© Luis Guerrero Ortiz
Desarrollo temprano e Inteligencias Múltiples: desafíos
a la pedagogía infantil
Luis Guerrero OrtizLuis Guerrero Ortiz
Lima, Perú. Febrero 2006Lima, Perú. Febrero 2006
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NUESTRA PEOR HERENCIA
La mirada indiferenciada que mantenemos sobre los sujetos que están en el rol de aprendices, en
particular si son niños es la más pesada y nefasta herencia pedagógica que hemos recibido del
siglo XIX los educadores del siglo XXI
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La extendida creencia de que todos los niños de 4 y 5 años que reciben educación inicial deben lograr los mismos aprendizajes a través de las mismas actividades y empleando los mismos medios; o que quienes reciben educación temprana deben lograr un estándar común de desarrollo según su edad a través de los mismos estímulos
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La renuncia a la centralidad del niño es renuncia a la centralidad del sujeto que aprende, para dar paso a la centralidad del currículo y de las didácticas, es decir, del objeto de conocimiento y de los métodos de enseñanza
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Esto significa abrazar una pedagogía menos preocupada por quiénes son los que aprenden y
cómo es que aprenden, pero definitivamente mucho más preocupada por qué es lo que aprenden.
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NUESTRA MEJOR HERENCIA
Las personas no venimos al mundo con la mente en blanco y las manos vacías, como
sostenían los estoicos griegos en la antigüedad y el filósofo John Locke en el siglo XVII, sino con
un conjunto de capacidades innatas que constituyen nuestro legado de 10 mil años de
evolución como especie.
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Los hallazgos de Gardner son convergentes con otras búsquedas en el campo del desarrollo infantil, que a lo largo del siglo XX han puesto en evidencia la insospechada riqueza del potencial humano y su progresivo despliegue desde las edades más tempranas.
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Estos hallazgos coinciden en cuestionar y desafiar la subestimación con que la sociedad adulta en general y los educadores nos hemos acostumbrado a mirar a la infancia, planteando exigencias mayores a la pedagogía y empujándola a una auténtica revolución conceptual.
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Las dificultades para utilizar eficazmente métodos interactivos e inductivos en educación inicial se encuentra en el tipo de pedagogía que prevalece entre nosotros, anclada en el objeto del conocimiento a lograr y desconectada de la diversidad de procesos mentales y emocionales que transcurren en la subjetividad de los niños.
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Vayan donde esté la gente, aprendan de ella, muéstrenle su amor, partan de
lo que ya sabe, construyan sobre lo que ha hecho, y cuando hayan
terminado vuestra tarea sabrán que han sido exitosos cuando ellos digan
‘Lo hicimos nosotros mismos’
Lao Tzu600 años a.C.
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Los desafíos del cambio
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LA MOTIVACIÓN POR APRENDER
Alentar su deseo de aprender, proponiéndoles
situaciones que los reten y que despierten su
curiosidad, su cautivación por explorar y
experimentar, su necesidad de interrogación
y de construcción de respuestas propias,
poniendo a prueba todas sus habilidades
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LA ACTIVIDAD PROTAGÓNICA DEL NIÑO
Educar promoviendo que los niños actúen de
manera autónoma y protagónica, es decir, con iniciativa y libertad, desde
las edades más tempranas. Así ganarán
progresivamente un mayor grado de conciencia
respecto de sus propias aptitudes, intereses y
capacidades
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LA PROMOCIÓN DEL DESARROLLO ÓPTIMO
Los niños pequeños requieren disponer de una diversidad de medios y oportunidades
para el desarrollo de sus aptitudes corporales, sociales, expresivas,
comunicacionales, lógicas, musicales. Pero esta
búsqueda de tesoros necesita dirección pedagógica, en el
marco de un proceso de optimización de sus mejores
aptitudes
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LA RELEVANCIA DE LOS APRENDIZAJES
Orientar los logros de los niños a los 4 aprendizajes del siglo XXI: ser, hacer, convivir
y aprender. Las clasificaciones disciplinares o
las que distinguen aprendizajes cognitivos,
psicomotrices y emocionales, deben subordinarse al logro
de una calidad de desempeño en la vida
impregnado por diversos saberes. La inteligencia es
acción creativa y resolutiva.
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CENTRALIDAD DEL DESARROLLO PERSONAL
Enfatizar el desarrollo de la autoconfianza en los niños,
su afán de logro, su tolerancia al fracaso, su
empatía y sociabilidad, así como su habilidad
comunicacional para afrontar conflictos y expresar
sentimientos, en el marco de su desarrollo psicocorporal.
El desarrollo social es central en el proceso del desarrollo
humano.
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CONCLUSIÓN
Ahora que hay pruebas sobre la existencia de un equipaje biogenético más
diversificado del que habíamos supuesto, nuestra visión de la mente infantil y sus
posibilidades necesita ensancharse y replantearse nuestro rol. Ningún potencial humano emerge, florece, madura ni puede usarse productivamente si no encuentre
los estímulos y las oportunidades adecuadas.
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