Universidad de Oriente.
Núcleo Anzoátegui.
Escuela de Medicina.
Cátedra: ITPP III
Soluciones Intravenosas
Profesor: Integrantes:
Amel Guánchez. Pizzo Stefano.
Ramos José S.
Risquez Josebeth.
Rodríguez Maryoly.
Enero 2013
Soluciones Intravenosas
Una solución es una mezcla homogénea de sólidos, líquidos y gases.
En el campo de la medicina una solución intravenosa es una
preparación líquida, estéril, con electrolitos, nutrientes y/o fármacos, procedente
de un laboratorio o farmacia, para ser administrada a un paciente en múltiples
situaciones de desviación de la salud, mediante el sistema de fleboclisis
(infusión continua a través del torrente sanguíneo), utilizando la fuerza de
gravedad.
El soluto es el componente presente en cantidad más pequeña y el
solvente es el componente mayor en cantidad y líquido. Los solutos
farmacéuticos pueden incluir componentes de la droga, agentes saborizantes,
colorantes, conservadores y estabilizadores o sales buffer (tampón). El agua es
el solvente más común para las soluciones farmacéuticas, pero el etanol, la
glicerina, el glicol del propileno, el alcohol isopropílico y otros líquidos también
se pueden utilizar dependiendo de los requisitos del producto. Para ser un
solvente apropiado, el líquido debe disolver totalmente la droga y otros
ingredientes sólidos en la concentración deseada, no bebe ser tóxico y estar en
caja fuerte para la ingestión o el uso tópico, además de estéticamente aceptable
al paciente en términos de aspecto, aroma, textura o gusto.
Movilidad del agua y los electrolitos a través de los compartimientos
El tráfico de moléculas a través de las membranas biológicas es vital para la
mayor parte de los procesos celulares, Algunas moléculas se desplazan a
través de las membranas biológicas por simple difusión entre las moléculas
integrantes de la membrana, mientras que el paso de otras requiere de la
intervención de proteínas transportadoras específicas y la dependencia o no del
metabolismo es otra variable observable.
Para poder desarrollar mejor este tema, debemos tener en cuenta:
Osmosis: Es el proceso de movimiento neto de agua que se debe a la
producción de una diferencia de la concentración de agua. Por tanto el
volumen celular permanece constante. Sin embargo en ciertas condiciones
se puede producir una diferencia de concentración de otras sustancias,
cuando ocurre esto se produce un movimiento neto de agua a través de la
membrana celular haciendo que la célula se hinche o que se contraiga
dependiendo de la dirección del movimiento de agua.
Presión osmótica: Es la presión hidrostática necesaria para detener el paso
de agua de un lugar a otro.
Osmolaridad: Se refiere a la concentración de partículas en una solución
expresada en osmoles por litros de solución.
Osmolalidad: Se refiere a la concentración de partículas en una solución
expresada en osmoles por kilogramos de agua de solvente.
Distribución de los electrolitos en el organismo: En los líquidos corporales
existen partículas sólidas o solutos, algunos poseen cargas y son los
electrolitos. Según el principio de la homeostasis, que manifiesta el
mantenimiento de las condiciones estáticas y constante del medio interno, el
volumen de los líquidos corporales y la concentración de los electrolitos
deben mantenerse estable para permitir el funcionamiento adecuado del
organismo. En condiciones normales, los electrolitos del organismo se
encuentran aproximadamente en las siguientes concentraciones:
ELECTROLITOS PLASMA
(mOsm/LH2O)
INTERSTICIAL
(mOsm/LH2O)
INTRACELULAR
(mOsm/LH2O)
Na+ 142 139 14
K+ 4.2 4.0 140
Ca++ 1.3 1.2 0
Mg+ 0.8 0.7 20
Cl- 108 108 4
HCO3- 24 28.3 10
HPO4 2 2 10
SO- 0.5 0.5 1
Ingreso y pérdida de agua en el organismo
Ingresos
La ingestión de líquidos va a variar de una enorme manera entre las personas
dependiendo de las condiciones a las que se encuentra sometidas. Existen 3
fuentes principales:
El líquido ingerido diariamente.
La que se ingiere con los alimentos sólidos.
El agua producida por el propio organismo cuando son oxidados los
hidratos de carbono en el metabolismo.
De esta fuente las 2 primeras son consideradas como una sola; de
las 3 fuentes es el agua proveniente del líquido ingerido la mayor contribución al
organismo una media de 2300 mililitros al día.
Pérdidas:
Pérdida insensible de agua: Es el tipo de pérdida de agua en la que el
individuo no percibe a pesar de que continuamente esta sucediendo.
No se puede evaluar con precisión y es causada por la evaporación en
el aparato respiratorio y por difusión a través de la piel; aquí cumple un
papel importante porque es la que controla la pérdida del agua para que
esta no sea excesiva.
Pérdida por sudor: la pérdida de agua por este medio es muy
importante ya que normalmente no es mucho 100 ml al día pero resulta
que esta puede aumentar dependiendo de la actividad física y la
temperatura ambiental.
Pérdida por heces: por este medio se pierde poca cantidad de líquidos
100ml al día, ya que antes de ser excretadas las heces en el intestino
grueso es absorbida gran cantidad de agua pero se excreta sólo un
pequeño volumen y esta aumenta si la persona presenta diarrea.
Pérdida por riñones: se produce por medio de la orina excretada por los
riñones y esta puede variar considerablemente dependiendo de la
condición del organismo; este es el mecanismo mas importante en
cuanto se refiere al mantenimiento del liquido corporal porque por
medio de la orina se controla las concentraciones electrolitos del
organismo. Entonces los riñones son los encargados de controlar la
secreción y recompensa de líquido y electrolitos.
Vómito: Las consecuencias metabólicas del vómito varían según el
volumen, su composición y la frecuencia de los mismos. Debido a que
la pérdida más importante es hídrica, y a la incapacidad de beber lo
suficiente para suplir las necesidades, aparece un estado de
deshidratación, junto con una pérdida de iones cloro, sodio, hidrógeno y
potasio, siendo severas estas últimas sólo en vómitos muy frecuentes.
Pérdida por sangre: puede ocurrir por dos razones de luego de un
cirugía o por un aumento súbito en la permeabilidad capilar.
Otra manera de pérdida es cuando hay una acumulación excesiva de
líquidos después de una cirugía, en un intestino dilatado y paralizado o
en la cavidad peritoneal.
Deshidratación
Es una afección que se presenta cuando el cuerpo no tiene tanta agua y
líquidos como debiera y puede ser causada por la pérdida excesiva de líquidos,
el consumo insuficiente de agua o líquidos o una combinación de ambos. Se
produce cuando la excreción total excede el ingreso total de líquidos y
electrólitos.
La deshidratación puede ser leve, moderada o grave dependiendo de la
cantidad de líquido corporal que se haya perdido o que no se haya repuesto.
Cuando es grave, la deshidratación es una emergencia potencialmente mortal.
Causas
Puede ser causada por la pérdida excesiva de líquidos, por no ingerir
suficiente agua o líquidos o por ambas:
Su cuerpo puede perder demasiados líquidos a causa de:
Sudoración excesiva (por ejemplo, por el ejercicio)
Gasto urinario excesivo, como en la diabetes no controlada o con el uso
de diuréticos
Fiebre
Vómitos o diarrea
Es posible no ingerir suficientes líquidos debido a:
Pérdida del apetito debido a una enfermedad
Náuseas
Irritación de la garganta o úlceras bucales
La deshidratación en niños enfermos es a menudo una combinación tanto
de la renuencia a comer o beber cualquier cosa como de la pérdida de líquidos
a causa de vómitos, diarrea o fiebre.
Los bebés y los niños tienen más probabilidades de deshidratarse que los
adultos ya que su peso es menor y sus cuerpos asimilan el agua y
los electrolitos con más rapidez. Los ancianos y los enfermos también están en
un alto riesgo.
Síntomas
Boca pegajosa o reseca
Letargo o coma (con deshidratación severa)
Ausencia o disminución del gasto urinario; la orina aparece de color
amarillo oscuro
Ausencia de lágrimas
Ojos hundidos
Fontanelas hundidas (el punto blando en la parte superior de la cabeza)
en el bebé
Diagnóstico
El examen físico puede mostrar también signos de:
Presión arterial que baja cuando usted está acostado y luego se para.
Demora en el llenado capilar.
Presión arterial baja.
Turgencia deficiente de la piel: la piel puede no mostrar la elasticidad
normal y regresar lentamente a su posición al ser pinzada en un pliegue
por el médico (normalmente la piel regresa rápidamente a su posición).
Frecuencia cardíaca rápida.
Shock.
Los exámenes pueden ser:
Análisis bioquímico de la sangre (para verificar los electrolitos,
especialmente los niveles de sodio, potasio y bicarbonato)
Nitrógeno ureico en la sangre (BUN)
Conteo sanguíneo completo (CSC)
Creatinina
Gravedad específica de la orina.
Tratamiento
Tomar líquidos generalmente es suficiente en casos de una
deshidratación leve. Es mejor tomar pequeñas cantidades de líquido
frecuentemente (utilizando una cuchara o una jeringa en los bebés y en los
niños), en vez de tratar de forzar una gran cantidad de líquido de una sola vez.
La ingesta de grandes cantidades de líquido de una sola vez puede producir
más vómitos.
Las soluciones de electrolitos o las paletas de helados son muy
efectivas y están disponibles en las farmacias. Las bebidas para deportistas
contienen mucho azúcar y pueden causar o empeorar la diarrea. Igualmente,
evite el uso del agua como primer recurso de reemplazo de líquidos en bebés y
niños.
En los casos de deshidratación moderada a grave, puede ser necesaria la
hospitalización del paciente y la administración de líquidos intravenosos. El
médico intentará determinar y luego tratar la causa de la deshidratación.
La mayoría de casos de virus estomacales (también llamada gastroenteritis
viral) tiende a resolverse espontáneamente después de unos cuantos días.
Clasificación de las soluciones endovenosas
Existen diversas soluciones que puedes utilizar según las necesidades
del paciente, si bien es cierto, es una indicación médica, además es importante
para el profesional conocer las características y complicaciones que pueden
surgir de cada una de ellas.
Clasificación según peso molecular
1. Cristaloides:
Solución de fácil difusión a través de una membrana semipermeable, que
contiene agua, electrolitos, y azúcares en distintas proporciones, pudiendo ser
por lo tanto Hipotónicas, Isotónicas o Hipertónicas según su concentración
respecto al plasma.
Hipotónicas: Solución con menor concentración de solutos con
respecto al plasma, y por lo tanto menor presión osmótica.
Isotónicas: Solución con concentración de solutos similar al plasma.
Hipertónica: Solución con mayor concentración de solutos en relación
al plasma.
Su capacidad de expandir el volumen va a estar relacionada con la
concentración de sodio de cada solución, y es este sodio el que provoca un
gradiente osmótico entre los compartimentos extravasculares e intravascular.
Así las soluciones cristaloides isotónicas respecto al plasma, se van a distribuir
por el fluido extracelular, presentan un alto índice de eliminación y se puede
estimar que a los 60 minutos de la administración permanece sólo el 20 % del
volumen infundido en el espacio intravascular. Por otro lado, la perfusión de
grandes volúmenes de estas soluciones puede derivar en la aparición de
edemas periféricos.
Cuando el volumen plasmático se encuentra contraído como resultado
de la simple pérdida de líquido y electrolitos, el defecto puede ser corregido en
muchos pacientes por la simple reposición de soluciones cristaloides. Cuando
las pérdidas iniciales son de naturaleza más compleja, por ejemplo en el shock
hemorrágico, estas mismas soluciones también tienen la capacidad de mejorar
transitoriamente la función cardiovascular. En estas condiciones, el volumen de
solución cristaloidea requerida es mucho mayor que la cantidad del fluido
perdido. Sin embargo, puede emplearse solución fisiológica como medida de
emergencia inicial. Cuando el volumen plasmático es amenazado en forma
crítica, el uso de soluciones coloidales es otra medida intermedia
que resulta más eficaz que las soluciones cristaloides.
Cristaloides isotónicos
Se distribuyen fundamentalmente en el líquido extracelular,
permaneciendo a la hora sólo el 20% del volumen infundido en el espacio
intravascular.
Estas se clasifican en:
Solución Salina (suero fisiológico al 0.9%): La solución salina al
0.9 % también denominada Suero Fisiológico, es la sustancia
cristaloide estándar, es levemente hipertónica respecto al líquido
extracelular y tiene un pH ácido.
Esta es indicada para reponer líquidos y electrolitos especialmente en
situaciones de pérdidas importantes de cloro (ej.: estados hipereméticos) ya
que en la solución fisiológica la proporción cloro: sodio es 1:1 mientras que en
el líquido extracelular es de 2:3. Se requiere infundir de 3-4 veces el volumen de
pérdidas calculado para normalizar parámetros hermodinámicos. Debido a su
elevado contenido en sodio y en cloro, su administración en exceso puede dar
lugar a edemas y acidosis hiperclorémica por lo que no se indica de entrada en
cardiópatas, ni en hipertensos.
Ringer: Solución electrolítica balanceada en la que parte del
sodio de la solución salina isotónica es sustituida por calcio y
potasio. Su indicación principal radica en la reposición de
perdidas hidroelectrolíticas con depleción del espacio
extravascular.
Ringer lactato: La mayoría de las soluciones cristaloides son
acidóticas y por tanto pueden empeorar la acidosis tisular que
se presenta durante la hipoperfusión de los tejidos ante
cualquier agresión. Sin embargo, la solución de Ringer Lactato
contiene 45 mEq/L de cloro menos que el suero fisiológico,
causando sólo hipercloremia transitoria y menos posibilidad de
causar acidosis. Y por ello, es de preferencia cuando debemos
administrar cantidades masivas de soluciones cristaloides.
Diríamos que es una solución electrolítica “balanceada”, en la
que parte del sodio de la solución salina isotónica es
remplazada por calcio y potasio.
La infusión de Ringer Lactato, contiene 28 mEq de buffer por litro de
solución, que es primeramente transformado en piruvato y posteriormente en
bicarbonato durante su metabolismo como parte del ciclo de Cori.
La vida media del lactato plasmático es de más o menos 20 minutos,
pudiéndose ver incrementado este tiempo a 4 ó 6 horas en pacientes con shock
y a 8 horas si el paciente es poseedor de un by-pass cardiopulmonar.
Suero glucosado al 5% (solución de compartimiento similar al
agua): Esta es una solución isotónica (entre 275-300
mOsmol/L) de glucosa. Sus indicaciones principales son:
1. La rehidratación en las deshidrataciones hipertónicas ( por sudación o
por falta de ingestión de líquidos )
2. Como agente aportador de energía.
3. nutrición parenteral en enfermos con imposibilidad de aporte oral.
4. estados de deshidratación intracelular y extracelular como los que se
producen en casos de vómitos, diarreas, fístulas intestinales, biliares y
pancreáticas, estenosis pilórica, hemorragias, shock, sudación profusa,
hiperventilación, poliurias, diabetes insípida, entre otros.
El suero glucosado al 5 % proporciona, además, un aporte calórico nada
despreciable. Cada litro de solución glucosada al 5 % aporta 50 gramos de
glucosa, que equivale a 200 kcal. Este aporte calórico reduce el catabolismo
protéico, y actúa por otra parte como protector hepático y como material de
combustible de los tejidos del organismo más necesitados (sistema nervioso
central y miocardio).
Entre las contraindicaciones principales tenemos:
1. Situaciones que puedan conducir a un cuadro grave de intoxicación
acuosa por una sobrecarga desmesurada de solución glucosada.
2. Enfermos addisonianos en los cuales se puede provocar una crisis
addisoniana por edema celular e intoxicación acuosa.
Solución glucosalinas isotónica (solución de compartimiento
similar al agua): Las soluciones glucosaminas (314 mOsm/L)
son eficaces como hidratantes y para cubrir la demanda de
agua y electrolitos. Cada litro de infusión de suero glucosalino
aporta 35 gramos de glucosa (140 kcal), 60 mEq de sodio y 60
mEq de cloro.
Soluciones isotónicas de uso en situaciones especificas:
Soluciones alcalinizantes: Estas soluciones se utilizan en aquellas
situaciones que exista o se produzca una acidosis metabólica. Para el
uso clínico disponemos de varias presentaciones según las
concentraciones a que se encuentren. Las de utilización más habitual
son la solución de bicarbonato 1 Molar ( 1 M = 8.4 % ), que sería la forma
preferida para la corrección de la acidosis metabólica aguda, y la
solución de bicarbonato 1/6 Molar ( 1.4 % ) con osmolaridad semejante a
la del plasma. La solución 1/6 Molar es la más empleada y su posología
se realiza en función del déficit de bases y del peso del paciente.
Soluciones Acidificantes: El cloruro amónico 1/6 Molar es una solución
isotónica (osmolaridad = 334), acidificante. El ión amonio es un dador de
protones que se disocia en H+ y NH3+ , y su constante de disociación es
tal que en la gama de pH de la sangre el NH4+ constituye el 99 % del
amoníaco total. La acción acidificante depende de la conversión de los
iones amonio en urea por el hígado, con generación de protones.
Este tipo de solución está indicada, en el tratamiento de la alcalosis
hipoclorémica y a su vez está contraindicada en las insuficiencias hepáticas.
Además, el cloruro de amonio posee toxicidad cuando es administrado de forma
rápida, y puede desencadenar bradicardia, alteraciones respiratorias y
contracciones musculares.
Cristaloides hipertónicos
Solución salina hipertónica:
Se recomienda al 7,5% con una osmolaridad de 2400mOsm/L. Es
aconsejable monitorizar los niveles de sodio plasmático y la osmolaridad para
que no rebasen el dintel de 160 mEq/L y de 350 mOsm/L respectivamente. Las
soluciones hipertónicas e hiperosmolares han comenzado a ser más utilizados
como agentes expansores de volumen en la reanimación de pacientes en shock
hemorrágico. El mecanismo de actuación se debe principal y
fundamentalmente, al incremento de la concentración de sodio y aumento de la
osmolaridad que se produce al infundir el suero hipertónico en el espacio
extracelular (compartimento vascular). Así pues, el primer efecto de las
soluciones hipertónicas sería el relleno vascular. Habría un movimiento de agua
del espacio intersticial y/o intracelular hacia el compartimento intravascular.
Soluciones glucosadas al 10%, 20% Y 40%:
Estas soluciones son consideradas soluciones glucosadas hipertónicas,
que al igual que la solución de glucosa isotónica, una vez metabolizadas
desprenden energía y se transforma en agua. A su vez, y debido a que moviliza
sodio desde la célula al espacio extracelular y potasio en sentido opuesto, se
puede considerar a la glucosa como un proveedor indirecto de potasio a la
célula. La indicación más importante de las soluciones de glucosa hipertónica
es el tratamiento del colapso circulatorio y de los edemas cerebral y pulmonar,
porque la glucosa produciría una deshidratación celular y atraería agua hacia el
espacio vascular, disminuyendo así la presión del líquido cefalorraquídeo y a
nivel pulmonar. Las contraindicaciones principales serían el coma addisoniano y
la diabetes.
Soluciones glucosalinas hipertónicas:
Es una solución para perfusión que se presenta en envases de 100 ml
conteniendo 50 ml o 100 ml de solución, envases de 250 ml, 500 ml y 1000 ml.
Pertenece al grupo de medicamentos denominado soluciones que afectan al
balance electrolítico. Electrolitos asociados con hidratos de carbono. Se utiliza
como aporte de sales y agua en los casos en los que exista deshidratación con
pérdidas moderadas de sales y agua: vómitos, diarreas, fístulas, sudoración
excesiva, en casos de necesitar la administración de agua, hidratos de carbono
y sales y metabolismo alterado de los azúcares: vómitos acetonémicos, coma
insulínico.
Cristaloides hipotónicos
Hiposalino al 0,45%:
Aporta la mitad del contenido de ClNa que la solución fisiológica. Ideal
para el aporte de agua libre exenta de glucosa, está indicada para la hidratacion
de personas que padecen un trastorno hidroelectrolítico por un elevado nivel
del ion sodio en la sangre (hipernatremias).
2. Coloides:
Las soluciones coloidales contienen partículas en suspensión de alto peso
molecular que no atraviesan las membranas capilares, de forma que son
capaces de aumentar la presión osmótica plasmática y retener agua en el
espacio intravascular. Así pues, las soluciones coloidales incrementan la
presión oncótica y la efectividad del movimiento de fluidos desde el
compartimento intersticial al compartimento plasmático deficiente. Es lo que se
conoce como agente expansor plasmático. Producen efectos hemodinámicos
más rápidos y sostenidos que las soluciones cristaloides, precisándose menos
volumen que las soluciones cristaloides, aunque su coste es mayor.
Coloides naturales
La albúmina: se produce en el hígado y es responsable de
aproximadamente un 70-80 % de la presión oncótica del plasma, constituyendo
un coloide efectivo. Su peso molecular oscila entre 66.300 y 66.900. La
albúmina se distribuye entre los compartimentos intravascular (40 %) e
intersticial (60 %). Las soluciones de albúmina son esterilizadas mediante
pasteurización a 60 ºC durante 10 horas, lo cual es efectivo para destruir los
virus de la inmunodeficiencia humana, de las hepatitis B y no-A no-B (entre ellos
el virus de la hepatitis C). Sin embargo, pueden ser portadoras de pirógenos e
infecciones bacterianas por contaminación de las soluciones. Incluso la
pasteurización de la solución, puede provocar una polimerización de la
albúmina creando una macromolécula con capacidad antigénica y de producir,
por lo tanto, una reacción alérgica. Condiciones clínicas que pueden asociarse
con disminución de la producción de albúmina en sangre incluyen malnutrición,
cirrosis, cirugía, trauma, hipotiroidismo, y estados inflamatorios sistémicos como
en la Sepsis. Entre los posibles beneficios que puede aportar la albúmina, está
su capacidad para hacer disminuir los edemas, mejorando la presión oncótica
vascular y evitando asi, tanto en los pulmones como en otros órganos, la
producción de edema. Estudios recientes han demostrado, que la albúmina
también es capaz de barrer los radicales libres que circulan por el plasma.
Coloides artificiales
Los dextranos: son polisacáridos de origen bacteriano producidos por el
Leuconostoc mesenteroides. Tiene propiedades oncóticas adecuadas pero no
es capaz de transportar oxígeno. Mediante hidrólisis parcial y fraccionamiento
de las largas moléculas nativas, el dextrán puede ser convertido en
polisacáridos de cualquier peso molecular deseado. La eliminación de los
dextranos se realiza fundamentalmente por vía renal. Las soluciones de
dextrano utilizadas en clínica son hiperoncóticas y promueven tras su infusión
una expansión de volumen del espacio intravascular por medio de la afluencia
del líquido intersticial al vascular. Puesto que el volumen intravascular aumenta
con mayor proporción que lo que corresponde a la cantidad de líquido infundido,
los dextranos pueden considerarse como expansores plasmáticos. Las
infusiones concentradas de dextrano de bajo peso molecular, por atravesar
rápidamente el filtrado glomerular, pueden incrementar la viscosidad de la orina
y conducir a una insuficiencia renal por obstrucción del túbulo. La tubulopatía
inducida por el dextrano es reversible si se rehidrata al sujeto. Cuando un
paciente sea tratado con dextranos se debe tener en cuenta que estos alteran
el resultado de la glucemia medida. Y pueden alterar el grupaje de sangre, ya
que su unión a los hematíes modifica sus propiedades dando falsas
agregaciones en la determinación del grupo sanguíneo.
Derivados de la gelatina: Estas soluciones poseen un alto contenido en
calcio (6 mmol/L) y en potasio (5 mmol/L), igualmente resulta ligeramente
hiperoncótica. Su eliminación es esencialmente renal. A las 4 horas de la
administración los niveles séricos de gelatina modificada son ligeramente
superiores al 40 % de la cantidad infundida. Transcurridas 12 horas, la cantidad
que permanece aún en el espacio vascular es del 27 % y a las 48 horas se ha
eliminada prácticamente toda. Esta capacidad de poder eliminarse tan
fácilmente es lo que permite la utilización de elevadas cantidades de este
coloide. Los productos de gelatina nunca se han asociado con fallos renales, no
interfieren con las determinaciones del grupo sanguíneo y no producen
alteraciones de la hemostasia.
Materiales necesarios en la aplicación de soluciones endovenosas
La solución endovenosa a administrar.
Equipo de perfusión.
Jeringa para agregados.
Algodón.
Solución antiséptica.
Tijera estéril o desinfectada.
Llave de tres pasos o alargador.
Agregados (NaCl, KCl, vitaminas. etc.).
Depósito para material cortopunzante.
Marcador para rotular.
Preparación del medicamento a administrar vía intravenosa
Antes de realizar cualquier procedimiento hay que lavarse las manos y
enfundarse unos guantes, que en este caso no es preciso que sean estériles.
Cargar en la jeringuilla el medicamento que luego vamos a introducir en
el suero.
Introducir el medicamento en el suero. Para ello retiraremos el capuchón
protector, desinfectaremos con el antiséptico el tapón de caucho e inyectaremos
el medicamento que previamente habíamos cargado en la jeringuilla. En todo
momento se ha de conservar la asepsia de las zonas estériles (en este caso el
tapón de caucho y la aguja de la jeringuilla).
Conectar el sistema de perfusión con la botella:
Abrir la toma de aire y cerrar la llave tipo roller del sistema de perfusión.
Para facilitar su posterior manejo y control, la llave debe de estar a unos 2-4 cm
de la cámara de goteo. Retirar la capucha protectora del punzón. No tocar el
punzón en ningún momento. Insertar el punzón en el tapón de caucho de la
botella que contiene el suero. Invertir el frasco y colocarlo en el pie de suero.
Presionar la cámara de goteo con los dedos para que se llene hasta 1/3-
1/2 de su capacidad. Si no hacemos esa presión y dejamos que se rellene por
gravedad, lo que entrará en el sistema será la solución a prefundir junto con
aire.
Abrir la llave tipo roller más o menos hasta la mitad para purgar de aire la
alargadera (la capacidad volumétrica de ésta es de 10 cc).
Una vez que la alargadera está llena de líquido, cerrar la llave tipo roller.
Maneras de administración y cómo calcular la velocidad de
perfusión
Macrogoteo
Dispositivo que permite la infusión de soluciones, cuyo calibre proporciona
generalmente la relación de 1cc = 20 gotas (verificar según fabricación).
¿Cómo hacemos el cálculo?
Cuando 1 cc sea diferente de 20 gotas, procede de la siguiente forma:
Ejemplo: Un paciente debe recibir 1000 cc de suero Fisiológico al 0.9%
en 24 horas, la advertencia del fabricante dice que el goteo del perfus equivale
a 1cc = 18 gotas.
1.
Tiempo en horas x 3= Gotas por minuto
Volumen total
= 41.6 cc/Hr.24 Hrs.
1000cc
Tiempo en horas
Volumen
total
2. Calcula según regla de tres:
1cc = 18 gotas
41,6 cc = x
41.6 x 18 = 748.8 gotas x Hr.
3. El total de gotas por hora divídelo por 60 min.
748.8 / 60 = 12.4 12 Gt x min. Aprox.
Microgoteo
Dispositivo que permite la infusión de soluciones (generalmente con
medicamentos) cuyo calibre proporciona una relación de 1cc = 60 gotas.
Bomba de Infusión continua
Administración exacta de una solución a través de un equipo que se programa
digitalmente. Debemos conocer el volumen total de la solución y el tiempo en
horas de su administración. Para su adecuado funcionamiento, debemos
mantenerlo conectado a una fuente de energía eléctrica.
Infusión en bolo
Administración de un medicamento en un espacio corto de tiempo,
generalmente de 1 a 30 minutos, dependiendo del fármaco, la dosis y el
paciente. Esta administración se puede realizar manualmente o a través de una
bomba jeringa.
Preparación de soluciones endovenosas a partir de una solución
madre
Una Solución Base o Madre es aquella solución a partir de la cual se
pueden preparar nuevas soluciones de bajas concentraciones. Está libre de
Pirógenos (sustancia o agente que tiende a provocar un aumento de la
temperatura corporal).
La solución madre siempre será la solución más concentrada a partir de la
cual se prepara una solución más diluida.
Cuando no se dispone de una solución endovenosa con un volumen y una
concentración necesaria para el tratamiento del paciente, se puede obtener
dicha solución preparándola a partir de una (s) SOLUCIÓN (es) MADRE, de las
siguientes maneras:
1. Dilución: Consiste en preparar una solución menos concentrada a partir de una más concentrada, añadiendo solvente, es decir, se determina la cantidad de soluto presente en un volumen determinado de solución madre y posteriormente combinarlo con agua pura o un solvente.
Para ilustrar la preparación de una solución diluida procederemos al siguiente
ejemplo:
Se necesita preparar 300 ml de una solución de NaCl al 0,9 % a partir de una
solución de NaCl al 3 %, procederemos de la siguiente manera:
Datos:
Pretendo preparar: 300 ml de Solución de NaCl al 0,9% Dispongo de: Agua destilada, Solución de NaCl al 3% (Fco. 500ml) ----
Solución madre
Procedimiento:
Como quiero obtener una solución de menor concentración a la que dispongo
utilizó la ecuación de una dilución:
Cc x Vc = Cd x Vd
Donde, el subíndice c se refiere a la solución madre o solución concentrada y
el subíndice d es a la solución diluida tenemos:
Cc = 3 %
Vc = ?
Cd = 0,9 %
Vd = 300 ml
3% x Vc = 0,9% x 300 ml de solución NaCl al 0,9 %
Despejando Vc se obtiene el volumen de solución de NaCl al 3 % (sol. Madre)
Vc = 90 ml de solución de NaCl al 3 %
Entonces podemos calcular la cantidad de agua destilada que necesito
agregar a los 90 ml de solución de NaCl al 3 % (solución madre) para obtener
los 300 ml de la solución de NaCl al 0,9 %
Cantidad de sol de NaCl al 0,9 % = Cantidad sol madre + Cantidad de agua
Cantidad de agua = Cantidad de sol NaCl al 0,9 % -Cantidad sol NaCl al 3 %
300 ml de sol de NaCl al 0,9% - 90 ml de sol de NaCl al 3% = 210 ml de agua
destilada
Entonces, al agregar 210 ml de agua destilada + los 90 ml de sol de NaCl al
3% se obtienen 300 ml de solución de NaCl al 0,9%
2. Combinación: Consiste en la mezcla de dos o más soluciones de concentraciones diferentes.
Ejemplo:
Se necesita preparar 200 ml de una solución dextrosalina al 0,15% a partir de
solución de dextrosa al 20% y solución de NaCl al 0,9%, se procede de la
siguiente manera:
Datos:
5 g de dextrosa
Quiero: 200 ml de sol. dextrosalina al 0,15 [100ml]
0,15 g de NaCl
Dispongo: Agua destilada, Solución de dextrosa al 20%, Solución de NaCl al
0,9%
Procedimiento:
1. Se calcula la cantidad en gramos de Dextrosa y NaCl que se necesitan para preparar 200 ml de solución dextrosalina al 0,15% de la siguiente manera:
100 ml de Sol. de Dextrosalina 5 g de Dextrosa X = 10 G de
Dextrosa
200 ml de Sol. de Dextrosalina X
100 ml de Sol. de Dextrosalina 0,15 g de NaCl X = 0,30 g de
NaCl
200 ml de Sol. de Dextrosalina X
2. Ahora se determina el volumen de la solución de dextrosa al 20% y el volumen de NaCl al 0,9%
Solución de Dextrosa al 20%
100 ml de Sol. de Dextrosa 20 g de Dextrosa
X 10 g de Dextrosa
X= 50 ml de Sol. de Dextrosa
Solución de NaCl al 0,9%
100 ml de Sol. de NaCl 0,9 g de NaCl
X 0,3 g de NaCl
X = 33,3 ml de Sol. de NaCl
3. Se determina la cantidad de agua que hay que agregar a la solución de dextrosa al 20% y la solución de NaCl al 0,9% para obtener los 200 ml de solución de Dextrosalina al 0,15%
Sol. Dextrosalina al 0,15% = sol. Dextrosa al 20% + sol. NaCl al 0,9% + agua
destilada
200 ml sol. Dextrosalina = 50 ml sol dextrosa + 33,33 ml sol. NaCl + agua
destilada
Volumen de agua destilada = 116,67 ml
Finalmente se procede a preparar la solución de Dextrosalina al 0,15 %
agregando 50 ml de sol de Dextrosa al 20%, 33,33 ml de sol de NaCl al 0,9% y
116,67 ml de agua destilada obteniéndose 200 ml de solución de dextrosalina al
0,15
Elección del lugar de la inyección para la administración intravenosa
de medicamentos
A la hora de elegir el lugar para la venopunción hay que tener en cuenta una serie de factores previos:
La duración del tratamiento. Si se prevé que va a ser menor de 6 horas, se escogerá el dorso de la mano. Si se estima que la duración va a ser mayor, se preferirá el antebrazo.
El tipo de solución. Si es fleboirritante (soluciones ácidas, alcalínas o hipertónicas, de uso poco frecuente en atención primaria), se aconsejan las venas gruesas.
El tamaño de la aguja. Para venas de pequeño calibre, agujas de pequeño calibre y para venas de mayor calibre, agujas de mayor diámetro. En los adultos los calibres que mas se emplean son el de 20G (color del cono rosa) y el de 18G (color del cono verde). En los niños y en los adultos en los que hay que elegir una vena de pequeño calibre, se utiliza el catéter de 22G (color del cono azul).
El tipo de vena. Son de preferencia las venas que sean flexibles y rectas. Está contraindicado pinchar cualquier trayecto venoso que esté inflamado.
La edad del individuo. En los recién nacidos y los lactantes hasta el año de edad se escogen las venas epicraneales. En los adolescentes y los adultos, las de la mano y el antebrazo. En los ancianos se prefieren las venas del antebrazo ya que las de la mano, además de tener un trayecto bastante tortuoso, son difíciles de fijar a la hora de pincharlas (se mueven o “bailan”).
Las zonas donde se pueden administrar los medicamentos se localizan en las extremidades, prefiriéndose siempre la extremidad superior a la inferior:
Red venosa dorsal de la mano: venas cefálica y basílica.
Antebrazo: venas cefálica y antebraquiales. Fosa antecubital: vena basílica (la de elección), vena cubital (es la de
elección para las extracciones de sangre periférica, pero no para canalizar una vena, ya que su trayecto es corto) y vena cefálica (es difícil de canalizar porque no es recta y “se mueve” bastante).
Brazo: venas basílica y cefálica. Red venosa dorsal del pie. Zona inguinal: venas safena interna y femoral.
Inserción del catéter y aplicación intravenosa del medicamento
Los pasos a seguir son los siguientes:
1. Desinfectar el lugar de punción. Para ello aplicaremos una torunda impregnada de antiséptico en el centro de la zona elegida. Posteriormente y con un movimiento que dibuje una espiral hacia fuera, abarcaremos un diámetro de unos 5 cm. Con ello “barreremos” hacia el exterior los gérmenes de esa zona de la piel, cosa que no conseguiremos si el movimiento que le imprimimos a la torunda es de derecha a izquierda o de arriba abajo.
2. Preparar el catéter. Retiraremos la funda protectora con la mano no dominante. Con la mano dominante sostendremos el catéter de la siguiente manera: los dedos índice y medio se apoyarán en las lengüetas, mientras que el pulgar lo hará en la cámara trasera.
3. Inmovilizar la vena a puncionar. Colocaremos la mano no dominante unos 5 cm por debajo del lugar de punción y tiraremos de la piel en este sentido, así conseguiremos “aplastar” la vena contra el músculo subyacente, el cual actuará de plano duro.
4. Realizar la venopunción. La punción de la vena se puede hacer mediante dos métodos: el directo (se punciona directamente sobre la vena) y el indirecto (se punciona la zona cercana al vaso y luego dirigimos la aguja hacia el trayecto venoso). Insertaremos la aguja con el bisel hacia arriba, formando un ángulo de 30-40 grados con la piel. Observaremos si retorna sangre hacia la cámara trasera del catéter, lo cual nos indica que la aguja ha entrado en la vena. A continuación, disminuiremos el ángulo de la aguja, dejándola casi paralela a la superficie cutánea. Finalmente y con un movimiento coordinado de ambas manos, canalizaremos la vena: la mano no dominante va introduciendo el catéter mientras que la mano dominante va retirando el fiador.
5. Conectar el catéter al sistema de perfusión. Primero estabilizaremos el catéter con la mano no dominante, haciendo presión sobre la vena justo por encima del punto de inserción (así también evitaremos la salida de sangre). Al mismo tiempo que estamos estabilizando el catéter con una mano, con la otra retiraremos el torniquete y conectaremos rápidamente el sistema de perfusión.
6. Asegurar el catéter a la piel. Emplearemos el sistema de fijación de que dispongamos: esparadrapo, apósitos de las diferentes casas comerciales, etc.
7. Abrir la llave del sistema de perfusión y ajustar con ella la velocidad a la que queremos que pase la solución.
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