PERTENECE:
Claudia Luz Huanca Calcina
Dedicado a aquellas personas
que no viven en la realidad
I
el olor del azufre llenaba sus pulmones , el frio calaba cada uno
de sus débiles huesos , su cuerpo estaba destrozado no sentía
algunas partes de su adolorido cuerpo ,después de tanto
esfuerzo consiguió abrir sus ojos , pero no pudo observar nada
,todo estaba tan oscuro , no quería ver ese cielo , era horrible y
desastroso , volvió a cerrar otra vez sus ojos esperanzándose en
que cuando los abriera de nuevo , observaría algo muy diferente
quizás algo que no sea solo el dolor, pensaba mientras cerraba
sus ojos cayendo en los brazos de Morfeo.
Unas extrañas imágenes aparecieron en su sofocada mente,
unas caras hacían unas raras muecas, no sabía de quienes eran
esas caras pero tenía el presentimiento de que se trataba de
seres cercanos a su persona.
El amanecer estaba demasiado cerca , sus hermosos ojos se
abrieron con pesadez , la brisa apuñalaba su ser , comenzó a
retorcerse , el dolor volvió a apoderarse de su angustiado ser , el
dolor se sentía más agudo en ciertas partes de su cuerpo , trato
de empuñar sus manos pero no lo consiguió le dolían demasiado
como para poder cerrarlas , levanto sus manos para poder
observarlas y descubrir de donde provenía ese agudo malestar ,
comenzó a sentir que algo le caía en cara ,era una especie de
liquido , observo sus frígidas manos y tenia cortes en cada
mano, con mucho sufrimiento tarto de sentarse pero otro agudo
dolor le volvió a aparecer , tenía una herida profunda en la boca
del estomago , ,arranco una parte de su vestido y trato de que ya
no saliera más sangre de sus dmanos , luego se los envolvió en
mas tela para que o se notara que los tenia cortados.
Giro la mirada para poder contemplar en donde exactamente se
encontraba, era un callejón muy sucio y repugnante, tarto de
moverse pero solo mudo caminar unos cuantos pasos, ya que en
unos segundos perdió el equilibrio cayendo en el cemento duro y
frio, dándose un duro golpe en su frágil cuerpo.
Imágenes de dos personas aprecian en su mente, pero no sabía
de quienes se trataba solo sabía que esas imágenes no se
volverían a repetir.
Alguien movía su cuerpo ya casi sin vida lo único que logro
observar fueron unas manos tan tibias.
El amanecer llego, unos rayos solares tocaban su pálido rostro
un risa infantil la despertó, no sabía dónde se encontraba, pero
ya no estaba sobre aquel frígido cemento, el dolor de sus manos
era leve, así como también el dolor de la herida del estomago se
había esfumado.
- Veo que ya estas despierta – pregunto una jovial y dulce
voz proveniente de una joven que estaba sentada a su lado
- ¿disculpe , pero donde me encuentro?- pregunto a la
extraña mujer que la había recogido
- Estas en mi casa – respondió – si deseas te puedes quedar
hasta que te recuperes -
- Gracias por todo pero yo ya me tengo que retirar –
pronuncio interrumpiéndola
- ¿adónde iras ?- pregunto la dama
- No lo sé , pero yo no quiero causarle incomodidad a usted
y a su familia- pronuncio , percatándose que la dama había
agachado la cabeza obteniendo una mirada triste
- Mi familia murió, hace mucho tiempo-pronuncio la dama
con un tono de voz muy cortante
- Entonces … ¿me puedo quedar un tiempo más?- pregunto
tratando de animar a la dama que la había ayudado
- Claro que si – respondió la dama cambiando de expresión
muy rápidamente – mi nombre es Mariana, ¿Cuál es el
tuyo?-pregunto
- No lo recuerdo-pronuncio desviando la mirada
- Bueno no importa , por lo pronto te he llamar Jennifer –
hablo la dama
- Es un nombre muy bonito- dijo la muchacha
II
Pasaron muchos días y Mariana no dejaba que Jennifer saliera
de esa habitación, aun no te has recuperado para que vas a salir
de repente empeoras, decía Mariana, esas excusas tan tontas
estaban siendo escuchadas muchas veces.
Mariana siempre salía una hora o dos no lo sabía exactamente,
pero ese día lograría averiguar porque Mariana la retenía
El amanecer llego, cayéndole unos cuantos rayos de sol los
cuales atravesaban esa minúscula ventana, solo sentía el olor de
las flores que estaban en el jarrón que se encontraba en su mesa
de noche ,el lugar era pequeño pero acogedor, pero no
aguantaba más estar encerrada, por lo que planeo escapar de
ese minúsculo cuarto.
Mariana se dirigía al cuarto de Jennifer con tal elegancia con la
de un cisne, comenzó a abrir la puerta sigilosamente, se acerco a
la pequeña cama de Jennifer, le toco la cabeza, y se retiro de la
pieza; ante tal acto Jennifer se cuestiono por que lo había hecho
le quiso preguntar pero no pudo ya que Mariana ya se había
retirado.
Mariana cerró la puerta, y el golpe de esta al cerrar produjo un
sonido tan estruendoso el cual se escucho en toda la casa,
Jennifer al escuchar tal ruido se levanto rápidamente de la cama,
se puso su calzado rápidamente .
Comenzó a abrir la puerta con cuidado, salió sigilosamente de la
pieza y comenzó a caminar a través de los pasillos, cada vez que
pasa uno trataba de recordarlo para no perderse cuando
estuviera de regreso, pero se dio cuenta de algo todos los pasillo
tenían pinturas muy hermosas las cuales eran una serie, y mesas
en las cuales había unos hermosos floreros que tenían dos rosas
y un lirio.
Se detuvo en un gran ventanal, el cual era tan grande que a
través de él se podía observar el majestuoso paisaje, pero aun
no tenía conocimiento alguno en donde exactamente se
encontraba, sus ojos solo divisaban un enorme jardín, y un poco
más allá una gran alameda la cual no se sabía cuál era su fin,
mas allá en el horizonte se divisaba unas enormes montanas que
no dejaban ver muy bien el cielo en aquella parte.
Comenzó a caminar con lentitud, giro la vista y observo una gran
puerta, le llamo tanto la atención que no se percato que ya
estaba delante de ella.
Abrió la puerta muy despacio, ya que esta pesaba mucho y por lo
tanto era muy difícil de empujar, cuando termino de abrirla, se
quedo anonadada ante tal lugar; observo un gran escritorio
delante de ella seguido por una silla con un tallado tan hermoso
que parecía la obra de un gran carpintero, pero le parecía
demasiado antiguo como para la señorita Mariana, pero luego
pensó que podía ser una herencia.
Se dirigió hacia el gran librero y alzo un libro, observo la fecha de
redacción y se trataba de un libro de hace una década.
Pero una especie de cuadernillo le llamo la atención, ella se
acerco a observar con mayor detenimiento, trato de sacarlo pero
no pudo estaba demasiado aprisionado con otros libros, forzó
tanto que muchos libros salieron volando ,los recogió todos pero
había un libro que era un tanto extraño ,este parecía un tanto
viejo, lo levanto y lo comenzó a hojear pero no encontró nada ,
así que como le llamo la atención , se lo llevo consigo para
poder usarlo como una especie de diario .
Un ruido perturbo las ideas que tenía en la cabeza las cuales las
iba a poner en tal diario cosas , como su llegada a ese lugar , la
señorita Mariana , y hecho de que la mantuviera encerrada ;
comenzó a escuchar que alguien arrastraba cosas en el segundo
piso de la casa , pero ella tenía conocimiento de que estaba sola,
los ruidos comenzaron a hacerse más fuertes y más frecuentes
se comenzó a asustar pero otro asustar
-¿Qué haces en este lugar?- indago Mariana; Jennifer se quedo
muda , no se percato que ella ya había llegado y no supo que
decir – lárgate y ve a tu habitación – grito, Jennifer se quedo
anonadada por tal comportamiento de Mariana pero no dudo en
salir de aquel lugar y dirigirse al pequeño cuarto que le habían
dado.
Jennifer corría atreves de todos los pasillos por los cuales ya
había pasado antes.
Llego a su cuarto y oculto el pequeño diario debajo de sus
sabanas ella se echo encima y comenzó a abrir el libro que le
habían dejado para leer.
En eso entra Mariana, le regalo una sonrisa, y le dio el pequeño
diario
-te lo puedes quedar, pero no volverás a salir de este lugar-
cuando se estaba retirando Jennifer la detuvo
- Disculpa que te pregunte pero ¿Por qué me cuidas?-le
cuestiono
- Ese no importa – le respondió la señorita Mariana –si no
tienes otra pregunta me retiro- dijo saliendo de la pieza de
Jennifer
Cuando Mariana se fue Jennifer levanto el pequeño diario
comenzando a contemplarlo y comenzó a abrirlos
III
Unos enormes orbes pardos comenzaron a abrirse, se retorció
bajos las sabanas, como si se tratasen de cadenas que no la
dejaban marcharse.
La puerta comenzó a abrirse y ella quería seguir dentro de esas
sabanas una mujer mayor le ordeno que saliera de la cama,
pero la muchacha no quería retirarse ya que sabía que al día
siguiente se mudarían a otro lugar, un lugar el cual ella no tenía
conocimiento alguno donde quedaba ni como era, solo sabía que
ella se quedaría un buen tiempo, ya que recién habían comprado
ese lugar tan extraño.
Se levanto con pesadez y comenzó a vestirse, ella comenzó a
alistar sus cosas para mudarse, guardaba con tanta tristeza sus
muñecas, y su ropa, con si se estuviera apartando de un ser muy
querido por ella.
El atardecer ya se
estaba posando
sobre el lugar y el
ambiente se estaba
poniendo tan cálido,
se recostó en su
cama para poder
disfrutar ese atardecer una vez más, comenzó a recordar todo lo
que paso en ese lugar desde su nacimiento, sus cumpleaños,
sus aventuras , y juegos que realizaba sola.
De repente comenzó a sentir como muchas gotas salían de sus
ojos, sus lagrimas recorrían toda su cara, dejándole marcas ,
cerro los orbes y se quedo profundamente dormida pensando
que ese día nunca se acabaría .
no se percato que ya se había hecho de día , estaba tan sola
que solo pensaba en sus padres , ella recordaba los buenos
momentos que había pasado con ellos ; cuando cerraba los ojos
y trataba de recordar sus caras ella se ponía demasiado triste , le
hacían recordar ese accidente en el cual ellos perecieron
dejándola sola al cuidado de su nana .
Un ruido molestoso provenía desde el otro lado de la puerta la
estaban tocando, era su nana , llamándola para que se presente
en la sala, pero la pesadez de sus ojos no la dejaban , comenzó
a vestirse y limpiándose la cara , para que su nana no se
percate de que ella había llorado , pero fue todo lo contrario su
nana la había escuchado sollozar
Cuando bajo observo cómo se estaban llevándose sus cosas y
las cosas de la casa , le dijeron que suba al carro para que
puedan marcharse , su nana se sentía muy triste por ella , pero
su cara no parecía decir eso, bueno ya era hora que se
marcharan de ese lugar tan hermoso.
Su travesía comenzó, diviso muchos paisajes, tantas plantas ,
árboles, así como también el sol estaba ya estaba cerca del
ocaso.
- Ya llegamos – aviso su nana
La melancolía de Fiorella regreso ya que pensó que ese lugar no
era iba ser lo mismo que el antiguo, pero algo interrumpió sus
pensamientos , observo el lugar y era una enorme casa de dos
pisos, tenía un hermoso jardín en la parte de adelante, pero algo
le decía que había algo extraño en ese lugar .
Comenzaron a entrar todas las cosas al nuevo aposento en
donde vivirían de ahora en adelante.
Fiorella entro mirando hacia varios lados como haciendo un
reconocimiento del lugar en donde comenzarían a vivir.
Los de la mudanza comenzaron a bajar las cosas y estaban
subiendo varias cosas a la parte de arriba, arrastraban tantas
cajas, su nana estaba renegando por tal acción que hacían los
de la mudanza ya que no sabían tratar las cosas valiosas.
De pronto Fiorella escucho unos pasos que la hicieron asustarse,
pero luego se le vino la idea que la dueña de aquellos pasos
podrían ser de su nana o de alguien de la mudanza.
Su nana le ordeno que vaya a buscar su nuevo cuarto y que
tenia opción a escoger cualquier cuarto que a Fiorella le gustase.
Ella comenzó a recorrer todos los pasillos abriendo puerta tras
puerta observando las antigüedades que se encontraban en cada
habitación, las majestuosas pinturas y muebles que se hallaban
en todas partes.
Pero nada de eso le importaba hasta que abrió una última puerta
en la cual había una cama muy bonita la cual le llamo la
atención.
Ella se acomodo encima de la cama pero sintió un objeto que le
incomodaba en la espalda, metió la mano debajo de las sabanas
y encontró un diario, le pareció muy interesante y se propuso
continuar el diario con la vida de ella.
IV
Jennifer observo cómo el diario se levantaba y comenzaban a
pasarse las hojas, dio un pequeño grito y se tapo la boca.
Fiorella al escuchar este sonido tan escandaloso soltó el diario
dejándolo caer sobre la cama.
Jennifer quedo anonadada levanto el diario y comenzó a escribir.
Hoy observe algo muy extraño, observe como te
levantaste observe como si alguien te estuviese
levantando y luego tus paginas comenzaron a pasar,
fue algo tan raro, que me quede tan asustada ----
Fiorella observo como la pluma estaba escribiendo sola, y
comenzó a leer lo que decía entonces ella comenzó también a
escribir
Hoy encontré un diario entre las sabanas de esta
habitación, me llamo tanto la atención que comencé a
revisarlo y escuche un pequeño grito, y lo deje caer.
Jennifer comenzó a asustarse y leyó esa parte que la pluma
escribió.
¿Quién eres?
¿Tu quien eres?
Mi nombre es Jennifer, ¿Cuál es tu nombre?
Mi nombre es Fiorella
¿Qué eres exactamente?
Un ser humano, ¿y tú?
Yo también soy un ser humano
Entonces ¿Por qué no te puedo ver?
No lo se
Jennifer no entendía creía que se trataba de un espectro algo
como un fantasma por lo que puso el diario tétrico bajo las
sabanas otra ves
Se recostó en la cama y tratando de dormir pero no consiguió
conciliar el sueño porque aun no sabía que era exactamente
Fiorella
Fiorella observo cómo el diario fue otra vez colocado bajo las
sabanas, estaba tan anonadada que se perdió en su mente,
pero un ruido la hizo regresar a la realidad, era una voz conocida,
era su nana la estaba llamado, Fiorella hizo caso y se retiro de la
pieza buscando a su nana
V
Jennifer observo que la puerta se abría , entonces ella salió ,
escuchaba muchos ruidos , se llevo el diario con ella y fue a la
parte de abajo observo a muchas personas pero parecía que
estas no la podían observar.
Una señora de una avanzada edad, la saco de sus pensamientos
-¿Quiénes son ustedes?-grito Jennifer - ¿Por qué no me miran?
¿Por qué no me hacen caso?-decía mientras comenzaba a soltar
algunas lagrimas
- ¿Quién eres? –grito la anciana interrumpiendo a Jennifer
Jennifer se asusto ante tal expresión y dejo caer el diario.
Fiorella observo esto y se dirigió hacia él y lo recogió con calma,
lo limpio ya que se había ensuciado en la caída, lo coloco en la
mesa y lo abrió en la página donde estaba la conversación con
Jennifer.
Jennifer se asusto ya que no comprendía porque esas personas
se encontraban ahí y no la veían.
La anciana era un tanto extraña no sabía porque pero parecía
que ella si podía escucharla.
-hay dos jóvenes muy hermosas-dijo la mujer-las dos murieron el
mismo día
Jennifer alzo la pluma y comenzó a escribir
Yo no estoy muerta
Todos los presentes se dieron cuenta y se quedaron anonadados
Fiorella comenzó a escribir temblando.
Tu si estas muerta, ya es hora que tengas que
aceptarlo, no puedes retroceder el tiempo
No es cierto, ustedes los intrusos tienen la culpa, sin
ustedes yo no……
Fue en ese momento que se dio cuenta de algo, no se dio cuenta
que siempre estaba ante sus ya muertos ojos.
- ¿Qué? ¿Mariana, porque no estás asustada o enojada?
Ella está diciendo que estamos muertas -cuestiono Jennifer
- yo ya lo sabía -respondió con mucha tranquilidad-que no te
acuerdas de mí- exclamo soltando una carcajada
Jennifer comenzó a recordar todo ,su muerte y quien había
sido su asesina-eras tú -señalo a Mariana – yo sabía que te
conocía de alguna parte ¿pero? ¿porque me asesinaste? –
pregunto
- Tú eras un obstáculo en toda mi vida, y tú me querías
quitar mi casa– grito Mariana- no fue fácil matarte , huiste ,
pero te logre encontrar- dijo esto mientras caminaba de
lado a lado –pero algo no salió bien , tu seguías viva y con
un descuido mío caí en la pista y me atropellaron , porque
,crees que podemos hablar o vernos –exclamo- esta es mi
casa márchense todos - Mariana comenzó a volverse
frenética.
Fiorella y su familia salieron de ese lugar corriendo Jennifer no
pudo hacer nada, observo como Mariana destrozaba las cosas
de las actuales dueñas, todo quedo solo desastre y suciedad,
Jennifer no podía hacer nada lo único que podía hacer era
quedarse en ese lugar con Mariana.
Fiorella y su familia de fueron en dirección desconocida, no
sabían a dónde dirigirse porque no tenía un hogar o algún lugar
al cual regresar.
-esta es mi casa y nadie me moverá de este lugar-exclamaron
finalmente cal unísono Jennifer y Mariana, mientras se
apoyaban en la ventana
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