JULIO 2007
Informe sobre la Psicología de las diferencias individuales
en el futuro grado de Psicología
Este informe se basa, en parte, en la Ficha Técnica de propuesta de Título
universitario de Grado según Real Decreto 55/2005 de 21 de Enero. En ese documento,
el descriptor de conocimientos, capacidades y destrezas que deben adquirirse a través de
las 9 materias consignadas que se ha vinculado a las “diferencias individuales”, aparece
dentro de los siguientes contenidos formativos comunes:
- Personalidad y Psicopatología [diferencias individuales en personalidad y
psicopatología].
- Procesos psicológicos [diferencias individuales en los procesos psicológicos].
- Bases biológicas de la conducta [bases biológicas de las diferencias individuales
en el comportamiento].
- Psicología del ciclo vital y de la educación [relación entre diversidad humana y
educación].
Por tanto, según ese Real Decreto, el identificador “diferencias individuales”
posee un carácter transversal que va más allá de un área temática concreta como puede
ser, por ejemplo, la Memoria, la Psicopatología o la Psicología de los Grupos. En
contraste, sería equivalente a materias tradicionales en el plan de formación de los
psicólogos como, por ejemplo, Evaluación Psicológica o Análisis de Datos.
El hecho de que las “diferencias individuales” sean contempladas en la
personalidad y la psicopatología, en los procesos psicológicos básicos, en las bases
biológicas de la conducta, así como en la psicología del ciclo vital y de la educación,
entre otros, puede ser proclive a desmembrar en micro-áreas una materia clásica y
básica en la formación de los psicólogos que constituye el centro formativo del paso de
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la psicología académica a la psicología profesional. Pensamos que esta tendencia
debería evitarse para preservar la calidad formativa de los futuros psicólogos, calidad
que presuntamente es el objetivo de los renovados planes de formación en el espacio
europeo.
Esto mismo es lo que parecen haber pensado los colegas de otras Universidades
Europeas al estructurar sus planes de estudio atendiendo a los criterios de Bolonia. Por
ejemplo, la Universidad René Descartes (Paris V) en cuya página web puede consultarse
directamente esta estructuración:
www.psycho.univ-paris5.fr/
Y, por supuesto, siendo aún más generales, la propuesta elaborada por 12
universidades europeas sobre el Diploma Europeo de Psicología, en la que figura
explícitamente la psicología diferencial como contenido troncal básico en la primera
fase del Diploma (Bartram et al., 2006) (p. 23)
Una materia propia y diferenciada de psicología de las diferencias individuales
puede y debe considerar los factores señalados, persiguiendo una relativa
estandarización, en el sentido de considerar elementos básicos comunes en distintos
centros. Ese es, precisamente, el objetivo del presente documento de consenso.
BREVE RESEÑA HISTÓRICA Y CONCEPTUAL
Hace ahora casi 15 años, el Profesor Vicente Pelechado escribía lo siguiente
sobre la modificación del plan de estudios de Psicología en España: “el reconocimiento
de las diferencias humanas que no sean psicopatológicas ni se menciona como
elemento troncal en los planes de estudios elaborados por el Ministerio de Educación y
Ciencia y se está discutiendo en muchas universidades españolas siquiera la
posibilidad de estudiar diferencias entre humanos que no sean psicopatológicas.
Tachar al reconocimiento de las diferencias humanas y de su estudio científico de
trasnochado o antiguo no refleja más que papanatismo intelectual o instrumentación
ideológica” (Pelechano 1993) (p. 32).
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En 2005, el recientemente fallecido David Rowe (Rowe 2005) recogía para la
revista American Psychologist la siguiente declaración de J. F. Crow: “es importante
que la sociedad acepte las diferencias humanas como un hecho natural. Las nuevas
formas de conocimiento científico señalarán cada vez más causas de nuestras
diferencias. Espero que esas diferencias sean bienvenidas, no simplemente aceptadas a
regañadientes. ¿Quién desea un mundo de clones, incluso aunque sean Mozarts o
Michael Jordans?” (Crow 2002) (p. 86)
Nuestra sociedad está abiertamente interesada por el fenómeno de las diferencias
humanas. Tal interés se transforma en exigencia cuando se trata de valorar la actividad
de los psicólogos profesionales que se enfrentan con el problema de forma urgente y
práctica. La ciencia también. Cuando la ciencia sustenta una actividad profesional
demuestra su utilidad y eficacia. La psicología aplicada depende de cómo la psicología
científica asume y trata la problemática derivada de las diferencias individuales. Por
tanto, los futuros psicólogos deberían poseer una formación sólida sobre el fenómeno
natural de las diferencias individuales. De hecho, en muchas universidades de prestigio,
tanto europeas como no europeas, se encuentra activa una materia de diferencias
individuales dentro de los planes de formación.
Entre otras:
1. La Universidad del Este de Londres [www.uel.ac.uk/prospectus/]
2. La Universidad de Exeter
[www.admin.exeter.ac.uk/cap/publications/pdf/psychology.pdf]
3. La Universidad Libre de Bruselas [www.ulb.ac.be/]
4. La universidad Réné Descartes de Paris [www.psycho.univ-paris5.fr/]
5. La Universidad de Lieja [www.ulg.ac.be/ ]
6. La Universidad de Gent
[http://www.opleidingen.ugent.be/studiegids/2006/INDEX.HTM ]
España no debería ser, desde luego, una excepción, especialmente si
consideramos que ha sido un tópico recurrente desde los primeros pasos de la Psicología
en nuestro país. Veamos brevemente algunos ejemplos:
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- El patrón de los psicólogos españoles, Juan Huarte de San Juan, se hizo
mundialmente famoso tras escribir el Examen de Ingenios, el primer tratado sobre
diferencias individuales en sentido estricto.
- El Instituto Nacional de Psicología Aplicada, derivado de los Institutos de
Orientación y Selección Profesional de Madrid y Barcelona durante el primer cuarto
del Siglo XX, supuso el caldo de cultivo para la formación de los psicólogos
españoles. La orientación hecha en esos centros se concebía como “una actuación
científica, compleja y persistente, destinada a conseguir que cada persona se
dedique al tipo de trabajo profesional en el que, con menor esfuerzo, puede obtener
mayor rendimiento, provecho y satisfacción para sí mismo y para la sociedad”
(Mira y López 1947) (p. 2).
El Instituto Nacional de Psicología Aplicada promovía la investigación original, así
como la enseñanza y formación de técnicos en Psicología, impulsando el estudio y
adaptación de tests mentales, y logrando apoyo social para su uso discrecional. El
trabajo desarrollado en estos institutos sirvió de ejemplo a otros centros fundados en
otros países e hizo resonar la psicología hecha en nuestro país más allá de nuestras
fronteras.
- No es hasta mediados los años 50 que se crea la Escuela de Psicología Aplicada en
la UCM.
- Y es a principios de los 80 cuando se crea la primera Facultad de Psicología,
también en la UCM.
En ese proceso de paso de la psicología transmitida en un contexto aplicado a la
psicología universitaria, parece producirse una tendencia cada vez más intensa a mirar
con recelo el estudio de las diferencias individuales, precisamente una seña de identidad
clave de la Psicología hecha en España. Encontrar las razones supone especular, pero
quizá se puede señalar la susceptibilidad al hechizo de las modas, primero la Psicología
Piagetiana, luego el conductismo y finalmente el cognitivismo. Por cierto, todas ellas
pasajeras. Eso si, se debe reconocer que algunas de las acertadas críticas al enfoque
diferencial en Psicología durante el primer cuarto del Siglo XX sirvieron como
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revulsivo para mejorar la calidad de la investigación científica de las diferencias
individuales, dando paso a una visión plenamente renovada en la actualidad.
Conviene resaltar ahora que una cosa son las áreas de conocimiento de los
departamentos universitarios –creados, conviene recordarlo ahora, en un momento de
cambio urgente en la Universidad española y pensando más en organizar al profesorado
que en los planes de estudio—y las asignaturas concretas en las que se estructura una
licenciatura, y otra son las disciplinas y temas de investigación de una determinada
ciencia. Es sobradamente conocido que cuando se omite esta diferencia se fomenta la
desorganización del estudiante en formación. Por ejemplo, se olvida que la evaluación
psicológica o psicodiagnóstico sería incomprensible sin la presencia del enfoque de las
diferencias individuales en Psicología. Veámoslo a través de dos declaraciones de la
Dra. Rocío Fernández Ballesteros: “la investigación básica de las diferencias
individuales constituye el cimiento del psicodiagnóstico” (Fernandez-Ballesteros 1980)
(p. 41) “los evaluadores conductuales recomiendan la utilización de tests objetivos o
psicométricos en mucha mayor medida que estrategias conductuales como el análisis
funcional o la observación. La crisis surgida parece proceder de haber tratado de
mantener una ortodoxia conductista incompatible con el abordaje de problemas
complejos humanos (…) los evaluadores conductuales han pregonado unos principios
básicos y han practicado otros” (Fernandez-Ballesteros 1994) (Cap. 1). Por fortuna, y
según las informaciones disponibles, la renovación de los planes de formación pondrá
en cuestión la coherencia de la división en áreas de conocimiento.
Situaciones paradójicas como la recién señalada parecen subyacer al resultado
obtenido en la encuesta que el Colegio Oficial de Psicólogos encargó al Profesor José
Muñiz y cuyos resultados se publicaron en el año 2000 (Muñiz and Fernández 2000).
Los mas de tres mil psicólogos profesionales encuestados declararon que el uso de
instrumentos estandarizados de medida de factores psicológicos, especialmente de la
inteligencia y la personalidad, les resultaba de extraordinaria utilidad, pero que su
formación universitaria resultó muy deficiente en este sentido. Quizá se deba reconocer
que, a menudo, esta situación ha contado con la complicidad de la propia psicología de
las diferencias individuales, delegando sus tareas en otras materias.
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En cualquier caso, no cabe duda de que la ciencia posee un carácter universal.
Por ello, quizá el mejor modo de expresar la naturaleza y alcance del enfoque de las
diferencias individuales en Psicología sea recoger la declaración de intenciones de la
International Society for the Study of Individual Differences (ISSID):
“Las dos disciplinas de la psicología científica, como las denominó Lee J.
Cronbach en su famosa conferencia ante la American Psychological Association (APA)
son la experimental, relacionada con las leyes generales, y la correlacional, implicada
con las diferencias individuales.
Como sostuvo en aquella ocasión, ambas resultan indispensables para lograr un
conocimiento adecuado del individuo y su comportamiento. Es más, la una no puede
existir sin la otra.
Las diferencias individuales interactúan con los paradigmas situacionales y
experimentales para producir resultados que difieren de un modo profundo en el caso
de individuos con distintas personalidades, diferentes capacidades y diferentes
motivaciones.
Por consiguiente, los estudios en psicología experimental, social, educativa,
clínica o industrial, que no consideran los factores de personalidad (usando este
término en su sentido más amplio, y, por tanto, haciendo referencia a las diferencias
individuales en temperamento, inteligencia, carácter, actitudes o capacidades) dejan
fuera de juego una enorme cantidad de información e incrementan los márgenes de
error en sus análisis hasta un límite intolerable
Por lo general, los efectos principales son superados por los efectos
interactivos, que se pierden cuando no se incluye la personalidad en el diseño de las
investigaciones.
Por el contrario, los conceptos y leyes de la psicología experimental resultan
vitales para una comprensión o interpretación de los resultados del trabajo en
personalidad; si se desea explicar los factores principales de la personalidad en
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términos científicos, se debe considerar los conceptos usados en la psicología
fisiológica y experimental.
Sólo de este modo, es decir, mediante la integración de las dos disciplinas de la
psicología científica, se puede esperar la construcción de una ciencia unitaria, como
algo opuesto a una ‘colección de títulos de capitulos’ de lo que ya William James habló
con sarcasmo.
La revista “Personality and Individual Differences” es el órgano de expresión
de la ISSID, y está dedicada a la publicación de artículos cuyo objetivo sea integrar los
factores principales de la personalidad con los paradigmas empíricos de la psicología
experimental, fisiológica, animal, clínica, educativa, criminal o industrial, o la
búsqueda de una explicación de las causas y los determinantes principales de las
diferencias individuales en los conceptos derivados de las dos disciplinas.
Nos interesamos por las causas genéticas y ambientales, y por los efectos de su
interacción.
Valoramos los estudios longitudinales, aunque nos resignamos al hecho de que
la mayor parte de los trabajos serán transversales.
Creemos en la importancia del trabajo psicofisiológico como una ayuda para
explorar los factores causales de las diferencias de comportamiento humano, y creemos
que las diferencias individuales en los animales (por ejemplo, ratas emocionalmente
reactivas frente a no reactivas) pueden iluminar el ámbito de las diferencias
individuales en humanos.
Finalmente, creemos que los seres humanos son organismos biosociales y que la
exploración de las diferencias individuales será más enriquecedora si se presta
atención a esos dos aspectos de nuestra naturaleza.
Creemos que los avances serán más patentes si usamos el método hipotético-
deductivo, por lo que optaremos de modo preferente por la publicación de estudios con
una buena base teórica; no obstante, los datos basados en buenas investigaciones, que
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proporcionen resultados interesantes, no serán rechazados por la sola razón de que
carezcan de un sólido fundamento teórico.
A fin de cuentas, el tipo tradicional de trabajo sobre rasgos, capacidades,
actitudes, tipos y otras estructuras latentes que subyacen a las consistencias del
comportamiento, ha recibido una atención cada vez menor en las revistas habituales
sobre personalidad; nosotros tenemos el objetivo de reintegrar esas estructuras latentes
en su lugar propio dentro de la psicología, igual en importancia al trabajo
experimental general, y en interacción con él para construir una ciencia unitaria de la
psicología.
El propósito de la ISSID es promover la investigación de las diferencias
individuales en temperamento, inteligencia, actitudes y capacidades.
El objetivo de la sociedad es investigar las dimensiones principales de las
diferencias individuales, en el contexto de la psicología experimental, fisiológica,
farmacológica, clínica, médica, genética, estadística y social, y explorar los
determinantes, causas y concomitantes de las diferencias individuales, usando
conceptos derivados de estas áreas.
Para promover este propósito, la sociedad produce artículos científicos y
organiza reuniones científicas para discutir e intercambiar información e ideas
relevantes para la medida, la estructura, la dinámica y las bases biológicas de las
diferencias individuales”
Esta declaración de intenciones puede fácilmente constituir el punto de partida
de la propuesta de una materia de diferencias individuales dentro del proceso de
formación de los psicólogos en nuestro país. En el resto de este informe se discuten, en
primer lugar, algunas de las competencias que se vincularían de modo natural al campo
de las diferencias individuales, y, en segundo lugar, se proponen posibles contenidos
básicos.
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CONTRIBUCIÓN DE LA PSICOLOGÍA DE LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES AL
DESARROLLO DE LAS COMPETENCIAS DEL PSICÓLOGO PROFESIONAL
Según las consignas de los correspondientes organismos y comisiones oficiales,
la titulación de Psicología debe desarrollar los conocimientos científicos necesarios para
comprender, interpretar, analizar y explicar el comportamiento. Además, debe
proporcionar destrezas y habilidades para evaluar e intervenir en el ámbito individual y
social a lo largo del ciclo vital, con el fin de promover y mejorar la salud y la calidad de
vida.
El título de Psicólogo debe permitir la adquisición de la formación inicial básica
para desarrollar una actividad profesional en los siguientes ámbitos: salud, actividad
física y deporte, educación, intervención social y comunitaria, trabajo, organizaciones y
recursos humanos, drogodependencias, tráfico y contexto jurídico, entre otros. Se debe
subrayar que esta formación básica exige conocer rigurosamente la individualidad
psicológica humana que pretende, precisamente, la psicología de las diferencias
individuales.
De las competencias (conocimientos, destrezas y habilidades) generales que se
consideran relevantes en la documentación oficial disponible (p.e. Real Decreto 55/2005
de 21 de Enero) se pueden destacar las siguientes para el caso de la Psicología de las
diferencias individuales:
1. Identificar las características relevantes del comportamiento de los individuos.
La psicología de las diferencias individuales ha descansado durante su desarrollo
precisamente sobre la detección y organización empírica de esas características. Así, por
ejemplo, el desarrollo de la estadística multivariada, con el análisis factorial como
principal ejemplar, ha permitido explorar formalmente un amplio espectro de variables
o características potencialmente relevantes para la comprensión de la conducta humana.
Tal exploración ha cristalizado en una serie de sólidos modelos de referencia en los que
se han organizado esas características según su grado de relevancia. En el caso de la
inteligencia y las capacidades cognitivas, así como en lo relativo a la personalidad, se
cuenta en la actualidad con modelos de referencia que contribuyen a ordenar la labor
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profesional del psicólogo, y que, por tanto, el titulado en Psicología debería conocer y
comprender con detalle.
2. Ser capaz de describir y medir variables psicológicas relevantes tales como la
personalidad, la inteligencia o las aptitudes.
La psicología de las diferencias individuales se ha caracterizado
tradicionalmente por el estudio exhaustivo de dos grandes tópicos vinculados a la
conducta humana: la inteligencia (incluyendo aquí las aptitudes o capacidades) y la
personalidad. La consulta de los manuales al uso justificará sobradamente esta
declaración. Los conocidos como modelos factoriales de la inteligencia y la
personalidad humana se basan, en primera instancia, en la cuantificación, es decir, en la
medida, de las variables relevantes, hecho que ha llevado a una alta especialización en
el campo con respecto a esta particular cuestión.
Como sostienen los científicos de la conducta humana, la descripción y medida
de las variables psicológicas no debe hacerse en el vacío, sino dentro de un modelo
coherente sobre la persona que expresa una determinada conducta en un particular
contexto. Precisamente este ha sido un objetivo básico de la psicología de las
diferencias individuales.
3. Adquirir los conocimientos y destrezas que se requieren para intervenir en los
campos de aplicación de la Psicología.
La intervención deriva de una apropiada evaluación que ajuste los
conocimientos generales sobre los procesos mentales al individuo portador y agente de
los mismos. Y la evaluación debe llevarse a efecto a partir de una modelo coherente
sobre la persona, como antes se ha señalado. Por tanto, diseñar una intervención
eficiente exige una cuidadosa evaluación que indique con claridad cuáles son los
elementos que debería tenerse en cuenta explícitamente durante el proceso mismo de la
intervención.
Naturalmente, la contribución de los conocimientos relativos a las diferencias
individuales resultan fundamentales para un conveniente desarrollo de las principales
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áreas aplicadas de la Psicología, es decir, las vinculadas a los contextos educativos,
organizacionales y clínico-sanitarios (Gross, 1992).
4. Comprender las leyes y principios psicológicos.
Descubrir las leyes y principios es el objetivo básico de la ciencia. También, por
descontado, de la ciencia de la conducta humana. Tales leyes y principios deben
basarse en el análisis de determinados fenómenos psicológicos de carácter general,
como el aprendizaje, la memoria o la percepción. Pero ese objetivo también debe
alcanzarse, sin duda alguna, al análisis del fenómeno natural de las diferencias
individuales y a la explicación de los procesos asociados a estas diferencias, que deben
ser comprendidos por el futuro psicólogo, más allá del conocimiento de carácter
descriptivo y taxonómico de las diferencias individuales existentes.
Tal y como señaló hace 50 años L.J. Cronbach ante la Asociación Americana de
Psicología en su seminal discurso (Las dos disciplinas de la Psicología Científica)
ambas perspectivas, la general y la diferencial, resultan esenciales para comprender
cabalmente la conducta, o lo que es lo mismo, para descubrir las leyes y principios que
gobiernan la conducta de los seres humanos. Asimismo, en este sentido es necesario que
el futuro psicólogo conozca y sepa discriminar y utilizar convenientemente las
metodologías de investigación asociadas a estas dos perspectivas.
5. Conocer los procesos y etapas del ciclo vital en sus aspectos de normalidad y
anormalidad.
La denominada Psicología del ciclo vital persigue, como cualquier disciplina
científica, una cuantificación de los cambios que se producen entre el nacimiento y la
muerte. Desde la psicología de las diferencias individuales se ha estudiado
exhaustivamente estos procesos de cambio, tanto desde una perspectiva transversal
como longitudinal. Es más, a diferencia de otras perspectivas psicológicas, la psicología
de las diferencias individuales ha estudiado todo el ciclo vital, lo que ha permitido
caracterizar con detalle la estabilidad de la personalidad y las capacidades, o su
ausencia, en distintos periodos. Se han producido considerables avances gracias al
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desarrollo de técnicas como el análisis cross-lagged o la combinación de evidencias
derivadas de los diseños transversales (age differences) y longitudinales (age changes).
Los diseños y evidencias empíricas se han combinado con otros campos como la
biología de la conducta o la genética cuantitativa. Los resultados deberían ser conocidos
por el graduado en Psicología. Por ejemplo, se ha descubierto que el desarrollo y
declive de capacidades cognitivas como la inteligencia fluida es paralelo al desarrollo y
declive de la sustancia gris del cerebro, mientras que la inteligencia cristalizada presenta
un desarrollo notablemente diferente. Otra evidencia con claras repercusiones en la
actividad profesional del psicólogo es que el ambiente familiar es relevante en la
infancia, pero su efecto se disipa al término de la adolescencia.
6.- Conocer los fundamentos biológicos de la conducta.
En la ciencia del siglo XXI carece de sentido tratar de comprender la conducta
humana de espaldas a los avances biológicos. En conexión con los ejemplos reseñados
en el punto previo, los principales factores de la inteligencia y la personalidad han sido
escrupulosamente sometidos a un análisis biológico y genético. Así, por ejemplo, se ha
buscado marcadores genéticos asociados a las diferencias individuales en factores como
la búsqueda de sensaciones o la inteligencia general (g). Se ha propuesto que,
posiblemente, la base biológica de las capacidades es diferente según variables
diferenciales como el sexo, algo que repercutiría directamente en el efecto de las
mismas lesiones y enfermedades como el Alzheimer o la recuperación de funciones tras
un episodio traumático.
En las dos últimas décadas, la psicología de las diferencias individuales ha
incorporado en su seno las nuevas tecnologías disponibles para el análisis de los
factores biológicos que están a la base de las diferencias de conducta. La resonancia
magnética, tanto estructural como funcional, así como las técnicas de análisis en
genética molecular se usan ahora rutinariamente en la investigación de las variables
diferenciales, produciendo conocimientos que, en breve, podrían revolucionar nuestra
comprensión de la conducta humana, así como el tipo de actuación más apropiada en los
campos de aplicación de la Psicología.
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7. Conocer y comprender los factores culturales que intervienen en el
comportamiento de los individuos.
El término “cultura” es, hay poca discusión sobre esto, excesivamente amplio.
Por ello, las distintas disciplinas definen esa cultura desde su propia perspectiva,
generalmente con el objetivo de hacer operativo su estudio. Retomando lo dicho más
arriba en relación la Psicología del ciclo vital, los diseños de la genética cuantitativa
aplicados a los factores que subyacen a las diferencias individuales han permitido
delimitar aquellos factores del contexto que son y no son relevantes para comprender la
variabilidad de la conducta.
El graduado en Psicología debería comprender la lógica de estos diseños, así
como considerar expresamente cuáles pueden ser las implicaciones para su futuro
trabajo de los resultados clave que se encuentran actualmente disponibles.
Además de los puntos señalados hasta ahora, hay otros cinco puntos, de carácter
general, que también se pueden encuadrar dentro de las aportaciones propias de la
psicología de las diferencias individuales al plan de formación de la titulación y al perfil
profesional del psicólogo, al que este plan debe encaminarse: (8) analizar e interpretar
los datos procedentes de las investigaciones, informes y trabajos en Psicología; (9)
adquirir las destrezas necesarias para definir problemas, diseñar investigaciones
elementales, ejecutarlas, analizar estadísticamente los datos y redactar correctamente un
informe; (10) mantener actualizados los conocimientos y destrezas propios de la
profesión; (11) valorar y apreciar las aportaciones que proporciona la investigación
científica al conocimiento y la práctica profesional; y (12) relacionar la Psicología con
otras disciplinas y trabajar en equipos multiprofesionales.
En suma, la Psicología de las diferencias individuales es una disciplina que
puede contribuir de modo muy significativo a una formación actualizada del titulado en
Psicología, siendo una de las claves que permite al estudiante aplicar el conocimiento
básico a la realidad del comportamiento individual. Mientras que, en principio, sería
posible dispersar sus contenidos en distintas materias del currículo, los firmantes de este
informe consideramos que esa práctica atentaría tanto contra la calidad de la formación
de los titulados como contra una integración de conocimientos necesaria en cualquier
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proceso de formación. Finalmente, a pesar de su desafortunada desaparición en algunos
centros educativos del país, por razones que ahora no viene al caso señalar, pero que se
pueden considerar ortogonales a la ciencia, pensamos que es coherente con la tradición
psicológica en España la presencia de esta materia en los planes de formación de los
psicólogos.
CONTENIDOS BÁSICOS PROPORCIONADOS POR LA PSICOLOGÍA DE LAS
DIFERENCIAS INDIVIDUALES PARA LA FORMACIÓN DE LOS FUTUROS
PSICÓLOGOS
Bajo la lógica de las nuevas titulaciones de grado en el marco del Espacio
Europeo de Educación Superior, la Psicología de las Diferencias Individuales debe
atender fundamentalmente a proporcionar los conocimientos básicos requeridos para el
desarrollo de las competencias referidas en el apartado anterior. Por tanto, el
OBJETIVO de una materia troncal de diferencias individuales, según la declaración de
intenciones de la ISSID descrita anteriormente, así como atendiendo a las competencias
(conocimientos, destrezas y actitudes) recién enumeradas, sería desarrollar el
significado de la investigación psicológica sobre las dimensiones principales de las
diferencias individuales, así como de la exploración de los determinantes, causas,
funcionamiento y concomitantes de esas diferencias individuales, introduciendo además
al futuro psicólogo al conocimiento de las aplicaciones profesionales en donde las
diferencias individuales son relevantes.
La medida, la estructura, la dinámica y las bases biológicas de las diferencias
individuales, serían contenidos básicos en la programación de la materia de diferencias
individuales.
Tal y como se sostiene en la declaración de intenciones de la ISSID, el análisis
de las dimensiones de diferencias individuales puede recurrir a conocimientos de
estadística, de psicología experimental, de psicología biológica (fisiológica,
farmacológica, médica, genética), de psicología clínica o de psicología social.
Naturalmente, esto es consistente tanto con el Real Decreto 55/2005 de 21 de Enero
como el carácter generalista que se le atribuye en el presente informe a la materia de
diferencias individuales.
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¿Cuáles serían entonces esos contenidos básicos?
PRIMERO, una presentación de las dimensiones básicas de las diferencias
individuales, es decir, la inteligencia y la personalidad. En nuestra disciplina, esas
dimensiones exigen una formalización estadística, por lo que será necesaria una
explicación de los métodos a través del que las dimensiones se convierten en tales
formalizaciones.
Raymond Cattell se refiere a la extraordinaria relevancia de los modelos
diferenciales sobre la organización empírica de las variables relevantes en Psicología:
“Es como si, en psicología, contásemos con una colección de cazadores de
insectos, cada uno de los cuales capturase y clasificase activamente especimenes
aislados. A fin de establecer clasificaciones, estas deben ser reunidas de modo que
puedan reducirse las superposiciones y puedan establecerse las líneas generales de
clasificación. Con X medidas aisladas de Y, y A medidas aisladas de B, hay XA posibles
investigaciones de la relación YB. Si hay, por ejemplo, 200 medidas de ansiedad y 100
medidas de aprendizaje ¡son posibles 20.000 investigaciones! Dado que debe haber
más de 100 problemas de esta clase, 2.000.000 de investigaciones son posibles. Quizá
sea relevante calcular que al ritmo de 500 por año, esto ocupará a la psicología
durante los 4.000 próximos años.
Una mejor estrategia sería una investigación de grupo en las 100 áreas que
descubriría las pautas de respuesta existentes operativamente naturales, las pautas de
crecimiento y las pautas de la estructura de las diferencias individuales, lo cual podría
llevarse a cabo en mucho menor tiempo.
Es importante descubrir cuáles son las estructuras centrales de la personalidad
a las diversas edades, antes de empezar a experimentar sobre la relación de dichas
entidades con varias influencias y efectos.
En persecución de estas ideas, investigadores como Catttell, Eysenck, Guilford y
otros, han trabajado a lo largo de los últimos veinte años para establecer la estructuras
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normales y anormales de principio, en términos de conceptos precisos de análisis
factorial, en diversos medios de observación” (Howarth and Cattell 1985) (p. 289-293).
Por tanto, establecer la estructura básica de las dimensiones básicas de
diferencias individuales parece constituir el primer paso. En la actualidad contamos con
modelos sólidos sobre esas dimensiones, tanto en el caso de la inteligencia como en el
de la personalidad. La teoría de tres estratos de J. B. Carroll (Carroll 1993) para la
inteligencia o el modelo de las Big Five en el campo de la personalidad (Brody and
Ehrlichman 1998) constituyen exponentes consensuados por la comunidad científica. Y
ambos derivan de la perspectiva estrictamente diferencial, por lo que se basan en la
medida estandarizada de las variables relevantes. Sencillamente no es posible
comprender los modelos sobre las dimensiones básicas de diferencias individuales, es
decir, las estructuras latentes que subyacen a las consistencias del comportamiento, sin
recurrir a una serie de nociones vinculadas a la medida de la conducta humana.
SEGUNDO, una vez descritas las estructuras centrales de la personalidad
(usando este término en su sentido más amplio, y, por tanto, haciendo referencia a las
diferencias individuales en temperamento, inteligencia, carácter, actitudes o
capacidades.) se deberá responder a la pregunta de cómo se ha tratado de comprender
en términos de procesos las dimensiones que componen esas estructuras. Existe una
larga tradición, en este sentido, en el campo de las diferencias individuales, tanto en lo
relativo a la inteligencia, como en los factores básicos de la personalidad.
Usando el enfoque del procesamiento humano de información, y demostrando de
este modo la naturaleza integradora reseñada en la declaración de intenciones de la
ISSID, los científicos del campo se han preguntado, por ejemplo, cuáles son los
procesos mentales que subyacen a las diferencias individuales en el factor general de
inteligencia (g), en la capacidad verbal o en la capacidad espacial, diseñando
sofisticados experimentos de laboratorio que han producido una serie de valiosos
conocimientos (Jensen 1998; Lohman 2000; Jensen 2006).
Algo similar ha ocurrido en el caso de las dimensiones básicas de la
personalidad, como la extraversión o el neuroticismo. Los científicos han explorado
exhaustivamente en los laboratorios de experimentación las diferencias conductuales de
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introvertidos frente a extravertidos, o de inestables frente a estables emocionalmente
(Eysenck and Eysenck 1985; Brody and Ehrlichman 1998).
TERCERO, los científicos se han preguntado por la base biológica de esas
mismas dimensiones básicas de diferencias individuales, tanto en el caso de la
personalidad (Eysenck 1967; Haier in press) como en el de la inteligencia (Haier,
Siegel, Nuechterlein, Hazlett, Wu, Paek, Browning and Buchsbaum 1988; Vernon 1993;
Vernon, Wickett, Bazana and Stelmack 2000). Desde el uso de técnicas clásicas como
los potenciales evocados, la respuesta dermo-galvánica o la tasa cardiaca, hasta la
incorporación de nuevas tecnologías como la PET o la MRI, se han propuesto
explicaciones biológicas de las diferencias individuales tales como la eficiencia
neuronal, la velocidad de conducción nerviosa, la organización sináptica o el nivel de
reactivación espontánea del sistema nervioso central. Los avances están permitiendo
comprender, por ejemplo, el efecto diferencial de las lesiones según el sexo o la
búsqueda de estrategias para prevenir el declive de funciones cognitivas básicas
vinculadas a la inteligencia (Jung and Haier in press).
FINALMENTE, es larga la trayectoria de contactos del enfoque de las
diferencias individuales en Psicología con la genética cuantitativa. Los científicos se
han preguntado por el origen de las diferencias individuales y han tratado de encontrar
respuestas haciendo uso de los diseños habituales en el campo de la genética
cuantitativa, con hallazgos tan sorprendentes como la escasa relevancia del contexto
familiar o la enorme importancia de las experiencias personales. Desgraciadamente,
muchos de estos conocimientos son desconocidos por los psicólogos profesionales, algo
que seguramente posee una repercusión en sus estrategias de actuación.
Además de los conocimientos derivados de la genética cuantitativa, desde hace
años, y gracias al impulso del proyecto genoma humano, se está aplicando el
conocimiento acumulado en genética molecular a la explicación de las diferencias
individuales en factores intelectuales y de personalidad (Munafo, Clark, Moore, Payne,
Walton and Flint 2003; Posthuma and de Geus 2006). Los avances se producen
rápidamente y los psicólogos en formación deberían estar actualizados.
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En 1997, Robert Plomin urgía a los asistentes al Primer Congreso de la Sociedad
Española para la Investigación de las Diferencias Individuales a que considerasen
seriamente la posibilidad de que junto a los resultados de la evaluación psicológica, los
profesionales contasen con indicadores de riesgo obtenidos mediante el genotipado de
sus clientes, como ya está ocurriendo en otras disciplinas como la medicina.
Finalmente, se debe subrayar que el estudiante debe tener una visión básica
sobre la aportación de las diferencias individuales en las áreas aplicadas de la
Psicología, lo que, naturalmente, se vincula a la competencia relativa a la adquisición de
conocimientos y destrezas necesarias para los procesos de intervención psicológica.
En resumen, esta programación general presentaría un panorama coherente, lo
que, desde luego, facilitaría la integración de conocimientos por parte del licenciado en
Psicología:
(A) La descripción de las dimensiones básicas de las diferencias individuales
(B) Su análisis experimental
(C) Su base biológica.
(D) La influencia de los factores genéticos y no-genéticos sobre esas
dimensiones
Se trata, en suma, de que el estudiante conozca y comprenda:
1. Las especificidades conceptuales y metodológicas de la investigación en
diferencias individuales.
2. Las principales dimensiones de diferenciación individual.
3. El funcionamiento de las diferencias individuales, es decir, la investigación
experimental en los procesos, tanto psicológicos como biológicos, que conduce a las
teorías explicativas.
4. El origen de las diferencias individuales (bases genéticas, bases socio-
culturales, evolución de las diferencias individuales)
5. Las principales áreas de aplicación de las diferencias individuales en la
profesión de psicólogo
--18--
Pensamos que dispersar estos conocimientos en distintas materias sería
contraproducente para el proceso de formación integral de los futuros psicólogos. Por
ello, los Profesores firmantes de este informe elevamos la propuesta de considerar la
inclusión de una materia troncal de diferencias individuales en el nuevo título de grado
den los centros universitarios, públicos y privados, en los que se imparte la licenciatura
de Psicología. Asimismo, nos comprometemos a garantizar la necesaria estandarización
en la formación que los estudiantes recibirán dentro de esa materia, satisfaciendo así la
convergencia que persigue el renovado plan de estudios.
REFERENCIAS
Bartram et al., (2006). EuroPsy. European Certificate in Psychology.
Brody, N. and Ehrlichman, H. (1998). Personality Psychology. New Jersey, Prentice
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--19--
Howarth, E. and Cattell, R. B. (1985). La contribución experimental multivariada a la
investigación sobre la personalidad. Handbook of intelligence. B. B. Wolman.
New York, Wiley.
Jensen, A. R. (1998). The g factor. The science of mental ability. Westport,
Connecticut, Praeger.
Jensen, A. R. (2006). Clocking The Mind. Mental Chronometry and Individual
Differences. The Netherlands, Elsevier.
Jung, R. E. and Haier, R. J. (in press). The Parieto-Frontal Integration Theory (P-FIT) of
Intelligence: Converging Neuroimaging Evidence. Behavioral & Brain Sciences.
Lohman, D. F. (2000). Complex information processing. Handbook of intelligence. R. J.
Sternberg. Cambridge, Cambridge University Press: 285-340.
Mira y López, E. (1947). Manual de Orientación Profesional. Buenos Aires, Kapelusz.
Munafo, M. R., Clark, T. G., Moore, L. R., Payne, E., Walton, R. and Flint, J. (2003).
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Review and Meta-Analysis. Molecular Psychiatry 8: 471-484.
Muñiz, J. and Fernández, J. R. (2000). La Utilización de los Tests en España." Papeles
del Psicólogo 76: 41-49.
Pelechano, V. (1993). Personalidad: Un Enfoque Histórico-Conceptual. Valencia,
Promolibro.
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Intelligence. Current Directions in Psychological Science 15: 151-155.
Rowe, D. C. (2005). Under The Skin. On the Impartial Treatment of Genetic and
Environmental Hypotheses of Racial Differences. American Psychologist 60:
60-70.
Vernon, P. A. (1993). Intelligence and neural efficiency. Current Topics in Human
Intelligence: Individual Differences and Cognition. D. K. Detterman. Norwood,
Ablex. 3: 171-188.
Vernon, P. A., Wickett, J. C., Bazana, G. and Stelmack, R. M. (2000). The
Neuropsychology and Psychophysiology of Human Intelligence. Handbook of
Intelligence. R. J. Sternberg. Cambridge, Cambridge University Press: 245-266
--20--
ANEXO
MANUALES Y MONOGRAFÍAS PUBLICADOS POR PROFESORES DEL PAÍS
VINCULADOS A LA PSICOLOGÍA DE LAS DIFERENCIAS INDIVIDUALES
MANUALES
ALONSO MONREAL, C. y CORBALÁN BERNÁ, F. (1997): Psicología Diferencial.
Guía de estudio. Murcia: DM librero-editor.
ANDRÉS PUEYO, A. (1997). Manual de Psicología Diferencial. Madrid: McGraw-Hill.
COLOM, R. (2006). Psicología de las diferencias individuales. Teoría y Práctica.
Madrid: Pirámide.
FERNÁNDEZ SEARA, J. L. (1998). Personalidad y diferencias individuales.
Salamanca: Universidad de Salamanca.
MATUD, M. P., MARRERO, R. Y CARBALLEIRA, M. (2004). Psicología diferencial.
Madrid: Biblioteca Nueva.
SÁNCHEZ-CÁNOVAS, J. y SÁNCHEZ LÓPEZ, P. (1994). Psicología Diferencial: diversidad e individualidad humanas. Madrid: Centro de Estudios Ramón Areces.
SÁNCHEZ-CÁNOVAS, J. y SÁNCHEZ LÓPEZ, P. (1999). Psicología de la diversidad
humana. Madrid: Centro de Estudios Ramón Areces.
SÁNCHEZ-ELVIRA, A. (Ed.) (2005). Introducción al estudio de las diferencias
individuales (2.a ed.) Madrid: Sanz y Torres.
SÁNCHEZ-ELVIRA, A., OLMEDO, M., FERNÁNDEZ, E., AMOR, P. y
GONZALEZ, M. (2004). Guía Didáctica de Psicología Diferencial (2.a ed.)
Madrid: UNED.
--21--
MONOGRAFÍAS
Andrés Pueyo, A. (1996). Inteligencia y cognición. Barcelona: Paidós.
Andrés Pueyo, A. y Colom, R. (1998). Ciencia y política de la inteligencia en la
sociedad moderna. Madrid: Biblioteca Nueva.
Andrés Pueyo, A. y Colom, R. (1999). Hans Jürgen Eysenck. Psicólogo científico.
Madrid: Biblioteca Nueva.
Colom, R. (1995). Tests, inteligencia y personalidad. Madrid: Pirámide.
--- (1997). Capacidades humanas (2ª edición). Madrid: Pirámide.
--- (1997). Orígenes de la diversidad humana (2ª edición). Madrid: Pirámide
--- (2002). En los límites de la inteligencia. Madrid: Pirámide
Colom, R. & Jayme, Mª (2004). Qué es la psicología de las diferencias de sexo. Madrid,
Biblioteca Nueva
Fernández Ballesteros, R. y col. (1999). Qué es la psicología de la vejez. Madrid:
Biblioteca Nueva
Garrido, V. (2004). Qué es la psicología criminológica. Madrid: Biblioteca Nueva.
Juan-Espinosa, M. (1997). Geografía de la inteligencia humana. Madrid: Pirámide.
Juan-Espinosa, M.; Colom, R. y Quiroga Estévez, Mª.A. (1996). La práctica de la
psicología diferencial en industria y organizaciones. Madrid: Pirámide.
--- (1996). La práctica de la psicología diferencial en educación, clínica y deportes.
Madrid: Pirámide.
Juan-Espinosa, M. & García, L.F. (2004). Nuestra personalidad. En qué y por qué
somos diferentes. Madrid: Biblioteca Nueva.
Lluis Font, J. Mª (2004). Mente y personalidad: Un nuevo modelo integrador. Madrid:
Biblioteca Nueva.
Matud, M. P., Rodríguez, C., Marrero, R. y Carballeira, M. (2002). Psicología del género:
implicaciones en la vida cotidiana. Madrid: Biblioteca Nueva.
Sánchez-López, M. P. y Quiroga, M. A. (1998). Perspectivas actuales en la investigación
psicológica de las diferencias individuales. Madrid: Centro de Estudios Ramón
Areces.
Vallejo-Nágera, A. & Colom, R. (2006). Tú inteligencia. Cómo entenderla y mejorarla.
Madrid: Punto de Lectura.
--22--
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