GUARDIA REPUBLICANA DEL PERÚ
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo monográfico, La Guardia Republicana del Perú, tiene como objetivo,
desarrollar la importancia que posee esta institución en la seguridad interna de nuestro
país. Asimismo, analizar la historia y el proceso de unificación como precedentes de la
actual situación organizacional de la mencionada institución; dar a conocer las funciones
que cumple, para poder formular el cuestionamiento de que, si efectivamente se llevan a
cabo dichas atribuciones que se les otorga. Igualmente es relevante comparar en la
actualidad las funciones de los efectivos policiales frente a la aceptación o la conformidad
de la sociedad con dicho actuar, además de realizar y plasmar en este trabajo un
diagnostico general en los distintos ámbitos que abarca esta institución.
Detallaremos la historia y el proceso de unificación que sufrió esta entidad, Se acudió a
fuentes importantes como las bibliográficas, electrónicas, dispositivos legales y por
añadidura la realización de una pequeña encuesta a efectivos policiales que actualmente
ejercen su profesión.
La finalidad de esta breve introducción es despertar el interés en la lectura que se
efectuará, esperando ser de agrado completo. Y realizo un agradecimiento a los que
colaboraron con la realización de esta investigación monográfica.
EL AUTOR
1
GUARDIA REPUBLICANA DEL PERÚ
Dedicatoria:
2
Agradezco a Dios por haberme guiado, y dedico este trabajo a mis padres, mis compañeros y a nuestro Docente por darnos las pautas necesarias y por sus sabias cátedras que nos brinda.
GUARDIA REPUBLICANA DEL PERÚ
CONTENIDOINTRODUCCIÓN............................................................................................................................1
Dedicatoria:.....................................................................................................................................2
HISTORIA DE LA GUARDIA REPUBLICANA DEL PERÚ.......................................................4
1. En el principio de la Policía Nacional del Perú...................................................................4
1.1 En el Orden Incaico............................................................................................................5
1.2 En el Orden Hispano..........................................................................................................5
1.3 En el Orden de la Primera Republica..............................................................................7
1.4 Los primeros Custodios.....................................................................................................8
1.5 Los primeros Cuerpos Policiales......................................................................................9
1.5.1 Creación de la Gendarmería Nacional.....................................................................9
1.5.2 La Reforma Policial de 1873...................................................................................10
1.5.3 En Defensa de la Patria...........................................................................................10
1.6 La Reforma Policial de Leguía........................................................................................11
1.7 La Policía Moderna...........................................................................................................14
1.7.1 El proceso de unificación de las Fuerzas Policiales............................................17
1.7.2 Nacimiento de la Policía Nacional del Perú..........................................................17
ONCLUSIONES............................................................................................................................19
RECOMENDACIONES................................................................................................................20
ANEXOS........................................................................................................................................21
BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................................21
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GUARDIA REPUBLICANA DEL PERÚ
HISTORIA DE LA GUARDIA REPUBLICANA DEL PERÚ
1. En el principio de la Policía Nacional del Perú.
“La historia no sólo nos permite guardar memoria del pasado, nos proporciona una
imagen de quiénes somos y de quiénes queremos ser, pues la historia no es solo un
recuento de hechos ocurridos, es una profunda reflexión sobre lo que se hizo, para tener
mejor perspectiva de lo que se hace y de lo que se quiere hacer.
Más allá de los avatares de las instituciones policiales del pasado, de sus circunstancias
políticas sociales y culturales en las que tuvieron que desenvolverse, siempre se mantuvo
el continuo compromiso de proporcionar orden y seguridad al colectivo nacional deseoso
de una convivencia armónica al amparo de la Ley”1.
La institución policial peruana tiene larga data en nuestra historia, y es que el ejercicio de
la función policial es necesario en la medida en que los seres humanos decidieron
constituir colectividades como una forma de optimizar sus posibilidades de supervivencia
y obtener la seguridad necesaria para el tranquilo transcurrir del ciclo vital de cada
individuo.
Alrededor de proporcionar seguridad es que se esboza la génesis de la función policial,
que con el paso del tiempo y el consiguiente desarrollo de los colectivos humanos, se va
haciendo más compleja en la medida en que también la organización de las
colectividades humanas se hacen complejas.
No resulta descabellado remontar el ejercicio de la función policial a tiempos
prehispánicos, aunque es atinado decir que su ejercicio es poco diferenciado, ya que en
dichas sociedades se carecía de una institución que asuma específicamente tal función.
El poder desarrollar señoríos regionales significó el estructurar un sistema de control
social en donde lo policial aparece como un componente funcional de los atributos de
poder del grupo que asumía la conducción de estos estados prehispánicos. Componente
necesario del poder para establecer y mantener un orden entre los individuos de cada
sociedad en función a normas reguladoras de la convivencia, donde aspectos de carácter
religioso y moral tuvieron también un peso significativo de cara a este objetivo.
La elocuente iconografía felínica de Chavín nos permite apreciar la magnitud de lo
religioso para garantizar el orden, aspecto que pueden apreciarse en los demonios
voladores que cortando cabezas nos dejaron los textiles Paracas y siglos después los
ceramios Nazca, aspecto terrible que se repite en la iconografía Moche con sus combates
sagrados y vencidos sacrificados, o las pétreas deidades de Pucará exhibiendo cabezas
degolladas como parte su representación iconográfica. Escenas con terribles deidades
1 Investigación Histórica: Cap. S PNP Gabriel Calderón Chuquitaipe
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que mantienen un orden sagrado de implicancias vitales para la subsistencia de dichas
sociedades, más aún si se tiene en cuenta que las características ecológicas y
geográficas del territorio peruano no son nada fáciles. Es una cosmovisión donde el
orden es integral y no admite distinciones entre lo sagrado y lo profano.
Estos Estados regionales ejercían su poder coercitivo a fin de optimizar la producción
agrícola para la consiguiente redistribución además de cohesionar a las etnias en base a
garantizar la reciprocidad como pauta de interrelación tanto individual como grupal. Ello
exigía además de cuestiones religiosas y morales, el contar con individuos especializados
en el uso de la fuerza, sea para agredir y defenderse de los foráneos como para controlar
y garantizar el orden al interior.
Cuando el desarrollo estatal de las sociedades prehispánicas se hace más complejo a
consecuencia de políticas de corte expansionista que buscaban el control del recurso
hídrico y el dominio absoluto de la economía vertical (propio del ecosistema andino y sus
diferentes pisos altitudinales), con el cual incrementar su capacidad productiva para
redistribuciones a gran escala que sirvan de soporte a la capacidad de gestión y de
dominio del grupo dirigente, es entonces que aparecen con mayor nitidez los esbozos de
funcionarios policiales, de cara a mantener el orden sobre el que se basa la vigencia de
tales Estados dentro del sistema de control social estructurado.
1.1 En el Orden Incaico
Serían los Incas, los que con su asombrosa organización social darían pie a perfilar con
mayor nitidez y especificidad a quienes van a ejercer la función policial. Desarrollaron un
sistema de control social que empezaba en el Puric o padre de familia y terminaba en el
Curaca o señor local, quien a su vez estaba sujeto al control de los Apunchic o Cápac
Apo, gobernadores regionales sujetos a su vez a la vigilancia y fiscalización de los
Tucuyricuy (los que todo lo ven y lo oyen), que cuidaban por el orden y el cumplimiento
de las normas de conducta social más deseables para una convivencia ideal a base de la
reciprocidad, con miras siempre a obtener una buena producción para redistribuir.2
1.2 En el Orden Hispano
La llegada de los españoles trajo consigo el derrumbe del sistema incaico y la
instauración del orden colonial. Serían ellos quienes introdujeron sus instituciones de
control social que en cuanto a lo policial, diferían enormemente de lo hasta ese entonces
desarrollado por las sociedades prehispánicas.
2 Jiménez Bacca, Benedicto. Historia de la Policía Nacional del Perú-Imperio Incaico.
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En principio, el ejercicio de la función policial correspondía más a un contexto urbano,
perfilado con mayor nitidez como respuesta a la necesidad de regular la convivencia de
los cohabitantes del espacio citadino. En este sentido, los españoles eran herederos y
portadores de una tradición urbana greco romana, la ciudad concebida como un espacio
para el asentamiento humano de individuos que gozaban de cierta igualdad en su
condición de ciudadanos a diferencia de la ciudad prehispánica, que era más un centro
administrativo, religioso y de producción especializada, cuyos habitantes no eran
individuos sino colectivos diferenciados y articulados socialmente.
Ello significó también un orden legal diferente, escrito y complejo en la medida que era
compleja la tradición configurada a partir de la "polis" griega de la que etimológicamente
proviene el término policía, y que mantuvo su vigencia en la "civitas" romana, para
prolongarse en los "burgos" de fines del medioevo.
El sentido de regular la convivencia encerraba un sentido individual propio de Occidente,
se trataba de gobernar la ciudad y sus habitantes, de hacer "política" y tener "policía". Si
bien había diferencias de estatus entre unos y otros, existía un punto de convergencia
como habitantes del espacio urbano. Esta dimensión secular propiciada por la tradición
urbana occidental permitió desacralizar el ejercicio de la función policial, aunque lo
religioso y lo moral no le eran indiferentes en cuanto al ámbito de su competencia, pues
se trataba de ciudadanos cristianos vasallos de un Rey Católico.
Estas diferencias explican el sentido de las instituciones policiales que trajo consigo el
orden colonial, asumido inicialmente por el Cabildo. Los conquistadores a su paso
comienzan a fundar ciudades sobre los antiguos asentamientos nativos. Al erigirse la
Ciudad de los Reyes como capital de la Gobernación de Nueva Castilla en 1535, el
Cabildo invistió como su primer Alguacil Mayor a Martín Pizarro, deudo del Conquistador
Francisco Pizarro, con la misión de guardar el orden y velar por las buenas costumbres.
Debía también perseguir a los soldados delincuentes, dar cuenta de las pendencias que
por juego o bebida se daban así como dar fin a los duelos, batir a los negros cimarrones
y capturar a los fugados además de vigilar la cárcel, en suma dar cumplimiento a lo
bandos de carácter policial que emanaban del Cabildo. Para el ejercicio de sus funciones
organizaba y realizaba rondas nocturnas con la participación obligada de los vecinos de
reconocida honorabilidad. Su labor era secundada por otros funcionarios como los
Alguaciles Menores y Alguaciles de Campo, éstos con jurisdicción en los caminos,
tambos y pueblos aledaños. La problemática que afectaba a la seguridad y al orden de la
época en que el Perú era una Gobernación española regentada por los conquistadores
encomenderos, obedecía a la violencia que sirvió de marco a este proceso de
instauración del dominio hispano sobre las sociedades nativas, y que se constituyó en el
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marco de la vida cotidiana, el lenguaje recurrente para la protesta de quienes quedaron al
margen de los beneficios de la conquista, de allí que la soldadesca no pudo avenirse a la
vida quieta de la ciudad, teniendo en ella y en el campo el espacio donde ejercer su
descontento mediante raterías y pendencias.
1.3 En el Orden de la Primera Republica
La independencia sustituye al Orden Colonial con el Orden Republicano; se quiso
convertir a los vasallos en ciudadanos de una República, el problema es que dicho
anhelo parecía un ideal lejano por lo adverso de las condiciones sociales y políticas del
país. Los principios liberales difícilmente tendrían arraigo en la sociedad peruana, que
estructuralmente no cambió como sí lo hizo el régimen político. La anarquía que sucedió
a las guerras de independencia con la zozobra del aparato estatal propiciada por el
caudillismo no integró al país ni mucho menos le brindó la estabilidad suficiente para
establecer instituciones gubernamentales que garanticen la vigencia de la ley y del orden.
En esas condiciones, el aspecto policial poco pudo evolucionar institucionalmente, más
no por eso su función dejó de ejercerse. Por el contrario, se hacía más que necesaria en
aquellos tiempos.
Luego de la proclamación de la independencia del Perú en 1821 por el Libertador
General Don José de San Martín se crea la "Milicia Cívica", con la finalidad de mantener
el orden público, teniendo como Inspector General a Don José Bernardo de Tagle y
Portocarrero, Marqués de Torre Tagle, quien posteriormente ejercería el Supremo
Gobierno entre 1823 - 1824, con el título de Supremo Delegado (19 de enero al 21 de
agosto de 1822).
Posteriormente entre 1822 y 1823 se norma a los servicios de policía poniéndolos a
cargo de “Comisarios” y “Decuriones”, manteniendo como apoyo a los viejos “Alcaldes de
Barrio”. También apareció en esta época una policía secreta conocida como la Brigada
Civil, la que tenía como misión dar cuenta de aquellos que conspiraran contra la causa de
la Independencia, con agentes infiltrados en la administración del nuevo gobierno como
en el mismo Ejército.
En la Constitución Política de 1823, el naciente Estado peruano pone el ejercicio de la
función policial bajo competencia del Ministerio de Gobierno. Si bien se establecía que
para mantener la seguridad y el orden público, las Municipalidades tuvieran a cargo la
“Policía de Orden”, también se aclaraba que “constituyen la Fuerza Armada de Tierra: el
Ejército de Línea, la Milicia Cívica y la Guardia de Policía”, esta última debía crearse en
todos los Departamentos que lo exijan, conforme a sus necesidades.
1.4 Los primeros Custodios
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Las guerras de independencia trajeron consigo un desorden que volvió a la población
proclive a la militarización, además de reforzar la tradición autoritaria, síndrome
actitudinal resultante del proceso social peruano, aspectos que ya venían incubándose
desde la época colonial. No es de extrañar entonces, el ribete castrense que adquirieron
estas fuerzas policiales, más aún si en el imaginario republicano de los Libertadores,
pesaba la imagen de los milicianos franceses defendiendo la causa de la Revolución
frente a la reacción monárquica del resto de Europa: se buscaba comprometer a los
nuevos ciudadanos en la defensa del nuevo orden, por ello Bolívar mediante decreto del
07 de enero de 1825, convirtió a la Milicia en Guardia Nacional, con el fin de conservar el
orden público en cada una de las regiones y pueblos, constituyendo también la reserva
del Ejército.
El 9 de diciembre de 1826, se expide la Constitución Vitalicia, que en uno de sus artículos
establecía que la función policial se independizaba del gobierno municipal (que era
rezago de la época virreinal), pasando al Ministerio de Gobierno por intermedio de las
Prefecturas e Intendencias.
El 20 de enero de 1827 se dictó un “Reglamento Provisional de Policía”, manuscrito y
rubricado por el propio Presidente del Consejo de Gobierno de la República Peruana
Mariscal Don Andrés de Santa Cruz Calaumana.
En 1834 reaparecen los “serenos”, adecuadamente armados y uniformados, durante el
primer gobierno del Mariscal Luis José de Orbegoso y Moncada, quienes efectuaban
labores de vigilancia durante el Virreinato. A poco, el “Reglamento de Arequipa” crea los
Inspectores y los Celadores, y las Fuerzas del Orden y Seguridad Interna pasan a
órdenes del Intendente de Policía de Lima y de los Subprefectos de provincias.
En su segundo gobierno (1836 - 1837), el Mariscal Andrés de Santa Cruz extendió la
acción policial por todo el territorio, implantó la contribución del Serenazgo; previamente
para el pago de los empleados llamados Serenos que prestaban una vigilancia
permanente.
El Mariscal Agustín Gamarra, promulga en 1839 en Huancayo, un nuevo Reglamento de
Policía, que mantiene al Intendente de Policía a la cabeza de un reorganizado Cuerpo de
Serenos y Vigilantes; se establecen las categorías de Comandante, Tenientes y Cabos,
Serenos y Vigilantes; se divide Lima en diez distritos y se pormenoriza las distintas
funciones que serán de su competencia.
En 1845, el mariscal Ramón Castilla y Marquesado, en su primer gobierno (1845 - 1851),
dispone de una nueva organización de la “Guardia Nacional”, distribuyéndola en todos los
departamentos, dicta nuevas normas y una reglamentación encaminada a delimitar
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GUARDIA REPUBLICANA DEL PERÚ
funciones de las autoridades Políticas y de la Inspección General de la expresada
Fuerza.
1.5 Los primeros Cuerpos Policiales
La prosperidad temporal que trajo consigo la explotación del guano repercutió en una
relativa estabilidad política que fortaleció al Estado, en estas condiciones fue que para la
segunda mitad del siglo XIX es que se hacen los mejores esfuerzos para dotar de una
policía más profesionalizada, a la altura de sus homólogas del viejo continente o de los
Estados de la Unión Norteamericana. Pese a ello, no se perdió el sesgo castrense.
1.5.1 Creación de la Gendarmería Nacional
En 1851 asume la Presidencia de la República el General don José Rufino Echenique
Benavente quien por Decreto Supremo del 14 de abril de 18523 reorganiza las Fuerzas
de Policía en un solo Cuerpo y crea la “Gendarmería Nacional del Perú”, como Fuerza
Policial armada, estableciéndose Piquetes de Gendarmes a cargo de Oficiales del
ejército, que pasaron a formar los cuadros de estas unidades; se crearon también los
llamados “Cuarteles ambulantes”. El mismo año de su creación (1852) entraron en
funciones 8 Compañías de Gendarmes de Infantería y un Regimiento de Gendarmes de
Caballería compuesto de 4 Escuadrones.
Las primeras disposiciones sobre Gendarmería se promulgan en 1853, y en 1855, el
Mariscal Ramón Castilla y Marquesado, inicia su segundo gobierno (1855 - 1862),
procediendo a reorganizar la Gendarmería, el 7 de abril de 1856,4 fusionando en ella los
Cuerpos de Policía existentes, estableciendo estrictos requisitos de ingreso e
incrementando sus efectivos.
Sin embargo, las necesidades del servicio, hicieron que en 1856 el Encargado del
Gobierno Dr. Juan del Mar, creara una Compañía de 120 “Celadores” para cuidar Lima.
El 7 de agosto de 1861, la antigua organización es disuelta y se forman en su reemplazo
dos batallones, que se denominarían: Batallones de Gendarmes de Infantería Números 1
y 2.
3 El Artículo 1º del Decreto Supremo del 14 de abril de 1852 textualmente dice: "Todos los cuerpos de Policía, de Serenos y vigilantes, se reunirán en uno solo, con nombre de Gendarmería, se empleará exclusivamente en mantener la seguridad pública". Asimismo el 2º Artículo de este dispositivo legal expresaba la dependencia de este cuerpo Policial del Ministerio de Gobierno y Policía.4 En el Decreto del 7 de abril de 1856 expedido por Castilla se dispone que “los cuerpos de policía y de vigilantes que existen hoy, se reunirán en uno solo que con el nombre de Gendarmes se empleará exclusivamente en mantener la seguridad público; constará de dos regimientos, uno de infantería y otro de caballería, el primero compuesto de dos batallones y el segundo de cuatro escuadrones”.
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El Batallón de Gendarmes de Infantería Nº 1, tomaría como sede el Cuartel
“Sacramentos de Santa Ana”, ubicado en la calle del mismo nombre y aledaño a la Plaza
Italia, en Barrios Altos, hoy convertido en el Centro Educativo Estatal Nº 1168 “Héroes del
Cenepa”, y sería el batallón que el 7 de agosto de 1919 se denominaría “Guardia
Republicana”.
1.5.2 La Reforma Policial de 1873
En el gobierno de Manuel Pardo y Lavalle (1872 - 1876) primer presidente civil, se
decretó el Reglamento de Policía del 31 de diciembre de 1873, por el que se reorganizan
los cuerpos policiales existentes, cuyos principales Capítulos tratan de la “Organización
del Vecindario”, de los “Comisarios Urbanos y Rurales” y de la “Fuerza Regular de
Policía”, es así como nace la Guardia Civil del Perú.
El nuevo Cuerpo Policial denominado "Guardia Civil", tendría la labor de prestar
seguridad y vigilancia a los ciudadanos, mientras que la Gendarmería mantendría la
seguridad y vigilancia de los edificios públicos, de las cárceles y de los miembros del
gobierno.
El 9 de noviembre de 1874, el Presidente Don Manuel Pardo y Lavalle creó la Escuela de
Instrucción de la Guardia Civil, la misma que estuvo formada por una Compañía de 50
plazas en el Batallón de Gendarmes de Infantería de Lima.
Los grados policiales jerárquicos en la Guardia Civil eran: Comisario Jefe, Comandante
de Guardias, Mayor de Guardias, Inspector de Guardias, Subinspector de Guardias,
Guardia de 1ª Clase, Guardia de 2ª Clase y Corneta.
El 11 de diciembre de 1877, se expidió para la Policía de Lima, un “Reglamento de Moral
Pública, Correccional y Rural de la Provincia”, destinado a “terminar con la delincuencia”
1.5.3 En Defensa de la Patria
Durante la Guerra con Chile, la Guardia Civil del Perú tendría un papel activo y notable
combatiendo junto al Ejército del Perú y es en la Batalla de Tarapacá donde sobresale el
Guardia Civil Mariano Santos Mateos cuya acción fue decisiva para que el Ejército del
Perú obtenga la victoria en dicha acción de armas. Mariano Santos Mateos, el Valiente de
Tarapacá, perteneció al Batallón de Infantería "Guardias de Arequipa" Nº 25, Unidad
compuesta por 6 Compañías de Guardias Civiles, y en esa batalla logró capturar, para las
armas peruanas, la coronela regimentaria (bandera) del Regimiento de Infantería "2do. de
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GUARDIA REPUBLICANA DEL PERÚ
Línea" del ejército adversario siendo felicitado por su acción y ascendido al grado
inmediato superior de Inspector de Guardias de la Guardia Civil del Perú.
1.6 La Reforma Policial de Leguía
El Estado necesitaba presencia y efectividad en cuanto a mantener el orden y
proporcionar seguridad al colectivo nacional. Una nueva reforma policial fue la respuesta.
Esta vez se trataba de una institución mejor organizada, de mayor cobertura y
profesionalizada toda vez que el campo de lo policial ya ameritaba especialización de
conocimientos de variado tipo de acuerdo a los adelantos científicos de la época.
La determinación de un hombre por fortalecer al Estado, aunque mediante el ejercicio
autoritario del poder y el progreso económico como norte político, de acuerdo a una
particular visión de la modernidad, inició el camino de la policía moderna. Controvertido
personaje surgido de las canteras políticas de quienes hicieron posible la denominada
República Aristocrática de principios del siglo XX, en el segundo gobierno de don
Augusto Bernardino Leguía Salcedo se decidió reorganizarla mediante el Decreto Ley Nº
1163 expedido el 7 de agosto de 1919.5 Daba inicio a una nueva etapa en la evolución
institucional de la policía peruana, tales reformas contemplaban el mandato de establecer
una Escuela de Policía y la creación del Cuerpo de Investigaciones, la conformación de
un nuevo Cuerpo de Guardia Civil y un Cuerpo de Seguridad además de formar el
Regimiento Guardia Republicana en base del Batallón de Gendarmes N° 1 de Lima.
La idea inicial para “establecer una Escuela de Policía”, como base para la
reorganización técnica y científica de la Policía en el Perú, se concretó y puso en marcha
al suscribirse en Madrid, con fecha 01 de octubre de 1921, el acuerdo diplomático por el
que se contrataba los servicios de una Misión de la Benemérita Guardia Civil Española a
cargo del Teniente Coronel D. Pedro Pueyo España.
Esta misión policial española, después de instalarse, se dedicó al trabajo de planificación
y formulación de los proyectos para la reforma de la policía, entregando, al mes de su
llegada, la documentación respectiva, el 21 de enero de 1922, habiendo presentado al
Presidente Leguía y al Ministro de Gobierno y Policía Germán Leguía y Martínez, 14
proyectos de ley que comprenden el plan completo de reorganización de los cuerpos de
Guardia Civil, Seguridad y Vigilancia de toda la república. Dicho trabajo fue de la
aprobación del presidente Leguía, quien consideró el plan proyectado en los 14 referidos
5 El Artículo 1º del Decreto Supremo del 7 de agosto de 1919 textualmente dice: "Los batallones de gendarmes números 1 y 2 tendrán la misma organización regimentaria de los cuerpos del ejército, con sus efectivos actuales de presupuesto y denominándose el primero “Guardia Republicana”, al mando de un Teniente Coronel, con 27 oficiales y 431 individuos de tropa, distribuidos en 2 batallones de 2 compañías cada uno, 1 sección de ametralladoras y la banda de músicos".
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GUARDIA REPUBLICANA DEL PERÚ
proyectos, el único hacedero para la reorganización, por sus excelentes formas de
adaptación y por la economía que, a pesar del mejoramiento de todos los servicios,
suponía.
La Guardia Civil y Policía, era una nueva Institución Policial Peruana de naturaleza,
carácter y organización militar, porque fue creada, con los mismos principios doctrinarios
de la Guardia Civil de España, por la Misión de la Guardia Civil de España la cual trajo y
aplicó los mismos reglamentos de la Guardia Civil de España, entre estos: La Cartilla del
Guardia Civil, donde en su Art. 1º señalaba, que: “El honor ha de ser la principal divisa
del Guardia Civil, debe por consiguiente conservarlo sin mancha. Una vez perdido no se
recobra jamás”, así como su Reglamento Militar, que estaba, con respecto al Régimen
del Personal, relacionado con su situación, ascensos, beneficios y otros; su Reglamento
para el Servicio en Tiempo de Paz, en el cual la Guardia Civil de Perú estaba organizada,
al igual que la Guardia Civil de España, en Comandancias, Sectores, Líneas y Puestos,
siendo estos últimos los que realizaban su servicio policial mediante correrías, que
llegaban hasta el último rincón del País; también su Reglamento de Campaña, su
Reglamento Interno para el aspecto disciplinario, sus Manuales de Criminalística, de
Procedimientos en Materia Criminal, de Documentación Policial y Administrativa (se
introdujeron por primera vez los términos de Atestado, Información Sumaria y otros), la
Guardia Civil del Perú también heredó de la Guardia Civil Española su monograma con
las letras G.C. entrelazadas, pero lo más notable de la labor de la Misión Española de
Policía, fue el aspecto moral y material que realizó en el personal, el cual fue
rigurosamente seleccionado, con buenos elementos; con presencia; instrucción mínima;
porte militar y con marcada personalidad; sujeto a una severa y rigurosa disciplina militar,
de tal modo que a todos sus integrantes, hasta el último Guardia, se les pueda dar
autoridad; con todas las garantías inherentes a su autoridad y con estabilidad en el
puesto.
Pronto los nuevos cuerpos policiales iniciaron su accionar en beneficio de la población.
Un nuevo concepto del trabajo policial se puso de manifiesto, un concepto matizado por
profesionalismo y disciplina así como de vocación de servicio.
Como instituciones fueron eficaces agentes de la tarea integradora del Estado, su
presencia se hallaba comprometida con la tarea de mantener el orden y proporcionar
seguridad en el campo y en la ciudad. Prueba de ello fue la erradicación del bandolerismo
que pervivía aún, y la contención de los efectos disociadores de las fuerzas políticas de
entonces, además de dar cuenta de las nuevas modalidades delictivas que en el marco
urbano comenzaba a generarse a base de incorporar en la labor policial un criterio
científico y técnico para su investigación, también supieron mantener el principio de
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GUARDIA REPUBLICANA DEL PERÚ
autoridad frente al desborde de los movimientos sociales de entonces como a las todavía
persistentes intentonas golpistas, custodiando la propiedad estatal y afirmando nuestra
soberanía en las fronteras nacionales.
Como consecuencia de la labor llevada a cabo por la Misión Española, el gobierno dictó
el 3 de julio de 1922 un Decreto Supremo disponiendo en su parte resolutiva la creación
de la “Escuela de la Guardia Civil y Policía de la República”. La finalidad fue organizar un
Cuerpo de la Guardia Civil similar a la Benemérita española, sobre la base de las
Gendarmerías de la República. También la de formar otro Cuerpo llamado de Seguridad
o de Orden Público sobre la base de la antigua Guardia Civil Urbana y Rural así como de
fundar otro Cuerpo más, denominado de Investigación y Vigilancia (que se encargaría de
realizar la investigación de los delitos), con los elementos aprovechables de la Sección de
Investigaciones de la Intendencia de Policía y los sargentos primeros, licenciados del
Ejército, o de los mismos que prestaban servicio como oficiales asimilados en las
Gendarmerías existentes.
La Escuela de Policía se inauguró el 1 de noviembre de 1922 y constaba inicialmente de
tres secciones:
La 1ra., Superior de Oficiales, para los tres Cuerpos.
La 2da., de Tropa y Aspirantes a Clase de los tres Cuerpos.
La 3ra. Especial, de Aspirantes a la Sección de Investigación y Vigilancia y su anexo de
dactiloscopia.
La Escuela inicia sus actividades el 4 de noviembre de 1922, egresando el 3 de
septiembre de 1923 la primera promoción de Guardias Civiles totalizando, hasta el 1 de
enero de 1988, 58 promociones de oficiales.
Los efectivos egresados de la primera promoción de la Escuela de Policía, ocuparon las
Comisarías de Lima, constituyendo el Cuerpo de Seguridad.
El carácter dictatorial del régimen leguiísta no pudo distorsionar el sentido profesional de
las nuevas instituciones policiales, de allí que pese al colapso de dicho gobierno, las
instituciones policiales sobrevivieron a él, superando las veleidades políticas del
momento, pues por encima de cualquier desviación facciosa, la población reconocía la
importancia y necesidad de los servicios prestados por estas instituciones.
1.7 La Policía Moderna
El proceso de cambio de la sociedad peruana se inició, pese a que los cuartelazos y las
conjuras de partidos políticos amenazaron el sistema, alternando dictaduras con
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GUARDIA REPUBLICANA DEL PERÚ
gobiernos democráticos, luchas políticas de las que no pudo librarse las instituciones
policiales, como parte de los conjurados o como parte de la represión de los gobernantes.
La ciudad creció desproporcionadamente y la integración del mundo rural se hizo mayor
con el proceso de migración interna experimentado, las estructuras sociales de viejo cuño
dejaban paso a una nueva sociedad emergente, aunque ello no significó eliminar las
contradicciones sociales, en cierta forma ellas se alimentaban de la propia estructura de
exclusión social como del proceso de integración al orden económico mundial en forma
desventajosa. Ello repercutió en nuevas formas para la delincuencia y en nuevas fuentes
para generar el malestar social.
Sin llegar al caos de la primera mitad del siglo XIX, las condiciones no eran las más
estables para la fortaleza de las instituciones democráticas de allí que el orden y la
seguridad exigían cada vez más una mayor eficacia de las instituciones policiales. Sin
embargo la policía actuó con diligencia ante los nuevos retos.
El decreto del 31 de diciembre de 1923 disolvió los Escuadrones (de Gendarmes de
Caballería) de la “Guardia de Lima” (con sede en la “Quinta de Presa”), el “Rural de Lima”
y el “Escuadrón Provincial” para que sus efectivos pasasen voluntariamente a la Escuela
a adquirir la instrucción policial española que los capacitara para formar los Escuadrones
(de Caballería) de la nueva Guardia Civil6.
Con el paso del tiempo, la sobre especialización marcaría la diferenciación interna que
posteriormente se institucionalizaría. Surgiría así la Policía de Investigaciones del Perú, a
partir del Cuerpo de Investigación y Vigilancia, autonomía lograda en 1948. El regimiento
Guardia Republicana, se institucionaliza a partir de 1934. De corte castrense, pese a su
función orientada al orden interno y la seguridad del Estado, sería comandada por
oficiales provenientes del Ejército hasta después de transcurrida la primera mitad del
siglo XX. En 1944 se unificarían la Guardia Civil y el Cuerpo de Seguridad. Se
evolucionaba de cara a brindar un mejor servicio policial.
Al igual que los defensores policiales de la Patria en la Guerra del Pacífico, los policías de
las nuevas instituciones respondieron valientemente cuando la defensa de la soberanía
nacional necesitó de sus vidas. Durante el conflicto con el Ecuador en 1941, se dieron por
entero a la causa nacional, protagonizando hazañas en el teatro de operaciones militares,
como la toma del puesto de Carcabón y Huabillos, y la defensa del PV Puerto Moreno,
6 Jorge Basadre Grohmann – Sétimo Periodo El Oncenio 1919-1930, Capítulo XI – La aviación, la marina y la policía en el oncenio, en Historia de la República del Perú 1822 - 1933, Octava Edición corregida y aumentada, Tomo 12, página 3026, Editada por el Diario "La República" de Lima y la Universidad "Ricardo Palma".
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llegando al sacrificio en aras de la Patria, como el valiente adalid policial, el hoy Héroe
Nacional Alipio Ponce Vásquez (1906-1941).
El Decreto Supremo Nº 38 del 30 de agosto de 1957, en su artículo único, proclama a
Santa Rosa de Lima, Patrona de las Fuerzas de Policía del Perú.
El 23 de diciembre de 1969, el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas dictó los
Decretos Leyes Nros. 18069, 18070, 18071 y 18072, Leyes Orgánicas de la Guardia Civil
del Perú, Guardia Republicana del Perú, Policía de Investigaciones del Perú y Servicio de
Sanidad de las Fuerzas Policiales, en los cuales se precisaban la Misión, Funciones,
Situación del Personal, Jerarquía, Régimen disciplinario y las relaciones de cada
institución policial con los organismos públicos y privados.
La Guardia Civil del Perú tenía como Misión: mantener el Orden Público, mientras no se
requiera el empleo de la Fuerza Armada, y la prevención de los delitos y las faltas.
La Guardia Republicana del Perú tenía como Misión: vigilar las fronteras, sujetándose a
los planes de la Fuerza Armada, la seguridad de los establecimientos penales y la
seguridad de los establecimientos y servicios públicos7.
La Policía de Investigaciones del Perú tenía como Misión: investigar y denunciar los
delitos e identificar a las personas naturales.
El 30 de diciembre de 1969 se aprueba el Estatuto de las Fuerzas Policiales integradas
por la Guardia Civil del Perú, la Guardia Republicana del Perú, la Policía de
Investigaciones del Perú y el Servicio de Sanidad de las Fuerzas Policiales. El Estatuto
definía y garantizaba los derechos y obligaciones del personal de las Fuerzas Policiales y
determinaba su situación en relación al servicio. Cada una de las Fuerzas Policiales se
desarrolló en forma autónoma e independiente.
Por Decreto Supremo Nª 003-74-IN, se crea la Dirección de Control de Tránsito,
dependiente de la Dirección General de la Guardia Civil del Perú, como órgano
doctrinario, técnico y normativo en materia de control de tránsito pero sin mando sobre
las 30 y 49 Comandancias de la Guardia Civil del Perú - Tránsito, que estaban
subordinadas a la Segunda Región de la Guardia Civil del Perú.
Por Decreto Ley Nº 21929 del 13 de septiembre de 1977 el Gobierno Revolucionario de
las Fuerzas Armadas del Perú autoriza a la Guardia Civil del Perú establecer la Policía
Femenina de la Guardia Civil del Perú.
Mediante el Decreto Supremo Nº 038-77-IN del 7 de octubre de 1977 se crea la Policía
Femenina de la Guardia Civil del Perú con la finalidad de que, inicialmente, cumpla
labores de protección al menor y para que de apoyo a las Unidades de Policía de
Tránsito y de Policía de Turismo pertenecientes a la Guardia Civil del Perú.
7 Historia de la Policía del Perú en el siglo XX por el General GC Ernesto Delhonte Tijero.
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La Resolución Directoral Nº 3222-77-GC del 28 de noviembre de 1977 autoriza el
funcionamiento de la Escuela de Policía Femenina de la Guardia Civil del Perú, fijando su
sede en el balneario de San Bartolo, la cual se inauguró el 21 de abril de 1978, habiendo
egresado, hasta 1985, ocho promociones de Guardias PF-GC.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, las instituciones policiales se habían perfilado
diferencialmente, la Guardia Republicana encargada de la seguridad del Estado, la
custodia de establecimientos penales y la seguridad de nuestras fronteras; la Policía de
Investigaciones en cuanto a lo que es investigar técnica y científicamente los delitos para
una mejor administración de justicia y la Guardia Civil que daba seguridad en la ciudad
como en el campo, además de mantener el orden. Se desarrolló un respectivo sentido de
identidad que generó una competitividad por el celo profesional con que se actuaba,
situación que significó más de un problema en su eficacia operativa cuando las
instituciones policiales comenzaron a desarrollar organismos de funciones análogas8.
Por otro lado el explosivo desarrollo urbano de las ciudades de la costa especialmente de
Lima, con la sobrepoblación y marginalización de gran parte de sus habitantes en medio
de la crisis económica, repercutió en niveles de pobreza más acentuados, caldo de
cultivo propicio para la delincuencia y el crimen como para la anomia, el arribismo y la
amoralidad. Todo ello se manifestó en la aparición de nuevas modalidades delictivas y
criminales que marcaron la pauta de la evolución de los institutos policiales, pero que
estructuralmente los iba llevando hacia el camino de una necesaria unificación.
A esto debe agregarse la incapacidad del Estado para responder a una masa poblacional
urbana cada vez más consciente de su ciudadanía y que en virtud de ello exigía sus
derechos. Esta incapacidad serviría para que fanatizados y errados peruanos
comenzaran a engendrar la violencia más irracional y genocida que el Perú haya
experimentado: surgió así Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac
Amaru quienes iniciaron su loca carrera de luto y sangre en 1980.
Las fuerzas policiales dieron la cara a este nuevo enemigo de la sociedad, con el valiente
sacrificio de muchos de sus miembros que cayeron en cumplimiento del deber en más de
un atentado o enfrentamiento artero. Combatir a un enemigo tan ubicuo y sanguinario y
seguir cumpliendo con el servicio policial hizo necesario un cambio estructural de los
institutos policiales, quienes ya comenzaban a sufrir el desgaste de la lucha
contrasubversiva.
1.7.1 El proceso de unificación de las Fuerzas Policiales
8 Revista de la Guardia Civil del Perú, Año L, Nº 400, noviembre-diciembre de 1982, folleto adjunto: La Guardia Civil del Perú
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Ante esta situación, a partir de 1986 se inicia una serie de reformas que decantaron en la
unificación de los institutos policiales de entonces. La evolución de las formas delictivas y
criminales y las necesidades de orden y seguridad de la población exigían una institución
policial moderna y eficiente.
El presidente Alan García Pérez, en su primer gobierno, (1985 - 1990), inició el 14 de
septiembre de 1985, al amparo de la ley 24294 aprobada por el Congreso de la
República, un proceso de reorganización de las Fuerzas Policiales.
El 4 de febrero de 1986, continuando con el proyecto emprendido, se expidieron los
Decretos Legislativos Nros. 370, 371, 372 y 373 referentes a la Ley Orgánica del
Ministerio del Interior, la Ley de Bases de las Fuerzas Policiales, Leyes Orgánicas de la
Guardia Civil, Policía de Investigaciones y de la Guardia Republicana.
El Decreto Legislativo Nº 371 "Ley de Bases de las Fuerzas Policiales" sentó los pilares
para la creación definitiva de la Policía Nacional del Perú.
La citada ley establece un comando único (esto es la Dirección General de las Fuerzas
Policiales) y la formación también de un solo centro de estudios para la preparación de
los oficiales policías (denominado Escuela de Oficiales de las Fuerzas Policiales con
sede en el antiguo Centro de Instrucción de la Guardia Civil “Mariano Santos” en La
Campiña - Chorrillos) y de una escuela nacional para los guardias y agentes
(denominada Escuela Nacional de Policía con sede en el antiguo Centro de Instrucción
de la Guardia Republicana en Puente Piedra).
1.7.2 Nacimiento de la Policía Nacional del Perú
El 7 de diciembre de 1988 fue promulgada la Ley 24949 del 6 de diciembre de 1988 que
modificando los artículos pertinentes de la Constitución Política del Perú de 1979 crea
definitivamente la Policía Nacional del Perú.
Los objetivos que se buscaron fueron, entre otros, integrar las tres Fuerzas Policiales,
hacer un mejor uso de los recursos económicos, desaparecer los conflictos que existían
entre ellas originados por “dualidad de funciones” y, sobre todo, ofrecer un mejor servicio
a la sociedad9.
Con motivo de la unificación de las Fuerzas Policiales la Guardia Civil, la Policía de
Investigaciones, y la Guardia Republicana pasaron a denominarse “Policía General”,
“Policía Técnica” y “Policía de Seguridad” hasta 1991.
En 1995 Santa Rosa de Lima fue condecorada con la Orden al Mérito de la Policía
Nacional en el grado de Gran Cruz otorgándosele además la Banda Honorífica de
9 Revista de la Policía Nacional del Perú, Año 3, Nº 12, agosto de 1991, artículo: Proceso histórico de la PNP a través de las Constituciones del Perú por el Coronel PNP Carlos Orbegoso Rojas, páginas 64-65.
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Generala de la Policía Nacional del Perú, en su condición de Patrona del instituto. En el
Calendario Anual de Festividades Institucionales de la Policía Nacional del Perú, se
designó al 30 de agosto de cada año como el “Día de Santa Rosa de Lima y de la Virtud
Policial”, conforme a lo establecido en el Decreto Supremo Nº 0027-89 y la Resolución
Directoral N° 355092 del 6 de agosto de 199210.
La criminalidad había también evolucionado de tal forma que hacía poco adecuado
mantener dividida a la fuerza policial, se necesitaba contundencia en la respuesta y ello
requería de unidad en el trabajo policial. Esta situación se vio apremiada con la aparición
del narcotráfico y de los fenómenos terroristas. Se requería de una respuesta policial
basada en unidad de comando, unidad de doctrina y unidad de acción.
Hoy la Policía Nacional del Perú es una fuerza policial moderna y eficiente, en cuanto a la
realización de las operaciones policiales, experimentada en más de 20 años de guerra
contrainsurgente y en el combate contra el tráfico ilícito de drogas, con más de 140 mil
efectivos.
El 29 de diciembre de 1999 se le da a la Policía Nacional del Perú su Ley Orgánica. Esta
institución unificada es la que unida pudo vencer al terrorismo demencial de Sendero
Luminoso y el MRTA y que ha conseguido enfrentar con éxito el narcotráfico, y que busca
orientar su accionar dentro de un marco democrático y de respeto a los derechos
humanos, aspectos que han sido el norte del proceso social peruano y de la región en los
últimos años.
Es una de las mayores de Latinoamérica, cuenta con importantes unidades terrestres,
aéreas y acuáticas, así como con fuerzas especiales y comandos paracaidistas (como
"Los Sinchis" de la antigua 48ª Comandancia de la Guardia Civil del Perú), presentes en
todo el territorio peruano.
10 Revista de la Policía Nacional del Perú, Año 8, Nº 56, diciembre de 1996, artículo: Una gloriosa historia policial. Nota histórica sobre la existencia de la policía en el Perú, páginas 6-9.
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ONCLUSIONES
1. Sin duda alguna, la evolución de esta institución desde épocas prehispánicas,
fueron acontecimientos importantes para las posteriores evoluciones y la
consecuente creación de esta entidad que resguarda nuestro orden interno.
2. En cuanto a las funciones y servicios que brindan los miembros de la policía
nacional del Perú, se ve claramente una deficiencia, pues necesita respuestas
efectivas ante los distintos fenómenos delictivos que se presentan en nuestra
sociedad.
3. Como bien sabemos la policía presenta una detallada organización, pero, en la
actualidad no se plasma esa organización con resultados positivos, como una
consecuencia de pésimos manejos institucionales y una baja inversión que el
Estado efectúa.
4. En el diagnóstico, se puede apreciar las irregularidades que se aprecian en los
distintos ámbitos que son regulados por esta institución y producto de ello es la
realidad social, política, que hoy vemos en nuestro querido Perú.
5. El diagnostico nos proporciona también, a tener en cuenta las dificultades que
posee, para así, pronosticar posibilidades de solución en un futuro sobresaliente
para la Policía Nacional del Perú.
RECOMENDACIONES
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1. Teniendo en consideración que este presente trabajo es un desarrollo general de
la policía nacional del Perú, por lo tanto se recomienda tener conocimiento y
analizar algunas funciones que no es muy difundido en la sociedad, para así tener
claro las atribuciones que deben cumplir.
2. La Policía Nacional del Perú, puede ganarse la confianza de la sociedad
incorporando a sus programas de acción, mecanismos concretos para examinar
sus actividades como el diagnóstico que se presenta en esta monografía.
3. Para efectos de optimizar el gobierno institucional de la PNP, es necesario aplicar,
ciertos criterios que se dan a conocer y erradicar los problemas.
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ANEXOS
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Ilustración 2 Batallón de Gendarmes de Infanteria "Guardia Republicana del Perú Nº 1" en su cuartel de la calle "Sacramentos de Santa Ana" en los Barrios Altos - Cercado de Lima - Perú.
Ilustración 1 Foto de la Quinta de Presa
Ilustración 3 Agrupamiento de Banderas de Guerra de las Fuerzas del Ministerio de Gobierno y Policía (Cuerpos de Policía Uniformada solamente). De izquierda a derecha las Banderas de Guerra del Regimiento de Gendarmes de Infantería "Guardia Republicana", Escuela de G
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BIBLIOGRAFÍA
1. Constitución Política del Perú
2. Coronel Zapata Cesti, Victor. Historia de la Policía del Perú. Lima, Dirección
General de la Guardia Civil y Policía, 1949.
3. CANEVARO Bocanegra, Nicolás (2004) Auditoría Integral. Lima. Escuela Nacional
de Control.
4. Historia de la Policía del Perú en el siglo XX por el General GC Ernesto Delhonte
Tijero
5. Revista de la Guardia Civil del Perú, Año LVI, Nº 434, noviembre-diciembre de
1988, artículo: Historia de la Guardia Civil del Perú refleja abnegación, sacrificio,
patriotismo y heroicidad a la patria y a la sociedad, que la cubre de gloria e
inmortalidad, páginas 10-20.
6. Revista de la Policía Nacional del Perú, Año 14, Nº 82, abril-mayo-junio de 2002,
artículo: Caballeros de la ley, Custodios de la paz, Parte Final, páginas 67-83.
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