La práctica del Régimen de Consolidación Fiscal. Un estudio empírico en las Pyme del Distrito Federal.
MANCILLA RENDON MA. ENRIQUETA UNIVERSIDAD LA SALLE
Resumen.
La Ley del Impuesto Sobre la Renta establece desde hace más de una década el
régimen de la consolidación fiscal y es un régimen que permite el diferimiento del pago
del impuesto, en este sentido, provee financiamiento. El objeto de estudio de este
trabajo es comprender el escenario fiscal en el que se desenvuelven los grupos
empresariales en México, particularmente la pequeña y mediana empresa, en un
estudio sobre el régimen de consolidación fiscal por el cual optan algunos grupos de
empresas trasnacionales. Se trata de un estudio transeccional exploratorio con un
alcance descriptivo, no experimental, cuyo resultado muestra el escaso
aprovechamiento de los grupos de pequeñas y medianas empresas sobre el beneficio
que establece el régimen de consolidación fiscal.
Palabras claves.
Pyme, Régimen de Consolidación Fiscal, Financiamiento.
La práctica del Régimen de Consolidación Fiscal. Un estudio empírico en las Pyme del Distrito Federal.
1. Introducción.
La actividad económica mundial ha propiciado que las empresas se organicen como
estructuras corporativas para el desarrollo de las actividades comerciales. En el
contexto de la globalización, las regulaciones y la forma de hacer negocios han llevado
a las empresas a “constituir varias personas morales con objetivos individuales
concretos” (Fernández, s/a), puntualizando intereses económicos comunes.
El grupo económico que ha alcanzado propósitos de acuerdo con la dinámica
económica mundial es el de los grupos de empresas de gran capital. La economía
mundial se lleva a cabo por grupos de empresas, particularmente empresas
trasnacionales que tienen actividades comerciales en diferentes países. El objeto de
estudio de este trabajo es comprender el escenario fiscal en el que se desenvuelven los
grupos empresariales en México, particularmente la pequeña y mediana empresa, en
un estudio comparativo sobre el régimen de consolidación fiscal por el cual optan
algunas empresas trasnacionales.
El hallazgo del estudio fue conocer que la pequeña empresa tiene un gran
desconocimiento del tema y son empresas únicas de capital privado mexicano. Aunque
existe un número importante de medianas empresas que son únicas, existe otro
número de mayor representatividad en que el propietario del negocio esta organizado
en grupos de empresas, con la salvedad de ser capital extranjero; suelen ser medianas
empresas filiales de empresas trasnacionales que si consolidan fiscalmente.
1.1 El problema de estudio.
La pequeña y mediana empresa (Pyme) es un grupo de empresas que tiene una
representatividad en la actividad económica del país debido a que emplea a un número
importante de trabajadores y hay un número importante de entidades económicas que
están clasificadas como tal. Este grupo de empresas necesita ser competitiva, y para
lograrlo, demanda recursos financieros, tecnológicos, bienes de capital, entre otros, y
la factibilidad de contar con estos recursos, es escasa y costosa; si la estructura
financiera fuera favorable para las Pyme, esta situación le permitiría o la puede volver
más competitiva en el mercado, aumentar su productividad y generar más empleos,
además de capitalizar sus bienes para con ello beneficiar su desarrollo interno.
La economía mexicana en las últimas tres décadas no ha generado el crecimiento
económico, así como los empleos que el país necesita para consolidar un desarrollo
económico estable. De acuerdo con González 2006, citado por Mancilla (2011), en
México cuesta en promedio 16 mil pesos crear un empleo. El importe se determina por
el financiamiento que se otorga Pyme y el número de empleos creados. La división de
los recursos entre los empleos generados, determina el costo del nuevo empleo (p.18).
La actividad de la Pyme en el crecimiento y desarrollo económico en México, en un
modelo económico globalizado, demanda un sistema de financiamiento que fomente la
empleos y la inversión al interior de la Pyme, para que éstas puedan capitalizar sus
recursos financieros, materiales y humanos en infraestructura, tecnología, y mercado
para ser competitivas y de esta manera frente a un mercado globalizado.
Karen Watkins, Jaap Spronk y Lucía Félix (2004) comentan que la mala condición de
los negocios y la incertidumbre que existe en el sistema financiero, impulsan a los
inversionistas a sacar sus fondos de estas instituciones y a los bancos a ofrecer menos
créditos. La cantidad de intermediación financiera realizada por éstos disminuye y el
mercado se vuelve incapaz de canalizar los fondos eficientemente (p.120-124). Mancilla
(2011) en relación a este escenario, menciona que “la economía mexicana no cuenta
con financiamiento interno favorable para impulsar la dinámica económica nacional […]
Tampoco se dispone de un sistema bancario que pueda expandir créditos de manera
que éstos fomenten la inversión” en la Pyme (p. 21).
Del total nacional de las entidades económicas censadas en 2009, se encuentran en el
Distrito Federal 414,335 unidades económicas que emplearon a 4,141,735 personas. A
nivel nacional representa el 8.05% y 14.94% respectivamente, las cuales concentran
actividades del sector manufactura, comercio y servicios, porcentuales que incluyen
empresas de tamaño micro, pequeñas, medianas y grandes. Sin embargo, los censos
económicos del quinquenio de 1998 a 2003, reporta datos diferentes; el enfoque del
nuevo modelo económico neoliberal, y las crisis económicas y financieras, dejan ver
que muchas pyme desaparecieron y de acuerdo a Sánchez (2006), la disminución de la
Pyme fue de 1.5 y 0.5 puntos porcentuales, respectivamente (p. 24).
La disminución del número de establecimientos repercutió en el empleo generado y
esta disminución no fue homogénea, pues mientras que las unidades económicas en el
sector manufacturero cayeron 4.5%, el personal ocupado sólo disminuyó 0.8% en el
efecto neto. La reducción de las unidades económicas se presentó en los micro,
pequeños y medianos establecimientos; los trabajos de Sánchez (2006) muestran que
la caída porcentual en las empresas pequeñas y medianas fue más importante, con
13.1% y 12.1%, respectivamente. En cambio, las grandes empresas aumentaron 0.6 %.
Un comportamiento similar se dio en el personal ocupado total, las pequeñas empresas
disminuyeron 13.6% y las medianas 11.6%; en tanto que las empresas grandes en
México, en este mismo periodo, crecieron 7.4% (p. 23).
Las razones de la disminución de la Pyme no se conocen con certeza, y esta baja en
los indicadores probablemente pueda obedecer a factores como altos costos, cargas
fiscales, escasas fuentes financiamiento, y crisis económicas. Estos factores menguan
la posibilidad de la Pyme para insertarse en la actividad económica del modelo
económico neoliberal. No obstante, es importante mencionar la declaración que hizo
recientemente Enrique Dussel Peters (2011), investigador de la Universidad Nacional
Autónoma de México, en donde “asegura que no hay estudios serios que indiquen con
precisión los años que permanece en el mercado una Mipyme”, menos aun, las razones
que expliquen el por que se aminore las unidades económicas.
A partir de una década, como en el presente, el gobierno federal otorga apoyos
económicos a la Pyme a través de la Secretaría de Economía. La Secretaria dirige los
recursos a la Subsecretaría para la Pequeña y Mediana Empresa, en el Fondo de
Apoyo para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa; los beneficiarios Pyme pueden
obtener estos recursos a través de los organismos intermedios. Estos organismos
pueden ser una asociación o sociedad civil o una sociedad anónima de capital variable;
una cámara nacional o delegación de una cámara; el ayuntamiento (municipio); un
organismo público descentralizado; un sindicato patronal; un fideicomiso; o una
secretaria del gobierno estatal; los recursos económicos son federales y los
intermediarios financieros son los que firman el convenio con la Secretaría de
Economía para dirigirlos a los pequeños y medianos empresarios.
Es importante subrayar que los recursos que el gobierno federal ha destinado al fondo
pyme crecieron 260% en un periodo de nueve años (Cuadro No. 1). Por otra parte, de
acuerdo con la información que la Secretaria de Economía publica, en este mismo
periodo se perdieron 14.6 veces empleos que se generaban en 2004 y que al ejercicio
fiscal 2012 solamente se conservan 197,315. Si comentamos sobre el punto de las
empresas a atender, también se comprende que hubo una caída de beneficiarios Pyme.
Mancilla (2011) destaca que el importe de recursos federales es valioso, sin embargo
es importante subrayar que “el número de proyectos y las partidas asignadas a los
apoyos otorgados por el Fondo Pyme […] versa categorías y en función a ello, se
asigna la partida destinada” (p. 92), por lo que no todo el recurso que se asigna al fondo
para la Pyme es para obtener financiamiento en maquinaria, tecnología, innovación y
desarrollo, sino en la mayoría de los casos, son recursos que se otorgan para
consultoría y capacitación, que aplicado son gastos corrientes y no inversión.
Para el ejercicio 2012, las categorías fueron determinadas con base en los siguientes
criterios:
I. Categoría: Nuevos emprendedores e incubadoras de empresas (capacitación y
consultoría).
II. Categoría: Microempresas y franquicias (capacitación y consultoría).
III. Categoría: Pequeñas y medianas empresas (capacitación y consultoría).
IV. Categoría: Empresas gacela (apoyos destinados a la innovación y desarrollo
tecnológico).
V. Categoría: Empresas tractoras (apoyos destinados al fortalecimiento institucional
de organismos intermedios y centros de operaciones de las pyme).
VI. Categoría: Realización de eventos pyme y otras actividades e instrumentos de
promoción (apoyos destinados a las actividades de promoción y realización de
eventos Pyme).
Actualmente, las Pyme que continúan en el mercado mexicano han hecho logros
importantes para permanecer activas en las últimas dos décadas, y para
salvaguardarse de las crisis económicas, los empresarios se han enfrentado a financiar
sus empresas con recursos propios, y con la devastación económica que se ha
experimentado, se han perdido empleos; en el mejor de los casos, los recursos
financieros y materiales de otras empresas se han deteriorado. Este es un efecto
económico que a la Pyme le ha tocado experimentar, y con las condiciones económicas
del país, la escasa posibilidad de financiamientos accesibles, la recuperación y
posicionamiento de la Pyme parece lejana.
Por otro lado, ¿qué sucede en materia de financiamiento que los grupos de empresas
trasnacionales parece tener recursos financieros? ¿Debido a qué el grupo de las
A Atender A Crear a Conservar a Generar 2004 707 349,607 6,560 2,882,394 107,359 1,154,767,860 2005 757 130,281 8,645 609,985 31,180 1,818,827,592 2006 993 166,633 7,976 773,925 29,099 3,109,668,078 2007 557 194,531 5,884 452,057 29,792 3,196,301,710 2008 288 105,084 8,887 130,798 36,958 4,733,515,707 2009 390 79,921 7,361 89,650 38,739 3,337,686,726 2010 480 98,008 9,320 83,980 38,880 3,508,785,650 2011 573 91,209 10,689 110,066 43,273 3,488,693,515 2012 691 163,710 10,767 197,315 40,507 3,905,527,929
Fuente: Secretaría de Economía. Fondo Pyme. Resumen 2004-2012.
Empresas Empleos Apoyo Fondo PYME ($)
Cuadro No. 1 Apoyos del Fondo PYME por ejercicio
Proyectos Ejercicio
empresas trasnacionales reflejan un crecimiento en las entidades económicas? ¿Cuál
es la estructura corporativa, financiera y fiscal que poseen la las empresas
trasnacionales que las coadyuva para continuar su permanencia en el mercado?
2. Revisión del marco legal.
De acuerdo con González (2007), la consolidación fiscal es un régimen aplicable a
grupos de empresas con intereses económicos a fines, en el que el impuesto
consolidado deberá resultar equivalente al que le hubiera correspondido a dicho grupo
de empresas de haberse constituido como una sola compañía (p.1-6).
Nieto y Curiel afirman que el régimen de la consolidación es generoso pues favorece la
“eficiencia en su organización y administración” (p. 5), debido a la división de líneas de
negocio en el grupo, así como la administración de riesgos y el acceso a los
financiamientos. El régimen de consolidación fiscal consiste en la posibilidad de que un
grupo de empresas presente conjuntamente sus resultados fiscales para optimizar el
pago de los impuestos.
La consolidación fiscal es un régimen opcional de tributación que establece la Ley del
Impuesto Sobre la Renta (ISR), cuya bondad permite a una entidad económica llamada
controladora, constituida por dos o más empresas llamadas controladas o subsidiarias,
determinar un solo resultado fiscal sobre el cual se aplica la tasa impositiva del ISR
para determinar el impuesto consolidado (Arizmendi 2013), es decir, un solo impuesto
por el grupo. La controladora es la que se encarga de enterar en una sola declaración
fiscal los resultados obtenidos por las controladas. La empresa controladora debe tener
una participación accionaria en las subsidiarias superior al 50%. Al respecto Puente
(2011) afirma que “bajo el esquema de consolidación fiscal de nuestro país, el grupo de
empresas consolidado es considerado, para propósitos fiscales, como una sola unidad,
[…] permitiendo compensar las pérdidas fiscales de ejercicios corrientes contra
utilidades fiscales de ejercicios corrientes correspondientes a las empresas del mismo
grupo” (p. 69).
El Servicio de Administración Tributaria, entre los contribuyentes que son de su
competencia, son aquellos grupos que consolidan, es decir, los contribuyentes que
conforman un grupo de empresas con la finalidad de determinar el ISR a los resultados
del grupo en lugar de hacerlo por cada una de las empresas. Esta situación genera un
beneficio en los flujos de efectivo del grupo, derivado de la disminución de las pérdidas
fiscales de las empresas contra las utilidades fiscales obtenidas por otras sociedades
que pertenecen a éste. La Ley establece el pago diferido del impuesto hasta el
momento en que se desconsolide el grupo, se desincorpore alguna de las empresas, o
bien, se generaren utilidades, y de acuerdo a la reforma fiscal de 2010, “se limitó a
cinco ejercicios el diferimiento del pago del ISR, tiempo que se consideró suficiente
para la recuperación financiera de las empresas con pérdidas” (ASF, 2011, p.2). Hasta
antes de la reforma, no había límite de tiempo.
Las pequeñas y medianas empresas en materia fiscal tienen distintas formas de tributar
ante la hacienda pública, y pueden ser bajo el régimen de las personas físicas llamados
Régimen de Pequeño Contribuyente (REPECO), Régimen Intermedio, Régimen con
Actividad Empresarial, o en el Régimen General de Ley para las personas morales. Los
dos primeros regímenes fiscales tienen facilidades administrativas para el cumplimiento
de las obligaciones fiscales y montos de ingresos anuales establecidos en Ley que no
pueden exceder. Una Pyme que desee tributar en cualquiera de los dos últimos
régimen fiscales, deberá cumplir con todas las obligaciones establecidas en Ley y
reglamentos administrativos.
Los grupos de empresas trasnacionales en términos generales, con independencia a la
forma jurídica en que fueron constituidas, son personas morales que tributan en el
Régimen General de Ley. Como lo expone Arizmendi (2013), para los grupos de
empresas Pyme y los grupos de empresa trasnacionales, el régimen de consolidación
fiscal es opcional, cuya bondad permite determinar un solo resultado fiscal para
determinar el impuesto consolidado y diferir el pago del impuesto.
La experiencia internacional de Reyes y Hernández (2013) es que “la consolidación
fiscal es un régimen sofisticado de tributación” (p. 75) y se aplica en países
desarrollados y países emergentes, incluido México. En países como Alemania,
Australia, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Países Bajos, y Reino Unido
se encuentran empresas que desarrollan la práctica de consolidar fiscalmente. Los
aspectos básicos para aplicar el régimen son muy parecidos y en la generalidad, la
posesión accionaria y la residencia son atributos homólogos para las leyes que
determinan la base de tributación en los países mencionados; en este tenor, los
Estados Unidos y el Reino Unido tienen algunas excepciones.
Derivado de lo anterior surge la siguiente pregunta de investigación ¿de qué manera el
régimen de consolidación fiscal se puede convertir en una fuente de financiamiento
para la Pyme? ¿Los grupos de empresas pequeñas y medianas que apliquen el
régimen de consolidación fiscal fomentan el financiamiento y desarrollo interno?
Por ello, el objetivo de la investigación es contrastar el régimen fiscal que tienen la
pequeña y mediana empresa con el régimen fiscal que toman como opción los grupos
de empresas trasnacionales, además de exponer la manera en que el régimen de
consolidación fiscal se puede convertir en una fuente de financiamiento que fomente el
desarrollo interno de la Pyme.
3. Metodología.
El diseño de la investigación es de carácter cualitativo, tipo no experimental, de corte
transversal y tiene por objeto analizar cuál es la presencia sobre el conocimiento y
aplicación del régimen de consolidación fiscal que establece la legislación, en empresas
Pequeñas y Medianas (Pyme), y evaluar ésta variable con el tamaño de la empresa,
estudiándose el fenómeno como lo describe Hernández (2006) “tal y como se dan en su
contexto natural” (p. 267), observando y analizando las situaciones ya existentes. El
objetivo es conocer si los empresarios aplican el beneficio del financiamiento del
régimen de consolidación fiscal.
Debido al poco conocimiento del tema del régimen de consolidación fiscal, y por
tratarse de un tópico altamente especializado, el estudio es un diseño transeccional
exploratorio, Hernández (2006) lo llama “inmersión inicial en el campo” (p. 272), con un
alcance descriptivo, que muestra el desconocimiento que prevalece en los socios o
directores de la Pyme del Distrito Federal en materia del régimen de consolidación
fiscal. En el estudio se establecieron las variables de régimen de consolidación fiscal,
tamaño de empresa, régimen fiscal que tributan ante hacienda, ingresos fiscales,
antigüedad en el mercado, sector económico al que pertenece la Pyme, y número de
empleados. El tratamiento de las variables se sigue con el enfoque de Hernández
(2006) y de acuerdo a la perspectiva cualitativa del autor “se describen las variables o
los conceptos, en términos de […] categorías” las cuales se tratan individualmente. El
estudio concluye con la intención de comprender como las empresas Pyme aplican el
régimen de consolidación y el aprovechamiento del diferimiento del impuesto a pagar.
Se empleó como instrumento la entrevista estructurada que se aplicó a los propietarios,
directivos, o gerentes de la Pyme del Distrito Federal, a los cuales se les explicó el
propósito del estudio y de la entrevista. Se utilizó como herramienta para la recolección
de datos la computadora personal. El instrumento fue desarrollado tomando en cuenta
otros cuestionarios que fueron utilizados en investigaciones fiscales. Además se
utilizaron otros métodos cualitativos para la recolección de datos como la revisión de la
literatura sobre las variables que se estudian, se consultó a expertos en el tópico de la
consolidación fiscal, y de desarrollo un taller de consolidación fiscal en sesiones de
profundidad para el dominio del tópico. Se aportó la evidencia relacionada con el
contenido, con el criterio y con el constructo, lo que da la validez y confiabilidad del
instrumento. El propósito de la recolección de datos no fue para medir variables para
llevar a cabo análisis estadístico; el tipo de observación que se aplicó fue no
participante (externo), ya que el rol es fungir como evaluador y observador. Finalmente
se realizó una prueba piloto para elaborar la versión final de la entrevista.
3.1 Población y muestra.
La población de estudio esta ubicada en la Cd. de México, Distrito Federal; la unidad de
análisis (muestra) esta conformada por ciento cuarenta empresas pequeñas y
medianas. No se consideró la micro empresa debido a que existe un gran número de
microempresas que son autoempleo. La selección de la muestra fue de tipo no
probabilístico, cualitativa, conformada por grupos de empresas pequeñas y medianas
del Distrito Federal, sujetos voluntarios sobre las cuales se recolectaron datos, y
conforme a Hernández (2006) “sin que necesariamente sea representativo del universo
o población que se estudia” (p. 302). La muestra está conformada por ciento cuarenta
Pyme que comparten atributos específicos como lo clasifica la Ley para el Desarrollo de
la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana, en materia de actividad económica,
número de personas que emplea, y sector económico. Se considera también el régimen
fiscal que establece la Ley y las fuentes de financiamiento que tienen como alternativas,
a este grupo de empresas fueron a las que se les aplicó el instrumento de investigación
para la recolección de datos.
El grupo de Pyme que se estudió desarrolla sus actividades en el sector económico de
manufactura, comercio y servicios. El estudio se encuentra acotado geográficamente,
ya que las empresas que se estudian están ubicadas en el Distrito Federal.
4. Resultados.
La entrevista fue aplicada a las empresas y se tomo como base la estratificación que
establece la Ley para el Desarrollo de la Competitividad de la Micro, Pequeña y
Mediana Empresa. De la unidad de análisis la Pequeña empresa es el 49% y emplea al
11% del personal ocupado, correspondiendo el 40% en el sector comercio y 60% en el
sector servicios. De acuerdo a la Ley, la estratificación del número de trabajadores para
ambos sectores corresponde de once a cincuenta. La Mediana empresa representa el
24% y emplea al 89% del personal ocupado, correspondiendo al sector comercio el
8%, para el sector servicios el 4% y el 89% para la industria. Destaca en este análisis
que la pequeña empresa de la muestra estudiada del Distrito Federal no tiene industria
manufacturera.
Cuadro No. 2
Relación de tamaño de empresa con respecto
a las unidades económicas y el personal ocupado. Año 2012.
(Porcentaje)
Tamaño Unidades Económicas Personal ocupado
Porcentaje Número Porcentaje Número
Pequeña empresa 49 % 68 11 % 1,822
Mediana empresa 24 % 33 89 % 14,601 No contesto 28 % 39 0 % 0
Total Muestra 100 % 140 100 % 14,623
FUENTE: Elaboración propia con datos de la Sistema Empresarial y páginas web de las empresas estudiadas.
Fecha de estudio: noviembre de 2012.
La unidad de análisis integró ciento cuarenta Pyme, las cuales emplean catorce mil seis
cientos veintitrés personas. En relación al sector económico al que pertenecen, el
sector manufacturero es el que tiene menos establecimientos, porcentualmente
representa el 10% de la muestra, el sector comercio representa el 27.86% y al sector
servicios corresponde el porcentaje mayor, 34.29% de la Pyme. No se pudo identificar
el sector económico al que pertenecen treinta nueve Pyme debido a que no
respondieron el cuestionario, esta situación representa el 27.86% de la unidad de
análisis.
La Pyme del sector comercio emplea el 11%, el personal ocupado en el sector servicios
corresponde el 10%, y el sector manufactura emplea al 79% de trabajadores (Cuadro
No.3). La importancia de subrayar la participación del personal ocupado en cada uno de
los sectores radica en que prácticamente más de la mitad del personal empleado de la
muestra está colocada en el sector industrial; el grupo de Pyme que se estudiaron están
agrupadas en las siguientes ramas de industriales: aceros, consumibles, abrasivos,
farmacéutica, aeronaves, neumáticos, textil, alimentos, cementos, construcción,
editorial y el procesamiento de la caña de azúcar.
El sector manufacturero mostró solamente el 10% de los de las unidades económicas,
es decir, catorce unidades y estas son empresas de capacidad mediana. Cabe aclarar
que durante el desarrollo del estudio se encontró que empresas medianas conforman
grupos de empresas trasnacionales y en algunos casos cotizan en la Bolsa Mexicana
de Valores, en otros casos, son empresas medianas de capital mixto.
La entrevista muestra que el 99.3% de las empresas pequeñas y medianas tributan en
el régimen general de ley, es decir, son personas morales, por lo tanto, una de las
empresas entrevistadas es unipersonal, como personas física con actividad
empresarial, 0.7%. Todas las Pyme entrevistadas opinan que la hacienda pública no
proporciona facilidades administrativas para el cumplimiento de las obligaciones
fiscales, teniendo claro que las entidades gubernamentales con las que tienen
Empresas / Sector Establecimientos o Porcentaje Trabajadores Porcentaje
No contestaron 39 27.86% 0 0
Comercio 39 27.86% 1,839 11%
Industria 14 10.00% 12,774 79%
Servicio 48 34.29% 1,630 10%
Total 140 100% 16,243 100% FUENTE: Elaboración propia con datos de la Sistema Empresarial y páginas web de las empresas estudiadas. Fecha de estudio: noviembre de 2012.
Cuadro No. 3 Pyme del Distrito Federal
Relación de sector con establecimiento y personal ocupado.
responsabilidad son la Secretaria de Hacienda, el Seguro Social e Infonavit, y la
Secretaria de Finanzas, no obstante que el cien por ciento de las Pyme están obligadas
a dictaminarse por ingresos acumulables.
Cabe mencionar que la unidad de análisis relativa a la mediana empresa tiene
diecisiete grupos de empresas con capital extranjero, y un grupo de empresas con
capital privado mexicano. En cuanto al cálculo y pago de los impuestos todas las Pyme
entrevistadas afirmaron tener un área de contabilidad con uno o varios contadores
internos, los cuales son los que llevan los asuntos contables-fiscales, mismos que
cuentan con los servicios de consultoría. En relación a la pregunta sobre la aplicación
del régimen de consolidación fiscal en sus empresas, solamente dos empresas
medianas de la muestra dijeron conocer el régimen, y además el grupo de empresas al
que pertenecen, optó por el régimen de consolidación fiscal. Al asociar a las empresas
con su controladora se identificó al grupo trasnacional al que pertenecen por ser
empresa pública.
Es de llamar la atención que durante el desarrollo del estudio se ubicó a dos empresas
medianas con capital paraestatal y con participación mayoritaria. Una empresa mediana
opera con recursos propios que genera durante el desarrollo de su operación y
desarrolla actividades de ventas, compra de inventarios, gastos generales, además
cumple con sus obligaciones fiscales. La empresa no recibe subsidios o transferencias
por parte del gobierno, es decir, es autosuficiente en su funcionamiento.
La primera fuente de financiamiento de más del cincuenta por ciento de las empresas
medianas son préstamos intercompañías o factoraje financiero (5.56%), y solamente
dos pequeñas empresas con préstamos bancarios.
De la pregunta ¿Cuántos años tiene su empresa en el mercado? Se observó que el
5.71% de las empresas medianas tienen más de cincuenta años correspondiendo la
más antigua a 88 años en el mercado y es una empresa que forma parte de un grupo
transnacional extranjero. El 24.29% tienen menos de quince años en el mercado,
correspondiendo el 6.34% de la unidad de análisis a grupos trasnacionales globales
extranjeros, y las empresas medianas que se observaron, que consolidan para efectos
fiscales se encuentran en esta clasificación. El 11.43% de las empresas medianas tiene
una antigüedad en el mercado entre treinta y cincuenta años. En este último grupo de
empresas se encuentra un grupo de empresas con capital privado mexicano, y la
empresa paraestatal.
5. Interpretación y análisis de los resultados.
México es un país atractivo para los inversionistas extranjeros y el nuevo el gobierno
federal permitirá las inversiones extranjeras en el sector aeroespacial, automotriz y de
software. Lucas Hopkins (comunicación personal, 28 de enero, 2013) afirmó “en el
marco del Foro Económico Mundial […] que la imagen de país inseguro y violento se ha
disipado entre los inversionistas extranjeros, lo cual es un signo vital para fomentar la
inversión en el país”.
En la actividad económica mundial participan activamente los grupos de empresas con
industria trasnacional. El régimen de consolidación fiscal que se establece en México es
un escenario generoso para la industria extranjera y nacional directa, y esta posibilidad
fiscal brinda un potencial de inversión y de generación de empleo, cuya aplicación
incide en el desarrollo interno del país. Los grupos de empresas, nacionales y
extranjeros, tienen la bondad de optar por el régimen de consolidación fiscal y este
beneficio les permite diferir el pago del impuesto. Al diferir el pago del impuesto, los
grupos de empresas pueden destinar estos recursos para la compra de bienes,
materiales o nuevas inversiones en tecnología, en infraestructura, y de esta manera la
capitalización de los bienes es por autofinanciamiento, siendo el efecto inmediato el
incremento de su producción, la generación de empleo, y un desarrollo interno,
escenarios que generan la acumulación de riqueza. No obstante, el pago del impuesto
deberá realizarse a posteriori.
Es útil comprender lo que el INEGI revela en el censo económico de 2004. El trabajo de
Mancilla (2011) relaciona el total de las entidades económicas con su tamaño; la
microempresa representaba el 95.5%, la pequeña empresa el 3.5% de las entidades
económicas, la mediana empresa el 0.8% y la grande empresa el 0.2% (p.107),
porcentajes que se conservan en el censo de 2009. La evidencia empírica del estudio
muestra que la mediana empresa tiene vínculos jurídicos con diecisiete grupos de
empresas de capital extranjero trasnacionales y con un grupo de capital privado
mexicano trasnacional. Entonces, con base en el estudio se puede inferir que las
medianas empresas de la unidad de análisis estudiadas son parte de la estrategia
comercial de los corporativos de capital extranjero, las cuales poseen capital extranjero,
ya que realmente son pocas empresas medianas que son de capital privado mexicano;
una porción importante del porcentual 0.8% de mediana empresa, esta asociado al
0.2%; habrá que recordar que hasta el sector gobierno, en la unidad de análisis, posee
un par de medianas empresas, son medianas empresas con capital paraestatal.
El estudio muestra que las pequeñas empresas son de capital privado mexicano y
tienen un gran desconocimiento de la bondad del régimen, y en su caso, del nulo
compromiso con la hacienda pública de cumplir con las reglas administrativas que se
establece para optar por el régimen de consolidación, dejando pasar la oportunidad de
diferir un impuesto para autofinanciarse.
El régimen de consolidación fiscal es una bondad que los socios comerciales de la
pequeña empresa y las pocas medianas empresas con capital privado mexicano, deben
estudiar y aplicar en sus organizaciones para obtener autofinanciamiento. Al presente,
las disposiciones fiscales establecen reglas precisas que cumplen los grupos de
empresas que optan por el régimen y que de acuerdo a Reyes y Hernández (2013) “su
continuidad en México es imprescindible para fines de competitividad internacional” (p.
80) y sigue siendo una forma para fomentar la inversión que la Ley establece. Por otro
lado, recientemente el presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios,
Claudio X. González Laporte (comunicación personal, 21 de diciembre, 2012),
“informó que los empresarios […] consideran que es una herramienta que incrementa la
competitividad y genera empleos”. Por ello, el régimen de consolidación fiscal es un
régimen que los legisladores deben de estudiar cuidadosamente para continuar
fomentando el autofinanciamiento y volver al país competitivo en materia tributaria
internacional.
6. Referencias bibliográficas.
Arizmendi, E. (2013). Taller de Consolidación Fiscal. Cuerpo Académico Consolidación Financiera y Fiscal, Facultad de Negocios, Universidad La Salle, inédito. ASF, (2011). Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2009. Auditoria Superior de la Federación. Cámara de Diputados. Dussel, E. (2011 abril 4) Mipymes arrastran problemas estructurales en una década. El Financiero, E., p. 12. Fernández, A., Enríquez, S., Natera, C., (s/a). Análisis al Régimen de Consolidación Fiscal. González, C. [Tax Editores] (2012, 21 de diciembre), Empresarios pedirán al Congreso no eliminar el régimen de consolidación fiscal. González, J. (2007). Consolidación Fiscal. Desincorporación por fusión de sociedades controladas. Fisco Actualidades. 60, 2007. pp 1-6. González G., (2006), Cuesta 16 mil pesos crear una fuente de trabajo. Entorno Laboral, enero de 2006, No. 1353. Hernández, R., Fernández, C., Baptista, P. (2006). Metodología de la Investigación. México: Mc Graw-Hill. Hopkins, L. [Tax Editores] (2013, 28 de enero), México se torna atractivo para los inversionistas: expertos. Labrador, F., Penilla, G. (2006). Consolidación fiscal. México: Instituto Mexicano de Contadores Públicos. Manual de estilo de publicaciones de la American Psychological Association, (2002). 2ª. Ed. Nieto, G., Curiel, L. (Enero-Febrero 2010). Consolidación Fiscal. Actualidad Abogado Corporativo. pp 5-10. Sánchez, M., (2006), PYMES, Mipyme Estratificación 2004, CIPI, INEGI, pág.17-25, México.
Puente, J. (Enero-Junio 2011). Reflexiones acerca del régimen de consolidación fiscal. Finanzas públicas. 5, 2011, 3. pp 67-85. Reyes, G., Hernández, J. (Enero 2013). Consolidación fiscal: Razones para no eliminar el Régimen. Puntos Finos. 2013. pp. 73-80. Watkins, K., Spronk J., Félix L. (2004), Crisis financiera Mexicana, WP 3934. Fecha de aceptación: 20 de octubre de 2004, Economía Mexicana, Nueva Época, Vol. XIV, núm. 1, pág. 120-124, primer semestre de 2005.
7. Legislación
“Acuerdo mediante el cual se dan a conocer las Reglas de Operación del Fondo de Apoyo para la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Fondo PYME) para el ejercicio fiscal 2012.” Diario Oficial de la Federación, México, viernes 23 de diciembre de 2011, Tercera sección, pp. s/pág. “Presupuesto de Egresos de la Federación 2011”, Diario Oficial de la Federación, México, martes 7 de diciembre de 2010, cuarta sección, pp. S/pág., quinta sección, pp. S/pág. “Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”, Diario Oficial de la Federación, México, 5 de febrero de 1917, miércoles 13 de abril de 2011, última reforma, primera sección, pp. 1. “Ley del Impuesto Sobre la Renta 2010”, Diario Oficial de la Federación, México, lunes 7 de diciembre de 2009, segunda sección, pp. 61. “Ley del Impuesto Sobre la Renta 1999”, Diario Oficial de la Federación, México, jueves 31 de diciembre de 1998. Ley para el Desarrollo de la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, Diario Oficial de la Federación, México, lunes 30 de diciembre de 2002, primera sección, pp. S/pág. Última reforma, martes 6 de junio de 2006, primera sección, pp. S/pág.
Top Related