RELATO GANADOR 2018
La esfera
Avelino Sáez Hernández
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
Vicerrectorado de Investigación y TransferenciaPublicaciones y Divulgación Científica
© Avelino Sáez Hernández© PublicacionesyDivulgaciónCientífica.UniversidaddeMálaga
Coordinación:RosarioMoreno-TorresSánchezCorrecciónyedición:JavierSánchezRelinqueDiseñoymaquetación:AuroraÁlvarezNarváez
Colección: Ficción y Ciencia
Universidad de Málaga2019
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
La esferaAvelino Sáez Hernández
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
4
La es
fera
La esferaAvelino Sáez Hernández
—Poraquí,señorministro.Elministroentróenel laboratorio, seguidodel rector, el
decano de la Facultad de Ciencias y todo el personal docente invitadoalacto.
—Este es el microscopio de fuerzas atómicas. Aquel, elópticodecampocercano,yenaquellamesaestáelespectrómetro.
—¿Paraquélosusan?—Puestrabajamos,porejemplo,enelencapsuladooenla
modificacióndenanotubosynanofibras.—Yaveo.¿Aplicacionesmédicas?—Ytambiénindustriales:cerámica,alimentos,patrimonio
submarino… Apenashubomáspreguntas,lavisitaallaboratoriodelos
ServiciosCentralesfuecorta.Comotodosyahabíansupuesto,adonPedroDuqueleinteresabanmáslostrabajosrelacionadoscon la misión Mars 2020. Así que, después de un vistazorápido a aquellos extraños racimosde espaguetis de carbono,la expedición abandonó el edificio ydioun cortopaseoparaentrarenotro,dondeestabaelUMALaserlab.
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
5
La es
fera
Aquello era otra cosa. Al ministro le brillaban los ojoscuando se encendían los láseres rojos, verdes y amarillosencerradosenunaespeciedelaberintosdeespejosyprismas,ymás aún cuando le mostraron los trabajos relacionados con el rovermarciano.Eralaguindadelavisita.Todoeransonrisasy satisfacción. Hasta que irrumpió en escena un visitanteinesperado.
—Señorministro,simepermitieraunmomento,nadamásqueunmomento…
Diosmío,¿quiénhabíapermitidoqueMarioRivassecolaraallí?¡Selehabíaprohibidoexpresamentecomparecerenlavisitaoficial!Peroestabavistoqueaquelloconoaceptabasometerseaningunanorma.
—Señor ministro, tiene usted que conocer mi trabajo.Es fundamental que lo vea. He preparado una sencillademostración…
Pero una señal del jefe del laboratorio al servicio de seguridad del ministro hizo que el inoportuno visitante,cogidoprácticamenteenvolandas,desaparecieradeescenatansúbitamentecomohabíaaparecido.
—Disculpe,SeñorDuque,noentiendocómohapodidosuceder.Esetipo…enfin,olvídelo,seloruego.
—Pero,¿esalguienquetrabajaaquí?—Llegónohacemuchoconunprogramadeintercambio
con Estados Unidos, pero sus extravagancias nos han dado
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
6
La es
fera
tantos problemas que hemos rescindido el acuerdo. Soloestamos esperando que termine el papeleo para enviarlo devueltaasucentrodeorigen,dondeparecequetambiénestándeseandoquitárselodeencima.
Superadoelincidente,prosiguieronlasexplicacionessobrecómolaSupercamdelroveranalizaráloscompuestosquímicosdelasuperficiedelplanetarojo.Acontinuaciónllególaprensa—por fortuna demasiado tarde para presenciar la desagradable interrupción de Rivas— y se tomaron las fotos oficiales.Cuandoalguiensusurróalministroqueerahoradecumplirconelsiguienteactodelaagenda,estesedespidióylavisitasedioporfinalizada.
Mientrassalíaconlosdemás,Teresapensóenquépodríaocuparelrestodelamañana.Eraverano,hacíacalor.Lomejorsería tomar algo en un bar cercano y leer en su tablet un par de artículossobrevirología.
NadamásentrardivisóenunadelasmesasaMarioRivas.Porunmomentopensóenescabullirse,peroélyalahabíavisto.Bueno,despuésdetodoMarionolehabíacaídomallaspocasvecesquelohabíatratado.YeranuevoenlaUMA,comoella.Demasiado impulsivo, eso sí; pero también muy guapo. Asíque…
—Hola,Mario.—Hola. Menudo numerito, ¿verdad? Lo siento. Estaba
desesperado,teníaqueintentar…enfin,hasidoridículo,losé.¿Sehanenfadadomucho?
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
7
La es
fera
—Imagínate.¿Quéestástomando?—Cerveza sin.Mª.Teresamirósureloj.—Vale.Metomaréunacon.Hizo una seña a la camarera y enseguida tuvo delante un
vaso rebosando espuma. Tomó un largo trago y lo dejó denuevoenlamesa.
—AsíquetelargandelaUMA,¿eh?—Sí.—Seveíavenir.Tío,nodudoque tengasbuenas ideas, y
está claroque trabajasduro,peronopuedes irporelmundoconesasprisas.
—Esquemi trabajosobre la luzes importante.Másqueeso, es decisivo.No tengo tiempode escribir artículos y esaszarandajas.Lasideasmeexplotanenlacabeza,necesitoavanzaralritmodeellasynomedejan.
—Bueno,verás…loquetúllamaszarandajaseselmétodocientífico,nosésiestásaltanto.
—Tienesrazón.Pero…—Oye,amítambiénmegustaríaquedieranmásdineroy
mediosamidepartamento,¿aquiénno?Mepasaríaeldíaenterohaciendo tomografías celulares si tuviera unas pinzas ópticasúltimomodelo…perolacienciaestácomoestá,yenEspaña…
—¡Peronohanqueridonioírme!Tejuroquemedanganasdehacerexplotarellaboratorio.
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
8
La es
fera
—Cálmate.Yyoquetúnorepetiríaesoenpúblico.Ambos bebieron en silencio un momento y dejaron los
vasos vacíos. Mario hizo un gesto a la camarera y prontoestuvieronllenosotravez.Pagóél,ysequedómirandoaTeresa.
—Vale,túganas—dijoella.¿Cuálesesainvestigacióntanimportanteparaelfuturodelahumanidad?
—¿Teinteresa?—Pues no. De hecho, una sirena en mi cabeza me
está avisando de que ahora debería taparme los oídos y salircorriendo.Peromehasdesarmadoalinvitarmealacerveza.Asíqueapagarélasirena.Soloporunrato.
—Puesverás,enBerkeleyexperimentabaconlaconversiónmasa-energía.
—Transformarmasa en energía.Oye, ¿no es eso lo quehacenlasbombasatómicas?¿QuémierdahacíaisenBerkeley?
—Alto secreto, desde luego. Pero no bombas atómicas,micontratonomeobligaamatartesitelocuento.Además,eltrabajoalquemerefierolollevábamosacaboensecreto,entreunospocos.Yextraoficialmente.
—¿Aespaldasdetussuperiores?—Bajoladireccióndelmío.Perosinconocimientodelos
demás,sí.—¿Ypodíaisusarlosequiposparaestudiosextraoficiales?—Pues no, claro. Y cuando comenzaron a sospechar,
llovieronlosproblemas.Mijefehabíaconvencidoaotrogrupo
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
9
La es
fera
enelCaltechdeCaliforniaparaquenosayudara,peroalguienallínofuelobastanteprudente.Nosdetuvieronynosinterrogaron.Nosécuántasveces.Alfinalnosacaronnadaenlimpio,peroaun así nos retiraron las autorizaciones de seguridad y nos dieronlapatadadeunauotraforma.Amijefeselollevaron,noséadónde,ynohevueltoasaberdeél.AmímeenviarondevueltaaEspañapormediodelintercambioconlaUMA.
—¿Yquépasarácuandovuelvas?—Nocreoquemedejenvolver.Hoyhasidomifinenla
UMAyenBerkeley.Yseguramenteencualquierotrolaboratorio.—Pueslosientomucho.Pero,parasertesincera,telohas
buscado.—CuandolleguécreíqueLasernaentenderíamiproyecto.
Peroenseguidametomóporloco.—Despuésde loquemehas contado, yo tambiénhede
pensarmesiestáscuerdoono.Asíqueconversiónmasa-energía,¿eh?
—Esoes.Pormediodelaluz.Poresomeinteresavuestrotrabajoconláser.
—Entiendo.Omejordichono,explícate.—Puesenrealidadnoescomplicado.Comohasdicho,una
bomba atómicano esmásqueuna conversióndescontroladademateriaenenergía.Ungramodemateriaequivaleamásde20.000millonesdekilocalorías, asíqueunoscuantoskilosdeuranio,omejordeplutonio,armanunabuenafiesta,yasabes.Perosipudierahacersedemaneracontrolada…Encuantoal
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
10
La es
fera
camino inverso, convertir energía en masa física, también esposible. Cualquier laboratorio decente puede convertir, porejemplo,unfotónderayosgammaenunelectrónyunpositrón.Lo interesante está en hacerlo en cantidades macroscópicas.Peroclaro,producirtodaesacantidadinconcebibledeenergíayreunirlaenunpuntoparacrear,digamos,uncubodeacero,ounamanzana,hastaahoraeraimposible.
—¿Hasta ahora? ¿Y desde cuándo lo es?Debo habermeperdido ese número de Nature.
—¿Helogradointeresarte?—Haslogradoquecomprendaporquéteechandetodos
lados.—Bueno,continúo.—No,sinopagasotraronda.¿Tecreesqueoírtuspayasadas
esgratis?Nopuedohacerlosobria,yademásesviernes.—Estábien.¡Otrasdosaquí!Teresa apuró el vaso de un trago, se limpió la espuma
con una servilleta de papel y se obligó a oír los delirios de su acompañante.Ambossedieronunrespirohastaquelacamarerarepusolasbebidas.
—Aplicaciones.—¿Qué?—¿Quéaplicacionespotencialestienetuproyectodemente?
Lacienciapuraesmuybonita,peronadiesejuegasucarreraporella.Nomedirásquetugradodelocurallegahastaahí.
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
11
La es
fera
—¿Aplicaciones?¿Quéteparececreardelanadaelobjetoqueseteantoje?
—¿Puedes hacerlo? ¿Creasteis una especie de impresoradigital que cargáis con un cartucho de energía y que puedeimprimiroro?
—No.—¡Menosmal!Habríagritadosihubierasdichoquesí.—Notuvimostiempodediseñarunmapeadoratómico,de
hecho,probablemente,elmapeadortendráquesersubatómico,supongo que quárkico estaría bien. Es necesario ese mapadel objeto para que la impresora, como tú la has llamado, loreproduzca. Pero si logro reunir en España la gente y elequipamientoadecuado…
—¡Ja,ja, ja, ja!Naturalmente,quétontasoy.Conlagenteyellaboratorioadecuadopuedeshacerqueyovuelesinalas,¿aquesí?
—Es lógico que te burles, no te lo tendré en cuenta.Pero,ahoraquelopienso,loqueacabasdedecirnoandamuydescaminado.
—Nomedigas—Pues sí, en cierto modo. Todavía no puedo crear un
objeto,aunqueeseeselobjetivoúltimodemitrabajo.Perolaconversiónpodríausarsecomomediodetransporte.
—Bonita teoría.Encuadérnamelaparaque la coloque enmiestantería.CreoquelapondréentrePeter Pan y Frankenstein.
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
12
La es
fera
—Noesunateoría.Puedehacerse.—¿Cómo?¡¿Hasconstruidounteletransportador?!Teresatomóotrotragodecerveza.Empezabaasentirlos
efectosdelalcohol,perolonecesitaba,nocabíaduda.—Dios mío —dijo después de vaciar medio vaso—,
pensabaverunapelículaestatarde,peroestoesmuchomejor.Sigue,hombre,notecortes.Suéltalotodo.Yapuestos…
—Vale,puesfuncionaasí:enchufandomiesfera…—Tuesfera…—LamáquinaqueconstruimosenBerkeley.—¿Laqué?—La teníamos escondida muy cerca del laboratorio.
Cuando la cosa empezó a ponerse fea la desmontamos y me mandaron a España…
—Telatrajiste.—Sí.—Ylatienesaquí.—¿Dóndesino?—¿Entucasa?—No,enelLaserlab.¡Encasanotengoequiposláseralos
queenchufarla!—¿Enel…dónde?—Escondida.Lausocuandotodososvaisymequedoa
trabajarsolo.
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
13
La es
fera
Teresa abrió la boca, pero fue incapaz de emitir ningúnsonido.
—Unavezenchufadaalláser,laesfera,enrealidadescomounacajacuadrada,peroyolallamolaesfera…
—Claro,claro,tienesentido.Comolodemás.—…unavezquelaenchufo,estálistaparaconvertirseen
luz,juntoconloquecoloquesensuinterior.—Unmono,porejemplo.—¿Porquéunmono?—Ounelefanterosa;porejemplo.—Oye,Teresa,¿cuántohasbebido?—Demasiadopoco.Poquísimo.Nadaparaloquemepide
elcuerpooyéndote.Págateotra.—Nosé,amímepareceque…—Paga otra y sigue hablando. Aprovecha ahora. Soy la
únicapersonaquetevaaescuchar.Ysoloporquemañananomeacordarédenada.Asíquepaga.
—¡Otracerveza!—Esoes.Yahoraterminarápido,quieroirmeacasayver
el episodio de The Big Bang Theory.—Puescolocamoselmono…digo,elobjetoenelinterior
delaesfera—que,yadigo,enrealidadescuadrada—.Laesferase apoya en una plataforma que está enchufada al láser. Y sitenemosunasegundaplataforma,tambiénenchufadaalequipo
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
14
La es
fera
de láser apropiado, enotro lugar…digamosenBerkeley,porejemplo…
—Sí,digamosenBerkeley.—…entonces puedo enviar la esfera hasta allí.
Instantáneamente.Ocasi:alavelocidaddelaluz.—Y¿cómolohaces?—Pues convirtiendo la esfera en luz por medio del
conversorquelaplataformatieneincorporado.—Fallo.Laenergíadesprendidaharíaexplotarlaesfera,el
Laserlab, la facultad, ymandarías todaMálaga volando hastaBerkeley.
—Asíocurriríasilaconversiónfueradescontrolada,comoocurre con una explosión atómica. Pero el conversor no ladesperdigaentodasdirecciones,sinoqueconvierte lamateriaen un haz de luz compacto, tipo láser, y la dispara en formade rayo lumínico hasta la segunda plataforma, donde vuelvea transformarse enmateria.No se desparramani se destruyenada.
—Pero una parte de la energía tiene que gastarse en eldesplazamiento. Por lo tanto el mono podría aparecer en lasegundaesferasincabeza,osincola.
—Correcto. Pero el conversor convierte en luz tanto lapropia esfera como todo lo que contenga, incluido el aire.Yprecisamente utiliza como combustible para el desplazamiento laenergíaaportadapor loselementosmenosdensos,esdecir,
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
15
La es
fera
quesologastaenellounapartedelairedelaesfera.Demaneraqueelmonoaparecedentrodelaesferayenellugardedestinovivitoycoleando.
Teresasepusodepie.—Deacuerdo,mehasconvencido.Vamosaveresaesfera
en acción. ¿Dónde se encuentra la otra plataforma, la querecibiráelobjeto?
—Nohayotra.DebíaconstruirlaelgrupodelCaltech,perotodosefuealaporraantesdequeempezaransiquiera.
Teresasedejócaerdenuevoenlasillaysoltóunsuspiro.—¡Ya está, llegamos al punto al que tarde o temprano
teníamosquellegar!Asíquenopuedesdemostrarnada.—¿Quieresunademostración?—Ahoraonunca,pistolero.Notendrásotraoportunidad.
Solomeemborrachocadatresmeses,yparalapróximavezyaestarásabrazándoteatimismoenunaceldaacolchada.
—Déjamepensar…quizá…sí,a lomejorpuedohacerteunademostracióndelamáquinaconunasolaesferayunasolaplataforma.
—¿Ycómoeseso,derepenteyanonecesitasdos?—No, si enviamos la esfera… de vuelta a la misma
plataformadelaquehapartido.—¿Alavelocidaddelaluz?—Sí.
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
16
La es
fera
—¡Pero entonces no notaremos nada, idiota! ¿Quieresencerraralmonoenlaesfera,volveraabrirla,sacarloyhacermecreerqueenel ínterinhaestadodesintegrado?¿Porquiénmetomas?
—Dejaenpazalmono,loharemosconcualquierobjeto,unbolígrafo.Peroharemosqueviajealavelocidaddelaluz…duranteunminuto.
—Unminuto.Hum…¿Yquépasaráentonces?—Pues que la esfera debería convertirse en luz, salir
disparadahastaunpuntosituadoamediominutoluzdedistanciade la Tierra —a unos dieciocho millones de kilómetros—,volver por el mismo camino y materializarse otra vez sobre la plataforma.
—¿Yentoncessínotaremosalgo?—Deberíamos, dado que la esfera estará viajando por el
espacioduranteunminuto.—¿Desaparecerá?—Asídebesuceder.Paraaparecerderepente,enelmismo
sitio,unminutodespués.—Bien.Muybien.Entonces…—Entonces…—¡Adelante!Teresa tuvo que colgarse del brazo deMario para llegar
sin tropiezos. Estaba un poco mareada por el alcohol, y sequejaba del calor veraniego. Pararon un momento en una
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
17
La es
fera
tiendaycompraronunpardehelados.Teresaabrióel suyoycomenzó a lamerlo, peroMariometió el otro, todavíadentrodesuenvoltorio,enunabolsadeplásticoyseloguardóenelbolsillodelacamisa.
—¿Noloquieres?¿Entoncesparaquélohascomprado?—Luego lo verás.Démonos prisa, no quiero que se nos
derritatodavía.Por un camino rodeado de árboles llegaron por fin al
Laserlab.Una vez franqueado el acceso de seguridad,Mario entró
enunodelosdespachosyenseguidavolvióasalirconuntubocorto en una mano y una especie de consola electrónica en la otra. Luego condujo aTeresa por el pasillo hasta uno de loslaboratorios.
—Espera–dijoella—.Necesitousarelservicio.—Está bien. Yo encenderé mientras tanto el láser y
prepararésuconexiónhastalamáquina.—Loquetúdigas.Teresa se tomó su tiempo. Cuando terminó entró en el
laboratorioprincipal,dondeMario,conunasgafasdeseguridadpuestas,manipulabaelláserencendido.
—Estaparteyaestá.—¿Yesoquées?Una manguera de cables salía del cajón donde el láser
trazabauncaminoenzig-zagdeundispositivoópticoaotro.
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
18
La es
fera
Elotroextremodelamangueraestabaconectadoaunenchufedelapared.
—No te preocupes, es la conexión que necesito con lamáquina.
—¿Ydóndeestá?—Noestáaquí.Estáafuera.—¿Afuera?—Nopodíameterlaaquísinquenadiemehicierapreguntas.
Asíqueestáfuera,oculta.Perobastaconqueestéunidaallásermedianteestaconexión.
—Pero… lo has enchufado a la electricidad de la pared.Un láser. ¿Estás segurode loquehaces?En lahabitacióndeal ladohaysuficientesexplosivosparareducirapolvotodoeledificio.¿Ysiprovocasuncortocircuitoysaltanchispas,ohayunincendio,o…?
—Notepreocupes,heusadoestaconexiónotrasvecesynohapasadonada.
—Esonometranquilizaenabsoluto.Meparecequeestoycambiandodeopinión,yanomeparecebuenaideatodoesto.Nisiquieraconelmareoquellevoencima.
—Yaestá.Ven,acompáñame.Vaasercosadeunmomento,nadamás.Enseguidalodejamostodocomoestaba.
MariocogióaTeresaporelbrazoylasacódellaboratorioantes de que pudiera seguir protestando. Una vez fuera deledificio, lo rodearonhasta lapartede atrás.Luegodejaron el
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
19
La es
fera
caminoasfaltadoparainternarseentrelosárbolesquerodeabanelcomplejo.
—¿Peroadóndevas?—Túsígueme.Lamáquinaestáaquímismo.Se detuvieron junto a un árbol. Mario escarbó con las
manoshastadescubrirunapalapequeñayconellaseafanóeldespejardetierraunpequeñoespaciodeterreno,bajoelcualaparecióunaespeciedetrampillademadera.Allevantarla,Teresacomprobóqueeralatapadeungrancajóndemaderacuadrado,dentrodelcualsehabíaencajadounrecipientemetálicocasidelasmismas proporciones, demodo que apenas había holguraentrelasparedesdeunoyotro.
—El recipiente demetal—dijoMario— es la esfera. Ydebajodeellaestásuplataforma,cuyaconexiónenchufaremosahoraalláser.
Tanto la cubierta de la esfera como la tapa del cajónmostrabanunhuecoredondoensucentro.
Mariodestapólaesfera.Ensusparedesinterioreshabíaunaseriedeplacasdecircuitos,perocasitodoelespaciopermanecíalibre.Enelfondoyacíaunamangueradecablesenrollada,unodecuyosextremosdesaparecíaporunconductoque,traspasandoel fondode la esfera, se conectaba a la plataformaquehabíadebajo.Mariosacólamangueraycomenzóadesenrollarla.Fuedesplegándola endirección a la terraza del edificio y al llegaraunadelasfarolasseagachójuntoaellay leabrióelcuadroeléctrico,queestabadesatornillado.
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
20
La es
fera
—¿Peroquéhacesahora?—Termino demontar la conexión.Desde el laboratorio
llegahastaestepuntodeluz.Ahoraconectoestaotramangueraaquí…yvoilá:laplataformaestáenchufadaalláser.
—Dios mío. Estás más loco de lo que creía. Van adescubrirnosytendréquededicarmeadarclasesenlaacademiademibarrioelrestodemivida.
—Vamos,notealteres.Estudemostración,túlapediste,¿recuerdas?
—No,yo…yonosabíaqueibasahaceresto.Espeligroso,muypeligroso.Podemosdañarlasinstalaciones,oelláser.¡Ay,señor,elláser!Noquieronipensarlo.
—Túobserva,nadamás.Sacólabolsaquetodavíallevabaenelbolsillodelacamisa,
rasgóelplástico,abrióunpocoelenvoltorioysacóhaciaafueralapuntadelhelado,queyacomenzabaaderretirse.Chupólapartederretida,mostróaTeresaelhelado,pulidoporsuslametazos,comounmagoenseñaalpúblicounabarajadecartas,ydespuéslocolocóconcuidadoenunaesquinadelrecipiente,despuésdesacardeellaelmandoadistanciayeltubocorto.
—Esteheladoseránuestroviajero.Unahormigaquehabíacaídoalfondocomenzóacaminar
haciaelhelado.—Yestapequeñinatambién.Fíjatebiendóndelacoloco.
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
21
La es
fera
Mario lacolocóen laesquinade lacajacontrariaa ladelhelado.A continuación cerró tanto la esfera como la tapa demaderadelarcóndondeestabaalojada,yenroscóenelhuecocentraleltuboquesehabíatraídodellaboratorio.
—Yesteeselcañónatravésdelcuallaesfera,convertidaenhazluminosojuntoconsucontenido,volarádesdeelinteriordeestecajóndemaderahastaelespacio,pararegresarahídentro,cualgeniodelalámpara,enunos…¿Cuántocreesquetardarálahormigaenllegarhastaelhelado?
—Nosé,unminutoodos.—¿Yelheladoenderretirse?—¿Ahídentroyconestecalor?Cincominutos.Mariotecleóenlaconsolaquesehabíatraídojuntoconel
tubo.—Programocincominutos.Pulsó otra serie de teclas y se oyó un clic en el arcón de
madera.—Ahoracierroelarcónconsucierredeseguridadaprueba
decuriososygamberros.Ahoraapártateunpoco.Losdosseretiraronunosmetros.—¿Lista?—Enabsoluto.—Puesalláva.Pulsó entery…noocurriónada.
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
22
La es
fera
MariomirósatisfechoaTeresa.—¿Yahoraqué?—preguntóella.—Hayqueesperar.—¿Sesuponequelacajametálica…—Laesfera.—…quelaesferayanoestáahídentro?—Asíes,yanoestá.Ahoramismoseencuentra,luminizada
juntoconelhelado,lahormigayunaporcióndeaire,másalládelaórbitalunar,yalejándose.
—Puesabreelarcónycomprobémoslo.—Nopodemos,elarcóndebepermanecercerrado.Poreso
tieneuncierredeseguridad.—¿Asíquenopuedomirarparacomprobarsiesverdadlo
quemedices?—No,nopuedes.Podrásmirardentrode…cuatrominutos
ymedio.—¡¿Yentoncescómoséquenoteestásinventandotodo?!
Yaestamosotravez.—Puesporelhelado.Ylahormiga.—Elhelado.—Sí,elhelado.Cuandoabramos lacajaestará talcual lo
dejamos,nohabráempezadoaderretirsetodavía.Ylahormigatampocohabrállegadohastaél.
—¿Yesoporqué?
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
23
La es
fera
—Efectossecundariosdelarelatividad.Recuerda,elheladoylahormigaestánviajandoalavelocidaddelaluz,loquequieredecirqueaquíenlaTierraeltiemposítranscurreparanosotros,peroalláafueranolohaceparaellos.
—¿Quieresdecir…?—Exacto.Desdequehanpartidohastaqueregresen,para
laesferanohabrátranscurridoniunmicrosegundo.—Peroentonces…¿laesferanosoloesunteletransportador,
sinoqueademásesunamáquinadeltiempo?—Puesnunca lohabíapensadohasta quemepropusiste
estademostración,pero…sí,supongo.—¿Ypretendes queme lo crea? ¿Quéhas construido tu
propioDeLorean?¿Lehasajustadoelcondensadordefluzo,lohaslanzadoacientocuarentaporhorayahoraelheladoviajaráhastaellejanooestepara…matarasuabuelaoalgoasí?
—No puede viajar al pasado, deberías saberlo. SegúnEinsteinsolopuedeviajarhaciaelfuturo.NoestamoshablandodelDeLorean,sinodeEl planeta de los simios.Yesunasuerte,asínoslibramosdelamayoríadelasparadojas.Porejemplo,elheladonopodrámatarasuabuela.
—¿Ylahormiga,cómosabesquevivirá?—Porque ya lo hemos probado antes. Durante un
microsegundo. Los objetos vuelven a recomponerse a escalasubatómica,demaneraqueseregresanenelmismoestadoenqueseencontrabanantesdelviaje.
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
24
La es
fera
—¿Ynoafectaráasumente?¿Asumemoria,porejemplo?—Nohemosnotadoningúncambiode comportamiento
otrasveces.—¿Yhabéis…mandadodeviaje…aalgúnhumano?Os
creotanlocoscomoparaeso,aestasalturas.—No,nolohemoshecho.—Porque,poreltamañodelaesfera,cabría.Silapersona
noesmuyalta.—La esfera tiene el tamaño máximo que hemos sido
capacesdeafectarconelconversor.—Entiendo.Mariomirósureloj.—Casihanpasadoloscincominutos.—Puesvamosaver.¿Podemosacercarnosahora?—Esmejorquenolohagamosenelmomentodeldescenso.
Nodebemosbloquearelrayodeluz.—Deacuerdo.Esperaron,pues,otrominutomás.—Ahora.Seacercaron rápidamenteyMariodesenroscóel tubo, lo
sacó,abriólatapadelarcónyporúltimoladelaesferametálica.Allí estaba el helado, todavía sin comenzar a derretirse,
y lahormigacomenzandoaavanzarhaciaéldesde laesquinacontraria.
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
25
La es
fera
—¿Quémedicesahora?–exclamóMario,exultante—.¡Ahílotienes,ahoranopuedesnegarlo!
Carmenmiraba atentamente el helado. La hormiga llegóhasta él. Se la veía feliz. Se iba a dar el atracón de su vida.Seguramentemoriríadeindigestión.
—¿Quéquieresquetediga?Estonopruebanadadenada.—¿Cómoqueno? ¿Noves el helado? ¿Cómoesposible
quenoestéyamedioderretido?—Yyoquésé,laoscuridaddelacajalohapreservadodelsol.—¡¿Quédices?!Marioestabarojodecólera.Comenzóamoversenervioso
deunsitioaotro.—¡Todossoisiguales!¡Nisiquierasoiscapacesdeatender
arazonescuandoveis laspruebasdelantedevuestrasnarices!¡Eresigualquetodoslosdemás!
—Oye, tú, tranquilízate. Llevo una hora oyendo tuspaparruchas, que no llevan a ninguna parte. Así que no teenfadesconmigo.
—¡Malditaestúpida!Noteníaquehaberconfiadoenti.—Yo no he pedido tu confianza, eres tú quien se ha
empeñadoentraermeaquíy…montarestecirco.¡Ynisiquierahevistosaliroentrardeesetuboningúnrayo!
—¡No puede verse si es de día! ¡Ymenos viajando a lavelocidaddelaluz!
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
26
La es
fera
—¡Cállate de una vez, no quiero oírte una palabramás!Estome pasa por estúpida. Sí, en eso tienes razón, soyestúpidadeltodo,noséporquéhepermitidoquemeenredesasí. ¡Desenchufa ahora mismo esa manguera! Quiero quedesaparezcatodoestoinmediatamente.Diosmío,¿porquémehabrébebidoesaúltimacerveza,enquéestaríayopensando?¡Vamos,notequedesahí,dateprisa!
—¿Quiéntecreestúparahablarmeasí?¿Quieresquemecalle?¿Eseso loúnicoquese teocurredespuésdequetehedadopruebas?¡Pruebas!Teheconfiadounsecretoporelquemuchosmatarían.¡Ytúmemandascallar!
—¿Sabes qué? ¡Se acabó! Ahora mismo voy a dar partedetodoesto.Semevaacaerelpelo,peromedaigual.¡Estásponiendo en peligro todo el laboratorio! El cachivache esepuedehacersaltarlosfusiblesencualquiermomentoydarlugaraunaccidenteahídentro.¡Desconéctaloya!
—Ahoramismo.Encuantotedélapruebadefinitivaquepedías.
Teresa quiso responder, pero un fuerte golpe la dejó sinsentido.
Cuandodespertóseencontrósumamenteincómoda.Estabaencogidasobresímismaenunlugaroscuroyestrechísimo.
¡Laesfera!Aquelmalditolocolahabíametidodentro.—¡Sácamedeaquí!–gritó.Peronohuborespuesta.Entonces le asaltó el pánico. Frenética, recorrió con sus
manos la superficie de la esfera sobre su cabeza, mientras
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
27
La es
fera
hiperventilaba y sudada por todos sus poros. Sus manosencontraron la rosca del tubo que atravesaba el metal y lamadera.Atravésdeltubodeberíaverselaluzdelsol,peronoseveíanada.
Girólabasedeltuboy,parasuprofundoalivio,comprobóquetambiénpodíadesenroscarsedesdedentro.Giró,giró,giróyeltuboacabósoltándose.Luegoloempujóconlosdedosycayóhaciaafuera.Entoncespudohacerpresiónenlatapademetaldelaesferaparaabriralavezestay,sobreella,ladelarcón.Lecostómucho trabajo, porqueMario había vuelto echar tierrasobreelarcónparaesconderlo.Peroserevolvióhastacolocarseenlaposiciónapropiada,empujócontodassusfuerzasy,conungrito,seliberódesuencierro.
Eradenoche.Nohabíaluna.Hacíafrío,unfríoimpropiodelverano.
Estabasola.NirastrodeMarioRivas.Tampocoestabayalamangueradecablesqueantescorríadesdeelarcónhastalafarola. ¿Cúanto tiempo había estado inconsciente? A ella nole había parecido que hubiera pasado ni unminuto, pero eraevidentequehabíansidohoras.
Losvaporesdelalcoholsehabíanesfumadodesucabeza,pero ahora le dolía bastante por el golpe. ¿Con qué le habíapegadoaquellocofurioso?Coneltubo,seguramente.
Avanzóunospasosysedetuvodenuevo.Habíaalgoraro.El laboratorio. No estaba donde debería estar. Había
desaparecido.El edificio era parecido, pero distinto.Como si
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
28
La es
fera
lohubieranremodelado.Seveíaluzdentroyfuerahabíasillasy mesas, el velador de un bar. Ya entendía. Mario la habíaenterrado,peroenotrolugar.
Dejódehacersepreguntasysiguióandando.Diolavueltaal edificio y comprobó que, efectivamente, era un bar.Entródentro.Estabavacío.Aexcepcióndeuncamarero,querepasabacopastraslabarra,conayudadeunpañoblanco.
—Hola —dijo después de cruzar el espacio hasta labarraysentarseenunode los taburetes.Elasientoseadaptóinmediatamente a su trasero y sus caderas, como atrapándolaentreunosdedosacolchados.Teresadiounrespingo.
—¿Quéleocurre?–dijoelcamarero.Llevabaunapajaritaextrañasobreelchaleconegro.
—Esteasientodebeestarmal.Elcamareroseasomódesdedetrásdelabarra.—Nocreo.Siéntesedenuevo,peroconcalma.Ellalohizoconcuidadoyelasientovolvióaatraparla,pero
estavezmáslentamente.—¿Love?,funcionabien.¿Quévaser?—¿Tienealgoparaeldolordecabeza?—Sí.—Pueseso.Espere:yunacerveza.—Yunacerveza.Marchando.—No,espereotravez.¿Quéhoraes?—Sonlasnueve.
VII Concurso de relatosFICCIÓN Y CIENCIA
29
La es
fera
—Puesentoncescervezano,mejorunwhisky.Conhielo.Sinrefresco.
—Ahoramismo.Teresaechóunvistazoalbar.Ladecoracióneratanextraña
como la pajarita del camarero. Le asaltó una sospecha. Ladesechóalinstante.Peroluegopreguntó:
—Oiga, ¿dóndeestamos?Quierodecir, ¿enquépartedeMálaga? ¿No está por aquí cerca la Facultad deCiencias y elLaserlab?
—Precisamenteestáustedenél.—¿Quéquieredecir?—QueestofueensudíaenLaserlab.Hastaqueunlocolo
volóporlosaires.AhoraeslaTabernadelCiervoBlanco.—Eslomásraroqueheoídoenmivida.—Pues leaseguroquenoes lomásraroqueseoyeaquí
cadanoche.—Levoyahacerotrapregunta,sinoleimporta.—Adelante.—Nocreaqueestoyloca,pero¿enquéañoestamos?—Notienepintadeestarloca.Yestamosen2058.—¿Estáustedsegurodeeso?—Puedeverloahí—dijo,señalandouncalendario.Delaño
2058.—Puesentonces,queelwhiskyseadoble,¿quiere?
Vicerrectorado de Investigación y TransferenciaPublicaciones y Divulgación Científica