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    ANTECEDENTES DE LA GUERRA DEL CHACO Y LACONTRIBUCIN DEL CAMBA BENIANO

    Analizar despus de cuarenta aos una tragedia que llen de dolor los hogaresbolivianos y cubri con la vergenza de la derrota el valor de una generacines tarea difcil, porque los factores multiplicadores todava arrastran consecuenciasy prejuicios.

    Sin embargo, creemos sea un deber someter al conocimiento del pueblo, y enespecial de su juventud, para que en la balanza de la justicia juzguen y encuentrenlas metas de un nuevo orden muy ajeno a los ismos polticos en vigencia quemargine junto a la miseria, el temor y el sometimiento.

    Quince aos de batalla por la libertad, siendo los primeros en proclamarla y losltimos en obtenerla, hicieron del boliviano un hombre de trincheras y de valora toda prueba. Socabaya, Iruya y Montenegro, con Ingavi, son la reafirmacinde esa fe en la soberana, que luctuosamente se trueca en adversidad y quedala interrogante: Por qu nuestro ejrcito perdi las guerras internacionales conChile primero, con el Brasil despus y por ltimo, con esa pequea nacin delabradores y pastores que era Paraguay? Es que el valor haba cedido a ladesercin?

    Muchas veces, precipitadamente, la juventud arrogante se da la respuesta,dicindose que si les hubiera tocado actuar a ellos hubiera cambiado el cursode los acontecimientos; sin pensar que era tambin juventud, la que fue actoraentonces y en peores tiempos, cuando el olor a plvora y el estruendo de caoneseran diario acontecer en las ciudades del valle y el altiplano, donde los caudillosse encumbraban por el coraje de los soldados, que recorran las ciudades enrevueltas cuarteleras.

    Pero no analizamos que, fenmenos diferentes han jugado una determinante aespaldas de ese pueblo que sufri las consecuencias.

    Sern el capital internacional y los trust monopolistas los que marcarn ladetonante de cada contienda. Primero, el salitre de nuestro Litoral sobre elPacfico, cerrndonos el pulmn del respiradero martimo; seguir el oro negrode la leche blanca convertida en bolachas oscuras de la riqueza gomera, en el

    Antonio Carvalho Urey,INVESTIGADOR, HISTORIADOR Y ESCRITOR

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    rea de los ros que convergen al Atlntico; y, cerrar este tringulo del designioimperialista, querindose asegurar concesiones de petrleo en el suelo que nosdio el derecho y la historia.

    Para colmar esa sed de ambicin, el entreguismo de los gobernantes y la nefastadiplomacia criolla hacen lo dems. Melgarejo regalar en 1867 el litoral delMadera, cuando estaba colonizndose por los industriosos gomeros. Los guerristasliberales en el poder practicarn el pacifismo y suscriben el Tratado con Chile,legalizando la mediterraneidad. En 1903 se firma el Tratado de Petrpolis,vendiendo un gran pedazo de nuestra patria a precio de ramera, como deca DonMedardo Chvez, ese beniano defensor de la integridad. Y tambin en 1909 seentregarn al Per ms de 50.000 km2., como precio de los 1.500 fusilesMannlichter que sus gobernantes fiaron a los mismos liberales para que subanal poder.

    Nuestra patria invertebrada, con una economa monoproductora, sin msvinculacin que entre las poblaciones que gravitan en los centros mineros; conun Beni extenso y desconocido, que slo sirvi de botn para proveer caballadasa los ejrcitos, vales por ganado para sostener a los gobiernos y remesas deingentes cantidades de libras esterlinas que se enviaban desde Villa Bella, paracubrir el presupuesto de la nacin; esta patria, sobre todo con una mayora deindios ignorantes sometidos a un tradicional pongueaje, no era un Estado equipadopara una contienda blica.

    Los cuartelazos de militares o civiles no haban dado tiempo para formar unaconciencia nacional. La visin y mentalidad de los gobernantes es muy limitadapor el enrarecimiento del aire en la puna andina donde se alberga el Ejecutivo,no puede pues, mirar ms all de la atmsfera viciada y vislumbrar que lospretendidos derechos territoriales no estn respaldados por el documento histrico,sino por la preparacin blica con la manifiesta complacencia, cuando no abiertaayuda, de un vecino poderoso que manejaba la escasa economa de la nacinguaran.

    Y es as que en 1932, igual que en 1900 en el Acre, igual que en 1879 en elLitoral, nuestras fronteras estaban desguarnecidas, porque los encargados deresguardarlas vivan en las ciudades, luciendo marciales marchas de parada pararecoger el aplauso de multitudes politizadas.

    Estalla la guerra con el Paraguay

    Los militares educados en las academias de Europa sostienen que la guerra esun juego de nios con los paraguayos, y convencen al introvertido PresidenteSalamanca Urey, de que hay que pisar fuerte en el Chaco.

    El mestizo mandatario de la fra elocuencia y de las abstractas disciplinaseconmicas, no atisb que esta no era una guerra por supuestos derechos sobretierras, desatada entre pueblos con mayora indgenas, analfabetos y malalimentados; e inflamado de misticismo patritico, convoca a la guerra contrauna nacin armada por el capitalismo internacional, con financiamiento de laStandard Oil Company.

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    Pero al beniano no le importan los motivos, l tena una sola causa: Su patria,Bolivia; y con el desprendimiento del que nada pide y todo lo entrega, marchapresuroso bajo el tremolar de la ensea tricolor a los puestos de reclutamiento.

    De todos los pueblos del Beni, de todas las estancias, de los chacos, de losmontes gomeros y castaeros, se movilizan las caballeras y los carretones, laslanchas y las canoas, arribando el Mamor; a pie, abriendo sendas o rumbeandopampas; todos convergen a la capital Trinidad, para de ah partir por Cochabambaprimero, por Santa Cruz enseguida, hasta llegar al Chaco Boreal, directamentea la lnea de fuego, sin quedarse en la retaguardia, en las famosas etapas.

    Tras lo varones irn las mujeres, muchas amazonas se vern atendiendo enfermosy defendiendo a la patria con el fusil que dej el combatiente muerto.

    Todos en el Beni contribuyeron, la Casa Surez dio con munificencia su aporteeconmico en grandes cargamentos de charque y otros productos de susestablecimientos como obsequio para la contienda. Y el camba y el carayanaque solamente su vida podan dar, arriesgaron con todo coraje su existencia.

    Diez mil quinientos y ms fueron los benianos que marcharon a los campos debatalla, quedando ms de la mitad muertos en el Chaco, en holocausto sublimea la patria, gobernada siempre por gentes que ignoraban al beniano.

    El valor de los regimientos formados por hombres benianos, acostumbrados altrrido calor, a las largas jornadas, a la cautelosa caza, a rasgar la virginidad delmonte y a las destrezas de la caballera, es digno del mejor canto pico.

    Decimos esto, sin egosmo regionalista y sin ningn nimo revanchista.

    Creemos que la guerra en los pases subdesarrollados debe ser desterrada paraconvivir en universal armona y superar las barreras de la dependencia; peroconsideramos que el espritu patritico que alienta en cada ser viviente, estnutrido por el cario sin limitaciones al solar de nacimiento.

    Dos pueblos hermanos se mataron. La culpa no fue de los muertos ni de la clasede tropa y oficiales que sufrieron tantos sacrificios y padecimientos. El pueblode ambos pases luch hasta el supremo sacrificio, extrao a un drama que fuemanipulado por otros.

    Ambas patrias perdieron. Paraguay nunca lleg a las corrientes subterrneas delpetrleo y Bolivia, junto a un jirn de tierra, perdi una juventud que tantonecesitaba. Ambas quedaron ms empobrecidas; y sus clases con menos recursoseconmicos, ms indigentes.

    Por eso ahora, sin odio al contendor de ayer, arrastrado ingenuamente, sin quererhacer hiprbole al hablar del aporte del soldado camba en la contienda, menosan de pretender crear dolos e implantar el culto a la personalidad; pero conun claro y rotundo sentimiento benianista que deviene en puro sentimientonacional, nos corresponde expresar para la historia, para esa que no se ha escrito,la contribucin de este suelo que riega el Mamor y sus afluentes, el Departamento

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    del Beni, cuyos hijos desfilaron bajo el verde listn de su bandera con orgulloa combatir.

    La inexplicable vergenza de Campo Va, donde se entregaron al contendor9.000 soldados mejor equipados y en impugnable ubicacin, al decir del autorizadoHroe y protagonista de esa contienda, Coronel Carmelo Cuellar, sembr en elejrcito ese sabor trgico de la derrota; y de no haber llegado oportunamenteel contingente ms grueso de benianos, tal vez no hubieran retrocedido losparaguayos, de sus avanzadas, muy prximas a los suelos del petrleo.

    Una mano invisible manejaba los hilos de esta ridcula y criminal comedia demarionetas; mientras que el Canciller del pas que ayud abiertamente aladversario, proveyndole de armas, alimentos y hasta efectivos, conocedor dela avalancha incontenible de nuestro ejrcito, tonificado y renovado con la gentedel trpico beniano, oficiando de pontfice de la paz, embauca a nuestradiplomacia, siempre representada por improvisados figurines de saln, concabezas huecas de capacidad y en las que solamente saban lucir chispeanteschisteras, y obtiene el consentimiento para decir: Alto el fuego!

    El 14 de junio de 1935, da del armisticio impuesto por Carlos Saavedra Lamas,es un da de ignominia.

    Sobre los cadveres, muchos insepultos, comidos por las aves de rapia ycalcinados sus huesos por la arena candente, se levanta la bandera de la paz,que es bandera de derrota; por lo que son culpables, no los soldados ni losoficiales, sino los Jefes de Comando y los tteres polticos.

    Los abrazos que se dieron, entonces, los pilas y los bolis, son la demostracinde la fraternidad indoamericana y una clara evidencia de que la guerra pudo serevitada a no mediar la impune petulancia de los Jefes mestizos disfrazados dedisciplina prusiana, que solamente supieron lucir el brillo de sus botas y el tufode aguardiente en das y noches de juergas con prostitutas, cuando el soldadomora por la sed en la avara tierra de los tusecales.

    No es una blasfemia contra el antiguo ejrcito boliviano; pero s una acusacinpermanente de la generacin de post-guerra, que concebimos de que los altosjefes por supuesto que con honrosas excepciones solamente demostraron susconocimientos de estrategia en el cerco que le hicieron al inofensivo PresidenteSalamanca, al que ellos mismos empujaron a la guerra.

    Una vez en La Paz, escuch a un grupo de estudiantes que apostrofaban a supaso un desfile de excombatientes, gritndoles: Loteadores del Chaco! Nadams irreverente e injurioso para ese defensor de la soberana en el sudeste. Losautores de la vendimia de esas tierras, no fueron los hombres que en todo tiempoempuaron el fusil, sino los encargados de la conduccin de la campaa, deesos que tenan las manos de maricas, porque solamente saban acariciar cuerpossuaves de meretrices y nunca dispararon sus armas en combate, porque estabana buen recaudo en alejados fortines.

    Esos etaperos y sus lacayos, los emboscados, s pueden ser llamados loteadores;

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    pero el soldado beniano, ese soldado camba, jams escogi siquiera el sitiodonde dejara su cuerpo inmolado por la patria.

    Y con esto, entremos a recordar a ese Hroe olvidado, el Camba.

    En las historias escritas y con imgenes de Bolivia, a excepcin del Gran Cuatrerodel Chaco, Germn Busch, no figura ni un solo nombre o ilustracin de loshroes benianos.

    Nadie sabe que Carmelo Cullar Jimnez obtuvo las ms altas condecoracionesa los 21 aos, en plena lnea de combate, por su fiereza en la batalla. Se ignorael nombre de un Gran Capitn del Aire, Fabin Monasterio Claure. Se desconoceque 12 hijos del industrial del Itnez, Don Luis Surez Surez, marcharon sinmiedo a defender ese confn boliviano, como fueron muchos otros valientes.

    Es ms, en las escuelas y colegios del Beni mismo, no se escucha pronunciarel nombre del Tte. Rmulo Mendoza Arteaga, el Macono, el Teniente Camba,el Cunumi Macho, el Gran Movima.

    Dejad que cuente algo de su historia.

    Nacido en las pampas del Yacuma, hijo de don Vicente Mendoza, viejo vaquero,popular por su estridente risa, similar a la del ave, lo llamaban el Macono, nicopatrimonio que heredara el vstago. Se cri en el campo, ayudndole a susprogenitores en el cuidado de la estancita que les fuera arrebatada por un gamonalcarayana, trocando entonces el lazo y el caballo por la pala y el machete, paraservir despus como pen de ganadera.

    Al llamado de la patria, entr a la guerra, con ese patriotismo inmaculado quenace en el corazn de los hombres sencillos y no se aprende en los planteles delsaber; y, porque saba que era boliviano, comprendi que todo lo que poda darera su vida, en pago de haber nacido en esta nacin soberana.

    Al hombre beniano -dice Daniel Prez Velasco- le vimos medirse en el gransacrificio del desarrollo cauchero de fines del pasado siglo y en la tremendaepopeya de la Guerra del Chaco. En ambas acciones, como en la del Acre, estehombre singular, se ponder. De simples peones de la ganadera de SurezHermanos, se improvisaron, en la contienda chaquea, grandes conductoresde unidades militares.

    As fue el Macono Mendoza. Ascendido por mritos bien ganados. Su escuadrnfue una muralla inexpugnable.

    Porfirio Daz Machicado, que dice haber ingresado a la guerra como peligrosoizquierdista, y por supuesto, destinado a ser blanco seguro del enemigo, fueincorporado a sus rdenes; y exagerando a su sabor y favor la figura, escribesobre el Hroe, en su Autobiografa:

    - Usted es el soldado Daz Machicao? me pregunt el camba.- A su rdenes, mi teniente.

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    - Ahora nos vamos. Usted ha de ser mi soldado. Lo nico que le pido es valenta,buen comportamiento.

    Y prosigue describindolo as: moreno, de anchas fosas nasales, ignorante,cerril, como una res salvaje. Yo deba confiar nicamente en las reaccionesespontneas de su corazn. Dentro de su primitivismo acaso se escondiera unpoco de su comprensin que era todo lo que yo necesitaba para afrontar losdas del futuro. Luca, engredo, su revlver Colt y no haba perdonado el usode la estrella blanca sobre las tiras de su camisa. Haba ganado su grado enmuchas batallas, ascendiendo desde soldado raso. Era un valiente.

    Aunque la desdeosa y preconcebida relacin es de pura factura de intelectualcolla, la consignamos por estar impresa y vale por un testimonio; con el agregadode que el aprendiz de combatiente pronto era plumario de los etaperos, mientrasque el Camba luch en la vanguardia hasta el final de la guerra.

    Si es belleza el horror de las batallas, slo el arte del terror puede pintar cuadrossublimes de las homricas jornadas de ese camba movima que de verdad pisfuerte en el Chaco y dijo a los pilas, en su dialecto: C-i, Mor-a!!!!, que enbuen romance se traduce: No, Carajo!!!! Y el gran combatiente, que respetaronsu vida las balas enemigas, muri despus de la campaa en Trinidad, desarampin, y hasta hoy no tiene siquiera una lpida.

    Ya dijimos que todos los puntos geogrficos del Beni y el Noroeste llegabannuevos contingentes.

    Dispensad que hable de Santa Ana, que vale decir de los otros centros dereclutamiento. All se concentraron un tiempo los que venan de los pueblos delro Beni. De Vaca Dez, del Territorio de Colonias y de una parte del Itnez. Afalta de cuartel, sirvi el templo, cuyos altares fueron cubiertos con fnebrestelas.

    Sin hombres de trabajo, el ganado de sus campos se volvi otra vez arisco y loschacos se convirtieron en barbechos. Todas las personas hbiles se fueron alChaco Boreal y la alimentacin escaseaba en el pueblo; de ah le vino la ideaal organizador de la movilizacin, Gral. Federico Romn, de sembrar pltanosen toda el rea de la plaza para que tengan que comer los ancianos, las mujeresy los nios.

    Qu no iba a ser sacrificada la accin de los benianos?, es cosa sabida, peronadie la escribe, porque no hay quien publique en rganos de prensa o en libros.

    Nos saturan la mente con cien apellidos de otros hroes de otros Departamentos,no menos merecedores de la gratitud nacional; pero, quin sabe que MiguelOvale, el rico estanciero dej su hacienda abandonada, a su joven esposa y a sunica hija, y cuando con su dinero poda comprarse un sitio de etapero, prefiriinmolarse en ofrenda por ese girn apartado de la patria que no conoci antes,que no saba porqu lo disputaban; es que estaba seguro que era de Bolivia; y,sin que nadie lo sepulte, sin que nadie lo identifique, sin que nadie le ponga unarstica cruz, sin que siquiera reciban sus familiares un psame de los jefes

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    militares y los gobernantes, qued su cadver insepulto, para siempre.

    Quin ha odo decir que all tambin murieron los laceros de los llanos delManiqui y el Apere, Nicols Cujuy y Nico Caumol, descendientes de Caciques;o que los Pipico Surez, los Portales, los Carvalho, los Davieds, los Cullarvolvieron despus del armisticio los unos y desde el cautiverio en el Paraguay,los otros, ostentando gloriosas heridas que han borrado los aos y el olvido.

    Nadie recita los versos del poeta de las trincheras Gilberto Roca Casanovas, quedespus de disparar su fusil, como Horacio Rivero Egez, tras el fragor de loscombates, escriba con ternura de enamorado:

    Cunto diera por verla un solo instantey contarle las penas que he sentidoen la noche infinita de la ausencia,

    ms amarga en las horas del combate.

    Y cerca de un arroyo murmurantedormirme en su pecho como un nio

    inocente del crimen de la guerra.

    La poltica innoble e ingrata se aprovech de las glorias de unos y ech su velode sombras sobre otros. Pero el Hroe, el soldado puro del Chaco, no tieneporqu ser cubierto con el lodo de la injusticia.

    Me he permitido hablar de algunos hroes de mi pueblo. He omitido muchosnombres, porque larga es la lista y escasa la memoria. No he mencionado siquieraa los Inmortales de la capital y las otras provincias, que ya han entradodefinitivamente en nuestra historia.

    Quiero que este homenaje lo reciban todos los Hroes Annimos, los que yacenen la tierra arrebatada y los que hoy arrastran con los aos sus recuerdos, antela incomprensin de quienes hasta ahora valoran la magnitud de su contribucina la contienda, al haber hecho retroceder al invasor hasta muy lejos de la zonapetrolera.

    Ese es el aporte del Beni a Bolivia.

    Aprend a escribir lo que siento, sin temores ni dobleces, y esta charla, malexpresada, ojala sea comprendida como el homenaje de un beniano nuevo, quequiere a su pueblo y admira a los hombres que lo sirvieron en los momentossupremos.

    Trinidad, 6 de octubre de 1975

    Antonio Carvalho Urey

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    REPERCUSIONES DE LA GUERRA DEL CHACO EN LAVIDA SOCIOECONMICA DEL BENI

    Participar en este ciclo de conferencias que se ha denominado El aporte delBeni a la Guerra del Chaco, para un sencillo y humilde hijo de esta tierra, esuna de las ms altas distinciones que se le confieren por las consideraciones quesupone un criterio en un hecho de trascendencia en la vida nacional. En mi caso,no son experiencias sino ideas y recuerdos que trataremos de explicarlos:

    En todo conflicto blico, en toda guerra, quien siempre pierde es el pueblo, anel vencedor. La historia nos da muchos ejemplos y en su voz est un pasadoamargo cuando se ve que en este mundo humano, el Humanismo casi no semanifiesta y es ms bien el sentimiento mezquino del hombre el que cada dase va imponiendo con deterioro de ese lazo fraterno que nos dicen une a lospueblos del mundo.

    A manera de introduccin, aunque aparentemente innecesario, les dar lasimpresiones de un muchacho campesino que por ese tiempo de 1930 y tantos,sinti la partida de sus hermanos, de sus buenos amigos, a la campaa.

    Aqu, cerca, en Somopae, por los aos ya mencionados, estaban asentados varioscampesinos, entre ellos 4 hijos del Sol Naciente, cuyos sembrados eranconsiderables en una poca en la cual la produccin agrcola del campesinadobeniano era destacada. Alrededor de 80 hectreas de sementeras y otras plantacionescultivaban en terrenos que alquilaban a la Casa Surez Hermanos Sucesores,duea de casi toda la zona si no era de toda, con recursos limitados, en base agrandes sacrificios y con esa falta de medios tanto materiales como de transportes.All, con el arcaico y patriarcal sistema de labrar la tierra, convivan todos, amosy sirvientes, patrn y mozo, seor y cunumi, formando una gran familia endonde se notaba solamente la diferencia, por el ttulo de amo, patrn o seorque sala de cualquier boca cuando el visitante o la autoridad llegaba al predio.

    Esta vida en comn hizo crear el sentimiento afectivo de hondas races con elrespeto y las consideraciones de padre e hijos. En este ambiente se trabaj codoa codo, pelo a pelo, amo a camba, mujeres y hombres, con la pala, el machetey el hacha.

    Gustavo Nagashiro RiberaPROFESOR, ESCRITOR Y PERIODISTA

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    En las noches placenteras, estrelladas o de luna, bajo la dureza del surazo otibias en medio del amotinamiento de la sabandija, en tertulias amenas, soadoras,hbiles y llenas de trminos atractivos, en una narrativa pintoresca, D. Goyo,D. Pancho, D. Jess o D. Carlos poblaban la mente sencilla, casi nia, de lostrabajadores y los muchachos mosqueteros, de esas grandes hazaas de valor,de fuerza, entereza y herosmo, en un crculo atento y vido de saber, mientrasel pailero y el trapichero seguan su turno en la molienda.

    Fueron esas noches las que trajeron a nuestra mente, los primeros conocimientosde la Mitologa Anglogermana, de la cuentstica y de la maravillosa capacidadcreadora de nuestros viejos campesinos que nos hablaron de Sigfrido, JuanSin Miedo, Ricardo Corazn de Len, Manfredo, el descabezado, el duende ytantos otros relatos elocuentes que les enseara la tradicin, o el buen amigo,pero que, en boca de esta gente iletrada eran para los mocosos y los adolescentes,la muestra del valor, de la entereza y la abnegacin, que haban venido de lejos,de cualquier modo pero que creaba sentimientos especiales en ellos de tal formaque buscaban entre los rboles gigantes, a gigantes con los cuales queran medirsus fuerzas. Estas sabias enseanzas en la apacible vida y el recuerdo del pasadofeliz de los jesuitas, fueron conformando este hombre sencillo, respetuoso,amante de su tierra, enamorador y enamorado que saba discurrir y caminarprestamente, con el cuidado, la curiosidad del zorro y a enfrentar cualquiercircunstancia con la valenta que no pudo ser desmentida en los momentos msdifciles.

    Esta vida de amo y mozo, hizo del labrador el hijo de la familia que supo dela mano paternal del amo y de los rigores del castigo del hijo cuando falt a susdeberes o, en el peor de los casos, la afrenta de un despido ignominioso que fuemotivo de comentario por mucho tiempo.

    Por eso, se hizo tambin, alegre y atractiva la palabra campaa, por que sedijo que iran a pelear contra el pila y le supuso uno de esos tantos enemigosque le forjara el relato en su mente soadora.

    Todava estaba fresca la sangre de Andrs Guayocho y en muchas espaldasquedaban las huellas de los latigazos que les haban cado por haber pretendidoun trato ms justo.

    Por eso el camba trinitario no necesit el reclutamiento. Fue y se presentvoluntario, alegre, casi feliz, y Cullar, Roca, Monasterio, Vaca, Muiba, Nojune,Male, fueron lo mismo, cambas benianos, trinitarios, de San Ramn, Reyes,Magdalena, Limoquije, Casarabe, de todos los pueblos, chacos, villas y villorriosde esta campia verde que dio toda su hermosa y pujante juventud con ms de10.000 hombres, el mayor porcentaje que se tiene de todos los distritos del pas.El 18,02 % de los 58.500 habitantes que tena el Beni y el Territorio de Coloniaspor ese entonces.

    Todos los muchachos, bisoos, mostrencos, toda esa juventud march al Chacoboreal y con ella toda la esperanza, la vida y la fuerza de una tierra bondadosa,hospitalaria y buena que en su pacifismo, en su abulia y su conformismo tenay produca lo suficiente para su autoabastecimiento en todos los aspectos, pues

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    jams falt el producto que partiendo de los cereales, carnes, verduras, hortalizas,hicieron una canasta familiar prdiga y abundante.

    Hay otras tantas consideraciones y aspectos de esa vida feliz donde la vida dela ciudad mostr su seoro, pero que prefiero guardarlas por la premura deltiempo.

    El muchacho del campo o de la ciudad, de 18 aos, march alegre a presentarseal cuartel, de forma voluntaria, pues fue consciente de su responsabilidad y desu amor a la Patria, quien sabe si no fue esa educacin espontnea del vulgo oel espritu soador y romntico nacido de la fuerza telrica, o ambas cosas almismo tiempo, que conforman la personalidad de este camba que an hoy siguesiendo el mismo.

    La Negra pudo adquirir el coraje que l le exigi, cuando ella, entre sollozos,le peda que no la olvidara y que se cuidara y que regresara. Entonces, nacicomo fuerza del querer, del amor risueo y juvenil, del entusiasmo, una cancinen donde se reflejaba el sueo de grandeza y su espritu aventurero lleno deideales.

    No llores Negra,que he de volver,

    con la bandera del Paraguay

    Cancin o himno de despedida, metise dura y hondamente en el alma de lamujer beniana, como para sentirse guapa y fuerte como l y ms de una parejase fue agarrada de las manos hasta las trincheras.

    Trinidad, por el ao 1932, tena unos 4.200 habitantes, segn los datosproporcionados por el estadgrafo, Sr. Vctor Vargas Monasterio, y el estallidode la guerra fue aceptado como un desafo personal o una afrenta, de tal formaque cuando se conoci el conflicto los alumnos de los cursos superiores delColegio Nacional 6 de Agosto que conformaban la Brigada de Boys Scout,se lanzaron a pie por todos los pueblos de nuestra dilatada extensin, guiadospor sus profesores, para levantar el espritu cvico de todos, especialmente delos hombres considerados aptos para la lucha, porque todos queran ir.

    La primera movilizacin se efectu por el sector de Cochabamba, pero tuvo queser descartada una parte por motivo de enfermedades, continuando el resto alcampo de hostilidades. Por este tiempo, se encontraba en Todos Santos, elRegimiento Padilla, integrado por gente beniana que se incorpor de inmediatoa la lucha, siendo una de las primeras unidades que lleg all. Francisco Parada,Emilio Campos, Vidal Chvez y tantos otros, pertenecan a este grupo.

    Ya en los primeros encuentros, el hombre de los llanos demostr su capacidadpara la pelea. Haban participado en esas dos grandes experiencias, tena en susodos las palabras del padre que haba vivido en ellas. La primera cuando tuvoque alejar y sacar del ro Cocharcas a los bandeirantes lusitanos, en la memorablebatalla donde los canichanas, trinitarios, baures, movimas, todos los hombresindgenas que estuvieron bajo el mando de los jesuitas defendieron valerosamente

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    la integridad de sus pueblos. Recientemente, tena la contienda del Acre, dondepese a sus limitaciones, sin contingentes debidamente organizados, bajo supropia iniciativa y entereza, pudo contener el avance de otros bandeirantesbrasileos que no cejaron su idea de anexar esa gran parte del inmenso y ricoterritorio que es el Acre.

    Ante los desastres de las tropas bolivianas en la primera parte de la guerra, setuvo que llamar mayores refuerzos y se produce la movilizacin general. En1933, bajo la direccin del Gral. Federico Romn, quien tuvo como ayudanteal My. Jos Villarroel, el Beni y Pando fueron movilizados. La concurrenciavoluntaria fue masiva. De las haciendas, de los chacos, de todos los confinessali el beniano al simple llamado de la patria, para defenderla del invasor, parano dejarla ultrajar, porque ese fue su pensamiento, su creencia, su idea. Porqueno supo, sino mucho tiempo despus, que esta guerra no fue para defender latierra, sino otros intereses. Y la rabia y el encono con que mat al pila, al hermanoque tambin defenda otros intereses que no eran los suyos, fueron consecuenciasde una psicosis que generaron los extraos bajo el palio de la patria con palabrasy argumentos que encandilaron el sano y limpio espritu del pueblo.

    En contingentes, de 100 y 150 hombres, fueron partiendo a la trinchera, en losprimeros das del mes de febrero de 1934.

    El pila, tuvo por ese entonces, los primeros enfrentamientos serios, cuando enCaada Strongest se encontr con soldados que saban moverse con la mismarapidez y habilidad que l, con el mismo sigilo y temeridad que no pudieron sersuperado tan fcilmente.

    Fue en la batalla de Conchitas donde, por primera vez, caan ms de 3000prisioneros paraguayos, y fueron estos mostrencos de los llanos los que saliendode su selva y superando el Mamor, pasando por la Boca del Chapare, siguieronpor el Ichilo y continuaron por Puerto Grether, Yapacan, San Carlos, BuenaVista, Portachuelo, Montero, Santa Cruz, abrindose camino a machete limpio,para continuar 600 kilmetros ms hacia el Sur, para llegar a Villamontes, paradarle este primer dolor de cabeza al Gral. Estigarribia.

    En ese tiempo, la Compaa 12, al mando del Suboficial Humberto Da Silva,la que sale del Puerto de Izarzama, llega a Puerto Grether y sorteando los peligrosde la selva y los brbaros, abre esta ruta de ingreso a las tierras del Sur.

    En el teatro de hostilidades

    Llega vibrante de entusiasmo, con su cara risuea, barbilampia todava, conla audacia y el coraje que le ha puesto la selva y el ro en la sangre. All demuestralo que es. Hombre que no se pierde en la manigua y que sabe sacarle provechoa la naturaleza. Hombre que sabe salvarse por s solo y cuyo arrojo, coraje,bravura y entereza son las caractersticas ms destacadas de ese espritu que nosupo de claudicaciones. Por eso mismo quedan all, miles, pagando con susangre el precio de la inocencia y del amor a su patria. All se ver que el cambatrinitario no supo de desercin y que su estoicismo, su coraje y su enterezalevantan la moral de sus compaeros. Muiba, Nojune, Padilla, Semo, Tamo,

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    Temo, Mapaqui, vuelven a reeditar las hazaas de sus antepasados y el cambaMendoza, el arquetipo del vaqueano, del hombre de las pampas, del ro y delmonte, con su arrojo, con su atrevimiento y valenta, escribe hazaas inigualables,y de simple soldado raso, sin saber mucho de letras, llega a ser ascendido aOficial de Lnea.

    All quedaron Pedro Vaca Dez, Ovidio Cullar, Lus Cspedes Moreno, GuidoPradel Vaca, Rodolfo Surez, Ruber Becerra Casanovas, Adhemar BravoMonasterio, Lus Pedriel, Wenceslao Arza, Fidel Oliva y tantos otros, esos milesde hroes annimos, el Soldado Desconocido que solamente es cifra, el que dejala mujer y los cros con la mano en la boca y las lgrimas en los ojos en supartida, esos mismos seres queridos que quedan esperndolo toda la vida y queno tuvieron la dicha del retorno, para convertirse ella, en la viuda de guerra;ellos, en los hurfanos de la Guerra del Chaco.

    De esa dura tierra del pedregal vuelven Carmelo Cullar Jimnez, Ren IbezCarranza, Ramiro Pradel Vaca, Rodolfo y Hugo Wende, Ceferino Rioja Aponte,Edwin Caspary Vargas, Domingo Jimnez, Luciano Aez Villarroel, Julio Viera,Serafn Rivero Carvalho, Bailn Rivero Monasterio, ngel Bravo Monasterio,Lus Surez, Roberto Balderrama, Rubens Vaca Monasterio, Juan Manuel HurtadoSolz y toda una plyade de hombres que vemos desfilar ante el Altar Patrio enlos das fastos, unos, con cierta admiracin y respeto, los ms, con burla, lasorna y la sonrisa despectiva; estos hombres que con paso que quiere ser marcial,con la cabeza blanca, achacosos, invlidos los unos, a duras penas los ms, perotodos tratando de reeditar los aos cuando sin esfuerzo recorrieron ms de 1000kilmetros para defender la heredad nacional.

    Con sus 58.000 habitantes, Beni y el Territorio de Colonias, mandaron 10.540hombres a la guerra, el 18 % de su poblacin, considerando que la poblacininfantil es el 50 % del total. O sea que teniendo en cuenta esto, el Beni y Pando,dieron ms del 36 % de su gente mayor, de su gente de trabajo.

    Otras consideraciones

    El Beni, en toda su extensin, tena una produccin agrcola que le alcanz parasu autoabastecimiento holgado. La manufactura de otros alimentos se realizabaen los ingenios, en los establecimientos de los hacendados, en la misma casahumilde. El telar y el huso, se movieron en las chozas y las flores amarillas delalgodn estaban adornando los canchones. El hato ganadero era manejado conlos mtodos tradicionales, pero de las ubres de las vacas salan los subproductosque ahora tienen que venir de Santa Cruz y que no estn al alcance de la gentehumilde, pese a ser la Capital Ganadera de Bolivia. Azcar blanca, baya y negra,melao o batidillo, pasaron al recuerdo de los recuerdos. Las pulperas, en sumezcolanza, ponan, como atraccin al chicuelo, el chancaca por pedacitos. Todoeso es el lamento de los buenos tiempos. Con la guerra, los establecimientosindustriales quedaron vacos, porque el mismo patrn impuls a sus muchachosa presentarse al cuartel.

    Todo el proceso productivo y generador de la economa beniana fue paralizndose,para con los aos de la post-guerra, languidecer y morir definitivamente antes

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    que por la inercia o la falta de empeo, por la falta de brazos que, an ahora,se siente todava.

    Quedan, como muestras, como fantasmas de una poca floreciente, esparcidosen el matorral, algunos cacharros y artefactos oxidados.

    Se sinti la ausencia del hombre. La maleza gan al chaco, el ganado qued enel monte. Los precios comenzaron a elevarse, los artculos a desaparecer. Unarosca de maz que costaba 5 centavos, al trmino de dos aos, lleg a costar 25centavos. La comunidad, otrora expresin de fortaleza fsica y espiritual, no vioregresar a su Cacique ni a los hombres de su Cabildo.

    Los que volvieron

    El retorno fue triste. Despus de los primeros desahogos de una presin de aos,de las grandes satisfacciones, de la alegra, de esas demostraciones de cario,comenz a roer el alma del excombatiente el dolor del recuerdo y la visin delhorror cuando mir caer al hermano deshecho por la metralla, entonces festejsu retorno a la vida y la cantina y la bohemia fueron dando paso al vicio. En elalma del intelectual roa una especie de rabia contenida, por las injusticias y porel estado que pudo apreciar en el soldado raso.

    Muchos no volvieron, estaban cansados. Se quedaron en la puna, en el valle, encualquier pueblo que les brind un poco de paz. Otros, prefirieron la nacinenemiga, que les ofreci, en su ostracismo, el calor familiar.

    En tanto, Pando y Beni, se moran. La ganadera, la riqueza de la economa, sevolvi cerril. El ganadero pagaba Bs. 25 por mes al mejor pen, sueldo que lealcanzaba para vivir honradamente.

    El novillo costaba Bs. 10, tenan que vender 3 novillos para pagar al mozo ytena que destinar cinco peones, por cada 1000 cabezas. Ahora con un novillopuede pagar 3 peones.

    Cuntos regresaron?...

    Creo, no vale la pena el recuento. Pero se sabe que todava quedan, en nuestroDepartamento, alrededor de unos 1800 hombres que deambulan por las oficinasde la administracin pblica, con un msero sueldo, con el hambre, la miseriay el insulto a cuesta.

    - o -

    Hay todava muchas cosas que poner en el conocimiento de la nacionalidadsobre el aporte de nuestra tierra a la Guerra del Chaco. Porque este duro golpeque todava aprieta a la economa beniana, esta situacin difcil, antes queresultado de la contraccin econmica mundial, es el producto de la falta demanos, de la prdida de toda una generacin, de esa juventud que se qued enlos cascajales, en otros pueblos y que ha demorado bastante tiempo la marchade los benianos por la senda del progreso.

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    La produccin qued mala y aunque una mentalidad volvi de la contienda, antela realidad nacional, despus de un escarceo generacional de superacin, sediluye en una lucha poltica que divide esfuerzos y objetivos. Con el trabajo, laeducacin, la disciplina, influidos por la contraccin, las posibilidades de nuestropoder cultural y econmico se vinieron abajo.

    A manera de conclusin, porque esta sugerencia simple de las repercusiones dela Guerra del Chaco en la vida econmica del Beni, no es ms que una simplepresentacin, abre, pues, las puertas al debate y al enjuiciamiento sereno de esarealidad dolorosa, de sus consecuencias en nuestro quehacer como pueblo.Existen todava muchos aspectos que no se han tocado y he preferido noexponerlos, porque pienso que este ciclo de conferencias o charlas, debe proseguir,con un foro que proporcione nuevas luces, nuevos hitos, nuevos conocimientosy nuevas experiencias para que sean incluidos en la Historia del Beni, eldocumento que debe guardar todo este lapso de nuestra vida en este luctuososuceso, cuando todava queda el rescoldo.

    La historia boliviana, nos muestra una faceta de ese sentimiento redentor queembarg al hambre, salida de las trincheras. Y es precisamente un beniano,Germn Busch Becerra, quien dicta las primeras leyes sociales que favorecenal hombre humilde, a la gente sencilla donde las leyes sociales todava no llegan.

    El camba Busch, el hroe del Chaco, no puede olvidar el hambre, la sed, el calory el fro del sudeste y con el mismo coraje y fuerza con que luch en el campode batalla, con esa misma entereza y valenta enfrenta la muerte cuando se dacuenta de que ahora ser impotente para sacar del medio esos intereses superioresque lo cercan mejor que los pilas, esos intereses que son los mismos por los quetuvo que luchar contra el paraguayo.

    Agradezco a los organizadores de estas charlas. Este perodo de nuestra vida,lo repito, no ha sido suficientemente analizado. Despus de 40 aos, creo eshora de que se hable menos de los episodios de la campaa y se sealen puntosconcretos para ver con sinceridad qu cosas nos ha dejado la prdida de todauna generacin y qu puede hacerse a favor de los que quedan como muestrade esta tragedia. Que se haga un recuento de lo perdido y de lo que esta prdidaha influido en nuestro desarrollo y en nuestra bsqueda de mejores horizontes.Qu es realmente lo que ha perdido nuestra tierra, vida de brazos y de gentede empresa.

    Que esta realidad que vivimos expresada en los mal hilvanados recuerdos de unmuchacho que revive todava la edad feliz de su campia verde con sus sembradosde oro, que este pedido de un serio anlisis sea el homenaje que sale ingenuamente,sin pretensiones, para los hombres ancianos que esperan un verdadero homenajey un agradecimiento que todava no llegan.

    Saludamos a este hombre de la mirada triste, empaada, que es presa delmenosprecio de sus propios hermanos, de una juventud que con sonrisa agresivalo mira en los desfiles de los das fastos y que no pudo verlo cuando en los dasde 1932, 1933, 1934, parti lleno de vida, de sueos y esperanzas, conscientesde su deber y seguro de sus capacidad para responder como hombre de bien.

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  • Los hechos dolorosos, como la muerte del Camba Mendoza, en medio de laindigencia, la indiferencia y el olvido, el drama diario del entierro de uno deestos servidores, cuando pasa envuelto de la ensea nacional, que ha cadovctima ms que de su vejez de su falta de recursos, hacen meditar. Lo llevanarropado con el listn boliviano, la nica recompensa para el hombre que entreglo mejor de su vida a su tierra.

    Quin pudiera tener este gran privilegio de ser enterrado abrigado con la banderade su Patria en el seno de la Madre Tierra. Pero an as, la gente ni se detienepara saludar por ltima vez al hroe. Nuestra falta de sensibilidad es productode nuestra ignorancia y sta es producto de nuestra falta de desarrollo. Por eso,es que esta reunin vale tanto para escribir nuestra pequea historia, si se quiere,pero digna de un mejor canto.

    Vale, pues, este recuento histrico, como parte del enfoque imparcial en el anlisisde lo que el Beni aport a la Guerra del Chaco, porque son sus intelectuales ylos mismos actores del drama blico los que pueden decir con cunto aportnuestro pueblo y con qu se le ha pagado.

    Muchas gracias.

    Trinidad, 7 de octubre de 1975

    Gustavo Nagashiro Ribera

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  • EL APORTE ECONMICO DEL INDUSTRIALNICOLS SUREZ A LA CONTIENDA CHAQUEASeor Cnl. Comandante de la VI Divisin de Ejrcito; Seor ContralorDepartamental; Seor Presidente de la Federacin de Benemritos de la Patria;Seor Cnl. Carmelo Cullar Jimnez, Hroe Mximo de la Guerra del Chaco;Seor Director del Dpto. de Cultura de la H. Alcalda Municipal;Dignas damas; Seoritas; Distinguido auditorio; Excombatientes del Chaco:

    Dentro del programa de Extensin Cultural de la Universidad Boliviana MariscalJos Ballivin en cooperacin con la Casa de la Cultura y el Dpto. de Culturade la H. Alcalda Municipal, se viene desarrollando en el curso de esta semanaun ciclo de charlas, conferencias e investigaciones sobre el tema: Participaciny Aportacin del Beni a la Guerra del Chaco.

    A m se me ha brindado la oportunidad de alternar en este evento y desarrollarun tema, si bien es conocido, pero muy poco difundido y casi olvidado, porqueen esa poca y como en todas las pocas lgidas de la politiquera criolla, siemprese trat de poner el velo del silencio y olvido a los actos donde desarrollaronpersonalidades, que fueron motivo de la diatriba que siempre caus dao antesque expresar con sinceridad Justicia al Mrito.

    Me tocar hablar del patricio cruceo seor Nicols Surez Calla, cuyapersonalidad y vida est ntimamente identificada con las alejadas regiones delNorte, Noreste y Noroeste de la Nacin, quien en compaa de su seora madrey seis hermanos ingresaron a las tierras de El Dorado hacia el ao 1860, parapermanecer en estas regiones hasta su muerte el 9 de enero de 1940. En eselapso, dos acontecimientos importantes y de significado patritico, tomaronrelieve: la revolucin del 6 de agosto de 1902 obra del filibusterismo de Plcidode Castro en el Alto Acre y la Guerra del Chaco.

    En al transcurso de esta charla tratar de hacer un paralelismo de los dosacontecimientos y la participacin y aportacin de este pionero de la civilizacin,de la cultura y el progreso regional.

    Producidos los acontecimientos de los quebrachales del Chaco y al escucharse

    Prof. Jos Natusch VelascoINVESTIGADOR Y PERIODISTA

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  • el clarn de llamada, todos los benianos en la magnitud de su extensin territorial,se pusieron bajo bandera para defender la Patria mancillada.

    En este acontecer nacional, le toc al pionero Nicols Surez Calla, asumiruna actitud preponderante y altiva, repitiendo lo que haba hecho hace 34 aosen las selvas vrgenes del Alto Acre, cuando el filibusterismo de Plcido deCastro hollaba el territorio, proclamando su independencia, despus de dominara las autoridades nacionales de Xapury. Organiz y dirigi personalmente ladefensa del solar patrio que nos legaran los Manes de la Patria, si gracias a estedesprendimiento en todo sentido se organiz, justamente un da como hoy, 8 deoctubre de 1902 la Columna Porvenir integrada as: Presidente Sr. NicolsSurez, Primer Vicepresidente Sr. ngel Roca, Segundo Vicepresidente Sr.Claudio Farfn; Vocales Srs. Luis D. Moreira, Gonzalo Moreno y Simn Moreno;secretario Sr. Jos Donato Pabn.

    Al da siguiente informaba al seor Delegado Nacional del Noroeste con asientoen Riberalta, lo siguiente:

    Hoy (9) contamos con 80 hombres armados y siendo de necesidad jefes paraque comanden esas fuerzas, en sesin de esta misma fecha se ha nombrado alos siguientes seores: Primer Jefe seor Simn Moreno, Segundo Jefe Sr. LusD. Moreira; tercer Jefe Sr. Julio Farfn; Capitanes seores Federico Romn,Ignacio Paz, Manuel M. Tovar, Gonzalo Moreno. Tenientes: los Srs. CarmeloSalvatierra, Manuel Surez, Antonio Cueto y Atanasio Estremadoiro. Subtenientes:Antenor Cspedes, Faustino Salvatierra, Lus Arce, Lus Guachilla. Ayudantes:los seores Alfredo Trucco y Arturo Lawrence. Adjuntos: los seores Bruno vonEllieger y Santiago Maese.

    El da 10 de octubre de 1902 se libra la batalla decisiva donde fueron derrotadoslos invasores brasileos con un saldo de 53 muertos y liberada la poblacin deBaha, hoy la ciudad de Cobija.

    Con esa misma emocin teniendo muy presente la imagen de la Patria, disponecomo dueo de la Empresa Surez Hermanos Sucesores, que todos sin excepcinde su personal se pusieran bajo bandera y acudieran a los centros de reclutamientopara marchar a la defensa territorial, nuevamente invadida e instigada por elgamonalismo argentino, los potentados Casado y Sastre, dueos y seores dela margen derecha del ro Paraguay.

    En esta actuacin, nuevamente vemos la figura del entonces Capitn FedericoRomn, cuando a las rdenes del industrial Nicols Surez, con bravura defendilas tierras del Alto Acre; hoy en la contienda del Sudeste, el General FedericoRomn Jefe de Reclutamiento de los contingentes del Beni y Noroeste, hoyDepartamento Pando. Si bien existi un distanciamiento entre el pionero Surezy el General Romn, que motiv que el primero publicara un documental libroAnotaciones y Documentos sobre la Campaa del Alto Acre, don NicolsSurez pona las cosas en su verdadero sitial, todo ello motivado por errneosconceptos y de referencias del entonces Capitn Federico Romn. Ahora, laPatria, los pona en contacto y olvidando rencillas, se unen fuertemente paraque el Beni brinde el mximo de su concurso a la Guerra del Chaco.

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    Siguiendo el ritmo de sus aportaciones del industrial don Nicols Surez, dispusoque todas sus embarcaciones mecanizadas quedaban a las rdenes del GeneralRomn, Jefe de Reclutamiento de los contingentes del Beni y Noroeste,realizndose la movilizacin; all en el Noroeste y Noreste, se navegaban losros: Tahuamanu, Orthon, Beni, Manuripi, Madre de Dios; para hacer el eslabncon las embarcaciones a vapor que navegaban los ros de la hoya del Mamorhasta Puerto Grether, navegando el Ichilo y el Sajta.

    Con un gesto de justicia y reconocimiento el General Federico Romn, hizo unaseleccin del personal de la Empresa Surez Hermanos Sucesores, disponiendoque un 25 % de su personal de empleados de escritorio y de las diferentes ramasde sus mltiples actividades fuera declarado Reservista en Comisin, dictndoseel instrumento legal mediante Decreto Supremo, fundamentado por las siguientesrazones:

    1.- Por ser la Empresa Surez Hermanos, Sucesores, la abanderada en lacustodia de la Soberana Nacional en las extensas regiones limtrofes conel Brasil y el Per por el Noroeste y Noreste;

    2.- Que la Empresa Surez Hermanos, Sucesores, que haba movilizado todosu personal, no poda quedar a la deriva, a merced de la destruccin desus establecimientos por el abandono causando el quebranto de su economaque afectara a la patria misma; y

    3.- La necesidad de atender el abastecimiento que el seor Nicols Surezhaba dispuesto para los defensores de la Patria invadida.

    Este abastecimiento lo hizo en forma metdica y continuada en la siguienteforma:

    a) Desde la Central de la Empresa, Cachuela Esperanza se mandaban en losvapores propios: Britania; Rodolfo Araz, Bolivia e Ibare, 25 latas biencerradas de almendra beneficiada, cada depsito con 30 kilos netos decastaa;

    b) Desde el Complejo Industrial Matucare, por una sola vez, se mandarondos mil quinientas abarcas de calidad de material cromado;

    c) Y en cada lancha, siempre de la Empresa, que iba a Puerto Sajta, semandaban 50 latas bien cerradas, de charque pacote conteniendo cadalata 30 kilos neto;

    d) Este despacho se hizo normalmente durante dos aos, hasta que se recibiuna contraorden de la Oficina Central, suspendindolo.

    Este es el aporte eficiente, positivo de don Nicols Surez Calla con la Patriaangustiada por la agresin extranjera; con respecto a su personal movilizado,las esposas, compaeras, padres o hijos reciban mensualmente el sueldo asignadoal empleado u obrero movilizado, independientemente de atencin mdica ymedicamentos y todo aquello que fuere necesario a la proteccin y de la salud;

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    rigurosamente se cumplieron todas las leyes sociales que regan en esa poca.

    Ahora nos toca enfocar, tambin muy someramente, cmo el Beni y el Noroeste,se hizo presente en los quebrachales del Sudeste.

    Los que tuvimos la suerte de conocer Cobija, siendo 'Territorio Nacional deColonias, pudimos apreciar que recin se estaba formando generacin propiaen esas alejadas como aisladas regiones, ya que era una poblacin tpicamentecosmopolita; esto me viene en mente, que en el ao 1931, casi a su finalizacin,se levant un censo de la poblacin, llegando a constatarse que portugueses,eran la mayora como extranjeros inmigrantes; siguiendo los brasileos, japoneses,turcos, constituyendo la poblacin nacional minora y de esa minora el porcentajeera el siguiente: Paceos el 50%, cruceos el 20%, benianos el 20%, solo habaun cochabambino y nativos el 10%.

    Con 1a movilizacin, Cobija qued reducida a una poblacin casi en su totalidadde inmigrantes que sentan afecto por esas tierras que los haban recibido concario y hospitalidad.

    Al terminar la contienda, solamente retorn un 35%, muchos murieron, y elsaldo busc mejores medios de trabajo.

    En lo referente al Beni, podemos decir con nfasis, el aporte del beniano en lacontienda de los quebrachales fue formidable por su entereza, sacrificio ypatriotismo; sin pecar de ufanos podemos decir con claridad que los benianosfueron los defensores de los petrleos, que fue el aliciente de los pilas. Muchosde los nuestros quedaron en las arenas candentes del Sudeste, un saldo retornal solar querido y otro se qued en Santa Cruz donde consiguieron mejoresmedios de vida, ya que la Guerra haba producido una terrible sangra de losvalores jvenes.

    Ahora nos preguntamos: Cmo los contingentes benianos fueron movilizados?

    Por dos vas: Fluvial y Terrestre; pero esta ltima demasiado penosa y sacrificada.Cuando la densidad de las aguas, permiti la entrada de los vapores hasta PuertoGrether de all se segua por tierra con relativa comodidad; pero la mayor partese efectu hasta la confluencia del ro Sajta, hoy Puerto Villarroel, de donde loscontingentes benianos, con machete en mano, abrieron sus propias sendas hastallegar a San Carlos, la primera poblacin encontrada en el trayecto. Es decir lahistoria se repite. All en las postrimeras del siglo pasado y los comienzos delpresente, fue el machadio cruceo que lleg hasta las avanzadas regiones delNoroeste, llevando contingentes para la explotacin de la Quina Calisaya, ydespus la goma, que concentraba la mirada zahor de los aventureros y de loshombres de empresa, que ya exportaban a los mercados de ultramar los productoscodiciados de las ricas regiones forestales del Beni.

    En conclusin podemos expresar que la aportacin del pionero e industrialNicols Surez fue amplia y sus horizontes se extendan ms all de las fronteraspatrias; pero a pesar de todas las ingratitudes, mereci el reconocimiento de laNacin, siendo acreedor a las siguientes condecoraciones: El H. Senado Nacional

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    en fecha 21 de diciembre de 1928, lo declar BENEMRITO DE LA PATRIA;las Fuerzas Armadas de la Nacin con la Medalla al Mrito Militar con el gradode Caballero, el 18 de noviembre de 1936 y el Supremo Gobierno de la Nacincon la Condecoracin del Cndor de los Andes en el grado de Comendador enfecha 2 de marzo de 1937; pero sensiblemente, a su muerte se olvidaron propiosy extraos y se destruy la magnfica obra de este esforzado conductor de pueblosy defensor de la soberana nacional, con mucha razn lo expres el periodistaPablo Cardona en un articul sobre el seor Surez y en forma lapidaria: "Laobra de este industrial fue destruida por sus herederos y el Estado".

    Y el aporte del Beni en la contienda con el Paraguay, fue efectiva, sacrificada,valiente. Los benianos cien por ciento temerarios, defensores de los petrleos,pero para el egosmo humano, no tuvieron relevantes acciones de armas; peroalgn da el velo del egosmo caer y se le dar el sitial de honor que se merece.

    Ahora honremos a nuestros hroes que murieron en las candentes arenaschaqueas, guardando un minuto de silencio. Todos de pie.

    Gracias.

    Trinidad, 8 de octubre de 1975

    Prof. Jos Natusch Velasco