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Reunión Nacional.
Visión Prospectiva de la Educación Secundaria en México.
Escenarios 2030.
15 de agosto de 2012
Bievenida y apertura de la reunión:
Mtro. Francisco Ciscomani
Cooridnación operativa:
Dr. Tomás Miklos
Participantes:
Dr. Alejandro Ramírez Torres
Lic. Carlos Mancera Corcuera
Dr. Edgar Jiménez Cabrera
Dr. Germán Escorcia
Dr. José Ángel Pescador
Lic. Juan Luis Flores Estrada
Dra. María de Ibarrola Nicolín
Mtra. Noemí García
C.P. Oscar Joffre Velázquez
Dra. Lucila Parga
Dra. Sylvia Schmelkes
Dra. Marcela Santillán
Lic. Enrique Estrada
Asesor del C. Subsecretario
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Relatoría
Plenaria 1
Marco para el análisis prospectivo de la secundaria en México
Bienvenida y presentación de los participantes.
El Subsecretario Ciscomani abre la discusión: señala que a pesar de que el
sistema educación secundaria ha abatido la deserción y aumentado la cobertura
los resultados no son los deseables que se quisiera: los logros educativos
disminuyen. Señala, además, que no se ha logrado motivar suficientemente a los
jóvenes para continuar sus estudios en el nivel de educación media superior,
situación que pone en entredicho el carácter obligatorio de la misma. Actualmente
la educación secundaria tiene que enfrentar los retos de una débil formación
docente, una disminución de la planta de profesores de tiempo completo y un uso
ineficiente del tiempo escolar por parte de los alumnos. Para ellos se han
establecido un documento estratégico “Fortalecimiento del Nivel Secundaria. 10
Estrategias para la mejora del logro educativo”
La complejidad de la escuela secundaria mexicana nos muestra que los cambios
requieren de estrategias complejas: normalizar la vida escolar: estabilidad
laboral de la docencia y fortalecimiento de la vida académica con plantas de
profesores bien formados cuyos saberes estén armonizados; y realizar cambios
estructurales: convertirla no solo en habilitadora de destrezas técnicas para el
mundo laboral sino en un tramo curricular para ingresar a una educación superior.
La secundaria mexicana requiere no sólo de aumentar su calidad y de pertinencia
en el diseño y estrategias para el cambio. La pertinencia refiere a tomar en cuenta
las diferentes modalidades organizativas y las diferencias entre las escuelas que
conforman el sistema nacional de educación secundaria.
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El Dr. Miklos hace una breve explicación contextual sobre la reunión y cede la
palabra a los participantes:
German Escorcia señala que la educación secundaria está inmersa en los
cambios estructurales (señales de afuera) que plantean las tecnologías de la
información y que reflejan el surgimiento de un nuevo paradigma civilizador,
basado en la construcción del conocimiento, que sustituye al paradigma de la
sociedad industrial. Esta sustitución afecta al sistema educativo en general y en
particular a la educación secundaria: ésta ya no puede estar dirigida sólo a formar
mano de obra o ser cauce hacia otros niveles educativos superiores. Ahora, el
nuevo proyecto civilizador requiere de nuevas capacidades de atención, nuevas
formas de organización y de operación para adquirir el conocimiento; así como
nuevos objetivos y destinos para la escuela.
Edgar Jiménez señala que dentro de este contexto no debe perderse la idea de
que la reunión se hace desde una visión institucional (visión del estado); aunque
se reconoce que existen otras perspectivas/visiones (desde la lógica del mercado,
de los actores institucionales, etc.). Desde la visión de Estado señala que existen
tendencias económicas relevantes que hay que destacar/mencionar: en los
próximos años Brasil y México serán la 5ta y la 8va economías del mundo; la clase
media crecerá enormemente y millones de jóvenes se incorporarán al mercado
(360) pero las condiciones de vida y el ingreso per-capita seguirá siendo
desiguales. Se profundizará la brecha entre las instituciones atrasadas o
adaptadas y la modernización que exige cambios estructurales se lentificará.
México vive en un contexto de cambio con instituciones no modernizadas y solo
adaptadas a los proyectos de la modernidad. La secundaria se inscribe en esta
complejidad que abre espacios a la vulnerabilidad institucional que hoy se
manifiesta en crisis institucionales.
El Mtro. Francisco Ciscomani: propone detonar preguntas específicas sobre el
quehacer de la secundaria mexicana: a) con respecto al currículo: ¿debemos tener
menos asignaturas? (algunos analistas indican que el plan de estudios está
atiborrado de materias); b) con respecto a los profesores: ¿debemos tener más
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maestros titulares?; c) con respecto a las modalidades educativas: ¿Cuál son los
roles de la tele-secundaria, la secundaria general y la técnica?; ¿qué hacemos
con ellas? (sabida cuenta que la tele-secundaria crece más y ha dado buenos
resultados y apunta a un rumbo que mejora al profesor e involucra a la
comunidad).
Tomás Miklos: Señala que la visión del futuro se basa en la respuesta a la
pregunta: ¿qué hemos hecho hasta ahora?, pero pide, desde esa respuesta
visualizar el futuro y focalizar esa visión hacia una detección clara de políticas
públicas y del modelo educativo para el porvenir.
María de Ibarrola: visualiza que en el futuro habrá escuela pero habrá otros
componentes en el sistema educativo; habrá muchísima influencia de las redes
sociales para formar a los jóvenes y emergerán otras instituciones en apoyo al
sistema escolar, al cual se le ha cargado todo: habrá instituciones públicas que
podrán asumir con mucha pertinencia y eficiencia la formación para el trabajo, la
formación deportiva, la artística o la cívica, y los medios de comunicación serán
(como ya lo son) vehículos educativos significativos.
Hasta ahora al sistema educativo se le ha cargado todas las formaciones posibles:
desde la financiera hasta las artes o la seguridad pasando por los deportes y no
puede asumirlas todas. La escuela y en particular la secundaria, en lugar de
aumentar horas debería reducirlas y apoyarse en una política pública donde todos
los jóvenes tengan acceso a los deportes, a las experiencias artísticas a través de
otras instituciones; por ejemplo: abrir, para el futuro, la posibilidad de que todos los
municipios se hagan cargo de las actividades deportivas y la exigencia de que los
medios introduzcan contenidos educativos en sus transmisiones. La educación
vial, por ejemplo, estaría resuelta con spots bien planeados.
La educación seria ese conjunto de cosas donde la escuela le corresponde la
transmisión del conocimiento intencional, la capacidad de aprender a pensar, de
aprender a aprender más que tratar de resolver problemas como el de la disciplina
(o lo que significa estar concentrados en un lugar durante un tiempo largo) o los
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problemas sociales como las adicciones, la capacitación para el trabajo, el deporte
o las actividades estéticas.
Las preguntas del momento, del ahora, que planteaba el licenciado Ciscomani
deben contemplarse desde un nivel de resistencia (de la cultura organizacional)
que se expresa en la organización de las escuelas: ¿cómo se pueden llevar
menos asignaturas si hay profesores dueños de una asignatura que hacen difícil
integrar asignaturas en campos de conocimientos? La telesecundaria es mejor
porque existe un profesor titular por grupo, un solo profesor encargado de los
alumnos y una atención personalizada para ellos; los grupos son pequeños y hay
una mayor comunicación con los padres y la comunidad. Sin embargo, la
telesecundaria tiene deficiencias: talleres malos y una pésima transmisión donde
los profesores son héroes.
La formación para el trabajo, que debe ser parte fundamental para la secundaria y
la educación primaria, no consiste en aprender técniquitas sino en entender lo que
es el mundo del trabajo…se podría pensar que todos los jóvenes tendrían que
dominar una competencia a los 15 años sin que sea la escuela necesariamente la
que les tenga que dar esa competencia específica…porque la escuela no es
capaz de replicar el mundo del trabajo…
La Mtra. Noemí García señala que es primordial poner el acento en el estudiante.
Al 2030 nos significa pensar en cómo será el adolescente de esa época…un
adolescente que estará sumergido en sociedades que difícilmente se acotan, en
nuevos vínculos que crean nuevas culturas juveniles que construyen formas
nuevas de apropiación del mundo y de sus saberes, interesados en ciertas cosas
de su realidad. La escuela debe seguir siendo un espacio que otorgue seguridad y
confianza al adolescente, donde pueda obtener autoestima, autocontrol y
autonomía (las tres a) de tal manera que pueda sentirse valioso y que pueda
integrarse a las redes sociales. El perfil a formar tiene que ver con una sociedad
que es heterogénea pero que en su diversidad debe tener elementos integradores,
de continum: ¿cuál es el papel de la familia y la escuela en la construcción de este
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nuevo perfil que emerge de la nueva sociedad y de las culturas juveniles que la
han producido?
José Ángel Pescador señala para los próximos 18 años será preciso conservar la
continuidad en lo que se refiere a los programas y la organización del trabajo
institucional y resolver los problemas que ya tenemos, de la infraestructura o la
carga horaria por ejemplo. Como se dijo, será imprescindible conocer al
adolescente y configurar su perfil de acuerdo a la manera en que dispone de su
existencia: qué hace, con quién, en dónde y cuáles son sus medios para
informarse.
La modalidades de la educación secundaria no deben apostarse sólo a la
telesecundaria sino que habría que valorar los aspectos positivos de la secundaria
técnica, de la general y aprovechar su experiencia; de la misma manera, se deben
plantear estrategias para enfrentar el problema de la carga docente que hoy, en
secundaria, es enorme: grupos de 45 a 50 alumnos por profesor en algunas áreas
urbanas; así como la integración de los horarios.
Carlos Mancera: en el futuro pondría los aprendizajes de los alumnos en el centro
de todo. Los alumnos en el 2030 estarán inundados de información y constituirán
grupos y personalidades muy diversas, habrá muchas culturas juveniles y no se
podrá hablar de un solo estereotipo de adolescente. El modelo pedagógico tendrá
que responder a estas culturas juveniles y a esos nuevos alumnos con currículos
flexibles, situados y pertinentes, con escuelas y equipos de profesores fuertes. En
el futuro imponer un solo modelo educativo no será viable y se preferirá un modelo
abierto con contenidos cercanos a los adolescentes, interesantes, con valores
nuevos basados en competencias y en la construcción de andamiajes para el
aprendizaje colaborativo. En síntesis, en el futuro habrá una escuela relativamente
autónoma regida por principios generales. La escuela será un campo para
producir aprendizajes interesantes donde se puedan despertar nuevos ámbitos de
relación con otras escuelas, regiones y países. Un lugar abierto que no encierre a
los alumnos ni capture su tiempo.
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Silvia Schmekeles: Pasar de pensar en masa a pensar en menos puede ser la
divisa de la educación secundaria. La educación secundaria del futuro deberá ser
flexible y con gran capacidad para adaptarse a su contexto y a su diversidad
externa e interna, para lo cual requerirá de una mayor autonomía de gestión con
rendimientos de cuentas que garanticen la igualdad y contribuya formar una
sociedad equitativa (la tendencia es que la pobreza disminuye pero la desigualdad
crece). La escuela secundaria deberá asegurar que todos vayan a la escuela y
que aprendan lo que es relevante para llevar una vida digna. Esta escuela es
diametralmente distinta a la actual: no enciclopedista, orientada por competencias,
menos rígida, más flexible, con un maestro titular que trabaja en grupos pequeños
que siguen un modelo de aprendizaje basado en el trabajo colaborativo y
orientado a adquirir competencias, sobre todo en los pensamientos lógico-
matemáticos y los lingüísticos. Ello implicará que las estructuras burocráticas de la
escuela cambien y permitan arraigar a los profesores. En este modelo la formación
pedagógica del docente es imprescindible y estratégica. Implica crear equipos
docentes en una nueva estructura/organización escolar.
Francisco Ciscomani: las preguntas serían: ¿qué combinación de modelos
educativos se requerirán para la secundaría del futuro?; ¿debemos generar un
modelo basado en grupos pequeños y con autonomía, cómo?
Marcela Santillán: la construcción del futuro en la educación requiere superar los
modelos burocráticos basados en el control. A pesar de los procesos de
descentralización educativa realizados en México en los últimos 20 años, los
modelos de descentralización en los estados han creado nuevas estructuras muy
parecidas a las anteriores, las ha replicado: la escuela sigue estando en manos
de la burocracia y no se ha puesto en el centro del proceso educativo al
aprendizaje.
Una mayor autonomía de las escuelas suena bien en la planeación pero en la
práctica se pervierte. Las escuelas siguen reproduciendo la desigualdad social. La
inequidad que se produce en la sociedad impacta en las escuelas y es producto
de la pobreza y de la desestructuración de la familia y de las otras instituciones
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encargadas de la socialización. La autonomía de la escuela y su flexibilidad están
limitadas por un ambiente familiar disfuncional, donde en el mejor de los casos, los
padres trabajan y tiene poco tiempo para los hijos. Una escuela secundaria nueva
debe tomar en cuenta la desorganización familiar y reivindicar la autoestima de los
estudiantes, la cual no se construye en la pobreza y en la desestructuración
familiar. Yo hablaría en el futuro no tanto de autonomía sino de grados razonables
de decisión de la escuela en contextos complejos: primero atender la inequidad en
infraestructura, en los equipos, en los profesores y luego preguntarnos sobre el
papel que juega la educación formal en nuestro país.
María de Ibarrola: planteo la siguiente pregunta: ¿seguiremos con un modelo de
escuela total, que se hace responsable de todas las carencias y necesidades de la
sociedad o aligeramos de estas responsabilidades a la escuela y las
diversificamos/delegamos en otras instituciones? La escuela actual no puede
dedicarse lo mismo a capacitar para el mundo laboral que para el deporte, las
actividades estéticas o artísticas. La escuela del futuro debe apoyarse en otras
instituciones socializadoras. Se debe pasar por un período de transición para que
la escuela delegue algunas de sus funciones.
Lucila Parga: es importante tomar en cuenta la formación inicial y continua del
profesor. Ésta debe ser integral, uniendo su saber pedagógico y científico.
Asimismo es necesario construir una identidad docente que le de pertenencia y
que le permita apropiarse de las reformas y de sus innovaciones que se expresan
en el ejercicio de su práctica docente.
Oscar Joffre: es importante tomar en cuenta que los cambios se producen
cuando existe un liderazgo docente y administrativo que tengan energía para
implantar las innovaciones, cuente con el apoyo de los padres de familia y sea
cercano a los adolescentes. Para ello se requiere apoyarse en un modelo de
gestión educativa basado en comunidades pequeñas, flexibles y relativamente
autónomas, coincido con todos. Pero se debe agregar la meritocracia y la juventud
docente.
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Edgar Jiménez: es necesario contemplar a México en el futuro como la octava
potencia del mundo. El diseño de la inversión interna se modificará y el país estará
en una zona privilegiada como potencia regional. Dejará de ser emergente. En la
región latinoamericana habrá un pasaporte único, homologación educativa y
profesional, seguro social homogéneo, etc. En este macro escenario la educación
secundaria va desaparecer y será absorbida por la educación media superior.
José Ángel Pescador: le pregunta a Edgar Jiménez porqué es tan optimista. No
comparte que la potencialidad de una nación se establezca por el PIB, sobre todo
en un país donde la desigualdad es enorme. Lo que veo, dice, es la presencia de
Brasil y el fortalecimiento del norte que no incluye a todo México. Debemos en
secundaria, concentrarnos en modelos pequeños, autónomos sin llegar a la
autarquía. Concentrarnos en el nuevo perfil del estudiante que reitero ha sido
delineado muchas veces y hace muchos años.
María de Ibarrola: veo más bien una fragmentación en bloques y no
necesariamente una integración plena de América Latina. Una coexistencia de
desigualdades y de proyectos diversos con futuros diversos.
Edgar Jiménez: ahora la integración se piensa desde América Latina y no desde
Washington como sucedía con los intentos unificadores desde la metrópoli. Hablo
de los desafíos internos que vivirá México ante una región integrada.
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Relatorías de los grupos
Grupo 1
El grupo elige discutir y analizar los escenarios indeseables y deseables.
Lo indeseable y lo catastrófico
El escenario indeseable es continuar con el actual modelo: una descentralización
ineficiente con tendencias a re-centralizar el sistema educativo, sin responder a los
problemas o retos de la equidad y la calidad (incluso sin lograr la universalización
de la cobertura); una educación secundaria sometida al corsé de un perfil global
que limita o restringe la diversidad cultural de los países, de sus regiones y de sus
localidades; con una gestión anclada en el corporativismo que no supera el
clientelismo y que continua con reformas entendidas como paliativos. Implicaría
un retroceso. El escenario catastrófico se visualiza como un empeoramiento del
escenario indeseable. Continuar haciendo lo mismo conduce a la catástrofe.
Lo deseable utópico y lo deseable posible
El escenario deseable se constituye en torno a un modelo federalista que integre
las administraciones (federales/estatales) en unidades realmente descentralizadas
(pequeñas y eficientes) siguiendo pautas comunes. Una descentralización real y
flexible, basada en la escuela como unidad básica, en donde las administraciones
municipal, estatal y federal estén armonizadas a partir de la escuela, desde abajo.
Una administración que sea eficiente y justa, donde se distribuya equitativamente
el uso de los recursos materiales y humanos. Con capacidad para crear
mecanismos compensatorios que garanticen la equidad y la fiscalización de los
recursos.
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El modelo educativo se vincula a un modelo laboral que esta armonizado con el
sindicato y sus secciones, estas organizaciones gremiales se han modernizado y
apoyan las reformas tanto en sus aspectos organizativos/administrativos como en
sus aspectos pedagógicos. Se alinean a los fines educativos de la educación
secundaria. Se elabora un perfil que responde a las necesidades de la sociedad y
del mundo productivo El modelo pedagógico es flexible y cada escuela puede
adaptarlo a las necesidades de su entorno bajo criterios de calidad y equidad. La
formación de profesores se articula coherentemente a este modelo.
Grupo 2
El punto clave para lograr el cambio y la reforma educativa en secundaria radica
en los profesores. En contar con un profesorado autónomo, con tiempo libre para
desarrollarse profesionalmente. Para ello es necesario que la escuela reorganice
las formas de participación del docente en su formación y en su práctica docente.
Se pueden constituir redes horizontales, poco burocratizadas, de apoyo e
intercambio de información y estrategias pedagógicas entre docentes que estén
centradas en los logros de aprendizaje. La escuela y el sistema educativo tendrían
que garantizar el espacio y el tiempo para reunir a los maestros. Estos espacios
no deben concentrarse sólo en una escuela sino vincularse con otras escuelas, a
una red de escuelas: vincular comunidades de profesores de diferentes escuelas
con problemáticas comunes (por zonas). Las redes digitales son recursos vitales
para lograrlo. Abrirse a otras comunidades docentes incluso en los tramos
superiores (profesores universitarios) e inferiores (profesores de primaria y
preescolar) es estratégico.
Si el cambio está centrado en los docentes se debe pensar en modificar la actitud
del sindicato que generalmente obstaculiza o ralentiza los cambios cuando
negocia el contrato colectivo de trabajo. Disminuir la movilidad de los profesores y
buscar en el cambio generacional de profesores la energía para alcanzar el
cambio estructural. Se requieren, además diagnósticos finos para establecer los
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indicadores de la carga docente, la relación docente-alumno, el número de grupos
y la población de las escuelas.
Respecto al currículo se habló sobre la necesidad de que éste sea flexible y que la
dieta cognitiva se establezca desde la perspectiva de las competencias que se
quieren adquirir. Pero no sólo basta con la transformación del currículo sino
despresurizar la exigencia a los profesores. Para lo cual, la escuela debe
descargar algunas de sus funciones formativas en otras instituciones, por ejemplo:
las instituciones deportivas, los centros culturales y sobre todo los medios de
comunicación que ya hegemonizan la formación afectiva y sentimental de los
jóvenes. Hay que responder a la complejidad de las necesidades sociales con
respuestas institucionales diversificadas no sólo desde la escuela. El papel de la
familia es crucial y se ha desatendido, ya que ésta vive una crisis que previene y
condiciona los aprendizajes tanto dentro como fuera de la escuela. Preguntarse si
la escuela puede hacerse responsable de esta crisis al aumentar las horas de
permanencia de los alumnos en los recintos escolares. Y si las TIC nos ofrecen
ese espacio formativo donde se aprende a convivir.
Grupo 3
Se discute sobre el desempeño y el rol de la telesecundaria con respecto a los
sistemas de la secundaria técnica y la secundaria general. Se muestran los logros
de la telesecundaria en términos de aprendizaje y los beneficios de una práctica
docente que permite ampliar la cobertura y tener pequeños grupos con un profesor
dedicado a los alumnos y cercano a la comunidad. Se concluye que el tema no es
discutir sobre la pertinencia o los tipos de modalidades del sistema de secundaria
sino hacer explícita la orientación educativa, los fines educativos: ¿cómo ha
incorporado y qué impacto han tenido los cambios profundos, que trae la sociedad
del conocimiento, en las prácticas educativas de la secundaria y que, hasta ahora,
rebasan a sus modalidades organizativas actuales?
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La educación secundaria debe responder a esta pregunta con un nuevo
paradigma que se constituye en torno a un nuevo fin educativo: formar en torno a
competencias superiores; tales como las competencias para comunicarse, para
convivir, para la creatividad, para trabajar en grupo y para aprender a aprender,
etcétera. El propósito central es adquirir formas de conocimiento que lleven a la
resolución de problemas. Es decir, formar personas para la sociedad del
conocimiento. Donde exista un currículo flexible con contenidos básicos que sean
usados para realizar un aprendizaje situado, relevante.
Estos fines educativos requieren de una renovada, eficiente y eficaz gestión
escolar; que esté centrada en el aprendizaje y en el trabajo colaborativo, en redes,
entre los profesores, alumnos, autoridades y padres de familia. También se
requiere de una reorganización del conocimiento que ahora deberá integrarse
multidisciplinariamente y que deberá ser aprendido con instrumentos/metodologías
basadas en la búsqueda racional de la información que transportan las TIC. Definir
un proyecto plausible a partir de un gran objetivo: formar adolescentes para la
sociedad del conocimiento.
No caer en falsos dilemas como la discusión sobre los años que se deben asignar
a los niveles educativos o si la secundaria debe responder o no a los
requerimientos de la primaria o de la educación media superior. Lo importante es
atender, en el caso de la secundaria, a los adolescentes y a sus formas de vivir, y
a las culturas diversas que habitan. Partir de sus necesidades.
También evitar otro falso dilema: el tiempo completo o la mayor permanencia de
los alumnos en la escuela. En realidad, la discusión pertinente es sobre el uso
eficiente y eficaz del tiempo en la escuela, que el tiempo se aproveche bien es el
reto. Este propósito pasa por el fortalecimiento de la escuela y particularmente del
fortalecimiento de los equipos docentes, de la infraestructura, del equipamiento y
de los espacios para convivir en la escuela. Lo que el subsecretario Ciscomani ha
llamado normalización institucional. Normalizar implica conocer a los maestros (su
cultura, sus ciclos de vida, sus logros y sus frustraciones; sus rechazos a las
innovaciones).
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Lo cual implica dejar de hacer otras cosas; por ejemplo: pensar en las escuelas de
tiempo completo y pasar a pensar en la autonomía de las escuelas, sobre todo en
la definición de sus prácticas pedagógicas y en el uso de los recursos asignados;
pensar en una escuela que confíe en los maestros y les otorgue seguridad y
permanencia (de tiempo completo), una escuela descentralizada pero abierta al
intercambio de experiencias con otras escuelas; una escuela que incorpora las
TIC como recurso estratégico para lograr la cobertura, la calidad y la equidad
educativa, con maestros jóvenes con los cuales cargar de energía las
innovaciones. Es importante que se piense en que la formación docente debe
inculcar este nuevo paradigma, las normales deben mostrar el papel mediador que
tienen los maestros y la burocracia para formar a los jóvenes del futuro bajo la
divisa de aprender a aprender. El nuevo maestro debe ser reclutado de acuerdo a
un perfil riguroso alineado a las competencias superiores del nuevo paradigma.
El paradigma de la sociedad del conocimiento impactará a las escuelas y en el
futuro los procesos sociales que suceden en las escuelas se realizarán en las
redes sociales mediadas tecnológicamente que romperán con el aislamiento y
traerán nuevos formas, compartidas, de producción, distribución y consumo de
información, lo que remodelará los procesos de aprendizaje y sus enseñanzas.
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Plenaria 2
Conclusiones y pre-visiones sobre la educación secundaria en el futuro
Grupo1
Presenta:
Alejandro Ramírez Torres
Se centró en los retos del futuro y apuntó hacia visionar los escenarios de la
educación secundaria: los indeseables y los catastróficos los deseables utópicos y
posibles:
Los escenarios indeseables se refieren a la prolongación o continuación del
modelo actual, con algunos avances y retrocesos: una descentralización poco
lograda y con problemas para asegurar la cobertura, la calidad y la equidad. Un
sistema educativo reactivo menos proactivo. El escenario catastrófico implicaría no
solo la continuación del modelo actual sino el retroceso, volver a un esquema
centralizado donde los logros de cobertura, calidad y equidad se debiliten o
extingan.
Los escenarios deseables refieren a un modelo organizacional plenamente
modernizado, descentralizado en unidades escolares que atiendan directamente
problemas locales y focales de las comunidades, coordinadas a nivel superior.
Esta descentralización implica dotar de competencias administrativas en
instancias municipales y estatales, y en otorgar a las escuelas una mayor
autonomía en sus actividades administrativas y académicas. Se propone una
escuela con un grado de autonomía importante. En este escenario, el sindicato es
protagonista en la construcción de consensos que permitan una descentralización
profunda. Habría que pensar cómo es que la federalización de la educación puede
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lograrse con el sindicato y sin rupturas que debiliten los procesos de autonomía y
descentralización.
En cuanto al currículo, se propone que éste sea mínimo y flexible, basado en
competencias. No definido desde las burocracias o gobiernos sino construido
desde las escuelas y de cara a las necesidades regionales/locales y focales. Los
profesores deberán especializarse de acuerdo a las regiones o zonas del país.
Grupo 2
Presenta:
María de Ibarrola Nicolín
Propone una escuela fortalecida y autónoma. Una escuela secundaria
reorganizada en sus funciones y que cuenta con una plantilla docente
profesionalizada con asignaciones laborales claras. Ello requiere de programas de
profesionalización horizontales y con intercambio e interacción de profesores de
diversas regiones y países con enfoques horizontales apoyados en las redes que
auspician las TIC. También se fortalece la escuela si se cuenta con diagnósticos
finos que nos indiquen como está constituido el complejo sistema educativo de la
secundaria. Asimismo, habrá que identificar y distinguir las funciones de la escuela
y las de otras instituciones; ahora a la escuela se le asignan la adquisición de
conocimientos, el manejo de la afectividad, la formación cívica y la conciencia
social y se les agrega la formación estética y deportiva. En el futuro, la escuela
tendrá que dejar en otras instituciones ciertas funciones, por ejemplo: los Media
tendrán que encargarse, como ya lo hacen, de la formación emocional y las
familias tendrán que comprender que las escuelas no son guarderías de tiempo
completo. Hará falta un conocimiento sobre cómo serán las familias del futuro y
cómo serán los jóvenes.
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Grupo 3
Presenta: Carlos Mancera Corcuera
La educación del siglo XXI exige formar seres humanos integrales y exitosos
(auto-controlados, con auto-estima y autónomos) que posean las siguientes
competencias: comunicativas (expresión oral y escrita); pensamiento lógico,
creatividad y capacidad para aprender a aprender. Ello requiere de un modelo
educativo de alta flexibilidad curricular con soluciones según los grupos de
población a los que se atiendan y con prácticas apropiadas y pertinentes.
Esta educación requiere de profesores legitimados a los cuales la institución
educativa les otorga confianza y apoyo, generando el espacio que les permita
diseñar, con una autonomía razonablemente acotada, las prácticas educativas
pertinentes para los entornos específicos en los cuales trabajan. La escuela del
siglo XXI requiere de maestros bien formados y capacitados, con seguridad
laboral, de tiempo completo, arraigados, de tal manera que puedan descargar su
tiempo en la reflexión y la aplicación conjunta de sus estrategias pedagógicas. Las
redes que ofrecen las TIC son un apoyo extraordinario y éstas deben fomentarse
distinguiéndolas en redes institucionales (entre escuelas), redes de profesores
(entre docentes); y redes estudiantiles (entre alumnos), son además un recurso
para alcanzar las competencias del siglo XXI.
El buen uso de los recursos debe estar orientado al logro de los aprendizajes. El
tiempo de la escuela debe usarse autónoma y eficientemente, asimismo, la
infraestructura, el equipo. Las escuelas deben recibir recursos para que ellas
determinen su uso y destino. Debe haber políticas de Estado estables, reglas
claras y recursos que fluyan suficiente y oportunamente.
La equidad es un principio clave para alcanzar las competencias plenamente,
atender a las poblaciones excluidas de la educación. Esto significa atender a
poblaciones diversas, distribuir los recursos para atender la diversidad y sus
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inequidades. Evitar discutir sobre los falsos dilemas; por ejemplo: la discusión
sobre más o menos materias o si tal modernidad es la adecuada. Se requiere de
un planteamiento que atienda al fortalecimiento de la escuela en concreto.
Conclusiones
José Ángel Pescador: Habría que pensar si es conveniente analizar a la
educación secundaria aisladamente o como un tramo en el sistema educativo
nacional, la veo (a la secundaria) cada vez más ligada a la educación media
superior: Será preciso afinar el diagnóstico para crear un modelo que atienda la
unidad y la diversidad del sistema educativo. Pensar estratégicamente: ¿qué se va
modificar de la ley?; ¿Qué efectos tendrá en el sindicato? Y ¿cuál será trama
burocrática para garantizar los cambios? Los cambios han existido siempre pero
no han tenido continuidad o han sido abandonados.
Hay que promover la generación de modelos experimentales.
María Ibarrola: contempla tres aspectos para el cambio:
1) los tiempos del cambio son largos. Hay escuelas en México que todavía
funcionan con modelos del siglo XIX y otras muy avanzadas. Esta diversidad hace
que los procesos de cambio estén distinguidos y diferenciados y por tanto tengan
ritmos diferentes;
2) los mecanismos de cambio son la ley y la estrategia de asignación de recursos,
3) el fortalecimiento de los profesores con políticas públicas sostenidas que
garanticen flexibilidad y autonomía en el control y manejo del currículo, así como
del desempeño del profesor.
Germán Escorcia: propone tomar en cuenta los cambios exógenos que afectan y
afectarán a la escuela secundaria en el mundo:
1. La extraterritorialidad de la educación que se expresa en el reclutamiento
de estudiantes y profesores de fuera, de otros países para aprender.
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2. La diferenciación en la originalidad de las ofertas que ofrecen otros
sistemas educativos
3. La flexibilidad de acceso frente a las estructuras rígidas de los sistemas
educativos nacionales (burocracias centralizadoras y sindicatos
corporativos con un currículo único), ofrece a los alumnos flexibilidad de
acceso y sin burocracia.
El asesor del C. Subsecretario señala que no se planteó la necesidad de crear
estructuras mediadoras entre las estructuras burocráticas de decisión y los niveles
prácticos (maestro en el aula) ni tampoco cómo se aterrizan estas decisiones.
Propone fortalecer a los equipos estatales para que cumplan la función mediadora:
proponer y adecuar las políticas públicas en los niveles de escuela y de aula.
Visiones convergentes en la reunión
La educación secundaria está inmersa en los cambios estructurales
(señales de afuera) que plantean las tecnologías de la información y que
reflejan el surgimiento de un nuevo paradigma civilizador, basado en la
construcción del conocimiento, que sustituye al paradigma de la sociedad
industrial.
En el futuro habrá escuela pero también habrá otros componentes en el
sistema educativo; habrá muchísima influencia de las redes sociales para
formar a los jóvenes y emergerán otras instituciones en apoyo al sistema
escolar.
La educación en general y la educación secundaria en particular, le
corresponden la transmisión del conocimiento intencional, la capacidad de
aprender a pensar y de aprender a aprender.
La educación del siglo XXI exige formar seres humanos integrales y
exitosos (auto-controlados, con auto-estima y autónomos) que posean
competencias comunicativas (expresión oral y escrita); de pensamiento
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lógico, de creatividad; competencias para el trabajo colaborativo y para
aprender a aprender.
Al 2030 el adolescente, objeto de la educación secundaria, estará
sumergido en sociedades que difícilmente se acotan, en nuevos vínculos
que crean nuevas culturas juveniles que construyen formas nuevas de
apropiación del mundo y de sus saberes, interesados en ciertas cosas de
su realidad.
En el futuro imponer un solo modelo educativo no será viable y se preferirá
un modelo abierto con contenidos cercanos a los adolescentes,
interesantes, con valores nuevos basados en competencias y en la
construcción de andamiajes para el aprendizaje colaborativo.
La escuela debe seguir siendo un espacio que otorgue seguridad y
confianza al adolescente, donde pueda obtener autoestima, autocontrol y
autonomía (las tres a) de tal manera que pueda sentirse valioso y que
pueda integrarse a las redes sociales que impone la nueva sociedad del
conocimiento.
El nuevo modelo educativo deberá tener una alta flexibilidad curricular con
soluciones según los grupos de población a los que se atiendan y con
prácticas apropiadas y pertinentes para enfrentar los retos de la sociedad
del conocimiento. La dieta cognitiva que proponga el currículo se debe
configurar desde la perspectiva de las competencias que se quieren
adquirir.
Se propone una escuela secundaria fortalecida y autónoma. Reorganizada
en sus funciones y que cuenta con una plantilla docente profesionalizada
con asignaciones laborales claras. Una escuela que ha superado los
modelos burocráticos basados en el control.
Ello requiere de programas de profesionalización horizontales y con
intercambio e interacción de profesores de diversas regiones y países con
enfoques horizontales apoyados en las redes que auspician las TIC.
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El tiempo de la escuela debe usarse autónoma y eficientemente, asimismo,
la infraestructura, el equipo.
Las escuelas deben recibir recursos para que ellas determinen su uso y
destino. Debe haber políticas de Estado estables, reglas claras y recursos
que fluyan suficiente y oportunamente. El buen uso de los recursos debe
estar orientado al logro de los aprendizajes.
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