Protocolo del Día 15 de mayo de 2014
Primeramente, hemos visto los pasos que ya hemos dado. Es entonces, que la pregunta por
el ser nos ha trasladado al análisis existencial del dasein, y en la clase veremos la estructura
a priori del dasein en el estar- en - el- mundo (In der Welt Sein).
Heidegger retoma algunas consideraciones expuestas en el §9. El dasein existe, porque su
esencia es su existencia. Cuando nos dice eso, no debemos tomarlo como la frase “Dios
existe”, sino que tenemos que considerarla en el sentido especial que Heidegger da al
dasein, ya que “hay dasein”, “existe el dasein” o no podemos negar la existencia del dasein,
el hombre existe, es lo que podemos percibir en cada uno de nosotros, no podemos negar la
existencia de cada uno de los seres humanos. Es por lo tanto, que las frases anteriores no se
pueden poner en duda, ya que para Heidegger la existencia se da en el dasein. Lo que
consiste aquello se da porque el dasein está afuera o su ser consiste en su trascendencia, en
un ir más allá. No se tiene que entender al hombre como una entidad encapsulada o
encerrada en sí misma. El dasein existe con lo cual esta vertido a los entes intramundanos,
lo entes del mundo, ya sean la cosas (vorhandensein o zuhandensein) o los otros dasein.
También se puede decir que el hombre esta vertido hacia el ser, habita en el ser, dado que
hay una co-rrespondencia entre el ser y el dasein. Por eso, se dice que el dasein está abierto
o tiene una abertura constitutiva que lo habré a cinco cosas: 1) al mundo; 2) a las cosas del
mundo; 3) a los demás dasein; 4) a sí mismos; 5) al ser en general. Pero en forma especial
se puede decir que el dasein está abierto a sí mismo, porque está abierto al ser. Es por esto,
que la pregunta por el ser, necesariamente nos remite a una interpretación del dasein. En la
entrevista que le hace Richard Wisser dice lo siguiente: “Ya que la pregunta por el Ser y el
desarrollo de esta pregunta presuponen incluso una interpretación del Dasein, es decir una
determinación de la esencia del hombre. Y la idea que está en la base de mi pensamiento es
precisamente que el Ser o el poder de manifestación del Ser necesita del hombre y que,
viceversa, el hombre es hombre únicamente en la medida en que está en la manifestación
(Offenbarkeit) del Ser”. Por todo lo antes dicho el dasein no se puede cerrar para sí mismo,
como formando una autoconciencia, sino que empieza por un estar fuera en el ser, se
conoce por un estar siendo. Pero volviendo al sentido de trascendencia del dasein, esto
muchas veces se asigna a Dios, como un ente que lo trasciende todo, está más allá de todo
lo creado y muchas veces pensado. Dios está más allá de la vida, está más allá de este
mundo. Pero para Heidegger no tiene el mismo sentido, ya que es el dasein el que
trasciende, no como se ha visto en la historia de la filosofía, como un ente de inmanencia.
La inmanencia se ha entendido en lo referente al hombre como un ser encerrado en sí
mismo, por ejemplo como una ente de conciencia, que se encapsula en nuestra cabeza. El
sentido de la trascendencia que le da Heidegger al dasein, tiene que ver con el que el
hombre está trascendiendo hacia el mundo, a los entes en el mundo, como también al ser.
Es por esto que estar-en-el-mundo (In der Welt Sein) no es estar encapsulado en sí mismo,
sino que es estar vertido al mundo y a los entes que nos rodean.
Ahora trataremos de analizar una frase que es clave dentro de Ser y Tiempo. La frase es la
siguiente. “El Dasein es un ente que en su ser se comporta comprensoramente respecto de
este ser”1 con esto se quiere dar cuenta de que tenemos una comprensión de nosotros, de
nuestro ser, de que existimos, y la existencia se da en el mundo. Estamos vertidos o vueltos
en sí mismos. Las teorías sobre el hombre han mal interpretado al ser del hombre, ya que
no han tomado esta consideración del hombre como estar-en-el mundo, nadie nos podría
decir que no vivimos en el mundo, ni que carecemos de un mundo, o no nos movemos
dentro del mundo y no nos relacionamos con los entes que se encuentran ahí. Sin embargo,
algunas teorías han desestimado esto o lo han dejado pasar, ya que somos sujetos, dejemos
de lado eso de estar en el mundo debido a que hay que concentrarse en el yo puro, la
conciencia e interioridad del hombre. Esto por esto que el estar-en-el-mundo queda
sepultado y toma el camino sin el mundo, se centra más en reflexiones del sujeto. Pero para
Heidegger esto es el camino erróneo, hay que tomar al dasein como estar-en-el-mundo, hay
que conceptualizarlo, ya que no lo hemos hecho. Al parecer esto lo hemos tomado como
muy obvio en nuestro pensar filosófico, pero por lo mismo no le hemos dado la importancia
que tiene. Esto se tiene que dar como un modo de salida al encapsulamiento que se puede
tener en teorías que se centran en el sujeto, ya que como hemos dicho que el dasein no está
encerrado en sí mismo. Esto por lo mismo que en Ser y Tiempo se trata en primera parte
del dasein y sus estructuras fundamentales, como el estar-en-el-mundo. No hay que
interpretar lo que se dice en el §9 que el ente que es cada vez mío, sea que nos encerremos
en nosotros, que nos reduzcamos a un yo puro.
1 Cfr. Heidegger, Ser y Tiempo; editorial universitaria, Santiago, 1997; trad. De Jorge Eduardo Rivera; pág. 79.
Esto lo debemos tomar en el sentido de que cada uno vive su propia vida, nadie puede
tomar mi vida, yo soy el que vive mi vida propia, no el que se encuentra al lado mío, ni
mucho menos terceras personas. Parafraseando a Ortega, podemos decir que mi vida es una
obra de teatro y yo soy el actor principal de ella, la obra se centra en la vida, es mi vida, con
sus obstáculos y beneficios, pero soy yo el que actúa de manera primordial en ella, no
podemos dejarles mi vida o la obra de teatro a actores secundarios. Siguiendo con algunas
analogías entre Heidegger y Ortega podemos decir “Por eso cuando iniciamos la pregunta
¿qué es nuestra vida? Pudimos sin esfuerzo, galanamente, responder: vida es lo que
hacemos; claro, porque vivir es saber que lo hacemos, es, en suma, encontrarse a sí mismo
en el mundo y ocupado en las cosas y seres del mundo”2. Naturalmente pueden ayudarnos a
vivir u obstaculizarnos en realizar la vida, pero es esto la vida misma. Por lo mismo, se
puede decir que cada uno debe morir su muerte, se podrá posponer en el sentido de que otro
la tome, pero el instante mismo de la muerte, soy yo el que la padezco.
Existen dos posibilidades dentro de este estar-ser-cada-vez-mío, una es la propiedad y la
otra es la impropiedad. Pero, sale a la luz un tercer modo que es la indiferencia modal de
ellos. Según Rivera, esto nos da un problema interpretativo, ya que tenemos que precisar a
qué se refiere Heidegger con esto último. Quizás dice Rivera, el dasein puede vivir en un
estado intermedio entre la propiedad y la impropiedad, o que no distingue estos dos. Pero
piensa que esto no se da propiamente tal en la existencia humana, sino que se dé más bien
en edades primitivas o en la vida temprana. En cambió Jorge Acevedo dirá que tiene que
ver más con la cotidianidad del término medio, ya que no se estaría ni en la propiedad ni en
la impropiedad. Como el dasein es un ente que es suyo, que se pertenece a sí mismo, puede
dejarse llevar por la impropiedad, dejarse llevar por el sujeto impersonal de la existencia
cotidiana, que es el “se” o el “uno”(das Man). Esto lo podemos entender en la siguiente cita
de Cristóbal Holzapfel “El nombre que recibe este fenómeno del "se" ya de por sí envuelve
lo más significativo: "se hace esto o lo otro"; "uno se comporta en tales circunstancias
así"; "se piensa de esta forma"; "uno se viste de acuerdo a tal estilo en boga". Como se
advierte, el carácter primario del "se" es la impersonalidad. Pero este impersonal es el
público, somos nosotros, somos todos, es ese público anónimo y cada uno de nosotros. Se
manifiesta de modo notorio en la publicidad, en la autoridad, en el poder, en todo medio
2 Cfr. Ortega y Gasset; Lecciones de metafísica, Revista de occidente, Madrid, 1981; pág. 37.
que tiene como fin dirigir al público”3.Con esto podemos entender que la impropiedad, es
cuando nos dejamos llevar por los otros o la sociedad. Se puede decir también que el “se”
se da en la medida en que hemos sido absorbidos por la gente. Y la propiedad es cuando
nos liberamos del “se” o el “uno” para vivir desde lo más íntimo de nuestro ser, vivimos en
la autenticidad.
Ahora todo lo visto anteriormente, lo debemos comprender sobre la base del estar-en-el-
mundo. Rivera dice que la frase en alemán In-der-Welt-sein, literalmente es “ser-en-el-
mundo”, que Gaos hace el uso de esa traducción al español, pero Rivera prefiera traducir
por: “estar-en-el-mundo”. Esto es así, porque en la traducción española se emplea el verbo
“estar” en vez del “ser”, ya que uno no dice “soy en un lugar”, sino “estoy en un lugar”.
Pero hay una razón que también nos da el camino para esta traducción de Rivera, ya que el
“estar” nos da el carácter actual del verbo “ser”. Como se puede entender esto, es del
siguiente ejemplo: cuando yo empleo el verbo “ser”, como por ejemplo decir “soy enfermo
del hígado” lo que se puede interpretar es que tengo la enfermedad de forma crónica, y esa
enfermedad se puede manifestar en algunos momentos y otros no, si bien la padezco de
forma permanente pueda que algunos días ni me acuerde de tal enfermedad que me aqueja.
Pero cuando digo “estoy enfermo del hígado”, estoy diciendo que ahora padezco la
enfermad, que se me manifiesta en la inmediatez, que se me hace patente en el ahora. Es
una forma más fuerte del verbo “ser”, dado que yo siempre estoy en el mundo, no hay
momentos en que esté y no esté en él. Entonces, para hacer una adecuada analítica del
dasein debemos empezar por interpretar esta estructura, entiéndase el estar-en-el-mundo.
Este estar-en-el-mundo no estar colocado dentro de un espacio universal, sino que es un
estar-siendo-en-el-mundo, el estar siendo implica que uno está en un constante quehacer, ya
que la vida es un constante quehacer. Con referencia a esto veamos lo que dice Ortega y
Gasset “La vida que me ha sido dada, resulta que tengo que hacérmela yo. Me es dada,
pero no me es dada hecha, como al astro o a la piedra le es dada su existencia ya fijada y
sin problemas. Lo que me es dado, pues, con la vida es quehacer. La da mucho quehacer. Y
el fundamento de los quehaceres es decidir en cada instante lo que vamos a hacer en el
3 Cfr. Cristóbal Holzapfel; El pensamiento a-valórico heideggeriano; se puede encontrar en el sitio de Horacio
Potel: http://www.heideggeriana.com.ar/comentarios/holzapfel.htm.
próximo. Por eso digo que la vida es decisiva, es decisión”4es por esto que al igual que
Ortega, creo que el estar-siendo-en-el-mundo como estructura fundamental de dasein o la
vida humana, es que nosotros estamos en un constante quehacer de nuestra vida, no
podemos dejar de ser, tenemos que ir compareciendo con las circunstancia que no son
dadas en mi propia vida y en el mundo. Entonces, lo tomamos también como un habitar-en-
el-mundo.
Pero Heidegger quiere despegarse de otras filosofías, en especial de la filosofía moderna de
Descartes. Para descartes el punto de partida en el yo pienso, el pensamiento, el cogito. En
cambio, para Heidegger será en el hombre o dasein, el estar-en-el-mundo. Puede que en
escritos posteriores Heidegger dirá que la esencia del hombre es ser pensante, pero esto se
inscribe dentro del pensar meditativo, de la época técnica y del desarraigo que tiene en
hombre.5Pero por sobre todo el punto de partida es el estar-en-el-mundo. En Ser y Tiempo,
hay una cierta confrontación con Descartes y la filosofía moderna con la referencia del yo
pienso y del cogito. También se da una confrontación con el mundo como res extensa. Es
por eso, que se puede decir que uno de los adversarios de Heidegger por lo menos en Ser Y
Tiempo es Descartes. Esto no debe tomarse como un despecho hacia su filosofía, ya que en
la historia del ser, se apoya en muchos punto sobre la filosofía de Descartes.
Volviendo con el parágrafo analizado, vemos que se resalta el compuesto del estar-en-el-
mundo, la expresión se junta por medio de los guiones, indica, por este mismo hecho un
fenómeno unitario. Sin embargo podemos distinguir momentos estructurales. Estos son
tres.
1) En el mundo.
2) Ente que está en el mundo.
3) Estar en como tal.
Cabe destacar que en este momento estructural, “momento” es un término acuñado por
Husserl, que alude a un elemento que se constituye como algo inseparable de los otros
momentos y sólo lo comprendemos si se ponen en conexión con los otros elementos. Es por
4 Cfr. Ortega y Gasset; Lecciones de metafísica, Revista de occidente, Madrid, 1981; pág.56.
5 Ver en Heidegger, Serenidad; Ediciones del serbal, Barcelona, 2002; trad. De Yves Zimmermann
esto, que siempre debemos tener a la vista la estructura completa, incluso cuando no se dice
algún elemento, como por ejemplo: mundo, ente en el mundo, ser-en-el-mundo o Ser.
El estar-en como tal, no se puede separar del mundo, ni tampoco del ente que está en el
mundo. Por lo tanto, al referirnos al momento tres, remitimos necesariamente el momento
uno y dos. También podemos decir que el ente que está en el mundo no puede entenderse
sin mundo o sin el estar-en como tal.
Pero antes del análisis de los tres momentos que hemos nombrado, deberemos indagar en el
último, que es el estar-en.
Pero en primer lugar debemos decir que el estar-en-el-mundo al modo del dasein es un
existencial, no como los entes que son distintos al dasein, ya que los entes de carácter
Vorhandensein( estar-ahí, estar-ahí-delante, ser-ante-los-ojos, presencia-a-la-mano, o
simplemente presencia6 ) o Zuhandensein( lo que es o lo que está a la mano, ser a lo útil,
disponibilidad o disponibles), son categoriales. Es por eso que los demás entes distintos al
dasein, no caben dentro del planteamiento del estar-en-el-mundo. El dasein no es una cosa,
no se le puede cosificar, no es un estar-ahí al modo de Vohandensein, ni tampoco algo que
este a la mano o Zuhandensein. Entonces, el dasein se tiene que interpretar a sí mismo y no
desde los otros entes.
Pero en Ser y Tiempo no se habla explícitamente de los demás seres vivos, sino de manera
tangencial. Es por eso que remito a la obra “Los conceptos fundamentes de la metafísica
mundo, finitud, soledad”7 lo único que podemos decir es que Heidegger postula que la
piedra es sin mundo, el animal es pobre de mundo y que el hombre configura el mundo.
Siguiendo con el tratado, Heidegger dirá que el estar-en es una constitución del dasein y un
existencial. Por lo tanto, no habría que entender el estar-en en un sentido categorial, sino
como se dijo antes en un sentido existencial. También podemos notar que en los entes
distintos al dasein, se interrelacionan, como por ejemplo: silla, mesa. sala, universidad,
Santiago, Chile, etc. Pero todos estos son conceptos categoriales, en cambio debemos
6 Esto dos últimos términos lo ocupa Hubert L. Dreyfus. En su obra ser en el mundo. Como también
Zuhandensein. 7 De forma especial el capítulo segundo, tercero y cuarto de la segunda parte del libro. GESAMTAUSGABE
(GA) 29/30.
entender al dasein necesariamente bajo el concepto de existencial. Es por eso que no hay
que entender al dasein como algo que está dentro de algo, sino con el habitar, el estar
familiarizado con…. El “en” no tiene un carácter espacial de relación de dos entes, es más
bien existencial porque es un habitar, quedarse en, residir, y estar familiarizado con aquello
donde se habita. El dasein se mueve familiarmente en el mundo, como quien se mueve en la
casa que habita. Es por ello, que yo me ocupo de algo, me ocupo de las cosas del mundo, de
mí ser, pero estas expresiones no se le pueden atribuir a la silla, ya que ella no está
familiarizada con la mesa o la sala. Es por todo esto que podemos entender que al dasein
habita en el mundo, es un estar-en-el-mundo. El Dasein tiene una espacialidad, pero no
coincide con la espacialidad de la cosas. En la carta sobre el humanismo, el lenguaje es la
casa del ser, en su morada habita el hombre, habita en el lenguaje, y de este modo estamos
familiarizados con el mundo, nos ocupamos de este habitar. También se puede ver en
construir habitar pensar que Heidegger retoma esta idea sobre el habitar.
En alemán Ich bin se traduce al castellano como “Yo soy”, pero también habría que tomarlo
más bien como un “yo habito”. Por lo tanto, el habitar nos da un punto decisivo, ya que
determina al ser del hombre. Esto está en un cierto modo contrario al “yo pienso” de
descartes. En el escrito Serenidad, el hombre es un ser pensante, llama al ser del hombre
pensante, pero esto está dentro del marco del habitar, ya que al no tener un pensamiento
meditativo, estamos desarraigados. Es por esto, que con el pensar meditativo podemos
encontrar un nuevo habitar, el habitar cobra un sentido metafísico, ontológico o algo de
primer orden. En conclusión antes que todo está primero el “yo habito” antes que el “yo
pienso”.
El hombre habita
Sobre la tierra
Bajo el cielo
Ante los divinos
Entre los mortales
En medio de las cosas.
Ahora indagaremos en el “estar en medio” del mundo (das Sein bei der welt). Este es un
existencial fundado en el estar-en. Esto lo hace mediante un contraste con las cosas. No se
puede decir jamás algo así como el mero estar juntas de cosas que están ahí, esto tiene que
ver más con los categoriales. El dasein se puede decir como el estar en medio de las cosas,
pero esto se ha visto de un modo preontológico, tal vez esto se ha visto de un modo obvio,
ya que no se puede decir que no estamos con las cosas, con lo demás entes. Es por esto que
debemos explicarlo de una manera más filosófica, porque se ha hecho muy poco de esto
dentro de la filosofía.
Ahora debemos hacer una explicación de por qué Rivera utiliza el estar en medio de (Sein
bei) en vez de la traducción de Gaos que traduce como ser cabe. Rivera dice que esto es
muy anticuado e incluso no se entiende en absoluto, otra interpretación es porque “bei”
puede significar “junto a” y se puede interpretar en alemán de distintas formas como por
ejemplo: studieren bei, “estudiar con alguien”, o wohnen bei, que quiere decir “vivir en
casa de…”. En tercer lugar porque expresiones como “cabe el mundo” o “cabe los entes del
mundo” no tiene ningún sentido para nosotros. Además, porque el ser cabe, se muestra más
como una comprensión categorial y no una existencial, ya que uno puede decir el auto cabe
en la cochera, y esto son dos entes que se comprenden bajo las categorías. Pero en
Heidegger se debe tomar el Sein bei como el estar en medio de, y esto significa que las
cosas comparecen ante nosotros, que las tenemos presentes y que nos movemos entre ellas.
Por eso podemos decir:
Ser en medio del mundo es existencial
Ser en medio de las cosas del mundo es existencial
Este bei, se puede tomar en el sentido del che francés, pero si se utiliza la palabra junto a la
puerta o la silla que toca la pared, ciertamente no se puede tomar en el mismo sentido del
dasein. Lo vital es que la pared no comparece ante la silla, no tiene una apertura hacia la
pared. Aparte que son dos entidades que no tiene mundo, son sin mundo, carecen de
mundo, y no pueden tocarse jamás. Sólo el dasein tiene una abertura con el mundo y con
los otros dasein.
Ahora indagaremos en la facticidad del dasein. Que se puede tomar como una
fragmentación en determinadas formas de estar-en. Ahora para el filósofo francés Francois
Fédier, la palabra alemana Faktizitȁt, no es buena traducirla como facticidad, ya que
mentalmente nos vamos por un camino erróneo, como sinónimo de lo hecho, de lo ya dado.
Pero el dasein hace su ser constantemente, nunca está hecho. Por lo tanto, se requiere una
nueva palabra que según Jorge Acevedo podría ser hacendoso, que remite a un constante
hacer. La vida consiste en un constante quehacer dirá Ortega, ya que estamos haciendo
nuestra vida constantemente, en realidad tomo somos de una u otra forma hacendosos. De
este modo el concepto de estar haciendo la propia existencia implica que el dasein se puede
entender ligado a su destino. Y esto nos remitirá a dos ideas. La primera es que la palabra
intramundano la utilizamos para los entes que aparecen dentro del mundo del dasein, pero
el dasein se puede ver como un ente intramundano, pero habrá que ver que se dice con
intramundano y los entes intramundanos que comparecen ante el dasein. La segunda es que
el concepto del haciendo, implica la forma en cómo podemos entender al dasein, ya que
tenemos que comparecen con los entes que son las cosas y con los demás hombres, y con
todo ente que se nos aparezca, ya que están vinculados al existir del hombre y no se les
puede eliminar. Por lo tanto, uno no se puede desligar del mundo, se cumple un siempre
estar-en-el-mundo.
Para finalizar, dirá Heidegger que la biología puede investigar sobre este asunto, pero en
cuanto somos corpóreos es un asunto ontológico. El filósofo no entrará en detalles, esto le
queda a la biología, pero en cuanto el ser del hombre es corpóreo se vuelve algo metafísico,
ontológico o filosófico.
Francisco Javier Loyola Berguño.
Top Related