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Sin duda alguna, cuando piensas en el madroño, en
seguida se viene a la cabeza la imagen de este
árbol y del oso que podemos ver en la Puerta del
Sol de la capital española.
Y es que si pensamos en algún árbol que represente
a la ciudad de Madrid, sin duda alguna pensamos en
este, que ya forma parte de su historia. En las
siguientes diapositivas iremos descubriendo
diferentes curiosidades y datos a tener en cuenta
sobre esta planta.
Este árbol, o mejor dicho, arbusto, conocido
científicamente como arbutus unedo, es
comúnmente conocido también como madroñero o
árbol de las fresas,
Sus orígenes provienen de la zona mediterránea, de
la familia de las erináceas, y entre sus
características más comunes podemos encontrar
múltiples relacionadas con sus hojas, flores, estilo y
altura.
Sus hojas tienen una forma ovalada con los
extremos dentados y ligeramente tornados en color
rojo. Pero el color esencial es un verde brillante por
ambas caras, hoja que se mantiene en el mismo
durante todo el año, por lo que estamos ante un
arbusto de hoja perenne.
Haciendo referencia a sus flores, estas tienen varias
tonalidades que van desde colores rosados hasta el
blanco, de forma acampanada, son muy pequeñas y
bastante atractivas que crecen en ramilletes.
Sus hojas tienen una forma ovalada con los
extremos dentados y ligeramente tornados en color
rojo. Pero el color esencial es un verde brillante por
ambas caras, hoja que se mantiene en el mismo
durante todo el año, por lo que estamos ante un
arbusto de hoja perenne.
Haciendo referencia a sus flores, estas tienen varias
tonalidades que van desde colores rosados hasta el
blanco, de forma acampanada, son muy pequeñas y
bastante atractivas que crecen en ramilletes.
El estilo de presentación de su tallo es en forma de
tronco con una corteza escamada, y como es de
talle bajo, es considerad, como comentábamos con
anterioridad, un arbolillo o arbusto de hoja y
condición perenne.
En cuanto a la altura alcanzada, puede variar
bastante entre plantas, pero oscilará entre 2 y 3
metros.
Por último sus frutos son comestibles, pero el sabor
que aportan es un tanto desagradable, a parte su
ingestión en grandes cantidades puede provocar
estado narcóticos e irritaciones en el aparato
digestivo.
Haciendo referencia a los cuidados necesarios,
estos no son muy dispares frente a otros arbustos
del mismo estilo, necesitan de abono en
frecuencia, riego frecuente en los comienzos y más
distendido en cuanto va creciendo, necesidad de
luz permanente, a pleno sol en temperaturas ni
muy altas ni muy bajas, por lo que se debe proteger
frente a heladas y temperaturas abrasivas; por
último, mencionar que su poda es una tarea
compleja y que es una planta que no asimila muy
bien los trasplantes.
Esta arbusto de curiosas flores típico de Madrid,
puede criarse en el domicilio, siempre y cuando
tengamos en cuenta toda serie de consejos
relacionados con su correcto cuidado, riego, y
demás tareas relacionadas con el mismo. Como
puede llegar a adquirir una altura importante, es
más que recomendable trasplantarlo cuando se
observe que está lo suficientemente fuerte como
para soportar este proceso a un lugar en el que
pueda crecer sin impedimentos.
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