En un lugar lejano del bosque se reunieron todos los animales para convenir en hacer un juego. Se pusieron de acuerdo para premiar al que fuera capaz de hacer obedecer una orden . Así, empezó el gato maullando “miau-miau-miau”, pero no logró ordenar nada ; luego el gallito gritó “quiquiriquì” y tampoco ordenaba nada ; le tocó el turno al perrito y empezó a ladrar “guau-guau-guau-guau”, pero tampoco logró ordenar nada . Presenciaban la escena unos niños que jugaban pelota muy cerca de allí y el balón fue a caer al otro lado de un riachuelo, sin que los niños pudieran atreverse a irlo a recoger. Le tocó el turno a los pollitos que decían “pío-pío-pío”, pero la obediencia a la orden no llegaba . En eso apareció una ovejita que empezó a balar : “be-be-be-be-be-be” y uno de los niños cruzó el riachuelo y pudo traer el balón. Al final, la ovejita saltó de contenta, puesto que luego de balar, el niño obedeció su orden y logró rescatar el balón. Todos los animalitos quedaron sorprendidos y se pusieron de acuerdo para premiar a la ovejita en una ceremonia especial.
A la ceremonia asistieron todos los animalitos participantes y otros que fueron invitados. Una banda de músicos formada por varios animalitos daba realce a la ceremonia. El caballito anunció el inicio de la ceremonia haciendo sonar la campana : “talán-talán-talán-talán”. El burrito tocaba la trompeta “tuturutú-tuturutú”,el conejito tocaba los platillos “Chinchín-chinchín-chinchín-chinchín”, la vaquita hacía sonar el tambor “rataplán-rataplán-rataplán”, el chivito hacía sonar fuertemente la trompeta así: “tararí-tararí-tararí” y, finalmente, el cerdito tocaba el clarín “tintirintín-tintirintín-tintirintín” .
Cuando el reloj marcaba las 12 del día, apareció el león un poco agripado para entregar el premio, que consistía en una hermosa corona de oro. Cuando se disponía a colocar la corona, el león empezó a estornudar “achís-achís-achís” y el estornudo no paraba. De pronto se escuchó el sonido de muchas personas- “trapa-trapa-trapa-trapa” - que venían a interrumpir la ceremonia y en eso “cataplúm” se escuchó un golpe fuerte y “zas” , el león cayó mortalmente herido; una piedra grande lanzada por un malvado hombre había matado al pobre león. La banda dejó de tocar, pero aún así la jirafa se encargó de coronar a la ovejita. Todos los animales aplaudieron el acto, pero al mismo tiempo se pusieron tristes por la muerte del león. Unos hombres, llenos de envidia , habían malogrado la alegría de todos los animalitos.
El llanto de los animalitos no se hizo esperar:El torito y la vaquita lloraban conmovedoramente:“mu-mu-mu-mu-mu-mu”,la gallinita lloraba “cloc-cloc-cloc-cloc”,el patito con su “cua-cua-cua-cua”, lloraba muy desconsoladamente; pero los que más lloraban eran los chanchitos,escuchándoseles sin cesar:“oink-oink-oink-oink-oink-oink-oink”.Finalmente, el pobre leoncito fue sepultado, asistiendo todos los animalitos del bosque; y en un gesto de nobleza y desprendimiento, la ovejita puso su corona en la cabeza del león, llorando amargamente: “be-be-be-be-be-be-be”. De pronto se escuchó la voz de Dios que le dijo: “Ovejita no llores, el leoncito te ha hecho caso , ha venido a MI REINO y ahora es feliz con todos los animalitos que han muerto”. Y colorín colorado, este cuento se ha terminado.
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