PROYECTO DE ORDENANZA
RESERVA NATURAL FORESTAL
MUNICIPAL CERRO RUMIPALLA
VILLA DEL DIQUE, CALAMUCHITA, CÓRDOBA | JULIO DE 2020
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PROYECTO DE ORDENANZA - RESERVA NATURAL FORESTAL
MUNICIPAL CERRO RUMIPALLA
PRELIMINAR
Este proyecto se gesta a partir de una preocupación común por el ambiente, y la unión de dos
trabajos en paralelo en pos de la misma causa: la protección y conservación del Cerro
Rumipalla, o Cerro de la cruz, como usualmente se lo conoce.
Es de destacar el valioso antecedente que constituye la declaración como área de reserva y
protección turística y paisajística de esta parte de nuestro cerro, en 1987, durante la gestión de
quien hoy es nuevamente intendente, Ricardo Scoles. A esta acertada visión le agregamos
ahora fundamentos técnico-científicos que, sumados al contexto actual, confirman la necesidad
imperiosa de reafirmar la protección de nuestro cerro, e ir hacia una gestión del área que
asegure su conservación a largo plazo.
Agradezco a las compañeras y compañeros de ruta de estos meses, por el intercambio y
aportes a este proyecto: María Alejandra Giantomasi, Roberto Fernández, Leandro González
Righetto, Evangelina Baldacci, y Carolina Guzmán.
Mención aparte merece Alberto De Magistris, próximamente vecino de nuestra localidad, quien
iniciara un relevamiento del área años atrás con objeto de impulsar una reserva, y cuyas
inestimables contribuciones en todos los aspectos de este trabajo le han conferido al mismo
profundidad, solidez, y rigurosidad.
A su vez, es de reconocer la generosidad de profesionales y entusiastas de la conservación de
nuestro país, para revisar este proyecto en sus sucesivas etapas: Gustavo Aprile, Flavio
Martínez, Christian Schneider, Bárbara Gasparri.
Gracias también a las compañeras y compañero del bloque de concejales de Unidos por Villa
del Dique, y a todo el Departamento Ejecutivo Municipal, por la predisposición y trabajo
conjunto mediante el intercambio de ideas y pareceres, y por acompañar este proyecto.
Alejandro Kordich
Proyecto de Ordenanza - RNFM Cerro Rumipalla 2
VISTO
La situación ambiental de la Provincia de Córdoba, que conserva aproximadamente sólo el 3%
de su bosque nativo original.
La presión que sufren los bosques por la expansión demográfica, que frecuentemente conlleva
a la conversión o degradación a estados insostenibles de uso de la tierra. Cuando se pierden
los bosques o se les degrada de forma irreparable, se pierde también su capacidad como
reguladores del medio ambiente, provocando un aumento de las posibilidades de inundaciones
y erosión, reduciendo la fertilidad del suelo y contribuyendo a la pérdida de plantas y animales.
Que se reconoce en los bosques los siguientes servicios ambientales: almacenar y procesar el
carbono de la atmósfera y liberar oxígeno; la prevención de la erosión del suelo, la
conservación de la biodiversidad, la regulación, almacenamiento y retención hídrica, el
reciclado de nutrientes, la belleza paisajística, entre otros.
El contexto internacional de adopción de medidas eficaces a los fines de mitigar los efectos del
cambio climático y de la pérdida de biodiversidad, entre las cuales la protección de la masa de
vegetación autóctona remanente constituye una de las medidas a adoptar.
El principio ecológico que indica que la reducción de la superficie de ecosistemas naturales
aislados implica inevitablemente la extinción de cierto número de especies. Y dado que todos
los ecosistemas naturales cordobeses son “islas” en medio de ambientes modificados por el ser
humano, las áreas de conservación tienen que ser lo más grandes posibles para así retener
muestras representativas de las comunidades biológicas sobrevivientes. Se amplía la
importancia de conservar este ecosistema en el ANEXO N° 4.
Que se confirma para los afloramientos rocosos su importancia como centros de diversidad de
plantas y animales, albergando endemismos (especies de distribución limitada a un ámbito
geográfico reducido), como lo demuestra un estudio científico previo sobre las mismas
serranías donde se asienta el cerro Rumipalla, que consigna más de 270 especies para un
área de muestreo de 950 ha (Ver apartado específico en FUNDAMENTOS - ANEXO N° 2),
entre las que se incluyen endemismos locales, regionales, y nacionales; por lo que la
preservación de la heterogeneidad florística de estos geosistemas constituye indudablemente
un aporte científico imprescindible para poder dar sustento a una agenda destinada a evitar la
pérdida de estos ecosistemas por efectos antrópicos.
Que los relevamientos de riqueza florística específicos para el mismo Cerro Rumipalla, en una
superficie 10 veces menor que la del estudio citado más arriba, consigna 212 especies de
plantas, como cifra muy preliminar. (Ver apartado específico en FUNDAMENTOS - ANEXO N°
2 y Lista de plantas registradas).
Proyecto de Ordenanza - RNFM Cerro Rumipalla 3
El relicto regional de la especie Aspidosperma quebracho-blanco (Quebracho blanco) que
sobrevive en el cerro Rumipalla, constituyendo una distintiva población de ladera, que además
es objeto de estudio de un proyecto científico en el que participan investigadoras de la
Universidad Nacional de Córdoba-CONICET que evidencia la relevancia ambiental y el interés
conservacionista del mismo, por tratarse de una de las poblaciones más australes de esta
especie en la Provincia. Se adjunta nota como ANEXO N° 3.
Que si bien podemos considerar al quebracho blanco como emblema de protección, éste es
sólo un eslabón del ecosistema natural, cuya funcionalidad depende de la interacción de varias
especies. El bosque nativo es un ecosistema complejo caracterizado por la presencia de tres
estratos vegetales: superior (árboles y lianas), medio (arbustos y enredaderas) y bajo
(herbáceas, cactus, pastos, helechos, musgos y líquenes), la fauna, el suelo con sus
microorganismos y hongos, el agua y el aire. El equilibrio ecosistémico depende de la
presencia de cada uno de estos componentes. Las comunidades vegetales regulan el ciclo del
agua y los nutrientes al igual que el flujo de la energía lumínica y calórica.
La identidad de Villa del Dique como localidad serrana, donde las caras norte, este y sudeste
del cerro, vistas desde la ruta provincial N° 5, se constituyen en una referencia simbólica
ineludible, como se aprecia en el ANEXO N° 8.
Que dicho cerro es una formación geológica que data del período cretácico inferior (115-133
millones de años atrás), calificada como un “Complejo volcánico sedimentario”, cuyos aspectos
estratigráficos y mineralógicos fueron y son investigados en proyectos y tesis de varias
Universidades del país, como se detalla y amplía en el ANEXO N° 2
Que por el significado de la calidad ambiental y paisajística del lugar para su base turística,
resulta imprescindible una norma que lo proteja a futuro.
La preocupación por la urbanización efectiva de loteos aprobados antiguamente que podrían
comprometer la calidad ambiental de la localidad por la pérdida de una dimensión importante
del entorno natural, y entendiendo que las formas de ocupación deben priorizarse en función
de su rol ecológico y su significado paisajístico y de identidad cultural.
Las disposiciones de nuestra Constitución Nacional y Provincial, Leyes Nacionales y
Provinciales, y las facultades conferidas por la Ley Orgánica Municipal N° 8102, y demás
normativa legal vigente.
Proyecto de Ordenanza - RNFM Cerro Rumipalla 4
CONSIDERANDO
Que el ambiente es un bien protegido jurídicamente por la Constitución Nacional Argentina, que
allí se expresa, en su art. 41, el derecho de gozar de un ambiente sano y equilibrado por todos
los habitantes, y que las autoridades deben proteger este derecho a la vez que se constituye
un deber de todos la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica;
y que podemos entender a la diversidad biológica en cuanto a diversidad genética, de
especies, y de ecosistemas.
Que por Ley Nacional N° 24.375 se adhiere al Convenio de la Diversidad Biológica, que en su
preámbulo observa que las Partes Contratantes son:
• Conscientes del valor intrínseco de la diversidad biológica y de los valores ecológicos,
genéticos, sociales, económicos, científicos, educativos, culturales, recreativos y estéticos de la
diversidad biológica y sus componentes,
• Conscientes asimismo de la importancia de la diversidad biológica para la evolución y para el
mantenimiento de los sistemas necesarios para la vida de la biosfera,
• Afirmando que la conservación de la diversidad biológica es interés común de toda la
humanidad,
• Reafirmando que los Estados tienen derechos soberanos sobre sus propios recursos
biológicos,
• Reafirmando asimismo que los Estados son responsables de la conservación de su
diversidad biológica y de la utilización sostenible de sus recursos biológicos,
• Preocupadas por la considerable reducción de la diversidad biológica como consecuencia de
determinadas actividades humanas,
• Conscientes de la general falta de información y conocimientos sobre la diversidad biológica y
de la urgente necesidad de desarrollar capacidades científicas, técnicas e institucionales para
lograr un entendimiento básico que permita planificar y aplicar las medidas adecuadas,
• Observando que es vital prever, prevenir y atacar en su fuente las causas de reducción o
pérdida de la diversidad biológica,
• Observando también que cuando exista una amenaza de reducción o pérdida sustancial de la
diversidad biológica no debe alegarse la falta de pruebas científicas inequívocas como razón
para aplazar las medidas encaminadas a evitar o reducir al mínimo esa amenaza,
• Observando asimismo que la exigencia fundamental para la conservación de la diversidad
biológica es la conservación in situ de los ecosistemas y hábitats naturales y en mantenimiento
y la recuperación de poblaciones viables de especies en sus entornos naturales.
Que la Ley Nacional N° 25.675 (Ley General del Ambiente) establece en su Artículo 4° que la
interpretación y aplicación de toda norma a través de la cual se ejecute la Política Ambiental,
estarán sujetas al cumplimiento de los siguientes principios:
• Principio de congruencia: La Legislación Provincial y Municipal referida a lo ambiental deberá
ser adecuada a los principios y normas fijadas en la presente Ley; en caso de que así no fuere,
éste_prevalecerá_sobre_toda_otra_norma_que_se_le_oponga.
Proyecto de Ordenanza - RNFM Cerro Rumipalla 5
• Principio de prevención: Las causas y las fuentes de los problemas ambientales se atenderán
en forma prioritaria e integrada, tratando de prevenir los efectos negativos que pueden
producirse sobre el ambiente.
• Principio precautorio: Cuando haya peligro de daño grave o irreversible la ausencia de
información o certeza científica no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de
medidas eficaces, en función de los costos, para impedir la degradación del medio ambiente.
• Principio de equidad intergeneracional: Los responsables de la protección ambiental deberán
velar por el uso y goce apropiado del ambiente por parte de las generaciones presentes y
futuras.
• Principio de progresividad: Los objetivos ambientales deberán ser logrados en forma gradual,
a través de metas interinas y finales, proyectadas en un cronograma temporal que facilite la
adecuación correspondiente a las actividades relacionadas con esos objetivos.
• Principio de responsabilidad: El generador de efectos degradantes del ambiente, actuales o
futuros, es responsable de los costos de las acciones preventivas y correctivas de
recomposición, sin perjuicio de la vigencia de los sistemas de responsabilidad ambiental que
correspondan.
• Principio de subsidiariedad: El Estado Nacional, a través de las distintas instancias de la
Administración Pública, tiene la obligación de colaborar y, de ser necesario, participar en forma
complementaria en el accionar de los particulares en la preservación y protección ambientales.
• Principio de sustentabilidad: El desarrollo económico y social y el aprovechamiento de los
recursos naturales deberán realizarse a través de una gestión apropiada del ambiente, de
manera tal, que no comprometa las posibilidades de las generaciones presentes y futuras.
Que la Ley Nacional N° 26.331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los
Bosques Nativos, establece en su Artículo 3° que está entre sus objetivos hacer prevalecer los
principios precautorio y preventivo, manteniendo bosques nativos cuyos beneficios
ambientales, o los daños ambientales que su ausencia generase, aún no puedan demostrarse
con las técnicas disponibles en la actualidad.
Que según datos de la Unidad de Manejo del Sistema de Evaluación Forestal, de la Dirección
de Bosques, dependiente de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación
(UMSEF), posteriores a la aprobación de la Ley N° 26331, se observa una tendencia
generalizada a la disminución en el ritmo de pérdida de la superficie de bosque nativo (…). Sin
embargo, la aplicación efectiva de la Ley sigue haciendo frente a graves dificultades que deben
resolverse. Hay avances necesarios que hay que hacer para lograr la plena aplicación de la
legislación forestal en la escala requerida para lograr reducciones significativas de las
emisiones por deforestación. La aplicación efectiva de la ley depende de las capacidades
institucionales y las capacidades a nivel provincial y municipal. La falta de mecanismos de
aplicación eficaces y sistemas de sanción es un problema en gran parte de las provincias
argentinas.”
Que la Ley Provincial Nº 9814 de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos de la Provincia
de Córdoba, califica la zona con la Categoría de conservación I (rojo), la cual establece que son
Proyecto de Ordenanza - RNFM Cerro Rumipalla 6
sectores de bosques nativos de muy alto valor de conservación que no deben transformarse,
donde se incluyen áreas que por sus ubicaciones relativas a reservas, su valor de conectividad,
la presencia de valores biológicos sobresalientes y/o la protección de cuencas que ejercen,
ameritan su persistencia como bosque a perpetuidad. La ley toma como zonificación de
referencia el mapa que define los límites de todos y cada uno de los sectores de bosques
nativos con su correspondiente calificación como Categoría de Conservación, el cual se adjunta
como ANEXO N° 7.
Que la Ley Provincial Nº 9814, en su artículo primero establece que quedan sometidos a su
régimen todos los bosques nativos existentes en el territorio provincial -cualquiera sea su
origen-, así como todos los que se formaren en el futuro, incluyendo los bosques nativos de
propiedad privada o pública, sus frutos y productos.
Que la Ley Provincial Nº 9814, en el Artículo 11 determina que se incentivará la recuperación y
preservación del bosque nativo existente, especialmente en las zonas de márgenes de cursos
de agua y zonas de bordes de lagos, lagunas y salinas.
Que la Constitución Provincial declara en su Artículo 186° que son funciones, atribuciones y
finalidades inherentes a la competencia Municipal: la protección del medio ambiente y el
paisaje, la conservación del equilibrio ecológico y el manejo de la polución ambiental.
Establecer restricciones, servidumbres y calificar los casos de expropiación por utilidad pública
con arreglo a las leyes que rigen la materia.
Que el área se encuentra dentro de la Reserva Hídrica Natural Calamuchitana (Ley N° 8844) y
de la Reserva Recreativa Natural Calamuchitana (Ley N° 8845), cuya función es la
conservación de la calidad y cantidad del recurso hídrico, para asegurar la adecuada provisión
a las localidades de la región y ciudad de Córdoba, como así también, el manejo y uso racional
y armónico de la región por parte de los calamuchitanos y turistas.
Que en la primera Guía de Áreas Naturales Protegidas para todo el país (Chebez, 2005), está
especialmente señalada la necesidad de crear áreas protegidas en Calamuchita, pues es
considerada un centro de endemismos de especial interés para la conservación, con 4
especies exclusivas de plantas vasculares.
Que la Ordenanza N° 214/87 “Código de Edificación de Villa del Dique” en el inciso 1.3.7.4
declara al Cerro Rumipalla como: “Área de reserva y protección turística y paisajística (...) en
toda la extensión del área donde no hayan sido aprobados hasta la fecha de puesta en
vigencia de este Código, loteos para la venta; y que agrega: “No se aprobará en lo sucesivo
loteo alguno en la zona del Cerro Rumipalla, declarada de Protección Turística y Paisajística”, y
que “Se podrán aprobar en su oportunidad instalaciones especiales destinadas
específicamente a mirador y/o anexos del tipo de servicios e informativo.”
Que la Ordenanza N° 214/87 “Código de Edificación de Villa del Dique” - apartado 4 - propone
“declarar al Cerro Rumipalla como Área de Protección”, y reglamentar los posibles usos”.
Proyecto de Ordenanza - RNFM Cerro Rumipalla 7
Que según la geomorfología, hidrología, suelo, clima, vegetación y fauna, nuestra localidad se
encuentra dentro de la subdivisión Chaco Serrano, comprendida en la Eco-región del Chaco
Seco. Y que el cerro aún conserva varias de las especies características del Chaco serrano,
muchas de las cuales se mencionan en el ANEXO N° 2.
Que las especies vegetales presentes en el área son vitales como generadoras de alimento,
refugio y sitios de nidificación para diferentes especies animales, las cuales contribuyen a su
polinización y dispersión de semillas, cumpliendo en este sentido un rol fundamental el estrato
medio, en el cual predominan hierbas y arbustos. Muchas de ellas son reconocidas en la
farmacopea por sus propiedades bioquímicas, medicinales y hasta alimenticias y, por lo tanto,
la conservación in situ de su germoplasma reviste interés etnobotánico y científico. A su vez,
muchas especies son endémicas, es decir, que su rango de distribución es muy limitado a sitios
muy puntuales, no encontrándose de forma natural en ninguna otra parte del mundo, por lo
cual es prioritaria su conservación para evitar su extinción, o bien por el avance de las
actividades humanas ya son escasas en la región.
Que el área es refugio de aves migratorias y propicia para reintroducir especies amenazadas
que se encuentran en peligro de extinción como el Rey del Bosque (Pheucticus aureoventris),
la Reinamora (Cyanocompsa brissonii), o el Carpintero negro (Dryocopus schulzi). Se adjunta
un relevamiento de aves del cerro y alrededores como ANEXO N° 5
Además es el hábitat y localidad tipo donde se halló en 1965 una especie de insecto nueva
para la ciencia, un tipo de avispa desprovista de alas bautizada como Lophomutila ameliae,
familia Mutillidae. Se adjunta ficha de la especie donde consta el registro como ANEXO N° 6
Que el Turismo de Naturaleza es una actividad en crecimiento, que permite conciliar el uso del
territorio con la conservación ambiental del mismo, mediante la regulación de actividades y
prácticas que aseguren la preservación del medio, y este aspecto está directamente
relacionado con una localidad eminentemente turística como lo es Villa del Dique.
Que por lo tanto, es de vital importancia para la calidad de vida de las personas conservar la
mayor superficie posible de bosque nativo, preservando la diversidad biológica y asegurando
los servicios ecosistémicos que brinda a la sociedad.
Proyecto de Ordenanza - RNFM Cerro Rumipalla 8
PROYECTO DE ORDENANZA | ARTÍCULOS
Art.1) Declarar a la zona propuesta como Reserva Natural Forestal Municipal Cerro Rumipalla,
con las medidas de protección necesarias para conservar el bosque nativo existente. Para ello
el área contará con el marco legislativo brindado por la Ley N° 6964 de Áreas Naturales de la
Provincia de Córdoba.
Art. 2) El sitio propuesto cubre una superficie aproximada de 61 ha. con 39 á. y se encuentra
delimitado en la parcela catastral 1206438703363541; conformando un polígono cuyos
laterales se vinculan en los siguientes vértices:
Punto 1: -32.188474 LS / -64.44579 LO; Punto 2: -32.187864 LS / -64.44566 LO
Punto 3: -32.188049 LS / -64.444452 LO; Punto 4: -32.187761 LS / -64.443924 LO
Punto 5: -32.186678 LS / -64.442958 LO; Punto 6: -32.186216 LS / -64.443097 LO
Punto 7: -32.185716 LS / -64.442948 LO; Punto 8: -32.18476 LS / -64.441716 LO
Punto 9: -32.184557 LS / -64.441874 LO; Punto 10: -32.184321 LS / -64.441973 LO
Punto 11: -32.183931 LS / -64.44199 LO; Punto 12: -32.183673 LS / -64.441903 LO
Punto 13: -32.18345 LS / -64.441748 LO; Punto 14: -32.183125 LS / -64.441285 LO
Punto 15: -32.18265 LS / -64.441235 LO; Punto 16: -32.18224 LS / -64.441327 LO
Punto 17: -32.181523 LS / -64.441752 LO; Punto 18: -32.181345 LS / -64.441775 LO
Punto 19: -32.180943 LS / -64.443154 LO; Punto 20: -32.181436 LS / -64.444333 LO
Punto 21: -32.181544 LS / -64.444832 LO; Punto 22: -32.181533 LS / -64.445154 LO
Punto 23: -32.181451 LS / -64.445597 LO; Punto 24: -32.181268 LS / -64.446074 LO
Punto 25: -32.181098 LS / -64.446359 LO; Punto 26: -32.180757 LS / -64.446766 LO
Punto 27: -32.180778 LS / -64.447044 LO; Punto 28: -32.182036 LS / -64.448667 LO
Punto 29: -32.182291 LS / -64.448791 LO; Punto 30: -32.18293 LS / -64.448808 LO
Punto 31: -32.183271 LS / -64.448958 LO; Punto 32: -32.183549 LS / -64.449214 LO
Punto 33: -32.184327 LS / -64.450136 LO; Punto 34: -32.184398 LS / -64.450149 LO
Punto 35: -32.185404 LS / -64.451222 LO; Punto 36: -32.186277 LS / -64.452003 LO
Punto 37: -32.186735 LS / -64.452117 LO; Punto 38: -32.186856 LS / -64.452847 LO
Proyecto de Ordenanza - RNFM Cerro Rumipalla 9
Punto 39: -32.18824 LS / -64.452128 LO; Punto 40: -32.188908 LS / -64.450657 LO
Punto 41: -32.188417 LS / -64.44706 LO; Punto 42: -32.188474 LS / -64.44579 LO
Se adjunta polígono de referencia con los puntos correspondientes a las coordenadas
geográficas, como ANEXO N° 1 de la presente ordenanza.
Art. 3) Son objetivos de la Reserva Natural Forestal Municipal Cerro Rumipalla:
a) Conservar un valioso relicto de quebracho blanco, uno de los más australes de la
provincia, y que data de cientos de años;
b) Proteger un remanente de bosque serrano en peligro de extinción;
c) Asegurar el hábitat de cientos de especies, algunas de las cuales están consignadas en
las listas de “especial valor de protección” por su rareza o estado de peligro;
d) Conservar y/o mejorar la calidad del paisaje natural;
e) Facilitar las actividades de conservación, educación, investigación y monitoreo del
ambiente y sus recursos.
f) Favorecer la “conectividad” del cerro Rumipalla con áreas verdes circundantes, que
garantice la circulación de la fauna (reptiles, mamíferos, anfibios), como la península “La
Embalsina” (Fracción IXBis); polígonos de monte aún no urbanizados hacia el sudoeste
del pueblo; e incluso el cerro Mirador de Villa Rumipal.
g) Aportar un marco de gestión que ayude a la prevención de incendios, erosión hídrica,
sedimentación y proliferación de especies exóticas.
Art. 4) Se prohíbe la transformación del uso de la tierra y la deforestación. Sólo se permite el
ejercicio del control y vigilancia por autoridad competente a determinar mediante Plan de
manejo, la investigación científica, actividades de recreación y educación ambiental acordes, y
otros usos a determinar en el Plan de manejo, siempre que sean compatibles y no perjudiquen
la conservación del espacio natural en el corto, mediano o largo plazo.
Art. 5) La Reserva Natural Forestal Municipal Cerro Rumipalla funcionará bajo la jurisdicción de
la Municipalidad de Villa del Dique. La Municipalidad podrá contar con el asesoramiento de
organismos competentes en materia de conservación del ámbito provincial y nacional,
facultades o departamentos de casas de estudio orientados a temáticas ambientales, otras u
organizaciones del tercer sector (ONGs), conforme a los convenios que se firmen
oportunamente.
Art. 6) La Autoridad de aplicación de esta ordenanza es el Departamento Ejecutivo Municipal, a
través de una Comisión de Ambiente que se creará para tal fin, hasta tanto se constituya en la
estructura municipal una Secretaría o Dirección específica.
Art. 7) Serán funciones y atribuciones de la Autoridad de aplicación, sin perjuicio de las que
implícitamente corresponden por aplicación de esta Ordenanza, las siguientes:
Proyecto de Ordenanza - RNFM Cerro Rumipalla 10
a) Entender en la conservación, el manejo y la fiscalización de la Reserva Natural Forestal
Municipal, y la administración del patrimonio afectado a su servicio;
b) Elaborar el Plan de Gestión del área;
c) Promover la realización de estudios e investigaciones científicas y relevamientos e
inventarios de los recursos naturales existentes en el área;
d) Asegurar el sostenimiento y mejoramiento del área protegida, valiéndose de resultados
técnicos y científicos para la determinación de la capacidad de uso o carga diaria y
semanal de las actividades permitidas;
e) Reglamentar y autorizar la construcción de la infraestructura necesaria para la ejecución
del Plan de manejo, pudiendo celebrar convenios con instituciones públicas o privadas,
a fin de efectuar aportes para el estudio, financiación y ejecución de las obras, ad
referendum del Concejo Deliberante;
f) Promover la educación ambiental en todos los niveles educativos, especialmente en la
temática de las Áreas Naturales Provinciales y Municipales;
g) Establecer regímenes sobre acceso, permanencia, tránsito y actividades recreativas y
turísticas en el área y el control de su cumplimiento;
h) Otorgar y fiscalizar las concesiones y permisos destinados a la explotación de todos los
servicios necesarios para la atención de visitantes, y declarar la caducidad de las
mismas cuando así corresponda, ad referendum del Concejo Deliberante
i) Celebrar convenios con personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, municipales,
provinciales, nacionales e internacionales, para el mejor cumplimiento de esta
Ordenanza y sus reglamentaciones, ad referendum del Concejo Deliberante;
j) Gestionar el otorgamiento de subsidios provenientes de entidades financieras
municipales, provinciales, nacionales e internacionales, destinados a apoyar la
ejecución del Plan de Manejo;
k) Entender en toda otra actividad que no esté contemplada en la presente y que resulte
de interés congruente con el área.
Art. 8) La Autoridad de aplicación deberá convocar a un Consejo Asesor, de carácter
consultivo, formado por un representante del Concejo Deliberante, habitantes del área,
Organismos No gubernamentales vinculados a la misma, instituciones académicas y otros
actores sociales que lo soliciten. Las consultas al Consejo Asesor tendrán carácter de
obligatorias ante cualquier situación que no esté contemplada expresamente en el Plan de
Manejo.
Art. 9) Todo organismo o funcionario público municipal que dicte o ejecute actos
administrativos que se relacionen con la aplicación de la presente Ordenanza y sus
reglamentaciones, deberá dar en forma obligatoria, intervención previa a la Autoridad de
Aplicación.
Art. 10) El Municipio proveerá los fondos necesarios para atender los gastos de funcionamiento
de la Reserva Natural Forestal Municipal, que contará con partidas explícitas asignadas en el
presupuesto anual municipal.
Proyecto de Ordenanza - RNFM Cerro Rumipalla 11
Art. 11) Se crea la figura de guardaparque municipal. El mismo será encargado de ejecutar el
Plan de Manejo que se desarrolle para la consecución de los objetivos de la Reserva Natural
Forestal Municipal. Para el desempeño de sus funciones contará con la colaboración de una
cuadrilla municipal auxiliar, a determinar por el DEM, y la colaboración de voluntarios y amigos
del área protegida. Las atribuciones y deberes de los auxiliares y voluntarios afectados a la
Reserva emanarán de las disposiciones que contemple el Plan de Manejo de la misma y su
autoridad de aplicación.
Art. 12) La Autoridad de Aplicación deberá confeccionar un reporte anual del estado de
conservación, que dé cuenta del estado de los objetivos propuestos, mediante una serie de
indicadores, y que mencione las tareas ejecutadas en pos de la consecución de los mismos.
Art. 13) Las actividades de entes públicos, privados, residentes y visitantes deberán
encuadrarse en el Plan de Manejo de la Reserva. Dicho plan deberá confeccionarse y hacerse
efectivo, bajo la coordinación de la Autoridad de aplicación, en un lapso no mayor a 12 meses a
partir de la aprobación de esta Ordenanza.
Art. 14) Se crea la categoría de Monumento Natural Municipal, y se otorga al Quebracho
Blanco esta categoría. Dicha declaración de Monumento Natural Municipal se emitirá mediante
acto administrativo fundado por el Departamento Ejecutivo Municipal.
Art. 15) Se promueve la creación, mediante una ordenanza futura, de un marco regulatorio
especial que establezca normas para la edificación y una serie de principios de
desenvolvimiento en lotes contiguos a la Reserva Natural Forestal Municipal Cerro Rumipalla,
con el objeto que ese cordón inmediatamente adyacente al límite de la Reserva funcione como
amortiguante o “buffer” entre el área protegida y la trama urbana, en concordancia con la
Ordenanza N° 214/87 -Código de Edificación- de Villa del Dique, que en el apartado 4
(Propuestas) estipula la necesidad de “Reglamentar la ocupación del suelo y el diseño
arquitectónico en las distintas zonas previstas, tendiendo a integrar dicho diseño a las
condiciones topográficas y ambientales como un modo de mantener la calidad de vida
existente, y los valores paisajísticos.”
Art. 16) Comuníquese al Departamento Ejecutivo Municipal.
Proyecto de Ordenanza - RNFM Cerro Rumipalla 12
LISTADO DE ANEXOS DEL PROYECTO DE ORDENANZA
Anexo 1 - Área propuesta. ……………………………………………………………………………………… Pág 14
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico. ……………………………………………………………. Pág 15
Anexo 3 - Nota de investigadoras del Conicet sobre el Quebracho blanco. …………. Pág 54
Anexo 4 - Importancia ecosistémica. ………………………………………………………………………… Pág 56
Anexo 5 - Listado de aves observadas en el cerro y alrededores. ……………………… Pág 62
Anexo 6 - Registro de Lophomutila ameliae. …………………………………………………………… Pág 66
Anexo 7 - Mapa de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos de Pcia de Córdoba. Pág 70
Anexo 8 - Visual del Cerro - Referencia simbólica. ………………………………………………… Pág 71
Proyecto de Ordenanza - Listado de anexos 13
ANEXO 1 - Polígono del área y puntos de los vértices (en base a coordenadas grográficas)
Anexo 1 - Área propuesta 14
1
INFORME TÉCNICO Área Natural Protegida
Reserva Natural Municipal
“Cerro Rumipalla”
Fundamentos
Versión aportada por Alberto A. De Magistris (Ing. Agrónomo / Dr. Ciencias Biológicas / Docente-investigador Universitario)
Villa del Dique - Valle de Calamuchita CÓRDOBA
2020
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 15
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CONTENIDOS / ÍNDICE 1.DESARROLLO DEL TEMA 1.1.Introducción breve 1.2.Objetivos y fundamentos para el Área Natural Protegida propuesta 1.3.Contextos geográficos y rasgos bio-físicos 1.4.Algunos aspectos catastrales y de dominio 1.5.Antecedentes normativos sobre uso del suelo y ordenamiento territorial
1.5.1.Marco normativo local 1.5.2. Antecedentes legislativos provinciales
1.6.Escenario urbano del pedemonte, impactos recientes y amenazas a la integridad del Cerro.
1.6.1.Urbanización abierta del pedemonte y su regulación. 1.6.2.Incendios. 1.6.3.Brechas en las laderas. 1.6.4.Urbanizaciones cerradas
2. ANEXOS DEL INFORME TÉCNICO 2.1. Reseña de parte del marco jurídico 2.2. Clima, geología, geomorfología y paisaje
2.2.1.Clima. 2.2.2.Relieve, geología y geomorfología.
2.3. Biomas y biodiversidad 2.3.1.Biomas y hábitats.
2.3.1.Riqueza de especies vegetales y breve análisis ecológico 2.3.2.Registros preliminares de artrópodos y vertebrados (mamíferos, aves y reptiles). 2.4. Datos complementarios y reflexiones personales
2.4.1.Contexto general del proyecto y necesidades actuales en diferentes escalas. 2.4.2.El foco puesto en la reforestación con especies autóctonas y la creación de áreas protegidas.
3. LISTA Y LÁMINAS ANEXAS 1 a 5: Fauna. Ejemplos de artrópodos. 6: Vegetación. Plantas con flores. 7: Vegetación. Población de Quebracho blanco (Aspidosperma quebracho-blanco). 8: Geología y minerales. 9: Impactos y amenazas. 10: Vistas. 11: Mapas.
Bibliografía citada y consultada Reconocimiento:
A mi amigo Fabián M. Martino quien allá por 1993 me acercó a este formidable enclave de naturaleza, y con quien compartimos recorridas, datos, reflexiones y anhelos comunes. Agradecimientos:
A Roberto Fernández y Alejandro Kordich, por el activo y ameno intercambio de ideas técnicas y antecedentes en este particular tramo de concepción conjunta del proyecto.
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1.DESARROLLO DEL TEMA
1.1.Introducción breve
Este texto ilustrado con imágenes, gráficos y mapas, brinda un desarrollo de diferentes
aspectos que conducen y nutren la comprensión de la iniciativa de declarar como un Área Natural
Protegida al Cerro Rumipalla de la localidad de Villa del Dique, Departamento Calamuchita.
Ese desarrollo se organiza a través de una parte introductoria que sigue a continuación,
más una serie de anexos. Desde luego, se trata de documentos que acompañan al texto de la
Ordenanza en sí, la cual tiene el objeto de crear el Área Protegida referida y establecer un conjunto
de medidas estrechamente ligadas a la misma, partiendo desde el mismo plan de gestión futuro.
Por eso, un último cuerpo de la iniciativa ambiental que aquí se trata, lo constituye el
Documento de Plan de Gestión, también llamado Plan de Manejo, que para cualquier norma de
esta clase puede asumirse como la base de su Reglamentación. Su finalización está prevista para
2021.
El cerro Rumipalla -tal como figura en las cartas geológicas- o también llamado en el ámbito
local “Cerro de la Cruz”, es un icono paisajístico del embalse “Ministro Pistarini” o del “río Tercero”
y, por supuesto, del pueblo Villa del Dique.
El cerro es hoy un enclave que atesora una formidable muestra testigo del ambiente natural y la
biodiversidad regional, con un potencial insospechado para complementar la oferta turística del
pueblo y la zona. Se vincula a la identidad histórico-cultural, y es el principal marco escénico
terrestre de Villa del Dique.
Sin embargo, diferentes fuentes de impacto, como el avance de la frontera urbana, cuya
dinámica se ha acentuado en los último 10 años, la posibilidad de incendios, la invasión con
especies exóticas, erosión, desmoronamientos por efecto de obras edilicias, y en especial la
expansión de emprendimientos de barrio cerrado que inciden con la tala rasa, entre otros asuntos,
lo colocan hoy ante un contexto de riesgo de fragmentación, deterioro y alteración sin precedentes,
que pueden llevar a cambiar para siempre su fisonomía y función, así como la identidad del pueblo
que nació y se desarrolla a su lado.
En esencia, la propuesta aquí planteada de otorgar un marco de protección legal a este
enclave natural parte de una realidad visible a simple vista, la cual, por un lado, ya surge de la
propia deducción de lo que está frente a los ojos del que quiere ver. Pero cuando a esa primera
“capa” de simple deducción lógica, se le agrega o correlaciona un diagnóstico de base técnico y
comprometido, que se vale de relevamientos de campo, interpretación, sobre de la dinámica del
uso de la tierra, potencialidades y un análisis de contextos nacionales, provinciales y locales en
materia ambiental y social, cae de maduro que es inadmisible, en los tiempos que corren, no dictar
una norma de protección específica para este enclave serrano.
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 17
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Aquí serán explicados detalladamente los objetivos y argumentos que ponen en contexto la
necesidad de su urgente amparo legal, protección efectiva del ecosistema, y puesta en valor para
una merecida y adecuada vinculación del cerro y sus atributos con la gente. El marco jurídico para
lograrlo es amplio y aplicable, comprende tanto normativa de alcance nacional, como provincial y
municipal, en lo que se refiere a lo netamente ambiental y a la esfera del ordenamiento territorial y
mejora de la vida urbana.
La declaración del Cerro Rumipalla(*) bajo la forma de un Área Natural Protegida ajustada al
caso, es un proyecto no sólo viable, sino también necesario y merecido para el pueblo de Villa del
Dique y sus visitantes, así como un ejemplo para toda la región del Valle de Calamuchita, tan
carente de áreas protegidas.
(*) no confundir este nombre con el del Cerro Mirador de Villa Rumipal
1.2.Objetivos y fundamentos para el Área Natural Protegida propuesta
Principales objetivos específicos de la creación de un área natural protegida en el Cerro Rumipalla.
Los mismos se vinculan a los ejes: ambiente, conservación de la biodiversidad, urbanismo,
educación, ecoturismo, protección de cuencas y laderas, patrimonio cultural.
1) Establecer la primera área natural protegida formal de este sector del Valle de Calamuchita,
y una de las pocas la zona de influencia del Embalse M. Pistarini, y de todo el
Departamento Calamuchita.
2) Contribuir a la conservación de bosques y pastizales nativos, así como su fauna asociada,
típica del ecotono o transición entre el espinal pampeano y bosque serrano.
3) Proteger una población añosa y relictual de Quebracho blanco (Aspidosperma quebracho-
blanco - Apocináceas) en su biotipo serrano, que en su carácter concentrado es una de la
más australes para la Provincia de Córdoba, junto a una multitud de plantas serranas,
algunas de ellas endémicas o ya raras en la zona.
4) Conformar un atractivo ecoturístico y paisajístico, formalmente gestionado y organizado,
para la protección y observación de la flora, fauna y geología, como también para la
contemplación y disfrute del vecino y el visitante, y para la educación ambiental e
investigación científica.
5) Brindar un marco de seguridad estructural para el área de emplazamiento de estructuras
preexistentes ligadas a servicios básicos (antenas, cartel del año, cruz, etc.)
6) Contribuir con la prevención de incendios que puedan afectar la zona agreste de la media
ladera y cima, y la franja urbana establecida en la falda baja del cerro. De un mismo modo,
contribuir al monitoreo y la prevención de la erosión, sedimentación, desmoronamiento,
invasión con especies exóticas y otros tipo de alteraciones.
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7) Resaltar el sitio por su relevancia cultural asociada a los pueblos originarios, y su posterior
escenario histórico como tramo del llamado “Carril de los Chilenos” que conectaba esta
parte de la Provincia con San Luis, Mendoza y Chile.
8) Compensar con un hecho ambiental concreto, la “deuda ecológica” que las poblaciones de
la región mantenemos con este formidable valle verde, al cual le extraemos suelo, piedra,
agua, energía, leña, alimento, sombra y canto
1.3.Contextos geográficos y rasgos bio-físicos
El Cerro Rumipalla, también llamado “Cerro de la cruz” en el ámbito local, es una elevación
muy característica que asciende a los 645 msm, aislada y algo separada del eje típico del cordón
de las Sierras Chicas de Calamuchita. En efecto, desde el punto de vista geológico mantiene una
relación más estrecha con la Sierra de los Cóndores que se continúa hacia el sur-sureste, y cuyo
vértice norte, son justamente unos cuantos afloramientos en Villa del Dique.
Este enclave orográfico muy antiguo que luce una cima aplanada y ligeramente inclinada
vista a la distancia, ha quedado en el borde del embalse del río Tercero, luego del ascenso del
nivel del agua, conformando una “península” al costado de la cual se fundó el pueblo de Villa del
Dique en 1935
Previo a la conformación del lago, su cara oriental descendía hasta el cauce extinto del río
Tercero o Ctalamochita, mientras que su lado occidental se fundía con planicies de suaves declives
que lo comunicaban con el cerro mirador de Villa Rumipal y la porción más meridional del cordón
de las Sierras Chicas, desde la cual discurre el arroyo que atraviesa al pueblo.
Como se desarrollará más adelante, a pesar de que el desmonte y la urbanización han
crecido notoriamente alrededor de su base, con un fuerte impulso a partir de 2012 en su cara
sudeste, el cerro como unidad bio-física ostenta hoy varios atributos de carácter ecológico,
paisajísticos, turísticos, de servicios y salud públicos, urbanístico, histórico-culturales y educativos –
entre otros- que lo colocan ante la ineludible necesidad de preservarlo formalmente. Así como en el
resto de la Provincia, el país y el mundo entero, transitamos momentos críticos y decisivos para
definir su protección sin vacilaciones.
Esto implica la protección, bajo algunas de las modalidades previstas en la Ley marco 6964
de Áreas Naturales Protegidas de Córdoba, de la cima y las laderas de esta unidad orográfica, por
encima -o a partir- de la última línea límite establecida por el fondo del loteo legalmente aprobado
por catastro provincial hasta el presente, el cual rodea toda su base o laderas bajas. Dicha
superficie, calificada hoy como zona rural, abarca una superficie de 61 hectáreas.
Es un cerro tapizado desde la base hasta su cima por una cobertura boscoso-arbustiva
densa y sorprendente en cuanto su biodiversidad de flora y fauna y también en cuanto a su
diversidad mineralógica, habida cuenta que su formación data del período cretácico y se vincula a
procesos de simultáneos de vulcanismo y sedimentación.
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En términos fisonómicos, la Reserva propuesta comprende el faldeo medio y superior, y
toda la cima del cerro Rumipalla, es decir que comprende la superficie encerrada por el polígono
que coincide con las líneas límite de los fondos de los lotes, de loteos aprobados hasta el presente
sobre la falda baja del cerro.
El cerro ha quedado rodeado de planta urbana en su base, la cual es recorrida por vías
troncales como la Av. de los Navegantes (pavimentada en más de la mitad de su trayecto) por el
lado norte, este y sur; por la Av. de los Pescadores y el Carril de los Chilenos por el oeste; y por la
Av. Costanera por el sur. Esa franja de planta urbana exhibe una ocupación de lotes edificados
cuya proporción promedia el 50 %, aunque la densidad de la superficie construida disminuye en el
sentido costa de lago-base del cerro. Es así que el cordón de lotes inmediatamente adyacente a la
parcela a proteger solo contiene un 8,7 % de lotes edificados o en edificación.
En particular, y desde un punto de vista de la vegetación, además de la riqueza florística
típica de la transición o “ecotono” entre las formaciones del Espinal y el Bosque Serrano Cordobés,
el centro de interés biológico y turístico yace en la presencia en sus faldeos rocosos de una
población relictual de Quebracho blanco (Aspidosperma quebracho-blanco), posiblemente un
“ecotipo” de ladera (con cientos de añosos ejemplares algunos tal vez bicentenarios) que sobrevive
desde antes de la colonización europea, es decir, desde hace siglos en el área. Junto con los
algarrobos (Prosopis) y los demás quebrachos (Schinopsis), el quebracho blanco es uno de los
árboles típicos de la región chaqueña, lamentablemente sometido a su desaparición por la tala en
numerosas zonas. Frente al deplorable panorama de la misma especie en los alrededores, esta
población, que podría casi considerarse “milagrosamente superviviente”, es tal vez la localizada
más hacia el sudeste en su distribución en el país, y una de las más australes para el territorio
cordobés. Por sí solo, este hecho le valdría, sin dudas, la determinación de su protección formal,
sin embargo, como se verá, confluyen muchos otros rasgos y aspectos que refuerzan la citada
característica.
Desde luego, queda muy claro y cae de maduro que ante el contexto de los atributos
enumerados más arriba, así como de las nutridas consideraciones que serán desarrolladas en los
capítulos subsiguientes de este documento, que la designación de protección propuesta, implica de
parte del propietario como del Estado la abstención de promover en el lugar su loteo, urbanización,
fragmentación, es decir, cualquier acto que atente contra la continuidad bio-física y la calidad
ecosistémica del sitio, y que implique un inadmisible retroceso en los atributos del mismo, a
considerar de aquí hacia adelante.
Esta última consideración, puesta en vistas de los rasgos físicos del cerro (elevada
pendiente, suelos proclives a erosión, peligro de erosión hídrica y eólica, peligro de incendios, a lo
cual la naturaleza prodigó una densa cobertura de bosques protectores, que hoy le otorga atributo
como isla de biodiversidad, etc.) conforman un contexto de deducción y lógica que no deja lugar a
dudas sobre la función que el Estado debe cumplir en este caso.
Es decir, la relevancia de este cerro conduce hacia un hecho ineludible para el gobierno y la
comunidad en cuanto a encarar un proceso de gestión y participación para que este icono
geográfico de la región no se convierta en el corto plazo en un ejemplo más del insensato
desenvolvimiento humano sobre los bienes naturales, y que su imagen no se sume a la larga lista
de postales del recuerdo y la nostalgia.
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Se estima que la población residente de Villa del Dique se incrementó en un 50 % en los
últimos 10 años, pasando de 3.000 a 6.000 habitantes, y se suman otros 12.000 turistas durante la
época de temporada alta. Estos índices dan una idea de cómo el entorno puede cambiar en el
mediano plazo, con un efecto incluso desfavorable para el mismo objetivo turístico tradicional,
basado en las bellezas escénicas. Pero además, para un Municipio que se configura en gran
medida por su oferta y calidad turística, la creación de la primera área natural protegida con
objetivos claramente definidos en toda la porción oriental del valle, constituye una oportunidad
única para coronar sus atributos, así como un “motor” de nuevas posibilidades para esa oferta
turística.
En todo caso, en estos términos, es claro que, más allá de lo tradicionalmente devenido de
la parte náutica y recreativa del lago, la comuna no cuenta hoy con un segmento de turismo de la
naturaleza o eco-turismo organizado, aunque esa posibilidad, está delante de sus ojos.
Es preciso destacar que defender la identidad y el entorno del pueblo, como sucede en
cualquier parte, nace preponderantemente de las motivaciones de sus vecinos. Traemos esto a
referencia, para reflexionar acerca de cuán poco probable es que se ocupe el turista, ya sea
ocasional o habituado, de hacer diagnosticar, evaluar y trazar líneas de acción para la protección
del ambiente. Es decir, proceder en cuanto a esta temática descripta es sensato y coherente con
planificar soberanamente la fisonomía futura del pueblo.
Si elevamos un poco la mirada hacia todo el valle de Calamuchita, veremos que,
exceptuando las áreas protegidas existentes y efectivizadas en las cumbres de las Sierras de los
Comechingones que son reconocidas como fuentes de agua (ej. Quebrada del Condorito, Pampa
de Achala), aunque parezca irreal, no existe en el resto de toda la vasta extensión del valle y los
faldeos y cerros de Calamuchita, área protegida alguna con relevancia regional y/o con un objetivo
claro de conservación o de uso turístico organizado.
1.4.Algunos aspectos catastrales y de dominio
En cuanto a la caracterización catastral, la superficie de tierra que es objeto de este
proyecto reviste dominio privado, bajo zonificación rural. Otras notaciones técnicas del área son:
No. De Cuenta 120640549233; Nomenclatura: 1206438703363541. Propietarios particulares:
herederos de la familia Astrada Ponce. (Ver Lámina 11 Mapas)
1.5.Antecedentes normativos sobre uso del suelo y ordenamiento territorial
El dominio privado de la tierra, para este caso, no exime a los propietarios de ajustarse a las
restricciones derivadas de la legislación ambiental. Por lo tanto, esa calificación de dominio no
puede ni debe ser tomada a priori como un impedimento para su protección, pues existe abundante
normativa provincial y nacional (leyes y resoluciones) que amparan los atributos aquí enunciados,
lo que hace que, de común acuerdo con el propietario, y a través de gestiones oficiales, sea posible
establecer una figura de preservación y manejo adecuada al caso.
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1.5.1.Marco normativo local
Tal vez, el primer antecedente normativo local que refiere a la relevancia ambiental del cerro
y su hábitat sea la Ordenanza N° 214/87 “Código de Edificación de Villa del Dique”. La misma, en
su inciso 1.3.7.4 declara al Cerro Rumipalla como: “Área de reserva y protección turística y
paisajística (...) en toda la extensión del área donde no hayan sido aprobados hasta la fecha de
puesta en vigencia de este Código, loteos para la venta. También agrega: “No se aprobará en lo
sucesivo loteo alguno en la zona del Cerro Rumipalla, declarada de Protección Turística y
Paisajística”, y que “Se podrán aprobar en su oportunidad instalaciones especiales destinadas
específicamente a mirador y/o anexos del tipo de servicios e informativo.” No sólo eso sino que la
misma Ordenanza N° 214/87 en su apartado 4 propone “declarar al Cerro Rumipalla como Área de
Protección”, y reglamentar los posibles usos”.
Más recientemente, en el documento de Plan estratégico para Villa del Dique, presentado
por el Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación en 2018, al igual que para
todas las ciudades y comunas de la provincia de Córdoba, aparece un claro antecedente en favor
de la protección del cerro Rumipalla, que aquí tratamos. Este documento gubernamental se centra
en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible promovidos por la ONU (ODSs). Uno de ellos, el 15,
invoca a revertir el uso irracional y degradativo de los bienes naturales, poniendo énfasis en la
protección de ecosistemas terrestres y su diversidad biológica.
En dicho informe, que analiza con detalle cada componente de la localidad en términos de
ordenamiento territorial y calidad de vida, se reafirma la intención expresada en la Ord. 214/87, al
incluir el área de cerro que nos ocupa en la figura de “Reserva Natural”. En el mismo estudio se
advierte acerca de la susceptibilidad de incendios, y por eso, la forma de área natural protegida
ofrece, como mínimo, un marco adecuado de monitoreo, comunicación y accesos asegurados ante
un siniestro de este tipo.
Cabe destacar que el citado Plan Estratégico de 2018 sostiene una calificación coherente
con lo estipulado en la Ord. 214/87, y lo hace 30 años después, lo que denota que el paso del
tiempo ha consolidado el status de conservación exigido. Además, en el período transcurrido entre
las declaratorias de la Ord. 214/87 y la fecha actual, es decir, 33 años, no se tiene registro de
medida alguna que haya argumentado conceptos opuestos o medidas de reclamo.
1.5.2. Antecedentes legislativos provinciales
Las declaraciones en el año 2000, por medio de las Leyes 8844 y 8845, llamadas Reserva
Hídrica Natural Calamuchitana y Reserva Recreativa Natural Calamuchitana, respectivamente, y
que abarcan prácticamente toda el área comprendida por el Departamento Calamuchita.
Desafortunadamente, poco y nada de favorable sobre el terreno real de los hechos fue derivado de
estas normas enunciativas. Sin embargo, sí marcan una intención y contexto de precedente que,
como en el presente caso, puede verse reflejado en una acción de contexto local.
Por enmarcarse en los argumentos que hacen a la categoría 1 o de color rojo para la Ley
Nacional de Ordenamiento de los Bosques Nativos y su correlato provincial, reviste el carácter de
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“Sectores de muy alto valor de conservación que no deben transformarse. Esta calificación, incluye
“áreas que por sus ubicaciones relativas a reservas, su valor de conectividad, la presencia de
valores biológicos sobresalientes y/o la protección de cuencas que ejercen, ameritan su
persistencia como bosque a perpetuidad, aunque estos sectores puedan ser hábitat de
comunidades indígenas y ser objeto de investigación científica. En el ANEXO 2.1. se completan los
conceptos presentados en este capítulo.
1.6.Escenario urbano del pedemonte, impactos recientes y amenazas a la integridad del
Cerro. (Se complementa con lámina de imágenes No. 9)
1.6.1.Urbanización abierta del pedemonte y su desarrollo armónico
Como se ha enunciado en párrafos y capítulos precedentes, el avance de la urbanización es
uno de las causas de pérdida de los espacios naturales. En Villa del Dique, la expansión
residencial clásica y abierta en torno al Cerro Rumipalla puede calificarse como de ritmo leve hasta
el año 2010, acentuándose durante la última década, especialmente en la cabecera occidental del
Cerro, y en dirección a su base. Se trata, en todo caso, de la edificación bajo un patrón disperso,
sobre terrenos de loteos preexistentes de los barrios Bello Horizonte y El Vallecito, con calles
principales abiertas entre Av. de los Pescadores, Av. de los Conquistadores y la base del faldeo.
Sin embargo, resulta innegablemente necesario trazar una normativa adicional que
complemente adecuadamente la protección del cerro de los posibles impactos generados desde la
urbanización en su base. Esto tiene el objeto de evitar distintos efectos adversos de las actividades
humanas, y que las mismas se desarrollen en forma congruente con el paisaje que ostenta, y
armónica con los ecosistemas que yacen por encima. Así pues, esta franja urbana de piedemonte
debe funcionar como amortiguación, conectada con el hábitat, y no como constante fuente de
amenazas e ímpetu hacia la modificación del entorno.
La figura de Paisaje Protegido, por ejemplo, puede ser una alternativa futura para enmarcar
las previsiones ecológicas básicas, así como exaltar la relevancia de esas propiedades particulares
y hasta mejorar su valor inmobiliario. De algún modo, se trata de un ejercicio de “feedback”, en el
cual el propietario adopta la responsabilidad requerida para la preservación del paisaje circundante,
bajo el respeto de la propiedad privada, y el Estado se ocupa de conservar la integridad bio-fisica
del cerro y la salud del ecosistema, y de promover un ordenado contacto de la comunidad local y el
turismo con el mismo.
1.6.2.Incendios
La ocurrencia de incendios, mayormente intencionales, constituye una de las principales
amenazas a la integridad de la cobertura vegetal del cerro, así como a los bienes materiales
ligados a los servicios públicos esenciales, y la urbanización en la base del faldeo. La cronología de
estos hechos marca la ocurrencia de extensos fuegos en el siglo pasado, cuando la urbanización
de Villa de del Dique era incipiente, y el Cerro Rumipalla era utilizado para el pastaje extensivo de
ganado vacuno. Posteriormente, se tiene registro de focos localizados en los faldeos en lo que va
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del presente siglo, con un caso muy reciente en mayo de 2020, que puso en peligro numerosos
ejemplares centenarios de quebracho blanco.
Pero también se registraron en 2018 varios focos ígneos en los alrededores, e incluso en los
faldeos de la cara nordeste del Cerro Mirador de Villa Rumipal, en terrenos en urbanización
incipiente próximos al barrio Villa Golf, y parcelas de monte entre Villa del Dique y Va. Rumipal.
Todo esto da cuenta de la susceptibilidad de los recursos naturales y bienes materiales ante este
fenómeno. Para el caso del Cerro Rumipalla, contar con una norma de manejo, emanada de su
declaración formal como Área Natural Protegida, sienta las bases para su defensa también frente al
escenario de posibles eventuales incendios, cuya mayoría de origen antrópico, ya sea premeditado
o accidental.
1.6.3.Brechas en las laderas
Sí es preciso destacar casos puntuales que, evidentemente carecieron de los controles
necesarios, y que con la finalidad de conformar alguna plataforma o nivelación para posterior
edificación, recurrieron a arrasar porciones de la ladera. Uno de ellos, sobre la cara “este” del cerro,
por encima de la intersección de los trazados de las calles E. Echeverría y G. Mistral, y a 50 m por
encima del nivel del lago, en 2015, dejó una brecha de roca viva de al menos 800 metros
cuadrados, visible desde el muro del embalse. Otro ejemplo de esta clase, es la intervención de
tala rasa y en un lote de la cara norte, que tuvo lugar en 2012, también a 50 m sobre el nivel del
lago, que originó un “peladal” de suelo y roca al descubierto de 900 m2, a la altura de la calle
Magallanes, que luego quedó sin efecto y –por suerte- volvió a cubrirse parcialmente de
vegetación.
1.6.4.Urbanizaciones cerradas recientes
Para este contexto de urbanización, la prevención de impactos e incidencia negativa hacia
la integridad ecosistémica de los faldeos del cerro es factible a través de una normativa básica de
responsabilidad ecológica y convivencia coherente con el medio. Estas pautas básicas –y lógicas
para un escenario de naturaleza formidable que pudo haber motivado a los propietarios a radicarse
allí-, comprenden la prevención de incendios, de la incidencia de plantas exóticas invasoras,
promoción de la parquización de los fondos con especies del lugar; información y advertencias
sobre acciones que pueden provocar desmoronamientos y erosión marcada de las laderas, etc.
Pero en contraste, es preciso destacar que un extenso proyecto de urbanización también
desenvuelto en los últimos años, sobre la mitad sur del cerro Rumipalla, denominado Punta Peñón
–y calificado bajo la suntuosa dialéctica de “urbanización lacustre” o “villa náutica”- constituye una
“escalada” de alteraciones al paisaje y su dinámica.
Vale decir que este emprendimiento introdujo ya marcadas fuentes de alteración de la
geomorfología y el ecosistema, aun cuando hoy se cuenta con un mayor abanico de normativas de
procedimientos y evaluaciones de impacto ambiental.
Sin dudas, este antecedente de arremetimiento sobre los recursos naturales otorga un claro
y tangible “doble escenario”: por un lado, los impactos ya efectuados que están a la vista, con sus
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consecuencias actuales y las que puedan desencadenarse en el futuro, y por otro, el de amenaza,
a partir de la posibilidad cierta de que una “segunda ola” de nuevos loteos sobre lo que queda del
cerro Rumipalla sea impulsada por su propietario.
Por lo tanto, todas las normas que se valen de los principios precautorios, de prevención de
incidentes y de sustentabilidad del uso de los recursos son totalmente concurrentes y aplicables al
caso.
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2. ANEXOS DEL INFORME TÉCNICO 2.1. Reseña del marco jurídico
Hacia inicios del presente milenio, la Dirección de Ambiente de Córdoba, bajo los preceptos
de compatibilizar el desarrollo con la conservación de la diversidad biológica, impulsó la aplicación
estricta de la legislación vigente a los fines de cumplir con esos objetivos.
La misma Constitución de la Provincia de Córdoba establece en su Art. 11, como
“Declaración de Fe Política” que el Estado Provincial “resguarda el equilibrio ecológico, protege el
medio ambiente y preserva los recursos naturales”.
Esta determinación la reitera en el Art. 66, 2° párrafo, y en el Art. 68, 1° párrafo, como parte
de las políticas “especiales” del Estado, a la vez que expresa “taxativamente” que “el Estado
Provincial resguarda la supervivencia y conservación de los bosques.”
Los mencionados artículos de la CP otorgan el marco a la Ley Provincial 7.343 o Ley del
Ambiente, tiene como objetivo fundamental “la preservación, conservación, defensa y mejoramiento
del ambiente en todo el territorio de la Provincia de Córdoba”. También declara a los bosques como
“elementos constitutivos del ambiente natural” y uno de los “bienes jurídicos a proteger” (Cfr. Art. 2,
Art. 4 inc. “a”, “c”, “j” y “l”).
Esto significa que los bosques son una parte integrada del ambiente, el paisaje, la flora y
fauna en su conjunto, la dinámica hidrológica y la conservación del suelo, y por lo tanto, constituyen
la natural cobertura de las tierras en las regiones donde es el mismo es originario. Es así que su
integridad, diversidad, conectividad y debe estar garantizada por las gestiones gubernamentales
(Provinciales y Municipales) y las iniciativas conservacionistas privadas que esas premisas
adhieran.
La misma Constitución Provincial declara en su Artículo 186° que son funciones,
atribuciones y finalidades inherentes a la competencia Municipal: la protección del medio ambiente
y el paisaje, la conservación del equilibrio ecológico y el manejo de la polución ambiental.
Establecer restricciones, servidumbres y calificar los casos de expropiación por utilidad pública con
arreglo a las leyes que rigen la materia.
Visto desde el otro ángulo, queda claro que para el espíritu de la Ley, los bosques “no” son
una mera cobertura del suelo susceptible de ser alterada, suprimida, y deliberadamente
fragmentada. Dicho de un modo sencillo, nunca será lo mismo el “verde estético” que otorga un
“césped”, que el “verde funcional y ecosistémico” inherente a un bosque natural o autóctono.
Pero es muy evidente que de no existir medidas específicas, la tendencia es hacia una
creciente pérdida de los bosques. Esto es por supresión directa ante el avance de las fronteras
agropecuarias y urbanas; fragmentación por emprendimientos puntualizados, separados de las
fronteras antedichas, o por alteración y degradación gradual por sobrepastoreo, fuego, erosión,
desmonte y disturbios por especies exóticas invasoras.
La conservación de los bosques, ya sea en orden de sus funciones como ecosistemas, como
por ser fuentes de recursos aprovechables por la sociedad, es uno de los objetivos perseguidos por
la Autoridad ambiental de la Provincia, y por ende, debe ser seguido por los Municipios; éstos
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deben proceder de igual o mejor manera, pero nunca por debajo de los objetivos provinciales. Ante
la ausencia de una norma municipal específica sobre la protección de los bienes naturales locales,
debe seguirse el lineamiento de las Leyes provinciales o bien sancionar ordenanzas de igual o
mayor grado de excelencia y/o rigurosidad ambiental.
El concepto del “desarrollo sustentable o sostenible” (DS) está basado en la armonía entre el desarrollo económico, el social y la conservación de los bienes naturales. En nuestro país se habla de este concepto –al menos- desde 1990; y la pregunta es: se están cumpliendo esos tres pilares básicos del concepto?
Desde un punto de vista técnico, ese DS es aquel desarrollo que mejora la calidad de vida de
las personas sin “rebasar” la capacidad de carga de los ecosistemas que lo sustentan. Y es aquí
donde surge otra pregunta: estamos observando atentamente en la escala local, en cada
Municipio, si los ecosistemas donde se asientan se están rebasando en su capacidad de carga,
dónde está el límite?...si se está garantizando la permanencia de la biodiversidad y la conectividad
de los bosques?
2.2. Clima, geología, geomorfología y paisaje (Se adjuntan láminas ilustradas)
2.2.1.Clima
De acuerdo con Kopen y Heiguer el clima Cfa, con una isoterma media de 19°C, entre
mínima y máxima medias de 16°C y 20°C, respectivamente. La marca de precipitación anual oscila
entre los 800 y 900 mm. El régimen tiende a ser del tipo “monzónico”, caracterizado por una
concentración de las lluvias en los meses cálidos, generalmente en forma de tormentas, mientras
que en los meses fríos son muy escasas, a lo sumo presentes en forma de neblinas o lloviznas
leves, denotando déficit en la época fría.
Los vientos prevalecen del sector nordeste, sin embargo, cuando soplan del sur, en
invierno, suman su efecto a la altitud, y esto se traduce en heladas tempranas, en abril. No
obstante, las primeras semanas del otoño pueden presentar clima suave, soleado, y suelen
compararse en el ámbito local con la primavera.
2.2.2.Relieve, geología y geomorfología.
En la escala del paisaje, el valle de Calamuchita, exceptuando aquí la porción de los faldeos
del Cordón longitudinal de las Sierras Grandes, exhibe una alternancia de cordones con cerros
boscosos hasta sus cimas, de altitud menor a los 1.000 msnm, que alternan con valles amplios o
estrechos, donde corren ríos y arroyos. La altitud del terreno se incrementa gradualmente hacia el
oeste, conforme a la proximidad de las estribaciones de la Sierra de Comechingones (porción sur
de las Sierras Grandes de Córdoba), cuya máximo pico, el Cerro Champaquí, alcanza los 2.884
msnm.
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 27
14
La localidad de Villa del Dique se emplaza al borde del embalse o lago artif icial de Ministro
Pistarini (Embalse Río Tercero), en una zona de transición entre el tramo de las Sierras Chicas y
Área Paravachasca por el norte, y las estribaciones más septentrionales de la porción conocida
como Sierra de los Cóndores, cordones que se configuran en el gran conjunto de las Sierras
Pampeanas Orientales.
El cerro Rumipalla se eleva conformando el contrafuerte nor-occidental del Embalse, hasta
los 645 m de altura. A su lado, por el oeste, corre el trazado del antiguo “carril de los chilenos” un
camino que data de la época colonial y servía de comunicación con el oeste del país y Chile.
Finalmente, hacia el sur, se registra el declive más gradual que, luego de descender hasta el
antiguo lecho del río Ctalamochita, flanqueado por la suave cresta que hoy dibuja una península
(Martinica y Guadalupe) volvía a ascender en la serranía de los Cóndores que corre en dirección al
sudeste y alimenta con agua y nutrientes el valle productivo de La Cruz.
Desde el nivel del agua del lago, el cerro asciende 112 metros, a través de laderas cuya
pendiente oscila entre los 50º y 40º grados en la cabecera norte, pero que hacia el sur se funden
con la característica inclinación gradual hacia el sur. El centro geométrico de la parcela que
comprende al cerro observa las coordenadas 32º 11´ 03´´ LS - 64º 26´45´´ LO. La longitud media
del eje NE-SO es de 1.150 m, mientras que longitud media del eje NO-SE: 600 m.
Su cima luce un cañadón de unos 1.000 m de longitud, y 30 m de profundidad en promedio,
orientado en el sentido norte-sur, que ostenta una vegetación densa, debido a la concentración de
humedad. Otra cañada de menor profundidad y de 700 m de longitud, desciende en una dirección
Nordeste-Sudoeste; entre ambos rasgos geomorfológicos, una especie de “cresta” recorre el eje
central del cerro, y sobre ella existe el único camino consolidado de acceso vehicular a la montaña.
Los suelos son rocoso-pedregosos en la superficie, con cierta sedimentación en el cañadón central
y otras ligeras depresiones localizadas donde se observan parches de pastizal. Son pertenecientes
a la Sub-clase VIIes (no apto para agricultura y otros usos).
Desde el punto de vista científico geológico, el Cerro Rumipalla fue estudiado con bastante
detalle por Pensa (1957); Gordillo y Lencinas (1967); Minudri y Sánchez (1994); Martino et al.
(1995), Di Marco (2002) y Lagorio (2003), entre otros investigadores de la Universidad Nacional de
Córdoba y la Universidad de Buenos Aires. Así pues, diversos proyectos de investigación y tesis de
postgrado fueron conducidos en orden de esclarecer tanto la mineralogía y estratigrafía, como por
los datos que estas formaciones pueden brindar acerca de la tectónica y paleomagnetismo.
Estudios geológicos que involucraron al mismo Cerro Rumipalla sirvieron para postular que existió
una simultaneidad de los procesos de sedimentación y volcanismo en el entorno de esta sierra. Por
tal motivo, el área aun encierra aspectos de relevancia para su estudio.
El cerro Rumipalla, en cuanto a su génesis geológica, tiene un origen datado en el período
Cretácico inferior (115 a 133 millones de años atrás), y se lo califica como perteneciente al
“Complejo volcánico sedimentario”, cuyos minerales más característicos son basaltos alcalinos,
basanita, traquiandesitas, traquiblastos amigdaloides, varios tipos de brechas, conglomerados,
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 28
15
arenisca-pelita y tosca calcárea brechosa. Se localiza al borde oriental de una falla o dislocación
regional del Cenozoico.
Se trata de formaciones localizadas, que emergen con sus rasgos y mineralogía distintivos,
frente al predominio regional del resto de las Sierras Chicas, constituidas por un basamento
plutónico-metamórfico. En particular, el Cerro Rumipalla, junto a otros tres afloramientos cercanos
que delimitan del Ejido de Villa de Dique, como el configurado entre la península del Parador Alte.
Brown-Borde del Barrio T.U.L.S.A.-Campo de Golf; la franja al sur de la Ruta 5, cerrando por el
acceso a Va. Rumipal, hasta el Cerro Mirador de esa localidad, marcan el límite norte de la Sierra
de los Cóndores.
En la Provincia de Córdoba, este tipo de complejo aflora en la prolongación hacia el sur de
la propia Sierra de Los Cóndores, en el extremo oriental del Dique Piedras Moras, y hacia el norte,
en otros 3 sitios de menor extensión, como cerca de San Agustín, al oeste de Despeñaderos y en
el paraje El Pungo (cerca de Capilla de Monte), en estos últimos casos, asociados a otra falla
regional.
2.3. Biomas y biodiversidad (se adjunta Lista de especies vegetales y animales observadas y
Láminas de imágenes)
2.3.1.Biomas y hábitats
El área que nos ocupa se ubica en un ecotono entre las ecoregiones del Espinal y el Chaco
serrano (éste último, a su vez, es un distrito del Chaco árido). Dentro de esta ecoregión –o fusión
de ecoregiones-, se conjugan ecosistemas y comunidades vegetales como el bosque esclerófilo
denso; pastizal; pastizal de altura; vegetación rupícola (cactáceas y bromeliáceas); bolsones sub-
húmedos con lianas y epífitas; y neoecosistemas con leñosas naturalizadas, entre otros.
Parte de los valles abiertos y con pendientes suaves, resultantes de sedimentación
cuaternaria, están dedicados a la agricultura y a cierta actividad ganadera semi-intensiva. La
ganadería extensiva en la región obedece a un sistema de rodeos que pastan en el “monte”, con
rotaciones entre potreros que dependen de la extensión de los predios particulares. Es decir, un
sistema silvopastoril, aunque con un manejo tradicional, con casi inexistentes pautas de
conservación de los bosques. Además, existen extensas áreas de montaña dedicadas a la
forestación con Pináceas con fines madereros.
Excepto los bosques de altura, caracterizados por la presencia de Polylepis australis
(Tabaquillo), y los pastizales de altura propios de las Sierras de Comechingones, en el Cerro
Rumipalla es posible encontrar representados los principales ambientes o unidades de vegetación
de las sierras (con sus limitaciones propias de extensión y su contexto peri-urbano), tales como la
estepa herbácea o “pastizal”; el bosque de transición Espinal-Chaco Serrano con Tala, Espinillo,
Quebracho blanco, Coco y Molle; la estepa arbustiva o “romerillal” con varias especies de chilcas
(Baccharis, Eupatorium, Flourensia); y comunidades rupícolas con Cactus, Chaguares y otras
rupícolas.
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 29
16
2.3.2.Riqueza de especies vegetales y breve análisis ecológico
Hasta febrero de 2020, el Inventario preliminar de plantas arroja una riqueza de 212
especies, de las cuales 184 son nativas (entre ellas 4 endémicas), 24 exóticas naturalizadas, 2
exóticas plantadas (una docena de ejemplares junto a la cisterna), 2 especies arbóreas americanas
del norte del país, no nativas de Córdoba. Este primer listado contiene el resultado de registros aún
no sistematizados, efectuados voluntariamente por el autor de este informe, entre 2010 y 2020, que
abarcaron parcialmente la cumbre del cerro Rumipalla, sus faldeos y las áreas circundantes
silvestres o poco modificadas, hasta 1 km a la redonda (Villa del Dique, Calamuchita). (Ver Lámina
No. 6)
En la lista anexa se enumeran las 211 entidades taxonómicas por familia, con su nombre
científico y nombre común, y además se agrega su estatus (Nativa/Endémica/Exótica) y algunas
observaciones pertinentes. Las mismas se distribuyen en 59 familias. Las familias con mayor
número de especies son Asteraceae (38); Poaceae (28); Fabaceae (13); Malvaceae (10);
Apocynaceae (9); Euphorbiaceae (9) y Verbenaceae (9).
La cifra de riqueza es muy relevante, al compararla con inventarios publicados previamente
para la región. En efecto, el inventario publicado por Oggero y Arana (2012), consigna 734
entidades taxonómicas para la porción centro-sur de la Sierra de Comechingones, abarcando
290.000 hectáreas. Así pues, en el cerro Rumipalla y sus alrededores (con aproximadamente 200
ha) se encuentra el 28 % de esa diversidad. Por otro lado, en el trabajo de Cantero et al. (2017),
centrado en muestreos en un área de 950 ha entre la Sierra de los Cóndores y La Cruz, se
mencionan 272 especies, lo cual también confirma la relevancia florística del área Rumipalla.
No obstante los valores comparativos detallados más arriba, que de por sí son significativos,
se estima que la riqueza total de la flora del cerro Rumipalla y sus adyacencias inmediatas, una vez
incrementados y sistematizados los muestreos, se ubiquen en no menos de 280 especies. En
particular, para algunas familias (Ej: Asteraceae; Poaceae; Cyperaceae) resta identificar numerosos
especímenes que fueron visualmente registrados. Bajo esa previsión, la lista anexa exhibe un 75 %
de la riqueza de plantas estimada.
En cuanto a la comparación “Nativas vs. Exóticas”, índice que da una idea del grado prístino
del hábitat analizado, se concluye que es muy baja la incidencia de especies exóticas (N= 26; 12,5
%), frente a las nativas (N= 184; 87,5 %). Entre las nativas, 4 son endémicas. Del total de 26
especies exóticas naturalizadas registradas, 2 son de distribución natural americana (Schinus
areira) y extra-provincial (Jacaranda mimosifolia) y escasas en el cerro; 10 son herbáceas de baja a
moderada incidencia; 2 son herbáceas de incidencia moderada a alta en parches (Sorghum
halepense y Melinis repens) y 10 son leñosas arbustivas y arbóreas. De estas últimas, 6 exhiben
un comportamiento invasor moderado y/o localizado (Morus alba, Maclura pomifera, Ailanthus
altissima, Pyracantha angustifolia, Pyracantha sp. y Ligustrum sinense), y 4 muestran un
comportamiento relativamente agresivo, aunque acotado a sectores de los faldeos bajos y medios,
y cañadón, pero escaso en los enclaves de la plataforma superior (Ligustrum lucidum, Gleditsia
triacanthos, Ulmus pumila y Melia azedarach). Se exceptúan de este análisis las 2 implantadas
(Pinus y Cedrus) no naturalizadas, acotadas a una docena y circunscriptas alrededor del tanque
cisterna.
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 30
17
2.3.3.Registros preliminares de artrópodos, vertebrados: mamíferos, aves y reptiles
Si bien reviste carácter muy preliminar, el grupo de los artrópodos, que incluye arácnidos,
miriápodos, insectos y crustáceos, reúne hasta el momento 71 especies observadas. Las mismas
se distribuyen del siguiente modo: Arachnidae (10); Miriapoda (1); Crustacea (1); Hexapoda
(insectos y otros afines) (59). Ejemplos de 40 de estas especies se muestran en las láminas anexas
correspondientes (Láminas 1 a 5). Los datos mostrados surgen de los registros propios del autor de
este informe.
En cuanto a los vertebrados, los mamíferos están representados por el Cuis grande (Cavia
aperea), representando poblaciones cerca de su límite de distribución natural; Zorro gris (Lycolapex
gymnocercus); Gato montés (Oncifelis geoffroyi); Murciélagos (sin identidad confirmada) y la Liebre
europea (Lepus europaeus), especie no autóctona. Resta confirmar la presencia de varios roedores
y marsupiales autóctonos, así como de Mulita pampeana (Dasypus hybridus), Peludo
(Chaetophractus villosus), Zorrino (Conepatus chinga), Comadreja overa (Didelphis albiventris) y
Hurón (Galictis cuja); los reptiles por el Lagarto overo (Salvator merianae) y varias especies de,
lagartijas, serpientes y culebras.
Por su parte, la diversidad de aves para el área del Cerro Rumipalla y sus alrededores sí se
encuentra en importante grado de avance, consignando casi 100 especies, según el inventario
detallado a cargo del Méd. Vet. Roberto Fernández (ver ANEXO específico aparte).
2.4. Datos complementarios y reflexiones personales
2.4.1.Contexto general del proyecto y necesidades actuales en diferentes escalas
En numerosas comunidades de nuestro país se registra un interés creciente hacia el
conocimiento de los ecosistemas naturales, los bosques y su ecología, y el aprovechamientos de
los recursos a través de las producciones que apuntan al concepto de “agroecosistemas”, así como
todo lo referente a la mejora de la calidad de vida en los entornos urbanos, sub-urbanos y rurales,
como una genuina respuesta a los distintos y numerosos ejemplos de problemas socio-ambientales
derivados de la forma corriente y más difundida en que se hace uso de los recursos naturales.
Muestra de esto es la notoria cantidad de proyectos ecológicos desarrollados en la educación
primaria y media, dado que año tras año se consolida la conciencia de que la educación ambiental
es el primer paso hacia un desarrollo armónico del hombre con la naturaleza.
Sin embargo, en contraste y como si de fuerza antagónica se tratase, tanto el avance de las
fronteras urbanas sobre los terrenos periféricos suburbanos o rurales, como la ampliación de las
fronteras de la explotación agropecuaria que pueden traer aparejada la deforestación, la extracción
de áridos y los usos energéticos tradicionales, conducen generalmente a la fragmentación de
hábitat, la pérdida de biodiversidad en la flora y fauna original, la erosión y la invasión de especies
exóticas. Con todo ello, se promueve el menoscabo de la identidad local y de las tradiciones,
además de graves impactos sobre la estabilidad, rentabilidad misma de de los sistemas.
Los núcleos urbanos de la provincia de Córdoba siguen demandando, especialmente en la
época invernal, descomunales volúmenes de leña que se extrae de lo que queda del monte natural,
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 31
18
para uso en calefacción y cocina, incluyendo especies como el quebracho blanco, piquillín,
espinillo, molle y moradillo. Sin embargo, y pese a las numerosas iniciativas locales o regionales,
sigue siendo insuficiente la tasa de reforestación con esas mismas especies. Esto llega a un plano
penoso y desgarrador, al considerar lo que sucede con los algarrobos, especies emblemáticas que
tanto mencionamos en el cancionero folklórico y las tradiciones rurales, haciendo alarde de su
majestuosa madera y sus derivados alimenticios, pero cuyas existencias remanentes están siendo
diezmadas en nombre de un desarrollo discursivo muchas veces estéril y no verdadero. Así,
fragmentos remanentes de las poblaciones de bosque nativo con su fauna original asociada sólo
encuentran refugio en las reservas naturales estatales y privadas.
Desde luego, debe existir un férreo acompañamiento de las leyes y las gestiones
gubernamentales, para que los proyectos no sean sólo muestras didácticas, y puedan
implementarse sobre el campo real de los hechos. O dicho de otro modo, las leyes están, y la
mayoría de ellas requirió de años de trabajo legislativo, consultoría, campañas de terreno, etc.,
pero cuando deben ser puestas en práctica, generalmente en las escalas o escenarios locales de
acontecimientos de las cosas, es decir en la Provincias, o en las comunas y municipios, surgen
todo tipo de intereses marginales, rodeos, presiones y dilaciones. Así, parece que cada nuevo año
se debe comenzar desde cero en la cuestión ambiental.
La importancia social e institucional de la labor ambiental comunitaria queda puesta de
relieve en los últimos años, por varios aspectos, entre los cuales se destaca el hecho de que
muchas áreas naturales protegidas con importancia ecológica y turística han sido declaradas como
tales, sobre la base de gestiones iniciadas en las mismas comunidades locales, o bien, desde el rol
activo de las organizaciones de la sociedad civil y vecinos en general, para alertar sobre daños a la
flora, fauna, suelo y recursos hídricos efectivizados o potenciales.
A este panorama debe sumarse el hecho de que la mayor parte de las tierras con relieve
montañoso, es decir sierras, valles y faldeos del centro-oeste de Córdoba, está sujeta a un estilo de
explotación ganadera extensiva, sea bovinos, caprinos u ovinos, que ocasiona sobrepastoreo y
pérdida de diversidad y cobertura del tapiz herbáceo-arbustivo, cuando no son los incendios, donde
son escasos los ejemplos de aprovechamientos racionales que efectúan un seguimiento del estado
y la dinámica de los recursos. Más allá de la belleza paisajística de los numerosos enclaves de la
extensa región de las Sierras de Córdoba, somos muchos los científicos que constantemente
alertamos sobre este proceso de degradación del ambiente, que ocurre con mayor frecuencia e
intensidad de lo que puede parecer al ojo desprevenido.
Del Inventario Nacional de Bosques Nativos llevado a cabo en años anteriores por la
Secretaría de Ambiente y Desarrollo sustentable de la Nación (2005), además de las estadísticas
de otras fuentes, se desprende que Córdoba es la provincia argentina con mayor tasa de
deforestación para el lapso de 65 años transcurrido entre 1935 y 2000, como consecuencia de la
tala con fines madereros o para el aprovechamiento agropecuario. En efecto, para el año 2000 se
registraba una superficie de 13.300 Km2 de bosques y montes nativos, en contraste con los
138.000 Km2 existentes hacia 1935. Para resolver esta prolongada deuda ambiental existen
diversas iniciativas de reforestación con especies autóctonas que obedecen a iniciativas de
productores, propietarios, docentes y vecinos, en orden de lineamientos expuestos distintas leyes
nacionales y provinciales (Ley Nacional 26.331; Leyes Provinciales 9.219; 9.814 y otras) que
regulan y fomentan lo relacionado a los bosques nativos.
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 32
19
2.4.2.El foco puesto en la reforestación con especies autóctonas y la creación de áreas protegidas
Como se indicó más arriba, en las zonas de montaña, a la deforestación histórica motivada
por la necesidad de madera y leña, se sumaron posteriormente los efectos devastadores del
sobrepastoreo y el pisoteo del ganado, con el adicional del consumo por parte de los animales de
los renovales de numerosas especies nativas, además del pasto. Por su parte, los incendios –
mayormente de origen antrópico, intencional o accidental- constituyen otra causa de deterioro de
las comunidades vegetales y efecto nocivo sobre la fauna asociada, luego de los cuales tiene lugar,
casi siempre, un proceso de erosión hídrica y eólica.
Sea como sea, sólo existen tres maneras de comenzar a revertir este panorama: a) detener
la deforestación de los bosques nativos, obteniendo madera y leña de la tala de las especies
exóticas naturalizadas invasoras; b) regular estrictamente los permisos para emprendimientos
agropecuarios e inmobiliarios periurbanos o rurales, bajo lo previsto por Ley de Protección de los
Bosques Nativos y otras; c) promover e implementar planes de reforestación con las especies
leñosas propias de cada eco-región en propiedades fiscales y privadas; d) crear y sostener áreas
naturales protegidas de jurisdicciones locales, provinciales y nacionales.
Los espacios de desarrollo científico y de divulgación docente y de prácticas, como las
Universidades, el CONICET y la docencia en general deben ser los motores que articulen los
conocimientos sobre el funcionamientos de los procesos naturales y las alteraciones provocada por
la acción humana, y articularlos con la comunidad para que ésta tenga la oportunidad de
experimentar la acción participativa, y lograr el apoyo de los organismos oficiales e interesados
particulares en ofrecer apoyo logístico y económico.
Los árboles son herramientas vivientes formidables para mitigar muchos de esos efectos y,
en especial los autóctonos, traen el beneficio “extra” de estar muy bien adaptados a las condiciones
climáticas locales; implican una fácil y barata obtención a partir de semillas y, además, se integran
armónicamente al paisaje y los demás componentes del medio. Para cultivar árboles autóctonos
sólo hace falta un espacio para el vivero, provisión de agua, conocimiento de dónde y cómo
colectar semillas, y unos cuantos insumos básicos accesibles.
Los árboles también inciden positiva y rápidamente en los entornos humanos, y restauran
los enclaves naturales que fueron sometidos a diversas causas de alteración. Son los primeros
aliados cuando se busca resolver inconvenientes derivados del cambio climático que ya se vive en
muchas zonas de la Provincia, como las prolongadas sequías, la pérdida de suelos por erosión, las
tormentas intensas de corta duración y la necesidad de sombra para el ganado, por citar algunos
ejemplos.
Adicionalmente, muchas especies nativas pueden brindarnos múltiples beneficios cuando
son utilizadas racionalmente, entre los cuales se destacan la provisión de leña y de madera de uso
rural o industrial, frutos comestibles, forraje complementario para el ganado, partes vegetales para
uso en la medicina popular, reparo para viviendas y corrales y, desde luego, la conformación de
ambientes saludables para la vida humana y toda una multitud de seres vivos.
Así pues, los árboles y las plantaciones poseen la capacidad de ir transformando
positivamente los ambientes degradados o despojados de vegetación, por cuanto constituyen un
medio inicial efectivo cuando el objetivo es sanear y hacer más saludable un determinado sitio.
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 33
20
Además, contribuyen a acercar a los niños y jóvenes a la temática ambiental, enfatizando y
reafirmando el acervo cultural, la identidad regional y la preservación del medioambiente.
Plantar árboles, como práctica que puede estar promovida desde diferentes ámbitos, aun
cuando sean estos nativos, no remedia por sí sola la situación crítica en cuanto a la pérdida y
deterioro de los hábitats; más bien es una herramienta educativa y comunicacional. Pues la tasa de
deforestación puede ser miles de veces más alta. Por eso, la temática ambiental debe centrarse en
la conservación de hábitats y efectivizar la sustentabilidad de las explotaciones agropecuarias,
mineras, forestales y turísticas.
En cuanto a la superficie de áreas naturales protegidas estatales de la provincia, la misma
puede considerarse marcadamente insuficiente, en relación a la superficie provincial o, al menos
desequilibradamente representada en cuanto a la variedad de sus ambientes. En efecto, hasta el
día de hoy apenas se supera la docena de Reservas, lo cual en términos numéricos representa
sólo el 9 % de la superficie de la Provincia. Mientras la superficie total es de 16.532.100 ha, se
protege con variado grado de efectividad casi 1.500.000 ha, aunque es preciso destacar que de
esa superficie protegida, 1.060.000 corresponden a humedales, es decir, los Bañados del Río
Dulce y Laguna de Mar Chiquita. Otros ambientes, como por ejemplo las Sierras Chicas en su
porción austral no cuentan con ningun área protegida formalmente declarada hasta el momento.
Por suerte, también existe una red de Áreas Naturales Protegidas Privadas. Pormenorizados
análisis de esta temática son desarrollados en numerosos artículos e informes.
Ya en 2005, el fallecido naturalista y escritor Juan Carlos Chébez, de nutrida trayectoria en
Parques Nacionales y otros organismos y entidades de conservación de la naturaleza, en su
colección “Guía de las Reservas Naturales de la Argentina”, Tomo 5 Zona centro, Provincia de
Córdoba, hacía énfasis en la necesidad de conservación, es decir, creación de áreas protegidas,
en Calamuchita, considerándola un “centro de endemismos de especial interés”, con 4 especies
exclusivas de plantas vasculares. Claro está, que no existía para ese entonces ninguna reserva
creada y en funcionamiento en el área, panorama que no ha cambiado mucho, excepto algunos
contados casos ligados a la localidad de Va. Gral. Belgrano.
Sin embargo, además del Cerro Rumipalla, que es objeto de este documento, podemos citar
otros casos relevantes dignos de ser analizados puntualmente, en orden de crear en el mediano
plazo un conjunto más o menos interconectado o próximo, de áreas naturales protegidas oficiales y
privadas de Calamuchita. Ejemplos de estos sitios relevantes son las formaciones geológicas de
Calmayo; los cañadones boscoso-selváticos de la cuenca del arroyo Soconcho (entre Monsalvo,
Potrero de Luján, y Soconcho); las mesadas basálticas de la Sierra de los Cóndores; la Sierra de
las Peñas, y otros enclaves.
Es preciso tener en cuenta que, frente al panorama predominante de avasallamiento de los recursos y bienes naturales, con una insuficiente capacidad y voluntad de control y regulación desde los organismos del Estado, lo que no se protege por ley, acuerdos, convenios o resoluciones, tenderá progresivamente a alterarse, fragmentarse y aislarse en su contexto de paisaje. Conectarse, preservar y valorar el cerro Rumipalla es la cuenta pendiente ambiental más
palpable y sensata para los tiempos actuales en este rincón del Embalse Río Tercero. Crear en él
una Reserva Natural es, no sólo un proyecto posible, sino también necesario. Disponemos de
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 34
21
todas las herramientas jurídicas y legislativas para hacerlo, solo es preciso establecer un
organigrama de gestiones paso a paso, con los aportes de los diferentes sectores de la sociedad, y
de los entes gubernamentales y académicos, así como el apoyo de los propietarios de la superficie.
La Reserva Rumipalla podrá ser un epicentro de conciencia ambiental para esta porción del valle, y
fuente de inspiración para una relegada pero imperiosa red de áreas naturales de Calamuchita.
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 35
22
3. LISTA Y LÁMINAS ANEXAS
LISTA DE ESPECIES VEGETALES REGISTRADAS EN EL CERRO RUMIPALLA.
La presente lista es una versión de avance (Feb. 2020) del Inventario completo de plantas del área de referencia. Contiene el resultado de registros preliminares, aún no sistematizados, que abarcaron parcialmente la cumbre del cerro Rumipalla, sus faldeos y las áreas circundantes silvestres o poco modificadas, hasta 1 km a la redonda (Villa del Dique, Calamuchita). Se enumeran en esta versión 212 entidades taxonómicas por familia, con su nombre científico y nombre común, y además se agrega su estatus (Nativa/Endémica/Exótica) y observaciones. Por: Dr. Ing. Agr. Alberto A. De Magistris
Familia / Nombre científico
Nombre común Status / Observaciones /Cód.Int.
“PTERIDÓFITAS” (HELECHOS)
Pteridaceae
Argyrochosma nivea Nativa Cheilanthes micropteris Nativa Anemiaceae
Anemia sp. Nativa. (F5249DM)
“GIMNOSPERMAS”
Ephedraceae
Ephedra triandra Tramontana Nativa Pinaceae
Cedrus deodara Cedro Plantado, localizado cisterna.
Pinus halepensis Pino de Aleppo Plantado, localizado cisterna.
“ANGIOSPERMAS” a) Dicotiledóneas
Acanthaceae
Dicliptera squarrosa Canario rojo Nativa Adoxaceae
Sambucus australis Sauco Nativa Amaranthaceae
Alternanthera pungens Yerba del pollo Nativa Amaranthus sp. Amaranto Ref. F8814DM Gomphrena martiana Sole Nativa Pfaffia gnaphaloides Peludilla Nativa Atriplex aff. rosea Cachiyuyo Naturalizada Chenopodium album Quinoa blanca Naturalizada Anacardiaceae
Lithraea molleoides Molle de beber Nativa Schinus engleri Molle rastrero Nativa Schinus fasciculatus Moradillo Nativa Schinus areira Aguaribay, Pimentero Nativa de Perú Apiaceae (umbelíferas)
Cyclospermum leptophyllum Apio cimarrón Nativa
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 36
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Daucus pusillus Zanahoria silvestre Nativa Eryngium horridum Falso caraguatá Nativa Eryngium sp. Falso caraguatá Nativa Apocynaceae
Aspidosperma quebracho-blanco Quebracho blanco Nativa. Población relicto Mandevilla pentlandiana Nativa Mandevilla petraea Dama de noche serrana Nativa Araujia brachystephana Tasi Nativa Araujia odorata Tasi Nativa Matelea hispida Alpa tasi Nativa Metastelma parviflorum Endémica
Oxypetalum coccineum Palo leche Endémica
Philibertia gilliesii Sombrilla Nativa Asteraceae (Compuestas)
Acanthostyles buniifolius Romerillo colorado Nativa Ambrosia tenuifolia Altamisa Nativa Artemisia annua Ajenjo silvestre Exótica naturalizada Austroeupatorium inuliifolium Chilca de olor Nativa Baccharis articulata Carqueja Nativa Baccharis flabellata Nativa Baccharis pingraea Chilquilla Nativa Baccharis sp. Nativa Bidens pilosa Amor seco Nativa Bidens subalternans Saetilla Nativa Calyptocarpus biaristatus Nativa Carduus acanthoides Falso cardo negro Naturalizada. Relativ. Escasa
Carduus thoermeri Cardo pendiente Naturalizada. Relativ. Escasa
Chaptalia sp. Pelosilla Nativa Chromolaena arnottiana Ramillete de campo Nativa Chromolaena ivifolia Tipishá morotí Nativa Conyza bonariensis Rama negra Nativa Conyza primulifolia Yerba carnicera Nativa Conyza sumatrensis Rama negra Nativa Flourensia thurifera Chilca Endémica
Galinsoga parviflora Albahaca cimarrona Nativa Gnaphalium gaudichudianum Nativa Lessingianthus mollissimus Vernonia Nativa Lorentzianthus viscidum Eupatorio Nativa Parthenium hysterophorus Yerba de la oveja Nativa Porophyllum lanceolatum Clavelina Nativa Praxelis clematidea Nativa Pterocaulon alopecuroides Toro caá Nativa Pterocaulon cordobense Nativa Senecio crassiflorus Nativa Senecio pampeanus Sombra de liebre Nativa Solidago chilensis Vara de oro Nativa Tagetes minuta Chinchilla Nativa Taraxacum officinale Diente de león Exótica naturalizada Trichocline sp. Contrayerba Nativa Vernonanthura nudiflora Vernonia Nativa Xanthium spinosum Cepa caballo Nativa Zinnia peruviana Chinita Nativa Baselaceae
Anredera cordifolia Brotal Nativa Berberidaceae
Berberis ruscifolia Espina amarilla Nativa Bignoniaceae
Amphilophium carolinae Peine de mono Nativa
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 37
24
Jacaranda mimosifolia Jacarandá Naturalizada. Nativa del NOA
Brassicaceae
Capsella bursa-pastoris Bolsa de pastor Exótica naturalizada Lepidium bonariense Mastuerzo loco Nativa Hirschfeldia incana Mostacilla Exótica naturalizada Cactaceae (Cactus)
Gymnocalycium monvillei Nativa Opuntia prasina Nativa F4761DM Opuntia salmiana Nativa Opuntia sulphurea Nativa Parodia submammulosa Nativa Calyceraceae
Acicarpha tribuloides Cardo torito Nativa Cannabaceae
Celtis pallida Talita Nativa Celtis tala Tala Nativa Caprifoliaceae
Lonicera japonica Madreselva Exótica, naturalizada Cervantesiaceae
Jodina rhombifolia Sombra de toro Nativa Convolvulaceae Dichondra microcalyx Oreja de ratón Nativa Dichondra sericea var. holosericea Oreja de gato Nativa Evolvulus sericeus var. elongatus Pelucilla Endémica
Ipomea purpurea Campanilla Nativa Euphorbiaceae
Acalypha communis Albaquilla Nativa Croton lachnostachyus Nativa Croton subpannosus Nativa Euphorbia hirta var. ophtalmica Nativa Euphorbia lorentzii Nativa Euphorbia sp. 1 Nativa Euphorbia sp. 2 Nativa F4324DM Sapium haemathospermum Lecherón, curupí Nativa Tragia sp. Ortiguilla Nativa F5328DM Fabaceae
Caesalpini gilliesii Barba de chivo Nativa Centrosema virginianum Nativa Dalea elegans Dalea Nativa Desmodium uncinatum Pega-pega Nativa Galactia sp. Nativa F8864DM Geoffroea decorticans Chañar Nativa Gleditsia triacanthos Acacia negra Exótica. Invasora. Escasa Medicago lupulina Lupulina Exótica. Naturalizada Prosopis nigra Algarrobo negro Nativa Stylosanthes montevidensis Nativa Vachellia caven Espinillo Nativa Faboidea Gén. no ident. 1 Nativa Faboidea Gén. no ident. 2 Nativa Geraniaceae
Geraniun sp. Geranio silvestre F3123DM Lamiaceae
Hyptis mutabilis Matico Nativa Leonurus japonicus Cola de león Exótica. Naturalizada Salvia guaranitica Salvia azul Nativa Salvia cuspidata Salvia azul Nativa Loranthaceae
Ligaria cuneifolia Liga Nativa.
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 38
25
Lythrceae
Cuphea glutinosa Siete sangrías Nativa Heimia salicifolia Quiebra arado Nativa Malphigiaceae
Janusia guaranitica Mariposa Nativa Malvaceae
Abutilon pauciflorum Malvón de monte Nativa Gaya parviflora Nativa Krapovickasia flavescens Nativa Malvastrum coromandelianum Escoba dura Nativa Malvastrum interruptum Nativa Pavonia aurigloba Nativa Sida dyctiocarpa Nativa Sida rhombifolia Afata Nativa Sida spinosa Afata Nativa Sphaeralcea cordobensis Nativa Meliaceae
Melia azedarach Paraíso Exótica. Invasora. Frecuente.
Moraceae
Morus alba Morera Exótica. Invasora. Escasa. Maclura pomífera Naranjo Osaje Exótica. Escasa. Oleaceae
Ligustrum lucidum Ligustro Exótica. Invasora. Frecuente.
Ligustrum sinense Ligustrina Exótica. Invasora. Moderada.
Onagraceae
Oenothera aff. parodiana Nativa Oxalidaceae
Oxalis conorhyza Vinagrillo Nativa Papaveraceae Argemone subfusiformis Cardo santo Nativa Passifloraceae
Passiflora caerulea Mburucuyá Nativa Phytolaccaceae
Rivina humilis Sangre de toro Nativa Plantaginaceae
Plantago tomentosa Llantén Nativa Polygalaceae
Polygala sp. Nativa F3123DM Polygonaceae
Rumex crispus Lengua de vaca Exótica naturalizada Portulacaceae
Talinum paniculatum Carne gorda Nativa Ranunculaceae
Clematis montevidensis Barba de viejo Nativa Rhamnaceae
Colletia spinosissima Barba de tigre Nativa Condalia microphylla Piquillín Nativa Rosaceae
Kageneckia lanceolata Duraznillo del campo Nativa Pyracantha angustifolia Espino, crataegus Exótica. Invasora. Moderada.
Pyracantha sp. Espino, crataegus Exótica. Invasora. Moderada.
Rubiaceae
Borreria ocymoides Nativa Galium richardianum Socondo Nativa Spermacoce verticillata Botón blanco Nativa Scrophulariaceae
Buddleja cordobensis Salvialora Endémica
Simarubaceae
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 39
26
Ailanthus altissima Árbol del cielo Exótica. Invasora. Localizada.
Rutaceae
Zanthoxylum coco Coco Nativa Solanaceae
Cestrum parqui Duraznillo negro Nativa Lycium ciliatum Inchiquil Nativa Nierenbergia linearifolia Chuscho Nativa Solanum eleagnifolium Quillo Nativa Solanum palinacanthum Nativa Ulmaceae
Ulmus pumila Olmo siberiano Exótica. Invasora. Frecuente.
Vervenaceae
Aloysia gratissima Azahar del campo Nativa Glandularia peruviana Margarita punzó Nativa Glandularia sp. Verbena Nativa Lantana camara Lantana Nativa Lantana fucata Nativa Lantana grisebachii Palo de ángel Nativa Lippia turbinata Poleo Nativa Phyla nodiflora var. minor Yerba del mosquito Nativa Verbena bonariensis Yerba de fierro Nativa Violaceae
Viola metajaponica Violeta francesa Exótica. Naturalizada. Escasa.
Ximeniaceae
Ximenia americana Pata, albaricoque Nativa Zygophyllaceae
Porlieria microphylla Cucharero Nativa
“ANGIOSPERMAS” b) Monocotiledóneas
Bromeliaceae
Dickia floribunda Chaguar Nativa Tillandsia aeranthos Clavel del aire Nativa Tillandsia capillaris Nativa Tillandsia pedicellata Nativa Tillandsia retorta Clavel del aire Nativa Commelinaceae
Commelina erecta Santa Lucia Nativa Cyperaceae
Cyperus aggregatus Cipero Nativa Orchidaceae
Cyclopogon elatus Orquídea Nativa Habenaria sp. Orquídea Nativa Sacoila lanceolata Orquídea Nativa Poaceaeae
Bothriochloa laguroides Cola de liebre Nativa Bouteloua curtipendula var caespitosa Banderilla Nativa Bouteloua montevidensis Banderilla Nativa Bromus catharticus Cebadilla criolla Nativa Cenchrus myosuroides Cadillo Nativa Cortaderia selloana Cortadera Nativa Cynodon hirsutus Gramilla Nativa Deyeuxia viridiflavescens Paja plateada Nativa Eleusine indica Grama carraspera Exótica. Naturalizada. Eleusine tristachya Pata de gallo Nativa Eragrostis sp. 1 Nativa Eragrostis sp. 2 Eustachys sp. Pasto borla Nativa Gouinia latifilia Sorguillo Nativa
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 40
27
Jarava ichu Paja vizcachera Nativa Jarava plumosa Flechilla mansa Nativa Melica argyrea Cebadilla agria Nativa Melinis repens Pasto de Natal Exótica. Naturalizada Paspalum dilatatum Pasto miel Nativa Paspalum malacophyllum Nativa Paspalum notatum Pasto horqueta Nativa Polypogon viridis Nativa Schizachyrium condensatum Paja colorada Nativa Setaria parviflora Cola de zorro Nativa Setaria viridis Cola de zorro Nativa Setaria sp. Nativa Sorghum helepense Sorgo de Alepo Exótica. Invasora en parches.
Tragus berteronianus Nativa
Nota: Para algunas familias (Ej: Asteraceae; Poaceae; Cyperaceae) resta identificar numerosos especímenes observados. Se estima que la riqueza total, una vez incrementados los muestreos, alcanzaría las 280 especies.
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 41
38
Bibliografía citada y consultada
Agencia Córdoba Ambiente S.E. 2004. Áreas naturales protegidas: Provincia de Córdoba. Córdoba, Argentina. 1ra. Ed. Editorial del Copista. Cantero, J.J.; Mulko, J.; Núñez, C.; Zeballos, S.R.; Sfragulla, J.A.; Amuchástegui, A.; Barboza, G.E.; Chiarini, F.; Ariza Espinar, L.; Bonalumi, A.A.; Brandolín, P. y Cabido, M. 2017. Heterogeneidad de la vegetación en ambientes basálticos del centro de Argentina. Bol. Soc. Argent. Bot. 52(1): 153-187. Chiapella, J. and Demaio, P. 2015. Plant endemism in the Sierras of Córdoba and San Luis (Argentina): understanding links between phylogeny and regional biogeographical patterns. PhytoKeys 47: 57-96. Crespo Guerrero, J. M. 2016. Las áreas naturales protegidas de Córdoba (Argentina): desarrollo normativo y ausencia de gestión territorial. Cuadernos Geográficos 55(1): 33-58. Di Marco, A. C. 2002. Metalogénesis de los depósitos de Metalogénesis de los depósitos de cobre-hierro y otros elementos cobre-hierro y otros elementos metálicos asociados en anfibolitas metálicos asociados en anfibolitas de las fajas central y oriental del de las fajas central y oriental del centro sur de las Sierras de centro sur de las Sierras de Córdoba. Tesis de Doctorado en Ciencias Geológicas, UBA. Di Pangracio, A. 2013. Ley Nacional de Bosques Nativos: implementación e informe ambiental anual. En: Informe Ambiental Anual de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN). Gavier, G. I. y Bucher, E. H. 2004. Deforestación de las Sierras Chicas de Córdoba (Argentina) en el período 1970-1997. Academia Nacional de Ciencias de Córdoba. Publicación Miscelánea No. 101. Gordillo, C. E. y A. Lencinas, 1967 a. Geología y petrología del extremo norte de la Sierra de Los Cóndores, Córdoba. Boletín Academia Nacional de Ciencias, 46(1): 73-108. Córdoba. Lagorio, S. L. 2003. El volcanismo cretácico alcalino de la Sierra Chica de Córdoba: geoquímica, petrogénesis e implicancias geodinámicas. Tesis de Doctorado en Ciencias Geológicas. FCEyN – UBA. Maffini, M.A. y Maldonado, G. I. 2019. Territorio, mercantilización de la naturaleza y turismo en la Provincia de Córdoba. Boletín de Estudios Geográficos 111 (Feb-Jul.): 61-93 Martino, R., P. Kraemer, M. Escayola, M. Giambastiani y M. Arnosio, 1995. Transecta de las Sierras Pampeanas de Córdoba a los 32° S. Revista de Ia Asociación Geológica Argentina, 50(1-4): 60-77.
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 52
39
Minudri,C. A. y M. L. Sánchez, 1994. Paleo-ambientes de sedimentación de la sección superior del Grupo Sierra de Los Cóndores (Cretácico Inferior), Córdoba. Argentina. Actas 5° Reunión Argentina de Sedimentología: 29-34. Oggero, A. J. y Arana, M. D. 2012. Inventario de las plantas vasculares del sur de la zona serrana de Córdoba, Argentina. Hoehnea 39(2): 171-199. Pensa, M., 1957. Contribución al conocimiento de los meláfiros en las sierras de Córdoba. Representación cartográfica y perfiles. Relaciones morfológicas, tectónicas y correlación con las diversas efusiones en el país. Revista Universidad Nacional de Córdoba, Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, 19(3-4):471-500. Schneider, C. F. 2012. Síntesis de las áreas naturales protegidas de Córdoba creadas oficialmente. En: Serie Áreas Naturales Protegidas de la Provincia de Córdoba. No. 1, pp. 2-7. Zuloaga, F., Belgrano, M., & Zanotti, C. (2019). Actualización del Catálogo de las Plantas Vasculares del Cono Sur. Darwiniana, Nueva Serie, 7(2), 208-278. https://doi.org/10.14522/darwiniana.2019.72.861. Versión web del Instituto Darwinion (CONICET): http://www.darwin.edu.ar/proyectos/floraargentina/fa.htm
Anexo 2 - Fundamentos - Informe Técnico 53
Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal
Av. Vélez Sarsfield 1611(X5016GCA). Edificio de Investigaciones Biológicas y Tecnológicas. Ciudad Universitaria.
Córdoba, Argentina. Dirección postal: Casilla de Correo 495. (X5000ZAA) Córdoba, Argentina. Telefax: (54) 351-5353800, int. 30007 / [email protected] /[email protected]
Web: http://www.imbiv.unc.edu.ar
Córdoba, 12 de febrero de 2020
A quien corresponda
En el marco del proyecto PIODO titulado “Caracterización genética de especies nativas de la Provincia de Córdoba en bancos de germoplasma y en poblaciones naturales para su utilización en reforestación y floricultura” subsidiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Provincia de Córdoba, se procedió a registrar la ubicación geográfica de las poblaciones de Aspidosperma quebracho blanco que crecen en la Provincia de Córdoba. Además, se colectó material vegetal para el análisis de la diversidad genética.
Los árboles muestreados en la localidad de Villa del Dique son los más australes de la provincia de Córdoba, y de acuerdo a nuestro relevamiento, la población natural de A. quebracho blanco más próxima se encontraría a unos 150km (Figura 1 adjunta).
Este relicto de bosque se convierte entonces en un sitio de alto valor de conservación, ya que, al encontrarse en los márgenes de su distribución geográfica, pueden tener características únicas de adaptación a ambientes extremos. En el contexto del cambio climático global se torna prioritario preservar este tipo de poblaciones, pues constituyen el acervo genético necesario para que la especie pueda adaptarse a nuevos escenarios climáticos y ambientales.
Por ello, se solicita a las autoridades competentes que se tomen medidas necesarias para la conservación de estas zonas ubicadas en el ejido municipal de Villa del Dique donde crece el quebracho blanco y que se plantee también la posibilidad de un plan de restauración, que permita el establecimiento de nuevos árboles (renovales) y la subsistencia de estas poblaciones tan importantes para la especie.
Es necesario aclarar que en el marco del proyecto PIODO, únicamente se relevaron 5 ejemplares de dicha localidad (ver Figura 2 adjunta), sin realizar un censo poblacional, por lo cual recomendamos realizar un estudio demográfico de la especie en la zona, llevando a cabo un censo de todos los árboles presentes y evaluando características de importancia ecológica.
Dra. Alicia Sersic Dra. María Cristina Acosta Dra. Andrea Cosacov
PD: En la figura 1 se observa el mapa de la Provincia de Córdoba con las poblaciones muestreadas de Quebracho blanco a lo largo de su distribución en la provincia. La flecha roja indica la población de Quebracho blanco en Villa del Dique. En la figura 2 se observa el sector del cerro de Villa del Dique y la ubicación de algunos de los ejemplares.
Anexo 3 - Nota Conicet sobre Quebracho blanco 54
ANEXO N° 4 - Importancia Ecosistémica, por Dra. en Biología María Alejandra
Giantomasi
Si bien podemos considerar al quebracho blanco como emblema de protección, éste
es sólo un eslabón del ecosistema natural, cuya funcionalidad depende de la
interacción de varias especies. El bosque nativo es un ecosistema complejo,
compuesto de partes interrelacionadas que poseen propiedades y comportamientos
imposibles de comprender de manera aislada o individual. Se encuentra caracterizado
por la presencia de tres estratos vegetales: superior (árboles y lianas), medio (arbustos
y enredaderas) y bajo (herbáceas, pastos, helechos y cactus), la fauna, el suelo con
sus microorganismos y hongos, el agua y el aire. El equilibrio ecosistémico depende
de la presencia de cada uno de estos componentes. Las distintas especies, con su
abundancia e interacciones, son un componente fundamental de las propiedades de
los ecosistemas, y en consecuencia, de los beneficios que los seres humanos derivan
de ellos para sostener su bienestar.
Los ecosistemas nativos brindan una seria de beneficios de los cuales se destacan:
Conservación de la diversidad biológica y refugio de especies animales y
vegetales.
Fijación de carbono, atenuando los efectos del cambio climático global.
Conservación de suelos, mejorando la estructura y el contenido de materia
orgánica y disminuyendo la erosión hídrica y eólica.
Regulación del ciclo del agua mejorando su infiltración, retención y protección
de los suministros de agua para consumo humano (En febrero de 2015 la
provincia fue testigo de pérdidas económicas y vidas humanas como
consecuencia de las inundaciones que se produjeron en Sierras Chicas debido
al deterioro del bosque nativo en las cuencas altas).
Por lo mencionado anteriormente, cuando hablamos de beneficios ecosistémicos se
incluyen aquellos productos de los ecosistemas, y de la interacción de los seres vivos
que forman parte de ellos, relacionados con: la provisión de agua, alimentos,
medicinas, forrajes, combustible, el control del clima y de las enfermedades, la
generación de la fertilidad de los suelos, así como el valor espiritual, recreacional o
estético.
En este contexto, cuanto mayor sea la riqueza de especies y formas de vida
coexistiendo en nuestro planeta, mayores serán las posibilidades y oportunidades de
realizar descubrimientos médicos, desarrollos tecnológicos y/o económicos en base a
las mismas que permitan, entre otros beneficios, responder a los desafíos que plantea
el cambio ambiental global. Debe considerarse que la presencia de ciertos animales
(en particular insectos, aves e incluso murciélagos) es fundamental para la polinización
de la gran mayoría de las especies vegetales que son parte de la alimentación
humana. Muchos otros organismos (animales e incluso hongos, virus y bacterias) son
de gran importancia para el control de plagas que atacan a los cultivos de plantas y a
los criaderos de animales. Muchas plantas actúan también como filtros naturales que
remueven los tóxicos del agua o de la tierra, mientras que muchas bacterias se utilizan
como transformadoras de sustancias contaminantes en compuestos inocuos (Pérez
Harguindeguy, Enrico y Díaz 2015).
Anexo 4 - Importancia ecosistémica 56
A su vez, existe un gran número de especies endémicas, lo cual significa que su
rango de distribución es muy limitado hallándose en sitios muy puntuales, no
encontrándose de forma natural en ninguna otra parte del mundo, por lo cual es
prioritaria su conservación para evitar su extinción.
Finalmente, además de los beneficios que consumimos, respiramos o utilizamos
directamente de los ecosistemas, existen otros que tienen que ver con los
sentimientos que nos producen diferentes especies o diferentes paisajes. Muchas
especies animales y vegetales son parte importante del folclore y de las tradiciones de
muchas culturas, otras tienen valor porque representan la identidad nacional. En
algunas ocasiones es la diversidad de colores y formas, producto de la riqueza de
especies, la que genera un goce estético y por lo tanto tiene valor recreativo, en otras
ocasiones, la sola existencia de algunas especies particularmente emblemáticas o
carismáticas es importante para el ser humano. Por ello, en la actualidad, es
cuestionable la separación de la diversidad biológica de la cultural (Pérez
Harguindeguy, Enrico y Díaz 2015).
Según la geomorfología, hidrología, suelo, clima, vegetación y fauna, nuestra localidad
se encuentra dentro de la subdivisión Chaco Serrano, comprendida en la Eco-región
del Chaco Seco. El cerro, al igual que otras áreas dentro del ejido, aún conserva varias
de las especies características del Chaco Serrano, algunas de las cuales se pueden
observar en las fotografías adjuntas a continuación.
Bibliografía
Pérez Harguindeguy N., Enrico L., Díaz SM. 2015. En: Díaz, S.M. Retos para la enseñanza de
la biodiversidad hoy: aportes para la formación docente. Coordinación general Bermudez
G.M.A. y De Longhi A.M. 1a ed. Editorial de la UNC. Córdoba.
Anexo 4 - Importancia ecosistémica 57
Fotografías de referencia
Arbusto “palo amarillo” en flor (arriba) y liana “cabello de
ángel” (debajo derecha).
Foto: Alejandra Giantomasi
Enredadera “papa del aire” trepando sobre
arbusto “barba de tigre”.
Foto: Alejandra Giantomasi
Enredadera “peine de mono” con fruto trepando sobre “tala”.
Foto: Alejandra Giantomasi
“Molle de beber” y por debajo “espinillo blanco”
y “papa del aire”. Foto: Alejandra Giantomasi
“Chilca de las sierras”. Foto: Alberto De Magistris
Anexo 4 - Importancia ecosistémica 58
“Coco”. Foto: Alejandra Giantomasi
“Quebrachos blancos”. Foto: Alejandro Kordich
“Lagarto overo”. Foto: Alejandro Kordich
“Tucura”. Foto: Alberto De Magistris
“Zorro gris”. Foto: Alejandro Kordich
Anexo 4 - Importancia ecosistémica 59
“Jote cabeza colorada”. Foto: Alejandro Kordich “Jote cabeza negra”. Foto: Alejandro Kordich
“Aguilucho ñanco”. Foto: Alejandro Kordich “Carpintero negro”. Foto: Roberto Fernández
“Cachilo corona castaña”. Foto: Roberto Fernández “Monterita cabeza negra”. Foto: Roberto Fernández
Anexo 4 - Importancia ecosistémica 60
“Cara norte del cerro”. Foto: Alejandro Kordich “Cañadón del cerro, parte sur”. Foto: Alejandro Kordich
“Lechucita vizcachera”. Foto: Roberto Fernández “Choca común”. Foto: Roberto Fernández
“Vista al pueblo I”. Foto: Alberto De Magistris “Vista al pueblo II”. Foto: Alberto De Magistris
Anexo 4 - Importancia ecosistémica 61
LISTADO DE AVES DE VILLA DEL DIQUE OBSERVADAS EN EL CERRO Y ALREDEDORES
Méd. Vet. Roberto Fernández
Introducción
Las aves son indicadores del estado de conservación de los ecosistemas. Como se suele decir,
“si en un ambiente hay aves, éste goza de buena salud”.
Una de las funciones más trascendentales de las aves, es la polinización llevada a cabo por
Picaflores, Colibríes y varias otras especies; otra función importante es la dispersión de una
gran cantidad de semillas, generalmente nativas, que al ser comidas y luego excretadas por las
aves quedan aptas para germinar, favoreciendo así la conservación y la restauración de
bosques (siendo este un método varias veces utilizado para la recuperación de bosques y
selvas degradadas).
Por otra parte, las aves carroñeras que incluyen jotes y chimangos, “limpian” los campos de los
restos de animales muertos, facilitando así el ciclo de degradación. También podemos
mencionar la importancia que conlleva el control de insectos, roedores, reptiles y demás
animales ya que, al ser presas de algunas aves, se regula su presencia en el delicado equilibrio
de los ambientes naturales.
Las aves, además de cumplir un rol importantísimo en todos los ecosistemas en los que se
encuentran (habitan en todos los ambientes del planeta, incluso en los polos), son fuente de
inspiración cultural en varias de sus expresiones (música, pintura, fotografía, etc). La
observación de aves silvestres en su entorno natural y su “caza fotográfica” son modalidades
que cuentan con notable expansión en el ecoturismo. La divulgación de un abundante y
creciente número de especies halladas y la posibilidad del cuidado y preservación de su medio
natural, es un hecho que abre grandes posibilidades para atraer turismo ornitológico o
aviturismo a Villa del Dique y su zona de influencia.
En el planeta existen más de 9500 especies de aves, de las cuales un poco más de mil están
presentes en Argentina. Al día de hoy en Villa del Dique, y siempre en inmediaciones del cerro,
llevo contabilizadas 102 especies diferentes. Tengo la seguridad de que ésta es una lista en
plena expansión, y llego a esa conclusión ya que el registro se comenzó a realizar hace tan sólo
4 años, y el encuentro con las aves se dio siempre de manera espontánea, sin brindarle a esta
actividad, los tiempos de espera sigilosa que un avistador normalmente le ofrece a la misma y,
finalmente pero no menos importante, mi equipo es relativamente simple.
Deseo comentar, que de los 23 Órdenes presentes en Argentina hemos encontrado 19 en Villa
del Dique, representados en 39 tipos de familias diferentes de aves. Encontramos 2 especies
introducidas, 1 ya naturalizada y las restantes 99 son autóctonas.
Cabe mencionar además que el 79% de las especies presentes son residentes, un 13% hacen
migraciones altitudinales, descendiendo de las Sierras Grandes, o hacen migraciones cortas en
busca de alimento, y el 8% restante realizan grandes migraciones llegando algunas al norte de
América del Sur y en el caso del Pitotoy Chico (Tringa flaviceps) llega a esta zona desde Alaska
en la primavera/verano austral.
No puedo dejar de mencionar que, si bien la mayoría de las aves encontradas hasta el
momento en Villa del Dique, no se encuentran en peligro de extinción, el CARPINTERO NEGRO
Anexo 5 - Aves observadas en Villa del Dique 62
(Dryocopus schulzii) que se encuentra en éste registro, sí figura entre las aves AMENAZADAS
según el listado publicado por EBIRD ARGENTINA.
Otras especies que aún NO figuran en riesgo o amenazadas, pero que reflejan una notoria y
preocupante disminución en su población, por su escasa o nula visualización son la REINA
MORA (Cyanocompsa brissoni) y el REY DEL BOSQUE (Pheucticus aureoventris). Estas especies
no figuran en la lista que aquí publicamos pero se sabe y se reconoce su presencia por varios
pobladores. Por otro lado, el CARDENAL COPETE ROJO (Paroaria coronata) que sí hemos
visualizado en la base del cerro en 2013 y en 2018, lamentablemente, luego no se ha vuelto a
ver.
Considero que, sin dudas, si se le brinda un lugar adecuado y protegido a las aves para que se
desarrollen, algún día volveremos a disfrutar de la belleza y el canto característico de estas
especies con mayor frecuencia.
La destrucción del hábitat y la carente preservación de las áreas naturales están atentando
contra la variedad de especies de aves y sin darnos cuenta contra nosotros mismos, resultando
en un profundo daño de dichas áreas y sus consecuencias sobre todo el ecosistema. Hoy
tenemos una gran oportunidad, todos los días tenemos una nueva oportunidad para empezar
a hacer algo en pos de preservar nuestro hermoso entorno natural, no la dejemos pasar.
A continuación, la lista de aves hasta hoy registradas en el cerro y su entorno cercano:
# NOMBRE COMÚN NOMBRE CIENTÍFICO
1 Águila mora Geranoaetus melanoleucus
2 Aguilucho ñanco Geranoaetus polyosoma
3 Arañero corona rojiza Myioborus brunniceps
4 Atajacaminos ñañarca Systellura longirostris
5 Atajacaminos tijera Hydropsalis torquata
6 Bandurria boreal Theristicus caudatus
7 Benteveo Pitangus sulphuratus
8 Biguá Phalacrocorax brasilianus
9 Birro colorado Hirundinea ferruginea
10 Boyerito Icterus pyrrhopterus
11 Brasita de fuego Coryphospingus cucullatus
12 Cabecitanegra Spinus magellanicus
13 Cachilo corona castaña Rhynchospiza strigiceps
14 Cacholote castaño Pseudoseisura lophotes
15 Calandria grande Mimus saturninus
16 Calandrita Stigmatura budytoides
17 Caracolero Rostrhamus sociabilis
18 Carancho meridional Caracara plancus
19 Carau Aramus guarauna
20 Cardenal copete rojo Paroaria coronata
21 Carpinterito barrado Picumnus cirratus
22 Carpintero batarás chico Veniliornis mixtus
23 Carpintero campestre Colaptes campestris
Anexo 5 - Aves observadas en Villa del Dique 63
24 Carpintero lomo blanco Campephilus leucopogon
25 Carpintero negro Dryocopus schulzi
26 Carpintero real Colaptes melanochloros
27 Chimango Milvago chimango
28 Chinchero chico Lepidocolaptes angustirostris
29 Chinchero grande Drymornis bridgesii
30 Chingolo Zonotrichia capensis
31 Chiricote Aramides cajaneus
32 Choca corona negruzca thamnophilus caerulescens
33 Churrinche Pyrocephalus rubinus
34 Cisne cuello negro Cygnus melancoryphus
35 Coludito copetón Leptasthenura platensis
36 Corbatita Sporophila caerulescens
37 Coscoroba Coscoroba coscoroba
38 Cotorra Myiopsitta monachus
39 Crestudo Coryphisteria alaudina
40 Cuervillo cara pelada Phimosus infuscatus
41 Cuervillo de cañada Plegadis chihi
42 Fueguero Piranga flava
43 Gallareta chica Fulica leucoptera
44 Ganso común Anser anser
45 Garcita blanca Egretta thula
46 Garcita bueyera Bubulcus ibis
47 Garza blanca Ardea alba
48 Garza bruja Nycticorax nycticorax
49 Garza mora Ardea cocoi
50 Gaviota capucho café Chroicocephalus maculipennis
51 Golondrina negra Progne elegans
52 Golondrina parda Progne tapera
53 Halcón plomizo Falco femoralis
54 Halconcito colorado Falco sparverius
55 Hornero Furnarius rufus
56 Inambú campestre Nothura maculosa
57 Jacana Jacana jacana
58 Jilguero dorado Sicalis flaveola
59 Jote cabeza negra Coragyps atratus
60 Jote cabeza roja Cathartes aura
61 Lechucita vizcachera Athene cunicularia
62 Macá común Rollandia rolland
63 Macá Grande Podiceps major
64 Macá pico grueso Podilymbus podiceps
65 Martín pescador grande Megaceryle torquata
66 Monjita blanca Xolmis irupero
67 Monjita coronada Xolmis coronatus
68 Monterita cabeza negra Microspingus melanoleucus
69 Monterita de collar Microspingus torquata
Anexo 5 - Aves observadas en Villa del Dique 64
70 Naranjero/Siete colores Pipraeidea bonariensis
71 Paloma doméstica Columba livia
72 Paloma manchada Patagioenas maculosa
73 Pato barcino Anas flavirostris
74 Pato capuchino Spatula versicolor
75 Pato colorado Spatula cyanoptera
76 Pato cuchara Anas platalea
77 Pato picazo Netta peposaca
78 Pepitero chico Saltratricula multicolor
79 Pepitero de collar Saltator aurantiirostris
80 Picabuey Machetornis rixosa
81 Picaflor cometa Sappho sparganurus
82 Picaflor verde Chlorostilbon lucidus
83 Picaflor de barbijo Heliomaster furcifer
84 Pirincho Guira guira
85 Pitotoy chico Tringa flaviceps
86 Ratona Troglodytes aedon
87 Sirirí pampa Dendrocygna viduata
88 Tacuarita azul Polioptila dumicola
89 Taguató Rupornis magnirostris
90 Tataupá montaraz Crypturellus tataupa
91 Tero Vanellus chilensis
92 Tero real Himantopus mexicanus
93 Tijereta Tyrannus savana
94 Torcacita picuí Columbina picui
95 Torcaza Zenaida auriculata
96 Tordo músico Agelaioides badius
97 Tordo pico corto Molothrus rufoaxillaris
98 Tordo renegrido Molothrus bonariensis
99 Verdón Embernagra platensis
100 Zorzal chalchalero Turdus amaurochalinus
101 Zorzal chiguanco Turdus chiguanco
102 Zorzal colorado Turdus rufiventris
Anexo 5 - Aves observadas en Villa del Dique 65
SOBRE LOPHOMUTJLLA MICKEL, 1952
(I]YMENOPTERA -MUTILLIDAE )
por OsvAmo H. CASAi. #
SÜMMAB{X.. On Lophomuülla M±ckd, L952 (Hymenop¢era, MuülládaB).
Four new species from Brasil ít#t)cz, Üa)Z¢, cort4p¢ and Se¢br¢é) and one fromthe Argentine Republic (c}mezóae) are described.
El material estudiado se halla depositado en las siguientes colecciones:United State National Museum (USNM); Museo Sánchez L-abrador (MSL);Carlos A. Campos Seabra (CACS) y del autor (OITC).
Lo.PHOMUTnLA AMEi±AE sp. n.
HEMBRA. Tegumento ferruginoso pero con tenue pigmento castaño en lat>abeza; vértex con un par de anchas bandas tegumentarias ámarillas que con-vergen y casi contactan en e.1 borde caudal, extendidas hasta la mitad del bordeinterno del ojo. Primer antenito más corto que los dos siguientes. Clíp-eo ele-vándose su.ávemente hacia el dórso. Dientes del borde libre del clípeo separadospor una dístancia apenas menor que el largo del pedicelo y de los dos primerosantenitos juntos (17,5: 20). Mandíbulas con el extremo distal robusto y grueso;los dientes distales son grandes: el diente medio (el más pedueño) más éercarioal borde dístal que al diente interno. Carena genal no unida .á la periproboscidal.Mésopleuras con una fila de puntos gruesos en el borde caúdal. Mesonoto conun par de dentículos laterales. Propodeo con una quilla longitudinal y mes.ál enla cara dorsocaudal y con 3 - 4 dientes en cada borde lateral. Primer esternitocon una quilla poco elevada y de borde recto. Are.ás láterocraneales del segundotergíto no elevada y sin carenitas. Espina distal de las tibias metatorácicasÍnsertada en un corto proceso cónico. Largo: 5 mm.
Hozofépo.. Hembra, R. íepáz7Zócú[) A. írgemfóyid).. Córdoba, Embalse Río 111,Villa del Dique, 4-11-1965 (A. Bianco y 0. H. Casal) [OHC].
Pczrczf¿poS..19 S. Fe, Piquete, 2-1-1929 (Bridarolli S.J.) [MSL] y 19 S.Fe, Rosario (Hübrich) /12-11-Granja/sp. 5 [USNM].
La carena genal incompleta, no unida a la carena periproboscidal, só]o seobs-ervá en Üa}cocz Casal. Se separa de ésta por la áreas láterocraneales del se-
# CaHera del lnvestigador, Consejo Nacional de lnvestígaciones Científicas y Técnicas,Buenos Aires. Instituto Naciond de Microbiología.
REv. Soc. ENT. ARG., Tomo XXXI (1-4), pp. 57-60, Bucm" Aires, 10 de ].uni`o de 1969
Anexo 6 - Registro de Lophomutila ameliae 66
58 REVISTA DE LA SociEDAi) ENTOMOLÓGicA ARGENTiNA XXXI, 1968
gurido te~i.gito, no elevadas y sín carenas y por el diseño pubescente del dorsoabdominal.
Lleva el nombre de mi esposa.
C#%po de L. .sTApmijo.MA Gerstaecker
Llamo así a un conjunto de especíes cáracterizadas. por su similitud tinto-rial, con variaciones cromáticas relátivamente amplias dentro de cada especiey que impiden el diagnóstico, salvo por caracteres morfológicos no seña]adosen ]a descripción original de stc}p7}yzoma. En 1960 escribí a Mickel con el deseode aclarar cuál de las especies que teníá en manos era la verdadera especie deGerstaecker, y él me señaló:
"1 did not have available time to make a complete red'escription of the type of
Lt?777}omt¿f¢.ZZc} sfap7}Üzom¢ (Gerst.) when 1 examined it ín Berlin, 1981, but 1 made somenotes> and a copy of these ís enclosed."
Agrega:
"Mu±¿Ila staphüzoma Gerst.
1.&]4. Mu±illa chrysomn,lla vair. Gerst.18H4. Mutil;la staphyloma Gerst.
In the type specímen the apical two-fifths of the second tergite and tergítes 3 - 5 areentíi.ely fei.ruginous, while in the specimen chrgsomazzcz var. the apical margin of the secondterg.íte and tergites 8-5 are somewhat black. Mandibles in the type are very dark £e-n.ug-iiious, in the specimen chrysomczzza var. distinctly fei.ruginous; I have compared thespec`].mens and find them to be the same except for the foregoing coloi. differences. Thespecies is somewhat similar to chrüsomczzzcz, but the thorax is entii.ely feri.úginóus except thehume].al angles tinged with black, the apical two-fí-fths of second tei.gite is almost if notentirely ferrugínous, rather than with a pair of pos-medían spots, and the clypeus Ís notelevated posterioi.Iy so strongly as Ín chr!/somczzzcz,. the clypeus lacks the broad, elevated,trarisverse margin.
It is not clear why Gerstaecker erred in placing one of the specimens as a paratypeof c7wÜsomczzza!. I have compared the two specimens cai.efully and thei.e can be no doubt
tht[+ chrysomdla var. = staphyzoma Gerst."
Las cuatro especies que aquí desci.ibo coínciden con estos datos. La impo-sib!.1tidad de reconocer a stczphyzoma me obliga o a dei.ar de trab.a.].ar el grupoo a desc`ri.bir mi material con la casi plena seguridad que una de ellas serásinónima de la de Gbrstáecker. Y prefiero esto a aquéllo.
No he tomado en cuenta una serie de caracteres morfológícos usados porSuái.ez, 1962, por las grandes varíaciones intraespecíficas halladas dentro de losgrupos stczphyzom¢ y c7}rysomzzzcL Estos caracteres son: distancia de los dientesclipeales en relación a los antenitos; relación líneá pubescente y largo 'delmetatarso metatorácico; carena del primer estemito de borde recto o cóncavo;dientes de los bordes laterales del propodeo y curvatura de lá carena escrobal.
Lophomt¿f¿ZZc} Z)t¿ckó Suárez pertenece al grupo tintorial st¢phgzomc}. Se sepa-ra de todas las' especíes que lo componen por la maculación tegumentaria delvértex, similar á la de cw}'¡ezbe. Además, por la morfología rmandibular y meso-pleura], debe ser incluída junto a cor"pcz sp. n. y Se¢Zy¢¿ sp. n.
Las nuevas especies se separan de acuerdo con la siguiente-clave.
Anexo 6 - Registro de Lophomutila ameliae 67
OsvAipo H. CASAL, Sobre LophomutiHa MÓckez, 1952
1 -Mandíbulás con el extremo. distal. delgado, esbelto, ycm los tres dientes 'bien separados (el diente medio
-`pequeño y más próximo` al diente interno que al dis-tal); por 1o menos la mitad caudal de las mesopleurascorL puntuación apretada, gruesa y profunda .........Mandíburás con el extremo distal robusto, grueso, ycon los tres dientes de tamaño subigual y equidistan-tes; mesopleuras micropuntuadas salvo una fila depuntos gruesos en el borde caudal .................
Fig. ±.. Lophomut¿Zzaameüae sp. n.
2 - Espina distal de las tibias metatorácicas insert.ádassobre un largo proceso cilíndrico, su largo 0,80, porlo menos, del largo de la espina íBr¢s¿Z.. Río de Ja-neiro)............................................ uñcA sp. n.
59
Espina distal de las tibias metatorácicas insertada sobre .un corto proceso cónico, su largo, 0,50, como máximo,del largo de la espina íBr¢séz.. Santa Catarina) ...... ¥ALA sp. n.
3 - Frente, vértex y área notal del tórax con puntuaciónpoco profunda, algo losángica y parcialmente confluen-te íBrcméz.. Santa Catarina) ......................... coRupA sp. n.
Frente, vértex y área notal del tórax con puntuaciónmuy profunda, poligonal (con aspecto de retículo apequeñas mallas) y no confluente íBrqstz.. Río de Ja-neiro)...........-................................ sEABRAI Sp. n.
Anexo 6 - Registro de Lophomutila ameliae 68
60 REVISTA DE LA SociEDAD ENTOMOLÓGICA ARGENTINA XXXI, 1968
LopHOMtJ"LA URCA sp. n. .
Hozofc.po.. Hembra, Brasóz: Guanabara, Florésta da Tijuca, 111-1963 (C. ÁCampos Seabra) [OIEC]. Largo: 8,5 mm.
ParafopoJépos..19 30-1-1952 [CACS]; 29 9 IV-1952 [CACS]; 29 9111-1951 [CACS] y 69 9 IV-1951 [CACS y OHC].
LoPHOMUTiLLA ¥ALA sp. n.
#ozof¢`j30.. Hembra, Byasóz.. S. Catalina, Corupá, 11-1954 (A. Maller) [OHC].Largo: 7mm.
Pártzf¢.poS.. 7 9 9 topotípicas de distintas fechas [CACS y O`HC]; 18 Bra!-Séz.. S. Catarina, Nova Teutonia, 6 agosto 1954 (F. Plauman) [CACS] 29 9 ídem8-V-1954 y 10-XI-1951 [OHC].
LopHOMUHLLA CoRUpA Sp. n.
Zrozof¢.po.. Hembra, Brasóz.. S. Cátarina, Corupá, IV-1954 (A. Maller [OHC]..Laigo: 4 mm.
PÉrc}fopofópos.. 79 9,11-1953 [CACS y OHC] y 29 9 111-1954 [CACS].
LopHOMUHLLA SEABRAi sp. n.
Hozof¢.po.. Hembra, B#tzs¿Z.. D. Federal, Floresta da Tijuca, IV-1952 (C.A.Campos Seabra) [OIHC]. Largo: 8,5mm.
Pa!r¢fépo¥.. 60 9 9 topotípicas de distintas fechas [CACS y OHC]; 19 ídem,Alto da Boa Vista, 2-949 (C. A. C-ámpos Seabra) [CACS]; 39 9 Brc}SóZ.. Ríode-Janeiro, IV-1962 (0. H. Casal) [OHC] y 19 Brczsóz.. M. G., Soretama,
X-1962 (Martínez) [Olfic].
Biblóggiafú
CASAL, 0. H.,1968. Mutillidae Neotropicales XVI (Hymenoptera). -El género Lop7!om/fózJú}Mickel, nuevo para ]a entomofauna argentina, con la descripción de dos especiesnuevas. Ret). Soc. Enf. Arg. XXIV: 29 -83.
GERSTAECKER, C. E. A., 1874. Mutillarum Americae meridionalis indigenarum synopsissystematíca et synonymica. Arch. J. N¢ft/rg., XL: 41 -77.
MicKEL, C. E.,1952. The Mutillidae (wasps) o£ British Guiana. ZooZo'g¢.c¢, XXXVII: 105 -150.SuÁREz, F. J., 1962. Datos sobre Mutílidos neotropicales. IV. Nuevas especies del género
Lophomt/€¢.Zza Mückel ( Hym. Mutillidae). Sft/d¢.ci Enfomozo'g¢.ccz, V: 195 -208.
Anexo 6 - Registro de Lophomutila ameliae 69
ANEXO N° 8 - Visual del cerro - Referencia simbólica
Vista desde camping.
Foto: Alejandro Kordich
Vista desde RP5.
Foto: Alejandro Kordich
Vista desde Embalsina (1998).
Foto: Alberto De Magistris
Vista desde camping
(trazado orientativo
a mano alzada).
Foto: Alberto De Magistris
Anexo 8 - Visual del Cerro - Referencia simbólica 71
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