Alicia Muñoz Sánchez 4ºC
KEVIN MITNICKKEVIN MITNICK
Nació en Van Nuys, California el 6 de agosto de 1963
Es uno de los Hackers y phreakers estadounidense más famoso. Su nick o
apodo fue Cóndor. También apodado por él mismo "fantasma de los cables"
Es considerado más bien un cracker, no un hacker, ya que no utilizó sus conocimientos de la forma más ética, sino para obtener beneficio
personal
Una de sus primeras conquistas fue el saltarse la seguridad del sistema administrativo de su colegio con 16 años. Sin embargo, no alteró sus notas, sino que simplemente se
dedicó a mirar.
Poco después, ese mismo año, Kevin, junto a dos amigos suyos, logró acceder al sistema COSMOS (COmputer System for Mainframe OperationS) de la compañía Pacific Bell. Dicho
sistema era una base de datos que utilizaban las compañías telefónica norteamericanas para controlar el registro de
llamadas.
Sin embargo, la novia de uno de sus amigos, asustada ante las consecuencias de dicho acto, les delató a la policía . Esta fue la primera condena de Mitnick, de tres meses de cárcel y un año
de libertad condicional, al ser todavía menor.
En 1983, un policía de la Universidad del Sur de California descubrió a Mitnick utilizando un ordenador de la universidad para
acceder, a través de ARPAnet, al sistema informático del Pentágono. En esta ocasión fue sentenciado a seis meses de
cárcel en una prisión juvenil de California.
Un poco después de 1987, Kevin y su amigo, Lenny DiCicco, comenzaron a lanzar ataques contínuos a la red del
laboratorio de investigación digital de Palo Alto, intentando obtener una copia del prototipo del nuevo sistema operativo
de seguridad llamado VMS.
Cuando el FBI estuvo demasiado cerca, Mitnick delató a su amigo, a través de una serie de llamadas anónimas, intentando hacer que cargara con toda la
culpa. Al enterarse, DiCicco, dolido por la traición, se ocupó de poner tras su pista al FBI, que logró apresarle finalmente en 1988.
En 1992, Mitnick fue objeto de otra investigación por el FBI, acusado de acceder ilegalmente a la base de datos comercial de la Agencia
de Detectives Tel Tec, donde trabajaba. Cuando fueron a
detenerle había desaparecido sin dejar rastro.
Ahora Mitnick se había convertido en un cracker prófugo.Después de varios intentos infructuosos en cuanto a calidad de
información, se encontró con el ordenador de Tsutomu Shimomura (hacker de los buenos), la cual invadió en la Navidad de 1994.
Shimomura se propuso como orgullo personal atrapar al cracker que había invadido su privacidad.
Hacia finales de enero de 1995, el software de Shimomura fue hallado en una cuenta en The Well, un proveedor de Internet en
California. Mitnick había creado una cuenta fantasma en ese proveedor y desde allí utilizaba las herramientas de Shimomura
para lanzar ataques hacia una docena de corporaciones de ordenadores, entre ellas Motorola, Apple y Qualcomm.
Después de dos semanas de rastreos determinaron que las llamadas provenían de Raleigh, California.
El arresto se produjo el 15 de febrero de 1995, tras ser acusado de entrar en algunos de los ordenadores más seguros de Estados
Unidos.
Tras ser liberado en enero del 2000, Mitnick estuvo bajo libertad
condicional hasta enero de 2003, con la prohibición de acceder a cualquier
tipo de ordenador, teléfono móvil, televisión, u otro aparato electrónico que pudiera conectarse a internet.
Mitnick lanzó su propia empresa, Mitnick Security Consulting LLC, dedicada a la consultoría de seguridad informática. También ha lanzado dos libros: “The art of deception”, en 2002, y “The art of
intrusion”, en 2003, aunque tiene prohibido obtener beneficio económico de ello hasta el 2010, según la sentencia judicial.
Actualmente, Mitnick es consultor de seguridad y se dedica a dar conferencias sobre temas de seguridad en redes
informáticas e ingeniería social, obteniendo gracias a ello pingües beneficios. ¿Compensa el lado oscuro? Parece que,
en el caso de Mitnick, sí.