3 de nov. 1999

INEVITABLE JESÚS CAPOSiempre añorando volver al Txoko que le vio nacer.Desde que emigrara a Chile, allá en 1959, sólo en cuatroocasiones le ha sido posible volver a Errenteria(Rentería se llamaba cuando él se fue). Esperando lamenor oportunidad, la menor excusa. La última vez, enoctubre del 97, con ocasión de un viaje a Frankfurt paravisitar la Feria del Libro. Acababa de publicar la novela“El hijo del carpintero”. Novela que va ya en la octavaedición, así como la anterior, “Saulo ¿por qué me persi-gues?”. Estuvo tan sólo dos días aquí. ¡Es una pena! notengo tiempo, me espera un editor en Madrid. Ahoraacaba de publicar su último trabajo, “Las trompetas deBarcelona”. Vamos a ver qué pasa, me dice, la crítica la haacogido bien, pero esto no quiere decir demasiado.

Uno no puede menos que desearle el mayor éxito, paraque gane un dinero que le haga posible volver para visi-tar a los viejos amigos de siempre, recordar los viejostiempos, los de la niñez y juventud.

11 de dic. 1999

“ESTE EXTRAÑO QUE LLEVA TUNOMBRE”“Con el tiempo me he ido volviendo más y más amarga.Pero hoy... Hoy ha caido en mis manos un pasaje deColette ...” Comienza así Mertxe Carneiro este conmove-dor relato analizando en profundidad el alma de unamujer, en ese estado de ánimo en que, la melancolía, latristeza y la amargura, perfilan la vida del personaje de lahistoria, esa vida que ella ve transcurrir desesperada-mente. Y sólo el recurso a la Literatura se le aparececomo tabla de salvación capaz de hacer el milagro que lesujete a la vida.

Inteligente, con tremenda sensibilidad a flor de piel, laprotagonista siente su soledad y, hasta a veces, el aban-dono, en lo más íntimo de su corazón, porque sucedeque las personas muchas veces nos defraudan, muchasveces traicionan la confianza compartida. Y entoncesestá la Literatura. En este caso, Claudine Colette: “Noexiste más partida que hacia el sol. No existe más viajeque el de ir al encuentro de una luz acrecentada...”

Pero no sólo está Colette en la vida de esta mujer, estátambién Job, el patriarca hebreo, cuando se lamenta conamargura: “He pasado como una flor; me he secadocomo la hierba de los campos.”

En definitiva, impresionante radiografía del alma de unamujer que refleja magistralmente Mertxe Carneiro en

“Este extraño que lleva tu nombre”, relato con el que haganado el premio, para el mejor autor local, del XIXConcurso de Cuentos “Villa de Errenteria” 1999, orga-nizado por Ereintza Elkartea y patrocinado por elAyuntamiento.

En la edición de 1997, Mertxe ganó el premio absoluto.

6 de abril 2000

AQUÍ, RADIO BAHÍAMuevo el dial y surge una voz que se me hace familiardirigiendo el programa-concurso de la mañana.

-Las conocemos todos y las queremos cerca y otrasveces las despreciamos - es la pregunta que el locutordirige a sus oyentes.- Sí ¿dígame?

-Soy Javier - dice la voz al otro lado del hilo telefónico.-Son las gafas.

-¡Nanay de la pandereta! - le contesta el locutor paradecirle que no ha acertado, claro está. Y despide al con-cursante con ritmo de “rancheras” repitiendo la pregun-ta, tarareando luego la melodía marchosamente mientrasespera nueva llamada, que le da tiempo a decir que él esAlberto Eceiza Goñi, ¡hombre! no puedo menos queexclamar. Y más llamadas, Loli, de Altamira, Paqui, deAndoain, María, de Lasarte, Begoña, de Lasarte también,Toñi, de Donosti, Patxi, en fin, con sus respuestas desa-certados, los pies, las suegras, las uñas de las manos...¡Nanay de la pandereta! Un besillo. Agur. Mañana más ymejor. Aquí Alberto Eceiza Goñi, nacido en la calleMagdalena, “donde murió, en otro tiempo, el poetaXenpelar”, dice la voz un tanto catarrosa de Alberto.“Las conocemos todos y las queremos cerca y otrasveces las despreciamos”. ¿Sirve para taparse? - preguntaalguien pidiendo una pista. ¿Está relacionado con lacocina? Alberto Eceiza Goñi dice que por ahí va la cosa.El tiempo se echa encima. Lo dejaremos para mañana.Seguimos con las “rancheras”. Una última llamada. Lavoz surge indecisa - las estufas - dice sin convicción. ¡Sí!- exclama Alberto alborozado.

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Antton Obeso

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