7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
1/89
La metforay lo sagrado
H. A. MurenaPrlogo de Francisco Ayala
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
2/89
H. A. Murena es autor de una docena
de ttulos importantes, tanto en el
campo del ensayo como en el de la
poesa y la novela. Como ensayista
surgi a la fama con El pecado
original deAmrica libro fuertemente
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
3/89
H. A. Murena
La metforay lo sagrado
Prlogo de Francisco Ayala
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
4/89
xifi K i r ses dc habia ,eiiana:
Oiseo de coleccin y cubiertas:
R l O P
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
5/89
Prlogo
s el mes de mayo de 1984. Estoy en Nueva
York. He salido a sentarme en un
parquecito frente a mi casa, y tengo entre
las manos un libro, un pequeo volumen en
cuya cubierta se lee, dentro de una delicada
orla verde, en letras negras, el nombre de H.A.
Mu r ena sobre el ttulo, La metfora y lo
sagrado, en rojo. Lo abro y, una vez ms al
cabo de los aos, encuentro esta dedicatoria:
Para Paco -con un gran abrazo- de
-Hctor-3-XlI-73. Empiezo luego a repasar el
t t t i i t t
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
6/89
habl de ese disco, de esa recitacin cornica;recuerdo cuando, no lejos del lugar donde en
este momento estoy sentado con su libro en la
mano, encontr por fin en una tienda rabe, y
adquir en seguida, la grabacin tanponderada por l y tan oda por m, con
excitacin entonces y con admiracin muchas
veces despus hasta ayer mismo.
Las sensaciones, las apreciaciones, lasproyecciones que l describe en la continuacin
de ese prrafo se reproducen indefectiblemente
en mi nimo siempre de nuevo, no s si tanto
por virtud de los versculos escuchados o ms
bi i d l di
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
7/89
hubiera podido desor ese requerimiento?
Murena ha sido una de las pocas personas en
mi vida a quienes yo he considerado amigos
en el verdadero alearle de este trmino tan
vanamente prodigado en nuestra lengua. Evoco
nuestra relacin, y -no sin alguna sorpresa
cuando lo pienso- descubro que apenas
concurri en ella ninguno de los factores
accesorios que hacen grato -grato en la
superficie- el trato entre dos seres humanos.Para empezar, cuando nosotros entablamos
conocimiento ramos ya ambos, l en su
juventud y yo en plena madurez, hombres muy
hechos, de modo que no podan unimos los
halagos de la memoria, remotas, experiencias
comunes. Tampoco entonces nuestra
convivencia fue estrecha. Y lo que es ms:
intelectuales los dos en condicin y profesin, 11
pocas eran sin embargo las cuestiones
concretas en que nuestras ideas coincidan. As
lo dejo entender en mi libro de recuerdos.
Quiere esto decir que nuestra estimacin
l b f d d tit d
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
8/89
autenticidad desnuda que se refleja en su obra,y que tan vulnerable le haca frente a las
malignas falacias del mundo.
Si una conciencia recta ha tenido que
luchar siempre y en todo tiempo contra las
falacias del mundo, este mundo en que a
Murena le toc vivir era -y sigue sindolo, cada
vez en mayor medida, despus de su
muerte-particularmente perturbador para
quien, como l, no se resigna a aceptar,
fingiendo darlo por bueno, el engaoso fraude
ni accede jams a cobardes compromisos.
Es un mundo en el que cualquier
i fi i l d h id i id
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
9/89
continuacin de estas palabras mas son
testimonio de un alma atormentada, y como
tal testimonio debe procurar leerlas. No espere
de ellas aprender nada si lo que espera son
conocimientos, razonamientos sistemticos,
enseanzas tiles, pues lo que le mostrarn es,
como digo, las tribulaciones de un espritu que
aspira al absoluto y en esta aspiracin se halla
abocado a la muerte.
La muerte no tardara en visitarlo.Cuando, a la distancia, me lleg noticia de que
ya nunca ms volvera a ver a Hctor, a
escuchar su voz y a percibir en esa voz suya
la vibracin de un sentimiento sobrecogido y
como asustado, una gran congoja se apoder
de m. Llevado por la pena, redact una
pgina, donde, refirindome a sus escritos,
deca yo: Ah estn, impresos, perdurando
como huellas de su paso en las arenas"; pero
cunto duran en las arenas las huellas ele un
paso? Y hablando, no de sus obras, sino del
hombre mismo que las haba escrito, aada:
S d i i did d
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
10/89
Una palabra previa
Cualquier humano llega en determinado
momento a la zona en la que no hay
respuestas. Se la encuentra a travs de
todo camino: las pasiones, el pensar, el ocio,
etc. La zona sin respuestas es aquella en la
que el sentido que hasta entonces atribuamos
a nuestras vidas se derrumba, queda
nulificado, es la zona en que descubrimos quelos problemas que habamos credo resolver se
hallan de verdad enraizados en el misterio,
inviolable por nuestro arbitrio, inercia, pensar.
Arribado a travs del triunfo o la
derrota, cada cual tiene un particularsimo
estilo para afrontar esa franja que causa
vrtigos. Hay quien decide negarse a s mismo
la experiencia y continuar tal corno lo haca,
aunque en secreto ser corrodo. Est aquel que
reconoce la zona, pero se empea en querer
aduersela mediante la red de esos prejuicios
que l toma por juicios. Puede existir tambin
aquel que, aun estremecido, tiende su ser para
or, hacerse de algin modo digno del misterio.
Sin embargo, al tocar esa orilla de la vida, all
donde existiendo parece dejarse de existir,
todos experimentan sin excepcin algo: tienen
una suerte de vago recuerdo, el recuerdo de la
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
11/89
orilla anterior, cuando an no se exista, orillaque en apariencia habamos olvidado antes de
rozar esa franja.
Quien escribe estas lneas arrib a la
zona segn el peculiar estilo de su vocacin:
leer, pensar, escribir. Lleg al descubrir que ese
leer, pensar, escribir carecan incluso de la
fortuita validez que les haba atribuido: el
llamado haba sido nulo o acaso vlido slo
para lograr que le comunicasen su propia
nulidad. Porque se haba entregado a mltiples
de los pensares que su poca le ofreca. Para
comprobar que de la noche a la maana, con
l i i d d
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
12/89
respuestas, advirti que se iba poniendo
anacrnico. Al principio, acosado an por los
prejuicios de su tiempo, sinti inquietud. Luegocomprendi. Su tiempo era un tiempo que
quizs como ninguno se haba entregado al
materialismo de la servidumbre al tiempo. Se
esforz entonces por tomarse cada vez ms
anacrnico, contra el tiempo, para que le fuera
dada alguna vez la dicha de desentenderse por
completo del tiempo.
Conocer por el tacto: como el tacto
particular de quien esto escribe reside en la
invencin de metforas, decidi aplicar al arte
los principios de las grandes tradiciones,
capaces de iluminar ms a fondo que cualquier
esttica intelectual. Pero esto es secundario. Loque tal vez se pueda leer en las pginas que
siguen es el intento de practicar el arte de
volverse anacrnico para poder mirar ambas
orillas y alcanzar as la vida en su plenitud.
A M
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
13/89
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
14/89
Ser msica
Tena nocin de que la esencia del universo
es musical. En el principio fue el Verbo.
Dios crea nombrando, con ondas sonoras.
En los Upanishadasse afirma que quien medite
sobre el sonido de la slaba Om llegar a saberlo
todo, porque en ella est todo. Tampoco ignora-
mos que el primer contacto de un humano conel mundo es la voz de la madre oda en el
vientre y que el odo es el ltimo sentido que
el agonizante pierde.
Incluso llegu a descubrir, torpemente y
por azar, lo que algunos saben, que no se oye
slo por los odos centrales, que tenemos mu-
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
15/89
veces me dej detener, enredar por la foto dela cara regordeta del recitador, por el mismo
texto de presentacin: el sheik haba odo recitar
y haba recitado el Corn desde la infancia; su
primer triunfo, en 1950, en la mezquita deSayeda Zeinab, El Cairo; lo obligaron a seguir
cantando hasta el amanecer; ahora todas las
radios del mundo rabe se lo disputan... Mi
mano perda la fuerza para sacar el disco.
Ayer lleg la hora. En el silencio de la
casa solitaria son esa voz. Yo estaba desploma-
do indolentemente en un silln. Mi primer acto
impensado fue sentarme en forma correcta:
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
16/89
Cada germen es un cosmos que late de vitalidad
a travs de inspiradas contradicciones que, sin
embargo, en lugar de quebrar el orden lo
reconstruyen infaliblemente en instancias ms
altas. A poco or, empec a reconocer en la voz
los diversos instrumentos musicales, el violn, el
piano, los tambores, la trompeta, etc. El cantor
era todos los instrumentos. Pero lo que brotaba
con mayor claridad era aquello hacia lo que el
canto creca en homenaje: el silencio. Todos losversculos concluyen en forma abrupta, compri-
mindose casi con dolor en el final, para trans-
mitir la sensacin fsica de aquello contra lo que
chocan, el silencio y cada versculo, en la dic-
cin, est separado del que lo sigue por un lapso
de silencio ms largo que cualquiera de las
emisiones, sealando de tal suerte cules son las
jerarquas. Los trazos de un dibujo hacen nacer 21
el espacio, con la vida particular que el trazado
quiera acordarle. Esa voz hara emerger el
silencio: bajo los rasgos de la imponente divini-
dad musulmana, haca sentir el Dios de todos.
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
17/89
cumplir sin tacha slo en la medida en que
nazca para borrarse, para instaurar lo que es
contrario a ella, el silencio, lo absoluto. Singular
leccin, en la que el mayor esplendor del arte
surge de la mayor humildad espiritual y a ella
reconduce. Lo efmero alcanza aqu su plenitud
porque ha aceptado hasta el final su condicin
y la eleva en alabanza de la eternidad en que
se refleja.
Si este canto es el arte del tiempo, ladanza lo sera del espacio. La danza del dervi
che, que se cumple en el momento en que tal
danza desaparece para transfigurarse en la pro
digiosa y montona seal del contacto de una
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
18/89
aquellos acordes. Debieron pasar muchos aos,
dice, antes de que llegar a reconocer que el
carcter de tales acordes se deba al genio, que
hara vibrar su ndole incluso con la ms pobre
de las orquestas.
En el recitador musulmn, en el derviche,
en el coro gregoriano, es la propia vida como
instrumento la que, gracias al genio de la fe, se
convierte en arte. Cuando se pasa a usar instru-
mentos exteriores, cuando se escribe la partitu-ra, se establece ya una separacin entre obra y
vida, se delega sutilmente el empeo de la vida
a elementos materiales. (Y las artes plsticas
nacen con el pecado original de la necesidad de
materiales externos: por eso el Islam prohbe el
culto de la imagen.) El arte, al entregarse al
relativo materialismo de lo esttico, indica que
su autonoma ha tenido el precio de perder el 23
contacto directo con lo absoluto. As se torna
cada vez ms externo, ms hinchado, ms dbil.
Aunque produzca obras bellas, se hallan vicia-
das de la infautacin de slo mostrarse a s
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
19/89
fresca, iridiscente como sangre seca, llena depremoniciones de patbulo. Nunca he odo unos
sonidos que traduzcan ms fielmente el crimen.
Pues se trata de la msica que vuelve a presen-
tarse ante el silencio como el criminal que
vuelve al lugar del crimen. Webem saba. Todo
es coherente: en el fin se repite lo mismo que
en el principio, con signo inverso, que, en su
relacin de polaridad, ser demasiado distinto?
Slo vivimos en los tiempos que nos hansido dados para vivir. Sin embargo, tener un
resplandor de lo que sigue aconteciendo en los
orgenes puros puede hacer reflexionar, es una
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
20/89
El Arte como mediador entre este mondo
y el otro
Melancola: que a la poesa
conduce 1
T^l s as? Es la melancola la madre del
l i l i poema, tal como lo afirma el verso de
Gottfried Benn? Y alude esto a la poesa
solamente o es vlido tambin para las dems
artes? Lo que se dice de la poesa en generaldebe ser aplicable a todas las artes, bajo pena
de falsedad:2 tal es el sentido en que se usa
aqu la palabra poesa. O sea: es la melancola
la madre del arte?
Para que la melancola pueda asumir ese
papel respecto a las artes en general es necesario
25
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
21/89
modo irremediable, pues si no fuera as laherida por la que mana la poesa podra resta
arse: aunque esa nostalgia se exprese en rela
cin a objetivos mundanos alcanzables, stos no
son nunca ms que ocasiones tomadas para
expresar la nostalgia fundamental respecto a lo
imposible,porque la esencia del arte es nostal-
gia por el Otro Mundo.
Esa nostalgia no constituye el tema sino
la esencia del arte: se halla en el origen tantode un icono del siglo xn como en un poema
amatorio y profano de Safo o de John Donne.3
Se trata de la esencia que resulta evidente en la
operacin bsica del arte: en la metfora se
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
22/89
dro stas resultan completamente distintas:
muestran lo otro de lo mismo. Las peripecias
de la pieza de teatro son aquellas posibles para
cada hombre, pero estructuradas en la forma
en que lo estn en la pieza permiten ver las
articulaciones del relmpago que es la vida de
todo hombre y que los hombres habitualmente
no advierten. Las palabras "tierra , habitar ,
poesa, hombre poseen un significado esta
ble, petrificado, de uso. Pero si Hlderlin dice:Poticamente habita el hombre sobre la tierra ,
esas mismas palabras se liberan del ptreo
significado til y se funden en una serpiente que
salta, tensa y sutil, para revelamos el Otro
Mundo que haba en ellas. El arte, al mostramos
el Otro Mundo mediante la inspirada manipulacin de elementos de este mundo, nos muestra
la posibilidad de vivir nuestra vida en aquello
en que es otra, la posibilidad de vivirla esencial
mente segn la esencia de la poesa, como una
metfora: como espritu que conoce la naturale
za simblica del mundo y se libera as de la
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
23/89
trata del universo ideal, del modelo de locreado, del Dios segn cuya apariencia el hom-
bre fue concebido y que nunca se expresa
puramente en lo que se encam. Las particula-
res figuras humanas de Cranach, los particulares
personajes de Shakespeare, procuran mostrar,
subrayando lo particular, la humanidad que
abarca y trasciende a todos los humanos y que
es el destello del arquetipo divino. Desde este
punto de vista, incidentalmente, puede estimarse
ese peculiar estilo que siempre renace a lo largo
del tiempo, llamado naturalismo, que busca
reproducir con la mayor fidelidad posible la
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
24/89
La melancola: ms perniciosa
que el pecado
A pesar de que en su raz est la nostalgia
por lo scicrum arquetpico, por ese ms all al
que la metfora tiende y que es el reino con el
que la religin religa, la melancola es condena-
da por la religin. Un jasid se quejaba al Rab
de Lublin (llamado el Vidente) de que impulsos
malignos lo acosaban y lo llevaban a la melanco-la. El Rab le dijo: Por sobre todo, librate de
la melancola. Cuando el Maligno impulsa a los
hombres, su fin no es hacerlos pecar, sino
arrastrarlos a travs del pecado al pozo de la
melancola.8 Cul es la causa de esa sancin
narrada por la historia jasdica, sancin en que
la severidad con que coloca a la melancola en
la escala negativa por encima de todos los
pecados viene a confirmar la importancia radi-
cal de ese eclipse del espritu? La melancola es
ndice de que la criatura se encuentra prisionera
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
25/89
de su yo inferior. Melancola surge a causa de
la nostalgia por algo que no se posee: para
advertir que no se posee algo es preciso mirarse,
detenerse en uno mismo. Lo cual constituye la
mana del ego, el egosmo. Semejante manamortifica a la criatura porque al condenarla a
caer bajo la hipnosis de un pasado en el que no
le dieron lo que le falta y de un futuro del
que espera que le traiga lo que le falta, lesustrae la posibilidad de vivir el instante presen
te, que es lo nico vivible por el hombre total:
en la melancola, como el hombre desva la
mirada de su Creador, que es el presente dador
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
26/89
gas segn un ritmo -con el que se suma y
obedece el gran ritmo csmico-, pronuncia un
fat lur-anlogo al pronunciado por el Creadoren el Gnesis- y alumbra la realidad que estaba
en l sin que l lo supiera: Dios.1" Del mismo
modo, en los himnos vdicos ms tempranos la
poesa, como cadencia y sonido -e incluso la
especulacin-, era una sola cosa con el rito." Y
la liturgia (com-pasin) constituye la base del
arte dramtico, lo cual explica el poder operante
de la palabra (salmo-poesa): en el teatro, al
reactualizarse el drama csmico, se le muestra a
la vida vulgar el camino y as se la resacraliza.
Pero la prevencin de la religin hacia el
arte descansa, en segundo trmino, en el hecho
de que, jasada la poca primordial, el arte sevuelve profano. Conserva ineludiblemente en su
esencia rastros del origen. Sin embargo, ms que
en la verdad extramundana que la belleza
puede transmitir, comienza a interesarse exclu
sivamente en la belleza mundana: quiere con
vertirla en autnoma respecto a la religin. Y
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
27/89
sentar tal Unidad, las imgenes slo x)dran serperniciosas para el creyente.14
Ms fundamental que las dos razones
apuntadas es sin embargo la nocin estrictamen
te mstica esotrica -no atenuada por ninguna
de las consideraciones sociales que afectan a las
iglesias por su carcter exotrico-, que pone de
manifiesto el ejemplo jasdico: para el hombre
de fe, que sumido vitalmente en el presente
siente en s la presencia de Dios, la melancolaes una situacin espiritual imposible. Para la
mstica no puede ocurrir de otro modo: aunque
acontezca que una criatura carezca de todo, en
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
28/89
de la temporalidad- para considerar ese pasado
y ese futuro que engendran la melancola. Para
este hombre cuya vida es el arte de dejarsetraspasar por el Otro Mundo no slo carece de
sentido sino que es adems prueba de infideli
dad ese arte nacido de la melancola que se
limita a tratar de mostrar el Otro Mundo. Para
el derviche que alcanza el xtasis mediante el
arte de la danza esa danza no tiene sentido en
el momento de su xtasis, pues nicamente loalcanza a fuerza de repetir de modo uniforme
el mismo movimiento: cuando la danza se anula
a s misma y desaparece.
(Cabra aqu no dejar de tener en cuenta
que el arte nace de la melancola pero se redime
de ella mediante la obra, que trae al OtroMundo y, fuera de arrancar al artista de la
melancola, opera en forma positiva. El artista
se halla en realidad referido a los dos momentos
ms aparenciales, ms fantasmales de la trada
temporal, el pasado y el futuro, pero los redime
de su insustancialidad al revivirlos como presen
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
29/89
El poeta: implanta privadamente unrgimen perverso en el alma
La filosofa formul tambin su condena
respecto al arte. La clebre actitud de Platn alexpulsar a los poetas de la repblica perfecta
ilustra una posicin en la que muchos otros
amigos de la sabidura -Jenfnes, Herclito,
Empdocles, Pitgoras- lo haban precedido al
preocuparse por la poltica, por el mejor camino
para alcanzar el bien de la comunidad. La
acusacin platnica se fundamenta primero en
el hecho de que el artista reproducira elementos
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
30/89
provecho 2122y porque la razn lo impona.
Sin embargo, las manifestaciones de los
filsofos contra el arte han sido desenmascara
das en forma brutal por aquellos polticos que
lograron establecer un dominio de tipo total en
las comunidades sobre las que rigieron. Pues
tales polticos han sido platnicos con fidelidad
absoluta. Y lo que Platn enunci -con la ilusin
de estar defendiendo a la razn- era la voz de
este mundo en procura de una autonoma sinapelaciones. El arte es su enemigo. No porque
produzca objetos irreales, sino a causa de que
el arte trae al Otro Mundo, a cuya luz se ve el
irreparable aspecto de injusticia que hay en todo
dominio exclusivamente humano del hombre
sobre el hombre, aun en el ms benvolo. Elarte pone en cuestin la esencia del puro domi
nio mundano. Y recprocamente la esencia del
mundo rebelado contra lo que no sea l se
encama en un poder que slo puede creer en
lo til inmediato, en una razn gendarme conde
nada a percibir nicamente lo que responde a
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
31/89
de provecho. Porque, dado que su actividadconsiste en cambiar de contexto a los elementos
mundanos, para hacerlos ver en su otra faz, el
arte produce en la comunidad un movimiento
-el movimiento del espritu, que procede del
Otro Mundo- con el cual no slo se desentiende
en forma ociosa de la utilidad inmediata, sino
que hasta la perturba y la impide, convirtindo
se en una burla trascendental para el afanado
hombre de provecho. Por eso este mundo, conplena coherencia, cada vez que legitima su
autonoma mediante la violencia del poder tota
litario, ha permitido el arte -cuando no estaba
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
32/89
renglones destinados a las grandes masas, sino
que es asimismo lo que surge de los talleres de
la mayor parte de lo que se conoce como
vanguardia .23
Al igual que la mstica estricta, que
rechaza al arte por sus vinculaciones con este
mundo, la fjoltica total lo condena por su
parentesco con el Otro Mundo. El ideal de la
colmena es la anttesis del ideal de la comunin
de los santos: para ambos el mediador -que nopuede entregarse por entero a ninguno de los
dos extremos- resulta culpable.
El Hombre: el Cielo es su padre,
la Tierra es su madre 24
Originariamente, antes de la manifesta
cin, exista la Unidad Primordial. Luego el
Antepasado Amarillo separ el Cielo de la
Tierra y la Unidad Primordial qued rota por
lo manifestado:25 de esta suerte narra la tradi
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
33/89
que es la esencia clel existir,el Cielo y la Tierra
se oponen en una complementaridad, en una
conjuncin polarizada. De tal matrimonio de la
Tierra con el Cielo -en el sueo en el que cada
uno de los dos elementos recuerda al otro
mediante el olvido- nace un tercer elemento quees el Hombre.26 Compuesto por los elementos
primordiales -aunque contemporneos de
ste-, que son equiparables a las fuerzas yang
y yin, a lo masculino y lo femenino, al acto yla potencia, el Hombre constituye con el Cielo y
la Tierra la Gran Trada que, rara la tradicin
extremo oriental, abarca todo lo creado.2728
Sube de la Tierra al Cielo y retoma luego
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
34/89
gracias a su mediacin que la Tierra se eleve al
Cielo y que el Cielo descienda a la Tierra- hace
que el Cosmos se actualice plenamente y que lo
No Manifestado pueda consumir su manifestacin y retorne al centro inalterable de lo Innom
brado.29
La esencia del hombre es as mediacin y
mediacin debe ser su existencia. La existencia
del Hombre consiste en el esfuerzo por alcanzar
-en el Cosmos y en s- el equilibrio entre elCielo y la Tierra, entre las fuerzas yang y yin,
que reactualice la boda originaria entre esos dos
elementos -de la que el hombre naci-, a fin
de renovar en cada instante la vida universal,
incluyendo la suya. Cuando el hombre olvida la
duplicidad de su origen, cuando olvida su ori
gen, y deja de reflejar a cualquiera de los doselementos, su existencia se ensombrece, se toma
mortecina. Si el hombre olvida a travs de la
ilusin de creerse autnomo, de imaginar que
el hombre es el nico acto y Cielo sobre la
Tierra, el Cielo deja de reflejarse en l y el
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
35/89
algo residual. La esencia del Hombre es media
cin y cuando no media desaparece.110
El arte, funcin gracias a la cual el Otro
Mundo es trado a este mundo, desempea
analgicamente para el hombre individual el
mismo papel que el Hombre csmico cumple
en cuanto al Cielo y la Tierra. Se halla sometido
en consecuencia, a las mismas leyes que rigen
al mediador de la Gran Trada.
La prdida del centro
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
36/89
tos en que se produjo, y hasta ahora nunca
considerado siquiera en su verdadero sentido-,
esa tortura y matanza interminable e inicua de
unos hombres por otros, descubre en forma
estremecedora que la verdad del ideal de la
deificacin del hombre consiste en la aniquila
cin del hombre. Aquello fue el primero de los
momentos culminantes de un largo proceso
morboso en el que el hombre, para conquistar
su autonoma, decidi dejar de reflejar el Cielo.Y en la oscuridad cerrada de aquel momento
histrico la matanza humana dijo que los hom
bres haban matado a Dios en sus corazones.
Lo que ya vena aconteciendo y lo que continua
ra sera la progresiva autonomizacin de la
Tierra, entendida como progreso aunque endetrimento progresivo del mediador. Desde to
dos los rdenes del quehacer humano mil signos
lo indican. En su libro Prdida del Centro,
Hans Seldmayr seala la supresin de la ventana
y el carcter de prisiones monumentales que
cobra la arquitectura de fines del siglo xvm y
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
37/89
imagen invertida del Cielo, resulta ser el inferusprivador, emblema de las potencias platnicas,
infernales, a las que el mediador queda someti
do. As la moral autnoma fundada en la
libertad interior de Kant encuentra su reduccin
a la absurda verdad en que se sustentaba a
travs de la libertad moral absoluta para el
crimen de la filosofa de Sade.33 As la revolucin
industrial que vena a liberar al hombre de la
maldicin originaria del trabajo elimina el elemento humano del trabajo y convierte al hom
bre en una mquina para trabajar. As la
economa, de ser la administracin (nomos) de
la casa (oikos), mediante la cual el hombre
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
38/89
totalitaria. El totalitarismo como fenmeno cons
tituye la caricatura material terrestre, que busca
abarcar y dominar, del absolutismo espiritual
celeste, que penetra y sustenta. Tal totalitarismo
puede concretarse incidentalmente en sistemas
polticos autocrticos, aunque esto no es indis
pensable: hoy el totalitarismo es puesto en
prctica en todos los rdenes con la mayor
eficacia por una tecnocracia que usa poltica
mente una mscara benvola.En el campo de las artes la deificacin
del hombre tuvo como natural consecuencia la
destruccin de la figura del hombre. El arte
occidental, en cuyos orgenes est la figura de
Cristo -smbolo por excelencia del Mediador, del
Hombre, tanto por su misin como por unirse
en l la naturaleza celeste y la naturaleza terrestre-,4 se ha fundado como ningn otro en la
imagen humana. Con mayor firmeza a |mrtir
del siglo xvni, empieza a observarse en la
historia del arte occidental la deformacin de
tal imagen3435mediante lo demonaco y lo catico
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
39/89
al., incluyendo el tachismo , la action painting,
etc.), que constituye el punto cero en el que la
imagen humana desaparece por completo: lo
que se media a este mundo -ausente como
paisaje o contorno natural de cualquier ndole
en su trasformacin en mero espacio pictricopuro- es el Otro Mundo, el Cielo o Dios, reduci
do a nada. Este arte media la nada a la nada,
queda reducido a la pura funcin de mediar
que ejecuta sus movimientos en el varo: de estasuerte el arte denominado abstracto pone de
manifiesto la naturaleza del arte puro.
Llegado a este punto cero, de muerte,
el proceso no se ha detenido porque en lo
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
40/89
ahora a este mundo como si no existiera otro
mundo que este mundo. Mediante el ruido,
mediante la palabra en su estado ms petrifica
do, mediante la botella o la mquina apenascoloreados, se trata de negar el Otro Mundo que
existe en todo elemento mundano: para ello se
insiste en el carcter consabido, de uso, de las
cosas que se manipulan. Y tal es la desconfianza
respecto a la mediacin, a los restos del Otro
Mundo que podran filtrarse a travs del merohecho de mediar, tal es la totalitarizacin de
este arte que, para eludir al mximo la obra,
que implica mediacin, seha recurrido a los
variados acontecimientos que llevan el nombre
de happening, en los que son los propios seres
humanos los que configuran la obra de arte ,
como garanta de que cuando stos dejen de
actuar no quedar ningn resto que delate la
operacin sospechosa de trascendencia, con lo
que -en forma por lo dems coherente- este
arte final parodia, con un desenfreno que debe
caracterizarse por la embriaguez, la inspiracin
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
41/89
del arte. Sin embargo, lo que explica la prolifera
cin de tales artistas -cuya monstruosidad ya
estaba implcita en el Renacimiento, aunque se
manifestara entonces en el campo de la autenti
cidad, que por tal ingrediente se reforzaba y se
debilitaba a la vez- v lo que explica el frenesde las supuestas innovaciones y revoluciones
estticas es el hecho de que este arte post
mortem, como se basa en la impotencia de
mediar, no exige en modo alguno el talento yla energa que reclamaba la potencia para me
diar, y se convierte por lo mismo en campo
propicio para la facilidad de las negaciones.
Exaltar la mediacin de la impotencia de la
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
42/89
Negro ms negro que el negro
Exista hasta las primeras dcadas de este
siglo en una calle de Pars, en la ru LeRegrattier, un nicho en el que se vea la estatua
de una mujer decapitada que tena en la mano
un vaso y a cuyo pie haba una leyenda que
deca: Todo le sirve. El conjunto constituye
un smbolo de la primera operacin de la Gran
Obra alqumica: solve, la disolucin o separacin, la mors philosophorum, muerte filosofal,
que segn la tradicin hermtica sirve para li
berar al espritu de la materia grosera, a fin de
preparar la trasfrmacin o purificacin total de
la criatura, que slo puede cumplirse a travs
de una serie de muertes y renacimientos, en el
curso de la vida humana. El vaso es el vasspirituale, en el que se encierra el vino de los 47
sabios, y es anlogo al Graal, que guarda el
vino eucarstico. La mujer, por su ndole pasiva,
representa el disolvente universal y est decapi
tada para indicar que se ha producido la separa
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
43/89
nada, esa piedra que los arquitectos descarta
ran, se torna condicin de la Obra.
El arte -el hombre que representa a la
humanidad- se encuentra hoy en una etapa de
nigredo: abandonado por el espritu, casi pura
materia negra, con los movimientos convulsivosde un semimuerto. En los grandes ciclos por los
que atraviesa lo manifestado en su totalidad
^desde que el Cielo y la Tierra se separaron- el
simple hecho de haberse manifestado implicasumisin al ciclo: todo lo que se ha manifestado
debe dejar de manifestarse. Para que el ciclo,
que es la ley, se cumpla, el (irn Ser Humano
que por l trascurre debe atravesar todas las
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
44/89
modo directo con el secreto,que est en nuestro
origen: por qu nos fueron entregados dones
para ejercerlos en una poca en que todas las
posibilidades son de que se cumplan en fonnanegativa? Por qu fuimos creados? Plegarse con
interrogativa y tenaz humildad, con todas las
potencias de la vida, sobre este enigma sin
respuesta -enigma que reactualiza en cada uno
el misterio de la necesidad del tiempo y de la
Creacin-, plegarse as sobre este enigma capazde quebrantar todas las ilusiones racionalistas y
materiales es la actitud que forjar en quienes
las practiquen el poder espiritual del silencio
interior capaz de vencer todas las negatividades.
49
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
45/89
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
46/89
La metfora y lo sagrado
Historia del silencio
El arte, se dice, responde a una necesidad.
De otro modo, aadimos, no existira, no
persistira. Pero cul es esa necesidad por
la que el arte existe?
Tal pregunta ha suscitado a lo largo de
los siglos todas las respuestas que el hombre
puede dar: los artistas de Lascaux, Altamira,hicieron las pinturas rupestres para ofrendarlas
a sus dioses o para convertir en mito a los
animales que les servan de alimento o para
expresar el poder y la destreza de la comunidad
o por simple escapismo, diversin o porque
pintar confera prestigio etctera El resultado
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
47/89
He narrado una experiencia. La audicin
del recitado del Corn por un sheik actual. La
emisin de cada versculo duraba quince, trein-
ta, no ms de cuarenta y cinco segundos. Cada
versculo conclua en forma abrupta, compri-
mindose casi con dolor contra el final paratransmitir la sensacin fsica de aquello con lo
que chocaba: el silencio. Y cada versculo estaba
separado en la diccin del que lo segua por un
lapso de silencio ms largo que cualquiera delas emisiones, sealando de tal suerte cules son
las jerarquas entre silencio y sonido. Ese canto,
esa voz, crecan para retirarse, abolirse, [jara
que surgiera un silencio desconocido: la voz de
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
48/89
Ese blanco del que la palabra brota y en el que
acaba por desaparecer es el Silencio primordial.
Principio y fin de cada criatura, de todo lo
creado, el blanco escribe para nosotros lo funda
mental de toda escritura: el crculo de misterio
que envuelve nuestra existencia. La calidad de
cualquier escritura depende de la medida en
que trasmite el misterio, ese silencio que no es
ella. Su esplendor es enriquecedora abdicacin
de s. Y sta resulta evidente en el tipo de lecturaque permite y exige. La palabra portadora de
misterio demanda una lectura lenta, que se
interrumpe para meditar, tratar de absorber lo
inconmensurable: pide relectura, consideracin
del blanco. Arquetipo son las escrituras de las
religiones, que invocan el fin de s mismas, larestitucin del secreto fundamental. Arquetipo,
tambin, las grandes obras de la literatura,
aquellas cuya esencia es potica, pues la metfo
ra, con su multivocidad, pluralidad de sentidos,
dice que est procurando decir lo indecible, el
silencio. Frente a stas se alzan los textos utilita
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
49/89
escrita testimonia en forma invertida que laliteratura surge de la necesidad de Dios.
Vergenza y redencin
Toda palabra es metafrica. Es decir,
toda palabra abarca, segn se la use, ms o
menos mundo que lo que la convencin supone
que abarca. Si digo: el rey se march a su casa ,casa sustituye a castillo, es metfora de reduc
cin. Si digo de una persona que es mi casa,
casa sustituye a criatura, es metfora de amplia
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
50/89
nos entreg al totalitarismo de la utilidad total, a
palidecer bajo la sentencia respecto del pecado:
ganars el pan con el sudor de tu frente.
La poesa es humilde. De la humildad
extrae las fuerzas para su gesto osado. La poesa
acepta la multivocidad de cada palabra, acepta
la imprecisa ndole humana. Sabe c]ue la preci-
sin con que algunos suean no slo resulta
imposible sino que, eco del primer pecado, si
se logra evocar su espectro nicamente se conse-guir envenenar con irrealidad la realidad. Cria-
turas cadas, si una parte de nosotros se obstina
en recordar y perpetuar lo pecaminoso al recha-
zarlo, otra parte persiste en recordar lo anglico
que cay con la Cada. Tal el movimiento de la
poesa. Empieza por aceptar que no es ineludi-ble que casa signifique casa. Pero no se detiene
ah. En esa presunta falta descubre una ocasin,
una puerta. Insiste, apuesta sobre ella. Va aun
ms all. Y dice de pronto: Aquiles es un len.
El mundo se duplica de esta suerte: Aquiles
cobra la esencia del len y el len la de Aquiles
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
51/89
es un len" dice todava ms. Ensea que lametfora cumple una derruccin de las barreras
racionales. Con ello la metfora se instala no
slo ms all de la lgica, sino contra la lgica:
se muestra que la operacin de la metfora esfe. Incidentalmente, al esclarecerse los vnculos
entre metfora y razn, aprendemos sobre las
relaciones entre razn y fe. Quedan borradas
las aspiraciones de la teologa, al menos en
aquellas zonas en que sta no se acoge al
misterio. Teologa es todo lo racional, incluso la
ciencia, el intento de explicar el mundo. Poste
rior a la fe, la teologa constituye un momento
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
52/89
ra. Tal lucha indica que el arte es un campo
abierto a contendores, liberado de una fuerza
que antes lo ocupaba y a la que se supone que
se desaloj. Cul es esa fuerza? El esteticismo,
al depositar la fe en lo esttico como nico
contenido posible, lo hace con un carcter abso-
luto al que no aspiran los otros contenidos
contendientes. Tal rasgo absolutista nos revela
que el arte, cuando piensa sobre s, sospecha
que su nico contenido posible es lo Absoluto,lo Divino. Al rechazar todo contenido, al instau-
rar su propia esencia como contenido nico, la
enfermedad del esteticismo nos revela por la va
negativa el carcter sacro del arte, proclama a
Dios como una ausencia que no puede ser
sustituida por nada.
La operacin de arte
El esteticismo comete un error: identifica,
confunde el arte con la obra.
T t l t di i i l i l j d
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
53/89
La poesa existe para salvar al mundo. El lenguaje cado, juzgador, slo es adjetivo, comentario,
charla nociva. La poesa no juzga, nombra
mostrando, es sustantivo, crea, salva. Mediante
el lenguaje cado la poesa halla para el lenguajecado la redencin de la metfora.
Qu es la metfora? Su propio nombre
habla. En la metfora se lleva (fero) ms all
(meta) el sentido de los elementos concretos
empleados para hacer la obra. Se llevan ms
all? Llevar ms all lo sensible y lo mundano
significa traer ms ac al Otro Mundo. La
metfora consiste en quebrar las asociaciones
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
54/89
los vuelve traslcidos, por un segundo inexisten
tes. La metfora deja ver que no existen ni la
materia ni la metfora, muestra la posibilidad
general de no existencia, lo no existente, loinfinito, Dios. El arte es la operacin por la que
Dios mueve el amor recproco de las cosas crea
das. De esta renovacin del estremecimiento pa
radisaco -desde el existir ver el ser que no nece
sita el existir- que es el moverse de la metfo
ra queda un vestigio que se llamaobra
de arte.
Toda obra de arte tiende a volverse
consabida, a petrificarse, a recaer en lo no
metafrico: el arte persiste. La obra hospeda
incidentalmente al arte, pero no es ste.
El artista pone en juego su vida real en
el crisol de la metfora, pero lo que sale de ello
no le pertenece, puesto que ha sido fbijado porel relmpago de atraccin que se estableci a
travs de la persona del artista entre la Trascen
dencia inmanente, interna en ste, y la Trascen
dencia externa, absoluta. La obra es producto
de un dilogo de Dios con Dios a travs del
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
55/89
ignota.De all el milenario equvoco respecto alas obras de arte.
Tendemos al materialismo, que en el
mejor de los casos nos conducir a ese pudor
encubierto de desenfado que es el esteticismo.
Tender al materialismo significa olvidar que los
elementos materiales que componen la obra slo
tenan por fin sealar el desplazamiento que
salta sobre la estructura lgica con que los
malos pecadores quieren atrajiar y matar almundo: el desplazamiento de la fe llamada
metfora. As tendemos a adorar los efectos, con
olvido de la causa, tendemos a adorar la obra.
Vamos al museo y reverenciamos la belleza de
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
56/89
gritar la buena nueva desde los tejados.
La obra de arte, por su esencia, llama la
atencin sobre s. Habla de lo que somos y
olvidamos, habla de lo que somos de verdad,
de un recuerdo imborrable: el recuerdo del
Paraso, donde ramos tan libres como jara
incluso no ser. La obra de arte: los textos de las
grandes religiones. Guas imprescindibles desde
que las disporas, exilios y desastres nos amena
zaban con hacernos olvidar la Revelacin, pueden tornarse, se tornan siempre dogmticos.
Nuestra miseria los aprovecha para desarrollar
nuestro triste farisesmo: los asestamos sobre no
creyentes y creyentes, proclamamos que son lo
nico que existe, exigimos sumisiones. Con los
textos de los evangelios declaramos nuestra
negacin.
El arte no viene a mostrarse. Aparece, es
cierto. Por su brillo desusado nos llama. Pero el
arte es movimiento. Y pasa. El arte no se
interesa en s mismo: de ah que cuando es con
intensidad lo siga siendo de modo tan duradero
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
57/89
literatura, a la msica, entre las manos. La obra,
como busca la Eternidad que la ha posedo, es
miedo al tiempo. Cuando ms importante su
esfuerzo -su ignorancia de que slo es fortuita
mensajera-, su materia -que incluso puede estar
constituida por elementos muy sutiles-, mayor
es su quietud, hipntica inercia que obliga a los
hombres a deformarse monstruosamente si bus
can entenderla o se descubren plantados ante
ella.Las obras de arte -y quienes las coleccio
nan lo confirman- son avaricia criminal, an
desmesurado por concentrar junto a s bienes
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
58/89
Se narra que en un poblado jasdico una
noche, al final del Sabat, los judos estaban
sentados en una msera casa. Eran todos del
lugar, salvo uno, a quien nadie conoca, hombreparticularmente msero, harapiento, que perma-
neca acuclillado en un ngulo oscuro. La con-
versacin haba tratado sobre los ms diversos
temas. De pronto alguien plante la pregunta
sobre cul sera el deseo que cada uno habra
formulado si hubiese podido satisfacerlo. Uno
quera dinero, el otro un yerno, el tercero un
nuevo banco de carpintera, y as a lo largo del
crculo. Despus que todos hubieron hablado,
qudaba an el mendigo en su rincn oscuro. De
mala gana y vacilando respondi a la pregunta.
Dijo: Quisiera ser un rey poderoso y reinar en
un vasto pas, y hallarme una noche durmiendoen mi palacio y que desde las fronteras irrum-
piese el enemigo y que antes del amanecer los
caballeros estuviesen frente a mi castillo y que
no hubiera resistencia y que yo, despertado por
el terror, sin tiempo siquiera para vestirme,
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
59/89
una contradiccin curiosa en el relato: el reino
es vasto, infinito y, sin embargo, partiendo de
la frontera, el enemigo llega al palacio en pocas
horas, como un rayo. Acontece que el tiempo
no exista y aqu es creado, emerge con la
pavorosa energa de la novedad. Adn viva en
el presente infinito de la contemplacin de Dios,
sumergido por entero en ese presente. No haba
para Adn pasado ni futuro, smbolos de lo que
ya no poseemos y de lo que an no nos hasido dado. Pero Adn se durmi, dej de vivir
la maravilla que le haban concedido: desaten-
di (y la necesidad de plegaria es el recuerdo
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
60/89
to religioso. Ello no implica, sin embargo, que
slo florezca en el campo de la religin: apenas
encubierto, se lo observa en todas las activida
des humanas, incluso en esa ciencia que sevuelve contra la naturaleza y busca destruir el
mundo, con lo que revela en el fin su preciso
origen, la Cada, el Arbol de la Ciencia del Bien
y del Mal, que le resulta intolerable.
La actitud del mendigo nos ensea una
leccin distinta. No se debe poseer sin ms: todaposesin del>e estar iluminada -a la vez elevada
y disminuida- por el recuerdo del Reino del que
procede. Pero si poseer por mera codicia es
subhumano, no poseer por angelismo es el
reverso soberbio de la misma medalla, la ilusin
de que la Cada no aconteci, puede ser borrada.
En el Paraso, Adn estaba desnudo: el hombre
que pretende rechazar la hoja de parra no tiene
siquiera la vergenza de aceptar la Cada. El
mendigo dice otra cosa. Dice lo mismo que
Krishna le dice a Aijuna en la Bhagcivad Gita:
el hombre no puede no obrar, pero aquel que
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
61/89
milde pero invaluable. Quien la codicie no la
entiende, quien la desprecie no la entiende: ella
vale por otra cosa, la otra cosa que vale ms
que el mundo entero. Es seal de que estuvimos
en el Paraso: hay esperanza.
Alles vergngliche ist nur ein gleichnis
'rodo lo perecedero no es ms que
semejanza , dice Goethe en los versos finales de
Fausto. Semejanza, metfora: tambin nosotros
hemos sido llevados (fero) ms all (meta), es
decir, trados ms ac, trados a esta Tierra.
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
62/89
cas o de nimiedades, esa percepcin irremisible-
mente dramtica. Eso exige una decisin. Por lo
general, los ms ceden a los consejos del miedo.
Ante la sospecha de su irrealidad, optan poradquirir la ptrea condicin de convertirse en
mundo, materia a la que no redimen: Deciden
que ellos son ellos: tal es el hombre natural,
que se toma a s mismo slo como animal que
nace y muere. Esta mirada rechaza el misterio
que encierran nacer y morir y de ese modo seciega a todo prodigio. En una criatura esencial-
mente metafrica esa mirada, que significa ase-
sinato de lo otro, del ms all, de la metfora,
es claramente suicidio.
Existe sin embargo otra posibilidad.
Adn hablaba en verso en el Paraso.
Leamos ahora esta tradicin de distinta manera:
Adn expresaba clue la vida del hombre es
metafrica. Aun antes de la Cada exista la
plurivocidad de la palabra. Adn tampoco era
Dios. Con una direncia: no exista miedo res-
pecto a la plurivocidad haba fe en ella verso
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
63/89
lejano. Hacer de tal lejana la proximidad erahacer de Aquiles un len, aceptar la vida meta
frica: no creer en que lo ms lejano era lo ms
prximo fue caer.
Solemos ser los ms. Cada uno de nosotros prefiere creer que es l mismo. Nos deja
mos poseer por el lenguaje tardo, cado. An
es posible un movimiento, llegar a un saber.
Este saber legitimo slo puede ser uno: saber
que no sabemos nada. No sabemos nada del
sentido final de cada acontecimiento de los que
componen nuestra vida. Aceptamos de tal suerte
que nuestras existencias son misteriosas, estn
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
64/89
que es el ms all de las cosas, lo ultramunda-
no? Muchos estilos de lectura nos son propuestos
para leer nuestras vidas: el de las ciencias
naturales, el de la psicologa, el de la economa,
el de la sociologa, etctera. Fuera de ser exter-
nos y, en consecuencia, arbitrarios, estos estilos
tienen hoy en comn el rasgo de que son
enemigos de la metfora: niegan el otro sentido
de las cosas, pretenden que la lectura debe
consistir en desechar lo escrito.As, para cada criatura queda un solo
valor preciso pai a valorar lo invalorable: el valor
que ella misma le adjudica al experimentarlo.
Determinar la figura general y las figuras parti-
culares del propio destino no podr ser nunca
arbitrario, responder a lo que cada cual es:
aquel que come un manjar como si fuera pan
comn es uno que necesita y merece nicamen-
te jian comn, aquel que come pan comn como
si fuese un manjar es quien necesita y merece
manjar.
La poesa es el solitario vuelo de la fe
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
65/89
L b d l id d
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
66/89
La sombra de la unidad
El arte de traducir
A qu traduccin nos referimos? A la
que se cumple al verter las palabras
de una lengua a otra? Sin embargo,
cuando saludo, repruebo, acaricio, rezo, tam-
bin traduzco estados de nimo. Si comercio,
traduzco unos bienes en otros. Si enfermo,traduzco en sntomas psicofsicos un desorden
hasta entonces no notado. Ms: los otros reinos,
animal, vegetal, mineral, traducen con sonidos,
movimientos, consistencias, colores, sus estados
diversos, el alma del mundo. Existir, todo lo
71
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
67/89
Cuando convertimos papel moneda en oro, la
riqueza potencial alcanza de tal suerte unaexistencia ms real. El oro, a su vez, puede
cobrar un grado superior de intensidad si lo
cambiamos por algo que ansibamos vivamente.
Pero su valor es capaz de crecer todava si, porejemplo, decidimos que donar a otro eso que
ansibamos nos deparar mayor felicidad. Y as.
La posibilidad y la realidad de traducir son en
cualquier orden infinitas. Jams existir la ver-
sin definitiva de un libro a ningn idioma.
Nunca se termin, se terminar de traducir libro
alguno. Esto exige preguntar: qu es lo absolu-tamente intraducibie que permite y reclama la
portador nico del recuerdo ntegro de la perdi
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
68/89
portador nico del recuerdo ntegro de la perdi
da Unidad. La palabra es riesgosa porque, repre
sentando aquello con lo que el hombre debe
cumplir la traduccin de su vida, es va en straduccin. La palabra es promesa. Con ella
duplicamos la Creacin nominndola. Pero con
ella podemos anular la Creacin sustituyndola
por un signo vacuo. La palabra puede prometer
una manzana, un amor, una paz. Se le cree
porque es la embajadora de la realidad. Pero
puede actuar -de buena o mala fe- comopsima traductora: puede esconder un veneno,
un odio, una guerra o nada. Con la palabra
termin la certidumbre de los otros reinos, se
instaur la posibilidad del engao radical.
Cmo responder a este equvoco don?
Traducir es insoslayable, es nuestra vida. Cules el camino para redimir en nosotros lo que
forma parte de nuestra naturaleza? Se puede
traducir casi con entera fidelidad un libro de
pura informacin, se puede ser literal en ese
caso: no es difcil cuidar de nuestra salud fsica,
d i i t l i bi t
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
69/89
La decadencia del Tao
La prosperidad de las distinciones entre
el es y el no es -dice el canon de Chuang
tse-vino de la decadencia del Tao. Decadencia
debida a la gnesis del amor o simpata. Hanexistido en efecto tal gnesis, tal decadencia? O
no? Existen. Por eso Chao tocaba su lad,
prefera ciertas notas. Si gnesis y decadencia no
existieran, Chao Wen no tocara el lad. No
existiran ni la msica de lad de Chao ni la
batuta de Shih Kuang. Tampoco existira Hui
Tsu recostado en su divn, hilvanando sofismas.
El arte de estos tres maestros haba llegado a
ilusiones que stas son se limita a usarlas tal
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
70/89
ilusiones que stas son-, se limita a usarlas tal
como aparecen -i. e.,a aceptarlas y descubrirlas
en su irrealidad-. Por otra parte, los artistas. El
arte como smbolo de la vida en la diversidad.Diversidad insuperable, puesto que cada una de
las diferencias contendientes que trata de alzarse
como Absoluto se ve derrotada por la Unidad.
En este mbito, en el que vivimos los ms, todo
es confusin, pasiones efmeras, arbitrariedad,
vanidades: fracaso. Se habla de los mejoresartistas de los tiempos, se habla de los hombres
que se han forjado las vidas humanas ms altas:
en la diversidad, fracaso.
Es cierto que la historia del arte, la que
narran las grandes obras, muestra la historia de
un fracaso. Por qu? El arte, en su operacin
esencial -cualesquiera, la forma, el conteni
do de la obra-, es traduccin. Meta-fero, met
fora, es sinnimo griego del latino trans-ducere,
traducir: llevar ms all. Se sabe que la metfora
consiste en cambiar de contexto a los elementos
del mundo a fin de que rotas las asociaciones
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
71/89
que en su verdad un objeto aparezca en la obra,
siempre recordar, har recordar -esto es condicin de la obra- su lugar originario. Todos los
elementos de la obra de arte sealan distancia:
junto con el movimiento que la engendra, la
distancia es el fundamento de la obra.La distancia es fundamento de la obra.
Pero la meta de la obra es expresar. Qu es
expresar? Toda traduccin, mediante una nueva
expresin, acerca hacia otra lengua. Toda expre
sin implica comunicacin acercamiento. O
sea:en la obra de arte el fin se opone a la
esencia. Nunca la distancia lograr presentarse
en su entera pureza, vencer la raz de necesidad
identificar: atraviesan la entera historia del arte,
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
72/89
en combinaciones infinitas, como los dos polos
que constelan el fracaso del arte.
Tomemos tres artistas magistrales.El Greco. Esas audaces deformaciones,
la pesadez untuosa de la materia, lo muestran
como un experto en la sensacin, un esteticista,
denodado partidario de la expresividad. S: en
los murales etruscos hay caballos de tonalidad
celeste, deformacin colorstica, refinado grito
de la libertad de lo expresivo. Pero el genio del
Greco consiste en sacrificar todo en nombre de
la exaltacin de unode los constitutivos del arte,
en cegarse, enloquecerse exquisitamente por ese
constitutivo, la expresin, lo sensible, lo impre-
sionante-psquico del arte. El arte es metafsico:
lo es -est vivo- en cuanto recuerda la distanciaque constituye el recuerdo de la Unidad perdida.
En l la expresin -lo psquico-estrangula la
vida. El Greco restaura la distancia gracias a su
excelsitud pictrica, pero la restaura infundien
do al aladro un estatismo de decorado, restaura
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
73/89
tanda y por razones de destino -personal, hist
rico- se halla condenado a la expresin. Se sienteacorralado. Su salida es la pasin, colrica:
clera contra el inalcanzable fundamento, la
distanda. No hay clera en el Greco, que ignora
y se satisface. Goya dar testimonio de ladistancia procurando eliminarla, mostrar su au
sencia, no buscando restaurarla jams: cualquie
ra de sus obras muestra la imposible derrota
de la distancia como tragedia inminente o consu
mada. No nos referimos siquiera a Las pinturas
negras ni a Los desastres de la guerra ni a
Los caprichos, de temas y tratamiento crueles y
perturbadores Incluso en sus obras ms apad-
Velzquez. Se dice que Th. Gautier, pa
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
74/89
rado ante Las Meninas, pregunt: Pero dn
de est el cuadro? Tena razn, aunque lo
preguntara en sentido trivial, equivocado. Velz
quez es de otra raza. Se podr pensar incluso
que no es pintor. El color no existe para l: no
cae en el fcil recurso de la monocroma, pero
amortigua, anula casi todo color. Lo mismo
ocurre con el dibujo, la composicin- sobre todo
la composicin-, la perspectiva. No pintor, Ve
lzquez se desentiende de la expresin. Cree enla traduccin de la fidelidad: por lo que se lo
ha tomado por realista. Sin embargo, ese pasar
a travs de los recursos artsticos lo seala como
gran maestro de la distancia: lo contrario del
realismo, trmino con el que en realidad se
quiere hablar de naturalismo, lo idntico alesteticismo pese al signo contrario. Habra que 79
reflexionar sobre el autorretrato que aparece en
Las Meninas. Todo autorretrato cifra la mayor
esperanza de conciliacin de la inmediatez de
lo personal con la distancia de lo re-presentado.
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
75/89
movimiento que hagan quedarn destruidas. Y
el espectador siente tambin la precariedad de
su vida, acentuada. En Goya la realidad est
destrozada por la expresividad. En el Greco,
embalsamada. En Velzquez las criaturas, la
realidad, se han liberado de la necesidad delibertad expresiva: estn prisioneras del cuidado
de s, del pavor al movimiento que las aniquila-
r. Porque les fa lta la obra que las sustente.
Ella es ineludible en el arte. La operacin de
Velzquez se cumple en otra zona, esa vida que
respeta queda amenazada, slo hay un instante
de postergacin en cuanto a la catstrofe.
Tres pintores magistrales tres fracasos
haz de toda la tierra y cesaron de construir la
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
76/89
y
ciudad. Por ello se la denomin Babel, porque
all Yahveh confundi (balal) el habla de toda
la tierra.El episodio de Babel ha sido, es considera-
do de ndole negativa. Si se adjudica a la accin
de Yahveh el carcter de castigo, la castigada
accin de los hombres brilla como culpable.
Existira sin embargo la posibilidad de
otra lectura.Los hombres de Babel se distinguen ]>or
gozar de la unidad de la lengua. Y la unidad de
la lengua exige compulsivamente que se la
traduzca en la unidad de la vida, no sea que
nos dispersemos . Hay un ansia acaso inconteni-
ble de esa eternidad (pie yace en el hombre
como recuerdo, ansia de retomo a la Lenidad
originaria. Esa Unidad se encuentra ahora en la
lejana del Cielo. Para recuperarla, para volver
a ella, es menester construir la Torre.
No habra en los hombres de Babel nada
impo Ningn propsito de rebelarse contra
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
77/89
vida sera por completo cognoscible incluso
antes de que naciera: ese saber, ese discurso-del que surge la lengua nica de Babel- es
locura. Locura: que alguien vivo imagine que la
energa y la libertad de la vida son totalmente
previsibles, o sea que dictamine la esclavitud,debilidad y muerte de la vida. La locura cuyo
precio es la muerte, la expulsin. Puesto que el
hombre conoca en el Paraso la Creacin por
haberla nombrado, el Arbol del Juicio se alzaba(se alza) como la irona de aquello que, probado
por falta de fe, quitara a Adn todo el saber
que posea sustituyndolo por un simulacro. La
lengua nica de Babel era una lengua nuda: con
( ahora ya no les ser difcil cuanto proyecten
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
78/89
( y p y
hacer , irona que es un eco de la irona de que
junto al saber total exista el Arbol de la Ciencia),
tal es la caridad de Yahveh. La dispersin porla tierra, la confusin de la lengua, tienen por
fin indicar otra vez al hombre cul es su
naturaleza, cul es su destino: la diversidad, el
reino de las diferencias. El gesto de Yahveh
libera al hombre de la locura del discurso nico,
de la obsesin del regreso: le indica que elcamino de retorno est para l slo a travs de
la aceptacin de la diversidad.
La Torre de Babel es sin embargo un
constitutivo permanente del hombre. As como,
segn la tradicin cabalstica, el alma de Adn
en el momento de comer el fruto ofrecido por
la serpiente encerraba en s las almas de todos
los hombres venideros hasta el fin de los eones,
todos los hombres posteriores a los hombres de
Babel albergamos para siempre en nosotros el
impulso de los constructores de la Torre. La
Torre reclama un anlisis ms minucioso Consi-
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
79/89
lgica, como deducir un pensamiento de otro.
Por su carcter lgico, la Torre es obra annima,
carente de sujeto, no hay en ella nada psquico,
personal. Annima, humilde, da testimonio en
forma impersonal del don ms alto que Yahveh
haya otorgado a cualquiera de sus criaturas, elpensar. As es monumento de fe en la lgica y
en la realidad tal como est dada: en los
ladrillos, en el hecho de que el Paraso debe
hallarse arriba, en el cielo, porque el cielo esfsicamente lejano, y en la capacidad del hombre
para alcanzarlo.
La Torre de Babel es una obra de arte
l i
altura no dejemos de advertir en especial que
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
80/89
el clasicismo, al imponerse el orden que la razn
impone al mundo, al moverse con suma razona-
bilidad, ejecuta acaso el movimiento de suprema osada, subversin, que le quefja al arte: el
autorretrato de Velzquez en Las Meninas nos
da la mayor garanta de que es el verdadero
Velzquez quien est all, pero es el que nos
engaa en la forma ms aguda porque acuer
da a lo pintado la misma entidad ontolgica quea lo real, borra la dualidad, es el arte que, al
buscar negarse a s, osa ser como Dios, volver
al Paraso de la Unidad. Sin embargo, esa
realidad en la que el arte clsico deposita su
fe, esa lgica a la que acepta por gua, nacen en
forma directa del Arbol de la Ciencia del Bien
y del Mal. El arte clsico -con su lgica, con su
fe- hace que prolifere la temporalidad, la irreali
dad de los objetos de sta, la diversidad, lo
contrario de la Unidad que anhela. L obra
clsica quiere representar al mundo tal como
es segn las estructuras racionales que la razn
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
81/89
como de golpe de viento, que llen la entera
casa en que se hallaban. Vieron aparecer lenguas
de fuego, que se dividieron para posarse sobre
cada uno de ellos. Todos se llenaron entonces
del Espritu Santo y comenzaron a hablar en
lenguas diferentes, de acuerdo con las que elEspritu Santo les daba para expresarse.
Acudi la multitud y qued desconcerta-
da porque cada uno los oa hablar en su propia
lengua. En su estupor y maravilla, decan: Esosque hablan no son acaso galileos? Cmo es
entonces que cada uno de nosotros los entiende
en su lengua materna? Partos, medas y elamitas,
de los apstoles no slo constituye la presencia
d l U id d did i
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
82/89
de la Unidad perdida, sino que es supremamen
te annimo, el Espritu Santo, el espritu por
excelencia sin determinaciones particulares.(Nos apartamos en cierta medida del
tema, pero tal vez no haya que dejar de sealar
aqu una leccin que se desprende del fragmen
to citado de los Hechos de los Apstoles: la
leccin respecto a la esencia del orar e, implcita
mente, respecto a la diferencia entre oracin y
plegaria. Los apstoles no hacan ms que enun
ciar las magnificencias de Dios . Eran simples
conductos sonoros, musicales, a travs de los
cuales el soplo del Espritu Santo arrancaba el
enunciado de los atributos de Dios: exceptuando
el tono -lengua- de cada una de las voces, nada
personal, psquico, de ellos se incorporaba a laemisin sonora. Oracin, de orado, que a su
vez proviene de os, oris,boca. Quien pronuncia
la orado se convierte en pura boca, se anula
para concentrarse en ser el limpio conducto a
travs del cual pasa el soplo divino para sonar
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
83/89
Creador, tal como ocurre en la oracin pura.)
Pentecosts es paralelo a Babel: pero es
sobre todo lo contrario. En la persona de los
apstoles se cumple la epifana de la Unidad
recuperada. Tal Unidad, a la cual se llega slo
a travs del completo abandono a Dios, restablece la unidad de la lengua: la comunicacin total
entre quienes desde Babel hasta entonces se
hallaban separados. Aqu vuelve a descubrirse
que el don ms alto otorgado por Yahveh a las
criaturas no es el pensar, como supona el
hombre de Babel, sino esa pobreza de espritu
que permite que el Espritu Santo penetre en la
criatura y que se llama fe: pobreza de espritu
dispersin del gnero humano acontecida a
d l l l d b l d
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
84/89
causa de la lengua mala de Babel. Advirtamos
an: quin es el pastor de estas ovejas. La piedra
sobre la que se asienta esta iglesia es Pedro: elque neg a su maestro tres veces y acaso el
menos iluminado de los discpulos. Se nos ad-
vierte as respecto a la iglesia, a la reunin de
gentes: est fundada sobre la ms extrema
debilidad humana, puede ser nido ptimo para
el renacimiento de Babel. Las gentes reunidasen la ecclesici, al suponerse en la Unidad por la
supresin de la distancia que distingue a la
diversidad, pueden dar por descontado el hecho
espiritual de unirse en nombre del hecho mate-
rial de estar juntos y engendrar de tal suerte
mayor distancia, mayor diversidad, por encu-
biertas, que las que nacieron de Babel.
Pentecosts es sin embargo un constituti-
vo permanente del hombre. Cuando nos enamo-
ramos, cuando consolamos, cuando confiamos,
somos Pentecosts. Pentecosts reclama un anli-
sis ms minucioso Considermoslo Consider
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
85/89
El arte romntico es la re-presentacin
del mundo que procura restablecer la Unidad
anulando la distancia. Para ello acenta en
forma decisiva la expresividad de la obra, que
empieza por llamar la atencin, se funda en
la particular deformacin con que son presentados en la obra los elementos del mundo. Las
manzanas, los montes de un cuadro de Czanne
son manzanas, montes, y a la vez no lo son: en
esas telas ocurre lo inconcebible, la naturalezaes naturaleza, pero la naturaleza de Czanne. Al
desfigurar el mundo, el artista romntico impo
ne la fantasa por sobre la lgica, trae al Otro
M d t N it i l t
hay entre la obra de Czanne y la obra por
completo abstracta que rechaza este mundo no
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
86/89
completo abstracta que rechaza este mundo no
para recrearlo sino para sustituirlo por un signo
hueco. El romanticismo, por su atan absoluto
de anular el espacio y el tiempo en nombre de
la Unidad, presta una paradjica servidumbre
al inexorable materialismo de esa ecclesia que
es la historia. La obra romntica -que encierra
en s los discursos ntegros de la prctica de la
filosofa, de la ciencia y de la tcnica- puede
concluir modificando este mundo para dejar en
l slo la nada.
Palabras de un rab
Romanticismo o clasicismo? Arte o santidad? Babel o Pentecosts?
El gran rab jasdico Mosh Loeb de
Sassof dijo:
El hombre no posee nada creado en
vano, ninguna facultad, ninguna fuerza. Nada
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
87/89
Clasicismo y romanticismo. Santidad y
arte. Pentecosts y Babel.Todos los caminos conducen, dependen
de cmo vuela sobre ellos el itinerante.
Indice
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
88/89
Prlogo..................................................
9
Una palabra previa .............................. 15
Ser msica ............................................... 19
El arte como mediador entre este mundo v
el otro ............................................. 25
La metfora y lo sagrado ....................... 51
La sombra de la unidad ......................... 71
En esta obra se tratan los problemas
fundamentales del arte, la msica, la lite-
ratura, la pintura, pero encarados en rela-
cin con sus fuentes, con sus orgenes re-
ligiosos. De ese modo se logra la claridad
acaso mxima no slo sobre la cuestin
7/23/2019 La Metfora y Lo Sagrado (H. Murena)
89/89
acaso mxima no slo sobre la cuestin
central y perenne del arte, sino tambin
sobre las causas por las que en nuestro
tiempo le ocurre al arte lo que le ocurre.
Sin embargo, por ser el esfuerzo para
crear una obra de arte equiparable al es-fuerzo para vivir una vida humana, lo que
fundamentalmente hallamos en estas p-
ginas es una continua meditacin sobre el
riesgoso y potico ejercicio de existir.
Escrito en form a serena y tersa, este pe-
queo libro representa empero un enrgi-
co esfuerzo para superar los falsos, prepo-
tentes pensares que esclavizan, destruyen
la vida del ho mb re actual.
Editorial Alfa
Top Related