Plan Urbano
La necesidad de un Plan Urbano.
El Plan urbano es un instrumento urbanístico que interpreta y actúa sobre
los procesos de transformación de la ciudad, definiendo los lineamientos y
programas para que el desarrollo urbano resulte equilibrado a través de la
acción privada, pero fundamentalmente en la gestión y ejecución de la obra
pública.
Un Plan Urbano debe prever los procesos de cambio, debe ser capaz de
superar aquellos hechos negativos existentes en la ciudad, a través de la
recuperación de la iniciativa pública y ciudadana, para emprender un
proyecto colectivo de ciudad con vistas al futuro.
En este proceso en que se establecen los objetivos que definen el “proyecto
de ciudad futura”, no se trabaja sobre pronósticos o predicciones, sino que
se prepara el territorio para que paulatinamente se vayan incorporando los
cambios y modificaciones que se desean, a través de un conjunto articulado
de propuestas, considerando prioritariamente, aquellas oportunidades de
desarrollo que puedan presentarse.
Si se asume este fenómeno de cambio a través de la gestión pública, el
mismo debe prioritariamente, basarse en la extensión programada de las
infraestructuras de transporte y comunicación, en lograr nuevas
centralidades urbanas, modernas relaciones con la industria, los servicios y
el trabajo, innovadoras soluciones habitacionales, novedosas respuestas
frente a la carencia de espacios públicos y fundamentalmente, considerar la
preservación del medio ambiente.
La necesidad de un Plan Urbano entonces, se fundamenta en la
reorganización y renovación urbana, a través de las cuales se irá
identificando en el transcurso del tiempo, un proyecto integrado de ciudad.
La labor técnica y la decisión política de llevar adelante un Plan, debe
sustentarse indiscutiblemente, en el consenso con la sociedad y en la
participación ciudadana, en las instituciones y en los entes empresariales,
trascendiendo un determinado período de gestión pública, con estrategias
pensadas a largo plazo, pero sin desatender en el corto y mediano tiempo,
aquellas demandas puntuales, que den solución a los problemas
coyunturales.
La elaboración del Plan Urbano y la ciudad objeto de estudio.
Debemos entender que la ciudad se construye a si misma y que la decisión
técnico política de intervenir en la ciudad, conlleva una actitud de
interpretación de los sucesos existentes, más que a imponer un modelo de
ciudad “terminado”, hacia el cual dirigir los esfuerzos e inversiones, debe ser
una gestión continua, cuya función es plantear grandes directrices y líneas
de acción. Desde este enfoque, se estableció una etapa inicial de
recopilación de la información que nos daría la pauta de la evolución del
casco urbano y otra, del estado de hecho de la ciudad o morfología actual,
para lo cual se tuvieron en cuenta los siguientes ítems:
Patrón de urbanización
Trazados / Tipo de manzana. Parcelas, mayores
áreas, tierras públicas. Área urbanizada y no
urbanizada / Suelo rural. Tendencias de
urbanización.
Usos generales
Residencial, comercial, productivos o de
servicios mixto, especiales (cementerios,
basurales), rural quintas, diferentes áreas de
borde), conflictivos (detección de
incompatibilidades de uso y/o conflictos
ambientales).
Edificación
Vivienda (en bloque, abierto, apareadas,
en línea, etc.)
Ocupación: núcleos de consolidación,
alturas estado de la edificación,
tendencias de crecimiento (permisos de
construcción en los últimos diez años).
Áreas homogéneas.
Infraestructuras
Rutas, accesos. Sistema viario general.
Pavimentos (hormigón armado, asfalto,
mejorado, tierra, etc.).
Cloaca, desagües pluviales, agua potable
de red.
Gas, electricidad (alumbrado público
y energía eléctrica).
Programa de obras públicas.
Espacio público y equipamientos
Públicos / Privados.
Ambiente
Arbolado urbano / Forestación
existente y posible.
Cursos de agua / Reservas
ambientales.
Normativa existente:
Metodológicamente, el trabajo se ha enfocado sobre aquellas
componentes urbanas o grupo de componentes que caracterizan y
condicionan a la ciudad, como la forma resultante vinculada a la red
vial, el ferrocarril, las infraestructuras, los servicios. Por otro lado, se
ha relacionado el tejido en cada parte de la ciudad, con las variables
de subdivisión del suelo, edificación y usos.
El objetivo es detectar situaciones morfológicas y funcionales
diferenciadas dentro de la ciudad y la confección de un plano de
áreas que permita establecer premisas para el Plan de
Ordenamiento, como también determinar zonas a partir de sus
cualidades ambientales o de su valor histórico que deban ser motivo
de estudios para implementar programas de conservación.
La cuadrícula ha sido uno de los instrumentos que más se ha
utilizado en la construcción de la ciudad, cuya racionalidad del uso del
espacio y de los movimientos, es el soporte básico del trazado de las
ciudades, transformándose en el elemento clave de la morfología
urbana, ya que a lo largo del tiempo se modifican las formas pero no
los trazados.
En el caso de Totoras la homogeneidad de la manzana que define un
ambiente continuo y uniforme, es notoria y está dada no por la
repetición tipológica, sino por la invariante de la altura en un entorno
de edificaciones diversas.
Respecto a la evolución del casco fundacional, se reseña el proceso
de ocupación del suelo en relación a la ocupación del espacio,
tipologías arquitectónicas, normas referidas a la morfología urbana.
La ciudad fue concebida como un todo donde las características
principales son que sus límites están definidos por los bulevares de
circunvalación (hoy Bulevares Colón, Garay, Belgrano y Rivadavia),
un amanzanamiento regular, la diferenciación de la trama circulatoria
a través de las avenidas superpuestas en forma diagonal sobre una
trama ortogonal y los modos de parcelamiento.
Evidentemente en los primeros años después de su fundación, lo más
importante fue la materialización del trazado y la consolidación del
núcleo urbano. En el modelo fundacional, se distinguen claramente
las formas de implantación de los edificios, generalmente sobre la
línea municipal y las tipologías son la casa de galería o “chorizo”, con
diversos tratamientos de fachada.
Más adelante, la fuerte inmigración de la primera post guerra , influye
en el crecimiento de la población que se va asentando sobre los
principales ejes circulatorios, continuando la tipología de la casa con
patio, pero también aparecen las primeras casas con locales
destinados a comercio.
En un período posterior, a partir de 1935, comienza un proceso de
renovación coincidente con la introducción de la arquitectura moderna
y luego con el modelo del “chalet californiano”, que va reemplazando
las antiguas estructuras por una nueva tipología de vivienda
individual, racionalista y compacta en algunos casos, y que en
algunos sectores fue modificando el tejido por el retiro de la línea
municipal.
Otra etapa puede detectarse a partir de la aplicación del Plan
Regulador de 1972: se evidencia un aumento en el proceso de
renovación y densificación, se incorporan el único edificio en altura
existente, y aparecen nuevas formas cuyos materiales, colores y
texturas son muy diferentes a los modelos edilicios originales. El Plan
Regulador establece zonificaciones con altos valores de ocupación
del suelo, ocupación total y alturas, alentando ilusoriamente un
improbable proceso de completamiento y sustitución urbana, alejado
de las reales posibilidades de transformación de la situación
existente.
Como conclusión, se verifica que en sus orígenes la ciudad fue
concebida como una totalidad, si bien su desarrollo urbano posterior,
la hace semejante a las ciudades de crecimiento espontáneo y puede
estimarse que el modelo fundacional tuvo vigencia por más de
cincuenta años y por lo tanto, puede inferirse que el completamiento
del casco se dio en forma paulatina. Esto se refleja en el tiempo, por
la evolución de las tipologías, el abandono de la continuidad en la
línea de edificación y por la renovación urbana consistente en el
reemplazo puntual de edificios antiguos por nuevos, sin alterar la
morfología de la zona, los cuales resultan compatibles con el tejido
tradicional.
En el caso de Totoras, el modelo morfológico residencial se
diversificó rápidamente sin llegar a establecer una imagen formal
unitaria y homogénea del tejido, salvo la condición de altura
enunciada. La presencia de la vivienda de tipo original y el lenguaje
fundacional es aislada, no quedando actualmente ningún sector de la
ciudad que conserve ese ambiente urbano. La imagen de la ciudad,
es el resultado de la superposición de estilos arquitectónicos de
diversos períodos, mezcla de usos, donde se plasma la modernidad
de cada momento histórico con sus variantes y necesidades locales.
El crecimiento de la ciudad, se verificó de dos maneras diferentes: por
relleno de la estructura de manzana del casco fundacional, y por
extensión, sobre la base de una estructura urbana que no guarda
relación con la del casco original y que se desarrolla por la
prolongación de las calles sin jerarquía alguna.
Para la verificación de la morfología actual, se realizó operativamente
la identificación de cada zona y su localización relativa en la ciudad, y
consistió en el reconocimiento de la situación de hecho o estado
actual, organizando el reconocimiento del siguiente modo:
recorrido por calles para registrar los ítems de estudio e identificar
sectores y definir áreas homogéneas.
estudio de la documentación catastral, de la estructura parcelaria y la
relación entre el espacio construido y libre, realizado sobre las fotos
satelitales, y el registro temporal de los permisos de construcción.
confección de planos síntesis que demuestren: la ocupación del suelo
(modalidad de la ocupación y dominancias del uso del suelo,
condición del tejido, construcciones dispersas), altura de la edificación
(de un nivel, hasta dos niveles, más de dos niveles), presencia o no
de zonas deficitarias en cuanto a calidad y estado de la edificación.
comparación y superposición de la información anterior con los
tendidos de infraestructuras y servicios (grados o niveles de
consolidación), la jerarquización de arterias a través de las cuales se
reconoce la incidencia en la forma de la ciudad.
zonas con base del tejido tradicional (que se consolidó en la primera
época de ocupación de la ciudad)
zona intermedia donde el completamiento se da con tipologías más
nuevas, con variantes de tejido disperso.
zona de tejido nuevo, que se encuentran en proceso de
completamiento, donde el tejido es más abierto con predominio de
superficie libre sobre lo construido.
áreas vinculadas a un mismo proceso formativo
análisis socio – económico relacionado con la cantidad y tipo de
población, presencia de condiciones de marginalidad, mayor o menor
capacidad económica de las diversas partes de ciudad (industrias,
servicios)
acciones oficiales presentes o proyectadas vinculadas a la dotación
de infraestructuras y saneamiento, accesibilidad y transporte.
Por otro lado, también se verificaron localizaciones de actividades en
forma dispersa o escasa concentración a pesar de los objetivos que
sustentan las normas vigentes, que no han logrado fortalecer hasta el
momento la idea de centralidad urbana propia del trazado
fundacional.
En otro orden, la tendencia de crecimiento o expansión se da por
agregado de manzanas o parte de ella, espontáneo lote a lote o por
planes de vivienda, fundamentalmente hacia el Sur como lo indica el
Plan Regulador de 1972, pero sin ninguna estrategia temporal y de
diseño del espacio urbano.
Después de caracterizar y localizar las zonas morfológicas, se
detectaron posibles áreas de conservación y/o de renovación
prioritarias.
el área central en el casco histórico de tejido tradicional y su posible
expansión.
la zona de la ex Estación Ferroviaria.
los bulevares de circunvalación.
los barrios existentes.
Todas poseen características particulares de valor ambiental,
variando en cada uno el valor por la edificación, por su significado
histórico, por su especial y variada forestación, por sus actividades
específicas, etc.
De la comprensión y reflexión sobre la situación actual, derivada del
conocimiento de la evolución histórica de la ciudad de Totoras,
pueden proponerse intervenciones basadas en un enfoque global
para encarar el Plan de Ordenamiento Urbano-Territorial.
¿Por qué se debe tener un plan urbano?