Propuestas para el Cabildo Regional en Educación
Este próximo sábado 17 de diciembre se desarrollará en el Aula Magna de la
Universidad San Sebastián el Cabildo Regional correspondiente a este año 2011. Se trata
de un mecanismo de participación ciudadana implementado por el Gobierno Regional de Los
Ríos desde el año 2010.
He recibido cordialmente la invitación de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de
la Comuna de Corral para participar en dicha instancia en representación de aquella
organización, en la materia relacionada con Educación.
A este respecto me ha parecido pertinente entregar algunas propuestas y elementos
para la reflexión y/o debate, con el objeto de plantear ciertas propuestas concretas al Cabildo
Regional de las próximas semanas.
A continuación pasó a exponer las propuestas que estimo prudente se deben plantear,
atendiendo al hecho ineludible de que el movimiento estudiantil de este año 2011, así como
sus consecuencias, no debe pasar desapercibido por esta instancia de relevancia regional, y
además teniendo presente que este movimiento se extenderá durante el próximo año.
1º) Debemos rechazar el Presupuesto aprobado en Educación para el año 2012.
Más allá de los voladeros de luces e informaciones amplificadas emanadas desde las
autoridades de Gobierno, lo cierto es que el Presupuesto aprobado hace unas semanas por
ambas Cámaras del Congreso no hace más que postergar las soluciones planteadas por el
movimiento estudiantil para resolver la crisis educacional del país, y profundizar, por tanto,
las nefastas consecuencias que este modelo ha provocado.
El presupuesto aprobado incrementa la cantidad de becas para avanzar desde los 2
quintiles (40% de los estudiantes más vulnerables) hasta el 3º quintil socioeconómico que
corresponde al 60% de los estudiantes más vulnerables1. Esto se hace mediante el
financiamiento de 110 mil nuevas becas, avanzando desde 130 mil que se entregaron el año
1 En este aspecto, ya es posible encontrar la primera información que es pertinente explicar con la finalidad
de que no nos lleve a conclusiones erradas. Cuando se habla del 60% de los estudiantes más vulnerables, corresponde a una aseveración que se hace a partir de la división en porcentajes iguales de 20% de los 5 quintiles que se considera para efectos de la caracterización socioeconómica de los estudiantes. En tal sentido, se entiende que pasar del 2º quintil al 3º es pasar del 40% al 60%, tal como lo ha informado el Gobierno y lo han reiterado los medios de comunicación. Sin embargo, no se debe entender con ello que del universo total de estudiantes que se encuentran en la Educación Superior, se está avanzando hacia el 60% de estos, ya que de acuerdo a las cifras explicadas más adelante, se llegará simplemente a la conclusión de que no es así. En estricto rigor, más precisamente debiera hablarse que se cubre el 60% de los quintiles, que equivale exactamente a los 3 primeros quintiles, pero, no del 60% de los estudiantes, ya que lleva a equívocos como los señalados.
2011, hasta un total de 240 mil para el próximo año 2011. Y, más precisamente, tal
incremento se efectúa aumentando hasta el 3º quintil las Becas Bicentenario, Juan Gómez
Milla y Nuevo Milenio (que hasta ahora sólo cubrían los 2 primeros quintiles).
Sin embargo, de la lectura de la “letra chica” – a la cuál desafortunadamente nos ha
acostumbrado este Gobierno con sus proyectos de Ley- emanan una serie de aspectos que nos
permiten rechazar este presupuesto.
- Se otorgan con criterios de selectividad y no vulnerabilidad
El movimiento estudiantil, desde el punto de vista del financiamiento de la
educación, ha venido planteando la necesidad del aseguramiento de derechos sociales
universales, y en tal sentido, el financiamiento total de los estudiantes de Educación
Superior. Sin embargo, esto contrasta con las políticas de los últimos 20 años, y que el
actual Gobierno ha continuado, de asegurar la educación sólo a aquellos estudiantes
más vulnerables, con mayores necesidades, de acuerdo a sus criterios de
vulnerabilidad (quintiles, ficha de protección social, etc.). Sin embargo, esa política se
ve mermada desde el momento en que se introducen criterios de selección o
selectividad, de acuerdo al desempeño o “merito” individual del estudiante, ya que no
considera la falla estructural del sistema, que no hace otra cosa que reproducir
desigualdades.
En este caso concreto, las becas que se entregarán se hará considerando a
aquellos estudiantes que tengan más de 550 puntos, a pesar de toda la evidencia que
muestra que los resultados de la PSU de los estudiantes más vulnerables están
directamente relacionados con la capacidad (o incapacidad en este caso) de acceder
(pagar) a un colegio de calidad (lo que está determinado por pagar, por ello, siempre
son particular o particular subvencionado con financiamiento compartido aquellos
colegios con mejores resultados), o de acceder o pagar un preuniversitario, con todos
los costos que aquello implica. En este sentido, aquellos estudiantes de los estratos
más acomodados siempre tienen mejores resultados que los de los estratos más bajos,
no porque estos últimos sean menos inteligentes, sino porque las oportunidades han
sido diferentes, y en instrumentos como la PSU se revelan las nefastas consecuencias
de inequidades arrastradas desde la cuna. Por lo tanto, todo indica que en esta
oportunidad las 110 mil becas nuevas, no necesariamente irán a los más vulnerables
dentro del universo de los 3 primeros quintiles, sino a los que hayan tenido la
posibilidad (por las razones arriba mencionadas, en general) de lograr 550 puntos.
Más precisamente, habrá estudiantes pertenecientes a los 3 primeros quintiles, que no
obtendrán estas becas, y les quedará como alternativa únicamente la vía del
endeudamiento. Esto ya lo han reconocido así los propios Rectores de las
Universidades Tradicionales.
- Beneficia a un sector residual de los estudiantes que lo requieren
En efecto, estas nuevas becas avanzan únicamente hasta el 3º quintil de
ingresos socioeconómicos, sin embargo, veamos ¿Quiénes se encuentran entre los 3
primeros quintiles? En este estrato socioeconómico se encuentran aquellos hogares
cuyo ingreso per cápita sea igual o inferior a $140.665. Por lo tanto, excluye a
aquellos hogares que tengan un ingreso per cápita mayor a dicho monto.
En este caso, veamos un caso recurrente: pensemos en una familia biparental
(que vive con la madre y el padre) que tienen 2hijos, que es el promedio de los
hogares chilenos de acuerdo a la Encuesta CASEN del año 2009. En tal caso, el ingreso
total sería de $562.660 (resultante de multiplicar por 4 el tope del quintil: $140.665).
Por lo tanto, un hijo estudiante de una familia que tenga esos ingresos totales podrá
acceder a estas becas. Pero, veamos lo siguiente.
De acuerdo al estudio del Centro de Investigación de la Estructura Social de
la Universidad de Chile, acerca de la “Caracterización social de los estudiantes de
Educación Superior en Chile”, se entregan datos de los salarios promedios de
diferentes grupos ocupacionales. En el estudio se dividen 4 grupos ocupacionales que
son los siguientes: Directivos y Profesionales que ganan en promedio $1.264.608;
Técnicos y Profesionales Nivel Medio que ganan $679.642; Empleados y Obreros que
ganan $388.094; y, los Trabajadores No Calificados que ganan $278.472.
Con esos datos, hagamos un par de ejercicios hipotéticos que nos permitirán
dimensionar concretamente el real alcance del Presupuesto aprobado.
Caso 1: Tan sólo uno de los padres trabaja2. En tal caso, solamente podrán
acceder a estas becas los hijos de Empleados y Obreros y de Trabajadores No
Calificados. Sin embargo, el sólo hecho de que ese trabajador tenga un titulo Técnico o
Profesional de Nivel Medio, hará que sus ingresos se incrementen a un monto donde
ya no cabe dentro de los 3 primeros quintiles, por lo que sus hijos no podrían acceder
a estas becas, quedándole exclusivamente la vía del endeudamiento para educarlos.
Caso 2: Ambos padres son los que trabajan. Aquí nos encontramos con
diversos escenarios.
- Si ambos reciben remuneración de Empleados y Obreros: En tal caso, no se
aplica el beneficio, ya que la eventual suma de ambos ingresos ($776.188), dividido
per cápita, deja a dicho hogar fuera de los 3 primeros quintiles ($191.547). Vale decir,
no es un hogar vulnerable, de acuerdo a los criterios del Estado chileno.
- Si uno es empleado u obrero, y el otro es un trabajador No calificado. Tampoco
se aplica el beneficio de las becas, ya que la suma de ambos ingresos ($666.566),
dividido per cápita envía a este hogar al cuarto quintil ($166.642). O sea, tampoco es
un hogar vulnerable.
- Si ambos son trabajadores no calificados. Es el único caso en que los hijos de
esta familia podrían ser beneficiados, ya que si caben dentro de los 3 primeros
2 Una caso muy recurrente, ya que de acuerdo a datos de la Fundación Sol, dedicada al estudio del mercado
laboral en Chile, en el 70% de los hogares más pobres del país 0,9 personas (menos de una por hogar) trabaja.
quintiles. El ingreso total de este hogar sería aproximadamente $556.944, y que
dividido per cápita da un monto que lo deja entre los 3 primeros quintiles, o sea,
$139.236. Sin embargo, no todos los hijos de estos hogares serán beneficiados, sino,
como ya apuntamos, aquellos que obtengan 550 puntos en la PSU.
En consecuencia, la cantidad de estudiantes que estarán en condiciones reales
de poder acceder a estas nuevas becas es bastante residual. De hecho, en estricto rigor,
las 110 mil nuevas becas generan un total de 240 mil estudiantes becados para este
próximo año 2012 en el país, lo que significa únicamente el 27% de todos los
estudiantes en el sistema total de Educación Superior, de acuerdo a las cifras
oficiales del MINEDUC que reportan un total de 900 mil estudiantes
aproximadamente.
Se trata, por tanto, de una cifra muy residual, y por lo demás desproporcionada
para la magnitud de la movilización de este año que movilizó a alrededor de 500 mil
estudiantes.
- No cubren la totalidad de los aranceles correspondientes
De acuerdo a las políticas de asignación de beneficios estudiantiles,
establecidos por ley desde el año 2006, estos no cubren el valor real de los aranceles,
sino que cubren un porcentaje de acuerdo al mecanismo denominado de “aranceles
de referencia”. Este ultimo mecanismo consiste en unos aranceles establecidos todos
los años por el MINEDUC y que sirven de criterio para la asignación de los beneficios
estudiantiles, que en la mayoría de los casos (sino, todos) son considerablemente
menores al valor real de los aranceles que cobran las instituciones de Educación
Superior. Por lo tanto, en todos los casos, existirá una brecha que debe ser cubierta
por el estudiante, únicamente por la vía del endeudamiento.
Para ilustrar de mejor manera las brechas que no cubrirán estas becas,
entregamos datos de acuerdo a las instituciones de educación superior presentes en la
Región.
a) Para el caso de la Beca Bicentenario, se trata de una beca que sólo está
destinada para los estudiantes de las universidades del Consejo de
Rectores. En este caso, la UACh (que pertenece al CRUCh) tiene un arancel
de referencia promedio de $1.914.550, mientras que el arancel real
promedio que se cobra en las carreras de la UACh es de $2.650.000. Esto
reporta una brecha total de $685.450 que deberá ser cubierto por el
propio estudiante, mediante el endeudamiento, lo que representa
prácticamente la octava parte del ingreso mensual familiar ($68.545).
b) En el caso de la Beca Juan Gómez Milla que está destinada principalmente
a aquellos estudiantes de las universidades privadas autónomas y
acreditadas. Esta beca tiene un tope de $1.150.000, luego de cuál no cubre,
lo que significa que no financia siempre el 100% del arancel de referencia,
sino sólo hasta un tope de $1.150.000, que es casi la generalidad de los
casos. Veamos el caso de las Universidades privadas de la Región.
La Universidad San Sebastián tiene un arancel de referencia
promedio de $1.637.774, por lo tanto, no cubre $487.774 que pasa a
engrosar la brecha con el arancel real. Por su parte, el arancel real promedio
de la USS es de $3.130.394, lo que da por resultado una brecha considerable
de $1.980.394, que representa el porcentaje no menor de un tercio de los
ingresos mensuales de un hogar de los 3 primeros quintiles ($198.039).
En el caso de la Universidad Santo Tomás, el arancel de referencia
promedio es de $1.749.740 y, por lo tanto, de acuerdo al tope legal que tiene
esta beca, no cubre $599.740. El arancel real promedio, por su parte, es de
$2.065.000, que representa una brecha total de $915.000, que corresponde
a la sexta parte del ingreso mensual de dicho hogar ($91.500).
Demás está decir que estas becas no pueden complementarse con otras
becas (al menos del Estado), y sólo queda a los estudiantes la vía del
endeudamiento.
c) Por último, la Beca Nuevo Milenio, es una beca destinada a los estudiantes
que sigan estudios técnicos de nivel superior en Institutos Profesionales y
Centros de Formación Técnica. Sin embargo, al igual que la beca anterior,
tiene un tope de $500.000 anuales.
En este caso, el promedio anual de un arancel de INACAP en la Región
de Los Ríos es de $1.299.110, por lo que no cubre $799.110, que
corresponde a la séptima parte del ingreso mensual de una familia del
tercer quintil ($79.911).
Esta beca si puede ser complementada con otra, pero, solamente a
través de becas que benefician categorías especiales y especificas de
estudiantes, a saber: Beca Hijo de Profesionales de la Educación y Beca de
Excelencia Académica (que beneficia a los premios nacionales).
En consecuencia, del análisis arriba señalado, serán aquellos estudiantes que
ingresen a Universidades Privadas e Institutos Profesionales los que sufrirán las
consecuencias de esta medida que inevitablemente los llevará hacia el endeudamiento,
que en su caso es con la banca privada mediante el Crédito con Aval del Estado que
tiene una tasa de interés del 6%, que corresponde a 4 puntos porcentuales más que los
estudiantes que ingresan a la UACh. En esto último, mucho se ha hablado de la
supuesta equiparación de la tasa de interés de ambos créditos por parte del Gobierno,
pero, poco se habla del contenido real del proyecto de ley enviado al Parlamento3 que
no constituye una rebaja de la tasa de interés en estricto rigor, sino de una subvención
por parte del Estado de ese 4% de diferencia, entregando recursos públicos
(provenientes de los impuestos, que en su mayor recaudación corresponde al IVA
3 Boletín 7898-04 de 1 de Septiembre de 2011. Se trata de un proyecto de ley de un marcado tinte
“populista” para responder a la situación de movilización social, ya que en el último mes se le ha retirado la urgencia, y tiene sólo urgencia simple para su discusión.
pagado por los consumidores – personas- ya que las empresas no lo pagan)
directamente a la banca privada, y además, dicha rebaja no se calcula desde que se
contrata el crédito, sino que desde que se comienza a pagar, vale decir, una vez fuera
de la Universidad ( en el mejor de los casos), ya que en los 5 o 7 años en que está en la
Universidad la tasa de interés que se aplica es del 6% igualmente.
- No financian toda la carrera
De acuerdo, a lo primero que señalamos, la lógica de “selectividad” por sobre la
vulnerabilidad, o aún más, por sobre el aseguramiento de derechos sociales
universales, no sólo se expresa en la PSU, sino que persigue al estudiante que pudiera
ser beneficiado por la beca por toda su historia académica universitaria.
En efecto, esta lógica también se expresa en la existencia de requisitos para el
mantenimiento de dichas becas. En este sentido, resulta prudente explicar que todas
las Becas que eventualmente beneficien al 3º quintil, están sometidas a
requerimientos académicos para su renovación anual. Así, para aquellos estudiantes
becados en su primer año se le exige aprobar el 60% de las asignaturas inscritas,
mientras que en sus cursos superiores se le exige el 70% de las asignaturas.
Esta lógica ha dado por resultado una perdida extendida del beneficio, sobre
todo entre los estudiantes de más escasos recursos, como sería este caso, ya que las
desigualdades de origen arrastradas desde los colegios, a lo que se suma la condición
social que repercute en el llamado “capital cultural” del estudiante, arroja por
consecuencia que aquellos estudiantes provenientes de colegios de mediana o baja
calidad, o siendo de una calidad aceptable, de comunas pobres, por las diferencias en
su formación secundaria, terminan sucumbiendo ante la exigencia universitaria. De
hecho, las exigencias de las leyes que otorgan las becas superan con creces los
rendimientos promedios en las universidades. Por lo tanto, la exigencia a los
estudiantes de escasos recursos para mantener sus beneficios son 2 o 3 veces
mayores, considerando además las desventajas sociales y culturales a las que se ven
expuestos por su adscripción a un hogar de escasos recursos.
En el fondo se trata de un sesgo “ideológico” de los últimos 5 gobiernos que
han malentendido la meritocracia bajo la creencia de que bienes escasos (como la
educación) se deben repartir con criterios de esfuerzo individual, sin considerar la
evidencia empírica que da cuenta de un sistema educacional “conscientemente
estructurado en clases sociales, y que no hace más que reproducir las desigualdades
presentes en la sociedad chilena”, según palabras de la OCDE (Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico, que reúne a los 32 países más
industrializados, entre los que se encuentra Chile desde el año pasado). En esta
materia, el Gobierno no ha considerado la evidencia disponible, ya que es “sobre-
exigente”, por tanto injusto, exigir 3 o más veces más a un estudiante beneficiado en
base a su condición social en relación a los otros estudiantes que no cuentan con estos
beneficios. La exigencia de 60% y 70% correspondiente no tiene una correlación
lógica con la realidad, la cual tiene resultados bastante críticos desde la perspectiva
del rendimiento académico promedio. En tal sentido, cabe resaltar que la UNESCO ha
hecho estudios que revelan una tasa de deserción global de 53%. Por tanto, más de la
mitad de los estudiantes que ingresan a la Educación Superior, no terminan su carrera.
2º) Debemos apoyar al Movimiento Estudiantil
La dinámica del último Cabildo Regional giro en torno a 2 preguntas: 1) ¿qué acciones
concretas deberíamos implementar en nuestra Región para mejorar la educación? Y 2) ¿qué
compromisos debería asumir la sociedad civil para lograr un verdadero mejoramiento en la
calidad educativa?. Para ambas preguntas guías, entiendo que se puede responder con las
propuestas ya señaladas. No tan sólo basta con rechazar el presupuesto educacional para el
próximo año 2012, también resulta necesario que el mundo social, las organizaciones de la
sociedad civil, sin exclusiones, se pliegue al movimiento estudiantil.
Desde un punto de vista histórico, el movimiento estudiantil de este año encuentra sus
raíces en la llamada “revolución pingüina”. Ambas tienen sus particularidades que la hacen
diferente, pero, ambas han tenido un punto común: la nula respuesta de las autoridades
políticas, tanto del Gobierno, como del Estado, en general.
Hoy, al interior del movimiento estudiantil entendemos que la nula respuesta se debe
a la poca capacidad o voluntad política de las autoridades de asumir el estado de crisis
terminal que vive la educación, y que obedece a un sistema educacional en todos sus niveles,
cuya estructura promueve la desintegración y exclusión social.
Este diagnostico ya fue puesto sobre la mesa por la revolución pingüina el año 2006, y
este año fue profundizado por el movimiento estudiantil que avanzó hacia la creación de
propuestas concretas para superar el estado de crisis, pero que deben pasar necesariamente
por transformaciones estructurales al sistema educacional. En tal objetivo, no estamos solos
como participes del movimiento, sino que ha habido un apoyo técnico de parte de organismos
internacionales, los cuales mediante estudios serios han llegado a la misma conclusión. En tal
sentido, tanto la UNESCO, como la misma OCDE han reiterado este diagnostico y solicitan al
Estado chileno cambios estructurales al sistema.
Bien sabemos que este año 2011 no se lograron cosas en este sentido, pero, si bien
posterga soluciones que aparecen como urgentes y necesarias, no es en ningún caso una
derrota, sino una segunda oportunidad para proyectar un movimiento mucho más amplio que
exija al Estado educación pública, gratuita, de libre acceso y de calidad. En tal sentido, el resto
de la organización social y popular no debemos mantenernos ajenos, sino que debemos
apoyar con acciones concretas (declaraciones, apoyo directo, difusión, etc.).
Entendemos que es un debate que debe seguir profundizándose, pero, al interior del
movimiento tenemos claro que no se trata de exigencias “utópicas” al Estado, sino, demandas
justas y posibles, de acuerdo a la realidad social, económica y cultural del Chile actual, y sobre
todo para hacer frente a los duros momentos que se avecinan de mayor competitividad
internacional y de estancamiento del desarrollo. En tal sentido, al menos desde un punto de
vista jurídico, el Estado de Chile se encuentra obligado a avanzar en esa dirección, luego de
haber ratificado el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el cuál
impone como obligación ante la comunidad internacional del Estado chilena tomar medidas
“inmediatas y no postergables” para avanzar hacia la educación pública, gratuita, de libre
acceso y de calidad en todos los niveles.
Por todo lo anterior, propongo que del Cabildo Regional debe salir un apoyo directo
hacia el movimiento estudiantil y sus demandas. Resultaría una medida muy adecuada en
momentos donde el propio nuevo Presidente de la Federación de Estudiantes de la
Universidad de Chile, Gabriel Boric, ha planteado no sólo cambiar la educación, sino que
transformar el país.
3º) Debemos apoyar una reforma tributaria “real”, donde los ricos paguen más que los
más pobres.
No sólo para hacer frente a los requerimientos en educación, sino, también a una serie
de requerimientos sociales y de funcionamiento del Estado, la Reforma Tributaria se
convierte en una necesidad ineludible. Y en tal sentido, no basta con perfeccionar el sistema
tributario actual, sino que fundamentalmente se requiere establecer un sistema tributario
donde efectivamente quienes más ganen – con el trabajo de todos los chilenos- sean quienes
más paguen impuestos. Esto aparece como una demanda justa, por los siguientes
antecedentes.
De acuerdo a las cifras del Fondo Monetario Internacional, el Producto Interno Bruto
de Chile, vale decir, la suma total de bienes y servicios, así como de dinero circulante, es de
USD $15.000 (dólares norteamericanos) per cápita4. Sin embargo, ya sabemos que Chile tiene
una de las peores distribuciones del ingreso en el mundo. En efecto, Chile tiene un coeficiente
de Gini de 0,5 mientras que el promedio de los países de la OCDE es de 0,35. En términos de
distribución Chile es más bien similar a Kenia que a los países de la OCDE.
Lo anterior se debe fundamentalmente a que el 40% de la riqueza del país está
concentrado en el 10% más rico de la población, lo cual nos lleva a reinterpretar los datos de
USD $15.000 per cápita. Más bien, considerando que el 10% concentra el 40% de la riqueza
nos lleva a concluir que ellos viven con USD $60.000 per cápita, que es superior al nivel de
vida de Noruega que vive con USD $53.000 per cápita. Mientras que el otro 90% de la
población vive sólo con USD $10.000 cápita que es similar al nivel de vida de Gabón. O sea, el
10% de los chilenos viven mejor que el país más rico del mundo, mientras que el otro 90%
vivimos como Gabón.
Sin embargo, la particularidad de la inequidad del caso chileno, no se encuentra en la
extrema pobreza, sino más bien en la extrema riqueza, ya que la OCDE hace poco entregó un
informe en que el 10% más rico gana 27 veces más que el 10% más pobre. Sin embargo, en
ese 10% convive una familia en que uno gane $800.000 con otro que gane $200.000 con las
fortunas superiores al millón de dólares. Por ello, mucho más ilustrativo es la tendencia entre
el 5% más rico y el más pobre, sobre todo para cruzarlo con los datos del sistema educacional.
4 Eso corresponde a $7.800.000 anuales en moneda nacional, que significan alrededor de $650.000
mensuales por cápita. 5 El coeficiente de Gini es un indicador que mide la igualdad/desigualdad de los países, en virtud del cual 1 es
la desigualdad total y 0 es la igualdad absoluta. Por tanto, mientras más se acerquen a 1 los coeficientes de los países, más desiguales son las sociedades.
En efecto, desde que se creó el sistema educacional vigente en 1981 y 1982 la
evolución de estos extremos de la población chilena confirman el diagnostico de que genera
desigualdad, profundizándose desde la época democrática. Así, en el año 1989 el 5% más rico
ganaba 137 veces más que el 5% más pobre. Pero, en el año 2003, dicha brecha se extendió a
209 veces, llegando el año 2009, según los datos de la Encuesta CASEN a 823 veces. O sea, hoy
el 5% más rico gana 823 más que el 5% más pobre.
Cómo ya dijimos, lo particular de la desigualdad es la extrema riqueza, lo cual es
evidente desde el momento en que en Chile existen 4 mil familias que tienen riquezas sobre el
millón de dólares, de los cuáles 632 tienen riquezas superiores a los 5 millones de dólares6.
Ellos representan el 1% de Chile. Vale decir, la verdadera de Chile se encuentra en ese 1% que
gana considerablemente más que el resto de la población.
Por tanto, de acuerdo a ello, resulta del todo justo y equitativo plantear una reforma
tributaria con esos criterios.
Estas son las propuestas para la realización del Cabildo de este sábado. Espero tengan
una buena acogida o al menos sirva de base para iniciar un debate profundo en torno a la
educación en Chile y los urgentes cambios que se requieren.
Leandro Paredes J.
Vicepresidente ACOVAL
Consejero Académico FEUACh y Representante CONFECh año 2008.-
Valdivia, Diciembre de 2011
6 Eso equivale a $2.600 millones de pesos.
Top Related