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La crisis De Dir estor,wna ytosibihlad be ay)anz6r en [auniyevsibad.
Situ,ftci oyl lJ vriu ey sit Gy i aDesde su asunción, Kirchner ha dado muestras
de cuál es su políticapara la educación universitaria. Lasacciones del gobierno no han marcado otro camino que elde la profundización de las políticas impulsadas pororganismos internacionales tales como el FMI y el BM.Los lineamientos principales impulsados por el gobiernocon respecto a la Educación Superior siguen losprincipios propuestos por la política universitarianeoliberal de los años noventa. La conocida Ley deEducación Superior (LES), que en tiempos menemistasse había propuesto el objetivo de privatizar y elitizar laeducación pública universitaria, continúa intentando'.aplicarse: unas veces de forma solapada y otras dernanera evidente.
De modo que tras la devaluación de la moneda acomienzos del año 2002, a la situación de ahogopresupuestario (30 mil docentes universitarios trabajangratis en la Argentina) se suma la puesta en marcha depolíticas que no vienen más que a continuar con laofensiva sobre una educación universitaria que es aún deexcelencia, publ ica y gratuita.
Así observamos como desde el EjecutivoNacional se dio inyección a la Comisión Nacional deEvaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) y ala nueva Comisión Interuniversitaria Nacional (CIN),organismos que negando la autonornía universitaria y elco-gobierno se proponen adaptar los Programas cleEstudio y las Carreras a las necesidades de un puñado deempresas. Persiguiendo este objetivo se realizó en agostode 2A04 una importante reunión in4rulsacla por laSecretaría de Políticas Universitarias (SPU) delMinisterio de Educación, dirigida desde enero de 2002por el radical Juan Carlos Pugliese, y el ConsejoInteruniversitario Nacional (ClN). En esta opoftunidadacordaron un Plan'para la Universidad que nada tiene <le
novedoso para nosotros: retomar lentamente el caminocle fa I-ES de la mano de la denominada Re./brtnaPugliese. Y como si para muestra no alcanzara un botónse ha vuelto a la carga con el fantasma del cupo, el aranceldirecto y no cesan en su intento de acortar Carreras con elfin de quitar contenidos de los Programas básicos paratrasladarlos postgrados amncelados.
Pero hacia finales del año pasado quedédemostrada la capacidad y el alcance de nuestra lucha. Enla Universidad clel Co¡nahue (provincias de Neuc¡uen yRío Negro) se dio un proceso de movilizaciónimportantísimo que tllvo, por sus métodos deorganización democráticos, características muyparecidas a los conflictos del '950'99 y 2001. A la torna de
facultades por más de un mes con barricadas, fogones ygu.1-di1s permanentes_ se sumó ia movilización ensolidaridad de trabajadores.yt"ro.upuJos que no sólofrenaron este nuevo lnle¡to ,i"tun"ní*rv aplicación dela LES sino que dejó.rerdad".á, l"rCoil;;;;l;organización y unificación de quienes-nos oponemos alas políticas de un gobierno qu. p"*unentemente seentrega y somete a ros mandatoi de ros organismosinternacionales de las potencia, i*p.rlutirtas. [.t¡chas
:^o1o :rtn.que hoy impulsan estudiantes y docentcs derooo et pats marcan utr friunfo categórico y señalan laenormedificultad con la que este gobi-erno se encuentra ala hora de avanzaL.:gl..ru, ptuñ., p.jütUu¿o,i, ñ;sobre la Universidad pública y GratuitlÁrgentina.
.. Hoy en la Carrera dé Historia nos encontramosfiente a una siruación particular. o" lu *uno ;;;;;"..,,kque comenzó en la Junta departamental, .rt"¡¡;"tJ;docentes nos veruos frente a la poslUiiiuáá de avanzar enconcretar algunas de nu"stra, reivindicacioneshistóricas. Por sobretodo, tenemos po. J*iunt, ao¡nenzara transitar el camino de la democ.uti"u.iOn. O"rpuá, O"yuch-o tiempo de lucha aparecen lu, ""n¿i"io;;il;i mpu lsar la democratizaci én en
"t pli"á" i a" o Ió gic o,' iaÁ
la apertura de cáteclras paralela*s, y dn","¿, importuni" enel plano político, de la mano Oe gárla.prot*gonismo en latoma de decisiones al interior d'e la óarrera. Se trata deromper con la iógica elitizante y tle claustros que nospropone la Junta Departamenial como instancia degobierno, y avanzando ón ese canrino r" lÁpr"ran a orearmejores condiciones para hacer ,;rli;;;-"i#translormaciones que hasia hoy sólo se presentabancomo cuestionamientos a lo existente, entre ellas: larefor¡nadel Plan de Estudios; un nu"no irlan que no solose oponga al que propone la LES sino que bonternplenuestras necesidades sociales.
Es en este sentido que entendemos que clebemosprofundizar la senda iniciadapor luAuu*tl"u Gene¡"al cle[-listoria y por la confluencia del movi¡niento estudiantily docente que hoy, tanto en nuestra carrera com' er restocle las universidades, peleamos por mantener loconquistado y avanzar en la construcción de unaUniversidad y una Carera que-no sea ajena a la realidad ylas neeesidades de nuestro país. -Ieneiros
la posibilidaáde establecer mejores con,ii.ion"s para resistir y crearalternativas a las políticas privatiza<toras y elitistas delgoolerno: avancemos en elcanrino de ladernocratizacióny la uniclad de los luchadores.
sobv e [a J wnla DeYt avt'avnevft a[,La Junta Departamental de Historia flD) es la instancia
lrarticular ó gobi.roo en nuestra Cauera' Cotno ór¡¡auo de
gobierrro se h cánsidera consultiva' Esto quiere decir que reptesenta-ua
instancia de toma de decisiones. Entre sus atribuciofres se
cuentan: elevar al CD pediclos de.rentas (sueldo de los dncentes)'
aprobación de progtamas tle materias, designacién de la planta
dtcente de las cáiedás, pedidos de efectivización de concursos' etc'
La JD está cánpuest¿ por 3 representautes del claustto
eshdiantil ,íreptesentantes clel cónsideradr¡ claustro úe gt'adwdos y
por 4 tepresentantes del clausao deptufesotus'
til presupuesto implícito át la tt"tttionatla división de los
represetltalr;", políti.o. "rr'ro. ,.tp"ttivos claustros y su desigual
pJopor.iórt es que tal desigualclad se fundarnenta en la idea de que'^qrr'"ttot que más han engrósad c> su Csrnailum a lo largo cle los años
dáLr.n ..il.rt más indicados para resolver los asuntos qu€ cclmpetcn
a las Cafferas. ¿Quién rn .io, p,," decitlir sobre las características'del
Plan de Eut r.lio., por eiemplo, que un distinguido Doctor en
I listoria?, expr".orl qn i.n"t ¿cuetdan cou esta idea'
Así-pues, én esto consisle el denominaclo co-gobierno
urriversitatio: un puñaclo de profesores deciden por sobre h -gY"
mayoría de sus pares y d.los estudiantes ef pr'esente y el futuro de las
C"rr.r^r. N,, ,,rrpr.ri.le entonces que estos prrvilegios estaurentales-'
en clefinitiva, ,.rlllt.r, útiles para ll ltiene'¡tar de unos pocos' A5í se
clefe.<1ía l,uis Alberto Rorr'r".t' ".o tne puedo i'ragiuar un Flospital
en el que los enfermos voten"' Iteto podríarnos seguir con las
analogías y tlecir que tlo imaginamos un ejército en el qtre voten l<¡s
soklaüos y no los^Generales, no imaginamos una familia en la que
.t..i¿"n lo, Iti¡o, y txr los paclres y tari.t¡r<tc.imaginarnos u'a lglesia
en la que decidan los feligreses yno los sacetclt.¡tes'
Sin crnbargo,'ia ptegunta que tlo preteu<Ieit responder
quienes sosúenen lil"Sititto"-tn actt'al d.ivisión en claustros y la
á.*ig.,nl ,.pr"."nr^.ió,i"r, l^. i'sta*cias del co-gobierno es.dc c¡ué
.urá;rctrol h, clecisiones que tolnan los represe0tantes cle los tres
claustros.l''l realidad las decisiones que toman los representantes son
políticris. En pdncipio, coo la exislencia del derecho ala libeúad de
i'áto,irn rirrguti profÉroi, aún sienrlo un gran erutlitq podda ve.tar fa
¡losibiüclaJ.l. qr. otr. ¿esarrollafa eft su rnateria una cleteruúnada
iemática cle esiudio. Esto es, ninguna Petsona podría actuar de
celrsor del programa de una matetia, aíur si esta Petsoua no
.or,.ordar^ cort iti,rg,.no d. los co^terúdos de la 'rislna'
Pot ta't'' en
este nivel, "l
..r,lo.Irti. ttto 'Jel pturtsor c. clete.nitradas caurl¡os de
estucüo no s. po,lría poner erl ji'"go ett las disctlsiones en laJD y el
CD.Penr resulta que para lograr el obietivo de imposibilinr la
apariciótr de rnaterias' y .orrt ,ti.lot alternativos, un grupito rle
p'rof.ror"* rle nuestra óurrr ,los denomina¿os "modcrnos"' se lra
ialirlo igualnre're de esras 6ermmientas p.lític'-Lrsútuciouates.lin lugar de recurrir al veto cle una detctmiuada ¡nateria y dc
sus contenidos-parúculares !1¿¡1 stilizado el artilugio de iustaurat uu
Plan de E stuclio.s propio <lescle laJD y el CI)' Básicamcnte, completar
con éxito el Plan tle Ilstuclir¡s resulta utr¿ instancia incluclible para que
el futuro historiador sea reconocido por la -¿\cadcruia' Pero cl tan
grentad<-¡ Pla¡ se evitleucia basta¡te arbitrario. -fan
es,asi,q¡re. cn-.lo
referent'ealntrestro,elnrismísimo'I,uliol-Ialperinl)onglrinosertreviír a igrxrrar la ausencia cle ilvesúgación, la ineristencia <]cl
arubo¡,, .oí [uent.s, las cáte¿ras útricas, su rigidez y la ausencir de
áreas.de investigación' ¡Un par de problernasi
Esto es porque en reaüdad al observar lasfakncias delPlan
de Estu{ios, asistirnr¡s a la ce¡sura de krs co¡tetúdos de materias e¡una instancia anterior. No se permiten cátedras paralelas o
alternativas simplernente porque el Plan de Estudios no las
corrternpla. No- se pueden desarrollar r¡.r4terias que,.aPorteu
metodologías de la irrvestigación porque el Flao de E'studios no lcr
permite. Ño podemos especializarnos eo una determinada an19'ilvestigacióq porque e nuestfcl Plan de Estudios uo le interesa. Al fitr
y at cabo esteha resultado un bonito recr¡rFo delos "modemos" pata
desechar ca¡tidades de estuüos y temáticas lüstóricas, clato está, sin
decir que los están Prohibiendo-Pero laJD y el CI) no sólo ha servido alos "tnodernos"para
irrstaurar w Plan de Estudios. Aprovechando la desigualdad de
representació+.,gq laJD y el CD tatnbién se han dedicado a creat y
aBloyegh*r grst¡ncias para evitar perder el monopolio del
cónocimi..{nto histó¡so.¿De qué manera? Por ejemplq una de ellas
ha sitlo Ia falta de presupuesto. En la JD y el CD estc grupo de
profesores utili2an la excusa de la falta de ptesupuesto, para rcpartirior r""utrot parabinvestigación y para el dictado de las m¿terias a
discrcción. No por casuali{ad los beneficiarios son siempre los
rnismos y, eo gJ mejot de:!o,¡ 'casos, 'los "nod¿nns" utilizan esta
lamentable realielad para cercellar el derecho zln libertad de aitedru,y
en el peor de los casos, terminan de sellar otro tiqc.. de ne¿odoJ con sus
beneficiarios que nada atairc¡r a los couterúdos de esos estudic¡s.
Al clesechar obietivamente el derecho ala libertarl de c¿itedra
se colcrcarr por encima de totlo y de todos, diciendo: "en filsoht¡l .r(
acaln laLli¡loria". Nada que este gtupito no c¡uiera puede converti¡se
en I'Iistoria. Pcro en definitiva lo que estamos diciendo es que existe
poco en elconocimiento que este grupode profesores Posee acercá
de la llistoria que explique Lr realidad de nuestra Carter¿. Vale
rec<rrclar tlue lo s "mnr:lerfio¡" son un grupo ¡rolílicamente homogéneo
pcro lúst<lriográfrcarncntc bastante hetelogénco. Pero al rnisrno
tiempo la realidad de nuestra Carrera sí se explica bastante por el
irrterés que poseen esos pocos en Preservar sv [tatilry el rnonopoliodel conocimicnto lüstóricc¡, para lo cual laJD y el CD han siclo una
dc sus hertarnientas fundatnentales.:Queda.dernostraclo que lro¡ en día en la JD se avasalla,
producto ineludible de la división eu clausttos, el derechcr
iundamental de libeñad de cátedra. Pero eu la meücla en que flosot1-os
confiatnos en que laJD y el CD pucden tomar decisiones que atañcrÍ
a la ptoclucción de conocirnientos y al dictado de materias, pero nc
del.ren entrt¡rneterse eu form4_$irecta en el terreno del couocirnierlto
rnisrno,. cg.!.lfia.{}ros en,:gge.ila,4cpal esltuctur¿ estamental de
gobierno no tietre razón de ser y por tanto debe desaparecer. Pero
aquí aparece nuestra gran diferencia política. Nosotros aPost¿firos *una C-.4rre¡a plual y flcxible que contenga los rnás diversos
contcnidos y la posibilidad de sustentarlos a través de la lucha pornrny'of presupucsto.
Con estas breves líneas hemos querido detnostrar el
carácter elitista, autidernocrático y esta.tnenial del actual sisterna de
co-g<rbierno univcrsitario y señalar la falacia de los argunrentos de
aquellos que lo defiencleu, los cuales no por casualidatl soll sus
piincipales beneficiarios. FIoyla Crisis de Dinctorde laJD de I listoria
.,t¡rp1lo¡¡e frg¡tc.alaPo.sibilidad dc ¿vlnzat en la de¡nocratización de
esta instancia de gobierno. Ya que comprendemos todo lo que
denx¡cratizar la JD irnpüca respecto a la creaciíru de uua I listoriadistinta, ahora, nn podemos detenernos-
Nuestr a rision y vtue'stv as f)¡,t0'puest';6s
El anáüsis crítico dela Cri¡i¡ de Dirutor de nuesta caffeta nÓs'
permite comptender los tesortes de poder que lá generaron ]¡) porio tanto, ¿tacarlos dándole una solución positiva al conflictr¡:
^vanza,t enla demotratiTadón de la¡ in¡f¿n¿ia¡ de¿oltierna de"la Fhmlta¿l
nmo prodacto de la cott¡olidatión de ana paúe de sa natridttndamintal: la
parii cipa d ó n es t u dia n ti l.
Catacteriz ación pollticaAl finalizat la últirna dictadura militar, la intelectualidad decidió
"Refundar la democracia en la Argentinatt,paralo cual levatrtó las
banderas <le la profesionaltzaciín acarlémtca' y la necesidad de
desvincular ¿ h Úniversidad respecto de la ptactica política' "fl'nlos '70 veníatnos a hacer política, hoy venimos a estudiar",
retumba el eco en el aula 250 donde se dicta I-Iistoria Arge ntina II,clonde las ptofesoras, de tanto en tanto, tecuerclan
tornánticamente su pasado juvenil y de militancia poltica. Pero la
objetividad ptoclamada no fue más que un gdto desesper:ado de
subjetividad política. Acaso en su afán pot tefundar una
democracia siu anclajes clasistas, entendiendo a la Universiclad
como una isla de no sé qué océano, se convittieron en
intelectuales del alfonsinismq rrutando al menemismo, logrando
su apogeo en la aliatrza y hoy mirando con ojos bizcos al
ki¡chnerisrno.Esta intelectuaüdad logtó motoñyar sa ohjetiuo teniendo el
monopolio delgobierno de laliautlfad, porque éste es la garantía de la
concerrtración de los Institutos de investigación, de' las
E<litoriales, de las cátedras írnicas de corte feudo-vasallático' <lel
teparto cle la tenta, de los Planes de Estudiq etc. Son ellos
.1.ti.n.s manejaron y maneian nueslra Catreta cónlodametlte
desde hace años.
Peto el stalus qao de los '90 no pudo mantenerse por
siempre. Ante la avanzada ptivatizadora y paupetizadora de la
Universidad pública, la tespuesta fue una cadavez fi)enos tímida
ampüación áe h participación del movimiento estudiantil;
llegan<lo el 2001 y el Argentinalo, dejándonos la expetiencia de
Sociología de la Facultad "de Sociales de la UilA y el golpe de
gtacia aFtanja Momda en muchos de los centrrrs cle llstudiantes
áe b Universidad y de la conducciótr de la FUBA. Este avance de
los sectores de oposición tuvo también su correlato en docentes y
gracluaclos que debían conducit en unidad con los estudiantes el
gobierno de la FacultadEn la Junta Depattamental de Ilistoria las corrietrtes
críticas se impusieron en las elecciones de 2002, obtenicnclo la
mayoría pa Mariátegui-Milcíades Peña) y la minod¿ estudiantil
GyIt); la mayoría en gtaduados (Bloque Histórico) y la tünodaen docentes Q.a Cornuna). Desde estaJD se pusieron en tratchavarias reivinclicaciones congeladas como completai' la
efcctivización del Plan de Estudios, la cátcdra paralela de lamatetia más poblada de la F'acultad, rnayor oferta de seminatios"'
peto las grieias que observamos están en relación a la tlecesidacl
de partiiipación comptometida cle los estudiantes, Puuto lro
activo durante el inicio de este ptoceso-
,\ fines del año pasado cambió la c<¡rrelación de fuerzas
al interior de laJD de llistotia: si bien en estudiantes sigue tantoen la mayoría (ItyR-PO) como en la minoria (La Matiátegui)cortiente de oposiciótr en sentido amplio. Pero en graduadosobttrvieron Ia mayorta de la reptesentación bs intelectuales de lademomaday en docentes continuarou con su mayoría.
En consecuencia, los sectores monopólicos del pocletpolítico de la Facultad lograton obtener 5 representaciones en la
JD, obligando a la oposicién (RyIL-PO, La Mariátegui, LaCornuna y el l3loque I listórico) a mantenet la unidad para forztrun posible empate técnicq obligando así también a quien ftrera
el Dire ctor de la Carreta a desbalancear el resultado hacia uno de
los clos sectorcs. Ante la imposibilidacl de logtar un acuerdoenü'e Ia oposición, truchas vcces por rcncillas intestinas, se
vieron obligados pot la misma realidad a recurrir a la Asamblea,con difetentes iltereses y pcrspectivas de lo que sería l-idiar coula rnovilización del estudiantado.
Al iniciarse el año Ia Cri¡i¡ de I)it"ectar con su dobleodgen, utta faz tomerista y otra cle la op<,rsición, dejó unescenario abiertq donde la posibilidad de democratizat el poderde la Facultad, atando a la oposición a un prografira resuelto en
asarnbleas masivas por los estuüantes y docentes rnovilizaclos es
ya factible y muy deseable.
Nuestv 6s Pvaylwest asI)esde que surgió la Crisi¡ de l)irector y se lanzó el
p{oceso de clebate en la Asamblea General de Iüstoria y en los
cursos ha aparecido una disct¡sión dotninaute. Esta discusión se
nos ha presentado etr la fortna de: los que quicrcn rcto/uery \orq)e n0 quieten rcso/uer. Peto, ¿c1ué es lo que se quiere re.rrtlaer o
dcjarde rctobeñLa incapacidad que tiene laJD de solucionar su falta cle
funcionatniento a través de los nrecanismos hal¡ituales ha
clejado un relativo vacío tle poder en nuestr¿ Cartera qn. ,r.tigran rnayoría pretendernos ocupar por rneclio de instancias
dernocráticas de participación.F'.n gran rneclida el ffasfondo de la dicotornía planteada
(resalaer-no re.rahte) se expl,ica en la posibilidad que tenemos de
profundizar el proceso democrático de asambleas genetales, de
deb¿te etr kls cursos y conúsiclnes de trabajo y hacer efectivo su
podcr de <lccisión frente a la Crisi¡ de Dircúoren que se encucntra
sunú<la la JD Petq ¿cómo hacemos para que este pfocesocorrtinúe y se profundice? lin respuesta hemos escuchado: '¡lQne
gobierne la A¡amhlea Geneml! ¡I/anos par el awtogobierno!". Pero, ¿dequé matrera podernos hacer que gobierne la Asarnblea?
I'Ioy en día ñrnciona en l{istoria la masiva Asamblea
Geucral, donde debaúmos cliversas propuestas que atañen a
rillestro pfesente y futuro en la Cartera" Pero n¡ienttas nosotfosdebati¡nos en fotma abierta, pública y democrática los gruposmin<-,ritatios que aún mancjan los hilos de poder de clecisión en
nucstra Catreta buscan una solución propia a la Cñ¡i¡. 'f1l
"moderflr"Catt^r\zlha enviado una carta al Consei<; Superior tle
la Universidatl (CS) intentando hacer valer un recurso del
lfstatuto Univetsitatitt por el crtal se podría echar de sus cargos a
los cinco represcntantes de la JD que se rehúsan a dar quórum y
niegan la posiUilidaa de su funcionamiento- Peto, entonces, ¿hoy
gobi"tt o ia Asamblea en I-listoria? No' Sabernos quien comieuza
i g,rb"tn^r la Camera de Flistoria es el Consejo Ditectivo'
Qui.r.e, toman las decisiones y actuan en consecuencia acerca de
lci* a*p.cto, televantes cle h Óartera son l<'¡s representantes del
CD y uo la Asamblea General.Entonces, ¿de qué manera podetnos lograr que gobielg
la Asarnblea y se profon.li.e el proceso de del¡ate democrático? Yallí vuelven
^ "p*.."r el resoluiry el no resoluer, aho¡a err forma de:
¿sirve elegir a un Director en la Asanrblea Genetal o en una
instancia Jemocráúca para profun'lizar este proceso o no?
Quienes hoy añintan que tesolver la elección del
Director es t"rminar co¡r el ptoceso de debate demncrático y
erltregat el poder de decisión nueüamente a la JD señalau que
tlebcÁos esiablecer un autogobierno desde la Asamblea General
pero no dicen cómo debetnos hacedo ya que ho¡ aún con una
Asarnblea masit'a, no hemos corlftrrmado elautogobierno'
Quienes planteau <1ue elegir a un 'Director nos va A
pennitir piofundizar este próceso se pr'€sentall aFumaban hasta'hoy q.l" resolviéramo, y, y.. la Asamblea General quién sería el
p.á*i*" Ditectot cle' la Cartera. Ellos se apoyaban- tu. -1"
posibüdad cle romper con el tnecanisrno estametrt¿Ltle elección
de l)irect<-rt per., .llrri,laban que nuestro obietivo va más allá' E'sta
posición parte obfetiv"*"t i" de una visión que privilegia en la
4¿r¡t ,tt l)i,rrtrrla falta cle cantlidatos Par¿ ocupar el cargo y la
posibilidad dc colocar al propio. -
Por nuestro laJo señalamos que el obietivn debe "ser
reemplazatalamismísimaJDporunaitrstanciaderrrocráticadegcrbien o. Pero para alcanÁt tal obieúvo pattimos de la idea de
{ue h í,nica f.¡tma de que este ptoceso continúe es trazándonos
ob¡"tirr,r* tealizables' Nosotros, a cüferencia de las dos posturas
nrli.tior"r, consideramos que este proceso tiene dos niveles
interct>nectaclos. Uno es aclucl en el cual podemos colnetrzar a
teetnplazar a laJD como órgano-de gobierno de nuestra Camera
p"t ii*r""tius iemoctáticutlY tl segundo es aquel e1 ef .cr$' e.n
"r. .^*itto de reernplazc¡ tle la JD, tompernos coll la lógica de
elección estamentai y cerrarJa del Dircctor de la Catrefa'
reernplazánclnla por r.rn^ fot*^ de elección verdadetamerite
clernocrática Y directa'Nuestras Propuestas a la Asamblea gencral han marcado
descle la primem .rr"r'.." camino' Opinamos que la Elección
Directa áel Dircctot de la Carreta es uu rneclio y no un ftn en sí
mismo.I¿Iilecciónl)irectaenAsambleaGeneraltlel',Directorresulta uu meclio p¿ra enrpezar a crear l¿s cotrdiciones::p*ril
termi.at tlefituiti'i'aÁente con la estructura estamelrtal de taJD'
Pelt¡ esta posibilitlad no sc agota en la propia Iilección
I)ircct¿r sino en la posibilitlad que tenemos a ttavés de ella de crcar
reaseguros que rlos permitan ¡ontinuar rnovieudo
.l*-.riráti.^-át. los hilc¡s rlel podet' Estos reasegutos recultau
irrr¡rtes.in.lit les y deben '*p"t"Lt*t tanto el Progtama polftico
cle la Asamblea Gener"i, <:t'rno el tlel propio Director y la
Dirección colectiva queya hemos votado'
Ifutre los teaseguros que nosotros venimos impulsando
se encuentran: A) c¡uc la Asamblea General y stls demás
instancias de debate se apropien dc la posibiüdad de resolvcr
democráticamente ciett¿s temáticas de su interés' corl un
máximo de tiernpo estipulado, B) la revocabilidad en
asamlilea de todos los catgos de le dirección colectiva'
Que la Asaml¡lea General mandate a la dirección colectiva a
curnplit:con la convocatoday organización oficial y abieftade las tomadas de Discusión del'Plan de Estudios, las
estructufas catedráticas, la investigación y las forrnas
pollticas de la Carreta; la implementación del Plan de
,Lucha Por mayor presupuesto, la convocatotia a tres
Asarnbleas 'Generales con carácter rcsdlutivo en este
primer eño de 8u mandato, etc.
Pcro entre los reascguros rnás importantes con el cual
podeinos contar en el Ptograma de la Asamblea Gcneral y los
,-lrt ou,:frflra evitar que sc cercene rruestra participaciótl, es
.,ostableier é1,carácter transitotio de la ditección colectiva'Proponernos a laAsarnblea Gencralque marrdate a h di¡ección
colcctiva para el llamado, dcspués de seis tneses de su asunción,
a una Asamlilea Gcneral cuya única función sea resolver la
ccxrtinuidad o rro, la transfotmación o no de la estructura de la
direcc'ión coleefiva y sus representautes.ifambién, nuestra Propuesta abicrta y que ponernos
para enric¡uecer la discusión de los cursos y la Asarnblea
bene¡al .i qo. se contemple la conformáción de une
Comisión Di¡ectiva transitoria (corno forma de gobietnocolectivo) que debeda contener a los cinco representantesde clauttro de la oposición ya elegidos, a un Directot y utt
Secretario Acaelémico elegidos en fotma ditecta, todosicomo ca¡gos legales en la JD; y a cinco representantes'rnás surgitlos de la Asamblea y los cutsos' A' lr¡s cfectr-¡s de
su funcionrmiento proponemos que clesarrolle sus actividades
de 'forma púbüca cada dos setnatlas' en la cual todos los
r'spresentantes, incluso el Director, tcn¡¡an los misrnos
dcrechos y obligaciones, y donde el resultando de esta iilstancia
sea creat un mand¿to común a todos sus miembros y túu a
aquellos'sue participan de laiD. Flacernos esta prol>uesta de
que la Comisión Dircctiva transitoria y revocable sea cerrada
para e*'itar r{ue se convierta en un espacio de disputa de
opur"to. polítictls. Pero a la vez propotler¡los que s.e funciorie
ptt .,ttt*.nuo y que la instancia definitiva'y resolutiva cuando
iro e*ista tnl cousenso sea inevitablemente l¿ Asaml¡lca
General"Confiamos plenamente que a través de este
tnecatrism<¡ lograrcmos eftrpezar a hacer realidad la fuerza de
las Asamltleas "Generales y los cursos. Coufiamos que
,potlremos. encamiuarnos hacia la desaparición dc la JD como
iroy la conocctnos, y que nos,apropiemos del ejcrcicio, deinocrático del pocler en nuestra Carreta y en la Facultad. P<¡r
ello nuestm intención es que en la ptóxima AsambleaGenetal podanros terminat de defi nir el Programa pollticode laAsambleay la Dirección colectiva transitoria. Damos
.,unfl $etn8!l{r.para presentar a toda la C¿rrera ese l)rogratna y
conve¡car.a divetsos candidatos a sul¡<rtdinarse a ó1 y presentatse
una próxima Asamblea General cuyo obietivo sea r'<¡tar a los
rnietnbros de l¿ Comisión Directiva transitoda.
TSTÜT1 AAsauvúrea Gevlevu[ cefy[ rc/5
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