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  • ABC SBADO 1052008 CULTURAyESPECTCULOS 81

    ISAAC RISCO RODRGUEZMADRID. Pocas escritoras re-flejan tanbiencomoella losvai-venes intelectuales del sigloXX espaol. Criada en el senode laburguesamadrilea,poe-tay feministadeprimerahora,Ernestina de Champourcin sevolc al bando republicano porconviccin propia, aunque suspropios compaerosdesconfia-ban amenudo de ella, la seo-rita bien. Poco despus de laGuerra Civil sali rumbo alexilio a Mxico, una experien-ciadedesarraigoque seconvir-ti en una partida doble con suregreso, ms de treinta aosdespus, a unMadrid cambia-do, que no reconoca.Todas es-tas vivencias que tuvieron, endefinitiva, una enorme reper-cusin en su obra potica.

    se es el trasfondo en baseal cual Jaime Siles, catedrti-codeFilologaLatinaen laUni-versidaddeValencia,haproce-dido a la compilacin del volu-men Poesa esencial, que renelos principales trabajos en ver-so de Ernestina de Champour-cin. El libro, publicado por laFundacin Banco Santanderen el marco de su coleccinObra Fundamental abocadaa la labor de recuperar a escri-tores poco conocidos y olvida-dos por el mundo editorial ac-tual, intentareflejaren suse-leccin las fasesms represen-tativas de la agitada vida de lapoeta.Ello,enpalabrasdel pro-pio antlogo, porque la vida deDeChampourcinpuede servis-

    ta como una aventura intelec-tualyunviaje inaudito enel si-glo XX.

    Feminismo ymodernidadLa primera fase de esa obra es-t as marcada por la influen-cia la generacin del 27. Enella, la poeta se incorpora a lavida intelectual madrilea co-mo una mujer moderna a lausanzade los aos 30, segnSi-les, partidaria de las vanguar-dias artsticas y de una litera-tura escrita por mujeres, queno se limitase nicamente aimitar el estilo masculino.sees tambin el motivo centralpor el cual la obra deDeCham-pourcin ha sido redescubiertaen losltimosaosporcorrien-tes feministas.

    En el prlogo, Siles destacatambin la gran sensualidadde la que hace alarde la poesade De Champourcin. El valorde su trabajo se refleja no sloen la seleccinpreviade lapoe-ta enel segundo tomode lacle-bre Antologa de Gerardo Die-go, sino en el reconocimientoque le brindaba elmismo JuanRamn Jimnez, a quien ellaconsideraba sumaestro.

    La etapamsticaDel mismomodo, el prologuis-ta sostiene que la experienciadel exilio fue fundamental pa-rasu lrica.Despusde lamuer-te de sumarido, el tambin es-critor y secretario personal deManuel Azaa, Juan Jos Do-menchina, en el exilio mexica-

    no a comienzos de los aos 50,la poeta se volc primero a lamstica y despus a la religin.Ello explica tambin su ingre-so en elOpusDei, algo inaudi-to para una roja, seal Si-les. Cuando la Historia pare-cehundirse, lonicoque leque-da como asidero es la idea deDios.UnDios a veces pantestay otras veces cristiano.

    Laltima etapa es la que co-rresponde a su vuelta a Espa-a. La poeta escribe en ella so-bre todo haiks espirituales,cargados de recuerdos en unambiente en en el que le es dif-cil reconocerse a s misma.Una poesa que intenta serevocativa y esperanzadoraen su fase final.

    Ernestina deChampourcin, la vozrecuperada de laGeneracin del 27La Fundacin Banco Santander presentayer enMadrid el libro Poesa esencial

    Datos biogrficos

    Origen. Ernestina de Champourcinnaci en Vitoria, en el seno de unafamilia catlica y de ascendenciafrancesa y uruguaya. Se trasladanmuy joven con su familia aMadrid.Actividad poltica. En los aos 30,De Champourcin particip deforma activa en el agitadoambiente poltico, sobre todocon publicaciones en la revistaHora de Espaa.Exilio. La poeta se exili consumarido enMxico despusde la Guerra Civil, dondetrabajaron como traductores delibros.

    Historia universal de la des-truccin de los libros, Hitlerestaba cenando con algunosamigos. Su comentario sobrela iniciativa de Goebbels fuelacnico: Cree en lo que ha-ce, se limit a decir.

    Aquella noche de mayo de1933 culminaba el Gran Incen-dio de la democracia que inau-gur la destruccin delReichs-tagel27de febrerodeaquelmis-mo ao. El 22 de septiembre, laLey deCmarasCulturales po-na bajo la frula del doctorGoebbels la radio, el teatro y laprensa. El 4 de octubre, todoslosperiodistaserandepuradosy pasaban a ser servidores delIII Reich. Cinco aos despus,otro da 10 de noviembre de1938, Hitler solt a las turbaspardas contra los judos en laNochede losCristalesRotos: si-nagogas reducidas a escom-bros, tiendas saqueadas,pinta-das insultantes, ciudadanosapaleados...

    Goebbels convoc a la pren-sa para una de sus siniestrasdeclaraciones solemnes.Eduardo de Guzmn volvi aser testigo de otra fecha aciagade la civilizacin.En el palacioLeopoldo, sede del MinisteriodePropaganda, volvi a encon-trarse con el hombrecillo ner-vioso y fantico. Obligados apermanecer de pie, los perio-distas fueron anotando la ver-sin oficial del genocidio: To-dos los relatos que hayan llega-do a sus odosacercade preten-didas destrucciones de propie-dades judas son una mentirahedionda.No seha tocadoelpe-lo de un solo judo.

    Mientras Goebbels habla-ba, el siniestro rumor de las lu-nas rotas llegaba a los odosdesde la comercial LepzigerStrasse. Los all congregadosno daban crdito a la capaci-dad de desfachatez del minis-tro. Alguien intent un atisbodepregunta... peroelhombreci-llocongabardinahabadesapa-recido. Del Bibliocausto al Ho-locausto. All donde quemanlibros acaban quemando hom-bres. As lo haba escrito, unsiglo antes, el poeta HeinrichHeine.

    ABCUn retrato de Ernestina de Champourcin

    ABC (Madrid) - 10/05/2008, Pgina 97Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproduccin, distribucin, puesta a disposicin, comunicacin pblica y utilizacin, total o parcial, de loscontenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorizacin, incluyendo, en particular, su mera reproduccin y/o puesta a disposicincomo resmenes, reseas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposicin expresa, a salvo del uso de losproductos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.