Llamamiento.
Vuelve a mí el susurro de un ángel
Me destroza de ausencia y me salva y me hiere y me sana
Se acerca sutil y feroz como un relámpago sin tiempo
Aterido me dejo guiar
No puedo decir si cantaré en el centro de la luz
O bien me tenderé a mirar como caen las estrellas sobre mí
El susurro de un ángel me remece los nervios
Y los ata sin miramientos a su nave de silencio
No soy quien para negarme este salto al vacío
Al fondo de todo esto un sol me espera
Para arderme los ojos y los miedos
Nada puede ser tan luminoso como la abismal mirada
De este ángel que susurra su fuego en mis venas.