Muchas veces hemos invitado a nuestros alumnos a “pensarlo mejor” o a sentarse
en la “silla de pensar” para que piensen, sin embargo no hemos integrado en la
escuela el hecho de enseñar a pensar de forma organizada, sistemática y concreta.
Es cierto que son muchos los momentos en los que provocamos en nuestros
alumnos para que piensen, los propios contenidos curriculares lo hacen necesario
y en la mayoría de ocasiones se consigue el objetivo pero normalmente no
hacemos visible ese pensamiento.
Dar visibilidad al pensamiento supone hacer a los alumnos conscientes del hecho
de pensar, para ello debemos ofrecerles herramientas que les ayuden a identificar
el tipo de pensamiento que están utilizando y los pasos que siguen en cada uno de
ellos.
Lo que ocurre es que normalmente, centramos nuestra atención en lo pensado y
no reparamos en la acción de pensar. Al pensar efectuamos muchos procesos:
crear, decidir, juzgar, describir, predecir, sintetizar, deducir… etc. etc. etc…
Sin embargo, llevar a cabo estos procesos no es exactamente pensar. Estas son las
destrezas de pensamiento, pero, ejecutadas mecánica o aisladamente, no suponen
verdadero pensamiento.
Es necesaria una ejecución consciente de estos procesos para que puedan
considerarse pensar.
El Centro Nacional para la Enseñanza del Pensamiento (es decir: el National
Center for Teaching Thinking, NCTT) es una organización radicada en
Massachussets, en Estados Unidos, concebida y dirigida por Robert Swartz,
profesor emérito en la Universidad de Massachussets y filósofo de formación, que
cuenta con una contrastada trayectoria profesional en el ámbito de la pedagogía y
el estudio del aprendizaje.
Las destrezas que se persigue desarrollar en los estudiantes tienen que ver
fundamentalmente con el pensamiento crítico y creativo. Se trata de que los
estudiantes desarrollen hábitos de pensamiento que les sean útiles en su vida
diaria, a la vez que se hacen conscientes de sus propios procesos mentales.
Robert Swartz propone el término inglés infusion para nombrar la integración de
la enseñanza de habilidades de pensamiento en la enseñanza de los contenidos.
Tal integración está íntimamente ligada a la programación por competencias que
actualmente aborda el sistema educativo español, y el “teaching thinking” o
“enseñanza del pensamiento” y “para el pensamiento” es el paralelo de nuestro
“aprender a pensar”.
Pensar, implica ser creativo (generar ideas), ser crítico (saber analizar y evaluar
ideas), y hacer todo esto de manera rigurosa y atenta (pensar “cuidadosamente”).
Todo esto, además, son los pasos previos que posibilitan la toma de cualquier
decisión.
El pensamiento creativo y el crítico van de la mano, pues es necesario tener ideas
pero saber evaluar su “calidad”, y, en función de eso, tomar una decisión. La
mutua implicación de todos los procesos que configuran el pensamiento requiere
de un método de enseñanza de estas habilidades completo e integrador. La
infusión mejora los contenidos al involucrar a los alumnos en el pensamiento
profundo en el transcurso de su aprendizaje, a la vez que mejora su calidad de
vida al incorporarse las habilidades de pensamiento a su vida cotidiana.
¿Cómo ayudar a nuestros alumnos a pensar mejor?
Los especialistas están de acuerdo en que pensar bien es fundamental para
afrontar el desafío de vivir en un mundo multicultural y tecnológicamente
orientado. Esto no responde solo a una demanda del ámbito laboral, sino
que puede afirmarse que los "buenos pensadores" tienen más posibilidades
de hacerse cargo de sus vidas y alcanzar sus objetivos y su autorrealización.
Nuestros estudiantes tienen que estar preparados para poner en práctica el
juicio crítico y el pensamiento creativo y con ellos reunir, evaluar y usar
información para resolver los problemas y tomar decisiones de forma
efectiva en sus trabajos, profesiones y vidas.
¿Qué significa enfatizar la "capacidad de pensar" como un objetivo
educativo prioritario? Nuestros estudiantes ya utilizan una gran variedad de
tipos de pensamiento en su vida diaria: comparan y eligen, predicen, toman
decisiones, etc. ¿Por qué tendrían que aprender a pensar? Llevar a cabo
todas estas operaciones de pensamiento no significa hacerlas bien.
Actuar de manera impulsiva, tomar decisiones precipitadamente, sin pensar
en las alternativas o en las consecuencias (por ejemplo, el comprar algo que
no necesitamos sin pensar en otras cosas que nos hacen más falta o en el
gasto que supondrá su mantenimiento), no es pensar de manera efectiva. Es
el pensamiento ordinario bien hecho lo que perseguimos al "enseñar a
pensar".
¿Cómo enseñar a los estudiantes a mejorar la calidad de su pensamiento?
Los estudios realizados en los años 80 sobre habilidades de pensamiento
arrojaron tres principios fundamentales:
o Cuanto más explícita es la enseñanza del pensamiento, más efectiva
resulta
o Cuanto mayor es la atmósfera de reflexión en la clase, más alumnos
valorarán la capacidad de pensar.
o Cuanto más integrada está la enseñanza del pensamiento en la
transmisión de los contenidos, más piensan los estudiantes sobre lo que
están aprendiendo.
Estos principios proporcionan la base para la fusión del pensamiento crítico y
creativo con los contenidos del currículo.
La fusión es una manera natural de estructurar las clases. El currículo no es una
colección de elementos aislados de conocimiento; más bien, es el material con el
que la gente formada toma decisiones o hace juicios: esperamos que la
información acerca de la nutrición influya sobre los hábitos alimenticios de
nuestros alumnos, o que el conocimiento de la historia política del país afecte de
un modo u otro a la conciencia ciudadana de los individuos, etc., etc.
Es por tanto esencial que enseñemos a los estudiantes cómo usar la información y
los conceptos que aprenden en la escuela para tomar decisiones y resolver
problemas de manera efectiva.
La fusión, como modo de abordar la enseñanza del pensamiento, está basada en
la integración natural de la información transmitida en los contenidos con las
formas de pensamiento hábil o virtuoso que utilizamos todos los días en nuestro
hacer diario para manejarnos de manera efectiva.
Fuente: National Center for Teaching Thinking- Lessons (
http://www.nctt.net/infusion_chapter1.html ). Traducción de Aprender a Pensar
Links de interés.
http://www.slideshare.net/rbusquielg/mster-class-david-
perkins?ref=http://recursoseinnovacioneducativa.blogspot.
com/2013/03/david-perkins.html
Consejos para emplear las
Rutinas de pensamiento
1. Tener grandes expectativas. Nuestros alumnos pueden sorprendernos con sus conexiones, ideas y los múltiples lenguajes que pueden usar al hacer visible su pensamiento.
2. Hacer las Rutinas tal como son al inicio sin tratar de hacerles cambios. Al inicio pueden sentirse monótonas pero hay que esperar a ver qué se puede aprender de ellas antes de adaptarlas.
3. Conecta las Rutinas con temas provocativos y proyectos que sean significativos para los niños. Las Rutinas NO son el contenido, son vehículos para explorar el contenido.
4. Modela el lenguaje acorde al de los niños e irlo construyendo con el tiempo modelando el propio pensamiento. Trabaja con la Rutina con un asistente o alguien más en la clase para facilitar la ejemplificación.
5. Utiliza el lenguaje del pensamiento tan seguido como se pueda. Nombra las acciones de los niños: “¡Hiciste una conexión!” o “encuentro tu punto de vista muy interesante”, etc.
6. Documenta el pensamiento de los niños. Esto envía un claro mensaje de cuanto valoramos su trabajo y sus ideas, y nos permite revisar, reflexionar y reforzar los temas más adelante.
7. Permítete ser también un aprendiz y trata las Rutinas en una variedad de formas para probar cómo se sienten para luego tratar de incorporarlas dentro de la rutina diaria y el lenguaje.
8. Comprende que este es un proceso que toma tiempo. Sé paciente, consistente y toma algunos riesgos. Con sólo tratar ya estás haciendo la diferencia.
9. Concéntrate en el pensamiento que quieres promover y por qué es importante. Utilízalo como una herramienta y no como una actividad. Esto te ayudará a apoyar el pensamiento de los niños mientras emerge porque sabrás qué es lo que estás buscando.
10. Incluye a los padres en el proceso, ellos son tus aliados y es increíble como pueden ser un gran apoyo usando el lenguaje del pensamiento en casa.
Top Related