La poesía en el jardín de infantes
Este texto constituye el capítulo 5 de Literatura para no lectores. La literatura y el nivel inicial (2002) de Carlos Silveyra, Col. Leer y escribir +, Rosario: Homo Sapiens
Ediciones.
• «
práctica de la poesía da tal dimensión a la lengua que pronto dejamos elpoema estéticamente aislado en la actividad humana para entrar en una globalidad en la cual se juega el provenir del individuo y de la sociedad.»
Michael Casem
• No vamos a intentar una definición de poesía. Ni haremos un estudio sobre sus orígenes y evolución. Baste con recordar ese tronco común con el cuento, según opinan los investigadores especializados. Efectivamente, como sostiene Georges Jean31, «En sus orígenes la poesía narra. No se escribe. Constituye la memoria cultural de los hombres. Memoria, ya que se trata de un discurso cuyo significante está organizado no sólo para ser recitado y salmodiado, sino recordado».
• Es decir que los poemas transmitían la cultura producida por esa sociedad -toda la cultura, no sólo la literaria-, las más de las veces - tal vez como recurso memorístico- asociadas con la música, con el canto. Es decir que, en los inicios, la poesía nace asociada a contar y a cantar.
• Partiremos, entonces, del hecho poético, del momento en que oímos o leemos un poema, del entrechocarse de significados, del uso divergente del lenguaje, del valor sonoro de las palabras, de las fantásticas puertas de la fantasía que abre ese lenguaje singular.
• De hecho, al planteamos esta postura inicial, estamos oponiéndonos a la poesía subordinada a la unidad didáctica o al tema que se está trabajando en la sala en ese momento. Esa función utilitaria de la poesía sólo puede llevarnos a seleccionar textos cuya única similitud con la poesía es no estar escritos hasta el final del renglón.
• «La poesía no alude más que a sí misma, sopla donde quiere y es preferible que no forme parte del temario sino del recreo, que se integre más en el juego que en la instrucción.»32
• Y también nos estamos oponiendo al poema infantilizado: un buen poema para niños es, ante todo, un buen poema.
• «El poeta no puede dejar de ser un ente ético; escribir poesía infantil no es infantilizar la poesía. El infantilismo poético es un atentado contra la belleza y contra la sensibilidad del niño».33
• María Cristina Ramos, singular poeta argentina radicada en la provincia del Neuquén, nos propone algunas reflexiones más que interesantes ¬pedimos disculpas por la extensión de la cita-pero su agudeza la torna imprescindible.
• Tal vez ese carácter etéreo sea lo que le confiere su presencia fugitiva, lo que hace que quienes la conocemos estemos siempre buscándola, pidiendo su liana para atravesar las tempestades o los incendios; desplegándola como alambrado luminoso entre nosotros y el ancho mundo; parapetándonos en su libertad irrenunciable para defendemos de prepotencias, en su desnudez para contrarrestar tanta máscara
• Las canciones de cuna o nanas juegan un papel importante con los más pequeños: son las formas del arrullo para dormir. Importa en ellas la suavidad melódica, la media voz, el ritmo monótono -tan importante que, a veces, se omite el poemita y se reemplaza por un tarareo que conserva la melodía, logrando los mismos objetivos-; acompañados por el acompasado mecer de la cuna de los brazos. Muchas canciones de cuna que cantamos en América Latina muestran, claramente, las influencias ibérica e italiana.
Algunos ejemplos:
Este niño mío que no tiene cuna,
y las mariposasya le han hecho una.
(Chile)
Romeros de mayo,
pájaros de abril,
arrullen al niño
que se va a dormir.
(México)
Si mi niñita durmiera
le diera un medio y un real,
y si se quedara dormida
le volviera a quitar.
Aaaa, aaaa, duerme, duerme, niñitá. (Ecuador
Duérmete, mi nene
que tengo que hacer,
lavarte la ropa,
ponerme a coser.
(Argentina
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