ESBOZO ESCATOLÓGICO EN LA CARTA DE SANTIAGO
Por Walfre N. García.
El presente artículo aborda el tema a manera de esbozo, sobre la escatología a la luz
de la carta de Santiago. Se desarrolla un principio escatológico sobre el cual se construirá
el desarrollo escatológico en todo el capítulo. El objetivo es presentar en toda la carta los
indicios de la escatología. Para llevar dicho objetivo el capitulo se dividen en dos grandes
secciones, la escatología futura y la escatología presente. Porque “en su integridad, y no
solo un apéndice, el cristianismo es escatología; es esperanza, mirada y orientación hacia
adelante, y es también, por ello mismo, apertura y transformación del presente”.1
Es menester reconocer que la carta de Santiago convergen muchos temas, que
han llevado a una larga y costosa crítica en definir su tema central.2 Pero, con ello no se
desligan los temas teológicos como: Dios, Cristo, la justificación, ética, la perfección y la
ley, la escatología y orientaciones para el trabajo personal.3
Principio Escatológico
En la carta de Santiago versan fórmulas tradicionales para evocar el horizonte
escatológico, se inserta en un discurso de estilo sapiencial y profético. El tema escatológico
principal que encontramos en la carta es el del juicio de Dios.4 Dos aspectos señala
Santiago de este juicio: La misericordia (Stg 2:12-13), que será el criterio último para
valorar la conducta cristiana; el juicio de Dios será un juicio sobre la misericordia; y La
proximidad del mismo (5:7-9), por tanto hay que velar.5
1 Juan José Tamayo, Invitación a la Utopía, estudio histórico para tiempos de crisis (Madrid: Editorial Trotta, 2012), 215-216.
2 Raúl H. Lugo Rodríguez, “Santiago”, Hebreos y cartas católicas: Santiago, 1 y 2 Pedro, Judas, 1, 2 y 3 Juan (Navarra: Editorial Verbo Divino, 2008), 82.
3 Josep-Oriol Tuñí, Xavier Alegre, Escritos jóanicos y cartas católicas (Navarra: Editorial Verbo Divino, 1995), 307- 316.
4 “De Dios hay que esperar la justicia. A él puede apelar al que ha sido víctima de injusticias; ante él la culpa es desenmascarada como culpa. Ésta es una convicción fundamental de la fe en el A.T. Uno comprende que aquí se incluye una esperanza, tan pronto como se sitúa en el lado de los oprimidos, de los desposeídos de sus derechos.” Franz-Josef Nocke, Escatología, trad. Xavier Moll (Barcelona: Editorial Herder, 1984), 83-84.
5 José Rico Pavés, Escatología Cristiana, para comprender que hay tras la muerte (España: Editorial Cuaderna, 2002), 63. Esto es la postura de Moltmann en su libro, La venida de Dios, escatología cristiana (Salamanca: Ediciones Sígueme, 2004).
2 Esbozo escatológico en la carta de Santiago
Por eso, la escatología no se ha de vivir bajo el temor, sino con la gozosa
responsabilidad de que de este presente surge ese futuro, logrado ya por Cristo y que se
realiza con el esfuerzo diario.6
F. de Mier dice:
Lo último es verdad y asequible precisamente porque repercute ya el presente. La escatología no habla solo de esperar, sino de cómo eso absolutamente último lo tengo que vivir ahora, de cómo la última frontera de la vida condiciona mi manera de ir viendo todas las fronteras, de cómo esa trascendencia de Dios que será todo para mí se convierta ahora en una decisión personal a favor de la vida, ese tipo de vida que Él quiere para el mundo…la esperanza eterna es más válida cuando nos sirve para vivir mejor ya aquí.7
Partiendo de esta premisa, la carta de Santiago se ocupa en relación al juicio y sus
repercusiones del presente. Un concepto escatológico de esperanza utópica, que afecta
el presente en una comunidad con sus diversidades, a la cual Santiago remite hacia una
conducta moral, en espera de la Parusía.
En sus indicios, la carta de Santiago permean muchos lenguajes con relación a la
escatología. Santiago presta gran cantidad de sus elementos de la enseñanza moral judía
y griega, donde sus amonestaciones aparecen en un contexto escatológico.8 Ha empezado
el último de la historia (5:8 o[ti h` parousi,a tou/ kuri,ou h;ggiken) y el juez ya está a las
puertas.9 Aquí tiene relación el tema del futuro con el presente, en una misma y única
línea de tiempo.10 A ello se apela a una escatología futura y presente, con sus implicaciones
6 Francisco de Mier, Apuesta por lo eterno, escatología cristiana (Madrid: Editorial San Pablo, 1997), 14. K. Barth dice: “El cristianismo que no sea totalmente y en su integridad escatológica, no tiene nada en absoluto que ver con Cristo”. K. Barth, Der Römerbrief, 1922, 298, en J. José Tamayo, “Escatología Cristiana”, Conceptos fundamentales del cristianismo (Madrid: Editorial Trotta, 1993), 378.
7 de Mier, Apuesta por lo eterno, escatología cristiana, 24-25. Desde Moltmann la escatología ya no versa solo en la doctrina de las cosas últimas, sino en doctrina acerca de la esperanza cristina. La escatología es pues “esperanza, perspectiva y orientación hacia el futuro y, por ello, apertura, crítica y transformación del presente”, en, José Tamayo, “Escatología Cristiana”, Conceptos fundamentales del cristianismo, 379.
8 Douglas J. Moo, Comentario de la epístola de Santiago, trad. Dorcas Gonzáles Bataller (Miami: Editorial Vida, 2009), 51.
9 Josep-Oriol Tuñí, Xavier Alegre, Escritos jóanicos y cartas católicas, 314. Les dirige la misma advertencia que los sinópticos (Mc 13:29 Mt 24:33), José Salguero, “Santiago”, Biblia comentada, texto de la Nácar-Colunga, VII (1965), 15. La referencia aquí es hacia la interpretación “escatológica de mediación”, propuesta por O. Cullmann, en una fórmula que ya se ha hecho clásica, lo “ya realizado” “ya sí” en Jesús y lo “todavía inacabado” “todavía no”. Oscar Cullamann, Cristo y el tiempo (Barcelona: Editorial Estela, 1968) 21; 105-118.
10 Véase para un mayor desarrollo del tema en Jürgen Moltmann, La venida de Dios, escatología cristiana (Salamanca: Ediciones Sígueme, 2004), 27-55. Llamada así, escatología de mediación, propuesta originariamente por Cullmann. Descubre la predicación y actividad de Jesús sobre el reino de Dios una doble vertiente: presente y futuro. Oscar Cullmann, Cristo y el tiempo, 193.
3Esbozo escatológico en la carta de Santiago
según la carta de Santiago.
La escatología como futuro
El auténtico centro y el concepto básico de la escatología, consisten sin duda, en
aquello que se nos ha prometido y que aguardamos como “Reino de Dios” y “domino
divino”.11 Reflexionar sobre Dios, el futuro y la esperanza, demanda una revolución en
la manera de pensar cristiana.12 Así la visión escatológica se refiere a la perfección de
la creación, de la historia humana y del cosmos, y por eso de la comunidad, y mediante
ésta a la perfección del individuo.13 La escatología como futuro, tiende su atención en la
motivación por el futuro, y juicio, que Dios realizará en el futuro a favor de los buenos y
malos.
Motivación
En la carta de Santiago se desarrolla a la luz de la escatología el concepto de
motivación en aquella esperanza futura. (Stg 1:10-11; 2:12-13; 3:1; 5:1-6, 9, 20). Tal
motivación advierte a los creyentes sobre el juicio venidero, a que adopten a la luz de la
motivación, una actitud y conductas adecuadas.14 Ashcraft dice sobre el juicio: “Santiago,
como los profetas del Antiguo Testamento, odiaba la opresión de los pobres por parte de
los ricos. Dijo que el Señor vendrá y que el juez está delante de la puerta”.15 Pero no solo
enmarcado en el juicio final, que muchas veces inculca miedo, más bien, “la venida del
juicio es mirar hacia el cumplimiento total de la esperanza, desde la experiencia de un
mundo impotente para el bien por la debilidad de una justicia humana incierta, muchas
veces corrompida y tiránica”.16
La motivación, parte pues de la promesa venidera, que va ligada al juicio que
los malos tendrán. Esta motivación del juicio significa la “evaluación ético moral de lo
realizado por cada individuo, pendiente sobre él y digna de considerarse en la orientación
de la vida personal (Stg 2:12; 4:12; 5:9, 12 cf. Hech 17:31; Heb 9: 27; 13:4)”.17 Es por ello
11 Jürgen Moltmann, Teología de la esperanza, trad. Diorki Sánchez Pascual (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1969), 282.
12 Jürgen Moltmann, El futuro de la esperanza, trad. Luis Bittini y Ángel García F. (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1973), 102.
13 Michael Schmaus, El problema escatológico, trad. Joaquín Blázquez (Barcelona: Editorial Herder, 1964), 69.
14 Moo, Comentario de la epístola de Santiago, 51.15 Morris Ashcraft, La esperanza cristiana (Texas: Casa Bautista de publicaciones, 1989), 82-83.16 Andrés Tornos, Escatología (Madrid: Publicaciones de la universidad Pontificia Comillas, 1991), 2:115.17 Ibíd., 117.
4 Esbozo escatológico en la carta de Santiago
que la venida del Señor es una fuente de esperanza y una motivación a la práctica de la
paciencia de parte de todo creyente.18 La motivación parte del futuro escatológico, como
esperanza y un buen comportamiento del presente, para no ser juzgados, cuando el Señor
venga.
Juicio/Justicia
Santiago así mismo versa su escatología sobre el juicio futuro (4:12; 5:9, 12)
el juicio es algo propio donde Dios, que es el único juez posee la potestad de juzgar
(4:12).19 Muy claro en 5:9 “hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis
condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta.” Esta perspectiva del juicio 5:7-11,
tiene colación en imponer la importancia de la paciencia y la perseverancia.20 A pesar del
mal, la justicia es parte de la esperanza de los oprimidos, como Tamez lo aclara: La insistencia en declarar “dichoso el que…” (1:12), es decir los macarismos; “consideren con gozo el que…” (1:2); además el hablar de los pobres como escogidos y herederos del Reino (2:5); el anunciarle al hermano de condición humilde su exaltación futura, por la cual se puede gloriar (1:9); el dicho “Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes” (4:6), y, sobre todo, el anuncio del juicio contra los ricos a favor de los oprimidos y la venida del Señor como fin de la
opresión (5:1-6).21
Pero “el que la justicia se vaya a realizar en el futuro naturalmente no significa que
la justicia no se vaya a realizar nunca.22 Es una promesa que da esperanza, Moltmann
dice que “la justicia de Dios es promesa; en ella se hace presente lo prometido…”23 por
tanto Dios es justo y cumplirá así su promesa. La justicia en 5:4 resalta el título a Dios de
justicia (Sebaot) el Señor de los ejércitos, es “el Dios que oye el clamor de los oprimidos, el
jefe de las armas celestes, que no es un Dios inoperante o imparcial, sino que se convierte
18 Evis L. Carballosa, Santiago una fe en acción (Grand Rapids, Michigan: Publicaciones Portavoz Evangélico, 1986), 232. Brown dice respecto la parusía: “el cristianismo es una religión de esperanza, y lo que Dios tiene todavía que hacer en y por medio de Jesús sigue siendo un factor importante en perspectiva teológica. Si se colocara el evangelio o la buena nueva en una balanza, este aspecto pasaría más que el empeño de lo que Dios haría. “El Jesús que, a los ojos de la fe, ya es” pesa más que “el Jesús que será en la anticipación de la esperanza”. Brown, Introducción a la cristología del Nuevo Testamento (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1998) 129.
19 Josep-Oriol Tuñí, Xavier Alegre, “Santiago”, 314.20 Raúl H. Lugo Rodríguez, “Santiago”, 111.21 Todos estos detalles indican que uno de los propósitos del autor es infundir esperanza a las comunidades
cristianas sufrientes, especialmente a los pobres y discriminados, en Elsa Tamez, No discriminen a los pobres, lectura latinoamericana de la carta de Santiago (Navarra: Editorial Verbo Divino, 2008), 30-31.
22 Antonio Gonzales, El evangelio de la paz y el reinado de Dios (Buenos Aires: Ediciones Kairos, 2008), 123.23 Moltmann, Teología de la esperanza, 267.
5Esbozo escatológico en la carta de Santiago
en el campeón, el comandante de la causa de los pobres”24.
El detractor del prójimo rebasa el terreno que le pertenece e invade el de Dios,
único juez supremo y legislador universal.25 Por eso la justicia se presenta en el horizonte
futuro, por ser una promesa.26 Esto es empleado a la luz de la carta en sentido de
esperanza, “sólo un Dios que nos ama sin límites y que, en definitiva, tiene poder para
librarnos del mal, puede asegurar de verdad nuestra esperanza.”27 La justicia y juicio de
Dios es oráculo, el castigo de los injustos llegará en la Parusía, mientras tanto se hace
necesario según Santiago, implantar la esperanza como motor de espera y paciencia al
irrumpir la venida del Señor. La venida del Señor, no es más que hacer justicia (5:4) y dar
recompensa al justo (1:12).
Hasta aquí, la escatología como futuro tiene que ver con la motivación que Cristo
vendrá, mientras tanto hay que actuar bien. Además tiene relación con el juicio venidero,
donde los malos serán juzgados por su mal comportamiento en el presente. Esto implica
esperanza para la comunidad, porque la venida de Cristo motiva y se espera el juicio hacia
los opresores (5:1-6).
Escatología presente28
La escatología versa también sobre el tema de la recompensa presente. En Santiago
(1:12; 2:5; 4:10; 5:20) la recompensa está condicionada por agradar al Señor con el buen
24 Raúl H. Lugo Rodríguez, “Santiago”, 108. Nombre utilizado frecuentemente en el A.T. como el Señor que pela por su pueblo, que defiende a los oprimidos y promete liberación.
25 H. Willmering, o.c. IV p. 413, en José Salguero “Santiago”, Biblia comentada (Madrid: Biblioteca de autores cristianos, 1965) 72.
26 J. Moltmann y J. Sobrino señalan que “la fe cristiana” no es un solo preguntarse por el más allá, sino la experiencia de la opresión y la pregunta por la justicia, en José I. Gonzáles Faus, “Justicia”, Conceptos fundamentales del cristianismo, 657.
27 Andrés Torres Queiruga, Esperanza a pesar del mal, la resurrección como horizonte (Santander: Sal Terrae, 2005), 100. “En otros pasajes de la carta aparece el juicio futuro como un motivo para comportarse adecuadamente (2:12s; 5:12). Aun cuando predomine por tanto el pensamiento del juicio, no se debe pasar por alto el motivo salvífico y repleto de promesas de la parusía (1:18, 21; 4:10). El que está a las puertas es también, según 5:9, no sólo el juez sino el defensor de los derechos que hacen justicia (4:12).”, en, Wolfgang Schrage, “La parénesis de la carta de Santiago”, Ética del nuevo testamento, trad. Javier Lacarra (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1987), 347.
28 El título es prestado de, David Suazo Jiménez, La función profética de la educación teológica evangélica en América Latina (Barcelona: Editorial Clie, 2012), 120. Desarrollado abiertamente por C.H. Dodd, como la “escatología realizada” (o, con más precisión, confirmada), está en abierta oposición a la interpretación futurista que Schweitzer presenta (El mensaje apocalíptico de Jesús). Para Dodd, el reino de Dios predicado por Jesús no es objeto de esperanza, sino una realidad ya presente. “El acto final y decisivo de Dios ha entrado ya en el área de la experiencia humana…En un punto concreto del tiempo y del espacio, lo eterno entró decisivamente en la historia…La escatología puede definirse como el sacramento de la escatología realizada”, C.H. Dodd, La predicación apostólica y sus desarrollos (Madrid: Ediciones Fax, 1974), 38. Cf. Las parábolas del reino (Madrid: Ediciones Cristiandad, 1974).
6 Esbozo escatológico en la carta de Santiago
vivir.29 Muchos de los escritos del N.T. dan alusiones a sucesos escatológicos, donde se
han desarrollado la mayor parte de interpretaciones escatológicas, el tratar de dar un
veredicto de lo que sucederá “literalmente”. Aquí Santiago da alusiones sobre recompensa,
juicio y venida de Jesús, sin un veredicto literal del más allá.
Claro está que él apela a Dios como el que salva (1:17), que es la causa de la nueva creación escatológica del hombre (1:18; cf. 4:12), pues el hombre no puede salvarse a sí mismo. Dios es el que pone en pie a los enfermos y perdona sus pecados (5:15). Da la corona de la vida (1:12), hace que su espíritu more en nosotros y nos da su gracia sobreabundante (4:5-6), elige a los pobres como herederos de su trono (2:5), y levanta a los humildes.30
El reino presente de Dios en el N.T. mira también hacia el cumplimiento o
consumación del reino. Por lo general se relaciona con el regreso de Cristo.31 Por eso la
mayor parte de la carta tiene un sentido moral; según Laws: “Santiago es el documento
ético más consistente de todo el N.T.”32 La enseñanza moral de Santiago versa en la
esperanza de la parusía.33Aunque tal escatología futura es la perspectiva dominante en
Santiago, no ignora la naturaleza escatológica presente de la vida cristiana.34 Por eso,
“el futuro escatológico solo tiene sentido si se relaciona con el presente y las realidades
concretas que viven y enfrentan los cristianos de todos los tiempos.”35
El reino
Santiago subraya la dignidad de los pobres que son destinatarios de la elección
divina y objeto de la bienaventuranza escatológica (1:9, 12; 2:5, 7ss).36 La pregunta retórica
que aparece en 2:5, “¿No ha escogió Dios a los que son pobres según el mundo para que
29 Moo, Comentario de la epístola de Santiago, 51.30 Josep-Oriol Tuñí, Xavier Alegre, “Santiago”, 310.31 Morris Ashcraft, La esperanza cristiana, 102.32 S. Laws, A comentary on the Epistle of James (Londres 1980), 27, en, Josep-Oriol Tuñí, Xavier Alegre,
“Santiago”, 312.33 Si se exceptúa 1:21-22, en ningún lugar se indica que los imperativos éticos broten de un indicativo
teológico, a diferencia, p. ej., de Pablo, que saca sus conclusiones éticas de la proclamación de la muerte y resurrección de Cristo (cf. Rom 6). Tampoco el mandamiento del amor, citado en 2:8 con el apoyo de Levítico 19:18, es el principio unificador de los distintos preceptos éticos, como sin embargo ocurre en Mt 22: 37-40; Jn 13: 34-35; 1 Jn 4:7-21; Rom 13: 8-10. “Su enseñanza moral se basa en la certeza de que así uno se acerca a Dios (1:20; 2:5s; 4:5), cumple su voluntad y obtiene beneficios espirituales tanto en esta vida como en la otra (1:2, 4, 12; 2: 5, 13-26; 5:7-20)”. J. Cantinat, “La carta de Santiago”, en, A. George/ P. Grelot, Introducción crítica al N.T. vol. II, trad. Marciano Villanueva (1983), 75. cf. Josep-Oriol Tuñí, Xavier Alegre, “Santiago”, 312.
34 Moo, Comentario de la epístola de Santiago, 51.35 David Suazo Jiménez, La función profética de la educación teológica evangélica en América Latina, 120.36 Josep-Oriol Tuñí, Xavier Alegre, “Santiago”, Escritos jóanicos y cartas católicas, 312.
7Esbozo escatológico en la carta de Santiago
sean ricos en la fe y hereden el reino que prometió a quienes lo aman?”
Parece apuntar a que aquellos que Dios escogió ya poseen el reino (sobre todo a la luz de la “ley real” o “ley del reino” de 2:8). Santiago también alude al “nuevo nacimiento” que permite a los creyentes disfrutar de las bendiciones del reino de Dios (1:18). Así, la interpretación más posible de 5:3, “es en los últimos días que habéis acumulado tesoro”, indica que Santiago creía que los creyentes ya estaban viviendo en la era la consumación escatológica.37
Tamez dice: “ser rico en la fe tiene que entenderse a la par que ser heredero del
reino. El reino o reinado de Dios… es el sueño de una sociedad en la que reina la igualdad
y nadie hace daño a nadie.”38 Al parecer, la realidad del reino o la esperanza, afecta la
realidad de una manera utópica, porque hace actuar a favor de un mejor presente. Aguirre
plantea lo siguiente sobre el reino de Dios:
La esperanza religiosa se expresa en términos de reino de Dios en los momentos de especial sufrimiento y desgracia colectiva. Y se afirma con él a Dios como promesa y utopía comunitaria de liberación y justicia. La esperanza en el reino de Dios parte de una singular conciencia de opresión y de injusticia, pretende denunciar poderes históricos concretos y vincula la forma inseparable la fe en la fidelidad de Dios con su intervención justiciera y liberadora.39
De esta convicción de fe (el reino de Dios) brotan unas consecuencias
determinadas: hay que mejorar la condición aquí en la tierra (4:13; 5:4, 7; también 2:5-
7) donde la opresión por los ricos (2:6-7), es parte de la injusticia del presente, hay que
exhortar pues a los ricos a que se conviertan, denunciando el mal que hacen al pobre
cuando los desprecian y maltratan (2:6s), cuando los explotan (5:1-6).40 Como efecto de la
esperanza, Santiago introduce el ejemplo sencillo, del labrador (5:7) y finaliza la sección
con la parusía (5:8).
La escatología presente y la esperanza tienen su criterio de verificación en la praxis
en las diferentes esferas morales que Santiago desarrolla en la carta (1:4, 21s, 27 4: 1-5,
6, 11; 2:8, 14- 26; 3:14-18; 4:11, 13; 5:4). La participación comunitaria en los resultados
de la transformación por el hombre, como anticipación de la participación venidera en
la gracia de la salvación ultima suprahistórica: solamente en esta praxis el reino de Dios
37 Moo, Comentario de la epístola de Santiago, 51-52.38 Tamez, No discriminen a los pobres, lectura latinoamericana de la carta de Santiago, 61.39 R. Aguirre, El mensaje de Jesús, 455, en Carmen Bernabé, “Reino de Dios”, Conceptos fundamentales del
cristianismo, 1128.40 Josep-Oriol Tuñí, Xavier Alegre, “Santiago”, 312.
8 Esbozo escatológico en la carta de Santiago
está ya viniendo en la historia, para venir definitivamente en la plenitud de la salvación
esperada.41 El Reino escatológico de Dios ha irrumpido en nuestra historia, así mismo lo
afirma Schackenburg: “el tiempo del cumplimiento escatológico ya está ahí, y el reino de
Dios en su gloria está cerca.”42
Para Santiago el futuro afecta el presente e invita a una actitud ética-moral en la
comunidad de creyentes y sociedad. Como lo afirma Cullmann: “es importante que el
creyente viva en el presente, cuya misión en la historia de la salvación está determinada
de una manera precisa, que no viva más en el pasado aunque fuese el de los profetas
y apóstoles y que no viva todavía en el futuro”.43 El futuro es ahora, como el labrador
que espera pacientemente hasta que reciba la lluvia… así el creyente en la espera de la
parusía, vive el presente del reino de Dios.
Aunque no se acepta del todo la idea de Cullmann, pues el pasado está siempre
abierto al sentido del presente, por tanto no ha de ser ignorado, sino al contrario debe
generar sentido pues ella (el pasado) es configuradora para la esperanza presente (razón
anamnética).
Ética-moral
La acción esperanza, es puesta en práctica como efecto y respuesta a la parusía,
Mussner dice a favor de Santiago: “ningún autor del Nuevo Testamento ha insistido tanto,
proporcionablemente, en las exigencias, éticas de Jesús como Santiago. En este sentido
se le puede considerar como un heraldo del amor al prójimo y la justicia social”.44 Según
Schrage como Mussner (más arriba):
Ningún otro escrito del N.T. está influenciado por cuestiones éticas como la carta de Santiago. La carta está orientada absoluta y totalmente en sentido parenético, y protesta enérgicamente en contra de un cristianismo de tendencia quietista, meramente verbal o cognitivo-teórico, que cree que puede descuidar, en la vida cristiana cotidiana, las realizaciones prácticas, quedando así reducido a un pseudo-cristianismo.45
41 Juan Alfaro, Revelación cristiana, fe y teología (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1985), 186. Porque como dice Moltmann: “el cristianismo es escatología, es esperanza, mirada y orientación hacia adelante, y es también por ello mismo, apertura y transformación del presente.” J. Moltmann, teología de la esperanza, 20.
42 Rudolf Schnackenburg, Reino y reinado de Dios, trad. José Cosgaya (Madrid: Ediciones Fax, 1974), 184. 43 Oscar Cullmann, El Cristo y el tiempo, trad. Juan Estruch (Barcelona: Editorial Estela, 1968), 63.44 Franz Mussner, La lettera di Giacomo, Paideia, Brescia 1970, 43, en Josep-Oriol Tuñí, Xavier Alegre,
“Santiago”, 313.45 Schrage, Ética del nuevo testamento, 341.
9Esbozo escatológico en la carta de Santiago
Santiago pide un cambio de vida ahora, en espera de la venida del Señor. El
hombre es imagen de Dios (3:9), para ello tienen que ser fraternos (5:20), una caridad
manifestada en obras, es decir en ayuda material (2:14-26) en la misericordia (1:27; 2:13),
en la oración mutua (5:16). En la abstinencia de la maledicencia y de las querellas (3:14-
18; 4:11, 13), en un pago justo, no como los ricos malos (5:4), y llevando a la práctica del
evangelio (1:21ss, 2:8).46
La salvación escatológica únicamente es fruto de la aceptación de la palabra recomendada en 1:21 cuando lo que se oye se hace realidad con los hechos…la perspectiva escatológica de la carta no es tanto una fundamentación cuanto una motivación, pues la escatología de Santiago, que se debe concebir en el sentido de una esperanza en el futuro, no es tanto un fundamento sino una fuerza motriz del presente.47
Como dice Schrage: “[…] no se puede considerar la espera escatológica como
el único motivo que rige la ética. Esta espera se encuentra más bien en un equilibrio
inestable entre el conocimiento de la caducidad del hombre y el plan de Dios.”48 Por eso
aunque la espera de la parusía es la o lo que rige la ética en la carta, también la espera
está en equilibrio inestable entre el conocimiento de la caducidad del hombre y el plan de
Dios.49 Esto es pues, lo que le hace actuar hoy, como afecto de la parusía.
El reino de Dios presente y en curso demanda una buena actitud en la comunidad
ante las promesas futuras. La escatología en Santiago no es solo la Parusía (futuro), sino
tal venida, repercute en demandas éticas hoy.
Acción profética y la paciencia de Job
La justicia en aspecto escatológico futuro, da esperanza, pero la escatología
presente hace actuar (5:7b). La acción profética en 5:10 representa la sección 5:1-6
contra los ricos no cristianos, que oprimen a los pobres (destinatarios de la carta). Así,
si la conducta opresiva de los ricos, expuesta en vv. 4-6, continúa sin arrepentimiento,
conducirá a su condenación escatológica, descrita como “miserias”, grandes, dignas de
46 José Salguero, “Santiago”, Biblia comentada, texto de la Nácar-Colunga, 15-16. Se puede ver claramente que Santiago invita a la opción por los que sufren y luego de manera negativa, introduce lo que la comunidad debe dejar de hacer, optando por el bien.
47 Schrage, Ética del nuevo testamento, 346.48 Ibíd., 348.49 Ibíd.
10 Esbozo escatológico en la carta de Santiago
llanto y aullidos (5:1).50 Por eso la sección 5:7-20 tiene su objetivo en enfocar la vida
práctica en perspectiva escatológica.51
En la parte de 5:11 la paciencia de Job, recuerda la parábola del sembrador (Mc
4:26-29). La paciencia no es inactiva o pretexto para la apatía. Como el labrador 5:7b
el cristiano ha de hacer lo que le corresponde y dejarle su parte a Dios.52 Así, la sección
5:7-11 va dirigida a los “hermanos” (Makroqumh,sate) en esta sección práctica, enmarca
el tema de la parusía, que debe dar a la comunidad confianza y fortaleza. Apelando pues
al ejemplo que está en el centro de 5:7-8 “el labrador”, Tamez dice: los labradores no se
quedan cruzados de manos, esperando que la naturaleza se encargue de todo. Ellos tienen
que quitar la hierba mala, cuidar las plantas de los depredadores, vigilar su crecimiento,
etc. Ésta es una paciencia activa, y puede ser incluso heroica si solo depende del fruto para
sobrevivir.53
La comunidad escatológica presente, es invitada a actuar en espera de la venida
del Señor. Tomando como modelos a los profetas (5:10) y Job (5:11). En el v. 10 lo que
se destaca es el discurso profético, y ese discurso era notorio por su retórica de denuncia
contra los injustos y su injusticia, aun dentro de la comunidad de los que profesaban ser
parte del pueblo de Dios.54 El ejemplo de Job, resalta porque “después de un tiempo largo,
Dios lo recompensó. Lo hizo aquí en la tierra, no al final de los tiempos; tuvo una vida feliz
y ésta fue su corona de la vida”. 55
Como dice Mussner: “Santiago se coloca en la serie de los profetas y la carta puede
catalogarse sin ningún reparo entre los grandes escritos proféticos de Israel.”56 Donde la
50 Craig L. Blomberg, “Las posesiones materiales en el cristianismo primitivo”, Kairós 25 (1999): 24-25.51 Rodríguez, “Santiago”, 111. En esta sección el autor trata cuatro puntos: la paciencia y perseverancia (7-11), el
no jurar (v.12), el poder de la oración (13-18) y la responsabilidad por el extraviado (19-20), en, Tamez, No discriminen a los pobres, lectura latinoamericana de la carta de Santiago, 103.
52 Rodríguez dice: “ya para el tiempo de la redacción de este escrito, la leyenda sobre la paciencia de Job (relatada en el prólogo y el epílogo del libro que lleva su nombre) había terminado de borrar de la memoria colectiva el hecho de que el poema sobre el sufrimiento inocente que abarca la parte central de ese escrito está muy lejos de ser ejemplo de paciencia. Job es un rebelde e inconforme. De todas maneras el autor de la carta de Santiago une a la figura de Job la perseverancia de los profetas en medio de las persecuciones.” Rodríguez, “Santiago”, 112.
53 Tamez, No discriminen a los pobres, lectura latinoamericana de la carta de Santiago, 104-105. En otra parte Tamez dice que es una acción militante.
54 Blomberg, “Las posesiones materiales en el cristianismo primitivo”, 26. Araya dice: “parte de la función profética de Santiago es proponer la escatología y el juicio como motivo y argumento a favor o en contra de determinadas conductas y actitudes de los hombres (2:12-13; 5:1-11). Alfonso García Araya, “El Profetismo en la carta de Santiago”, Insidorianum 30 (2006): 25.
55 Tamez, No discriminen a los pobres, lectura latinoamericana de la carta de Santiago, 106.56 Franz Mussner, La lettera di Giacomo, Paideia, Brescia 1970, 43, en, Araya, “El Profetismo en la carta
de Santiago”: 65. Gran parte de la función profética del A.T. tiene relación con el tema de la ética y la escatología. “Los profetas, no son maestros de ética o heraldos escatológicos. Sin meramente instrumentos de un discurso indómito, que manifiesta lo que el orden presente considera escandaloso, obsceno, preciado, loco… y a veces cierto. Estos discursos tienen que ver con el presente ético y el futuro prometido…median a Yahvé como amenaza y como posibilidad del presente
11Esbozo escatológico en la carta de Santiago
condena del juicio, como en Santiago, es para un cambio de actitud presente, haciendo
patente el valor del reino de Dios hoy, y en espera (como motor que hace actuar) de la
parusía.
Conclusión
La responsabilidad cristiana ha de comenzar por cerciorarse de una situación y por
un informe de la situación. Este informe de la situación ha de hacer patente, al mismo
tiempo, hasta qué punto el futuro y luego, concretamente, el futuro planificado, no es un
tema y problema cualquiera, sino un tema y un problema central de la responsabilidad de
la fe cristiana, hoy día.57 Ramos dice en palabras de San Agustín:
“hic, ibi, interim” (ibi “allí”), representa el cielo, la meta de todos nuestro esfuerzo y aspiraciones. Hic “aquí”, significa la tierra el lugar de prueba y combate, del vicio y la virtud. Interim “entre tanto” es el tiempo concedido a cada hombre para esperar el día del Señor, cuya venida anhelan todos los cristianos.”58
A la luz de la carta, Santiago presenta la parusía como esperanza en una escatología
futura, donde esa espera no es pasiva, sino (activa) que vive desde ya el reino de Dios,
por lo tanto invita a la comunidad a tener una vida ético-moral en espera de la parusía.
Asimismo es necesario tomar como modelo a los profetas y la paciencia de Job, como
modelos de la escatología presente, que responde por otro mundo posible, mientras el
Señor viene. Y que va implícito en el ejemplo del labrador, que en espera de la lluvia
trabaja arduamente, así el cristiano, mientras mantiene la esperanza de la parusía, debe
ver su realidad y responder a ella con arduo trabajo.
escatológico. Walter Brueggemann, Teología del Antiguo Testamento, trad. Francisco J. Molina de la Torre (Salamanca: Ediciones Sígueme, 2007), 681.
57 Johann Baptist Metz, Teología del mundo, trad. Ruiz-Garrido (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1970), 185-186.
58 Rafael Palmero Ramos, Ecclesia mater en San Agustin, teología en la imagen en los escritos antidonatistas (Madrid: Ediciones Cristiandad, 1970), 14.
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