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Quienes integramos el proyecto CetrerArgentina agradecemos a todas y cada una de las per-sonas que leen y ayudan a la difusin del mismo y nos comprometemos profundamente ahacer lo que est a nuestro alcance para seguir entregando nuevos ejemplares que nos permita
seguir en contacto. Nuestra principal meta es mantenernos dentro de una nica lnea de traba-jo y la autosuperacin constante, aunque esto nos pueda llevar a retrasar la publicacin o in-cluso dejar de ser una revista mensual y convertirnos en bimestral. Hemos decidido favorecer
la calidad sobre la cantidad.
CetrerArgentina naci con el fin de convertirse en un nuevo medio por el cual los cetreros y
cualquier otra persona interesada en el arte de la cetrera y sus derivaciones puedan mante-nerse en contacto y al mismo tiempo fomentar la hermandad y tolerancia entre pares. La ce-trera en nuestro pas todava es muy joven, muchas personas ni siquiera la conocen y peor an
hay quienes tienen conceptos muy errados de lo que realmente es, por lo que nuestro deber
est en erradicar esos falsos conceptos y ayudar a ubicar a la cetrera en el lugar que realmentese merece. Todo aquel que se quiera sumar a este proyecto puede hacerlo ya sea enviando susartculos para que sean publicados, opiniones y sugerencias o criticas que nos ayuden a mejo-rar.
Los artculos que se enven recibirn el mismo trato que los publicados por los autores de larevista, sern analizados profundamente por un grupo de trabajo el que decidir si rene las
caractersticas que la revista pretende conservar. Si esto no es as se le enviara al autor un bo-rrador con las sugerencias pertinentes y de ser aceptadas recin despus se proceder a su pu-
blicacin. La persona interesada en enviar su artculo debe tener en cuenta que el mismo cum-pla los siguientes requisitos:
Objetividad Fundamentacin de las afirmaciones emitidas. Bibliografa Y de ser posible imgenes que acompaen la publicacin
Si lo que se enva es un simple comentario u opinin ste ser publicado en la parte final de larevista, sitio en el que tambin se colocaran las fotos que recibamos. Su redaccin debe ser
breve y clara. De no ms de 300 palabras y con tan solo una imagen que la acompae.
Para contactarse con nosotros pueden dirigirse a las siguientes direcciones de correo electr-nico: [email protected] o [email protected]
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ChimangoChimangoChimangoChimangossss y caranchos amigos o enemigos?y caranchos amigos o enemigos?y caranchos amigos o enemigos?y caranchos amigos o enemigos?
Autor: Franco Boccignone
Ya sea que vivamos en el campo o
en el centro de la Capital Federalno nos resulta difcil toparnos conejemplares pertenecientes a dos
especies de rapaces que se encuen-tran entre las ms abundantes denuestra fauna alada. Me refiero alchimango (Milvago chimango) y al
carancho (Caracara plancus) am-bos pertenecientes a la familia Fal-conidae.
A pesar de presentar diferenciasfsicas muy importantes ambas es-pecies comparten caractersticas
que le han permitido adaptarseperfectamente a los ambientes ms
variados. Una de estas caractersti-cas es sin duda su alimentacin.
Chimango (Milvago chimango) en la plaza de
Henderson donde anidan todos los aos.
Tanto uno como el otro suelen ser
considerados carroeros a pesar deno ser 100% necrfagos. Su alimen-
tacin puede incluir desde insectos
y frutas hasta pequeos animalescazados por ellos mismos, pasandoobviamente por la irresistible ca-
rroa que ocupa la mayor parte desu men.
Foto extraida de internet
La abundancia de animales muer-tos por el trfico vehicular hace que
sea comn encontrar a los chiman-gos y caranchos a las orillas de lasrutas o caminos vecinales esperan-do posados sobre un poste, unarama o simplemente en un cable a
que algn desafortunado animalintente cruzar y perezca bajo las
ruedas de un vehculo para bajar yalimentarse de l.
Es verdad que, sobre todo los ca-ranchos, en ocasiones atacan ani-males domsticos como pueden serlos corderos recin nacidos o lasaves de corral, interfiriendo as con
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la produccin ganadera, por lo quesuelen ser vctimas de injustas yexcesivas persecuciones. Muchos
de nosotros hemos visto caranchoscrucificados en alambrados a modode escarmiento o venganza.
Los cazadores tambin suelen aten-tar contra estas aves acusndolas
de menguar las poblaciones de es-pecies cinegticas como son la per-diz chica (Nothura maculosa) y laliebre (Lepus europeaus). Como sitodo esto fuera poco, hay un tercer
peligro conocido como Furadan,que no se limita a afectar a chi-mangos y caranchos, sino que oca-
siona un impacto ambiental enor-me.
Furadan es el nombre con el que se
comercializa el carbofurano, unaespecie de DDT del siglo XXI. Esteproducto es un potente insecticida
que las plantas absorben a travsde sus races y posteriormente dis-tribuyen al resto de sus rganos,
exceptuando, supuestamente, losfrutos. Este insecticida se presentaen forma granulada (un solo grano
es capaz de matar un ave) o lquida.Esta ltima es la ms utilizada, nosolo como insecticida sino tambinembebiendo trozos de carne paramatar animales como peludos
(Chaetophractus villosus) y zorros(Lycalopex gymnocercus) lo que depor s ya es un delito.
Efectos del Furadan en la fauna silvestre (foto
extrada de internet)
Este atentado aumenta sus conse-
cuencias cuando los cadveres sondevorados por otros animales, en-
tre quienes aprovecha estos cuer-pos estn los mencionados caran-
chos y chimangos, causndole lamuerte por intoxicacin a ellos-tambien. El hombre en ocasionesha cado victima de este veneno
pero a pesar de ello en nuestro passe sigue vendiendo, no as en losEstaos Unidos y la Unin Europea.
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En el campo estas especies, al igualque varias otras, juegan un rol muyimportante actuando como reci-
cladores ayudando a limpiar elterreno de los animales que mue-ren y se podran convertir en focos
de enfermedades.
Crancho (Caracara plancus) alimentndose de
carroa (foto extrada de internet)
Pensemos en el tiempo que tardar-an en descomponerse estos cuer-pos si no existieran los carroeros yel peligro que esto conllevara para
el ecosistema en general. Las bacte-rias coparan el aire, se contami-
naran las aguas y las epidemias notardaran en aparecer.
Cada especie ocupa un lugar en elecosistema y si menguamos su
nmero, o peor an; las hacemosdesaparecer el delicado equilibrioecolgico se puede verse seriamen-
te daado.
Por suerte esto no est pasandocon nuestros queridos chimangos ycaranchos pero no por ello vamos adejarlos de lado, reconozcamos lo
importante que son para nosotros,directa o indirectamente y res-petmoslos a pesar de que algunasveces pongan a prueba nuestra pa-ciencia.
En el trabajo titulado EVALUA-CION DE LA CETRERIA COMO ME-
TODO DE REPELENCIA DE AVESEN PARCELAS DE GIRASOL reali-
zado por la Lic. Ethel Rodrguez,PhD. (rea Vertebrados Plaga, La-boratorios Biolgicos, DireccinGeneral de Servicios Agrcolas,
MGAP) y la Lic. Guadalupe Tiscor-nia quedo demostrado la impor-
tancia de mantener esta especie ennuestros campos de cultivos al uti-
lizar un ejemplar de carancho (Po-lyborus plancus) como herramientade control. Tanto los caranchoscomo los chimangos han sido deja-dos de lado por los cetreros y en
algunos casos perseguidos ya quelos ltimos son conocidos por per-seguir y atacar aves rapaces de me-nor tamao como son el cerncalo(Falco sparverius) y el halcnaplomados (Falco femoralis).
Cuando nos disponemos a incur-
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sionar en la cetrera y con msrazn si lo hacemos con aves pe-queas, debemos hacerlo a sabien-
das de que los riesgos son muchos,nuestras aves son predadores perotambin se pueden convertir en
presas y es nuestro deber aceptarlo.Para minimizar riesgos analicemospreviamente las zonas de vuelos ocaza y si vemos otra rapaz tratemosde desplazarnos unos kilmetros
ya que seguramente hay muchasms que no podemos ver, una ban-dada de 20 caranchos se puede ubi-
car sobre nosotros sin saber dedonde salieron y convertir una jor-
nada de placer en una verdaderatragedia.
Chimango (Milvago chimango)
El ms conocido de los que habitannuestro pas es el perteneciente a lasub especieMilvago chimangochimango, el cual presenta un color
marrn que se puede hacer msoscuro en los hombros y lateralesde las alas. Su tamao ronda los
40cm de largo y su peso es prximoa los 300g. En el sur de la Argentinatambin se puede encontrar la sub
especie temucoensis de un tamaoalgo mayor y una coloracin msoscura. Tanto en una sub especie
como en la otra, no hay un marcadodimorfismo sexual. Los tarsos delos jvenes son de color azul mien-tras que en la mayora de los adul-tos es de color amarillo. Sus manos
son pequeas al igual que sus ga-rras, no son muy fuertes ya que noestn diseadas para ser usadas
como armas sino para sujetar elalimento mientras es desgarrado
con el pico. El pico recuerda al delas lechuzas, es fino y alargado, noest especializado y se adapta per-
fectamente a una amplia variedadde alimentos.
La inteligencia y mansedumbre de
estas aves las hace sumamente fci-les de divisar, incluso suelen per-mitir que nos aproximemos a pocoscentmetros de donde se encuen-
tran sin siquiera inquietarse.
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A pesar de que no prestan dificul-tad para entrenar son dejados delado por los cetreros argumentan-
do su incapacidad a la horade cazarsin embargo podran llegar a seruna alternativa viable para aquellas
personas que deseen disfrutar de lacompaa de una rapaz pero nocuenten con el tiempo o los recur-sos para salir a cazar. Un chimangopuede servir perfectamente para
aprender lo bsico de la cetreracomo sera el control del peso, lospasos del entrenamiento y disfru-
tar de sus vuelos al puo y porqueno algn que otro lance.
Carancho (Caracra plancus)
Aunque suelen pasar desapercibi-dos por la mayora de las personassu gran tamao (60cm aprox) y loscolores intensos en los ejemplares
adultos pueden ser suficientes parasentirnos atrado, hacia ellos. Co-mo en el caso de los chimangos, los
individuos jvenes poseen sus tar-sos de color azul y su plumaje esms opaco que en los adultos, pero
a diferencia de su parientes mspequeo los caranchos cuentan conun pico ancho y fuerte. Sus manosson relativamente pequeas y nodemasiado fuertes, esto queda evi-
denciado cuando se los ve acarre-ando un trozo de comida o ramaspara la fabricacin de su nido, esto
lo hacen con el pico y no utilizandosus garras. Tambin es posible ver-
los despegar con algo en su pico ypasrselo a las patas en pleno vue-lo.
Acostumbra a desplazarse en gran-des grupos rondando sitios en los
que abunda la comida fcil como
pueden ser los cementerios deganado o basurales. Si la oportuni-dad es clara pueden llegar a cazarpequeos animales haciendo uso
de la ventaja que le da el nmero,algo que pocos afortunados hanpresenciado pero de seguro no ol-
vidaran. Su vuelo puede parecerlento y torpe pero es todo lo con-
trario, el batir de sus poderosasalas le brinda una velocidad que lohace capaz de darles alcance a otras
aves.
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El desveleEl desveleEl desveleEl desvele
Autor: Franco Boccignone
No debe haber una imagen que re-fleje mejor la esencia de la cetreraque una habitacin en penumbras
donde se puede descifrar la siluetade un hombre que sostiene posado
sobre su puo un ave rapaz. Estaescena se describe en varios libros,incluso se muestra perfectamenteen el documental Taiga, el azor de
Felix Rodrguez de la Fuente en elque se lo ve a l desencaperuzandoa una hembra de azor (Accipitergentilis) que habra sido trampeadadas atrs. Dejando de lado el ro-manticismo y buscando el objetivode tal escena, nos topamos con unatcnica tan antigua como la cetreramisma: El desvele.
El desvele tiene como objetivo pri-var del sueo al ave, lo que permi-
tira que nos vaya aceptando poco apoco hasta que finalmente nos to-lere por completo, por lo que origi-
nalmente se utilizaba y se sigueutilizando con individuos recin
trampeados. Como toda tcnica
que se vaya a implementar conanimales debe ser comprendida
antes de ponerla en prctica paraas saber cules son los riesgos quepuede acarrear si no se realiza co-rrectamente y analizar si es conve-
niente utilizarla o se la puede ob-viar por no ser necesaria.
Lo primero que se busca al iniciarel entrenamiento de una nueva ave
es conseguir que se quede posadasobre el guante sin debatirse anteel menor cambio en su entorno. No
debe haber nada ms frustrante
que un ave que se debate perma-nentemente tratando de escapar denosotros. El tiempo que nos puedellevar conseguir esto va a depender
en gran parte del origen y la crianzaque haya tenido el pjaro; si se tra-ta de un niego no suele llevar ms
de un par de horas pero si es unpjaro del aire o de crianza cam-
pestre o parental, ese tiempo sesuele estirar a das si no se lo traba-ja correctamente. Es importante
recordar que cada gesto y acto querealicemos involucrando al ave lopuede marcar por siempre, positiva
o negativamente pero para siem-pre. Teniendo presente esto no nos
costara comprender porque es ne-
cesario reducir al mnimo las expe-riencias negativas a las que some-
temos a nuestro nuevo compaero.Es en este momento que el desvelepuede acudir a nosotros para ayu-darnos a dar el primer gran paso enel amansamiento; su aceptacin.
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Si decidimos realizar el desvele nostenemos que preparar para un tra-bajo largo e intenso, el cual una vez
iniciado no podemos interrumpir ala mitad si queremos obtener bue-nos resultados. Dependiendo del
ave, el desvele nos puede llevar doso hasta tres das por lo que es muyimportante elegir el momento jus-to para realizarlo. Debe ser en unafecha en la que nos podamos dedi-
car en un 100% a ella, no tiene quehaber nada ms que nos requiera onos haga abandonar el trabajo an-
tes de tiempo.
Comenzaremos por buscar una
habitacin en la que no entre y sal-ga gente, por el tiempo que dure eldesvele ese lugar tiene que ser solopara nosotros. Si posee ventanasestas permanecern cerradas para
que la nica luz que nos ilumine
sea la que logra atravesar las corti-nas o el tenue resplandor de un te-levisor o computadora. Estos dosltimos y modernos elementos no
tendrn la magia del fuego del quetanto se habla en los tratados clsi-cos pero cumplirn perfectamente
el objetivo de llamar la atencindel ave sin estresarla y sobre todo
que nosotros permanezcamos des-piertos y no caigamos presos delsueo antes de tiempo. Tengamos
siempre presente que el sueo tie-ne que vencer al ave antes que anosotros. Este es un buen momen-
to para retomar la lectura de ese
libro que dejamos archivado porfalta de tiempo o releer aquel quetanto nos gust mientras nos pre-
parbamos para la llegada del aveas que dejmoslo a mano dentrode la habitacin.
La eleccin de la habitacin ideales muy importante, como as tam-
bin lo es la seleccin del guanteque usaremos. Tiene que ser unapieza que nos resulte cmodo tantoa nosotros como al ave. No importasi no es el que usaremos despus
cuando salgamos al campo, lo quebuscaremos ahora es un guanteblando, sin gruesas costuras que
puedan irritar nuestra mano, conuna superficie interior que no ge-nere traspiracin y una exteriorsuave para que el ave este cmodapero no tanto como para que se
resbale.
Dependiendo de nuestros gustos y
necesidades vamos a usar o no lacaperuza durante el desvele. Si la
utilizamos tiene que ser una que seadapte perfectamente a su cabeza,priorizaremos la funcionalidad so-bre la esttica. Se tiene que tratarde una caperuza liviana, que no
roce la cera y sobre todo que nopermita el ms mnimo paso de luza dems de ser fcil de colocar yquitar.
Solucionada la bsqueda de la
habitacin, acomodadas las herra-
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mientas que utilizaremos para evi-tar dormirnos, elegida la caperuzay el guante ideal solo nos queda
preparar unas pocas picaditas, su-bir el ave al puo y comenzar el de-safo. Una buena opcin es la de
iniciar el desvele por la noche yaque el ave vendr de un da en elque pudo haber hecho muchas co-sas, estar en su percha, en la mudao libre en el campo pero de seguro
no estuvo durmiendo, y en lo posi-ble no habr comido. Nosotros encambio podemos aprovechar para,
durante ese da, descansar y dormirlo suficiente como para jugar con
algo de ventaja a nuestro favor. En-traremos a la habitacin con el ave(encaperuzada, si es que usaremos
la caperuza) sobre nuestro puo ydedicaremos los primeros minutospara que se tranquilice, por eso es
tan importante la oscuridad casiabsoluta. Cuando veamos que sus
hombros se relajan y su cola sepliega podemos comenzar a cami-nar lentamente y encender la tele-
visin o poner msica. De a pocoiremos sumando estmulos a medi-da que observamos su respuesta, sipermanece tranquilo continuamos,si notamos que los signos de estrs
regresan retrocedemos.
A dems de los estmulos sonoros
podemos incorporar estmulos msdirectos como el acariciarlo en susflancos o tarsos. Lo ms probable
es que al hacer esto l intente pi-
carnos, si lo hace aprovecharemosese momento para interponer entresu pico y nuestra mano una picadi-
ta o un roedero y as intentar quecoma. Si tenemos suerte ir aso-ciando nuestras caricias con la co-
mida y eso ser un gran paso anuestro favor. Si ya conseguimosque coma puede ser el momento dequitarle la caperuza si es que laestbamos usando. Este es un mo-
mento muy importante y puede serdecisivo por lo que debemos hacer-lo con cuidado. Procuraremos que
la luz que nos acompae sea tenuey la fuente que la emite se encuen-
tre detrs nuestro para que no in-cida directamente sobre nuestrorostro lo que podra hacer que el
ave se sienta amenazada. El mo-mento de descaperuzar puede serjusto antes o durante el instante en
el que est comiendo para conti-nuar asociando estos eventos con
estmulos positivos.
Llegara el momento en el que nota-
remos que su relajacin se vahaciendo ms y ms profunda,cuando menos lo imaginemos co-
menzara a posarse en solo una patay minutos despus si la suerte est
de nuestro lado comenzara a enco-ger su cuello y cerrar lentamentesus ojos. Es ah cuando las caricias
dejaran de ser solo en los hombrosy tarsos para extenderse a la espal-da, cola y quilla. En un primer mo-
mento volver a ponerse en alerta
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pero nuestra paciencia debe serinquebrantable y esperaremos elmomento justo para volver a inten-
tarlo. Superado esto es hora de iraumentando la intensidad de la luzdentro de la habitacin. Podemos
abrir la ventana o encender lucesartificiales, pero como con todohasta ahora, lo haremos despacio ycon tacto.
Si todava seguimos despiertos y elave ha aceptado sin grandes pro-blemas todo lo descripto hasta
ahora puede ser el momento deabandonar el cuarto y comenzar adar los primeros pasos fuera de l.
Lo ms difcil ya est hecho, lo quesigue no es gran cosa comparadocon lo anterior, pero no debemosconfiarnos y seguiremos actuandocon paciencia y delicadeza. Una
buena alternativa puede ser sen-
tarnos al aire libre en el patio y quepoco a poco se vayan presentandosituaciones a las que el ave se en-
frentara a diario como pueden serpor ejemplo el trfico de personaso el sonido de vehculos. Llegara un
momento en el que el sueo la su-pere y se terminara durmiendo ennuestro puo, si estamos conforme
con lo conseguido hasta entoncesla dejaremos descansar el tiempoque creamos necesario pero prefe-rentemente sin bajarla del guante.
Si nos extendemos en el tiempoque le damos para dormir puedeocurrir que retrocedamos varios
casilleros, lo ideal sera ir estirandopoco a poco el tiempo que lo deja-mos descansar sin estar posado en
nuestro puo. Una percha junto anuestra cama o en el lugar msconcurrido de la casa puede ser unabuena opcin para conservar todolo ganado. Cuanto ms tiempo po-
damos mantenerlo entre nosotros
ms fcil resultara fijar los resulta-dos obtenidos durante el desvele.
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Injerto de plumasInjerto de plumasInjerto de plumasInjerto de plumas
Tanto en las aves de cetrera comoen las que se encuentran en elcampo el cuidado de sus plumas es
de vital importancia. De ellas de-pende en gran medida su efectivi-dad a la hora de la caza por lo quepuede significar la diferencia entre
un lance efectivo y uno fallido o enla naturaleza la diferencia entre lavida y la muerte. Las aves salvajesdedican gran parte del da a olearsu plumaje y as ayudar a que se
mantenga en buenas condiciones,rara vez pierden o rompen algunade sus plumas; si esto ocurre deben
esperar a la muda siguiente parareponerla. En las aves de cetrera laruptura del plumaje es mucho mscomn, sobre todo en los accipite-res. Las plumas suelen romperse
cuando el ave entra en la herida, al
chocar contra algn objeto cortan-te o simplemente al enredarse conla lonja o por cubrir en exceso yrozar las plumas de la cola contra el
suelo. Por suerte nosotros no de-bemos esperar a que nuestra avecomience a mudar para que vuelva
a tener su plumaje en condiciones,con un poco de ingenio le podemos
brindar herramientas que le permi-tan terminar la temporada singrandes contratiempos.
Este recurso ha permitido no soloque aves utilizadas en cetrera pue-
dan seguir cazando sino que gran
cantidad de individuos puedan vol-ver a vivir libres despus de un tra-bajo de rehabilitacin. Si nos dis-
ponemos a injertar debemos teneren cuenta algunos pequeos deta-lles para asegurarnos el xito. Pri-mero estudiemos la o las plumas en
cuestin, si las mismas estn que-bradas en el raquis pero ambas mi-tades estn sanas podemos utilizar-las. La situacin es diferente si faltaparte de la pluma, en este caso bus-
caremos una pluma de la cual ob-tener la parte faltante. No se selec-cionara una pluma cualquiera, bus-
caremos una que ocupe la mismaposicin en la anatoma del ave yen lo posible que el donante y elreceptor pertenezcan a la mismaespecie.
El injerto de plumas no es algonuevo para la cetrera, algunos de
los elementos empleados puedenhaber evolucionado pero la tcnicaes prcticamente la misma que se
viene utilizando hace cientos deaos. Veamos un paso a paso de
este proceso:
1) Para facilitar la recreacin del
proceso utilizaremos plumas obte-nidas durante la muda de dos pja-ros (Parabuteos unicinctus) pero
los pasos a segus son exactamentelos mismo que realizaremos en elave.
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Partimos de una pluma que se haquebrado o directamente perdiuna parte.
2)Antes de comenzar es muy im-portante buscar la pluma correctade la cual se obtendr la parte a
injertar (si es que no se puede usarla pluma original) y acomodar elresto de los elementos a utilizar.
3)Recin cuando tengamos todoacomodado pasaremos a cortar la
parte daada de la pluma en nues-tra ave
Si la pluma slo estaba quebrada,quizs podamos usar para realizarel injerto, la parte que quitamos.
4)El paso siguiente es superponerlas plumas para marcar donde cor-
tar a la segunda pluma de la queobtendremos la punta a utilizar.
5)Lo siguiente es preparar el ele-mente que se colocara dentro delraquis y permitir que ambas mita-des se mantengan unidas. En este
caso se utilizo un alfiler pero loms comn es que se utilicen pe-
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queas agujas, trozos de cuerda deguitarra y hasta astillas de bamb.
Se cortan ambas puntas del alfiler yse lo deja de un largo que permita
ingresar lo suficiente en cada mitad
6)Antes de introducir el alfiler en lapunta a ser injertada se lo impreg-
nara de pegamento para asegurar-nos que quede fijo en la misma.
Despus si, pasamos a fijarlo en laparte a injertar
7)Una vez que ya tenemos una delas puntas fija en la porcin a injer-
tar procederemos a colocar pega-mento en la punta opuesta e intro-ducirla en la pluma quebrada.
8)Por ultimo acercamos lo mximoposible ambas mitades y colocamosuna pequea gota de pegamento en
cada cara para asegurarnos launin.
Autor: Franco Boccignone
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Nutricin, 1 ParteNutricin, 1 ParteNutricin, 1 ParteNutricin, 1 Parte
Autor: Gustavo castillo
Este es el primer artculo de una seriede tres donde intentar hacer una
aproximacin al mundo de la nutri-cin animal, ms especficamente a lanutricin de aves rapaces mantenidasen cautiverio. El primer artculo pre-tende ser una especie de introduccin,donde hablar un poco sobre algunostrminos que no pueden dejar de co-nocerse, tratar de ser lo ms claro
posible, dentro de lo permitido, estaalgo simplificado, para que de estaforma est al alcance de cualquiera, yno solo de aquel que haya cursado un
cuatrimestre de nutricin animal.
No es un tema fcil de abordar. Sabe-mos que no es nada sencillo alimentara una rapaz en cautiverio, lo ideal seratratar de imitar en cierta forma la di-
eta que consume un ave salvaje, perolas cosas ya empiezan a complicarse,en primer lugar por la variedad de pre-sas que consumen algunas de ellas, ytambin por la escasa informacin alrespecto, a modo de ejemplo voy a ci-
tar la dieta de un halconcito colorado,entre sus presas podemos hallar: pe-queos pjaros adultos y pichones,insectos como langostas (ortpteros)
chicharras (hempteros), Escarabajosadultos y sus larvas (colepteros), ara-as (arcnidos), pequeos roedorescomo ratn o laucha (Mus musculus),
pequeas lagartijas y hasta anfibios,como vemos la dieta es muy amplia, ytratar de imitar esto es condiciones de
cautiverio se vuelve no imposible, pe-ro si poco viable, pero tambin es ver-dad que los requerimientos nutricio-nales de aves en cautiverio y aves sal-vajes son diferentes, como veremos
ms adelante.
Sabemos que una buena dieta es sin-nimo de un ave sana, que nos permi-tir desarrollar al mximo sus habili-
dades para la caza, o para la reproduc-cin, en contraste una dieta pobre,que no cubra los requerimientosmnimos nos dar como resultado unave enferma, o con mayor susceptibi-lidad a enfermedades, as como tam-
bin un ave que no rinda en el campo.
Antes de meterme de lleno en lo quetratar de que sea una aproximacin ala nutricin de aves de presa, es con-veniente dar algunas definiciones para
aclarar conceptos.
Nutricin: es el conjunto de procesospor los cuales el organismo recibe,transforma y utiliza los nutrientescontenidos en los alimentos, que cons-tituyen los materiales esenciales e im-prescindibles para el mantenimientode la vida y exigencia de sus produc-
ciones y actividades
Alimento: Sustancia capaz de aportarnutrientes a los tejidos de los animales
que lo ingieren.
Nutriente: Sustancia que aporta fun-ciones al organismo.
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Dieta: conjunto de alimentos que con-
sumen los animales.
Racin: cantidad de alimentos que
consume por da un animal.
Racin balanceada: aquella que cubrelos requerimientos del animal.
Requerimientos: Necesidades dieta-rias para cada especie de acuerdo a supeso, estado fisiolgico o productivo(en este caso consideraremos al traba-jo como un tipo de produccin) Estosrequerimientos pueden ser de mante-
nimiento o de produccin.
Requerimientos de mantenimiento: Elanimal no sube ni baja de peso, estoimplica metabolismo basal, actividad
voluntaria y termorregulacin.
Requerimiento de produccin: implicaaquellos que son necesarios para queel animal produzca lo buscado, en
nuestro caso es el trabajo (vuelo, caza)
Ingrediente: Toda sustancia que formaparte de la composicin de una dieta.
Aditivo: Ingrediente que se le agrega auna dieta en pequeas cantidades con
fines no nutritivos.
Suplemento: Ingrediente nutritivoagregado para cubrir, mejorar o equi-librar aportes de la dieta.
Una vez definidos estos trminos bsi-cos pasamos a analizar la composicinde los alimentos, por lo general se uti-liza en anlisis proximal o anlisis deWeende, midindose la protena cru-da, la humedad, la grasa (como extrac-to etreo), las cenizas, la fibra cruda y
el extracto libre de nitrgeno, si bieneste no es el mtodo ms exacto dadoque no separa correctamente muchasfracciones del alimento, sigue siendouno de los ms utilizados para medir
la composicin de los alimentos ruti-nariamente, en el caso de los alimen-tos de origen animal, se mide lahumedad, la grasa, la protena y ceni-za, podemos descartar los hidratos decarbono por ser su valor bajo.
Conociendo los nutrientes que poseenlos alimentos que proporcionamos a
nuestras aves, podemos saber si esta-
mos cubriendo correctamente los re-querimientos nutricionales de estas.
Ahora pasemos a definir lo que com-
pone el alimento.
Humedad: es la cantidad de agua, sue-le ser expresada en porcentaje, que
posee el alimento
Protenas: son las principales consti-
tuyentes de la materia seca de losrganos y estructuras blandas del or-ganismo animal, se necesita una pro-visin abundante y continua durantetoda la vida, para crecimiento y repo-sicin. Msculos y rganos aportan
protenas.
Lpidos: la grasa
Cenizas: contiene macro y micromine-
rales.
Tratare ahora de ampliar algunos deestos conceptos nombrados hasta aho-
ra, comencemos por las protenas.
Como ya mencion anteriormente, lasmismas son necesarias para el creci-
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miento, renovacin y produccin. Lasprotenas estn compuestas por ami-nocidos, que son estos los que enltima instancia son absorbidos por lamucosa intestinal, pasando a la sangre
para cumplir sus funciones.
Una vez que se ingiere la protena, estaes degradada en el estmago y en lasprimeras porciones del intestino, aho-ra bien no todo es degradado, y no to-da protena es degradable, ya que de-pende esto de su estructura, lo quesignifica que el valor nutritivo de la
protena en la racin depende de la
cantidad y proporcin relativa de losaminocidos absorbidos y disponiblespara el animal, lo que se denominaValor Biolgico de la protena.
Este Valor Biolgico tambin puededefinirse como la capacidad de unafuente proteica para proveer amino-cidos en cantidad necesaria para for-mar tejidos y compuestos nitrogena-
dos que requieren las diversas funcio-nes corporales. En otras palabras escuanto realmente aprovecha el orga-
nismo de la protena consumida.
De la protena consumida, llamadaprotena cruda o protena bruta se lle-ga a la protena neta que es la que elcuerpo utiliza, en el medio de estosprocesos hay implicados otros factorescomo la digestibilidad, factor que de-
pende del animal y del tipo de prote-na, a modo de ejemplo las aves al na-cer tienen escasas enzimas digestivas,por lo que la digestibilidad proteicaser menos comparada con un adulto,ya mencion que de acuerdo a la es-tructura presente en la protena esta
ser degradable en mayor o menorgrado, el colgeno presente en loshuesos y otros tejidos, o la queratinapresente en las plumas tienden a serinsolubles, resistentes a la digestin, y
por lo tanto de escaso valor biolgico.El metabolismo tambin est implica-do en este proceso de aprovechamien-to proteico, con esto me refiero a
aquella que es utilizada a nivel celular.
En pocas palabras la calidad de unaprotena depende de su digestibilidad,y de su valor biolgico si descontamos
las prdidas obligadas por el metabo-
lismo de las mismas.
La protena neta, la utilizada, tienedestinos diferentes, el mantenimientoy la produccin, una vez ms para no-sotros produccin es trabajo. Estosnuevos conceptos me llevan a dar dos
nuevas definiciones.
Protena neta de mantenimiento: esaquella que cubre los requerimientos
proteicos necesarios para el metabo-lismo de mantenimiento, cubriendolas necesidades mnimas biolgicaspara mantener al animal en balance
proteico en equilibrio.
Protena neta de produccin: es aque-lla que es retenida por el organismo,una vez cubiertas las necesidades demantenimiento, el cuerpo las usa para
crecimiento, o trabajo.
Lo que realmente aprovecha el orga-nismo de las protenas una vez degra-
dadas son los aminocidos, hay dosclases de aminocidos, los no esencia-les y los esenciales, los ms importan-tes son estos ltimos, que son aquellos
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que el cuerpo no sintetiza o no puedesintetizar en cantidad suficiente paracubrir las necesidades fisiolgicas, ypor lo tanto deben ser aportados conla racin, entre ellos podemos encon-
trar la arginina, la fenilalanina, histi-dina. (Ver Tabla 1).
Lo ms recomendable es que la com-posicin de aminocidos esenciales enla racin se aproxime a las necesidadesde las aves, como no existe una prote-na ideal, la combinacin de protenasde distinto origen es la herramienta
para acercarse ms al equilibrio de
aminocidos requeridos, cabe aclararque los aminocidos no pueden seralmacenados en exceso, por ello laimportancia de la provisin continua.
Para cubrir correctamente los reque-rimientos diarios de protenas enmantenimiento debemos conocer lacantidad de protena necesaria, elaporte mnimo para que el ave no re-
curra a fuentes endgenas de prote-nas, esto puede calcularse por medio
de la siguiente frmula:
Requerimientos de Protena Bruta de
Mantenimiento:
,
,
Pv: Peso vivo del ave en gramos0,0016g representa la prdidade nitrgeno endgeno por ki-logramos de peso por da0,55 representa la eficiencia deutilizacin de protenas enaves.
AminocidosEsencialesArgininaFenilalaninaHistidinaIsoleucinaLeucinaLisinaMetioninaTreoninaTriptofanoValinaCistinaTirosinaProlinaGlicinaSerina
Tabla 1: Aminocidos esenciales en las aves.
Como es conocido por muchos los re-querimientos nutricionales suelenexpresarse en caloras, as solemosdecir que de acuerdo al tipo de activi-dad desarrollada se necesitar unmnimo de energa para cubrir las ne-cesidades del organismo ante el in-cremento de demanda energtica por
un aumento de actividad.Al igual que cualquier protena, laenerga ingerida pasa por una serie de
procesos que hace que la energa finaldisponible sea menor a la que ingres.La energa ingerida ser denominadaenerga bruta (EB) mientras que laaprovechable por el animal ser laenerga neta (EN) pudiendo ser demantenimiento (ENm) y de produc-
cin (ENp).
La energa bruta se transforma enenerga digestible(ED), con lo que yase tiene una prdida en su valor, elcual se sigue reduciendo producto detransformaciones producidas por el
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cuerpo, para convertirse en energametabolizable (EM), que es la quequeda disponible en los tejidos delorganismo para ser transformada, a suvez sufre una reduccin mas a conse-
cuencia de un incremento calricoproducto del trabajo digestivo, y delcalor de metabolismo de nutrientes
entre otros.
Finalmente tenemos la energa neta(EN) que es la completamente til parael mantenimiento corporal y para lasdistintas formas de produccin, como
crecimiento, engorde, o trabajo fsico.
Esta energa neta a su vez se divide enmantenimiento y produccin.
La energa neta de mantenimiento seutiliza para realizar trabajo en el orga-nismo, se pierde como calor, no es re-
tenida, es utilizada.
La energa neta de produccin es lafraccin acumulada en el cuerpo enforma de msculo o grasa, esta ltima
aporta mayor energa que cualquierotro producto.
Los requerimientos de energa vienendados por factores del animal, comoson peso vivo, peso metablico, estadofisiolgico, y por el tipo de compuestoa ser sintetizado, grasa o protena, enanimal en crecimiento, o ganando pe-
so.
El requerimiento diario de energa esaquel para que el animal pueda man-tener sus funciones vitales de acuerdo
a su estado fisiolgico y a un nivelproductivo determinado, esto quieredecir que debe cubrir las necesidades
de mantenimiento (no gana ni pierde
peso) y las necesidades de produccin.
El requerimiento basal de energa: esla energa para un animal en estado
fisiolgico normal, despierto, en ayu-no (de esta forma se descarta la energ-a utilizada en la digestin y en la asi-milacin de alimentos), en reposo ycon una ambiente con neutralidadtrmica, lo que significa que el animalno necesita energa extra para mante-ner su temperatura corporal.
Esto implica conocer el metabolismobasal (MB) que se estima calculando elpeso metablico del animal y la canti-dad de calor en ayuno por cada unidad
de peso metablico.
= .
El peso vivo (PV) elevado a la potencia0.75 se conoce como peso metablico,que relaciona la superficie corporal , elcalor disipado por esta y el peso vivo
con la produccin de calor en ayuno, sibien esta mayormente correlacionadocon los tejidos metablicamente msactivos. La cantidad de calor en ayunopor unidad de peso metablico se ex-presa en Kilocaloras, siendo este valorpara aves rapaces del orden de 78 Kcal.Como ejemplo, un Falco sparverius de110 gramos tendr un requerimientometablico de 14,9 kilocaloras/da
aproximadamente.
A este valor hay que sumarle en el casode mantenimiento el incremento cal-rico de mantenimiento, la actividadvoluntaria que realiza el animal, como
la actividad locomotora para proveerse
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de alimento, cambiar de postura, yotras. En el caso de produccin debesumarse el incremento calrico que senecesita para trabajo o produccin.Para obtener este valor simplificare-
mos las cuentas y al valor de metabo-lismo basal lo multiplicaremos por 1,3a 1, 5 para animales en reposo, por 2,6para aves en ejercicio muy activo, y 2,5
para aves en crecimiento.
Para cerrar la primera parte har unabreve descripcin del aparato digesti-vo de las aves rapaces. La abertura oral
o pico vara de acuerdo a la especie en
cuestin, as hay diferencias notablesentre el pico de un Parabuteo unicinc-tus y el de un Falco peregrinus con sucaracterstico diente comn a losdems halcones que componen elgnero Falco, especializacin que lepermite romper el cuello de la presa.La cavidad bucal posee glndulas sali-
vales, y entre sus secreciones se en-cuentra la amilasa salival, con una leve
funcin digestiva. El esfago es lige-ramente muscular, continundose conel buche que es muy elstico, este seencuentra a la derecha de la trquea,esta posicin es ms notoria al tener elbuche lleno, la funcin del mismo esde almacenaje, adems humedece elalimento, le otorga temperatura, yproduce algo de pre-digestin por ac-cin de la ya mencionada enzima ami-
lasa salival, todo esto facilita su paso yposterior digestin. A continuacin seencuentra el proventrculo o estmagoglandular, con glndulas productorasde enzimas (pepsingeno) y cidoclorhdrico, esto otorga un pH decarcter cido del orden de 2,0-3,5. Es-
te pH bajo asegura una buena disolu-cin de los huesos de la presa, no asde algunas estructuras compuestas porqueratina, como uas, picos y plumas,este poder de disolucin es menor en
las aves nocturnas, es por eso que ensus egagrpilas es posible encontrarhuesos enteros de sus presas. El pro-ventrculo se fusiona con el estmagomuscular o molleja, no siendo en lasrapaces tan marcadamente grandessus paredes, dado que no hay necesi-dad de triturar tanto el alimento comolo hara una granvora. Interiormentese encuentra recubierta por una cut-
cula que lo protege de la acidez de losjugos gstricos, la comunicacin con elintestino se realiza por medio de unavlvula, el alimento no digerido secompacta por accin muscular de lamolleja y forma la egagrpila que lue-go ser expulsada. El intestino tienefuncin de digestin por medio de lasenzimas generadas en el pncreas, yabsorcin de nutrientes. Una diferen-
cia importante con otras aves es lapresencia de ciegos rudimentarios,que son porciones de intestino enforma de saco ciego, dado que los cie-gos son lugares de fermentacin bac-teriana de alimentos de tipo fibroso,las rapaces por su dieta no los necesi-tan, si en cambio otro tipo de aves. Elintestino grueso es relativamente cor-
to, no existiendo una clara separacinentre colon y recto, termina en la cloa-ca que es el rgano de excrecincomn al aparato digestivo, urinario yreproductor. La excrecin de materiafecal es acompaada de la de orina,
con alto contenido de cido rico.
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Por ltimo queda decir que el largo delaparato digestivo de las aves rapaceses corto en comparacin con otras es-pecies de aves, dependiendo esto deltipo de alimento que ingieren, incluso
la longitud vara entre las rapacesmismas de acuerdo a la variedad depresas que estas consuman, un harrises ms efectivo digestivamente por elamplio abanico de presas que estosconsumen, que un peregrino que es un
ornitfago exclusivo.
Como final de esta primera parte restadecir que la informacin sobre genera-lidades es amplia, vuelvo a repetir quetrat de ser lo ms escueto que me pu-de permitir para no tratar de perder
calidad en el artculo, los temas a tra-tar en los prximos nmeros incluyenlos valores nutricionales de los ali-mentos que suelen formar parte de laalimentacin de rapaces en cautiverio,vitaminas, minerales, y enfermedades
nutricionales.
Por la ayuda brindada y por la informacin facilitada para la confeccin de este artculo quera agrade-cer a Franco Boccignone, Laura Borsellino y a Mauricio Martino, sin su ayuda difcilmente esto podra
haberse llevado a cabo.
Bibliografa
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Clum, N. Fitzpatrick, M. Dierenfeld, H. Nutrient Content of Five Species of Domestic Animals CommonlyFed To Captive Raptors. Journal Raptor Research. The Raptor Research Foundation.
Fox, N. Comprender al ave de presa. Editorial Cairel
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Rapaces urbanas IIRapaces urbanas IIRapaces urbanas IIRapaces urbanas II
Halcn peregrino en antena
Langosteros
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Halcn peregrino en Barrio norte
Halconcito colorado juvenil
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HumorHumorHumorHumor
El desveleEl desveleEl desveleEl desvele
Jorge Merlano
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h // f /
Barrilete y altaneraBarrilete y altaneraBarrilete y altaneraBarrilete y altanera
Jorge Merlano
Se agradece a Laura Borse por su desinteresada colaboracin en la redaccin de los articulos y a JorgeMerlano por cedernos sus caricaturas presentadas en este nuevo nmero de CetreriArgentina.
En el articulo Rapaces urbanas publicado en el nmero dos de CetreriArgentina omitimos publicar labibliografa utilizada la cual se cita a continuacin:
Bibliografa:
Narosky, T. Henschke, C. Aves de la Ciudad de Buenos Aires; Vzquez Mazzini Editores.
Cavicchia, M. 2007. (Abstract) Getting to know the raptors of the City of Buenos Aires.Pages 278-279 in K. L. Bildstein, D. R. Barber, and A. Zimmerman (eds.), Neotropical raptors.
Hawk Mountain Sanctuary, Orwigsburg, PA.
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