Desenro l lo humanae v i tae
José Luis Pérez Chacón Rosa Ela Gutierrez Bonilla
María Alva Ángel Lara Darío Fabián Hernández González
2
© Editorial MaJoMa y Lulú Editorial 2014
Tercera Edición en Español 2014
Hecho en México-Impreso en México
Copyright - Todos los derechos reservados.
Firts Edition 2014. Primera Edición en Inglés 2014. Editorial MaJoMa y Lulú Editorial
Primera Edición en Español 2010. Editorial Académica Española
Segunda Edición en Español 2012. Lulú Editorial. Tercera Edición en Español 2014. Editorial MaJoMa y Editorial Académica Española
ISBN 978-‐607-‐00-‐3688-‐0
3
Contenido PREFACIO ...................................................................................................................................... 5
Desde el núcleo o rollo al desenrollo ........................................................................................ 5
Ser; enrollarse para desenrollarse ............................................................................................ 6
El rollo de la vida ....................................................................................................................... 7
Nuestro desenrollo a partir de nuestro enrollo ........................................................................ 8
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................. 9
Capítulo 1 .................................................................................................................................... 13
Desenrrollo Humanae Vitae ........................................................................................................ 13
1. Desenrollo Humanae Vitae .................................................................................................. 14
1. 1 Desenroll-‐arte: concierto de la humanidad .................................................................. 16
1. 2 Desarrollo disonante: el viejo paradigma ..................................................................... 17
1. 3 Nueva partitura: novo desenrollo ................................................................................. 18
1. 4. Principios en el desenrollo humanae vitae .................................................................. 20
1. 4.1 Principio del caos e incertidumbre ....................................................................... 22
1. 4. 2 Principio de auto-‐organización ............................................................................ 23
1. 4 .3 El principio de la vida ............................................................................................ 25
1. 4. 4 Principio de interdependencia ............................................................................. 27
1. 5. Los valores vinculados al desenrollo humanae vitae ................................................... 28
1. 6 Reconciliación del humanae con el cosmos ..................................................................... 30
1. 7 El ser espiritual: holograma del desenrollo .................................................................. 34
2. El ser humanae .................................................................................................................... 39
2.1 Conciencia como aspecto clave de las relaciones con el todo .................................... 40
2. 2 Ser Humanae; salto de la moral -‐ virtud a la ética ............................................................ 43
2. 3 Al menos cuatro cimientes del ser humanae ............................................................... 46
2.3. 1 Ser humanae en su ser autónomo-‐interdependiente .......................................... 46
2.3. 2 Lo bio-‐logo-‐antropo inscripción en el ser humanae .................................................. 48
2.3. 3 Espiritualidad del ser humanae ................................................................................ 49
2.3.4 Ser humanae econocuántico ............................................................................... 52
2.4. Trascender del género (hombre-‐mujer) en el ser humanae ............................................. 54
3. De la educación al educere-‐vitae ........................................................................................ 57
3.1 Educere-‐vitae en el desenrollo humanae .................................................................... 60
3.2 Eco-‐educación y autopoiesis educativa ....................................................................... 62
3.3 Educere vitae es: espiritualidad y biopedagogía ............................................................... 66
4
3.4 Educar con respeto en la otredad: camino del encuentro ................................................. 68
3.5 Educar en la cooperación y en la inclusión: para las generaciones ................................... 70
3.6 Los masmedia y su necesaria re-‐orientación a la educere vitae ....................................... 73
3.7 Proponemos facilitadores para la educere vitae ............................................................... 75
3.8 Proponemos nichos de educere vitae y no edificios .......................................................... 78
3.9 Proponemos educere vitae para el futuro de la humanidad (humanae) ........................... 81
3. LA VIDA: destino y camino del desenrollo humanae vitae .................................................. 87
4.1 La vida resultado del amor, expandido durante el desenrollo .......................................... 89
4.2 La educere vitae regazo de la vida .................................................................................... 91
4.3 La vida en unidad y diversidad .......................................................................................... 93
4.4 La vida es empezar a renunciar ......................................................................................... 94
NOTAS DE LOS AUTORES ............................................................................................................. 96
BIBLIOGRAFÍA .............................................................................................................................. 99
5 PREFACIO
PREFACIO
Desde el núcleo o rollo al desenrollo El núcleo es la concatenación de varias experiencias de aprendizaje, que nos apasiona y por
tanto mantiene viva dicha experiencia de aprendizaje. Se trata de percibir la realidad desde la
propia óptica, desde los acontecimientos cotidianos hasta los extraordinarios, es aquello que
comprendemos y percibimos no solo del entorno sino también desde uno mismo.
El núcleo es más que un cúmulo de conocimientos, es generar un rollo a modo de una gran
bola de estambre que va fundando nuevas formas y volúmenes, aportando procesos,
problematización, cuestionamientos recurrentes, haciendo inspección e introspección
reiteradas, dando sentido a las experiencias de aprendizaje que ocurren a lo largo de toda la
vida, como hábito de convivencia, inter-‐solidaridad, donar y donarse.
El núcleo generador de una persona, que mueve e incluso conmueve a otra, analógicamente es
esa gran bola de estambre que aumenta de volumen, o bien, es como una cebolla que
aumenta sus capas hasta madurar su enrollo, construyendo nexos, puentes, o bien inter-‐
relaciones entre nodos de un rizoma (todas estas analogías son enrollo), a medida que se
tienen más experiencias de aprendizaje, que insistimos no se acumulan tan solo, sino que se
gestan como una gran envolvente, que capa sobre capa, es más que la suma de sus partes.
En el núcleo o rollo, están presentes no solo los aciertos propios o de otros, sino que algunos
errores 1 personales o ajenos que hacen posible el acto de aprender, es decir; toda
información que se asume reflexionándola, potencialmente es un acto de aprendizaje, ya que
“al hacer suya por la auto-‐organización, una información nueva, hace posible el acto de
aprender” (Gutiérrez, F. p.47, 2004)2.
Aprender es vivir en todo sentido, el enrollo es un núcleo generador que potencia la
experiencia de vivir, y por añadidura, de aprender. El enrollo es armónico en cuanto es
liberador, al ser una elección y construcción propia.
No será enrollo aquello que no es una creación de uno mismo, la imposición y el autoritarismo
inhiben la experiencia del aprendizaje, tanto como lo inhibirá el abandono y la falta de interés.
Enrollo no es un simple acto conductista, se trata más bien de una biología del amor3; donde
1 Quien abre las puertas al error con amor también abre las puertas a la verdad que emerge del rollo de la vida. 2 Citando a Humberto Maturana. 3 Para Maturana el amor es un fenómeno relacional biológico. El otro surge como un legítimo otro en la cercanía de la convivencia.
6 PREFACIO
todos los seres, desde los sencillos uni-‐celulares a los organismos más complejos,
constantemente estamos viviendo potencialmente la capacidad de amar, esto es; de forma
libre y gratuita cooperar, respetar e impulsar la vida del otro, para el logro desde la propia
sobrevivencia hasta la preservación de la vida del planeta, para seguir reproduciendo esta
inter-‐solidaridad entre todos los seres y tipos de seres vivos. La vida del ser humano se enrolla,
genera núcleos para hacer florecer la vida misma, cuando dicho ser profundiza y reflexiona se
desenrolla, y en la medida que comparte su rollo o núcleo generador transforma a los otros y a
sí mismo. La trasformación del ser humano –su enrollo y desenrollo– se finca en la
convivencia4 de su ser relacional.
Ser; enrollarse para desenrollarse Enrollarse es importante en cuanto se trata de una reflexión profunda de lo que se es y se
sabe, se trata de disoñar5 el futuro individual así como el social, cada vez a modo de una inter-‐
retro-‐relación6 en la que las omisiones, los actos propios y pensamientos atañen y afectan a los
demás, en suma, se trata de una reflexión, un diálogo interno constante entre nuestros
pensamientos, actos y conciencia.
También se trata, al menos, de la toma de decisiones individuales, pasar del ser al hacer, con
conciencia solidaria, esto es; enrollarte significa ser haciendo; relacionarse, inmiscuirse,
vivenciar experiencias culturales, científicas, sociales, medioambientales y religiosas. Al
reflexionar todo ello, el ser humano puede desplegar o mejor dicho “desenrollarse” en un gran
cúmulo de conocimiento aplicados a la cotidianeidad, y cada vez que delibera sobre su propio
conocimiento se es siendo, y el ser vuelve a enrollarse en tanto se cuestiona su propio
conocimiento en correspondencia con su actuar (enrollo), pero también lo hace ante los ojos
4 “El fracaso de las dictaduras… no es un fracaso económico sino espiritual. Su fracaso es el fracaso del sistema de diseño ontológico que busca imponer un orden social imponiendo un deber ser que niega al individuó como ser social consciente y responsable de su participación en la construcción del mundo que trae consigo en su convivencia con otros”. (Maturana, H. 2001, p.55)
5 Carlos Calvo Muñoz: retoma el concepto en torno a la educación: “disoñar -‐diseñando vuestros sueños-‐”, en su libro: “Del mapa escolar al territorio educativo: disoñando la escuela desde la educación”.
6 “lo que la teología llama pericóresis, es decir, la inter-‐retro-‐relación e interpenetración de las personas divinas entre sí [...] Cuando decimos Trinidad, en el fondo queremos decir: al Dios que está por encima de nosotros lo llamamos Padre, al Dios que está a nuestro lado lo llamamos Hijo, al Dios que está dentro de nosotros, lo llamamos Espíritu Santo.” (Boff, L. y Murano. 2004, p. 83-‐84). Para interpretarlo en el plano del rollo, enrollo y desenrollo, lo que está sobre nosotros sería la noosfera (conciencia universal), lo que está dentro de nosotros es nuestro espíritu, y lo que está a lado de nosotros es la relación con los demás seres humanos, todo junto forma la unidad o el todo.
7 PREFACIO
de los demás, los juicios y apreciaciones de la sociedad, que le hacen reflexionar, sostenerse y
cuestionarse (desenrollo)7.
Ser implica trascender, es decir; la toma de conciencia, se trata entonces de un bucle recursivo
que se contrae y expande, que se enrolla y se desenrolla, pues “no existe desarrollo si no a
partir del propio rollo” (Gutiérrez, F. p. 69, 1975), se vive enrollándose con los otros
(interacción biológica y social), a la vez que se construye el propio rollo, el sustento de nuestro
pensamiento y alimento de nuestra conciencia. El rollo, puede ser entendido como la
“iluminación”, una manifestación del libre albedrío, donde la libertad de uno termina donde
empieza la libertad del otro.
El rollo de la vida La vida es el principio primero, por ser holística y compleja no hay doctrina que la contenga,
pero nos enrollamos en ella inevitablemente hasta el día de nuestra muerte y tal vez más. La
vida se va enrollando en la medida que nos relacionamos con los otros, pues al existir otro,
como un legítimo otro, esta inter-‐retro-‐ relación (pericoresis) con la que cobra sentido por
sobre la unidad (como suma de partes) la unicidad (como un todo más que la suma de sus
partes), los componentes se reconocen como valores. Los principales valores que sostienen la
vida son al menos el amor8, el lenguaje (habla-‐comunicación: ideogenomatesis) y el logos
(palabra como don).
Como única, la vida, con dichos valores, es un misterio, en tanto cuanto nos cuestionamos
nuestro entendimiento de la propia vida, utilizamos nuestro lenguaje, lo intercambiamos o
bien “lenguajeamos” nuestra conciencia, cultura y el amor, así construimos nuestro rollo, a
partir de la propia vida, viviendo (enrollo) construimos el rollo de nuestra propia vida, “las
sociedades humanas constituyen un caso especial debido al papel crucial que juega en ellas el
lenguaje, que Maturana ha identificado como el fenómeno crítico en el desarrollo de la
conciencia y la cultura humanas” (Capra, F. p.222, 2000).
7 Ver también: “En la simbología, el conocimiento también se representa con una doble espiral, con dos serpientes entrelazadas o dos dragones […] asemejan al movimiento del aprendizaje, a ese enrollar y desenrollar continuos, que parecieran ser el ritmo de la Alquimia […] proceso, o desenrollo, del aprendizaje está tomado directamente de los alquimistas. Ellos nos describen con increíble sabiduría la metamorfosis de la materia, eso que llamaríamos nuestro crecimiento hacia el Amor” (Cosachov, M. 2000, p. 67)
8 “El amor se reconoce como la máxima expresión de la evolución de la vida en el planeta, así como el poder unificador universal” (Eisler, R. 1996, p. 166).
8 PREFACIO
El lenguajeo son palabras para el corazón, no son simples comentarios azarosos, si no
reflexiones profundas de unos que convocan a reflexionar a otros, palabras que al ser
comunicadas, sean o no aceptadas, son y fueron suficiente motivo para que, superando el
habla, se tome conciencia y reflexión colectivas. Mediante el lenguaje, sabiendo que sabemos,
reconociendo lo que no sabemos, enrollándonos en ello, dándonos y mostrándonos a los otros
damos a luz a nuestro propio ser, nos enrollamos.
La vida del ser humano es enrollo y rollo, recurrentes, son caos y orden a la vez, esto es; un
fenómeno caórdico. Enrollo en el sentido genésico (génesis), que rige u otorga sentido
originario a la existencia, donde la génesis es ante todo natural y social, es decir, surge de la
complementariedad9.
Nuestro desenrollo a partir de nuestro enrollo En el presente documento, nosotras y nosotros proponemos como potencialidades sobre las
cuales el ser humano constituya su enrollo y desenrollo, y con ello transite a hacerse un ser
humanae, con cuatro elementos básicos (nodos) co-‐sustanciales, ellos son: la autónomo-‐
interdependencia que promueve la vida en toda su multidimensionalidad, al reconocer esto
como potencialidad, promovemos el valor de la cooperación como medio de aprendizaje y
salva guarda de la vida; también, otro nodo es lo bio-‐logo-‐antropo, que consiste en verse y
encontrarse en el otro (otredad), el ser humano que se contempla a sí mismo no al centro del
universo, donde sin duda el valor que promovemos es la inter-‐solidaridad como medio para
impulsar la vida en todas sus formas y manifestaciones.
El tercer valor que proponemos, es el nodo de la espiritualidad, que tiene que ver con tomar
conciencia que lo tangible es efímero, lo valioso, lo verdadero, lo profundo es el espíritu,
cuando tomamos conciencia de ello fomentamos el amor impulsamos al otro a ser un legítimo
otro, una forma más profunda de otredad; y el cuarto nodo es la econo-‐cuántica, como la
emergencia de reconocer que la ética es el pensamiento transversal del actuar humano, que
fomenta su propio desarrollo al cuidar el hogar-‐planeta, que es tanto el nicho vital: familiar, 9 “Todos los seres vivos tienen la misma constitución genética (ADN) y la misma estructura organizativa de base (celular), pero es sobre tales bases, sobre las que han podido diversificarse para dar lugar a las distintas especies […] el hombre está biológicamente determinado por un principio de unidad-‐diversidad y, ya a este nivel, unidad y diversidad son términos, no excluyentes, sino complementarios” (Morin, E., 2005, p. 237).
9 INTRODUCCIÓN
social, ecológico, como; nuestro planeta y el cosmos. Donde el valor principal que
promovemos es la preservación y cuidado de ese nicho vital, planeta-‐cosmos como unidad-‐
diversidad donde nos tenemos que reconocer como seres únicos e irrepetibles pero además
diversos y con ello fomentar una economía ética (reflexión o rollo) para el desenrollo y
preservación de la humanidad.
INTRODUCCIÓN El presente texto es una propuesta de una nueva percepción del ser humano para alcanzar una
nueva educación, planteamiento que sostenemos con cuatro nódulos que construimos, y
recursivamente nos transformaron durante los dos años y medio que duró todo este proceso
doctoral de grupo, para intentar humildemente, conspirar aportando elementos al paradigma
emergente de las ciencias que impulsa y requiere de la concurrencia de una nueva educación.
El primer capítulo de la tesis propone pasar al desenrollo humanae vitae como una nueva y
renovada forma del desarrollo humano sostenido, es decir; al desenrollo humanae vitae lo
concebimos como un salto cuántico desde lo construido en el desarrollo humano sostenido, y
lo expresamos como una conversión o cambio de un sistema físico a otro superior, en
10 INTRODUCCIÓN
dirección a la vida: un camino de la humanidad en la búsqueda de la verdad (amor, paz,
solidaridad y libertad, al menos), se fundamenta en la “virtud” que viene de la actitud y actuar
con ética, del ser al hacer. Lo humano, en su tendencia a la virtud, supera lo mundano (el
materialismo), vive desenrollándose (desenrollo, desenvolverse, evolución, en todo su ser
autónomo interdependiente), más que crecer (entendido como acumular, acaparar, etc.),
busca que la humanidad sea mejor, procura el cuidado de los demás y todo lo que se
encuentra en el planeta para beneficio del universo.
Como fundamento de nuestro trabajo grupal (tesis) al desenrollo humanae vitae (sujeto-‐objeto
indivisible del todo), en este capítulo se propone una nueva educación que implica aprender a
aprender, conocerse a sí mismo conociendo el conocimiento, en todo espacio y tiempo. Que
educar con amor es verdaderamente educar, no podemos obligar ni “prender” (comprender o
aprender) del conocimiento a otros, sino vivir y experimentar en común-‐unión, al no hacerlo,
se atenta contra el nicho vital y por ende contra el cosmos, esto quiere decir; que no se vive el
desenrollo humanae vitae.
El segundo capítulo postula una concepción plena del Ser humano, al que develamos como: ser
humanae. El ser humanae es quien pertenece al desenrollo que está en y para la vida, en
complejidad, y no solo del desarrollo humano, que atiende una visión lineal simple (causa-‐
efecto) del progreso equiparado al desarrollo en todas sus nociones y pensamientos. El ser
humanae, por tanto, es espiritual, trascendente y cósmico. El ser en su cotidianidad, no como
hombre ni como mujer, no separándolos entre ellos, ni entre razas, culturas, clases sociales y
credos, sino como parte de la totalidad en unidad. El ser humanae, que no solo vive para
disfrutar y triunfar en lo personal, sino que vive consciente de su finitud e integralidad con la
totalidad, que aquello que es, piensa, siente y hace, lo modifica a sí mismo y al cosmos en su
totalidad. Esto es, reconocer que la muerte es parte de la existencia cósmica, conciencia que
trasciende al saber pero requiere de él.
Porque en el desenrollo humanae vitae, abarcamos al menos, cuatro dimensiones del ser
(humane) el ser econocuanta (no solo homo economicus y ético); ser bio-‐logo-‐antropo (quien
se fundamenta en y con la palabra, no solo en el diálogo); ser espiritual (que es tanto carne
como espíritu) y es el ser autónomo-‐interdependiente (que vive su libertad en común-‐unión).
En el capítulo tercero proponemos la educere vitae, como una idea (ideogenomatesis) con
fundamento en el nuevo paradigma de las ciencias y una auténtica conspiración abierta al
diálogo donde repensamos la educación tradicional-‐formal, para el ser humanae, como el
escenario propicio del encuentro de saberes y de seres en convivencia, transformándose, a la
11 INTRODUCCIÓN
vez que individuos se transforman en la convivencia, en sociedad, en pueblos locales y en
patrias planetarias; en constante desenrollo holístico: lo humanae, lo espiritual y lo universal.
Proponemos una educere vitae, que permita experimentar la humanae, especialmente con
orientación hacia los jóvenes, que nos ayude a superar la parcialización del conocimiento y del
pensamiento, algo superior a las ficciones de una vida superflua, llena de mitos del
materialismo, que nos conduzca a explorar en la aventura científica, para abrir las fronteras
rompiendo los límites actuales impuestos por el paradigma cartesiano tradicional. Así es que
la educere vitae, tiene como propósito; el cuidado, fomento y compasión por la vida en todas
sus manifestaciones, la trascendencia a modo de camino y la felicidad como destellos propios
de la vida. La educere-‐vitae se convierte en el preámbulo de una incipiente sabiduría, de vida,
en tanto estimula una nueva consciencia de las realidades humanas (contextos sociales-‐
culturales), naturales (de lo orgánico) y cósmica, debe traducirse en una eco-‐educación para
los seres humanos, no es contra corriente, no se opone rotundamente a lo preestablecido en
la educación tradicional, rescata de ella lo que está a favor de la vida en todas sus
manifestaciones.
Finalmente, el capítulo cuarto y a modo de conclusión ineludible, proponemos que la vida es el
camino y destino del desenrollo humanae vitae, del ser humane quien existe y luego toma
conciencia de esa vida y que la educere vitae es la posibilidad de develar esa conciencia. Donde
la vida toda en conjunto y en cada manifestación de vida (por más grande o sutil que sea) son
un misterio que a su vez en sus múltiples y diversas manifestaciones, constituye una alta e
infinita complejidad. Porque la vida es más que crecer y desarrollarse, nociones que implican
en sí mismas finitud. La vida es infinitud que deriva aún más que simplemente de la carga
genética emanada desde el primer hombre y primera mujer, que compartimos con toda la
especie humana total o parcialmente, y que a su vez está presente, de infinitas formas, en
todos los seres vivos del planeta.
Nuestra propuesta se finca en fomentar la vida en un estar aquí y ahora, pues reconocemos
que la humanidad vive un momento propicio (kairós), para emerger de la cultura de la muerte
hacia una cultura de la vida. Porque actualmente la humanidad está viviendo una cultura de la
muerte, ya que atentamos contra los seres vivos y los elementos del cosmos (agua-‐fuego-‐
tierra-‐aire). La educere vitae prepara para no solo momentos racionales, sino ante todo para
los momentos: pasionales, emocionales, sentimentales, lúdicos, creativos. Con la educere
vitae, como proceso educativo (entendido como transformación del ser humanae en la
12 INTRODUCCIÓN
convivencia), se sustraen del interior y del exterior en recreación mutua, del ser humanae, los
aprendizajes necesarios para la vida.
13 INTRODUCCIÓN
Capítulo 1
Desenrrollo Humanae Vitae
14 Desenrollo Humanae Vitae
“No hay desarrollo, sino a
partir del propio rollo”
(Gutiérrez, F. 2004, p. 66 )
“Concebido únicamente de manera técnico-‐económica, el desarrollo está en un punto insostenible, incluyendo el desarrollo sostenible, es necesaria una noción más rica y compleja
del desarrollo, que sea no solo material sino también intelectual, afectiva…”
(Morin, E. 1999, p.66)
1. Desenrollo Humanae Vitae10 El desenrollo humanae vitae lo concebimos como un salto cuántico desde lo construido en el
desarrollo11 humano, y lo expresamos como una conversión: cambio de un sistema físico a
otro superior, en dirección al desenrollo humanae vitae: un camino de la humanidad en la
búsqueda de la verdad12 (amor, paz, solidaridad y libertad, al menos), se fundamenta en la
“virtud13” que viene de la actitud y actuar con ética, del ser al hacer14. La búsqueda de la
verdad, coincide con la búsqueda que la ciencia tiene desde sus inicios: saber sobre el origen y
destino de la vida15. La ciencia tradicional ha presentado deficiencias y falencias que han
alejado a la ciencia de la virtud, por ende, perdiendo la dirección a la vida, al ir reduciendo lo
complejo a lo simple (reduccionismo), por tanto perdiendo los fundamentos y principios de esa
búsqueda (desarrollo humano en adelante desenrollo humanae vitae).
10 Ver Encíclica Humanae vitae, de S. S. PABLO VI , del 25 de julio de 1968. 11 “El desarrollo es la palabra maestra en la que se encontraron todas las vulgatas ideológicas en la mitad de nuestro siglo (XX). En el fundamento de la idea madre de desarrollo se halla el gran paradigma occidental del progreso. El desarrollo debe asegurar el progreso, el cual debe asegurar el desarrollo […]. Esa concepción técno-‐económica ignora los problemas humanos de la identidad, de la comunidad, de la solidaridad, de la cultura. […] las crueldades de las revoluciones del desarrollo agravaron las tragedias de los subdesarrollados” el paréntesis es adicionado por nosotros, (Morin, E. et. al. 2002 p. 73). 12 La verdad es única, universal y más que la suma de las múltiples realidades; la verdad nos hace libres. 13 Por virtud (fe, esperanza, caridad) queremos decir, la preocupación y cuidado, de y por la vida, en todas sus manifestaciones, diversidad y unidad (unidad en la diversidad y diversidad en la unidad), procurar los valores universales por sobre lo material (estatus y posesión de bienes materiales, reconocimiento social, entre otros), para fomentar y mejorar la vida humana en el planeta. 14 “… el mundo que vivimos recién comienza a existir cuando lo creamos a través de nuestro hacer…tomé la postura que el observador empieza a existir recién a partir de la distinción de sí mismo, vale decir cuando hace del dominio de su quehacer cotidiano el punto de partida de sus reflexiones.” (Maturana, H. Porksen, B. 2004, p. 14)
15 “Cualquiera que se crea poseedor de la verdad se vuelve insensible a los errores que pueden encontrarse en su sistema de ideas y evidentemente tomará como mentira o error todo lo que contradiga su verdad […] No se niega la verdad, pero el camino de la verdad es una búsqueda sin fin.” (Morin, E. 2002, p. 24).
15 Desenrollo Humanae Vitae
Lo humano, en su tendencia a la virtud, supera lo
mundano (el materialismo), vive desenrollándose
(desenrollo, desenvolverse, evolución, en todo su
ser autónomo interdependiente 16 ), más que
crecer (entendido como acumular, acaparar,
etc.), busca que la humanidad sea mejor, procura
el cuidado de los demás y todo lo que se
encuentra en el planeta para beneficio del
universo17. En una red-‐descubrimiento-‐encuentro
permanente, un bucle recursivo, entramado de
aprendizajes que se retroalimentan y permiten el
cambio personal, una mejora tanto interna como
externa por prevalecer en la virtud (ética), en el
camino de la vida.
Para mantenerse en ese camino18; se requiere de una nueva educación, es decir; educar en los
principios, valores y fundamentos del paradigma emergente de las ciencias, que reconoce e
incorpora todo aquello que es sustento, basamento y virtuosidad de los paradigmas anteriores
(orgánico, espiritual, filosófico, mecanicista-‐cientificista, etc., vigentes u olvidados), lo que no
pretende la dominación, acaparamiento, destrucción o la pérdida de la diversidad (lo
sostenido)
Una nueva educación que implica aprender a aprender, conocerse a sí mismo conociendo el
conocimiento, en todo espacio y tiempo, como fundamento del desenrollo humanae vitae
(sujeto-‐objeto indivisible del todo)19.
En este tomar conciencia de lo que fue el desarrollo humano, lo que nosotros proponemos y
conspiramos implica ser y hacer, en nuestros espacios, transformar-‐transformándonos en
16 Queremos decir; auto-‐organizado, tanto individual como en la mutua interdependencia. 17“Siempre que observamos una conducta que lleva a que uno aparezca como un legítimo otro en coexistencia con los demás, estamos hablando de amor […] Este elemento del amor, por lo tanto, está dado a priori, es el fundamento de nuestra existencia y la base misma sobre la cual nos movemos los humanos. Nos sentimos bien cuando nos preocupamos de otros.” (Maturana, H. Porksen, B. 2004, p. 103). 18 “Un ensayo prolongado de un camino que se piensa. Es un viaje, un desafío, una travesía, una estrategia, que se ensaya para llegar a un final pensado, imaginado y al mismo tiempo insólito, imprevisto y errante [… ] Se inventa y se reconstruye continuamente” (Morin, E. 2002, p. 15). 19 “la educación del futuro deberá velar porque la idea de unidad de la especie humana no borre la de su diversidad, y que la de su diversidad no borre la de su unidad. Existe una unidad humana. Existe una diversidad humana” (Morin, E. 2001, p. 53).
Una nueva educación que nos permita volver a lo holístico, lo complejo y cosmogónico. Pues frente al “desarrollo humano sostenido”, encontramos una dura barrera por superar; la educación ortodoxa, en donde no hay aprendizaje para la vida, es decir, donde tradicionalmente el ser humano es sujeto aislado y no objeto (de su análisis).
16 Desenrollo Humanae Vitae
nuestra convivencia y la convivencia de la humanidad, a través de la educación como nos
manifestamos anteriormente. Lo sostenido (y/o sustentable), por lo tanto, es un buen vivir,
garante del reconocimiento profundo para la transformación constante. Conocimiento que se
transmite con la educación a todas las generaciones, reconociendo la dualidad (que en lo
humano y en cada ser humano cohabitan lo bueno y lo malo, la felicidad y la tristeza, etc.),
viviendo la multi-‐dimensionalidad (el sentido ecológico, preservación y fomento de la vida en
todas sus manifestaciones, formas tangibles e intangibles), reconociendo que creemos que
vemos cuando en realidad no lo hacemos (no percibimos el error), cuando en lo posible
advertimos o al menos reconocemos el error y actuamos en consecuencia (aprendizaje),
hacemos verdaderamente, o bien desenrollo humanae vitae (más que desarrollo humano
sostenido).
1. 1 Desenroll-‐arte: concierto de la humanidad
No debemos confundir el desarrollo con sus ensayos20. Para nosotros el desenrollo humanae
vitae es música, un concierto interpretado por la humanidad en y desde el planeta Tierra.
Hasta hoy ha sido ruido, como cuando los músicos de una banda de jazz practican y afinan;
pero ha llegado el momento de comenzar a tocar todos juntos al mismo tiempo que
reescribimos las partituras de un desenrollo en sinfonía con el universo. Tenemos que crear y
recrear permanentemente ese concierto, de manera imaginativa y flexible, como los músicos
de jazz cuando improvisan, aún teniendo una partitura como base de sus conciertos.
20Como ya se aludió, entenderemos por desenrollo humanae vitae en lugar del desarrollo humano sostenido. Nos referimos a los modos de interacción constructiva y armónica –con sus procesos y resultados— de los miembros de la especie humana con la naturaleza y sus semejantes, tanto en sociedad como de manera individual.
Foto 1: Niños campesinos de Coyopolan, Ver., Méx., en desenroll-‐arte.
17 Desenrollo Humanae Vitae
La sinfonía que construyamos e interpretemos será el desenrollo humanae vitae; sus
movimientos integran las distintas dimensiones de la vida en concierto: física-‐biológica-‐
ecológica; antropológica-‐socio-‐económica-‐mental; autonomía-‐dependencia y espiritualidad,
que dan expresión y sentido a la existencia; todas ellas serán las partichelas de los distintos
instrumentos para un solo concierto humano en el planeta; nuestro público es y será el
universo.
Entender el desenrollo y lo que la persona es en él, es tomar conciencia de la necesaria y
continua orquestación de un momento sinfónico de eternos movimientos, inacabados,
perfectible más no perfecto. Es abandonar conscientemente el ruido y la confusión (que no
son caos, son vacíos que llenar) inherentes a la naturaleza y al ser humano. Los vacíos son
confusión, en el desenrollo humanae vitae, por el contrario hay complitud (espacios plenos de
vida) y co-‐fusión (fusión y complementariedad entre los seres para dar paso a la vida).
1. 2 Desarrollo disonante: el viejo paradigma
Antes del siglo XVI la visión del mundo colocaba a Dios como director de orquesta en toda la
creación (holismo); cimentada en lo orgánico y ecológico, vinculada a lo inmanente y al espíritu
humano; sus instrumentos y acordes resonaban en armonía con los valores inspirados, entre
otros; por Aristóteles y Santo Tomás de Aquino.
En este periodo de cierta oscuridad, a la vez, inicia un periodo de luz en complementariedad y
no por separado, ciencia y fe abren paso a una nueva visión del mundo, pero
desafortunadamente, con el paso del tiempo, la humanidad relacionó errónea y
preponderantemente la ciencia con la razón, socavando la plenitud y complitud de la ciencia
con lo espiritual, reduciéndolo simplemente todo a la mente21, suprimiendo sentimientos y
todo lo inmaterial. Minimizándolo todo a la causa y el efecto, negando el holismo, parcelando
el conocimiento y fragmentando la verdad, porque causa y efecto son una misma cosa
indivisible.
Así, en los doscientos años siguientes, nace el Estado-‐nación y la democracia, el Iluminismo
(que no la luz, la verdad es suplantada por el racionalismo), el desarrollo logrado por la
humanidad desde entonces, y con el impulso de la Revolución Industrial hasta hoy día, hemos
estado en una particular interpretación de la vida, asociada a la revolución científica iniciada
21 Entendido como contenido únicamente en el “cerebro”, idea errónea y reduccionista ya que hoy día sabemos que pensamos con todo nuestro cuerpo y ser, no solo el cerebro.
18 Desenrollo Humanae Vitae
en el siglo XVII, e impulsada por la fuerza del pensamiento racionalista de destacados hombres
como Bacon, Descartes, Darwin y Newton.
Desde entonces, la visión predominante en las ciencias ha colocado al ser humano en el centro
del universo (antropocentrismo), interpretando al mundo como una realidad fragmentada,
mecánica y esencialmente material; ha considerado al sujeto y a las cosas de manera
separada, individualizando (autonomía sin dependencia) el comportamiento humano y
alentándolo a la conquista implacable de la naturaleza y del hombre por el hombre22.
Esta concepción ha generado la manifestación creciente de una falta de armonía y de
sincronicidad del pensar y del accionar humano con el ritmo natural y cósmico. Cada vez más,
los seres humanos o sus agrupamientos sociales crean sus propias e individuales partituras,
interpretando sus obras como solistas universales, ante un público preponderantemente
autista, atento sólo a sus particulares ideas e intereses materiales.
La visión y los valores universales se han resquebrajado; la codicia, el orgullo, la intolerancia, el
egoísmo, la violencia y el racismo, han elevado su ritmo a un allegro andante, mismo que
compite con el acelerado avance científico y tecnológico de la humanidad. Hoy se conoce más
pero se sabe menos; hay más conocimiento y menos sabiduría y, paradójicamente, la
creatividad se des truye a sí misma. Campea una ciencia sin consciencia y una inteligencia
ciega, fría y metálica que lacera la piel, el aura, las entrañas y el alma de la madre Tierra; pero
también la de los propios solistas que, inconscientes o indiferentes a sus propios desatinos,
interpretan en desconcierto una música ruidosa desprovista del encantamiento de las cosas
del mundo natural.
1. 3 Nueva partitura: novo desenrollo23 Cambiar uno para cambiar a la humanidad. En todo nuestro discurso, el elemento central de la
cohesión grupal, de generación de conocimiento por parte de los cuatro autores responsables
del presente documento, ha sido el pensamiento y sentimiento a la vez, de discernir
colectivamente, de reconstruir un holograma colectivo24, que devela al desenrollo desde
diferentes perspectivas, auto-‐conspirando en la historia y conocimiento de la humanidad que
está en nosotros, que re-‐aprendemos y aprehendemos con nuestros sentidos y con todo
nuestro ser humano. El análisis de los fundamentos del nuevo paradigma en las ciencias nos 22 Justificación “racional” de la violencia histórica de un ser humano sobre otro de un pueblo sobre otro, que no hemos trascendido solo sofisticado. 23 Estreno de esta obra: desenrollo humanae vitae 24 Nosotros 4 somos un holograma como representación de todo el desenrollo humanae vitae, que es más grande, que la suma de nosotros y nuestras ideas aquí plasmadas.
19 Desenrollo Humanae Vitae
Decidimos adentrarnos en plantear las bases de un nuevo desarrollo (novo desenrollo) con la intención de contribuir humildemente a la escritura de una nueva partitura para el actuar de la humanidad.
En ella, la educación será el metrónomo de la aventura de entender a la raza humana como entidad universal y naturalmente multidimensional.
confirma la necesidad de componer una sinfonía del desenrollo humanae vitae, capaz de poner
en sintonía sus diferentes dimensiones.
Con la interpretación anterior buscamos alejarnos del pensamiento reductor, únicamente
cuantitativo, disyuntivo y simplificador, adoptado por aquella perspectiva cognoscitiva que
contempla al mundo suponiéndolo en equilibrio simple y determinista; que representa un
modo lineal de pensar (causa-‐efecto) basado en una racionalidad unidimensional que
fracciona, aísla los problemas y que conduce a la división disciplinaria de los saberes y a la
especialización del conocimiento (Morin, E.
1998).
En ese caminar hacia el momento pleno de la
interpretación en concierto (desenroll-‐arte), al
trabajar en grupo nos convertimos en
comunidad de aprendizaje; en ella se expresa
la importancia de la sensibilización,
llevándonos justamente a ese contacto
interior y al redescubrimiento de habilidades
que nos permitan un aprendizaje más que
para la vida, en la vida misma que concurre en
uno mismo.
El concierto será un aprendizaje dialógico, que
orqueste la sensibilización y que motive al encuentro con cada uno de nosotros. Resonará en
el espacio del intercambio de saberes y seres25, de las retroalimentaciones que nos ayuden a ir
hacia el encuentro y vivencia del desenrollo humanae vitae que implica el reconocimiento del
otro en mí.
Más que igualdad de la humanidad, en el novo desenrollo, lo que repensamos es la unicidad
(donde el ser humano es único e irrepetible) a la vez que interdependiente, esto es; la unidad
en la diversidad y la diversidad en la unidad. Tal como cada músico de una orquesta,
accionando los múltiples sonidos en sus instrumentos, para en unicidad hacer más que en la
suma de sonidos, una sinfonía. Unicidad que podríamos lograr reconociendo esa armonía e
25 Una realidad grupal, más que de los autores del documento, de la conjunción de nosotros en un “método sin método” (E. Morin) o bien “ideogenomatesis”, es decir, como un lenguaje total (F. Gutiérrez).
20 Desenrollo Humanae Vitae
Estamos resignificando el desarrollo de la humanidad dentro del paradigma emergente de las ciencias, con un salto cuántico en dirección al desenrollo humanae vitae, “con valores éticos relacionados con la apertura, la racionalidad, la autoorganización, la armonía, el equilibrio dinámico y otros señalados dentro de la física cuántica”. (Grof, S. et. al. 2000, p. 37).
inter-‐retro-‐relación26, viviendo la espiritualidad y con todo el avance científico-‐tecnológico
capaz de re-‐encantar a todos los seres que habitamos el universo.
La unicidad es el novo desenrollo, es irse despojando del desarrollo en que estaba enraizada la
humanidad, arrancarse las ataduras del progresismo donde nos encontramos, debido a los
anti-‐valores tan mezquinos como; el odio, el egoísmo, la avaricia, la ira, la soberbia, etc. Al
amparo y cobijo de un árbol de falsa seguridad, nacido de la idea errónea de mejora en base a
la homogeneización y automatización de los seres humanos, la competencia, el desarrollismo
progresista y el economicismo.
1. 4. Principios en el desenrollo humanae vitae El desenrollo modifica y se modifica con la
ampliación del conocimiento holístico, espiritual y
sistémico (paradigma emergente de la ciencia), con
la interpretación puesta en práctica de los principios
y valores. El desenrollo humanae vitae, está en la
esencia de toda la humanidad desde el amor (donde
nace), es la manifestación de la vida en todas sus
potencialidades, emerge del amor a dos (hombre-‐
mujer) capaces de gratuitamente donarse más que
donar y otorgar algo material. Es co-‐sustancial, es
una entrega al otro que es auténticamente uno
mismo (yo mismo).
El desenrollo humanae vitae es para toda vida en el
planeta, no es como en el desarrollo humano
sostenido, que pretende cambiar a los otros, tampoco es privativo de los pobres27. La prioridad
del desarrollo humano sostenido es: progreso, civilización, competencia, tecnología, etc.,
26 “lo que la teología llama pericóresis, es decir, la inter-‐retro-‐relación e interpenetración de las personas divinas entre sí [...] Cuando decimos Trinidad, en el fondo queremos decir: al Dios que está por encima de nosotros lo llamamos Padre, al Dios que está a nuestro lado lo llamamos Hijo, al Dios que está dentro de nosotros, lo llamamos Espíritu Santo.” (Boff, L. y Murano. 2004, p. 83-‐84). Para interpretarlo en el plano humanae, lo que está sobre nosotros sería la noosfera (conciencia universal), lo que está dentro de nosotros es nuestro espíritu, y lo que está a lado de nosotros es la relación con los demás seres humanos, todo junto forma la unidad o el todo. 27 Por ejemplo, la pobreza es un concepto, por tanto equivoco, la idea “como metáfora” de la superación de la pobreza, trasciende lo material y por tanto no puede conceptualizarse (hacerlo cuantificable o medible únicamente).
21 Desenrollo Humanae Vitae
La verdad está ligada ineludiblemente al principio de la vida, la verdad nos une como humanidad y es universal, nos une al planeta a la vez porque “la verdad es lo que es”.
mejorar la vida de los más marginados, quienes comúnmente son entendidos y atendidos
como aislados y no pertenecientes al resto de la humanidad. Por ello, el desenrollo humanae
vitae no está en el poseer bienes o no poseerlos, sino que se trata de un cambio individual y a
escala del tamaño de la humanidad para cambiar en dirección o con mayor cercanía a los
valores y principios universales. De ellos, el principio de la vida es uno de los primeros en el
desenrollo humanae vitae, en virtud de que preservar y fomentar la vida es un complejo
entramado de relaciones donde la pobreza está en toda la humanidad y no en parte de ella.
El desenrollo humanae vitae tiene que ver con el principio de la vida, porque la promueve,
fomenta, cuida, busca lograrla en todas sus manifestaciones y formas, por el contrario,
romper el principio de la vida es temer, atacar e impedir el natural surgir, transcurso y muerte
de la vida misma. No puede haber desenrollo luchando contra la vida.
La verdad no es otro principio, es más que ello,
sostiene a la vida; la verdad “no está
descubierta”, pero incide directamente en el
desenrollo, es una búsqueda constante que está
“velada” o por “develar”, pues incide en el
desenrollo en el sentido de que este último está
en constante transformación (no se crea ni se
destruye, solo se transforma28) en dirección a la verdad.
Muchas de las comunidades primitivas e incluso modernas, humanas y otras biológicas,
fueron exterminadas por considerarlas “opuestas al progreso”, hay muchos ejemplos de ello
en la historia de la humanidad. El desarrollo de la humanidad se ha realizado, por tanto, como
un ataque a la vida, ocasionando víctimas, incluso genocidio y desastre ambiental.
El desenrollo humanae vitae está ligado a lo que no es principio pero juega un papel
fundamental, relacionado con los principios y valores, hablamos de la educación (pues de la
educación tenemos los valores, como derecho al libre acceso-‐transmisión vivencial de ellos)
porque el ser humano no puede “concientizar” a otro, tan solo tratar de incidir en sus
decisiones concientes. El desenrollo es trascender para la humanidad, y nos acerca (como
28 La ley de conservación de la masa o ley de conservación de la materia es una de las leyes fundamentales en todas las ciencias naturales. Fue elaborada por Lavoisier y otros científicos que le sucedieron. Establece un punto muy importante: “En toda reacción química la masa se conserva, es decir, la masa consumida de los reactivos es igual a la masa obtenida de los productos”. Antoine-‐Laurent de Lavoisier (París, 26 de agosto de 1743-‐ París, 8 de mayo, 1794).
22 Desenrollo Humanae Vitae
üCaos e
incertidumbre
üAuto-‐organización
üVida (cuerpo-‐mente-‐
espíritu)
Autónomo-‐
individuo y sociedad) al principio de la vida (vitae), donde la libido29, más que lo sexual es algo
profundo en lo más recóndito del ser (alma, mente, cuerpo y espíritu).
El desenrollo es crecimiento, creación y recreación constantes e inseparables estas tres
últimas, son transformarse uno mismo y trasformar el entorno, pero también algo más, pues
depende del principio de la autoorganización (vivir en el caos-‐creatividad y la organización no
impuesta), porque en el desenrollo humanae vitae se requiere de aprender, tomar conciencia y
actuar en consecuencia de forma creativa, solidaria e interdependiente tanto de los otros
como de los demás principios y valores que sustentan a la humanidad y que a continuación
mencionamos.
Lo que afirmamos es que el desenrollo al menos está
estrechamente relacionado con estos principios, que
impulsan el paso o salto cuántico del desarrollo humano
sostenido en su transformación al desenrollo humanae
vitae:
Estos principios básicos son los que han sostenido la
vida, aun cuando no hayan sido reconocidos desde su
fundación con la creación-‐aparición de la vida en el
planeta-‐cosmos.
1. 4.1 Principio del caos e incertidumbre El caos es complementario con el orden, y no antagónico a él. “Hoy se entiende por caos una
disciplina científica dedicada, justamente, a la comprensión de la complejidad del mundo, sus
procesos creadores e innovadores [...] el caos la naturaleza lo utiliza como medio para crear
nuevas entidades, conformar acontecimientos y mantener la cohesión con el Universo” (Brigs
J. y Peat, D. 1987). El caos es la oportunidad del desenrollo, es esperanzador, pues es la
antesala de la construcción y destrucción reiteradas: vida-‐muerte, muerte vida, “…la frase
célebre de Heráclito que, siete siglos antes de Cristo, decía de manera lapidaria: `Vivir de
muerte, morir de vida´. […] Vivir, de alguna manera, es morir y rejuvenecerse sin cesar”
(Morin, E. 2003, p. 94). El caos está presente desde antes del surgimiento de la humanidad y
29 La libido como punto neurálgico del equilibrio espiritual en el ser humano, que para no volverse loco necesita de la inter-‐retro-‐relación con el cosmos.
23 Desenrollo Humanae Vitae
seguirá estando presente después de ella. El orden no
es contrario al caos, es un momento de múltiples
realidades coexistentes: caos-‐orden (caordia)30.
El caos requiere de respuestas creativas tanto en calma
como en momentos difíciles, la creatividad estimula el
desenrollo con esas respuestas creativas. Con el caos la
intuición (sentimiento-‐conciencia universal) se abre paso junto con la racionalidad
(pensamiento individual) en igualdad de importancia, superando la cientificidad mecanicista
como visión parcial que solo busca el uso de la razón, esta multivalencia incide en el verdadero
desenrollo.
El caos nos hace reflexionar sobre nuestra condición de humanidad y nos despierta la
capacidad de asombro que perdemos, pues el humano es el único ser que puede hacer camino
nuevo al andar, consciente de ello.
El caos se manifiesta con incertidumbre (la turbulencia), es cuando se bifurcan situaciones,
cambian los escenarios, es decir, incertidumbres de diferente intensidad y dirección (que
genera vórtices). El caos son todos los entornos y realidades que a la vez se manifiestan en
nuestra vida y ocasionan la angustia frente a la falta de control.
El caos, es el tiempo fractal (multitemporal y multidimensional) y la angustia ha violado la
libertad creativa del caos, por la preeminencia del tiempo lineal. Somos esclavos de la falta de
meditación por la preponderancia de la acción inmediata (reactiva) y ello conduce al error. El
caos no es totalitarismo, pero debe vislumbrar lo simple y lo complejo para ser holístico y
biológico, base del desenrollo.
1. 4. 2 Principio de auto-‐organización31 El desenrollo humanae vitae es una intención autónomo-‐inter-‐dependiente32 en el ser humano
que busca un estado de armonía con los demás seres y el cosmos, implica una práctica (praxis),
30 Caordia toma su nombre de un concepto acuñado por Dee Hock en el que se unen las palabras “caos” y “orden” como los principios organizativos fundamentales de la naturaleza y la evolución. Francisco. Gutiérrez. (Coloquio en la ciudad de Xalapa, Veracruz, Méx., febrero 2008) 31 La auto-‐organización es un fenómeno general, existente en todo, por tanto; implica a la autopoiesis pero no la explica. La autopoiesis, “Del griego autós, propio; poieu, peiein, poiesis, hago, hacer, el hecho. Producción de sí mismo, autocreación (Assmann, H. 2002, p. 131) 32 “El principio de autónomo-‐ dependencia: los seres vivos son seres auto-‐organizadores que sin cesar se autoproducen y por lo mismo gastan energía para mantener su autonomía. Como tienen necesidad de extraer de su entorno energía, información y organización, su autonomía es inseparable de esta dependencia, y ésta es la razón por la que es necesario concebirlos como seres auto-‐eco-‐organizadores” (Morin, E. p. 125, 2000).
24 Desenrollo Humanae Vitae
En el caso de organismos vivos, por ejemplo; es vital para nuestros organismos los latidos del corazón y ello no está bajo nuestro control, sino de la auto-‐organización.
en el ejercicio del principio de auto-‐organización (autopoiesis)33. El desenrollo es una búsqueda
permanente de equilibrio de elementos en movimiento (y/o cambio) infinitos que derivan de
la auto-‐organización y mantienen vivo ya sea uno o varios organismos, el planeta o el universo.
Auto-‐organización es una manifestación del amor, pero se trata de una mera descripción
general de la unidad y diversidad reiteradamente, no abarca por completo al amor, tan solo lo
concerniente a la libertad, respeto y otredad; estas tres en relación con los otros, donde hay
encuentro en recursividad, en intercambios constantes, transformaciones, caos-‐orden,
expansión-‐contracción y agitación-‐calma-‐organización. “Es una descripción de una conducta.
Tiene un valor heurístico (para descubrir cosas) permite señalar un fenómeno. Pero está
condenada a seguir siendo una simple descripción, en la medida en que no se preocupa de
investigar el mecanismo que está en su origen” (Assmann, H. 2002, p. 130).
Sin embargo, la auto-‐organización es un principio que se aporta a sí mismo, complementa la
simple organización como impulso al salto
cuántico desde el desarrollo humano al desenrollo
humanae vitae en el sentido de que no se
circunscribe la auto-‐organización solamente a los
organismos vivos (biocentrismo), sino que es
reconocer que todo lo que existe está relacionado,
al grado de afectar uno al otro, con forma de un
bucle recursivo. Se hace más complejo trasladándose a todo lo existente, hermanándolo,
permitiendo ver que no se trata de orden únicamente, sino que existen tramas complejas,
recursividad entre el caos y el orden.
Dentro del átomo existen partículas que mantienen unidas a los elementos, por fuerzas
electromagnéticas que con movimiento permanente mantiene unidos dichos elementos
constituyentes.
A través de la compresión del átomo se deriva la compresión del principio de auto-‐
organización.
Cuando percibimos el principio de auto-‐organización, tomamos conciencia de las
imbricaciones y de las relaciones en todos los niveles de la existencia (no del pensamiento),
desde los pequeños átomos a los gigantes complejos cósmicos, sus imbricaciones implicadas.
33 Autopoiesis, neologismo propuesto en 1971 por los biólogos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela para designar la organización de los sistemas vivos.
25 Desenrollo Humanae Vitae
El proceso de la vida incluye la muerte, pues de las experiencias de la muerte (dolor y sufrimiento) obtenemos respuestas creativas que impactan y modifican los caminos al desenrollo.
La auto-‐organización hace latente la posibilidad de tomar conciencia de una “pauta34”, es
decir; que se es trascendente, más allá de lo material, no es materia ni energía, sino ambas
cosas a la vez (la vida no concluye con la muerte sino se transforma, perpetuamente). Una
pauta es ver lo que se nos estaba velado o vedado, tomar conciencia de la auto-‐organización
abre lo más profundo de nuestra visión humana, la hace humanae vitae, permite ver la unidad
entre vida y muerte, donde no hay metas, se trata de una “deriva35” que obliga a la creatividad
a actuar, esto es; el ser en búsqueda de la trascendencia.
1. 4 .3 El principio de la vida La vida, en cualquiera de los casos, de sus
orígenes, formas y desenrollos, es resultado
del amor (energía-‐cósmica). La concepción de
la vida no es producto solo de la conjunción
física sino que primigeniamente ese amor es lo
que otorga la vida. Cualquier transgresión
contra la vida es a la vez un agravio contra el
amor, entendido como la energía que sostiene
el universo y por ende el desenrollo.
En nuestra relación con el mundo natural y de unos con otros, superamos la idea simplista de
que la vida es tan solo un montón de genes y de células.
Más allá de la noción simplista de materia separada de energía, es la unidad cuerpo-‐mente-‐
espíritu36 que significa vida.
La angustia que frena al desenrollo es la falta de capacidad para controlar el deterioro y la
muerte, aunque la investigación científica está en una constante búsqueda de prolongar la
vida, no reconociendo la dualidad vida-‐muerte.
34 “La pauta de la auto-‐organización es la totalidad de relaciones que definen las características del sistema. […] Es una pauta abstracta de relaciones, […] pero nunca sabrán en que consiste la vida mientras se limiten a sus aspectos estructurales. Solamente cuando también tomen en consideración la pauta podremos ser capaces de comprender el fenómeno de la vida” (Frijot, C. 1999, p. 153). 35 “Es una constante respuesta mental a las influencias ambientales. Creatividad a cada paso. Por esta razón, dos organismos se desarrollarán en sentidos diferentes y tendrán diferentes individualidades o distintas personalidades. Pero no existe plan no hay proyecto ni dirección” (Frijot C. y Rast-‐Staindl, D., 1994, p. 155). 36 “Espiritualidad es aquella actitud que coloca a la vida en el centro, que defiende y promueve la vida, contra todos los mecanismos de muerte, de disminución o estancamiento” (Boff, L. 2000, p. 45)
26 Desenrollo Humanae Vitae
“se trata al mismo tiempo de reconocer la unidad en el seno de la diversidad, la diversidad en el seno de la unidad, de reconocer, por ejemplo, la unidad humana a través de las diversidades individuales y culturales, las diversidades individuales y culturales a través de la unidad humana”. (Morin, E. 2000, p. 30).
Las consecuencias que conlleva la manipulación de
la vida se empiezan a vislumbrar como: pérdida de
biodiversidad, disminución de variabilidad genética,
emergencia de nuevas enfermedades, hambrunas,
incremento de catástrofes naturales y humanas,
homogeneización cultural, terrorismo, entre otras.
La manipulación de la vida está ocasionando
transformaciones del entorno, dañando a la
consecución del desenrollo humanae vitae.
Cuidar y fomentar el desenrollo humanae vitae es
más que un acto, una actitud a favor de nuestra
casa (el cosmos) y todo lo que en ella se encuentra
es actuar a favor del amor (o energía cósmica), es actuar con conciencia. Por tanto, el
desenrollo es el principal impulsor de la vida, es decir se nos va la vida en la vida37. Esto es, el
desenrollo humanae vitae se recorre como camino que se agota no porque tenga fin, sino
porque requiere de relevos auténticos que retomen no desde el inicio sino como verdadera
continuación, resultado de una verdadera enseñanza para la vida, que no se queda nada más
ahí, no se estanca.
El principio de la vida trasciende la simplista idea de lo sustentable y lo sostenido, aporta
elementos para la toma de conciencia que permite dar el salto cuántico del desarrollo humano
sostenido al desenrollo humanae vitae, más que garantía de unos a otros, entre todos al
mismo momento-‐espacio38, porque somos concientes de que la vida39 de lo otro y los otros
está en la propia:
La vida misma emerge de la inter-‐retro-‐relación existente en el universo, desde el momento
del posible big-‐bang hasta el caos recurrente de ese inicio hasta nuestro días; sin que en
verdad alguien haya sido capaz de conmensurar la vida, para Giancarlo Cesana profesor de
37“somos mitad de la mitad perdida; somos el verso que nunca escribimos y en cuyo intento se nos va la vida.” Fragmento del poema “Contra mano”, de Horacio Gómez. 38 Kairós: momento oportuno, encuentro propicio. 39 ¿Qué es la vida? Es representación de generaciones pasadas en las generaciones presentes, a través de estrategias que le permiten la conservación química, en un mundo que pierde calor y tiende a la desintegración. Es responder a la complejidad que origina. Ver en “¿Qué es la vida? “ de Margulis, Lynn y Dorion Sagan. 2005. 2ª edición. Edit. Metatemas. Barcelona, España.
27 Desenrollo Humanae Vitae
La interdependencia es el poder espiritual que otorga sentido al universo, y consecuentemente a todos los seres que integramos ese universo.
Higiene Aplicada, en la universidad de Milan “la vida es un misterio, la sentimos, la percibimos
pero no la hemos creado porque es algo infinito por tanto no medible40”.
1. 4. 4 Principio de interdependencia41 El desenrollo humanae vitae requiere de la
interdependencia 42 ; que es portadora de lo
“espiritual”43. Lo espiritual radica en la inter-‐retro-‐
relación (pericóresis)44, más allá de lo egocéntrico y
antropocéntrico, de la interrelación más que
meramente física del desenrollo del ser con los otros
y con lo que se deposita en el universo.
Entender el principio de la interdependencia es comprender la trama de la vida45 que es más
que materia, nos permite entender lo que Krishnamurti señala: “el mundo no es una suma de
conciencias, sino una sola conciencia en sincronía46”.
40 Nota Periodística: “La enfermedad lleva a descubrir el sentido de la vida” del jueves, 04 de septiembre de 2008, de Antonio Gaspar. Ver en: http://www.zenit.org/article-‐28259?l=spanish . 41“vale evidentemente de modo especifico para los humanos que desarrollan su autonomía, mientras dependen de su cultura y para las sociedades que se desarrollan dependiendo de su entorno geo-‐ecológico” (Morin, E. p. 125, 2000). Marx fue el primero en ocupar el término interdependencia en el Manifiesto Comunista (1848) para describir la interdependencia universal de las naciones en comparación a la exclusión y autosuficiencia de lo local y lo nacional en el pasado. Will Durant formuló su Declaración de Interdependencia en abril de 1944. En 1929, Mahatma Gandhi afirmó que la interdependencia era y debía ser el ideal del ser humano, entendiéndola como autosuficiencia. El hombre, al conformarse como ser social, sin la interrelación con la sociedad no puede notar su unicidad con el universo ni suprimir su egoísmo. En ese sentido, su interdependencia social le permite testear su fe. 42 “Todos los seres están inter-‐ligados y por ello siempre religados entre sí; el uno necesita del otro para existir. En razón de este hecho existe una solidaridad cósmica de base” (Boff, L. 2002 p. 49). 43 “Tratando de comprender la espiritualidad. Espiritualidad personal quiere decir despertar y apertura. No sólo soy, y no sólo vivo, sino que sé de mi ser y de mi vida. Y todo esto es una y la misma cosa. La forma originaria del saber que pertenece al ser y a la vida espiritual no es un saber a posteriori, reflexivo, en el que la vida se convierte en objeto del saber, sino que es como una luz por la que está atravesada la vida espiritual como tal. La vida espiritual es igualmente saber originario acerca de cosas distintas de sí misma. Quiere decir (estar cabe) otras cosas, mirar en un mundo situado frente a la persona. El saber de sí mismo es apertura hacia dentro, el saber de otras cosas es apertura hacia fuera”. Ver en: Edith Stein La estructura de la persona humana. Ed. BAC, Madrid. 2002 p. 62. El paréntesis es nuestro, en virtud de que parece ser un error del autor. 44 Ver cita número 26, p. 19 45 La trama de la vida es una visión del mundo; no como una colección de objetos aislados, sino como una Red de Fenómenos Fundamentales Interconectados e Interdependientes, reconoce el valor intrínseco de todos los seres vivos y ve a los humanos como una mera hebra de la trama de la vida, según F. Capra “La trama de la vida” es el título en español del libro "The Web of Life" escrito en 1996.
28 Desenrollo Humanae Vitae
“La vida de una persona puede ser <verdad> en el sentido de seguir el camino recto, no sufrir alteraciones y responder auténticamente al presente. […] la verdad es, por el contrario, algo que se vive en el momento, que expresa nuestra vinculación individual con el todo” (Brigs J. y Peat, D. 1987, p. 28).
La sincronicidad emana no solo de los seres humanos sino también de los fenómenos de la
naturaleza que también están en movimiento y constante transformación, nada permanece,
todo cambia, excepto el espíritu universal o divino47 (Dios) que nos une. El problema o
dificultad que va en deterioro del desenrollo humanae vitae es el ser preponderantemente
individualista y el ego-‐centrista a ultranza, estos dos son la negación del principio de
interdependencia.
Los humanos no somos los reyes del mundo que es como actuamos, sino un ingrediente
constituyente. El ser persona y el crecimiento interpersonal depende de la interrelación con
otros seres humanos y todo en el universo.
La inteligencia no solo es resultante de la operación de la mente y la memoria, la reflexión en
silencio, introspectiva (espiritual) conduce a la integración del individuo con la humanidad y al
universo.
1. 5. Los valores vinculados al desenrollo humanae vitae Los valores son un pre-‐requisito del desenrollo,
mientras los principios son universales, los valores
son una interpretación social o comunitaria que se
identifican con esos principios y los viven a su modo
particular convirtiéndolos en valores. Para lograr el
desenrollo no pueden seguirse violando un valor a
favor de otro, los valores no son antagónicos sino
complementarios. Por ejemplo, el doble discurso de
los políticos de los Estados Unidos de
Norteamérica, ensalzando la bandera de la
democracia (un valor), distorsiona el principio de la
interdependencia, con el valor mal entendido de la
democracia por sobre el principio universal, van
destruyendo un pueblo y un país (o varios) violando, también; el principio de la vida.
46 Ver en: “El futuro de la humanidad : diálogos entre Krishnamurti y David Bohm”.—Buenos Aires : Kier, 1998. (JK: Corresponde a Krishnamurti y DB: corresponde a David Bohm): DB: ¿Quiere usted decir que hay una sola conciencia de la humanidad?. JK: Es toda una única conciencia. DB: Eso es importante, porque el que haya muchas conciencias o una sola, es una cuestión crucial. JK: Si. 47 “Dios mismo se presenta como espíritu pues él se revela como la energía primordial y frontal, el verdadero medio vital, la ruajesfera en hebreo o la pneumatosfera en griego. Es importante retener esta constatación: el espíritu está presente desde el comienzo del universo, lo impregna, conoce distintas formas de emergencia, hasta culminar en la suprema expresión que es el Espíritu divino.” (Boff, L. 2002, p. 204).
29 Desenrollo Humanae Vitae
Los valores como la plenitud, justicia, bondad, verdad y belleza enfrentan la limitante de la
homogeneización totalizadora como valores humanos (histórico-‐culturales). Los valores
humanos al acercarse a los principios universales tienden a ser valores emergentes (del nuevo
paradigma), diferenciables y característicos de cada sociedad. Al alejarse de los principios se
convierten en antivalores, o bien valores relativistas-‐reduccionistas.
El sistema de antivalores (moralismos) es la homogenización del pensamiento, es decir; están
confrontando los principios universales que existen en otredad48 con la pobreza de la simpleza
única “la misma forma” de pensar, consumir, vivir, amar, etc. Los valores emergentes, serán
guiados por los principios en una retroalimentación entre individuos, comunidad y a escala
planetaria.
Las intenciones ocultas detrás de aparentes conductas de bondad son antivalores que
violentan la verdad49. Los moralismos tienen que ver con la estandarización, el control y la
imposición, los valores se relacionan con los principios de la vida, auto-‐organización, el caos,
incertidumbre e interdependencia, que no son todos pero si fundamentales para el desenrollo
humanae vitae.
La verdad es más que valor o principio, que por supuesto supera al positivismo filosófico
básico, es una sola y por tanto, como decía Santo Thomas de Aquino, la verdad está ligada de
manera estrecha a la vida (principio de la vida por ende), la verdad requiere reconocer que
“existo y luego pienso” y no viceversa50.
Si tuviéramos (los seres humanos) la verdad, estaríamos inmersos en el cosmos como
elemento constituyente, en movimiento-‐transformación conciente, pero no es así. Los seres
humanos estamos buscando verdades independientemente (individualismo) y una verdad
acabada, mientras que la verdad y el caos están unidos y en constante transformación;
místicos y sabios pasan por soledad y caos interior para encontrar la verdad “en la luz de una
48 “la búsqueda de la otredad significa un abandono del yo entendido como blindaje de la personalidad. Se apuesta por un olvido de las defensas que nos permiten ser uno mismo. Se consiente con desmoronar la armadura del yo. Se abre la existencia a la dinámica del encuentro. Se desafía la propia libertad, en busca de reconocer la ajena. Vivir es exponerse, admitir que la existencia es vulnerable al contacto con los demás, pero que ese contacto es el modo de constituir nuestra subjetividad” ver en el ensayo de José Carlos Castañeda: “Octavio Paz: Sed de otredad. Nunca la vida es nuestra, es de los otros”. 49 Ver el párrafo tercero del subcapítulo 1.4 50 Cogito ergo sum, Pienso, luego soy o existo (o pienso, por lo tanto, soy), es un planteamiento filosófico de René Descartes, el cual se convirtió en el elemento fundamental del racionalismo occidental ver en “Discurso del método” de 1637.
30 Desenrollo Humanae Vitae
oscura noche de meditación”. “La verdad no es un punto fijo, que pueda medirse” (Brigs, J. y
Peat, D. 1987, citando a Krishnamurti).
Ligados a los principios universales, están los valores del paradigma emergente (juicios y
capacidad de elección), existe una discusión no terminada sobre la relación entre principios y
valores emergentes, donde descubrimos e interpretamos que los valores están estrechamente
ligados pero no de manera excluyente, es decir, para el desenrollo humanae vitae existen
relaciones fundamentales entre principios y valores:
ü Para el principio del caos e incertidumbre: frente al caos tenemos el valor de la
creatividad, y frente al principio de incertidumbre está el valor de la humildad, en el
sentido de reconocer la posibilidad de cambio de las realidades51 y/o verdad.
ü Principio de auto-‐organización o autopoiesis está ligado al valor de la libertad de
elección (libre albedrío, cambiar y cambiarse).
ü En el principio de la vida, tenemos el valor de la “procreación” (estar en favor de la
creación, respeto y aceptación), cuidar la vida y promoverla en todas sus
manifestaciones y formas.
ü Ante el principio de interdependencia tenemos el valor de la otredad en amor, viendo al
otro como legítimo otro y como yo mismo en él.
1. 6 Reconciliación del humanae con el cosmos El desenrollo humanae vitae requiere que la humanidad transite de verse como aislados en un
pequeño planeta, a identificarse como el cosmos viviente (humanae). Esto es, una visión más
cósmica que planetaria, reconociendo que soy una parte del todo, más allá de magnitudes.
Diversidad y unidad, unidad y diversidad, el todo es único, el individuo es diverso. La
dimensión, como punto de vista de la unidad (unicidad52) se puede perder, de hecho en la
búsqueda de la diversidad a ultranza o de la homogeneización globalizante, estas dos por
separado nos hacen desligar la unicidad del cosmos, y si pienso así desligo una magnitud del
todo y de mi mismo, mi parte orgánica-‐ecológica y de la conciencia espiritual.
51 Ante múltiples realidades (puntos de vista o dimensiones) todas en constante cambio existe una sola verdad. 52El grupo ha reflexionado que existe una “Ley de la unicidad de la vida en el planeta” que hace referencia a que todos los organismos muestran la existencia de una unidad biomolecular básica. El mismo término se emplea en teología para expresar que la unicidad es de Dios, uno y trino, porque es absolutamente uno, solo, único irrepetible e indivisible. Indica que solo hay un Dios. El término unicidad de Dios es sinónimo de monoteísmo estricto.
31 Desenrollo Humanae Vitae
“Formamos la gran comunidad cósmica. Tenemos un origen común y, ciertamente, un destino común” (Boff, L. 2002, p. 64).
“Cuando la conciencia se transforma en un acto de comunión con el todo y de relación amorosa con cada expresión de ser, el universo llega a si mismo y se realiza más plenamente. La alianza ecológica de integración y reconciliación queda sellada” (Boff, L. 2002, p. 72).
El todo no es creado, el big-‐bam, es una hipótesis53
que plantea que de lo más pequeño surge lo más
grande, se expande hasta explotar, origen del todo.
El origen de la vida no hay mente humana que lo
pueda captar en su magnificencia, en su todo.
Somos planetarios en la interpretación del cosmos,
pero seguimos siendo cosmos.
Una gran parte de la humanidad pareciera estar
consciente de la vida del planeta, de la
majestuosidad del universo, lo que es evidencia
de nuestra falta de consciencia, esto quiere decir;
no somos espectadores del universo
(humanidad), ni somos todo él
(antropocentrismo), sino que nos situamos en el
universo en común-‐unión (humanae). La historia
de los últimos tres siglos 54 indica que nuestra
humanidad ha buscado fuera de sus espacios
vitales (nichos cósmicos, biológicos, sociales, etc.) nuestra compleja pertenencia al todo. Como
humanidad nos hemos extrapolado, negando que la parte está en el todo, como el todo en la
parte, y con ello nosotros como humanidad hemos perdido el “sentido de la conciencia” que
no perdido la conciencia lo que es imposible. Perder el sentido de la conciencia es negar la
existencia misma de la humanidad y su pertenencia cósmica.
La conciencia es un plano superior al mero raciocinio, la conciencia nos traslada a una
dimensión superior del ser, perder el sentido de conciencia es la falta de distinción entre el
bien y el mal, y una grave pérdida del discernimiento del sentido de la vida. La ecología
profunda55, la física cuántica y la totalidad del paradigma emergente de las ciencias56, retoma
aportes significativos del paradigma científico tradicional sin confrontarlo, sino por el
53 Una hipótesis no es la verdad, sino tan solo una aproximación a una realidad. 54 “A partir del siglo XVII la biología siguió el camino de la física Newtoniana, viendo la realidad como una gran máquina que solo podría comprenderse aislando sus partes más pequeñas y analizando sus engranajes”. (Shiva, V. 2000, p. 102) 55 El término "Ecología Profunda" fue acuñado por Arne Naess y se refiere a un enfoque profundo y espiritual sobre la naturaleza, el que se deriva de una apertura más sensitiva hacia nosotros mismos y hacia la vida que nos rodea. 56 “La dimensión planetaria refleja y requiere una profunda conciencia ecológica que es en definitiva, la formación de la conciencia universal, como único requisito en el que podemos y debemos fundamentar el camino que nos conduce al nuevo paradigma”; Gutiérrez, F. y Prado C. 1999, C. p. 14).
32 Desenrollo Humanae Vitae
La educación (intercambio de seres y saberes), es más que la comunicación o transmisión de conocimientos, el desenrollo humanae vitae es toda una pedagogía que se transita viviendo, se construye y tiene un destino que es trascendental.
contrario; comprendiendo que no hay separación entre la fe y lo científico, si es que en ambos
casos promueven religarse con todo (holismo), con la vida en un plano superior de conciencia
de nuestra pertenencia al cosmos como a nosotros mismos. Este religarse no es exclusivo de la
fe o la ciencia, puede darse en el primero sin haber estado en contacto con el segundo, pero
difícilmente puede darse en la ciencia sin haber experimentado la fe que se devela y se
descubre en comunidad, educando con amor; con ternura y placer57.
La conciencia puede ser fomentada a través de la educación, optando por la vida58, vida
comprendida como todo lo que respira, tal como respira la madre Tierra. Donde la educación
hace viva la cotidianeidad, estando en el nicho vital59, en pensamiento y presencia, no sólo en
apariencia. Se trata de una decisión, se trata de una experiencia de la humanidad, “Abrir
espacios de ternura es una necesidad educativa urgentísima […] Como seres humanos que
optamos por una sociedad de sostenibilidad, la ternura es un requisito básico […] Hemos de
aprender a ser tiernos, a ser cariñosos, a ser afectivos, a desarrollar libremente nuestra
sensibilidad. Es uno de nuestros recursos endógenos más ricos y preciosos.” (Gutiérrez, F. y
Prado, C. 1999, p. 90).
La educación para recuperar el oriente de nuestra
conciencia se debe vivir desde nuestro nicho vital, en
el ejercicio del desenrollo humanae vitae, para
reconciliarnos con el cosmos. Aún cuando
evidentemente que nuestros mínimos y hasta
exiguos esfuerzos personales no podrán cambiar la
visión, el detrimento de las prácticas indolentes y
hasta dañinas contra la vida, que se llevan a cabo de
manera globalizada en nuestro planeta.
Estamos seguros que la intervención de cada
persona es valiosísima y puntual en nuestros nichos vitales (familia, escuela, círculo de amigos,
trabajo, etc.), desde donde podemos aspirar a un cambio. Todos y cada uno de los habitantes
de este planeta en este contexto juegan un papel fundamental, los hombres y las mujeres 57 Ver: “Placer y ternura en la Educación. Hacia Una Sociedad Aprendiente” (2002) de Hugo Assmann. 58 Afirmaba Octavio Duque, que el próximo milenio, (el que ya comenzamos como humanidad), es el milenio de la vida. “La cultura de la vida será la expresión de la convivencia armónica entre los seres humanos y entre éstos y la naturaleza, y sus riquezas estarán representadas por la vida en todas sus formas” (Gutiérrez, F. y Prado, C. 1999 p. 76). 59 Para nosotros, nicho vital es el entorno más cercano en el cual, se desenrolla, convive y se transforma todo ser vivo. En el caso de los seres humanos, su nicho vital sin duda, involucra los ambientes; social, cultural, antropológico, espiritual, ecológico, en el que está en continua convivencia y transformación.
33 Desenrollo Humanae Vitae
El desenrollo humanae vitae cobra sentido con el vivir día a día, las generaciones futuras no pueden ser un plan para el futuro, requieren de actuar desde hoy de manera conciente para permanecer, conservar y garantizar el disfrute de las partes en el Todo.
tienen un rol importante en este sentido, reconociéndose como integrantes fundamentales
desde los propios hogares, al ser manifestantes de una actitud que indisolublemente está
ligada al género humano, el cuidado con amor.
Educar con amor es verdaderamente educar, no
podemos obligar ni “prender” (comprender o
aprender) del conocimiento a otros, sino vivir y
experimentar en común-‐unión, al no hacerlo de
esta manera se atenta contra el nicho vital y por
ende contra el cosmos, esto quiere decir; que no
se vive el desenrollo humanae vitae, “El amor no
necesita ser aprendido; se le puede permitir ser o
se le puede negar, pero no necesita ser aprendido
porque es nuestro fundamento biológico y única
base para la conservación de nuestra calidad
humana así como de nuestro bienestar. El amor no es una virtud. En verdad, el amor no es
nada especial, es sólo el fundamento de nuestra existencia humana” (Maturana, H., 2002, p.
227).
El tránsito es la pedagogía de la humanae-‐vitae, es siempre inacabada, rodeada y entretejida
con los principios del caos-‐orden, de la auto-‐organización, entre otros, por eso sabemos que
esa fuerza superior o bien Dios existe, hay la totalidad única (misterio), no hay diversidad que
no sea captada por lo único.
Se transmite con la palabra60, desde el momento de la creación y/o surgimiento del universo,
como fuente articuladora de la vida, reconciliadora con el cosmos. Porque la palabra no se
reduce a la comunicación (escritura, sonido, idiomas o lenguas), se trata de “un principio de
vida”, la vida que transciende al alimentarme, hidratarme y el vestirme. La palabra es el amor,
sin la palabra mueres, se escucha en el silencio y resuena, se requiere de lo que la sabiduría de
las culturas ancestrales descubrieron en la oración y la meditación.
60 “Pero, ¿qué son en esencia las palabras? El Nuevo Testamento dice: “En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios.” (Jn 1,1). “Esto significaría que antes de la creación del universo existía la Palabra. Mi interpretación es que la Palabra creó a los seres humanos, y entonces aprendimos palabras de la naturaleza” (Emoto, M. 2007, p.172). Fe, de erratas; en el original M. Emoto cita erróneamente “en el antiguo testamento dice: “al principio estaba la palabra”. Nosotros realizamos la corrección y adicionamos versículo al que se alude en la Biblia de Jerusalén (traducción más fiel del original en arameo y hebreo).
34 Desenrollo Humanae Vitae
La palabra es reconocer que los seres vivos pertenecían “todos” al universo, antes, durante y
después de nosotros la humanidad existía y no debe ser desplazada. La comunicación
globalizante, que es homogeneizante, puede confundir a la humanidad. La palabra más que la
comunicación expresa a través de una conexión recursiva, como bucle recursivo, no confunde,
lo que confunde es aquello que se difunde como discurso (teoría-‐doctrina) homogeneizante
(s), como sucede en la globalización. La reconciliación de la humanae vitae con el cosmos es
mucho más que la simpleza mecanicista de la globalización.
Para discernir es necesaria la vivencia del desenrollo humanae vitae, que le da sentido a la vida
con des-‐apego (vida-‐muerte), trasciende la globalización que trata de retenerla (posesión
material de la vida y negación de la muerte).
La globalización, lo sustentable y sostenido, pierden toda fuerza en el desenrollo humanae
vitae, la pertenencia al cosmos y saberse seres universales, nos hacen reconocer que no todo
el pasado fue borrado. En épocas primitivas, quienes vivían en contacto con la naturaleza,
necesitaban protegerse a sí mismos; eran sensibles a frecuencias y sonidos generados por la
naturaleza para detectar el peligro antes de que éste se acercara demasiado. “Los sonidos del
viento que soplaba, el agua que fluía y de los animales caminando entre la hierba, permitió
entenderlos y retransmitirlos a otros por medio de la propia voz, necesaria para la
supervivencia. Quizá entonces el lenguaje consistiera de mensajes en pocas palabras, pero con
el desarrollo de la cultura y la acumulación de las experiencias, nuestro vocabulario se
enriqueció” (Emoto, M. 2007, p.72).
1. 7 El ser espiritual61: holograma del desenrollo62 Por sobre lo sustentable, lo sostenido y aquellas construcciones meramente ideológicas que se
les relacionan, lo importante para el desenrollo es la palabra63; como garante que religa a lo
humano (lo hace humanae) con el cosmos, en trascendencia (más que entre generaciones) y
presencia (no solo genético, sino auténticamente logo-‐palabra que permanece). El cambio del
ser al hacer, para un desenrollo humanae vitae, estará basado en la cooperación64 del bien-‐
61 “Espiritualidad es aquella actitud que coloca a la vida en el centro, que defiende y promueve la vida, contra todos los mecanismos de muerte, de disminución o estancamiento”. (Boff, L. 2000, p. 45) 62 El desenrollo, lo que para Boff es el desarrollo: “se basa en las relaciones de cooperación en todas las actividades y en todos los momentos, pues ésta es una de las leyes que rige a todo el universo y que garantiza la cadena de interdependencias de todos los seres. Además supone un uso respetuoso de todo lo que necesitamos y la disposición a reciclarlo cuando ya ha cumplido su función, pues así lo hace la naturaleza que todo lo aprovecha y nada descarta”. (Boff, L.2002, p. 250).
63 Op. Cit. Pág. 41, nota 60 al pie de página. 64 Por cooperación comprendemos brindarse, ayudarse, dar y recibir.
35 Desenrollo Humanae Vitae
“vivir a partir de una nueva identificación con la Tierra y con el cosmos” (Boff, L. 2002, p. 238).
estar de todos los seres humanos en común-‐unión: en todo tiempo-‐espacio (que son uno solo
en realidad65), entre nosotros, y con lo que se deposita en el planeta-‐cosmos (creación). Esto
es, despertar y agudizar la conciencia, al menos en inicio con el principio de la
interdependencia (ser espiritual: ciencia-‐fe), esperando la aparición de los demás principios del
paradigma emergente de las ciencias66.
El ser espiritual es el holograma de la conjunción trascendente o ineludible de toda
manifestación de vida en el planeta (desenrollo humanae vitae), nos genera la vocación más
que de usar, vivir todo lo necesario para subsistir y de reciclar cuando haya cumplido su
función. Para cultivar y armonizar el desenrollo es necesario un tránsito hacia lo espiritual,
como fundamento de lo humanae vitae para:
El ser espiritual nos ayudará a regresar a admirarnos de
las cosas tan sencillas como el nacimiento de una flor,
de la grandeza y belleza de un nuevo amanecer, de la
sonrisa de un niño. El ser espiritual estará ligado a todo nuestro planeta vivo; “La Tierra”:
“Espíritu es todo ser que respira, inspira o expira. Por consiguiente, todo lo que vive es espíritu
o es portador del espíritu. Dios en primer lugar. Después, el ser humano y el animal. A
continuación los vegetales y finalmente la misma tierra con todo cuanto contiene. Se le
considera como llena de espíritu, pues el viento que la circunda es su respiración”. (Boff, L.
2002, p. 23).
El ser espiritual está religado a lo ecológico, sin embargo, en el paradigma dominante no se
reconoce la interrelación que se tiene con todo el cosmos y mucho menos se entiende que
nuestro planeta es un ser vivo y espiritual, que gracias a él nos mantenemos con vida. Es
Gaia67, que sin ninguna exigencia nos proporciona todos los bienes que necesitamos para
poder vivir. Hay algo importante de reconocer: la relación que guarda nuestro ser espiritual
con el todo (holograma). Nosotros somos unidad-‐diversidad a la vez, y vivimos en común-‐ 65 “La relatividad encontró paradojas en el mundo macroscópico. Descubrió que la masa-‐ la materia-‐ no es más que una forma de energía comprimida (como tristemente evidencian los usos bélicos y empresariales de la energía nuclear), y que el tiempo y el espacio son mutuamente interdependientes. Cuanto mayor es la velocidad, más lento transcurre el tiempo […] A partir de Einstein el absolutismo desaparece de la física: según cual sea nuestra posición y velocidad, nuestras mediciones darán resultados diferentes, y no existe en el universo ningún punto de referencia fijo. Todo se vuelve relativo: el peso, el tiempo y el espacio se ven alterados por la velocidad-‐y nada esta quieto-‐. (Einstein, A.,citado en la “Nueva conciencia”, p. 100). 66 Ver subcapítulo 1.5, párrafo final, p. 35. 67 “considerar la teoría Gaia como una alternativa a la creencia convencional que ve a la tierra como un planeta muerto, hecho de rocas inanimadas, océanos y atmósfera, meramente habitado con vida. Consideradlo como un sistema real, incluyendo toda su vida y todo su entorno, íntimamente acoplados para formar una entidad reguladora” citando a Lovelock; (Capra, F. 1998, p. 120).
36 Desenrollo Humanae Vitae
unión con todos los demás astros de nuestro cosmos. Existe una danza entre todos los seres
cósmicos, originada con el movimiento de atracción, lo que algunos autores: Maturana, H.,
Boff, L., Varela, A., Assmann, H., suelen llamar: “amor68”, y es lo que permite que continúe la
vida.
Es importante sentirnos inmersos, pertenecientes al todo, en el amor que existe entre todos
los seres de nuestro cosmos (macro y microcosmos). Esa atracción que mueve y da creatividad
a la danza permanente que existe entre las galaxias, las estrellas, los planetas, en la naturaleza:
animales, plantas, mares, ríos, montañas o piedras, todos se comportan con este amor, con la
cooperación y la humildad (ayuda mutua, no dominante).
Sólo con esta toma de conciencia del ser espiritual dejaremos que el cosmos continúe su
evolución, que nuestro planeta vivo prolongue su creatividad.
Se ha abusado de todos los recursos que nos proporciona la Tierra y hemos contribuido a la
extinción de un sin fin de animales, plantas, contaminación de ríos y mares, y aún no sabemos
cuál será el alcance de las repercusiones, a pesar de que estamos padeciendo trastornos
ecológicos y sufrimiento humano. Solo reconociendo que estamos unidos por la conciencia
espiritual, actuaremos moderadamente en el
consumo de los bienes que nos proporciona la tierra y
los frutos de la naturaleza serán suficientes para
todos los habitantes del planeta vivo. La moderación,
la humildad y la cooperación entre los humanos
generarán seres espirituales de gran libertad interior.
Walden Pond, comenta en su libro “Walden o mi vida
entre bosques y lagunas”: “la sencillez siempre ha
sido el distintivo de todos los sabios y de todos los
santos en todas las culturas” (Boff, L. 2002, p. 251).
Cuantos de nosotros hemos experimentado una
relación con la naturaleza, cuando nos encontramos
simplemente observando la belleza de un riachuelo
dentro de unas colinas, inmediatamente nos
conectamos con la naturaleza y no dejamos de admirarla y de dar gracias por poder observar
su belleza, eso es eco-‐espiritualidad69, en ese momento nos sentimos pequeños ante su
68 “El amor se reconoce como la máxima expresión de la evolución de la vida en el planeta, así como el poder unificador universal” (Eisler, R. 1996, p. 166). 69 “Vivir en la globalidad del ser, en el sentimiento que se estremece, en la inteligencia que se ensancha infinitamente, en el corazón que queda inundado de conmoción y ternura: eso es hacer una experiencia eco-‐espiritual.” (Boff, L. 2002, p. 251).
Foto 2: Sra. Teodora: “Todos los seres vivos somos hermanos”.
37 Desenrollo Humanae Vitae
belleza, nos volvemos humildes y reconocemos que nuestra espiritualidad se alimenta de lo
que observamos y nos retiramos del espectáculo en paz, en armonía con la naturaleza.
Solo apreciando al universo con amor nos acercaremos a las cosas con simpatía y
sentimientos. Podremos con-‐vivir, con-‐sentir, com-‐partir y co-‐mulgar con ellas. “La fraternidad
no solo es humana, es cósmica” (Boff, L.2002, p. 262). Esta relación entre los seres humanos y
el cosmos a través de la vida se puede entender con el ejemplo de San Francisco de Asís, quien
resalta su relación con toda la naturaleza, tenía un amor entrañable a los animales plantas,
montañas y piedras y establecía una relación de simpatía y fraternidad con todos, llegando a
establecer comunicación. Deja entrever otra manera de ser en el mundo, tal vez un mundo
espiritual (mas que la simplista y estrecha idea de un desarrollo sustentable y/o sostenido).
San Francisco de Asís saluda a la misma muerte con el apelativo de hermana que nos conduce
a la vida, el universo de San Francisco es un universo vivo. “Él descubrió por intuición lo que
actualmente sabemos por vía empírica, que todos los seres vivos somos hermanos y hermanas
porque poseemos el mismo códice genético”. (Boff, L. 2002, p. 263)
El desenrollo humanae vitae es un camino en la búsqueda del sentido de la vida de los seres
humanos. Reconocemos nosotros, quienes ofrecemos este sencillo texto, que es un misterio70
la vida y nos preguntamos: ¿Cuál es el sentido de nuestra vida?, Porque somos seres erráticos,
hemos tomado el camino de la ciencia y la tecnología basado en conocimiento como la parte
esencial de la vida, pensando en que ahí radicaba su sentido. Utilizando más la razón que el ser
espiritual, hemos construido un mundo sin sentido, en el que “Hay frustración y enojo en los
jóvenes que buscan saber qué hacer ante un mundo que los adultos hemos llevado en el
camino de la destrucción.” (Maturana, H.y Varela, F. 1994, p. 31).
Esta reflexión sobre el sentido de la vida en el ser humano, nos ha permitido iniciar el salto
cuántico del desarrollo humano sostenible al desenrollo humanae vitae.
Tesis desde donde reconocemos al ser espiritual (despertar de la conciencia como algo
superior a lo sustentable y/o sostenido) como holograma del Todo (cosmos-‐logo-‐Dios).
Así, la parte entendida como conciencia o ser espiritual, emprende y retoma el camino
correcto, del desenrollo humanae vitae, como representación o encuentro con el Todo, y el
amor como fundamento del ser espiritual.
70“de un modo todavía inexplicado, cada ser humano contiene información sobre el universo entero o sobre toda la existencia, tiene en potencia acceso experiencia a todas sus partes y, en cierto sentido es todo el tejido cósmico, en la misma medida en que es justamente una parte infinitesimal de él, una entidad biológica separada e insignificante” (Grof, S. 2000, p. 36).
38 Desenrollo Humanae Vitae
Capítulo 2
El Ser humanae
39 El ser humanae
“Ser persona es un estar en sí, y para sí, pero simultáneamente es un estar en los otros y para los otros. Persona es un ser de relaciones, un nudo de relaciones en todas las direcciones”
(Boff, L. 2004, p. 202)
2. El ser humanae
En el capítulo anterior “el desenrollo humanae
vitae” hablamos del ser humanae quien pertenece al
desenrollo que está en y para la vida, en
complejidad, y no solo del desarrollo humano, que
atiende una visión lineal simple (causa-‐efecto) del
progreso equiparado al desarrollo en todas sus
nociones y pensamientos. El ser humanae, por
tanto, es espiritual, trascendente y cósmico. En este
capítulo se hablará sobre el ser en su cotidianidad,
no como hombre ni como mujer, no separándolos
entre ellos, ni entre razas, culturas, clases sociales y
credos, sino como parte de la totalidad en unidad.
Hacemos alusión al logro de nuevas formas o modos de interacción, constructiva y armónica,
de los miembros de la especie humana, entre ellos y con la naturaleza, tanto en sociedad como
de manera individual71.
Desde esta perspectiva, desenrollo humanae vitae significa la trascendencia universal del ser
autónomo-‐interdependiente72 y de la especie humana, haciendo del planeta un mejor lugar
para vivir.
Al centrar nuestro interés en ese desenrollo, nuestra mirada se dirige necesariamente al ser
humano, integrante de la humanae. Buscamos revalorizar su razón de ser y de existir, también
a partir de una comprensión holística y ecológica de su compleja naturaleza, distinguiendo las
71 “He intentado concebir las posibilidades de libertades humanas en y por sus dependencias ecológicas, biológicas, sociales, culturales, históricas. He intentado ir más allá del genetismo, del culturalismo, del sociologismo, pero integrando al gen, la cultura, la sociedad. He querido situar el problema de la libertad en la relación autonomía-‐dependencia, posesión-‐poseedor.” (Morin, E. 2001. p. 309) 72 Los seres vivos son seres autoorganizadores que sin cesar se autoproducen y que por lo mismo gastan su energía para mantener su autonomía. Como tiene necesidad de extraer de su entorno energía, información y organización, su autonomía es inseparable de esta dependencia, y esta es la razón por la que es necesario concebirlos como seres auto-‐eco-‐organizadores. El principio de auto-‐eco-‐ organización vale evidentemente de modo especifico para los humanos que desarrollan su autonomía mientras dependen de su cultura y para las sociedades que se desarrollan dependiendo de su entorno geo-‐ ecológico (Morin, E. 2000, p. 125)
Foto 2.1 Cocina holística: María y
Juana, mujeres campesinas de
Coatitilan, Ver. Méx.
40 El ser humanae
“Trabajando la toma de conciencia planetaria llegaremos a descubrir cuál es el lugar que le corresponde al ser humano en el cosmos, cuál es el papel que debe jugar como un elemento más en el proceso evolutivo del universo y cuáles deberán ser los caminos a recorrer para redefinirse como seres humanos dentro del conjunto de los otros seres de la naturaleza” (Gutiérrez, F. y Prado, C. 1999, p.101).
diferentes dimensiones que lo constituyen. Así, reflexionamos acerca de la
multidimensionalidad física, biológica, psicológica, ecológica, antropológica, social y espiritual
del ser humano, las cuales dan posibilidad de expresión y sentido a su existencia. Buscamos
también comprenderlo en sus interconexiones con el mundo físico, natural y cósmico, es decir,
con las otras dimensiones de lo universal. Trataremos así de entender lo que es el desenrollo
humanae vitae y lo que la persona es en él, abandonando conscientemente el ruido y la
confusión inherentes a la concepción reductora73 de la naturaleza y del ser humano.
2.1 Conciencia como aspecto clave de las relaciones con el todo
No solo reconocemos la dimensión planetaria,
pues cada uno de nosotros debe pensar “soy
tanto un ser planetario sino también un ser
limitado”. Limitado a mi ámbito planetario, a la
biosfera y en ello a la naturaleza.
La obra del gran teatro universal en donde
nosotros somos los actores, parafraseando a
Boff, 2002, consta de 5 actos: 1º. El cósmico: en
el momento mismo de la emergencia del
universo, en la medida que se expande, se
autocrea y se diversifica; el 2º. El acto químico:
los elementos de que estamos formados todos
los habitantes del planeta, fueron originados en
el seno de las grandes estrellas rojas, en las
explosiones espaciales, se expandieron y se
diversificaron; 3º. El biológico: la materia se hace
cada vez más compleja llegando a autocrearse y autoorganizarse, surgiendo la vida y su
enorme variedad; 4º. El humano: es decir, la vida en expansión, permitiendo la aparición de
seres más complejos que resultaron en formas mentales de procesamiento más complejo y
5º. El planetario: la dispersión de la raza humana empieza con el reconocimiento de una
73 Una idea o pensamiento que simplifica y únicamente racionaliza (niega el ser y el sentimiento), reduce (niega la complejidad inherente de la persona), en un paradigma mecanicista de las ciencias que apremia doctrinas individualistas y de competencia por sobre las de cooperación y complementariedad.
41 El ser humanae
La conciencia trasciende al sentimiento, la conciencia es reconocerte a ti mismo lo que haces y lo que eres, en ese reconocimiento tiene que ver todo lo que se es; lo físico, emotivo y lo actitudinal, para reflexionar sobre los sentimientos que te llevaron a actuar de cierta manera.
sociedad que aunque amplia, pertenece a una sola casa, la Tierra, a la que hay que cuidar y
querer, no someter, no hay otro mundo igual a miles de años luz a nuestro alrededor.
La conciencia requiere del reconocer la existencia
propia en el mundo y en el cosmos, dada la
conciencia de la existencia, comienza y se afianza
el pensamiento y el saber del ser humanae, que
no solo vive para disfrutar y triunfar en lo
personal, sino que vive consciente de su finitud e
integralidad con la totalidad, que aquello que es,
piensa, siente y hace, lo modifica a si mismo y al
cosmos en su totalidad. Esto es, reconocer que la
muerte es parte de la existencia cósmica,
conciencia trasciende al saber pero requiere de él.
Habremos de arribar como humanidad a una conciencia única, unicidad que nos imbrica a
todos los seres y lo que se deposita en el universo. “Cuanto más conciencia, más creación, más
aceleración de la evolución y más orden ascendente” (Boff, L. 1976, p.78). En la medida de que
somos conscientes de lo que somos, activamos nuestra propia conciencia del universo. Se trata
de una conciencia cuántica, de integralidad con la naturaleza; que nos convoca a observar y
meditar, hasta el punto de ser reflexivos en torno a todo lo que sucede en la vida. La
conciencia no es privativa de los seres humanos en lo individual, pues también existe una
conciencia universal, que abarca a la parte individual, y la parte individual es contenedora de la
esencia del todo.
La conciencia no se crea, ni se destruye, solo se transforma. Como el ser que se transforma
constantemente, que reconoce su proceso de transformación volviendo recursivamente a
reconocer que la vida no es sólo propia, sino que pertenece al todo.
La inconciencia no es una etapa previa al tomar conciencia, no se trata de sólo reconocer que
ahora sé y antes no sabía. La ingenuidad es la parte inicial previa, pero constitutiva de la
conciencia toda, y la conciencia toda no se apreciará solo con los ojos (como sentido físico)
humanos, sino sólo al trascender (unicidad, unidad contenida y contenedora del todo).
42 El ser humanae
El recurso esperanzador del ser humanae y de buena parte de la humanidad (esa parte que quiere tomar conciencia de la complejidad y holismo del todo al que pertenecemos), es una vuelta a la inocencia, más que un círculo simétrico en una espiral que se “desenrolla” y de ello el significado profundo de ser y existir en la humanae vitae, a modo de re-‐encuentro no solo biológico entre los seres, sino con todas las generaciones1 de seres pre-‐existentes, existentes y por existir en armonía y auténtica pertenencia con todo lo que se deposita en el planeta y cosmos del que somos parte integral.
Asimismo, nos unimos a la perspectiva de
Devereaux, Steele y Kubrin; quienes nos sugieren
la adopción de la idea de un cambio de la
conciencia atendiendo que ésta ha venido siendo
un obstáculo crucial para nuestra trascendencia;
es en esa misma línea que: “Las personas que
estén dispuestas a estudiar con atención el
funcionamiento de su propia mente, a ser más
sensibles a las variaciones de la conciencia que
tienen lugar dentro de ellas, como hizo Albert
Einstein, por ejemplo, pronto se darán cuenta de
que el cerebro es sencillamente un órgano que
trata algo que procede de fuera” (Devereaux, et.
al. 1989, p, 183). Lo anterior, reconoce la
vinculación que tenemos con nuestro entorno,
para contextualizar lo dicho, resultaría útil
comprender que del mismo modo que nuestros
ojos tratan la luz pero no la crean, las orejas tratan
los sonidos pero no los crean, los órganos
respiratorios tratan el aire que respiramos pero no
lo producen directamente, también el cerebro
trata la conciencia pero no la produce.
43 El ser humanae
La moral-‐virtud expresada como ética es una característica del ser humanae, que emana de la conciencia de fomentar y preservar la vida (siempre a favor del desenrollo: esto es al menos, a favor de lo orgánico y lo holístico como pertenencia al cosmos). La virtud -‐moral como ética es un actuar conciente para el desenrollo de la humanae, que se fundamenta en una auténtica vivencia de la educación como educere vitae1.
2. 2 Ser Humanae; salto de la moral -‐ virtud a la ética74
La ética es aquello que podemos alcanzar como seres humanos (ser humanae), seres
imperfectos que somos pero perfectibles, la virtud es tomar conciencia 75 de nuestra
imperfección o bien de lo inalcanzable de la perfección (incomplitud). Virtud es aquello que no
podemos “tener” de forma permanente y
perpetua, por nuestra naturaleza humana-‐
mundana. Por su parte, la moral es la
interpretación humana de la virtud, por tanto
imperfecta, la ética es el encuentro momentáneo
entre virtud y moral que experimenta el ser
humanae al tomar conciencia y vivir el amor,
morimos en el vivir y vivimos en el morir
permanentemente.
La virtud -‐moral como ética es una vivencia
personal de develar la propia conciencia, vivencia
que libera de los atavismos del materialismo, de la
simpleza del conocimiento (reduccionismo) e
individualismo del pensamiento. Actuar con ética a
favor del desenrollo tiene dos perspectivas
antagónicas: la primera, reduccionista, que lo hace
solamente desarrollo humano sostenido, sinónimo
de progreso, entendido como el motor del
crecimiento tecno-‐económico que ignora la cooperación, y ve al medio ambiente como algo
separado de nuestro ser y humanidad.
La segunda perspectiva, que es la que proponemos y fomentamos como desenrollo humanae
vitae, a modo de idea más que concepto de praxis ética, esto es; la virtud como vivencia del
74 “el que formula un imperativo, transforma ética en moral. Quisiera proponer en este punto de nuestra conversación, distinguir muy claramente entre ética y moral, aunque a primera vista pudiera parecer un poco artificial […] el que actúa como moralista no percibe al otro porque está concentrado en el cumplimiento de reglas e imperativos. Sabe con certeza lo que hay qué hacer y cómo tendrían que comportarse los demás. En cambio, el que actúa éticamente percibe al otro: le es importante, lo ve […] la ética se funda en el amor” (Maturana, H. y Pörksen,B. 2004, p.108-‐109). 75 “la conciencia no elimina el error, no posee la verdad, pero sitúa el problema de la verdad a un nivel mucho más complejo, profundo y crucial. Oscila entre dos polos, uno en que tanto verdad como error se ven relativizados y del que surgen la duda y el nihilismo, mientras que en el otro, el combate por la verdad se lleva al extremo absoluto y se rechaza el error hasta llegar a la intransigencia o incluso al sacrificio” (Morin, E. 2005, p. 161).
44 El ser humanae
amor76. Amor es más que virtud, pero no hay virtud sin un actuar con amor, o lo que es lo
mismo, la ética como idea de virtud y de vivencia o “poiesis”: la realización de la persona
concientemente desde el sujeto mismo, como construcción creativa y conciente más que del
individuo u homo económicus y sapiens77, se trata del Ser humanae que todo78 lo intenta hacer
desde la virtud; como auto construcción del buen vivir y buen morir, social e individual,
sincrónicamente.
Nuestro actuar ético se basa en la convivencia, y se vuelve virtud con la simbiosis de nuestro
ser y hacer cotidiano y extraordinario con cooperación y espiritualidad (que coloca a la vida en
el centro de nuestra propia existencia: “inspira y orienta la vida”). La ecología, la ética y la
espiritualidad constituyen una trilogía inseparable. La ecología es la casa, hábitad o nicho vital
donde se desenrolla la vida del ser humanae, la ética es una energía interior que inspira y
vincula lo material con lo inmaterial, liberando las estructuras mentales atávicas del
pensamiento reduccionista y utilitario, por su parte lo espiritual es el “hálito” de la vida.
Ética es la expresión humana de la virtud, para el
desenrollo humane vitae, aún cuando debemos
distinguir que en el debate histórico-‐ideológico,
científico-‐filosófico, no hay una sola postura, idea
o concepto, sobre ética. Para desenrollo humanae
vitae se distingue ética de la moral y la virtud.
La virtud es “suprahumana” está sobre las
construcciones sociales, mientras que la moral es
“socialmente construida”. La cercanía de la moral
con los valores históricos proviene de los usos y
costumbres sociales tratando de trasladar a los
humanos los valores universales, como sensaciones
frente a los principios.
El encuentro de la virtud con la moral genera la ética constituyente del actuar y ser humanae.
76 “el amor no necesita ser aprendido; se le puede permitir ser o se le puede negar, pero no necesita ser aprendido porque es nuestro fundamento biológico y única base para conservación de nuestra calidad humana así como de nuestro bienestar” (Maturana, H. 1999, p. 227) 77 “El amor no es una virtud, en verdad el amor no es nada especial, es solo el fundamento de nuestra existencia humana como el tipo de primates que somos como seres humanos” (Maturana, H. 1999, p. 227). 78 “En consecuencia, todo esfuerzo de dicotomizar la compleja realidad humana en segmentos, solo se justifica como objeto de análisis, pero nunca debemos perder la conciencia de que el segmento es parte de un todo” (Boff, L. y Murano, R. 2004 p. 38).
Foto 2.2 Común-‐unidad de
Coyopolan, Ver. Méx. Noviembre
45 El ser humanae
El ser humanae, se reconoce como parte en el todo, y como unidad con diversidad reconoce al todo en la parte, al todo en sí mismo, sin que el ser humanae intente ser la totalidad, está en toda ella. No es nuestra intención reducir ni abarcar al ser humanae a una sola interpretación, como individuo o ser social pues es más que ambas a la vez, de ello deriva su alta complejidad.
La ética del desenrollo humanae vitae es un
nuevo pensamiento que busca develar la
propia conciencia del ser humanae, en la
cotidianeidad y la convivencia79, pasar de un
educador tradicional (profesor)80 quien enseña
y transmite conocimiento a un Ser que no se
aísla de aprender a la vez que facilita,
acompaña, y es quien incluso guía 81 la
comprensión vivencial del proceso de
aprendizaje (cognoscente), lo heurístico
(habilidades-‐praxis ética), los valores (lo
axiológico) y trascendente82, que dependen de
cómo el educador mismo en el acto de educar
piensa y siente, reconoce en si mismo un Ser
relacional, complejo y único, pero
complementario con los demás y lo que
contiene el cosmos, esto es; identificando a la
par la forma en que nuestro actuar es
influenciado por el entorno (entre otros; los
medios masivos de comunicación, sociedad y
familia).
79 Como se analizará y propondrá en el capítulo tres de este documento, dejaremos la idea del individuo educado para luego ser profesor quien “dicta” en un reino en el aula típica y aislada, quien transmite el conocimiento para el desarrollo, por una idea del ser humanae, es decir cualquier persona que comparte su saber y su ser en la cotidianeidad, con conciencia de pertenencia y reciprocidad en recursividad con el todo. 80 El paradigma emergente evidencia que el paradigma cartesiano era errático en ocasiones, con el separar al observador de lo observado, en separar al educador (facilitador) del educando-‐aprendiente, ya que ambos construyen y reproducen recíprocamente el conocimiento a la vez que se debe promover la autonomía y auto-‐organización de los educandos-‐aprendientes (ser humanae), vivenciando valores y principios éticos del desenrollo. Pues el ser humanae que fomenta el desenrollo no solo conoce por el acto de transmitir conocimiento sino también por el conocimiento de sí mismo, cuestionándose lo que conoce, siempre en la convivencia, el intercambio de saberes, seres y sabores, del auto develar la propia conciencia en lo colectivo inmerso en lo holístico y la complejidad. 81 Ver subcapítulo 3.8 del capítulo tres, de este documento. 82 Estos tres pilares tomados de “De Loors” más lo trascendente que es para el desenrollo humanae vitae educar con ética.
Para vivir la ética se requiere de educación para la vida (educere vitae). Para el desenrollo de la humanidad (humanae), hay que vivir éticamente, pero ¿cómo vivir lo ético? Se vive “por el amor; como la acción de reconocer al otro como un legítimo otro”, en convivencia y reconociendo la libertad de ser del otro.
46 El ser humanae
2. 3 Al menos cuatro cimientes del ser humanae
Es necesario reconocer que el ser humanae socialmente es altamente complejo83, esto es;
estrechamente inter-‐retro relacionado con todo, pero que a la vez y sin ir adelante o detrás de
lo social, es también altamente complejo en lo individual 84 ; único, irrepetible e inter-‐
dependiente.
En el desenrollo humanae vitae el ser abarca al menos, cuatro dimensiones: ser econocuánta
(no solo homo economicus y ético, en el sentido de ética visto previamente en este capítulo);
ser bio-‐logo-‐antropo (quien se fundamenta en y con la palabra, no solo en el diálogo); ser
espiritual (que es tanto carne como espíritu) y el ser autónomo-‐ interdependiente (que vive su
libertad en común-‐unión).
2.3. 1 Ser humanae en su ser autónomo-‐interdependiente85
La autónomo-‐interdependencia es fundamental para el desenrollo humanae vitae, tanto
cuanto éste último promueve la vida en toda su multidimensionalidad, un ser humanae se mira
a sí mismo de forma compleja, se descubre y se cuestiona a sí mismo y lo que ha aprendido;
del ser al hacer, al idear y actuar responsablemente en redes de continua interdependencia,
como ser integrado e integral con cada ser diferente de él y con todos a la vez.
La separación (promovida por el paradigma mecanicista) entre autonomía y dependencia,
aporta elementos poco favorables al desenrollo, lo daña como resultado de una educación
que ha fragmentado las relaciones humanas entre generaciones pasadas y presentes, y que de
83 “la alta complejidad social favorece las autonomías sociales: limita la explotación, restringe el sujetamiento, permite la autonomía física, mental y espiritual […] esta alta complejidad va unida al desarrollo de las comunicaciones, los intercambios económicos y de ideas, al juego de los antagonismos entre intereses pasiones y opiniones. En lo sucesivo, el campo de las libertades humanas aumenta con el aumento de las elecciones individuales” (Morin, E. 2003, p. 304). 84 “la herencia biológica y la herencia cultural son complementarias, pero eventualmente antagónicas […] el juego entre los caracteres individuales producidos por la herencia biológica y la formación de la personalidad por las normas culturales permite una extrema diversidad de individuos. (Morin, E. 2003, p. 303-‐). 85 Este concepto surge al darnos cuenta, del actual significado que se le otorga al concepto de autonomía (desde una visión mecanicista) se interpreta con un alto sentido individualista, donde cada individuo actúa de manera aislada e independiente, en continua competencia. A través de nuestro propio desenrollo no podemos seguir bajo esta mirada y es necesario retomar el sentido biológico de la autonomía (autopoiesis). Es decir, hacer la analogía a los sistemas sociales donde estos deben iniciar un proceso de comportamiento de redes vivas, al establecer relaciones intra e interdependientes entre los integrantes de todos los grupos sociales. Hablamos entonces de autónomo-‐interdependencia como uno de los caminos para llegar a una sociedad más sana, más equitativa, más interdependiente, más justa, más autoorganizada, en mayor convivencia amorosa, es decir, más humana. Luego entonces, el verdadero y libre albedrío se ejerce al actuar en forma responsable y entramada, conduciéndonos autónomo-‐interdependientemente.
47 El ser humanae
Consideramos que los sistemas sociales, aunque difícilmente podrán comportarse con las características de los sistemas vivos (autopoiéticos), sí pueden reestructurarse o evolucionar en el sentido de reconsiderar a la autonomía en un sentido holístico, diferente a como tradicionalmente se entiende.
continuar así, afectará a las siguientes. La
humanidad al no reconocer la unidad en la
diversidad y la diversidad en la unidad humanas ha
provocado cataclismos entre razas y pueblos.
Ello ha dado origen a generaciones de seres
humanos fácilmente influenciables por valores y
principios generados por una sociedad consumista86.
Este pensamiento dominante, fomentado por una
educación mecanicista y difundido en las sociedades
actuales, finalmente contribuye a la “formación”
(uniformación) de las personas, cuya decisión está
fundamentalmente determinada por los modelos
predominantes, es decir, su autonomía está definida
en términos totalmente individualistas, que ha
llevado a la mayoría de la humanidad actual a una
búsqueda frenética de la vida superflua, materialista, inconsciente, irreflexiva, estereotipada e
insensible a todos y a todo lo que nos rodea. Muy lejos del verdadero sentido de autónomo-‐
interdependencia que los sistemas biológicos desarrollaron (cooperación-‐simbiosis) y han
permitido la presencia de la vida, durante miles de millones de años en nuestro planeta.
“Afirmaremos de un sistema autónomo que está operacionalmente cerrado, si su
organización (en el sentido abstracto) está definida por procesos: recursivamente
dependientes unos de otros para la generación y realización de procesos como tales; si
constituyen un sistema como unidad reconocible en el espacio (o dominio) donde existen los
procesos […] la individuación del ser vivo no se puede pensar, a no ser en pocos de sus
aspectos y como en estado fijo (muerto), sin su inmersión en relaciones ambientales […] el
cierre operacional de elementos situados en niveles separados produce un entrelazamiento de
esos niveles para constituir una nueva unidad. Cuando ese entrelazamiento cesa, la unidad
desaparece. La autonomía surge en este entrecruzamiento. El origen de la vida es un buen
ejemplo de esa ley general” (Varela, F. citado por Assmann, H. 2002, p. 129).
No hay una sin la otra, dependencia sin autonomía, ello es el aspecto clave de la “inter”, entre
cruzamiento o bien autónomo-‐interdependencia, donde prevalecen la unidad y la diversidad
86 “En principio, en las sociedades consumistas, ‘la meta de la economía’, no consiste en crear riqueza social para un mejor desarrollo de las capacidades de sus miembros, ni tampoco para satisfacer sus necesidades sino en incrementar la oferta de bienes y servicios” (Cortina, A. 2002, p. 66).
48 El ser humanae
El desenrollo humanae vitae en el Planeta Tierra es una emergencia del logo, que busca siempre religar lo bio-‐antropo a través del amor en la convivencia-‐diálogo 1 de la especie humana. Los seres humanos necesitamos de la palabra (logo) para coexistir. El desenrollo de lo bio-‐logo-‐antropo en la especie humana es complejo.
humanas (humanae) sin apremiar una sobre otra. En los sistemas sociales actuales se han
dividido como: naciones, clases sociales, razas humanas, grupos étnicos, géneros, grupos
etarios, familias, etc., contrariamente a lo que la vida requiere; su fomento y preservación para
la propia sobrevivencia de los sistemas anteriormente identificados en el paradigma
mecanicista y que en el desenrollo humanae vitae se reconoce como sistema holístico.
Hoy vivimos como si nuestra existencia fuera aislada y si como habitantes de este planeta no
perteneciéramos a una sociedad planetaria. Esto ha redundado en graves crisis que en suma
son una sola87 y no varias (idea fragmentada) cuyas principales manifestaciones son cuatro:
ecosistemas seriamente degradados, el sin sentido de la vida y la violencia, ciencia en pro del
belicismo, y finalmente, crisis económica: concentración de recursos a consecuencia de esta
forma aislada de vivir, de intereses particulares y de la competencia extrema, estableciendo
abismos cada vez más profundos entre todos los habitantes del planeta.
2.3. 2 Lo bio-‐logo-‐antropo88 inscripción en el ser humanae
Lo bio-‐logo-‐antropo es verse y encontrarse en el
otro, un ser humano que se contempla a sí mismo
no al centro del universo (antropocéntrico), sino
que forma parte de la diversidad en unidad al
cosmos 89 . Esto quiere decir que como seres
humanos necesitamos inter-‐retro-‐relación, en la
que se pertenece a sí mismo pero a la vez estamos
unidos al todo, por medio de una fuerte carga
genética y espiritual (hálito: aliento de vida) que se
fundamenta en el amor.
87“La amenaza de guerra nuclear la devastación progresiva de nuestro entorno natural y la persistencia de la pobreza junto al progreso –incluso en los países más ricos– no son problemas aislados. Son diferentes aspectos de una misma crisis que es esencialmente una crisis de percepción.” (Capra, F. et. al, 1999, p. 28). 88 Interconjunción y entrecruzamiento de pensamientos que nos ayudan a plantearnos la alta complejidad del ser humano; la vida, la palabra y lo humano. El ser persona en su multidimensionalidad, requiere del pensamiento complejo para la compre-‐aprehensión de lo humano en el desenrollo humane vitae. 89 “Por más que seamos parte del universo (onda universal colapsada), un eslabón en la inmensa corriente de los seres y de los vivientes, cada ser humano individual […] posee una singularidad irreductible […] Cada uno es el mismo (mismidad y estidad) de una forma original no experimentada anteriormente ni repetible después. […] con el mismo código genético de todos los vivientes, dato a partir del cual fundamentamos nuestra fraternidad y sororidad cósmica, y con la misma inscripción bio-‐socio-‐antropológica.” (Boff, L. 2002, p. 80).
49 El ser humanae
Somos seres bio-‐logo-‐antropos emanados del amor (logo), cada célula o grupos de ellas que
nos componen son elementos constituyentes del amor. El amor emerge del universo hacia el
ser humano, de quien emana también el egoísmo y la maldad, caminos imprescindibles del
desenrollo. Lo bio-‐logo90 es la recursividad o medio original para alcanzar el amor que nos
identifica como un solo ser con la humanidad, el planeta y el universo. El desenrollo humanae
vitae se encuentra mayormente ligado a lo bio-‐logo-‐antropo que resurge en la creatividad del
cosmos, como algo misterioso, develado a la conciencia humana.
El desenrollo es “el desenvolvimiento”; es un desenrollar de la multidimensionalidad del ser
humano, que inicia por la nucleación del logo con lo bio (vida) y resurge en lo antropo
(humanae)91. En el desenrollo del ser humanae se reconoce inmersa la especie (bio-‐herencia),
la sociedad (relacionalidad), lo individual (unicidad-‐mismidad), lo cultural (antropo) y el logo
(compre-‐aprehensión).
La palabra es reconocer que los seres vivos pertenecen “todos” al universo. Asimismo antes,
durante y después de nosotros la humanidad existía y no debe ser desplazada. Al ser
reconocidos como seres de alta complejidad (bio-‐logo-‐antropo) entramos a las puertas de la
otredad. Desde donde es necesaria la inter-‐retro-‐relación para mantener la unidad y la
diversidad de nuestro ser en el universo. La palabra hablada y transmitida con amor, nos
permite discernir sobre el sentido de la vida en el desenrollo humanae vitae, conlleva a vivir el
hoy, a convivir día a día entre generaciones presentes preocupadas para interactuar desde
hoy, de manera consciente para permanecer, conservar y garantizar el ser humanae.
2.3. 3 Espiritualidad del ser humanae Tomar conciencia es despertar a lo espiritual, lo espiritual es darnos cuenta que lo tangible es
efímero, no menos importante pero sin duda está a la par de lo inmaterial que nos alienta a
tener una nueva percepción del mundo.
90 Lo bio-‐logo es un misterio en lo hipercomplejo que significa el ser antropo. “El misterio humano va unido al misterio de la vida y al misterio del cosmos. El misterio de la vida no está sólo en su nacimiento, tan difícil de concebir, sino también en la creación de formas innumerables, complejas y refinadas. <<La creatividad es el misterio supremo de la vida>> (Morin, E. 2001, p. 325) 91 “…la cuestión del origen del hombre y de la cultura no es simplemente una ignorancia que debemos subsanar, una curiosidad que necesitamos satisfacer. Se trata de un problema de inmenso alcance teórico, múltiple y general. Es el nudo gordiano que asegura la soldadura epistemológica entre naturaleza-‐cultura, entre animal-‐hombre. Es el sitio justo donde debemos buscar los cimientos de la antropología.” (Morin, E. 2005, p. 59)
50 El ser humanae
Reconocer la espiritualidad1 del ser humanae produce en nuestro interior una transformación, capaz de dar un nuevo sentido a la vida. Cada ser humanae es único, diverso e interdependiente de su entorno y a medida que se desenrolla, la sociedad en la que vive le da estereotipos culturales que le cambian el rumbo de su camino, impidiéndole el desenrollo de toda su capacidad, femenina y masculina, frenando su, auto-‐trascendencia1.
Tomamos conciencia de que no somos
únicamente partículas (pequeños ladrillos
constituyentes del universo), también somos
ondas, (propagación, expansión, en saltos
discontinuos), somos partícula y onda, y
durante la historia de la humanidad el ser
solamente había sido visto como partícula,
negando su igualmente importante ser onda,
en dualidad.
La espiritualidad logra en nosotros un cambio
interior profundo, se pasa del ser al hacer, a
modo de bucle recursivo, en saltos
discontinuos, en propagación y expansión.
Por ello, es tomar conciencia de que somos
parte material constituyente del universo a la
vez que nos diseminamos integralmente en
él. La humanidad, el resto de la naturaleza y lo que se deposita en el Planeta Tierra son un mar
de relaciones, intercambio incesante de partículas propagadas en ondas, la espiritualidad del
ser humanae es develar la propia conciencia de que somos parte integral del todo, que lo que
hagamos y dejemos de hacer afecta y nos afecta.
El ser humanae espiritual, tiene el compromiso de seguir su camino en el amor al otro y a sí
mismo, en una inter-‐retro-‐relación legítima. De esta forma obtendrán un desenrollo espiritual
que los transformará en otredad. Comprendida así la espiritualidad es el desenrollo humanae
vitae en una interdependencia amorosa, al legitimar al otro como auténtico otro. Originando
un crecimiento interior que los llevará a la trascendencia en otredad92.
La descripción de nuestra realidad93 nos lleva a ver a la naturaleza, a los seres humanos y a
todo el cosmos de una forma diferente. En la física cuántica esto se rompe, al demostrarse que
92 “El amor es el dominio de las acciones que constituyen al otro como un legítimo otro en convivencia con uno. Uno se encuentra con otro y, o se encuentra en las acciones que lo constituyen como un legítimo otro en la convivencia o no. A uno le pasa eso.” (Maturana, H. 1997, p. 46) 93 Es en el siglo pasado cuando la “nueva física” cambia radicalmente la forma de ver al cosmos y su relación con los seres humanos. La teoría de la relatividad de Einstein, es aplicable a una escala cosmológica y virtualmente no tiene aplicación en nuestro mundo cotidiano, la física cuántica es diferente, al ser la física del micro mundo dentro del átomo, ésta describe lo que ocurre internamente en todo lo que vemos y en lo que físicamente somos. “Si bien convenimos con Einstein en que la física cuántica como está construida actualmente no proporciona una explicación adecuada del mundo material cotidiano que vemos a nuestro rededor, mi propia inclinación se halla hacia el punto de vista de
51 El ser humanae
no hay movimiento continuo, que hay “saltos94” discontinuos, también la física cuántica con el
principio de incertidumbre95, y otros más nos deja entrever la importancia de cambiar nuestra
percepción del mundo actual, necesitado de un ser humanae con un espíritu de familiaridad
con el otro, de pertenencia y hermandad con todo lo creado en el cosmos.
¿Qué sucedería si el ser humano no fuera el único ser dotado de espiritualidad-‐conciencia96 en
el cosmos? ¿Si no fuéramos únicos97? “Escribió el filósofo alemán Rudolf Hermann Lotze en el
siglo XVIII, ya no miramos una parte del cosmos únicamente como un ciego instrumento sin
vida para los fines de otro, sino que, por el contrario, encontramos debajo de la inalterada
superficie de la materia, atrás de las rígidas y regulares repeticiones de su obra […] el calor de
una actividad mental oculta” (Zohar, D. 1999, p. 55).
La conciencia de los seres vivos continua siendo un enigma98. “Desde el punto de vista de la
mecánica cuántica, yo soy mis relaciones con los subyoes dentro de mi propio yo y mis
relaciones con otros, mis relaciones vivas con mi propio pasado por medio de la memoria
cuántica, y con mi futuro por medio de mis posibilidades. Sin relaciones yo soy nada.” (Zohar,
D. 1999 p. 55). Somos la historia, parte de los que han muerto antes que nosotros, somos ellos.
Pero también soy yo-‐tú, en unidad. Desde esta percepción del yo espíritu-‐conciencia, el ser
humanae inmerso en un mar de relaciones, es un ser comprometido con el cosmos. Este ser
común-‐unión con el todo, resignifica nuestra existencia espiritual, sin dar cabida a la soledad,
la vacuidad o la alienación.
Bohr-‐Heisenberg de indeterminación. Es decir, la opinión de que el fundamento mismo de la realidad es un laberinto indeterminado y no fijo de probabilidades” (Zohar, D. (s/a), p. 28).
94 “Max Planck demostró que toda energía es radiada en paquetes individuales, llamados quanta, más que en corrientes que fluyen sobre un espectro continuo; los brincos aparecieron algunos años más tarde, cuando Niels Bohr demostró que los electrones brincan de un estado de energía a otro en “saltos cuánticos” discontinuos, cuya dimensión del salto depende de que tantos quanta de energía hayan absorbido o desprendido.” (Zohar, D. p. 30) 95 Las descripciones de onda y partícula del ser se excluyen una a la otra, tanto las ondas como la partículas son fundamentales, y juntas son la materia, sin embargo nunca podemos medir exactamente ambas cosas al mismo tiempo. 96 El ser humanae vive en unicidad, espíritu-‐conciencia son misterio del ser de alta complejidad. 97 “Tomamos con seriedad las sugerencias hechas por filósofos y físicos como Alfred North Whitehead y David Bohm, de que hasta las partículas subatómicas elementales podrían poseer propiedades de conciencia elemental. (Zohar, D. 1999, p. 51) 98 “En alguna forma extraña un electrón o un protón (o cualquier otra partícula elemental), parece `sabe´ respecto a cambios en su ambiente y parece responder concordantemente.” (Zohar, D. 1999, p. 57)
52 El ser humanae
2.3.4 Ser humanae econocuántico99 El ser humanae econocuántico, es una orientación y una actitud más que una filosofía, un
nuevo paradigma de la vida en la transformación constante para el ser humanae
(perteneciente y constituyente del universo).
Resurge e interactúa en la cotidianeidad para
solventar las necesidades materiales (átomo-‐
partícula-‐materia) de todos y de todo, cuidando
las cuestiones inmateriales (onda-‐espíritu)100.
El ser econocuántico atiende la emergencia de
una disciplina alternativa a la tradicional-‐
ortodoxa, como una respuesta a un instrumental
meramente materialista que emana de una visión
mecanicista-‐racionalista de la administración o buen
gobierno del hogar (significado etimológico de la
economía). Emergencia de reconocer que el hogar, es tanto el nicho vital: familiar, social,
ecológico, es decir; nuestro planeta y el cosmos.
En econocuántica requiere de un ser que reconoce en cada situación y en sí mismo lo
complejo, el holismo y por tanto en su actuar busca con ética, alcanzar el desenrollo como
camino de, en y para la vida.
La economía tradicional es antecedente necesario pero no único de econocuántica, que es el
intento del ser humanae de dar un salto cuántico en esa misma disciplina científica. Pretende
que el ser econocuanta promueva una ruptura con los atavismos materialistas y meramente
99 Lionel Robbins, en la definición más reconocida mundialmente de economía (1932) y difundida por el manual de economía más utilizado para educar en las facultades de economía del mundo (“economía”,de Paul Samuelson) identifica a la disciplina con la causa y el efecto, en torno a las necesidades crecientes de la población y los recursos cada vez más escasos, su asignación óptima, caracterizan a la antigua economía, la econocuántica entonces, socava ese cimiento, reforzándolo a la vez y sustituyéndolo, con reconocer que no hay separación entre población y recursos, que no existe un “óptimo de asignación” sino una auténtica pertenencia con el planeta como un solo ser vivo del que formamos parte y que por tanto tenemos que nutrir, conservar y fomentar junto con todo lo que se encuentra en él. Finalmente, la transformación no podrá ser tan solo teórica, sino verdaderamente vivencial, quiero decir; que el crecimiento de la población no debe ser un obstáculo para el desenrollo, sino que con ética, fomentar de manera autónomo-‐interdependiente y con conciencia de humanidad, idear las formas de vida diferentes y acordes a la sustentabilidad (sostenibilidad) de la vida en el planeta. 100 “… ‘Visto en su aspecto de partícula’, el Yo cuántico tiene importante integridad individual, no obstante, a través de su ‘aspecto de onda’, es capaz de estar involucrado simultáneamente con otros ‘yoes’ y con la cultura en general. Esto sienta la base para la identidad personal y para la responsabilidad personal, y al mismo tiempo, para la intimidad e identidad de grupo” (Zohar, D. 1999, p. 132).
Foto 2.3 Fogón de leña: calor
familiar del ser campesino
53 El ser humanae
Econocuanta, implica la transformación del pensamiento del economista tradicional al dar un salto de la economía ortodoxa a uno más amplio y complejo. Con la cuántica se transgreden a las matemáticas tradicionales como el instrumento más importante, y con ello se retorna a la unidad (el todo en la parte y la parte en el todo) y complejidad, modificando lo mecánicas a redes e imbricaciones más complejas, cambiantes, únicas e irrepetibles.
Econocuántica, por lo tanto, comienza a surgir como resultado de una conspiración que nos incita a que la economía, reconozca y se guíe por la ética. Es decir, a principios y valores que son fundamentales para que fluya en el desenrollo humanae vitae en el Planeta Tierra. Que reconoce al ser humanae, donde en el otro ser me puedo ver a mi mismo con amor y misericordia, con paz y afán de donarse a sí mismo y a la humanidad, en cada esfuerzo cotidiano y extraordinario.
mercantilistas que no
promueven y fomentan la vida
en todas sus manifestaciones
y formas, busca la armonía, la
paz en y del hogar: Gaia.
La casa donde se habita, como
la común-‐unidad, requiere de
un constante reconocimiento
de la conciencia-‐espíritu que
nos religa, y de la que emana
el cuidado recto y prudente
del hogar-‐planeta. Cuidar lo
orgánico sobre lo material, sin
depredar y dañar la permanencia y la continuidad de la historia, las especies y la vida.
No hay econocuánta que estudia crea y recrea la microeconomía tradicional, es decir, que
estudia “las expectativas racionales de individuos”, sino, que para la econocuántica el ser
humanae, es una compleja relación con el todo
en autónomo-‐interdependientes.
Las formas y pensamientos, modelos y
estructuras rígidas del conocimiento, comunes
y diferentes en las escuelas, tanto en los
pensadores y ejecutantes de la disciplina
científica conocida como economía, tienen
todas y todos en común, el fundamento
mecánico-‐reduccionista, simplificador que
niega la complejidad de las inter-‐retro-‐
relaciones de cada actuar.
Quienes promueven el “laissez faire, laissez
passer” (dejar hacer, dejar pasar) tomarían un
nuevo sentido con la econocuántica, entendido
este pensamiento como un auténtico apoyo
que ofrece una salida alternativa que no
coercitiva ni “libertina”, sino libre (cooperativa-‐
solidaria), para trascender de la tradicional forma de hacer economía política, (aquella que
divide a las personas y las naciones), perdiendo la posibilidad de solidaridad, con una
54 El ser humanae
búsqueda del desenrollo que se apoya fuertemente en las matemáticas más tradicionales; en
las causas y efectos perdiéndose el sentido de la complejidad.
Básicamente el salto cuántico de la economía se da en esta situación, porque siempre de
fondo estaban y por separado, la causa y efecto, la parte y el todo.
El ser humanae encargado de la econocuántica no abandona a la economía, sino que la
transforma y complejiza, más finamente humanae con ética sobre la senda del desenrollo (una
que es promotora de la vida), un instrumental de un buen gobierno, para poder trascender
como humanidad (humanae). El ser econocuanta recreará incesantemente la econocuántica
que se traducirá en un nuevo servicio (como actitud), más que en un instrumento (que por sí
mismo no tiene conciencia para actuar), en y con la ética de la humanae. El ser econocuanta
está inmerso en valores como la cooperación, la solidaridad, el servicio y la honestidad.
2.4. Trascender del género (hombre-‐mujer) en el ser humanae
El género humano prácticamente logró su
cúspide evolutiva-‐biológica hace miles años. En el
aspecto de lo racional e intelectual, el progreso
ha sido asombroso, como ejemplo de esa
escalada están; el conocimiento científico y las
habilidades tecnológicas. Así mismo el
crecimiento de la parte social, en especial la
espiritualidad, la sabiduría y los valores morales
han disminuido.
El género humano ha brindado preeminencia a su
lado masculino, incluyendo los conocimientos
racionales, el análisis y el control; desatendiendo
su parte femenina como; la sabiduría intuitiva, la
espiritualidad, la síntesis, la conciencia holística. Se puede decir que la cultura le ha dado
demasiada importancia a la parte masculina —exigente, agresivo, competitivo y expansivo,
utilizando un pensamiento lineal y analítico— mientras que la parte femenina ha quedado
relegada—sensible, cooperativa, intuitiva y consiente del entorno.
Foto 2.4 Niñas de Aquilitla, Ver. Méx.
Dura tarea de la mujer.
55 El ser humanae
La trascendencia del género masculino-‐femenino al ser humanae inter-‐retro-‐actúa en lo auténticamente masculino y lo auténticamente femenino, inseparables e intrínsecamente vivénciales. La separación de ambos es una violenta acción (machismo) o bien una manipulación (feminismo), se ha confundido la diversidad y la unidad de lo masculino y lo femenino con la fragmentación del ser ligado únicamente a la sexualidad. La unidad-‐diversidad hace referencia a la coexistencia indisoluble del ser humanae.
El género en su transcendencia al ser humanae,
más que complementarios son un solo ser no solo
entre ellos, sino en su encuentro y pertenencia con
la vida, con el planeta y el universo. Concordamos
en que cada uno, mujer y hombre, hombre y
mujer; tienen tanto lo femenino como lo
masculino en lo más hondo de su ser, y que lo que
buscamos en este rizoma es develar lo femenino
en el hombre, y lo masculino en la mujer, como
caminos de paz y permanencia en la felicidad.
56 El ser humanae
Capítulo 3
De la educación al educere-‐vitae.
57 De la educación al educere-‐vitae
“Una escuela, después de todo, es un lugar en donde el estudiante es básicamente feliz, un lugar en donde no se le fuerza, donde no se le amedrenta con los exámenes, donde no se l
compele a actuar conforme a un patrón, a un sistema. Es un lugar donde se enseña el arte de aprender. Si el estudiante no es feliz, no es capaz de aprender ese arte”.
J. Krishnamurti.
3. De la educación al educere101-‐vitae La educación ocupa un lugar central en el desenrollo humanae vitae. Repensamos la educación
para la vida, para el ser humanae, como el escenario propicio del encuentro de saberes y de
seres en convivencia, transformándose, a la vez que individuos en sociedad, en pueblos locales
y en patrias planetarias; en constante desenrollo holístico: lo humanae, lo espiritual y el
cosmos. Creemos que, aún es tiempo de realizar cambios epistemológicos102 que puedan
lograr que los futuros jóvenes desenrollen sus potencialidades libremente sin límites,
fomentando una educación holista para la vida y la trascendencia: esperanza de la humanae.
La educación no puede quedar indiferente a la crisis mundial que vivimos, y que afecta todos
los aspectos de nuestras vidas; la sociedad, la economía, la política, la tecnología, la salud, la
calidad del medio ambiente y las relaciones con nuestros semejantes. La crisis de percepción,
nos pone en riesgo como humanidad, junto con la vida animal y vegetal.
Es urgente una nueva experiencia de re-‐aprendizaje del ser humanae para y con la vida: una
educación que auxilie a experimentar una cosmogonía de la vida. Por eso proponemos la
educere vitae, que permita experimentar la humanae, especialmente con orientación hacia los
jóvenes, que nos ayude a superar la parcialización del conocimiento y del pensamiento, algo
superior a las ficciones de una vida superflua, llena de mitos del materialismo103, que nos
101 Robert Muller, J. Krishnamurti, María Montessori: “Los tres hablan directamente a nuestros corazones. Nos piden que exploremos los recursos más profundos del espíritu humano –educar en el sentido del educare en latín– lo cual significa `extraer´ aquello que ya está presente.” (Snow Gang, P. 1997, p. 155) 102 “el cambio epistemológico en la educación tiene que ver con la supervivencia y la calidad de vida del futuro en este planeta. Se trata de incluir, en el propio aprender, el aprender la vida y aprender el mundo, pensando en la construcción de un mundo donde quepan todos.” (Assmann, H. 2002, p.108) 103 Con materialismo queremos expresar; insuficiencia del “cuatrimotor loco” (Morin, E. et. al. 2002, p. 83), es decir; la idea errónea de suficiencia humana basada en la relación entre ciencia, técnica, industria e interés económico, únicamente. Una economía no para la vida, sino basada en poseer más, extracción, uso, explotación del planeta y de la humanidad sobre la humanidad, por el simple progreso científico y técnico, sin compasión por el planeta ni por la propia humanidad a la que se pertenece.
58 De la educación al educere-‐vitae
conduzca a explorar en la aventura científica, para abrir las fronteras rompiendo los límites
actuales impuestos por el paradigma cartesiano tradicional.
Este cambio plantea la posibilidad de romper con el materialismo (cuatrimotor) y sus
consecuencias negativas en los seres humanos, que afectan en la pérdida del sentido de la
vida, de propósitos no solo utilitaristas y consumistas, nihilismo, alienación de la mente y
justificación de la violencia. Actualmente todo pensamiento y educación está basado en el
supuesto de que nosotros estamos separados del mundo, actuamos y hacemos como si no
tuviera implicaciones negativas para las generaciones futuras, nuestro planeta o cualquier
lugar del universo
La propuesta de una educere vitae para el
desenrollo humanae vitae se basa en los cuatro
principios enlistados en el capítulo uno de este
documento, con especial énfasis en lo que
respecta a la educación, el principio de inter-‐
retro-‐relación que implica que la unión entre
seres humanos se manifiesta en la unitas-‐
multiplex104: la parte de una totalidad cósmica,
donde todos estamos sumergidos a modo de relación
recursiva105, y todos formando parte de ese todo.
La educere vitae, tiene como propósito; el cuidado,
fomento y compasión por la vida en todas sus manifestaciones, la trascendencia a modo de
camino y la felicidad como destellos propios de la vida. La humanidad no puede continuar con
el paradigma mecanicista, basado en reglas de sobrevivencia, liderazgo a ultranza,
competencia, fragmentación y egoísmo, que percibe a nuestro mundo como una bola de lodo
insignificante en una galaxia pequeña, que hay que explotar. El propósito del desenrollo 104 “Es la unidad humana la que lleva en sí los principios de sus múltiples diversidades. Comprender lo humano es comprender su unidad en la diversidad, su diversidad en la unidad. Hay que concebir la unidad de lo múltiple, la multiplicidad del uno […] La educación deberá ilustrar este principio de unidad/diversidad en todos los campos.” (Morin, E. 2001, p. 53) 105 “la relación sociedad-‐individuo no se efectúa en primer lugar según un determinismo social que tolera diversamente márgenes de libertad individual sino según un bucle de producción mutuo individuos sociedad
en el que las interacciones entre individuos producen la sociedad; ésta constituye un todo organizador, cuyas cualidades emergentes retroactúan sobre los individuos integrándolos.” (Morin, E. 2003, p. 186). Las flechas son copia fiel del original.
Foto. 3.1 Coloquio desenrollo
humanae, Coyopolan, Ver. Méx.
Noviembre 2007.
59 De la educación al educere-‐vitae
humanae vitae, es influir en toda la humanidad y en especial en los jóvenes; para que en su
caminar tenga sentido su vida, plenitud en el buen vivir y el buen morir, que la propia
existencia forma parte de una sola y única vida que está integrada por todas las
manifestaciones de la misma en el cosmos, y que es mucho más que solo la suma de ellas.
El reto será desaprender en el cerebro lo aprendido en el antiguo paradigma; en lo que
respecta a la visión del universo como una gran maquinaria, y la vida simplificada a semejanza
de un gran reloj, dónde lo importante es la prontitud. A lo que nos referimos, es tratar de
ampliar sus límites, generar una visión de totalidad (holismo-‐complejidad-‐orgánica), en lugar
de dividir y fragmentar: “la importancia de una percepción diferente del mundo radica en que
si podemos hacer que el hombre tenga la percepción de que todo lo que nos rodea es parte de
nosotros mismos, va a tener un respeto por toda forma de vida en el mundo […] dañar a otro
sería como dañarnos a nosotros mismos”. (Peat, D., Clark, E. 1997, p.88).
La educación actual ha hecho énfasis, erróneamente; que primero se piensa y después se vive,
se trata de un acto institucionalizado, fragmentado entre las instituciones educativas y las
familias, excluyendo el compromiso social de educar. Para el desenrollo humanae vitae, se vive
(se existe) y sino a la par, al menos después se piensa, esto es fundamental; se trata del bien
común, es la conjunción del compromiso, como único e indivisible; no institucionalizado por
ende no separado de las actitudes y acciones cotidianas de la sociedad toda. Reconociendo al
menos lo cuatro principios (que no son todos, pero si fundamentales para la propuesta que
este documento lanza), que tratan de una educación que da el salto cuántico: de la educación
tradicional al educere-‐vitae106 , del latín “guiar”, que no conducir, una orientación más no
imposición para la vida.
Educere-‐vitae se trata fundamentalmente de un cuidado de la vida, más que instruido y/o
formado, vivencial en lo cotidiano, cuidado de la vida en todas sus formas y manifestaciones;
en toda la complitud, complementariedad y complejidad de la existencia. Educere-‐vitae no es
homogeneizante (en el ser y saber), ni fragmentada (como responsabilidad social o como
parcelas de materias de la ciencia), ni es un control (potestad y privilegio de grupos aislados),
que es en lo que se ha convertido la educación tradicional.
106 Fonéticamente (se pronuncia) en latín “educhere vitae”.
60 De la educación al educere-‐vitae
La educere-‐vitae es más que una “lupa o zoom”, es el observador-‐observado, este cambio epistemológico permite auténticamente ver con diferentes niveles de claridad lo que es el desenrollo humano vitae, y que siempre; hagamos o dejemos de hacer, alteramos la vida de lo visto, estudiado, analizado y/o trabajado.
3.1 Educere-‐vitae en el desenrollo humanae Un organismo vivo se acopla con creatividad (configuraciones y adaptaciones nuevas) es una
capacidad de los organismos vivos. Desenrollo y aprendizaje son dos caras de la misma
moneda. “Estar vivo, que es sinónimo de estar interactuando, como aprendiente, con la
ecología cognitiva donde se está inmerso, desde el plano estrictamente biofísico hasta el más
abstracto plano mental.” (Assmann, H. 2002, p. 35).
“Una educación escolar conforme a valores
contribuye a hacer posible que el educando deje de
ser un simple objeto de influencia y se forme como
sujeto” (Hirsch, A. 2001, p. 289). La educere-‐vitae
puede ser un camino, orgánico (servir y no servirse
del medio natural al que pertenece) y holístico
(perteneciente al cosmos) del desenrollo humano
vitae y no la forma para alcanzar el poder-‐
dominación.
Ser observador-‐observado abre la educación porque
se cuestiona al conocimiento y su fuente. Por tanto,
la educere-‐vitae no es ni pública ni privada, sino
“abierta” (más que el concepto mínimo y rígido de
estudio institucionalizado), es de libre acceso (libre de burocracia), donde el medio es fin a la
vez.
La educere-‐vitae se convierte en el preámbulo de una incipiente sabiduría, en tanto estimula
una nueva consciencia de las realidades humanas (contextos sociales-‐culturales), naturales (de
lo orgánico) y cósmica, debe traducirse en una eco-‐educación para los seres humanos, no es
contra corriente, no se opone a lo preestablecido en la educación tradicional, sino que esta a
favor de la vida en todas sus manifestaciones. No separa el bien-‐estar del bien común, no
busca lograr intelectuales tan solo, sino que busca la sabiduría en apego profundo a la ciencia
del paradigma emergente, y en conjunto encontrar el destino que es vida-‐muerte (buen vivir y
buen morir), en el camino que se construye transitando; el desenrollo humanae vitae.
Las primeras notas de nuevas estrategias cognitivas para la humanidad comienzan a ensayarse
e instrumentarse; provienen de una forma diferente de escuchar y contemplar el universo.
Aquí y allá emergen, poco a poco, los descubridores de una nueva realidad (nuevo paradigma
científico); ellos se vuelcan contra la percepción materialista y mecánica del ritmo y del
61 De la educación al educere-‐vitae
El nuevo pensamiento, educere-‐vitae: contribuye a la formación de una visión universal educativa, con libertad en la creatividad para construir y proponer una nueva educación (guía en la construcción de una política civilizatoria1 ) para los seres humanos, que serán impulsores de su propio desenrollo humano vitae, en armonía con la naturaleza a la que pertenecemos ineludiblemente.
movimiento universal. Está libre de retornar la cosmogonía universal del espíritu humano,
reconversión de mente y cuerpo en unidad, y la concepción de un mundo diferente comienza a
engendrar la simiente de una distinta senda para el pensar y el caminar humano (humanae). La
percepción de una realidad entramada en dimensiones cuánticas, físicas, ecológicas, orgánicas,
antropológicas, sociales, psicológicas y espirituales, comienza a delinear un nuevo y
numinoso107 sendero para el educere vitae.
Caminar a lo largo de ese sendero implica reconocer a la existencia humana unida
indisolublemente a los entornos y a nosotros mismos; significa buscar propuestas creativas
para la solución de los problemas que a todos nos atañen; propuestas que vayan más allá de la
búsqueda de beneficios egoístas, bajo una educere que libere la imaginación y dé valores en
favor de la conformación de una comunidad universal (humanae). Educere que revele y que
permita a los habitantes del planeta sentirse parte
holográfica de la Tierra, de su madre Gaia, a la vez
de contemplarse como ciudadanos del cosmos.
La humanae vitae se desenrollará a través de un
nuevo paradigma educativo (educere-‐vitae), se
desenvolverá en humanae, que permita la puesta
en interacción del mundo interior y exterior del
ser, que fomente la convergencia armónica entre
individuos y sociedades, así como el pacto
amoroso entre cultura y natura
El La educere-‐vitae (renacimiento científico) debe
dar libertad al conocimiento; a la comprensión
holística y espiritual del universo, así como la
humildad para reconocer las limitaciones de la
racionalidad humana, esto aportará no solo
conocimientos científicos, sino visos de sabiduría a la humanidad.
107 “Lo numinoso trasciende la tangibilidad humana, pues no se le puede abarcar cabalmente en ninguna de sus expresiones. Es relativo, puesto que la numinosidad se realiza de infinitas maneras que corresponde a las posibilidades ilimitadas de revelación del espíritu humano; es inherente en el intelecto, ya que envía su mensaje al mundo tangible mediante símbolos y vuelve al espíritu en donde mora, toda vez que constituye el significado del hombre, de su medio y su trabajo.” (Arias, J. 1991, p. 83): “El mundo numinoso de los mayas. Estructura y cambios contemporáneos”
62 De la educación al educere-‐vitae
3.2 Eco-‐educación108 y autopoiesis educativa La educación actual es institucionalizada (encarcelada literalmente, entre 4 paredes). Caemos
en el error de creer que solo dentro de la estructura rígida y burocrática es posible educar y
educarnos, principalmente a la niñez y juventud que aun así, privilegiadamente acuden a las
escuelas, esto es; tan solo un sector de la sociedad tiene acceso a la educación formal.
Se constriñe la educación a simples horarios escolares (repetición, transmisión y memorización
de textos) y la tarea (labores de coerción-‐sanción, con la excusa de ejercitar la mente, que no
refuerza en la mayoría de los casos el conocimiento, sino, lo obliga, le quita lo placentero y la
ternura) y así, en estos dos (tarea y horarios escolares) se simplifica el esfuerzo institucional
por educar.
La coerción es donde se finca el esfuerzo por educar. Alejando, dividiendo y separando los
educandos y educadores, a quienes no se les identifican como un solo ser (seres-‐siendo,
observador-‐observado), con roles intercambiables recursivamente, y también se pierden no
solo el encuentro entre seres humanos sino la sensibilidad real con la ideogenomatesis109, el
transcurrir de la vida a modo de bucle recursivo con el medio ambiente: natural y construido,
además del cosmos y el espíritu.
La autopoiesis es un ejemplo para la auto-‐organización educativa, como analogía de perfección
que proviene de los seres vivos para los seres humanos, se trata del constructo ideológico
intelectual suficientemente complejo para a la vez transferir y adquirir conocimiento en
diálogo, es decir, es una base para la educere-‐vita
Si la educación tomara de los organismos vivos, la autopoiesis y la autoorganización como
momentos trascendentes de la vida en su creación y en su vivir, cada proceso educativo sería
un holograma de la vida viviendo (la parte en el todo y el todo en la parte), no de una vez y
para siempre, sino en la cotidianeidad del vivir en la convivencia del ser y hacer.
108 Definición de eco-‐educación es una propuesta de Frijot Capra y Edward T. Clark: “la ecoeducación está basada en la teoría de los sistemas vivientes. La teoría de sistemas nos dice que todos los sistemas vivientes –organismos, sistemas sociales y ecosistemas-‐ comparten un conjunto de propiedades y principios de organización comunes. Estos principios son los de la ecología. Debido a que los sistemas ecológicos representan los sistemas vivientes fundamentales sobre nuestro planeta, se sigue que nuestro entendimiento sobre cómo funcionan conjuntamente estos principios para construir totalidades integradas, a las que llamamos ecosistemas, nos proporcionan un prototipo al mismo tiempo `ideal´ y, no obstante, práctico que nos permite extrapolar con el propósito de organizar mejor nuestros sistemas sociales, educativos, y funcionar más efectivamente” ver a Edward T. Clark en: (Gallegos, N.R. 1997, p.73-‐74). 109 Enmarcado dentro del lenguaje total; ideogenomatesis significa en lengua romance; “personal desarrollo del aprendizaje/ un personal irse haciendo en el conocimiento”. (Gutiérrez, F. p. VII) 109 Es decir, como un lenguaje total (Gutiérrez, F.), Op. Cit. capítulo 1, subcapítulo 1.3
63 De la educación al educere-‐vitae
La precedente ecológica (huella ecológica) de lo humano, emana de la auto-‐organización del
ser vivo en su expresión social tanto como celular (autopoiética), que brinda la capacidad de
interpretar al ser vivo, no como un agente que
descubre sino que forma parte del mundo; por
tanto es objeto y sujeto de eco-‐educación, aprender
mientras se transforma y transforma el mundo,
“observador y observado, el que conoce y lo que
conoce forman una unidad indisoluble” (Maturana,
H. y Varela, F. 2004 p.75).
Ser humano cognoscente (persona conciente de su
conciencia) más que tan solo aprendiente (actor de
un momento finito que se prende de su incipiente
saber110), es más que el resultado de la acumulación
continua de conocimiento científico, se auto-‐
organiza y es interdependiente para el saber, pues
al menos, conoce su propio limitado saber
construido por la ciencia que es discontinua a la vez
que inseparable de su trama biológica, histórica, social y cultural. Por tanto, el ser de lo
humanae es tanto aprendiente como cognoscente, en todo tiempo y espacio, más que
transgeneracionalmente o tan solo por su carga genética, por la vivencia de su ser espiritual de
forma cotidiana; como ser humanae discreto y autónomo-‐inter-‐dependiente.
De esta manera, son tres los elementos necesarios para la caracterización del ser humanae
que vive la educere-‐vitae (Eco-‐educación con espiritualidad) en su cotidianeidad:
• Ser humanae como cognoscente (es más que un simple educador) es interacción, es
decir; está imbricado111 en una red de origen (caos-‐orden que nos lleva al inicio
recursivamente: al origen de la vida), es también una red de alcances de su operar;
(que al compartir la educere-‐vitae transforma a los educadores en educandos al mismo
110 Que contiene en poca dosis, sin embargo contiene, la semilla o germen útil y necesario para desenrollar la ciencia con conciencia. 111 Imbricado: adj.-‐biol. “Dicho de las hojas, de las semillas y de las escamas: sobre puestas unas a otras como las tejas en un tejado”. Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española.
Foto 3.2 Francisco Gutiérrez, Director del doctorado en educación (ideogenomatesis)
64 De la educación al educere-‐vitae
tiempo-‐espacio), se transforma y transforman su nicho vital112, en lo ordinario y
extraordinario de su vida, del ser al hacer.
• El Ser humano como aprendiente (más que un simple educando) es referencia; vive y
realiza la pedagogía del educere-‐vitae, en la realización de su ininterrumpida dinámica
de ser y vivir, es un ente dinámico más allá del conjunto de moléculas y/o seres que lo
integran y auto-‐organizan, por sus inter-‐retro-‐relaciones con las demás formas vivas.
• Finalmente y resultado de las dos anteriores el ser humanae vive y se transforma en la
eco-‐educación, es decir; en su integralidad de interacción recursiva del ser (en su
inseparable ser educador-‐educando), es una red a modo de nodos implicados que
constituyen el rizoma de la educere-‐vitae para el desenrollo humanae vitae.
Eco-‐educación es conocimiento incipiente 113 de la verdad única y sus múltiples
realidades (puntos de vista y/o dimensiones). Eco-‐educación con espiritualidad
manifiesta, es una aproximación a la sabiduría, por tanto es un acercamiento vivencial
al sistema espontáneo, no pre-‐establecido ni prefabricado, es la relación viva del
desenrollo humanae y el medio natural, en constante transformación y cambio. Es
resultado de coherencias de estructuras sistémicas distinguibles que poseen
coherencia estructural-‐biológica-‐cultural del medio; distinguible del sistema, pues
cambia y se adapta a él (educere-‐vitae) al que transforma constantemente
transformándose a sí misma.
La educere-‐vitae se nutre de la multidimensionalidad del ser humanae (espiritualidad,
econocuántica, bio-‐logo-‐antropo y autónomo-‐interdependencia, al menos)114. Esto es, educere
vitae, es más que la simple praxis, es la auto-‐organización compleja del ser vivo (autopoiesis),
interacción e integración, esto quiere decir que en la educere vitae, se manifiestan las tres
siguientes pedagogías emergentes a la vez:
• Educación emergente: la educación surge de todos sus componentes e
inseparablemente, a la vez se manifiestan todos sin reducirse a ellos (maestro, alumnos,
aula, planes de estudios, institución educativa, medioambiente, sociedad, cultura,
historia, etc.). Pero además, rompe con estos paradigmas rígidos; supera la globalización
homogeneizante del conocimiento. 112 “Hablar hoy día de nichos vitales –y no hay vida sin ellos– significa hablar de ecologías cognitivas, de ambientes que propician experiencias de conocimientos.” (Assmann, H. 2002, p. 23) 113 Incipiente; que apenas emerge, casi imperceptible, nunca insipiente; ignorante o lego. 114 Estas cuatro chifladuras (nosotros como grupo), junto con los cuatro principios que sostienen la vida, (citados en el capítulo primero de este documento, subcapítulo 1.4), son las cimientes que sostienen e impulsan a la vez, esta propuesta del salto cuántico desde el desarrollo humano sostenible al desenrollo humanae vitae.
65 De la educación al educere-‐vitae
• Individualización de la educación: cada individuo es igualmente importante para ser
educado como para explicar su educación en la evolución del conjunto de individuos.
Esto es, personalizar el encuentro educativo, donde cada ser es único e irrepetible
(unitas multiplex) con necesidades únicas y posibilidades educativas ilimitadas para
crear, aún cuando se necesita de la colectividad (común-‐unión) para hacer la
individualización; más que educación personalizada, se requiere de una vivencia
personal en medio de una comunidad.
• La educación como fenómeno interpretativo: la significación (o bien significado) de
aprender más que el solo hecho de aprender. El sentido de la vida, cimentada en todo
saber que ayude en anteponer la existencia al pensamiento, (no existencialismo), la vida
física y espiritual a la vez: trascendencia.
Foto 3. 3 Conversatorio con Francisco Gutiérrez.
66 De la educación al educere-‐vitae
La Biopedagogía puede ser entendida de forma compleja, como la inserción ecológica en el proceso social de educar1, una forma de mostrar modos de aprender con base en el ejemplo de los organismos vivos y su auto-‐organización (autopoiesis). ¿Y qué sucede con lo espiritual? en la vida y la muerte radica la espiritualidad, la conciencia solidaria alimenta y hace crecer el espíritu junto con la gratuidad hecha con amor1, es decir; darse y donarse uno mismo, reconociéndome y reconociendo a los
3.3 Educere vitae es: espiritualidad y biopedagogía115 La realidad de la espiritualidad está
dentro del ser humanae, es
imposible separar mente, cuerpo y
espíritu, ya que es una entidad
inseparable. “No solo pensamos con
la cabeza sino también con
emociones y con todo el cuerpo, así
como con nuestro espíritu, nuestras
visiones, esperanzas y percepción de
significados y valores” (Zohar, D.
2001. p. 54).
No se puede separar al espíritu de
nuestra mente-‐cuerpo, aún cuando
estamos acostumbrados a separar todo (vemos al ser humano como una máquina), como si el
todo se integrará por partes únicamente, cuando sabemos que “el todo es más que la suma de
sus partes” (Pascal, B.) y que la parte puede contener información sobre el todo (ADN o el
holograma, por ejemplo), debemos aceptar y reflexionar que estamos todos unidos, la
competencia nos hace seres aislados, e individualistas, egoístas, impidiéndonos también la
felicidad.
Por tanto, el ser humano que vive la educere vitae reconoce que no puede vivir aislado,
necesita vivir conviviendo y comunicándose con los demás seres vivos, ser reconocido por ellos
y sobre todo ser amado en una mutualidad. El egoísmo o egocentrismo es lo contrario al amor,
es un acto de dominación e imposición a otros, pensemos por ejemplo en un pequeño niño
quien trata de imponer su voluntad a través de un berrinche (rabieta), ese es un acto egoísta
(aunque inconciente), que será superado por la madurez que vaya adquiriendo con los años; a
su vez, va aprendiendo a amar a los demás (donarse), por tanto amar y madurez están
aparejados en el proceso de la vida y también en ello se educa. Nos sentiremos más amados 115 Biopedagogía, en resumen: “sobre el transfondo de esa hipótesis compleja, surge por vez primera en la historia humana-‐ la posibilidad de relacionar íntimamente el potencial innovador del conocimiento con la propia esencia creativa de la vida. Los procesos cognitivos y vitales descubren su lugar de encuentro, marcado desde siempre, en el centro de lo que es la vida, como proceso de autoorganización, desde el plano biofísico hasta los ámbitos sociales; la vida quiere seguir siendo vida – la vida que se `gusta´ y que se ama-‐ y anhela ampliarse en más vida. La producción y reproducción biológica y social de la vida, no se deja encuadrar en esquemas econométricos, por que los seres vivos entrelazan necesidades y deseos de un modo mucho más complejo. Ambos forman un tema unificado” (Assman, H. 2002 p. 27).
67 De la educación al educere-‐vitae
“La fría razón tiende no solamente a disolver el amor, sino también a considerarlo mera ilusión y locura. Por el contrario, en la concepción romántica, el amor se convierte en la verdad del ser” (Morin, E. 2001. p.28).
cuando menos egoístas seamos (cuando maduremos, ser más ego que egoístas116), asumiendo
y tomando conciencia del necesario desenrollo humanae vitae.
El paradigma dominante de las ciencias, es el que establece el cómo, el qué y el para qué se
educa: el cómo con el método pedagógico; el qué con la ciencia dominante; el para qué con la
racionalidad única y estrecha (eliminando la posibilidad creativa y artística).
Siendo que en realidad, el arte emana preponderantemente de la locura, la locura es
sojuzgada por el razonamiento, la libertad creativa se genera en estados “demenciales”117.
Expresar amor (madurar como individuo y humanidad) requiere de prudencia tanto como de
locura, de desprenderse de la racionalidad estrecha, la posibilidad de creación (demencial y
artística), es liberar el espíritu. “El atraso ha pasado a ser, sobre todo, de las mentes y de los
corazones” (Assmann, H. 2002, p. 21). El avance de la educación proviene del amor, pasión y
ternura: de la conjunción entre biopedagogía y espiritualidad.
Sin embargo, el paradigma dominante inhibe
la capacidad de unir mente (sapiens)-‐cuerpo
(bios) espíritu (demens), fracciona al ser
humano, no deja salir la espiritualidad que
llevamos dentro, ese amor que sentimos por
todos los seres vivos, planeta y cosmos.
Esta capacidad de resarcir la conjunción entre
mente-‐cuerpo y espíritu, del ser humano
proviene del libre ejercicio de nuestro ser-‐demens, el hombre no solo es-‐sapiens, esto significa
sabiduría como máximo o razón como mínimo, el hombre tiene un cierto desvarío ocasional,
accidental o perturbador, que se pierde si lo definimos únicamente como sapiens, sin ello
estamos ocultando su afectividad, o su interior humanístico.
Humanae vitae, en la complementariedad de biopedagogía y espiritualidad, no significa que
dejaremos como humanidad de ser imperfectos, nos hace reconocer y tomar conciencia de
nuestra inconciencia, reconoce en los seres humanos la cólera, la rabia, el estrés, etc. La
116 “el desarrollo supone la ampliación de las autonomías individuales, a la vez que el crecimiento de las participaciones comunitarias [...] Más libertad y más comunidad, más ego y menos egoísmo” (Morin, E. 2002, p. 91). 117 “La locura humana es fuente de odio, crueldad, barbarie, ofuscación. Pero sin los desordenes de la efectividad y los excesos de la imaginación, sin la locura de lo imposible (demens) no habría impulso, creación, invención, amor, poesía.” (Morin, E. 2001, p.7).
68 De la educación al educere-‐vitae
afectividad manifiesta de forma egoísta, con maldad, ira o dominación son características de la
humanidad que a la vez nos ciegan, pero también nos iluminan, si esa afectividad se manifiesta
con amor, esto es; donación de sí mismo y no tan solo de lo que se tiene; será que el amor,
demens, es con lo que debe educarse (biopedagogía), sin apropiarse del educando, sin
dominarlo hasta el punto de sojuzgarlo, hay que dejar fluir “su espiritualidad”, “la locura”, sin
que ello manifieste una afectividad egoísta.
3.4 Educar con respeto118 en la otredad119: camino del encuentro La educación para ser educere-‐vitae, es decir, para dar su salto cuántico al paradigma
alternativo de las ciencias; debe ser un camino; esto es, comenzar por comprender y
considerar como legítimo otro a nuestros semejantes y demás seres, con respeto.
Son varios los elementos que conforman la esencia o camino de una educación para la vida
(educere-‐vitae); dentro de ellos podemos ubicar a los valores que reconocen al otro como
legítimo otro a la vez que me veo y vivo en el otro sin invadirlo ni abandonarlo. En el capítulo
primero nos hemos referido a dichos principios y valores desde diferentes perspectivas, así
que vinculándolos específicamente con el tema de la educación, identificamos que uno de los
vacíos que existe es precisamente la falta de capacidad de considerar al otro, así como
legitimarse uno mismo en el ejercicio de la propia libertad en y con el otro.
En el entendido de que no solo es suficiente comprender las culturas de otros pueblos, sus
ritos; de cortesía, religiosos (que en muchas de las ocasiones nos parecen sorprendentes,
extrañas e incomprensibles), etc. Es necesario pasar a una perspectiva más compleja, que nos
permita entablar un diálogo entre las diversas culturas120; ya que la realidad demuestra que en
nuestra civilización hay una ausencia de dicho diálogo, reflejándose en la diversidad de
rupturas interpersonales; por lo que resulta de trascendencia el promover dentro de los
118 “Actuar responsablemente es una cuestión de conciencia. Un individuo hace o deja de hacer algo, estando conciente de las consecuencias posibles y deseables del propio actuar […] actuar responsable significa estar conciente de las circunstancias de cada momento y considerar las consecuencias de los propios actos” (Maturana, H. y Pörksen, B. 2004, p.44). “una persona que se respeta a sí misma puede aprender cualquier cosa” (Maturana, H. 2003, p. 52). 119 “El otro se convierte en un legítimo otro con el que puedo conversar. Nacen la amistad, el respeto mutuo la colaboración. Se hace imposible exigir sumisión” (Maturana, H. y Pörksen, B. 2004, p.23). 120 “La cultura, repitámoslo, está constituida por el conjunto de habilidades, costumbres, prácticas, saber-‐hacer, saberes, reglas, normas, prohibiciones, estrategias, creencias, ideas, valores, mitos, que se perpetúa de generación en generación, se reproduce en cada individuo, genera y regenera la complejidad social […] El capital humano primero es la cultura. El ser humano sería sin ella un primate del más bajo rango.” (Morin, E. 2003, p. 40)
69 De la educación al educere-‐vitae
espacios educativos los procesos de comprensión que nos permitan una apertura hacia el otro
y una empatía a nuestros semejantes.
Recordemos que en la medida en la que seamos comprensivos con los demás, lo estaremos
siendo con nosotros mismos; pues no debemos olvidar que lo local afecta lo global y viceversa.
“La política de la complejidad no se limita al `pensamiento global, actuar local´, se expresa por
la doble pareja pensar global/actuar local, pensar local/actuar global. […] Es preciso captar no
solo la complejidad de las interretroacciones, sino también, el carácter hologramático que
hace que no solo la parte –individuo, nación– se halle en todo –el planeta–, sino también el
todo se halle en el interior de la parte.” (Morin, E. et. al. 2002, p. 96). Son esta serie de
interconexiones las que nos motivan a reflexionar sobre ellas mismas y sobre como mejorarlas
atendiendo a la diversidad de seres que existen en nuestro Universo.
En esa red de unicidad y diversidad en la cual nos vemos inmiscuidos, es justamente que el
respeto se convierte en una gran herramienta a utilizar y promover en el campo educativo.
Para ello resulta pertinente citar lo siguiente: “Que yo sepa, a menos que se inventen unas
`píldoras de la paz´ o se extirpen los genes responsables de las conductas agresivas, la única vía
posible para salir adelante nos la ofrece la educación” (Gardner, H. 2005, p. 79).
Debemos aprender121 de algún modo a vivir en proximidad -‐y en el mismo planeta-‐ sin
odiarnos mutuamente, sin querer dañar o matar a los demás y sin dejarnos llevar por
inclinaciones xenofóbicas por mucho éxito que podamos tener a corto plazo. Quien tan solo
tolera a otro, lo deja en paz por un tiempo, pero siempre tiene un cuchillo listo a sus espaldas.
No le escucha, no le presta verdadera atención, sus propias ideas y convicciones están en
primer plano. Aunque el otro está equivocado, uno espera un poco con su liquidación; eso es
tolerancia.
En cambio, si se sigue el camino de la objetividad entre paréntesis, se enfrenta la cosmovisión
del otro con respeto; se está dispuesto a escucharle, a interesarse por su realidad y a aceptar
la legitimidad fundamental de ésta.” (Maturana, H. y Porksen. 2004, p.28). El respeto no debe
acabarse nunca, pero la persona que procede en contra de la verdad debería ser corregida con
amor (el que ama corrige, el que no ama le es indiferente).
121 El desenrollo humanae vitae; requiere de una educere vitae, una educación para la vida, en la que “una enseñanza es esa actividad solidaria que ‘hace aprender a otro aprendiendo uno mismo’…” Miguel López Melero, ver en “Conversando con Maturana de educación” año 2003, p. 53.
70 De la educación al educere-‐vitae
Frecuentemente se invoca el desiderátum de la “tolerancia”, y puede que eso sea todo lo que
podemos esperar; resaltando que quienes tienen un espíritu más optimista optan por el
lenguaje romántico; siguiendo el ejemplo del poeta W.H. Auden, quien en vísperas de la
Segunda Guerra Mundial dijo: “Debemos elegir entre amarnos los unos a los otros o perecer”.
En lugar de pasar por alto las diferencias, de dejarnos inflamar por ellas o de intentar
aniquilarlas mediante el odio, pasemos a la otredad, que hace deseable las diferencias, ya que
la diferencia en realidad une a los seres y sus saberes, eso es en la educere vitae, más que
dividir es unir ese mutuo aprendizaje. En la medida que aprendamos a vivir con ellas, que
valoremos y respetemos a quienes forman parte de grupos, cultura y/o pensamiento distintos
a los nuestros, caminaremos hacia la construcción de un mundo más justo y solidario.
3.5 Educar en la cooperación y en la inclusión: para las generaciones
Una pobreza manifiesta y limitante para la
pedagogía122, y para el desenrollo de la vida
misma, la representan el machismo y el
feminismo, provenientes de una misma fuente, el
egoísmo, difundidas como dos doctrinas
antagónicas expresadas a nivel mundial.
Debemos intercambiar las diferencias a modo de
hacerlas complementarias, entre hombres y
mujeres, porque el no hacerlo conlleva a la
pérdida de educar con sentido para la vida. Por
ejemplo, cuando el hombre deja de participar en el cuidado de los hijos, conlleva la
consecuencia de empobrecer la vida, o al menos genera disparidad en la cercanía de educar
con amor (cariño, caricias, abrazos, etc.), fundamental en el desenrollo humanae vitae, en las
familias123. “El amor-‐a-‐dos es fecundo. Con el nacimiento del niño surge la familia, en la que
122 De las raíces griegas "paidos" que es niño y "gogía" que es llevar o conducir. 123 Para el desenrollo humanae vitae, la familia es más que un simple constructo social y cultural, no es un proceso histórico nada más, no es solamente biológico-‐evolutivo, es ante todo; el sentido profundo de ser humanae, pues en ella nace el sentido a la vida en la complementariedad (unidad), reafirmando la diversidad a la vez (holismo); es la manifestación compleja (vivida) de la sexualidad, más que simplemente lo sexual-‐coital, es la unión de dos seres humanos que viven plenamente una madura espiritualidad (saber compartir el amor: donarse y darse), y por libre elección deciden unirse en exclusividad entre un hombre y una mujer para el transcurso (para siempre), transmisión (hijos) y preservación-‐trascendencia (padres-‐hermanos) de la vida terrenal.
Foto 3.4 Transformación en la
convivencia.
71 De la educación al educere-‐vitae
padre-‐madre-‐niño se involucran afectivamente. La familia es el refugio natural para sobrevivir.
La dependencia que se crea se vive con alegría, por estar cargada de afecto y de amor. Junto
con el amor-‐pasión-‐placer emerge el amor-‐responsabilidad colectiva por el bienestar de la
célula social mínima, la familia, en la cual el ser humano vive su ethos, es decir, su casa, la
parte personalizada y segura del universo” (Boff, L. y Murano. 2004. p. 35).
Por su parte, durante los últimos trescientos años, el paradigma dominante de las ciencias
(mecanicista), con su tecnoburocracia124 que lo sustenta en la cotidianeidad, ha limitado la
vida, creando edificios cerrados al planeta; aulas, asilos, guarderías, manicomios, hospitales,
reclusorios (¿centros de readaptación social?) y otros semejantes, aislados de la realidad, y por
supuesto eliminado la posibilidad del encuentro “con amor” (en su expresión más pura, la
única: otorgarse y donarse).
La tecnoburocracia, ha contribuido con las familias a que
la senectud sea excluida de la vida y la educación, los
ancianos son vistos (en muchos casos) como estorbos,
gastos y esfuerzos amplios por su cuidado, y por ello son
recluidos en asilos y hospitales y en muchos casos
olvidados. Los ancianos están siendo excluidos de
seguirse educando y de ser parte de la educación, de la
toma de decisiones en el aprendizaje de los más jóvenes.
Por su parte, los más jóvenes son educados
impersonalmente “en montón”, en las instituciones.
Desde las guarderías hasta los estudios universitarios.
Padres que trabajan todo el día sacrifican por dinero el
placer de educar a sus hijos, irónicamente dedican su tiempo en trabajar para pagar que otros
eduquen a sus hijos, sin percatarse que ello implica pérdidas sensibles de generar mejores
personas y sociedades, pues la despersonificación por la educación en masa destruye las
familias, a los individuos y las comunidades.
124 Una idea paternalista del Estado que pervierte la función de padre, la mal entiende, deformada y ampliada con el ejercicio del poder, ausente de la necesaria complementariedad de lo femenino y lo masculino (familia), además de ampliar en masa densa de dificultades que inhiben el desenrollo humane vitae: “el revés del desarrollo es que la carrera por el crecimiento cuesta la degradación de la calidad de vida, y este sacrifico obedece solo a la lógica de la competitividad. El desarrollo ha suscitado y favorecido la formación de enormes estructuras tecnoburocráticas que por un lado dominan y pisotean todos los problemas individuales, singulares y concretos, y por otro lado, producen la irresponsabilidad del desapego” (Morin, E. et. al. 2002, p. 75).
Foto 3.5 La familia como nicho
vital.
72 De la educación al educere-‐vitae
La pedagogía de la educere vitae debe ser un proceso de formación en y para la vida, un
encuentro con la verdad, y ya que “como lo señala David Bohm: lo contrario a lo verdadero no
es lo falso sino lo insignificante. Hay cosas que a unos les parecen absolutamente terribles y
para otros insignificantes”, (Assmann, H. 2002, p. 103). La pedagogía que no logra un
encuentro con la verdad ocasiona una educación insignificativa, carente de sentido.
Finalmente, la cooperación es tanto enseñanza como pedagogía de la educación (educere) su
mayor manifestación es en el ser humanae, la familia, en la comunidad y en la sociedad, en
estos nichos vitales a la vez, por lo tanto, para el desenrollo humanae vitae, las comunidades
se forman del conjunto de relaciones entre seres que se pertenecen; estableciendo con la
cooperación y relaciones de parentesco.
La familia es un nicho vital, cada vez más corrompida y dañada, que también sin duda al
degradarse daña el fundamento de la sociedad. La familia manifiesta como unión o común-‐
unión es un elemento vital de la educación, implica más que ayuda mutua, un compromiso
equilibrado y armonioso, cooperación con amor, cuya finalidad constante (que no finita,
porque nunca termina) es la educación de los hijos y todos sus miembros, pero también es un
compromiso social, comunitario.
La educere vitae no es un acto independiente, sino una necesidad de todos, desde la inclusión
y la cooperación entre las generaciones que han transitado, conviven y vendrán al planeta, en
el cuidado del principio primero, el de la vida: más que sobre-‐vivencia, superar el aborto125 y la
hambruna126, manifestaciones del control inhumano de la vida..
125 El aborto, en cualquiera de sus formas, es un atentado contra el amor (la cooperación y la otredad), elementos fundamentales de la preservación de la vida, de las generaciones: “nuestra vida sobre el planeta se ha globalizado de una manera nueva, como nunca había ocurrido en la historia humana, la humanidad no puede vivir por mucho más tiempo sin aceptar esta responsabilidad […] somos parte de una cadena de generaciones. ‘No hemos heredado el planeta de nuestros padres, lo hemos tomado prestado de nuestro nietos’…”, (Hinkerlammert, F. y Mora, H. 2005, p. 296). 126 La hambruna es otra evidencia de la brutalidad humana o falta de cooperación e inclusión transgeneracional: “experimentamos el hecho de que el ser humano es un ser natural con necesidades que van más allá de simples preferencias hacia el consumo. Satisfacer necesidades resulta ser la condición que decide sobre la vida y la muerte, pero la relación mercantil totalizada no puede discernir entre la vida y la muerte, sino que es una gran máquina aplanadora que elimina toda vida que se ponga en su camino hacia la máxima ganancia. Pasa por encima de la vida humana, y de la naturaleza sin ningún criterio, salvándose solo quien logra quitarse de su paso”. (Hinkerlammert, F. y Mora, H. 2005, p. 283).
73 De la educación al educere-‐vitae
3.6 Los masmedia127 y su necesaria re-‐orientación a la educere vitae Sin duda, la intolerancia es lo opuesto a la manifestación de cooperación e inclusión
generacional, es decir; el derecho del otro a ser otro en reciprocidad a mi propio derecho, tal
como lo enuncia la máxima de Benito Pablo Juárez García128 “… el respeto al derecho ajeno es
la paz”. Nuestro argumento es que los masmedia hasta hoy día en la humanidad, juegan un rol
fundamental para hacer valer el principio de la vida, el derecho de libertad de los individuos,
de educar y ser educados, a la vez en todo
momento y espacio, sin que los masmedia como
instrumentos de comunicación e información que
son en esta era, puedan conducir a la intolerancia,
perviertan o dañen a la persona y su ser, quien
quiera que este sea, por el contrario, fomente en
él, la vida, su conciencia, el amor y la felicidad.
Los masmedia, históricamente han ido formando
cada vez más una “personalidad global”,
utilizamos y necesitamos cada vez más de vestido,
alimentos y una lista interminable de bienes que son semejantes o prácticamente los mismos
en el mundo (corporativismo). Sin tocar el tema de fondo, la globalización como expansión del
capitalismo, evidencia que los masmedia dinamizan y han acelerado la propagación del
conocimiento, los gustos y preferencias de las personas, a la vez que con ello se corre el riesgo
de perder la libertad de elección y del ser uno mismo.
Los masmedia sin el fundamento de una educación para la vida, educere vitae, hacen correr el
riesgo de la homogeneización, gustos preferencias y patrones de conducta de seres y saberes
en el mundo.
127 Por masmedia queremos expresar la conjunción de medios masivos de comunicación e información, uso de multimedia y las TIC’s. Dicha conjunción de forma masiva y no siempre bien intencionada (no ética), esto es; dominación, uso perverso del poder, manipulación y orientación de la vida, hacia el poseer y el materialismo. Medios masivos de comunicación e información básicamente son la televisión, radio-‐onda, internet, teléfono y demás medios impresos. Multimedia es un término que se aplica a cualquier objeto que usa simultáneamente diferentes formas de contenido informativo como texto, sonido, imágenes, animación y video para informar o entretener al usuario. Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC’s) son un conjunto de servicios, redes, software y aparatos que tienen como fin la mejora de la calidad de vida de las personas dentro de un entorno, y que se integran a un sistema de información interconectado y complementario. 128 Nace en San Pablo Guelatao, Oaxaca, el 21 de marzo de 1806. Fue un abogado y político mexicano, de origen indígena zapoteca, Presidente de México en varias ocasiones (1858-‐1872). Se le conoce como el "Benemérito de las Américas". Una frase célebre que enuncio el 15 de julio de 1867, fue: "Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz".
Foto 3.6 Cuidar y facilitar la educación a
distancia.
74 De la educación al educere-‐vitae
La no educación es la transmisión del conocimiento perverso, y la sustitución (que no
sincretismo) de los patrones de conducta, cultura y costumbres. La no educación en gran parte
desde su aparición, se ha potenciado por los masmedia. En ese sentido, debemos reconocer
que los masmedia principalmente transmiten el escándalo, siendo que el escándalo no es
información ni educación (no es pedagogía, mucho menos conocimiento). La educación no es
compatible con los contenidos perniciosos o con dolo, que junto con el morbo, representan los
principales temas que se difunden en los masmedia.
La internet y la televisión, medios masivos, aunque restringidos para grandes sectores de la
sociedad, solo fomentan dos sentidos; vista y oído (y duermen los otros tres). El resto de los
medios como la radio o el teléfono tan solo estimulan el oído, las implicaciones en el deterioro
de los demás sentidos obligatoriamente dañan las relaciones de las personas y a las personas
mismas.
En ese sentido es que la comunicación se traduce como pérdida del encuentro humano, la
telefonía celular, por ejemplo, a la vez que acerca a las personas en encuentro virtual, las aleja
del encuentro personal cotidianamente, donde no solo el oído, sino, la vista, el gusto, tacto y
olores son medios de acercamiento real entre las personas.
Nuestra posición en definitiva, es no satanizar los masmedia. Los masmedia, para la educere
vitae podrían ser medios y fines, no solo uno u otro (otros medios y otros fines lejos del
principio de la vida), para superar la ignorancia, la mediocridad y que cada vez exista menos
restricción del acceso a ellos. Sin embargo, queremos hacer énfasis en que al centrarnos en la
educación visual y auditiva (virtual y real), dejamos fuera el desarrollo del los demás sentidos y
con ello perdemos capacidades y sensibilidades humanas (humanae).
Con los masmedia se nos acentúa que somos más visuales (inmediatez) y cada vez más
dejamos de ser observadores (inter-‐retrospección: fijar la atención y la percepción); la
indiferencia se nutre de la falta de observación (que en mucho viene del ocio), y el amor se
expresa en el uso de todos nuestros sentidos. Hoy día, para muchas familias la principal tutora
o niñera es la televisión o el internet, y sabemos los contenidos perniciosos y contactos
negativos que en estos medios podemos encontrar. “El denominado tiempo libre no es ocio,
sino un nuevo tipo de no-‐ocio (neg-‐ocio), que tiene un valor codiciado por el tele mercado, el
tiempo del consumidor de medios de comunicación es una nueva mercancía que los
televidentes producen” (Assmann, H. 2002, p. 195).
75 De la educación al educere-‐vitae
Un facilitador transmite experiencias, vivencias y conocimiento de sí mismo y de su relación con otros. Un docente común imparte, mientras que el facilitador departe y se comparte a través de su conocimiento y su ser. Un facilitador va del ser al hacer no es uno que dicta lo que sabe, porque no es un dictador.
La educere vitae, en el uso de los masmedia para el desenrollo humanae vitae implica al
menos: con-‐tacto con creatividad, el uso de todos los sentidos en diálogo en la convivencia,
entre padres e hijos y con la comunidad en el cuidado de los hijos. Ahora tenemos un sentido
preponderantemente (no, exclusivamente) mercantil de los masmedia en la educación simple
y cotidiana, incluso del cuidado de los hijos, dado que el entorno es tan inseguro en las
ciudades que las familias, principalmente los padres, prefieren el “claustro del hogar” (ello
tiene mayor énfasis en el hogar mono-‐parental), y en las diferentes formas de hogares los
masmedia han entrado, a la intimidad de las familias, apoyando o atentando contra los valores
y principios éticos de ellas. Poniendo riesgos donde antes no existían, es decir, tiempo y
espacio se han reconfigurado, los educandos que somos todos, y los más vulnerables los
jóvenes en su gran mayoría, no cuentan con el resguardo que les proporcionaba
anteriormente el hogar.
Con los masmedia se incrementa la comunicación en la proporción que disminuye el contacto
humano y el encuentro con dos de los cinco sentidos, la relación entre todos los sentidos es
menos equilibrada. “Como señala D. Harvey (la condición postmoderna): el capital ciber-‐
espacial intenta compactar y absorber todos los tiempos vivos, incluido obviamente, el
denominado tiempo libre” (Assmann, H. 2002, p. 199), el tiempo libre es aquel que pasamos
con la familia y con uno mismo.
3.7 Proponemos facilitadores para la educere vitae El facilitador es para el desenrollo
humanae vitae, lo que el docente para el
desarrollo humano sostenido, la
transformación de docente a facilitador
es inspirar-‐conspirar la propia conciencia,
necesaria para iniciar al menos un cambio
de paradigma del mecanicismo del
docente que busca transmitir el
conocimiento, al facilitador que busca
acercarse a la sabiduría desde el
paradigma emergente de las ciencias129.
129 “Si es cierto que el género humano, cuya dialógica cerebro-‐mente no es cerrada, posee los recursos inagotados para crear, entonces podemos avisorar para el tercer milenio la posibilidad de una nueva
76 De la educación al educere-‐vitae
Los facilitadores se funden con los aprendientes en el momento del diálogo: hay encuentro,
convivencia e intercambio de saberes, seres, placeres, sabores, sentires y pesares en inter-‐
retro-‐acción130. Los facilitadores permiten el encuentro entre el conocimiento científico y la
necesidad de conocer para trascender, conocimiento del conocimiento131 y tomar la ciencia
con conciencia como aprendientes, en la cotidianeidad de la vida, transformándose en un
desenrollo humanae vitae.
Un facilitador es una persona humilde. Ser humildes significa; buscar la verdad132, única, la
verdad que no se impone a los otros, ni arremete contra la libertad de los otros a elegir
realidades diversas. La verdad está al centro, las realidades, como puntos de vista diversos e
incluso dimensiones, son periféricas, las personas al aproximarse a la verdad se acercan unos
con otros. La humildad busca la paz, la bondad y la virtud, con consejo y prudencia. Ser
humilde en verdad, porque escucha y siente con todos los sentidos, no niega la diversidad. El
humilde es una persona que puede decir la verdad sin vanagloriarse, “hasta los animalitos se
hincan antes de acostarse”, Bruno133 quería decir; que los animales rinden agradecimiento a la
naturaleza, a la vida, reverenciar la verdad y/o a Dios mismo (como lo entendamos).
El facilitador es parte del todo, tiene una mente abierta, no encasilla el conocimiento, no
fragmenta, reconoce que no hay partes sin el todo del que él mismo es contenedor
(observador-‐observado) y por tanto busca la transdisciplinariedad, vive el holismo porque
coopera, propicia el descubrimiento tanto como descubre las respuestas a la par de sus
aprendientes. Transita de su ser al hacer, ayuda en la conformación de los espacios de
cotidianeidad, de encuentro o nicho vitales. Se centra en la persona del ser humano
(humanae). Se diluye en la comunidad o la organización para que las decisiones emerjan del
acuerdo común (desenrollo). Y es en esta situación que el docente, bajo su propia óptica134, es
derrotado por sus preceptos, mientras que a los ojos del facilitador se ha dado un cambio de
creación: una ciudadanía terrestre, para lo cual el siglo XX ha aportado los gérmenes y embriones. Y la educación, que a la vez transmisión de lo viejo y apertura de la mente a lo nuevo, está el corazón de esta nueva misión.” (Morin, E. 1999, p. 68) 130 “Es preciso aprehender no sólo la complejidad de las inter-‐retro-‐acciones, sino también el carácter hologramático que hace que no sólo la parte –el individuo, la nación– se encuentre en el todo –el planeta–, sino tambien que el todo se encuentre en el seno de la parte,…” (Morin, E. 1993, p. 201) 131 Darnos cuenta que no vemos que no vemos (Morin, E.). Al darnos cuenta que no vemos, –que no vemos, que no nos interesa lo que ocurre en la humanidad, en el planeta, que hemos perdido la capacidad de asombrarnos, de sensibilidad–, es muy probable que retomemos el pensamiento complejo: el conocimiento del conocimiento. 132 Ver capítulo I, nota 2 al pié de página. 133 Bruno Gálvez, campesino veracruzano, habita en Coatitilan en la Sierra de Perote. Con quien convivimos durante el curso de Biopedagogía. 134 La educación institucionalizada, burocrática a ultranza. Paradigma mecanicista, del control, de un sistema de más de trescientos años.
77 De la educación al educere-‐vitae
Por ello, es que el docente compite, mientras que facilitador coopera y departe a la vez que va develando el conocimiento, conociéndolo en la unidad y diversidad antropológica (multidimensionalidad) de sus aprendientes. Es así, que en la educere vitae el educando transita a ser aprendiente, pasa de ser receptor pasivo a un actor creativo, que comparte con el facilitador descubriendo el conocimiento, conociendo, esto es; se cuestiona y se vuelve a cuestionar, no evita el error, sino que lo asume como parte ética de la educere vitae, de su propio desenrollo humano vitae.
paradigma, de la educación tradicional a la educere vitae, es decir; al facilitador no le interesa
la situación de vencedor o vencido (competitividad) solo busca hacerse uno, con el
conocimiento y sus aprendientes.
El docente es propietario del
conocimiento, domina sus
temas de estudio y bajo esta
óptica es el vencedor que
derrota la ignorancia
transmitiendo lo que ha
acumulado de información,
busca homogeneizar un
único saber para un único
tipo de persona (parcela el
conocimiento).
Por ello, siempre un docente
tecnólogo va a ser menos
sensible por un facilitador
centrado en el ser humanae. El docente tecnólogo ha sido preparado para ofrecer recetas. El
facilitador se forma y se prepara en la cotidianeidad de la vida. Está siempre atento al
transcurrir y discurrir de la vida de la personas. Se olvida de prejuicios y de generar
expectativas. Da de sí mismo lo mejor: escucha y es escuchado, piensa con todos sus sentidos y
así actúa, no le interesa vencer, sino transformar la ignorancia, la tristeza y la frustración.
Con todo lo anteriormente dicho, que se desprende de todo lo que observamos en nuestros
contextos cotidianos, afirmamos la construcción de un nuevo espacio de solidaridad, de un
proceso de aprendizaje, en el que se observa la participación de facilitadores, que durante la
vida han aprendido que la mejor manera de promover el desenrollo es compartiendo y
departiendo formas de vida. Poniendo lo que verdaderamente sirve de uno y desechando
juntos las viejas herencias, generando nuevas formas de arraigo y de identidad personal,
familiar y comunitaria.
La fuerza espiritual del facilitador se traduce en perseverancia y constancia del ser al hacer,
buscando la cooperación, la solidaridad y la autoorganización. Los resultados de su quehacer
incluyen a sus semejantes y no simples remuneraciones monetarias. Todos son interlocutores
de un mismo texto en un solo contexto. En cambio, al docente tecnólogo, dictador de
78 De la educación al educere-‐vitae
conocimientos, la institución y el salario lo presionan, se queda en el camino, ahogado por sus
teorías y propuestas para los demás, en las que el solo aparece como autor y ajenos a los
hechos de los otros. Nunca los vio como sus semejantes, siempre los alejó de su sentir y su
vivir.
3.8 Proponemos nichos de educere vitae y no edificios ¿Cómo promover que el ser humano (aprendiente) pueda observar el mundo del que forma
parte, cuando realmente ha perdido el sentido de la vida, al basar su existencia en un
paradigma mecanicista, que promueve los encierros entre paredes disciplinares? Será
importante que el aprendiente pueda observar los diferentes ambientes que lo rodean –desde
la complejidad y lo sistémico– y salir así del sin sentido de la vida. Hoy la humanidad enfrenta
grandes problemáticas, cuyas causas y consecuencias son multidimensionales centradas,
básicamente: la pérdida del sentido de la vida y la
capacidad de asombro. “Permitir que los niños
experimenten y aprecien la grandeza de lo que les
rodea es una manera de entrar a esta dimensión
espiritual […] hay que permitirles que entren en
contacto con la naturaleza, que valoren el gran
regalo de este ambiente natural. Todo esto
estremece los corazones.” (Snow, P. 1997, p. 102)
La educere vitae, será un nicho vital, sin muros, que
ayude al aprendiente a observar al mundo y a sí
mismo a la vez (ser observador-‐observado). Sin
tiempos estrictos, que son utilizados para recibir y acumular información, distrayéndose del
sentido profundo de vivir aprendiendo. Dicha acumulación de conocimiento quita la libertad
de poder auto-‐observarse y observar todo lo que les rodea, la educere vitae requiere pasar del
tiempo cronos al tiempo kairos 135 , se busca ser siendo con los otros en recursividad,
cooperación en complementariedad y en tiempo propicio no normado.
“Krishnamurti decía que tal vez era erróneo tomar a un niño y llevarlo al exterior para
simplemente señalarle los árboles, las mariposas, el cielo y el agua, porque si el niño no tiene
sensibilidad hacia todo esto, la naturaleza misma se vuelve una materia académica”. (Lee, M.
135 “En griego bíblico hay una distinción clara entre cronos y kairos: tiempo cronológico y tiempo vivo (durée)”. Donde kairós es tiempo vivencial: “tiempo propicio, día de la liberación […] momento en que el año pasa, día del Señor, Shabat […]. Mientras que cronos es tiempo subjetivo, lineal, tiempo del reloj y medido”. Ver en (Assman; Hugo, 2002. p. 202).
Foto 3.7 Aprendiendo en la Naturaleza
79 De la educación al educere-‐vitae
Saber escuchar no desde el filtro de nuestros propios pensamientos, como simples receptores y transmisores de información y conocimientos. El saber escuchar es recibir la sabiduría de las personas, a la par de convivir con otras personas en su multidimensionalidad, para crear algo en común que vaya tomando forma a lo largo de sus discusiones y acciones mutuas (creatividad)
1997, p. 114). El aprendiente deberá estar relacionado con la naturaleza, dejando en libertad
su sensibilidad, que el observador y lo observado estén en común-‐unión, que no haya distancia
ni separación. Así, el aprendiente emprende el camino de la vida, libre con el entorno (y no
solo en él).
Los facilitadores de la educere vitae al conducir al aprendiente hacia los nichos vitales, deben
cuidar que se aprehenda con los sentidos. Así, el reto siguiente será: ¿Cómo reaprender o re-‐
aprehender nuevos espacios o escenarios (nichos vitales) que puedan representar procesos de
aprendizaje para el sentido de la vida? “dar sentido a lo que hacemos, ante todo, debemos
sentirlo y sentirlo con nuestros sentidos. Es evidente, en consecuencia, que el sentimiento, la
intuición, la emoción, la vivencia y la experiencia son ese norte que nos guiará ilusionados en
el construir futuro desde la realidad de cada día. El sentido, nuestro sentido y el de los demás,
se hace y rehace en ese caminar.” (Gutiérrez, F. y Prado, C. 1999. p. 39)
Al respecto, nos gustaría retomar nuestra
experiencia de convivencia-‐aprendizaje –curso
de biopedagogía– en la comunidad de
Coatitilan136, en donde percibimos con nuestros
sentidos, la trayectoria del encuentro entre
campesinos y un grupo de universitarios,
trascurriendo del pasado al presente las
vivencias y los recuerdos relacionados con el
quehacer de la reproducción de la trucha. La
cooperación entre ellos en armonía y respeto y
aprovechando los elementos de la naturaleza,
han reforzado un nicho vital que nos sirvió para
comprender lo valioso que conlleva dejar los
prejuicios de la educación tradicional. Tuvimos
la capacidad y oportunidad de entrelazarnos con
nuestros sentidos en un escenario en el que se unieron cuerpo-‐mente-‐espíritu, en armonía y
sincronicidad con el entorno en común-‐unión. Las inter-‐retro-‐relaciones entre las personas de
136 La vinculación de la Universidad Veracruzana con la comunidad de Coatitilan, logró brindar el apoyo científico, tecnológico y humano suficiente para que la comunidad desarrollara la reproducción de truchas en la granja comunitaria, sin imponer criterios mecanicistas. Nuestro grupo consideró que era importante para nuestra experiencia de aprendizaje desde la biopedagogía, establecer un encuentro de saberes y de seres vivos, fuera de nuestros encierros relacionales.
80 De la educación al educere-‐vitae
la comunidad se sienten, son menos materialistas, viven un sentido comunitario, a diferencia
de nosotros urbanitas, que hemos perdido nuestra pertenencia hacia nuestra comunidad.
Observamos y vivimos en Coatitilan, la importancia del paso de ser al hacer, es decir;
experimentamos desde nuestro ser nuestro hacer con los cinco sentidos y con todo lo que
somos, viviendo y observando la realidad campesina y comunitaria de las relaciones con
nuestra madre Gaia.
La educere vitae es un espacio de convivencia y de común-‐unión entre los seres humanos,
concientes de la necesidad de promover la cooperación y la solidaridad. A decir de Maturana:
“El propósito de la educación es guiar a nuestros niños y niñas en el camino de llegar a ser
seres humanos que se respetan a sí mismos y a otros a través de la generación continua de un
espacio de coexistencia que origina colaboración, alegría y responsable libertad.” (Maturana,
H. 2000, p. 55). La vida humana en las comunidades, ciudades, universidades, fábricas, granjas,
podrá coexistir en un constante reconocimiento y una revaloración (desenrollo humanae
vitae) de la necesaria interdependencia; en cooperación y trabajos en grupos que den sustento
democrático a la sociedad como entorno o hábitat de la educere vitae.
Más que escenarios cerrados y áulicos para el aprendizaje, la educere vitae, implica auditorios
abiertos137, sobre todo para la escucha, como una acción mutua de comprensión de las
diferentes opiniones (diversidad), así como para dialogar, y presentar una posición tanto crítica
como conciliadora de las diferencias (unidad).
¿Lo que aprendemos en grupo nos conduce a la verdad? El grupo del que habla Francisco
Gutiérrez lo interpretamos como una comunidad (común-‐unidad), personas en común (con un
fin común), este grupo-‐comunidad (seres humanos-‐familia-‐sociedad) los une la biología del
amor138 y el ser relacionales (sociales) en interdependencia. Ningún grupo-‐común-‐unidad por
sí mismo podrá ser contenedor de la verdad139, sin embargo, puede ser coherente con ella. El
grupo puede ser testigo de la realidad o de varias, y al ser coherente con las múltiples 137Auditorio como lugar de unidad en la diversidad y de diversidad en la unidad. “Si las personas son capaces de escucharse sin prejuicios y sin tratar de imponerse nada. Cada participante debe comprometerse con la verdad y la coherencia, sin temor a renunciar a las viejas ideas e intenciones y estar dispuesto a enfrentarse a algo diferente cuando la situación lo requiera. (Bohm, D. 2001, p.25). 138 “Pienso que no todas las relaciones humanas son relaciones sociales, que es la emoción que sustenta a una relación la que le da su carácter, y pienso que la emoción que constituye y sustenta las relaciones sociales es el amor. Dicho en otras palabras, pienso que lo que hace nuestro vivir social es la biología del amor”. (Maturana, H. 2000, p. 10) 139 “Debemos aprender que la búsqueda de la verdad necesita la búsqueda y la elaboración de metapuntos de vista que permitan la reflexibilidad, que conlleven especialmente la integración del observador-‐conceptualizador en la observación-‐concepción y la ecologización de la observación concepción en el contexto mental y cultural que es suyo”. (Morín E., 1999, p. 31).
81 De la educación al educere-‐vitae
realidades de otros grupos a escala planetaria hacen camino en común al andar en ella y en
dirección a la verdad (fin común)140.
En el desenrollo humanae vitae el aprendiente no niega la otredad en la competencia, sino
como afirma Maturana: “La conducta social está fundada en la cooperación, no en la
competencia, la competencia es constitutivamente antisocial, porque como fenómeno
consiste en la negación del otro. No existe la sana competencia, porque la negación del otro
implica la negación de sí mismo al pretender que se valida lo que se niega. La competencia es
contraria a la seriedad en la acción, pues el que compite no vive en lo que hace, se enajena en
la negación del otro” (Maturana, H. 2000, p.34).
Creemos que no es sencillo trasformar la educación, nuestra intención no es modificar su
pensamiento (lectores), pero si es nuestro deseo dar a conocer, compartir lo que nosotros
ahora conocemos, que la transformación de la educación se puede dar siempre que se desee y
salga de nuestros corazones, no solo de la razón. Los seres humanos somos principalmente
guiados por el corazón, el amor es el que expande nuestra conducta inteligente por lo que los
nichos vitales para la educere vitae, de nuestros hijos y de las futuras generaciones tendrán
que estar basados en el amor.
3.9 Proponemos educere vitae para el futuro de la humanidad (humanae) “Educar en el pensamiento complejo debe ayudarnos a salir del estado de desarticulación y
fragmentación del saber contemporáneo y de un pensamiento social y político, cuyos modos
simplificadores han producido un efecto de sobra conocido y sufrido por la humanidad
presente y pasada”. (Morin, E. et. al. 2002, p. 33). Es difícil repensar una educación para el
futuro sin tomar en cuenta el devenir histórico de la humanidad. ¿En qué momento la
educación dejó de lado los aprendizajes para la vida?, ¿cómo y por qué se alejó de responder
de manera orgánica y sistémica a los problemas sociales, políticos y biológicos?, ¿Por qué nos
140 En la experiencia que tuvimos dentro de la comunidad de Coatitilan lo que observamos fue un clima de cordialidad y de cooperación en las labores que realizan en el cultivo de truchas, aunque no descartamos que el hecho de ser observados y convivir con un grupo de personas hasta cierto punto desconocidos para ellos, haya ocasionado que la indagación fuera diferente a lo que sucede en la cotidianidad. Sin embargo, en la forma en la que ellos se ayudan (autoorganización) y trabajan sin tener un puesto o un rango, un sueldo fijo. Hace de este trabajo un nicho con un ambiente agradable y cordial, que nosotros logramos palpar y sentir que, sin darse la competencia y la jerarquización. Sin embargo, notamos algo especial en Adán, quien sin ser un líder, (propio de la idea de competencia) él es sin duda un facilitador.
82 De la educación al educere-‐vitae
La escuela no es sino una especie de enredo (que no desenrollo) que obstaculiza la espontánea y genuino aprendizaje (legítima investigación intelectual, multidimensional y plurisensorial), al proporcionar fórmulas hechas que estandarizan la solución de los problemas. Cuantos menos hábitos intelectuales fijos y más poder de adaptación a situaciones nuevas, más y mejor preparado estará la persona aprendiente en y para la vida. Esto hecha por tierra toda la pedagogía de la ejercitación y del cultivo de las facultades mentales por medio de repeticiones y fijación de respuestas. Por ello, espacios cerrados y lejanos a la experiencia de los sentidos (todos) causan lejanía con la verdadera sabiduría
alejamos cada vez más de educar para
la vida, el cambio y la solidaridad
intergeneracional? Estos son
cuestionamientos que debe responder
la educere vitae para el futuro de la
humanidad.
Repensar la educere vitae para el futuro
de la humanidad conlleva develar la
importancia que la pedagogía tiene
para la transformación de los seres
humanos, las familias, la sociedad y el
gobierno. Los problemas básicos de la
pedagogía no son intrínsicamente
pedagógicos sino más bien de índole
política.
Los padres de familia somos quienes
nos damos cuenta de las dificultades
que tienen nuestros hijos en sus
estudios y que sin duda tiene que ver
con la educación, pero no contamos
con los conocimientos precisos como
para rebatir el tema. Por lo que al no tener bases para cambiar la forma de educar a nuestros
hijos, no se realizan cambios sustanciales. Por este motivo, el cambio –la transformación–
educativa debe vislumbrarse como un proceso complejo y sistémico, en el que todos los que
tenemos que ver con la vida de los niños y de su futuro, podemos participar, no solo
proponiendo sino interactuando en la delicada tarea del desenrollo humanae vitae. Esta
empresa de la humanidad, no solo es tarea y responsabilidad de las Secretarías (Ministerios)
de Educación sino de los padres, las familias y las sociedades.
El compromiso que tenemos hoy es impostergable, es necesaria una educación holística, que
nos prepare para la vida en inter-‐retro-‐relación, todos los seres humanos tenemos inscrita la
responsabilidad por el futuro de la humanidad. Es momento de reconocer que el paradigma
mecanicista en el que hemos afianzado nuestro devenir, está en quiebra y que debemos
orientarnos por el nuevo paradigma expuesto ya por científicos y personalidades de diferentes
83 De la educación al educere-‐vitae
“La educación pensada para el futuro, desde ahora y aquí, debe utilizar los conocimientos existentes, superar las antinomias provocadas por el progreso en los conocimientos especializados, a la vez que identificar la falsa racionalidad.” (Morín, E. 1999, p. 38).
campos disciplinares de la ciencia (física, biología, pedagogía, psicología, antropología, etc.),
dado que la problemática que hoy enfrentamos como planeta, es de magnitudes
multidimensionales y que requiere de una nueva
forma de pensar.
Asimismo, el reconocimiento, los documentos y
las institucionalidades tecno-‐burocráticas han
certificado (diploma-‐título) la posesión del
conocimiento como carta de presentación, que
significa y supone un conjunto de conocimientos
“acumulados”, y una especie de “garantía” estéril
de un conocimiento estático. En la educere vitae
la existencia del diploma (documento) no tiene justificación, dado que nos orienta hacia un
proceso vital (dinámico) que nos lleva a la educación permanente, de por vida (que por
siempre siga aprendiendo).
El sentido del aprendizaje del aprendiente en la
educere vitae, viene de sentir, es decir; de vibrar y
reaccionar con plenitud de nuestros sentidos frente
a lo que aprendemos de manera que nos resulte una
grata experiencia y/o útil a nuestra vida sin
descuidar la dimensión más amplia que corresponde
al aprendizaje que contempla y actúa gratamente
(gratuitamente) en común-‐unión con nuestros
congéneres, el planeta y el cosmos, desde nuestro
pensar y actuar complejo. La educere vitae está
presente durante toda la vida del ser humano, “vista
como un proceso amplio y complejo de comunicación dialógica del hombre con los demás
hombres y con el mundo que le rodea” (Gutiérrez, F.1986, p. 9).
Desde que se forma en el seno materno hasta que muere, el ser humano vive en
transformación su multidimensionalidad 141 . La esencia espiritual, después de la muerte,
141 Queremos reforzar lo señalado en el capítulo 1, que “El desenrollo humanae vitae tiene que ver con el principio de la vida, porque la promueve, fomenta, cuida, busca lograrla en todas sus manifestaciones y formas, por el contrario, romper el principio de la vida es temer, atacar e impedir el natural surgir, transcurso y muerte de la vida misma."
Foto 3.8 Biopedagogía: diálogo con
campesinos.
84 De la educación al educere-‐vitae
Si pensamos en un espacio de enseñanza a través del cual podamos realizar un esquema cognitivo para la vida humana (humanae vitae), este solo puede ser nuestro planeta religado al universo.
permanece. Y después de la muerte material, el espíritu sigue existiendo, esto es; “que todo
ser humano, como el punto singular de un holograma, lleva el cosmos en sí [...] El alma no
tiene fronteras, no tiene fondo. No encontrarás los límites del alma, aún recorriendo todas las
rutas, tan profundo es el logos que ella encierra, decía Heráclito. El alma no es una entidad
estable, es fluctuante como la conciencia”. (Morín, E. 2003, p. 121).
El momento (kairos) de la educere vitae es durante toda la vida, se realiza en la cotidianeidad
del convivir humano. Los seres humanos son aquellas entidades específicas que se distinguen
en el proceso del convivir humano, ya que en tiempo y espacio hay unicidad, el tiempo de la
educere vitae debe llevarse a cabo en multidimensionalidad, que privilegia la unicidad de la
persona sin ocultar su multiplicidad.
En el proceso educativo hay que poner especial atención en los momentos de la infancia del
ser humanae, buscando fortalecer el yo unificador de una multiplicidad formidable y de una
totalidad multidimensional. Los otros nos habitan, nosotros habitamos a los otros. Y así, el
proceso de la educere vitae debe continuar con la formación y la transformación del ser
humanae durante toda su vida, no hay que perder de vista la otredad, el otro está en nosotros
como nosotros en él.
La biología y la cultura se religan en la multidimensionalidad humana, la cultura ennoblece lo
humano (humanae). El ser humano ha conformado en su saber ser y hacer la cultura que ha
requerido durante toda la historia, la cultura nos llega de generación en generación (incluso la
pobreza, como fenómeno cultural y material, se hereda genéticamente). Los resultados
exclusivamente técnicos de la cultura, mal utilizados (sin ética), han trazado brechas distantes
entre una población humana y otra, originándose conflictos humanos por la supremacía de los
recursos. Lo humanae de la humanidad está en riesgo, por eso urge unirnos al pensamiento
que convoca a una educere vitae que considere el
desenrollo humanae vitae en todas sus dimensiones.
La educere vitae debe abrir espacios de solidaridad y
de civilización humanas, fundados en el
plurilenguajeo intercultural, interétnico,
interreligioso y con mirada de com-‐pasión ante la
crueldad de la guerra, los cataclismos y la cultura de
la muerte.
85 De la educación al educere-‐vitae
“El cambio cultural puede ser rápido o lento, el tiempo del cambio no puede ser especificado a
priori, y el cambio cultural ocurre solo en tanto se da el cambio en el emocionar que asegura la
conservación de la nueva red de conversaciones que constituye a la nueva cultura.”
(Maturana, H. y Verden-‐Zöller, G. 1993 p. 16).
Usualmente no vivimos la vida en el presente, sino que en el futuro en relación a lo que
queremos, o en el pasado en relación a lo que hemos perdido. Como resultado de esto, somos
solo deseos y expectativas insatisfechas o quejas, y no podemos respetarnos a nosotros
mismos o a los otros y vivimos generando expectativas ilegítimas, recurrentes sobre nosotros y
sobre los demás.
El Planeta Tierra, en el universo, es nuestro seno, es el lugar de las promesas y del verdadero
sentido de la vida de lo humano (humanae). Es el lugar donde ha emergido el génesis142 de lo
humano. Este puede ser el escenario por antonomasia donde los seres humanos vivamos
nuestra vida feliz, amando al prójimo que es semejante en su unicidad y diverso en su
totalidad.
142 El modo de vida de un sistema viviente es realizado sistémicamente en un movimiento estructural ontogénico (epigénesis), y se conserva sistémicamente generación tras generación en un movimiento estructural filogénico (epigénesis filogénica). (Maturana, H., 1999, p. 216).
86 De la educación al educere-‐vitae
Capítulo 4
La VIDA: destino y camino del
desenrollo humanae vitae
87 LA VIDA: destino y camino del desenrollo humanae vitae
“Como si fuera un punto de un holograma llevamos en el seno de nuestra singularidad
no solamente toda la humanidad, toda la vida, sino también casi todo el cosmos,
incluyendo su misterio que yace sin duda en el fondo de la naturaleza humana”
(E. Morín, 2001)
“…La vida, como Dios, y música y carbono, y energía en un vertiginoso nexo de seres
desarrollándose, fundiéndose y muriendo. Es materia indisciplinada, capaz de escoger su
propia dirección con vistas a retrasar indefiniblemente el inevitable momento del
equilibrio termodinámico –la muerte-‐ . La vida es también una cuestión que el universo
se plantea a sí mismo en forma de un ser humano”
(L. Margulis y D. Sagan, 2005)
3. LA VIDA: destino y camino del desenrollo humanae vitae
La vida es un misterio143, cada manifestación de vida es un misterio, a su vez constituyente de
una alta e infinita complejidad144. La vida es más que crecer y desarrollarse, nociones que
implican en sí mismas finitud. La vida es infinitud que deriva aún más que simplemente de la
carga genética emanada desde el primer hombre y primera mujer, que compartimos con toda
la especie humana total o parcialmente, y que a su vez está presente, de infinitas formas, en
todos los seres vivos del planeta.
Por la vida es que, aún cuando no queramos, somos trascendentes pues “vivimos en el morir y
morimos en el vivir”. La vida no se hereda, permanece, es continua a pesar de la existencia y
pensamiento humano: “pienso luego existo”, que intelectualiza en un razonamiento utilitario
de la vida en el paradigma reduccionista-‐mecanicista, mientras que el “existo luego pienso”145
143 “Misterio no equivale a enigma, que, descifrado, desaparece. Misterio designa la dimensión de profundidad que se inscribe en cada persona, en cada ser y en la totalidad de la realidad y que posee un carácter definitivamente indescifrable” (Boff, L. 2000, p. 144). 144 “Cuando nos enfrentamos a lo infinitamente complejo –la persona humana, hombre y mujer-‐ entonces tomamos conciencia clara de lo que significa existencialmente en el ámbito de la experiencia un misterio […] cada persona es un misterio […] la persona aparece ante sí misma y ante los demás como un misterio desafiante” (Boff, L. 2000, p. 145). 145 En sus orígenes la humanidad vivía de manera holística, en una relación orgánica, en común-‐unión con el cosmos. Lejos de racionalizar lo fundamental era la existencia. No había división entre la ciencia,
88 LA VIDA: destino y camino del desenrollo humanae vitae
La vida es el principio primero del desenrollo del ser humanae, la vida no es un hecho mundano, sino que es la conjunción de la materia y la mente creadora, como resumen de nuestra capacidad de discernir, de amor, de libertad y de trascendencia1, entonces nuestra propuesta se finca en fomentar la vida en un estar aquí y ahora, pues reconocemos que la humanidad vive un momento propicio (kairos), para converger de la cultura de la muerte hacia una cultura de la vida. Porque actualmente la humanidad está viviendo una cultura de la muerte1, ya que atentamos contra los seres vivos y los elementos del cosmos (agua-‐fuego-‐tierra-‐aire).
es la vitae del desenrollo
humanae; que en el
paradigma emergente de
la ciencia es contenedora
de la muerte 146 y la
existencia orgánica, del
espíritu como
trascendencia (don y
gracia), del hálito como
soplo inconmensurable
que surge en el encuentro
de una mujer y un hombre,
y que se hace majestuoso
con la concepción como
implicación del desenrollo
de la vitae.
La “conciencia humana”, es el elemento fundamental que nos permite comprender que la vida
es un “en-‐rollo”, y es en nuestro ser y hacer conciencia que la vida del ser debe ser “des-‐
enrollada”, mediante el renacimiento de relaciones intersolidarias, fundamentadas en el amor
por los semejantes y el cosmos.
La esperanza no deja de acompañarnos y consideramos que no todo está perdido, la
humanidad está repensando estrategias cognitivas y creativas que provienen de una forma
diferente de escuchar y contemplar el universo, para el enrollo de la vida se perpetúe un
desenrollo humanae vitae. En la humanidad se reconvierte la percepción materialista y
mecánica del ritmo y del movimiento universal. Está libre de vuelta el espíritu humano
(humanae); y la concepción de un mundo diferente comienza a engendrar la cimiente de una
distinta senda para el pensar y el caminar humanae. La percepción de una realidad entramada
en dimensiones cuánticas, físicas, ecológicas, orgánicas, antropológicas, sociales, psicológicas
la razón y la fe. El ser humano compartía la sabiduría solidariamente, hombres y mujeres vivían en una sociedad gilánica 146 Entendemos la muerte como la trasformación en el vivir de nuestro actuar cotidiano. La vivimos constantemente en nuestro ser; nos referimos a la muerte óntica, a la muerte del ser. Al amar, donándonos damos parte de nuestra existencia, como si nos deprendiéramos de algo de nuestra vida. Al donarnos también recibimos algo de la vida de los otros.
89 LA VIDA: destino y camino del desenrollo humanae vitae
y espirituales, comienza a delinear un nuevo y numinoso sendero para el desenrollo de la
humanidad147.
Caminar a lo largo de ese sendero implica reconocer la indisoluble unión de la existencia
humana que pretende buscar propuestas creativas148. Un desenrollo que nos permita
sentirnos arraigados a la tierra, contemplarnos como ciudadanos del universo y como hijos de
Gaia, un desenrollo donde se gesta una nueva visión del mundo149.
4.1 La vida resultado del amor, expandido durante el desenrollo La vida como tal, es el resultado del amor (o energía-‐cósmica), como dador de vida, cualquier
trasgresión contra ella, es a la vez un agravio contra el amor, energía que sostiene al universo.
En nuestra relación con el mundo natural y de unos con otros, superamos la idea “simplista”
de que la vida es tan solo un montón de células, moléculas o genes. Hay algo más: el espíritu,
animae150, no podemos ya seguir separando materia y energía.
147 “La nueva visión de la realidad […] se basa en la comprensión de las relaciones y dependencias recíprocas y esenciales de todos los fenómenos: físicos, biológicos, psicológicos, sociales y culturales. […] Hoy por hoy no existe ninguna estructura conceptual o institucional que esté firmemente establecida y que se adapte a las fórmulas del nuevo paradigma, pero las líneas generales de esta estructura ya las están trazando muchos individuos, comunidades y grupos que están ideando nuevas formas de pensar y que se están organizando según nuevos principios” (Capra, F. 1982, p. 307) 148 Creatividad. En palabras de H. Maturana “Creo que es un regalo de la comunidad. Cada vez que la comunidad piensa que hace uno algo novedoso, valioso, que en uno surge la espontaneidad del vivir, le dice a uno que es creativo” (Maturana, H. 2005. “El sentido de lo humano” p.79) 149 “La Tierra no es la adición de un planeta físico más la biósfera, más la humanidad. La Tierra es una totalidad compleja física/biológica/antropológica donde la vida es una emergencia de la historia de la vida terrestre. La vida es una fuerza organizadora biofísica en acción en la atmósfera que creado sobre la tierra, debajo de la tierra, en los mares, donde se ha expandido y desarrollado. La humanidad es una entidad planetaria y biosférica” (Morín, 2004. p. 68). 150 “La mente es organización del pensamiento y energía de la voluntad; el alma es intuitiva, siente y presiente; es sensibilidad, dolor a menudo. El alma es aquello que sufre dolor moral. El alma es también aquello que exalta más allá de la alegría, resplandece de felicidad, y puede conocer el éxtasis. […] El alma puede hacer de nosotros sujetos sensibles, vulnerables, generosos, compasivos, abiertos al mundo y al otro”. (Morin, E. 2003, p. 122)
90 LA VIDA: destino y camino del desenrollo humanae vitae
La humanidad progresará a través de la puesta en interacción del mundo interior y exterior del ser humano, de la convergencia armónica entre individuos y sociedades, del pacto amoroso entre cultura y natura. Nuevo pensamiento, visión universal y creatividad constructiva serán las bases del futuro desenrollo; el renacimiento científico dará libertad al conocimiento; la comprensión holística y espiritual del universo, así como la humildad para reconocer las limitaciones de la racionalidad humana, aportarán sabiduría a la raza humana, es decir surgirá un nuevo pensamiento1.
En la vida, todos los días resurgimos de la
oscuridad para entrar en la luz, y un
alimento para esa luz es la sabiduría151 ;
reconocer la importancia de la vida en el
universo, en el sentido holístico, nos lleva a
salir de la muerte y la ignorancia –que
aparejadas nos llevan al autoatentado
contra la vida-‐ en que vivimos; la vida se
vive en el sentido de la vida no en el sin
sentido152.
El ser humano puede superar la dualidad
(luz y oscuridad) para mantenerse con vida,
donde vida y muerte son inmanencias de la
realidad humana, la una existe con la otra.
Somos seres para la vida de la misma
manera que somos seres para la muerte.
Esto lo experimentamos, sin percatarnos en
nuestro existir y todos los días153.
Somos seres catapultados para la
eternidad; sí, la vida está en nosotros, pero no depende únicamente de nosotros, debe ser un
don, porque de la nada no se crea la vida. Igualmente la muerte, así como luchamos por la vida
hay que afrontar de la misma manera la muerte, porque también es un don. Nadie quiere
morir, todos queremos vivir, pero la muerte como la vida nos une a todos. El ser humanae vive
151 La sabiduría implica encontrarnos con la verdad. Hay que reconocernos inmersos en las generaciones pasadas. Nuestros ancestros; los primeros padres-‐madres eran sabios, porque en ellos habitaba el amor, se hablaban con un diálogo lleno de amor, porque se sentían parte del cosmos –no dueños– como partes del todo. -‐Sabio es aquél que es humilde, que ha superado la soberbia que lo separa del cosmos-‐. 152 “Mi última advertencia tiene que ver con la condición humana misma, con las experiencias de lo absurdo por las que pasamos cuando nuestras preguntas existenciales más profundas se encuentran con silencios de perplejidad como respuesta. Tiene que ver con la mortalidad, el azar, la ausencia y el vacío del cielo. Me vuelve a venir a la mente Alfred Schutz y su referencia a la <<ansiedad fundamental>> que él asociaba a la sensación de que nuestra vida pueda carecer esencialmente de sentido…” (Greene, M. 2005, p. 85). 153 Una persona muere, en plena vida, muchas veces, pero cada una de ellas es una forma diferente de renacer (Maturana, H. 1997, p. 313)
91 LA VIDA: destino y camino del desenrollo humanae vitae
La educere vitae es el regazo que con amor y ternura pone en común-‐unión al hombre y a la mujer en el cuidado de la progenie, emergiendo del corazón la resonancia (maculino-‐femenino) del amor que conduce y conlleva al desenrollo humanae vitae.
en la fortaleza y en la debilidad de su ser corpóreo y de su ser social: «sin ser no hay pensar»
(Parménides) por tanto; existo luego pienso.
Las consecuencias de la manipulación (biológica, social y cultural) de la vida las desconocemos,
aunque poco a poco empiezan a vislumbrarse (disminución de la variabilidad genética,
surgimiento de nuevas enfermedades, incremento de plagas, pérdida de la diversidad natural,
cultural y social). La manipulación genética en los organismos vivos está transformando a la
naturaleza tal como la conocemos, no solo las perspectivas del desarrollo, sino la propia
supervivencia de la humanidad que hace evidente que para la vida y el desenrollo es necesaria
la conciencia humana (el cuidado y fomento).
4.2 La educere vitae regazo de la vida Al inicio de este capítulo mencionamos que la
vida es el principio fundamental del desenrollo
humanae vitae. En este apartado queremos
destacar cómo podemos fomentar el cuidado de
la vida. Consideramos que es necesario repensar
la educación, en un sentido más holístico, por eso
hemos hablado en el capítulo 3 de la educere
vitae, porque nos interesa colaborar en la
propuesta de un camino para que el ser humano
encuentre el sentido de la vida y se transforme
en ser humanae.
La defensa de la vida (homeostasis154) está inscrita en nuestros genes y también en las de los
demás seres vivos, así la humanae tiene una historia inscrita para la vida desde sus orígenes
que se repite de manera cotidiana.
“Si vivir es sustancialmente una actividad cognitiva, hay que admitir que todo aprendizaje es
un proceso que acontece en el organismo vivo. Aprender es siempre una actividad corporal. Y
ya que los cuerpos saben, en todo y en todo momento, movimiento y expansiones en la
finitud, todo conocimiento lleva esa marca de lo finito” (Asmann, H. 2002 p. 74).
154 Regulación interna de un organismo con el fin de mantener su estructura.
92 LA VIDA: destino y camino del desenrollo humanae vitae
Cuidar y fomentar el desenrollo es más que un acto, una actitud a favor de nuestra casa (el universo) y todo lo que en él se encuentra, es actuar a favor del amor. Los seres humanos, tanto para transcender, para reproducirse y concebir están dispuestos a dar y donar la vida. Es el principal impulsor de sí misma, siempre y cuando la conciencia, no nos haya abandonado. La vida emerge como una conjunción de amor y no solo como un acto físico, porque es alimentado de espíritu.
Todo momento que suscita la ayuda, la
cooperación, el amor hacia el prójimo es un
kairós de la vida. La vida requiere del kairós.
La educere vitae propicia que exista de
manera recurrente el kairós. ¿Cuándo inicia
la vida? Desde siempre y con énfasis
después del caos. Porque en nosotros
radican vestigios del polvo cósmico
originario, se trata de nuestro propio
espíritu. ¿Cuándo inicia la muerte?, Desde
siempre, junto con la vida y no después de
ella. Se trata de la inmanencia de la vida en
la muerte.
El tiempo de la educere vitae es el tiempo
de la vida. Antes de nacer existíamos en los
genes que nos originaron y en los átomos
que formaron nuestras complejas moléculas
y células. La educere vitae transcurre a la par, es un catalizador para obtener ampliados y
mejores resultados. Con la educere vitae, como proceso educativo (entendido como
transformación en la convivencia), se sustraen del interior y del exterior en recreación mutua,
del ser humanae (del niño, principalmente) los aprendizajes necesarios para la vida. Como una
nueva forma, aunque originaria, de ser y de estar, “la vida y el conocimiento son, antes que
nada procesos auotoorganizativos [...] Educar significa propiciar y desencadenar procesos de
autoorganización en las neuronas y en los lenguajes de las personas” (Assmann, H., 2002 p.66-‐
67).
Lo anterior nos lleva a reconsiderar nuestras percepciones y nuestras acciones dentro de este
sistema planetario. Tengamos presente que en la naturaleza los residuos no existen, todo lo
que existe son recursos. Pero nosotros, seres humanos hemos dado lugar a una creciente
cultura de desecho, lo no utilizado, se elimina, aumentando cada vez más las cantidades de
bazofia y podredumbre de la cual, cada vez están resultando más difícil emerger, si dichas
acciones, no las contemplamos en nuestra forma de vivir.
93 LA VIDA: destino y camino del desenrollo humanae vitae
Caminar con otros requiere del misterio de la vida, de reconocer que ¡yo soy cosmos y naturaleza por tanto!. No deberíamos vivir con falsas barreras que nos hacen ser diferentes del otro, el excluido de la riqueza del Planeta, de sus frutos y del trabajo, porque yo soy holograma de ese fruto y no desecho. Somos parte de la vida en todas sus formas, y el ser humanae debe asumirse como tal, no sobre, sino entre y con la naturaleza1.
4.3 La vida en unidad y diversidad
Desde su origen el ser humano ha vivido en
unidad, sintiendo la necesidad de vivir en
grupo, en clanes u hordas; y su historia ha
transcurrido por muchas fases, con épocas de
esplendor y de barbarie. Las grandes
civilizaciones han sido producto de la
capacidad –intelectual, espiritual y social— de
los seres humanos. Las aglomeraciones en
ciudades-‐polis resultan del sentido gregario y
del desarrollo técnico-‐económico. El ser social
siempre ha buscado vivir unido a otros seres.
De ahí la necesidad de estar en sincronía con
la vida en comunidad.
La familia humana, como elemento agrupador fundamental de la sociedad, es el espacio
donde se ha sincronizado el concierto del desenrollo humanae vitae. La común-‐unión es el
recinto donde se gesta el concierto de la vida. Junto a su padre y madre, por lo menos al inicio,
y después con todo el círculo humano que lo
rodea, el ser humanae adquiere los primeros
sonidos melodiosos del amor, que le
integrarán posteriormente a la comunidad y
sociedad humanas (humanae).
Hoy, en pleno siglo XXI, las diferentes
experiencias de la vida humana sobre la
Tierra, indican que debemos vivir un
desenrollo humanae vitae holístico y
complejo, es decir en armonía universal.
Debemos volver a la senda del amor al
prójimo y a la estrecha relación con la
naturaleza.
Las múltiples catástrofes humanas -‐
hambruna, aborto, holocausto, genocidio, racismo, fundamentalismo, terrorismo-‐ aunadas a
La vida requiere de no racionalizar todo lo que se nos presenta. La educere vitae prepara para no solo momentos racionales, sino ante todo para los momentos: pasionales, emocionales, sentimentales, lúdicos, creativos. “No solo pensamos con la cabeza sino también con emociones y con todo el cuerpo, así como con nuestro espíritu, nuestras visiones, esperanzas y percepción de significados y valores” (Zohar, D. 2001. p. 54).
94 LA VIDA: destino y camino del desenrollo humanae vitae
El exceso de ostentación degrada a la humanidad y acaba con el ecosistema. El motor de búsqueda que permita renunciar a la comodidad entendida como abuso de los recursos y que se traduce en desperdicio, es encontrar el opuesto perfecto de la suntuosidad que es la humildad con caridad; decisión individual que convoca a una acción o pequeña medida que puede hasta mover al mundo, parte fundamental de esta decisión es el desapego a lo material. El materialismo ha sido la directriz, ampliamente publicitada en nuestra cultura contemporánea y se ha considerado como la fuerza motora del mundo y que le da sentido a la vida, cuando la realidad es que en ella se carece de un verdadero “sentir” y “vivir”.
los fenómenos naturales son los gritos de auxilio de la humanidad y de la naturaleza, lanzados
al universo y a Dios. Y es que el desenrollo humanae vitae empieza por recuperar la capacidad
de asombro ante la creación, con una apertura a la escucha, al diálogo fecundo y creativo
entre seres humanos y realidades cósmicas.
4.4 La vida es empezar a renunciar Desde la antigüedad, al saber y reconocer
que la Tierra era redonda, es decir…finita,
significó tomar conciencia de la
posibilidad de obtener algo de los demás
y de ella misma, han orientado al ser
humano primitivo y actual, al aislamiento
y a la separación, a la creciente
posibilidad de adueñarse de la naturaleza
y del planeta.
Hemos perdido la capacidad de sentir
com-‐pasión por los otros hermanos: seres
humanos más desprotegidos, animales y
plantas. De los excluidos no surge el
rencor, y no se justifica la maldad, pero
hay que reconocer que la maldad es
similar a una respuesta de la humanidad,
es como un constructo social, y en la
medida que sigamos en esa construcción
dirigida de desapego e ignorancia por el
otro, el futuro que ya se vislumbra
catastrófico, será irreversible.
95 LA VIDA: destino y camino del desenrollo humanae vitae
Salir de uno mismo, el desapego, emana de la com-‐pasión1 por hacer y ser, creer verdaderamente a la vez que se es congruente con acciones que sostienen lo sentido, donde se puede transmitir sinceramente una educere vitae1. Renunciar a la posesión, en magnitud y cantidad, se trata de un acto profundo de conciencia en un acto individual, que conlleva a la par y por misión el convocar al otro a transformarse con la propia actuación, con el ejemplo. Es promover la continua transformación en la convivencia.
La persistencia de la vida requiere de
revolucionar o de construir un nuevo futuro.
Con la necesaria convocatoria a meditarlo,
pero igualmente es necesario no mostrar
una evaluación o “juicio” al respecto. Y solo
actuar a favor de una consciencia decisiva:
el desenrollo humanae vitae.
96 NOTAS DE LOS AUTORES
NOTAS DE LOS AUTORES El diálogo-‐conversatorio ha sido la grata conjunción que, a modo de rizoma, nos ha servido para trabajar en el transcurso de más de dos años y medio el presente documento que rendimos al lector-‐interlocutor, holograma de lo vivido por nosotros quienes integramos el Grupo Nueve; Rosa Ela, Darío Fabián, María Alva y José Luis, en la elaboración de la tesis grupal del Doctorado en Educación con Énfasis en Mediación Pedagógica.
A través del diálogo logramos inter-‐retro-‐relacionarnos en una cooperación, conocimiento e identidad con cada un-‐otro y todos en conjunto de nuestro grupo, en una indagación y búsqueda de la verdad, siempre en construcción, inacabada hoy y el resto de nuestras vidas, que nos obligo a proponer las ideas que presentamos anteriormente como una construcción colectiva e individual a la vez, soportada y orientada por los maestros, libros y documentos, que cada día, en cada encuentro y hasta en lo cotidiano de nuestras vidas nos fueron transformando y provocando así la pasión por vivir experimentando en el día a día, en las clases y trabajos que realizamos, con nuestras familias y amigos, y entre nosotros como grupo, una convergencia que no unificación-‐homogeneizada pues reforzamos nuestro conocimiento y respeto por la diversidad en la unidad que constituimos, con lecturas llenas de intencionalidad, auténticamente dialogando sobre y con los maestros del doctorado, no para convencernos entre sí de nada, ni enfrentarnos, sino tan solo escuchándonos para construir en lo colectivo.
El escucharnos ha sido un transcurrir la vida actuando, del ser al hacer, cada encuentro no estuvo exento del desacuerdo, de recursividad en el diálogo, en el silencio de explorar lo nuevo, lo diverso, examinando profundamente, sin querer estrictamente formar una única opinión o conclusión, sin competir con el otro para llegar a la verdad, porque nunca buscamos con ello, reconocimiento, fama o reputación, amamos nuestra mutua comprensión, el entendimiento y no solo los resultados.
El proceso fue lento ya que en el diálogo dudábamos de las opiniones y aportaciones propias y del otro, buscábamos penetrar profundamente a la realidad, no buscábamos una transmisión de conocimientos, ni hubo jerarquías entre nosotros, fue una exploración conjunta, sabiendo de antemano que desconocíamos la verdad, que no llegaríamos pero que podríamos dirigirnos a ella, queríamos encontrar su senda, seguirla y entenderla en común-‐unión, dicha senda es la que nombramos Desenrollo Humanae Vitae, como un camino que vive cada Ser Humanae y que para develar cada vez más profundamente la conciencia, se requiere de la Educere Vitae.
Las cuestionarnos sobre nuestro propio conocimiento, generar cuestionamientos sobre lo que creíamos saber en lo individual y en conjunto, fueron el impulso o salto generador del diálogo que aparecían ante una experiencia, una plática o un libro, ello nos guiaba en el diálogo-‐conversatorio. El diálogo nos llevó a plantearnos en nuestro trabajo grupal: tres preguntas educativas enfatizadas en mediación pedagógica que son a la vez los primeros tres capítulos de nuestro trabajo grupal: ¿De dónde venimos?, ¿Quiénes somos? y ¿Hacia dónde vamos?. Derivado de ello, afirmamos que a partir del diálogo en nuestros encuentros grupales-‐emocionales-‐espirituales, nos encontramos en el proceso constante de reorientar nuestro camino en la vida, nuestros intereses y nuestras intenciones. Queremos vivir (amar lo que somos y hacemos, departiendo, educarnos y educar) de forma plena y sobre todo “humana” (no autómata, ni mecánica).
97 NOTAS DE LOS AUTORES
Con el presente texto, buscamos ser congruentes entre lo que decimos y lo que hacemos; teniendo presente que hay generaciones más jóvenes que nos observan y que para ellos servimos como punto de referencia; en este sentido, es de gran ayuda el “significado común” que nos aporta compartir y departir generando en conjunto (grupo) lo que de manera individual tendría menor fuerza y potencial. Repensamos y reflexionamos acerca del desarrollo humano sostenido, percibiendo una noción fría –manipulada por las filosofías y las políticas globalizadoras–, inserta en el paradigma mecanicista e impregnada del economicismo. Esta situación nos condujo a proponer y aportar una nueva noción, holista y orgánica, que redimensione al ser humano y la vida de manera multidimensional, así nace: desenrollo humanae vitae, cono noción cálida y sensible.
Hemos vivido que la inteligencia que se genera grupalmente, en convivencia, es resultado del diálogo más que como una retroalimentación como un bucle recursivo; porque permite identificar que el aprendizaje transita en un camino de ida y de vuelta, en constante conversión, no circularmente, sino como una espiral creciente. Lo que pensamos, decimos y hacemos se alimenta de los pensamientos, acciones y lo dicho por otras personas que escuchamos, vemos o leemos, todo eso lo percibimos con nuestro ser y sus cinco sentidos de los otros en sus discursos y de nosotros mismos, al reflejarnos en el grupo y aportándole a él, generando mayor masa crítica y auto-‐crítica.
Con el desenrollo humanae vitae, estamos seguros que no somos los mismos que empezamos el proceso doctoral, no sabemos tampoco si mejores o peores; lo que si sabemos es que nos sentimos más comprometidos con nosotros mismos, nuestros hijos, nuestros hermanos, nuestros amigos, con toda la gente que nos rodea, con el amor y con la vida; es su diversidad y su unidad. Es decir, con el planeta, el micro y el macro cosmos.
Valorando en mayor grado cada uno de nuestros instantes, deteniéndonos a dialogar y compartir; reconociéndonos como seres biologoantropos que cumplen ciclos, siendo la muerte parte de ellos. Tratamos de aceptarnos como somos con la riqueza de nuestras individualidades para fortalecernos como grupo, en espiritualidad y autónomo-‐interdependencia.
La experiencia de nuestro desenrollo humanae vitae nos ha dado la común-‐unión, el compartir nos ha fortalecido. Los obstáculos sufridos, nos han tambaleado, pero nos ayudaron a cohesionarnos y consolidarnos. También nos permitieron reorientar nuestra vida, hacia un modus vivendi econocuántico.
98 NOTAS DE LOS AUTORES
¿Hacia donde vamos?
v Hacia la búsqueda y el encuentro, día a día, en la cotidianeidad de nuestro ser espiritual. Reconociéndonos no solo como materia sino como seres multidimensionales. Errantes planetarios en la práctica constante del ser al hacer en armonía y solidaridad para darle un nuevo sentido a nuestra vida.
v Al establecimiento del diálogo-‐palabra en el entendimiento, solidaridad y comprensión. Reconociéndonos como seres complejos, únicos y diversos.
v A reconocernos como parte del todo, respetándonos como hermanos en el cosmos, lo infinito. Solidarizándonos con el mundo y siempre teniendo claro que cada una de mis acciones, buenas o malas, tendrán un efecto en la misma magnitud.
v Hacia el buen vivir, con ética, buen gobierno, otredad y holismo.
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