Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
Sede Mx ico
Maestra en Gobierno y Asuntos Pblicos
Estado de Derecho y Democracia. La Lgica de la Represin Estatal en Amrica Latina (1981-2005)
Mauricio A. Rivera
Dr. Andreas Schedler Director
Dr. Francisco Valds Mtro. Rodrigo Salazar
Lectores
Tesis que para obtener ei grado de Maestra en Gobierno y Asuntos Pblicos Octava Promocin, 2006-2008
Este proyecto cont con el patrocinio del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologa (CONACYT)
A Brbara Un Alma Bella
ndice
Agradecimientos
Introduccin
I. Estudios sobre Represin Estatal: Represin Centralizada versus Represin Descentralizada
1. Definicin del Problema 2. Patrones de Represin Estatal. Represin centralizada versus descentralizada 3. Literatura sobre Represin Estatal ... Estudios sobre represin centralizada .... Teora Hallazgos Problemas y desafos Estudios sobre represin descentralizada Teora Hallazgos Problemas y desafos 4. Sumario 5. Conclusiones
II. La Lgica de la Represin Estatal en Regmenes Democrticos en Amrica Latina
1. La Lgica de la Represin Centralizada El sistema poltico Controles verticales Controles horizontales 1.2 Conflicto poltico 1.2.1 Tipos de conflicto poltico y represin estatal .... 2. La Lgica de la Represin Descentralizada 2.1 Argumento 2.2 Mecanismos de impunidad 2.3 Determinantes de la represin descentralizada 2.3.1 Pobreza y desigualdad 2.3.2 Fragmentacin tnica 2.3.3 Crimen 2.3.4 Legado militar 3 Sumario 4. Fronteras Borrosas. La Observacin de la Represin 5. Conclusiones
iv
III . Anlisis Emprico. Casos, Datos, y Resultados
1. Universo de Casos 2. Operacionalizacin de Variables y Datos Variable dependiente: represin estatal Variables independientes Midiendo participacin y oposicin Midiendo conflicto poltico Midiendo pobreza y desigualdad Midiendo fragmentacin tnica Midiendo crimen Midiendo legado militar Controles 3. Test Emprico 4. Resultados: Interpretacin y Discusin 5. Conclusiones
IV. Investigacin Futura
Apndice A
Apndice B
Bibliografa
V
Lista de Tablas, Figuras, Apndices
Tablas
1.1 Represin estatal y regmenes polticos en el mundo (por regiones) (1981-2002) 1.2 Una sntesis de los estudios sobre represin estatal 2.1 Percepcin de igualdad legal: acceso legal de grupos marginales 2.2 Mapa: La lgica de la represin en regmenes democrticos 3.1 PTS. Niveles de represin estatal 3.2 Represin estatal en las democracias latinoamericanas 3.3 Descripcin de datos 3.4 Los determinantes de represin estatal en las democracias en AL 3.5 Exclusin legal y represin estatal en las democracias en AL
Figuras
1.1 Represin estatal y democracia en Amrica Latina (1981-2002) 1.2 El mapa de la represin estatal 2.1 Conflicto poltico y represin estatal
Apndice A. Tablas
Tabla 1. Regmenes polticos en el mundo (1981-2002) Tabla 2. Represin estatal en AL (por pas a travs del tiempo) (1981-2002) Tabla 3. Universo de casos: Democracias en AL (1981-2005) Tabla 4. Descripcin de variables Tabla 5. Frecuencias. Tipos de conflicto poltico en AL (1981-2005) Tabla 6. Fragmentacin tnica y fragmentacin lingstica en AL Tabla 7. Descripcin de datos
Apndice B. Figuras
Figura 1. Crimen y represin estatal en las democracias en AL (1981-2005)
vi
Agradecimientos
En los ltimos dos aos he acumulado algunas deudas con personas que me han acompaado a lo largo del camino. Es hora de decir gracias. A Andreas Schedler, mi asesor de tesis, en su gua siempre amigable sembr retos y sugerencias provocativas que han sido insumos decisivos en mis aproximaciones al problema de la represin estatal y a la ciencia poltica en general. Pero sobre todo porque en cada uno de nuestros intercambios contribuy en forma invaluable a inspirar y disciplinar mi pensamiento. A Rodrigo Salazar, por la generosidad de su talento y el apoyo incondicional brindado en las distintas etapas del manuscrito. A Paco Valds y Karina Ansolabehere, quienes me acompaaron con comentarios y crticas valiosas durante mi estancia en el seminario Estado de Derecho en las Democracias Latinoamericanas. A Brbara Zarate, sus preguntas y comentarios frecuentemente me llevaron a clarificar algunos argumentos. A todos ellos gracias por moldear la experiencia intelectual ms fructfera en mi vida. Y claro est: todos los errores de esta pieza son mos.
Como suele suceder, hay personas que ni siquiera conocemos pero nos influyen a travs de su trabajo. A lo largo de este proceso de investigacin hice lecturas y re-lecturas de algunos autores que creo han hecho aportes significativos al estudio de la represin estatal. Tengo una deuda intelectual con Ronald Ahnen, Daniel Brinks y Christian Davenport. Como estudiante sigo obteniendo importantes lecciones de los estudios de John Gerring, Gerardo Munck, y Andreas Schedler, investigadores que han influido profundamente mi trabajo.
Gracias a mi familia, particularmente a mam, por su suporte y aliento incondicionales.
Por ltimo agradezco al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnologa de Mxico ( C O N A C Y T ) , por hacer posible mis estudios de post-grado.
Mauricio A. Rivera
vii
Resumen
Con excepcin de algunos casos, los regmenes democrticos post-transicionales en Amrica Latina han hecho poco por mejorar las condiciones referentes al respeto de los derechos y libertades civiles, incluido el derecho fundamental a la integridad fsica. En promedio, las democracias latinoamericanas son de las ms represivas del mundo; incluso superan la media mundial de los regmenes autoritarios. Pese a la relevancia normativa y emprica del tema, en la literatura no hay estudios sistemticos que cubran toda la variacin existente en los niveles de represin en las democracias en A L . En perspectiva comparada, en esta pieza analizo los determinantes de la represin estatal en los regmenes democrticos en Amrica Latina entre 1981-2005. Con el propsito de descifrar la lgica de la represin, introduzco una distincin entre represin centralizada, aquella en la que los gobernantes ordenan a los cuerpos estatales de seguridad ejecutar actos de represin contra la poblacin y, represin descentralizada, caracterizada porque los cuerpos de seguridad pblica ejecutan actos de represin contra la poblacin de manera autnoma, violando un conjunto de reglas formales definidas previamente por las distintas ramas de gobierno. Con base en esta distincin argumento que, por un lado, la proclividad de los gobernantes electos a ordenar el uso de la represin est en funcin de la amenaza poltica y del funcionamiento del sistema poltico y, por otro, la proclividad del comportamiento represivo por parte de las agencias estatales de seguridad depende de su impunidad. De estas proposiciones se derivan hiptesis especficas. Los resultados del anlisis emprico sugieren que la violencia estatal en las democracias en A L es una respuesta a la violencia horizontal (sndrome de la violencia), se intensifica en sociedades tnicamente heterogneas (sndrome de la discriminacin tnica), y se institucionaliza a travs del tiempo (sndrome de la represin institucionalizada). Un hallazgo an preliminar tambin sugiere que la exclusin de grupos vulnerables al sistema legal es un determinante ms de la represin estatal en esta regin.
vi 11
Introduccin
El inicio de la "tercera ola" de democratizacin internacional alberg la promesa de
mejores sociedades alrededor del mundo. En el ltimo cuarto del siglo XX, la quiebra de
regmenes autoritarios y la posible instauracin y consolidacin de regmenes democrticos
constituan un proceso deseable.1 En Amrica Latina (AL), una de las expectativas ms
grandes sobre el establecimiento de la democracia giraba en torno a la proteccin efectiva
de los derechos y libertades civiles, incluido el derecho a la integridad fsica. El ejercicio
arbitrario del poder del estado -caracterstico de los regmenes autoritarios- dara paso a un
verdadero estado de derecho -la promesa de los regmenes democrticos. Sin embargo, la
mayora de las expectativas puestas en las transiciones a la democracia fueron incumplidas
o, en el mejor de los casos, permanecen inconclusas. Salvo algunas excepciones, los
cambios referentes en la dimensin del acceso al poder no han sido correspondidos por
cambios sustantivos en el ejercicio del poder (ver Mazzuca, 2008). Una de las expresiones
ms fieles de los problemas asociados al ejercicio del poder en las democracias en AL tiene
que ver con el dficit del estado de derecho. Por un lado, los estados en las democracias
post-transicionales recurrentemente violan el derecho a al integridad fsica de las personas
(violencia vertical). Por otro lado, son incapaces de garantizar la seguridad individual y
patrimonial de la ciudadana (violencia horizontal). Adems de su permanencia a travs del
tiempo, la magnitud de estos problemas en la regin es asombrosa. En primer lugar, como
se ver ms adelante, entre 1981-2002, el promedio de la represin estatal en las
democracias de la regin super la media mundial de las autocracias. En segundo lugar, el
grado de violencia horizontal (en su versin de crimen) es de los ms elevados del mundo;
en el ao 2000, la tasa de homicidios intencionales en AL era la ms alta a nivel mundial
(Krug, 2002: 274). Pese a que el dficit del estado de derecho ocupa un lugar central en el
cahier des dolances de la democracia en Amrica Latina, existen muy pocos estudios que
1 Alusin al dictum de O'Donnell y Schmitter (1986:16): "la instauracin y eventual consolidacin de una democracia poltica constituye, per se, un objetivo deseable."
1
traten de manera sistemtica ya sea problemas de violencia vertical o violencia horizontal
en la regin.
En lo referente al tema de la violencia estatal, prcticamente todos los estudios sobre
represin se caracterizan por cubrir un pequeo nmero de pases durante un periodo corto
de tiempo. Adems, a excepcin de los trabajos de Daniel Brinks (2008) y Ronald Ahnen
(2007), el resto de las investigaciones son de corte descriptivo; en consecuencia, salvo un
pequeo un nmero de casos, sabemos muy poco sobre las causas de la represin estatal en
las democracias post-transicionales en Amrica Latina. Motivado por este vaco, en este
texto abordo uno de los problemas centrales del dficit legal del estado en los regmenes
democrticos en AL: el uso sistemtico de la represin estatal. En perspectiva comparada,
la presente pieza analiza los determinantes de la represin del estado en las democracias en
Amrica Latina en el periodo 1981-2005. El objetivo principal es descifrar por qu algunos
estados en regmenes democrticos en Amrica Latina reprimen ms que otros; en otras
palabras, qu factores explican la variacin en los niveles de represin en las democracias
de la regin.
0.1 Ideas centrales Por represin estatal entiendo aquellas acciones ordenadas y/o ejecutadas por agentes del
estado en funciones que lesionan la integridad fsica de uno o ms miembros del orden
poltico; por implicacin, el uso de la represin estatal hiere un derecho fundamental de
todo el abanico de derechos humanos: el derecho a la integridad fsica. Qu explica
entonces que algunos estados en regmenes democrticos repriman ms que otros. En esta
pieza introduzco una distincin conceptual entre (i) represin centralizada, aquella en la
que los gobernantes ordenan a los cuerpos estatales de seguridad ejecutar actos de represin
contra la poblacin y, (ii) represin descentralizada, caracterizada porque los cuerpos de
seguridad pblica ejecutan actos de represin contra la poblacin de manera autnoma,
violando un conjunto de reglas formales definidas previamente por las distintas ramas de
gobierno. Con base en esta diferenciacin desagrego el problema de la represin estatal en
dos dimensiones; por un lado intento responder por qu los gobernantes electos ordenan el
2
uso de la violencia estatal;2 por otro, por qu las agencias estatales de seguridad hacen uso
regular e ilegal de la represin. Al respecto, las proposiciones centrales son las siguientes.
Primero, la proclividad de los gobernantes electos a ordenar el uso de la represin est en
funcin de la amenaza poltica y del funcionamiento del sistema poltico. Segundo, la
proclividad del comportamiento represivo por parte de las agencias estatales de seguridad
depende del grado de impunidad que gocen. De estas proposiciones derivo hiptesis ms
especficas.
0.2 Mapa El texto est organizado en cuatro captulos. Luego de la introduccin, en el primer captulo
presento la definicin del problema de investigacin, este es: el uso sistemtico de la
violencia estatal en las democracias latinoamericanas. Al igual que otras democracias
esparcidas alrededor del mundo, en promedio, el nivel de violencia estatal en las
democracias latinoamericanas supera la media global de las autocracias. Posteriormente,
con base en la distincin entre represin central y descentral, presento una revisin
comprehensiva del programa de investigacin de la represin estatal. Contrario al divorcio
entre la agendas global (generalmente estudios large-N, centrados en el patrn centralizado)
y regional-AL (dominantemente small-N, enfocados en el patrn descentralizado), el primer
captulo concilia ambos cuerpos de investigacin. Esta decisin resulta fructfera pues
amplia el horizonte analtico del fenmeno represin estatal.
En el segundo captulo emprendo el esfuerzo de descifrar la lgica de la represin
estatal en los regmenes democrticos en Amrica Latina. Con este propsito desagrego el
problema de violencia estatal en dos dimensiones; una referida a la decisin de los
gobernantes electos para ordenar el uso de la represin y otra conectada con el
comportamiento ilegal de las agencias estatales de seguridad. Por un lado, la lgica de la
represin centralizada se explica a partir de la amenaza poltica que enfrenta el gobierno y a
travs de la forma en que opera el sistema poltico. Concretamente, la expectativa es que
variables asociadas al conflicto poltico tienen un impacto positivo en los niveles de
2 En adelante utilizo de manera intercambiable los trminos represin estatal y violencia estatal.
3
represin, mientras que variables conectadas a la rendicin de cuentas vertical y horizontal
tienen un efecto negativo. Por otro lado, la lgica de la represin descentralizada se
entiende fundamentalmente a travs de la impunidad que tienen las agencias estatales de
seguridad; concientes que la probabilidad del castigo judicial es muy baja, los costos del
comportamiento represivo de estas agencias son igualmente bajos, esto ocasiona que los
abusos en contra de la poblacin se tornen una prctica rutinaria entre las agencias de
seguridad. Las variables conectadas a esta lgica son el acceso al sistema de justicia,
pobreza y desigualdad, crimen, fragmentacin tnica, y el legado militar autoritario. Por
ltimo, al final del captulo abordo un tema espinoso: el problema de la equivalencia
observacional de las formas de represin que analizo en la presente pieza.
En el tercer captulo presento el anlisis emprico. En esa seccin detallo los
criterios que empleo para delimitar mi universo de anlisis, as como la operacionalizacin
de variables. Posteriormente, a travs de un modelo de regresin tipo panel con efectos
aleatorios (GLS) verifico las hiptesis desarrolladas en el segundo captulo. Con base en los
resultados, mi explicacin en entorno a los factores causales de la represin estatal en las
democracias en AL gira en torno a tres sndromes: (a) el sndrome de la violencia societal
(crimen, guerras domsticas, y disturbios), (b) el sndrome de la discriminacin tnica, y
(c) el sndrome de la represin institucionalizada. De manera tentativa presento evidencia
sobre (d) el sndrome de la exclusin legal. As mismo, los hallazgos negativos (ausencia se
sndromes) son tambin relevantes para nuestro entendimiento del fenmeno de la
represin estatal; las variables asociadas a la estructura socioeconmica (pobreza y
desigualdad), el legado militar autoritario, y ciertas formas de conflicto poltico parecen no
tener impacto en los niveles de represin estatal. Por ltimo, en el cuarto captulo discuto
posibles avenidas en la investigacin futura de la represin estatal.
4
I
Estudios sobre Represin Estatal: Represin Centralizada versus Represin Descentralizada
En la literatura sobre represin estatal existe una premisa compartida en torno a que la
represin del estado es resultado de la decisin de los gobernantes. De acuerdo a un clculo
costo-beneficio, si los beneficios esperados exceden los costos de la represin, el gobierno
ordena el uso de la represin. Y viceversa, si los costos de ordenar la represin son
superiores a los beneficios, el gobierno tolera. Desde esta perspectiva, la represin del
estado es consecuencia de la decisin de los gobernantes. Pinsese como el gobierno
mexicano orden la matanza de cientos de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas
(1968). O como el gobierno chino dirigi el uso de la represin tambin en contra de
estudiante en la Plaza de Tiananmen (1989). Por otra parte, literatura reciente ha
identificado un nuevo patrn de violencia estatal en el que el uso de la represin no es
resultado de la decisin de los gobernantes, sino del comportamiento autnomo e ilegal de
las agencias estatales de seguridad. Pinsese ahora en la Matanza de Wilde (1994), cuando
la polica de la provincia de Buenos Aires asesin a 5 jvenes inocentes -utilizando 239
balas-, mientras que los culpables fueron capturados unas horas despus sin que fuera
necesario un solo disparo (ver Chevigny, 1999: 66). O en el famoso caso de los policas de
Pars que infligieron actos de tortura contra Ahmed Slemouni (1991), llegando a la Corte
Europea de Estrasburgo en 1997 (ver Schneider, 2007: 536). Si bien es cierto que la
Matanza de Wilde es un caso extremo y los niveles de abuso de la polica de Pars no son
comparables con pases de Amrica Latina, ambos casos expresan formas de represin
estatal claramente distintas a los acontecimientos de las Plaza de las Tres Culturas en
Mxico o la Plaza de Tianenmen en China.
En este captulo se introduce una tipologa de la represin estatal: (i) represin
centralizada y (ii) represin descentralizada. Esta tipologa es til porque proporciona un
nuevo marco analtico para el estudio de la represin estatal, que permite identificar
diferentes formas de interaccin entre autoridades gubernamentales, agencias estatales de
5
seguridad y poblacin. Paralelamente, abre la posibilidad de identificar nuevas variables
explicativas, formular nuevas teoras y derivar hiptesis. El captulo est organizado de la
siguiente manera. Con base en una radiografa emprica del fenmeno de la represin
estatal en el mundo, en la primera seccin se estipula el problema de investigacin, a saber:
que el fenmeno de la represin estatal no es exclusivo de regmenes autocrticos; en
promedio, los democracias ubicadas en Amrica Latina, norte de frica y Medio Oriente, y
sur de Asia son ms represivas que los autoritarismos en el mundo. Atendiendo a ciertas
particularidades del fenmeno del la represin en A L , se especifica el universo de anlisis:
las democracias latinoamericanas. En la segunda seccin desarrollo los conceptos de
represin centralizada y represin descentralizada. Siguiendo este par, la tercera seccin
presenta una revisin de la literatura sobre represin estatal. En la cuarta seccin presento
un sumario de la literatura sobre represin. El captulo cierra con la descripcin del
programa de investigacin de la tesis.
1. Definicin del Problema En los ltimos 30 aos la agenda de investigacin de la represin estatal nos ha informado
que los niveles de violencia estatal son considerablemente ms bajos en regmenes
democrticos que en cualquier otro tipo de rgimen poltico. Tradicionalmente, la
democracia ha sido una variable crucial en las explicaciones sobre la variacin transversal y
longitudinal de la represin estatal. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado
que la existencia de regmenes democrticos no siempre va de la mano con mayor respeto
de derechos humanos; de hecho, este es uno de los problemas principales del estado de
derecho en las nuevas democracias, particularmente en Amrica Latina.
La Tabla 1.1 muestra los promedios de la represin estatal en regmenes autoritarios
y democrticos por regiones del mundo (1981-2002); con le propsito de tener un retrato
amplio del fenmeno de la represin, los datos se presentan de manera agregada y
desagregada (para el universo de casos, ver Apndice A. Tabla 1).3 De acuerdo a los datos
3 Para determinar el universo de regmenes de autoritarios y democrticos uso la base de regmenes polticos de Jos Antonio Cheibub y Jennifer Gandhi. El acceso a esta base de datos es libre en QoG. Para una descripcin de la base, ver Cheibub y Gandhi (2004). Los niveles de represin estn medidos en una escala de
6
agregados, en el panorama mundial observamos que los niveles de represin son ms
elevados bajo regmenes autoritarios (2.74) que en regmenes democrticos (1.87). Sin
embargo, existen variaciones significativas en los niveles de represin por tipo de rgimen
poltico; estas diferencias se pueden ubicar en trminos regionales. Por un lado observamos
niveles de represin bajos y moderados en las democracias de los pases desarrollados,
Europa del este y ex URSS, Caribe, frica subsahariana, y sureste de Asia. Por otro lado, en
el sur de Asia, Medio Oriente y norte de frica, y Amrica Latina los niveles de represin
son considerablemente ms elevados, a tal grado que las democracias ubicadas en estas
regiones del mundo tienen niveles de represin por encima del promedio mundial de los
regmenes autoritarios.4 Contrario a la expectativa tradicional de muchos acadmicos y
promotores de la democracia, la descripcin de datos nos dice que la represin del estado
no es un fenmeno exclusivo de los regmenes autoritarios. Ms importante an, algunas
democracias tienen niveles de represin superiores a la media mundial de las autocracias.
0 a 6, donde 0 indica ausencia de represin y 6 represin sistemtica. Originalmente, la escala de represin de Cingranelli y Richards es de 8 puntos, pues incluyen un indicador sobre "encarcelamiento poltico". Dado que mi inters central est en el universo de democracias, y stas por definicin suponen derechos polticos efectivos, la comparacin de medias de la Tabla 1.1 excluye los datos para encarcelamientos polticos. Los datos son esencialmente los mismos. La nica diferencia de la comparacin de medias (al incluir todo el ndice de represin de CIRI), las democracias ubicadas en el sureste de Asia tambin figuran entre las ms represivas -debido a la intensidad del encarcelamiento poltico. Para una descripcin mucho ms detallada sobre estos datos, ver captulo 3. 4 La diferencia entre estas regiones se observa en la comparacin intra-regional. Mientras que las democracias latinoamericanas son menos represivas que los autoritarismos de la regin, las ubicadas en el sur de Asia y norte frica y Medio Oriente superan el promedio de los autoritarismos en sus respectivas regiones.
7
Tabla 1.1 Represin estatal y regmenes polticos en el mundo (por regiones) (1981-2002)
Regin Desapariciones Tortura Homicidios Indice extrajudiciales de represin
AUT DEM AUT DEM AUT DEM AUT DEM Pases Media .02 .46 .08 .57 desarrollados N 452 .451 452 451 Europa del este y Media .41 .11 1.44 1.12 .67 .32 2.52 1.56 ex URSS N 149 189 149 189 144 189 144 189
Media .68 .52 1.74 1.44 1.05 1.04 3.46 3.00 Amrica Latina N 125 315 125 315 125 315 125 125
Media .05 .93 .43 1.41 Caribe N 44 44 44 44 Medio Oriente y Media .47 .50 1.44 1.74 .70 1.17 2.60 3.40 norte de frica N 297 42 299 42 299 42 297 42 frica Media .40 .21 1.32 1.21 .84 .75 2.56 2.17 subsahariana N 695 168 695 168 693 168 693 168
Media .58 .41 1.38 1.13 .96 .63 2.93 2.16 Sureste de Asia N 203 88 204 88 204 88 203 88
Media .97 .91 1.50 1.87 1.41 1.54 3.88 4.33 Sur de Asia N 58 70 58 70 58 70 58 70
Media .48 .26 1.41 1.04 .85 .57 2.74 1.87 Mundo N 1527 1368 1530 1367 1523 1358 1523 7.367 F U E N T E : Elaboracin propia. Datos de Cheibub y Gandhi, y CIRI. Nota: Los datos de las columnas AUT se refieren a los promedios regionales de la represin en regmenes autoritarios, mientras que los datos de las columnas DEM a los promedios en regmenes democrticos.
Ahora bien, los niveles de represin en las democracias localizadas en Medio
Oriente y norte de frica y sur de Asia no son muy sorprendentes. Como se ver ms
adelante, la literatura de la represin ha mostrado que, independientemente el tipo de
rgimen poltico, los niveles de represin incrementan en forma considerable cuando hay
guerra domstica (Davenport, 2007a). Este es el caso de las democracias ubicadas en las
regiones recin sealadas. En Medio Oriente y norte de frica 83.3 por ciento los casos
registran ocurrencia de guerra domstica,5 mientras que los casos registrados en el sur de
Asia la cifra es 77.1 por ciento.6 Pero lo que si es sorprendente es el caso de las
democracias latinoamericanas. Contrario a las otras dos regiones, AL es una regin
consistentemente democrtica y el nivel de conflicto armado al interior de los pases es bajo
5 Cada caso equivale a una observacin ao-pas. 6 En el norte de frica y Medio Oriente las observaciones se distribuyen entre Israel y Turqua. Mientras que en el sur de Asia las observaciones estn dispersas en Bangladesh, India, Nepal, Pakistn, y Sri Lanka.
8
(16.6 por ciento).7 Paralelamente, el promedio de la represin estatal en la regin es mayor
no slo a la media mundial en regmenes democrticos, sino tambin al de los
autoritarismos.
Figura 1.1 Represin estatal y democracia en Amrica Latina (1981-2002)
FUENTE: Elaboracin propia. Datos de Cheibub y Gandhi y CIRI.
Adems, la variacin de la represin entre las democracias latinoamericanas es
notable. La Figura 1.1 muestra el promedio de la represin estatal en las democracias en
AL; con el propsito de hacer ms clara la comparacin, en las ltimas tres columnas aado
el promedio de la represin en Cuba -el bastin autoritario en la regin- y el promedio
mundial en regmenes democrticos y autoritarios. Comparativamente, las democracias en
Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Hait, Mxico, Nicaragua, Per, y
Venezuela son ms represivas que Cuba. Estos datos contrastan con el promedio de la
represin en pases como Costa Rica, Panam, y Uruguay, similares al promedio de algunos
pases desarrollados y Europa del este y ex URSS. Entre ambos grupos, extremos de la
represin bajo regmenes democrticos en AL, se encuentran las democracias de Argentina,
7 Fuera de los pases desarrollados, Amrica Latina es la regin ms democrtica del mundo. Mientras que el norte de frica y Medio Oriente, y el sur de Asia representan respectivamente 3.1 por ciento y 5.1 por ciento del total de los regmenes democrticos registrados en la base (ao-pas), AL representa casi un cuarto del total (23 por ciento).
9
Bolivia, Chile, Repblica Dominicana, El Salvador, y Honduras. Aunado a la variacin
entre pases, un rasgo asombroso del fenmeno de la represin en las democracias
latinoamericanas es su inestabilidad a travs del tiempo al interior de los pases. A
excepcin de Brasil, Colombia, Costa Rica, y Uruguay, la tendencia de la represin a travs
del tiempo en el resto de las democracias en la regin es sumamente inestable (ver
Apndice A. Tabla 2). No obstante que a partir de las transiciones a la democracia la
promocin de derechos humanos es un tema recurrente en la agenda poltica regional, la
variacin de la represin entre pases (y al interior de stos) sugiere que la proteccin
efectiva de los derechos humanos est sujeta al contexto sociopoltico presente en las
democracias de AL.
En suma, nuestra radiografa emprica de la represin estatal confirma que, en
general, los regmenes democrticos son menos proclives al uso de la represin que los
regmenes autoritarios. Sin embargo, los datos tambin muestran variaciones importantes
en lo referente a la intensidad de la represin por tipo de rgimen. Contrario a la teora
democrtica y al grueso de la investigacin comparada de la represin, no todas las
democracias protegen de manera efectiva los derechos humanos de la ciudadana. En
primer lugar, nuestro retrato muestra que la represin no es un fenmeno exclusivo de
regmenes no-democrticos. En segundo lugar, que algunas democracias son ms represivas
que los regmenes autoritarios. Aunque este no es un fenmeno exclusivo de las
democracias en AL, esta regin presenta un conjunto de hechos empricos que merecen
atencin en el programa de investigacin comparado de la represin: (1) Excluyendo a los
pases desarrollados, Amrica Latina es la regin ms democrtica del mundo; (2) en
promedio, los niveles de represin en las democracias latinoamericanas son superiores a la
media de los autoritarismos de la regin y del resto del mundo; (3) existe gran variacin en
los niveles de represin entre pases y al interior de stos a travs del tiempo y; (4) la
ocurrencia de guerras domsticas -la variable que podra dar cuenta de los altos niveles de
represin en la regin-, es muy baja durante el periodo de anlisis. Con base en estas
consideraciones, en la presenta pieza exploro los determinantes de la represin estatal en las
democracias en Amrica Latina (1981-2005).
10
2. Patrones de Represin Estatal. Represin centralizada versus descentralizada
La represin estatal es resultado exclusivo de la decisin de los gobernantes o es tambin
producto de decisiones de otros actores estatales tales como las agencias de seguridad
pblica? Esto es El uso de la represin est sujeto a la orden centralizada de las mximas
autoridades gubernamentales o es tambin consecuencia del comportamiento autnomo e
ilegal de las agencias estatales de seguridad? Los gobernantes tienen pleno control del
comportamiento de tales agencias o stas pueden ejecutar acciones represivas sin recibir
sancin alguna? Una vez que las agencias estatales de seguridad poseen los medios de
coercin, qu garantiza que stas no abusen de su poder? Qu asegura que los cuerpos de
seguridad pblica como la polica respeten la integridad fsica y los derechos humanos de
las personas?
Implcitamente, la respuesta convencional en la literatura es que la represin estatal
es resultado de la orden de los gobernantes. Esto supone que los gobernantes tienen pleno
control sobre los cuerpos estatales de seguridad; sin embargo, terica y empricamente
existe la posibilidad de que esto no ocurra as, de hecho, independientemente de la orden de
los gobernantes no tenemos plena certeza de que las agencias estatales de seguridad no
abusen de la capacidad coercitiva que se les ha otorgado. En trminos generales, entonces,
el rostro de la represin estatal est configurado por (a) la decisin centralizada de los
gobernantes y (b) la decisin descentralizada de las agencias estatales de seguridad. Por un
lado, la represin es consecuencia de la decisin de los gobernantes; por el otro, del
comportamiento autnomo-ilegal de las agencias estatales de seguridad.
Represin centralizada. Los gobernantes ordenan a los cuerpos de seguridad pblica
ejecutar actos de represin contra la poblacin. La lgica de la represin centralizada es
inherente a los intereses de los gobernantes; la represin es un mecanismo poltico para
satisfacer la adquisicin y/o mantenimiento de los intereses en juego. Sea por motivos de
estabilidad (Davenport, 1996a) o como medio de control autoritario (Schedler, 2007), los
gobernantes dirigen el uso de la represin contra de la poblacin.8 Los ejemplos de Lower
Falls en Irlanda del Norte y la Plaza de la Tres Culturas en Mxico expresan claramente
8 Ntese que por ahora no distingo entre algn tipo de rgimen poltico en general.
11
este tipo de represin: una vez que los gobernantes consideran que los beneficios esperados
exceden los costos de la represin, stos ordenan llevar a cabo la accin represiva. En su
momento, los gobiernos de Stormont en Irlanda del Norte y de Daz Ordaz en Mxico
esperaban que el saldo de la represin fuera positivo en trminos de estabilidad.
Represin descentralizada. Los cuerpos de seguridad pblica ejecutan actos de
represin contra la poblacin de manera autnoma, violentando un conjunto de reglas
formales definidas previamente por las distintas ramas de gobierno. Por definicin, el rasgo
distintivo de la represin estatal descentralizada es su naturaleza ilegal. Bajo esta lgica,
los gobernantes no tienen intereses directos en juego. Fundamentalmente, la represin
descentralizada surge de la incapacidad del estado para controlar la "violencia ilegal"
(Pinheiro, 1997) de la burocracia encargada de mantener el orden y proteger la seguridad
ciudadana. Los casos de la Matanza de Wilde en Argentina y los actos de tortura en Paris
expresan este patrn de represin del estado: las agencias de seguridad pblica actan de
manera ilegal, independientemente de la autorizacin de los gobernantes. Pese a que este es
el patrn de represin ms comn en algunas de las nuevas democracias, es tambin el
menos explorado en el programa de investigacin de la represin del estado.
12
Figura 1.2 E l mapa de la represin estatal
Represin centralizada Represin descentralizada
Gobernantes Gobernantes
Existe decisin -orden de reprimir
No existe decisin orden de reprimir
Agencias de seguridad Agencias de seguridad
Ejecucin de la represin
Ejecucin de la represin
Poblacin Poblacin
F U E N T E : Elaboracin propia
En sntesis, mientras que la represin centralizada deriva de la estrategia de los
gobernantes, la represin descentralizada depende de la decisin autnoma e ilegal de
miembros de las agencias estatales de seguridad. En consecuencia, las dinmicas de la
represin centralizada y descentralizada difieren en tanto se asocian a distintos actores,
intereses y restricciones, y pautas de interaccin entre los actores. En conjunto, ambas
formas de represin configuran el mapa de la represin estatal (ver Figura 1.2).
Con base en la distincin entre represin centralizada versus descentralizada, en esta
seccin presento una revisin comprehensiva de la literatura sobre represin estatal. Como
se ver ms adelante, los estudios orientados por la teora de la eleccin racional, basados
en observaciones cross-national, tienden a centrarse en el patrn represin centralizada. Por
otra parte, a partir de distintas disciplinas de las ciencias sociales, una nueva generacin de
3. Literatura sobre represin estatal
13
estudios -generalmente cualitativos y con referente emprico en A L - hace nfasis en lo que
hemos denominado represin estatal descentralizada.
3.1 Estudios sobre Represin Centralizada
3.1.1 Teora
Desde finales de los '70s, el programa de investigacin de la represin estatal se ha
centrado en por qu algunos estados abusan de la integridad fsica de las personas mientras
que otros no (v. gr., Poe y Tate, 1994). En este sentido, el insumo terico ms utilizado ha
sido una versin simplificada del enfoque de la eleccin racional. Desde la perspectiva
dominante en la agenda de investigacin, el proceso de decisin y el comportamiento del
gobierno son las claves para entender el uso de la represin estatal. La lgica es la
siguiente: los gobernantes son individuos racionales que realizan un clculo costo-beneficio
del uso de la represin. Si los costos de la represin exceden los beneficios, el gobierno
tolera. Pero si los beneficios exceden los costos, el gobierno ordena el uso de la represin.
De este modo, la decisin de reprimir es resultado del clculo costo-beneficio asociado a
las diferentes alternativas que tiene el gobierno; la alternativa elegida es la que representa la
mxima utilidad esperada9 (v. gr., Stohl y Lpez, 1983; 1986; Poe y Tate, 1994;
Davenport, 1995; Gartner y Regan, 1996; Regan y Henderson, 2002).
Con base en el supuesto de racionalidad instrumental, el surgimiento de nuevas
variables explicativas deriva de la pregunta qu factores reducen/incrementan el costo de la
represin gubernamental, esto es, la variable independiente X est conectada con la variable
dependiente Y (represin estatal) en trminos de cmo X afecta los costos y beneficios de la
eleccin represiva del gobierno. Segn esta lgica, la investigacin macro-cuantitativa ha
asociado el incremento de la represin estatal con el tamao y crecimiento de la poblacin
9 Aunque de manera marginal, algunos especialistas han utilizado lo que Davenport (1996b) llama "teora de la habituacin" (habituation theory). Esta perspectiva cuestiona la capacidad del gobierno para elegir la estrategia represin en trminos de la ponderacin entre costos y beneficios. A diferencia de la teora de la eleccin racional, el enfoque de la habituacin sostiene que los policy makers se inclinan a seguir procedimientos estandarizados y respuestas emocionales que ya se han seguido en el pasado (los estudios pioneros en esta direccin son (Gurr, 1986b). Cuando las "fuerzas" que promueven el uso de la represin han sido establecidas a travs del tiempo ("instituciones y creencias") y los retos al rgimen han sido significativos en el pasado, la probabilidad del uso de la represin incrementa. Cuando estas "fuerzas" no han sido establecidas y los retos que encar el rgimen en el pasado no han sido significativos, la probabilidad del uso de la fuerza disminuye (Davenport, 1996b).
14
(Henderson, 1993), el crecimiento econmico acelerado (Henderson, 1991; Poe y Tate,
1994) , la desigualdad econmica (Henderson, 1991), la globalizacin (Petras, 1986;
Alfatooni y Allen, 1991), regmenes de izquierda (Mitchell y McCormick, 1988) y
regmenes militares (Poe y Tate, 1994), la capacidad coercitiva del estado (Davenport,
1995) , el conflicto poltico (Davenport, 1995, 1996a y 1996b), las guerras civiles e
internacionales (Poe y Tate, 1994; Poe, Tate y Keith, 1999), el legado colonial britnico
(Mitchell y McCormick, 1988; Poe y Tate, 1994; Poe, Tate y Keith, 1999) y niveles
pasados de represin1 0 (Davenport, 2007a). As mismo, la disminucin de la represin se ha
relacionado con el rgimen democrtico (Henderson, 1991; Mitchell y McCormick, 1988),
el desarrollo econmico (Mitchell y McCormick, 1988; Poe y Tate, 1994) y la
globalizacin (Richards et al., 2001; Apodaca, 2001; Alfatooni y Allen, 1991).
3.1.2 Hallazgos
Pese a la gran cantidad de variables puestas a prueba, despus de tres dcadas de
investigacin sistemtica, son dos los hallazgos ms sobresalientes de la literatura sobre
represin estatal: 1) el conflicto poltico incrementa el uso de la represin y 2) la
democracia lo disminuye11 (ver Davenport, 2007b).
Conflicto poltico
La asociacin entre conflicto poltico y represin estatal es el hallazgo ms slido en la
literatura cuantitativa sobre represin estatal. Aunque el concepto y operacionalizacin del
conflicto poltico varian de un autor a otro, ste incluye desde protestas polticas, huelgas y
disrupciones antigubernamentales (v. gr., Davenport, 1995, 1996a, 1996b, 2004; Moore,
2002; Alfatooni y Allen, 1991), hasta guerras civiles y guerras internacionales (Poe y Tate,
1994; Poe et al. 1999), no hay investigacin que refute el hecho que, ceteris paribus, a
1 0 Ntese que las variables legado colonial britnico y niveles pasados de represin se asocian a la lgica de la habituacin. 1 1 Recientemente, Davenport (2007b:7) incluye entre los hallazgos de la literatura cuantitativa que el impacto de los niveles pasados de represin en el uso presente de la represin. Esta conclusin es circunstancial, pues casi todos los estudios incluyen como variable independiente el efecto retardado de la variable dependiente para corregir problemas de heteroscedasticidad. En efecto, en cada anlisis de regresin el coeficiente de la variable independiente 'niveles de represin pasada' resulta significativo, sin embargo, la literatura carece de una explicacin convincente al respecto.
15
medida que incrementa el conflicto poltico el uso de la represin aumenta. De acuerdo a la
lgica descrita anteriormente, el gobierno procesa como amenaza aquellas expresiones
contra las polticas y prcticas que ste ejecuta. Potencialmente, el conflicto tiene efectos
disruptivos en la sociedad que debilitan la legitimidad y el poder del gobierno. En este
contexto, dado que el conflicto poltico incrementa los beneficios y disminuye los costos de
la represin, los gobernantes eligen el uso de la represin. Una vez que la represin
incrementa los costos de los opositores, el gobierno consigue mantener la estabilidad y el
orden poltico. 1 2
Democracia
El otro gran hallazgo en los estudios macro-cuantitativos es que la democracia reduce los
niveles de represin del estado. Existen tres argumentos que explican esta relacin causal.
En primer lugar, los valores democrticos limitan el uso de la represin de los gobiernos: el
compromiso y la negociacin son valores que permiten procesar el conflicto poltico de
manera pacfica en contexto democrtico. En segundo lugar, mecanismos verticales de
rendicin de cuentas incrementan los costos de la represin: elecciones peridicas
posibilitan la rendicin de cuentas de los polticos, de modo que el elector tiene la
capacidad de remover del cargo a gobiernos represivos. En tercer lugar, mecanismos
horizontales de rendicin de cuentas elevan los costos de la represin: los polticos tienen la
capacidad de vigilar y sancionar acciones que afecten el inters general, por ejemplo el uso
de la represin. As pues, valores y mecanismos institucionales asociados al rgimen
democrtico inhiben el uso de la represin por parte del gobierno.
Hasta hace muy pocos aos, prcticamente toda la investigacin cuantitativa
presentaba evidencia en esta direccin; sin embargo, la forma en que se ha modelado la
relacin entre democracia y respeto a derechos humanos difiere a travs del tiempo. En este
sentido, contrario a las expectativas de la primera generacin de estudios y de promotores
de los derechos humanos, investigacin emprica reciente ha verificando una relacin
1 2 Recientemente, sin distinguir las diferencias entre tipos de regmenes, Christian Davenport (2007b) ha descrito este hecho como el "derecho a la respuesta coercitiva". Sin embargo, ntese que en democracia no hay una jerarqua -al menos formal- del orden pblico sobre los derechos individuales.
16
mucho ms compleja -y un tanto desalentadora- entre democracia y represin estatal. La
evolucin de este sub-campo en el programa de investigacin es la siguiente.
Relacin lineal. En el comienzo, estudios empricos mostraron una relacin lineal
entre democracia y respeto a derechos humanos: a medida que un pas se hace ms
democrtico, los niveles de represin disminuyen (Henderson, 1991; Poe y Tate, 1994). En
plena "tercera ola" de democratizacin internacional (Huntington, 1991), la democracia se
entenda como el remedio ideal contra los abusos del poder coercitivo del estado. Analistas
y activistas de derechos humanos tenan la expectativa que, a medida que un pas se mova
hacia la democracia, la situacin con respecto a los derechos humanos mejorara.
La U invertida. A mediados de los '90s, una versin crtica sostuvo que la relacin
entre democracia y represin estatal no es lineal, sino en forma de U invertida. Estos
estudios confirmaban que las democracias respetan ms los derechos a la integridad fsica
que cualquier otro tipo de rgimen. Paralelamente, sin embargo, presentaban evidencia en
el sentido que los regmenes semidemocrticos son ms represivos que los autoritarios13
(More Murder in the Middle) (Fein, 1995). Desde esta perspectiva, el grado de
incertidumbre es ms importante que el grado de apertura del rgimen poltico para explicar
los niveles de represin estatal (Fein, 1995; Regan y Henderson, 2002; Gartner y Regan,
1996; King, 1998).
El umbral democrtico. A partir de una nocin continua de la democracia -que
concibe a sta como una cuestin de grado y no una dicotmica-, y a travs de tcnicas
estadsticas ms refinadas que la de investigaciones precedentes, estudios recientes han
encontrado que slo hasta que un pas alcanza cierto grado de democraticidad, la
democracia efectivamente tiene un impacto en el respeto a derechos humanos (Davenport y
Armstrong, 2004; Bueno de Mesquita et al. 2005). "Tangible advancement in the area of
human rights occurs in countries located at the far right on the continum between
1 3 Un problema importante de estos estudios es la delimitacin del universo de regmenes semidemocrticos. Como algunos estudios sobre democracia y democratizacin sealaron posteriormente, una cantidad considerable de pases comnmente agrupados bajo el rtulo de semidemocracias (aka pseudodemocracias, democracias de fachada) ms bien son nuevas formas de autoritarismos (ver Schedler, 2002; Levitsky y Way, 2002; Diamond, 2002). De acuerdo a los cortes que Helen Fein (1995) us en su trabajo pionero para definir el universo de semidemocracias, es notorio que ste incluy una cantidad considerable de autoritarismos electorales (Schedler, 2002) o competitivos (Levitsky y Way, 2002).
17
democracy and autocracy, suggesting that attainment of human rights may be a long and
arduous process for a number of states and their citizens" (Bueno de Mesquita et al., 2005:
456). En lo que al rgimen poltico respecta, la conclusin es que "no hay soluciones
parciales al problema de la violacin de los derechos humanos" (Davenport y Armstrong,
2004: 552).
2.1.3 Problemas y desafos
Pese a los avances de esta literatura en las ltimas dcadas, existen una serie de desafos y
problemas metodolgicos que los especialistas podran enfrentar en el futuro; estos estn
asociados con la incertidumbre de conocer cules son los costos y beneficios de la
represin, la necesidad de explorar nuevas formas de represin estatal, la verificacin de
teoras que explicitan mecanismos causales, y la desagregacin del concepto de
democracia. A mi juicio, esfuerzos en esta direccin podra beneficiar la generacin de
mejores teoras y la acumulacin de conocimiento. Recientemente, como se ver adelante,
algunos especialistas han realizado aportes significativos en las direcciones sealadas.
Qu costos y Qu beneficios
Como se ha observado, prcticamente toda la literatura explica el uso de la represin en
funcin del clculo costo-beneficio de los gobernantes.14 Pese a ser un elemento decisivo en
la explicacin, no conocemos con certeza de dnde surgen y cules son los costos y
beneficios de la represin (Davenport, 2007b).15 La consecuencia ms importante de esta
1 4 Recurdese: cuando los costos exceden los beneficios de la represin, el gobierno tolera. Y viceversa, cuando los costos son inferiores a los beneficios, el gobierno ordena el uso de la represin. 1 5 En mi revisin slo encontr dos esfuerzos por esclarecer con precisin los costos y beneficios de la represin. Por un lado, Gartner y Regan (1996) sealaban que los costos de la represin provenan de la arena internacional y la arena domstica. Los costos externos incluyen sanciones econmicas, restricciones al comercio, manipulacin de ayuda internacional y apoyo a grupos insurgentes. En la arena domstica, los costos de la represin estn asociados a la intensidad de la represin y a la demanda de la oposicin. Paralelamente, la fuente de los costos surge de la independencia del poder judicial y del poder legislativo (Ibid: 277); sin embargo, en ningn momento establecen concretamente cules son los costos de la represin. As mismo, los beneficios de la accin represiva son asociados sencillamente con el orden poltico. Por otra parte, Davenport (2004: 541) seala que los costos de la represin son la resistencia civil, reduccin de recursos humanos y materiales y reduccin de legitimidad en el nivel domstico e internacional. En contra parte, los beneficios consisten en eliminar a la oposicin, la permanencia en el poder de los lderes polticos y la ratificacin del estado como monopolio de la fuerza.
18
omisin es que existe un vaco entre la teora de la eleccin racional y las teoras de medio
trmino, esto es, no hay una explicacin lgica de cmo la variable independiente X afecta
los costos y beneficios de la represin. En la tradicin macro-cuantitativa, el impacto de la
variable independiente X en el uso de la represin estatal se prueba por medio de una
regresin; si el coeficiente de X es significativo, entonces se verifica el impacto de X en Y.
Sin embargo, dado que los costos y beneficios de la represin no estn claramente
entendidos en la literatura, tericamente, el mecanismo por medio del cual X afecta Y se
desconoce parcialmente. El resultado es que conocemos el impacto en el uso de la represin
de una variable determinada X, pero no sabemos con precisin cmo se conectan
lgicamente ambas variables.
Nuevas formas de represin
Una aportacin de los estudios contemporneos sobre represin estatal es que abandonaron
el molde tradicional de los '50s-'70s, que entenda el uso de la represin como una especie
de patologa, tpica de los pases autoritarios y/o subdesarrollados (ver Davenport, 2007b).
A partir de estudios seminales (Hibbs, 1973), el programa de investigacin se concentr en
el proceso a travs del cual los policy makers evalan los pros y contras del uso de la
represin. No obstante, a riesgo de una afirmacin polmica, en los ltimos 15-20 aos una
buena parte de los estudios (no todos) sobre represin estatal consiste nicamente en
identificar una nueva variable, construir una teora relativamente plausible, correr una
regresin y rechazar/no rechazar la hiptesis. Ensimismada en concebir el uso de la
represin como una cuestin exclusiva de la decisin de los gobernantes, la literatura
macro-cuantitativa no ha explorado patrones de represin emergentes, ajenos a la mecnica
de la decisin centralizada de los gobernantes. Esta es quiz la avenida ms sugerente en el
futuro de los estudios sobre represin estatal. Contrario a la tendencia de la literatura
dominante, probablemente el camino ms fructfero de la nueva generacin de estudios
requiera trasladarse (o al menos atender) a investigacin ms casustica y cualitativa (al
menos en un principio), que permita explorar nuevas dinmicas de la represin del estado.16
1 6 Christian Davenport (2007b) presenta un argumento similar.
19
Verificacin de mecanismos causales
Otro problema hasta ahora desapercibido tiene que ver con la verificacin de teoras
formuladas en trminos de mecanismos causales.17 Cuando una teora identifica
mecanismos causales implica que la variable de inters X impacta a Y a travs de Z.
Empricamente, esto exige verificar 1) el impacto de X en Z y 2) el impacto de Z en Y (ver
Ross, 2001). Hasta ahora, una buena cantidad de estudios sobre represin estatal generan su
teora explicitando la existencia de mecanismos causales. Por ejemplo, un argumento
recurrente en la literatura es que la pobreza incrementa la probabilidad de la represin. La
idea clave es que en sociedades pobres la escasez de recursos produce inestabilidad y
conflicto social (Huntington, 1968), a su vez, la inestabilidad y el conflicto incrementan la
probabilidad de la represin ya que los gobernantes estn interesados en preservar el orden
social (Mitchell y McCormick, 1988; Poe y Tate, 1994; Poe et al. 1999; Richards, 1999;
Davenport, 2004; Bueno de Mesquita et al., 2005). El problema surge porque en todos estos
estudios el impacto de la pobreza en el uso de la represin se corrobora de manera directa,
sin verificar primero que la pobreza tiene un efecto en el conflicto social, tal como se
afirma en la teora. El riesgo que corremos es validar teoras incorrectas, o viceversa,
rechazar teoras correctas.18
La desagregacin de la democracia
Como se ha sealado, tres argumentos compiten para explicar por qu la democracia reduce
la violacin de derechos humanos: 1) valores, 2) elecciones y 3) pesos y contrapesos. Como
en otras agendas de investigacin, el problema surge cuando las tres proposiciones se
evalan utilizando el mismo indicador a nivel agregado. No obstante, cuando esto ocurre,
una vez que el coeficiente de la variable independiente es positivo y en la direccin
esperada, cul de las tres proposiciones explica la relacin entre democracia y represin
1 7 Para un argumento similar pero exclusivo de la relacin democracia y represin, ver Ahnen (2007: 142-43). 1 8 El hecho de que el coeficiente de la variable pobreza sea significativo no verifica la teora, pues no sabemos si efectivamente la pobreza tiene un impacto a travs de la inestabilidad y el conflicto. De igual modo, un coeficiente no significativo no verifica que en efecto la pobreza tenga un impacto en la represin a travs del conflicto y inestabilidad sociales.
20
estatal (ver Kittel, 2006).19 La solucin al respecto consiste en tratar la variable democracia
de manera desagregada en el anlisis de regresin (ver Gleditch y Ward, 1997; Davenport y
Armstrong, 2004). Una vez que los analistas han operacionalizado el concepto de
democracia de manera desagregada, el hallazgo central es que la participacin poltica en el
nivel de la competencia multipartidaria tiene un impacto significativo en el uso de la
represin del estado (Bueno de Mesquita et al., 2005). Estos esfuerzos van en la direccin
correcta, sin embargo, hasta ahora queda pendiente verificar empricamente la explicacin
que enfatiza la importancia de los valores democrticos.
3.2 Estudios sobre Represin Descentralizada
3.2.1Teora
En la ltima dcada, siguiendo el estudio seminal de Guillermo O'Donnell (1993) sobre
"ciudadanas de baja intensidad", un grupo de especialistas ha comenzado a explorar
nuevas formas de represin estatal en Amrica Latina. Primero, han detectado que los
procesos de transicin democrtica no provocaron cambios significativos en los niveles de
represin del estado en la regin. Segundo, las formas de represin son otras. Contrario al
periodo de las dictaduras militares, cuando la represin estatal tena un origen poltico, la
represin en contexto democrtico es resultado del abuso de poder de las agencias pblicas
de seguridad, tales como la polica (Mndez et al. 1999; ver Munck, 2003). Aunque an no
se ha logrado conformar una agenda de investigacin claramente definida -estas
investigaciones se ubican bajo el enorme paraguas de la calidad democrtica (O'Donnell,
2004), estos estudios han abierto una fructfera y novedosa avenida en los estudios sobre
represin estatal.
En una primera etapa, los especialistas han estado muy enfocados en la descripcin
de la represin estatal en un conjunto reducido de casos (v. gr., Mndez et al., 1999;
Holston y Caldeira, 1998; Caldeira y Holston, 1999). Quiz por esta razn, la construccin
de un marco analtico preciso y la generacin de teoras han quedado relegadas a un
segundo plano. Sin embargo, una generacin reciente de estudios ha comenzado a
1 9 En este punto sigo a Bernhard Kittel (2006) en su evaluacin sobre la agenda cuantitativa de los estados de bienestar.
21
establecer referentes analticos ms precisos y a producir explicaciones cada vez ms
sistemticas. Por ejemplo, Daniel Brinks (2006 y 2003) ha estudiado la inefectividad del
sistema de justicia en Argentina y Brasil contrastando reglas formales versus reglas
informales. Con base en esta distincin, Brinks detecta la brecha entre la letra escrita de la
constitucin (proteccin de los derechos humanos) y las prcticas reales de la polica y
jueces (violacin de derechos humanos). As mismo, la identificacin de reglas informales
permite explicar algunas razones de la impunidad policial. Por otra parte, Pereira y Ungar
(2004) enfatizan la importancia del legado autoritario en las prcticas represivas del
estado.20 De acuerdo a estos autores, la aceptacin y tolerancia de las prcticas represivas
del estado han estado arraigadas histricamente no slo entre los miembros de las agencias
estatales de seguridad, sino tambin entre los polticos y la poblacin en general.21
3.2.2 Hallazgos
En oposicin a la investigacin macro-cuantitativa de la represin estatal, las explicaciones
empricas de esta literatura giran en torno al hecho que las agencias estatales de seguridad
en las democracias latinoamericanas son agencias represivas. Paralelamente, este nuevo
patrn de represin se conecta con el dficit de rendicin de cuentas policial, la nocin del
orden pblico de los cuerpos de seguridad, y la pobreza de las vctimas.
Un nuevo patrn de represin estatal
El hallazgo central de esta literatura es que identifica un nuevo patrn de represin en
contexto democrtico en Amrica Latina. Por un lado, estos estudios presentan
descripciones reveladoras en el sentido que la tercera ola democratizacin en AL no se
tradujo en una mejora sustantiva en lo referente al respeto de derechos humanos; incluso
algunos especialistas sostienen que los niveles de represin han incrementado en algunos
2 0 "The weakness of LA democracies should be attributed not just to the regimes immediately preceding them but to earlier regimes -some them formally democratic- that diminished accountability and civil rights" (Pereira y Ungar, 2004: 264). 2 1 Por legado autoritario se entiende "aquellas reglas, normas, patrones, prcticas, disposiciones, relaciones y memorias originadas tras la experiencia autoritaria del pasado que, como resultado de configuraciones y/o luchas polticas, sobreviven a los procesos de transiciones democrtica y afectan la calidad y prcticas de las democracias post-autoritarias" (Cesarini y Hite, 2004: 4).
22
casos a partir de las transiciones a la democracia. Por ejemplo, con base en datos de ONG's
y diarios locales, Daniel Brinks (2006: 209) revela que en la dcada de los '90s el promedio
de asesinatos policiales en la provincia de Buenos Aires, en Argentina, fue de 160 personas
por ao. En el mismo periodo, en la ciudad de Sao Paulo, en Brasil, el promedio fue de 680
vctimas anuales (ver tambin Holston y Caldeira, 1998; Pereira y Ungar, 2004).
Por otro lado, esta literatura describe que el uso de la represin no es producto de la
decisin de los gobernantes electos, sino del comportamiento autnomo e ilegal de los
miembros de las agencias estatales de seguridad. En las democracias de la regin, los
actores encargados de garantizar la seguridad son actores represivos. En conclusin, "el
retorno al constitucionalismo democrtico hizo poco por erradicar las prcticas autoritarias
presentes en el estado y la sociedad. A pesar de la proteccin constitucional, la violencia
permanece constante. Los gobiernos civiles no han podido controlar el abuso de poder y
combatir la impunidad" (Pinheiro, 1997: 17). En trminos generales, los especialistas
sugieren que este nuevo patrn de represin democrtica se asocia con el dficit de
rendicin de cuentas de los cuerpos policiales, el sentido del orden pblico que prevalece
en la sociedad y la pobreza y la desigualdad.
Pobreza: el origen de las vctimas
Una aportacin relevante de esta literatura es que identifica quines son las vctimas de la
represin estatal. Los estudios de caso coinciden en que otra transformacin en los patrones
de represin tiene que ver con el hecho que las vctimas han dejado de ser los opositores
polticos, ahora los abusos del estado son llevados a cabo contra los grupos ms pobres de
la sociedad (Mndez et al., 1999; Pinheiro, 1997b, Holston y Caldeira, 1998; Pereira y
Ungar, 2004). En la actualidad, "los blancos de la violencia estatal son ahora diferentes: los
efectivos policiales y militares ya no dirigen su accionar contra un adversario poltico [...]
como suceda bajo los regmenes dictatoriales. Las vctimas de torturas, ejecuciones
extrajudiciales y ocasionales desapariciones forzadas son ahora annimas; estas vctimas no
son conocidos prisioneros polticos con quienes el resto del mundo simpatiza al instante
sino, por el contrario, tienden a ser personas jvenes provenientes de distritos pobres cuya
victimizacin raramente amerita una crnica en un peridico" (Mndez, 1999: 32). Por
23
medio de descripciones detalladas acerca de cmo los agentes de seguridad del estado
violan rutinariamente los derechos humanos de los ms pobres, los estudios de caso
sugieren que la pobreza es un factor que contribuye en nuestra comprensin de nuevas
formas de represin estatal. Esta podra ser una avenida importante de investigacin futura,
pues si bien factores como pobreza y desigualdad han sido analizados en la literatura
macro-cuantitativa, los resultados han sido ambiguos.22
Dficit de rendicin de cuentas policial
Prcticamente toda la literatura sobre represin descentralizada coincide en que la
capacidad de control y sancin sobre los agentes estatales de seguridad es muy baja (v. gr.,
Chevigny, 1995; Brinks, 2008, 2006 y 2003). La consecuencia inmediata de esto es una
dinmica en la que la independencia de las agencias de seguridad y la ausencia de
sanciones legales por la comisin de actos de 'violencia ilegal' se refuerza mutuamente,
originando un terreno frtil para el surgimiento y permanencia de patrones de represin
descentraliza. De este modo, la debilidad del estado se expresa en la falta de control e
impunidad de la burocracia pblica encargada de proteger la seguridad de la ciudadana. En
su investigacin sobre seis ciudades de Amrica, Chevigny (1995) ha presentado evidencia
de que a medida que los mecanismos de control sobre las agencias de seguridad
incrementan, los abusos de stas disminuyen. Y viceversa, los abusos policiales en materia
de derechos humanos incrementan a medida que los mecanismos de rendicin de cuentas
de la polica son ms dbiles.
Creencias y decisiones sobre la represin
Otro elemento asociado a la represin descentral tiene que ver con las creencias y
expectativas que los agentes de seguridad, gobernantes electos, y ciudadanos tienen del
orden pblico. Estudios de caso sugieren que los cuerpos policiales en la regin tiene una
2 2 De hecho, en su revisin del estado actual de la literatura, Davenport (2007b: 14) seala: "But one does not find a detailed discussion of why economic development wields an influence or why GNP measures this feature adequately. This is problematic in repression research, as in the civil war literature, because the influence of GNP is consistently negative, poorer countries tends to repress more. The precise reason for the finding, however, is unclear."
24
firme creencia acerca de que la represin es un medio eficaz para mantener el orden
pblico. 2 3 Detrs de esta lgica causal -a mayor represin ms orden y seguridad- hay una
justificacin normativa. Las agencias estatales de seguridad frecuentemente argumentan
que la comisin de actos represivos es un hecho legtimo para "librar" a la sociedad de
sujetos indeseables (Holston y Caldeira, 1998; ver tambin Pereira y Ungar, 2004; Mndez
et al., 1999). De manera paralela, estos estudios sugieren que los gobernantes electos y
ciudadanos regularmente justifican actos de represin policial; ciudadanos y polticos
electos aceptan el trade-off entre maximizar su seguridad personal y patrimonial a cambio
de sacrificar libertades y derechos de otros miembros del orden poltico. Intuitivamente, el
argumento es que las elevadas tasas de criminalidad en los pases de la regin genera una
cierta proclividad entre los polticos y la ciudadana a tolerar y/o apoyar el abuso de la
fuerza policial.2 4 En ocasiones la propia ciudadana demanda el comportamiento represivo
de las agencias de seguridad; por lo general esto es resultado de la fuerte sensacin de
inseguridad ciudadana, a su vez producto de las elevadas tasas de criminalidad (Holston y
Caldeira, 1998; Smulovitz, 2003; Pereira y Ungar, 2004; Ahnen, 2007). En trminos
generales, esto sugiere que la nocin de "mano dura" en los pases de la regin es resultado,
por un lado, de la creencia compartida en torno a que la represin es un medio eficaz para
garantizar el orden y la seguridad pblica, y por otro, de la justificacin normativa en que la
ciudadana sacrifica las garantas de "otros" ciudadanos a cambio de maximizar su propia
seguridad.
2 3 Las palabras de un congresista argentino describen esta situacin: "la polica acta para reprimir, no para prevenir" (Pereira y Ungar, 2004: 4). 2 4 La representacin ms extrema en torno al apoyo poltico de la represin a manos de las agencias de seguridad es la del gobernador de Ro de Janeiro, que design a Nilton Cerqueira -ex militar- como secretario de seguridad pblica en 1995. El resultado fue el siguiente: "Cerqueira initiated a policy of awarding 'bravery' bonuses and promotions to military police officers, which in practice where given to those who killed criminal suspects, regardless of the circumstances. Police killings of civilian the doubled: one study indicated that between May 1995 and April 1996, at least 179 officers were promoted and given bonuses for incidents involving the deaths of seventy-two civilians and six police officers. In some of these cases, autopsies suggested that the victims were killed in summary executions. Another study showed that prosecutors in the state military justice system did not prosecute the officers in 295 (98 percent) of the 301 cases in which the Rio PMs had killed civilians between 1993 and 1996, choosing instead to simply archive the cases. In 1998, the bonus and promotion program was discontinued, and Cerqueira steeped down" (Pereira y Ungar, 2004: 275-6).
25
3.2.3 Problemas y desafos
La aportacin de los estudios sobre represin estatal en Amrica Latina es valiosa no slo
porque nos informa sobre nuevos patrones de violencia estatal en la regin, sino porque
amplia los horizontes del todo el programa de la represin estatal. Pese a esto, en ocasiones
estos estudios tienen problemas asociados con el sesgo de seleccin por variable
dependiente, la tendencia a generalizar a partir de pocos casos, generacin y testeo de
teora y con el hecho de que han desaprovechado la batera de tcnicas de investigacin
cualitativa y cuantitativas existentes.
Sesgos de seleccin y generalizacin a partir de pocos casos
Un problema frecuente en los estudios de la represin en AL est relacionado con lo que se
conoce como sesgo de seleccin por la variable dependiente. Esto sucede cuando los
analistas seleccionan de manera deliberada casos con un resultado particular (George y
Benett, 2005: 23); en el tema que tratamos esto equivale a la seleccin de pases
democrticos con niveles altos de represin. A excepcin del estudio de Daniel Brinks
(2008), prcticamente todos los estudios de caso sobre represin en AL enfrentan este
problema. Una consecuencia de este sesgo es que los estudios no tienen la capacidad de
cubrir toda la variacin del fenmeno de inters.
Por otra parte, en la literatura existe una fuerte tentacin de generalizar a partir de
investigaciones de N pequea. Pese a que la mayor parte de los estudios se concentran en
los casos de Brasil y Argentina, hay una idea relativamente compartida en torno a que la
violacin de derechos humanos producto del comportamiento autnomo e ilegal de los
agentes policiales ocurre en el resto de la regin (Mndez et al., 1999). Aunque esto parece
muy plausible, no hay razones para obviarlo. Nuestra comprensin del problema ser
mayor y mejor a medida que la investigacin se extienda en trminos espaciales, de hecho,
investigacin comparada podra ser til para disear e implementar polticas pblicas a
partir de experiencias exitosas en la regin.
26
Generacin y testeo de teoras
Hasta ahora buena parte de la literatura se ha enfocado en describir la represin estatal en
contexto democrtico en Amrica Latina. El aporte de estos estudios ha sido decisivo,
dando pie a esfuerzos de investigacin causal. Este esfuerzo es bienvenido, pero antes hay
un desafo. Un rasgo comn de la investigacin sobre represin que explora relaciones
causales es que los autores no trazan claramente la frontera entre el proceso de generacin
de teora y el proceso de anlisis emprico; de hecho, en algunos casos ambos procesos se
entrelazan (v. gr., Holston y Caldeira, 1998; Pereira y Ungar, 2004). El problema surge
porque cuando ambas partes del proceso de investigacin no se distinguen apropiadamente,
la investigacin corre el riesgo de presentar "ilustraciones tericas o pruebas plausibles en
lugar de testear realmente la teora" 2 5 (ver Munck y Snyder, 2007: 19). Para evitar este
problema lo ms recomendable es distinguir, por un lado, la generacin de teora, y por
otro, el anlisis emprico 2 6 (Ibid).
Explotar tcnicas de investigacin cualitativa y cuantitativa
Salvo algunas excepciones, los especialistas no han explotado al mximo la batera de
herramientas propias de la investigacin cualitativa (v. gr., entrevistas a profanidad). Por
ejemplo, una buena cantidad de estudios sostiene que los valores y creencias de los cuerpos
estatales de seguridad son cruciales para entender la proclividad de stos a usar la fuerza
letal. Aunque esto requiere de entrevistas, a excepcin de algunos trabajos (Chevigny,
1995; Brinks, 2008), no hay estudios que exploren sistemticamente la opinin de los
miembros de las agencias policiales. Por otra parte, pese al reto que esto implica, no hay
esfuerzos en el sentido de construir y/o amalgamar bases de datos que posibiliten estudios
longitudinales y transversales (para pocos casos, nuevamente la excepcin es Brinks, 2008).
2 5 Este no es problema exclusivo de los estudios cualitativos sobre represin estatal en Amrica Latina, sino de la investigacin cualitativa en general (ver Munck y Snyder, 2007: 18-20). 2 6 Esto no quiere decir que la generacin de teora se desarrolla en el vaco. La generacin de teora y el anlisis emprico se refuerzan mutuamente en el proceso de investigacin. Lo que aqu se discute es la necesidad de tratar de manera separada ambas etapas.
27
4. Sumario Con base en la distincin entre represin centralizada versus represin descentralizada se ha
presentado una revisin comprehensiva de la literatura sobre represin estatal. Como he
reseado, los estudios que integran la agenda de investigacin macro-cuantitativa de la
represin centran su atencin en el patrn de represin estatal centralizada. Estos estudios
parten de la idea que la represin es resultado de la decisin de los gobernantes, quienes
ponderan los costos y beneficios de la represin. Desde esta perspectiva, las agencias
estatales de seguridad -tales como la polica- constituyen un instrumento del estado a
travs del cual los gobernantes (sin importar el tipo de rgimen poltico) ejecutan la
decisin de reprimir a la poblacin. Por otra parte, anclados a la agenda de investigacin de
la calidad democrtica en Amrica Latina, un conjunto de estudios ha llamado la atencin
sobre la intensidad de la violencia policial en las nuevas democracias de la regin. La idea
clave es que los agentes estatales de seguridad son agentes represivos, cuyo
comportamiento es independiente de la decisin de los gobernantes electos. Bajo el patrn
de represin descentralizada, las agencias estatales de seguridad ya no son el instrumento
por medio del cual los gobernantes ejecutan la represin, sino que representan en s una
fuente de la represin estatal (para un resumen, ver Tabla 1.2). Analticamente, modelar la
represin en trminos de dos lgicas distintas (centralizada versus descentralizada) es una
alternativa de investigacin novedosa y til para explorar la variacin de la represin en
regmenes democrticos.
28
Tabla 1.2 Una sntesis de los estudios sobre represin estatal
Represin centralizada Represin descentralizada
Pregunta central Por qu algunos gobiernos reprimen ms que otros
Por qu las agencias estatales de seguridad reprimen las nuevas democracias de Amrica Latina
Mtodo Dominantemente cuantitativo Dominantemente cualitativo
Explicaciones empricas
El conflicto poltico incrementa el uso de la represin.
La democracia reduce el uso de la represin {Y reformulaciones)
En el periodo post-transicional ha surgido un nuevo patrn de represin estatal.
Las vctimas de la represin regularmente son individuos pobres.
El dficit de rendicin de cuentas policial favorece la impunidad policial.
La creencia compartida que la represin reducen el crimen y la delincuencia tiene un efecto positivo.
Desafos Especificar claramente cules son
los costos y beneficios de la represin. Verificar apropiadamente las
teoras que estipulan en trminos de mecanismos causales.
Generar teoras de acuerdo a una concepcin multidimensional de la democracia y verifican hiptesis usando indicadores agregados de democracia.
Explorar terica y empricamente nuevas formas de represin estatal, ajenas a la lgica centralizada tradicional.
Ampliar el universo de anlisis. Comprobar empricamente algunas de
sus proposiciones. Aprovechar la existencia de datos
para la variable dependiente en las dimensiones transversal y longitudinal.
Explotar al mximo tcnicas de investigacin cualitativa y cuantitativa.
5. Conclusiones Una de las esperanzas ms grandes puestas en las transiciones desde el principio autoritario
en Amrica Latina tena que ver con la mayor proteccin y respeto de derechos humanos.
Una vez que la democracia se ha instalado en la regin y parece haber logrado sobrevivir a
procesos de involucin autoritaria -caracterstica del periodo 1945-1978-, el uso de la
represin del estado contina siendo sistemtico en la regin. En promedio, junto a las
democracias ubicadas en el norte de frica y Medio Oriente, y sur de Asia, las democracias
29
latinoamericanas reprimen ms que el resto de las democracias del mundo.
Sorprendentemente, la violencia estatal en AL supera tambin supera la media de los
regmenes autoritarios en el mundo. Sin embargo, el fenmeno de la represin del estado no
se esparce de manera homognea en la regin; en el mosaico de las democracias
latinoamericanas ms bien observamos grandes variaciones en lo referente a la proteccin y
respeto de derechos humanos por parte del estado; estas variaciones estn presentes
tambin al interior de cada uno de los pases a travs del tiempo.
Como suele pasar en otras agendas de investigacin, los estudios globales y
regionales de la represin estatal han avanzado por senderos separados. Indudablemente,
desde sus trincheras metodolgicas y tericas, cada uno de estos cuerpos de investigacin
ha realizado avances significativos en nuestra comprensin del viejo fenmeno de la
represin estatal. Sin embargo, como se ha identificado en la seccin precedente, ambas
agendas tienen limitaciones. Por un lado, generalmente, el programa de investigacin
global de la represin est compuesto por estudios large N, que cubren todo el universo de
regmenes polticos alrededor del mundo (v. gr. Davenport, 2007; Davenport y Armstrong,
2004; Poe et al., 1999). Como es usual en la investigacin macro-cuantitativa, los estudios
globales de la represin tienen la ventaja que su horizonte emprico es muy amplio, en
consecuencia, cubren toda (o casi toda) la variacin del fenmeno de inters y maximizan
la extensin de sus proposiciones. Sin embargo, sus proposiciones no son tan profundas y
tienen la dificultad de explorar la existencia de mecanismos causales. Por otra parte, estos
estudios se caracterizan por analizar nicamente el patrn de represin centralizada,
dejando a un lado del anlisis la forma de represin descentralizada.
A diferencia de la agenda global, el programa de investigacin de la represin en AL
est compuesto por estudios de caso (small N). A excepcin de un puado de estudios
basados en mtodos cuantitativos (v. gr. Brinks 2008 y 2006; Ahnen, 2007), prcticamente
todos los estudios son de corte cualitativo y descriptivo (v. gr., Holston y Caldeira, 1998;
Mndez et al., 1999; Pereira y Ungar, 2005). En general, la ventaja de estos estudios radica
en el detalle y profundidad de sus descripciones sobre el fenmeno de la represin estatal
en la regin. En el caso de los estudios de caso-cuantitativos, una gran ventaja es la calidad
de sus datos y la posibilidad de testear proposiciones en trminos de mecanismos causales
30
(ver Brinks, 2008). En contraparte, la extensin sus proposiciones es muy limitada; adems,
como es usual en este tipo de estudios, hay problemas de sesgo de seleccin por variable la
dependiente (la excepcin es Brinks, 2008). Por ltimo, los estudios regionales de la
represin en AL examinan nicamente el tipo de represin descentralizada; adems, por lo
general no cubren todo el abanico del derecho a la integridad fsica, sino estn centrados
particularmente en el uso de la fuerza letal.
Aunque este texto no cubre un horizonte emprico tan amplio como el de los
estudios macro-cuantitativos, y no tiene la profundidad de las proposiciones ni la
especificad de los datos caractersticos de los estudios de caso regionales, la presente pieza
intenta aportar en distintos aspectos de las agenda de investigacin global y regional de la
represin estatal. En primer lugar, contrario a los estudios de carcter global, este texto da
un paso al especificar el problema de la represin estatal en un universo poco explorado en
la literatura: el de los regmenes democrticos. En segundo lugar, comparado con los
estudios de caso tradicionales en los estudios regionales, extiende el horizonte emprico del
fenmeno de la represin en Amrica Latina. Paralelamente, al incrementar el nmero de
casos analizados, la investigacin cubre toda la variacin de la represin entre las
democracias de la regin. En tercer lugar emprende un esfuerzo de sntesis y reconciliacin
entre las agendas global y regional de la represin estatal. Con base en una revisin
comprehensiva de la literatura, al concebir la represin estatal en trminos de una represin
centralizada y otra descentralizada, extiende los horizontes analticos del fenmeno de la
represin estatal; esto posibilita identificar nuevas variables y generar nuevas teoras e
hiptesis. As pues, en un esfuerzo intermedio entre los estudios large-N de la agenda
global y los estudios small-N de la represin en AL, en los captulos siguientes exploro
terica y empricamente las causas de la represin estatal en las democracias
latinoamericanas en el periodo 1981-2005.
31
II
L a Lgica de la Represin Estatal en Regmenes Democrticos en Amrica Latina
Por qu algunos estados en regmenes democrticos reprimen ms que otros en Amrica
Latina? Qu factores explican la variacin en los niveles de represin estatal en las
democracias de la regin? Como seal en el captulo 1, patrones de represin centralizada
y descentralizada configuran el mapa de la represin estatal. Analtica y empricamente es
posible que la represin estatal sea resultado de distintos procesos de interaccin entre
gobernantes electos, agencias estatales de seguridad y poblacin en general. Por esta razn,
dado que el fenmeno observado es resultado de procesos diferenciados, mi historia se
enfoca en los distintos procesos que contribuyen al resultado final. Siguiendo la sugerencia
de Geddes (2003; cap.2), mi estrategia es teorizar la represin estatal en las democracias
latinoamericanas en trminos de los procesos centralizado y descentralizado de la represin
-captulo 1. Con base en una serie de proposiciones sobre ambas lgicas, posteriormente
derivo implicaciones observables sujetas a verificar empricamente -captulo 3.
De acuerdo a la desagregacin del problema, el esqueleto de este texto se compone
de dos lgicas: (i) la lgica de la represin centralizada y (ii) la lgica de la represin
descentralizada. En la primera me pregunto por qu los gobernantes electos ordenan el uso
de la represin. En la segunda por qu las agencias estatales de seguridad hacen uso regular
e ilegal de la represin. Las proposiciones gua son las siguientes. Por un lado, la
proclividad de los gobernantes electos a ordenar el uso de la represin est en funcin de la
inestabilidad del orden sociopoltico y del funcionamiento del sistema poltico. Por otro
lado, la proclividad de reprimir por parte de las agencias estatales de seguridad depende de
su impunidad. De estas proposiciones se derivan hiptesis ms especficas.
El captulo procede de la siguiente forma. En la primera parte expongo la lgica de
la represin centralizada. Como rese en el captulo anterior, la agenda de investigacin de
la represin estatal ha logrado avances significativos acerca de las dinmicas y factores
asociados a la represin centralizada. Por esta razn, aunque introduzco algunas
32
modificaciones, mi esfuerzo en esta seccin consiste en elaborar un compendio de ideas y
argumentos propios de los estudios sobre represin estatal y teora democrtica. Partiendo
de un pequeo grupo de estudios sobre democracia y estado de derecho en AL -en su
mayora estudios de caso de carcter descriptivo-, en la segunda parte elaboro una
explicacin multicausal de la represin descentralizada en AL. En la tercera parte presento
una sntesis de las proposiciones centrales y derivo sus hiptesis correspondientes. Pese a
que la distincin analtica entre represin centralizada y descentralizada es bastante clara,
en la cuarta seccin discuto los problemas inherentes a la observacin de la represin. Al
final del captulo cierro con las conclusiones.
1. La Lgica de la Represin Centralizada Por qu los gobernantes electos en regmenes democrticos deciden ordenar el uso de la
represin en contra de la poblacin? Si la decisin de reprimir por parte de los gobernantes
resulta de un clculo costo-beneficio, qu factores incrementan o reducen los costos de
dicha decisin? Partiendo de distintos conceptos y estrategias de operacionalizacin,
prcticamente todos los estudios del programa de investigacin macro-cuantitativo de la
represin examinan el efecto de la democracia y el conflicto poltico sobre los niveles de
represin estatal. Brevemente, en esta seccin desarrollo los argumentos que los analistas
han formulado para conectar la democracia y el conflicto poltico con menores/mayores
niveles de represin, respectivamente. Paralelamente introduzco algunas modificaciones a
las proposiciones originales (para un resumen, ver Tabla 2.2).
1.1 El sistema poltico
Hasta hace muy poco en la comunidad acadmica haba un amplio consenso en torno a que
la democracia reduce el comportamiento represivo de los gobernantes. Sin embargo,
investigacin emprica reciente ha demostrado que la democracia impacta el uso de la
represin solamente hasta que traspasa cierto umbral de democraticidad (Davenport, 2007a,
Davenport y Armstrong, 2004, Bueno de Mesquita et al., 2005). Contrario a investigacin
precedente, estas piezas sostienen que el rgimen democrtico tiene un impacto
diferenciado en el uso de la represin, dependiendo de cmo operen los mecanismos de
33
control vertical y horizontal inherentes a la democracia. A diferencia de la vieja tradicin
en los estudios sobre represin, a travs de las dimensiones centrales de la poliarqua
(participacin y oposicin) (Dahl, 1971 y 1989), la nueva generacin de estudios conecta
los costos de la represin con aspectos concretos del rgimen democrtico (ver tambin
Henderson, 1991; Poe y Tate, 1994; Davenport, 1995).27
1.1.1 Controles verticales
Al igual que la teora democrtica, los analistas de la represin suponen que si las
elecciones son libres y justas, y los derechos polticos de los ciudadanos estn garantizados
de manera efectiva, los polticos beneficiarn los intereses de la ciudadana (Ibid.). Desde
esta perspectiva, las elecciones son el instrumento con el que los ciudadanos controlan el
ejercicio del poder de los gobernantes electos. La mecnica es muy similar a la de rendicin
cuentas (ver Przeworski, 1998). Desde esta nocin, los gobernantes electos asumen en ti
las responsabilidades por sus acciones en ti-i. Una vez que los gobernantes electos
anticipan el juicio de los electores, aqullos implementan polticas que, de acuerdo a sus
clculos, sern valoradas positivamente por el electorado (Ibid: 355). En la lgica de la
represin, la nocin de rendicin de cuentas opera de tal modo que el gobierno anticipa en t
que el uso de la represin tendr un costo en t + i , esto es, los gobiernos represivos sern
castigados en las elecciones siguientes. En consecuencia, en tanto el objetivo de los
gobernantes es permanecer en el poder, stos evitan dirigir el uso de la represin contra la
poblacin (Davenport, 2007a, Hender