La desgana

Del pretérito al póstumo,

Del horizonte a la más cercana milésima,

Los huracanas estallan por dentro

De quienes poseen la entelequia,

La esquizofrenia saluda otorgándole

Nobel a depresión más aguda

Que fantasmal opera,

Desde ecuaciones hasta conjugaciones

Preferiblemente hermosas,

Los ánimos aletean cual mariposa en lodo,

Pisoteada te esfumas como el daño

De una gaseosa,

Desde que el químico formula y formula

Y se olvida de la piedra filosofal,

Desde que todo se enumera y se

Pierde la unidad,

Desde que la sociedad es núcleo y se desplaza

La psiquis como palabra de cardenal,

Desde que la energía es solo epopeya cuántica

Y la materia impera como flema de invierno

Desnudo,

Desde que la ciencia es labor y técnica,

Más nunca será la llamada primera.

Desde que la praxis son revueltas,

Marchas y secuestros por experimentos…

Desde esa ilustratio a costa de illuminatio,

La razón se convierte en desgana.

Lúgubre y gélida montaña

Cuando la niebla enceguece,

Opacando la luz de vida.

La arboleda depara

Los horrores clandestinos

Una luna congelada,

Depara desde lo alto

El descenso de sublimes energías

Creadas en la muerte de la estrella.

Huesos profanos y cruzados

Milenarios inciensos cuyo humo

Recibe sombras escondidas

En lo más recóndito de tu reino.

El frio andino recuerda los chamanes

Que pactaron con la muerte,

Descifrando las lucíferas letanías

Que abrieron el reino obscuro.