“Öland, la Isla de los Molinos de Suecia”
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Junio de 2008. Hemisferio Norte,
donde el verano escandinavo
comenzaba su apogeo. Luego de
cuatro largos años que no visitaba
la tierra de mis nietos suecos y
previa escala de una semana para
visitar a mis hermanos y sobrinos en
la bella Catalunya, arribé a
Estocolmo para una de las
festividades más importantes de
Suecia:
Midsommarfton – Parque Skansen-Estocolmo
Estanislao Boeykens Reynoso
el Midsommarfton, que en buen
romance viene a ser el Solsticio de
Verano, que coincide con la
festividad de San Juan.
Parque Skansen-Estocolmo
Estanislao Boeykens Reynoso
A diferencia de otros lugares del
mundo que para la festividad de
San Juan realizan grandes fogatas,
en Suecia la festividad de
Midsommar es un canto a la vida, al
florecimiento del verano sueco. Allí
donde cada comunidad, cada barrio,
arma su árbol con floridas
guirnaldas. Unos más cortos, otros
más altos y otros altísimos como el
de Skansen.
Parque Skansen-Estocolmo
Estanislao Boeykens Reynoso
En ella se recuerdan las antiguas
costumbres agrarias donde se baila,
se canta y se lucen los ancestrales
trajes con telas pintadas y coloridos
bordados.
“Öland, la Isla de los Molinos de Suecia”
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Estanislao Boeykens Reynoso
Skansen es el lugar por excelencia
para apreciar el Midsommar en
Estocolmo.
Ya en el mes de Julio, partimos una
mañana en un recorrido que nos
llevaría al “Reino del Cristal” en
Småland y luego a las islas de
Öland y Gotland. Después de dejar
la región de Småland partimos hacia
el este, en dirección al Mar Báltico
para cruzar el largo puente de
Kalmar que nos llevaba a la isla de
Öland en medio del Báltico.
Puente de Kalmar
María Inés Boeykens
ISLA DE ÖLAND
Esta isla milenaria, tiene 137km de
largo por solo 16 km de ancho y con
alrededor de veinticinco mil
habitantes permanentes. Digo
milenaria porque existen evidencias
que en el año 8000 a.c. estaba
habitada. Ya en la era cristiana, en
el año 98, Tácito la menciona en su
libro “Germania”.
Su capital es Borgholm, en el
occidente de la isla, a unos 20km
del puente que une la isla con tierra
firme. Ciudad elegida por los reyes
de Suecia para disfrutar el verano.
Centro de Borgholm
María Inés Boeykens
Tomamos la ruta 136 hacia el norte,
que nos llevaría a la casa donde
pasaríamos una semana para
disfrutar las tranquilas aguas del
Báltico.
“Öland, la Isla de los Molinos de Suecia”
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Ruta 136 - Öland
María Inés Boeykens
Esta isla, larga y muy angosta que
parece una aguja enclavada en el
Báltico sur, se caracteriza por la
gran cantidad de antiguos molinos.
Es increíble la cantidad que hay,
muchos de ellos conservados en
buenas condiciones aunque no
funcionan.
Isla de Öland
Estanislao Boeykens Reynoso
Nuestro destino final era al noreste
de la isla, en la costa que mira el
nacimiento del astro mayor en el
horizonte del Báltico, en el barrio de
casas de veraneo de Kårehamn.
Unos dos kilómetros antes de llegar
a Kårehamn tomamos a la izquierda
un camino consolidado, donde a
quinientos metros estaba nuestro
albergue.
Karehamn
Estanislao Boeykens Reynoso
KÅREHAMN
Kårehamn
Estanislao Boeykens Reynoso
Kårehamn es un pequeño puerto
pesquero con una hermosa playa de
aguas calmas sobre el Báltico y que
está a sólo diez cuadras de lo que
fue nuestro hogar temporario.
Arribamos una soleada tarde, que,
muy prestos, una vez que
descargamos nuestro equipaje,
caminamos los mil metros que
“Öland, la Isla de los Molinos de Suecia”
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distan de la playa y fuimos a hacer
un reconocimiento.
Playa de Kårehamn
María Inés Boeykens
Un hermoso atardecer reflejaba
sobre las aguas del Báltico que
semejaba un espejo color cobalto
perdiéndose en el horizonte, digno
de ser plasmado; y mientras las
nubes hacían su aparición,
Estanislao se dedicaba a hacer
tomas fotográficas.
Playa de Kårehamn
María Inés Boeykens
Se acercaba la hora de la cena,
porque como todos saben, en el
hemisferio norte se cena a la hora
que en Argentina se toma mate con
facturas o pastelitos de dulce de
membrillo. Por lo tanto
emprendimos el regreso a nuestra
temporaria casa.
Estanislao Boeykens Reynoso
Muy linda casa con amplio living,
dos dormitorios,
Estanislao Boeykens Reynoso
una cocina con bow-window que
daba al jardín
Estanislao Boeykens Reynoso
“Öland, la Isla de los Molinos de Suecia”
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Al fondo del jardín verán otra
pequeña construcción, eso sería o
bien la habitación de servicio o la de
huéspedes, como lo quieran tomar,
amplia habitación sin baño, pero
con pileta de manos y sillones de
estar. Allí dormíamos Estanislao,
Cesar o Iris o a veces los dos
proyecto de vikingos, y yo.
Estanislao Boeykens Reynoso
Detrás de esta construcción
teníamos un bello molino y el
camino que nos llevaba a la playa,
como dije, unas diez cuadras.
María Inés Boeykens
Por la parte trasera de las casas
hay abiertos caminos peatonales
que comunican las casas entre sí.
Muchos que leerán esta crónica no
saben que en Suecia existe una
legislación que toda persona tiene
libre acceso a la parquización
privada siempre que no invadan la
intimidad de su propietario. Aunque
la globalización y la inmigración con
tradiciones muy diferentes ha hecho
que los suecos vean invadida su
intimidad en sus áreas parquizadas
privadas, especialmente en las
grandes urbes de Suecia.
Kårehamn
Estanislao Boeykens Reynoso
Mientras los niños cenaban, mi
consuegro Tom se dedicaba a
preparar una exquisita cena para los
mayores, que en esta ocasión
fueron unas sabrosas truchas a la
parrilla acompañadas de los típicos
papines suecos con una salsa fría
de yogurt, jengibre rallado, eneldo
Kårehamn
María Inés Boeykens
“Öland, la Isla de los Molinos de Suecia”
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y jugo de limas, que disfrutábamos
en lo que podríamos llamar jardín
de invierno, ubicado en la parte
delantera de la casa, mientras nos
deleitábamos con un chardoney o
las típicas cervezas danesas.
A la mañana siguiente marchamos
con todos los bártulos en una
carretilla que encontramos en la
casa, los ricos bocadillos
preparados por mi consuegra
Birgitta y a veces con algún menudo
pasajero en la carretilla.
Kårehamn
Estanislao Boeykens Reynoso
Y cual era uno de los
entretenimientos de Iris y Cesar?
Juntar aguas vivas en los baldes,
pero no son las aguas vivas que
tenemos en Argentina, son muy
pequeñas y no pican.
Kårehamn-Mar Báltico
Estanislao Boeykens Reynoso
Hay una foto en que Cesar muestra
algo que tiene en las manos, el flaco
vino corriendo para que le sacara la
foto por el tamaño del agua viva que
había agarrado.
Kårehamn
María Inés Boeykens
Y miren una de las últimas fotos
donde Estanislao está sentado en el
agua, la transparencia del mar, claro
que esa foto la pudimos sacar
porque fue a la mañana temprano
cuando todavía no había gente en la
playa, porque después con el
movimiento del agua, se pierde esa
nitidez.
“Öland, la Isla de los Molinos de Suecia”
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Kårehamn-Mar Báltico
María Inés Boeykens
Aunque esa mañana el agua
estaba muy fría, verán a Estanislao
en un pontón, que si bien se hace
pie, para llegar tuvieron que ir
corriendo porque se congelaban las
piernas de la frialdad del agua,
obvio que yo no lo hice, solo
Estanislao y Åsa.
Kårehamn-Mar Báltico
María Inés Boeykens
Íbamos todos los días a la playa con
esa antigua carretilla donde
poníamos todos los trastos. Un
recorrido que se puede hacer en
diez minutos pero con nuestra
movilidad de tracción a sangre
Kårehamn
Estanislao Boeykens Reynoso
y los dos indiecitos que van por el
camino juntando flores, piedras,
hojas y todo lo que encuentren,
poníamos más de media hora.
Kårehamn
Estanislao Boeykens Reynoso
Kårehamn era nuestro reducto
donde por las tardes Cesar hacía su
picadito de fútbol, solo, mientras los
Estanislao Boeykens Reynoso
“Öland, la Isla de los Molinos de Suecia”
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grandes nos deleitábamos con
algún aperitivo en el deck posterior
de la casa
Kårehamn
María Inés Boeykens
y otras veces sumaba a quien podía
para mostrar su destreza con la
pelota. Otras veces, mientras se
preparaba la cena, yo entretenía
Kårehamn
Estanislao Boeykens Reynoso
los niños con juegos de mesa en lo
que para ellos era su refugio
especial, la casita de piedra.
Kårehamn
Estanislao Boeykens Reynoso
Después de cenar, generalmente
salíamos de caminata por los
alrededores. Salíamos por el
camino de entrada a la casa donde
una copiosa vegetación nos
abrazaba y continuábamos por los
Kårehamn
Estanislao Boeykens Reynoso
dobleces del camino hasta llegar a
la playa y extasiados contemplar la
quietud del mar con el sol
extinguiéndose.
Kårehamn-Mar Báltico
Estanislao Boeykens Reynoso
El reino del silencio que impera por
esas horas, a veces era
interrumpido por el graznido de una
bandada de gansos en su vuelo
rasante por nuestras cabezas con la
típica formación en V, donde se
aprecia el intercambio que realizan
para reemplazar al guía.
“Öland, la Isla de los Molinos de Suecia”
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Estanislao Boeykens Reynoso
Continuábamos nuestro derrotero
por las sendas peatonales y poder
María Inés Boeykens
contemplar los últimos vestigios de
luz que caen sobre el viejo molino
Estanislao Boeykens Reynoso
En la mañana siguiente nuevamente
a continuar con el entretenimiento
preferido de los niños en la playa, la
recolección de aguas vivas,
Playa de Kårehamn
Estanislao Boeykens Reynoso
mientras uno puede observar la
tarea por excelencia de los grandes
en la playa, leer.
Playa de Kårehamn
Estanislao Boeykens Reynoso
Tuvimos un par de días que no eran
propicios para la playa, por lo tanto
había que buscar entretenimiento
para los más chicos. Así que entre
las casi nulas alternativas de
entretenimiento para niños en el
lugar, una mañana con Estanislao
decidimos aprovechar el viento
imperante y llevamos a los niños a
“Öland, la Isla de los Molinos de Suecia”
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remontar un barrilete a un campo
cercano, separado del lindero por
una pirca, como las que se suelen
ver en Argentina, con la diferencia
que las de la Córdoba argentina
fueron hechas por los jesuitas
cuando llegaron con la colonización,
allá, por lo siglos XVI y XVII.
Kårehamn
María Inés Boeykens
Aunque los niños solo miraban y
reían de ver cómo su padre peleaba
contra el viento.
Kårehamn
María Inés Boeykens
Luego formamos dos equipos y
volvimos cantando y jugando por un
desolado camino.
Kårehamn
Estanislao Boeykens Reynoso
Por la tarde comenzaron a caer las
primeras gotas, por lo que
decidimos salir con los dos autos a
recorrer la parte más septentrional
de la isla y llevamos a los niños a
conocer las típicas llamas de la
Puna Argentina en una especie de
zoológico de animales “exóticos”,
para lo suecos por supuesto.
Öland
María Inés Boeykens
De allí quisimos ir a otro lugar con
animales, nos perdimos y
terminamos en una pequeña villa de
pescadores donde reinaban los
viejos molinos de madera a la vera
de la ruta y al otro lado de la ruta las
casas de pescadores y el mar.
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Isla de Öland
María Inés Boeykens
Ese día, Estanislao descansó de la
máquina fotográfica pues quería
disfrutar con Iris y Cesar un día de
recreo, finalmente encontramos el
criadero de ñandúes, cuando los
chubascos habían desaparecido y el
cielo comenzaba a abrirse.
Isla de Öland
María Inés Boeykens
Al regreso a la casa ayudé a Tom a
preparar la cena mientras, en esta
Estanislao Boeykens Reynoso
oportunidad cambiamos de roles y
Birgitta y Åsa se ocupaban de los
niños. Luego nos sentamos a
regocijarnos con fetas de salmón y
langostinos ahumados y como
broche final unos enormes
mejillones.
Kårehamn
Estanislao Boeykens Reynoso
Después de un rico helado de
yogurt, acompañado de unos
frescos arándanos rojos, arándanos
azules y frambuesas, con Estanislao
salimos de caminata donde pudimos
apreciar el increíble contraste del
viejo molino sobre esa paleta de
celestes y azules que formaban el
cielo y las nubes.
Kårehamn
Estanislao Boeykens Reynoso
“Öland, la Isla de los Molinos de Suecia”
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Un nuevo día amaneció poco
amigable para la vida de playa por
lo cual Tom quiso llevar a los niños
a las plantaciones de frambuesas y
frutillas, donde uno recoge su propia
compra. Birgitta y mi nuera se
sumaron a la expedición. Estanislao
y yo decidimos quedarnos para no ir
en los dos autos.
Muy temprano en la mañana
partieron hacia el sur de la isla a
recoger las exquisitas frambuesas y
frutillas en alguna de las granjas
donde anualmente en el mes de
octubre se realiza la fiesta de la
cosecha llamada Skördefesten.
Ahora les voy hablar sobre otros
puntos importantes de Öland
ubicados al sur de la isla, aunque no
podré mostrárselas en fotos porque
como ya les mencioné, Estanislao y
yo no fuimos. En el sur se encuentra
el Stora Alvaret, Patrimonio de la
Humanidad por su prehistoria y
biodiversidad donde habitan
numerosas especies raras y
exóticas como las orquídeas y
varias con un alto riesgo de
extinción. Este ecosistema es una
formación de piedra caliza de 260
km² que se formó hace seiscientos
millones de años, siendo en la
actualidad una gran llanura caliza
con un rico registro de fósiles
marinos. Esta meseta caliza, hoy
convertida en una gran llanura
caliza, ocupa una cuarta parte de la
isla.
En esta región de la isla se han
encontrado diecinueve Fuertes de la
Edad de Hierro, aunque el más
conocido y excavado en su totalidad
es el de Ekertop. En estas latitudes
de Öland también se encuentran
todavía a la vista las tumbas de
piedra de Getllinge que datan de la
época de los Vikingos.
Con esta breve reseña podrán
darse cuenta la importancia de
haber sido declarada Patrimonio de
la Humanidad por la UNESCO, pero
ahora continuemos la vida de
turistas.
Aquel fresco y nublado día, salimos
con Estanislao de caminata y sesión
fotográfica por los alrededores de
Kårehamn. Recorrimos el vecindario
de casas de veraneo hasta llegar a
la playa, desierta por cierto, aunque
siempre se encuentra algún
avezado que se sumerge en las
calmas aguas del Báltico.
“Öland, la Isla de los Molinos de Suecia”
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Kårehamn-Mar Báltico
Estanislao Boeykens Reynoso
Sus blancas arenas manchadas de
algas que había dejado la pleamar,
le daban un tinte más agreste al
paisaje. Continuamos orillando la
costa para llegar a una zona
pedregosa no tan apta para bañarse
donde los cisnes danzaban en
soledad.
Kårehamn-Mar Báltico
Estanislao Boeykens Reynoso
Caminamos entre el pedregal y el
agua que surcaba la geografía
hasta que una zona de tundra
dificultó el avance, al menos para
mí, y mientras Estanislao
continuaba con el clic-clic de su
cámara fotográfica, me senté a
tomar algunas notas para no olvidar
detalles del lugar.
Kårehamn-Mar Báltico
Estanislao Boeykens Reynoso
Entre piedras, arena y agua
encontramos cantidades de restos
de peces petrificados y piedras
marcadas en relieve con columnas
dorsales de peces, las que llevamos
a los niños para que tuvieran de
recuerdo. Luego continuamos
nuestro camino a campo travieso
hasta llegar a la ruta.
Estanislao Boeykens Reynoso
Así retomamos el retorno a nuestra
morada a preparar el almuerzo para
los pequeños que estarían en breve
de regreso de la recolección de
frutillas. Mientras Estanislao y
Birgitta preparaban el almuerzo para
los niños, Tom y Åsa hacían lo
mismo para los mayores y yo me
“Öland, la Isla de los Molinos de Suecia”
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ocupaba de los niños, dibujando y
pintando.
Kårehamn
Estanislao Boeykens Reynoso
Por la tarde, Febo nos regaló una
hermosa tarde de sol, por lo que
emprendimos el camino al mar,
donde fue infaltable la recogida de
flores de Iris y Cesar.
Kårehamn
Estanislao Boeykens Reynoso
Kårehamn
María Inés Boeykens
En la playa los niños alternaron
entre la búsqueda de aguas vivas y
paseos en los botes inflables.
Playa de Kårehamn
María Inés Boeykens
Era nuestra última tarde de playa,
así que la retirada se hizo esperar
para emprender un lento retorno a
la casa, y cada tanto dar vuelta la
mirada hacia la costa.
Isla de Öland
María Inés Boeykens
Nuestro último día en esta
encantada isla en forma de aguja,
perdida en el sur del Báltico, estaba
destinado en jornada completa a la
ciudad de Borgholm.
BORGHOLM
Así que allá fuimos a Borgholm -
capital de Öland- a los festejos del
“Öland, la Isla de los Molinos de Suecia”
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cumpleaños de la Princesa Victoria
en el Palacio Solliden, residencia de
verano de la familia Real de Suecia.
Aunque antes de ir a los festejos,
estábamos invitados a un pequeño
lunch en la casa de una prima de
Birgitta, en las afueras de Borgholm,
donde grandes y chicos se
entretuvieron en el jardín jugando al
lanzamiento de disco.
Borgholm
María Inés Boeykens
El día del cumpleaños de la
Princesa, en la ciudad hay festivales
de música, entretenimientos para
los niños, carpas donde regalan
souvenirs, café, té, gaseosas, tortas
y en el Palacio se realiza una fiesta
muy grande con un bello festival.
Borgholm – cumpleaños Princesa Victoria
María Inés Boeykens
Solliden, es un Palacio ubicado en
lo alto de una colina a dos
kilómetros del centro de la ciudad
con una increíble vista al mar; los
arquitectos que lean esta crónica
sabrán mejor que yo qué estilo es.
Borgholm – Palacio Solliden
Birgitta Carlson
Uno habla de Palacio Real y se
imagina esos castillos antiguos
construidos en piedras, pero no,
esto parece una gran mansión
florentina de gente adinerada. Eso
sí los jardines son espectaculares!!
Borgholm – Palacio Solliden
María Inés Boeykens
Se puede pasear por ellos
tranquilamente, la única parte a la
que no se tiene acceso es al edificio
en sí, pero después se puede
caminar por cualquier lado.
“Öland, la Isla de los Molinos de Suecia”
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Borgholm – Jardines Palacio Solliden
María Inés Boeykens
Hay una parte que es un jardín de
rosales, que es una belleza, y cada
“jardín” tiene su propio nombre.
Cerca de allí se encuentra el
antiguo Castillo de Borgholm
construido entre 1669 y 1681por la
Reina Eleonora de Holstein-Gottorp.
El mismo se incendió en 1806,
siendo hoy sólo ruinas y en el que
funciona un museo. Aunque cuando
nosotros fuimos ya estaba cerrada
la entrada por lo que no pudimos
acceder al interior.
Castillo de Borgholm
María Inés Boeykens
De allí fuimos nuevamente a la
ciudad, donde desde el puerto se
pueden ver las ruinas del antiguo
castillo y como en toda ciudad de
Suecia, el puerto repleto de veleros.
Borgholm – Puerto y vista del Castillo
María Inés Boeykens
Luego caminamos por la gågatan, o
sea la calle peatonal, un paseo
“Öland, la Isla de los Molinos de Suecia”
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ineludible de quien visita Borgholm.
Centro de Borgholm - Gågatan
María Inés Boeykens
Al igual que todo turista, compramos
los inevitables souvenirs.
Se acercaba la hora de la cena, por
lo tanto emprendimos la retirada, no
sin antes pasar por una parte del
puerto donde amarran las
embarcaciones de mayor calado.
Borgholm - Puerto
María Inés Boeykens
Por la mañana siguiente, nos
aprestamos a dejar la casa que nos
había albergado y dimos
Kårehamn
Estanislao Boeykens Reynoso
nuestro adiós al viejo molino que
nos había custodiado día y noche.
Estanislao Boeykens Reynoso
“Öland, la Isla de los Molinos de Suecia”
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En camino a la punta norte de la
isla, Tom quiso mostrarme un
enorme molino, diferente y el más
grande al resto de los que habitan
en Öland, donde actualmente
funciona un acogedor restaurante.
Isla de Öland
María Inés Boeykens
Luego nos detuvimos en un
simpático puerto de pescadores.
Isla de Öland
María Inés Boeykens
De allí directo al puerto donde
embarcamos rumbo a la Isla de
Gotland.
Isla de Öland
María Inés Boeykens
Redacción:
María Inés Boeykens
Fotos:
María Inés Boeykens
Birgitta Carlson
Estanislao Boeykens Reynoso
www.estani71.se
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