Universidad Autnoma de Madrid
Departamento de Filologa Clsica
Mster interuniversitario en Filologa Clsica
LA IUDITHIS TRAGOEDIA TERTIA:
ESTUDIO Y EDICIN DE UNA TRAGEDIA JESUTICA EN EL MS. 383 DE
LA COLECCIN DE CORTES DE LA REAL ACADEMIA DE LA
HISTORIA.
por
Eduardo Fernndez Guerrero
Tutor acadmico: Prof. Dr. D. ngel Sierra de Czar
V B del Tutor:
Fecha de defensa: 11 de octubre de 2013
Calificacin: ..
Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 2 -
Divae Iuliae.
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 3 -
1. PREMBULO........p. 5
2. INTRODUCCIN
2.1 Introduccin al teatro escolar jesuita... p. 6
2.2 La Iudithis Tragoedia Tertia..... p. 12
3. EL MANUSCRITO.
3.1 Origen y ubicacin actual... p.15
3.2 Descripcin codicolgica .. p.15
4. EL TEXTO.
4.1 Premisas de edicin.... p.18
4.2 Texto de la Iudithis ... p.19
4.3 Anlisis y comentario mtrico.. p.58
4.4 Comentario lingstico y literario..p. 60
5. EL AUTOR
5.1 Jos de Guimer?: hacia una biografa y obra p. 73
6. CONCLUSIONESp. 76
7. BIBLIOGRAFAp. 77
7.1 Anexos documentales.p. 81
Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 4 -
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 5 -
1. PREMBULO
El objetivo bsico de este trabajo es ofrecer a los investigadores y estudiosos
del teatro la primera edicin de la tragedia Iudithis, obra de un jesuita annimo,
escrita en latn y contenida en el manuscrito 383 de la llamada Coleccin de Cortes
de la Real Academia de la Historia, conocido por recoger las obras dramticas y
paradramticas del tambin jesuita Pedro Pablo de Acevedo. Esta edicin se enmarca
dentro del proyecto sobre teatro escolar latino en los colegios jesuitas de Espaa
iniciado hace ms de 20 aos en este Departamento, desarrollado por un grupo de
investigadores del rea de Filologa Latna primero bajo la direccin de Vicente
Picn Garca, y recientemente bajo la de ngel Sierra Czar, a quien debo la
propuesta de este trabajo y que me facilit el acceso a la obra1. En la estela del
mencionado grupo, han aparecido otros proyectos dedicados al teatro jesuita en
nuestro pas2 que siguen contribuyendo a remediar una laguna cuya verdadera
dimensin puede apreciarse en el ya cannico libro de Justo Garca Soriano El teatro
universitario y humanstico en Espaa. Por ltimo, un ejemplo ms de estos
esfuerzos es la creacin en el ao 2002 de TeatrEsco, una revista cientfica
disponible en red dedicada al antiguo teatro escolar con numerosos artculos
dedicados al teatro jesuita en latn as como a su influencia en la formacin y
desarrollo del teatro areo espaol. La edicin de este texto y el intento de responder
a algunos de los interrogantes que planteaba nos ha obligado a a adentrarnos en otros
campos como la historia de la literatura, la investigacin archivstica o la paleografa,
para comparar la Iudithis con otras obras de teatro europeo del s. XVI, buscar
informacin sobre su posible autor y analizar el cdice en que se inserta la pieza,
trabajos de los cuales aqu slo ofrecemos una parte, tanto por razones de tiempo
como de espacio.
No queremos terminar este prembulo sin dedicar el debido agradecimiento a
algunas personas sin cuya colaboracin este trabajo habra sido imposible: al
profesor ngel Sierra, por la larga generosidad demostrada al compartir conmigo
numerosos materiales, reproducciones y resultados de su investigacin; a la profesora
Carmen Gallardo, que nunca falt cuando necesit ms de lo que poda pedirle y que
no dud en dedicar tiempo y trabajo a ayudarme con trmites y documentos en
infinitas ocasiones; a Mauro y el personal del Archivo Histrico de la Compaa de
Jess en Roma (ARSI) por su inestimable ayuda en la localizacin de los documentos
sobre el autor de la obra que proponemos; a Ignacio Narvez, jesuita honoris causa,
1 Una primera aproximacin a la obra fue presentada por el prof. ngel Sierra en una comunicacin
titulada Tradicin del teatro clsico en el teatro escolar latino del s. XVI II La Iudithis tragoedia, de
autor annimo en el III congreso internacional de humanismo y pervivencia del mundo clsico
celebrado en Alcaz, 8 - 13 mayo de 2000. 2 Teatro humanstico y escolar del siglo XVI: estudio, edicin crtica y comentario de la produccin
dramtica de Hernando de vila, Juan de Cigorondo, Andrs Rodrguez y coetneos de ultramar
dirigido por el profesor Manuel Molina Snchez (Universidad de Granada); Catalogacin y
bibliografa crtica del teatro espaol del siglo XVI, dirigido por la profesora Mercedes de los Reyes
Pea (Universidad de Sevilla); as como Los Jesuitas y el teatro en el Siglo de Oro dirigido por el
profesor Jess Menndez Pelez (Universidad de Oviedo).
Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 6 -
por su contagiosa alegra e inestimable ayuda en la localizacin de archivos de la
Orden en Roma y Espaa y, finalmente, a Julia Abajo por su amable y atenta lectura
del original.
2. INTRODUCCIN
2.1 Introduccin al teatro escolar jesuita
Bajo el nombre de teatro escolar jesuita se denomina a un amplio conjunto de
formas dramticas y paradramticas cuya produccin, tanto en latn como en
romance, se extiende lato sensu desde los primeros decenios tras la fundacin de la
Compaa en 1540 hasta su disolucin a finales del s. XVIII. Estas representaciones,
que podan tener lugar ante un pblico variado, compuesto de religiosos, autoridades
y habitantes de la zona o ante los propios miembros de la comunidad religiosa, se
remontan en su origen a espectculos parateatrales relacionados con la vida
acadmica de los colegios (declamationes, disputationes, certamina, etc.) que muy
pronto llegaron a desarrollar un gnero en s mismos. ste comprenda, entre otros,
comedias, tragedias, dilogos y recitales que no solo sentaran las bases para nuestra
comedia area sino que alcanzaran en el resto de Europa las cotas de las grandes
representaciones barrocas del s. XVII.
Nacidas como resultado del afn pedaggico de la orden, estas
representaciones teatrales de los colegios jesuitas estn a medio camino entre el
teatro medieval y el teatro humansticouniversitario. Del primero heredarn su
procupacin por el provecho espiritual del auditorio, que es (en sus primeras fases) la
razn principal de la representacin. As lo afirma uno de los primeros y mayores
exponentes del gnero en Espaa, Pedro Pablo de Acevedo, en el prlogo de su
comedia Philautus3:
El grande observador de aquesta arte
no me diga: aqu falt el decoro antiguo
Mas tvose atencin ms al provecho,
poniendo delante las cosas de los ojos
que no servir el arte curiosamente
Esta voluntad catequista exiga encubrir la doctrina y enseanza bajo el aspecto
novedoso y entretenido de cualquier espectculo. El tpico del dulce et utile,
convertido en la idea del sermn disfrazado, se encuentra por doquier en las primeras
3 PICN, V. (COORD.) et alii, Teatro escolar latino del s. XVI: la obra de Pedro Pablo de Acevedo S.I.,
vol. I, Madrid, 1997, p. 330
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 7 -
representaciones espaolas: un ejemplo paradigmtico puede leerse al final de la
tragedia Regnum Dei4:
Lo que aqu con brebedad
habemos representado
es un sermn disfrazado.
La divina majestad
quiera que haya aprovechado.
De lo sancto y de lo justo
pocos gustan, si se da
sin salsa, porque ya est
estragado nuestro gusto
y apenas lo comer.
La pldora azucarada
nos da el sabio boticario
que, para ser bien tomada,
le parece necesario
que vaya toda dorada
Por otro lado, esta pldora iba acompaada con frecuencia de importantes
elementos alegricos (no tan azucarados) herederos de la prctica escnica medieval,
como los personajes Fe o Temor, que servan para ahondar en la psicologa de los
personajes y reforzar la expresin de sus pensamientos y sensaciones. Tambin
subrayan el mensaje buscado y mantienen un gran nivel de seriedad dando dimensin
sobrenatural a conflictos trascendentales desde el punto de vista moral o religioso.5
Tambin el teatro humanstico nacido a finales del s. XV, en las academias y
universidades (tanto catlicas como, mediado el s. XVI, protestantes) tuvo un papel
muy importante como el antecesor ms inmediato de estas representaciones adems
de servir de modelo para muchas de las primeras obras que se representaron en los
colegios jesuitas6. Son, pues, las universidades y las academias las que inauguraron la
tradicin de representar obras escolares escritas en latn por sus mismos profesores y
representadas por estudiantes en forma de ejercicios retricos y literarios: un vistazo
a los nombres de muchas de las piezas conservadas dejan clara su naturaleza
escolar7. Este tipo de representaciones responda tambin al deseo comn del teatro
4 ALONSO ASENJO, J., La Tragedia de San Hermenegildo y otras obras del teatro espaol de
colegio, Valencia, 1995, pp. 16-17. Cfr. GALLARDO, C., El teatro como predicacin: la homiltica del
Padre Acevedo en Edad de Oro 16, 1997 , pp. 161-170 5 Cfr. el prlogo del Achabus de Miguel Venegas editado en MIRANDA, M., Miguel Venegas, a
Tragdia de Acab (1562) Lisboa, 2010, vv.1-4: Mendax profundi spiritus Auerni incola / Tenebrica
excitatus ab sede euolo / Superas ad auras, et per irremeabile / Manifestus hominum nemini, euado
chaos 6 Tal es el caso de la comedia titulada Euripus del franciscano Lewin Brecht, editada en 1549 en
Lovaina y representada en Crdoba en 1556 o el de la comedia Metanea del jesuita Pedro Pablo de
Acevedo, estrenada ese mismo ao. 7 Por ejemplo, Dialogus in initio studiorum, Certamen litterarium sacris sollemnibus Christi corporis
celebrandis, Dialogus certaminis litterarii: cfr. MENNDEZ, J., Los jesuitas y el teatro en el Siglo de
Oro: Repertorio de obras conservadas y de referencia en Archivum: Revista de la Facultad de
Filologa, Tomo 54-55, 2004-2005, passim.
Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 8 -
universitario y la pedagoga jesuita8 de lograr una formacin integral del hombre que
comprendiera no slo facultades como la oratoria, la memoria o la elegancia en la
elocutio, en la pronuntatio y la actio, que dfifcilmente podan ser mejor ejercitadas
que mediante la representacin de piezas dramticas, sino que persiguiera tambin lo
que Luis Gil denomina la virtus litterata9. Dentro de ese ideal educativo se
incluan temas y fragmentos procedentes del canon literario de la Antigedad as
como sentencias y frases hechas comnmente empleadas en las colecciones de
Adagia humansticas como la de Erasmo.
En cualquier caso, debe tenerse presente la naturaleza amateur con que
empezaron estas representaciones: los autores eran generalmente los profesores de
gramtica del colegio y los actores eran los mismos alumnos. Independientemente de
los condicionamientos de aqu derivados en lo que se refiere a nmero de personajes,
etc., estos espectculos empezaron a enriquecerse notablemente mediante la gradual
introduccin de intermedios musicales y de un fastuoso attrezzo que terminaron
conviertiendose en uno de los rasgos ms seeros de esta prctica teatral. Ejemplo de
ello es la descripcin que se hace de la representacin de una tragedia en Ocaa10
:
Por principio de Julio se represento una tragedia [], con tanto apparato de seda y oro, y
otros ornamentos, que ponia admiration de donde se abian sacado tantos y tales adereos.
Coexistan as representaciones de carcter ms privado y destinadas al
ejercicio de los estudiantes con otras habidas en ocasiones ms sealadas, como la
visita de personalidades distingidas11
o solemnidades del calendario litrgico. Estas
representaciones pblicas granjeaban a los colegios jesuitas la fama necesaria para
convertirse muy pronto en los educadores catlicos por excelencia12
. En la misma
carta citada arriba, su autor escribe:
Agrado mucho la grauedad y estilo de la tragedia, y fue tanto mas de ber, quanto los
estudiantes fueron mas pequeos y nobles; y fue alabada de todos, cresciendo el credito (por
dicho de muchos) de la Compaia en leer y ensear a los nios, de donde se sigue que bienen
cada dia mas estudiantes, no solo del pueblo, mas tambien de lejos de aqu.
Esta oposicin entre elementos eruditos (imitacin del teatro clsico
grecolatino de Terencio y Sneca) frente al carcter popular de las moralidades
medievales, las vidas de santos o las glogas, villancicos y danzas que se encuentran
8 Una introduccin al tema de la pedagoga jesuita en su relacin con el teatro puede verse en
GONZLEZ GUTIRREZ, C., El teatro escolar de los jesuitas (1555-1640). La tragedia de San
Hermenegildo. Oviedo, 1997, pp. 38-50. 9 GIL, L. (ED.), La cultura espaola en la Edad Moderna. Madrid, 2004, pp. 57-60
10 Carta del 7 de septiembre de 1561, Monumenta Historica Societatis Iesu vol. VII: Litterae
quadrimestres ex Hispania Romam missae , VII, p. 551. 11
Es el caso de la visita de Felipe II al colegio jesuita de San Hermenegildo en Sevilla en 1570 o las
representaciones que tuvieron lugar en la boda de Felipe III y Margarita de Austria en 1598. Cfr.
MCCABE, W., An Introduction to the Jesuit Thtre, St. Louis Institute of Jesuit Sources, 1983, p. 78 12
TANNER, M., Societas Jesu Apostolorum imitatrix : pars prima, Praga, 1694, p. 101.Altera est
quod cum Sancta Synodus instituenda iuvenum seminaria censuisset, ad idoneos Ecclesiae ministros
formandos, iussissetque magistros illis et praeceptores aptissimos deligi, S. Congregatio interpretum
Tridentini mandavit ut si eo loci reperiantur Jesuitae, caeteris anteponantur.
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 9 -
con frecuencia en las obras jesuitas se traduce asimismo en una pugna entre el latn y
el romance que finalmente acabar ganando este ltimo. En este sentido, Juan
Bonifacio escribe en el prlogo a su comedia Margarita13:
Va acompasado latn y romance de suerte que ni dexe de ser exercicio de letras ni sea
penoso para el que no fuere latino.
As, el carcter pastoral de las representaciones entraba en claro conflicto con
los necesarios elementos de diversin que hicieran de cada obra un entretenimiento
apto para un pblico (y actores) amateur. La exigencia de este sermnespectculo,
a la que el mismo Acevedo no quiere claudicar14
y que resulta especialmente
evidente en el caso de la comedia, acabara siendo satisfecha hasta tal punto que el
padre Ledesma, prefecto de estudios en el Colegio Romano y autor del que sera el
germen de la Ratio studiorum, dedic un apartado completo a la representacin de
piezas dramticas en el apartado De dialogis, comoediis seu tragoediis exhibendis.
Sus disposiciones permiten hacernos una idea ex contrario del verdadero tenor de, al
menos, algunas de las representaciones15:
Fiant solum semel in anno ab externis in collegio nostro, aut ecclesia collegii nostri aut
theatro, si sit aliquando. [] Sint eiusmodi ut non solum nihil turpe aut indecens contineant
sed neque ullam eius suspicionem. Item non est satis sint rerum indiferentium, non malarum
aut honestarum, sed sint omnia pia, religiosa; et non solum quae non noceant moribus sed
quae vehementer fuerint et aedificent. Alioquin non exhibeantur. [] Neque nominent deos
aliquos aut deas, vel musas, Iuppiter [] Nullae prorsus introducantur foeminae, neque
ullo modo foemineis ornentur vestimentis. Item apparatus non nimis exquisitus sed mediocris
et moderatus
Todas estas prescripciones, ligeramente suavizadas en las posteriores
redacciones de la Ratio, fueron sistemticamente omitidas con el pasar de los aos
con la tcita aquiescencia de los padres provinciales, principales encargados de la
vigilancia de los colegios. Prueba de ello es la misma obra que editamos, una de las
primeras obras obras conservadas (la primera, el Acolastus de Guilielmus Gnapheus
adaptado por Acevedo data del ao 1555 mientras que la primera noticia de la
Iudithis cita su representacin en 1561) con dos personajes femeninos. Acerca de la
presencia de dioses y hroes mitolgicos adaptados al contexto cristiano de las obras
puede citarse el caso del Lucifer furens (representado en 1563), donde Lucifer habita
el Trtaro e invoca a las Furias mientras que el orculo de Delfos aparece asociado a
los profetas del Antiguo Testamento16
.
La documentacin histrica que se nos ha conservado para conocer la historia
de este gnero dramtico es relativamente escasa en comparacin con las noticias de
13
ALONSO ASENJO, J., op. cit. 1995, p. 29. 14
Acevedo se queja en repetidas ocasiones de las exigencias que imponan las representaciones
pblicas: cfr. SIERRA, A. (ED.), Occasio en PICN, V. (COORD.), op. cit. 1997, p. 198: spectante vulgo,
cuius nisi obiicias chlamides purpureas variis coloribus intextas [] mox obstrepere, exire foras
parant. 15
Monumenta Paedagogica, II, s. II, p. I, cap. 20, p. 553. Citado por GONZLEZ GUITERREZ, C., op.
cit., p. 59, n. 121. 16
PICN, V. (COORD.), op. cit., 1997, p. 190.
Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 10 -
obras representadas que conservamos: la primera fuente son las llamadas litterae
quadrimestres, es decir, las cartas que cada cuatro meses remitan las casas y
colegios jesuitas al general de la orden en Roma, en las que se incluyen con
frecuencia alusiones o incluso descripciones de las representaciones habidas en los
colegios17
. El resto de informacin18
debe buscarse en las propias obras conservadas,
generalmente manuscritas, donde se encuentran a veces datos relativos al lugar, fecha
y autora de las piezas. Con estos documentos, y a falta de otros que pudieran
contemplar el panorama, puede afirmarse que los principales centros de produccin
teatral jesuita en Espaa son Castilla la Vieja y Andaluca, respectivamente
representadas por el trabajo de Juan Bonifacio y Pedro Pablo de Acevedo. Mencin
aparte merece Plasencia, donde exista una notable tradicin de teatro religioso
promovido por el cabildo de la ciudad y por donde pasaran algunos de los mejores
dramaturgos de la orden19
pero de la que apenas conservamos informacin.
Pese a que este gnero ha sido profusamente estudiado desde hace tiempo en el resto
de Europa20
, el teatro escolar jesuita apenas haba sido tenido en consideracin en
Espaa hasta hace poco ms de 20 aos. Entre las posibles causas est el juicio
emitido por Pascual de Gayangos y Enrique de Vedia a finales del siglo pasado,
quienes, tras examinar una treintena de obras, las definieron como una mezcla
informe de los antiguos autos y de la comedia alegrica, y escritas para un auditorio
ilustrado que se complaca an en or en las tablas el idioma del Lacio21
. Semejante
postura qued rebatida poco ms de treinta aos despus gracias al notable trabajo de
Justo Garca Soriano recogido en El teatro universitario y humanstico en Espaa, y
considerado por derecho como pionero sobre estos estudios en nuestro pas. Con la
recopilacin de obras conservadas y la edicin de numerosos fragmentos, Garca
17
De la asistencia espaola slo se han publicado aquellas remitidas a Roma hasta 1562. A partir de
esta fecha y hasta el cambio del formato en 1600, las cartas se conservan inditas en el Archivo
Histrico de la Compaa de Jess en Roma. En el s. XVII el volumen de correspondencia es tal que
se instauran las denominadas Litterae annuae enviadas una vez al ao, tambin inditas y accesibles
en el mencionado archivo. 18
Otra informacin puede verse en las actas capitulares de las ciudades que albergaban colegios
jesuitas o, en algunos casos, en las propias actas del claustro universitario, como es el caso de
Salamanca. Cfr. FRAMIN, M-J., Estudio documental sobre teatro en Salamanca (1500-1630):
avance de resultados en Criticn 96, 2006, pp. 115-137. 19
Es el caso de Miguel Venegas y Jos de Acosta, de quienes hablaremos ms tarde. 20
Para una bibliografa general, cfr. GRIFFIN, N., Jesuit School Drama: A Checklist of Critical
Literature. msterdam, 1986. Para otros estudios especficas, cfr. BERTIEAUX, F., Le thtre
didactique des Jsuites. Objetifs pdagogiques et realizations. Conformit et contradiction avec les
precptes de base. Memoire de fin d'tudes au Centre d'tudes thtrales de l'Universit catholique de
Louvain, 1982; BOOGERD, L., Het Jezuitendrama tn the Nederlanden, Groningen, J. B. Wolters, 1961;
DANESI, G., Il teatro didascalico de Gesuiti in Italia dalla fondazione della Compagnia alla sua
sopressione (1540-1773). Tesi all'Univ. Catt. del S. Cuore, Miln, 1976; FRECHES, C., Le thtre neo-
latin au Portugal (1550-1745), Pars-Lisbonne (Librairie Bertrand), 1964; GRIFFIN, N., El Teatro de
los jesuitas. Algunas sugerencias para su investigacin en Filologa Moderna, 54 (1975), pp. 407-
414; MCCABE, W., An Introduction to the Jesuit Thtre, St. Louis Institute of Jesuit Sources, 1983;
VALENTIN, J. M., Le Thtre des Jesuites dans les pais de langue allemande. Repertoire
Bibliographique, I Partie, 1555-1728, Stuttgart, (A. Hiesermann, 1983-1984) 21
TICKNOR, M.G., Historia de la literatura espaol. Madrid, 1851, p. 549.
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 11 -
Soriano sent las bases para numerosos trabajos posteriores, que, a su vez, pueden
dividirse en dos grandes grupos. Por un lado, los trabajos (realizados principalemnte
por hispanistas e historiadores) inspirados en la idea de Nigel Griffin cuando
afirmaba que22
:
es de esperar que, en vez de prestar demasiada atencin al estudio literario de este fenmeno
del teatro de colegio y ya nos amenazan algunos con cierto examen minucioso de la
estilstica y la mtrica de estas piezas alguien se dedique al estudio de los mismos elementos
formales [la msica, los gestos, los vestidos, la prodigiosa memoria de los alumnos actores, la
nobleza e importancia de los invitados] mediante los cuales la mayora de los espectadores
del siglo XVI se enseaban y deleitaban
Fue Molina Snchez quien, en un artculo sobre la mtrica del teatro escolar
jesuita, contest a esta afirmacin sealando algunos descuidos notables en las tres
ediciones de la Tragedia de San Hermenegildo que existen en espaol y justificando
as la atencin los de latinistas sobre este campo. Ha sido, por tanto, recientemente
cuando se ha comenzado a examinar el teatro escolar de los jesuitas en Espaa: en
apenas unos aos, la cantidad de obras publicadas ha aumentado notablemente, junto
con repertorios de los autores y obras de los que conservamos noticias. Estos
repertorios, ampliaciones en su mayora del que hiciera Garca Soriano, permiten,
pues, hacernos una idea bastante aproximada del panorama escnico jesuita en
Espaa.
Semejante atencin al teatro escolar latino est justificada, creemos, por el
papel que jug en el desarrollo de la llamada Comedia Nacional. El teatro jesuita
sirvi, en pocas palabras, como eslabn entre el teatro medieval de temtica religiosa
y un nuevo tipo de teatro con altura artstica y espectculo de grandes masas. La
popularizacin de estos espectculos y la formacin de un gusto por el teatro as
como su rol en la educacin de dramaturgos como Caldern y Lope de Vega o de los
hermanos Corneille y del mismo Molire. Como escribe Alonso Asenjo, 23
coincidiendo el teatro de colegio en su primera configuracin con el periodo formativo de la
comedia espaola, [] tiene un papel en la coalescencia y rpido crecimiento y aceptacin
del fenmeno teatral en el siglo XVI. El teatro de colegio recibe y aporta decisivamente a la
constitucin del teatro espaol y la comparacin y el estudio de todas las prcticas de este
perodo [] echar luz sobre la fragua de ese teatro y volver ms objetivo su estudio y
conocimiento.
As, en los autos sacramentales de Caldern pueden rastrearse algunas de las
tcnicas y mtodos del drama jesuita24
, mientras que en Moliere los abusos de la
retrica y la disciplina fsica y mental como eje de la presentacin del discurso y el
22
GRIFFIN, N., El teatro de los jesuitas: algunas sugerencias para su investigacin en Filologa
Moderna XV (1975), p. 412. 23
ALONSO ASENJO, J., op. cit. 1995, p. 48. 24
Cfr. MENNDEZ, J., El teatro jesutico: sistema y tcnicas escnicas. Las races del teatro de
Caldern de la Barca en Actas de las XXIII jornadas de Teatro Clsico, Almagro, 2000, pp. 34-76.
Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 12 -
movimiento (por ejemplo, en El burgus gentilhombre) recuerdan a las
representaciones escolares de la orden25
.
No obstante, de acuerdo con la documentacin que conservamos, parece que
no eran los argumentos o la fuerza dramtica de las obras lo que ms impactaba a los
espectadores de este teatro sino su rico aparato y compleja escenografa. As lo
afirma Acevedo en su Philautus26,
Contaros he una historia en breve summa,
la qual vereis depues representada;
porque lo que se ve a los ojos mueve
mucho ms que lo qual oydo damos.
No pueden, por tanto, obviarse estos aspectos en cualquier anlisis del teatro
escolar que nos ocupa si queremos formarnos una idea completa del mismo: los
temas y argumentos eran conocidos por todos mientras que el latn constitua una
barrera lingstica para muchos de los espectadores de modo que los objetivos de
propaganda y catequesis perseguidos deban cumplirse de otro modo. As, pese a
cuanto estableca la Ratio al respecto, el vestuario y la escenografa junto con la
msica y la danza27
llegaron a jugar un papel capital no solo en las representaciones
jesuitas sino en la formacin de un pblico urbano habituado a varias
representaciones al ao. Esto, sumado a la rpida expansin de los colegios jesuitas
por la geografa espaola puso las bases para la Comedia Nacional como la
conocemos en Espaa.
2.2 La Iudithis Tragoedia Tertia
El objeto de este trabajo es presentar un estudio filolgico de la Iudithis
Tragoedia Tertia, tragedia latina de autor annimo que destaca en primer lugar por
su versificacin: en comparacin con el resto de obras conservadas, en las que
predomina la prosa, la Iudithis est compuesta integramente en verso latino con la
excepcin del argumento inicial en prosa y de dos octavas reales que separan cada
acto. Adems, se trata de versos de excelente factura y variedad en comparacin con
los simples dsticos elegacos o los hexmetros dactlicos que se encuentran
espordicamente. El valor, pues, y la pertinencia del estudio de los metros latinos en
la dramaturgia jesutica ha sido ya reivindicada y con graves argumentos por
25
MCCABE, W. H., op. cit., 1983, p. 211. 26
PICN, V. (COORD.), op. cit., 1997, p. 412. 27
El ejemplo del colegio de Saint Omers fue estudiado por MCCABE, W., Music and Dance on a
17th-Century College Stage en The Musical Quarterly, Vol. 24, n. 3, 1938, pp. 313-322. Otro
importante testimonio de la imporancia que tena la msica en las representaciones jesuitas se deduce
de las grandes innovaciones de las piezas musicales que acompaaban a las representaciones de
Miguel Venegas en el Colegio de las Artes de Coimbra, las cuales trataban de adaptarse a la obra
como lo hicieran en el teatro antiguo. Cfr. MIRANDA, M., Musica para o Teatro Humanstico em
Portugal. Dom Francisco de Santa maria, Miguel Venegas S.I. e o Colgio das Artes de Coimbra
(1559-1562) en Humanitas, n 55, 2003 , pp. 315-340.
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 13 -
otros28
, de modo que baste sealar la singularidad de esta obra para justificar nuestra
atencin a ella.29
Una atencin que, por lo dems, solo haban recibido los versos
castellanos de la obra, que llegaron a ser atribuidos Pedro Pablo de Acevedo, autor
del resto de obras que se conservan en el cdice de nuestra obra.30
Las dems menciones a esta obra en la literatura cientfica se limitan a breves
reseas en los habituales repertorios o en la edicin de obras de Acevedo, junto a las
que se ha transmitido nuestra Iudithis. Todo ello pese a las palabras de Garca
Soriano, quien tras citar el coro del acto segundo, dice31:
La tragedia Iudithis, al igual que otras muchas notables piezas dramticas de colegio,
inditas y desconocidas, tanto por su mrito como por su especial significacin dentro de la
historia de nuestro teatro del siglo XVI, es muy digna de ser publicada ntegramente.
Pese a este deseo, la dispersin de los datos relativos a esta obra ha producido
una ligera confusin en las alusiones que a ella se hacen en los repertorios. En efecto,
slo en el siglo XVI conservamos noticias de la representacin de cinco piezas sobre
la historia de Judith y Holofernes. La ms antigua corresponde a la representacin
habida en 1561 en el colegio de Ocaa, recogida por una de las litterae
quadrimestres enviadas desde all a Roma32
. Poco despus, en 1564, la Iudithis del
jesuita Stefano Tucci era estrenada con gran xito en el Colegio Mamertino, en
Sicilia33
. Algo ms tarde, en 1569, la universidad de Salamanca acogi la
representacin de dos tragedias, una de Francisco Sanchez de las Brozas titulada
David y una Judith del otrora insigne tragedigrafo jesuita Miguel Venegas, que hoy
lamentablemente estn perdidas34
. Hacia 1572, las Litterae annuae del colegio
28
MOLINA SNCHEZ, M., La Iudithis tragoedia: reflexiones sobre el uso de las formas mtricas
latinas en el teatro jesuita espaol, en J. LUQUE MORENO-P. R. DAZ DAZ [EDS.], Estudios de mtrica
latina. Granada, 1999, vol. II, pp. 651-654. 29
Como ejemplo de la notable factura de los versos y de los conocimientos del autor, baste notar el v.
389 en que, citando el incipit de la Catilinae coniuratio de Salustio, el autor escribe ope eniti en lugar
de ope niti para adaptar la frase al metro. La imitacin de los autores clsicos puede verse tambin en
el uso de fraseologa como la del v. 869, Simeon at ille stirpis auctor , en clara conexin con el v.
295 del Agammemnon de Sneca: Phoebum nefandae stirpis auctorem uocas. 30
Cfr. KLAUK, S., Nouveaux aspects du madrigal espagnol en Revue de Musicologie 95, 2009, pp.
283-298; KALLENDORF, H., Conscience on stage: the Comedia as casuistry in early modern Spain.
Toronto, 2007. 31
GARCA SORIANO, J., op. cit., 1945 p. 82. Lamentablemente, no podemos cumplir esta voluntad de
editar ntegramente la Iudithis porque la propia obra esta incompleta. 32
Carta del 7 de septiembre de 1561, Monumenta Historica Societatis Iesu vol. VII: Litterae
quadrimestres ex Hispania Romam missae , VII, p. 551 33
Su xito fue tal que lleg a representarse cuatro veces el mismo ao, y otras cinco all, en Mesina y
en Roma. Cfr. QUIONES MELGOZA, J. (ED.) Judith: tragedia sacra en cinco actos, Mxico D.F.,
2006, p. xxvi. Como se deduce por este xito, se conservan tres copias manuscritas de la obra. 34
Cfr. Actas del claustro de diputados del estudio de Salamanca de 1569, cit. en GARCA SORIANO,
J., op. cit., 1945 p. 282. Muy lamentablemente el texto de la obra de Venegas se perdi, como as
las del Brocense cuando la Inquisicin se incaut de sus posesiones. Un discpulo de ambos, Tomas
de Pinel, O.F.M., en un ms. autgrafo fechado en 1574 (ms. 9-5814), proporciona una copia de
algunas composiciones de ambos escritores de entre las cuales cabe destacar una gran cantidad de
poemas inditos de Miguel Venegas y que, sorprendentemente, no aparecen siquiera mencionados en
ALONSO ASENJO, J., Reencuentro con el M. Miguel Venegas: su comedia en la fiesta del Santsimo
Sacramento, en Cuadernos de Filologa, Anejo 50 (2002), pp. 123.
http://www.worldcat.org/title/conscience-on-stage-the-comedia-as-casuistry-in-early-modern-spain/oclc/76939555?referer=list_viewEduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 14 -
jesuita de Monterrei, Ourense, recogen la representacin de una comedia clebre de
la historia de Judit de que gustaron mucho [los asistentes]35
que es habitualmente
atribuida al lector de gramtica, el padre Juan Prez y que no conservamos. Llama en
cualquier caso la atencin la mencin de comedia, tal vez en su sentido lato de
representacin y el rasgo de clebre que se le atribuye.36
As, con la noticia de la
puesta en escena de la obra de Tucci en Mxico en 1577, llegamos al manuscrito de
la Iudithis Tragoedia Tertia Anno 1578, como reza el ttulo completo de esta obra.
Ahora bien, dirimir qu significa Tertia y si la fecha de 1578 corresponde a
una representacin es difcil: acerca de esto segundo, es posible que interviniesen
dos factores, uno poltico y otro religioso. En efecto, en 1570 el rey Felipe II, devoto
de San Hermenegildo y amigo de los jesuitas, haba visitado el colegio homnimo de
Sevilla donde haba visto adems la famosa pieza del malagueo Hernando de
vila37
. Durante su reinado se haba erigido en protector de los jesuitas en general y,
cuando el 13 de abril de 1578 naci su hijo Felipe III, le impuso junto a aqul el
nombre de Hermenegildo (por ser se el da en que se situaba su martirio) No
resultara extrao, pues, que el colegio realizara una celebracin a este propsito. En
este mismo ao, sabemos que la ciudad de Sevilla se vi inundada de alegra y fiestas
cuando a principios de diciembre el cabildo hispalense declar para la fiesta del
octavario de la Inmaculada Concepcin la misma solemnidad que se deba entonces a
la celebracin del Corpus Christi, motivo con frecuencia de representaciones
teatrales en el colegio jesuita sevillano.38
Por si fuera poco, tenemos noticias de
numerosas fiestas en la ciudad y en la zona, aunque no hemos podido contrastar estas
suposiciones con las actas capitulares de la ciudad Sevilla de la fecha, por lo que
lamentablemente no tenemos constancia documental.
En cuanto al adjetivo tertia lo ms probable es que designara su posicin
dentro de una coleccin o recopilacin de tragedias, entre las que la Iudithis ocupara
el tercer lugar. Resulta muy inverosmil, por otra parte, que se trate de la tercera
tragedia representada en 1578 ya que no tenemos constancia de la representacin de
ms de una tragedia en la misma fiesta en toda la historia del teatro escolar hispano
latino. La nota sobre el ttulo que reza Patris Ioseph plantea un interrogante sobre
35
Cfr. GONZLEZ MONTAS, J., El teatro de los jesuitas en Galicia en los siglos XVI y XVII en
TeatrEsco, n 2, 2007. 36
Bien pudiera tratarse de una adaptacin de las obras sobre el tema de Judith y Holofernes que
existieron en los pases protestantes: entre ellas cabe destacar la Iudithis comoedia sacra de Sixt Birck
(1510-1544) y la Iuditha de Cornelis Schoon (1540-1611): ambas vieron sucesivas ediciones en la
imprenta y gozaron de gran popularidad en los pases protestantes. Sin embargo, la Iudithis tragoedia
tertia que editamos supera notablemente a ambas en lo que a estilo, versificacin y adaptacin a los
esquemas teatrales clsicos. 37
Cfr. CORNEJO-VEGA, F., Felipe II, San Hermenegildo y la imagen de la Sacra Monarqua en
Boletn del Museo del Prado, vol. 18, n. 36, 2000 , pp. 25-38. 38
Cfr. ACEVEDO, P. P., Comedia habita Hispali festo Corporis Christi, mss. 9/2564 de la Real
Academia de la Historia, ff. 156-168. Edicin crtica en DOMINGO MALVAD, A.: La produccin
escnica del padre Pedro Pablo de Acevedo: un captulo en la pedagoga en latn de la Compaa de
Jess en el siglo XVI, Salamanca, 2001, pp. 358-433. Para la historia de la fiesta de la Inmaculada
Concepcin, cfr. STRATTON, S., La Inmaculada Concepcin en el arte espaol, Madrid 1989.
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 15 -
la posible autora y sugiere incluso que pudiera tratarse de la tercera obra de una
misma persona.
3. EL MANUSCRITO
3.1 Origen y ubicacin actual
El manuscrito 383 de la Coleccin de Cortes39
se conserva en la Real
Academia de la Historia bajo la signatura 9/2564. Esta coleccin recibe su nombre de
su anterior sede, la Biblioteca de las Cortes situada en el edificio del Congreso de los
Diputados. Los fondos de esta coleccin, sin embargo, son de procedencia diversa y
difcil de esclarecer aunque comprenden una gran parte de los bienes temporales o
temporalidades de los que se incaut el Estado espaol durante el s. XVIII tras la
disolucin de la Compaa. Incluye as documentos originarios de Mallorca, Sevilla,
Valladolid o Granada que a su vez haban sido trasladados a los Reales Estudios de
San Isidro, en Madrid, durante las sucesivas reformas de las provincias jesuitas en
Espaa.
3.2 Descripcin codicolgica
La primera descripcin de este ms. se remonta a 1876 en un artculo de la
Revista de archivos, bibliotecas y museos titulado ndice de los Manuscritos que
posey la Biblioteca de San Isidro y fueron trasladados a la de las Cortes donde se
lo describe con cierta inexactitud y muy someramente40
. Habra que esperar casi 70
aos hasta que los primeros artculos de Garca Soriano, recogidos y actualizados en
el libro de 1945, proporcionaran la primera descripcin pormenorizada del
39
MIGUEL ALONSO, A., La Biblioteca de los Reales Estudios de San Isidro, tesis doctoral leda en la
Universidad Complutense de Madrid, 1992, p. 145-149. Cfr. Orden a los comisionados sobre la
separacin de Pinturas, y destino de las Libreras y correspondencias o papeles reservados de los
Colegios en Coleccin General de Providencias hasta aqu tomadas por el Gobierno sobre el
extraamiento y ocupacin de temporalidades de los regulares de la Compaa, que existan en los
Dominios de S.M. de Espaa, Indias, e Islas Filipinas, a consequencia del Real Decreto de 27 de
Febrero y Pragmtica-Sancion de 2 de abril de este ao: Parte Segunda, Madrid, 1769, pp. 88-89:
Del propio modo suspender V. la venta de la Librera, cuidando la Junta Municipal de que no se
extraven Libros; que se mantengan en buena custodia, y en parages que no sean hmedos, ni
expuestos a corrupcin, para disponer de ellos a favor de Universidades y Casas de Estudio, segn lo
que resultare de las aplicaciones de los Colegios, que con tanta eficacia y zelo trata el Consejo.
Finalmente todos los Papeles reconocidos y reservados, respectivos a Aposentos de los Regulares
expatriados, dispondr V. se transporten a esta Corte baxo de Inventario, para que se coloquen en el
archivo y Estudios de San Isidro el Real de Madrid, a cargo del Director de ellos, y del Bibliotecario
Resulta verosmil en cualquier caso que se continuara con el sistema iniciado o empleado por los
jesuitas. 40
Para empezar, solo se recogen las obras de Acevedo que se citan en el ndice inicial del f. II y que
no menciona por tanto la Iudithis Tragoedia Tertia. Por otro lado, los ttulos son transcritos con
algunos errores (e.g. Philantus o Metanza) lo cual hace pensar en una recensin apresurada e
inexacta, como sucedi con gran cantidad de las temporalidades jesuitas. Cfr. ndice de los
Manuscritos que posey la Biblioteca de San Isidro y fueron trasladados a la de las Cortes en Revista
de Archivos, Bibliotecas y Museos, Ao IV, n. 14, p. 246. (GONZLEZ GUTIRREZ, C., El teatro en
los colegios de jesuitas del Siglo de Oro en Entemu, n 15, 2003, p. 96 cita el ao como VI sin
duda por una simple errata)
Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 16 -
manuscrito.41
En esta misma lnea cabe mencionar las descripciones de Saa42
,
Picn43
, Domingo44
y Menndez45
.
El ttulo que aparece en las descripciones es el de la portada: Comoediae /
dialogi oratio nes q . Aevedus / sacerdos Soci. Iesu / componebat. Justo
debajo de ste, se advierte: Est ordenado por nuestro P. Provincial que sin su
expressa licentia, no se saque este libro deste Collegio de Sevilla, cuius expensis et
excriptus (sic) et concinatus est Otra mano firma como Ju. de Caas, es decir,
Juan de Caas, el Padre Provincial de la Btica a la sazn y elegido el 7 de marzo de
156946
. Su signatura antigua Est. 12, gr. 6, n 383 pertenece a la catalogacin que
recibieron al llegar a la Biblioteca de las Cortes.
En cuanto a la descripcin fsica el cdice tiene una encuadernacin original en
pergamino con correillas aunque despegado de sus cubiertas. Mide 210 x 150 mm.
(i.e., en 4). El cdice tiene numerados 358 ff., aunque realmente slo tiene 347
folios; tiene arrancados los ff. 3340 y los 147152. En lo que a nuestra obra
respecta, la Iudithis est copiada en dos cuadernos de diez bifolios, (i.e. 20 ff. cada
uno) comenzando por el f. 317 y acabando en el f. 355. El primer folio sirve como
hoja de guarda y est en blanco, comenzando as el texto propiamente dicho en el f.
318 r. Aparentemente, la paginacin contina con algunos saltos de numeracin:
pasa del f. 339 al 341, del 342-44, del 349 al 351 corregido en 350 y del 352
coregido en 351 al 354: desde aqu los folios ya no han sido renumerados. ste
ltimo es mencionado en la que es (pese a algunas inexactitudes) la descripcin
como un salto ms de la paginacin47
. No obstante, segn se observa en la
encuadernacin y tras una lectura de la obra, podemos afirmar que en realidad el f.
353 se ha perdido, lo cual no consta ni en aquella ni en ninguna de las descripciones
del ms.: tal confusin se deba probablemente al tipo de letra, igual en el f. 352 v. y el
f. 354 r., y a la versificacin, octavas reales en ambos ff.48
: de hecho, ninguno de los
mencionados saltos en la numeracin es tal, sino que corresponden a folios perdidos
como veremos ms adelante.
41
GARCA SORIANO, J., op. cit., 1945 pp. 58-83. Es quiz interesante notar que los folios tiles que
faltan actualmente ya estaban ausentes cuando Garca Soriano hizo su descripcin. Omitimos en las
referencias la descripcin de GONZLEZ GUTIRREZ 2003 op. cit. por reproducir tan solo los datos de
Garca Soriano. 42
SAA, O., El teatro en los colegios de jesuitas en Espaa, Nueva Jersey, 1990, p. 37-50. 43
PICN, V. (COORD.), op. cit. 1997, pp. 17-19. 44
DOMINGO MALVAD, A., op. cit., 2001, p. 76-98. 45
MENNDEZ, J., Los jesuitas y el teatro en el Siglo de Oro: Repertorio de obras conservadas y de
referencia en Archivum: Revista de la Facultad de Filologa, Tomo 54-55, 2004-2005, pp. 421-563. 46
Cfr. ALONSO ASENJO, J., op. cit. 1995 pp.90-91, donde se sugiere que este cdice fuera compilado
por orden del Padre Provincial antes de la partida de Acevedo hacia el Colegio Imperial de Madrid o
tras su muerte a fin de preservar sus obras. La fecha de la Iudithis, cuyo ttulo reza Tragoedia Tertia
anno 1578 parece sugerir que fuera efectivamente tras su muerte en Madrid. 47
DOMINGO MALVAD, A., op. cit., 2001 p. 78. 48
Ms notable an es la solucin de continuidad entre el texto de los ff. susodichos, en la que no han
reparado las dems descripciones del cdice.
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 17 -
Por otro lado, en la redaccin de las obras que componen el manuscrito
internvienen numerosas manos, pero ninguna de ellas parece presente en la Iudithis
Tragoedia. sta, de hecho, presenta algunas otras peculiaridades que la distinguen de
las dems obras del cdice. Por un lado, a diferencia de lo que sucede con las dems
obras del cdice, en las que interviene una sola mano que no obstante vara entre
pieza y pieza, la Iudithis se nos ha conservado copiada por 6 manos distintas (cfr.
Anexo 4). stas s se reparten los dos cuadernos de diez bifolios en que est escrita la
obra del siguiente modo:
Mano 1. ff. 318322
Mano 2, f. 323 y 330336
Mano 3, f. 324329
Mano 4, ff. 337341 y 352356
Mano 5, f. 34243 y 350351
Mano 6, f. 344349
Si hacemos de esta numeracin una proyeccin grfica sobre la
encuadernacin, observamos cmo los ff. escritos por cada mano se corresponden
entre s. En efecto, cada uno de los dos cuadernos de diez bifolios se reparte entre
tres manos, que deban repartirse a su vez el texto original del mismo modo. As se
explica la la ausencia de ff. no correlativos entre s que en realidad forman un nico
bifolio transcrito por una misma mano: faltan, pues, dos bifolios, correspondientes a
los ff. 340-353 y 343-350.
Los folios presentan reclamos del texto siguiente con algunas excepciones49
, lo
que permite identificar el principio de aquellos folios que se han perdido. En cuanto a
los espacios en blanco, son dos en toda la obra: el primero comienza a la mitad del f.
348 r. y se extiende hasta el f. 349 r. donde sigue el texto sin solucin de continuidad
mientras que el segundo separa el final de la obra en el f. 350 r. de la primera
intervencin del Intrprete entre los actos en el v. del mismo folio. Esto est
estrechamente relacionado con la divisin del original que se debi de hacer entre las
6 manos, que deban copiar una determinada cantidad de texto en una espacio
limitado: slo as se justifica la diferencia entre fragmentos de texto que aparecen
comprimidos (o con espacios en blanco, como hemos dicho arriba) justo antes del
cambio de mano.
En conclusin, el tenor del texto sugiere que se trat de una copia apresurada:
intervienen seis manos (lo cual no sucede con ninguna otra obra del cdice) que se
distribuyuen claramente el la copia a partir de un original (dividido especficamente
para la copia) suficientemente valioso como para no ser prestado.
49
En el ltimo bifolio del primer cuadernillo (f. 326v) as como en los ff. 330-331, 337- 340, vv. En
los ff. 345-347 el reclamo aparece en r. y v.
Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 18 -
4. EL TEXTO
4.1 Premisas de edicin
En cuanto a los criterios de edicin usados en este trabajo, hemos intentado
recoger con la mayor fidelidad posible la disposicin del texto latino, corrigiendo
algunas erratas, desarrollando las abreviaturas presentes en el texto y reflejando las
lagunas existentes en ste. En cuanto al latin, hemos normalizado las grafas de e por
ae y oe presentes en algunos preverbios (no aparecen en desinencias ni pronombres);
de acuerdo con la norma convencional sobre el uso de parntesis en la edicin crtica,
hemos indicado las inserciones menores al texto mediante parntesis angulares (< >);
mediante notas al pie se recogen las lecturas del manuscrito para las que proponemos
lecturas distintas en las cuales emplearemos la sigla M.; tambin se apunta en
notas al pie las notas al margen o tachaduras del manuscrito. Las diferentes
supresiones se notan mediante parntesis rectangulares ([ ]) mientras que con los
parntesis simples ( ) hemos tratado de incluir informacin no presente en el texto
pero que ayude al lector a seguir ms cmodamente la estructura de la obra: cambios
de escenas, personajes no recogidos en el elenco inicial de cada acto o los mismos
cambios de folio50
. Cuando es el autor quien usa los parntesis los hemos sustituido
por guiones para evitar confusiones.
Cabe decir que una pequea parte de la obra est compuesta en castellano. Se
trata de dos octavas reales que sirven de resumen ante cada acto51
, de las cuales nos
faltan las del quinto acto, que estaran en el f. 353 junto con los dos primeros versos
del coro en el acto primero. Estos han sido incluidos en el lugar que creeemos
correspondiente al orden de la respresentacin, indicando no obstante sus folios de
procedencia52
. Tambin quedan un coro en el acto primero, compuesto por una
octava real incompleta, otro en el segundo acto, formado por cinco liras, a los que
siguen un recibimiento en el acto quinto (dos octavas reales) y un triunfo final en
estrofas sficas que cerrara probablemente la representacin. En lo que respecta al
texto en castellano, lo hemos adaptado a las convenciones grficas modernas para
hacer su lectura ms sencilla, remplazando por ejemplo por z o acentuando de
acuerdo con las normas ortogrficas actuales.
50
Ntese que, a diferencia de lo que sucede en otras piezas con versos latinos, la disposicin verso-
lnea se respeta incluso en aquellos casos en los que intervienen varios personajes en un mismo verso.
Cfr. MENNDEZ PELEZ, J., Los Jesuitas y el Teatro en el Siglo de Oro, Oviedo, 1995. Por ejemplo, la
numeracin correcta de los versos castellanos 1515-1525 (p. 224), frente a la incorrecta de los latinos
2299-2307 (p. 260): 9 versos en su cmputo, en realidad slo 3 trmetros ymbicos. 51
MOLINA SNCHEZ, M., op. cit. 1999, n. 42 atribuye una sexta rima a la ltima de las octavas
reales conservadas, esto es, la segunda de la intervencin del intrprete entre los actos en el acto
cuarto. No se percata de la ausencia del f. 353 y, consiguientemente, de la ms que probable ausencia
de todo un entreacto, (el del acto quinto) considerando as los versos del f. 354 r. como sexta rima de
este modo los versos, ni de los primeros versos en castellano del coro en el acto primero. 52
La presencia al final de la obra de las partes en castellano no es casual y hace pensar en una clara
distribucin de papeles entre los personajes, que intervienen en latn a lo largo de la obra de forma
continuada, y el coro e intrprete, que intervienen entre los actos para explicar la accin occurrida en
castellano, desarrollando el dramatismo de la accin y permitir la introduccin de interludios
musicales que probablemente existieran como era costumbre en el teatro de los jesuitas.
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 19 -
4.2 Texto de la Iudithis.
(Comienza en la pgina siguiente)
Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 20 -
(f. 318r)
IUDITHIS TRAGOEDIA
Tertia anno 1578.
Argumentum.
Bethuliam civitatem obsidenti Holopherni Assyriorum duci, qui totum paene
orbem Cambysis imperio subicere conabatur, Hebraei, consilio Eleachimi53
summi
sacerdotis, coeperant repugnare. Quam ob causam indignatus ille, atque Achiori duci,
quod uera moneret, iratus, vinctum Bethulis iussit exponi, ac deinde aquarum fontes,
ex quibus ciuitas hauriebat, intercludi. 5
Cum ergo siti grauiter populus premeretur, Oziam principem, ut urbem sub dies
quinque dedere polliceretur, diuturno planctu coegit. Iudithis uero uidua, quae mira
semper Deum religione coluerat, duces eius facti coarguens, ut liberet ciuitatem
uiriliter sese accingit.
Itaque postquam longas cum lacrimis preces profuderat, eleganter compta, cum 10
ancilla nocte secreta domum egreditur. Huic cum occurrissent Assyrii exploratores,
ad ducem deducunt, ad quem cum illa praeclare uerba fecisset, in tantum placuit
oratio orisque pulchritudo, ut eius amore totus exarserit Holophernes. Quarto ergo
die celebre conuiuium apparatur ac Iudithidem inuitatam -quos ipsa tamen ex urbe
detulerat, cibis uescentem- secum iubet discumbere. Ac deinde incestuoso flagrans 15
amore per Vagaum praefectum ad inhonesta uota pertrahere tentat. (f. 318v) Iudithis
igitur nocte intempesta ingressa cubiculum, cum somno atque uino sepultum cerneret
Holophernem, stricto gladio caput ceruicibus amputat, ac deinde de more cum
famula castra praeteriens ad urbem suo de reditu iam desperantem euadit.
Hic postquam coram omnibus, qui incredibili gaudio ad eam conuenerant, facti 20
rationem reddit, monet ut, suspenso de muris capite, impetum de repente in Assyrios
faciant. Quod cum Hebraei fecissent, illi ducem suum excitare uolentes miseri
Holophernis cruore tabefactum cadauer inuenerunt. Quare in fugam uertuntur ingenti
et dolore et terrore perculsi.
2 Joachimi m. in marg.
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 21 -
DRAMATIS PERSONAE:
OZIAS
HOLOPHERNES
IUDITHIS
EXPLORATORES
AMMONIDES
CHARMUS
VAGAUS
ACHIOR
FAMULA
NUNTIUS
SENEX
MOABUS
CHORUS
(INTRPRETE ENTRE LOS ACTOS)
Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 22 -
ACTUS PRIMUS. (ESCENA PRIMERA.)
(INTRPRETE ENTRE LOS ACTOS.)
(ex f. 350v)
Sobre Betulia cerco habiendo puesto 25
el soberbio Holofernes, con gran saa
trabaja por tomarla. Para esto
Moab y Ammn consulta y danle maa
con que por sed les haga rendir presto,
cortando el agua desde la montaa, 30
l loa su consejo y dales gente,
con que defender puedan la corriente.
Israel ya sin fuerzas ni esperanza
pereciendo de sed por todas vas
procura de entregarse en confianza 35
mas esto estorba el capitn Ozas.
El pueblo triste no sufre tardanza:
movido por sus llantos cinco das
de trmino pronuncia y si no llega
socorro les promete hacer la entrega. 40
(f. 319r)
ACTUS PRIMUS. (ESCENA PRIMERA.)
OZIAS, ACHIOR.
TRIMETRI IAMBICI.
Oz. Conscende mecum turris, o Achior, cito
fastigium huius. Ardua hinc specula licet
Assyria54te indicare nobis agmina.
Ac. Ego promptus adsum, scala si expediat gradus.
Oz. Me sequere: citius forte, quam speras, iter 45
superaris omne, porge55tu vero manum.
Aequum est viam monstare me facilem hospiti.
Ac. Sequor libenter, perge. Oz. Proh, magnum Deum!
Maiora multo castra despicio procul
fore quam putaram. Vix licet spectes humum, 50
43 Assyriate M.
47 perge M., u.u.
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 23 -
ab usque Belmo quidquid est ad Chelmonem.
Ac. Ni fallor, inde ascendit Holophernes Syrus
ubi me reuictum, uera quod suasi, truces
quercu ministri prodiderunt supplicem.
Oz. Bono esse te animo iubeo. Quem tu maximum 55
Deum es professus, ille Iudaeis fauet. (f. 319v)
Quis iste dux, qui candido excellens equo
circum rotatur? Cuius auratam super
stat crista galeam? Ac. Magnus est Ammonides,
equitum magister: cuius imperio uiri 60
parent bis octo millia, omnes strenui.
Oz. Quis ille radis arma lunatis micans
cui cassis horret angue saeua argenteo?
Vt est decorus! Ac. Iste nongentos regens
totidemque signo uulturis Moabus est. 65
Comitatur autem Cyrus armipotens micat
sanguinea, cernis?, crista terribilem manu
qui uibrat hastam. Fulmen in bello uides
ducit phalangas ille clypeatas simul.
Oz. Video. Sed ipsum quaero ductorem ducum. 70
oculisque lustrans noscere Holophernem uelim.
Ac. Dimidia nondum uisa pars exercitus.
ex ualle adhuc conscendit in crepidinem.
At ecce celso surgit Holophernes iugo,
caputque uisu tollit horrendum procul. 75
Oz. Monstrum hominis. Vt feroce toruus copias (f. 320r)
late ore circunspectat! Vt flammas uomit
luminibus ipsis! Vertice ut toto eminet
Az. Ardens pyropus radiat, ac fuluo abditus
auro smaragdus. Pellis arma horrentia 80
Nemeoea uestit. Ipse ceu uiolens leo
infrendet, iras corde flammato gerens.
Oz. Effare, quisnam proxime assistit Syro?
Bigis in albis clara luxuriat coma.
Ac. Procerus ille? Oz. Non, sed alter caesius. 85
Ac. Teneo. Vagaus nempe. Thesauris praeest,
oriente toto, quidquid opulenti est habens.
Procerus alter luteo curru56editus,
thoraca pingunt cui nigrae teretem alites,
Meoti abusque uenit, Aetiopum manu 90
comitatus, arma amica Memnon iungere,
spoliata postquam rege Memphitis suo est.
87 curro M.
Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 24 -
Oz. O summe Olympi rector, armis undique
vix ipsa tellus sufficit, ita multa sunt!
Ac. Quid rere? Contemplare cuneos militum, 95
peditum catenas atque equestres copias,
currus subinde, funditores addito; (f. 320v)
certe potiri iure Cambyses putat
toto orbe, tam potente praesertim duce.
Quacunque gressum ductor Holophernes tulit, 100
fulminea uis, reliquit intactum nihil.
Oz. At non Hebraeus miles Assyrio sciet
parere signo: istud mali auertet Deus,
sed aut peribit sanguini inmixtus suo
aut perdet, id quod spero, bellantem opprimens. 105
Habet feroces impetus suberbia:
ferro tyrannus saepe at occubuit suo.
Ac. Hostes propinquant, nulla desidiae est uia.
Ego cogor huius esse spectator rei.
Oz. Nos non oportet commorari hic amplius 110
subeunda sortis, hospes, anceps alea,
seu dura clades siue Bethulis salus.
(ACTO PRIMERO. ESCENA SEGUNDA.)
HOLOPHERNES, AMONIDES, MOABUS.
T[R]ETRAMETRI TROCHAICI.
Per Deos tam pertinacem gentis ego dementiam (f. 321r)
vix queo mecum satis stupere. Quemnam daemonium
ut ducem secum ferentem exercitus Mauortios 115
pro nihilo omnino aestiment, suasisse Hebraeis arbitrer?
Equidem, si insanire pergant, faxo ut Holophernis Syri
dexteram non sine suo magno malo iratam sciant.
Posteaquam ductor ad Cambys[s]is imperium incliti
Asyria vexilla gestans subigo iam gentes mihi 120
orbis uniuersi paene, sola Hebraea contumax
fulmineum uictoris impedire cursum nititur.
Praelio Cilicas subegi; dein[de] Liciam atque Cariam,
nec mihi Tigris, nec alti transeunti uortices
obstitere Euphratis. Intermedia regio paruit, 125
Babylon quoque superba, magna cum Damasco, corruit.
Cappadox est subiugatus. Ad Palestinos agros
uenimus tandem, atque Idumes magna pars cepit iugum.
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 25 -
Tot spolia direpta, gentes tot subactae numine
unius Holophernis ut iam paene me magis parem 130
iure diis aequare possim si Hebraei sinant
Am. Iam semel porro lacerti cognitum Asyrii iugum
debuit fecisse cautos nuper expertos graueis (f. 321v.)
inclyta in Babylone seruitutis aerumnas suae.
Reddit insolentes forte multa patrum gloria: 135
sed Nabuchodonosoris dextra compressit tamen.
Ho. Quos Nabuzardanes deuicit, Holophernes timet?
Ibo, prosternam: uelit seu nolit ipsorum Deus.
Mo. Si licet per te, imperator summe, quo pacto breui
ac sine negotio conficere rem quam maximam 140
sis potis, docebo, citra militum dispendium.
Ho. Audio libenter: aequum me accipere consilium decet.
Mo. Gens Hebraea non in hasta, aut vi lacerti se tibi
posse restitisse credit tanta cernens57agmina.
Ho. Ergo qua fiducia contempsit edictum Syrum? 145
Mo. Montium fauces iugosas atque praeruptas tenent
praesidio angustias, qua transitus solum datur.
Ho. Nempe ubi multi atque pauci Marte tantundem ualent.
Mo. Unde etiam potiori pugnant parte natura loci
quippe reptantes queant cum facile praecipites dare. 150
Ho. Verticem Tauri atque collis arduum Angaei iugum
nouimus. Cessere fauces Ciliciae angustissimae.
Mo. Et quidem non absque multo militum dispendio
cum capitis huius tui discrimen haud minimum foret. (f. 322r)
Ho. Absque iactura ergo qui res fiet in compendio? 155
Mo. Censeo debere multum comprimi. Ho. Ferro an fame?
Mo. Non opus ferro: suo ipsi utentur in se. Ho. Quomodo?
Mo. Obsiste muros. Ho. Quid ultra? Obsideo. Mo. Fac sitis enecet
Ho. Perge. Mo. Fontes detrahe: enecabis. Ho. Unum repperi:
militem obturare iussi. Mo. Commode. At plures adhuc 160
eis supersunt. Ante muros namque non procul admodum
urbe promanant perennes riuuli undis dulcibus
ex quibus latices reportant clanculum egressi domos.
Nunc, agedum, praesidia pone militum, qui aquam uetent
e fontibus haurire: tradent se procul dubio tibi, 165
aut Hebraei in se manus uertent suas. Ho. Dictum probe.
Experiar. Cuique ergo fonti num esse centenos satis
rere? Am. Prorsus. Ho. Cura uobis exaequanda sit.
Nunc mihi det faxo poenas grauiter infestum genus.
144 cernis M.
Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 26 -
(ACTO PRIMERO. ESCENA TERCERA.)
OZIAS, CHORUS.
TRIMETRI IAMBICI & UNUS EURIPIDEUS.
Iam me profecto deficit spes et animus 170
plane intuentem quantam pernicies agat (f. 322v)
urbem hanc foris, quam sitis intus premit.58
O misera sors! Si miles, unius malo,
ductor dolore et clade cunctorum opprimor.
Nil grauius atque subici alieno malo: 175
odio autem haberi, dum bonum ignaris pares,
hoc propter ipsum ferre quis possit hominum?
Quid quaerit ista turba popularis dolens?
Ch. Eheu quot atque quanta nos causa tua
male sustinemus, ductor Ozia, mala? 180
Oz. Meane? Quid ego fecerim, infelix homo?
Ch. Nam tu abnuisti cum Syris de pace agi.
Oz. O me ter infelicem! Egone pacem abnui?
Ch. Tu, inquam, abnuisti cum arma iussisti capi.
Oz. Prior intuli ipse bellum, an illatum prius 185
pepulisse volui? Numne pecctatum est adhuc?
Ch. Maxime. Etenim nos decuit Assyrio duci
permittere ultro, cum esse licuit sospites.
Oz. Et uos futurum mitiorem creditis
in nos59ferox qui mente in supplices? 190
Ch. Ne perge durus esse. Testamur Deum,
desiste bello, dede iam urbem protinus.
Oz. Ut claustra reseram uosque comittam hostibus? (f. 323r)
Ch. Miserebit illum forte, parcet deditis.
Oz. Seram petitis, ut uideo, misericordiam. 195
Ch. Quid agas? Siti perimus, et tandem imminet
hostile ferrum: haec magna, minus illud mali est.
Oz. Ducemur ergo capti, et infaustam Syris
in seruitutem patria a nostra procul.
Ch. Sit cara libertas licet, melius tamen 200
Deo placentes seruitutem perpeti
quam sic perire, pignora ante oculos mori
nostros uidentes, rapta crudeli nece.
Oz. Nolite, fratres, per Deum tantum nefas
172 unius trochaei lacunam supplevi.
190 sero ferox M.
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 27 -
tantum subire dedecus. Semen Abrahae 205
seruum effici? Iubete me potius mori.
Ch. Quod si perire oportet atque occumbere
nos ira cogit dexterae ultricis Dei
satius semel cruore uitam fundere
breuique spatio temporis gladio eripi 210
quam urente sensim uiscera absumi siti.
Testamur igitur astra, terramque et Deum (f.323v)
ipsum tonantem, trade Betulam Syris.
Oz. Proh dolor, dolor grauis!
PARTHENIACI CUM EXAMETRIS.
Ch. Heheu Deus optime, cuncti 215
peccavimus impie agentes
ut nostri egere parentes.
Tu pius et clemens nostri miserere doloris.
Tu uindice corrige dextra
neque, nostri criminis ultor, 220
praedam patrare Syrorum,
sed pius et clemens nostri miserere doloris.
Illudet barbarus hostis:
Deus est sine numine, dicet.
Spes nostra feretur inanis. 225
Tu pius et clemens nostri miserere doloris.
Oz. Audite fratres, quos premit acerbus dolor,
animis adeste; quinque nunc etiam dies
utcumque sustinete, fortasse interim
uestri misertus ponet iram Altissimus
uirtutis atque gloriae antiquae memor. 230
Quod si peracto tempore, hic fuerit status (f. 324r)
polliceor urbem, ut postulastis, dedere.
CHORUS.
SAPHICI ET ADONII.
Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 28 -
Ch. Heu perit sacrum genus Israelis
et Dei sanctus populus Syrorum
cogimur durum arbitrium subire, 235
aut nimis crudam tolerare mortem.
Ergo captiui, miseranda pubes,
ibimus, uincti rigida catena
colla, per terras uariasque fusi
ferre discemus iuga seruitutis 240
exules, dulci patria relicta:
praedaque infido data sorte iniqua
militi, tristi sua quisque linquet
pignora fato.
Faucibus siccis sitibunda lingua 245
haeret atque imo modicus palato
humor absumptus tenui loquela
deserit uocem: sitis ima sensim
viscera exurit. Datur unda tantum (f. 324v)
in diem, ut mortem potius cupitam 250
proroget, lento violante tabo.
Namque vix tangens labii supremum
iam latex fauces fugit excitatas.
O nimis saeuum genus occidendi,
vita cum lenta nece prorogatur. 255
Bis decem Titan reuolutus orbes
duxit, ut fontes putei canales
atque cisternae solitos aquarum
pernegant ductus, ducis arte saeui.
Quid malis tantis onerata demum 260
urbs agat? Stricto premit hostis atrox
undique ferro.
Quid iuuat Mosis coluisse leges?
Quid Dei electum populum vocari?
Quid beatorum genus esse patrum? 265
Quid sacrum Templi toties adisse
atque felices habitasse terras,
fata si haec demum miseros manebant, (f. 325r)
ut Syros capti dominos sequamur,
dedecus nostro generi futuri? 270
Nuper erepti Babylone saeua
rursus ad crudele iugum redimus.
O genus durum cruciare natum
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 29 -
filios pacis, quoties quietis
bella mouisti? Quoties atroci 275
sanguinem fundis gladio Israelis,
nec lacessitus spolia induisti,
perfide miles?
Vidit infantem Samaria matri60
decoqui, atque escas redimi nefandas. 280
Rapsacem muri Solymi audiverunt
impie poenas rigidas minantem.
Transtulit terris, sua Salmanassar
sceptra Hebraeorum Syriaeque Hebraeos.
Templa qui ductor fuerat coquorum 285
diruit magnis opibus superba.
Proh nefas, sordes hara facta alebat
ara quae magni fuerat Tonantis.
Fata sic poscunt. Gladio Syrorum
vita debetur miseri Israelis. 290
Quid moras fatis trahimus supremis?
Ducite captos.
(ex f. 354r)
(CORO EN EL ACTO PRIMERO)
[] el agua mengua, la cruda sed crece,
el cerco dura, y no huelga un momento
Betulia, el pueblo todo al fin perece. 295
Ay, cmo de pesar ya no reviento?
Tomad, gente cruel, tomadnos vivos
si esta es vuestra venganza; henos captivos.
ACTUS SECUNDUS. (ESCENA PRIMERA.)
(INTRPRETE ENTRE LOS ACTOS.)
(ex f. 350 v. et ss.)
Iudith, matrona santa y religiosa (f. 351r)
con grave dolor viendo esto que pasa, 300
y de librar su pueblo deseosa
hace que venga Ozas a su casa.
Despus de reprehenderle rigurosa
279 Samara M.
Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 30 -
por haber puesto a Dios trmino y tasa,
con suavidad le anima a que confe 305
de Dios y de su celo no desve.
Al fin en el negocio se concierta
que est de noche en vela cabe el muro
para que a su salida d la puerta,
y en todo lo dems est seguro. 310
Ozas de esta habla como cierta
la paz teniendo espera el fin futuro.
Entanto ayuno por los cinco das
ordena y manda se hagan letanas.
(f. 325v)
ACTUS SECUNDUS. (ESCENA PRIMERA.)
IUDITHIS, OZIAS, CHARMUS.
Iu. O quam uirile robur, et dictu arduum 315
arcana mens uigore dulci concipit!
Sed dubius animum turbat euentus meum
fragilisque sors cum audet reformidat tamen.
Aude, anime: captu forte maiora expetis,
at clara uirtus gloriae est sita in arduo. 320
Sed proh pudorem! Foemina aggrediar uirum
tractare? Blandis occulam illecebris dolos?
Num uidua rursus ad puellares meos
annos redibo? Ornabitur priscus decor?
At si tu, Olympi Rector, haec mihi suggeris, 325
firmandus animus, ista vincenda est mora.
Hostem superbum fortis extinxit Iahel, (f. 326r)
pectusque faciem comta texit masculum;
Thebaea uidit turris Abimelech ferum
ictu peremptum foeminae: ego uero haesitem, 330
diuina uirtus uiribus mortalium
quasi metienda sit? Opus est silentio.
Qui distulit coepisse, nunquam perficit.
Oz. Cessura quo tandem modo res sit, latet.
Seu fastus instat sine durior exitus, 335
res prorogari non potest ista[h]aec diu.
O sancte Genitor, libera nostram fidem!
Cha. Me spes profecto magna uincendi tenet,
nam mulier illa rebus in cunctis grauis
et perseuera nempe consilio, queat 340
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 31 -
multum iuuare corde magnanimo et pio.
Quodcumque sapiens tentet, haud cedat male. 61
Effare, qua nos gratia accersi iubes?
Iu. Quaenam ista mens est velle mortales Deo
certare? Vosne limites praescribere 345
fas est supremo Numini? O temerarii!
Quinis diebus spondet Ozias Syris
nos dediturum temere, si pergat sitis. (f. 326v)
Scilicet Olympi rector adueniet, puto,
ad praestitutum tempus inuisus quoque. 350
Non tu profecto flectis ad clementiam,
sed uim furoris excitas isto modo.
Posuisse vos tempus Deo? Arbitrio geri
divina vestro velle? Proh, magnum nefas!
Sed enim benignus ille terrarum parens 355
dissimulat ista, flectitur prece supplice
ueniamque falso ac conscio ultro dat bonus.
Quapropter alto pectoris, fratres mei,
dolore, gemitu, voce maesta et flebili
id nunc agamus, hoc quoque ut crimen Deus 360
dimittat. Imploremus almam gratiam
flectamus iram scelere nostro percitam.
Neque enim furor diuinus ulcisci scelus
neglexit umquam, saepe dissimulet licet.
Cha. At tu perustas lacrymis cernis genas 365
nec posse iam durare tanta in miseria.
Iu. Citius putato forte subueniat Deus
rerumque oportet illi habenas tradere, (f. 327r)
bonitate cuius credo fidendum magis
quo nos videtur fortius dolor angere. 370
Non ille sane e mente deleuit sua
sed patitur affligi suos periculo
aeque an colamus rebus aduersis probans.
Nec enim deos colimus Assyrios neque
simulacra prisco more ueneramur patrum, 375
quare luerunt digna suppliciis commissis mala.
Nos ergo quoniam haud fuimus rei
huius, profani nec genu diis fleximus,
opem decet sperare Viuentis Dei
qui sanguinem non patitur innocuum manu 380
fundi sacrilega. Vertet in iugulum hostium
hostile ferrum, quamque de nobis putant
342 cedat M.; an rectius legendum cedet dubito.
Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 32 -
auferre praedam, manibus istis deserent.
Cha. Haec esse prorsus certa nequaquam ambigo,
uerum pusillae haud facile plebi saudeas. 385
Quae cum laborat, crimen in nos reiicit,
impetus apud quam ratio nil quicquam valet. (f. 327v)
Iu. At uos patres cum sitis et summi Dei
sacri ministri, quando de vobis salus
plebeia pendet, summa ope eniti decet 390
auctoritate ut uestra et eloquio graui
firmetis animos debiles, uulgus quoque
ad spem erigatis languidum. Assidue Patrum
suggerite quondam dura iam certamina,
genitoris Abrahae; oboediens in memoriam 395
reuocetur Isac, Israel, Moses, Dauid,
et quotquot in summa Deo unquam temporis
fuere digni. Plurimum confert spei
quicquid profectum pectore ab amico putas,
nam qui labores caelitum immisos manu 400
aegre tulerunt, atque se nimium asperos
dedere, acerbo corde tolerantes, mala
periere poena sceleris horribili sui.
Nos ergo, si qua patimur, haec nostris decet
reputare culpis, illa meritis credere 405
minora, seruos corripi, non abiici.
Haec quoque ab amante, non ab irato Deo (f. 328r)
existimare: cuius hic mos est uetus
ut quo magis amet quemque, eo grauius premat.
Nos uero amantis dona non amplectimur? 410
Cha. Sane ista prorsum uera nec quisquam
queat dixisse contra. Nos vides, quanto tamen
sumus in labore. Tu ergo pro nobis pia
Deo profunde uota et assiduas preces,
relligio cuius grata coelicolis fuit. 415
Iu. Si quae locuta sum superno Numini
tribuenda sunt, sic facere quicquid molior
Dei esse prorsus credite. Iccirco boni
linguis fauete, ut pectus Omnipotens meum
confirmet. Isthaec ergo sic se res habet. 420
Sole occubante, Solis ad portam ibitis:
cum serua ego sub id tempus eggrediar mea
tolletis astris suppices pro me manus.
Porro quid id sit scire uos minime uelim
quodcumque sit, rogate ut immensus Deus 425
spatio dierum quinque subueniat suis. (f. 328v)
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 33 -
Oz. Ita esto. Diui coepta fortunent tua.
Iubebo supplicationes publicas
ferri urbe, et omnes abstinebunt interim.
CHORUS.
DIMETRI ANAPESTICI CUM ALIQUOT MONOMETRIS.
Ite, ite, preces fundite sacras 430
duplicesque manus tollite ad astra,
genus Isacide, templa Tonantis
tristia lacrymis ora rigantes
petite, et superos placate pio
munere, gemitu flectite iugi 435
uigiles ipsas semper ad aras.
Plus efficiet qui sibi de se
minimum credet. Pergite cuncti,62
uir cum iuuene, senex atque puer
cumque innupta uirgine mater. 440
Per quinque dies desinat infans
ubera c[h]arae sugere matris.
Discat Hebraeus populus Dominum
placere sui uero holocausto [corpor]
corporis: animi gladio stricto (f. 329r) 445
resecare sui gaudia discat.
O quam supero grata Tonanti
uictima talis: quae non pecorum
sanguine fuso sufficit aras
neque torrendo uituli fibras 450
sacro Superos nidore petit;
neque fumanti thure uapores
ad celsa effert astra Sabaeos
sed sua iugulans crimina, mactat
uiscera uero caesa dolore; 455
gemitusque piae mentis odores
gratos Diuis mittit, et animo
ardente petit quaeritque suum
super astra Deum.
Quid non cogunt Superos iusti 460
uota precantis? Quid non impetrat
438 Ordinem versuum ad sensum mutavimus: apud M. vv. 441-442 anteponuntur prioribus vv. 439-440.
Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 34 -
pietas orans? Quos non penetrat
caelos uirtus supplicis animi?
Tres post annos uiderat olim
steriles campos arere siti 465
pater Helias: orat et aethra (f. 329v)
deuocat alta tumidos nimbos,
imbre cupito rigat omne solum.
Lacrimae regis iam perituri
imperia Dei fata minantis 470
reuocant, uitam redimente nouam
sole retrorsum.
Immissa graui uulnera dextra
in Hebraeorum gentem ingratam
legifer aufert precibus Moses. 475
Quoties populum delere uolens
Deus infidum, dulcis amici
prece placatus, ueniam mitis
sponte dedisti, pacemque bonus?
Vincit Acabus quoties poscit 480
id Helisaeus: uincitur idem
quando Propheta est certa uoluntas.
Nempe uideris, Deus alme, tuis
nihil omnino posse negare:
Adeone tibi pia uota placent? 485
Ergo et uiduae lacrimas nostrae
aspice summi Rector Olympi. (f. 330r)
Casta pudorem tibi conseruat
sobria sanctos macerat artus
gaudetque sacra relligione. 490
Nunc pro patria uota precantis
suscipe clemens.
Fiderit armis quicunque uolet,
petat horrendo proelia ferro
numerosa ferens agmina, certus 495
Marte triumphos sibi promitat.
Ego pro galea spem mihi sumam;
tibi ero supplex, Deus alme, uelim,
quoties gladium stringere in hostem63
fretusque tuo numine pergam. 500
499 stringeri M. u. u.
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 35 -
Excipit ictus omnes clipeus
iste libenter.
Cum dolet ultro crimina populus
ultroque suos deprimit artus,
si Deus adsit, puer in Goliam 505
rusticus ibit, funda gigantem
sternet inermis. Si Deus adsit,
Jonathas solus petet ingentes (f. 330v)
cuneos fidens Allophilorum
uincetque canens, scit quoque paucis 510
sternere multos Deus Omnipotens,
uigil ex alto. Speculare, Syon,
tuus an tibi sit rex iratus,
crimina defle, clama, exclama
aderit prorsus Deus ille tuus 515
dulcis amator.
DIMETRI IAMBICI CATALECTICI.
Si tu faues supernae
regnator altus aulae,
per feminam impotentem
credam phalangas hostis 520
currusque et arma uinci.
Scelus suum dolenti
benignus Isr[r]aeli
vatem sacram dedisti,
per quam tuos regebas 525
cum Barachus hostes
prostrauit uniuersos.
Matrona sancta Iudith,
decus domus Hebraeae (f. 331r)
nobis salus sit oro 530
si tu benignus adsis
quocunque tutus ibo
nil usque pertimescam.
(ex f. 354v)
CORO EN EL ACTO SEGUNDO.
Quin mis gemidos tanto
Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 36 -
levantar que vuelen sobre el viento, 535
quin subir mi llanto
que pase el firmamento,
Dios soberano, y llegue a tu aposento?
Que aunque nuestros pecados
cerraron como nubes tu clemencia 540
los clamores alzados
de triste penitencia
en tu luz no hallaran resistencia.
Pecamos, Dios, pecamos
si a tu bondad hicimos grave ofensa 545
qu quieres que hagamos?
Por eso es ella immensa
porque con pecadores se dispensa.
(f. 354v)
Dulate nuestro duelo
y pnete Dios nuestra pena 550
pues es nuestro consuelo
que de mano tan buena
como la tuya todo bien se ordena.
En ti est la victoria 555
venza tu poderosa diestra, venza,
tuya sera la gloria
y ma la vergenza
que de mi culpa tu favor comienza.
ACTUS TERTIUS. (ESCENA PRIMERA.)
(INTRPRETE ENTRE LOS ACTOS.)
(ex f. 351r)
Habiendo a Dios con lgrimas orado 560
gran rato, Judith sale muy compuesta
de extrao arreo, va su duea al lado
la provisin lleuando a punto puesta.
Las guardas dan el paso concertado.
Admrales belleza tan honesta, 565
pasado el monte a tiempo bien temprano
las espas asirias le echan mano.
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 37 -
Mas puesta ante Holofernes, de tal suerte
agrada su hermosura y gentileza
que en aficin muy loca le convierte 570
por lindo estilo su habla le endereza.
Venida dice ser a que concierte
cmo sus enemigos Dios le ofreza.
Creyendo esto el asirio muy contento
le manda hacer solemne tratamiento. 575
(f. 331r)
ACTUS TERTIUS. (ESCENA PRIMERA.)
IUDITHIS, FAMULA, OZIAS, , CHORUS.
ANAPESTI ET IAMBI.
Iu. Huc, serua domo prodito foras
et me propero comitare gradu
haec quae dixi tecum asportans.
Fa. Propero. Sed quid hera molitur
egressa domo nocte silenti? 580
Iu. Ocius exi, mox cognosces,
tu modo quaqua pergam sequere
neque diuertens lumina quoquam
nec solito hominem more salutans
obuia quidquid videris usquam. 585
Fa. Sequor, ac prorsus muta silesco.
Igni geminis cornibus imples (f. 331v)
resplendentis Phoebes orbem,
quae noctiuago curru inuehitur
nunc et tacito regit incessu 590
alta iugales. O magne parens,
huc dexter ades dominaeque meae
omine fausto dirige gressus.
Iu. Per opaca urbis loca progressae,
prope ad excubias uenimus ipsas. 595
Per pomaria cerno vigiles
procul ad muros taedarum ignes,
miseri seruant obsidione
fessi longa murorum aditus.
Nunc age populi Deus Hebraei 600
mihi fer vires, nil foemineum
Eduardo Fernndez Guerrero. Mster en Filologa Clsica. UAM, septiembre de 2013.
- 38 -
quidquam audenti, cadat infestus
caede tyrannus merita affectus.
Tacito portas superare gradu
datur. Hac nobis iter est, famula. 605
Cha. Quaenam venire ad militum custodias
est ausa mulier, nocte sub opaca ambulans?
Oz. Atque ecce Iudith ipsa; quam sane aduenit
speciosa, quantus ore et ornatu decor! (f. 332r)
Fa. Visae sumus. Iu. Tu perge, nec uerbum amplius. 610
Oz. Quae forma, qui uultus honos, quae corporis
habitudo! Prorsus nequeo quod sentio loqui:
sinitote abire liberam quoquo uelit.
Regnator ille summus aspiret tibi
uirtute firmans atque consilium tuum 615
felicitans, quo glorientur pulchrius
Solymae triumpho foeminae cuius quoque
nomen perenne et fama facti fulgeat.
Ch. Fiat, fiat, dicimus omnes.
CHORUS.
CHORIAMBICI SIVE GLYCONI.
Ch. Perge felici omine 620
quae uirum mulier petis
blanda sit pedibus uia
spina nec pungat pedem
nec petra offendat tuum.
Faustus ingressus tibi 625
exitus tristis Syris.
Quidquid ex animo cupis
prorsus eueniet tibi,
perge seruatrix mea,
perge felici omine. (f. 332v) 630
Qualis aurato micans
surgit aurora in t[h]oro
cum comas rutilum iubar
luteumque ambit caput,
datque laetitiam orbi 635
pellit et tenebras polo,
sic feret miseris opem
atque Betulis dabit
La Iudithis Tragoedia Tertia: estudio y edicin de una tragedia jesutica
- 39 -
hoste deuicto, bonum
pacis inclita Judith. 640
Euge candidior niue
pulchrior uerna rosa,
Cynthiae uincens iubar
melle tu mihi dulcior
et mero quoque fortior. 645
Affer Assyrio duci
intimam uictrix luem.
(ACTVS TERTIVS. ESCENA SEGUNDA.)
EXPLORATORES, IVDIT
Porro cacumen montis huiusce arduum
Top Related