Km. 666
Santi Ráfales 6 Primaria
Esta historia que os voy a contar ocurrió hace mucho
tiempo, abrid bien las orejas y… escuchad.Un grupo de amigos
llamados: Miriam, Alex, Talía, Santi y Daniel iban de camino hacia sus vacaciones
pero algo les detuvo en medio de un bosque.
Se separaron por grupos. El primer grupo lo formaban
Santi, Talía y Daniel; el segundo: Miriam y Alex.
Alguien se tenía que quedar a vigilar el
coche, no se ofrecía nadie, pero al fin se
quedó Miriam. Alejandro fue por el
incorrecto camino, en donde se situaba la familia desfigurada. Santi, Daniel y Talía seguían andando,
tartamudeando cuando hablaban. De repente se escuchó un sonido de arco lanzando una flecha, dieron un paso más y… ¡ahhhhhhh! -
Gritó Talía-.
La flecha había caído al lado de Talía. Santi la fue a coger. La flecha llevaba una nota donde se leía:
¡Enemigos del heredero, temed!Talía dijo:-¡Hummmm, escrita con sangre!
Miriam, mientras vigilaba el coche, fue a encenderse un cigarro pero cuando salió la llama
“¡Ahhhhhhhh!”
Escuchó un grito, ella se dirigió a unas ramas que había en el fondo y en el suelo vio una oreja humana llena de sangre.Miriam no quitó la vista de la oreja mientras estaba andando hacia atrás, pero de repente ¡zas! un deforme de aquella casa la mató para comer. Con los pinchos de alambre, que se ponen en los tejados para que no roben, le clavaron por la boca, toda la boca sangrando.
Alejandro llegó a la casa deforme, entró dentro sigilosamente,
investigó por toda la casa. En un momento escuchó voces que se
dirigían a la casa. Rápidamente se escondió en un armario y ¡booom! sonó la puerta. El armario ocultaba un agujero, miró y una aguja de las
que usan nuestras madres o nuestras abuelas se clavó por el
agujero y todo el ojo le sangraba, le mató otro deforme.
Solo quedaban tres: Santi, Talía y Daniel. Los deformes se fueron un momento a cazar más. El grupo se
escondió detrás de unas ramas antes de que los vieran, Talía iba a chillar, Santi le tapó la boca, Daniel estaba murmurando: - ¡Nos van a
pillar, nos van a pillar!
Al abrir la puerta vieron una gota de sangre en el suelo. Iban con la mirada al suelo siguiendo un rastro de sangre, subieron la cabeza rápidamente, vieron a Alex y a Miriam en el suelo, Alex sin ojos sangrando y Miriam muerta. Rápidamente vieron un coche abandonado, pensaron que si se les hacía algunos arreglos funcionarían. Primero con el wualki-talki llamaron al guardacostas, le contaron que había deformes, pero no se lo creyó, pero el guardacostas fue allí, para asegurarse bajó del coche, dio tres pasos y pronunció “Aquí no hay nadie” se giró y recibió una flecha en el corazón Santi, Talía y Daniel arreglaron el coche y se fueron rápidamente. El coche contenía comida pero se fue volando. Santi fue a por ella, pero cuando iba a subir al coche le metieron un tiro en la cadera.
Pararon el coche y lo subieron rápidamente, bajaban una
cuesta, Daniel era médico le dio los mandos a Talía y él se fue al
maletero. Talía iba mirando delante y atrás por si estaban bien y muy asustada. Daniel le arrancó el bolsillo y estaba el
wualki, Santi solo se había desmayado, le tiraron un poco de agua por encima y abrió los ojos. Talía y Daniel se alegraron pero Talía perdió los mandos y se cayeron por un precipicio.
Desde aquel día nadie pasa por esa carretera llamada kilómetro
666.
Fin
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