Presentación del proyecto y posición del antropólogo.
Los inicios del modernismo, de la revolución industrial y del renacimiento trajo
consigo no solo una nueva conciencia sino que abarcó una nueva comprensión
de lo social, lo político, lo económico y lo cultural; la razón, el desarrollo y la
evolución ocuparon el lugar privilegiado en el entendimiento del universo y de
las relaciones subjetivas e intersubjetivas del hombre y con ello se inicia una
nueva organización no solo del Estado sino de un nuevo tipo de sociedad y
aunque la conquista del territorio americano supuso el mayor de los
descubrimientos para los europeos, en la modernidad las sociedades aún son
objeto de la maravilla y se cuestionan, se asombran y se motivan con la
información y hechos provenientes de otras partes del mundo.
Toda esta situación que se originó en medio de intensos debates tuvo su base
en las ciencias modernas quien aunque a su vez se retroalimentó de lo que
poco a poco se venía produciendo en la edad media en materia científica tuvo
su auge y se consolidó en la era moderna de nuestra humanidad, son
entonces los tiempos de la iluminación donde el hombre pasa de ver el mas
allá para verse así mismo, su preocupación radica única y exclusivamente en
comprenderse a partir de su propia humanidad y no de la divinidad mucho
menos a partir de su entorno social y natural.
Esta mirada aparentemente objetiva llevó a las ciencias a la búsqueda de
verdades, cada ciencia en su campo se alejó de explicaciones basadas en
subjetividades a partir del desarrollo de un lenguaje y un entendimiento propio,
lenguaje y entendimiento que le permiten al pensamiento científico distinguir
estas verdades de la verdad científica e imponerse como única e irrefutable.
Bajo este contexto se origina la antropología, comprendiendo no solo al hombre
sino todo lo que producía desde su conciencia y su lógica a partir de la
iluminación de la razón y la verdad, es así que nace esta ciencia humana
apegada a las leyes y a las normas científicas.
Uno de los hechos que impulsó el desarrollo de la antropología y su estudio, es
sin duda la teoría evolucionista de Darwin, la idea de supervivencia y de
desarrollo en escalas se aplicaron no solo en la comprensión biológica sino
también en el entendimiento social extendiéndose a la política, a la economía y
a la cultura, poniendo en cuestión y contradiciendo el principio de diversidad.
Nuevos acontecimientos en el campo social y político a nivel mundial marcaron
una nueva época de entendimiento de las ciencias sociales; dos ejemplos
claros son la guerra fría y las reivindicaciones sociales e independentista en
territorios de los 5 continentes, aunque este nuevo escenario fue impulsado
por anteriores búsquedas tanto en la academia como en el terreno práctico
tuvo desenlace en el contexto social-político, empezaría entonces una era
multipolar, donde las ciencias sociales empezaban a cuestionar la unipolaridad
científica y a hacerse más compresible de esta nueva realidad reivindicando
subjetividades y comprensiones a partir de una propia mirada.
Esta nueva mirada comprensiva le da espacio a la subjetividad no como verdad
única pero si como un elemento que explicativo de la diversidad y la
multipolaridad que hasta nuestros días es una realidad, la subjetiva supone
entonces la antítesis de las leyes y las normas universales, de la objetividad
científica pero también y -más allá- combate la dominación y la hegemonía que
desde fuera y en todos los campos y dimensiones sociales y humanas se
imponen.
Estos dos entendimientos; la aparentemente objetiva y la subjetiva se muestran
como contraste en mi campo de estudio; por un lado la expansión de políticas
locales enmarcadas en la idea de desarrollo como argumento de sus políticas y
teniendo a la economía como eje de aplicación sobre esta idea de progreso;
desplazando además a la cultura e imponiendo el folklor y utilizando a la tierra
como explotación económica y no como parte de la estructura cultural todo esto
frente políticas de reivindicación cultural y de recuperación territorial que lleva a
cabo el pueblo iku quien entiende sus acciones y las argumenta a partir de su
propio entendimiento y sus propias miradas.
Analizando tanto las acciones del gobierno local como la expansión latifundista
y asimismo las políticas que desde el pueblo iku se determinan, el investigador
sin alejarse de la realidad y teniendo en cuenta su vínculo con dicho pueblo
indígena se afianzará a un contexto reflexivo y a partir de un estado reflexivo
desarrollará su búsqueda examinando como esta disputa en el fondo
económica no solo del territorio sino de visiones se ve reflejada en las familias
ikus de algunas zonas donde se encuentran asentamientos de este pueblo.
Uno de los hechos a tener en cuenta en esta investigación es la posición
reflexiva de esta búsqueda; posición que tomo valorando cada una de las
intenciones de mis objetos de estudio, entendiendo la lógica de cada elemento
que constituye por un lado la autonomía y por otro lado la imposición; en su
texto, Alhena Caicedo hace una amplia descripción ``Así, aunque la primera
reacción que tenemos ante una contradicción lógica es abortarla, también
podemos desdoblar los planos, salirnos, pararnos en otro lado para acceder
desde allí a otro tipo de mirada``.(Alhena Caicedo 2003: pg, 169).
Esta mirada de la reflexividad supone entonces una mirada distinta y no desde
el punto de vista de las desigualdades, el análisis será entonces desde una
posición subjetiva diferente a la que se opone a la objetividad pero que analiza
fuerzas y tensiones que constituyen este escenario y que a su vez como
investigador yo estoy atravesado e impregnado de esta realidad y de estas
tensiones paradójicas.
Contexto político de la región. (Valledupar)
Valledupar es una región donde la política y la tierra están estrechamente ligadas
en términos de poder y participación, esta región fue una zona productiva en
algodón y hoy día es uno de los territorios con un alto porcentaje de productividad
en el campo ganadero (leche y carne), son en su mayoría latifundios, tierras de
grandes extensiones bajo la propiedad de núcleos familiares o parentelas que por
herencia o asuntos comerciales se hacen propietarias de estos terrenos.
Estas familias no solo han heredado este poder económico sino que a su vez
entrelazan el poder político a su poder económico, se muestra entonces una fuerte
apropiación del ámbito privado sobre la esfera pública donde el control de la
cultura, la educación y lo que llamaría Gramsci la superestructura es manejada por
una sociedad civil que ejerce no solo la hegemonía sino la dominación.
Pero encontramos que en esta región la sociedad civil que domina cuenta en su
interior con descomunales divisiones, una facción cuenta con el dominio del capital
cultural, otra facción cuenta con el dominio económico dándole a la violencia
colombiana en Valledupar unos rasgos no solo económicos ni políticos sino que
penetran mecanismos de dominación y manipulación cultural a través de las
propias producciones identitarias y tradicionales de los dominados. Jose Antonio
Figueroa en su libro detalla tal caso ``Como veremos, las peticiones de
modernización realizadas por los campesinos regionales fueron ignoradas por las
elites que prefirieron impulsar un proyecto cultural en el que promovían una serie
de imágenes sobre el campesinado regional, al que caracterizaban como
naturalmente inclinado al establecimiento de pactos con los latifundistas
regionales y al tradicionalismo y colocaban en las antípodas de la política y de la
economía moderna`` Jose Antonio Figueroa 2007, pg, 3.
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