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RESUMEN Y ANÁLISIS DEL LIBRO: LAS LLAVES DEL REINO
(ARCHIBALD J. CRONIN)
2015
Hecho y subido por Yawahoo
Agradecimientos: profesora Laura Montoya
Existe una película basada en el libro hecha en 1944 → https://youtu.be/tZTjrfmvz6Y
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↓ RESUMEN DEL LIBRO ↓
El libro comienza con el cura Francisco, ya de anciano, quien es criticado por sus peculiares
sermones; en una iglesia en Tynecastle, en el Reino Unido, el lugar natal de Francisco.
Francisco Chisholm comienza a recordar su vida, su niñez en Escocia:
Él vivía feliz en su casa con su madre y su padre, este último era corpulento y tenía
conflictos porque algunos no toleraban que fuera de religión católica. Un día, le dieron una
paliza y, malherido, fue encontrado por su esposa y Francisco, ya que fueron a buscarlo ya
que no llegaba a casa. La madre del protagonista lo envía a su casa, a buscar a su tía Polly y
a su prima Nora, quienes habían llegado de visita. Pero debido a que el padre de Francisco
estaba malherido, resbala en un río que debían cruzar cuyo caudal había subido por la
lluvia; él y su esposa son arrastrados por la fuerza del agua y mueren ahogados.
Luego, el niño huérfano es enviado a vivir con unos parientes que lo maltrataban dándole
apenas comida y haciéndolo trabajar. Allí conoció al doctor Tulloch, cuyo hijo, Willie Tulloch,
se convertiría en su mejor amigo. De este infierno de trabajo, Chisholm fue salvado por su
tía Polly, ya que esta poseía una carta que indicaba el deplorable estado de salud del niño.
La vida de Francisco mejora, la tía lo cuidaba. Vive junto con Nora, a quien ama, y ella a él.
Los años pasan y Nora teme que Francisco se vuelva un sacerdote, ya que lo ama y no
podría estar con él, por lo que el protagonista le dice que eso no sucederá.
Chisholm va a un seminario, pasa cerca de un año sin ver a su querida Nora ni a su tía Polly,
sólo comunicándose a través de cartas, hasta que, en una de esas cartas, Polly le pide que
por favor no vaya a casa este verano. El protagonista se preocupa inmensamente, y
finalmente no aguanta más y decide ir. Al llegar se encuentra, quien está triste, y ella le dice
que no lo quiere, lo insulta; sin embargo rápidamente se arrepiente y le pide que la perdone.
Se entera por Nora y por rumores, de que había tenido una hija, producto de una violación,
llamada Judith.
Finalmente Nora muere en un incidente relacionado con un tren y su hija se queda con Polly.
Francisco vuelve al seminario, pero se encuentra tan triste, que un día se le antoja salir a
caminar. Durante 4 días vagó por las calles, y fue acogido en su casa por una mujer. Esto
casi provoca que lo echen del seminario, y eso que ya tenía problemas, ya que sus superiores
no lo miraban bien, como él era distinto, no les agradaba. Sólo el Monseñor MacNabb
simpatizaba con él, incluso una vez sale a pescar con él y capturan un gigantesco pez.
Francisco empieza a avanzar como sacerdote, ahora sin Nora, se dedica completamente a
Dios.
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Él oye acerca de una chica que poseía los estigmas de Dios, marcas en las palmas en las
manos, además había vivido algunos días sin comer ni beber nada, sin presentar síntomas
de inanición. Fue a visitarla. Su nombre era Carlota, pero le confiesa que fue todo un engaño.
Aseguró haber visto a la Virgen y que se sentía extrañamente feliz y que no se le antojó
comer ni beber, además de que los estigmas aparecieron; pero al poco tiempo sintió hambre
y, como los vecinos la creían una santa y visitaban su casa para rezarle, decidió hacer una
pequeña farsa, le daban comida en la noche cuando nadie veía. Llorando, le dijo a Francisco
que no sabía que llegaría esto tan lejos y que quería que se acabara.
Pero ocurrió un hecho sobrenatural: un niño que tenía una pierna con gangrena, fue al
mismo lugar en donde supuestamente Carlota vio a la Virgen, en un charco, y
milagrosamente la pierna del niño sanó. Chisholm se convenció de que la fe misma era un
milagro.
Un día, MacNabb le pide un gran favor, que vaya a China como misionero; a evangelizar
aquella zona tan lejana de Oriente. Francisco se toma su tiempo y acepta.
Al llegar a China, se encuentra con los Wang y con una antigua misión anterior que había
sido destruida por la lluvia. Los Wang eran dos chinos que habían sido parte de aquella
misión, pero el misionero anterior les pagaba con arroz, volviendo a los chinos en
“cristianos de arroz”, no por fe, y le pedían lo mismo a Francisco. Él les dice que no tiene
dinero y se largan. El misionero Chisholm sólo encuentra en pie el establo de la iglesia, lugar
en que pasa la noche. Al poco tiempo conoce a José, que apenas supo de una nueva misión
vino en seguida, ya que era u chino “cristiano sin arroz”, un fiel y genuino buen cristiano,
quien lo ayuda desde entonces.
El sacerdote instala un local, un dispensario público, en donde trata gratis a las personas
enfermas. Pero es rechazado por el pueblo y le tiran piedras. Una de ellas le atina en la
frente, infringiendo una herida.
A su local, comienza a llegar muy de a poco la gente, hasta que, a veces, se encontraba
repleto. Un día, se presenta alguien que le pide que vaya a curar al hijo de un mandarín, el
señor Chia. Francisco acepta, sabiendo que, al ser extranjero, nada bueno le sucedería si
fallaba.
Al ir a la casa del importante señor Chia, encuentra al niño muy grave, moribundo, con un
brazo grotescamente hinchado, amarillo de infección. El padre decide hacer una incisión con
un bisturí y apretar el brazo para que salga el pus. Para su fortuna, funciona y al otro día
va a revisar al pequeño y lo encuentra mucho mejor. Le dan las gracias por salvar la vida
del niño, pero el mandarín no se presenta en persona, y Francisco se enoja por el egoísmo de
aquellas personas.
Al poco tiempo, Chia visita al sacerdote, diciendo que se quiere convertir al cristianismo
como forma de agradecimiento y que, de esa forma, al ser un mandarín, todo el pueblo lo
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imitaría y se convertiría al cristianismo. Francisco declina porque no creía en Dios
realmente. José exclama que acaba de rechazar a alguien con mucho poder.
Días después, el señor Chia se encuentra con Chisholm, y le dice que tiene otra forma para
expresarle las gracias: le dará una extensión de tierra que posee, llamada La Colina del
Jade Verde Brillante, además con 20 sirvientes chinos y material para construir cualquier
edificación que cubra sus necesidades, además de agua gratis. Francisco se queda perplejo y
va corriendo a contarle a José.
Pasa el tiempo y, ya con su iglesia construida, José y el sacerdote esperan la inminente
llegada de las hermanas. Por desgracia, llegan un día antes de lo esperado, justo cuando
Francisco estaba con ropa de granjero, ayudando con las construcciones. Las dos hermanas
y la madre María Verónica no se llevan una buena primera impresión. Luego de eso, cada
vez que Francisco se aproximaba a ellas, trataban de escoger otro camino, tampoco
preferían hablarle si no era en verdad necesario. Así se presentaban momentos de tensión
que no le agradaban al padre.
Francisco le da la bienvenida a la madre María Verónica, esta vez vestido como se debe, y
acuerdan que las hermanas dormirán aparte y tendrán su privacidad y que la madre
tomará las decisiones de ellas. Francisco le pide que no abuse del dinero de la iglesia, pues
no hay mucho. La madre, al ser tan orgullosa, le dice que no necesita su dinero. Desde el
principio María Verónica y Chisholm no congenian.
Para la desgracia de Francisco, se desata una guerra (quizás civil) en China. Él decide
cerrar la iglesia y sacar a todos los residentes de ella, justo después de que hace esto observa
cómo la iglesia es devastada por fuego enemigo. El padre Chisholm queda devastado, pero
dice que no pueden destruir su iglesia, que él volverá a ponerla en pie.
Uno de los bandos amenaza a la misión, ya que habían atendido enfermos de ambos bandos
que llegaron malheridos. Frente a esto y a la inminente ocupación de la misión, Francisco va
donde el teniente del otro bando, con quien ya había hablado para que acabase con la
guerra. No hay otra opción, tienen que armar un plan para salvar a la misión. Francisco
iría junto con un soldado que cargaba material inflamable hasta la posición enemiga, donde
se debía hablar acerca de los soldados heridos dentro de la misión. En medio de una
balacera, el padre tira una antorcha encendida al cargamento y explota, matando a los
enemigos. Queda con una pierna rota y con la iglesia parcialmente destruida.
De repente, el mejor amigo de Francisco, el doctor Willie Tulloch, va a visitarlo a su misión.
Pero una otra desgracia se aproximaba: un día, lentamente se conoce que está comenzando
una mortal peste. El sacerdote y el doctor parten a ayudar en lo que más puedan en medio
de tanta muerte. Ayudan a los enfermos, luchan de forma increíble contra la peste. Después
de tantos días, comiendo apenas lo necesario y durmiendo si les quedaba tiempo, se
informan de que, al parecer, lo peor de la peste había pasado y esta se estaba acabando.
Francisco vuelve a su iglesia, pero es informado de que su querido amigo ateo Tulloch se
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encontraba enfermo. Era lo peor, era la peste. De inmediato se dirige a verlo. Ya moribundo
y grotescamente desgastado por la enfermedad, habla con Francisco y le dice sus últimas
palabras: que ahora lo quería más que nunca porque no aprovechaba su último momento de
vida para convertirlo al cristianismo. Cuando finalmente murió, Francisco, destruido, se
dijo a sí mismo que ese sería un ateo que entraría al cielo, que Dios lo recompensaría por
todo lo que hizo en vida, no por lo que creía.
Un tiempo después, a la misión llega un visitante, el inspector de misiones en el extranjero:
Anselmo. Dice que se encuentra decepcionado por el estado de la iglesia, y que ellos allá en el
Reino Unido también habían tenido dificultades.
La Madre María Verónica poseía conflictos interiores, siempre se los escribía en cartas a su
hermano en Alemania, incluidas sus peleas con el padre. Odiaba a Francisco, pero a la vez
no quería hacerlo, pero a veces no podía evitar ser así. Un buen día se lo confiesa, haciendo
su orgullo a un lado, y la paz es establecida para ambos, adiós tensión.
El Dr. Fiske y su esposa llegaron a la misma ciudad de China, instalando una misión, pero
eran protestantes. Sin embargo Francisco fue a visitarlos y se hicieron amigos.
Pasaron los años y el padre Francisco Chisholm se hacía viejo (y además decrépito, por todo
el trabajo que había hacho). Había llegado el momento de retirarse, de irse de China. Su
trabajo allí ya estaba hecho. No quería dejar China, tenía toda una vida allí. Se despidió de
todos y se fue a su tierra natal: Escocia, a su iglesia preferida: la de Tynecastle.
Y así es como se vuelve al tiempo presente. Ahora, de anciano, siendo criticado por su
manera única de ser. El padre quería quedarse en aquella parroquia, pero el inspector,
enviado por las críticas, quería enviarlo a otro lugar. Pero, durante la noche, el inspector
leyó de inicio a fin el diario que poseía Francisco, que contenía su vida entera.
Al día siguiente, el inspector se marchó, con una buena impresión del padre. Francisco se
quedó en ese lugar con el niño que cuidaba ahora: Andrés, hijo de Judith, a la vez nieto de su
antes querida Nora. Fueron juntos a pescar, y el padre le comentaba al niño lo bueno que
había sido Dios al crear a los ríos y a todos esos peces para poder pescarlos.
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↓ ANÁLISIS DEL LIBRO ↓
Época de la historia: el libro comienza a finales del siglo XIX y termina a principios del XX.
Lugares del libro: Casi toda la historia se desarrolla en China, pero también en el Reino Unido.
Tiempo del relato: Racconto. Casi todo el libro es un recuerdo del viejo padre Chisholm.
Tipo de Narrador: Omnisciente.
Personajes:
Francisco Chisholm: Protagonista, sacerdote nacido en Escocia. Posee inteligencia, bondad,
tolerancia y fortaleza; ya que es capaz de superar los obstáculos que se presentaban en el camino
y hacer el bien a los demás de forma desinteresada.
Nora Bannon: Con Francisco se amaban. Fueron amigos desde la niñez. La mujer muere en un
accidente en donde se involucró un tren.
Gilfore: Esposo de Nora.
Willie Tulloch: Doctor ateo. El mejor amigo de Francisco, desde la infancia.
MacNabb: Obispo Monseñor amigo de Francisco. Lo mira con buenos ojos, le dice que él es único y
que no cambie. Es quien le pide que se vaya a China.
José: Chino cristiano, el más fiel compañero de Francisco.
María Verónica: Madre que va junto con las Hermanas, una de ella llamada Clotilde, a la misión de
Francisco en China. La madre es muy orgullosa. No se lleva bien con el Padre, hasta que se
arrepiente y le pide perdón por tratarlo con tanto desdén y menospreciarlo. La madre era alemana
y las hermanas, una francesa y la otra belga.
Chia: Mandarín amigo del protagonista. Es quien le da su iglesia en ese país.
Mocho: alcohólico que le cuenta a Francisco la verdad acerca de Nora y su hija.
Mealey: Monseñor que se encuentra en el Reino Unido. Es quien envía a las hermanas a China.
Judith: Hija de Nora. Nació producto de una violación. Ella a la vez tiene un hijo llamado Andrés.
Andrés: niño que es llevado por Judith ante el padre Francisco para que lo cuide, ya que ella es
incapaz.
Anselmo: Monseñor que inspecciona la misión de Francisco en China. Ex compañero suyo en el
seminario.
Carlota: Mujer que supuestamente tenía los estigmas religiosos.
Polly: Tía de Francisco. Muy querida por él.
Ned: Hermano de Polly.
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Motivo del título:
Esta obra se titula “Las llaves del Reino” al hacer alusión, como dice la Biblia, de que, al vivir con
esfuerzo y dedicación, se ganan las llaves del reino de Dios, la entrada al paraíso. Lo hecho en esta
vida es recompensado en la vida eterna. Así es como vivió el padre Chisholm: le dedicó su vida entera
a Dios y al bien.
Páginas web parcialmente usadas:
https://www.clubensayos.com/Informes-de-Libros/ANALISIS-LAS-LLAVES-DEL-REINO/76838.html
http://gzanotti.blogspot.cl/2011/03/las-llaves-del-reino.html
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