PSICOLOGIA DEL
EXITO
LOS NIÑOS Y LAS NUEVAS TECNOLOGIAS
EL ABURRIMIENTO
LA DEPRESION REFRACTARIA
PERFILES CRIMINALES
FILOSOFIA Y PSICOLOGIA DE LA REALIDAD
RETROSPECTIVA
HEROFILO Y LA ANATOMIA CEREBRAL
y los factores que posibilitan la consecución de metas personales
PSICOLOGIA DEL EXITO y los factores que posibilitan
la consecución de metas personales
LOS NIÑOS Y LAS NUEVAS TECNOLOGIAS
EL ABURRIMIENTO
LA DEPRESION REFRACTARIA
PERFILES CRIMINALES
FILOSOFIA Y PSICOLOGIA DE LA REALIDAD
RETROSPECTIVA
HEROFILO Y LA ANATOMIA CEREBRAL
n.o39/2009
6,50 €
9771695
088703
00039
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2009
MENTEyCEREBROM
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SUMARIO
14 FILOSOFIA Y PSICOLOGIA
DE LA REALIDAD
Christian Hoppe
¿Y si todo lo que percibimos con los sen-tidos no fuera real, sino mera creación de nuestro cerebro? Una exploración neuropsicológica de las pistas.
18 PERFILES CRIMINALES
Ingrid Glomp
¿Qué revela el crimen sobre el asesino? En la vida real, la actuación de la policía difiere de la reflejada en la ficción tele-visiva. El método y el trabajo en equipo sustituyen a la intuición.
24 LA DEPRESION REFRACTARIA
Jerónimo Saiz Ruiz y Dolores Saiz González
En los últimos años se han registrado notables avances en el tratamiento far-macológico de la depresión. Se obtienen ya altas tasas de respuesta con mínimos efectos secundarios. Sin embargo, la de-presión refractaria o resistente continúa siendo un reto para los investigadores y los clínicos.
30 GLIOBLASTOMA:
EL ENEMIGO INTERNO
Michael Synowitz
La investigación reciente apunta hacia el origen de determinados tumores cerebrales: células madre defectuosas. Sobre esa base, pueden emprenderse abordajes prometedores en la lucha contra el cáncer.
34 PSICOLOGIA DEL EXITO
Tanja Nazlic y Dieter Frey
Así alcanzan las personas sus objetivos.
Noviembre / Diciembre de 2009 Nº 39
6614
18 3080
42 ESTEREOTIPOS DEL EXITO
S. Alexander Haslam, Jessica Salvatore, Thomas Kessler y Stephen D. Reicher
Conocer los estereotipos sobre los gru-pos a los que pertenecemos determina el resultado que obtenemos en tareas in-telectuales y atléticas. ¿Por qué, y cómo, podemos liberarnos de las expectativas de otros?
72 SE HA DE APRENDER
A VER TELEVISION
Alexander Grau
Los tutores de niños y adolescentes se muestran críticos con la televisión. Pero los padres no deberían prohibir del todo ver televisión a sus hijos. Para que los niños adquieran una actitud crítica han de aprender a convivir con ella.
60 LA GENERACION DEL MOVIL
Annette Schäfer
No se puede concebir el mundo de los jóvenes actuales sin el teléfono móvil. Les sirve de repositorio musical, central de comunicación y símbolo de distin-ción. Pone a disposición de los ado-lescentes nuevas formas de expresar su pertenencia y afinidad. Los padres deberían, por su parte, vigilar que estas maravillas de la técnica no se conviertan en una suerte de “cordón umbilical vir-tual” de su desarrollo.
SECCIONES5 Encefaloscopio
A mal tiempo...
Mejor toma que daca.
Memoria para la gramática.
Concepto de yo.
¿Un gen de atletismo?
Parálisis del sueño.
9 Retrospectiva Herófilo y la anatomía cerebral.
50 Punto de vista Exito: ¿poder o entorno social?
54 Mente, cerebro y sociedad Relación entre estrés y drogadicción.
Terapia cognitivo-conductual
para el trastorno obsesivo-compulsivo.
La esquizotipia en la adolescencia.
Biomecánica.
88 Ilusiones Franjas deslizantes.
91 Syllabus Esquizofrenia crónica.
93 Libros Percepción. Mal sagrado.
66 USO DE INTERNET EN LOS NIÑOS
Christiane Gelitz
Desde los seis años los niños pueden acudir a Internet y encontrarse allí con fotografías y vídeos pornográficos. Ante una omnipresente invasión de sexualidad, ¿cómo protegerlos?
80 EL ABURRIMIENTO
Anna Gosline
De esa sensación no tienen la culpa el trabajo, ni el tráfico ni las tareas rutinarias. Para combatir el aburri-miento hay que encontrar un rumbo en la vida, disfrutar del momento y tener algo por lo que vivir.
EXITO
34
42
50
PSICOLOGIA DEL EXITO
ESTEREOTIPOS DEL EXITO
EXITO: ¿PODER O ENTORNO SOCIAL?
LUIS BOU: Encefaloscopio, Ilusiones; I. NADAL: Filosofía y psicología de la realidad; MARÍA DEL MAR SANZ PREVOSTI: Perfiles criminales, Punto de vista; ANGEL GONZÁLEZ DE PABLO: Glioblastoma: el enemigo interno, Retrospectiva; ALEX SANTATALA: La generación del móvil; F. ASENSI: Uso de internet en los niños, Se ha de aprender a ver televisión; MARIÁN BELTRÁN: Estereotipos del éxito, El aburrimiento; SIXTO J. CASTRO: Psicología del éxito
Portada: © iStockphoto / Andrew Penner
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Gehirn & Geist
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MENTEyCEREBRO
MENTE Y CEREBRO 39 / 2009 5MENTE Y CEREBRO 39 / 2009 5
A MAL TIEMPO...
La sonrisa forzada por razones sociales está físicamente implantada en el cerebro
L as expresiones faciales que utilizamos para demostrar emo-
ciones sociales, ¿han sido aprendidas por observación de
otros o se encuentran implantadas física y genéticamente?
Esto último, según un estudio del Journal of Personality and
Social Psychology, en el cual se examinaron las reacciones de
atletas participantes en las competiciones de judo de los Juegos
Olímpicos y Paralímpicos de 2004. Algunos de los competido-
res eran ciegos y no pudieron haber recogido expresiones por
observación, pero todos ellos mostraban la misma “sonrisa
social” forzada cuando se encontraban en el podio, justamente
después de haber perdido el combate que les hubiera otorgado
la medalla de oro.
—Nikhil Swaminathan
“R áscame la espalda y yo te rascaré la
tuya”, estipula un refrán. No menos
conocida es la ley del talión: “Ojo por
ojo y diente por diente”. La experiencia
general, y decenios de investigaciones,
indican la universal tendencia humana
a la reciprocidad, a pagar las buenas o las
malas acciones con la misma moneda.
Ahora bien, si se devuelve tanto como se
recibe, ¿cómo es que los conflictos tien-
den a agravarse?
La respuesta, según declaración de
un trabajo reciente en la Universidad de
Chicago, consiste en que las reciprocida-
des positivas y negati-
vas no son simétricas;
las represalias por el
egoísmo priman sobre
las recompensas de la
generosidad, incluso
cuando las jugarretas
no pasen de ilusorias.
Los investigadores,
dirigidos por Boaz
Keysar, le pidieron a
sus probandos que
“jugasen a dictador”.
En este juego, uno de
los participantes —el
“dictador”— decide cómo repartir una
suma con un compañero. Un grupo de
dictadores empezaba con 100 euros y
le daba una parte a su compañero; en
el otro grupo, los dictadores empezaban
sin dinero, pero podían demandarle al
otro jugador un “impuesto” sobre los
100 euros. Después, cuando los partici-
pantes calificaron la generosidad de los
dictadores, juzgaron que el grupo de
los dictadores demandantes era desca-
radamente más codicioso que el grupo
de los donantes. “Descubrimos que un
dictador que entregaba 50 euros a su
compañero era tenido por más generoso
que otro que sólo exigía recibir 30 euros,
una cosa desconcertante”, explica Key-
sar. Además, los que reclaman una parte
no se percatan de lo muy codiciosos que
les parecen a quienes se encuentran en
el extremo pagador.
Lo sesgado de estos juicios condujo a
actitudes cada vez más egoístas en cada
interacción: cuando los participantes se
intercambiaron los papeles, los nuevos
dictadores respondieron a lo que en-
tendían ser repartos codiciosos actuan-
do cada vez con menor generosidad.
La pauta continuó dán-
dose en cada turno de
cambio.
Para detener seme-
jante caída en barrena
—conjeturan los in-
vestigadores— no bas-
ta devolver lo que se
tomó. “Para deshacer
una acción negativa”,
observa Keysar, “es ne-
cesario recompensar
holgadamente, con lar-
gueza”.
—Marina Krakovsky
MEJOR TOMA QUE DACA
En los tratos a dos, la tacañería recibe mayor castigo que premio la generosidad
ENCEFALOSCOPIO
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6 MENTE Y CEREBRO 39 / 2009
A los adolescentes les interesa, por
encima de cualquier otra cosa, ellos
mismos. Nuevos experimentos apoya-
dos en técnicas de formación cerebral
de imágenes revelan que la causa de tal
predilección pudiera deberse a modifi-
caciones de la anatomía cerebral vincu-
ladas al propio yo. Avances que pudie-
ran arrojar luz sobre la génesis cerebral
del concepto de yo.
Una de las formas en que se constru-
ye el sentido del yo consiste en reflexio-
nar sobre cómo nos perciben los demás,
idea que algunos psicólogos han dado
en llamar “el yo-espejo”. Para ver cómo
reaccionaban las adolescentes ante lo
que se pensaba de ellas, los investiga-
dores le solicitaron a chicas de edades
comprendidas entre los 10 y los 18 años
que imaginasen distintos supuestos en
los que serían observadas, escenas idea-
das para evocar emociones sociales, de
culpa o desasosiego; por ejemplo, “esta-
bas hurgándote la nariz tranquilamente
y tu mejor amiga te vio”.
Sarah-Jayne Blakemore, del Colegio
Universitario de Londres, y sus colegas
descubrieron que, en la comparación
con otros supuestos en los que se des-
cribían emociones básicas, pero sin in-
tervención de opiniones ajenas (miedo
o asco) en las chicas pendientes de la
opinión de quienes pudieran verlas,
cuando se trataba de escenas de carácter
social, se activaba en mayor medida que
en mujeres adultas una región del cere-
bro: la corteza prefrontal medial dorsal
(CPFM). Se sabe que esta región, una de
las últimas en desarrollarse antes de
la edad adulta, se activa en los adultos
cuando piensan en sí mismos, en otras
personas e, incluso, en los rasgos de ca-
rácter de animales.
Blakemore propone que, desde el
punto de vista evolutivo, resulta lógi-
co que a los adolescentes les preocupe
lo que piensen de ellos los demás. La
adolescencia exige hacerse más inde-
pendiente, porque los padres quizá
no puedan seguir ofreciendo su pro-
tección mucho más tiempo. Los jóve-
nes tienen que empezar a depender
más de lo que piensen sus iguales “y
elaborar de forma mucho más social
un sentido de su propio yo”, prosigue
Blakemore.
Otra vía por la que se elabora un
sentido del yo consiste en el examen
de nuestros rasgos de personalidad, o
de las metas que nos propongamos. En
estudios anteriores se ha observado que
en los adolescentes se activa también su
corteza CPFM dorsal cuando se dedican
a tal introspección. Así, cuando Jennifer
Pfeifer, de la Universidad de Oregón, y
otras psicólogas de la Universidad de
California en Los Angeles le pregunta-
ron a probandos si frases como “Hago
amigos con facilidad” les describían a
CONCEPTO DE YO
El desarrollo de una región cerebral crítica acentúa la preocupación por uno mismo
MEMORIA PARA LA GRAMÁTICA
La construcción de oraciones complejas puede depender de un sistema sorprendentemente simple
T al vez parezca que la
formación de una frase
gramaticalmente correcta ha
de exigir destrezas cognitivas
superiores, pero resulta que
nuestra capacidad de creación
de lenguaje pudiera depender
de sistemas menos comple-
jos de lo que comúnmente se
piensa.
Según un estudio reciente,
la capacidad para construir
oraciones puede emanar de
la memoria procedimental:
el mismo sistema mnemó-
nico que permite lograr que
nuestro perro se siente al
mandárselo. Victor S. Ferrei-
ra, de la Universidad de Cali-
fornia en San Diego,
recuerda que se ha
de distinguir entre
memoria procedi-
mental, importante
en el aprendizaje de
destrezas como la nata-
ción, y memoria decla-
rativa, que almacena
conocimientos, entre
ellos, hechos y recuer-
dos de sucesos, como
el propio cumpleaños.
Para averiguar cuál de
estos sistemas interviene
en la formación de frases,
Ferreira y su equipo se valie-
ron de la persistencia sintác-
tica, que consiste en que los
sobre
zorroraudo
saltópardo
elperro
perezoso
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MENTE Y CEREBRO 39 / 2009 7
ellos o a un personaje familiar —en
este caso, Harry Potter—, las investiga-
doras descubrieron que, al pensar sobre
sí mismas, se producía en adolescentes
mayor activación CPFM dorsal que en
adultos.
Esta acentuada actividad CPFM dor-
sal en la adolescencia sugiere que los
jóvenes están aprendiendo a atribuir
estados mentales complejos, como
pueden ser las intenciones, tanto a sí
mismos como a otras personas, según
Kevin Ochsner, de la Universidad de
Columbia. Al ir madurando, se obser-
va menor actividad en esa región, tal
vez, porque el cerebro se vuelve más
eficiente en la introspección, algo así
como una destreza que se perfecciona
con la práctica, añade.
Pfeifer agrega que, en los adultos, se
aprecia más actividad en las regiones
cerebrales vinculadas con la conserva-
ción de conocimientos sobre uno mis-
mo. “En lugar de dedicarse a pensar una
y otra vez en quiénes son, los adultos
re curren a lo que ya saben sobre sí mis-
mos”, explica. “Pero mientras que estas
áreas dedicadas a la introspección pue-
de que sean más activas en la adolescen-
cia, el proceso se registra en el curso de
la vida entera. Se da en las mentes de
adultos cuando éstos ingresan en es-
tadios vitales que les son nuevos, por
ejemplo, con la paternidad.”
—Charles Q. Choi
hablantes tienden a repetir
los mismos patrones grama-
ticales que han utilizado en
frases anteriores.
Los investigadores hicie-
ron la prueba con cuatro
individuos sanos y cuatro
amnésicos. La memoria pro-
cedimental de los amnési-
cos se hallaba intacta, pues
aprendían destrezas tras
practicarlas varias veces,
pero sus facultades de me-
moria declarativa se hallaban
mermadas, dejándolos inca-
pacitados para memorizar
hechos nuevos. Al principio,
todos los participantes escu-
charon y repitieron una frase.
Seguidamente se les presentó
una imagen sin relación con
la frase; luego, se les pidió
que la describieran. Por fin,
los participantes escucharon
una segunda frase que era o
bien idéntica a la primera
o ligeramente modificada
en significado, en estructura
gramatical o en ambos as-
pectos.
Los dos grupos propen-
dieron a utilizar las reglas
gramaticales de la primera
frase al describir la imagen;
sin embargo, los pacientes
amnésicos no recordaban
que ya habían visto la fra-
se con anterioridad. Resulta
notable que utilizasen su
estructura sintáctica, pues
tal cosa hace pensar que el
sistema de memoria proce-
dimental es el responsable de
ensamblar las oraciones gra-
maticales, explica Ferreira. Y
añade que estas observacio-
nes también arrojan luz so-
bre nuestra comprensión de
la propia memoria procedi-
mental, que se creía restrin-
gida a experiencias concretas
y a destrezas motoras.
Del trabajo se desprende
la capacidad que posee la
memoria procedimental de
alojar conocimiento abstrac-
to, lo que le confiere “mayor
potencia de la que se pen-
saba”.
—Nicole Branan
DONDE NANOTECNICA Y NEUROCIENCIA CONVERGEN
Los nanotubos de carbono, cilindros de dimensiones submi-
croscópicas constituidos por láminas de grafito de extraor-
dinaria delgadez, podrían ser en el futuro el material de
elección para reconstruir las conexiones nerviosas lesiona-
das por traumatismos cerebrales o espinales.
En un estudio de Nature Nanotechnology se pone de mani-
fiesto que los nanotubos mencionados, de gran conductivi-
dad eléctrica, forman prietas conexiones con las membranas
celulares de neuronas, incrementan su actividad eléctrica
y aceleran el flujo de información, lo que podría hacerlas
útiles para muchos fines, desde mejorar la estimulación
cerebral profunda hasta el desarrollo de neuroprótesis.
—Nikhil Swaminathan
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8 MENTE Y CEREBRO 39 / 2009
¿UN GEN DE ATLETISMO?
La capacidad para aprender nuevas destrezas motoras se halla afectada por la variabilidad en determinado gen
Es sabido que pequeñas variaciones de ciertos genes pueden
predisponer a cánceres o a enfermedades cardíacas. Se está em-
pezando ahora a demostrar un efecto sobre el aprendizaje, directo
y cuantificable, que se puede rastrear hasta modificaciones gené-
ticas de ese tipo, los llamados polimorfismos mononucleótidos.
Pudiera ser que una diferencia en un aminoácido de una proteína
explicase por qué ciertas personas aprenden más rápidamente
nuevas destrezas motoras o logran rendimientos superiores.
El factor neurotrófico derivado del cerebro constituye una
proteína clave para la promoción de la plasticidad sináptica, es
decir, la capacidad de las conexiones entre neuronas para mo-
dificar su intensidad. Esta plasticidad constituye un elemento
importante en el aprendizaje, explica Janine Reis, directora del
estudio en el norteamericano Instituto Nacional de la Salud.
Según Reis este hallazgo proporciona la primera prueba de
cómo ligeras variaciones en la estructura del factor neurotró-
fico repercuten en la capacidad de aprendizaje.
Voluntarios que poseían cierto tipo de factor neurotrófico
derivado del cerebro aprendieron más rápidamente y realizaron
mejor una tarea que les exigía aplicar una fuerza variable a una
manilla para desplazar el cursor de un ordenador a través de
una secuencia de dianas. Quienes poseían una variante diferente
no lograron nunca alcanzar la destreza adquirida por los primeros.
(Del ensayo quedaron excluidos los duchos en videojuegos.)
Otros grupos han observado que la versión del factor neurotró-
fico que Reis ha vinculado con una menor adquisición de destrezas
se encuentra asociada a una merma en la función del hipocampo,
una región cerebral que participa en el aprendizaje motor.
Esta diferencia en factor neurotrófico derivado del cerebro
puede contribuir a explicar por qué ciertos individuos sobre-
salen en actividades deportivas —opina Reis— y contribuir
también al pronóstico sobre recuperación de destrezas motoras
tras un infarto cerebral. El equipo de Reis se suma al grupo de
quienes se disponen a examinar variantes genéticas en pacien-
tes de accidentes vasculares cerebrales, con la esperanza de
hallar nuevas dianas para el tratamiento con fármacos.
—Roberta Friedman
PARÁLISIS DEL SUEÑO
¿Constituye un fenómeno frecuente?
L os sucesos paranormales que algunas personas asegu-
ran haber sufrido (ataques diabólicos, visitas de espí-
ritus y abducciones por extraterrestres) probablemente
encubren episodios de la llamada parálisis del sueño.
La parálisis del sueño es una incapacidad momentánea
de mover miembros, tronco y cabeza pese a gozar de
plena consciencia. Puede aparecer durante un estado flo-
tante de la mente o, con menos frecuencia, al despertarse.
Durante la fase de movimiento ocular rápido (REM), los
músculos del cuerpo están paralizados, supuestamente
para impedir la realización física de lo que se está so-
ñando. No se sabe bien por qué esta parálisis normal
se produce en estado consciente en las víctimas de la
parálisis del sueño, pero los estudios psicofisiológicos
han confirmado la especial propensión a estos ataques
cuando la persona entra en la fase REM muy poco des-
pués de caer en la cama, sin pasar por las fases de sueño
normal que suelen precederla.
Situaciones que aumentan la probabilidad del fenó-
meno podrían ser tumbarse de espaldas dejando vagar
la mente, sufrir estrés o alterar las pautas de sueño nor-
males por el trabajo en turnos, largos viajes en avión,
consumo de cafeína o alcohol.
Aunque la parálisis del sueño sea un síntoma de nar-
colepsia, no resulta infrecuente en personas sanas. Las
encuestas en diferentes países presentan un amplio
abanico de estimaciones: del 20 al 60 por ciento de la
población adulta normal ha experimentado parálisis
del sueño una vez al menos. Alrededor del 5 por ciento
de la población han acusado varios otros síntomas de
alteración asociados con este trastorno. Los efectos más
corrientes incluyen las alucinaciones visuales —luces,
sombras, una figura humana o de animal en la habi-
tación— y las alucinaciones auditivas, como escuchar
ruido de voces o de pasos. También puede ocurrir que
la persona sienta opresión en el pecho y le cueste tra-
bajo respirar.
La parálisis del sueño podría explicar los relatos de
fantasmas y extraterrestres; durante el ataque las víc-
timas perciben con intensidad esa presencia, habitual-
mente dañina. Asimismo, dan cuenta de sensaciones
cinestésicas inusitadas: ser arrastrado fuera de la cama,
vibrar, volar o caer. Tales episodios pueden conducir a
experiencias extracorpóreas en toda su extensión. La
parálisis del sueño tal vez aterrorice, pero nunca será
peligrosa. Afortunadamente sus episodios sólo duran
unos pocos segundos.
—Christopher French
Profesor de psicología del Colegio Goldsmith de Londres
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MENTE Y CEREBRO 39 / 2009 9
RETROSPECTIVA
A lejandría en el año 270 a.C. Una ciu-
dad joven, cuya fundación apenas
se remontaba a dos generaciones atrás.
Sobre la isla de Faros, situada delante del
puerto, se levantaba la torre iluminada
más alta del mundo, que pasó a la histo-
ria como una de las siete maravillas de
la Antigüedad. La corona de Alejandría
adornaba la testa de Ptolomeo II, hijo de
uno de los generales de Alejandro Magno.
Como buen dictador militar, Ptolomeo
recibía honores de faraón y reconocía el
incesto con su hermana Arsinoe.
En ese crisol turbulento confluyeron
hombres procedentes de todas las par-
tes del mundo. Alejandría experimentó
un auge espectacular, tanto económica
como culturalmente. También la ciencia
se desarrolló. En medio del Brucheion,
el distrito real de la ciudad situado al
noreste de la misma, el gobierno ordenó
levantar una academia: el Museion (Mu-
seo), dotado de laboratorios, colecciones
y bibliotecas. Aquí no se asistía a ningún
arduo debate sobre la ética de la inves-
tigación, ni se realizaban escrupulosas
observaciones sobre la valoración de las
consecuencias de la técnica.
Los científicos de entonces, al igual
que los políticos coetáneos, no se anda-
ban con muchos miramientos y busca-
ban ante todo la eficacia. Presupuestos
opulentos y salarios magníficos atrajeron
a muchas cabezas inteligentes de todas
partes del orbe hacia este paraíso de la
investigación. El dueño de una de las más
notables fue Herófilo de Calcedonia.
Nacido alrededor de 330 a.C. en lo que
hoy en día es una parte de la ciudad de
Estambul, Herófilo estudió medicina con
Praxágoras de Cos, diez años mayor que
él, en la tradición del famoso Hipócra-
tes (ca. 460-370 a.C.), lo que le franqueó
seguramente las puertas del Museion.
Como médico practicante, Herófilo llevó
a cabo un método de terapia tradicional-
mente acreditado: dieta, medicamentos y
sangrías ocasionales. Pero en lo referente
al diagnóstico fue muy por delante de su
tiempo. En las visitas a sus pacientes lle-
vaba siempre consigo una clepsidra —un
reloj de agua— portátil. Cuando tomaba
el pulso de sus pacientes no lo compa-
raba con el suyo propio, como hacían
el resto de sus colegas, sino que medía
con la clepsidra el tiempo justo y calcu-
laba entonces la frecuencia exacta. Los
pacientes se quedaban impresionados
HEROFILO Y LA ANATOMIA CEREBRALHace más de 2000 años Herófilo de Calcedonia fundó la anatomía humana,
la doctrina de la estructura del cuerpo humano. Describió la arquitectura de nuestro cerebro,
de los nervios cerebrales y de la retina ocular. Pero sus métodos no eran precisamente remilgados
HELMUT WICHT Y HARTWIG HANSER
1. UN CLASICO
DE LAS PREPARACIONES ANATOMICAS.
Tras extirpar la bóveda craneal y apartar
la membrana meníngea dura (duramadre),
puede contemplarse el seno sagital supe-
rior, que transcurre a lo largo del cerebro,
así como las venas de la corteza cerebral
que desembocan en él (destacados en azul).
Esta imagen y las siguientes proceden del
“De humani corporis fabrica” de Vesalio,
publicado en 1543. Vesalio es a la época
moderna lo que Herófilo fue para la An-
tigüedad: el anatomista por antonomasia.
Muchas descripciones de Herófilo, quien no
dejó ningún dibujo tras de sí, se pueden
seguir perfectamente mediante las ilustra-
ciones de Vesalio.
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10 MENTE Y CEREBRO 39 / 2009
ante ese despliegue de tan alta tecnolo-
gía y de tanta competencia; posiblemen-
te, eso sólo tenía ya un marcado efecto
curativo. En todo caso, los negocios de
Herófilo iban viento en popa, pues toda
Alejandría tenía un seguro obligatorio
de enfermedad.
Médico, investigado y protegido de los poderososSin embargo, en el fondo de su corazón
Herófilo se sentía más investigador que
médico. Dirigía en el Museo un grupo de
trabajo propio del que formaban parte
personal técnico y alumnos médicos.
Sus contactos con los centros del poder
eran inmejorables y gozaba de un trato
casi amistoso con Ptolomeo. Todo aque-
llo que Herófilo necesitaba para sus in-
vestigaciones, lo recibía sin demora. En
tanto médico con intereses anatómicos
tenía un objetivo prioritario: la utiliza-
ción del cuerpo humano como objeto de
disección.
Aquí termina la historia rosada del
personaje para adentrarnos en un cam-
po minado, aunque sólo sea porque el
A las vivisecciones de Herófilo hace sobre todo referencia
el siguiente texto del escritor romano Aulio Cornelio Celso
(ca. 25 a.C.-50 d.C.).
“Debido a que los diferentes tipos de dolores y enfermedades
surgen de los órganos internos, así piensan ellos [un determi-
nado grupo de médicos, los “racionalistas”] que nadie que no
conozca éstos puede poner remedio a aquéllos con una cura.
[Creen también] que es preciso cortar y abrir los cuerpos de
los muertos para escrutar sus vísceras e intestinos. [Piensan
también] que los que de forma óptima realizaron mejor estas
tareas fueron Herófilo y Erasístrato, quienes [además] diseccio-
naron, cuando su cuerpo estaba todavía vivo, a criminales que
el rey les enviaba procedentes de las cárceles y observaron,
mientras su espíritu permanecía todavía en ellos, lo que la
naturaleza hasta entonces había mantenido oculto...”
Por su parte, Celso opina que este método es brutal e inútil:
“Pero diseccionar cuerpos vivos es cruel e innecesario; en
cambio, abrir los de los muertos resulta imprescindible para
todos aquellos que tienen el deseo de saber: pues deben
conocer la colocación y la ordenación que el cadáver, mejor
que el hombre vivo y herido, ofrece.”
Celso es además extremadamente cuidadoso en su for-
mulación. Dice tan sólo que hay gentes que sostienen que
Herófilo e Erasístrato realizaron vivisecciones.
Para los latinistas, recogemos, a fin de que pueda ser
comparado, el original en latín del primer texto de Celso
citado:
“De medicina” (proemium, 23, 24 y 74): “Praeter haec,
cum in interioribus partibus et dolores et morborum va-
ria genera nascantur, neminem putant his adhibere posse
remedia, qui ipsas ignoret. Ergo necessarium esse incidere
corpora mortuorum, eorumque viscera atque intestina scru-
tari; longeque optime fecisse Herophilum et Erasistratum,
qui nocentes homines a regibus ex carcere acceptos vivos
inciderint, considerarintque etiamnum spiritu remanente
ea, quae natura ante clausisset...”
Y también el del segundo texto:
“Incidere autem vivorum corpora et crudele et superva-
cuum est, mortuorum discentibus necessarium: nam posi-
tum et ordinem nosse debent, quae cadaver melius quam
vivus et vulneratus homo repraesentat.”
Herófilo y Erasístrato fueron los primeros en atribuir la capacidad de sentir
(sensorial) y de actuar (motora) a los nervios. Antes se pensaba que los vasos
sanguíneos eran los encargados de ambas tareas. La pareja de investigadores
griegos sabía que de estas dos tareas se ocupaban nervios distintos; es decir,
que existían nervios sensitivos y motores. Sin embargo, desde nuestro punto
de vista actual, parece un disparate la afirmación de Erasístrato según la cual
los nervios sensitivos procedían de las meninges y los motores, en cambio,
del cerebro mismo.
Por otro lado, el concepto sensomotor no llegó por entonces a ser reco-
nocido. Ya en la Antigüedad los críticos con Herófilo y Erasístrato señalaron
con razón que, cuando se producían daños en los nervios, había alteraciones
tanto sensitivas como motoras. Lo que parecía indicar que los nervios estaban
mezclados y no separados en sensitivos y motores.
En el fondo todos tenían razón. En el sistema nervioso periférico, es decir,
el que se encuentra fuera del cerebro y de la médula espinal, la mayoría de
los nervios están mezclados, tienen por tanto componentes sensitivos y mo-
tores. Pero, cuando los nervios se introducen en la médula espinal, se dividen
siempre en dos raíces: la raíz posterior sensitiva y la raíz anterior motora.
Charles Bell (1774-1842) y François Magendie (1723-1855) demostraron que la
escisión de las raíces anteriores de los nervios espinales producía parálisis y
la de las raíces posteriores insensibilidad. También estos experimentos fueron
vivisecciones, pero realizadas en perros.
¿Era Herófilo un viviseccionista?
Sensitivo y motor: la división forzosa del sistema nervioso
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