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HISTORIA DE SAN JOS,
ESPOSO DE MARA
Felipe Santos, SDB
INDICE
1) Biografa
2) Visto por Documentos de la
Iglesia
3) San Francisco de Sales
4) San Pedro-Julin Eymard
5) Ernesto Hello
6) Francis Jammes
7) Santa Teresa del Nio Jess
8) Himnos a san Jos
9) Carta pastoral de obispos
10) Gabriel Chrisment
11) Letanas de san Jos
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12) Oraciones a san Jos
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San Jos
"La madre de Jess estaba desposada
con Jos, y antes de vivir juntos,
result que ella esperaba un hijo, por
obra del Espritu Santo. Jos, su
esposo, que era bueno y no quera
denunciarla, decidi repudiarla en
secreto. Pero apenas haba tomado
esta resolucin, se le apareci en
sueos un ngel del Seor que le dijo:
"Jos, hijo de David, no tengas reparo
en llevarte a Mara, tu mujer, porque
la criatura que hay en ella viene del
Espritu Santo. Dar a luz un hijo y t
le pondrs por nombre Jess, porque
l salvar a su pueblo de los pecados.
(...) Cuando Jos se despert, hizo lo
que haba mandado el ngel del
Seor, y se llev a casa a su mujer. Y
sin que l hubiera tenido relacin con
ella, dio a luz un hijo; y l le puso por
nombre Jess".(Evangelio de Mateo
1,18-25)
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Tal y como narran los evangelios, a
Jos lo recordamos como
descendiente del linaje de David (Mt
1,20 y Mt 13,55), la estirpe humana
de la que naci Jess. Pero por
encima de todo lo tenemos en el
recuerdo por su fe, por su fidelidad y
por el deseo de querer seguir los
deseos de Dios por muy difciles e
increbles que parecieran. Te
imaginas amigo cibernauta que tu
novia se quedara embarazada y que a
travs de un sueo se te comunicara
que el hijo que lleva es obra del
Espritu Santo?. Hay que tener fe, y
esto es lo que tuvo nuestro amigo
Jos. Cabe decir, que segn las leyes
de aquella poca, si una mujer
quedaba embarazada de otra persona
que no era su novio, poda morir
apedreada si ste la denunciaba. Jos
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se convierte en un hombre justo y fiel
a Dios, preguntndose qu era lo
mejor para Mara.
El Padre de Jos
Jos de Nazaret aparece en la historia
evanglica a punto de casarse con
una muchacha llamada Mara.
Precisamente de Mara sabemos los
nombres de sus padres gracias a los
evangelios apcrifos: Joaqun y Ana;
pero de Jos nicamente conocemos
algo de su padre, y an con ciertas
dudas, ya que aparece con dos
nombres distintos en los evangelios.
Segn Mateo se llamaba Jacob (Mt
1,16) y segn Lucas Hel (Lc 3,23).
Algunos exegetas han afirmado que
Jacob y Hel eran hermanos y que por
la "ley del levirato" uno era el padre
biolgico y el otro el legal. La "ley del
levirato" nos sale descrita en el libro
del Deuteronomio (Dt 25,5-6) y
consista en que si dos hermanos
vivan juntos y uno de ellos mora sin
hijos, su hermano se casara con la
esposa de ste, o sea, con su cuada.
Pero la verdad es que no se sabe con
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certeza si el padre de Jos era el de
Jacob o el de Hel y lo de la "ley del
levirato" son simples hiptesis.
Huida a Egipto
Tras asumir la paternidad de Jess
con todas sus consecuencias,
enseguida se encuentra frente a otra
decisin, igualmente difcil:
marcharse de Beln para salvar a
Jess ante la ira de Herodes que
ordena matar a todos los nios
cuando l cree que el nio que ha
nacido (Jess) le va a tomar el trono.
El Evangelio de Mateo lo narra as:
"Tan pronto como los magos se
marcharon, un ngel del Seor se
apareci en sueos a Jos y le dijo:
"Levntate, toma al nio y a su
madre, huye a Egipto y estate all
hasta que yo te avise, porque
Herodes va a buscar al nio para
matarlo" (Mt 2,13)
Si te fijas, amigo cibernauta, los
evangelios nos presentan a la
Sagrada Familia igual que aquellos
primeros israelitas que tuvieron que
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huir a Egipto y que despus volveran
a su Tierra Prometida. Y
efectivamente, la Sagrada Familia
emprendi camino a Egipto. Incluso,
hay en El Cairo, un barrio muy bonito,
el barrio copto, en el cul, segn la
tradicin copta, pasaron all unos
aos Jos, Mara y Jess. Muchos
historiados de la Biblia creen que la
Sagrada Familia nunca lleg a Egipto
y que lo que hicieron fue huir "camino
de Egipto". Como aqul que est en
Tarragona y dice "me voy camino de
Valencia" y se queda en Tortosa!.
Pero bueno ... el Evangelio de Mateo
dice bien claro "huye a Egipto" y no
vamos ahora a contradecir las
escrituras y ni mucho menos a mis
amigos coptos de El cairo que son
muy simpticos!
De vuelta a Israel
Una vez fallecido Herodes, un ngel
del Seor se apareci de nuevo a Jos
y le invit a regresar a su Tierra, ms
concretamente en Nazaret para
iniciar all la historia de su hijo, la del
Hijo de Dios. A partir de entonces,
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Jos sale muy poco en los evangelios,
el caso ms flamante es el de la
peregrinacin a Jerusaln, donde va
acompaado de su esposa y de Jess.
En aquellos momentos, Jess solo
tena 12 aos. Sus padres solan ir
cada ao a Jerusaln por las fiestas
de Pascua. Es aqul conocido relato
en el que Jess se queda en el templo
de Jerusaln a discutir con los
doctores de la ley. Podis leer la
narracin el Evangelio de Lucas (Lc
2,41-59).
La edad de Jos
Cundo muri Jos? Esta es otra de
las preguntas del milln de dlares.
La ltima aparicin de Jos en los
evangelios es sta que te acabo de
explicar, o sea, en la que Jess tiene
12 aos. Segn Josep Lligadas en el
libro "San Jos, el Creyente" editado
por el Centro de Pastoral Litrgica de
Barcelona, Jos habra muerto antes
del relato evanglico de la bodas de
Can, ya que en dicho fragmento no
se menciona a Jos y si en cambio a
Mara. Sera lgico que si Mara y
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Jess estaban invitados a una boda,
Jos tambin estuviera con ellos,
pero el evangelista no lo menciona,
de all dicha suposicin. Lo ms
probable, por tanto, es que Jos
muriese antes de que Jess
abandonase Nazaret para iniciar su
predicacin.
Pero... tambin hay otros
historiadores de la Biblia que creen
que Jos habra muerto dada su
anciana edad. La edad de Jos es un
tema muy discutido, hay unos que
creen que era joven y otros que creen
que ya tena sus aitos. Estos ltimos
se basan en los llamados "Evangelios
Apcrifos", textos no reconocidos
como oficiales por la Iglesia Catlica,
y que en algunas ocasiones han
servido, tal como te he comentado al
principio, para saber curiosidades,
como los nombres de los padres de la
Virgen Mara entre otras cosas.
Segn el evangelio apcrifo titulado
"Historia de Jos el Carpintero", Jos
habra muerto a la edad de 111 aos!,
incluso nos dice la fecha, el 20 de
julio .
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Ms datos apcrifos
En el mismo evangelio apcrifo
"Historia de Jos el carpintero" se
nos dice que Jos, antes de casarse
con Mara, era un hombre viudo y que
ya tena cuatro varones y dos
hembras: Judas, Josetos, Santiago,
Simn, Lisia y Lidia. Tambin nos
cuenta que "era un varn justo y
alababa a Dios en todas sus obras.
Acostumbraba a salir forastero con
frecuencia para ejercer el oficio de
carpintero en compaa de sus dos
hijos, ya que viva del trabajo de sus
manos".
Mara, segn el apcrifo, era una
muchacha que viva en el Templo de
Jerusaln sirviendo a Dios en toda
santidad, y con doce aos de edad.
Haba pasado sus tres primeros aos
en la casa de sus padres, y los nueve
restantes en el templo. Pero al
acercarse la edad de la menstruacin,
no poda quedarse all porque segn
las leyes de entonces, provocara la
impureza del recinto sagrado. Es por
este motivo que los sacerdotes del
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templo decidieron convocar a la tribu
de Jud y tomaron de ella a doce
familias (12 hombres) para buscar a
un varn y desposarlo con ella. La
suerte recay sobre Jos, a quin la
"Historia de Jos el carpintero" lo
define como "el buen viejo Jos".
Segn el apcrifo, Mara tena 15
aos de edad cuando dio a luz a
Jess, mientras que Jos tena 92 .
Repito, amigo cibernauta, que estos
datos son del evangelio apcrifo
"Historia de Jos el carpintero", texto
no reconocido como "oficial" por la
Iglesia Catlica.
La vara de San Jos
Esta es otra de las tradiciones que
van ligadas con nuestro amigo. Se
cuenta que mientras Jos estaba en
el templo junto a los otros jefes de
las 12 familias para encontrar esposo
a Mara en profunda oracin, su vara
(bastn) seca que sostena entre sus
manos floreci y al mismo tiempo una
paloma blanca descendi sobre su
cabeza. Este acto, simboliza el deseo
de Dios en que Jos fuera el esposo
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de Mara.
Devocin
La devocin a San Jos es muy
extendida en todo el mundo, hay
numerosas oraciones, gozos,
novenas, el rezo de los siete
domingos .... Tambin era un nombre
muy comn en Catalunya, hasta el
punto, que se hizo famoso un refrn:
"De Joseps, Joans i ases, n'hi ha per
totes les cases" (De Joss, Juanes y
asnos hay en todas las casas). Pero
ltimamente en Catalunya se ha
perdido bastante la tradicin de
poner este nombre entre los recin
nacidos, valga como muestra, que en
el ao 1998 no figuraba entre los 24
nombres ms utilizados para los
recin bautizados. Muchos santos se
han llamado as: Jos de Arimatea,
Jos de Calasanz, Jos de Copertino,
Josep Oriol, Jos Pignatelli ... En la
dicesis de Girona, slo hay dos
iglesias parroquiales bajo su nombre,
una en la misma ciudad y otra en el
pueblo de La Canya.
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Por qu a los Jos se les llama
tambin Pepe?
Esta es una curiosidad muy divertida
y como todo tiene su explicacin.
Como ya sabes, Jos no es el padre
biolgico de Jess, es un padre
putativo (que se tiene por padre pero
sin serlo). Fjate que las iniciales de
Padre Putativo son PP (y eso no tiene
nada que ver con el Partido
Popular!!). Las iniciales PP se hicieron
muy famosas, ya que figuraron en las
imgenes del santo e incluso, muchas
veces, cuando se lea un fragmento
del evangelio o de algn telogo en el
cual sala el nombre de Jos, se
aada acontinuacin las iniciales PP.
Ya ves que no hay ningn secreto!
Patronazgo
San Jos es por excelencia el patrn
de los carpinteros, ya que ejerci esta
profesin segn nos narra el
Evangelio de Mateo (Mt 13,54-55) y
por extensin, lo es tambin de todas
aquellas personas que trabajan en
oficios manuales. Los ingenieros
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tcnicos industriales tambin le piden
proteccin.
As mismo, el Papa Po IX lo declar
en 1870, patrn de la Iglesia Catlica
universal. Tambin es el patrn de los
seminarios catlicos, de ah que la
Iglesia Catlica celebre el domingo
despus a esta festividad el "Da del
Seminario". Este patronazgo es fcil
de entender, ya que como padre,
educ a su hijo Jess en Nazaret y le
prepar durante muchos aos para su
ministerio. Quien mejor que San
Jos para que proteja a los que sern
futuros sacerdotes?.
En 1955 otro Papa, en este caso Po
XII, instituy la fiesta de San Jos
Obrero el da primero de mayo para
cristianizar la Fiesta del Trabajo que
haba nacido en 1889. Es por tanto, el
patrn de todos los trabajadores
(incluso para los que hacen ver que
trabajan!).
La devocin popular ha credo que
Jos muri en brazos de Jess y de
Mara, sin duda falleci en buena
compaa!. Es por este motivo que se
le pide auxilio para tener una buena
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muerte.
Se le otorga la proteccin de los
padres de familia y de las personas
indecisas. Diferentes comunidades
religiosas se amparan en l y pases
como Blgica, Canad o Per lo tienen
como protector.
Y no cabe olvidar que el 19 de marzo
es tambin el da del padre, una
festividad en honor a nuestros
padres, como padre fue Jos de
Jess.
Onomstica: 19 marzo
Fuente: El ngel de la web
SAN JOS
ESPOSO DE MARA
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y PADRE VIRGINAL DE JESUS
FIESTA: 19 de marzo
Modelo de padre y esposo,
patrn de la Iglesia universal,
de los trabajadores, de
infinidad de comunidades
religiosas y de la buena
muerte.
Fuente: Corazones.org
A San Jos Dios le
encomend la inmensa
responsabilidad y
privilegio de ser esposo
de la Virgen Mara y
custodio de la Sagrada
Familia. Es por eso el
santo que ms cerca esta
de Jess y de la Stma.
Virgen Mara.
Nuestro Seor fue
llamado "hijo de Jos"
(Juan 1:45; 6:42; Lucas
4:22) el carpintero
(Mateo 12:55).
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No era padre natural de
Jess (quin fue
engendrado en el vientre
virginal de la Stma.
Virgen Mara por obra del
Espritu Santo y es Hijo
de Dios), pero Jos lo
adopt y Jess se
someti a el como un
buen hijo ante su padre.
Cunto influenci Jos
en el desarrollo humano
del nio Jess! Qu
perfecta unin existi en
su ejemplar matrimonio
con Mara!
San Jos es llamado el
"Santo del silencio" No
conocemos palabras
expresadas por l, tan
solo conocemos sus
obras, sus actos de fe,
amor y de proteccin
como padre responsable
del bienestar de su
amadsima esposa y de
su excepcional Hijo. Jos
fue "santo" desde antes
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de los desposorios. Un
"escogido" de Dios.
Desde el principio recibi
la gracia de discernir los
mandatos del Seor.
Las principales fuentes
de informacin sobre la
vida de San Jos son los
primeros captulos del
evangelio de Mateo y de
Lucas. Son al mismo
tiempo las nicas
fuentes seguras por ser
parte de la Revelacin.
San Mateo (1:16) llama a
San Jos el hijo de
Jacob; segn San Lucas
(3:23), su padre era
Heli. Probablemente
naci en Beln, la ciudad
de David del que era
descendiente. Pero al
comienzo de la historia
de los Evangelios (poco
antes de la Anunciacin),
San Jos viva en
Nazaret.
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Segn San Mateo 13:55 y
Marcos 6:3, San Jos era
un "tekton". La palabra
significa en particular
que era carpintero. San
Justino lo confirma (Dial.
cum Tryph., lxxxviii, en
P. G., VI, 688), y la
tradicin ha aceptado
esta interpretacin.
Si el matrimonio de San
Jos con La Stma. Virgen
ocurri antes o despus
de la Encarnacin aun es
discutido por los
exegetas. La mayora de
los comentadores,
siguiendo a Santo
Toms, opinan que en la
Anunciacin, la Virgen
Mara estaba solo
prometida a Jos. Santo
Toms observa que esta
interpretacin encaja
mejor con los datos
bblicos.
Los hombres por lo
19
general se casaban muy
jvenes y San Jos
tendra quizs de 18 a 20
aos de edad cuando se
despos con Mara. Era
un joven justo, casto,
honesto, humilde
carpintero...ejemplo para
todos nosotros.
La literatura apcrifa,
(especialmente el
"Evangelio de Santiago",
el "Pseudo Mateo" y el
"Evangelio de la
Natividad de la Virgen
Mara", "La Historia de
San Jos el Carpintero",
y la "Vida de la Virgen y
la Muerte de San Jos)
provee muchos detalles
pero estos libros no
estn dentro del canon
de las Sagradas
Escrituras y no son
confiables.
Amor virginal
20
Algunos libros apcrifos
cuentan que San Jos
era un viudo de noventa
aos de edad cuando se
cas con la Stma. Virgen
Mara quien tendra entre
12 a 14 aos. Estas
historias no tienen
validez y San Jernimo
las llama "sueos". Sin
embargo han dado pie a
muchas
representaciones
artsticas. La razn de
pretender un San Jos
tan mayor quizs
responde a la dificultad
de una relacin virginal
entre dos jvenes
esposos. Esta dificultad
responde a la naturaleza
cada, pero se vence con
la gracia de Dios. Ambos
recibieron
extraordinarias gracias a
las que siempre supieron
corresponder. En la
relacin esposal de San
21
Jos y la Virgen Mara
tenemos un ejemplo
para todo matrimonio.
Nos ensea que el
fundamento de la unin
conyugal est en la
comunin de corazones
en el amor divino. Para
los esposos, la unin de
cuerpos debe ser una
expresin de ese amor y
por ende un don de
Dios. San Jos y Mara
Santsima, sin embargo,
permanecieron vrgenes
por razn de su
privilegiada misin en
relacin a Jess. La
virginidad, como
donacin total a Dios,
nunca es una carencia;
abre las puertas para
comunicar el amor divino
en la forma mas pura y
sublime. Dios habitaba
siempre en aquellos
corazones puros y ellos
compartan entre s los
22
frutos del amor que
reciban de Dios.
El matrimonio fue
autntico, pero al mismo
tiempo, segn San
Agustn y otros, los
esposos tenan la
intencin de permanecer
en el estado virginal.
(cf.St. Aug., "De cons.
Evang.", II, i in P.L.
XXXIV, 1071-72; "Cont.
Julian.", V, xii, 45 in P.L..
XLIV, 810; St. Thomas,
III:28; III:29:2).
Pronto la fe de San Jos
fue probada con el
misterioso embarazo de
Mara. No conociendo el
misterio de la
Encarnacin y no
queriendo exponerla al
repudio y su posible
condena a lapidacin,
pensaba retirarse
cuando el ngel del
Seor se le apareci en
23
sueo:
"Su marido Jos, como
era justo y no quera
ponerla en evidencia,
resolvi repudiarla en
secreto. As lo tena
planeado, cuando el
Angel del Seor se le
apareci en sueos y le
dijo: Jos, hijo de
David, no temas tomar
contigo a Mara tu mujer
porque lo engendrado en
ella es del Espritu Santo.
Despertado Jos del
sueo, hizo como el
Angel del Seor le haba
mandado, y tom
consigo a su mujer."
(Mat. 1:19-20, 24).
Unos meses mas tarde,
lleg el momento para S.
Jos y Mara de partir
hacia Beln para
apadrinarse segn el
decreto de Cesar
Augustus. Esto vino en
24
muy difcil momento ya
que ella estaba en cinta.
(cf. Lucas 2:1-7).
En Beln tuvo que sufrir
con La Virgen la carencia
de albergue hasta tener
que tomar refugio en un
establo. All naci el hijo
de la Virgen. El atenda a
los dos como si fuese el
verdadero padre. Cual
sera su estado de
admiracin a la llegada
de los pastores, los
ngeles y mas tarde los
magos de Oriente.
Referente a la
Presentacin de Jess en
el Templo, San Lucas nos
dice: "Su padre y su
madre estaban
admirados de lo que se
deca de l".(Lucas
2:33).
Despus de la visita de
los magos de Oriente,
Herodes el tirano, lleno
25
de envidia y obsesionado
con su poder, quiso
matar al nio. San Jos
escuch el mensaje de
Dios transmitido por un
ngel: Levntate, toma
contigo al nio y a su
madre y huye a Egipto; y
estate all hasta que yo
te diga. Porque Herodes
va a buscar al nio para
matarle. Mateo 2:13.
San Jos obedeci y
tomo responsabilidad
por la familia que Dios le
haba confiado.
San Jos tuvo que vivir
unos aos con la Virgen
y el Nio en el exilio de
Egipto. Esto
representaba
dificultades muy
grandes: la Sagrada
familia, siendo
extranjera, no hablaba el
idioma, no tenan el
apoyo de familiares o
26
amigos, seran vctimas
de prejuicios,
dificultades para
encontrar empleo y la
consecuente pobreza.
San Jos acept todo eso
por amor sin exigir
nada.
Una vez mas por medio
del ngel del Seor, supo
de la muerte de Herodes:
"Levntate, toma
contigo al nio y a su
madre, y ponte en
camino de la tierra de
Israel; pues ya han
muerto los que buscaban
la vida del nio. El se
levant, tom consigo al
nio y a su madre, y
entr en tierra de Israel.
Pero al enterarse de que
Arquelao reinaba en
Judea en lugar de su
padre Herodes, tuvo
miedo de ir all; y
avisado en sueos, se
retir a la regin de
27
Galilea". Mateo 2:22.
Fue as que la Sagrada
Familia regres a
Nazaret. Desde entonces
el nico evento que
conocemos relacionado
con San Jos es la
"prdida" de Jess al
regreso de la anual
peregrinacin a
Jerusaln (cf. Lucas 2,
42-51). San Jos y la
Virgen lo buscaban por
tres angustiosos das
hasta encontrarlo en el
Templo. Dios quiso que
este santo varn nos
diera ejemplo de
humildad en la vida
escondida de su sagrada
familia y su taller de
carpintera.
Lo mas probable es que
San Jos haya muerto
antes del comienzo de la
vida pblica de Jess ya
que no estaba presente
28
en las bodas de Cana ni
se habla mas de l. De
estar vivo, San Jos
hubiese estado sin duda
al pie de la Cruz con
Mara. La entrega que
hace Jess de su Madre a
San Juan da tambin a
entender que ya San
Jos estaba muerto.
Segn San Epifanius, San
Jos muri en sus 90
aos y la
Venerable Bede
dice que fue
enterrado en el
Valle de Josafat.
Pero estas
historias son
dudosas.
La devocin a San
Jos se fundamenta en
que este hombre "justo"
fue escogido por Dios
para ser el esposo de
29
Mara Santsima y hacer
las veces de padre de
Jess en la tierra.
Durante los primeros
siglos de la Iglesia la
veneracin se diriga
principalmente a los
mrtires. Quizs se
veneraba poco a San
Jos para enfatizar la
paternidad divina de
Jess. Pero, as todo, los
Padres (San Agustn, San
Jernimo y San Juan
Crisstomo, entre otros),
ya nos hablan de San
Jos. Segn San
Callistus, esta devocin
comenz en el Oriente
donde existe desde el
siglo IV, relata tambin
que la gran baslica
construida en Beln por
Santa Elena haba un
hermoso oratorio
dedicado a nuestro
santo.
San Pedro
30
Crislogo: "Jos
fue un hombre
perfecto, que
posee todo gnero
de virtudes" El
nombre de Jos en
hebreo significa
"el que va en
aumento. "Y as se
desarrollaba el
carcter de Jos,
creca "de virtud
en virtud" hasta
llegar a una
excelsa santidad.
En el Occidente,
referencias a (Nutritor
Domini) San Jos
aparecen en el siglo IX
en martirologios locales
y en el 1129 aparece en
Bologna la primera
iglesia a l dedicada.
Algunos santos del siglo
XII comenzaron a
popularizar la devocin a
San Jos entre ellos se
destacaron San
31
Bernardo, Santo Toms
de Aquino, Santa
Gertrudiz y Santa Brgida
de Suecia. Segn Benito
XIV (De Serv. Dei beatif.,
I, iv, n. 11; xx, n. 17),
"La opinin general de
los conocedores es que
los Padres del Carmelo
fueron los primeros en
importar del Oriente al
Occidente la laudable
prctica de ofrecerle
pleno culto a San Jos".
En el siglo XV, merecen
particular mencin como
devotos de San Jos los
santos Vicente Ferrer
(m. 1419), Pedro d`Ailli
(m. 1420), Bernadino de
Siena (m. 1444) y Jehan
Gerson (m. 1429).
Finalmente, durante el
pontificado de Sixto IV
(1471 - 84), San Jos se
introdujo en el
calendario Romano en el
19 de Marzo. Desde
32
entonces su devocin ha
seguido creciendo en
popularidad. En 1621
Gregorio XV la elev a
fiesta de obligacin.
Benedicto XIII introdujo
a San Jos en la letana
de los santos en 1726.
San Bernardino de Siena
"... siendo Mara la
dispensadora de las
gracias que Dios concede
a los hombres, con
cunta profusin no es
de creer que
enriqueciese de ella a su
esposo San Jos, a quin
tanto amaba, y del que
era respectivamente
amada? " Y as, Jos
creca en virtud y en
amor para su esposa y su
Hijo, a quin cargaba en
brazos en los principios,
luego ense su oficio y
con quin convivi
durante treinta aos.
33
Los franciscanos fueron
los primeros en tener la
fiesta de los desposorios
de La Virgen con San
Jos. Santa Teresa tena
una gran devocin a San
Jos y la afianz en la
reforma carmelita
ponindolo en 1621
como patrono, y en 1689
se les permiti celebrar
la fiesta de su Patronato
en el tercer domingo de
Pascua. Esta fiesta
eventualmente se
extendi por todo el
reino espaol. La
devocin a San Jos se
arraigo entre los obreros
durante el siglo XIX. El
crecimiento de
popularidad movi a Po
IX, el mismo un gran
devoto, a extender a la
Iglesia universal la fiesta
del Patronato (1847) y
en diciembre del 1870 lo
declar Santo Patriarca,
34
patrn de la Iglesia
Catlica. San Leo XIII y
Po X fueron tambin
devotos de San Jos.
Este ltimos aprob en
1909 una letana en
honor a San Jos.
Santa Teresa de Jess
"Tom por abogado y
seor al glorioso San
Jos." Isabel de la Cruz,
monja carmelita,
comenta sobre Santa
Teresa: "era
particularmente devota
de San Jos y he odo
decir se le apareci
muchas veces y andaba a
su lado."
"No me acuerdo hasta
ahora haberle suplicado
cosa que la haya dejado
de hacer. Es cosa que
espanta las grandes
mercedes que me ha
hecho Dios por medio de
este bienaventurado
http://www.corazones.org/santos/teresa_avila.htm
35
santo...No he conocido
persona que de veras le
sea devota que no la vea
mas aprovechada en
virtud, porque aprovecha
en gran manera a las
almas que a El se
encomiendan...Solo pido
por amor de Dios que lo
pruebe quien no le
creyere y vera por
experiencia el gran bien
que es encomendarse a
este glorioso patriarca y
tenerle devocion..." -Sta.
Teresa.
San Alfonso Mara de
Ligorio nos hace
reflexionar: "Cunto no
es tambin de creer
aumentase la santidad
de Jos el trato familiar
que tuvo con Jesucristo
en el tiempo que vivieron
juntos?" Jos durante
esos treinta aos fue el
mejor amigo, el
compaero de trabajo
http://www.corazones.org/santos/alfonso_ligorio.htmhttp://www.corazones.org/santos/alfonso_ligorio.htm
36
con quin Jess
conversaba y oraba. Jos
escuchaba las palabras
de Vida Eterna de Jess,
observaba su ejemplo de
perfecta humildad, de
paciencia, y de
obediencia, aceptaba
siempre la ayuda
servicial de Jess en los
quehaceres y
responsabilidades
diarios. Por todo esto, no
podemos dudar que
mientras Jos vivi en la
compaa de Jess,
creci tanto en mritos y
santificacin que
aventaj a todos los
santos.
Bibliografa: Souvay,
Charles L., Saint Joseph,
Catholic Encyclopedia,
Encyclopedia Press, Inc.
1913.
Foto: San Jos con el
nio Jess; Convento
37
"El Seor ha
reunido en Jos,
como en un sol, todo
lo que los santos
tienen juntos de luz
y de esplendor."
San Gregorio
Nacianceno, Doctor
de la Iglesia (329-
390)
1)EN LOS DOCUMENTOS DE LA IGLESIA
Exhortacin apostlica Redemptoris Custos
de Juan Pablo II (15 agosto 1989)
sobre la figura y la misin de san Jos en la
vida de Cristo y de la Iglesia
EXHORTACIN APOSTLICA
REDEMPTORIS CUSTOS
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38
DEL SUMO PONTFICE
JUAN PABLO II
SOBRE LA FIGURA Y LA MISIN
DE SAN JOS
EN LA VIDA DE CRISTO
Y DE LA IGLESIA
A los Obispos
A los Sacerdotes y Diconos
A los Religiosos y Religiosas
A todos los fieles
INTRODUCCIN
1. Llamado a ser el Custodio del Redentor, Jos...
hizo como el ngel del Seor le haba mandado, y
tom consigo a su mujer (Mt 1, 24).
Desde los primeros siglos, los Padres de la Iglesia,
39
inspirndose en el Evangelio, han subrayado que
san Jos, al igual que cuid amorosamente a
Mara y se dedic con gozoso empeo a la
educacin de Jesucristo, [1] tambin custodia y
protege su cuerpo mstico, la Iglesia, de la que la
Virgen Santa es figura y modelo.
En el centenario de la publicacin de la Carta
Encclica Quamquam pluries del Papa Len XIII,
[2] y siguiendo la huella de la secular veneracin a
san Jos, deseo presentar a la consideracin de
vosotros, queridos hermanos y hermanas, algunas
reflexiones sobre aqul al cual Dios confi la
custodia de sus tesoros ms preciosos. [3] Con
profunda alegra cumplo este deber pastoral, para
que en todos crezca la devocin al Patrono de la
Iglesia universal y el amor al Redentor, al que l
sirvi ejemplarmente.
De este modo, todo el pueblo cristiano no slo
recurrir con mayor fervor a san Jos e invocar
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confiado su patrocinio, sino que tendr siempre
presente ante sus ojos su humilde y maduro modo
de servir, as como de participar en la economa
de la salvacin. [4]
Considero, en efecto, que el volver a reflexionar
sobre la participacin del Esposo de Mara en el
misterio divino consentir a la Iglesia, en camino
hacia el futuro junto con toda la humanidad,
encontrar continuamente su identidad en el mbito
del designio redentor, que tiene su fundamento en
el misterio de la Encarnacin.
Precisamente Jos de Nazaret particip en este
misterio como ninguna otra persona, a excepcin
de Mara, la Madre del Verbo Encarnado. El
particip en este misterio junto con ella,
comprometido en la realidad del mismo hecho
salvfico, siendo depositario del mismo amor, por
cuyo poder el eterno Padre nos predestin a la
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adopcin de hijos suyos por Jesucristo (Ef 1, 5).
I. EL MARCO EVANGLICO
El matrimonio con Mara
2. Jos, hijo de David, no temas tomar contigo a
Mara tu mujer, porque lo engendrado en ella es
del Espritu Santo. Dar a luz un hijo, y t le
pondrs por nombre Jess, porque l salvar a su
pueblo de sus pecados (Mt 1, 20-21).
En estas palabras se halla el ncleo central de la
verdad bblica sobre san Jos, el momento de su
existencia al que se refieren particularmente los
Padres de la Iglesia.
El Evangelista Mateo explica el significado de este
momento, delineando tambin como Jos lo ha
vivido. Sin embargo, para comprender plenamente
el contenido y el contexto, es importante tener
42
presente el texto paralelo del Evangelio de Lucas.
En efecto, en relacin con el versculo que dice:
La generacin de Jesucristo fue de esta manera:
Su madre, Mara, estaba desposada con Jos y,
antes de empezar a estar juntos ellos, se encontr
encinta por obra del Espritu Santo (Mt 1, 18), el
origen de la gestacin de Mara por obra del
Espritu Santo encuentra una descripcin ms
amplia y explcita en el versculo que se lee en
Lucas sobre la anunciacin del nacimiento de
Jess: Fue enviado por Dios el ngel Gabriel a
una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una
virgen desposada con un hombre llamado Jos, de
la casa de David; el nombre de la virgen era
Mara (Lc 1, 26-27). Las palabras del ngel:
Algrate, llena de gracia, el Seor est contigo
(Lc 1, 28), provocaron una turbacin interior en
Mara y, a la vez, le llevaron a la reflexin.
Entonces el mensajero tranquiliza a la Virgen y, al
mismo tiempo, le revela el designio especial de
43
Dios referente a ella misma: No temas, Mara,
porque has hallado gracia delante de Dios; vas a
concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a
quien pondrs por nombre Jess. El ser grande y
ser llamado Hijo del Altsimo, y el Seor Dios le
dar el trono de David, su padre (Lc 1, 30-32).
El evangelista haba afirmado poco antes que, en
el momento de la anunciacin, Mara estaba
desposada con un hombre llamado Jos, de la
casa de David. La naturaleza de este
desposorio es explicada indirectamente, cuando
Mara, despus de haber escuchado lo que el
mensajero haba dicho sobre el nacimiento del hijo,
pregunta: Cmo ser esto, puesto que no
conozco varn? (Lc 1, 34). Entonces le llega esta
respuesta: El Espritu Santo vendr sobre ti y el
poder del Altsimo te cubrir con su sombra; por
eso el que ha de nacer ser santo y ser llamado
Hijo de Dios (Lc 1, 35). Mara, si bien ya estaba
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desposada con Jos, permanecer virgen,
porque el nio, concebido en su seno desde la
anunciacin, haba sido concebido por obra del
Espritu Santo.
En este punto el texto de Lucas coincide con el de
Mateo 1, 18 y sirve para explicar lo que en l se
lee. Si Mara, despus del desposorio con Jos, se
hall encinta por obra del Espritu Santo, este
hecho corresponde a todo el contenido de la
anunciacin y, de modo particular, a las ltimas
palabras pronunciadas por Mara: Hgase en m
segn tu palabra (Lc 1, 38). Respondiendo al
claro designio de Dios, Mara con el paso de los
das y de las semanas se manifiesta ante la gente
y ante Jos encinta, como aquella que debe dar
a luz y lleva consigo el misterio de la maternidad.
3. A la vista de esto su marido Jos, como era
justo y no quera ponerla en evidencia, resolvi
repudiarla en secreto (Mt 1, 19), pues no saba
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cmo comportarse ante la sorprendente
maternidad de Mara. Ciertamente buscaba una
respuesta a la inquietante pregunta, pero, sobre
todo, buscaba una salida a aquella situacin tan
difcil para l. Por tanto, cuando reflexionaba
sobre esto, he aqu que se le apareci en sueos
un ngel del Seor y le dijo: "Jos, hijo de David,
no temas recibir en tu casa a Mara, tu esposa,
pues lo concebido en ella es obra del Espritu
Santo. Dar a luz un hijo, a quien pondrs por
nombre Jess, porque salvar a su pueblo de sus
pecados" (Mt 1, 20-21).
Existe una profunda analoga entre la
anunciacin del texto de Mateo y la del texto de
Lucas. El mensajero divino introduce a Jos en el
misterio de la maternidad de Mara. La que segn
la ley es su esposa, permaneciendo virgen, se
ha convertido en madre por obra del Espritu
Santo. Y cuando el Hijo, llevado en el seno por
46
Mara, venga al mundo, recibir el nombre de
Jess. Era ste un nombre conocido entre los
israelitas y, a veces, se pona a los hijos. En este
caso, sin embargo, se trata del Hijo que, segn la
promesa divina, cumplir plenamente el significado
de este nombre: Jess-Yehoua', que significa,
Dios salva.
El mensajero se dirige a Jos como al esposo de
Mara, aquel que, a su debido tiempo, tendr que
imponer ese nombre al Hijo que nacer de la
Virgen de Nazaret, desposada con l. El
mensajero se dirige, por tanto, a Jos confindole
la tarea de un padre terreno respecto al Hijo de
Mara.
Despertado Jos del sueo, hizo como el ngel
del Seor le haba mandado, y tom consigo a su
mujer (Mt 1, 24). El la tom en todo el misterio de
su maternidad; la tom junto con el Hijo que
llegara al mundo por obra del Espritu Santo,
47
demostrando de tal modo una disponibilidad de
voluntad, semejante a la de Mara, en orden a lo
que Dios le peda por medio de su mensajero.
II. EL DEPOSITARIO DEL MISTERIO DE DIOS
4. Cuando Mara, poco despus de la anunciacin,
se dirigi a la casa de Zacaras para visitar a su
pariente Isabel, mientras la saludaba oy las
palabras pronunciadas por Isabel llena de Espritu
Santo (Lc 1, 41). Adems de las palabras
relacionadas con el saludo del ngel en la
anunciacin, Isabel dijo: Feliz la que ha credo
que se cumpliran las cosas que le fueron dichas
de parte del Seor! (Lc 1, 45). Estas palabras han
sido el pensamiento-gua de la encclica
Redemptoris Mater, con la cual he pretendido
profundizar en las enseanzas del Concilio
Vaticano II que afirma: La Bienaventurada Virgen
avanz en la peregrinacin de la fe y mantuvo
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48
fielmente la unin con su Hijo hasta la cruz [5] y
precedi[6] a todos los que, mediante la fe,
siguen a Cristo.
Ahora, al comienzo de esta peregrinacin, la fe de
Mara se encuentra con la fe de Jos. Si Isabel dijo
de la Madre del Redentor: Feliz la que ha credo,
en cierto sentido se puede aplicar esta
bienaventuranza a Jos, porque l respondi
afirmativamente a la Palabra de Dios, cuando le
fue transmitida en aquel momento decisivo. En
honor a la verdad, Jos no respondi al anuncio
del ngel como Mara; pero hizo como le haba
ordenado el ngel del Seor y tom consigo a su
esposa. Lo que l hizo es genuina "obediencia de
la fe" (cf. Rom 1, 5; 16, 26; 2 Cor 10, 5-6).
Se puede decir que lo que hizo Jos le uni en
modo particularsimo a la fe de Mara. Acept
como verdad proveniente de Dios lo que ella ya
haba aceptado en la anunciacin. El Concilio dice
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al respecto: Cuando Dios revela hay que prestarle
"la obediencia de la fe", por la que el hombre se
confa libre y totalmente a Dios, prestando a Dios
revelador el homenaje del entendimiento y de la
voluntad y asintiendo voluntariamente a la
revelacin hecha por l. [7] La frase
anteriormente citada, que concierne a la esencia
misma de la fe, se refiere plenamente a Jos de
Nazaret.
5. El, por tanto, se convirti en el depositario
singular del misterio escondido desde siglos en
Dios (cf. Ef 3, 9), lo mismo que se convirti Mara
en aquel momento decisivo que el Apstol llama
la plenitud de los tiempos, cuando envi Dios a
su Hijo, nacido de mujer para rescatar a los que
se hallaban bajo la ley, para que recibieran la
filiacin adoptiva (cf. Gl 4, 4-5). Dispuso Dios
afirma el Concilio en su sabidura revelarse a
s mismo y dar a conocer el misterio de su voluntad
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(cf. Ef 1, 9), mediante el cual los hombres, por
medio de Cristo, Verbo encarnado, tienen acceso
al Padre en el Espritu Santo y se hacen consortes
de la naturaleza divina (cf. Ef 2, 18; 2 Pe 1, 4). [8]
De este misterio divino Jos es, junto con Mara, el
primer depositario. Con Mara y tambin en
relacin con Mara l participa en esta fase
culminante de la autorrevelacin de Dios en Cristo,
y participa desde el primer instante. Teniendo a la
vista el texto de ambos evangelistas Mateo y
Lucas, se puede decir tambin que Jos es el
primero en participar de la fe de la Madre de Dios,
y que, hacindolo as, sostiene a su esposa en la
fe de la divina anunciacin. El es asimismo el que
ha sido puesto en primer lugar por Dios en la va
de la peregrinacin de la fe, a travs de la cual,
Mara, sobre todo en el Calvario y en Pentecosts,
precedi de forma eminente y singular. [9]
6. La va propia de Jos, su peregrinacin de la fe,
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se concluir antes, es decir, antes de que Mara se
detenga ante la Cruz en el Glgota y antes de que
Ella, una vez vuelto Cristo al Padre, se encuentre
en el Cenculo de Pentecosts el da de la
manifestacin de la Iglesia al mundo, nacida
mediante el poder del Espritu de verdad. Sin
embargo, la va de la fe de Jos sigue la misma
direccin, queda totalmente determinada por el
mismo misterio del que l junto con Mara se haba
convertido en el primer depositario. La encarnacin
y la redencin constituyen una unidad orgnica e
indisoluble, donde el plan de la revelacin se
realiza con palabras y gestos intrnsecamente
conexos entre s.[10] Precisamente por esta
unidad el Papa Juan XXIII, que tena una gran
devocin a san Jos, estableci que en el Canon
romano de la Misa, memorial perpetuo de la
redencin, se incluyera su nombre junto al de
Mara, y antes del de los Apstoles, de los Sumos
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Pontfices y de los Mrtires. [11]
El servicio de la paternidad
7. Como se deduce de los textos evanglicos, el
matrimonio con Mara es el fundamento jurdico de
la paternidad de Jos. Es para asegurar la
proteccin paterna a Jess por lo que Dios elige a
Jos como esposo de Mara. Se sigue de esto que
la paternidad de Jos una relacin que lo sita lo
ms cerca posible de Jess, trmino de toda
eleccin y predestinacin (cf. Rom 8, 28 s.) pasa
a travs del matrimonio con Mara, es decir, a
travs de la familia.
Los evangelistas, aun afirmando claramente que
Jess ha sido concebido por obra del Espritu
Santo y que en aquel matrimonio se ha
conservado la virginidad (cf. Mt 1, 18-25; Lc 1, 26-
38), llaman a Jos esposo de Mara y a Mara
esposa de Jos (cf. Mt 1, 16. 18-20. 24; Lc 1, 27;
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2, 5).
Y tambin para la Iglesia, si es importante profesar
la concepcin virginal de Jess, no lo es menos
defender el matrimonio de Mara con Jos, porque
jurdicamente depende de este matrimonio la
paternidad de Jos. De aqu se comprende por
qu las generaciones han sido enumeradas segn
la genealoga de Jos. Por qu se pregunta
san Agustn no deban serlo a travs de Jos?
No era tal vez Jos el marido de Mara? (...) La
Escritura afirma, por medio de la autoridad
anglica, que l era el marido. No temas, dice,
recibir en tu casa a Mara, tu esposa, pues lo
concebido en ella es obra del Espritu Santo. Se le
ordena poner el nombre del nio, aunque no fuera
fruto suyo. Ella, aade, dar a luz un hijo, a quien
pondrs por nombre Jess. La Escritura sabe que
Jess no ha nacido de la semilla de Jos, porque a
l, preocupado por el origen de la gravidez de ella,
54
se le ha dicho: es obra del Espritu Santo. Y, no
obstante, no se le quita la autoridad paterna, visto
que se le ordena poner el nombre al nio.
Finalmente, aun la misma Virgen Mara,
plenamente consciente de no haber concebido a
Cristo por medio de la unin conyugal con l, le
llama sin embargo padre de Cristo.[12]
El hijo de Mara es tambin hijo de Jos en virtud
del vnculo matrimonial que les une: A raz de
aquel matrimonio fiel ambos merecieron ser
llamados padres de Cristo; no slo aquella madre,
sino tambin aquel padre, del mismo modo que era
esposo de su madre, ambos por medio de la
mente, no de la carne.[13] En este matrimonio no
faltaron los requisitos necesarios para su
constitucin: En los padres de Cristo se han
cumplido todos los bienes del matrimonio: la prole,
la fidelidad y el sacramento. Conocemos la prole,
que es el mismo Seor Jess; la fidelidad, porque
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no existe adulterio; el sacramento, porque no hay
divorcio.[14]
Analizando la naturaleza del matrimonio, tanto san
Agustn como santo Toms la ponen siempre en la
indivisible unin espiritual, en la unin de los
corazones, en el consentimiento,[15]
elementos que en aquel matrimonio se han
manifestado de modo ejemplar. En el momento
culminante de la historia de la salvacin, cuando
Dios revela su amor a la humanidad mediante el
don del Verbo, es precisamente el matrimonio de
Mara y Jos el que realiza en plena libertad el
don esponsal de s al acoger y expresar tal
amor. [16] En esta grande obra de renovacin de
todas las cosas en Cristo, el matrimonio, purificado
y renovado, se convierte en una realidad nueva, en
un sacramento de la nueva Alianza. Y he aqu que
en el umbral del Nuevo Testamento, como ya al
comienzo del Antiguo, hay una pareja. Pero,
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mientras la de Adn y Eva haba sido fuente del
mal que ha inundado al mundo, la de Jos y Mara
constituye el vrtice, por medio del cual la santidad
se esparce por toda la tierra. El Salvador ha
iniciado la obra de la salvacin con esta unin
virginal y santa, en la que se manifiesta su
omnipotente voluntad de purificar y santificar la
familia, santuario de amor y cuna de la vida.[17]
Cuntas enseanzas se derivan de todo esto para
la familia! Porque la esencia y el cometido de la
familia son definidos en ltima instancia por el
amor y la familia recibe la misin de custodiar,
revelar y comunicar el amor, como reflejo vivo y
participacin real del amor de Dios por la
humanidad y del amor de Cristo Seor por la
Iglesia su esposa;[18] es en la sagrada Familia,
en esta originaria iglesia domstica,[19] donde
todas las familias cristianas deben mirarse. En
efecto, por un misterioso designio de Dios, en ella
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vivi escondido largos aos el Hijo de Dios: es
pues el prototipo y ejemplo de todas las familias
cristianas.[20]
8. San Jos ha sido llamado por Dios para servir
directamente a la persona y a la misin de Jess
mediante el ejercicio de su paternidad; de este
modo l coopera en la plenitud de los tiempos en
el gran misterio de la redencin y es
verdaderamente ministro de la salvacin.[21] Su
paternidad se ha expresado concretamente al
haber hecho de su vida un servicio, un sacrificio, al
misterio de la encarnacin y a la misin redentora
que est unida a l; al haber hecho uso de la
autoridad legal, que le corresponda sobre la
Sagrada Familia, para hacerle don total de s, de
su vida y de su trabajo; al haber convertido su
vocacin humana al amor domstico con la
oblacin sobrehumana de s, de su corazn y de
toda capacidad, en el amor puesto al servicio del
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Mesas, que crece en su casa. [22]
La liturgia, al recordar que han sido confiados a la
fiel custodia de san Jos los primeros misterios de
la salvacin de los hombres,[23] precisa tambin
que Dios le ha puesto al cuidado de su familia,
como siervo fiel y prudente, para que custodiara
como padre a su Hijo unignito.[24] Len XIII
subraya la sublimidad de esta misin: El se
impone entre todos por su augusta dignidad, dado
que por disposicin divina fue custodio y, en la
creencia de los hombres, padre del Hijo de Dios.
De donde se segua que el Verbo de Dios se
sometiera a Jos, le obedeciera y le diera aquel
honor y aquella reverencia que los hijos deben a
su propio padre.[25]
Al no ser concebible que a una misin tan sublime
no correspondan las cualidades exigidas para
llevarla a cabo de forma adecuada, es necesario
reconocer que Jos tuvo hacia Jess por don
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especial del cielo, todo aquel amor natural, toda
aquella afectuosa solicitud que el corazn de un
padre pueda conocer.[26]
Con la potestad paterna sobre Jess, Dios ha
otorgado tambin a Jos el amor correspondiente,
aquel amor que tiene su fuente en el Padre, de
quien toma nombre toda familia en el cielo y en la
tierra (Ef 3, 15).
En los Evangelios se expone claramente la tarea
paterna de Jos respecto a Jess. De hecho, la
salvacin, que pasa a travs de la humanidad de
Jess, se realiza en los gestos que forman parte
diariamente de la vida familiar, respetando aquella
condescendencia inherente a la economa de la
encarnacin. Los Evangelistas estn muy atentos
en mostrar cmo en la vida de Jess nada se deja
a la casualidad y todo se desarrolla segn un plan
divinamente preestablecido. La frmula repetida a
menudo: As sucedi, para que se cumplieran...
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y la referencia del acontecimiento descrito a un
texto del Antiguo Testamento, tienden a subrayar
la unidad y la continuidad del proyecto, que
alcanza en Cristo su cumplimiento.
Con la encarnacin las promesas y las figuras
del Antiguo Testamento se hacen realidad:
lugares, personas, hechos y ritos se entremezclan
segn precisas rdenes divinas, transmitidas
mediante el ministerio anglico y recibidos por
criaturas particularmente sensibles a la voz de
Dios. Mara es la humilde sierva del Seor,
preparada desde la eternidad para la misin de ser
Madre de Dios; Jos es aquel que Dios ha elegido
para ser el coordinador del nacimiento del
Seor,[27] aqul que tiene el encargo de proveer
a la insercin ordenada del Hijo de Dios en el
mundo, en el respeto de las disposiciones divinas y
de las leyes humanas. Toda la vida, tanto
privada como escondida de Jess ha sido
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confiada a su custodia.
El censo
9. Dirigindose a Beln para el censo, de acuerdo
con las disposiciones emanadas por la autoridad
legtima, Jos, respecto al nio, cumpli la tarea
importante y significativa de inscribir oficialmente el
nombre Jess, hijo de Jos de Nazaret (cf. Jn 1,
45) en el registro del Imperio. Esta inscripcin
manifiesta de modo evidente la pertenencia de
Jess al gnero humano, hombre entre los
hombres, ciudadano de este mundo, sujeto a las
leyes e instituciones civiles, pero tambin
salvador del mundo. Orgenes describe
acertadamente el significado teolgico inherente a
este hecho histrico, ciertamente nada marginal:
Dado que el primer censo de toda la tierra
acaeci bajo Csar Augusto y, como todos los
dems, tambin Jos se hizo registrar junto con
Mara su esposa, que estaba encinta, Jess naci
62
antes de que el censo se hubiera llevado a cabo; a
quien considere esto con profunda atencin, le
parecer ver una especie de misterio en el hecho
de que en la declaracin de toda la tierra debiera
ser censado Cristo. De este modo, registrado con
todos, poda santificar a todos; inscrito en el censo
con toda la tierra, a la tierra ofreca la comunin
consigo; y despus de esta declaracin escriba a
todos los hombres de la tierra en el libro de los
vivos, de modo que cuantos hubieran credo en l,
fueran luego registrados en el cielo con los Santos
de Aquel a quien se debe la gloria y el poder por
los siglos de los siglos. Amn.[28]
El nacimiento en Beln
10. Como depositarios del misterio escondido
desde siglos en Dios y que empieza a realizarse
ante sus ojos en la plenitud de los tiempos, Jos
es con Mara, en la noche de Beln, testigo
privilegiado de la venida del Hijo de Dios al mundo.
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63
As lo narra Lucas: Y sucedi que, mientras ellos
estaban all, se le cumplieron los das del
alumbramiento, y dio a luz su hijo primognito, le
envolvi en paales y le acost en un pesebre,
porque no tenan sitio en el alojamiento (Lc 2, 6-
7).
Jos fue testigo ocular de este nacimiento,
acaecido en condiciones humanamente
humillantes, primer anuncio de aquel
anonadamiento (Flp 2, 5-8), al que Cristo
libremente consinti para redimir los pecados. Al
mismo tiempo Jos fue testigo de la adoracin de
los pastores, llegados al lugar del nacimiento de
Jess despus de que el ngel les haba trado
esta grande y gozosa nueva (cf. Lc 2, 15-16); ms
tarde fue tambin testigo de la adoracin de los
Magos, venidos de Oriente (cf. Mt 2, 11).
La circuncisin
64
11. Siendo la circuncisin del hijo el primer deber
religioso del padre, Jos con este rito (cf. Lc 2, 21)
ejercita su derecho-deber respecto a Jess.
El principio segn el cual todos los ritos del Antiguo
Testamento son una sombra de la realidad (cf. Heb
9, 9 s.; 10, 1), explica el por qu Jess los acepta.
Como para los otros ritos, tambin el de la
circuncisin halla en Jess el cumplimiento. La
Alianza de Dios con Abraham, de la cual la
circuncisin era signo (cf. Jn 17, 13), alcanza en
Jess su pleno efecto y su perfecta realizacin,
siendo Jess el s de todas las antiguas
promesas (cf. 2 Cor 1, 20).
La imposicin del nombre
12. En la circuncisin, Jos impone al nio el
nombre de Jess. Este nombre es el nico en el
que se halla la salvacin (cf. Act 4, 12); y a Jos le
haba sido revelado el significado en el instante de
65
su anunciacin: Y t le pondrs por nombre
Jess, porque l salvar a su pueblo de sus
pecados (Mt 1, 21). Al imponer el nombre, Jos
declara su paternidad legal sobre Jess y, al
proclamar el nombre, proclama tambin su misin
salvadora.
La presentacin de Jess en el templo
13. Este rito, narrado por Lucas (2, 2 ss.), incluye
el rescate del primognito e ilumina la posterior
permanencia de Jess a los doce aos de edad en
el templo.
El rescate del primognito es otro deber del padre,
que es cumplido por Jos. En el primognito
estaba representado el pueblo de la Alianza,
rescatado de la esclavitud para pertenecer a Dios.
Tambin en esto, Jess, que es el verdadero
precio del rescate (cf. 1 Cor 6, 20; 7, 23; 1 Ped
1, 19), no slo cumple el rito del Antiguo
66
Testamento, sino que, al mismo tiempo, lo supera,
al no ser l mismo un sujeto de rescate, sino el
autor mismo del rescate.
El Evangelista pone de manifiesto que su padre y
su madre estaban admirados de lo que se deca de
l (Lc 2, 33), y, de modo particular, de lo dicho
por Simen, en su canto dirigido a Dios, al indicar
a Jess como la salvacin preparada por Dios a
la vista de todos los pueblos y luz para iluminar
a los gentiles y gloria de su pueblo Israel y, ms
adelante, tambin seal de contradiccin (cf. Lc
2, 30-34).
La huida a Egipto
14. Despus de la presentacin en el templo el
evangelista Lucas hace notar: As que cumplieron
todas las cosas segn la Ley del Seor, volvieron a
Galilea, a su ciudad de Nazaret. El nio creca y se
fortaleca, llenndose de sabidura; y la gracia de
67
Dios estaba sobre l (Lc 2, 39-40).
Pero, segn el texto de Mateo, antes de este
regreso a Galilea, hay que situar un
acontecimiento muy importante, para el que la
Providencia divina recurre nuevamente a Jos.
Leemos: Despus que ellos (los Magos) se
retiraron, el ngel del Seor se apareci en sueos
a Jos y le dijo: "Levntate, toma contigo al nio y
a su madre y huye a Egipto; y estate all hasta que
yo te diga. Porque Herodes va a buscar el nio
para matarle" (Mt 2, 13). Con ocasin de la
venida de los Magos de Oriente, Herodes supo del
nacimiento del rey de los judos (Mt 2, 2). Y
cuando partieron los Magos l envi a matar a
todos los nios de Beln y de toda la comarca, de
dos aos para abajo (Mt 2, 16). De este modo,
matando a todos, quera matar a aquel recin
nacido rey de los judos, de quien haba tenido
conocimiento durante la visita de los magos a su
68
corte. Entonces Jos, habiendo sido advertido en
sueos, tom al nio y a su madre y se retir a
Egipto; y estuvo all hasta la muerte de Herodes;
para que se cumpliera el orculo del Seor por
medio del profeta: "De Egipto llam a mi hijo" (Mt
2, 14-15; cf. Os 11, 1).
De este modo, el camino de regreso de Jess
desde Beln a Nazaret pas a travs de Egipto.
As como Israel haba tomado la va del xodo en
condicin de esclavitud para iniciar la Antigua
Alianza, Jos, depositario y cooperador del
misterio providencial de Dios, custodia tambin en
el exilio a aquel que realiza la Nueva Alianza.
Jess en el templo
15. Desde el momento de la anunciacin, Jos,
junto con Mara, se encontr en cierto sentido en la
intimidad del misterio escondido desde siglos en
Dios, y que se encarn: Y la Palabra se hizo
69
carne, y puso su morada entre nosotros (Jn 1,
14). El habit entre los hombres, y el mbito de su
morada fue la Sagrada Familia de Nazaret, una de
tantas familias de esta aldea de Galilea, una de
tantas familias de Israel. All Jess creca y se
fortaleca, llenndose de sabidura; y la gracia de
Dios estaba con l (Lc 2, 40). Los Evangelios
compendian en pocas palabras el largo perodo de
la vida oculta, durante el cual Jess se
preparaba a su misin mesinica. Un solo episodio
se sustrae a este ocultamiento, que es descrito
en el Evangelio de Lucas: la Pascua de Jerusaln,
cuando Jess tena doce aos.
Jess particip en esta fiesta como joven peregrino
junto con Mara y Jos. Y he aqu que pasados
los das, el nio Jess se qued en Jerusaln, sin
saberlo sus padres (Lc 2, 43). Pasado un da se
dieron cuenta e iniciaron la bsqueda entre los
parientes y conocidos: Al cabo de tres das, lo
70
encontraron en el templo sentado en medio de los
maestros, escuchndoles y preguntndoles. Todos
los que le oan estaban estupefactos por su
inteligencia y sus respuestas (Lc 2, 46-47). Mara
le pregunta: Hijo por qu nos has hecho esto?
Mira, tu padre y yo, angustiados, te andbamos
buscando (Lc 2, 48). La respuesta de Jess fue
tal que ellos no comprendieron. El les haba
dicho: Por qu me buscabais? No sabais que
yo deba ocuparme en las cosas de mi Padre?
(Lc 2, 49-50).
Esta respuesta la oy Jos, a quien Mara se haba
referido poco antes llamndole tu padre. Y as
es lo que se deca y pensaba: Jess... era, segn
se crea, hijo de Jos (Lc 3, 23). No obstante, la
respuesta de Jess en el templo habra reafirmado
en la conciencia del presunto padre lo que ste
haba odo una noche doce aos antes: Jos ...
no temas tomar contigo a Mara, tu mujer, porque
71
lo engendrado en ella es del Espritu Santo (Mt 1,
20). Ya desde entonces, l saba que era
depositario del misterio de Dios, y Jess en el
templo evoc exactamente este misterio: Debo
ocuparme en las cosas de mi Padre.
El mantenimiento y la educacin de Jess en
Nazaret
16. El crecimiento de Jess en sabidura, edad y
gracia (Lc 2, 52) se desarrolla en el mbito de la
Sagrada Familia, a la vista de Jos, que tena la
alta misin de criarle, esto es, alimentar, vestir e
instruir a Jess en la Ley y en un oficio, como
corresponde a los deberes propios del padre.
En el sacrificio eucarstico la Iglesia venera ante
todo la memoria de la gloriosa siempre Virgen
Mara, pero tambin la del bienaventurado Jos
[29] porque aliment a aquel que los fieles
comeran como pan de vida eterna.[30]
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn29http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn30
72
Por su parte, Jess viva sujeto a ellos (Lc 2,
51), correspondiendo con el respeto a las
atenciones de sus padres. De esta manera
quiso santificar los deberes de la familia y del
trabajo que desempeaba al lado de Jos.
III. EL VARN JUSTO - EL ESPOSO
17. Durante su vida, que fue una peregrinacin en
la fe, Jos, al igual que Mara, permaneci fiel a la
llamada de Dios hasta el final. La vida de ella fue el
cumplimiento hasta sus ltimas consecuencias de
aquel primer fiat pronunciado en el momento de
la anunciacin mientras que Jos como ya se ha
dicho en el momento de su anunciacin no
pronunci palabra alguna. Simplemente l hizo
como el ngel del Seor le haba mandado (Mt 1,
24). Y este primer hizo es el comienzo del
camino de Jos. A lo largo de este camino, los
Evangelios no citan ninguna palabra dicha por l.
73
Pero el silencio de Jos posee una especial
elocuencia: gracias a este silencio se puede leer
plenamente la verdad contenida en el juicio que de
l da el Evangelio: el justo (Mt 1, 19).
Hace falta saber leer esta verdad, porque ella
contiene uno de los testimonios ms importantes
acerca del hombre y de su vocacin. En el
transcurso de las generaciones la Iglesia lee, de
modo siempre atento y consciente, dicho
testimonio, casi como si sacase del tesoro de esta
figura insigne lo nuevo y lo viejo (Mt 13, 52).
18. El varn justo de Nazaret posee ante todo
las caractersticas propias del esposo. El
Evangelista habla de Mara como de una virgen
desposada con un hombre llamado Jos (Lc 1,
27). Antes de que comience a cumplirse el
misterio escondido desde siglos (Ef 3, 9) los
Evangelios ponen ante nuestros ojos la imagen del
esposo y de la esposa. Segn la costumbre del
74
pueblo hebreo, el matrimonio se realizaba en dos
etapas: primero se celebraba el matrimonio legal
(verdadero matrimonio) y, slo despus de un
cierto perodo, el esposo introduca en su casa a la
esposa. Antes de vivir con Mara, Jos era, por
tanto, su esposo; pero Mara conservaba en su
intimidad el deseo de entregarse a Dios de modo
exclusivo. Se podra preguntar cmo se concilia
este deseo con el matrimonio. La respuesta
viene slo del desarrollo de los acontecimientos
salvficos, esto es, de la especial intervencin de
Dios. Desde el momento de la anunciacin, Mara
sabe que debe llevar a cabo su deseo virginal de
darse a Dios de modo exclusivo y total
precisamente por el hecho de llegar a ser la madre
del Hijo de Dios. La maternidad por obra del
Espritu Santo es la forma de donacin que el
mismo Dios espera de la Virgen, esposa
prometida de Jos. Mara pronuncia su fiat.
75
El hecho de ser ella la esposa prometida de
Jos est contenido en el designio mismo de Dios.
As lo indican los dos Evangelistas citados, pero de
modo particular Mateo. Son muy significativas las
palabras dichas a Jos: No temas en tomar
contigo a Mara, tu mujer, porque lo engendrado en
ella es del Espritu Santo (Mt 1, 20). Estas
palabras explican el misterio de la esposa de Jos:
Mara es virgen en su maternidad. En ella el Hijo
del Altsimo asume un cuerpo humano y viene a
ser el Hijo del hombre.
Dios, dirigindose a Jos con las palabras del
ngel, se dirige a l al ser el esposo de la Virgen
de Nazaret. Lo que se ha cumplido en ella por obra
del Espritu Santo expresa al mismo tiempo una
especial confirmacin del vnculo esponsal,
existente ya antes entre Jos y Mara. El
mensajero dice claramente a Jos: No temas
tomar contigo a Mara tu mujer. Por tanto, lo que
76
haba tenido lugar antes esto es, sus
desposorios con Mara haba sucedido por
voluntad de Dios y, consiguientemente, haba que
conservarlo. En su maternidad divina Mara ha de
continuar viviendo como una virgen, esposa de
un esposo (cf. Lc 1, 27).
19. En las palabras de la anunciacin nocturna,
Jos escucha no slo la verdad divina acerca de la
inefable vocacin de su esposa, sino que tambin
vuelve a escuchar la verdad sobre su propia
vocacin. Este hombre justo, que en el espritu
de las ms nobles tradiciones del pueblo elegido
amaba a la virgen de Nazaret y se haba unido a
ella con amor esponsal, es llamado nuevamente
por Dios a este amor.
Jos hizo como el ngel del Seor le haba
mandado, y tom consigo a su mujer (Mt 1, 24);
lo que en ella haba sido engendrado es del
Espritu Santo. A la vista de estas expresiones,
77
no habr que concluir que tambin su amor como
hombre ha sido regenerado por el Espritu Santo?
No habr que pensar que el amor de Dios, que
ha sido derramado en el corazn humano por
medio del Espritu Santo (cf. Rom 5, 5) configura
de modo perfecto el amor humano? Este amor de
Dios forma tambin y de modo muy singular el
amor esponsal de los cnyuges, profundizando en
l todo lo que tiene de humanamente digno y bello,
lo que lleva el signo del abandono exclusivo, de la
alianza de las personas y de la comunin autntica
a ejemplo del Misterio trinitario.
Jos ... tom consigo a su mujer. Y no la conoca
hasta que ella dio a luz un hijo (Mt 1, 24-25).
Estas palabras indican tambin otra proximidad
esponsal. La profundidad de esta proximidad, es
decir, la intensidad espiritual de la unin y del
contacto entre personas entre el hombre y la
mujer proviene en definitiva del Espritu Santo,
78
que da la vida (cf. Jn 6, 63). Jos, obediente al
Espritu, encontr justamente en El la fuente del
amor, de su amor esponsal de hombre, y este
amor fue ms grande que el que aquel varn
justo poda esperarse segn la medida del propio
corazn humano.
20. En la liturgia se celebra a Mara como unida a
Jos, el hombre justo, por un estrechsimo y
virginal vnculo de amor. [31] Se trata, en efecto,
de dos amores que representan conjuntamente el
misterio de la Iglesia, virgen y esposa, la cual
encuentra en el matrimonio de Mara y Jos su
propio smbolo. La virginidad y el celibato por el
Reino de Dios no slo no contradicen la dignidad
del matrimonio, sino que la presuponen y la
confirman. El matrimonio y la virginidad son dos
modos de expresar y vivir el nico misterio de la
Alianza de Dios con su pueblo,[32] que es
comunin de amor entre Dios y los hombres.
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn31http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn32
79
Mediante el sacrificio total de s mismo Jos
expresa su generoso amor hacia la Madre de Dios,
hacindole don esponsal de s. Aunque decidido
a retirarse para no obstaculizar el plan de Dios que
se estaba realizando en ella, l, por expresa orden
del ngel, la retiene consigo y respeta su
pertenencia exclusiva a Dios.
Por otra parte, es precisamente del matrimonio con
Mara del que derivan para Jos su singular
dignidad y sus derechos sobre Jess. Es cierto
que la dignidad de Madre de Dios llega tan alto
que nada puede existir ms sublime; mas, porque
entre la beatsima Virgen y Jos se estrech un
lazo conyugal, no hay duda de que a aquella
altsima dignidad, por la que la Madre de Dios
supera con mucho a todas las criaturas, l se
acerc ms que ningn otro. Ya que el matrimonio
es el mximo consorcio y amistad al que de por
s va unida la comunin de bienes se sigue que,
80
si Dios ha dado a Jos como esposo a la Virgen,
se lo ha dado no slo como compaero de vida,
testigo de la virginidad y tutor de la honestidad,
sino tambin para que participase, por medio del
pacto conyugal, en la excelsa grandeza de
ella.[33]
21. Este vnculo de caridad constituy la vida de la
Sagrada Familia, primero en la pobreza de Beln,
luego en el exilio en Egipto y, sucesivamente, en
Nazaret. La Iglesia rodea de profunda veneracin a
esta Familia, proponindola como modelo para
todas las familias. La Familia de Nazaret, inserta
directamente en el misterio de la encarnacin,
constituye un misterio especial. Y al igual que en
la encarnacin a este misterio pertenece
tambin una verdadera paternidad: la forma
humana de la familia del Hijo de Dios, verdadera
familia humana formada por el misterio divino. En
esta familia Jos es el padre: no es la suya una
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn33
81
paternidad derivada de la generacin; y, sin
embargo, no es aparente o solamente
sustitutiva, sino que posee plenamente la
autenticidad de la paternidad humana y de la
misin paterna en la familia. En ello est contenida
una consecuencia de la unin hiposttica: la
humanidad asumida en la unidad de la Persona
divina del Verbo-Hijo, Jesucristo. Junto con la
asuncin de la humanidad, en Cristo est tambin
asumido todo lo que es humano, en particular, la
familia, como primera dimensin de su existencia
en la tierra. En este contexto est tambin
asumida la paternidad humana de Jos.
En base a este principio adquieren su justo
significado las palabras de Mara a Jess en el
templo: Tu padre y yo ... te buscbamos. Esta
no es una frase convencional; las palabras de la
Madre de Jess indican toda la realidad de la
encarnacin, que pertenece al misterio de la
82
Familia de Nazaret. Jos, que desde el principio
acept mediante la obediencia de la fe su
paternidad humana respecto a Jess, siguiendo la
luz del Espritu Santo, que mediante la fe se da al
hombre, descubra ciertamente cada vez ms el
don inefable de su paternidad.
IV. EL TRABAJO EXPRESIN DEL AMOR
22. Expresin cotidiana de este amor en la vida de
la Familia de Nazaret es el trabajo. El texto
evanglico precisa el tipo de trabajo con el que
Jos trataba de asegurar el mantenimiento de la
Familia: el de carpintero. Esta simple palabra
abarca toda la vida de Jos. Para Jess stos son
los aos de la vida escondida, de la que habla el
evangelista tras el episodio ocurrido en el templo:
Baj con ellos y vino a Nazaret, y viva sujeto a
ellos (Lc 2, 51). Esta sumisin, es decir, la
obediencia de Jess en la casa de Nazaret, es
83
entendida tambin como participacin en el trabajo
de Jos. El que era llamado el hijo del carpintero
haba aprendido el trabajo de su padre putativo.
Si la Familia de Nazaret en el orden de la salvacin
y de la santidad es ejemplo y modelo para las
familias humanas, lo es tambin anlogamente el
trabajo de Jess al lado de Jos, el carpintero. En
nuestra poca la Iglesia ha puesto tambin esto de
relieve con la fiesta litrgica de San Jos Obrero,
el 1 de mayo. El trabajo humano y, en particular, el
trabajo manual tienen en el Evangelio un
significado especial. Junto con la humanidad del
Hijo de Dios, el trabajo ha formado parte del
misterio de la encarnacin, y tambin ha sido
redimido de modo particular. Gracias a su banco
de trabajo sobre el que ejerca su profesin con
Jess, Jos acerc el trabajo humano al misterio
de la redencin.
23. En el crecimiento humano de Jess en
84
sabidura, edad y gracia represent una parte
notable la virtud de la laboriosidad, al ser el
trabajo un bien del hombre que transforma la
naturaleza y que hace al hombre en cierto
sentido ms hombre. [34]
La importancia del trabajo en la vida del hombre
requiere que se conozcan y asimilen aquellos
contenidos que ayuden a todos los hombres a
acercarse a travs de l a Dios, Creador y
Redentor, a participar en sus planes salvficos
respecto al hombre y al mundo y a profundizar en
sus vidas la amistad con Cristo, asumiendo
mediante la fe una viva participacin en su triple
misin de sacerdote, profeta y rey.[35]
24. Se trata, en definitiva, de la santificacin de la
vida cotidiana, que cada uno debe alcanzar segn
el propio estado y que puede ser fomentada segn
un modelo accesible a todos: San Jos es el
modelo de los humildes, que el cristianismo eleva
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85
a grandes destinos; san Jos es la prueba de que
para ser buenos y autnticos seguidores de Cristo
no se necesitan "grandes cosas", sino que se
requieren solamente las virtudes comunes,
humanas, sencillas, pero verdaderas y
autnticas.[36]
V. EL PRIMADO DE LA VIDA INTERIOR
25. Tambin el trabajo de carpintero en la casa de
Nazaret est envuelto por el mismo clima de
silencio que acompaa todo lo relacionado con la
figura de Jos. Pero es un silencio que descubre
de modo especial el perfil interior de esta figura.
Los Evangelios hablan exclusivamente de lo que
Jos hizo; sin embargo permiten descubrir en
sus acciones ocultas por el silencio un clima
de profunda contemplacin. Jos estaba en
contacto cotidiano con el misterio escondido
desde siglos, que puso su morada bajo el
techo de su casa. Esto explica, por ejemplo, por
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn36
86
qu Santa Teresa de Jess, la gran reformadora
del Carmelo contemplativo, se hizo promotora de
la renovacin del culto a san Jos en la cristiandad
occidental.
26. El sacrificio total, que Jos hizo de toda su
existencia a las exigencias de la venida del Mesas
a su propia casa, encuentra una razn adecuada
en su insondable vida interior, de la que le llegan
mandatos y consuelos singularsimos, y de donde
surge para l la lgica y la fuerza propia de las
almas sencillas y limpias para las grandes
decisiones, como la de poner enseguida a
disposicin de los designios divinos su libertad, su
legtima vocacin humana, su fidelidad conyugal,
aceptando de la familia su condicin propia, su
responsabilidad y peso, y renunciando, por un
amor virginal incomparable, al natural amor
conyugal que la constituye y alimenta.[37]
Esta sumisin a Dios, que es disponibilidad de
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn37
87
nimo para dedicarse a las cosas que se refieren a
su servicio, no es otra cosa que el ejercicio de la
devocin, la cual constituye una de las expresiones
de la virtud de la religin. [38]
27. La comunin de vida entre Jos y Jess nos
lleva todava a considerar el misterio de la
encarnacin precisamente bajo al aspecto de la
humanidad de Cristo, instrumento eficaz de la
divinidad en orden a la santificacin de los
hombres: En virtud de la divinidad, las acciones
humanas de Cristo fueron salvficas para nosotros,
produciendo en nosotros la gracia tanto por razn
del mrito, como por una cierta eficacia. [39]
Entre estas acciones los Evangelistas resaltan las
relativas al misterio pascual, pero tampoco olvidan
subrayar la importancia del contacto fsico con
Jess en orden a la curacin (cf., p. e., Mc 1, 41) y
el influjo ejercido por l sobre Juan Bautista,
cuando ambos estaban an en el seno materno
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(cf. Lc 1, 41-44).
El testimonio apostlico no ha olvidado como
hemos visto la narracin del nacimiento de
Jess, la circuncisin, la presentacin en el templo,
la huida a Egipto y la vida oculta en Nazaret, por el
misterio de gracia contenido en tales gestos,
todos ellos salvficos, al ser partcipes de la misma
fuente de amor: la divinidad de Cristo. Si este amor
se irradiaba a todos los hombres, a travs de la
humanidad de Cristo, los beneficiados en primer
lugar eran ciertamente: Mara, su madre, y su
padre putativo, Jos, a quienes la voluntad divina
haba colocado en su estrecha intimidad. [40]
Puesto que el amor paterno de Jos no poda
dejar de influir en el amor filial de Jess y,
viceversa, el amor filial de Jess no poda dejar
de influir en el amor paterno de Jos, cmo
adentrarnos en la profundidad de esta relacin
singularsima? Las almas ms sensibles a los
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89
impulsos del amor divino ven con razn en Jos un
luminoso ejemplo de vida interior.
Adems, la aparente tensin entre la vida activa y
la contemplativa encuentra en l una superacin
ideal, cosa posible en quien posee la perfeccin de
la caridad. Segn la conocida distincin entre el
amor de la verdad (caritas veritatis) y la exigencia
del amor (necessitas caritatis),[41] podemos decir
que Jos ha experimentado tanto el amor a la
verdad, esto es, el puro amor de contemplacin de
la Verdad divina que irradiaba de la humanidad de
Cristo, como la exigencia del amor, esto es, el
amor igualmente puro del servicio, requerido por la
tutela y por el desarrollo de aquella misma
humanidad.
VI. PATRONO DE LA IGLESIA DE NUESTRO
TIEMPO
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn41
90
28. En tiempos difciles para la Iglesia, Po IX,
queriendo ponerla bajo la especial proteccin del
santo patriarca Jos, lo declar Patrono de la
Iglesia Catlica.[42] El Pontfice saba que no se
trataba de un gesto peregrino, pues, a causa de la
excelsa dignidad concedida por Dios a este su
siervo fiel, la Iglesia, despus de la Virgen Santa,
su esposa, tuvo siempre en gran honor y colm de
alabanzas al bienaventurado Jos, y a l recurri
sin cesar en las angustias.[43]
Cules son los motivos para tal confianza? Len
XIII los expone as: Las razones por las que el
bienaventurado Jos debe ser considerado
especial Patrono de la Iglesia, y por las que a su
vez, la Iglesia espera muchsimo de su tutela y
patrocinio, nacen principalmente del hecho de que
l es el esposo de Mara y padre putativo de Jess
(...). Jos, en su momento, fue el custodio legtimo
y natural, cabeza y defensor de la Sagrada Familia
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91
(...). Es, por tanto, conveniente y sumamente digno
del bienaventurado Jos que, lo mismo que
entonces sola tutelar santamente en todo
momento a la familia de Nazaret, as proteja ahora
y defienda con su celeste patrocinio a la Iglesia de
Cristo.[44]
29. Este patrocinio debe ser invocado y todava es
necesario a la Iglesia no slo como defensa contra
los peligros que surgen, sino tambin y sobre todo
como aliento en su renovado empeo de
evangelizacin en el mundo y de reevangelizacin
en aquellos pases y naciones, en los que
como he escrito en la Exhortacin Apostlica Post-
Sinodal Christifideles laici la religin y la vida
cristiana fueron florecientes y que estn ahora
sometidos a dura prueba.[45] Para llevar el primer
anuncio de Cristo y para volver a llevarlo all donde
est descuidado u olvidado, la Iglesia tiene
necesidad de un especial poder desde lo alto
http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn44http://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/hf_jp-ii_exh_30121988_christifideles-laici_sp.htmlhttp://www.vatican.va/holy_father/john_paul_ii/apost_exhortations/documents/#_ftn45
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(cf. Lc 24, 49; Act 1, 8), don ciertamente del
Espritu del Seor, no desligado de la intercesin y
del ejemplo de sus Santos.
30. Adems de la certeza en su segura proteccin,
la Iglesia confa tambin en el ejemplo insigne de
Jos; un ejemplo que supera los estados de vida
particulares y se propone a toda la Comunidad
cristiana, cualesquiera que sean las condiciones y
las funciones de cada fiel.
Como se dice en la Constitucin Dogmtica del
Concilio Vaticano II sobre la divina Revelacin, la
actitud fundamental de toda la Iglesia debe ser de
religiosa escucha de la Palabra de Dios,[46] esto
es, de disponibilidad absoluta para servir fielmente
a la voluntad salvfica de Dios revelada en Jess.
Ya al inicio de la redencin humana encontramos
el modelo de obediencia des
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