1. 1 LAS RELIQUIAS DEL REAL MONASTERIO DEL ESCORIAL Vol. I
Transcripcin, introduccin e ndices de Benito Mediavilla Martn,
O.S.A. Jos Rodrguez Dez, O.S.A. Ediciones Escurialenses 2004
2. 2
3. 3
4. 4 Ediciones Escurialenses Real Monasterio de El Escorial
Madrid (Espaa) ISBN: Depsito legal:
5. 5 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA DEL MONASTERIO DE SAN LORENZO
EL REAL DE EL ESCORIAL LAS RELIQUIAS DEL MONASTERIO DEL ESCORIAL
Documentacin Hagiogrfica Transcripcin, introduccin, notas e ndices
por Benito Mediavilla y Jos Rodrguez Dez, OSA. EDICIONES
ESCURIALENSES Real Monasterio de El Escorial 2004
6. 6
7. 7 Siglas y abreviaturas AAS : Acta Apostolicae Sedis ACI :
Annuario cattolico dItalia. ActaM : Actas de los mrtires, ed. BAC.,
D. Ruiz Bueno. ActaSS : Acta sanctorum. AGP : Cathlogo y breve
compendio de vidas de los santos. Archivo General de Palacio,
Madrid. Alonso : Los apcrifos del sacromonte. AnAug : Analecta
augustiniana (revista). AnPont : Annuario pontificio. Artola :
Enciclopedia de historia de Espaa. Atienza : Nobiliario espaol,
diccionario herldico de apellidos espaoles. BAC : Ao cristiano, ed.
BAC, 4 vols. BHL : Bibliotheca hagiogrfica latina. BS : Bibliotheca
sanctorum. Cabrera : Felipe II, rey de Espaa, 4 vols. Caporilli :
Los papas. CCOE : Cdigo de Cnones de las Iglesias Orientales CD :
La Ciudad de Dios (revista) CIC : Cdigo de Derecho Cannico, eds.
1917 y 1983. Chevalier-B : Repertoire des sources historiques du
moyen age. Bio-bibliographie. Chevalier-T : Repertoire des sources
historiques du moyen age. Topo-bibliographie. Cloulas : Felipe II.
CrIC : Corpus Iuris Canonici, ed. lipsiense, Graz, 2 vols. Croisset
: Ao cristiano, J. Croisset, 6 vols. Deschamps : Dictionnaire de
geographiae a l`usage du libraire ... Denzinger : El Magisterio de
la Iglesia: Enchiridion Symbolorum. DHE : Diccionario de historia
de Espaa. DHEE : Diccionario de historia eclesistica de Espaa. DIS
: Diccionario ilustrado de los santos. DMAS : Dos mil aos de
santos. Doria : Diccionario herldico y nobiliario de los reinos de
Espaa. DPC : Diccionario de papas y concilios. DRAE : Diccionario
de la real academia espaola. DS : Diccionario de los santos, ed.
Paulinas. Egger : Lexicon nominum locorum. Englebert : El libro de
los santos. ES : Espaa sagrada, Enrique Flrez. Eubel : Hierarchia
catholica. Fbrega : Santoral completo. Fdez. Alvarez : Felipe II y
su tiempo.
8. 8 Fliche-Martin : Historia de la Iglesia, vols. XVIII-XX.
Gams : Series episcoporum ecclesiae catholicae. GER : Gran
Enciclopedia Rialp GIPS : Gua iconogrfica de la biblia y los
santos. Hispania Sacra: Felipe II y sus archivos hagiogrficos de El
Escorial (J.M. del Estal). Kamen : Felipe de Espaa. Kirschbaum : La
Tumba de San Pedro y las Catacumbas. LG : Concilio Vaticano II:
Constitucin Lumen Gentium Lexikon : Lexikon fr Theologie und
Kirche. Linage : los orgenes del monacato benedictino en la
pennsula Ibrica. Madoz : Diccionario geogrfico-estadstico-histrico.
Mansi : Sacrorum Conciliorum nova et amplissima collectio. MJE :
Monjes jernimos del monasterio de El Escorial. MM : Felipe II
(1527-1598): La configuracin de la monarqua hispana. MR :
Martyrologium Romanum (edic. 2001) MS : Memorias sepulcrales del
Escorial. NAC : Nuevo ao cristiano, ed. J. A. Martnez Puche, 12
vols. Olarra : ndices de la correspondencia entre la nunciatura de
Espaa y la Santa Sede durante el reinado de Felipe II. PG :
Patrologiae cursus completus, series graeca, Migne. Pidal :
Historia de Espaa, vol. XXII. PL : Patrologiae cursus completus,
series latina, Migne. Romn : Diccionario de los santos, M.T. Romn.
SC : Concilio Vaticano II: Constitucin Sacrosanctum Concilium
Schwaiger : La vida religiosa de la A a al Z. Sigenza : Fundacin
del monasterio del Escorial. Terricabras : Felipe II y el clero
secular. Urbel : Ao cristiano, J.P.Urbel, 5 vols. Vizmanos : Las
vrgenes cristianas de la Iglesia primitiva, ed. BAC. XIMV : Once
mil vrgenes. Yepes : Crnica general de la orden de san Benito, ed.
J.P.Urbel, 3 vols.
9. 9 INTRODUCCION GENERAL "De acuerdo con la Tradicin, la
Iglesia rinde culto a los santos y venera sus imgenes y sus
reliquias autnticas" ( Vaticano II: SC, n.111) SUMARIO I. Culto
histrico a los santos: 1. Doctrina teolgica. 2. Veneracin de las
reliquias. 3. Legislacin eclesistica sobre reliquias. II.
Calendarios hagiogrficos histricos: 1. Actas de los mrtires. 2.
Crongrafo de Filcalo. 3. Martirologio jeronimiano. 4. Martirologio
de Beda y otros altomedievales. 5. Leyendas ureas. 6. Martirologio
romano. III. Hagiografas modernas y actuales: 1. Santorales
modernos ms relevantes (Acta Sanctorum, Espaa Sagrada, Ao Cristiano
de Croisset). 2. Santorales actuales ms valorados (Ao Cristiano
(Urbel, BAC) Bibliotheca Sanctorum, Santoral Completo, Diccionario
de los Santos, Diccionario Ilustrado de los Santos, Nuevo Ao
Cristiano, Dos Mil Aos de Santos...) IV. El gran Relicario del
Escorial: 1. Felipe II, mecenas y devoto de las reliquias. 2.
Reliquias y reliquieros. 3. Ubicacin reliquial. 4. El arte del
relicario. 5. Relicarios escurialenses. 6. Orfebres y plateros
escurialenses. V. Inventarios histricos: 1. Inventario y Memorial
(s. XVII). 2. Memoria de las reliquias y relicarios (s. XVIII). 3.
Inventario general de la Baslica (s. XIX). 4. Inventario del
Monasterio (s. XX). 5. Inventario digitalizado (1990/92). VI. El
problema de la autenticidad de las reliquias: 1. Credibilidad y
credulidad en la historia general de las reliquias. 2. Autenticidad
y autenticacin de las reliquias del Escorial. VII. Anexo: El
Expolio napolenico
10. 10 I Culto histrico a los Santos 1. DOCTRINA TEOLGICA:
Despus de consolidada la celebracin de los misterios litrgicos de
Jesucristo y de la Virgen Mara, la piedad cristiana extiende tambin
su devocin al culto de los santos, primero a los mrtires, luego a
los confesores de la fe sin martirio cruento. El culto a los santos
o "creo en la comunin de los santos" es un hecho dogmtico con
fundamento bblico, que desde el siglo II viene celebrando la
Iglesia en el dies natalis o natalicio martirial, primeramente ante
la sepultura del mrtir y posteriormente ante el altar de iglesias
con reliquias martiriales. A modo de testimonio patrstico, valga
este texto de san Agustn, escrito hacia el ao 398: El pueblo
cristiano celebra unido en solemnidad religiosa las memorias de los
mrtires para estimular su imitacin, asociarse a sus mritos y
ayudarse con sus oraciones; de tal modo, sin embargo, que no
levantamos altares a ningn mrtir, sino al Dios de los
mrtires....Veneramos, pues, a los mrtires con el culto del amor y
de la compaa, que en esta vida se tributa tambin a los santos,
hombres de Dios, cuyo corazn percibimos que est dispuesto a sufrir
el martirio por la verdad del evangelio1 . Y ya en das de san
Agustn y a partir del siglo V con san Martn de Tours, tambin
confesores (pastores, doctores, vrgenes, santos y santas), creando
todo un santoral que desborda el martirologio2 , pues todas las
iglesias locales van teniendo catlogos de santos, cuya suma formar
el gran calendario de la Iglesia universal incrementado durante
veinte siglos con santos canonizados, mostrables por su santidad
"coram Ecclesia", que sin duda son muchos menos que los santos
"coram Deo", no canonizados, si se permite extrapolar las
expresiones martiriales de Benedicto XIV. Baste decir, en gracia a
la sntesis, que la constitucin eclesial Lumen Gentium (= LG) del
Vaticano II (a. 1964) sobre el pueblo de Dios, recogiendo doctrina
bblico-teolgica anterior, supone y acepta la intercomunicacin de la
Iglesia de viadores o peregrinante con la Iglesia celestial, cuando
dice que la Iglesia siempre profes veneracin a los santos,
recomendndolos a la piedad de los fieles por su impulso hacia lo
eterno y su funcin de ejemplo a seguir; hombres como nosotros, se
transforman en rostro e imagen de Cristo, siendo testigos que
atraen por su testimonio de la verdad del evangelio por su
perfeccin ya lograda; la eucarista nos pone en comunin con los
santos (n.50), a quienes celebramos durante el ao litrgico por
haber cumplido ya el misterio pascual en el sufrir y en el ser
glorificados. 1 Populus christianus memorias martyrum religiosa
sollemnitate concelebrat... (Contra Faustum, 20, 21, en Obras
Completas de san Agustn (=OCSA), ed. BAC, Madrid 1993, XXXI, pp.
462-463; cf. Serms. 273, 7; 325, 1-2; De civ. Dei, VIII, 27, 1-2;
X, 4; XIX, 23; martyrem non facit poena, sed causa (Serm. 53 A
,13), etc. 2 ENZO LODI, Los santos del calendario romano, Madrid
1990, pp. 11-18; LLORCA, B., Historia de la Iglesia Catlica, ed.
BAC, Madrid 1950, I, p. 938
11. 11 Por eso, la constitucin Sacrosanctum Concilium (=SC) de
1963 sobre la sagrada liturgia, aade: Adems, la Iglesia introdujo
en el crculo anual el recuerdo de los mrtires y de los dems santos
que, llegados a la perfeccin por la multiforme gracia de Dios y
habiendo ya alcanzado la salvacin eterna, cantan la perfecta
alabanza a Dios en el cielo e interceden por nosotros. Porque al
celebrar el trnsito de los santos de este mundo al cielo, la
Iglesia proclama el misterio pascual cumplido en ellos, que
sufrieron y fueron glorificados con Cristo; propone a los fieles
sus ejemplos, los cuales atraen a todos por Cristo al Padre, y por
los mritos de los mismos implora los beneficios divinos (n.104).
Por todo ello, De acuerdo con la Tradicin, la Iglesia rinde culto a
los santos y venera sus imgenes y sus reliquias autnticas (SC,
n.111). Y ya aos antes del Vaticano II, Benedicto XV haba
promulgado en 1917 el primer Cdigo de Derecho Cannico (=CIC),
donde, despus de precisar que el culto de latra se debe solo a Dios
y el de hiperdula a la Virgen (c.1255), legisla sobre los dems
santos recogiendo la Tradicin: Solo es lcito honrar con culto
pblico a los Siervos de Dios que por la autoridad de la Iglesia han
sido puestos en el catlogo de los Santos o de los Beatos. A los que
han sido cannicamente inscritos en el catlogo de los Santos se les
debe dar culto de dula; a los Santos se les puede honrar en todas
partes y con cualquier acto de dicho culto; pero a los Beatos solo
se les puede dar culto en los lugares y en la forma que el Romano
Pontfice concediere (CIC, 1227). Y en el nuevo Cdigo Cannico
posvaticano, promulgado en 1983, la legislacin vigente de la
Iglesia latina reafirma la misma doctrina (CIC, 187) cuando recoge
el primer pargrafo acotado del texto anterior; texto que se repite
literalmente en el primer Cdigo de Cnones de las Iglesias
Orientales (CCEO, 885), promulgado tambin por la Iglesia catlica en
1990. Quede sintetizada en estos textos la secular doctrina
teolgica sobre el culto a los santos. 2. VENERACIN DE LAS
RELIQUIAS: Este culto a los santos se puede canalizar a travs de la
veneracin de sus reliquias. Y es que las reliquias de los santos
siempre han gozado de veneracin creciente por parte del pueblo
cristiano, segn ya apuntan Padres Apostlicos y Santos Padres de la
Iglesia, como Ignacio de Antioqua, Policarpo, Efrn, Agustn,
Teodoreto, Jernimo, Mximo...3 . Tumbas y catacumbas romanas en
cementerios cristianos diseminados por las trece Vas extraurbanas,
son verdaderos reliquiarios de la Iglesia naciente y perseguida,
dando culto en criptas, capillas decoradas, que devendrn baslicas4
. Pero en los cinco primeros siglos, salvo la veneracin en los
propios sepulcros, 3 ROUET DE JOURNEL, M.J., Enchiridion
Patristicum, Barcelona 1958, respectivamente nn. 80, 726, 1738,
2148. 4 KIRSCHBAUM, E. - JUNYENT, E. -VIVES, J., La Tumba de San
Pedro y las Catacumbas Romanas (en adelante, Kirschbaum), BAC,
Madrid 1954, pssim: Vas Flaminia, Salaria Antigua, Salaria Nueva,
Nomentana, Tiburtina, Labicana, Latina, Apia, Ardeatina, Ostiense,
Portuense, Aurelia, Cornelia (pp. 172-259); ndice de cementerios
(pp. 594-595); mapa topogrfico, (in fine); IIGUEZ ALMECH, F.
-BELTRAN Mtz, A., "Catacumbas", en Gran Enciclopedia Rialp (=GER),
Madrid 1992, V, 321-323 (infra, Introd., n. 200).
12. 12 predomina el culto a las llamadas Palliola y Brandea o
trozo de tela tocados en los restos o cuerpos de los santos, que
yacan en sus sepulcros, ya que las leyes del imperio romano
prohiban exhumar cadveres; prohibicin, por lo dems, que no se
cumpli en Oriente cristiano; y dejar de existir en Occidente a
partir del siglo VII con legislacin de concilios provinciales que
promueven el culto a las reliquias de los cuerpos de los santos5 .
De modo que del siglo II hasta la paz constantiniana del siglo IV
(a.313) el culto a los mrtires suele ser local, pero desde el siglo
IV ya hay intercambio de reliquias y memorias martiriales entre
diversas iglesias con propios calendarios6 , cartagineses en Roma y
romanos en Cartago o en la Nueva Roma de Constantinopla. Y surgen
las grandes baslicas cristianas; y los poetas, como Prudencio,
cantan las gestas de los mrtires, cuyo martirologio se va
convirtiendo en santoral. Y Oriente, ms libre de la legislacin
romana, va fijando un da litrgico de fiesta, bien en Pascua
(Siria), bien en Pentecosts (Bizancio), que va copiando Roma, hasta
que en el siglo IX (a.834) nace la fiesta de Todos los Santos el
uno de noviembre por voluntad del papa Gregorio IV7 . Y en las aras
de los altares deber presidir alguna reliquia de mrtires y/o santos
confesores, uniendo as altar y sepulcro, Cristo e Iglesia,
llegndose, incluso a celebrar una fiesta litrgica de las Santas
Reliquias, que vino a ser el 6 de noviembre. Y al pairo de estas
fiestas, las Ordenes religiosas y las dicesis buscaron otro da
tambin para sus propios santos, que termin siendo mayoritariamente
el 5 de noviembre. Y para la memoria de sus reliquias, otro da del
mismo mes8 . En apartado posterior estudiaremos ms detenidamente la
credibilidad y credulidad sobre la autenticidad de las reliquias en
general y de las trasladadas al Escorial9 . 3. LEGISLACIN
ECLESISTICA SOBRE RELIQUIAS: Las orientaciones episcopales de
Padres Apostlicos y SS. Padres10 sobre el culto a los santos a
travs de sus reliquias es necesario regularlas desde la autoridad
pontificia, a la vista de confusiones y desvos fanticos. Tan
valorada y protegida quiere ser la veneracin de los mrtires y sus
reliquias, que ya en el siglo IV el papa del primer concilio
ecumnico en Nicea, san Silvestre I (314-335), instituye los
llamados "Martiriarios", que son un oficio eclesistico de clrigos,
como "custodios de mrtires" o "mansionarios" con rango superior al
subdiaconado. En tiempo de san Len I Magno (440-461), papa del IV
concilio ecumnico en Calcedonia, este oficio gira en torno a los
"cubicularios" o custodios de los sepulcros de los apstoles Pedro y
Pablo, al decir de san Gregorio de Tours (538-594), autor de la
Historia Eclesistica de los Francos. Y en el siglo VIII, el propio
concilio II de Nicea (787) bajo el pontificado de Adriano I,
distingue, contra el confusionismo iconoclasta, entre culto de
adoracin o latra, debido solo a Dios, y el culto de veneracin o
dula para los santos, la santa Cruz y reliquias11 . En el siglo X,
el papa Juan XV asume como tal y sin exclusivas el primer proceso
de canonizacin conocido, durante el snodo de Letrn (993), elevando
a los altares a san Ulrico o Ulderico (+ 973), obispo de Augsburgo.
As reza un texto de la Encclica a los obispos y abades de Francia y
Alemania: 5 VIVES, J., "Reliquias", en Diccionario de Historia
Eclesistica de Espaa (=DHEE), Madrid 1973, III, pp. 2074- 2075. 6
Infra, Intr., II, Calendarios hagiogrficos histricos. 7 CAPORILLI,
M., Los Papas. Los Concilios Ecumnicos. Los Jubileos -Aos Santos
(=Caporilli), Trento/Roma 1999, p. 36. 8 FRANQUESA, A.M., "Fiesta
de las Santas Reliquias", en Ao Cristiano, BAC, Madrid 1959, IV,
pp. 302-307. 9 Infra, Intr.,VI, El problema de la autenticidad de
las reliquias. 10 Supra, nota 3. 11 Caporilli, 95; PAREDES, J.,
(dir.) Diccionario de los Papas y Concilios (=DPC), Barcelona 1998,
pp. 103-105.
13. 13 Por comn consejo hemos decretado que la memoria de l, es
decir, del santo obispo Ulrico, sea venerada con afecto piadossimo,
con devocin fidelsima; puesto que de tal manera adoramos y
veneramos las reliquias de los mrtires y confesores, que adoramos a
Aquel de quien son mrtires y confesores; honramos a los siervos
para que el honor redunde en el Seor, que dijo: "el que a vosotros
recibe, a m me recibe" [Mt 10, 40]12 . En el siglo XII, el
canonista Rolando Bandinelli, ya papa con el nombre de Alejandro
III (1159-1181), aborda de nuevo el tema de los santos y sus
reliquias avocando para s con autoridad pontificia: No es lcito
venerar pblicamente como santo a nadie sin la autorizacin de la
Iglesia de Roma13 . En consecuencia, sin santo autorizado no cabe
veneracin de reliquias. Se trata de evitar abusos y ligerezas. En
el siglo XIII, el legista Inocencio III, en concilio de Letrn IV
(1215), al tratar de la reforma de la Iglesia, ajusta ms la
normativa del culto a reliquias y santos pidiendo a los propios
cristianos ms respeto a las reliquias antiguas, conservadas en sus
relicarios, evitando venalidades: La religin cristiana es a menudo
denigrada, porque algunos exponen reliquias de santos para
venderlas o mostrarlas a cada paso. Para que eso no se produzca ms
en el futuro, establecemos por el presente decreto, que las
reliquias antiguas no sean ms expuestas fuera de su relicario, ni
mostradas para ser vendidas14 Y respecto a las reliquias de nuevo
hallazgo, el Papa exige la autorizacin pontificia para su veneracin
pblica en lnea con su predecesor, Alejandro III: En cuanto a las
nuevamente encontradas, nadie ose venerarlas pblicamente, si no
hubieren sido antes aprobadas por la autoridad del Romano Pontfice.
Adems, los rectores de las iglesias vigilarn en el futuro para que
la gente que va a sus iglesias para venerar las reliquias no sea
engaada con discursos inventados o falsos documentos, como se suele
hacer en muchsimos lugares por afn de lucro15 tem ms, el propio
"Romano Pontfice, que detenta la plenitud del poder", pide a los
obispos ms rigor y discrecin en la concesin de Indulgencias: Puesto
que, a consecuencia de indulgencias indiscretas o superfluas, que
ciertos prelados no temen conceder, el poder de las llaves de la
Iglesia es menospreciado y la satisfaccin penitencial queda privada
de su fuerza, decretamos que, cuando se dedica una baslica, la
indulgencia no sobrepasar el ao16 12 DENZINGER, H.- HUNERMANN, El
Magisterio de la Iglesia: Enchiridion Symbolorum, (=Denzinger),
Barcelona 1999, n. 675; JEDIN, R., Manual de Historia de la
Iglesia, Barcelona 1970, III, p. 465; Caporilli, 43. 13 Decretales
de Gregorio IX, lib.III, tt. 45, cap.I (= c.1, X, III, 45), en
Corpus Iuris Canonici (=CrIC), Graz 1959, II, 650; Denzinger,
818-820. 14 Denzinger, 818; Caporilli, 100; DPC, 203-212; JEDIN,
R., Manual..., III, p. 465. 15 Denzinger, 818. 16 Ibid., 819
14. 14 A finales de siglo, el papa Bonifacio VIII (1294-1303),
deseando promover reliquias y veneracin de santos autnticos y
universales, realza liturgias de Apstoles, evangelistas y cuatro
grandes doctores de la Iglesia17 . Realce con indulgencias, que el
subsiguiente papa, Clemente V, fomentar, a travs del concilio
general de Viena (1311), aplicndolas al culto latrutico a la
Eucarista al fijar la fiesta de Corpus18 . Gracias similares, que
en el siglo XV tambin extender Sixto IV (1471-1484) al culto de
hiperdula en la fiesta de la Inmaculada Concepcin19 . Y abundando
en la veneracin de las reliquias, a principios de este siglo XV,
cerrado el cisma de Occidente, el papa Martn V, en el concilio
ecumnico de Constanza (1418), haba dirigido una Bula a jerarcas e
inquisidores, contra doctrinas de preluteranos wyclefitas y
husitas, proponiendo en el interrogatorio sobre el credo catlico,
entre 39 puntos, el 29 que dice: Si cree y afirma que es lcito que
los fieles de Cristo veneren las reliquias y las imgenes de los
santos20 Pero ser, en el siglo XVI, el concilio de Trento, bajo Po
IV, quien en la sesin XXV de 1563, tratando de la "invocacin de los
santos y sobre sus imgenes sagradas", decreta que se instruya al
pueblo cristiano para desarraigar abusos y supersticiones al
respecto, moderando as la devocin indiscreta: Manda el santo
Concilio a todos los obispos y a los dems que tienen cargo y
cuidado de ensear que, de acuerdo con el uso de la Iglesia catlica
y apostlica, recibido desde los primitivos tiempos de la religin
cristiana, de acuerdo con el sentir de los santos padres y los
decretos de los sagrados Concilios: que instruyan diligentemente a
los fieles en primer lugar acerca de la intercesin de los santos,
su invocacin, el culto de sus reliquias y el uso legtimo de sus
imgenes... Enseen tambin que deben ser venerados por los fieles los
sagrados cuerpos de los santos y mrtires...; de suerte que los que
afirman que a las reliquias de los santos no se les debe veneracin
y honor, o que ellas y otros sagrados monumentos son honrados
intilmente por los fieles y que en vano se reitera el recuerdo de
ellos con objeto de impetrar su ayuda, [todos estos] deben
absolutamente ser condenados, como ya antao se les conden y ahora
tambin los condena la Iglesia21 Es condena velada del
protestantismo iconoclasta insurgente, promovido por Lutero,
Zwinglio22 y, sobre todo, Calvino, quien fustiga e ironiza la
prctica del culto a las reliquias, dando demasiadas por falsas23 .
Condena, que se reafirma de forma positiva en la confesin
tridentina de la fe: 17 Decretales , lib.III, tt. 22, c. nico ( =In
VI, III, 22; CrIC, II, 1059). 18 Decretales clement, lib. III, tt.
13, c.1 (=In Clemen, III, 13, c.1; CrIC, II, 1173-1177); Caporilli,
102. 19 Extravagantes comunes, lib. III, tt. 12, c.1 (=Extrav.Com.,
III, 12, c.1; CrIC, II1285-1287). 20 Bula Inter cunctas, 22-II-1418
(Denzinger, 1269) 21 Denzinger, 1821-1822. 22 RIGHETTI, M.,
Historia de la liturgia, BAC, Madrid 1955, I, pp. 930ss; LLORCA,
B.-GARCIA VILLOSLADA, R., Historia de la Iglesia Catlica, II, p.
809; 23 CALVINO, J., Trait des Reliquies (1543), ed. Genova 1601.
BOZKY, E. et HELVTIUS, A.M. (edits.), Hagiologia: Les Reliques
(objets, cultes, symboles), Actes du Coloque International,
Turnhout (Blgica) 1997, 123- 141; 271-292 (seguidores
modernos).
15. 15 Sostengo constantemente... que los santos, que reinan
con Cristo, deben ser venerados e invocados y que ellos ofrecen sus
oraciones a Dios por nosotros; y que sus reliquias deben ser
veneradas24 Y sigue el concilio tridentino centrando el verdadero
culto a las imgenes25 para concluir censurando el abuso y comercio
de reliquias: En la invocacin de los santos, en la veneracin de las
reliquias y en el uso sagrado de las imgenes deber ser rechazada
cualquier supersticin, eliminada toda torpe bsqueda de dinero y,
finalmente, evitada toda indecencia26 . Y en lnea con la susodicha
norma centralizadora de canonizar santos, iniciada por el papa Juan
XV (s.X) y recabada por Alejandro III (s.XII), ser Urbano VIII,
quien en 1625 urgir ms el cumplimiento canalizndola a travs de la
Congregacin de Ritos (creada en 1588 por Sixto V) y reordenando los
procesos de beatificacin y canonizacin27 . Un siglo despus,
Benedicto XIV, en su calidad de jurista, en 1737 dar ulterior forma
jurdica sobre las condiciones de martirio y nuevas normas de
beatificacin y canonizacin formalizando el doble proceso28 . Y dos
siglos ms tarde, dentro de esta centralizacin canonizadora,
resultaban demasiado lentos y complicados los procesos desde la
incoacin diocesana de la causa hasta la culminacin apostlica romana
con ida y vuelta, imposibilitando por defuncin- presencias o
testimonios de testigos oculares. As, con variantes de san Po X de
1913 el CIC de 1917 recoge los procesos De las cuasas de
beatificacin de los siervos de Dios y de la canonizacin de los
beatos (cc. 1999-2141). Po XI por Motu Proprio de 1930 y 1939
agiliza los procesos ordinarios de causas histricas instituyendo la
seccin histrica de la Congregacin de Ritos (AAS, 22 (1930) 87-88).
Pablo VI, en das posvaticanos, con otro Motu Proprio, Sanctitatis
Clarior de 1969 reordena ms aptamente el proceso ordinario y
apostlicoo, creando la Congregacin de Causas de los Santos,
independizada de la Congregacin de Ritos (AAS, 61 (1969) 149-153).
Reodenacin que se perfecciona, finalmente, con la Constitucin
Apostlica Divinus Perfectionis Magister de Juan Pablo II,
promulgada en 1983 con la misma fecha que el nuevo Derecho Cannico
(AAS, 75 (1983) 349-355) reestructurando tipos de procesos y
descentralizando competencias, en pasos informativos, al otorgar al
obispo diocesano autoridad propia no delegada- en comunin
eclesistica con el Papa29 . En este contexto eclesial moderno del
siglo XX, que exige mesura y autenticidad, volviendo a la
consecuencia de la canonizacin, que es la veneracin de las
reliquias de los santos, ya el CIC de 1917 aplicar la doctrina
tridentina y pontificia en textos cannicos. As, despus de indicar
que la veneracin y culto a los santos es relativo referido a la
persona (CIC, 1255) y ser saludable venerar sus reliquias (CIC,
1276), prohibir su venta (CIC, 1289) y exigir autorizacin de la
Sede Apostlica para la enajenacin y traslado a perpetuidad de las
24 BULA, Iniunctum nobis, 13-XI-1564 (Denzinger, 1867). 25
Denzinger, 1823-1824. 26 Ibd., 1825. 27 Decreta servanda in
canonizatione et beatificatione Sanctorum, Roma 1642 (GAGNA, F., De
processu canonizationis a primis Ecclesiae saeculis usque ad
Codicem Iuris Canonici, Roma 1940; TROMBELLI, G.C., De cultu
sanctorum, Bolonia 1740; RODRIGO, R., Manual para instruir los
procesos de canonizacin, Salamanca 1988). 28 De Servorum Dei
beatificatione et canonizatione, Bolonia 1737; Roma 1839). Criterio
importante es distinguir "martyr coram Deo" y "martyr coram
Ecclesia". Estos segundos son los canonizables. 29 MONTERO JORDI,
M.A. Causas de Beatificacin y Canonizacin en la actual disciplina
de la Iglesia, Ao Cristiano, BAC, Madrid 2002, I, pp.
LXXXV-CXXII.
16. 16 reliquias insignes30 o de gran veneracin (CIC, 1281),
afirmar que tales no deben guardarse en casas u oratorios privados
sin licencia expresa del Ordinario del Lugar (CIC, 1282), aadiendo
que solo pueden tener culto pblico aquellas reliquias que conste
ser genuinas por un documento autntico de algn cardenal de la
Iglesia Romana o del Ordinario local o de algn varn eclesistico, a
quien por indulto apostlico se le haya concedido la facultad de
autenticar (CIC, 1283,1) Exigencia, pues, de testimonio fidedigno
que legitime la fidelidad a efecto de culto pblico, impidiendo
incluso el culto privado a las reliquias no autnticas, cuyo asunto
confa a la prudencia del Ordinario local(CIC, 1284). A este
propsito, sin un dictamen previo del Ordinario local..., no se
deben poner a la pblica veneracin las sagradas reliquias cuyos
documentos de autenticidad hayan perecido por las perturbaciones
civiles o por cualquier otro suceso. Sin embargo, a las reliquias
antiguas se ha de continuar dispensndoles igual veneracin que hasta
el presente, mientras no conste en algn caso particular con pruebas
ciertas que son falsas o ficticias (CIC, 1285). Y es que, en
principio, la presuncin de derecho (iuris tantum) est a favor de la
autenticidad; por consiguiente, a tenor de CIC, 1827, mientras no
se pruebe lo contrario debe considerarse la reliquia genuina; la
investigacin y en foros adecuados debe ser realmente probatoria; no
valen meras conjeturas, argumentos que no pasan de probables o por
simples prejuicios (CIC, 1286). A la altura de 1965, el Vaticano
II, de "acuerdo con la Tradicin", ya solo necesitar recordar que
"la Iglesia rinde culto a los santos y venera sus imgenes y sus
reliquias autnticas", segn hemos glosado anteriormente. Por ltimo,
la codificacin doctrinal del concilio Vaticano -cual es el CIC
nuevo y vigente de 1983, referido a la Iglesia catlica latina-,
silenciando detallismos ms litrgicos que cannicos del cdigo
anterior, sigue prohibiendo vender reliquias sagradas; y permite la
enajenacin o traslado de las insignes, si es a perpetuidad, solo
con licencia de la Santa Sede (CIC, 1190), sancionando con penas
actos en contrario (CIC, 1377). El mismo criterio expresa el Cdigo
de las Iglesias Orientales de 1990, delegando al Patriarca y su
Snodo la autorizacin (CCEO, 888). La reduccin legislativa del nuevo
derecho cannico obedece, en comentario del canonista J. L. Santos,
a que "se da por descontado que el culto a las reliquias debe
partir de la autenticidad, evitando las mltiples deformaciones y
falsedades a que ha llevado en esto la fantasa y credulidad
popular. Por esta razn se silencia en este canon esta norma de
sentido comn, como tambin se silencian otras disposiciones
relativas al culto, expresado en la legislacin [cannica] anterior,
por considerar que pertenecen a la normativa litrgica, ms bien que
a la jurdica"31 30 "Son reliquias insignes...el cuerpo, la cabeza,
un brazo, el antebrazo, el corazn, la lengua, una mano, una pierna,
o aquella parte del cuerpo en que el mrtir padeci, con tal que est
ntegra y no sea pequea" (CIC, 1281, 2). El CIC de 1983 cita las
reliquias "insignes" sin definirlas (c. 1190). Sobre nombre
tradicional de otras reliquias no explicitado en el derecho cannico
(infra Introd., texto de nn. 96 y 147). 31 SANTOS, J.L., Comentario
exegtico al CIC, cn. 1190, III/2, Pamplona 1995, pp.
1723-1724.
17. 17 II Calendarios hagiogrficos histricos A partir de las
Actas de los mrtires, van surgiendo listas o calendarios de mrtires
y santos, que, en expresin del especialista H. Quentn, cuando aaden
un extracto de la Passio se llaman martirologios o libros de los
aniversarios de los mrtires -y por extensin de los santos- en su
natalicio para el cielo. Existen calendarios y martirologios
locales, generales y universales, efecto del intercambio,
generalizacin y universalizacin de las iglesias comarcales,
regionales y continentales. As van apareciendo los martirologios
histricos, que con mayor o menor espritu crtico, acumulan, refunden
y amplan los anteriores. Estos calendarios y martirologios, ya
desde el siglo III en la iglesia de Cartago, recogen nombres de
santos confesores de la fe o mrtires solo de deseo (in voto), "a
fin de que podamos unir su memoria a la de los mrtires", segn
mandato del obispo san Cipriano en 250 en frica romana32 . Norma
que se generaliza con la paz constantiniana del siglo IV y se
universaliza en das de san Gregorio de Tours (538-594), cuando, al
lado de los mrtires, en los dpticos de la iglesia se van
inscribiendo a confesores sobresalientes por sus virtudes heroicas,
como es el caso de san Martn de Tours, ya aludido. Hecha esta
pequea introduccin hagiogrfica, pasamos a comentar las principales
actas y martirologios histricos. 1. ACTAS DE MRTIRES (ss. I-IV):
Las Acta Martyrum son relaciones martiriales de cristianos de la
Iglesia naciente y creciente de los primeros siglos. Muchas de
ellas, por reproducir interrogatorios fidedignos, revisten garantas
de autenticidad, tanto las llamadas actas proconsulares, a modo de
protocolos del proceso notarial, como las actas o passiones
escritas por testigos oculares, aunque algo arregladas para ser
ledas en celebraciones litrgicas. Tales son las actas de
comunidades de Esmirna, Antioqua33 , Lyon, Vienne, Cartago,
Tarragona, Frigia, Asia Menor, etc.34 Son modelos de credibilidad
las 41 actas o passiones martiriales desde los conocidos santos,
Policarpo, Ignacio, Justino..., hasta los ms annimos de Trifn y
Saba, mrtires escilitanos de frica, etc.35 , con otras ya
suficientemente historiadas, aunque con valor histrico ms
relativo36 . Tales actas o pasiones ocurren a lo largo de las diez
persecuciones romanas, cuatro desde Nern a Trajano (54-113) por
denuncia privada; y seis de Adriano a Diocleciano (117-310) por
denuncia desde la autoridad pblica37 . Digamos para concluir que
las Acta Martyrum van perdiendo historicidad cuando se convierten
en Gesta Martyrum, al decir de Dufourcq38 , caminando a Pasionarios
de relatos legendarios medievales, que luego comentaremos. 2.
CRONGRAFO FILOCALIANO (s. IV): Este crongrafo, as llamado por su
ordenacin cronolgica, es una recopilacin de documentos debida a
Filcalo en 354. Viene a 32 Epist. 37, 2, PL, IV, 328. 33 RUIZ
BUENO, D., Padres Apostlicos, texto bilinge, BAC, Madrid 1979, pp.
570-577; 672-689; QUASTEN, J., Patrologa, BAC, Madrid 1961, I, pp.
49-108. 34 RUIZ BUENO, D., Las Actas de los Mrtires, texto bilinge,
BAC, Madrid 1951, pp. 4-141. 35 ID., ibd., pp. 144-145; CIVIL
DESVEUS, R., "Actas de los mrtires", en GER, XV, Madrid 1973, pp.
203-205. 36 RUINART, T., Acta primorum martyrum sincera et selecta,
Pars/ Ratisbona 1859; LE BLAIN, Les Actes des Martyrs, Pars 1883;
DELEHAYE, P.H., Les origines du culte des Martyrs, Bruselas 1912
(ed. 1933); BEDJAN, P., Acta Sanctorum et Martyrum syriace, Leipzig
1890-1897, 7 vols. 37 LLORCA., B., Hist. Iglesia Catlica, Madrid
1950, I, pp. 159-186; 192-196; 283-324. 38 "Actes des Martyrs", en
Dict. Geogr. Hist. Eccles., I, col. 381-382.
18. 18 ser el primer martirologio cristiano conocido. Integra
dos partes: la Depositio Episcoporum (necrologio) de 12 Papas, a lo
largo de un siglo (253-352), desde Lucio hasta Julio I, siete
confesores y cinco mrtires, sin pleno culto entonces por la cercana
y que hoy son santos39 ; la segunda parte es la Depositio Martyrum
con memoria de 52 mrtires con su calendario litrgico y cementerio
de reunin: santos Cipriano, Perpetua y Felicidad, ms 50 de la regin
romana40 . Es de notar que, durante los primeros siglos de la edad
media, se distingua entre Martyres vindicati con refrendo del
obispo y Martyres non vindicati sin tal refrendo, como diciendo
mrtires oficiales y oficiosos. La autoridad episcopal, que recoga
el sentir de la "vox populi", canonizaba al incluir a los santos en
el "canon" o Album Sanctorum intercomunicado entre dicesis. Ya
dijimos que es a partir del siglo X, cuando el Papa como tal
comienza a tener protagonismo asumiendo canonizaciones41 . 3.
MARTIROLOGIO JERONIMIANO (s.VI): El Martyrologium Hieronymianum,
falsamente atribuido a san Jernimo (345-419), es de autor annimo
del norte de Italia y se inicia hacia el 450 cerrndose a finales
del siglo VI. Duchesne lo define como "principium et fons" de toda
investigacin martirolgica42 . Recoge memorias hagiogrficas del
martirologio siraco (411) de iglesias de Antioqua (363), Roma,
frica, Constantinopla, Asia Menor, etc.. Casiodoro (480-575) y el
papa san Gregorio I Magno (590-604) glosan y recomiendan su lectura
y aplicacin en el calendario litrgico. Propio de este martirologio
jeronimiano es indicar nombre, lugar y natalicio del santo43 . 4.
MARTIROLOGIOS ALTOMEDIEVALES DE BEDA y OTROS (ss.VIII-XI ): A
partir del siglo VIII aparecen los llamados martirologios histricos
medievales, que desean ampliar los datos biogrficos de santos
lejanos en el tiempo. Y as, mientras en Oriente griego y
constantinopolitano nacen Sinaxarios o Menologios (organizacin por
meses) con breves noticias hagiogrficas44 , en Occidente surge el
Martirologio de san Beda (735) el Venerable, que perfecciona y
ampla hagiografas del jeronimiano, incluso con ayuda de
Pasionarios. En la misma lnea de asuncin y ampliacin sucesiva nace
en el siglo IX el Martirologio de Lyon, el del abad Rabano Mauro,
de Floro (h.860), el poco histrico del obispo de Vienne, Adn (865),
y el ms aceptado de Usuardo con ayuda de los monjes de Saint
Germain (875) en Francia45 . Tambin el Liber Pontificalis y Regesta
Pontificum (s.X) contribuyen a esta ampliacin46 . Por lo dems, la
reforma gregoriana o hildebrandina del papa Gregorio VII (1073-
1085) alcanza a revisar algo calendarios de mrtires sin pruebas. 5.
LEYENDAS AUREAS (ss.VII-XV): la historicidad inicial de las actas
de mrtires va degenerando en gestas y ampliaciones
biogrfico-literarias, que sirven de embrin para la aparicin de los
pasionarios y legendarios medievales, que dan credulidad al
maravillossimo prodigioso de milagros espectaculares, curaciones
sorprendentes, dilogos martiriales 39 Kirschbaum, pp. 596-597
(elenco); Caporilli, 14-17. 40 Kirschbaum, pp. 598-599 (elenco);
CIVIL DESVEUS, R., "Martirologio", en GER, XV, 206. 41 Supra, n. 12
y texto. 42 DUCHESNE, L., Martyrologium Hieronymianum, en Acta
Sanctorum (=ActaSS), novembris II, 1890. 43 Commentarius perpetuus
in Martyrologium Hieronymianum, ed. D. H. Delehaye- H. Quentin, en
ActaSS, novembris, Bruselas 1931; Ao Cristiano (=BAC), Madrid 1959,
I, p. 33*; ENZO LODI, Los Santos del calendario romano, Madrid
1990, p. 21. 44 Sinaxarium Ecclesiae Constantinopolitanae
(Propyleum ad Acta Sanctorum novembris), Bruselas 1902. 45 QUENTIN,
H., Les Martyrologes historiques du moyen age, Pars 1908; Le
Martyrologe dUsuard, texte et commentaire, Buselas 1965. 46 Liber
Pontificalis ed. L. DUCHESNE, Barcelona 1925, 2 vols.
19. 19 inverosmiles, etc.47 . Estos pasionarios culminan con la
mayor obra hagiogrfica en el siglo XIII, cual es la Legenda
Sanctorum, que el pueblo bautiz como leyenda de oro, del escritor
dominico y beato italiano Jacobo de Voragine (1226-1298), arzobispo
de Gnova desde 129248 . Otros legendistas fueron Luis Lipomano,
obispo de Verona (Italia); los germanos Jorge Vicelius y Lorenzo
Surio cartujano; y ms importantes, tambin en nuestro caso, Pedro de
Natalibus, obispo de Equilio (hoy Iesolo) en Venecia y el telogo
lovaniense Juan Molano, etc.49 . Ntese que es en el siglo XIII
cuando se generaliza la costumbre de bautizar al nio imponindole
nombre de santo canonizado (Nuevo Ao Cristiano, I. 44). 6.
MARTIROLOGIO ROMANO (s.XVI): Ante tanto calendario y pasionario del
alto y bajo medievo, ya aplicndose la liturgia tridentina de san Po
V (1568), Gregorio XIII, despus de reajustar astronmicamente el
llamado calendario gregoriano (1582), desea editar un nuevo
martirologio oficial de uso exclusivo. As, la comisin, presidida
por el presbtero oratoriano, despus cardenal, Csar Baronio,
publica, bajo la autoridad pontificia, el Martyrologium Romanum
(1584). Este martirologio de Baronio indica la identidad del santo,
su toponimia, cronologa y fecha litrgica, catalogando casi 4.000
santos desde Aarn, sacerdote en Horeb, hasta el ltimo del alfabeto,
Zotico, presbtero de Constantinopla50 . Este martirologio romano
oficial, consecuente con la reforma litrgica de Po V, tiene
predominio litrgico del santoral sobre los das feriados. Y, amn de
sus homnimos precedentes (ed. Venecia 1549, 1560...), se inspira en
los histricos medievales, principalmente en el de Usuardo; consulta
tambin actas y pasiones de mrtires, ms otras obras hagiogrficas de
Eusebio de Cesarea, san Gregorio de Tours, Dilogos de san Gregorio
I Magno y menologios orientales51 . A su vez, descarta falsos
martirologios de herejes marcionitas, montanistas, priscilianistas,
arrianos, etc., actuando siempre con el mejor espritu crtico que le
era dado en su tiempo. A las ediciones de Baronio de 1584 y 1586
(sta con fuentes literarias), se suceden reimpresiones en
Valladolid (1585), Amberes (1589), ms nuevas ediciones oficiales
con adiciones por Urbano VIII (1630), Inocencio XI (1681),
Benedicto XIV (1748), Gregorio XVI, (1845) con correcciones
sucesivas ms o menos felices y crticas. En el siglo XX san Po X
declara tpica la edicin de 1913, que los bolandistas haban sometido
a comentario crtico52 . Esta edicin tpica equilibra la liturgia
entre santos y das feriados. Siguen apareciendo nuevas ediciones
vaticanas y versiones53 . En 1972 la vigente reforma litrgica de
Pablo VI har predominar el calendario feriado sobre el santoral
(inversin de la reforma de Po V de 1568), reduciendo memorias
obligatorias y sacando otras de tiempos fuertes 47 DELEHAYE, P.H.,
Les Lgendes hagiographiques, Bruselas 1957; ID., Les Passion des
Martyrs et les genres littraires, Bruselas 1921; Ao Cristiano, BAC,
I, pp. 32*-38*; VIVES, J., Hagiographia, en DHEE, II, 1073-1075. 48
Legenda aurea, seu Liber passionalis, seu Legenda Sanctorum, 55
ed., de J.G. Graese, Leipzig/Dresde 1843- 1846. 49 NATALIBUS
[Natali], P., Catalogus Sanctorum: vitas, passiones et miracula
commodissime annectens, Lyon 1542; MOLANO, J., Natales Sanctorum
Belgii et eorundem chronica recapitulatio, Lovaina 1595; estos dos
autores tienen cita en las biografas del archivo hagiogrfico
escurialense en los santos que no aparecen en el martirologio
romano de Baronio (1584), reimpreso en Valladolid (1585) y
traducido al castellano (Valladolid 1586) por el jesuita Dionisio
Vzquez. 50 Martyrologium Romanum, ed. C. Baronio, Roma 1584 (ed.
1586, 589 pp. foliadas, ms el "index sanctorum" e "index rerum" de
70 pp. sin foliar). 51 GER, XV, 207. 52 Martyrologium Romanum
(Propylaeum ad Acta Sanctorum decembris), Bruselas 1913 (ed. 1940).
53 Martyrologium Romanum, Vaticano 1948 y 1960; Martirologio
Romano, versin castellana de V.M. Snchez Ruiz, Madrid 1949, sobre
la edicin vaticana.
20. 20 (adviento, cuaresma...) para facilitar as la "lectio
continua" bblica54 , incluso varios santos secundarios ceden el
calendario litrgico universal por el local debido a su no
relevancia testimonial general; y algunos pocos desaparecen del
santoral oficial por obscuridades histricas. Por ltimo, cumpliendo
el precepto de la Constitucin conciliar sobre la liturgia de
devolver su verdad histrica a las pasiones o vidas de santos (SC,
n. 92c), el ao 2001 Juan Pablo II acaba de publicar una edicin ms
crtica del Martirologio Romano aadiendo tambin nuevos santos y
beatos hasta el ao 2000 en un calendario de casi 10.000
hagiografiados. Este Martirologio es hoy la fuente fundamental de
referencia.55 . Ya se advierte cmo progresivamente van acrisolndose
la historicidad demostrable y el criterio cultual de adaptacin a
los tiempos. Conviene recordar que los monjes jernimos del Escorial
conocieron y manejaron el Martyrologium Romanum de Baronio, incluso
en versin castellana, al igual que los catlogos de Pedro de
Natalibus y de Juan Molano56 como recurso secundario, segn se
desprende del "Catlogo y breve compendio de las vidas de los
santos" con reliquias en el Escorial, realizado por los reliquieros
escurialenses57 III Hagiografas modernas y actuales 1. SANTORALES
MODERNOS RELEVANTES (ss. XVII-XIX): Dentro de la investigacin y
publicacin ya oficiosa, omitiendo "Flores" y "Fastos" de santos,
resaltamos solo tres obras hagiogrficas en la edad moderna, dignas
de mencin por su voluminosa edicin y cierto espritu crtico. a.-
Acta Sanctorum (ss.XVII-XIX): Esta obra monumental se inicia con el
jesuita Jean Bolland (1596-1665) y se contina por un grupo de la
Compaa -llamados Bolandos o Bolandistas por su iniciador-,
editndola por meses en 61 vols. (despus 65) durante los siglos
XVII-XIX en Amberes, Venecia, Bruselas, Pars58 . ActaSS es una
seria investigacin enciclopdica, que intenta revisar la hagiografa
existente con sano espritu crtico desde las fuentes y hagigrafos
tratando de diferenciar datos histricos y datos legendarios. Un
"Index hagiologicus"59 sobre los 61 primeros vols. (enero-octubre)
facilita el incmodo manejo de la obra en formato de infolio.
b.-Espaa Sagrada (ss.XVIII-XX): Paralelamente a ActaSS, pero a
escala espaola y sin ser solo hagiografa, va publicndose esta gran
obra historiogrfica llamada Espaa 54 Missale Romanum: Institutio
Generalis, Vaticano 1970; nueva edicin en 2000 con actualizacin,
retoques y nuevo captulo (IX) de inculturacin a los pueblos. 55
Martyrologium Romanum, Vaticano 2001, 773 pp. (infra Presentacin
Tcnica, n. 26) traduccin espaola en prensa. 56 Supra, n.49 57
Inventario y Memorial de las santas reliquias..., parte IV, pp.
497-760, Arch. Gen. Palacio de Madrid (=AGP), sign. APD-SLE, leg.
1816; infra, Intr. n. 73. 58 Acta Sanctorum (=ActaSS), ed. Pars
1863-1910. Anteriores ediciones parciales en las otras ciudades
citadas; Ao Cristiano, BAC, I, 39*-40*. 59 RIGOLLOT, L. M., Index
hagiologicus, Pars/Roma 1875.
21. 21 Sagrada, con la autora del agustino Enrique Flrez
(1702-1773) y otros continuadores, totalizando 56 vols60 . A base
de investigacin archivstica y codicolgica y con cierto espritu
crtico no frecuente en la poca dieciochesca, la obra trata, en la
seccin de historia eclesistica, de obispos y santos, monasterios y
abades de las numerosas dicesis de la Hispania ibrica, cuyos datos
son tiles en nuestro estudio. Por conexin, citamos tambin, como
interesante en santos y relicarios espaoles, los Viages de Ambrosio
de Morales de 157261 . c.-Ao Cristiano (s.XIX): Es autor el jesuita
Jean Croisset en original francs (Lyon 1712-1720) con versin
espaola de J. Francisco de Isla (Salamanca 1753ss). Despus de ms de
cincuenta reediciones a lo largo de un siglo, es "adicionado por
los agustinos Pedro Centeno y Juan Rojas" en ampliada edicin, a
finales del siglo XIX, con elenco de casi cinco mil santos,
biografiados en su mayora con desigual proporcin62 . La
intencionalidad divulgadora y ejemplificadora, recogiendo ecos
histrico-legendarios, ya queda expresada en el ttulo desarrollado
de "Ao Cristiano o ejercicios devotos para todos los das del ao",
sin tanto espritu crtico de ActaSS de los Bolandos, en quienes
bsica y parcialmente se inspira. 2. SANTORALES ACTUALES ( s.XX):
Para identificar y contrastar santos de rara denominacin y anotar
datos biogrficos crebles de los menos conocidos, manejamos varias y
variadas hagiografas, martirologios, aos cristianos y santorales,
dando preferencia a los de mayor solvencia y credibilidad por su
espritu ms crtico. Adems del vigente Martirologio Romano (ed. 2001)
ya referido, dentro de la abundante hagiografa actual, a
continuacin valoramos once publicaciones o versiones espaolas que,
a nuestro criterio, estimamos de mayor inters consultivo por su
aspecto cualitativo y cuantitativo. Seguimos el orden cronolgico de
aparicin espaola. a.-Ao Cristiano (Urbel, 1945): El abad
benedictino, Justo Prez de Urbel cataloga ms de seis mil santos con
hagiografa litrgica de unos 365 con datos mnimos cronolgico-
geogrficos de los restantes63 . Descripcin literaria con buena base
cientfico-histrica. Es uno de los catlogos ms extensos en los
santos secundarios. Consciente de que ya no existe el lector
medieval que amaba las leyendas hagiogrficas, el medievalista
Urbel, ms que biografas rigurosas, trata de presentar semblanzas o
rasgos humano-divinos -perfiles, diramos hoy- con los datos
biogrficos esenciales para encuadrar la figura del santo. Y dice al
lector que intenta hacer "una labor seria y concienzudamente
histrica" (I, p. XVI), fruto de la investigacin en las fuentes.
b.-Ao Cristiano (=BAC, 1959): Catedrticos de la universidad
pontificia de Salamanca dirigen este santoral con participacin de
varios especialistas, que biografan hasta casi seiscientos santos64
. Ofrece bibliografa solvente al pie de cada hagiografa. Y aunque
algunos colaboradores adolecen de cierta vaguedad literaria, la
obra en conjunto mantiene el rigor histrico. Desde el ao 2002, la
misma editorial BAC viene publicando una tercera edicin, adaptada y
ampliada (12 vols.), que incluye viejos y nuevos beatos y santos
hasta el ao 2000, siguiendo el calendario del nuevo Martirologio
Romano (ed. 2001) con viejos y nuevos 60 FLOREZ, E. y otros, Espaa
Sagrada (=ES), Madrid 1747-1953, 56 vols.; reedicin, edit. Revista
Agustiniana, Madrid 2000ss, con amplia introduccin previa de J.
Campos y Fernandez de Sevilla, I., pp. IX-CLXXXI. 61 Viages de
Ambrosio de Morales, editada por Enrique Flrez, Madrid 1765 (ed.
Facsmil 1985). 62 CROISSET, J., Ao Cristiano (= Croisset),
Salamanca 1875-1877, 8 vols. 63 PEREZ DE URBEL, J., Ao Cristiano,
ed. Fax, Madrid 1945, 5 vols. 64 ECHEVERRIA, L.-LLORCA, B.-SALA
BALUST, L.-SANCHEZ ALISEDA, C., Ao Cristiano, ed. BAC, Madrid 1959,
4 vols.; 3 edic., Madrid 2002ss (12 vols) bajo la coordinacin de
J.L.Repetto Betes.
22. 22 colaboradores, ofreciendo cada da de mes el esdquema
tripartito siguiente: a) sumario biogrfico de los santos de MR.; b)
monografas extensas de lo santos ms significativos; c) monografas
breves de algunos santos secundarios. Y en Apndice, monografas de
santos con culto local importante. Son casi ocho mil pginas con
ocho mil santos extensa o brevemente historiados; los nuevos, con
monografas actualizadas, adems de la bibliografa hagiogrfica
general y particular. c.-Bibliotheca Sanctorum (Roma 1961ss):
Aunque no haya versin espaola de esta enciclopdica obra italiana,
merece citacin entre las del siglo XX. Si ya las investigaciones
suelen ser ms solventes y precisas cuando las tratan autores de
origen, esta publicacin65 , por su amplitud y abundancia de santos
nativos, debe figurar entre las enciclopedias monogrficas de mayor
credibilidad. Su bibliografa hagiogrfica tambin orienta al lector.
d.-El Libro de los Santos (Englebert, 1999): El escritor Omar
Englebert en original francs (1946) y reciente versin espaola66
quiere salirse de los biografiados clsicos por ms conocidos
recogiendo datos de cerca de un millar y medio de santos y beatos,
algunos venerados por iglesias separadas. Incluye un anexo de
doctores, fundadores, patronos de cofradas y sanadores. Tiende a
separar historia de leyenda y aporta cierta novedad de datos para
algunos santos anglosajones menos conocidos. e.-Santoral Completo
(Fbrega, 1990): Bajo este ttulo67 , ngel Fbrega presenta la
hagiografa de casi ocho mil santos extrados de ActaSS, Rigollot,
etc., aportando solo el nombre, categora y calendario conmemorativo
actualizado. Catlogo casi "completo" en su presentacin de gua
telegrfica con santos tambin de otras culturas e idiomas. Este
manual elemental es muy prctico para una bsqueda inicial. f.-Gua
Iconogrfica de la Biblia y los Santos (=GIBS, 1996). Dos
especialistas en original francs (Pars 1990) y versin espaola68
presentan un millar de epgrafes, mitad santoral especfico y mitad
personajes y lugares bblicos y parabblicos, que ofrece la
iconografa en el arte cristiano de iglesias y museos, aprovechando
tambin la leyenda. Con grabados, mayoritariamente en blanco y
negro, este libro pretende ser orientacin prctica para peregrinos y
turistas. En contadas ocasiones citamos esta gua. g.-Diccionario de
los Santos (=DS, 2000): Bajo la coordinacin de tres investigadores
italianos (1998), aparece la versin espaola ampliada69 ,
totalizando un millar de biografas de santos y beatos, estudiados
por especialistas, con rigor cientfico y sin concesin literaria a
la beatera. Desglosan en lo posible el dato histrico del dato
legendario, dando selecta bibliografa a pie del hagiografiado. A
nuestro juicio, este Diccionario es la publicacin histrica ms
esmerada y fidedigna en la hagiografa existente y a l nos
remitiremos siempre que podamos. Incluye tambin catlogo de santos
patronos. 65 Bibliotheca Sanctorum, (=BS), ed. Universidad
Pont.Lateranense, Roma 1961-1971, 13 vols + dos vols.
suplementarios y dos de santos orientales, ed. Cittanuova. 66
ENGLEBERT, O., El Libro de los Santos (=Englebert), ed. Intern.
Universitarias, Madrid 1999. 67 FABREGA GRAU, A., Santoral Completo
(=Fbrega), ed. La Hormiga, Barcelona 1990. 68 DUCHET-SUCHAUX, G. y
PASTOREAU, M., Gua Iconogrfica de la Biblia y los Santos, Alianza
Edit., Madrid 1996. 69 LEONARDI, C.-RICCARDI, A.-ZARRI, G.,
Diccionario de los Santos, ed. Paulinas, Madrid 2000, 2 vols. (2266
pp. en paginacin continuada).
23. 23 h.-Diccionario Ilustrado de los Santos (=DIS, 2001): Dos
especialistas alemanes, en edicin germana (1999) y espaola
ampliada70 , resean cuatro mil santos y beatos con 1500
ilustraciones a todo color. Con su breve biografa de muchos y
simple nombre de otros, este Diccionario es ms til para santos
centroeuropeos y sajones. La bibliografa regional lo confirma.
Carece de ndice alfabtico general. i.-Nuevo Ao Cristiano (=NAC,
2001): El periodista dominico, Jose Antonio Martnez Puche, ha
dirigido esta nueva hagiografa71 con variedad de colaboradores.
Ofrece la vida de casi un millar de santos y beatos principales o
actuales; y despus cataloga otros ms secundarios con mnimos datos
histricos, hasta totalizar el record de casi diez mil
bienaventurados en cerca de seis mil pginas. La obra pretende ser
un santoral actualizado hasta el ao 2000, incluyendo, por tanto,
muchos beatos y 446 canonizados por el papa Juan Pablo II. Esta es
su novedad principal. Y aun teniendo muchos autores especializados
con perspectiva histrica y sin concesin a la leyenda fcil, subyace
el denominador comn directivo de dimensin litrgica y "de carcter
divulgativo... evitando el aparato crtico propio de obras de
investigacin o especializacin" (I,19). No obstante, una descripcin
iconogrfica y selecta bibliografa monogrfica enriquecen este
santoral, el ms actualizado y extenso a la vez. En cuanto a santos
modernos, no tiene utilidad para nosotros. j.-Dos mil aos de Santos
(=DMAS, 2001). El presbtero Francisco Prez Gonzlez recoge bajo este
ttulo de bimilenio cristiano72 el calendario de ocho mil santos con
biografa de 600 y breve resea de los restantes presentada a cinco
columnas (nombre, ao, categora, lugar, memoria). Esta obra, que
aporta el segundo mayor catlogo hagiogrfico, est escrita en tono
divulgativo sin mayores pretensiones crticas ni bibliogrficas.
k.-Otros santorales secundarios: Queden solo citadas -por
elementales o ya superadas- otras pequeas hagiografas del siglo XX.
Entre las primeras y en castellano, merecen referencia: Santos del
calendario romano, de Enzo Lodi (Madrid 1990); Calendario perpetuo
de los Santos,de A. Christian Sellner (Barcelona 1994); Los Santos,
noticia diaria, de Valeriano Ordez (Barcelona 1996); Los Santos
protectores,de Santiago Martn (Madrid 1999); Diccionario de los
Santos, de Mara Teresa Romn (Madrid 1999), etc. Entre las segundas
hagiografas, ya ms lejanas y extranjeras, que aun pueden ser tiles
para profundizar en santos nativos, merecen cita: A Biographical
Dictionary of Saints, de F.G. Holwech (Londres 1924); Dictionnaire
d`hagiographie,de Dom Baudot (Pars 1925); Dictionary of Saints, de
D. Attwater (Londres 1938); Handbuch der deutschen Heilegen, de A.
Schtte (Colonia 1941), etc. Y otros autores que oportunamente se
citarn en notas de los santos de este archivo hagiogrfico y en la
bibliografa general. Digamos, finalmente, que en las anotaciones
bibliogrficas, a travs de este archivo documental hagiogrfico,
adems de citar sistemticamente el indito Cathalogo y breve
compendio de las vidas de los Santos, cuyas reliquias se guardan en
este Monasterio de Sanct Loreno el Real73 , al identificar
histricamente al santo en cuestin, nos remitimos preferentemente,
junto con el Martirologio Romano (=MR) vigente, al Diccionario de
los Santos (=DS), al Ao Cristiano (BAC) y, en defecto, al Ao
Cristiano (=Urbel), por ofrecer mayor credibilidad y ms orientacin
bibliogrfica. Y tendremos que confesar, en casos concretos, que
algunos santos de rara denominacin, salvo corruptela de
transcripcin, son 70 VERA SCHAUBER y SCHINDLER, HANNS, M.,
Diccionario Ilustrado de los Santos, ed. Grijalbo, Madrid 2001. 71
MARTINEZ PUCHE, J.A., Nuevo Ao Cristiano, ed. Edibesa, Madrid 2001,
12 vols. 72 PEREZ GONZALEZ, F., Dos mil aos de Santos, ed. Palabra,
Madrid 2001, 2 vols., 1839 pp. continuadas + CD-ROM. 73 Inventario
y Memorial... (supra, n.57; infra, Introd., V, Inventarios
histricos, 1).
24. 24 desconocidos en los santorales. Tales son: Aclito,
Critnico, Cristancia, Cunialdo, Eliano, Dpera, Engerlido, Escritor,
Evergista, Fabinio, Gerasina, Helindio, Nigenato, Pusina,
Ragustina, Rubicunda, Timclito, Urbina, Sozomena... Por lo dems, en
santos de fecha litrgica trasladada, hemos procurado ajustar su
memoria al calendario reformado hoy vigente74 . IV Gran Relicario
del Escorial 1. FELIPE II, MECENAS Y DEVOTO DE LAS RELIQUIAS: El
Real Monasterio del Escorial, adems de palacio, pinacoteca,
convento, biblioteca y baslica, es tambin gran Relicario de
relicarios, es decir, Relicario en su doble acepcin de pieza
artstica destinada a la conservacin y veneracin de la reliquia de
un santo (sentido estricto) y tambin una capilla o reliquiario como
conjunto de piezas concentradas en una iglesia o altar (sentido
lato) para veneracin general75 . El fundador de este Monasterio
nace y crece en una atmsfera de religiosidad espaola cortesana y
popular. En efecto, dentro de la creciente demografa histrica de
Espaa, estudios sobre las "Relaciones topogrficas (1575-1580)",
ordenadas por el propio rey Felipe II76 sobre pueblos del Sur,
hablan de la religiosidad popular -devociones y prcticas
religiosas- de los espaoles en el siglo XVI, heredada de tiempos
medievales, aun sin mayores influencias, en el medio rural, de las
ideas ms profanas del renacimiento77 ; estudios ya extendidos a
otras geografas espaolas78 . Por las respuestas a la pregunta 51
del interrogatorio topogrfico sobre las reliquias notables que en
dichas iglesias y pueblo hubiere; y ermitas sealadas y
devocionarios de su jurisdicin y los milagros que en l se hubieren
hecho"79 , se advierte en Castilla la Nueva, al menos, un promedio
de tres ermitas o santuarios por pueblo80 , con mucha imaginera,
procesiones, exvotos, cofradas, arte de platera, etc., con extensin
a toda Espaa81 . Y antes que las imgenes, ya las reliquias eran
veneradas en la Hispania cristiana premusulmana, que ante la
invasin rabe caminaron hacia el norte del ro Tajo, incrementando as
su relicario82 . Y la devocin histrica por los santos mantiene este
fuego sagrado en la pennsula ibrica; y por mediacin de clrigos y
monjes originarios, vecinos, personajes reales o regios y otros -
74 Ordenacin General del Misal Romano, Roma 1971. Infra,
Presentacin Tcnica, n. 26. 75 GER, XV, 870. 76 Relaciones
Topogrficas de Felipe II, Real Biblioteca del Escorial, sign.
J-I-12-18 (7 vols. mss). Con este ttulo se han publicado las
Relaciones de los pueblos de Madrid en tres vols [Estudio introd. y
transcripcin de los mss. I y II] bajo la coordinacin de A. Alvar
Ezquerra , CSIC, Madrid 1993. Se aade un folleto de "Apndices y
Mapas" (Interrogatorios). 77 VIAS MEY, C. y PAZ, R., Relaciones
histrico-geogrfico-estadsticas de los pueblos de Espaa hechas por
iniciativa de Felipe II, CSIC, Madrid: Provincia de Madrid (1949),
Reino de Toledo (1951), Provincia de Ciudad Real (1971); CAMPOS FDZ
DE SEVILLA, F.J., La Mentalidad en Castilla la Nueva en el siglo
XVI (religin, economa y sociedad segn las "Relaciones Topogrficas"
de Felipe II), Real Monasterio del Escorial 1986; CHRISTIAN, W.A.
Jr, Religiosidad local en la Espaa de Felipe II, Madrid 1991. 78
CAMPOS FDZ DE SEVILLA, F.J. (ed.), La Religiosidad popular en
Espaa, Real Monasterio del Escorial, Madrid 1997, 2 vols., pssim;
MIGUELEZ, M., Catlogo de los cdices espaoles de la Biblioteca del
Escorial, Madrid 1917, pp. 249-332. 79 MIGUELEZ, M.,Catlogo..., pp.
261-276; CAMPOS, J., La Mentalidad..., pp. 11-12. Ambos autores
transcriben las 59 cuestiones del interrogatorio. 80 CAMPOS, J.,
Ibd., pp.49-61; CHRISTIAN, W., Religiosidad local...,pp. 93-155. 81
CAMPOS, J., La Religiosidad popular..., pssim. 82 CHRISTIAN, W.,
Religiosidad local..., pp. 157-174.
25. 25 pasada la reconquista y tambin durante el siglo XVI-
retornan a sus orgenes reliquias viejas o aparecen nuevas, la
mayora acompaadas de testimonio documental y algunas sin l, por lo
que se admiten o veneran con reservas83 . Y es que el concilio de
Trento exiga estrictos procedimientos, a falta de pruebas, en
traslado y culto de reliquias, como ya hemos indicado en el
apartado primero de esta Introduccin. En la compleja personalidad
religiosa de Felipe II84 , la preocupacin por acumular reliquias ya
refleja un perfil orientado tambin a la profunda veneracin personal
de las mismas, hasta tal punto que el cronista escurialense
contemporneo, fr. Jernimo de Seplveda (+ 1634), llega a decir,
aunque sea hiprbole, que el intento y fin de la "octava maravilla
del mundo... no fue sino que esta su Casa y hechura suya fuese
sepulcro de cuerpos santos; y ans procura [Felipe II] con tantas
veras de traerlos tan a costa suya y hacerles tan ricos y costosos
relicarios"85 . Y el reliquiero, fr. Bartolom de Santiago (+ 1630),
tambin testigo ocular, aade: "...todo le pareca poco, para lo mucho
que deseaba servir a los Santos"86 . Desde luego el material
archivstico-hagiogrfico que aqu publicamos, venido de toda Europa,
confirma que esta devocin filipina es terica y prctica. Devocin
terica, porque el Rey Catlico don Felipe II... muy vigilantsimo en
las cosas sagradas y ms en las santas reliquias, oyendo decir las
grandes maldades e insolencias que los prfidos herejes usaban con
ellas y poca reverencia en que eran tenidas..., todo esto movi a
tan catlico Prncipe y cristiansimo Rey dolindose extrasimamente de
esto, de procurar de traerlas y colocarlas en esta su Casa y
hacerlas tan ricos y costosos relicarios...87 . Y devocin prctica,
que se advierte en las presencias, detalles y actitudes cuando
ocurran llegadas y entregas de reliquias de santos al Escorial.
Como sntesis, bstenos citar el testimonio del tambin reliquiero y
cronista ms cualificado, fr. Jos de Sigenza (+1606), quien escribe:
Subase all desde su aposento el Rey [al Aulilla de Moral, depsito
transitorio de reliquias], unas veces solo, otras acompaado de sus
hijos. Estando all, me peda algunas y aun muchas vezes -tena yo
entonces a mi cargo aquellos santos tesoros- que le mostrase tal y
tal reliquia. Quando la tomava en mis manos,... se inclinava el
pisimo Rey y... la besava con boca y con ojos....Tras l, imitndole,
sus hijos hacan lo mismo, donde muchas veces vea confundida mi poca
devocin y tibieza y aprenda en qunto se ha de estimar lo uno y lo
otro. Esto pasbamos a nuestras solas y en secreto en aquella santa
quadra y es razn que se diga a vezes sobre el texado para confusin
de los hereges y de otros tibios cristianos. Considerava yo entre
mil las ocasiones que buscava para hazer esto muchas vezes,
preguntndome de algunas reliquias cyas eran 83 CAMPOS, J., La
Mentalidad..., pp. 105-112. 84 ESTAL, J.M., del, "Felipe II y su
perfil religioso en la historiografa de los siglos XVI y XVII", La
Ciudad de Dios (=CD), 187 (1974) 549-581; ID., "Felipe II y su
perfil religioso en la historiografa de los siglos XIX y XX", CD,
189 (1976) 83-117; ID., "Felipe II y el culto a los Santos", en
Felipe II y su Epoca, ed. J. Campos, Real Monasterio del Escorial
1998, II, pp. 459-504; GARCIA GUTIERREZ, P., "La religiosidad de
Felipe II", en Iglesia y Monarqua: la liturgia, Madrid 1986, pp.
61-71. 85 Historia de varios sucesos y de las cosas notables que
han acaecido en Espaa y otras naciones desde el ao de 1584 hasta el
de 1603, en Documentos para la Historia de San Lorenzo el Real de
El Escorial, ed. J. Zarco, Madrid 1924, IV, pp. 184-185. 86
Inventario y Memorial..., (supra, n. 73), prlogo al lector , p. 4.
87 SEPULVEDA, J., Historia de varios sucesos..., p. 184. Estas
ideas de fr. Seplveda aparecen tambin escritas en Inventario y
Memorial..., cuya autora pertenece al reliquiero fr. Bartolom de
Santiago (infra, intr.V, 1.).
26. 26 o dnde las tena; o mandndome que las passase de un lugar
a otro, sabindolo l muy mejor que yo; y por ganar en estos trueques
y cambios los frutos y rditos que aora [ya difunto] goa con un
excesivo logro88 . Y hasta los momentos previos a la muerte el
catlico Rey se quiso rodear de reliquias de santos en presencia de
su ltima enfermera e hija Isabel Clara Eugenia89 . Otros
testimonios, por parte de allegados a la familia real y que
aparecen dispersos en nuestra documentacin, pueden verse apuntados
en J.M. del Estal90 , cuyas conclusiones sobre el perfil religioso
de Felipe II hacemos nuestras con alguna matizacin: veneracin a los
santos y sus reliquias con el culto tridentino de dula;
proteccionista de reliquias, no por afn de coleccionismo megalmano
y menos crematstico ni simonaco, sino para liberarlas de
profanaciones protestantes sin obsesiones enfermizas ni mgicas;
veneracin derivada de una profunda fe en la comunin de los santos91
, hija de la formacin cristiana, recibida en su juventud por parte
de su padre, Carlos V, en las Instrucciones confidenciales y
secretas -sin descender al detalle de reliquias- de 1539, 1543 y
1551 ms Codicilo de 1558, encarecindole la defensa de la religin y
de la justicia, persecucin de las herejas y fidelidad a la Iglesia
catlica; instrucciones, que a su vez Felipe II transmitir a su hijo
y sucesor, Felipe III92 . 2. RELIQUIAS Y RELIQUIEROS: El Escorial
tridentino de Felipe II divulgando la doctrina conciliar por los
reinos espaoles, ms la proteccin y mecenazgo regios de las
reliquias de santos, hace que el monarca espaol interese a
jerarquas eclesisticas y civiles de Espaa y centroeuropa (Roma,
Alemania, Pases Bajos, Francia, Polonia, Inglaterra...), desde
papas, cardenales, obispos, vicarios, deanes, abades, abadesas,
cabildos, priores, prioras, arciprestes, prrocos, rectores, entre
las autoridades eclesisticas; hasta emperadores, reyes, virreyes,
gobernadores, embajadores, maestres, duques, marqueses, condes,
etc., entre las civiles. A este fin, se despachan correos por
embajadas y cancilleras. Y siempre el Rey Prudente es escrupuloso
en exigir diplomas fehacientes o certificados acreditativos -
originales y autgrafos en su mayora- de autenticidad con firmas de
jerarquas , como se puede advertir a travs de estos 182 archivos
con 375 documentos hagiogrficos. Breves pontificios facilitaron el
empeo filipino93 . Con este acopio de reliquias europeas, la
Baslica del Escorial se convertir en un gran Relicario de
relicarios. En efecto, entre 1571 y 1611 ocurren ocho entregas
fundamentales de reliquias: - Entrega I (1571-1574) - Entrega V
(1586) - Entrega II (1576-1577) - Entrega VI (1593) - Entrega III
(1576, sin reliq.) - Entrega VII (1597-1598) - Entrega IV (1584) -
Entrega VIII (1605-1611), con constancia de cantidad y calidad en
otros tantos libros de "Escrituras de Entregas" como "objetos de
culto"94 . La cifra de todas las reliquias -huesos o vestes- segn
el "Inventario y 88 Fundacin del Monasterio de El Escorial
(=Sigenza), Madrid 1605, p. 368; ESTAL, J.M., "Felipe II y el
culto..., p. 482. 89 Sigenza, 673. 90 "Felipe II y el culto..., pp.
483-492. 91 Ibd., pp. 501-502. 92 Ibd., pp. 469-477; ROUCO VARELA,
A. M, Estado e Iglesia en la Espaa del siglo XVI, BAC, Madrid 2001,
pp. 57-100 y pssim. 93 Felipe II y el culto ..., pp. 492-499. 94
Escrituras de Entregas que se han hecho al Monasterio de Sanct
Loreno el Real de las reliquias, oro y plata, ornamentos, tapizera
y otras cosas, que por Su Majestad le han sido dadas y se an
entregado al Prior y Diputados
27. 27 Memorial" 95 asciende a 7420, que un Cuadro-Tabla mural
con 678 santos alfabetizados en diez columnas, existente en el
Antecoro de la Baslica, distribuye as96 : -
Insignes.................... 460 - Cabezas enteras..............144
- Notables................... 255 - Canillas
grandes.............306 - Menores...................1006 -
Constancia del nombre...678 - Cuerpos enteros..........12 -
Pequeas...................... 4168 Este Cuadro mural compuesto segn
Rotondo y Zarco en 175497 , adems de indicar en siglas la categora
de cada santo, seala tambin en cada uno el tipo de reliquia a base
de signos convencionales (cruces y medias cruces): Insigne,
quasi-insigne (notable), menor, pequea. Por supuesto, despus del
expolio francs98 , la cantidad de reliquias ha quedado disminuida y
menos identificada. El cargo de Reliquiero, que debe ser "un
religioso de edad suficiente", tiene cierta relevancia en la
comunidad jernima del Escorial, siendo elegido por el Prior y sus
Diputados. Este cargo sola ir unido a los oficios de archivero y/o
bibliotecario, como es el caso del fr. Juan de San Jernimo (el de
Guisando) y de fr. Jos de Sigenza, que ostentan los tres cargos
simultneamente. El ejercicio de reliquiero tiene que ajustarse a
"Instrucciones" sobre el uso de llaves y das de apertura de los
Relicarios, como expresaremos despus al comentar los dos primeros
inventarios histricos(infra, V,1-2). Durante los reinados de Felipe
II y Felipe III son reliquieros sucesivos: -Fr. Juan de San Jernimo
(h.1567-1591)99 -Fr. Jos de Sigenza (1591-1594)100 -Fr. Martn de
Villanueva (1594-1605)101 del dicho Monasterio... (Arch. Gen.
Palacio, sign. PSL, leg. 1995). Las portadas de las ocho Entregas
aparecen en fotocopia reducida en el libro Iglesia y Monarqua: la
liturgia (coordinador, F. Solano), PN, Madrid 1986, pp. 132- 137;
ESTAL, J.M., "Felipe II y su archivo hagiogrfico", Hispania Sacra,
23 (1970) 5-6, 25-27. 95 Inventario y Memorial de las Santas
Reliquias..., (supra, n. 57): "Indice de todos los sanctos cuyas
reliquias ay en este Monesterio" (pp. 752-760). 96 Indice de los
Santos, cuyas reliquias se guardan en la Yglesia de este Real
Monasterio, que mand entregar la piedad del rey D. Phelipe Segundo,
su Fundador. Tabla artstica, enmarcada (119 x 130 cm.) y orlada,
escrita a doble tinta (negra y roja) sobre papel verjurado pegado a
ella y con vietas en cada divisin alfabtica de letras. Fr. Jos
Quevedo repetir la misma distribucin de cifras que hay en esta
Tabla (Historia del Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial,
Madrid 1854, pp. 288-289 ), al igual que Antonio Rotondo
(Descripcin de la Gran Baslica del Escorial, Madrid 1861, p. 72).
Fr. Andrs Ximnez haba redondeado exageradamente, diciendo que
"pasan de 13.000 las reliquias que hay de santos particulares,
entrando las pequeas" (Descripcin del Real Monasterio de San
Lorenzo del Escorial, Madrid 1764, p. 408 ). Sobre tipo de
reliquias en cada categora (infra, introd. n. 147). 97 ROTONDO, A.,
Descripcin..., p. 68; ZARCO, J., El Monasterio de San Lorenzo el
Real de El Escorial [Gua], Madrid 1926, pp. 34-35. Quiz ambos
jueguen con la cronologa (no lo dicen) del personaje "Prncipe de la
Roja, Casa de Borbn", citado en la Tabla. Pero conviene aclarar que
este Prncipe con su casa de Borbn pertenece a la Francia del s.
XVI, segn se desprende de la carta fechada en Pars a 4-IX-1567 por
el embajador espaol, don Francisco de Alava (infra, A.I.4, 02)
J.M.del Estal ("Felipe II y el archivo hagiogrfico...", pp.
234-235) retrotrae la confeccin del texto de la Tabla otorgando la
paternidad material a fr. Francisco de Alcal (+1611). Pero
entendemos que lo ms podra ser paternidad formal (elaboracin del
elenco) -y ms bien del reliquiero fr. Bartolom de Santiago (infra,
n.109)-, porque, basta comparar las diferencias morfolgicas
textuales entre ambos rtulos: sanctos/santos, monesterio/monasterio
(supra, nn. 95, 96); y adems en Inventario y Tabla no coinciden
plenamente los signos (cruces) que definen la categora de las
reliquias. 98 Infra, Introd., Anexo final. Respecto a la
clasificacin tradicional de tipo de reliquias, el derecho cannico
solo cita las "insignes" por excelencia (supra, n. 30). 99 Datos
biogrficos (infra, A-I-7, n. 31). 100 Datos biogrficos (infra,
A-VII-44, n. 289). 101 Datos biogrficos (infra, A-VII-10, n.
4).
28. 28 -Fr. Bartolom de Santiago (1605-1630)102 . 3. UBICACIN
DE LAS RELIQUIAS: Ante tanta reliquia y relicarios, es preciso que
los reliquieros distribuyan y busquen espacios adecuados a la
cantidad y calidad de ambos tesoros. Como escribe Carmen Garca-Fras
Checa103 , antes de 1591, de acuerdo con el diseo o disposicin dada
por el reliquiero, fr. Juan de San Jernimo, son destinados a
reliquias los retablos de sendos altares del testero oriental de
las naves laterales: el dedicado a la Anunciacin (nave izquierda)
para reliquias de santas mujeres; y el dedicado a san Jernimo (nave
derecha) para santos varones. Esta predominante tal distribucin
inicial por diferencia de sexos, amn de coincidir con la diferencia
hagiolgica de los titulares de altares, podra responder tambin,
como observa F. Pastor, a que detrs de sendos retablos estn
respectivamente los aposentos del Rey y de la Reina104 . Ambos
retablos cierran sus reliquias y relicarios con puerta de doble
hoja (491 x 291 cm. cada una) pintadas interior y exteriormente, al
leo sobre tabla, por Federico Zuccaro con retoques de Juan Gmez.
Los motivos pictricos son respectivamente marianos y jeronimianos.
En 1591, la nueva afluencia de reliquias obliga al reliquiero, fr.
Jos de Sigenza, a buscar nuevos espacios en los frisos o parte
superior de sendos altares, donde, a 30 pies (8,40 m.) de altura
(plano del triforio) se construyen almarios de diseo herreriano,
con capillas, que forman cinco nichos o estantes, cerradas por seis
hojas-puerta (la central doble), a modo de retablillos (2,81 x 1,26
m. cada hoja, salvo las dos extremas simtricas de 1,98 x 1, 10 m.);
son tablas pintadas al leo por Bartolom Carducho (nave de la
Anunciacin) y por Martn Gmez (nave de San Jernimo). Estos son los
motivos figurativos en el friso o cornisa de la Anunciacin (de
derecha a izquierda): san Mercurio, mrtir; san Guillermo, duque;
san Arnulfo, obispo, y santa Bega, abadesa (centro); san Carlos
Magno, emperador; san Constancio, mrtir. Y en el friso de San
Jernimo (izquierda a derecha): san Mauricio, jefe tebano; san Luis,
rey de Francia; san Macholmo y su esposa santa Margarita de Hungra,
reyes de Escocia (centro); santa Isabel, reina de Portugal; san
Geren, mrtir. Todas estas figuras estn en el anverso o exterior; en
el reverso o interior de la hoja/puerta se pintan glorias o coro de
ngeles. Este balconaje de nichos o estantes obstruye la entrada de
luz natural por oriente a las naves colaterales, lo cual no
gustaba, por lo que "Filipo III... tuvo determinacin de hacer dos
retablos como el del altar mayor en estos dos altares
[colaterales]...", pero con los gastos econmicos del Panten de
Reyes "faltole la vida y quedose todo suspendido", al decir del P.
Santos105 . Y as sigue hoy. Al respaldo de retablos y retablillos
se corresponden hojas/puerta similares, de cana y caoba sin arte ni
pintura, "por donde se ponen y quitan y aderezan y limpian"
reliquias y relicarios, corridos los "velos de seda". A hojas
abiertas, as presenta Sigenza en 1605 el esplendor, emocin y
sobrecogimiento que le produce la vista preciosa del cuadro de
reliquias y relicarios: 102 Datos biogrficos (infra, A-I-1, n. 1).
Ms de este gran reliquiero (infra, Introd., texto de nota 108ss ).
103 "El Camarn de Santa Teresa: una pequea Cmara de maravillas del
Monasterio de El Escorial", en Monjes y Monasterios espaoles (ed.
J. Campos), Real Monasterio del Escorial 1995, I, pp. 137-140. 104
Las Memorias Sepulcrales de los Jernimos de San Lorenzo del
Escorial (=MS), ed. F. Pastor Gmez-Cornejo, Real Monasterio del
Escorial 2001, I, p. 238, nota 40. Hoy, por razones cuantitativas
(hay ms varones que mujeres), estticas y de relicarios mixtos, la
separacin por sexos es solo predominante; eso s, bustos-relicario
femeninos en la Anunciacin; y masculinos en San Jernimo. 105
SIGENZA, pp. 368 y 376; SANTOS, F. de los, Descripcin breve del
Monasterio de S. Lorenzo el Real del Escorial, Madrid 1657, pp.
40-41; infra Introd. n. 167 (cuadro sinptico).
29. 29 En abrindose las puertas y corridos los velos de seda
que tienen delante, se descubre el cielo. Vense por sus hileras y
gradas, unas ms adentro, otras ms afuera, vasos muy hermosos de
artificio y de precio; parte de oro, otros de plata, piedras
singulares, cristales, vidrios cristalinos, y otros metales
dorados, que todo junto reverbera y deslumbra los ojos, enardece el
alma y pone en ella juntamente amor y reverencia, que hace luego
como naturalmente o sobrenatural, que es lo ms cierto, inclinar la
rodilla, derribar el cuerpo hasta la tierra. No s por dnde entre ni
por donde salga en tanta copia de celestiales tesoros; decir en
particular de cada reliquia o relicario, aunque no haga sino como
una letana de ellas, negocio largo; si las emburujo y envuelvo en
una universalidad, hago agravio a ellas y a los que desean saber lo
que aqu se halla. El remedio ser echar por medio, ni callarlas, ni
decirlas; decirlas por sus gneros y callarlas en particular,
excepto algunas que no se podan disimular tanto por su estima,
reverencia, grandeza; y todo de paso con la brevedad que siempre106
. Gracejo literario y veneracin de pleitesa. Por lo dems, al
cuantificar y ubicar relicarios, hablaremos de la estructuracin
interior tras retablos y retablillos con sus gradas, asientos y
"brinquios", que dice con gracia Sigenza. Tambin se adapta la
llamada Aulilla de Moral, situada encima de los aposentos del Rey,
para depsito transitorio, contemplacin y redistribucin de
reliquias. Entre 1595 y 1597, siendo reliquiero fr. Martn de
Villanueva, se habilita tambin un pequeo anexo a la Aulilla de
Moral para depsito de reliquias pequeas y objetos piadosos, a modo
de "petite chambrette" (L`Hermite) o "cmara de maravillas", "cmara
santa" (Garca - Fras) de veneracin y preservacin. Espacio, que ha
pasado a llamarse "Camarn de Santa Teresa", por haber sido
depositario de cuatro obras autgrafas de la santa de Avila. Durante
los siglos XVII y XVIII, los fondos artsticos del Camarn se
incrementan con nuevas donaciones de alhajas y mejoras, de modo que
en 1764 fr. Andrs Ximnez pudo decir que "sola esta pieza es
suficiente para saciar la devocin de los fieles y para ilustrar
muchos templos con el tesoro que incluye"107 . Y es que el Camarn
apareca colmado de reliquias y decorado en su bveda de medio can y
pinturas murales con lunetos simulados, retablillo, nichos,
grutescos, angelillos, medallones, rosetas, palmas, coronas e
incensarios108 . Durante el largo tiempo de reliquiero (1605-1630)
del "sachristn mayor y maestro de zeremonias" y "camarero de los
santos", fr. B. de Santiago109 , el Camarn se recompone ricamente
con las "migajas" de reliquias, que clasifica y cataloga. A su
instancia y traza logra mandar hacer y darnos tantos relicarios y
tan preciosos....Todos los acomod y hizo con el buen orden caver en
las caxas de los altares de Ntr Sr y Ntr 106 Sigenza, 365-366. 107
Descripcin del Real Monasterio...,p. 122. 108 GARCIA-FRIAS, C., "El
Camarn..., p. 141. 109 Fr. Bartolom de Santiago (+1630) nace en
Huscar (Granada), profesando en Baza (Jan) en 1578 y despus en el
Escorial en 1590. Pronto encargado del taller de Bordadura, cuenta
con "asalariados cuatro oficiales ordinarios en aquella oficina";
es moderador de liturgia y corrector del canto, orientando tambin
como experto la ordenacin del culto divino en el monasterio
dominicano de San Pablo de Valladolid (RODRIGUEZ DIEZ, J.,
"Directorio litrgico del monasterio de San Pablo...", CD, 214
(2001)463-510). "Ms que los oficios a l, autorizaba l a los
oficios" (P.Santos). Reliquiero vitalicio (25 aos) y vicario
durante siete mandatos; no llega a Prior "por no ser letrado", pero
su predicamento hace que sea enterrado en sepultura de Priores
donde el P. Sigenza , de quien hace la Memoria sepulcral y a quien
sucede como memorialista hasta la muerte (MS, I, 237-241; SANTOS,
fr. F., Quarta parte de la Hist. de la Orden de San Gernimo, Madrid
1680, pp. 723-726.
30. 30 Padre Sn Gernimo, como hoy vemos [1630]...; y en los
relicarios hizo caver las reliquias (que no era la menor
dificultad) componiendo en ellos tantos huesos muertos de tal arte,
que parece que se vinieron ellos all nacidos.... De las migajas
compuso ricamente el Camarn, que es enzima de la escalera que baja
a la sacrista. Redxolas todas a nmero sin escapar la ms mnima de su
diligencia; y con nmeros, que en ellas mismas puso (junto con el
nombre del santo, cuya es cada una), se refiere a la entrega que de
ellas se nos hizo; y a los testimonios as antiguos como modernos
con que se nos entregaron. Los cuales no menos bien dispuso,
cerrados y sellados y sobreescrita la suma dellos en cada uno;
haciendo, por otra parte, de sus traslados, junto con el Inventario
de ellas y de los relicarios en que estn; y vidas recopiladas de
los Santos, cuyas son, un gran libro y todo se guarda en el
Camarn110 Esta clasificacin y catalogacin en gran Libro de
"Inventario y Memorial" merece posterior comentario en apartado
propio111 . 4. EL ARTE DEL RELICARIO: Bajo este epgrafe entendemos
relicario en su sentido estricto de vaso o pieza artstica destinada
a conservacin y veneracin de una reliquia, ms que al conjunto de
piezas concentradas formando un reliquiario112 . A partir del siglo
VII con la difusin de las reliquias, promovida por la Iglesia, nace
y se desarrolla la cultura y arte del relicario. Surgen as las
artes menores nobles de orfebrera, eboraria, metalistera,
cristalera, etc., en bronce, oro, plata, marfil, bano, ncar,
azabache; y las menos nobles en hierro, plomo, madera, etc. Se van
multiplicando los relicarios con ocasin del traslado de reliquias
de catacumbas en Roma y en tierras cristianas ante la invasin de
los rabes, especialmente en Espaa, llevndolas a reinos cristianos
del norte. En el siglo IX abundan los relicarios en forma de
cajita, vaso, medalln, ostensorio, arqueta, cpsula, cruz,
crucifijo, incluso sarcfagos y urnas sepulcrales para cuerpos
enteros113 . Este arte menor sigue desarrollndose ms en el bajo
medievo, con ocasin del traslado por los cruzados, de muchas
reliquias de Oriente a Europa, apareciendo relicarios con nuevas
formas gticas de bustos, cabezas, brazos, manos, piernas, pies,
fanales, templetes apiramidados, etc., en consonancia con el tipo y
forma de la reliquia que porta, incluso en forma de dpticos y
trpticos y retablillos. El siglo XVI es una tercera y ltima etapa
de florecimiento de relicarios con predominio de formas
renacentistas y barrocas. Al redescubrirse las catacumbas romanas
en 1578 por Antonio Bossio114 y como reaccin a la negativa cultual
de las reliquias por la reforma protestante, surgen las
capillas-relicario, de las que Felipe II es fervoroso protector115
. 5. RELICARIOS ESCURIALENSES: Los pocos relicarios recibidos de
Europa y los ms de nueva fabricacin pueden clasificarse en tres
categoras, segn su material y arte: oro 110 MS, I, 238. Creemos que
la necrologa sepulcral de fr. Bartolom es del P. Santos. Vase texto
complementario (infra, Introd., n. 155). Este texto sepulcral se
complementa con otro (infra, Introd., n. 154). 111 Infra, Introd.,
V, Inventarios histricos, 1. 112 Supra, texto de n. 75. 113
DUCHESNE, L., L`Eglise au Sixime Sicle, Paris 1925; GIRAUD, J., "Le
commerce des reliques au commencement du IX sicle", en Melanges
d`archologie, 12 (1892)73-96. 114 Roma sotterranea, Roma 1632; DE
ROSSI, I.B., La Roma sotterranea cristiana, Roma 1864; KIRSCH, G.,
Le Catacombe Romane, Roma 1933; KIRSCHBAUM, pp. 108-121; supra. n.
4. 115 RODRIGUEZ GLZ de CEBALLOS, A., "Relicario", en DHEE, III,
2071-2073; LAINEZ ALCALA, R., Antigua orfebrera espaola, Madrid
1941.
31. 31 y plata, bronce y cobre, madera y tela; porque la mayora
de las piezas son de plata, bronce o cobre. As resume Carmen
Garca-Fras en 1995: Muchas de las reliquias se guardaban en
magnficos relicarios dericos materiales y piedras preciosas, que
desaparecieron durante la francesada; otras en sencillos relicarios
en bronce o cobre sobredorado, de tipo arquitectnico, como
templetes, pirmides, urnas y de tipo farol, que repiten la lnea
clasicista del edificio escurialense; otras en simples cajas de
madera, concha o lacre de las Indias, adornadas con remaches de
plata, o tambin de marfil...; otras se montaban en pequeos cuadros
de tafetn o brocado con sus cartelas respectivas, engastadas en
bordados de seda, oro, aljfar y fina pedrera116 . Espigando datos
de Inventarios histricos, ya en 1922, el P. Julin Zarco haba
abundado en las diversas hechuras arquitectnicas y geomtricas de
los Vasos en forma de cpulas, fanales, templetes, cajas, arquetas,
pirmides, bustos, brazos, etc.117 . Y reiterando las formas de
Zarco, la entonces Conservadora artstica del Escorial, Matilde Lpez
Serrano, aada en 1963, que son "la mayor parte [de los relicarios]
en bronce dorado labrados en Sevilla en poca de Felipe III"118 .
Formas geomtricas de cierta "tendencia cubista", dir Fernando Martn
en 1982119 . Y en definitiva, en connivencia con los ltimos
coletazos renacentistas de diversas tendencias manieristas
figurativas, italianas o germanas, pululantes por la Espaa del
gtico-plateresco, "gran mayora [de relicarios escurialenses] -aade
el mismo autor- se vieron transformados por expreso deseo del
monarca para su mayor sensacin de homogeneidad en el conjunto"120 .
Por ello, todo es "estilo Felipe II"(Charles Oman). Despus de esta
descripcin genrica, pasamos a cuantificar piezas o relicarios segn
sus capillas. Y dado que, a lo largo del siglo XVII se incrementan
reliquias y relicarios, para mayor perfeccin y menor reiteracin de
cuadros similares, avanzamos aqu datos globales, que se
pormenorizan en el cuadro grfico del siglo XVIII121 . En el altar
de la Anunciacin, sumando las siete gradas con sus 92 asientos de
reliquias, en parte anterior y posterior, se contabilizan 147
relicarios (Memoria... ff. 1-31). En el altar de San Jernimo,
tambin con siete gradas y 96 asientos, suman 162 relicarios (ff.33-
70). Y aadiendo 105 + 105 relicarios ms, contenidos en las capillas
altas de ambos altares, en sus cinco nichos o estantes de sendos
balconajes (ff. 76-85 y 87-97), el Reliquiario total de la Baslica
escurialense, en 1724, asciende a 519 piezas o relicarios. A ello
hay que sumar nuevos relicarios del Camarn (hoy son apenas 55 y de
escaso valor artstico), ubicados en altar y retablo (ff.128-154),
pilastras y entrepaos (ff. 155-171), testero de la ventana (ff.
172- 178) y hueso de enfrente de la puerta (ff. 179-195). Al estar
el Camarn cerrado al pblico devoto, obviamente los relicarios son
ms pobres y menos artsticos, en consonancia con reliquias menores,
pequeas y varias, que son las que ms abundan. En estas cinco
capillas-relicario se custodian y protegen las reliquias que
conforman el gran Relicario del Escorial. 116 "El Camarn...", p.
148. 117 El Monasterio de San Lorenzo..., pp. 35-37. 118 El
Escorial y las Casitas del Prncipe y del Infante, Madrid 1963, p.
10. Esta Gua sigue de cerca la de Zarco. 119 "Relicarios y piezas
de Altar en la baslica del Monasterio del Escorial", en Reales
Sitios, n. 82 (1984)34. 120 "El arte de la platera en el Monasterio
de El Escorial", en Iglesia y Monarqua: la liturgia, Madrid 1986,
pp. 83 y 81. 121 Memoria de las Reliquias y Relicarios... (infra,
Introd., V, Inventarios histricos, 2).
32. 32 6. ORFEBRES Y PLATEROS ESCURIALENSES: Sin entrar en
distingos acadmicos entre orfebres y plateros en este arte menor,
importa saber que entre 1569 y 1599, sobre algunos dibujos de
Fabricio Castelo y Juan Gmez, Felipe II encarga relicarios y piezas
de altar al famoso orfebre Juan de Arfe y Villafae122 y a otros
artfices menos conocidos en un total de 831 piezas, la mayora en
bronce dorado, a entregar 409 relicarios hasta 1598123 .
Concretando ms, en 1597, Arfe tena contrato de hacer 44 (26 santos
y 18 santas); y dice el orfebre en 1598 que est trabajando sobre 80
bustos-relicario, que entregar al Monasterio en marzo de 1599. Dado
que Arfe muere el 1 de abril de 1603, habr tenido participacin
pstuma en los 44 bustos-relicario entregados en 1605?. Fernando A.
Martn, sin hablar de la muerte del artista, estima que dichos 44
bustos son los contratados en 1597124 . En todo caso, los restantes
hasta 80, aunque estilsticamente salidos del mismo o similar
obrador seran de colaboradores annimos o "casi desconocidos" por la
escasez de documentacin. Cabe citar a los plateros, Francisco
Reinalte, Juan lvarez de Reinalte, Martn Prado e Hinojar y Jacques
Maynar de Flandes. Otros seran plateros de la Real Casa, como
Antonio Buitrago, Andrs de Lecanda, Luis de Morales, Juan Rodrguez
de Babia, Roque Prez, etc.; y doradores, como Juan de Cervera y
Francisco de Viana125 . Recapitulando, antes de 1598 en el
Reliquiario escurialense haba 13 bustos-relicario de distintos
orgenes, fechas y partidas entregadas desde 1571 a 1593, ms 22 de
1597; por lo que se deduce que estos primeros bustos no proceden de
Arfe. En suma, viene a concluir el citado Fernando Martn que de los
80 bustos-relicario existentes, Arfe -firmante en muy pocos- hara
66; y los restantes seran de otros orfebres o plateros sevillanos,
espaoles y extranjeros126 . V Inventarios histricos Entre varios
inventarios histricos sobre el Monasterio durante los cuatro siglos
pasados, resaltamos el que estimamos ms representativo y a una
cierta equidistancia en cada siglo, a efecto de reliquias y
relicarios, dejando otros ms secundarios en mera cita. Aadimos
tambin datos del inventario digitalizado, actualmente vigente, al
cerrarse el siglo XX. 1. INVENTARIO Y MEMORIAL (s. XVII): Entre
1599 y 1605127 , el reliquiero fr. Martn de Villanueva128 con la
ayuda acaso del aun candidato a reliquiero, fr. Bartolom de 122
Juan de Arfe (Len 1535-Madrid 1603), que se autodefine como
"escultor de oro y plata", es artfice de las custodias de las
catedrales de Avila, Sevilla, Burgos y Valladolid. Antonio, su
padre, haba sido el platero de la custodia de Compostela; y su
abuelo, Enrique, de las de Len (hoy perdida), crdoba y Toledo.
Entre otros escritos, Juan es autor de De varia commesuracin para
la escultura y architectura, Sevilla 1585 (facsmil, 1974); CAMPOS,
J. (ed.), La Escultura en el Monasterio del Escorial, Real
Monasterio 1994, pp. 54-55). 123 MARTN, F.A., "Relicarios y piezas
de altar...", pp. 29-36. 124 ID.,"El arte de la platera...", p. 90.
Con estas cronologas y cantidades y estilos "Felipe II", es
inexacta la afirmacin de Matilde L. Serrano al escribir "la mayor
parte...en tiempos de Felipe III" (supra, n. 118). 125 ID., "El
arte de la platera...", pp. 83-84; ZARCO, J., El Monasterio... (ed.
1922), pp. 186-191. Zarco entre 164 artfices, cita algunos de estos
plateros y doradores. 126 "Relicarios...", pp. 35-36; "El arte de
la platera...", pp. 83 y 90. Estos dos artculos del mismo autor se
complementan y se ilustran: el primero, junto a cinco objetos de
altar, presenta once relicarios en color (pp. 29-36), que se
incrementan en el segundo con quince nuevos ms (la mayora, bustos)
y descripcin de ficha tcnica (pp. 176-187), a modo de catlogo,
adems de otros 23 objetos de altar (pp.157-186). 127 Esta datacin
obedece a que en un proyecto