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Y ADEMAS...
Carta del Obispo. Reflexiones de monseñor Martín de
Elizalde sobre «¿Encarga una Misa?»
Pastoral Vocacional. Una promesa que es susurro de amor
Lo suyo, lo mio, lo nuestro.Contratapa. El padre Germán Loriente
escribe sobre «La alegría del Evangelio»,
(Parte V)
Compromiso y participación ciudadana
«Sentí la alegría de volver a latierra que me vio nacer»
ACTUALIDAD DIOCESANA
La política es un instrumento privilegiado para transformar la realidad y fecundarla de los valores evangélicos;haciendo, bajo la inspiración del Espíritu Santo, también de nuestro tiempo, historia de salvación.
u El grupo misionero del colegio Di Gerónimo de Trenque Lauquen
realizó una entrevista a monseñor Ariel Torrado Mosconi, recientementedesignado obispo coadjutor de la diócesis de Nueve de Julio.LA MISA DE BIENVENIDA SERÁ EL 11 DE JULIO, A LAS 16 HORAS,EN LA IGLESIA CATEDRAL.
Pág. 2 JULIO 2015
CARTA DEL OBISPO
Para ver más mensajes del obispo Martín
http://www.diocesis9dejulio.org.ar/obispo.html
¿ENCARGAR UNA MISA?¿ENCARGAR UNA MISA?¿ENCARGAR UNA MISA?¿ENCARGAR UNA MISA?¿ENCARGAR UNA MISA?
UNIVERSAL: La política
Para que la responsabilidad política sea vivida a todos los niveles como una forma elevada de caridad.
MISIONERA: Los pobres en América Latina.Para que, ante las desigualdades sociales, los cristianos de América Latina den testimonio de amor a lospobres y contribuyan a una sociedad más fraterna.
JU
LIO
2015
INTENCIONES PARA ORARA PEDIDO DEL SANTO PADRE
Queridos hermanos:
«La Eucaristía es ‘fuente y cima de toda la vida cristiana’… La Eucaristía significa y realiza la comunión de vida conDios y la unidad del Pueblo de Dios por las que la Iglesiaes ella misma. En ella se encuentra a la vez la cumbre dela acción por la que, en Cristo, Dios santifica al mundo, ydel culto que en el Espíritu Santo los hombres dan aCristo y por él al Padre… Finalmente, por la celebracióneucarística nos unimos ya a la liturgia del cielo yanticipamos la vida eterna cuando Dios será todo entodos» (Catecismo de la Iglesia Católica, 1324 – 1326).Así introduce el Catecismo de la Iglesia Católica suenseñanza sobre la Eucaristía, el sacramento de lacomunión con Dios en Jesucristo, memorial de su Pasióny signo de su Resurrección. El Señor se hace presentebajo las especies de pan y vino, los dones ofrecidos aDios nuestro Padre por la salvación de los hombres, queen la santa comunión recibimos como alimento espiritual,anticipo del encuentro con Él en la eternidad y vínculode unidad en la familia que formamos los cristianos, yadesde aquí, en la tierra.
El sacrificio de Cristo
El Hijo de Dios, nacido de María Virgen, se ofreció pornosotros, para llevarnos al conocimiento de Dios eincorporarnos en la Iglesia a su Pueblo. La Eucaristía esla actualización por medio de la liturgia de su sacrificio, yparticipando en la Misa se renuevan en nosotros losfrutos de la gracia divina, del perdón y de la entrada en laIglesia, comunidad santa de los redimidos. Por eso, cadadomingo, la comunidad cristiana se reúne para celebrarla Pascua con la Eucaristía, y reviviendo la salvación porla Muerte y la Resurrección de Cristo, se renueva en la fe,la esperanza y el amor.
Culto ofrecido a Dios
Jesús en la última Cena confió a sus apóstoles lacontinuidad de su misión por la predicación delEvangelio, la trasmisión de la llamada a recibirlo con laconversión de vida y la incorporación a la Iglesia por elBautismo. Y a ellos les otorgó la potestad de ofrecer, enSu memoria, el sacrificio de la Eucaristía. El sacerdoteconsagra y preside la celebración, trasmite al pueblo la
enseñanza que llega por medio de la liturgia y lo santificay bendice, invitándolo a acercarse debidamente preparadoa la mesa de la comunión.
La participación de los fieles
En unión con el sacerdote que ofrece la Santa Misa, - querecibió en la ordenación conferida por el obispo elsacramento del Orden Sagrado -, los fieles bautizadostambién ofrecen los dones, por ser un pueblo sacerdotal,santo y elegido por Dios. Con sus plegarias y sus ofrendaselevan a Dios su súplica y se benefician con los frutos delsacrificio eucarístico. Los fieles llegan con su testimoniode fe, su servicio de caridad, la esperanza puesta en Dios,y el aporte de sus obras buenas, la práctica de las virtudes,los gestos solidarios con los necesitados, su contribuciónde iniciativas generosas y la limosna ofrecida para el cultoy la obra evangelizadora de la Iglesia.
Las ofrendas de nuestra fe
Por la limosna ofrecida en el momento de la presentaciónde las dones del pan y del vino, en cada Misa, el fiel seasocia al ofrecimiento de la Eucaristía, y lo hace llevandosus intenciones personales y las necesidades de la IglesiaUniversal, de la comunidad inmediata, de su familia yallegados, y de él mismo. Uniendo su oración a laEucaristía, el fiel pone sobre el altar y confía al mismoSeñor Jesucristo que implora siempre al Padre pornosotros, esas intenciones. Por eso, nuestras ofrendaspresentadas a Dios en la celebración eucarística, en símismas humildes y pobres, si son el resultado de nuestroamor y dedicación, si expresan el deseo de acercarnos aDios y de poner nuestra vida y conducta bajo su guía yenseñanza, si contribuyen al anuncio del Evangelio, alalivio de los necesitados y afligidos y al sostenimiento dela Iglesia, retornan a nosotros como bendición y alivio,de parte de Dios que escucha nuestra oración.
Orar por los vivos y difuntos
En la ordenación del sacerdote se le confía la misión de«celebrar la Eucaristía», y de hacerlo por las necesidadesde los hermanos y en sufragio por las almas de losdifuntos. Procede de allí la arraigada y beneficiosa práctica,tan propia de la fe católica, de rogar por los hermanosque nos han precedido en el camino de esta vida. Sabemos
que Dios nos espera con amor y generosa comprensión,y que habiéndonos amado tanto que envió a su HijoJesucristo, para redimirnos y enseñarnos, desea y esperarecibirnos junto a sí en la gloria. La oración por losdifuntos, y el ofrecimiento de la Eucaristía, es un gestode caridad de parte nuestra, que los asiste para presentarseante Dios con la compañía de Jesús, que se entregó portodos, y a cuyo sacrificio son asociados en la Santa Misa.
Ofrecer - ¿o encargar? – la Misa
Comúnmente decimos «pedir» o «encargar» una Misa.La formulación no es tan exacta. En realidad, le pedimosal sacerdote oficiante que lleve nuestra intención, perotambién ofrecemos nosotros, no delegamos simplementeen el sacerdote, y lo hacemos con nuestra presencia yparticipación en la fe, con la ofrenda material con quepodemos y queremos contribuir. No dejemos que faltela oración de los fieles por las almas de los hermanosdifuntos. La Iglesia los recuerda y encomienda a Diossiempre en su liturgia, y a ella nos debemos unir connuestra actitud generosa, recordándolos y aportandonuestro don.
Resumiendo:
1°) es importante unirse a la celebración de la Eucaristía,aportando nuestras intenciones y ofreciendo nuestrapresencia orante y una contribución material.2°) Al rogar por los difuntos, recordemos la importanciaque tiene la celebración de la Eucaristía por sus almas.3°) Muchas veces el celebrante nombra a los difuntos porquienes se ora en la Eucaristía; pero si ello no sucede,como la Misa se ofrece por ellos y se aplica esa intención,esto es lo que importa.4°) La limosna que se ofrece por las intenciones pedidases una ayuda importante para la acción evangelizadora, laasistencia caritativa y el sostenimiento de la Iglesia.5°) Los invitamos, entonces, a acercarse a la parroquiapara ofrecer en la Santa Misa el recuerdo mejor quepodemos dedicar a nuestros queridos difuntos.
Con mucho afecto, los saluda y bendice,
+ Martín, obispo de Nueve de Julio
Pág. 3JULIO 2015
COMPARTIENDO NUESTRO TESORO
Fecundar la política de valores evangélicosBUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS
Las próximas elecciones que en todos los niveles (nacional, provincial, y local) se llevarán a cabo en esteaño 2015, y en el contexto del Bicentenario de la Independencia que se avecina, son una ocasión justapara la reflexión sobre nuestro compromiso y participación ciudadana, que nace de nuestra fe en elEvangelio de Jesús.
Escribe:
Pbro. LisandroI. RodríguezLic. en Ciencias
Políticas (UCALP)
Diócesis de
Chascomús
Nuestros obispos nos recuerdan que la responsa-bilidad es de todos: «Nadie puede excusarse razo-
nablemente de participar, según sus posibilidades,en el esfuerzo de seguir afianzando una mejor
convivencia en nuestra Patria. Convivencia quedebe sustentarse en los valores de verdad y justi-cia, de libertad, solidaridad y reconciliación, en
orden al crecimiento de la amistad social»(CEA, Las elecciones, exigencia de compromiso
ciudadano, 18 de marzo de 2015).
Estamos nuevamenteen clima de elecciones y muchas veces
sentimos un gran hastío detodo lo que esté relacionadocon la política: decepción, can-sancio, bronca, son los senti-mientos que experimentamoscada vez que vemos a un políti-co en campaña. Lamentable-mente, también, en más de unaocasión se generan rivalidadesy divisiones por causa de lapolítica, incluso entre familiaresy amigos de toda la vida. Tan-tas cosas que han hecho de la«política» una «mala palabra»,desde hace tiempo.
Nuestro malestar con res-pecto de lo político en general,y de los políticos en particular,en algún punto es un síntomade que no hemos comprendidodel todo las implicancias políti-cas del Evangelio de Jesús. Esverdad que el cristianismo fuela primera religión en la que, porprincipio, de distinguió entre lasrealidades temporales y las rea-lidades espirituales. Entre lastantas novedades que Jesúsaportó, está precisamente la dis-tinción entre «lo político» y «loreligioso» cuando declara aque-lla ya famosa frase: «Den al Cé-sar lo que es del César y a Dioslo que es de Dios» (Lc. 20, 25).
Luego de una historia de con-tradicciones la Iglesia ha cris-talizado este principio con ladoctrina social del Concilio Va-ticano II que habla de una justaautonomía y una mutua colabo-ración entre las realidades tem-porales (en las que destaca laactividad política) y las realida-des espirituales o religiosas.
Sin embargo, esto de ningu-na manera quiere decir que elEvangelio esté desinfectado delo político, porque «la misióndel anuncio de la Buena Nuevade Jesucristo tiene una destina-ción universal. Su mandato decaridad abraza todas las dimen-siones de la existencia, todas laspersonas, todos los ambientesde la convivencia y todos lospueblos. Nada de lo humano lepuede resultar extraño»(CELAM, Documento de Apa-
recida, 380). Más de una vez seescucha e incluso nosotros mis-mos pretendemos que el Evan-gelio sea una doctrina etérea, sedesvirtúa así la esencia de la fecristiana que tiene su piedra detoque en la Encarnación del Hijode Dios. El Evangelio se encar-na, «siempre genera historia»(Papa Francisco, Evangelii
Gaudium, 180).En este sentido la política es
un instrumento privilegiadopara transformar la realidad y fe-cundarla de los valores evangé-licos; haciendo, bajo la inspira-ción del Espíritu Santo, tambiénde nuestro tiempo, historia desalvación.
Las próximas elecciones queen todos los niveles (nacional,provincial, y local) se llevarán a
cabo en este año 2015, y en elcontexto del Bicentenario de laIndependencia que se avecina,son una ocasión justa para re-flexión, más allá del hastío y labronca que la política nos pue-de causar, sobre nuestro com-promiso y participación ciuda-dana, que nace de nuestra fe enel Evangelio de Jesús.
Nuestros obispos nos re-cuerdan que la responsabilidades de todos: «Nadie puede ex-cusarse razonablemente de par-ticipar, según sus posibilidades,en el esfuerzo de seguir afian-zando una mejor convivencia ennuestra Patria. Convivencia quedebe sustentarse en los valoresde verdad y justicia, de libertad,
solidaridad y reconciliación, enorden al crecimiento de la amis-tad social» (CEA, Las eleccio-
nes, exigencia de compromiso
ciudadano, 18 de marzo de2015).
Como decía san Juan Bosco,estamos llamados a ser: «bue-nos cristianos y honrados ciu-dadanos».
AAAAACTUCTUCTUCTUCTUALIDALIDALIDALIDALIDAD DIOCESANAD DIOCESANAD DIOCESANAD DIOCESANAD DIOCESANAAAAA
Pág. 4
LA IGLESIA HOY
Fuente: Aica
EN LA ARGENTINAEN LA ARGENTINAEN LA ARGENTINAEN LA ARGENTINAEN LA ARGENTINA
MONSEÑOR ARIEL TORRADO MOSCONI
JULIO 2015
Entrevista realizada por el grupo de jóvenes misioneros del Colegio Parroquial DiGerónimo de Trenque Lauquen a monseñor Ariel Torrado Mosconi, luego del anunciode su designación como obispo coadjutor de la diócesis de Nueve Julio.
æEste anuncio nos llena de sor-presa, alegría y expectativas, pero¿qué es un Obispo Coadjutor?
-El obispo coadjutor es desig-nado por el Papa para ayudar alobispo diocesano en todo lo queéste le encomiende respecto alcuidado pastoral de su diócesis.Tiene la particularidad, respectode los demás obispos auxiliares,que una vez que el Papa acepta larenuncia por edad del obispodiocesano lo sucede inmediata-mente en su misión. En mi caso,ya estaré en estas funciones apartir del mes de julio, colaboran-do en todo con monseñor Martínde Elizalde.
æ¿Qué sintió cuando el papaFrancisco lo convocó a este ser-vicio en nuestra diócesis?
-Cuando el Nuncio Apostóli-co me dijo que el Papa me habíadesignado como obispo coadju-tor de Nueve de Julio sentí unagran alegría. El papa Francisco meconoce bien. Estoy seguro quelo que me pedía era la voluntadde Dios; y yo no quiero hacer mideseo sino cumplir con la entre-ga total a Dios de mi vida. El car-denal Bergoglio siempre nos de-cía a los sacerdotes «dejen queDios les arme su vida» y yo siem-pre he tratado de vivirlo así. Peroademás me alegró, porque comoya saben, yo soy nacido por el
pago de Nueve de Julio, por loque sentí la alegría de volver a latierra que me vio nacer y dondepasé los primeros años de mi in-fancia.
æ¿En qué momento de su vidadescubre su vocación sacerdotaly de qué modo?
-El primer llamado a ser sacer-dote lo experimenté de niño, cuan-do me estaba preparando para laprimera comunión. Sentí comouna invitación que Jesús me ha-cía a través de una voz interior,en la conciencia. Ese llamado medaba mucha alegría y paz. Comen-cé a participar diariamente de lamisa después de mi primera co-munión y tenía muchos deseosde ser cada vez más amigo de Je-sús. Por esa época recibí la invi-tación a ingresar al seminario
menor, pero mi familia me acon-sejó que espere a ser más gran-de. Luego durante la adolescen-cia no pensaba mucho en la vo-cación, y al terminar los estudiossecundarios decidí ingresar a launiversidad para estudiar agro-nomía. Pero, muchas veces veníaa mi pensamiento el recuerdo dela paz y la alegría que tenía cuan-do me estaba planteando la vo-cación en la niñez. Es así que co-mencé a participar en un grupode jóvenes en la parroquia, y des-pués de algún tiempo de discer-nimiento con un sacerdote, deci-dí ingresar al seminario. Desdeese día jamás he dudado de mivocación. Ha sido una gracia muygrande. Y si volviera a nacer, vol-vería a ser sacerdote. Soy muyfeliz en la vocación y misión queDios me ha confiado.
«Me gustaría acompañarlos en sussueños de esperanza»
æ¿Cuál es la prioridad en su mi-nisterio?
-Mi prioridad en el ministerioes hacer presente a Jesús en cadauno de mis gestos y palabras. Poreso tengo un especial afecto porlos niños y los jóvenes, porqueson los predilectos de Jesús.También los pobres, los enfermosy los que sufren.
æ¿Qué le gustaría hacer con losjóvenes?
-Me gustaría poder acompa-ñarlos en sus sueños de esperan-za. Quiero mostrarles el amor gran-de que Dios tiene por ustedes ylo mucho que espera de cada uno.Quisiera alentarlos a estudiar ytrabajar, a crecer en la amistad yen el amor, a responder al llama-do de Dios a su vocación. Qui-siera también ayudarlos a creceren la amistad verdadera, que con-siste en buscar siempre el biendel amigo. Quisiera que fuéramosa misionar a los lugares más ne-cesitados de la diócesis para ma-nifestar el amor de Dios por to-dos los pobres y los que sufren.
Por último quiero expresarlesmi cariño y mi deseo de muy pron-to conocerlos personalmente.Espero que me inviten a partici-par del grupo para poder conver-sar tranquilos y compartir unosmates. Les pido que recen por míy les envío la bendición.
æEl domingo 24 de mayo enla celebración de la festividad dePentecostés en la parroquiaNuestra Señora de los Dolores enTrenque Lauquen se realizó laceremonia de oficialización deMarta Brust y Jorge Villare, pre-sidida por el padre Carlos Mateos,en donde asumieron la vocaciónde laicos sirviendo a Dios y a laIglesia como miembros de AcciónCatólica, con bendición e impo-sición del distintivo azul que sonel signo del compromiso asumi-do.
Fueron acompañados por losgrupos parroquiales y comisiónDiocesana de Adultos.
Pasión por JesúsPasión por JesúsPasión por JesúsPasión por JesúsPasión por Jesús
Pasada la solemnidad de Pen-tecostés con la alegría de la veni-
da del Espíritu Santo que nos in-vita a salir de las paredes de laparroquia para encontrarnos, con
Jesús presente en las personasque viven en nuestros barrios ocomparten nuestros ambientesde vida, nos disponemos asumirel mandato misionero de Jesús enlas palabras del papa Francisco:ustedes laicos de la Acción Ca-
tólica están llamados a renovar
la opción misionera, abierta a loshorizontes que el Espíritu indicaa la Iglesia y expresión de unanueva juventud del apostoladolaical. Es el paradigma de la Ac-ción Católica: el paradigma misio-nero. Se trata de asumir el dina-mismo misionero para llegar a to-dos, privilegiando a quien se sien-te alejado .
Compromiso de Acción Católica
Un paso más haciaUn paso más haciaUn paso más haciaUn paso más haciaUn paso más hacia
la beatificación dela beatificación dela beatificación dela beatificación dela beatificación de
Mama AntulaMama AntulaMama AntulaMama AntulaMama Antula
æLa Junta Médica de laCongregación para lasCausas de los Santosconsideró que esinexplicable desde laperspectiva de la ciencia elsupuesto milagro atribuidoa la intercesión de lavenerable María Antonia dePaz y Figueroa, másconocida como MamaAntula. El obispo SantiagoOlivera, vicepostulador dela causa de canonización,consideró que el añopróximo podría serdeclarada beata
Un llamado fuerUn llamado fuerUn llamado fuerUn llamado fuerUn llamado fuertetetetete
a globalizar laa globalizar laa globalizar laa globalizar laa globalizar la
solidaridadsolidaridadsolidaridadsolidaridadsolidaridad
æEl obispo deGualeguaychú y presidentede la Comisión Episcopalde Pastoral Social,monseñor Jorge Lozano,aseguró en el marco de laSemana Social que se buscahacer un «llamado aglobalizar la solidaridadcomo nos pideinsistentemente el papaFrancisco». «El Papadenunció en reiteradasoportunidades, entre ellasen su viaje a la isla deLampedusa (Italia), laglobalización de laindiferencia en la sociedad,por eso queremos trabajarsobre el eje de lasolidaridad».
Los puntos deLos puntos deLos puntos deLos puntos deLos puntos de
«Laudato si’» que«Laudato si’» que«Laudato si’» que«Laudato si’» que«Laudato si’» que
interinterinterinterinterpelan a lospelan a lospelan a lospelan a lospelan a los
argentinosargentinosargentinosargentinosargentinos
æEl rector de la UCA,monseñor Víctor ManuelFernández, detalló lospuntos en que la encíclicaLaudato si’ interpela demanera más directa a losargentinos y permitereflexionar sobre «nuestrospropios dramas y sobrenuestra relación con elmundo». El prelado serefirió al cultivo de granostransgénicos, los riesgospara las poblaciones de lastécnicas extractivas, la faltade una clara atención sobrela energía nuclear, elderroche del agua, la deudacon el reciclado de residuosy el derroche de comida yde papel.
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LA IGLESIA HOY
EN LA ARGENTINAEN LA ARGENTINAEN LA ARGENTINAEN LA ARGENTINAEN LA ARGENTINA
Fuente: Aica
AAAAACTUCTUCTUCTUCTUALIDALIDALIDALIDALIDAD DIOCESANAD DIOCESANAD DIOCESANAD DIOCESANAD DIOCESANAAAAA
La participación en Cáritas esexpresión de la Misericordia
«MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE»
La diLa diLa diLa diLa división y la guervisión y la guervisión y la guervisión y la guervisión y la guerrrrrraaaaa
«Dentro del Pueblo de Dios
y en las distintas comunidades,
¡cuántas guerras!». Da pena de-cirlo, y nos deberíamos avergon-zar y arrepentirnos por tantas ri-validades, celos, envidias, divisio-nes, soberbia. Nunca podremosconstruir nada como comunidad,y la Iglesia es comunidad, sin ani-marnos a la reconciliación, a laapertura de corazón, al reconoci-miento de los demás y de los do-nes que Dios ha puesto en ellos.(...)
Otros desafíosOtros desafíosOtros desafíosOtros desafíosOtros desafíos
Y finalmente el papa Francis-co nos habla de la mirada que de-bemos tener los pastores, por su-puesto, pero también cada uno delos fieles, y en especial nuestrosapreciadísimos colaboradores,que son responsables como bau-tizados, de la misión evange-lizadora de la Iglesia. Y señala tresámbitos que merecen nuestraatención especial: los laicos, lasmujeres, los jóvenes.
***(....) Y todo esto supone en-
tonces una intensidad de vidacristiana, en la Eucaristía, la Re-conciliación, la oración, la comu-nión con los pastores, la adhe-sión a la doctrina de la Iglesia, lapráctica generosa de las virtudes,y para renovarnos en este senti-do el papa Francisco nos invita acelebrar a partir de este año, elpróximo 8 de diciembre, el AñoJubilar de la Misericordia.
El Año Jubilar de laEl Año Jubilar de laEl Año Jubilar de laEl Año Jubilar de laEl Año Jubilar de la
MisericordiaMisericordiaMisericordiaMisericordiaMisericordia
El pasado 11 de abril dio aconocer el Papa Francisco la Bulade convocación del Jubileo Ex-traordinario de la Misericordia.
Recordemos que ordinariamentecada veinticinco años la Iglesiaofrece a los fieles una ocasión derenovación espiritual con los lla-mados Años Santos o Jubileos.En ellos, se proponen prácticas ycelebraciones litúrgicas para re-conciliarse con Dios, profundizarla conversión, obtener el perdónde los pecados y la remisión de lapena, por medio de las indulgen-
cias. Es el momento de retornar aDios, de repasar las condicionesde nuestra vida, de orientarla enadelante hacia aquellas metasque agradan a Dios. También laIglesia acostumbra a promulgarJubileo Extraordinarios, con algúnmotivo especial. El Papa Francis-co ha querido hacerlo para elpróximo año, con la contempla-ción del misterio de la Misericor-dia divina, «para poder ser tam-
bién nosotros mismos signo efi-
caz del obrar del Padre» (BulaMisericordiae vultus = MV, 3). LaMisericordia es «fuente de ale-
gría, de serenidad y de paz. Es
condición para nuestra salva-
ción. Misericordia: es la pala-
bra que revela el misterio de la
Santísima Trinidad. Misericor-
dia: es el acto último y supremo
con el cual Dios viene a nuestro
encuentro. Misericordia: es la ley
fundamental que habita en el
corazón de cada persona cuan-
do mira con ojos sinceros al her-
mano que encuentra en el cami-
no de la vida. Misericordia: es
la vía que une a Dios y al hom-
bre, porque abre el corazón a la
esperanza de ser amados para
siempre no obstante el límite de
nuestro pecado» (MV, 2).Con relación a la misión de
CARITAS hago notar el énfasisdel papa Francisco en la irradia-ción de la Misericordia frente a lasituación que viven los pobres.Así escribe: «Es mi vivo deseo
que el pueblo cristiano reflexio-
ne durante el Jubileo sobre las
obras de misericordia corpora-
les y espirituales. Será un modo
para despertar nuestra concien-
cia, muchas veces aletargada
ante el drama de la pobreza, y
para entrar todavía más en el
corazón del Evangelio, donde
los pobres son los privilegiados
de la misericordia divina» (MV,15). Estas palabras nos ayudan acomprender que la participaciónen CARITAS es expresión de lamisericordia que hemos recibidoy que deseamos trasmitir a los her-manos, y por eso el Año Jubilarrepresenta un momento importan-te, una instancia de renovación,de nueva y más profundafundamentación de nuestra tarea.
CompasiónCompasiónCompasiónCompasiónCompasión
La Misericordia se despliegaen los gestos y palabras de Je-sús, y el Santo Padre lo presentaen tres actitudes. La primera, lacompasión: «Lo que movía a Je-
sús en todas las circunstancias
no era sino la misericordia, con
la cual leía el corazón de los
interlocutores y respondía a sus
necesidades más reales» (MV, 8).Esta actitud es fundamental, puessin sentir el dolor del que sufre,sin padecer-con-él, nuestras ac-ciones no serían como las de Je-sús, ni estarían plenamente ins-piradas en la Misericordia que de-bemos trasparentar.
PerdónPerdónPerdónPerdónPerdón
La Misericordia se expresa enel perdón ofrecido a los pecado-res, para que regresen a la casapaterna: «En las parábolas de-
dicadas a la misericordia, Jesús
revela la naturaleza de Dios
como la de un Padre que jamás
se da por vencido hasta tanto no
haya disuelto el pecado y supe-
rado el rechazo con la compa-
sión y la misericordia (MV, 9).Con el perdón llega la capacidadde tolerar, de esperar paciente-mente la hora oportuna, el toquede la gracia, para no imponernuestros ritmos sino acoger congenerosidad y comprensión lasnecesidades y carencias del otro.En el Padre nuestro pedimos:«Perdónanos, como nosotros
perdonamos».
CaridadCaridadCaridadCaridadCaridad
En el ejercicio de la caridaddebe estar siempre presente la Mi-sericordia, que como dice el Papa«es la viga maestra que sostiene
la vida de la Iglesia. Todo en su
acción pastoral debería estar
revestido por la ternura con que
se dirige a los creyentes; nada
en su anuncio y en su testimonio
hacia el mundo puede carecer
de misericordia. La credibilidad
de la Iglesia pasa a través del
camino del amor misericordio-
so y compasivo. La Iglesia vive
un deseo inagotable de brindar
misericordia» (MV, 10). Estaspalabras nos marcan fuertemen-te cuál debe ser el estilo de nues-tro accionar: cómo recibir, cómosalir al encuentro de los herma-nos, cómo reconocer sus necesi-dades, cómo aplicar el bálsamodel consuelo con nuestra ayudafraterna y desinteresada.
***Escuchemos la invitación del
papa Francisco de abrazar deci-didamente la gracia de la Miseri-cordia que nos es ofrecida, y ha-cernos trasmisores de ella en elservicio de la Iglesia que llega alos hermanos. Para esto debemosprimero conocer la inmensidaddel amor que Dios nos tiene ysaber las profundidades del abis-mo del pecado, que es rechazode Dios. «Abramos nuestros ojos
para mirar las miserias del mun-
do, las heridas de tantos herma-
nos y hermanas privados de la
dignidad, y sintámonos provo-
cados a escuchar su grito de
auxilio. Nuestras manos estre-
chen sus manos, y acerquémos-
los a nosotros para que sientan
el calor de nuestra presencia, de
nuestra amistad y de la fraterni-
dad. Que su grito se vuelva el
nuestro y juntos podamos rom-
per la barrera de la indiferencia
que suele reinar campante para
esconder la hipocresía y el egoís-
mo» (MV, 15). Pero la Misericor-dia alimenta la esperanza, y da fe-cundidad a la obra de la Iglesia ytrae luz y calor de redención a loscorazones de los fieles.
Concluimos con la invitaciónque el Santo Padre nos dirige:«María atestigua que la miseri-
cordia del Hijo de Dios no cono-
ce límites y alcanza a todos sin
excluir a ninguno. Dirijamos a
ella la antigua y siempre nueva
oración del Salve, Regina, para
que nunca se canse de volver a
nosotros sus ojos misericor-
diosos y nos haga dignos de con-
templar el rostro de la misericor-
dia, su Hijo Jesús» (MV, 24).
Parte final delMensaje del obispodurante elEncuentroDiocesano deCáritas 2015(primera partepublicada en laedición anterior).
Escuchemos la invitación del papa Francisco de abrazardecididamente la gracia de la Misericordia que nos es
ofrecida, y hacernos trasmisores de ella en el servicio de laIglesia que llega a los hermanos.
Presentaron en elPresentaron en elPresentaron en elPresentaron en elPresentaron en el
VVVVVaaaaaticano la encícticano la encícticano la encícticano la encícticano la encícli-li-li-li-li-
ca Laudato si’ca Laudato si’ca Laudato si’ca Laudato si’ca Laudato si’
æAl presentar la nuevaencíclica del papa Francisco,Laudato si´, el cardenal PeterTurkson, presidente delPontificio Consejo Justicia yPaz, afirmó que el conceptode «ecología integral», estáen el centro del texto,porque el pontífice invita ainteractuar con Dios, con losotros seres humanos y conlo creado. «No hay dos crisisseparadas, la ambiental y lasocial, sino una misma crisissocioambiental y la soluciónpide abordar el problema demanera integral,incorporando a losexcluidos. La íntima relaciónentre los pobres y lafragilidad del planeta y quetodo está profundamenteinterconectado», sostuvo.
El Papa pidió a losEl Papa pidió a losEl Papa pidió a losEl Papa pidió a losEl Papa pidió a los
jóvenes que vayanjóvenes que vayanjóvenes que vayanjóvenes que vayanjóvenes que vayan
contrcontrcontrcontrcontracoracoracoracoracorrienterienterienterienteriente
æEl papa Francisco, en elmarco de su visita apostólicaa Turín, mantuvo unencuentro con los jóvenes.Francisco respondió a laspreguntas de tres jóvenesdedicadas al significado delamor, de la confianza en lavida y de la importancia decompartir ideales, dejandode lado el discurso quehabía preparado, el Pontíficerespondió a los jóvenesseñalando que «amor, vida,amigos, estas tres palabrasson importantes para la viday las tres tienen una raízcomún: las ganas de vivir.
Cristianos yCristianos yCristianos yCristianos yCristianos y
musulmanes contramusulmanes contramusulmanes contramusulmanes contramusulmanes contra
la violenciala violenciala violenciala violenciala violencia
æ«Cristianos ymusulmanes, juntos paraoponerse a la violenciaperpetrada en nombre de lareligión», es el título delmensaje que el PontificioConsejo para el DiálogoInterreligioso envió a losfieles musulmanes por elinicio del Ramadán. «Hayuna gran necesidad denuestra oración: por lajusticia, por la paz y laseguridad en el mundo; poraquellos que se handesviado del caminocorrecto de la vida y cometenactos de violencia ennombre de la religiónl».
Pág. 6 JULIO 2015
EN EL CAMINO DE EMAUS
La Biblia y nosotros
CarCarCarCarCarta a la Iglesia de Tiatirata a la Iglesia de Tiatirata a la Iglesia de Tiatirata a la Iglesia de Tiatirata a la Iglesia de Tiatira Escribe: Pbro.
Carlos Mateos
Porque tu corazón habló, el nuestro, cantará
ESPACIO JOVEN
Se podría ir haciendo unalista de lo que se hace en lacomunidad, analizando si
están inspiradas por amor,fe, sentido del servicio yconstancia, como dice lacarta. Hacer por hacer se
pueden hacer muchascosas; incluso con entu-
siasmo y esfuerzo; pero sino hay esa generosidad,
«humildad», entrega,quedan sin alma, sin valor
para el Reino.
Apoc. 2,18-29Apoc. 2,18-29Apoc. 2,18-29Apoc. 2,18-29Apoc. 2,18-29
Como siempre, hacemosuna lectura atenta y, si convie-ne, repetida. Teniendo siemprepresente que es Palabra deDios, por medio de la palabradel hombre. Algo nos está di-ciendo.
Algunas aclaracionesAlgunas aclaracionesAlgunas aclaracionesAlgunas aclaracionesAlgunas aclaraciones
1. Tiatira: ciudad cerca dePérgamo y, como las otras seis,en la misma zona. Hoy es Tur-quía.
2. Prostitución, fornica-
ción, adulterio: Son términosde pecados en el ámbito de lasexualidad. Pero en la Biblia, seusan casi siempre en sentidofigurado, para condenar el cul-to a los dioses paganos, a laidolatría. El que abandona alDios de Israel por los diosespaganos, se prostituye, for-nica, comete adulterio. Máscondenable que en la moralsexual.
3. Jezabel: esposa del ReyAcab, en el antiguo Testamen-to. Muy cruel y, además, muyactiva para llevar al pueblo de
das por amor, fe, sentido del ser-vicio y constancia, como dice lacarta. Hacer por hacer se puedenhacer muchas cosas; incluso conentusiasmo y esfuerzo; pero sino hay esa generosidad, «humil-dad», entrega, quedan sin alma,sin valor para el Reino.
También las cosas que toda-vía se deberían emprender parabien de la misión, la evangeliza-ción y que no están en marcha.Qué dificultades, de donde pro-vienen (nuestro interior, falta devisión, apatía o pocas ganas…).
Segundo pasoSegundo pasoSegundo pasoSegundo pasoSegundo paso
No creo que entre nosotrosse dé algo tan fuerte como lo deesa Jezabel en Tiatira. Pero,como hemos reflexionado en al-guna de las cartas anteriores, sipueden darse algunos atractivosde los ídolos modernos: poder,bienestar, tener, comodidad yconfort, inquietud por cosas nomuy necesarias o superfluas. Osea, la tentación, muy disimula-da a veces, de practicar más eltener que el «ser», de justificarfácilmente esa tendencia. Vivi-
Israel al culto de los ídolos. Poreso persiguió a muerte al profetaElías que se mantenía fiel a Diosy así lo predicaba y practicaba.En esta carta se la nombra, parareferirse a una falsa profetisa, in-filtrada en la comunidad, y quepromovía el culto a los ídolos.
4. vs. 20-23: nicolaítas y ali-
mentos sacrificados a los ídolos.
Estos temas ya aparecieron encartas que comentamos en núme-ros anteriores de la Buena Noti-cia.
5. Los vs. 23, 26 y 27: son ci-tas de los salmos 7, 62 y 2. Esteúltimo se refiere al triunfo de Cris-to, Rey de todas las naciones.
6. v. 38b: Estrella de la maña-
na. Símbolo del poder triunfantede Cristo, del que participan tam-bién los que creen en Él y lo si-guen.
Primer pasoPrimer pasoPrimer pasoPrimer pasoPrimer paso
¡Qué bueno escuchar, de par-te de Jesús, semejante elogio!
Obras, servicios, hechos conamor y sin aflojar.
Podemos repasar, tanto en lopersonal como en lo comunitario,
que algo de eso hemos hecho; yreconocer el amor y la gracia deDios que lo han hecho posible.Como la Virgen: el Señor hizo en
mí maravillas. Siempre es buenotener presente aquel dicho a laesposa de Abraham: Para Dios
nada hay imposible, y que se fuerepitiendo a lo largo de toda lahistoria de salvación y repetido aMaría por el ángel Gabriel.
Se podría ir haciendo una lis-ta de lo que se hace en la comuni-dad, analizando si están inspira-
mos a veces un ambiente casiagobiante de ofrecimientos,publicidades que nos presen-tan todo como indispensablepara estar al día…o distinguir-se de los demás. Además de laavalancha de presentacionesen los medios, hasta en los ce-lulares nos acosan con esasofertas tentadoras. En el fon-do, son los ídolos modernos(los de siempre, pero actualiza-dos).
Otras maneras de salirse delservicio a Dios y su Reino, conamor y fe: el autoritarismo, noescuchar con atención otrasopiniones, grupos que se cie-rran sobre sí mismos y otras ac-titudes que a veces se dan en-tre nosotros.
Muchas de estas adverten-cias se encuentran en la cartadel papa Francisco: «La alegríadel Evangelio», bastante des-conocida y poco tenida encuenta en nuestras comunida-des todavía. Nos quedamoscon lo que él hace o dice, sinreconocer que también nues-tras iglesias deben ir por ahí.
æ«Pues aquel que canta alaban-zas, no solo alaba, sino que tambiénalaba con alegría; aquel que canta ala-banzas, no solo canta, sino que tam-bién ama a quien le canta. En la ala-banza hay una proclamación de reco-nocimiento, en la canción del amantehay amor...» San Agustín.
Creo que esta frase de SanAgustín, resume en pocas palabraslo que es, cantarle a Dios, cantar paraDios y cantarle a los hombres de Dios.Esto mismo, es la música. Es alabarlo;es agradecerle, escucharlo, sentir supresencia. Es cerrar los ojos y hablardirectamente con El. Es llorar de emo-ción, es necesidad.
El servicio de la música, es a la vezun regalo, el regalo de poder ayudar aotros a sentir la presencia de Jesúsaún más cerca. Este regalo abarca un
montón de otras cosas, tales como lasamistades en Cristo. Donde hay una gui-tarra, un charango, cualquier instrumen-to, o simplemente una canción; se gene-ra un ambiente especial. Hay reunión,compartida, encuentro y también alegría.Este encuentro, es real, transparente,sencillo, de corazón a corazón… Y comosi esto fuera poco, es con Jesús! Yo per-sonalmente, así, conocí a muchas perso-nas que hoy son realmente importantesen mi vida. A pesar de la distancia, se-
guimos en contacto, y en cualquier mo-mento donde nos cruzamos, hayreencuentro, no se olvida lo vivido ycompartido a través de la música.
La música es simple y sencilla. Enesta simpleza y con pocas palabras,Dios nos habla. Para cada momento, Éltiene la palabra justa para decirnos. Yahí es donde nosotros tenemos queaprender a escucharlo. Muchas vecesme pasa de estar en algún lugar can-tando, y de repente, sentir la necesi-
dad de cantar una canción en especial.Definitivamente, es el Espíritu Santoque me impulsa a hacerlo, sea por mí, opor alguien que está conmigo.
Creo que Dios nos da este regalopara transmitirlo, para contagiarlo, paraque todo el mundo pueda sentir estoque yo siento. No importa si cantasbien, cantas mal, con instrumento o sin.Es una oportunidad para rezar dos ve-ces, para conectarse de lleno con Je-sús y sentir su presencia real y verda-dera. «Hay queser como hojaseca, y dejarsellevar…»
CheluCarriquePehuajó.
El servicio de la música, es a la vez un regalo, el regalo de poderayudar a otros a sentir la presencia de Jesús aún más cerca.
Pág. 7JULIO 2015
ENCADI 2012PASTORAL VOCACIONAL
Una promesa que es un susurro de amor
«Porque creemos, nuestravida se transforma»
CUERPO Y SANGRE DE CRISTO FIESTFIESTFIESTFIESTFIESTAS PAS PAS PAS PAS PAAAAATRTRTRTRTRONONONONONALES DE JULIOALES DE JULIOALES DE JULIOALES DE JULIOALES DE JULIO
En las Parroquias y Capillas de nuestra Diócesis
6. Sta Ma. Goretti,6. Sta Ma. Goretti,6. Sta Ma. Goretti,6. Sta Ma. Goretti,6. Sta Ma. Goretti,
VVVVViririririrgggggen y Máren y Máren y Máren y Máren y Mártirtirtirtirtir
Capilla, IRALA (O’Brien)
9. Nuestra Señora de9. Nuestra Señora de9. Nuestra Señora de9. Nuestra Señora de9. Nuestra Señora de
ItatíItatíItatíItatíItatí
Capilla, PELLEGRINICapilla, TRENQUE LAUQUEN
13. San Enrique,13. San Enrique,13. San Enrique,13. San Enrique,13. San Enrique,
EmperadorEmperadorEmperadorEmperadorEmperador
Capilla, SAN ENRIQUE(Veinticinco de Mayo)
16. Nuestra Señora16. Nuestra Señora16. Nuestra Señora16. Nuestra Señora16. Nuestra Señora
del Cardel Cardel Cardel Cardel Carmenmenmenmenmen
Parroquia,CARLOS CASARESParroquia, F. QUIROGAParroquia, GENERALVILLEGASParroquia, PELLEGRINI
Capilla, CURARÚ (CarlosTejedor)Capilla, VILLA SABOYA (E. V.Bunge)Capilla, LOS TOLDOSCapilla, DENNEHY (Catedral,Nueve de Julio)Capilla, PASTEUR (Roberts)Capilla, VEINTICINCO DEMAYOCapilla, VALDÉS (Veinticincode Mayo)
26. Santa Ana, Madre26. Santa Ana, Madre26. Santa Ana, Madre26. Santa Ana, Madre26. Santa Ana, Madre
de lade lade lade lade la
Santísima VirgenSantísima VirgenSantísima VirgenSantísima VirgenSantísima Virgen
Capilla, Trongé (Treinta deAgosto)
29.29.29.29.29. Santa Mar Santa Mar Santa Mar Santa Mar Santa Martatatatata
Capilla Santa Marta, DEBARY (Pellegrini)
Hoy en día, y más enépoca de elecciones,nos encontramos
casi diariamente con promesas detodo tipo. Pero desgraciadamen-te ya no creemos en las prome-sas de las personas que son másinfluyentes en la sociedad. Cree-mos que todo lo hacen para po-der conseguir un voto, para caerbien. Lo que nos prometen sonrealidades a corto plazo y quepocas veces se llegan a cumplir.
¿Cómo podemos entoncescreer en las promesas de Dios?¿Cuál es la diferencia? Las pro-mesas del Señor tienen algo quelas hace distinas a las promesasque podemos escuchar o quenosotros mismos podemos hacer:son promesas hechas por amor,y sólo por amor. No hay nada quemueva el corazón de Dios a pro-meternos algo, más que su amory su especial deseo de cuidarnosa todos y a cada uno. Promesasque implican abajamiento, humil-dad, entrega, paciencia, regalo,palabras, paciencia. Promesas enlas cuales el mismo Dios nadagana, porque suyo es todo, peroa la misma vez siente como pérdi-da que los hombres no acepte-mos su amor y su regalo de unaVida Eterna y feliz junto a Él. Espor eso que podemos confiar enlas promesas de Dios: son pro-mesas hechas por amor, en lascuales nada quiere ganar y todose quiere entregar.
Dice el Señor en la profecíade Jeremías: «Yo suscitaré para
las ovejas pastores que las apa-cienten» (23, 4). Así una vez másencontramos una promesa carga-da de esperanza. Una promesaque es un susurro de amor en elque encontramos que el Señor nonos va a dejar solos sino que nosva a guiar en todo momento y lu-gar, por medio de pastores que Élva a elegir para que cuiden a surebaño. Todos estamos encarga-dos de este cuidado del rebaño:los padres deben cuidar el reba-ño de la familia, los jefes en el tra-bajo deben cuidar que el rebañono se desvíe del Camino que lle-va a la felicidad; pero especial-mente los sacerdotes deben serguías para toda la comunidad.
La llamada al sacerdocio es undon gratuito y personal de Dios.Como una semilla, la vocación,ordinariamente puede madurar
solo en el terreno favorable de unacomunidad cristiana que vivecon fervor y alegría la vida deservicio entregado al Señor y alprójimo, sin hacer ninguna dis-tinción. Es en la Iglesia y median-te la Iglesia que esa semilla, cui-dadosa y tiernamente plantadapor la mano del Sembrador pue-de crecer y germinar, dar flor yfruto.
Sabemos por experiencia quela Iglesia encuentra hoy barrerasy obstáculos que pueden fácil-mente desanimar a muchos cris-tianos: la crisis de la familia, la ideade que «los jóvenes están perdi-dos», la poca cantidad de voca-ciones sacerdotales, la indiferen-cia frente a la vida e, incluso, lamuerte. Como ya hemos dichoanteriormente: «No es, este, elmomento de ceder a la resigna-
ción, es más bien tiempo de `lla-mar´ sin cansarnos invocando`operarios a la mies´ (cf. Mt. 9,38) que siempre es mucha». Tra-bajar a favor de las vocacionessacerdotales es, primero de todo,un acto de fe, con el que creemosDios mantendrá la promesa de lla-mar pastores para sus ovejas.Nuestra fe debe llevar a creer queDios «tiene poder de hacer mu-cho más de lo que podemos pe-dir o pensar» (Ef. 3,20).
Sólo es posible que haya cris-tianos que hagan un trabajo sin-cero, conciente y fuerte a favorde las vocaciones sacerdotales,si se tienen en cuenta los siguien-tes puntos que plantean los Obis-pos de Italia en la carta escrita enel Año Sacerdotal: ayudar a des-cubrir la vocación es un gran actode amor; sin sacerdotes la Iglesia
no puede vivir. Quisiera que ter-minemos reflexionando sobre laprimera. Ayudar a los hijos a des-cubrir la propia vocación es ungrande acto de amor. Cada hijoes amado y pensado por Diosdesde la eternidad, es un sueñode Dios que se hizo realidad. Yese sueño quiere el Señor quesea toda la vida sueño y no pesa-dilla. Sueño de amor y esperan-za; sueño de encuentro y felici-dad ¡Cuánto cambiaría si dejára-mos nuestros sueños para seguirel sueño de Dios! Todos tenemosCamino por el que debemos tran-sitar, una vocación para la cualDios nos ha creado y la cual noshará plenamente feliz ¿No quiereeso un padre para su hijo? ¿Nosea verlo plenamente feliz porsobre cualquier otra cosa? Diceel Señor llamando: «Antes de for-marte en el vientre materno, yo teconocía; antes de que salieras delseno, yo te había consagrado»(Jr. 1, 5).
Que nuestra vida sea un tes-timonio de amor ferviente y ale-gre, para que pueda así suscitarseen el corazón de muchos jóvenes,ayudados por nuestra oración yejemplo, el deseo de entregarseplenamente a Dios ¡Trabajemospor la vida de la Iglesia, una vidade esperanza, basada en la pro-mesa de Dios! ¡Joven, no tengasmiedo a ser feliz!
Bendiciones de la mano delResucitado,
Pastoral Vocacional
Trabajar a favor de las vocaciones sacerdotales es, primero de todo, un acto de fe, con el que creemos Diosmantendrá la promesa de llamar pastores para sus ovejas. Nuestra fe debe llevar a creer que Dios «tiene poder de
hacer mucho más de lo que podemos pedir o pensar» (Ef. 3,20).
æEn su homilía con motivo del día de Eucaristía, en la solemnidad del Cuerpo y Sangre deCristo, el obispo Martín se refirió a cuatro aspectos fundamentales: la fe eucarística, porque «elmilagro eucarístico, que desafía a la razón, nos introduce en un ámbito privilegiado: y porquecreemos, nuestra vida se transforma»; los frutos de la Eucaristía en el alma, que «nos transforma,y nos lleva a identificarnos con Cristo, a amar como Él al Padre del Cielo, a entregarnos congenerosidad a la misión recibida, a sacrificarnos por los lhermanos»; la irradiación evangelizadora,
porque «sin la Eucaristía no seríamos fuertes ni convencidos, no llegaríamos a dar a nuestrasiniciativas y acciones el valor de lo divino, ni resistiríamos nosotros, con perseverancia e inteli-gencia, ni seríamos elocuentes para trasmitir la verdad; y el vínculo de la caridad, «con la presen-cia de Cristo en medio de su Iglesia. No es solo un encuentro o una asamblea de convidados, esel reconocimiento de una llamada, una elección que nos hace más dignos, una participación en lasantidad de Dios».
«Recordar en la fe, agradecer con amor profundo, comprometernos en la caridad y la evange-lización con nuestros hermanos, es lo que queremos expresar hoy, con nuestra presencia devotay creyente en la celebración, nuestro testimonio orante en la procesión, el propósito prolongadoen la fidelidad de la práctica dominical y la frecuencia sacramental», sostuvo monseñor Martín deElizalde a los fieles congregados en la Iglesia Catedral.
Pág. 8 JULIO 2015
LO SUYO, LO MIO, LO NUESTRO
La alegría del EvangelioLa alegría del EvangelioLa alegría del EvangelioLa alegría del EvangelioLa alegría del Evangelio
PENSAMIENTOS BREVES
P. Luis Diehl
Es una publicación de la
diócesis de Santo Domingoen Nueve de Julio
Año XVI - N° 159
JULIO de 2015
EDICION INTEGRALFabricio O’Dwyer
DIRECTORPbro. Germán Loriente
Escribe:
Pbro Germán Loriente
Nuevo mail para comunicarnos: [email protected]
XEl Señor nos acompaña y nos defiende. ¿Quémal nos podrán hacer los hombres?
XOfrezcamos sin cesar a Dios un sacrificio dealabanza, fruto de nuestros labios que confiesan
su Nombre y de nuestras buenas obras.
XJesús es nuestro Salvador. Acerquémonos a Élcon fe y sigámoslo con esperanza.
PARTE V
Querido lectores: des-de el comienzo delaño nos hemos acer-
cado al magisterio del Santo Pa-dre, abordando las ideas fuerzasque aparecen en su exhortaciónApostólica «Evangelium Gau-dium». Luego de haber presenta-do los criterios que deben guiar ala Iglesia en su renovación paracumplir con el mandato misione-ro de Jesús, en dos apartados enel capítulo II el Papa realiza unagudo diagnóstico tanto de lacultura que condiciona la activi-dad evangelizadora, como de lastentaciones propias de los agen-tes evangelizadores. La miradaque ofrece el Santo Padre es ladel «discípulo misionero» en lalínea del discernimiento evangé-lico (EG 50). Acercándonos a larealidad nos invita a descubrirtodo aquello que puede entorpe-cer o frenar el dinamismo misio-nero en nuestras comunidades.
Ya en los primeros númerosde la exhortación el Papa habíaplanteado el gran riesgo del mun-do actual: «una tristeza individua-lista» con su múltiple y abruma-dora oferta de consumo. Este mis-mo concepto se desarrolla y abreel primer apartado del siguientecapítulo, invitándonos a ver larealidad de tantos hombres ymujeres que viven precariamentedonde «la alegría de vivir frecuen-temente se apaga». El miedo, ladesesperación o inseguridad
frente a las economías actuales,la falta de respeto y la violenciaaparecen como factores que ali-mentan esta realidad. Desde estamirada comienza a desarrollar unactualizado diagnóstico culturalde cara a la tarea evangelizadorade la Iglesia. Estos pasajes seránuna fuerte denuncia al mundo dehoy que estructura su economíanegando la primacía del ser hu-mano (EG 55) con un rechazo dela ética y de Dios (EG 57).
El primer apartado del capítu-lo se desarrolla bajo el título de:«Algunos desafíos del mundo
actual (52-75)». Comienza conuna fuerte interpelación:
·«No a una economía de laexclusión (53-54)»,
·«No a la nueva idolatría deldinero (55-56)»,
·«No a un dinero que gobier-na en lugar de servir (57-58)»,
·«No a la inequidad que ge-nera violencia (59-60)».
La agudeza con la cual desa-rrolla estos puntos donde seinvolucra la economía y los esta-dos frente al bien común, no nosdeja ajenos al análisis: «Casi sinadvertirlo, nos volvemos incapa-ces de compadecernos ante losclamores de los otros, ya no llo-ramos ante el drama de los demásni nos interesa cuidarlos, comosi todo fuera una responsabilidadajena que no nos incumbe. Lacultura del bienestar nos aneste-sia y perdemos la calma si el mer-
cado ofrece algo que todavía nohemos comprado, mientras todasesas vidas truncadas por falta deposibilidades nos parecen unmero espectáculo que de ningu-na manera nos altera (54)». «ElPapa ama a todos, ricos y pobres,pero tiene la obligación, en nom-bre de Cristo, de recordar que losricos deben ayudar a los pobres,respetarlos, promocionarlos. Losexhorto a la solidaridad desinte-resada y a una vuelta de la eco-nomía y las finanzas a una éticaen favor del ser humano (58)».«Algunos simplemente se rego-dean culpando a los pobres y alos países pobres de sus propiosmales, con indebidas generaliza-ciones, y pretenden encontrar lasolución en una «educación» quelos tranquilice y los convierta enseres domesticados e inofensi-
vos. Esto se vuelve todavía másirritante si los excluidos ven cre-cer ese cáncer social que es lacorrupción profundamente arrai-gada en muchos países —en susgobiernos, empresarios e institu-ciones— cualquiera que sea laideología política de los gober-nantes» (60).
La invitación misionera de lle-gar a todos, sin acomodar elanuncio a los amigos, sino SA-LIR a los que no pueden recom-pensarte (48) nos confronta conuna realidad que no siempre es lamás dispuesta al anuncio delevangelio. Y realmente debemostenerlo presente como misione-ros, catequistas, educadores ypadres/abuelos en cada hogar:
En los «desafíos culturales»(61-67), el Papa Francisco enume-ra el relativismo, la persecuciónreligiosa que se desarrolla en elamplio espectro que va de la in-diferencia a la violenta y cruel ma-sacre de los cristianos, una cul-tura predominante donde «lo realcede el lugar a la apariencia», unaglobalización que se impone sinrespetar la fisonomía cultural delos pueblos, unos nuevos movi-mientos religiosos que, por unlado tienden al fundamen-talismoy por el otro a una espiritualidadindividualista sin Dios (EG 63).Refiere también las consecuen-cias del proceso de secularizaciónque lleva a «una creciente defor-mación ética, un debilitamiento
del sentido del pecado personaly social y un progresivo aumen-to del relativismo, que ocasionanuna desorientación generaliza-da» (EG 64), a la «crisis culturalprofunda» que atraviesa la fami-lia y al estilo de vida individualis-ta que debilita los vínculos.
En ese contexto, señala los«desafíos de la inculturación dela fe» (68-70) y la importancia deevangelizar las culturas parainculturar el Evangelio. Tambiénanaliza los «desafíos de las cul-turas urbanas» (71-75), en un no-vedoso enfoque que señala cómoen la ciudad lo religioso está me-diado por diferentes estilos de vi-da y la necesidad de «imaginarespacios de oración y de comu-nión con características nove-dosas, más atractivas y signifi-cativas para los habitantes urba-nos (EG 73). Pide a la Iglesia lle-gar «allí donde se gestan los nue-vos relatos y paradigmas, alcan-zar con la Palabra de Jesús losnúcleos más profundos del almade las ciudades» (EG 74). Final-mente presenta los «males urba-nos»: «el tráfico de drogas y depersonas, el abuso y la explota-ción de menores, el abandono deancianos y enfermos, varias for-mas de corrupción y de crimen.Al mismo tiempo, lo que podríaser un precioso espacio de en-cuentro y solidaridad, frecuente-mente se convierte en el lugar dela huida y de la desconfianzamutua. Las casas y los barrios seconstruyen más para aislar y pro-teger que para conectar e integrar».Es allí donde la Iglesia debe vivir afondo lo humano e introducirse enel corazón de los desafíos.
La Iglesia «en salida» quepiensa el Papa, no es una Iglesiaque escapa; sino que sale al en-cuentro del hombre en estas rea-lidades para llenar con la alegríadel evangelio al hombre que apa-leado quedo tendido al borde dela existencia. «Vivir a fondo lo
humano e introducirse en el co-
razón de los desafíos como fer-
mento testimonial, en cualquier
cultura, en cualquier ciudad,
mejora al cristiano y fecunda la
ciudad» Papa Francisco.Hasta la próxima.
La mirada que ofrece el SantoPadre es la del «discípulo misione-ro» en la línea del discernimiento
evangélico (EG 50). Acercándonosa la realidad nos invita a descubrirtodo aquello que puede entorpecero frenar el dinamismo misionero en
nuestras comunidades.