1
2
Mario Péreznuevas claves para lo real maravilloso
4
Pag. anteriorLa Familia del Topo Alderocarbón sobre tela, 170 x 150 cm, 1993
3
Indice
5 MARIO PÉREZ, nuevas claves para lo real maravilloso Prof. Virginia Agote Directora Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson
7 Lo espiritual en la pintura de Mario Pérez Eduardo Peñafort
9 Mario Pérez: un puro de corazón Rafael Squirru 11 Ensayos para una imagen latinoamericana
17 Construyendo relatos de identidad
31 Reconfigurando el espacio 40 Créditos Agradecimientos
* Los textos tienen copyright de los autores. Ninguna parte de los textos puede ser repro-ducido en ningún medio sin la autorización del Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson o los autores.
4
Aquellos Años de Rosa Bombomóleo sobre lienzo, 120 x 150 cm, 1992
5
Cuando Alejo Carpentier escribía sobre lo real mara-villoso de nuestra América, mencionaba que la magia de nuestras tierras sólo podrían trasladarse al campo del arte a condición de que el artista creyera firme-mente en que la realidad está cruzada por el mito, la extrañeza frente a lo normal, la relación fluida con lo sobrenatural, el tiempo cíclico y los espacios irreales como parte nuestra experiencia cotidiana.
El desarrollo de este camino que mixtura la maravi-lla presentida y la realidad percibida no fue una tarea fácil ni breve.
Desde sus épocas de estudiante sin embargo, es posi-ble encontrar en las búsquedas del artista una cons-tante preocupación por la expresividad emocional no sólo de las figuras y personajes, sino del espacio que los contiene. Esta cualidad expresiva del espacio irá ganando terreno en la medida en que los personajes tienden a empequeñecer o confundirse con su entor-no, al punto de alcanzar en determinados momentos una única calidad textural y pictórica que los funde en la misma luz, la misma atmósfera, la misma idea.
La construcción del espacio también es laboriosa, y se puede constatar en algunos trabajos tempranos exhibidos acá, la exploración en esquemas compositi-vos que abrevan en ciertas determinaciones cubistas, sin perder de vista algunas citas a expresionistas his-tóricos. Las paletas superan esa etapa experimental, para adquirir tonalidades que a veces citan o sugieren
MARIO PÉREZnuevas claves para lo real maravilloso
el paisaje local, pero que se van modulando hasta con-vertirse en el principal sustento de la imagen: tono y figura terminan por fundirse, y el dibujo establece una frontera leve entre atmósferas abstractas y sus habitantes.
Lentamente, Mario Pérez ha logrado materializar las imágenes y el oficio que persigue desde su infancia. Su reconocimiento local, regional e internacional así lo confirman.
Visiones, memorias, grupos de familia que permane-cen inmunes encerrados en su tiempo cíclico, trenes que atraviesan el azul de un recuerdo apenas perdi-do, distancias entre el paisaje y nuestra mirada como sólo pueden construirse en Latinoamérica, mitos con-tados en voz baja alrededor de una fogata que ilumi-na ancestralmente.
Nuestro Museo continúa consolidando las relaciones posibles entre los artistas de San Juan y de otras regio-nes del país y del mundo. En ese sentido, esta expo-sición, su montaje y decisiones curatoriales intentan acentuar en la compleja trama del arte contemporá-neo, las interpretaciones e indagaciones de un público cada vez más participativo, reflexivo y exigente.
Prof. Virginia Agote
Directora Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson
“¿Pero qué es la historia de América toda sino una crónica de lo real-maravilloso?”Alejo Carpentier, prólogo a El reino de este mundo (1949)
6
7
A través de las palabras del epígrafe, Mario Pérez invi-ta a mirar el minimalismo y la espacialidad en sus últimas obras, puesto que los considera como signos de la radi-calización en su estilo de la espiritualidad. Una categoría tan densa y ambigua como la mencionada requiere de una definición operativa; con Susan Sontag se entiende por espiritualidad al conjunto de conductas encaminadas a resolver las contradicciones estructurales inherentes a la situación humana, a la consumación de la conciencia humana, a la trascendencia.
En las obras permanecen incólumes tanto el trabajo de la mano -la textura como efecto de vibraciones infini-tesimales que provocan pequeñas e inestables percep-ciones-, como el saber del ojo -un mundo cifrado por el punto de vista muy alto, las visiones panorámicas, las figuras humanas como seres de acción y pasión, la histo-ria inmersa en paisajes gigantescos, la transparencia en la proximidad y lejanía (la luz del viento Zonda), las estre-llas (enumeración certera realizada por Nanu Zalazar a propósito de la muestra en la Cripta de la Catedral de La Plata)-. Por ello corresponde encontrar las claves de la espiritualidad en la organización de la obra.
La antigua Retórica distinguía la materia oratoria -en la obra de Pérez nos encontramos con los problemas sus-citados por el absoluto-, de la organización del discurso -y entendemos que una pintura es un tipo singular del mismo-. La operación mencionada en último término se denominaba inventio, cuya función consiste en extraer elementos de la interioridad del artista -el magma de ideas, emociones, visiones y recuerdos-, mediante evo-caciones y rechazos, para construir un cosmos que final-mente provoca el efecto de referencia de las figuras, ale-gorías y relatos.
Considerar la invención, permite realizar un giro dentro del dilema acerca de la manualidad o visualidad de la pin-tura. En las narraciones de Pérez prosigue la revelación del San Juan vivido, la rémora de la infancia, los episodios de los márgenes subsumidos en una totalidad y la homo-geneidad de la textura; sin embargo las telas se despojan de personajes. Las ausencias de figuras humanas permi-te reconocer y aprender algo sobre la historia del artista, en la medida que los relatos se vuelven indeterminados
Lo espiritual en la pintura de Mario Pérez
y abandonan la escena, queda al desnudo la subjetivi-dad azorada en el momento de constituirse frente a lo absoluto. Las últimas obras no arrojan al vacío, la fluen-cia de indicios interpela al autor desde un lugar en el que la identidad se entrama con los otros y lo Otro.
Los significantes de Pérez se remiten a asuntos de la vida cotidiana -la denominada pintura de género- cuya genealogía hunde las raíces en la pintura egipcia del Antiguo Imperio y en la inscripción de la Providencia que se advierte en los temas triviales que se descubren en los libros miniados. La ternura, el humor, la alegría, la decep-ción son comprendidas desde una totalidad en la que el azar y los conjuros se confrontan en una justa intermina-ble. A diferencia de la tradición secular posterior a la pin-tura holandesa del siglo XVI, las escenas de Mario Pérez acontecen en un cosmos en el que se distribuyen espa-cios de vivos, muertos, seres corpóreos e incorpóreos, el movimiento celeste y la geografía.
En las últimas obras, las obras develan las fuerzas que mantienen inmóviles a las escenas, antes que la expe-riencia vivida del movimiento. El océano real o imagi-nado (deseado/temido) es más que un recuerdo -es el origen-, las constelaciones están habitadas, la curvatu-ra de cielo y la tierra prefiguran la eternidad. La ausencia de personajes extraña los parajes y crea nuevos objetos, es relato pero se distancia de lo inmediato. Los fondos, las bases no poseen equivalencia ontológica con la vida reflejada. La función referencial no desaparece, pero per-mite encontrar el sentido en otro plano: la autonomía del atisbo del infinito.
Kant propuso utilizar la categoría de lo sublime para la experiencia de lo infinito, mucho más próximo a noso-tros Deleuze -un autor que ha estado muy presente en esta lectura- plantea la función del abismo en el arte: “De cierta manera, una pintura que no comprende su propio abismo, que no comprende un Abismo, que no pasa por un abismo, que no instaura sobre la tela un abismo, no es una pintura”. En esta muestra, Mario Pérez testimo-nia como se aproxima a los abismos del absoluto, posi-ción que arroja luces sobre sus búsquedas anteriores, el lenguaje alcanzado y la pintura deseada.
Eduardo Peñafort
“… hay un nuevo cambio que primero se produjo en mí, cambió mi forma de mirar, de sentir de tomar conciencia de lo finito, de lo rápido del existir, de lo vulnerable,
entré en temas más espirituales obras más minimalistas, espaciales …”Mario Pérez
Personaje Ióleo sobre lienzo, 150 x 180 cm, 1994
8
9
Considero una gentileza de Ignacio Gutiérrez Zaldívarpedirme que añada unas palabras al prestigio universal del que goza Mario Pérez.
No es casual que en plena madurez Mario nos brinde recuerdos de nuestra propia inocencia:Al menos que nos volvamos como niños, no entraremos en el reino de los cielos.
Una suerte de baño termal,capaz de curar cualquier dolor de la índole que fuese,el contemplar la obra de este artista.
Dice Edgar Lee Masters: la inmortalidad no es un don; es un logro, y solamente aquellos que se esfuerzan la poseerán.
Inmortalidad en el más allá y, lo que me nace afirmar,también en el más acá.
Rafael Squirru
Mario Pérezun puro de corazón
Sin Títuloóleo sobre madera, 47 x 35 cm
10
11
Ensayos para una imagen latinoamericana
12
13
14
15
16
Carrera de bicióleo sobre tela, 150 x 180 cm, 1993
Pag. siguienteLa Batalla
carbón sobre tela, 170 x 150 cm, 1994
17
Construyendo relatos de identidad
18
Carrera de pollosóleo sobre tela, 150 x 180 cm, 1994
19
Las ocurrencias de Doña Pola (de la serie Las Orantes)óleo sobre tela, 150 x 170 cm, 1993
20
Mileniumcarbón sobre tela, 190 x 170 cm, 1999
21
Fin de Vendimiacarbón sobre tela, 170 x 150 cm, 1993
22
Las Orantesóleo sobre tela, 180 x 160 cm, 1992
23
La Totióleo sobre tela, 120 x 150 cm, 1993
24
Todo barroóleo sobre tela, 190 x 160 cm, 1993
25
Fin de Vendimiaóleo sobre tela, 170 x 150 cm, 1993
De la serie de los Orantesóleo sobre tela, 120 x 150 cm, 1992
26
Sin Títuloacuarela sobre papel, 50 x 70 cm, 1992
Estudio / Boceto para pinturalápìz sobre madera, 35 x 47 cm
27
Sin Títuloacuarela sobre papel,
64 x 48 cm, 1992
28
Viejasóleo sobre tela, 150 x 180 cm, 1996
Pag. siguiente Con pájaros en la cabeza
óleo sobre tela, 180 x 150 cm, 1996
29
30
Esperando un sueñoóleo sobre tela, 133 x 150 cm, 2008
Pag. siguiente
Inmigrantesóleo sobre tela, 150 x 120 cm, 2013
31
Reconfigurando el espacio
32
pág. siguienteFogata de San Juan
óleo sobre tela, 180 x 150 cm, 2007Serie Interiores Ióleo sobre tela, 151 x 121 cm, 2011
33
34
Arcaóleo sobre tela, 122 x 100 cm, 2004
35
Sin Títuloóleo sobre tela, 180 x 150 cm
36
Gomónóleo sobre tela, 150 x 100 cm, 2011
37
Esperando un sueñooleo sobre tela, 200 x 200 cm, 2013
38
1960
Nace el 14 de agosto en San Juan. Su padre, pintor de “brocha gorda” quería que Mario fuese ingeniero. Pero finalmente prevaleció su verdadera vocación y realizó el Profesorado de Artes Plásticas en la Universidad Nacional de San Juan.
1988
Comienza con sus exposiciones en San Juan, Buenos Aires y otras provincias.
1992
Recibe premios en los salones de La Plata, Santa Fe, Jujuy, Mendoza y Córdoba.
1993
Recibe el Primer Premio en el XXXIII Salón de Tucumán y Mención de Honor en el Salón de Arte Sacro, Tandil.
1996
Realiza su primera exposición individual en New York y una importante retrospec-tiva en el Palais de Glace, de Buenos Aires. Se desempeña como Jefe de Sección Restauración de Monumentos Históricos en su provincia natal.
MARIO PÉREZ
Biografía Cronológica
Autorretratoóleo sobre madera, 50 x 40 cm, 1976
39
1999
Recibe el Primer Premio en el LXXXVIII Salón Nacional de Pintura, Buenos Aires y en el LXXVII Salón Nacional de Santa Fe.
2000
Muestra consagratoria en el Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires.
2001
Participa en la exposición “Painted Worlds: Argentina” en el Museo de Arte Latinoamericano, Long Beach, California, y el año siguiente en el Museo de Arte de North Dakota.
2003
Recibe la Beca Fundación Pollock – Krasner, Estados Unidos.
2004
Expone en forma individual en las Salas Nacionales de Cultura, Palais de Glace, Buenos Aires.
2008
Realiza su primera muestra individual en Zurbarán, Buenos Aires, en el mes de septiembre.
2010
Exposición individual en Zurbarán, Buenos Aires, en el mes de abril.
2011
Retrospectiva en Fundación Catedral de La Plata, Provincia de Buenos Aires, julio - septiembre.
Exposición “Coincidencias”, junto con Claudio Gallina, en Zurbarán, en el mes de noviembre.
2012
Exposición individual en Zurbarán, Buenos Aires, septiembre - octubre.
2013
Exposición individual en el Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson, sep-tiembre - octubre.
40
Créditos
Exposición
Curaduría
Virginia Agote
Coordinación de producción
Berny Garay Pringles
Diseño de montaje
Virginia Agote
Berny Garay Pringles
Catálogo
Diseño Gráfico
Ana Giménez
Producción de Contenido
Virginia Agote
Eduardo Peñafort
Rafael Squirru
Créditos fotográficos
Ina Estévez
Impresión
Imprenta 2.0
Agradecimientos
Eduardo Peñafort, Ignacio Gutierrez Zaldívar, Analia Quevedo Mendoza, Escribanía Fagale, Del Bono Park Hotel.
41
42
Top Related