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-R.L.C..

-C.V.

LA CONQUISTA DEL ESPACIO

pero el Presidente de la R~pública ig~noró elegantemente su pedIdo. La );­yenda negra que él mismo s,e ha!:>lafabricado le creó problemas; fue hendopor un hermano celoso; si~ _eI?bargo elescritor sacó provecho del lIlCldente; sepaseaba por las calles con chaleco quepresentaba los únpactos de las b~la~.Además, en un folleto narro .el lIlCI­dente con lujo de detalles.

La falta de dinero lo hizo finalmenteaceptar un nombramiento de consul enel distrito de Paranaguá, de donde sóloregresó cuando ya había perdido la ra­zón, en 1913.

1\1uy poco se salva de s'us páginas; sinembargo, su vida fue una perfecta obraliteraria.

Durante su estancia en México, YuriGagarin )' Valentina Tereshkova conce­dieron a Radio'Universidad una entre:.vista exclusiva. Los cosmonautas habla­ron de la atención que se otorgá en lasuniversidades soviéticas a lós problemasdel vuelo espacial, de la preparación teóe

rica recibida antes de ser lanzados .alcosmos, del ben~ficio que. obtiene. le!ciencia por la conquista del espacio, yla significación social que apart~ de lacientífica reviste el viaje ~ (;ósmito de­una mujer. En la .segunda parte del diá~

lago, Gagarin se :refirió a los gr?lndestrabajos que hay que realizar antes delenvío de un hombre a la luna. El ma­yor obstáculo hasta hoy son los cintu­rones de radioactividad que ciñen a látierra. Los dos cosmonal1tas se mostra­ron contrarios a la utilización· del' es~

pacio con fines bélicos.. Valentina Te­reshkova insistió en que "todos los hom­bres deben unir sus esfuerzos para con­jurar el peligro de guerra e impedir eldesastre universal". A esas palabras aJ)a­dió Gagarin: "Mientras más países co­laboren en el dominio del cosmos y máscientíficos trabajen en conjunto, tantoméís inmediato será el beneficio para lahumanidad. Elespatio cósmico puedeconvertirse en el centro de una colabo­ración pacífica para todos los países dela tierra."

El aspecto técnico que precede a ul1vuelo espacial fue resumido así por_Gagarin: "En el vuelo, las ciencias está~

entrelazadas y tina a otra se ayudan. Para ­crear un potente cohete portador espreciso desarrollar al máximo la física;la ingeniería, la química. Hay que co­nocer la termoaerodinámica, la teoría­de las corrientes de gases y otras ciencias,como la electrónica, que es la base detodo. La cosmonáutica p.lantea a la cien­cia múltiples y complejos problemas,demandas y exigencias; pero al mismotiempo, le da valiosos datos para su des­arrollo ulterior ... Las naves piloteadaspor dos o más cosmonautas traerán unnúmero mucho mayor de datos cientí­ficos. Por ahora sólo es posible colocarun solo tripulante, mas las naves convarios cosmonautas a bordo tendrán in:calculable superioridad. ._'

Los cosmonautas se despidieron conun saludo a los estudiantes universita:rios. Valentina Tereshkova los exhortóa adquirir profundos y sólidos cono- .cimientos y aplicarlos en la realidad confines pacíficos a fin de crear la vida yél futuro - y no de destruirlos. ':

)' se apostaba en las esquinas para verpasar a las señoritas. Su principal de­porte era el amor libre.

En todas partes encendía el esdndalo.Su vida era totalmente pública, y el me­jor testimonio de ella eran sus eleganteslibros. Sueíío de oriente (1900) es untexto autobiográfico que escandálizó a losmontevideanos, pero que aplaud~ó.ge­nerosamente Julio Herrera y RelSSlIlg.Su objetivo literario era luchar contrala mediocridad burguesa, imponer el"amor libre". Hizo amistad con variosanarquistas, y en sus periódicos publicóensayos en favor de la "expropiación dela mujer". La publicidad era su mejoraliada: no vacilaba en enviar cartasabiertas a los periódicos para dar cuentapuntual de lo que sucedía en su .lecho.Además, repartía folletos a la sahda delos teatros; así todo mundo podía ente­rarse de sus éxitos y fracasos amorosos.Pero esta brillante carrera literaria de­clinó cuando al autor se le agotó la for­tuna, que había dilapidado con rapidez.Reclamó públiéa y poéticamente el pué­to de secretario de la legación en París,

gozó entre sus contemporáneos. Sin- du­da, la riqueza, la sensibilidad y la locuralas heredó de su madre (figura muyprominente de la sociedad de Monte­video) Clara García de Zúñiga. Su hijoRoberto la describió así: "Ha sido laúnica gran señora de este pueblo. Pa­seaba insolentemente sus conquistas porla faz de la miserable aldea [Montevi­deo1," El primer libro de poemas deRoberto de las Carreras no encontrólectores. Poco le importó el fracaso: tenía21 años, era rico, bien parecido, conocíaa los modernistas y poseía una culturavasta. Inició un obligado viaje a París,y regresó a Montevideo convertido enun "dandy". Se paseaba por las callescon un gesto desdeñoso, luciendo fan­tásticos chalecos importados. Contrató ados secretarios, a quienes dictaba suscreaciones en un café. Se levantaba tarde,

-R. L. C.

EL ARTE DE VIVIR

IL...-S_O_B_R_E_L_A......

LA HORA DE l,A ESPADA

El hombre que todas las mañana's buscaen el periódico las noticias de Hispano­américa, no se hubiera imaginado haceunos años lo que iba a encontrar enestos días - los primeros de octubre de1963. No, no era imposible que la his­toria siguiera repitiéndose, que veinti­siete· generales (trujillistas algunos yotros sobrevivientes de los que planearonel asesinato del dictador) derrocaran yexpulsaran a Juan Bosch, con el eternopretexto de "la lucha contra el comu­nismo", derogando la Constitución li­beral para emprender después la "ca­cería de brujas". No era imposible, tam­poco, que inmediatamente en Honduras,el Presidente Ramón Villeda Moralesfuera depuesto por ún señor que se hacellamar "comandante en jefe del ejércitohondureño". La hora de la espada quehace 40 años proclanió Leopoldo Lu­ganes sigue pendiendo sobre tantos denuestros países.

Para nadie era un secreto la causa quellevaría al desástre. al demócrata liberalJuan Bosch, quien c::on el beneplácitonorteamericano llegó al poder hace me­nos de un año en las primeras eleccioneslibres pasados' 32 años de dictadura.Bastaba' el intento de reforma agrariay equilibl'io del presupuesto para queBosch quedase en entredicho a los ojosda la oligarquía militar. Bosch mismohabía he ha el planteamiento de unasituación que apenas pudo modificar, enu libro Truji/lo: causas de una t¡ml/ia

.sin ejemplo. Pero en él se cumplió tam­bién el drama de nuestros intelectualeshispanoamericano: incapacitado' pormil motivos para la acción, no les queda-en el mejor de los casos- otro remedioque la dignidad: Rómulo Gallegos, de­rrocado en 1948, -dan'l su lección al re­nunciar tiempo después a un honorconferido también a Castillo Armas.Acaso esto -y su obra, que es bastantc­'ea todo lo que, pese a su voluntad,puede hacer en Hispanoamérica un in­telectual. Como en el XIX, la escuela to­davía puede poco contra el cuartel.

No obstante, los militares perderán labatalla final. Parece probarlo la actitudde los estudiantes en Santo Domingo yen Tegucigalpa; la firmeza heroica dela. Asamblea Nacional Dominicana que;t!tsuelta por el golpe de Estado, se reú­ne clandestinamente para desconocer laautoridad del triunvirato y declarar nu­los todos sus actos; mientras los univer­sitarios inician ,una huelga de hambre"hasta que cese el Estado inconstitucio­na.l Y.,el atropello de las libertades pú­blIcas y hacen un llamamiento al pue­blo que en las calles es reprimido concargas y bombas lacrimógenas.

MaTcha de Montevideo informa que Ro­bert<;> ?e las Carreras (1873-1963) se so­breVIVió hasta los 90 años, después dehaber padecido de locura durante medios~glo. Muy poco conocido es su nombre;sm embargo, su leyenda negra es dignade conservarse. Publicó lujosas edicionesde poemé!-s Y prosas, cuyo contenido lite­rano no está a la altura de la fama que