7/23/2019 Imaginarios Litorales Cucao - 1998
1/15
Universidad de Tarapacais collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Chungara: Revista de
Antropologa Chilena.
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Universidad de arapaca
PRCTICAS COTIDIANAS E IMAGINARIOS EN SOCIEDADES LITORALES. EL SECTOR DE CUCAO,ISLA GRANDE DE CHILO / DAILY PRACTICES AND IMAGINARIES IN LITORAL SOCIETIES. THESECTOR OF CUCAO, ISLA GRANDE OF CHILOAuthor(s): Francisco Ther RosSource: Chungara: Revista de Antropologa Chilena, Vol. 40, No. 1 (ENERO - JUNIO 2008), pp. 67-
80Published by: Universidad de TarapacaStable URL: http://www.jstor.org/stable/27802501Accessed: 10-07-2015 02:29 UTC
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2/15
Volumen
40,
N?
1,
2008.
P?ginas
67-80
Chungara,
Revista de
Antropolog?a
Chilena
PR?CTICAS
COTIDIANAS
E
IMAGINARIOS
EN
SOCIEDADES LITORALES.
EL
SECTOR
DE
CUCAO,
ISLAGRANDE DE CHILO?1
DAILY
PRACTICES
AND IMAGINARIES IN LITORAL
SOCIETIES.
THE
SECTOR OF
CUCAO,
ISLA
GRANDE
OF
CHILO?
Francisco Ther
R?os1
El
art?culo da
cuenta
acerca
de las
pr?cticas
cotidianas
en
una
sociedad litoral
espec?fica.
Se
toma
como
estudio de
caso
el sector
occidental de la Isla
Grande
de
Chilo?
(Chile),
considerando
para
ello las
interrelaciones
entre
cultura
y
ambiente.
El
objetivo
central
de la
investigaci?n
ha
sido describir
y
categorizar
las
pr?cticas
cotidianas de
tipo
econ?mico
que
ponen
en
juego
los habitantes
del
sector
de Cucao
en
Chilo?,
junto
a
los
usos
sociales
del
tiempo
asociados
a
dichas
pr?cticas.
Los
habitantes de
este sector
se
dedican
en el
presente
a una
producci?n primaria
vinculada
a
la
agricultura,
pesca y
marisqueo,
y
uso
y
manejo
de
productos
del
bosque.
A
partir
de lo
anterior,
se
enuncian modos de vida
e
imaginarios
en una
sociedad
en
transici?n
a
la
modernidad.
Palabras claves:
sociedades
litorales,
imaginarios
territoriales,
pr?cticas
cotidianas,
cultura/ambiente,
Isla de Chilo?.
This
case
study
addresses
daily practices
and
social
imaginary
(set
of
values, institutions,
laws
and
symbols
common
to
a
group)
in the litoral
society
of
the
western sector
of
the
Isla
Grande
of
Chilo?
(Chile).
Special
consideration
is
given
to
the interrelation
of
culture and
environment.
The
central
objective of
this
investigation
is
to
describe and
categorize
daily
practices,
of
an
economic
nature,
taken
on
by
the
inhabitants
of
the
sector
of
Cucao,
in
Chilo?,
together
with
the
social
uses
of
time
associated
with these
practices.
The
inhabitants
of
this
sector
are
active in
primary
production
linked
to
agriculture,
fishing,
and
crustacean
extraction,
and
the
use
and
management
of
the
forest. Starting
from
this,
the
modes
of
life
and
imaginarles
in
a
society
in
transition toward
modernity
are
enunciated.
Key
words:
Litoral
societies,
social
imaginary
territories,
daily
practices,
culture
versus
environment,
Island
of
Chilo?.
El
archipi?lago
de Chilo?
se
ubica
entre
los
41?45'
y
los
43?39'
Latitud
Sur
y
los 72?30'
y
75?26'
Longitud
Oeste,
a
tan
s?lo
90
km al
sur
de
la
ciudad de PuertoMontt
y
a
1.186
km de la ciudad
de
Santiago
(capital
de
Chile)2.
El
archipi?lago
est?
conformado
por
la
Isla Grande de Chilo?
(8.394
km2)
y
medio
centenar
de
islas,
la
mayor?a
de
ellas
habitadas
por
peque?os
caser?os.
En
el lado
norte,
la Isla Grande
se
separa
del
continente
por
el canal
de
Chacao;
al
este
le
separan
los
golfos
de Ancud
y
Corcovado.
El
Censo de
2002
cuantifica
para
Chilo?
una
poblaci?n
de 154.766
personas,
distribuidas
en
10
comunas3.
La
gran
mayor?a
de la
poblaci?n
chilota habita
preferentemente
la
costa
oriental
dedic?ndose
a
actividades de
explotaci?n
de
recursos
naturales
(forestales y marinos).
Por
su
parte,
la
regi?n
occidental de la
Isla,
donde
se
asienta
el
sector
de
Cucao,
"tiene
el
privilegio
de
conservar a?n todo el esplendor de su naturaleza
virgen,
con
una
vegetaci?n
y
fauna
abundante"
(Weisner 2003:75).
Se
presume
que
los
chilotes
son
descendientes
de
una
mezcla de
pueblos,
Chonos,
Cuneos
y
Huilliche,
a
los cuales
se
ha
sumado el
pueblo
espa?ol.
En
la actualidad existen
17 comunidades
huilliche
en
la Isla de
Chilo?,
con
una
poblaci?n
que
supera
las cinco mil
personas.
A
su
vez,
las comunidades
ind?genas
se
agrupan
en
dos
grandes
organizacio
nes:
el
Consejo
de
Caciques
de la Isla Grande de
Chilo?
(Butahuapi
Chilhu?)
y
la Federaci?n de
Comunidades
Ind?genas
de Chilo?.
Actualmente
existen dos
comunidades
ind?genas
en
el
sector
de Cucao
(Comuna
de
Chonchi),
una
en
Chanqu?n,
compuesta
por
57
familias,
y
la
otra
en
Huentem?,
conformada
por
38
familias,
existiendo
entre
ambas comunidades
lazos
consangu?neos.
Las
comunidades
se
encuentran
dirigidas
por
un
lonko
o
cacique.
Ambos
caciques
somos
"como
una yunta, tirando la carreta para el mismo lado",
Centro
de Estudios del Desarrollo Local
y
Regional,
Universidad
de Los
Lagos.
Direcci?n
Postal: Calle
Lord
Cochrane
1225,
Osorno,
Chile.
Fono/fax: 56
-
64
-
333583.
Recibido:
abril
2007.
Aceptado:
diciembre
2007.
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3/15
68 Francisco
Ther
R?os
se?ala don Roberto
Panichini,
Lonko de
Chanqu?n.
La
comunidad
de Huentem? tiene
como
lonko
a
don
Jorge
Guenum?n4.
El sectordeCucao, comomuchos otros incones
del
archipi?lago
de
Chilo?,
se
ha mantenido
bajo
un
hist?rico
aislamiento,
siendo
incorporado
al
resto
de
la
Isla s?lo
en
los ?ltimos decenios.
Existe
una
segunda
particularidad
para
Cucao
que
lo convierte
n
un
sector
de inter?s. asta
la d?cada de
1960
Cucao
fue
el ?nico
lugar
habitado de
la
costa
occidental
de
la Isla.
Las condiciones
geogr?ficas
y
clim?ticas
severas,
como
fuertes
mareas
que
imposibilitan
el
f?cil
acceso
de embarcaciones
de
todo
tipo,
junto
al dif?cil
acceso
por tierray lago, han otorgado al
emplazamiento
de
Cucao
la
condici?n
de
sector
apartado.
Su accesibilidad
queda
pr?cticamente
reducida
a
un
camino de
35
km,
construido
en
1981,
que
une
Huillinco
con
Cucao5.
Antes de la
construcci?n
del camino
se
llegaba
al
sector
o
por
aire
en
peque?as
avionetas
o
navegando
por
el
lago
Huillinco.
En
1982
se
abri?
en
Cucao el
Parque
Nacional Chilo?
(43.057
hect?reas de
superficie),
lo
cual
ha
implicado
un
incentivo
para
el
turismo
de
la
zona,
y
una
cierta
apertura
desde
que
se
cons
truy?un puente de concreto sobre el R?o Cucao o
Desaguadero6.
De
manera
que
este sector
es un
?rea
geogr?fica
de
especiales
caracter?sticas
ue
permite
conocer en
vivo los
juegos
y
tensiones existentes
entre
tradi
ci?n
y
modernidad. La rica
biodiversidad
y
paisaje
imbricados
con
la
actividad humana
ind?gena
y
no
ind?gena,
unto
al
a?n relativo
aislamiento,
otorgan
al
sector
relevancia
antropol?gica.
En
este sector
de
la Isla Grande de Chilo? los
pobladores
han
venido realizado hist?ricamente
sus
actividades
en
distintosmicroambientes:
mar,
r?o,
costa
y
monte
(bosque).
El
amplio
y
diverso
medio ambiente
se
ha llenado de v?nculos
aprendidos
y
creados
con
la
experiencia
que
otorgan
los a?os de
vida
en
un
lugar
poco
a
poco
domesticado
con
saberes
y
conocimientos locales
e
ind?genas.
Este
proceso
de domesticaci?n viva
ha
influido sobre el
espacio
biofisico
para
hacer
emerger
un
ethos
cultural
con
marcado
sesgo
territorial.
Verdaderamente,
en
este
lugar
se
ha
ido
creando
un
habitar,
en
el sentido
que
lo se?ala Leff (2002), lleno de v?nculos: raciona
lidades,
ambientes
y
tecnolog?as
se
entretejen
con
las
memorias
que
guardan
los
tiempos
pasados
y
los
imaginarios
que
revelan
el
presente
y
cimientan
las
aspiraciones
del futuro.
Territorios Vividos:
Cultura
y
Ambiente
en
Chilo?
En su af?n civilizador el serhumano pro
yecta
sus
visiones
de
mundo,
pero
el
medio
-a su
vez-
las
determina dial?cticamente.
Domesticar,
dice
EL
PRINCMTO,
consiste
en
crear
v?nculos
(C?rdenas
1996:X).
A
trav?s el
tiempo,
os chilotes han ido
creando
diferentes
modos
de
vida
que
vinculan, re?nen,
en
un
todo
complejo
al
ambiente
con
la cultura.
Para
ellos resulta cotidiano transitar
ntre
distintosmi
croambientes de la Isla. Su ecolog?a
es
amplia y
diversa.Dedicado
en
el
sector
rural
una
producci?n
primaria,
en
?ntima elaci?n
con
elmedio
ambiente,
el habitante de Chilo? realiza
actividades
agr?colas,
forestales
y pesqueras.
Los
productos
extra?dos
del
mar se
presentan
como
complementarios
de la
producci?n
agr?cola,
ganadera
y
forestal
(Marino
1985:49).
Esta domesticaci?n
est?
llena
de v?nculos
aprendidos
y
creados
con
y
desde la
experiencia,
de
manera
que
las distintas relaciones
que
mantienen
los
chilotes
con
el
ambiente redundan
en
pr?cti
cas que conforman modos de vida tradicionales
entremezclados
con
modos de vida
en
transici?n
a
la modernidad. La
cotidianeidad
del
territorio
deviene
en
territorios
ividos,
m?ltiples
y
locales,
muy
locales.
Cada
uno
con
su
propio tiempo.
Son
justamente
los sistemas
locales,
situados
y
almismo
tiempo
mucho m?s
amplios
que
el
espacio
f?sico,
los
que
son
vividos
por
sus
habitantes
que
lo han
construido. La
imagen
de
los
territoriosvividos
deviene
entonces
en
tramas
de
comportamientos
que
producen intensidad acumulada
en
profundidades
que
a su
vez
remiten
a
memorias,
tradiciones,
usos
y
costumbres.
Al
mismo
tiempo,
los territorios
vividos
se
extienden sobre el
espacio
abarcando
?reas
comunes
a
m?s de
un
modo de
vida,
de
tal
suerte
que
?stos
se
encuentran/desencuentran
con
imaginarios
territoriales
de costumbres variadas.
Aquello queda
expresado
en
la Isla de
Chilo?.
Espec?ficamente
en
el
sector
de
Cucao,
los habi
tantes
de
este
territorio
on
profundos
conocedores
de las bondades de la
tierra
y
el
mar,
organizan
sus
quehaceres
en funci?n a un verdadero
reloj
de la
tierra,
l
mar
y
el
clima.
Se
entraman
ah? distintos
tiempos,
los
tiempos
de
las
memorias,
tradiciones
y
pr?cticas
que
van
potenciando
distintos v?nculos
con
lo
ambiental.
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Pr?cticas cotidianas
e
imaginarios
en
sociedades
litorales... 69
En
consecuencia,
las
pr?cticas
humanas
depo
sitadas
en/sobre
los territorios er?n
entendidas
en
este sector
como
procesos
culturales de
relaci?n,
imbricaci?n
y
recreaci?n de lo
tradicional
con
lo
moderno.
En estos
procesos,
los
espacios
y
los
tiempos
son
atra?dos
por
la
acci?n
humana;
almismo
tiempo
las
actividades
humanas
se
explicitan
en
la
dimensi?n
temporal:
el hombre
es
un
atractor
que
contiene
experiencias,
vivencias,
convivencias,
deseos. La
cultura
-que
en
tanto
concepto
hace
alusi?n
a
la
diversidad-
es
construida
y
transformada
permanentemente
a
partir
del sentido
del
tiempo,
de
las
pr?cticas
que
vinculan lo cultural
a
lo
ambiental,
de las domesticaciones, del quehacer cotidiano, un
tanto
utinario
-repetitivo-
como
tambi?n
otro tanto
innovador
-trasgresor-7.
Anal?ticamente,
por
tanto,
la
dimensi?n
temporal
en
el
estudio de
las relaciones
entre
ultura
y
ambiente
no
s?lo
es
fundamental,
ino
que
es
justamente
a
trav?s de la
fuerza
de
ella
que
emerger?
el
sentido de
cada territorio.
Prescindir
del
tiempo,
por
tanto,
quivale
a
privarse,
sin
raz?n
fundada,
de
la
posibilidad
de
comprender
la
vida
cotidiana,
de
rendir
cuentas
de
su
efectivo desa
rrollo"
(Pieretti 1997:200).
La
investigaci?n
sobre
el
territorio
significa
en
este
punto
ir
hacia
aquello
que
pasa
en
lo
local,
que
le
pasa
a
los habitantes
de
un
territorio
eterminado,
y
que
al
pasar,
crea,
proyecta,
imagina,
haciendo vivir
-experimentar-
los
acontecimientos.
La caracterizaci?n
y
an?lisis de la
relaci?n
entre
cultura
y
ambiente deviene
entonces
en
territorio ivido
desde la
temporalidad.
Como
tal,
la elucidaci?n
de las relaciones
cotidianas
que
vinculan la
cultura
con
lo
ambiental
en
Cucao im
plica
relacionar
e
interpretar
istintos
imaginarios
y
pr?cticas vivenciales (Lefebvre 1978)8.Del mismo
modo,
esto
implica
considerar
la
apropiaci?n,
uso
y
(re)
significaci?n
de lo
ambiental
tanto
a
nivel
ma
terial
como
simb?lico,
as?
como
la
transformaci?n
de
dichos
lugares
a
consecuencia
de las
marcas
que
imponen
los
habitantes
en
sus
territorios9.
El
Sector
de
Cucao:
V?nculos,
Domesticaciones
e
Imaginarios
en
una
Sociedad
Litoral
Varias
complejidades
existen
en
el
sector
de
Cucao. Una
de
estas
dice relaci?n
con
la
tensi?n
tradici?n/modernidad
sus
variados
v?nculos
con
lo
ambiental.
Efectivamente,
en
este sector
de la Isla
de Chilo? lo
que
se
puede
entender
como
"viejo"
se
compenetra
con
lo
nuevo,
y
viceversa.
Se evidencia
una
preterizaci?n
de formas
mo
dernas,
al
tiempo
que
una
futurizaci?n
de formas
tradicionales de relaci?n
con
el
mar
y
bordemar.
De
esta
manera,
reconstruir
las
pr?cticas,
memo
rias
e
imaginarios
chilotes
implica
un
proceso
etnogr?fico-anal?tico
destinado
a
develar varios
de
los
v?nculos
que
acontecen
en
lo cotidiano
y
que
significativamente
van
permitiendo
que,
en
y
por
el
cotidiano,
se
incorporen,
de
manera
no
lineal,
al
interior/pasado
hilote,
todo
su
exterior/futuro
todo
su
devenir).
Los v?nculos
en
este
caso
se
refieren
a
las
m?ltiples
relaciones construidas
y
reconstruidas
entre
lo
cultural
y
lo
ambiental.
V?nculos
que
se
manifiestan en pr?cticas cotidianas que guardan
memorias
y
tradiciones,
y que
configuran
distintos
imaginarios.
V?nculos
y
domesticaciones
Entre 1833
y
1835
el
ingl?s
Charles Darwin
realiz?
una
estad?a
por
casi dos
a?os
en
Chile,
todo
como
parte
del
trabajo
como
naturalista del
Beagle.
Desde
la
tercera
semana
de noviembre
de
1834 hasta
comienzos de febrero
de
1835,
Darwin
permaneci?
en
la Isla Grande
de Chilo?
visitando
distintos
lugares,
quedando
impresionado
con
la
belleza natural
que
encontr?
en
el
mar
y
la tierra.
Sus
notas
se
consideran
de
gran
valor
cient?fico
e
hist?rico
para
la
bot?nica,
la
zoolog?a,
la
geograf?a
y
la
antropolog?a
actual.
El 23 de
enero
de 1835
Charles
Darwin realiza
una
excursi?n
a
caballo
y
bote desde
Castro
a
Cucao10.
Durante
el
trayecto
el
naturalista
va
quedando
maravillado
con
las
bellezas
naturales
y
las
distintas
adaptaciones
al ambiente (domesticaciones, como dec?a EL
PRINCIPITI
en
el relato
de Renato C?rdenas
m?s
arriba
expuesto).
En
Chonchi
volvemos la
espalda
a
la
costa
para
hundirnos
en
las
tierras;
seguimos
senderos
apenas
trazados,
atravesando
pronto
magn?ficas
selvas,
como
lindos
lugares
cultivados donde
abundan
el
trigo
y
las
patatas
(papas).
Este
pa?s
boscoso,
accidentado,
me
recuerda
los
lugares
menos
cultivados
de
Inglaterra,
lo
cual
no
deja
de
causarme
una
cierta
emoci?n.
En
Villinco
(Huillinco)11,
situada
a
orillas del
lago
Cucao,
no
hay
sino
algunos
campos
de
cultivo;
esa
aldea
parece
habitada
ex
clusivamente
por
indios.
El
lago
tiene
12
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5/15
70
Francisco
Ther
R?os
millas de
longitud
y
se
extiende
de este
a
oeste.
A
causa
de
circunstancias
locales,
la
brisa del
mar
sopla
muy
regularmente
durante la jornada y la calma
completa
reina durante la noche
(...)
El
camino
que
conduce
a
Cucao
es
tan
malo
que
nos
deci
dimos
a
embarcarnos
en una
piragua
(...)
Partimos
con
una
ligera
brisa
de
proa,
lo
cual
nos
impide
llegar
antes
de
que
se
haga
de noche
a
la
Capilla
de Cucao.
A
ambos
lados del
lago
la
selva
reina
sin
interrupci?n
alguna
(...)
El
distritode Cucao
es
el
?nico
punto
habitado
de
toda la
costa
occidental
de
Chilo?. Contiene
unas
treinta
cuarenta
familias
indias,
esparcidas
sobre
cuatro
o
cinco
millas de
la
costa.
Esas familias
se
encuentran
totalmente
separadas
del
resto
de la
isla,
y por
eso
efect?an
poqu?simo
comercio;
venden,
no
obstante,
algo
de
aceite de
foca
(...)
Al d?a
siguiente,
des
pu?s
de
almorzar,
fuimos
a
visitar Punta
Huantamo
(Huentem?),
situada
algunas
millas m?s al
norte.
El
camino bordea
una
playa
muy
ancha,
en
la
cual,
a
pesar
de una larga serie de d?as buenos, almar
rompe
con
furia.Me dicen
que,
durante
una
gran
tempestad,
los
mugidos
del
mar
se
oyen
durante
la noche
en
Castro,
a
21
millas marinas de
distancia,
a
trav?s de
un
territorio onta?oso
y
lleno
de
bosques.
Tan
malos
son
los
caminos,
que
experimentamos
no
pocas
dificultades
para
llegar
al
lugar
que
quer?amos
visitar:
en
efecto,
as?
que
el
sendero
se
encuentra
sombreado
por
los ?rboles,
se
transforma
n
un
verdadero
pantano.
Punta Huantamo
es
una
escarpada
colina
rocosa,
recubiertade
una
planta
af?n,
a
mi
parecer,
a
la
bromelia,
y
a
la
que
los
habitantes
denominan
chepone
(chupones)12
(...)
Al
norte
de
Punta Huantamo la
costa
se
hace
m?s
y
m?s
abrupta;
y
est? bordeada
por
una
grand?sima
cantidad
de arrecifes
sobre
los
cuales el
mar
ruge
de continuo.
Si fuera
posible,
desear?amos
regresar
a
pie
a
San Carlos
siguiendo
esa
costa;
pero losmismos indios nos aseguran que
el camino
es
impracticable. Agregan
que
algunas
veces se
puede
ir
directamente
de
Cucao
a
San Carlos
(Ancud)
a
trav?s
de los
bosques,
pero
jam?s
por
la
costa
(Darwin
2001:42-46).
Los cambios ocurridos
en
la
Isla
en
m?s de
un
siglo
y
medio
no
han alterado de
manera
radical la
regi?n
occidental donde
se
ubica
el
sector
de
Cucao.
A?n existeunpaisaje boscoso yun fuerte iremarino
matizado
con
la
suave
brisa del
lago13:
el relieve
es
monta?oso
y
se
desarrolla desde
el nivel
del
mar
hasta los
850
m
de
altura
(Cordillera
Piuchu?);
el
bosque
siempreverde
domina el
sector
con
nobles
alerces,
arrayanes,
avellanos, canelos,
cipreses,
coig?es,
lumas,ma??os,
notros
o
ciruellillos,
tep?,
tepuales
y
ulmos,
todos cubiertos
por
hel?chos,
liq?enes
y musgos;
una
serie de r?os desemboca
en
el Oc?ano Pac?fico
(r?os
Abtao,
Refugio,
Lar,
?ango, Cole-Cole, Cipresal y Puchanqu?n). En la
costa
existen
vastas
playas
azotadas
por
grandes
rompientes, interrumpidas
s?lo
por
el
cauce
de
un
r?o
o
por
peque?as
ensenadas
de
roquer?os
(Weisner
1971);
el
mar
golpea
fuerte
en
la
costa,
crea
dunas
y
permite
algunos desgarros
como
el
marisqueo
(machas
y
lapas, principalmente)
y
cochayuyo,
la
miner?a
(mantos
con
pepitas
de
oro
en
Rahue) y
la
pesca
desde la orilla
(corvina).
El
sector
de
Cucao
constituye
un
h?bitat
disper
so,
donde
se
observan
tres
n?cleos habitacionales:
el poblado ubicado en la parte norte de la bah?a de
Cucao,
llamado
De?al;
en
el
centro,
entre
los r?os
Huelde
y
Cucao,
se
ubica el caser?o de
Chanqu?n;
y
a
lo
largo
del r?o Cucao
se
encuentran
las viviendas
de
Capilla
Cucao
(Weisner
197L128)14.
Pr?cticas Cotidianas
de los Habitantes
Vinculados
al
Modo
de
Vida m?s
Tradicional
Como
ya
se
ha
mencionado,
m?ltiples
son
las
actividades que han desarrollado y desarrollan los
vecinos del
sector
de Cucao.
El
mar,
la
playa
y
los
campos
circundantes
eterminan
un
tipo
de econom?a
mixta:
se
trata
de
peque?os
campesinos
agriculto
res,
pero
tambi?n
recolectores,
y
en
menor
medida
artesanos,
quienes
trabajan
para
el
abastecimiento
de
su
unidad dom?stica
y
comercializaci?n. Para
los vecinos del
sector,
la
vida
es
dura,
y
"se necesita
resistencia
para
vivir
por
estos
lados"15.
El
ciclo laboral anual est? relacionado direc
tamente
con
el clima
y
las fases
productivas
o
no
productivas
de la tierray elmar. Existe una
especie
de
reloj
de
la
tierra,
n
calendario laboral del
mar,
que
regula
las
pr?cticas
en
esta
sociedad litoral.
n
las fases
no
productivas
de la tierra
e
realizan acti
vidades
de
deforestaci?n,
roce,
quema
y
destronque.
El
chilote tambi?n
se
dedica
a
la
pesca,
marisqueo
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6/15
Pr?cticas cotidianas
e
imaginarios
en
sociedades litorales...
71
y
recolecci?n de
algas,
as?
como
a
la
cosecha
de
algunos productos.
Es
durante el
verano
cuando
se
intensifican las
labores
para
el
campesino;
se
cosechan
frutas,
ortalizas
y
papas,
tambi?n
se
secan
al
sol
y
humo
algunos productos
del
mar
(como
cochayuyo, congrio,
machas),
almacen?ndose
para
el
resto
del
a?o
cuando
baja
la
temperatura
y
la
lluvia
impone
un
ritmode
trabajo
distinto. En
estas
?pocas
algunos
campesinos
chilotes
se
dedican
a
realizar labores
bajo
techo,
como
la
construcci?n
de
artesan?a
(cucharas
de
madera, tenedores,
tinajas,
maceteros,
ba?les)
e
instrumentos usicales
(rabel)
con
madera
nativa,
pero
el
contacto
con
la tierra
y
elmar permanece durante todo el a?o a pesar de
la lluvia
y
el fr?o.
En
invierno,
como
las actividades
agr?colas
demandan
menos
atenci?n,
el
peque?o
campesino
tambi?n
e
dedica
a
las labores
mineras,
aprovechando
al
mismo
tiempo
la
mayor
riqueza
que
se
presenta
en
los
mantos
a
orillas
del
mar.
La
extracci?n
de
oro se
realiza sin medios
mecanizados,
se
trata
m?s
bien de
una
actividad
complementaria
y
desarrollada
en
peque?a
escala16.
En el
mar, y
de
manera
permanente
durante
todo
el
a?o,
los chilotes tradicionales de Cucao
encuentran
una
fuente
de alimentos
posibles
tambi?n
de
comercializar.
En
ocasiones dedican
varias
temporadas
a
pescar (en
el
lago
o
en
el
mar)
y
a
mariscar,
luego
regresan
al
campo,
en
otras
ocasiones
combinan,
seg?n
el ritmo de
trabajo,
ambas actividades.
Despu?s
que
me
cas?
(aprox.
en
1974),
me
dediqu?
a
la
pesca.
Pesc?bamos
robalo,
corvina,
pejerreyes,
esas eran las
especies
que
vend?amos
(...),
se
pescaba
en
bote,
o
desde
la
orilla,
nosotros
pesc?bamos
en
ese
tiempo
s?lo
en
bote
(...).
Lancear17,
le dec?amos cuando
coloc?bamos
cuatro
redes
(...),
se
pescaba
de
noche,
primero
tir?bamos las
redes,
despu?s
d?bamos
vara
(continuos
golpes
con
los
remos
en
el
agua),
y
levant?bamos. Se sacaba al minuto las
redes,
sac?bamos
como
doscientos kilos
en una
noche,
en ese
tiempo
nos
pagaban
a
$
15 el kilo.
Estuve
trabajando
ocho
a?os
en
esto,
d?a
y
noche.
Las actividades de
pesca
implican
esfuerzo
y
dedicaci?n. Sin
un
plan
adecuado
-y
validado-
no
es
posible
concretar
su
comercializaci?n. Una
vez
que
se
han obtenidos
los
pescados,
se
requiere
la
concreci?n de
pasos
secuenciales
para
venderlos.
..
.al
otro
d?a
sal?amos
temprano
a
vender
a
Castro
a un
proveedor
de la
feria,
siempre
al
mismo. Tito Barr?a
se
llamaba
el hombre
(...),
la feria estaba
en
calle
O'Higgins,
ahora
se
cambi?
a
la calle
Yumbel. A
veces
pas?bamos
a
vender
a
Chonchi
al
detalle
(...).
Para
ir vender
sal?amos
por
Huillinco,
ah? estaba
luego
una
camioneta
esper?ndonos
(...);
pesc?bamos
en
aguas
dulces,
o
sea
entre
dulce
y
salada,
porque
aqu?
entra el mar cuando sube la marea.
And?bamos
siempre
por
el
lago
Cucao,
y
desde
aqu?
?bamos
a
Huillinco,
v?a
el
lago
Huillinco.
(...)
Pesc?bamos
con
el
patr?n,
o
con
otra
persona
si
?l sal?a
a
vender,
por
lo
general
pesc?bamos
entre
las
ocho
de la
tarde
y
las
dos de la
ma?ana.
(...)
El
bote
ten?a
como
siete
metros
de
eslora,
con
un
peque?o
motor18.
Otra
actividad
importante
es
el
marisqueo
o
mariscada.
En la mariscada
se
"sacan"
(como
dicen
los
chilotes)
principalmente
machas;
"antes
se
trabajaba
as?
nom?s,
a
cuero
pelao,
a
pata,
en
ese
tiempo
sal?an
mariscos
grandes",
recuerda
don Aladino
Nairn. Hace
unos
veinticinco
a?os,
se
recuerda
que
las machas
med?an
entre
siete
y
ocho
cent?metros,
"ahora
no
alcanza
a
cinco
cent?metros".
En
una
?poca
(hace
poco
m?s de
doce
a?os
atr?s) no hubo marisco. Antes lamacha no
era
comercial,
pero
lleg?
una
empresa
del
norte
como
con
doscientas
personas y
se
perdi?
la
macha;
en ese
momento
llegaban
a
pagar
cien
pesos
por
kilo,
casi
la
mayor?a
de
la
gente
de
aqu?
trabaj?
para
esa
empresa.
Antes
se
vend?a
distinto,
o se
vend?a
fresco
como
ahora. Antes
se
hac?a
el
curanto,
se
secaba
en
un
secador de
junquillo19,
y
despu?s
se
sal?a
a
vender
seco
por
almud
a
Chonchi
y
Castro
(...)
El
almud
se
vend?a
en ese
entonces
a
quinientos
pesos,
hac?a
como
cuatro kilos
secos20.
Al
d?a,
trabajando
ntre
mareas
dos
adultos,
entre
una
hora
y
una
hora
y
media,
se
pod?an
cosechar
hasta
dos bolsas
demachas
de cien
kilos
cada
una.
La
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7/15
72
Francisco
Ther
R?os
mayor?a
de los
lugare?os
mariscaban
pr?cticamente
durante
todo
el
a?o,
pudi?ndose
apreciar
a
diario
cerca
de
doscientas
personas
mariscando
en
la
costa.
No llevaba
tanto
trabajo,
era
m?s
conve
niente.
Antes ten?a
que
traer
el marisco
a
caballo
desde
la
playa
a
la
casa,
deb?a
buscar
le?a
y
hacer el
hoyo
con
le?a
y
piedra
(...).
Ahora
volvi?
otro
caballero,
vienen
de
Ancud,
los
primeros
eran
de
Pichilemu,
ellos
trajeron
gente
de
all?
y
vend?an todo
en
Santiago.
El
buen
trabajo
dur?
como
dos
a?os. Le
pagaban
a
uno en
el
mismo
momento,
o
si
uno
quer?a
se
iba
acumulando,
y
lo
pagaban
el viernes
(...)
Desde
Punta
Pirulil hasta
Chaique ?todo
esto
era
macha 21.
Dada
la buena
paga
que
significaba
lamacha
(cien
pesos
el
kilo de machas
con
concha),
y
el
menor
trabajo
aplicado
para
conseguir
la
comer
cializaci?n,
la
macha
a
principios
de
la
d?cada del
noventa
sufri?
una
sobreexplotaci?n
que
hasta
hoy
a?n
no
se
puede
recuperar,
"vino
tanta
gente,
que
se
anduvo acabando". Hoy las cantidades abundantes
y
los tradicionales
tama?os
ya
no
existen22.
El
periodo
primavera-verano
permite
que
los
habitantes
-sobre
todo del
sector
de
Chanqu?n-
se
dediquen
a sacar
cochayuyo
(tambi?n
conocido
como
cochaguasca,
huilte
o
ulte).
El
cochayuyo
lo
sacan
de la
costa
entre
octubre
y
marzo,
tiempo
en
el
cual
el
mar
est?
un
poco
m?s
en
calma
y
el sol
permite
en
parte
capear
el fr?o
oleaje
del Pac?fico.
Se
corta el
pie
(o
lembo) que permanece
adheri
do
a
las
rocas,
se
llevan hasta
la
playa
los varios
metros
que
llega
a
alcanzar
la
planta,
ah?
se
junta
y
se
enrollan
provisoriamente,
para
luego
trasladar
los
pesados
bultos
a
caballo
una vez
terminada
la
jornada
o
hasta
un
d?a
despu?s.
Ya
en
el
patio
de
la
casa,
se
deja
orear
extendido
sobre
el
pasto
o
los
cercos.
Luego
de
una
semana,
se
llevan
las tiras
un
tanto
secas
a
la
cocina
a
fog?n
o
bodega
para
hacer
madejas
o
unidades
de
unos
30
cm
de
largo,
dej?ndolas
secar
por
otra
semana
m?s
cerca
del humo. Como
promedio
cada
familia
hace al a?o unos cien fardos; cada fardo tiene cien
unidades
o
madejas,
cada
madeja
se
vende
a
130
pesos.
La
venta de
cochayuyo
para
muchos
de los
habitantes
de
Chanqu?n,
Huentem?,
Quiutil
y
otros
peque?os
caser?os
constituye
el
principal
sustento
econ?mico
familiar.
El
cochayuyo
se consume
tanto
crudo
como
cocido,
en
forma
de ensaladas
o
como
acompa?a
miento
de
otros
alimentos.
Por
su
alta concentraci?n
de yodo, se usa como cataplasma en las paperas.
En
cuanto
al
bosque,
son
muchas
las actividades
que
realizan
los chilotes
en
Cucao
y
sus
alrededores,
lo
cual
se
fortalece
dada
la inexistencia
de
jefes
o
patrones.
Cada
campesino
es
due?o de
su
tiempo
y
todos
los
d?as
sirven
para
todas
las
tareas;
"yo
trabajo
cualquier
d?a
que
tengo
tiempo
y
dispongo
para
hacerlo",
se?ala
donMario
Toledo
(citado
en
Fundaci?n
Radio
Estrella
del Mar
2001:87).
S?lo
existe
diferencia
en
el
tiempo
destinado
a
las
faenas
seg?n
la estaci?n
del
a?o. En
verano
se
trabaja
hasta
m?s
tarde,
hasta
que
el t?rmino
del
d?a
marca
el
fin
de
la
jornada.
B?sicamente,
el
monte
cumple
con
tres
necesidades:
le?a
y
carb?n
para
la
calefacci?n,
madera
para
las
construcciones
y
artesan?as,
y
es
tacones
para
cercos;
cada
uno
de
estos
productos
se
destina
principalmente
al
consumo
dom?stico,
parte
de la
explotaci?n
tambi?n
puede significar
un
ingreso
extraordinario.
Aprend?
todo
eso
con
mi
pap?,
?l
me
ense??
a trabajar onbueyes.Era cabro chico.Ten?a
como
diez
a?os,
yo
lloraba
para
irme
con
?l,
dejaba
la escuela
y
me
iba. Sac?bamos
palos
bonitos,
que
le dec?an
de
cipr?s,
del
sector
de
Quilque,
ah?
hab?a
mucha
madera,
palos
de
siete
metros.
Mi
pap? trabajaba
con
otra
persona.
Llevaba
los
palos
en
un
bote,
y
en
Huillinco
entregaba
lamadera
(...).
Llevaba
como
cien
estacas
de
cipr?s,
los
palos
m?s
grandes
los hac?an
balsa
para
navegar
en
el
lago
de Cucao
y
Huillinco,
y
sal?an
en
el
pueblito
de
Huillinco23.
La le?a
es
el
producto
forestal
m?s
directo
y
esencial
para
la
subsistencia
humana,
se
utiliza
tanto
para
cocinar
como
para
calefaccionar
el
hogar.
Esta
se
consigue
a
trav?s de
recolecci?n
de
ramas
y
de
madera
muerta,
corta de
?rboles
("el
palo
que
no
sirve,
los
palos
que
tienen
vuelta").
Las
especies
que
se
ocupan
son
las m?s
duras
y
resistentes
como:
tep?,
luma,
canelo,
ciruelillo,
array?n y roble seco. Se utiliza como unidad de
medida
de la le?a
el
metro
c?bico,
equivalente
a
una
columna
de
un
metro
de
altura
y
tresmetros
de
largo
(un
metro
c?bico
=
tres
metros
lineales).
Un
?rbol
puede
rendir
entre
dos
y
cuatro
metros
de
le?a.
El
consumo
de
le?a
permanece
pr?cticamente
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Pr?cticas cotidianas
e
imaginarios
en
sociedades litorales...
73
igual
durante todo el a?o.
Una familia
en
Cucao
puede
llegar
a
consumir
entre
dos
y
tresmetros
c?bicos
al
mes,
lo
que
est?
en
correspondencia
con
el
consumo
anual calculado
para
toda la
Isla
(24
toneladas)24.
Por
su
parte,
el
carb?n
se
elabora utilizan
do
tep?,
luma
o
tepa.
Estas maderas
son
muy
compactas,
duras
e
imputrescibles.
Entre
ellas,
se
prefiere
el
tep?
por poseer
un
alto
poder
ca
lor?fico.
Antiguamente,
recuerda
don
Roberto
Panichini,
el
carb?n
se
hac?a de
cipr?s.
El
oficio
de la fabricaci?n de carb?n actualmente
no
est?
muy
difundido25.
S?lo
algunos
vecinos
del
lugar
realizan estas faenas. La elaboraci?n de carb?n
sigue
una
rutina
muy
rigurosa.
Para
armar
un
horno
de carb?n
(le?a
apilada)
se
llevan
a
cabo varios
pasos:
primero
se
limpia
el sitio
y
se
junta
y
parte
le?a,
orden?ndose la madera
en
torno
a una
barra
instalada verticalmente hasta
conseguir
la forma de
cono
o
volc?n.
Luego
se
cubre
la
le?a
con
junquillo
verde
y
una
capa
de tierra.
Se
retira la barra
y
se
hace
fuego
en
el
espacio
que
queda
(el
horno
se
enciende desde
su
cumbre).
Se
tapa
todo
muy
bien
con ramas. El horno tarda alrededor de nueve d?as
en
quemarse.
En
todo
ese
tiempo
los
productores
de carb?n hacen
vigilias
para
ir
controlando
el
funcionamiento
del horno. Para
comprobar
que
la
le?a est? ardiendo lentamente
se
abren
o
cierran
orificios
que
permiten
la
ventilaci?n,
adem?s
se
va
permanentemente
apretando
el horno
con
un
"combo" met?lico
para
mantener
compacto
el
volumen
y
evitar la
quema
de
la
le?a.
Un
horno
en
promedio
entrega
entre
treinta
o
cuarenta
sacos,
donde
se
han
ocupado
entre
seis
y
ocho
metros
de
le?a.
En
Chanqu?n
se
acostumbra
a
hacer
hornos
grandes,
utiliz?ndose
hasta
15
m
de
le?a
(Roberto
Panichini); por
lo
general
en
estas
faenas
participan
tres
hombres.
El
carb?n
que
se
elabora tiene
como
destino
principal
el
autocon
sumo;
cuando
se
vende,
cada
saco
se
comercializa
entre
dos
mil
quinientos
y
tres
mil
pesos.
Junto
con
el
carb?n
y
la
le?a,
la extracci?n
selectiva de madera tambi?n
es una
pr?ctica
habitual
con
el
bosque.
Principalmente
se
hace
uso
en
estas
actividades de
alerce,
array?n,
avellano, canelo,
cipr?s,
coig?e,
luma
ma??o,
notro,
tepa,
tep?
y
ulmo. Se
usa
la
pulgada
como
unidad
de medida
de lamadera. Una
pulgada
corresponde
a una
tabla
de
una
pulgada
de
espesor por
diez
pulgadas
de
ancho
y por
tresmetros
sesenta
de
largo.
El ma??o bien crecido
le
est? dando
treinta
cuarenta
pulgadas.
Pero tambi?n
tiene
un
m?nimo de acuerdo
al
tama?o,
de ocho
a
doce
pulgadas
para
arriba.
Y
si
nosotros
vamos
a
derribar
un
ulmo,
nos
est? dando ochenta
a
cien
pulgadas
de madera
(Fundaci?n
Radio Estrella
del
Mar
2001:85).
Otra actividad asociada
al cotidiano
de
esta
sociedad
litoral
es
tambi?n la
"limpieza"
o
roces
para
contar
con
praderas
para
el
pastoreo
de anima
les
o
el cultivo de
especies.
El
roce
o
limpieza
del
monte anteriormente sehac?a s?lo con hacha y en
compa??a
de
varias
personas
se
cortaba
y
limpiaba.
M?s
recientemente,
el
roce se
comenz?
a
realizar
con
hacha
y
motosierra,
requiri?ndose
para
el
trabajo
de s?lo
una
o
dos
personas.
Esta actividad
se
realiza
en
junio
de cada
a?o,
implicando
cortar
los ?rboles
donde terminan
las ra?ces
y
comienza
el
tronco.
Los
primeros
?rboles
que
se
cortan
ayudan
a
los
siguientes
para
ir
cayendo. Despu?s
que
se
hizo
el
"herido"
(primer
?rbol
cortado),
va
cayendo
uno
sobre
otro.
El
campesino
reconoce
en
cada ?rbol
una
orientaci?n
para
la
ca?da,
"cada ?rbol tiene
su
as,
hay
que
tirarlo
a
favor
del
viento".
Luego
del
corte,
se
dejan
secar
las
ramas
y
palos
m?s
delgados
por
dos
meses
(julio
y
agosto);
durante
septiembre,
octubre
y
noviembre
se
rescatan
los
palos
que
sirven
para
le?a
y
carb?n
y
con
el
apoyo
de
bueyes
se
trasladan hasta
la
casa.
En
estos
meses
tambi?n
se
amontonan
las
ramas,
hojas
y
ganchos
para
ser
quemados.
Para el
segundo
a?o,
y
una vez
que
las ra?ces
se
han
secado,
se
lleva
a
cabo el proceso de "destronque" (sacar las ra?ces
de
los
?rboles
cortados).
Es
una
actividad
que
reclama
de
esfuerzo
f?sico:
una
ra?z
se
saca con
azad?n,
se
cortan
las ra?ces m?s
peque?as
con
hacha,
finalmente
se
tira
y
arranca
de la tierra
on
bueyes.
De
esta
manera,
en
una
sola
temporada
no
se
alcanza
a
hacer todo el
deschampe,
se
requiere
de
m?s
tiempo
y
personas
que
en
el
proceso
de
corte.
Generalmente
se
pide
ayuda
a
los
vecinos,
y
se
ocupan
yuntas
de
bueyes.
"Un
terreno,
si
usted
le da todos los
d?as,
lo
puede
sacar en un
a?o".
Con
esto
el
terreno
queda
m?s
o menos
apto
para
la labranza
o
pastoreo,
se
puede
destinar
para
el
cultivo
o
empastada
para
animales. Si
se
destina
el
terreno
para
el
cultivo,
antes
debe realizarse
el
"barbecho": "la idea
es
ir
despejando
y
sembran
do". El
barbecho
consiste
en
dar vuelta
la
tierra,
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9/15
74
Francisco
Ther R?os
se
hacen
melgas
o
amelgas
(surcos
en
la
tierra)
para
sembrar
papas.
Todo el
proceso
de
roce
lleva
as? al
menos
dos
temporadas
de
trabajo.
corte
de ?rboles
Primera
temporada:
?
secado
y quema
de
ramas
destronque
Segunda temporada:
barbecho
siembra
Con
el suelo
trabajado, posteriormente
se
des
tinan los esfuerzos
y
d?as
a
la siembra.
En
especial
la siembra
de
papa
(Solanum tuberosum)
es
una
faena tradicional en todo Chilo?. La papa tiene
una
larga
data
y
omnipresencia
en
la alimentaci?n
cotidiana de los
chilotes26,
y
forma
parte
integral
de
la sociabilidad
y
riqueza ling??stica
e los habitantes
del
archipi?lago.
Su siembra
se
realiza durante los
meses
de
agosto
y
septiembre; antiguamente
se
sembraba
la
papa
directamente
en
la
tierra,
m?todo
conocido
como
"picao",
haciendo
un
hoyo
con
el
gualato27
se
colocaban
una o
dos
semillas,
luego
se
tapaba
la semilla
con
tierra
y
se
hac?a la
melga.
Se
apoyaba
la
germinaci?n
de las semillas
con
abono
natural
hecho de
paja descompuesta
con
fecas de
oveja.
Ahora
se
siembra
con
arado. En el
surco
dejado
por
la
m?quina
se van
depositando
una o
dos
semillas
y
se va
aplicando
salitre
como
abono.
En
una
hect?rea
pueden
sembrarse hasta veinte
sacos
de semillas. Cada
a?o
se
cambia de
lugar
la
siembra,
no se usa
el mismo
terreno
dos
veces
seguidas
para
elmismo cultivo.La variedad
que
m?s
se
siembra
es
la
papa
d?sir?e,
m?s recientemente
se
ha comenzado
a
cultivar la variedad cl?vela
blanca, t?pica del sector de Tey28.La cosecha de
papa
se
realiza durante noviembre
y
diciembre de
cada
a?o;
tanto
en
la siembra
como en
la cosecha
participa
todo
el
grupo
familiar.
Por
cada
saco
de
semillas
se
pueden
obtener
en
el
sector entre
10
y
15
sacos
de
papas.
Los
sacos
de
papas
cosechados
se
trasladan
con una
yunta
de
bueyes
hasta
una
bodega
contigua
a
la
casa-habitaci?n,
donde
se
almacenan
para
su
consumo29.
Se
come
papa
casi
en
todas las comidas.
Papa
en
la
cazuela,
en
el estofado de
vacuno
o
de robalo.
Se
come en
el almuerzo
y
en
la
cena,
o
se
hace
milcao,
o
pur?,
tambi?n
a veces
hacemos
papas
rellenas
o
papas
fritas30.
La
papa
tambi?n
se
aplica
en
medicina. Rallada
y
cruda
se
usa,
por
ejemplo,
en
quemaduras
y
otras
irritaciones de
la
piel.
En
una
mezcla
con
harina
y linaza y en forma de cataplasma ayuda con el
ardor
y
dolor del estado inflamatorio.
La misma
cataplasma
sirve
para
los
dolores de
espalda,
cruda
o
cocida
es
un
alimento
que
ayuda
a
los enfermos
del
h?gado,
etc.
(Contreras 2002:50-51).
Hoy
se
ha comenzado
a
experimentar
la des
aparici?n paulatina
de las variedades chilotas
y
la
disminuci?n
progresiva
de las
preparaciones
culi
narias de la
papa,
todo lo cual
puede
ser
entendido
como una
caracter?stica del
modernismo basado
en
la "salarizaci?n masiva de la fuerza de
trabajo
chilota"
(Santana 1998:03).
V?nculos
e
Imaginarios
La fortaleza
organizativa
y
anal?tica de los ima
ginarios
radica
en su
referenciadirecta
a
losmodos
de
vivir,
percibir
y ocupar
los
espacios
y
lugares
a
trav?s
de modos de
producci?n
(Fernandes
da
Silva
J?nior
2001).
Siguiendo
a
Durand,
Castoriadis
y
Bachelard
(Carretero
Pas?n
2004;
Ther
2004),
po
demos denominar como imaginarios, no a una falsa
conciencia
como se
hablaba desde el
marxismo,
sino
a
matrices
ideoafectivas,
entramadas,
desde
las
que,
m?s
que
explicar
o
razonar,
se
siente
el
mundo,
se
le transforma ensancha. Es
decir,
a
trav?sde
esta
categor?a
se
evidencian los sentidos
que
se
le
otorgan
a un
lugar
construido,
cupado
y
manejado.
Con
esta
noci?n
se
accede
investigativamente
l
universo de
los
valores,
creencias
y
aspiraciones depositadas
en
pr?cticas
concretas
que
realizan
los habitantes
del
litoral;
asimismo
se
logra
aclarar las
estrategias
que
ponen
enjuego
para
apropiarse
material
y
sim
b?licamente del ambiente
costero,
e
insertarse
en
?l
con
seguridad
y
garant?a
de
protecci?n,
trabajo
y
alimentaci?n,
vida de ocio
y
esparcimiento.
De
nueva
cuenta,
con
la noci?n de
imaginario
es
posible
encuadrar
las
pr?cticas
cotidianas
y
sus
distintas
manifestaciones de
arraigo,
apego y
sentimiento
de
pertenencia
socioterritorial.
n
este
sentido,
los
imaginarios
vienen
a ser una
instancia contrarrei
ficadora,
que
hace alusi?n
a
c?mo
se
reencanta
la
existencia a partirde lo cotidiano, reintroduciendo
los
sue?os
y
aspiraciones
que
fueran clausurados
por
lamodernidad
(Carretero
as?n
2004).
Los ima
ginarios
se
encuentran
asociados
a
discursividades
y
comportamientos
cotidianos
que
van
haciendo
emerger
en
estos
lugares
distintas
se?as
(de
Certeau
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10/15
Pr?cticas cotidianas
e
imaginarios
en
sociedades
litorales... 75
1996)
sobre lo
propio,
lo
ajeno,
lo
compartido,
lo
inventado,
lo
innovado,
lo
negociado,
lo
reincorpo
rado;
de
tal
suerte
que
en
las
sociedades litorales
se
determinan
distintas
apropiaciones
socioculturales
de lo ambiental.
Imaginarios,
pr?cticas
y
ambiente
El
estudio de las
significaciones,
sos
y
transfor
maciones del
ambiente litoral
plantea
la
necesidad
de
categorizar
e
interpretar
as
pr?cticas
desplegadas
sobre
el
territorio.
este
nivel las
pr?cticas
de
apro
piaci?n
socioterritorial
posibilitan
elucidar
marcos
interpretativospertinentes a los propios v?nculos
detectados
en
el
sector
de
Cucao. En
este
sentido,
Cucao
constituye
un
mundo simb?lico
en
el
cual
se
expresa
la
construcci?n de
tiempos
y
espacios
socialmente
compartidos.
Existiendo hist?ricamente
lazos
consangu?neos
entre
las comunidades
mapuche
huilliche
que
habitan
en
Chanqu?n
y
Huentem?,
tambi?n existe
una
fluida
ayuda
mutua
expresada
en
apoyos
en
el
trabajo,
la educaci?n
y
la
salud.
Existe
garant?a
de
interacci?n,
evidenci?ndose
v?n
culos
mantenidos
entre
cultura
y
ambiente
a
trav?s
del
juego
din?mico de distintos
imaginarios.
S?,
la
tradici?n
fundamentalmente
se
refiere al
conjunto
de
pautas
sociales
mantenidas
en
una
localidad
por
transmisi?n
generacional
o
consuetudinaria
que
de
alguna
manera
otorga
sentido
y
peculiaridad
a
un
ciertomodo de
vida;
la
modernidad,
por
su
parte,
se
produce
como
resultado de
la introducci?n
de
pautas
sociales recientes
en
cada
momento
hist?rico
(Alvarez
1999;
Quintanilla 1999);
en
esta
sociedad
litoral
se reconocen
entonces
al
menos
tres
imagina
rios chilotes, trestiposdeCucao, o tresimaginarios
en
virtud
a
la relaci?n
cultura/ambiente.
Imaginario
de los
habitantes vinculados
al modo
de vida m?s tradicional
El
primer
imaginario corresponde
al "chilote
tradicional",
el cual
se
caracteriza
fundamentalmente
por
vivir
en
el
sector
de m?s
dif?cil
acceso,
posee
escaso
nivel de escolaridad
y
es
conservador.
Es
una
persona arraigada
en
lo
que siempre
ha
hecho,
"lo
que
ha
aguantado
en
el
tiempo,
lo
ha
sido
porque
est?
bien
hecho". Este
imaginario,
por
lo
tanto,
sigue
relacion?ndose
con
el
ambiente
de acuerdo
a
los
usos
de
costumbre,
agregando
muy
pocas
alternativas de
uso.
Este
imaginario
considera
que
los
planes
de ordenamiento
(de
manejo
forestal,
o
de
pesquer?as,
por
ejemplo)
significar?an
un
obst?culo
a sus
labores
cotidianas
y
relaci?n
habitual
con
el
monte
y
el
mar.
La
le?a
que
se
saca
proviene
de los ?rboles
ca?dos,
de
las
ramas
secas,
de
los ?rboles
curvos
que
no
sirven
para
una
buena
madera;
tambi?n
se
asiste
de
manera
regular
cada
bajamarea
a
marisquear
y
se
pesca
con
red cuando
la
necesidad
lo
requiere
y
la
mar
lo
permite.
Se
cortan
libremente
varas
de
especies
arb?reas
para
hacer
cercos
cada
temporada.
"Hoy
estuve
cortando
unas
varas
por
all?,
despu?s
las
acarre?
a
hombro;
las
varas son
para
hacer
cercos
aqu?
mismo,
la
plata
no
le alcanza
a
uno
para
tanto
como para estar comprando ramas"31. Se desea
seguir
viviendo
ah?,
tranquilamente,
tomando
mate
y
sacando
del
mar
la comida del
d?a32.
"Yo
no
salgo
a
ning?n
lado,
m?s
voy
a
la
playa
que
a
visitar
a
mis
vecinos,
yo
al mediod?a
me
voy
a
la
playa
a
mirar"33,
comenta
don Jos? Nairn
de
setenta
a?os.
Cuando
es
necesario
cortar
uno o
varios
troncos
para
madera
se
hace
sin
pedirle permiso
a
nadie;
lamadera de
su casa
don Jos?
la
sac? del
monte:
"al canelo cuando
no
le
llega
agua
es
lo
mejor,
el
canelo
con un
envigado
de
coig?e
es
lo
mejor
que
puede
haber
para
la
construcci?n".
Imaginario
de
los
habitantes
que
usue?an
"
con
lomoderno
El
segundo
imaginario
presente
en
el
sector
est?
compuesto
por
el chilote
que
aun
cuando
habiendo nacido
o
vivido
en
el
sector
desde
muy
peque?o
se
ha ido
adaptando
a
los cambios de
la
globalizaci?n
y
el desarrollo
comercial,
as?
como
tambi?n a las ofertasy demandas delmercado. Se
trata
de
un
imaginario
funcional
a
las
ofertas
del
mercado
y
con
ello
a
los cambios.
Ya
sea
a
trav?s
de la actividad
tur?stica34,
de
la
venta
de
mano
de
trabajo
en
las
pesqueras,
o
de la
venta
de le?a
o
carb?n,
este
grupo,
con un
arraigo
en
la
tierra,
el
mar
y
las actividades
asociadas,
va
experimentando
una
paulatina
inserci?n
en
elmodo de vida
urbana;
pero,
al mismo
y
dadas las condiciones
de
aislamiento,
est?
alejado
de
la vida urbana. Se
apegan
al
servicio
de telefon?a rural
(tel?fonofijo y celular), poseen
luz
el?ctrica,
agua
potable
en
la
mayor
parte
del
sector,
alumbrado
p?blico,
ba?o
al interior
de las
casas.
Buses rurales. Una
posta,
escuela,
y
la
per
manencia
de
una
patrulla
de Carabineros
(polic?a)
durante
la
?poca
estival. La imitaci?n del
modo de
vida urbano
no
es
completa.
Donde
se
mire
existe
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11/15
76
Francisco Ther
R?os
un
paisaje
natural al
cual,
seg?n
este
imaginario,
conviene
explotar
para
mejorar
los
bajos ingresos.
De
manera
que
comercializan
comidas,
promueven
excursiones guiadas y ofrecen alojamiento en sus
casas
a
bajo
costo.
Principalmente
el
bosque
comienza
a
ser
visto
como un
potencial
recurso
econ?mico.
Espec?ficamente,
se
estima
que
los Planes de
Manejo
Forestal
pueden
ayudar
a
regularizar
la
explotaci?n
y
comercializaci?n
de madera. Sin
embargo,
se
reconoce
que
la
falta de
un
camino
pavimentado
disminuye
la
potencialidad
que
guarda
el
bosque
catedral.
Antiguamente,
mi
padre
y
mi abuelo
trabajaban
con
el alerce
y
el
cipr?s,
ahora
no
los
dejan explotar.
Se
manten?an de
eso
nom?s. Se
hac?an
tejuelas,
se
hac?an
puertas
y
ventanas.
Se
dej?
de
cortar
el
cipr?s,
eso
debe
ser
m?s
omenos
hace
unos
veinticinco
a?os
atr?s,
porque
vinieron las
autoridades,
y
prohibieron
cortarlo
(...).
Con
el
cipr?s,
antiguamente,
se
hac?an
tejuelas,
tambi?n
se
hac?an de
alerce,
pero yo
lo escuch?
hace como treinta ?os atr?s. Si Ud. saca
un
Plan de
Manejo,
Ud.
puede
cortar,
s?lo
roce,
laurel
para
carb?n
y
le?a,
tepu
que
es
para
le?a. El
resto
es como
para
aserrar.
Se
produce
harto ac?
canelo,
laurel, te??o,
coig?e,
y
ma??o tambi?n
para
madera
(...).
Aqu?
nunca
ha
venido
a
comprar
nadie,
ojala
viniera
alguien
para
sacarle
alg?n provecho
a
los
campos
(...).
Actualmente,
nosotros
estamos
sacando
un
Plan de
Manejo
para
construirnos
una casa.
Todos tienen
que
sacar
Planes de
Manejo35.
Este
imaginario
sue?a
con
lo
"moderno",
con
el ritmo laboral
de la
empresa
desde
una
posici?n
de asalariado.
Pese
a
ello,
no
alcanza
a
disociarse
totalmentede
sus
ra?ces,
por
lo
que
en
?l conviven
los elementos de
lomoderno
con
los
tradicionales,
que
en
algunos
casos se
complementan
y
en
otros
se
excluyen.
Imaginario de los habitantes que relativizan la
modernidad
El
tercer
imaginario
presente
en
el
sector
de
Cucao
es
el conformado
por personas
de ra?ces
ajenas
a
Cucao
que,
siendo
por
lo com?n
procedentes
de
Santiago
u
otra
gran
ciudad del
pa?s,
se
han ido
radicado
en
el
lugar
por
razones
generalmente
de
trabajo
o
de vida. Este
imaginario
adopta
un con
cepto distinto del ambiente y la cultura del lugar,a
tal
punto
que
relativiza lamodernidad. No
se
trata
de
una
lectura moderna
de las
tradiciones,
sino
m?s bien del
retorno
a
las tradiciones:
se
busca
confirmar
manifestaciones tradicionales
de
Chilo?,
revalorizar la
tierra,
junto
a sus
recursos
y
bellezas
paisaj?sticas.
De
alguna
manera,
este
imaginario
funge
como una
imagen proyectiva
para
los
luga
re?os
que
soportan/mantienen
el
segundo
de los
imaginarios
descritos. Este
imaginario,
imbuido de
concepciones ecologistas, gusta
de la
no
contami
naci?n,
le
agrada
vivir
en
el
sector
principalmente
por
ser un
ambiente rural aislado
y
por
contar
con
escasas
muestras
de
modernidad;
pero
desde
su
espacio
y
en su
espacio,
el
grupo que posee
este
imaginario
hace
gala
de los elementos
que
le
otor
gan
la calidad de vida
que
ellos desean. Se
trata
de
personas que
tienen
sus casas
de descanso
por
temporada,
o
que,
viviendo
en
el
sector
la
mayor
parte
del
a?o,
se
dedican
a
ofrecer servicios tur?sticos
desde la
capital
del
pa?s
a
chilenos
y
extranjeros
entusiasmados por la belleza del Parque Nacional
y
sus
alrededores.
Este ?ltimo
imaginario
consti
tuye
una
constelaci?n de
significados
respecto
al
ambiente
y
su
destino:
se
cuida,
pero
tambi?n
se
explota
"sustentablemente"36.
Para
Concluir:
Memoria
e
Imaginarios
Mucho de lomencionado m?s arriba
st?
presente
en
lamemoria del habitante de Cucao
y
se
activa
cotidianamente
a
trav?s de distintos
imaginarios.
Al escudri?ar
en
lamemoria
vemos
c?mo
emergen,
al
mismo
tiempo,
y
con
distintas fuerzas cada
vez,
estructuras
semi?ticas
tradicionales
y
modernas.
Lo
que
nos
hace considerar
a
lamemoria
como
un
verdadero territorio iscursivo
en
constante
proceso
de reformulaci?n.
Aunque
parezca
fija,
lamemoria
no
lo est?.
Fluye.
La memoria de los chilotes
se
comporta
en
lo
cotidiano
como un
conjunto
de saberes
y
pr?cti
cas
que generan
identidades
y
comportamientos.
La memoria, en este sentido, ejemplifica una
forma de redefinici?n continua de todos
aquellos
valores,
creencias
y
pr?cticas
cotidianas
que pre
servan a
la
cultura chilota de la
degradaci?n
a
la
que
se
ver?a condenada si
?nicamente
se
limitara
a
repetir
tradiciones
o
preservar
rituales
del
olvido.
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http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsphttp://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp7/23/2019 Imaginarios Litorales Cucao - 1998
12/15
Pr?cticas cotidianas
e
imaginarios
en
sociedades litorales...
77
Los
imaginarios
descritos
dejan
en
evidencia
que
la
memoria chilota
se
reconfigura
y
desterritorializa
en
lo cotidiano
por
medio
de distintas
pr?cticas,
v?nculos
y
domesticaciones.
Pensar
en
lamemoria
significa
pensar
as?
en
la
tensi?n tradici?n/modernidad las
m?ltiples
formas
bajo
las cuales
se
presentan.
En
Cucao,
la tradici?n
implica
transmisi?nde
saberes,
principalmente
por
medio del
aprendizaje
directo. Con ella
se
logra
cierta
seguridad,
sabi?ndose
hacer
las
cosas
y
los
por
qu?
de
hacerlo de
un
modo
determinado.
El
poder
de la
tradici?n
se
sit?a
entonces
en
la transfor
maci?n
y
domesticaci?n
del
litoral,
convirti?ndolo
en hogar, lugar de trabajo y crianza de los hijos.
Complementariamente,
los
juegos
y
complejidades
que
evidencian los
imaginarios
descritos evidencian
no
s?lo la relaci?n de
necesidad
entre
lo tradicional
y
lo
moderno,
sino
que
tambi?n la relaci?n dial?
gica
entre
ambos. Sin el
universo de
significados
de lo tradicional
(interior/pasado),
la
constelaci?n
de
significados
de lomoderno
(exterior/futuro)
o
es
posible.
Todo
es
parte
del
juego
incesante
que
trae
el
tiempo.
Junto
a
la
tradici?n,
la
historia cotidiana
se
deposita
en
y
abre la
posibilidad
para
permanecer
en
un
lugar.
mbas
otorgan
identificaci?n
y
sentido
de
pertenencia.
Desde el
punto
de
vista
investigati
vo,
surgen
entonces
las
pr?cticas
cotidianas
como
posibilidad
generosa
para
indagar
fen?menos
cul
turales cambiantes
en
las
sociedades
litorales. Por
s?
mismas,
conllevan
la
empresa
de
reconformar
lo
actual
y
presente
desde
su
pasado,
"todo
un
pasado
viene
a
vivir
por
el sue?o"
(Bachelard
1979).
M?s
a?n,
las
pr?cticas
cotidianas
permiten
conocer los
juegos
de memorias
e
imaginaci?n,
recuerdo
e
imaginarios
(Ther
2004).
Las
pr?cticas
cotidianas,
implicando
tiempo,
significan
tanto
permanencia