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Page 1: Historia de la Filosofía Antigua: Libro vi de la primera enéada, Plotino (rgy)

Libro VI de la Primera Enéada

Rafael García Yeomans

Plotino inicia el texto que nos ocupa, hablando de lo bello, y afirma que se encuentra en las

acciones, en los hábitos, tanto en las ciencias como en las virtudes.

El autor define que hay objetos en los cuales la belleza se da por participación, y objetos

que son bellos por sí mismos y dice que tal es la virtud. Reflexionando acerca de si la

belleza está en esa armonía, aduce que hay cosas malas que también tienen armonía, en

cambio afirma que la virtud es una belleza del alma y que es mucho más verdadera que la

belleza del cuerpo. Posteriormente llega a la conclusión de que cuando hay unidad hay

belleza.

Se adentra en la capacidad de conocer que tiene el alma y afirma que el alma conoce la

belleza por una facultad muy especial, por eso en ocasiones un hombre virtuoso puede

detectar la belleza en otro en el que está impresa la virtud. También dice que el alma posee

esa capacidad superior que los sentidos no poseen de intuir la belleza sin necesidad de

operaciones fisiológicas. Es así que quien ha contemplado el esplandor de la virtud es más

capaz de detectarla y esto lleva a sentir en mayor medida un placer, admiración y sorpresa

ante la belleza sensible.

El alma pues tiene una sabiduría con la que puede ver brillar el resplandor de todas las

virtudes. Por el contrario un alma “fea”, esto es: que carece de las virtudes, no detectará

sino cosas viles y perecederas, esa alma estará depravada y esto complicará su torpeza, pues

cuando el alma cae en un estado de impureza es como si un hombre se hubiese embarrado

de fango sucio y esto no permitirá ver la belleza. Es así que el alma que está desprendida de

sus pasiones, se aleja de esta fealdad que viene dada por una naturaleza extraña a la suya.

Por otra parte Plotino ve claro que la belleza si identifica con el bien, y esto es lo que hace

que toda alma aspire al bien, pues este es deseable por sí mismo y se convierte en objeto de

nuestros deseos. Es así que alma avanza en su ascenso a Dios que es el sumo bien, y este

sumo bien es la belleza suprema y primera y tiene la facultad de hacer felices a los que le

aman.