Download - Memorias Religiosas

Transcript

Memorias ReligiosasIn nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. Amn. No muchas veces las historias nos relatan el terror si no que noscuentan como la locura penetra dentro de nosotros y nos hacen perecer.Algunas veces demaneras extraas yrealmenteextraordinarias. Yonunca fui muy apegado a la religin, aunque eso no me excusaa de ir alaiglesiaohaceroracin, todoestodeidoaqueenmi familiaerancatlicosaultran!a" mesent#aexcluido, comoichoraroypor ellopasaa mucho tiempo solo.$entrodeesasoledadyoimaginaamuchoysoaaconlospara%es m&s recnditos y totalmente llenos de oscuridad. Mipensamiento era muy grande pero, en camio mis familiares memiraan con indiferencia, con extrae!a y si se puede decir con horror. Yaenmisaosmo!oslograayosepararmedemi extenuantefamiliay me lirase desu religinquemeaurr#a,aveces mehac#asentir cierto temor y un poco de repudio. 'na ve!, ()sta detonante demis miedos* en mi infancia me la pasaa muy a menudo %ugando portoda la casa, slo vagaa por los distintos cuartos en los tres pisos de lamansinenlaqueviv#ayund#aquedeencerradoenuncuartodeltercer piso. +as luces estaanapagadas, todoeraoscuridadymesent#amuyagustodehecho. ,omenc-arecorrer el cuarto, tocaaalgunas cosas y sent#a raro como si fueran estatuas.Ah# me quede, pasaron horas y horas. .asta que al escuchar losgritos de mis padres conteste, me arieron y encendieron la lu!. Al haceresto vi todo el cuarto lleno de art#culos religiosos, cruci/%os, im&genes dev#rgenes, santos, cristos sangrantes y lloraan sangre. 0ami-n el cuartoestaa repleto de eso y tem# entonces y me sent#a a morir. No lo ia alograr, /nalmente me desmaye.Al despertar de mi letargo me encontraa ya en mi cuarto con misim&genesescarosasymacarasquemehicieronrecorar el color.Aquella ve!, esa escena de los cristos sangrantes fue la que provoc,que al momento de entrar en una iglesia vomitara y enfermara. 1ero mihistorianosetratademi terrileinfanciasi nodelavirtuddemi%uventud cerca de mi adulte!, as# que les relato2'n d#a no recuerdo cual, en la posada3hotel en la que meencontraa viviendo. 4cupaa la haitacin doscientos, era algo grandey me agradaa el sitio, del llamado hotel 5+a posada del demonio6. 'nnomre horrendo dir&n ustedes pero deido a este me agrado, lo 7nicomalodel sitioera queha#a unaiglesiaenla esquina,alfondo delacalle. $eidoami terroreraincapa!dellegarhastaall&sinquemimemoria tra%era esos horrorosos y terriles recuerdos a m#.Aquellamonstruosidadten#aunestilomarcado, entregticoymedieval. )so me aterraa. )ntrada la noche a veces se escuchaa elresonar de las campanas, no les hac#a mucho caso, pero una noche. )nla cual el cielo vest#a de gala y suave como el terciopelo. Aquel terrilerepiqueo se escuchaa tanto que sent#a que se met#a hasta los huesos,comosi penetraraencada/radem# ser ycomoagu%ascalientesentrando por mis o#dos.)ntonceslevant&ndomefui alaestanciaypreguntequ-estaapasando. 1ero la respuesta fue ignorancia de parte del encargado,deido a que nadie sa#a que estaa ocurriendo, desesperado yasustado por ese maldito repiqueo. Me decid# a salir por un ataque devalent#a, pormi condicinnomecre# capa!dehacerlo, al acercarmecomenc-asentirn&useasylaenfermedadseapoderaadem#. Mishuesos se sent#an a estallar, pero quer#a acaar con el maldito repiqueode las horrendas campanas de aquel in/erno llamado iglesia.Yanoaguantaam&smesent#aamorirynosa#aquehacer.Miraaalas personas consus o%os totalmentenegros, parec#aqueten#an las cuencas vac#as" sus ocas re#an y soltaan espumara%os. Nopod#a soportarlo, corr# a detener las endemoniadas campanas quesegu#an repicando en mis o#dos, y su# hasta el punto m&s alto donde seencontraan. Ah# estaa un rostro, url&ndose de m#, me miraa directoa los o%os" me hice hacia atr&s y ya no sent#a nada..a#a ca#do dentro de la catedral, en mis 7ltimos momentos lo vi,el mismo rostro que me ha#a atormentado arria era el mismo de unodelosmalditoscruci/%osdemi infanciaysere#aysangraayha#acumplido su o%etivo... matarme.