea de
abordar tanta in- formación valiosa. Este es un comienzo. Para nosotros como
para ti, este es el camino elegido...
BOMBÍN 13
La caja con sus cajetines bibliofilia.com
BOMBÍN 14
el cajetín
ticas, la diferencia es que no tenían un
concepto asociado al carácter sino que
éste era totalmente abstracto. El ca-
rácter abstracto, adquiere significado
cuando es utilizado junto a otros for-
mando palabras, las cuales sí tienen
un significado. La letra ‘A’ no significa
nada por sí misma, en cambio el sím-
bolo del ‘Águila’, como ideograma, po-
see significado por sí sólo. Por tanto
fueron los griegos y los etruscos, entre
otros, los creadores del alfabeto que la
civilización Romana utilizaría a lo lar-
go de su Imperio.
Nuestro alfabeto es descendiente
de la Romana Capital que también era
llamada ‘lapidaria’ o ‘trajana’ por ser
utilizada directamente sobre piedra2
(conocida como ‘mayúscula’ entre los
mortales).
Hagamos un inciso. Las mayús-
culas… Ellas son tan grandes, tan só-
lidas, tan vulnerables al pequeño em-
presario. Siempre amadas por los altos
directivos y despreciadas por los ávi-
dos lectores. Tan maltratadas han sido
que incluso a veces se acentúan mal.
Sí, se acentúan siempre. Aquello de: Portada de la primera edición de “El rey Lear,
impresor” de Vicente Blasco Ibañez. 1926
BOMBÍN 15
“No hace falta, es una mayúscula, no
tiene porqué llevar tilde” no tiene sen-
tido ni sensibilidad. La causa de esta
leyenda fue un fallo técnico en el di-
seño de las primeras máquinas de im-
presión. No contaron con ese espacio
así que se omitían las tildes sin remor-
dimientos. Total… en inglés, ¿quién
acentúa una palabra? La cuestión es
que todavía perdura el mito. Existe
un colectivo que se dedica a ‘denun-
ciar’ la falta de tildes en los anuncios
publicitarios, los podéis conocer en:
acentosperdidos.blogspot.com
Una vez leí: “El diseño de la tipo-
grafía es a la escritura, lo que el tono de
voz es a la palabra hablada3”. Lo que me
lleva a pensar que si empezamos por
las mayúsculas debió de ser porque en
aquellos tiempos la gente al utilizar-
las no hacían más que agredirse. Poco
a poco la letra mayúscula ha pasado
a un segundo plano y hoy en día la
gente ‘civilizada’ utiliza la minúscula
en su escritura habitual. La caja alta se
utiliza para resaltar o dar uniformidad
a un bloque de texto. Si los nombres
propios se escriben con mayúscula
será porque se requiere una atención
especial para ellos, ¿Quién escribe su
nombre sin mayúscula inicial?
Volviendo a la historia que os
contaba. La aportación romana en este
sentido es el orden estricto y la uni-
formidad de la escritura. Como todo
imperio, el romano también cayó, y
la escritura sufrió grandes cambios
y multiplicó su diversidad debido a la
inestabilidad política y cultural.
Fue así, el modo en que un poqui-
to más tarde, llegaron las minúsculas
‘Carolingias’ como fruto de la difusión
de textos para las clases sociales bajas
pero alfabetizadas, que podían escribir
a mano.
Un tiempo después, en la Edad
Media (¡Sólo nos queda la mitad!4) se
comenzó a multiplicar la existencia de
información escrita a mano con la ‘mi-
núscula gótica’, la que utilizaban los
monjes, como resultado de la evolu-
ción de la ‘Carolingia’.
Pasado el trance de la historia an-
tigua y dando un salto en el tiempo,
no hace demasiado, el señor Gutem-
berg difundió una máquina que per-
BOMBÍN 16
el cajetín
mitía generar grandes cantidades de
información sobre papel. Esto permi-
tió realizar copias de la información al
más puro estilo taylorista y desembocó
en la creación de la no pequeña indus-
tria editorial. Como colofón, hace unos
diez minutos nació ‘La Pantalla Digi-
tal’, habrá que darle un tiempo para
que crezca y pase la edad del pavo.
La evolución del arte de la tipo-
grafia como herramienta ha sido clara
y se encuentra actualmente en simbio-
sis con los diferentes tipos de leguajes
y la sociedad. Un tipo móvil de impren-
ta de 1883 no puede utilizarse hoy día
porque las rotativas o una impresora
Epson no funcionan con esa tecnolo-
gía; igualmente, alguien que hable cas-
tellano antiguo no sería entendido en
el ‘Buenafuente’, bueno de esto último
no estoy muy seguro…
Con esta divagación lo que quiero
es desembocar en una idea principal…
El formato, el mensaje y la tipografía,
van de la mano por ese camino cono-
cido como ‘Comunicación humana’.
Hoy, ayer y mañana… no sólo van de
la mano, sino que se acuestan juntos
por la noche y dan alegres un salto de
la cama por la mañana…
Todos sabemos lo importante que
es el mensaje a transmitir; si este no
es bueno, directo, sencillo, no llegará
a su destino correctamente. Lo que tal
vez no pensemos demasiado es cómo
transmitir bien ese mensaje. Reparar
en que una ‘Arial’ y una ‘Helvética’ son
prácticamente iguales es difícil, sobre
todo si no te interesa, pero tienen dife-
rencias importantes. En todo esto hay
un gran agujero negro que absorbe
toda la luz y no deja que los mensajes
lleguen con claridad a su receptor. Ese
agujero es el que reside en la oscuridad
para la mayoría de las personas que
aún no han remitido en su importan-
cia, la elección tipográfica. Las tipo-
grafías expresan. Esta afirmación vive
latente y de manera paralela en el in-
terior del significado del texto. De esto
hablaremos en otra ocasión…
1. El milagro de P.Tinto.2. Ver Columna Trajan de Roma, por ejemplo. 3. http://letritas.blogspot.com/2008/09/sensibili-
dad-tipogrfica.html4. Chiste malo, lo sé.
Rapsodia
BOMBÍN 18
Con ganas de vomitar. Así es como se encontraba, los nervios de
una situación que le superaba seguían siempre las mismas pau-
tas, siempre era igual, siempre lo mismo, y en aquella ocasión
hace ya dos años, se mantuvo la misma y estúpida rutina. Prime-
ro se rascaba cabeza y mejilla de forma insistente, después bal-
buceaba alguna estupidez, y por último sentía ganas de expulsar
los dos trozos de pizza que había ingerido, sabiendo que en un
par de horas, por vez primera, entraría en su habitación. Habi-
tación en la que había querido colarse desde que se conocieron,
Rapsodia 1Cristian Barbeito
“Compartiendo la última cerveza en una terraza del Paral·lel”
BOMBÍN 19
compartiendo la última cerveza en una terraza del Paral·lel, en la
fiesta de alguien de quien no recordaba ni el nombre.
Sería el inicio del placer más exquisito y libre jamás expe-
rimentado.
Él intuía su humedad, y ella reconocía su rigidez. Siempre
se repetía el mismo procedimiento.
Él fantaseaba con volver a oír su nombre en sus labios jadean-
tes, pronunciado con ritmo entrecortado, mientras cualquiera
de sus apéndices bailaba en su interior. Sus muslos apretados
y arrítmicos moviéndose con fuerza, tanta fuerza, que le co-
municaban con un lenguaje propio, inventado solo para aque-
llos instantes, que lo estaba haciendo bien. A ella le excitaba
encontrar su mirada algo más abajo de su ombligo, provocan-
do que su vello se erizara, al igual que la electricidad estática
acumulada en la habitación.
El olor era fantástico, era suave, un aroma que no podía
disimular lo que acababa de ocurrir en esa habitación, donde
casi todo se volvía posible.
Pasado el tiempo y el calor primerizo, sin estar ya juntos,
al pasear por esa calle y ver la ventana de su habitación, en
aquel cuarto piso sin ascensor, supo que en ese colchón, vivió
algo que no podía encontrar en cualquier chica de dos copas,
por mucho que siguiera buscando. Siempre que se encontra-
ba bajo aquella ventana, en época otoñal, encendía un cigarro,
miraba hacía ese cristal poniendo cara de recordar algo, como
el más importante de los secretos, y continuaba su trayecto,
intuyendo que aquella tarde sería de lo más agradable.
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‘lucha tigre’ rodrigo romero
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‘lucha tigre’ rodrigo romero
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la vitrina
la vitrina
Metro
Cuando se sentó, con ese aire elegante que sólo algunas per-
sonas desprenden, cerró el gran bolso que llevaba colgado
del hombro y detuvo sus ojos rasgados en mí, sentí que ese
no sería el trayecto rutinario de cada día. Por alguna extra-
ña razón, sabía que la conocía de algo y que no podía dejar
pasar la ocasión de preguntárselo. No era la primera vez que
se me pasaba por la cabeza entablar conversación con al-
guien desconocido en el metro. Pero nunca había llegado a
traspasar la angustiosa barrera de una mirada extraña, de un
segundo incómodo en mi apacible existencia.
Me levanté y ella volvió la vista sobre mí. Estaba decidi-
do. Le preguntaría su nombre y si habíamos coincidido en
alguna parte antes. Avancé un par de pasos y me agarré a
la barra central, al lado del abuelo de la chaqueta de pana y
gafas de montura al aire.
PRÓXIMA PARADA: CAN SERRA. Cuando se abrieron
BEEP-BEEP-BEEP-BEEP-BEEP-BEEEEEEP. Entró deslizándose en el vagón, esquivando las puertas que empezaban a cerrarse. Se sentó ahí, justo enfrente, justo donde yo deseaba que lo hiciera. Normalmente, hubiera levantado la mirada del libro, habría hecho un pequeño escaneo visual y proseguiría con mi lectura. No esa vez. Javier S. Casado
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la vitrina
las puertas, los ecuatorianos que estaban sentados a su lado
se apearon. Quedábamos seis personas en el vagón. Nadie
se fijaría en lo que yo pudiera hacer excepto ella, que volvió
a mirarme cuando me sentaba a su lado. La próxima parada
era la mía, tenía que decirle algo cuanto antes.
En mi corazón, una banda de papagayos canturreaba
una canción que se abría paso entre latido y latido. Arránca-
melo todo, nena / no voy a pedirte nada a cambio / Y cuan-
do el sueño comience de nuevo, lo olvidaré… Estaba tara-
reando la letra en voz baja,
justo a su lado y no me había
percatado ni por un instan-
te. Me ruboricé. Este tipo de
cosas son las que uno debe-
ría controlar en situaciones
como esas para no parecer
un jodido psicópata.
PRÓXIMA PARADA:
RAMBLA JUST OLIVERAS.
Era mi parada, no me bajé,
por supuesto. La miraba
de reojo, creo que ella no
se percataba, aunque eso
es lo que pensaba siempre
que miraba a una chica. No
quería que tuviera una im-
presión equívoca de mí. Por
eso aún no le había dicho
nada, porque un “cristina, ¿te llamas cristina, verdad?” o un
“yo te conozco de algo”, me sonaba a típica treta de macarra
de Hospitalet entrándole a una chiquilla. Quizás con alguna
podía funcionar pero no con ella.
BEEP-BEEP-BEEP-BEEP-BEEP-BEEEEEEP. Las puertas
volvieron a cerrarse un par de veces más y yo aún no había
pronunciado palabra alguna. Era bastante tarde, no recuerdo
exactamente, pero tan sólo quedábamos ella y yo en el vagón.
Ya lo tenía. Le preguntaría si estudiaba enfermería. En
la última parada estaba el campus de la UB y yo había ido a
alguna fiesta en mi época universitaria, tal vez coincidimos
en alguna de ellas. Para cuando había encontrado la manera
perfecta de iniciar mi brillante entrada, ella ya estaba colo-
cada delante de las puertas. Me levanté precipitada y tor-
pemente, tanto que tropecé con mi mochila y acabé, no sé
cómo, agarrándome a su brazo izquierdo.
Los papagayos salieron en desbandada cuando vieron
que la chica sostenía en su mano derecha una especie de
spray. Me estaba apuntando directamente a los ojos, sin per-
der ni un segundo ese aire elegante, el de Mata Hari. Conse-
guí acertar a decir la primera palabra, un ahogado “¡espera!”,
aunque demasiado tarde…
PRÓXIMA PARADA: HOSPITAL DE BELLVITGE.
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o tengo ni idea de qué escribir, me ayudo de
youtube para ver qué encuentro: Un niño en
la televisión argentina llora porque ha perdido
una salamandra. El cabrón llora a grito pelado
y la presentadora intenta que se calle.
Con los chavales de las fotos sucede algo parecido. Bajan
de sus casas a las 5 de la tarde en verano y suben, ya muy de
noche en invierno. Con la ropa llena de mierda y los más pe-
queños con la cara llena de mocos. Da pena, sí, pero te par-
tes el ojal en el fondo. Aquí no hay presentadora con acento.
Contínuamente nos piden el patín para subirse y darse ve-
locidad con las rodillas. Al rato te cansan y les dices “juega
con tus juguetes”. El niño de la camiseta del Athletic me dijo
“no tengo”.
Con el tiempo y las tardes de dejarles el patín, se han ido
dejando fotografiar. Un rato con mi patín a cambio de unas
fotos. Todos encantados, tú juegas con unos juguetes y yo con
otros que tengo que llevar luego a revelar.
Niños Rata (del skatepark de mi barrio)David Ruiz
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la vitrina
Cristian Barbeito
Claudica
ElevaciónJavier S. Casado
la vitrina
El silencio se volvió amigdala y la inocencia sal.
Entendieron entonces que sus almas se habían encon-
trado más allá de los tiempos y de la realidad que les rodeaba.
Follaron como jamás lo habían hecho antes y como jamás
volverían a hacerlo, descifrando cada hueco, cada pliegue.
El cuerpo les seguía guiado por el vaivén de la carne.
El silencio se volvió amigdala y la inocencia sal.
Entendieron entonces que sus almas se habían encon-
trado más allá de los tiempos y de la realidad que les rodeaba.
Follaron como jamás lo habían hecho antes y como jamás
volverían a hacerlo, descifrando cada hueco, cada pliegue.
El cuerpo les seguía guiado por el vaivén de la carne.
Ella arrugó los dedos de los pies haciendo crujir más de uno
y salió despedida.
Él graznó como una urraca delante de un diamante de
veinticuatro quilates antes de desaparecer.
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la vitrina
Si hay un solo director de cine con el que me emocione al leer cualquiera de sus
novedades en páginas web del séptimo arte, éste es sin duda el tipo que tienes
a tu derecha.
Para mi, Michel Gondry es Eternal sunshine of spotles mind, traducida aquí
sorprendentemente como Olvídate de mi. Fue la película que necesitaba. No tengo
la menor duda de que si hubiera conocido a este director francés por cualquier otra
de sus películas, mi devoción por él no sería la misma.
Olvídate de mi es una historia de amor nada original, salvo por un detalle:
es terriblemente cercana; no por la historia como tal sino por el sentimiento de
fondo. Lo más increíble de este film, es que en cada visionado anual de la cinta,
descubres algo nuevo que te la hace sentir más tuya, vuelves a quedarte asombrado
con aquellos detalles que, sin tener importancia para otras personas, a ti te hacen
quedar con aquella mueca de saber que estás ante algo bueno. Detalles como el
inicio de los créditos a los 20 minutos de la película, la tremenda versión de Beck
para los mismos, un plano inesperado o toda la intensidad de la banda sonora.
Así que prepárate a pasar un par de horas tremendas, para ilusionarte y tener
un nudo en el estómago, y a disfrutar con segundas oportunidades efímeras.
Ya estás influenciado.
Cristian Barbeito
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la vitrina
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l ring no tiene esquinas, los peleadores no se sientan
a descansar entre los diferentes asaltos y de hecho,
ninguno de los protagonistas directos elige entrar
en el juego.
Es extremadamente curioso el mundo que
rodea las peleas de gallos. Recibí opiniones de todo tipo
cuando dije que estaría bien darse una vuelta por una ga-
llera. Unos comentaban que era un lugar inseguro donde
me podía pasar algo por el simple hecho de ser extranje-
ro. Otros, que era algo demasiado feo como para perder mi
tiempo y que era mejor visitar el Museo del Oro porque lo
habían reformado hacía poco.
Pero antes de todo ello, ya había escuchado algunas cosas
que llamaban mi atención y no había marcha atrás.
Las peleas de gallos nacieron hace más de 3000 años a. C.,
pero no fue hasta la llegada de los españoles, cuando las peleas
de gallos pisaron tierras americanas por primera vez. Desde
Gallos. Peleadores del ring colombiano
‘’Estáis muy igualados. Si quieres ganar debes luchar como un animal’’ – Angelo Dundee (Entrenador de boxeo).Juan Manuel Ferreirar
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aquella época criminal este acto entre galleros y sus anima-
les ha crecido enormemente, hasta el punto que el centro del
cuadrilátero llegó a ser lugar de reunión para algunos políticos
liberales colombianos que querían rascar unos cuantos votos.
Como si de un lugar sacro se tratase, la mentira es casti-
gada. Existe la conocida “palabra de Caballero” o, la persona-
lizada por ellos mismos, “palabra de gallero” a la hora de las
apuestas. Nadie firma nada, nadie rellena un boleto, todo el
mundo confía en el resto.
Minutos antes del comienzo de lo que ellos ven como
un espectáculo, los gritos llenan el espacio con altos envites
y los galleros preparan con mimo a sus batalladores.
Los contrincantes llegan con las crestas cortadas para
evitar que les moleste en la pelea; son pesados para evitar
desequilibrios entre ellos; sus espuelas son transformadas
en letales, gracias a unas puntas de metal; las plumas de los
cuellos se recortan para que el pincho entre mejor en él y
finalmente son guardados en armarios hasta que les llegue
la hora de ganar o morir.
Lo único que nos queda por saber es cuál serán los resul-
tados de estos combates, que se sucederán durante nueve lar-
gas horas, aderezados entre los olores a granja, fritanga, cerve-
za y aguardiente.
En homenaje a Raúl Posada Núñez
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la vitrina
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ParejaJavier Rey
la vitrina
El tren se ha ido y se han quedado so-
los en la estación. Por esta vez, coger
un tren no significa el final de nada. No
cogerlo tampoco. No importa cuantos
trenes cojan o dejen pasar, esta noche
el mundo reposa arropado por una
mano sobre la espalda de él.
ParejaJavier Rey
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45 Rpm
Hace años, en el barcelonés barrio de
Gracia se reunieron en el heliogabal ,
los hermanos Maure (Nacho y Laura)
y Guillem llotje. Allí , junto a unas ca-
ñas y la charla entre unos amigos,se
engendró Lefou (loco en Francés),
que con dos discos editados y varios
cambios en su formación, preparan
su tercer proyecto, el cual saldrá a la
luz este año ,2010.
Lefou lo componen actualmen-
te Ms.Laura Maure (voz y melódica),
Mr.Kike Bela (bajo), Mr.Guillem Llo-
tje (guitarra eléctrica y Ukelele),Mr.
Dani Lacasa (Guitarra eléctrica y voz)
y Nacho Maure (batería) y con su se-
gundo disco “Electrocardiodrama”
(Cydonia 07) llegaron a la madurez
musical. Un disco muy cuidado en la
producción y ejecución , en algunos
casos,aconsejados por Santi Balmes de
Love of lesbian. Bases rítmicas contun-
dentes, (en muchos temas es el bajo el
que marca la melodía) guitarras ener-
gicas doblándose entre ellas, buscando
sonidos poco habituales (Little Frog),
la trompeta y los coros de Toni Tellez
y la voz de Laura, fuerte, personal, mez-
clando sensualidad y rabia hacen este
disco muy recomendable, es de esos
discos que cuanto más los escuchas,
más matices sacas.
El 7 de Noviembre fuí a la sala Side-
car en Barcelona a cubrir un concierto
que dieron junto con Mento. Presenta-
rían temas de su próximo trabajo.
La sala Sidecar es una de las míti-
cas en Barcelona, cerca de las Ramblas,
Cara A ‘Lefou’
Comenzamos la cara A de esta sección de música sin ese sonido envolvente de vinilo, pero sí con una intención , dar a conocer grupos nuevos, nuevos sonidos o , como en este caso, presentar nuevos trabajos...El resto se lo dejamos a los críticos musicales, aquí somos amigos de la música. Antonio Cuesta
BOMBÍN 37
en la Plaça Reial. Suelen poner muy
buena música y cierran bastante tar-
de los fines de semana ,lo que se agra-
dece. Pero en temas de conciertos un
grupo se lo juega todo a una carta, o to-
cas bien , o como ese dia no las tengas
contigo, la sala te hunde. No está muy
bien sonorizada y el sonido rebota mu-
cho, si le pegas muy fuerte, se convierte
en una bola de ruido (que es lo que les
pasó al otro grupo que tocaba esa no-
che). Hay que tocar con tino. Esa noche
los Lefou atinaron.
Tras unos pequeños problemas
con un pequeño portero impertinen-
te-gafapasta, que pretendía ejercer
su poder de portero sobre nosotros
(pague! baje las escaleras! despeje el
camino! usted no está acreditado! Ah
si! aquí! baje las escaleras! despeje el
camino!) y que sacó mi lado más ma-
carra del rock’n’roll ,bajamos a la sala.
Se llenó en seguida, o por decirlo me-
jor se abarrotó.
Lefou salieron los primeros, empe-
zaron con Nous disions, uno de los temas
con más fuerza del Electrocardiodrama.
Un acierto, la gente se sacudió la pereza
del cuerpo y empezamos a movernos con
el ritmo del tema, cuando llegó el solo ya
estamos todos preparados para la fiesta.
Estaban tocando de maravilla y eso que
casi no tuvieron tiempo para ensayar
por motivos de trabajo y salieron un
poco nerviosos. Estos chicos no son no-
vatos, y demostraron su buen hacer en
Cara A ‘Lefou’
‘La mayoría del público de Sidecar fue a ver a Lefou‘
BOMBÍN 38
45 Rpm
el escenario, fueron des-
granando temas de sus
anteriores publicaciones
(Little Frog, What was it,
Tres voces, Golden Island...) y presen-
tando los de su próximo trabajo, que
seguían la misma línea que en Electro-
cardiodrama pero con una variante, es-
tos están cantados en castellano, y como
me pasó con Deluxe o con Sidonie cuan-
do abandonaron el idioma de Su Gracio-
sa Majestad, creo me gustan más.Temas
como “Babilonia”, “El ajuste” o “Cuántas
veces habrá que repetir”. Este último, un
tema con una fuerza increible, al más
puro estilo Lefou coreado por todos los
asistentes al concierto que no tenían ni
puñetera idea de la existencia de esta
canción antes de entrar.
Cuando terminaron, me sorpren-
dió ver que aparte de amigos o cono-
cidos que puedan mover ellos , cuen-
tan con muchos adeptos, pues la sala
prácticamente se vació. Al salir el otro
grupo, éramos menos de la mitad. La
mayoría sólo fueron a ver a Lefou
y eso hace plantearme que a estos chi-
cos les falta poco para conectar con
más público. Un golpe de suerte...
Quizas con el próximo albúm?...
“ Be careful the baby is crawlin’, he
needs to find his own direction....”
(What was it?) www.lefou.com
BOMBÍN 39
Durante años he observado que en mu-
chos vinilos, sobre todos en los editados
en los 60 y 70’s, se guardan lo mejor para
las caras B. Algo impensable ahora, que
nos ponen en los cd’s los temas más po-
tentes al principio. Ahora poca gente se
para a escuchar un cd detenidamente, a
desgranar los temas poco a poco, ahora
buscamos rápidamente e internet en el
cd o la canción que más nos gusta. Son
los tiempos que corren.
Antes un en un vinilo se buscaba
la forma de escucharlo , es decir, se pre-
paraban a conciencia ambas caras, las
dos eran importantes. El principio de la
cara B solia ser un tema potente, no se
dejaba todo en la primera cara. Así, te
encuentras maravillas en la cara B del
tercero de los Led Zeppelin, en el “Exo-
dus” De Bob Marley, en el “Quadrophe-
nia” de The Who, el “Abbey Road” de
The Beatles, “A Nigh at The Opera” de
Queen, “The Dark Side Of The Moon”
Pink Floyd, e incluso en más actuales
hechos vinilo como el “Ok Computer”
de Radiohead o el “No Code” de Pearl
Jam, “Sex,Blood,Sugar,Magic” de Red
hot Chili Peppers...infinidad de ellos.
Yo he querido hacer lo propio
y me he dejado a un Supergrupo para
la Cara B... Them Crooked Vultures.
A finales de Noviembre del año
pasado, Dave Grohl (Nirvana, Foo
Fighters), Josh Homme (Queens of the
Cara B ‘Them Crooked Vultures’
Termina la cara A del disco. Como si fuera una ceremonia, cojemos el vinilo con los dedos índices, lo giramos, limpiamos la cara que vamos a escuchar, no queremos que ninguna mota de polvo haga saltar la aguja y colocamos suavemente la aguja sobre los primeros surcos del vinilo... Comienza la Cara B , pero sin ese chasquido tan familiar ...
BOMBÍN 40
45 Rpm
Stone Age, Eagles of the Death Metal)
y John Paul Jones (Led Zeppelin), sa-
caron su nuevo trabajo que se llama
como el grupo “Them Crooked Vultu-
res”, el 16 de Noviembre del 09.
La idea de la banda fué de Dave
Grohl y así lo declaró en una entrevis-
ta en 2005, “El siguiente proyecto que
quiero poner en marcha me incluye a
mí tocando la batería, a Josh homme a la
guitarra y a John Paul Jones al bajo. Ese
será el siguiente album, y no apestará”
A partir de ahí, los tres se ence-
rraron a grabar y ensayar , mientras el
resto de la gente esperaba espectante,
se hacían infiltraciones en la discogra-
fica, publicaciones en la Rolling Stone
y en más revistas aún sin saber nada.
Y es que un grupo de esas caracteris-
ticas y con esos tres músicos, sobre
todo John Paul Jones, que es un valor
seguro, levanta mucha expectación.
La carrera de estos tres músicos esta
plagada de éxitos y de grandes obras.
John Paul Jones es una institución en
el mundo del rock y reconocido y res-
‘Them Crooked Vultures, pura descarga de rocanrol‘
BOMBÍN 41
petado en todo el mundo .Dave Grohl
y Josh Homme ya colaboraron juntos
en el disco debut de Queens of the Sto-
ne Age, dejando claro de qué iba el ro-
llo. Ni que decir tiene la trayectoria pre-
via de Dave Grohl, batería de nirvana
y cantante y guitarrista de Foo Fighters,
un superventas en la actualidad.
Seguramente el disco en este pais
pasará sin pena ni gloria para la mass
media. En cambio, en el resto, concier-
tos, entrevistas y montones de fans,
les esperan por donde pasen. Espero,
que al menos alguna promotora sepa
ver más allá de sus narices, de gru-
pos como Shakira, el Canto del Loco,
Amaral, Bisbal que son muy respeta-
bles pero la oferta podría ser un poco
más amplia,no siempre lo mismo.
O quizas soy yo, que tengo envidia de
la cultura musical que hay en Londres,
o Berlín,por poner un ejemplo.
Os propongo que escuchéis el
disco. Es una descarga de rocanrol.
Pura energía y espontaneidad. No sé si
os gustará o no, yo me lo he pasado en
grande escuchándolo. De una cosa es-
toy seguro, que ellos se lo pasan como
enanos haciendo lo que hacen, y lo han
sabido transmitir en el disco.
Salud y Rocanrol!
la percha
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La PerchaBOMBÍN 43
Cristian Barbeito
www.elsofarojo.com
Samuel Ciprés
www.blogfolio-scl.blogspot.com
Javier S. Casado
www.jscasado.blogspot.com
Antonio Cuesta
www.antoniocuestacornejo.blogspot.com
Carlos Pascual
www.mothart.blogspot.com
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Han colaborado:
Fotografía
Ana Martín, Señor X, Juan Manuel
Ferreira, David Ruiz, Dani Barbeito
Ilustración
David Morancho, Oriol Roca, Rodrigo
Romero, Christophe Decoster, Javi
Rey, Marina Martín
Textos
María Casado, Montse Boher, Manel
Sánchez
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Nos quitamos el sombrero
Agradecimientos, agradecimientos, agradecimientos... Esto
quizás sea una de las partes más complicadas, sin duda no
queremos dejarnos a nadie, y en esto (se da por hecho), ha
participado mucha gente. De forma directa o indirecta,
todo el mundo ha puesto un enorme grano de arena en este
proyecto. Disculpad si alguien queda en el olvido.
Gracias a todos los amigos que han participado, porque no
os confundáis ni un momento... Esta revista se ha creado con
la única idea de unos amigos que se juntan en un bar para
‘charrar’ un rato y de repente sale una ‘idea’... ¡Qué digo!...
Muchas buenas ideas que se quedan plasmadas en una.
Así que sin más melodrama queremos dedicarle estas pá-
ginas a todas las personas que nos han rectificado textos,
moderado nuestras palabras, a nuestros padres, novias, ex
novias, comentaristas de un minuto, criticones y por su-
puesto a todos los ‘hijosdeputa’ que nos dijeron que esto
no era ‘lo nuestro’, que no funcionaría, que nos robaron en
nuestros primeros trabajos (... y en los que quedan...). Esto
es por encima de todo algo que os queremos dedicar con la
mejor de nuestras sonrisas y una bella flor en la solapa.
Gracias a todos, y por supuesto a ti.
www.elbombincuadrado.com