Cuba en la prensa canaria (1934-1962), antecedentes y revolucin
Directoresjavier gonzlez antnmanuel De paz snChez
Curso 2006/07HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES/3
I.S.B.N.: 978-84-7756-742-4
soportes auDiovisuales e informtiCosserie tesis Doctorales
miguel leal Cruz
2
NDICE
Pgina
I. INTRODUCCIN ----------------------------------- 12
I.1. Estado de la cuestin. ................................... 17
I.2. Hiptesis de trabajo. .................................... 17
I.2.1. Consideraciones previas. ............................. 18
I.2.2. Hiptesis general. ........................................ 19
I.2.3. Aspectos especficos. .................................. 19
I.3. Lmites cronolgicos y condicionamientos 20
II. FUENTES Y METODOLOGA ------------------- 25
II.1. Prembulo referencial 25
II.2. Procedimiento de investigacin...................... 26
II.3. Fuentes hemerogrficas.................................. 27
II.4. Objetivos sectoriales. . 29
II.5. Otras fuentes documentales........................... 29
II.6 Fuentes orales.................................................. 30
II.7 Dificultades que genera la prensa franquista. 30
II.8 Metodologa 35
II.8.1 Fundamentacin terica.. 36
II.8.2 Diseo metodolgico. 37
3
III. CONTEXTO GENERAL EN OBJETIVOS.... 39
IV. CONCLUSIONES 40
PARTE PRIMERA.
HECHOS PREVIOS QUE DETERMINAN EL XITO POSTERIOR DEL
PROCESO REVOLUCIONARIO CASTRISTA.
CAPTULO I.
LA SITUACIN EN CUBA ANTE LA REVOLUCIN DE 1933 41
1.1. Factores determinantes para un conflicto--------- 42
1.2. Corrupcin administrativa ------------------------ 44
1.3. Prensa canaria y preparativos revolucionarios 46
CAPTULO II.
HUELGA GENERAL Y DERROCAMIENTO DE MACHADO
2.1. En el camino hacia la revolucin -------------------- 52
2.2. Cada de Machado y prensa ----------------------- 60
CAPTULO III.
LA PRESIDENCIA PROVISIONAL.
REACCIN SOCIAL Y LABORAL -----------------------
3.1. Momentos convulsivos --------------------------------- 68
3.2. Carlos Manuel Cspedes, presidente -------------- 70
CAPTULO IV.
LA OFENSIVA REVOLUCIONARIA Y EL MOVIMIENTO
POPULAR DE 1933 ----------------------------------------- 73
4
4.1. Aparente estabilidad ---------------------------------- 75
4.2. Depuracin en el Ejrcito cubano ------------------ 75
4.3. Hacia la insubordinacin militar ------------------- 78
4.4. Persiste la ingerencia norteamericana ------------ 88
CAPTULO V.
EL GOBIERNO PROVISIONAL DE GRAU Y GUITERAS:
MEDIDAS SOCIALES --------------------
5.1. La denominada Sargentada militar ------------ 90
5.2. Medidas sociales impensadas en Cuba ------------- 92
5.3. Rechazo a las medidas revolucionarias ----------- 96
CAPTULO VI.
LUCHAS CAMPESINAS Y REALENGO 18 -----
6.1. Protagonismo campesino cubano ------------------ 103
CAPTULO VII.
BATISTA Y EL GOLPE REACCIONARIO ------
7.1. Fulgencio Batista y Sumner Welles ---------- 107
7.2. Un Sandino canario en Cuba ------------------ 109
CAPTULO VIII.
LA REACCIN EN EL PODER ------------------- 114
8.1. Prensa canaria y la situacin cubana ------------- 115
8.2. Persisten disturbios revolucionarios -------------- 116
8.3. Incidencia dela emigracin canaria en Cuba----- 122
8.4. Diversos anlisis para explicar la situacin --------------------- 134
CAPTULO IX.
FRACASO OPOSITOR A LAS MEDIDAS DE BATISTA 136
5
9.1. Anlisis de la situacin situacin segn la prensa 136
9.2. Elementos radicales boicotean medidas de Batista 141
9.3. Manifestaciones de la CGTC en el 1 de mayo 145
9.4. Persisten los actos terroristas -------------------- 147
CAPTULO X
SIGNIFICACIN SOCIAL DE LA REVOLUCIN DE 1933 151
10.1. Disidencia entre exiliados en Miami ----------- 152
10.2. Medidas sociales beneficiosas para la mayora de los
cubanos ----------------------------------------------- 153
10.3. Siempre hubo dos Cubas -------------------------- 155
10.4. Una pgina protagonizada por isleos ---- 159
CAPTULO XI.
LA VULNERACIN DE LA CONSTITUCIN ------ 162
11.1. Problemtica sindical y laboral ------------------ 163
11.2. Batista y duras medidas ante la coyuntura mundial ------- 165
11.3. Gobierno del Partido Revolucionario Cubano - 166
11.4. Diferencias arancelarias en el comercio con
Estados Unidos ---------------------------------------- 169
11.5. Crece la influencia ideolgica comunista ----- 174
11.6. Relativos xitos del PRC -------------------------- 176
CAPTULO XII.
AUGE Y DECADENCIA DE LOS GOBIERNOS AUTNTICOS 190
12.1. Empecinamiento de Eduardo Chibs --------- 192
12.2. Otros aspectos positivos del PRC --------------- 195
CAPTULO XIII.
FULGENCIO BATISTA Y LA NUEVA
6
VULNERACIN CONSTITUCIONAL ---------------------------------- 200
13.1 Golpe de estado propiciado por Batista ------- 201
CAPTULO XIV.
LA DICTADURA DE BATISTA PROPICIA LOS INICIOS PRE-
REVOLUCIONARIOS ---------------------------------- 204
14.1. Golpe de estado, prensa y hechos inmediatos 204
14.2. Batista contra polticos disidentes --------------- 210
14.3. Relaciones diplomticas entre Batista y Franco - 212
14.4. Revueltas estudiantiles en la Universidad y Palacio Presidencial 215
14.5. Incidentes en la Universidad y la sombra de Fidel Castro 219
14.6. rganos represivos y medidas oficiales ------- 222
14.7. Asalto al Moncada. Consecuencias inmediatas 224
14.8. Prensa editada y situacin cubana --------------- 229
14.9. Mejoran las relaciones Espaa-Cuba --------- 235
14.10. Cuba hacia su mayor proyeccin mundial ---- 238
14.11. Nuevas iniciativas revolucionarias------------- 243
14.12. Preparativos en Mjico y tctica de lucha ---- 246
14.13. El Granma ---------------------------------------- 250
14.14. Desembarco problemtico en Coloradas ----- 252
CAPTULO XV.
ANLISIS DE LA SOCIEDAD Y ECONOMA
PREVIAS A LA REVOLUCIN ---------------------------------- 256
PARTE SEGUNDA
LA REVOLUCION CUBANA (1959-1962) --------------------------- ----- 262
FIDEL CASTRO HACIA LA CONSOLIDACIN
DEL PROCESO REVOLUCIONARIO CUBANO -------------- 263
7
CAPITULO XVI.
16.1. Fidel inicia el periodo revolucionario 263
16.2. Resistencia en Sierra Maestra ---- 265
16.3. Intentos para controlar El Llano -------- 269
16.4. Disidencia en Miami. Aproximacin estratgica------ 272
16.5. Estados Unidos desestima a Batista ------------- 287
CAPITULO XVII.
17.1. Das de descontrol y terror generalizado -------- 293
17.2. Castro entra en La Habana y toma primeras medidas -------- 303
17.3. Desavenencias ideolgicas y de actuacin ----------------------- 308
17.4. Incidencia en la Embajada de Cuba en Madrid --------------- 312
17.5. Primeros enfrentamientos entre Cuba y Estados Unidos --- 316
17.6. Juicios sumarsimos ------------------------------------------------ 319
17.7. Comienzo el acercamiento sovitico ----------------------------- 322
CAPTULO XVIII.
LA REVOLUCIN CASTRISTA
CAMINA HACIA LA CONSOLIDACIN ---------------------- 324
18.1. Fidel Castro visita Norteamrica ---------------------------------- 327
18.2. Cuba enva revolucionarios a Panam? ------------------------ 329
18.3. La iniciada revolucin camina ------------------------------------ 332
18.4. Persiste la objecin interior contrarrevolucionaria -------------- 337
18.5. Conmemoracin de la mtica fecha 26J ------------------------ 342
18.6. Mayor acercamiento a la Unin Sovitica ---------------------- 345
18.7. Batista entra en el juego poltico --------------------------------- 351
18.8. Affaire Huber Matos ------------------------------------------------ 357
18.9. Enfrentamiento diplomtico Cuba Espaa ----------------- 363
8
18.10. Discrepancias entre Castro y la Prensa ---------------------- 372
CAPTULO XIX.
FIDEL CASTRO EN EL PODER MXIMO ------------------------ 377
19.1. Castro nombre nuevo presidente: Osvaldo Dortics --------- 378
CAPTULO XX.
LA PRIMERA LEY EN LA REFORMA AGRARIA --------- 384
20.1. Medidas revolucionarias en la agricultura cubana ------- 385
20.2. Estatalizacin de propiedades norteamericanas ------ 387
20.3. Promesas de indemnizacin de tierras ---------------------- 392
20.4. El incidente Huber Matos y la Reforma Agraria --------- 392
20.5. Acercamiento econmico al bloque comunista ------------- 395
20.6. Intercambio de prisioneros por maquinaria agrcola ---- 400
CAPTULO XXI.
RESEA EN LA REFORMA URBANA -------------------------- 403
CAPTULO XXII.
CAMPAA DE ALFABETIZACIN ---------------------------- 408
CAPTULO XXIII.
RELACIONES CUBA ESTADOS UNIDOS ------ 416
23.1. Aproximacin de los Estados Unidos a Suramrica ------ 418
23.2. Relaciones comerciales entre URSS y Cuba ---------------- 419
23.3. Sabotaje en La Habana al buque francs Le Coubre -- 421
23.4. Problemas en el mercado del azcar cubano -------------- 424
23.5. Nuevas dificultades revolucionarias ------------------------- 426
9
CAPTULO XXIV.
APROXIMACIN COMUNISTA
Y REVOLUCIN CUBANA ----------------------------------------- 439
24.1. Persisten dificultades revolucionarias ------------------------ 442
24.2. Renovado optimismo revolucionario de Fidel Castro ----------- 448
24.3. Proyecto intervensionista cubano ------------------------------- 455
24.4. Agravamiento comercial azucarero con EEUU -------------- 464
CAPTULO XXV.
PROCESO REVOLUCIONARIO CUBANO Y EL
ENFRENTAMIENTO ESTE OESTE --------------------- 466
25.1. Situacin creada y efecto domin ----------------------------- 470
25.2. Nuevas confiscaciones revolucionarias ------------------------- 479
CAPTULO XXVI.
CUBA SE ENFRENTA A LA OEA ------------------------------------ 481
26.1. Desavenencias en la OEA por situacin cubana ----------------- 482
26.2. Fidel Castro en Nueva York --------------------------------------- 490
CAPTULO XXVII.
ETAPA CRTICA EN LA REVOLUCIN CUBANA --------- 499
27.1. Actos terroristas en Cuba y ruptura de relaciones diplomticas 502
27.2. Persiste la contestacin interior ----------------------------------- 506
CAPTULO XXVIII.
LA IGLESIA CATLICA CUBANA
EN LA REVOLUCIN SOCIALISTA -------------------------------- 513
28.1. Iglesia cubana, revolucin y prensa ------------------------------ 529
10
PARTE TERCERA
EL AGRAVAMIENTO DE LA CRISIS ESTADOS UNIDOS/CUBA
CAPTULO XXIX
LOS ESTADOS UNIDOS PROYECTAN LA INVASIN DE CUBA 546
29.1. Preparativos para la anunciada invasin --------------------------- 550
CAPTULO XXX
ESTADOS UNIDOS: ACOSO ECONMICO A CUBA --------------- 553
CAPTULO XXXI
CUBANO NORTEAMERICANOS INVADEN CUBA ----------------- 558
31.1. Visin periodstica de los hechos -------------------------------------- 560
31.2. Anlisis estratgico de la operacin sobre Cuba ------------------- 571
31.3. Fracaso en Playa Girn ------------------------------------------------- 582
31.4. Fidel Castro celebra la frustrada invasin -------------------------- 591
CAPTULO XXXII
CULES FUERON LAS CAUSAS DEL FRACASADO
INTENTO DE INVASIN A CUBA? ------------------------------------- 599
CAPTULO XXXIII
NUEVA ESTRUCTURA IDEOLGICA Y
AVANCE COMUNISTA EN CUBA --------------------------------------- 607
33.1. Decisiva reestructuracin revolucionaria --------------------------- 608
11
CAPTULO XXXIV
CUBA Y EL CONSEJO DE MINISTROS DE LA OEA -------------- 613
34.1. Punta del Este: Cuba se enfrenta a la OEA ------------------------ 617
34.2. Fidel Castro acude al Consejo de Seguridad de la ONU --------- 625
CAPTULO XXXV
HACIA LA CRISIS DE LOS MISILES ----------------------------------- 633
35.1. Comprobada presencia armamentstica sovitica en Cuba ------ 653
35.2. Fuerzas areas estadounidenses violan espacio areo cubano --- 667
35.3. Indicios para posible enfrentamiento blico mundial ------------ 675
35.4. Se inicia el bloqueo naval norteamericano a Cuba -------------- 687
CAPTULO XXXVI
LA CRISIS DE OCTUBRE DE 1962 Y CONSECUENCIAS --------- 690
36.1. Das de tensin blica que aterrorizaron al mundo --------------- 691
36.2. Agravamiento de la crisis ----------------------------------------------------- 695
36.3. Tendencia a la distensin en el conflicto ---------------------------- 711
CONCLUSIONES------------------------ ---------------- 734
ANEXO: Figuras de origen canario en la Revolucin Cubana 742
BIBLIOGRAFA, ESPECFICA GENERAL Y PRENSA 763
I) Datos bibliogrficos complementarios ------- ------------------------- 764
II) Bibliografa especfica necesaria---------------- ----------------------------- 770
III) Prensa peridica consultada -------------------------------------------- 777
IV) Bibliografa general------------------------------------------------------- 779
---O---
12
DESARROLLO DEL PROYECTO
Introduccin
Ya de por s hablar de Cuba, en los prolegmenos del siglo XXI, es siempre difcil por
la situacin geopoltica creada por una administracin actual sui gneris,
especialmente con su enemigo del Norte, otrora gran amigo: Los Estados Unidos de
Norteamrica. Pero, ms comprometido es an ahondar sobre el proceso revolucionario
que se gesta en origen para crear dicha situacin y el de su artfice mximo: Fidel Castro
Ruz, otro lder populista de ascendencia criolla en la Amrica hispana.
Es esta una misin comprometida a pesar de que la etapa cronolgica que se pretende
enjuiciar histricamente, respecto al devenir contemporneo, queda lejana en el tiempo.
Y, mxime, cuando la argumentacin principal parte desde unas fuentes periodsticas
que han quedado desfasadas respecto a los actuales sistemas tecnolgicos (puesto que la
tradicional linotipia ha sido sustituida por la luz y el cable, telefax o la transmisin por
satlite), pero no por ello menos validas para una investigacin rigurosa.
La prensa escrita de los ltimos aos ha proliferado precozmente como forma de hacer
llegar la noticia inmediatamente a las masas vidas de conocimiento noticiable en
cualquiera de sus facetas: polticas, econmicas, sociales e incluso burstiles, o de las
diferentes formas de ocio conocida, sin menospreciar la faceta deportiva.
Sin embargo, la utilizacin de la misma por historiadores y para hacer historia objetiva,
es realmente reciente aunque conforma una base suficiente, con procedimientos
indagatorios fiables y suficientemente contrastados para que el texto resultante sea
autnticamente histrico1. Autoridades universitarias acuden a estos campos
periodsticos y extraen un profundo aprovechamiento complementario para sus
rigurosas investigaciones. Es digno de destacar el historiador espaol Javier Tussel, o el
codirector de este proyecto Manuel de Paz, que toman datos de la prensa escrita para
aspectos de autntica historia. Ambos toman hechos transcurridos durante los dos
13
ltimos siglos de nuestro devenir, el primero de Espaa (Historia Contempornea,
UNED), el segundo de Hispanoamrica, especialmente, para sus numerosas obras
editadas. Asi mismo ha de destacarse el prlogo2 a la obra del periodista y bibligrafo
canario-americano David W. Fernndez, a cargo del director del presente proyecto de
tesis, Javier Gonzlez Antn, en el que se aprecia patente dicha relacin histrico-
periodstica. Igualmente se refleja en la obra de otro historiador canario, Julio Yanes
Mesa, que para su tesis doctoral, convertida en libro, Leoncio Rodrguez y La Prensa:
una pgina del periodismo canario, hace exhaustivo uso de los contenidos del peridico
El Da, desde sus comienzos, llamado La Prensa (ampliamente citado en esta
investigacin), hasta prcticamente hoy3. Con esta fuente se analizan muchos aspectos
sociales, econmicos, polticos o culturales de Canarias en relacin con el resto de
Espaa y de la Isla de Tenerife en particular, y se concatena un estudio comparativo con
otras fuentes para Hispanoamrica4.
Sin embargo, tampoco podemos aceptar la exhaustiva y terica afirmacin personal del
prolfico escritor, periodista y crtico literario espaol Enrique Jardiel Poncela, cuando
expresa: La verdadera historia est en los peridicos y no en los libros... o la frase de
otro miembro de la cultura hispana, Vargas Llosa, cuando afirma que el periodismo es
la historia hacindose (con quien, conocedor de ambas disciplinas que intento
complementar, coincidimos casi plenamente siempre que el periodismo utilizado sea
auntnticamente objetivo y contrastado), o como nos dice Javier Gonzlez Antn, la
1 Cabrera Dniz, Gregorio Jos, Canarios en Cuba: Un captulo en la historia del Archipilago, 1875-1931, Captulo III, La Prensa, Cabildo de Gran Canaria, p.133 y s. 2 En el prembulo, Javier Gonzlez Antn, Profesor Titular de Documentacin Periodstica en la Universidad de La Laguna y Director del Centro de Documentacin Canarias-Amrica del Cabildo de Tenerife, nos apunta, adems, que: Entre los precedentes del periodismo se encuentra una serie de impresos unitarios de carcter informativo, los conocidos como pliegos sueltos, traslaciones a la imprenta de las relaciones informativas manuscritas del siglo XV; stas eran noticieros, reflejo de acontecimientos y novedades locales que aparecan ocasionalmente. Ello responde a las necesidades de informacin del pueblo, vido de narraciones de acontecimientos blicos, polticos, o inslitos, a lo que no era ajeno la polmico l mismo, director del presente proyecto histrico-periodstico, alude constantemente a esta relacin en varios de sus muchas ediciones y trabajos de investigacin, que analizaremos durante el curso de la misma. La relacin complementaria entre ambas disciplinas resulta ser una obviedad. 3 Yanes Mesa, Julio A.: Leoncio Rodrguez y La Prensa: una pgina del periodismo canario, Santa Cruz de Tenerife, 1995 4 Cabrera Dniz, Gregorio, citado, Prensa canaria en Amrica, CHCA, Las Palmas de Gran Canaria, 1988.
14
prensa se nos muestra de una manera cada vez ms ntida como memoria histrica
imprescindible para el conocimiento del hombre contemporneo (pero unido a los
libros).
No podemos obviar al prestigioso periodista espaol Francisco Umbral, que da a la
prensa un protagonismo muy sui gneris para la interpretacin de acontecimientos
pasados.
De todas formas consideramos que entre historia e informacin periodstica existe total
concordancia hasta el punto que, bien contrastadas las noticias, cualesquiera de ambas
disciplinas acadmicas es considerada auxiliar para la otra y viceversa. En este caso se
procura respetar al mximo en el presente proyecto el estilo y forma que utilizaba la
agencia o editorial que se trate o la del periodista o editor que dio la noticia (o artculo
de opinin) contempornea al hecho. No obstante, dichas referencias siempre
aparecern entrecomilladas o en cursiva.
El periodismo, como trasmisor de acontecimientos reales, es tan antiguo como la propia
historia escrita. Herodoto, Tucdides y Jenofonte fueron de hecho corresponsales de
guerra, en las que intervena Grecia o describan e informaban en torno a
acontecimientos de la antigua historia relacionada con pases amigos o enemigos de
aquel clsico pas. Ms tarde lo hacan los romanos en sus anales, y de hecho en todo el
transcurrir histrico, en cualquier cultura o civilizacin, hasta nuestros das.
De todas formas, tal colaboracin se hace ms patente en los ltimos aos del siglo XIX
y todo el XX, que es cuando el periodismo como informacin se convierte en autntica
y fundamental fuente para la historia. Los corresponsales de guerra o cualquier otro
representante de cada una de las grandes agencias de informacin, por ejemplo,
contribuyen, con informaciones grficas o textuales, eficazmente a la conformacin
histrica de la etapa a investigar. Se podra objetar que algunos de ellos incurran en
errores interpretativos por subjetivos o por poco contrastados, incluso descaradamente
sesgados.
Si bien, no podemos olvidar, que el error noticiado en que pueda incurrir un
determinado medio, por desinformacin, subjetividad u otro, o por magnificar un
acontecimiento, es corregido por otros medios en pocas horas en aras de conseguir y
aportar al lector la mxima verosimilitud del hecho o simplemente por competencia
profesional entre las grandes agencias de la comunicacin. Este deseo de llegar al lector
con mxima objetividad es lo que convierte a la prensa, en general, en medios precisos
para la investigacin histrica de un proceso determinado como es el que se pretende:
15
Los antecedentes y consecuentes de la revolucin acaecida en la Isla antillana entre
1934 y 1962 una vez contrastadas las noticias, previo al anlisis y sistematizacin
necesarios en toda investigacin considerada rigurosa.
La interpretacin de los acontecimientos cubanos que tuvieron lugar durante el periodo
elegido a priori, rescatados de las editoriales, artculos y dems contenidos de la prensa
editada en Canarias singularmente y en Cuba de manera ms genrica, para que, una
vez contrastados fielmente, ser convertidos en una visin histrica diferente a la clsica.
Se insiste, no por ello menos rigurosa, por entender que la prensa escrita durante
aquellos momentos conforma, objetivamente por razones obvias, la base precisa para
esa fuente histrica de inestimable valor.
Es importante, tambin, para el estudio global del periodo, y como valiossimo
complemento, la informacin que puedan aportar los espaoles - canarios all asentados,
llamados isleos, o sobre sus ascendientes, descendientes, o protagonismo de los
mismos en cualquier proceso social o de otro tipo, o a travs de otra vinculacin oficial
o jurdica.
Es igualmente fundamental la informacin que se obtenga de documentos oficiales,
desclasificados la mayora, testamentos o cartas que hagan alusin o reflejen aquellos
hechos vinculantes al proceso. En la Repblica caribea, de la etapa administrativa y de
control espaol surgi la nacionalidad cubana con fuerte influencia de sangre hispana
que, con la de negros e indios americanos amen de la de otros pases, hacen del criollo
resultante un componente heterogneo en lo tnico o cultural para constituir ese pueblo
valiente que ha enfrentado variadas pruebas. La influencia hispana de casi cuatro siglos
como posesin espaola, cre vnculos5 que, a pesar de ciertos enfrentamientos, con el
curso de los aos se han visto fortalecidos por una amistad perenne entre la nacin
cubana y espaola. Moreno Fraginals es un autor cubano que corrobora esta premisa. El
origen y desarrollo del proceso revolucionario acaecido en la isla tropical, que se gesta a
partir de la dcada de los cincuenta, constituyen la base de la presente investigacin, en
la que se utilizar preferentemente, como queda dicho, las fuentes periodsticas y su
entorno.
Se analizarn los antecedentes que conducen a dicho proceso, en principio avalado por
gran parte de la sociedad cubana y con el visto bueno de los Estados Unidos principal
valedor de la economa de la isla a partir de la independencia de Espaa en 1898. Entre
16
1902 y 1958 la repblica de Cuba defraud el sueo, cosechado en la guerra de
liberacin contra la administracin espaola, para lograr una independencia efectiva de
otras potencias interesadas (en especial los Estados Unidos) en su economa estrella: el
azcar, y, de esta forma, obtener la pretendida justicia social que preconizaba su primera
Constitucin.
Sin embargo, ese deseo innato del cubano no decay en ningn momento y, tras la cada
del dictador Machado en 1933, de forma intermitente y variada, las fuerzas sociales y
los grupos polticos apelaron a sus afanes tradicionales y desafiaron los cimientos
republicanos, logrando, finalmente, establecer una alternativa real.
Es preciso analizar, meticulosamente, los planteamientos bsicos de la historiografa
cubana contempornea, en especial el anlisis e interpretacin de los antecedentes y
consecuentes que conducen al proceso revolucionario iniciado plenamente en Sierra
Maestra. All, tras las montaas que dieron cobijo a tantos otros nacionalistas cubanos,
surge el proceso una vez que desembarcaron y lograron tomar tierra los supervivientes
del mtico yate Granma. Otro referente revolucionario que haba partido del puerto
mejicano de Tuxpan, en la madrugada del 25 de noviembre de 1956, cuya fecha queda
como un acicate ms, como un hito venerado en los anales de la historiografa cubana
revolucionaria.
5 Hernndez Garca, Julio, La emigracin de las Islas Canarias en el siglo XIX, Cabildo insular de Las Palmas de Gran Canaria, 1981, p. 56 y s.
17
PREAMBULO
I.1. Estado de la cuestin
La investigacin que pretendemos desarrollar girar en torno a las noticias publicadas
en prensa canaria que, a su vez, se hallan relacionadas con los acontecimientos
contemporneos ocurridos en la isla de Cuba entre 1934 y 1962.
Se es consciente, a pesar de nuestra licenciatura en Geografa e Historia y en la de
Ciencias de la Informacin (especialidad en Periodismo), de los enormes riesgos que
implica el acercamiento a este controvertido tema por alcanzar un doble obstculo:
primero, una prensa espaola y por ende canaria, objetivamente mediatizada para el
espacio cronolgico desde 1950 (mayoritariamente desde la dcada anterior), por un
rgimen dictatorial, y por otro un periodo poco estudiado, desde el ngulo netamente
universitario, cual es los primeros aos de la etapa revolucionaria protagonizada por
Fidel Castro, en la etapa que va desde 1958 hasta 1962, salvo las investigaciones
llevadas a cabo por el codirector del proyecto de tesis doctoral que llevamos a cabo: el
Doctor y Catedrtico de Historia de Amrica de la Universidad de La Laguna, profesor
D. Manuel Antonio de Paz Snchez, en algunos de sus libros6 o en artculos especficos.
Es harto conocido la existencia de numerosos peridicos diarios en nuestras Islas que a
travs de las agencias de prensa de cada momento, abordan aquellos acontecimientos
desde donde extraeremos suficientes contenidos para entramar nuestra hiptesis de
trabajo, cual es: demostrar que el carcter histrico social de los hechos acaecidos en
Cuba, durante el periodo cronolgico elegido, aparece implcito en la prensa del
momento, a travs de noticias, editoriales, artculos, crnicas etc, a pesar del control
exhaustivo que sobre los medios de comunicacin del momento ejerca el frreo sistema
poltico espaol del momento. E incluso, la necesidad de corregir una noticia o editorial,
6 Zona Rebelde. La Diplomacia Espaola ante la Revolucin Cubana (19571960), Taller de Historia CCPC, Tenerife-Las Palmas de Gran Canaria, 1 edicin, julio1997, 401 pginas y Zona de Guerra. Espaa y la Revolucin Cubana (19601962), 1 edicin, mayo 2001, 396 pginas, tratados, ambos de inexcusable consulta para comprender el perodo a estudiar.
18
publicada con carcter de urgente, que la realidad de los hechos desvirtuaba en los
siguientes das.
Sin embargo, aquellas lagunas que no cubre la prensa peridica7, editada en Canarias,
ambas analizadas documentalmente por el director de este proyecto, Javier Gonzlez
Antn, citado, pero en la que no sea suficiente la informacin que aporta para una
determinada faceta del proceso, sern completadas a travs de ediciones, referencias
personales e incluso con informacin complementaria en notas a pie de pgina. Todo
ello sin perjuicio del contenido implcito de la bibliografa especfica a la que refiere la
investigacin.
I.2. Hiptesis de trabajo
I.2.1. Consideraciones previas
Como anotamos en pginas precedentes nuestra pretensin es superar aspectos
especficos de la propia historia del periodismo. Juntamente al analizar los contenidos
informativos de los principales diarios canarios, estudiaremos otros aspectos probatorios
de los acontecimientos publicados, ya sea a travs de otros peridicos o de textos o
documentos inditos, sin menoscabar la memoria transmitida de viva voz por los
muchos testigos presentes durante aquellos lejanos acontecimientos.
I.2.2. Hiptesis general
Los contenidos concernientes a la Cuba pre y revolucionaria, editados en la prensa
canaria del momento, cuyos peridicos son abastecidos por las principales agencias
informativas contemporneas a los hechos en especial la espaola Efe, contenidos que, a
su vez, son enriquecidos por diversos artculos de opinin o crnicas de enviados
especiales desde las ciudades ms importantes de Amrica, aportan y constituyen la
cantera fundamental para profundizar en los acontecimientos cubanos que tuvieron
lugar. Informacin sta que a su vez constituan las noticias ms demandadas a escala
internacional para los lectores en general y especficamente para los de las Islas
Canarias. Nuestra hiptesis de trabajo pretender demostrar que, a pesar del control
exhaustivo por el rgimen poltico imperante en Espaa, aquellos hechos noticiables
19
que eran publicados, una vez contrastados y sistematizados, responden a los
acontecimientos histricos que tuvieron lugar en la "perla antillana".
Las lgicas limitaciones espaciales y sociales de nuestra sociedad islea, quedan
suficientemente superadas por la prolfica prensa del momento, en especial los rotativos
"La Prensa", ms tarde "El Da", y "La Tarde", para la provincia de Santa Cruz de
Tenerife. "El Diario de Las Palmas", para la oriental, sin menoscabar el decano de la
prensa canaria "Diario de Avisos", fundada en Santa Cruz de La Palma, entre otros. La
valoracin cientfica, sin embargo, no admite un estudio a escala comparativa con los
grandes diarios madrileos o catalanes obviando los contextos. Igualmente se recurre a
peridicos sumamente localizados en estas islas para determinadas referencias8.
I.2.3. Aspectos especficos
El tratamiento de los diarios regionales canarios a los problemas de Cuba, siempre tuvo
un lugar preponderante en la prensa cotidiana. Las causas se debieron a las profundas
relaciones entre Canarias y Cuba que si bien disminuyen de forma apreciable durante el
periodo a estudiar, no obstante, continan siendo profundas por la gran descendencia de
naturales de estas Islas Canarias y su fuerte vinculacin econmica o social en la Isla
antillana9.
El carcter siempre provinciano de los peridicos canarios, no influy notablemente
en los temas cubanos, cuya problemtica era siempre comn para cualquier residente
canario en aquella tierra, y que como tal era tratada por los corresponsales tanto all
como en este Archipilago.
Al analizar el contenido de sus pginas, cuya morfologa y sintaxis gramatical
respetaremos al mximo, en especial los ms coincidentes con los trascendentales
hechos, obtendremos la versin "islea" del acontecer que afectaba a los canarios
7 Las otras hemerotecas canarias, Javier Gonzlez Antn. En: Revista Latina de comunicacin social, ISSN 1138-5820 nm. 12, 1998. 8 Len Barreto, Luis, El Time y la Prensa Canaria en el siglo XIX, Biblioteca Prez Vidal, Santa Cruz de La Palma, 1992, entre otros autores. 9 De Paz Snchez, Manuel Antonio, Hernndez Gonzlez, Manuel, profesores de la Universidad de La Laguna, La esclavitud blanca. Contribucin a la historia del inmigrante a Amrica. Siglo XIX. Taller de Historia, CCPC, Tenerife 1993, 211 pginas, y Guanche Prez, Jess, nacionalidad cubana, Significacin canaria en el poblamiento hispnico de Cuba. Los archivos parroquiales 1690-1898, Taller de Historia, CCPC, Tenerife, 1993, 143 pginas.
20
residentes. Tal informacin, una vez extrada y sistematizada, en funcin del hecho
noticiable (sic) principalmente, ser susceptible de arrojar ms luz sobre aquella
problemtica de los "isleos" en Cuba o, al menos, para sugerir nuevas lneas de
investigacin: Qu utilidad como fuente histrica nos brindan los diarios canarios para
el acontecer canario - cubano. Cules son los mtodos ms aconsejables para su
manejo por un historiador que conoce la metodologa periodstica? Estos son
parmetros que hemos de tener en cuenta y que guan nuestro proceso investigador.
Adems, hemos de considerar los contenidos de revistas y otras publicaciones de sello
canario en Cuba, que tambin usaremos en el contexto de nuestra tesitura.
I.3. Lmites cronolgicos y condicionamientos.
Los lmites cronolgicos que nos hemos trazado abarcan desde las fronteras espaciales
que son causa del problema social que tuvo lugar en la Isla de Cuba, iniciado en la
Revolucin de 1933 (sin posibilidades de triunfo por el tradicional control
Norteamericano a travs de la Enmienda Platt), hasta la consolidacin definitiva del
proceso revolucionario objeto de este proyecto. Aquel es base y conduce al patrocinado
por Fidel Castro con xito, fundamentalmente desde 1956 hasta fines de 1962 y
principal objeto de este estudio.
Por tanto, lmites cronolgicos y temticos que se adoptan sern, preferentemente, las
etapas fundamentales o periodos que anteceden a la Revolucin Cubana, desde el ao
1933 como base indisociable para la consolidacin de la misma. Se profundizar en
torno a los aos de la dcada de los cincuenta y, principalmente, los tres aos decisivos:
1959-1962.
Precisamente, al ser la prensa editada en estas Islas Canarias10, la fuente fundamental
para la investigacin, hemos de hacer constar las limitaciones que este medio de
comunicacin dispona en nuestro Pas y en estas Islas Canarias11.
10 Javier Gonzlez Antn, La Hemeroteca de Canarias de la Universidad de La Laguna, Hemeroteca Guajara, Ull, ISSN 1138-5820, nm. 2, 1998, desde dnde obtenemos datos complementarios a los peridicos ordinarios y de sumo inters. 11 La nueva Biblioteca General y de Humanidades de la Universidad de La Laguna, Javier Gonzlez Antn, citado, ANABAD, ISSN 0210-4164, Tomo 44, nm. 1, 1994, pags. 107-122. El mismo autor, en El servicio de Bibliotecas y documentacin de la Universidad de La Laguna, ANABAD, ISSN 0210-4164. Tomo 46, nm, 3 y 4, 1996, pags. 283-292
21
No obstante, a partir del momento en que el Ministro de Informacin nombra como
director general de Prensa al ms firme defensor de la principal agencia de noticias, Efe,
Juan Aparicio, con quien comparte filosofa de "una prensa no controlada" para Espaa.
Su sempiterno presidente Gmez Aparicio se inclina por la cooperativa de agencias
hispnicas para la creacin de un servicio informativa con vistas a su distribucin y
venta en el mundo occidental pero puesto como el objetivo principal la informacin en
la Amrica Latina. Se prevn algunas dificultades, especialmente en torno a los
servicios de informacin americanos donde " existe una insolidaridad absoluta" entre las
distintas agencias, incluso entre los distintos medios de diferentes pases. De momento,
hay que limitarse a cubrir lo que las dems no atienden o atienden slo de manera
espordica o parcial.
Pero incluso este limitado terreno ofrece, segn Gmez Aparicio, posibilidades
informativas tales como artculos y reportajes literarios y grficos, cobertura especial de
aquellas regiones espaolas o portuguesas de donde son originarios muchos
latinoamericanos, informacin de los pases hermanos en Amrica Latina, noticias
relativas al sentimiento catlico de sus habitantes, entre otros hechos informativos.
Se sugiere establecer contactos con agencias en Cuba, Mxico, Colombia, Argentina,
Brasil, Chile y Per. Es posible que la realidad favoreciera la incorporacin a la lista
de otras agencias. Cada una de ellas deber "cubrir" informativamente un territorio
determinado y proveerse de elementos tcnicos para asegurar el envo de sus servicios
a las dems, siempre sobre la base del intercambio. Un acuerdo de federacin les
unira: con derechos iguales, conservando una plena autonoma en el mbito de su
jurisdiccin, pero con el compromiso de insertar en sus servicios propios lo sustancial
de lo que los dems le enviasen.
Pedro Gmez Aparicio sugiere que este proyecto se desarrolle paulatinamente para
evitar que la improvisacin pueda dar al traste con la totalidad del plan. Considera que
en una primea etapa de reajuste interior se crearn delegaciones y subdelegaciones en
Espaa, conectadas con Madrid a travs de teletipos. Una segunda etapa de contacto con
el mundo exterior destinada al establecimiento de corresponsalas en el extranjero, la
creacin de redactores que habrn de desplazarse hasta el lugar donde la informacin lo
requiera en cualquier parte de la geografa americana. Evidentemente todo este cmulo
de buenas intenciones habr de recibir un constante apoyo de las autoridades del
rgimen, con el que el director de Efe ha venido luchando desde su toma de posesin en
1944. En ste nuevo informe peda "asistencia", "calor de estmulo" y "ambiente de
22
comprensin", pero con evidente desilusin. Sealaba12, adems, que haban
transcurrido nueve aos durante los cuales slo ha podido llevar a cabo la propia
subsistencia de la agencia, en un ambiente de abandono absoluto, de incomprensin
total, muchas veces con clara hostilidad. Se libraban autnticas batallas contra las
autoridades del rgimen que se negaba a sufragar las necesidades econmicas que no
poda cubrir con sus escasos recursos.
El director de Efe se refiere tambin a los costes que supondr el mantenimiento de las
veinte delegaciones que la agencia pretende abrir en el extranjero que superar un
montante de treinta millones de peseta. Considera que es ineludible y necesaria la ayuda
estatal que tendr que ser en base de subvenciones, para evitar que la agencia tenga el
carcter de oficialidad con el rgimen imperante. En virtud de ello, sugiere que el
Estado ayude a sufragar los costes mediante suscripciones a los servicios informativos
de la agencia por parte de los ministerios, rganos principales de la Administracin,
nacional o local, gobiernos civiles y representaciones diplomticas en el extranjero, con
tarifas generosas (a bajo precio), las actuales son las ms bajas del mundo, y
autorizando la subida de aqullas a los medios de comunicacin que ya estn suscritos
y apoyar a otros para que lo hagan.
Escribe Gmez Aparicio: "Pese a la vida raqutica y difcil que est sobrellevando, la
agencia no escapa a la regla comn de la noticia deficitaria, y slo merced a otras
actividades, publicitarias o editoriales, y, ms especialmente a una administracin
estricta y rigurosa no ha sucumbido". Se queja de que ni una sola de las cincuenta
emisoras de radio ha contratado sus servicios, ni cuenta entre sus clientes a un solo
organismo pblico.
Pero la necesidad de que Efe disponga de un servicio exterior y de corresponsales en
Amrica es un clamor. En un artculo publicado en la revista Juventud, el 11 de
diciembre de 1953, titulado "Una barrera de silencio nos separa de Hispanoamrica", el
periodista Jos Luis Rubio se lamenta de la "subordinacin" de Efe a la United Press, y
de que no tenga un solo corresponsal en ninguna parte del mundo hispano. A este
respecto Rubio denuncia que los lectores espaoles slo se enteran de lo malo que
ocurre en las naciones de Amrica, dado que las agencias internacionales slo informan
de "la parte negativa", la faz de desunin de cualquier pas de nuestro entorno cultural
americano. Protesta que las grandes agencias nada dijeron sobre el discurso del
12 Olmos, Vctor, Historia de la agencia Efe, Espasa Calpe, Barcelona, 1997, p.182 y s.
23
presidente chileno General Carlos Ibez, que propona que "en todas las ciudades
americanas se elevara un monumento a Isabel la Catlica, ni tampoco de la visita del
presidente del Ecuador, Jos Mara Velasco, al buque-escuela espaol Juan Sebastin el
Cano". Evidentemente el tratamiento de las agencias americanas a los hechos que
tuvieran lugar en el Nuevo Continente con relacin a Espaa, inmersa en un sistema de
gobierno dictatorial y fascista en aquellos momentos, es francamente encomiable para
conocer la situacin poltica y social en que se hallaba inmersa la Madre Patria
despotricada por sus propios hijos.
Respecto al tratamiento dado por la agencia al periodo cubano que estudiamos, destaca
sobre manera aquellos aspectos de carcter interno favorables al rgimen espaol, en
especial los relativos a eventos o manifestaciones culturales, teatrales sobre todo, y en
torno a aspectos folklricos y de hermanamiento con la Isla Antillana. Se transmitan a
travs de corresponsales desde la misma capital de Cuba, o a travs de los destinados en
las principales ciudades americanas en especial en Washington y Nueva York, puesto
que Efe no tuvo delegacin en La Habana hasta diciembre de 1970, cuya cronologa
escapa al periodo histrico que estudiamos.
Sin embargo, la agencia, tiene cierta vinculacin a Cuba, durante el mandato de Manuel
Aznar Zubigaray, sustituto de Gmez Aparicio, toda vez que este nuevo director desde
febrero de 1958, tuvo importante relacin profesional en La Habana, donde fue el
director de tres importantes diarios cubanos: El Pas en 1922, Diario de la Marina en
1926 y Excelsior en 1928, si bien debido a su pronta vinculacin a Franco y a su
decidido anticomunismo, hemos de considerar que el tratamiento a las noticias referidas
a la situacin cubana a partir de la toma de posesin en la Agencia y el arraigo
revolucionario de Fidel Castro a partir de 1959, no podemos tomarlas netamente
objetivas, especialmente en lo concerniente a los choques del rgimen cubano con la
Iglesia o con Norteamrica. No obstante, Manuel Aznar, cesar como director de la
agencia en marzo de 1960 y ser responsabilidad nuestra determinar la veracidad de la
noticia, en aquellos momentos, a travs del contraste de la misma con otras fuentes.
Por su profundo conocimiento del valor que tienen las relaciones internacionales, unido
a su buena y acreditada capacidad para la relacin hacen de l un imprescindible
dirigente como transmisor de noticias a travs de su permanente formacin,
y p. 185 y s.
24
especialmente al pretender que Efe se convierta en la abanderada de la informacin
espaola en el exterior.
A fines de 1959, en plena efervescencia revolucionaria en Cuba, Espaa y su gobierno
franquista van a recibir el espaldarazo definitivo para ser aceptada por el mundo
occidental, y la agencia oficial va a suministrar a los medios espaoles y del mundo
entero un testimonio, noticiable y grfico, imperecedero. En el mes de diciembre, el
presidente USA, Eisenhower, se dispone a emprender su primer viaje oficial a Espaa.
Durante su etapa como director, Manuel Aznar Zubigaray continuar la poltica de su
antecesor de controlar personalmente la informacin diaria. La labor informativa la
encomienda al periodista Manuel Maran, quien a su vez nombre jefe del
departamento de internacional al joven periodista Antonio Herrero Losada, uno de los
primeros redactores del servicio internacional de nuestra agencia, que en estos
momentos es jefe del turno de tarde en dicho servicio. Ser el encargado de canalizar
para su publicacin todas las noticias derivadas de los acontecimientos revolucionarios
cubanos del momento.
En julio de 1962 se produce la llegada al Gobierno espaol de Manuel Fraga Iribarne,
poltico polifactico que es nombrado ministro de Informacin y Turismo. Con l llegan
fuertes vientos de cambio para todas las estructuras periodsticas de Espaa, y, por
descontado, para la principal agencia espaola e internacional del momento. Si bien, en
lo que concierne a nuestro estudio, sobre prensa entre Cuba y Canarias, el cenit del
periodo cronolgico tiene lugar, precisamente, en este ao, con la llamada "Crisis de
octubre o de los msiles en Cuba.
A partir de este momento Manuel Fraga, en su deseo de introducir cambios
liberalizadores en las estructuras y sistemas informativos espaoles, le va a preocupar
que Efe sea una institucin que ha sido infrautilizada informativamente. Dir "no tiene
sentido que una agencia nacional como esta no se volcara ms abiertamente en el
mercado Hispanoamericano". Este nuevo ministro propone convertir a la agencia en la
voz periodstica de Espaa en el mundo, especialmente latino; en otras palabras dispone
el desarrollo, esta vez con realidad, del viejo proyecto que propusieron los fundadores
de Efe.
25
II. FUENTES Y METODOLOGIA II.1. Prembulo referencial En nuestro caso las fuentes hemerogrficas poseen una importancia cuantitativa y
cualitativa determinante tanto por el nmero de peridicos canarios en general, y el
nmero de los impresos en Amrica, en concreto, como por la variedad y calidad de los
mensajes que trasladan a sus lectores. Canarias cuenta con una esplndida coleccin de
publicaciones peridicas, tanto diarias, como revistas de actualidad o humansticas, de
informacin general o especializadas, del mayor inters, del que es un captulo
importante, tanto cuantitativa como cualitativamente, la prensa impresa y hecha por
canarios para los canarios de Amrica.
Pese a ello, la aceptacin de la prensa como fenmeno cultural, as como de su
relevancia para el conocimiento del pasado en todas sus facetas, es un hecho reciente, y
an escaso, prcticamente limitado al mbito de los investigadores sociales.
Las escasas colecciones que se conservan, tanto de relaciones como de peridicos, estn
dispersas por distintas bibliotecas de toda Amrica en colecciones pblicas, como la
Biblioteca Nacional Jos Mart de Cuba, y RSE Amigos del Pas, en la Habana,
Biblioteca Toms Iriarte de Buenos Aires, Biblioteca Nacional de Uruguay en
Montevideo, en instituciones privadas Asociacin canaria de Venezuela, entre otras,
26
y hasta particulares, lo que hace su recuperacin una tarea harto difcil, mientras que en
Canarias slo cabe resear la Hemeroteca de El Museo Canario.
Para Espaa son mnimas las bibliografas y los catlogos, as como los diccionarios
generales de prensa, tambin las monografas dedicadas a estudiar las relaciones
informativas, la prensa y la historia de la prensa en general, ms an en el caso
particular de Canarias.
Por lo que respecta a los repertorios bibliogrficos, Canarias cuenta con alguno
esplndido, aunque lamentablemente muy limitado por el paso del tiempo, de peridicos
editados en las Islas, o en las otras esquinas de la geografa canaria, sea Madrid o La
Habana y otras muchas capitales americanas donde la presencia de los isleos los
convirti en rincones propios. Luis Maffiotte escribi a principios de siglo, los aos
1905 a 1907, una bibliografa modlica, titulada Los peridicos de las Islas Canarias.
Apuntes para un Catlogo, que incluye 497 ttulos, de los que 17 son impresos en
Amrica, la mayora en La Habana, pero tambin en La Plata de Argentina, y Caracas,
obviamente todos anteriores a la fecha de publicacin, 1905.
No contamos con ningn otro catlogo general publicado de peridicos canarios, el de
la Hemeroteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife, tan rico en ttulos tinerfeos,
cuenta con muy escasos impresos en Amrica.
Para la prensa canaria en Amrica el trabajo de David W. Fernndez, periodista y
director en los aos 60 de El Drago, ser el que nos la descubra con un primer trabajo
titulado Los peridicos canarios en Amrica, publicado en la Revista del Museo
Canario el ao 1957, y reeditado recientemente por la Viceconsejera de Presidencia del
Gobierno de Canarias.
Algunos otros trabajos nos aportan conocimientos fragmentarios sobre la prensa canaria
en el nuevo continente, as La Prensa en Cuba, publicada en la Habana el ao 1940 por
Jos Mara Labraa. Para Venezuela slo cabe citar los pequeos artculos publicados
en la prensa local tinerfea por Ignacio Prez Gonzlez, Canarias en Venezuela.
Peridicos Canarios, en Jornada Deportiva, los das 17 y 28 de mayo y 12 y 28 de
junio del ao 1985.
II.2. Procedimiento de investigacin
27
El presente trabajo de investigacin, se insiste ms periodstica que histrica, incluye,
inevitablemente, los contenidos analticos de la informacin depositada en los
principales peridicos regionales.
La confirmacin de las hiptesis de trabajo iniciales implica una serie de objetivos
generales y otros especficos que se alcanzarn durante o al final del trabajo de
investigacin.
El objetivo final de esta parte de la tesis pretende ofrecer la visin evolutiva de los
acontecimientos que tienen lugar en la Repblica de Cuba durante el periodo
cronolgico elegido a priori, complementado con nuevas aportaciones procedentes de
otras fuentes (periodisticas o no) que pasaran a engrosar y enriquecer la hiptesis
planteada. Se acerca igualmente a la confrontacin y estudio comparativo de los
contenidos de un mismo hecho a travs de varios peridicos o con origen en diferentes
agencias informativas, tanto espaolas como del resto del mundo, con plasmacin
exhaustiva en las conclusiones.
II.3. Fuentes hemerogrficas
Los contenidos referidos a Cuba y a Canarias que aparecen en los peridicos regionales,
antes anotados, conforman la base de nuestra investigacin en una aportacin
cuantitativa y cualitativa muy notable. A tal fin hemos accedido a las colecciones que se
conservan en la hemeroteca de Guajara en la Universidad de La Laguna (reorganizadas
durante la direccin del director de esta tesis, Dr. Javier Gonzlez Antn), Biblioteca
Municipal de Santa Cruz de Tenerife, donde parte se encuentra microfilmada, Sociedad
la Cosmolgica de Santa Cruz de La Palma o el Gabinete Literario de Las Palmas de
Gran Canaria, entre otras diversas fuentes, tambin hispanoamericanas.
A estos efectos son destacables algunas de las puntualizaciones que el director de esta
tesis efecta para uno de sus recientes trabajos sobre Prensa Canaria en Hispanoamrica
centrando nuestra atencin especialmente sobre Cuba.
l mismo nos da dar a conocer de una manera exahustiva el periodismo canario-
americano: su precedente, las relaciones informativas, los casi 100 peridicos que los
canarios editaron en Amrica, as como la labor de los periodistas canarios que no slo
fueron capaces de crear y llenar de contenido esos peridicos sino tambin, de
participar, dirigir o colaborar en los peridicos ms importantes de la Amrica hispana,
como el Diario de la Marina de la Habana (ampliamente citado en esta investigacin),
28
introductores del peridico en algunos pases, como Santo Domingo, creadores de
revistas cientficas que fueron motores del desarrollo cientfico.
La importancia de la prensa es cada vez ms reconocida como determinante para el
mejor conocimiento de la sociedad y poca en la que surge. Conocemos nuestro pasado
por los peridicos, sin menoscabar la preponderancia de los libros.
Los peridicos, es obvio, proporcionan informacin puntual y detallada, muchas veces
exhaustiva, del devenir del hombre, son un testigo de los acontecimientos polticos y
blicos ms relevantes, pero tambin, y sobre todo, de la intrahistoria de los pueblos,
testigo de los sucesos por menores que sean, desde nacimientos hasta defunciones, pero
tambin del hombre social: La gestacin, auge y declive de partidos, asociaciones,
agrupaciones de todo tipo, instituciones de toda ndole, etc. En todos los casos, la
prensa aporta un caudal ingente de datos.
Para captar los distintos aspectos de la vida del hombre en la sociedad contempornea,
el uso de las fuentes, los documentos originales no reelaborados, es la materia prima que
se hace necesario consultar, y antes conocer. Para los ms diversos mbitos como la
poltica, la sociologa, la etnografa, la ciencia y la cultura, las tcnicas, pero tambin las
bellas artes y la literatura, o los deportes, el ocio y la publicidad, el valor de la prensa
como fuentes se acrecienta cada da ms. La prensa se desvela hoy como una
documentacin imprescindible, y cada vez ms determinante, para el mejor
conocimiento de la sociedad y poca en la que surge.
En definitiva, nos dice Javier Gonzlez Antn, la prensa13 se nos muestra de una manera
cada vez ms ntida como memoria histrica imprescindible para el conocimiento del
hombre contemporneo.
13 El punto de partida de este trabajo de investigacin es a la vez base para la firme premisa fundamental y as poder formular la hiptesis central de este estudio. Esta primera hiptesis se plantea teniendo en cuenta los siguientes hechos constatados: la existencia desde fecha muy temprana de impresos informativos con novedades sobre Canarias y Amrica, la existencia de una importante prensa de las colonias de emigrantes de las distintas comunidades espaoles en diversos pases americanos. La numerosa emigracin de habitantes de las Islas Canarias a determinados pases americanos, la existencia de una importante cantidad de peridicos hechos por los canarios en Amrica, y la participacin de canarios en el desarrollo del periodismo en diversos pases americanos. A ello se aade la amplia variedad cronolgica, geogrfica y temtica del periodismo canario-americano. Javier Gonzlez Antn, citado, en los objetivos para un trabajo de Investigacin (Casa de Coln-Las Palmas de Gran canaria, 2005).
29
Adems puede ser estudiada como fuente directa que aporta informacin, y tambin
fuente para su propia historia como medio de comunicacin social, uno de los recursos
socializadores ms importantes de los creados por el hombre. El peridico, fruto y
reflejo de la sociedad en la que se inscribe, resulta un instrumento imprescindible para
conocerla14.
II.4. Objetivos sectoriales.
Para resaltar la importancia de los temas de investigacin se aporta una visin global,
susceptible de ser modificada a lo largo del desarrollo de la investigacin, a travs de
objetivos sectoriales
II.5. Otras fuentes documentales
Recurrimos complementariamente a diarios cubanos editados en La Habana y otras
ciudades con noticias ms que esclarecedores para nuestra finalidad, a travs de
magnficos colaboradores, entre los que destacan las consultas personales y otras
llevadas a cabo en algunas publicaciones de las que es autor el profesor Jos Cantn
Navarro de la Universidad cubana en especial el titulado: Cuba: El desafo del Yugo y
la Estrella, que por su carcter ideolgico e historiogrfico nos marca pautas para
completar la argumentacin dentro de la investigacin global.
Textos documentados que componen la bibliografa cubana, como la espaola, sobre los
acontecimientos, muchos extrados de la biblioteca Jos Mart de La Habana, en
peridicas visitas a cuya direccin agradecemos la contribucin desinteresada.
Igualmente las fuentes procedentes de revistas, cartas, testamentos y cualquier
documento que sirvan para esclarecer las circunstancias que rodearon los hechos objeto
de estudio.
Analizar estos y otros documentos que reflejan aspectos de la sociedad y la economa
canaria, as como de la cubana, y sus relaciones, as como estudiar el tratamiento dado a
las informaciones, contextualizndolas en su marco histrico canario y americano.
14 A estos efectos hemos consultado a David W. Fernndez, autor de Los Peridicos Canarios en Amrica, Las Palmas, 1957, Museo Canario, documento reeditado recienemente por la Viceconsejera de Presidencia del Gobierno de Canarias.
30
La documentacin que se pretende recabar, constituye por sus propiedades informativas
un acervo cultural original del que podremos extraer datos del contenido y del
desarrollo de las publicaciones realizadas (asuntos y gneros, promotor, director, y resto
del equipo, hechos acaecidos durante el tiempo de publicacin, pases y ciudades
representadas, difusin, entre otros aspectos).
El anlisis sobre el tratamiento dado a las informaciones y los distintos temas de inters,
de los documentos que tengan por objetivo las Islas Canarias a lo largo de este periodo,
posibilitar averiguar cual ha sido la visin divulgada en Amrica sobre estas Islas y su
sociedad y, en definitiva, conocer la imagen pormenorizada que se ha dado de Canarias.
A travs de los contenidos de los peridicos es posible extraer numerosos datos sobre la
vida en Canarias en el momento en que fueron publicados y sobre los vnculos o
conexiones existentes entre los pases americanos, la regin canaria y Espaa en
distintas pocas, pero en especial en el periodo cronolgico de esta investigacin.
II.6 Fuentes orales
Todas aquellas que han podido ser constatadas, especialmente a travs de canarios
residentes en Cuba, cuyas vivencias, obtenidas en diferentes lugares y prximas a los
entornos donde tuvieron lugar relevantes hechos, procuramos reflejar, incluso en un
apartado especfico. Las mismas fueron elaboradas y sistematizadas con la colaboracin
de un canario cubano residente en la Isla antillana, natural de Valle de Guerra (Isla de
Tenerife), un profundo conocedor del peculiar comportamiento que caracteriza al
emigrante canario en la Mayor de las Antillas: Ramiro Garca Medina, previo acuerdo
de investigacin compartida, para algunos aspectos. Asimismo son destacables las
aportaciones de emigrantes canarios en Cuba o aquellos otros retornados a las Islas
Canarias, cuyas manifestaciones al autor son de considerable valor para la investigacin
y finalidad que pretendemos, incluso otras obtenidas recientemente en Miami (USA),
ciudad nominada por algunos como Cuba continental.
II.7 Las dificultades que genera la prensa franquista
Revisando las consignas por las que se rega la prensa espaola a partir de los aos
cuarenta se advierte la insistencia de los encargados de su control para que ningn
asunto de la vida nacional, pudiera estar ajeno a la Delegacin Nacional de Prensa, tanto
31
en el aspecto poltico como en el econmico, cultural o deportivo, o que afectara
aspectos internacionales que repercutieran en la especial poltica espaola del rgimen.
El referido organismo se consideraba en el derecho de intervenir, de establecer su
criterio e imponerlo sin contemplaciones. No solamente se determinaba los temas que
deberan comentarse en las editoriales o artculos firmados, sino cuantos haban de ser
stos, as como su disposicin en el peridico con eleccin de plana, columna, o
situacin o tratamiento en suma. Los delegados gubernativos establecan los ttulos y el
contenido de los artculos, en especial aquellos relativos a noticias que afectaran al Jefe
del Estado.
Obviamente no siempre las consignas polticas versaban sobre temas de tan altos
vuelos. Bastaba el aniversario de un fallecimiento, el discurso formulado por un alto
cargo del rgimen, para que la mquina se pusiera de inmediato en movimiento.
Aun siendo los aos de la dcada de los cuarenta de profunda penuria econmica en
todos los rdenes, el Estado utiliz habitualmente a la prensa para exponer con
caracteres triunfales una situacin claramente nefasta. Se lleg a hablar, a travs de
editoriales, comentarios, artculos, dibujos o caricaturas, entre otras medidas
propagandsticas de la copiosidad de los racionamientos, en comparacin con los de
otros pases europeos salidos de una guerra, como algo a considerar positivo15.
El llamado "cuarto poder" se haba desplazado de la Prensa a su Delegacin Nacional,
desde donde se imponan las normas para la elaboracin de noticias o incluso para la
insercin de comentarios sobre cualquier extremo, prohibindose la mencin de
cualquier noticia o informacin determinada que afectara lo mnimo la credibilidad de la
Instituciones del momento. Las ms de las veces estas limitaciones obedecan a una
finalidad tendenciosa, pero otras respondan a un mero capricho personal, o al deseo de
complacer a una determinada persona adicta o colaboradora excepcional del rgimen.
Con ocasin del fallecimiento del insigne pensador Jos Ortega y Gasset, los peridicos
quedaron previamente advertidos de lo siguiente: "Ante la posible contingencia del
fallecimiento del Sr. Ortega y Gasset, y en el supuesto de que as ocurra, ese diario dar
(sic) la noticia con una titulacin mxima de dos columnas y la inclusin, si se quiere,
de un solo artculo encomistico, sin olvidar en l los errores religiosos y polticos del
mismo, y, en todo caso, eliminando siempre la denominacin de "maestro"..." O la
presin sobre los medios del momento con ocasin de otro evento, este ms relevante
15 Delibes, Miguel, Pegar la hebra, mbito ediciones, Valladolid, 1985, p.165 y s.
32
para la Historia de Espaa: La defuncin en Roma de Don Alfonso XIII. Las
disposiciones oficiales eran tajantes al respecto. Veamos una cita que dice: para su
conocimiento y ms exacto cumplimiento a continuacin se transcribe la circular
cifrada recibida por teletipo de esta Delegacin Provincial en el da de hoy por la que
los peridicos, salvo nueva orden, publicarn nicamente la referencia transmitida
desde Madrid de los funerales que organizar el Gobierno en sufragio de D. Alfonso
XIII, abstenindose de cualquier otra informacin y de insercin de esquelas. Esta
Delegacin vigilar el cumplimiento de la presente orden. No creo necesario recordarle
que esta noticia es de carcter secreto y por lo tanto no tendr conocimiento de ella
nadie ms que Usted como Director, hacindose responsable en caso de que por
cualquier negligencia trascienda a otras personas... "
Los diarios espaoles, durante una larga etapa, quedaron relegados a una condicin
servil, donde no solamente la Vicesecretara de Educacin Popular tena atribuciones
sobre ellos sino que tcita o expresamente se las otorgaba a cualquier organismo. Por
tanto, a los censores dependientes, les resultaba complicado tomar decisiones sobre
personajes revestidos de supuesta autoridad en el sector, y ante los que toda persona,
fsica o moral, quedaba indefensa.
El control sobre los diarios espaoles durante esta primera etapa del franquismo fue tan
estrecho que afectaba incluso a los folletos que en los mismos se editaban as como a la
confeccin tcnica, que lgicamente no obedece a cnones universalmente admitidos
sino a juicio y deseo del director y del redactor encargado del ajuste. Esto no obsta para
que la Vicesecretara se considerase, tanto en el aspecto ideolgico como en el tcnico,
en posesin de la verdad y que con abrumadora asiduidad persiguiese a los peridicos
con rdenes de control como aquellas que rezaba: A la mayor (sic) brevedad posible,
ese peridico, remitir a esta Delegacin Provincial, relacin de las revistas, folletos,
peridicos, etc, que se hayan recibido durante esta decena..., lo que induce a pensar que
cada diez das dichos peridicos deban instrucciones que implicaban una clara
intervencin en la elaboracin del rotativo. Como evidencia se transcribe parte de las
disposiciones para inspeccionar a los mismos que resumimos: Con el fin de cuidar la
presentacin de ese diario, una vez revisada la inspeccin ltima se ha de tener en
cuenta que en la primera pgina aparecen algunos titulares antiperiodsticos por su
extensin y otros por su imprecisin... Poca variedad tipogrfica en sus cabeceras, sin
grandes "destaques"(sic)... Faltan sumarios en algunos titulares y ha de suprimir
radicalmente las palabras divididas... Debe evitar la insercin de noticias breves en la
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cabeza... Cuando hay noticias cortas como la concesin de la Medalla de Oro de la
Ciudad de Burgos al Caudillo, debe recuadrarla y de esta forma la puede desplazar a
un segundo trmino de la plana, dejando slo las cabezas para las grandes
informaciones...
Pedro Gmez Aparicio, director de la Agencia Efe, durante un largo periodo de tiempo,
fue conciente de que era necesario convertir a la agencia, en aquellos momentos de
limitada credibilidad del rgimen poltico espaol, en autntica agencia internacional.
Consideraba preciso que difundiera las noticias ms all de las fronteras espaolas, de
forma que la agencia, que contaba con pocos aos de vida, se asiente de manera
definitiva entre los medios de comunicacin espaolas y sirviera de nexo para las
relaciones informativas con Amrica. El inters mostrado por su director obedeca a la
aparicin de otras agencias que pretendan desplazar a Efe, dentro y fuera de Espaa. Es
de considerar que si bien la guerra civil provoc la desaparicin de tres de las agencias
de noticias ms importantes que operaban en territorio espaol, Fabra, Febus y Faro,
cuyo personal en gran parte se incorpor a la nueva agencia oficial, tambin es
considerado como cierto que sobrevivan, en estos momentos, dos viejas agencias de
renombre Mencheta y Logos que intentaron ofrecer batalla en el papel de agencias
internacionales.
Ante esta situacin Efe no puede ni debe a juicio de sus directivos permanecer inactiva,
en especial el mundo noticiable (sic) de la Amrica hispana. Por ello, en 1948, Gmez
Aparicio elabora un breve informe que titula como un plan de servicio informativo
espaol destinado al mundo hispnico, segn la copia existente en el propio Archivo de
Efe16.
Se afirma en este informe que el servicio informativo de Efe debe utilizarse para que en
el mundo exista una informacin directa y objetivamente espaola, sin interferencias y
sin deformaciones extranjeras (sic), y que, al mismo tiempo, "encauce y facilite la
unidad espiritual de los pueblos de estirpe espaola a travs de su mutuo y sistemtico
conocimiento". Por todo ello no es de extraar que Gmez Aparicio intuyera los
peligros que acechan a Efe, como agencia de noticias, ante la libertad de expresin que
rige en gran parte del mundo americano del momento capitaneado por los Estados
Unidos. Son numerosos y manifiestos los avatares sufridos y, a este respecto, deja
escrito "para el logro de esa finalidad nacional, es buen procedimiento el de multiplicar
16 Olmos, Vctor, citado, Historia de la agencia Efe, Barcelona, 1997, p.182 y s. y 188
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los esfuerzos aislados, o ser mucho ms provechoso concertarlos todos en una misma
direccin? Actualmente, existe en Espaa una agencia informativa con una
organizacin, unos medios y unas posibilidades. Se estima que deben establecerse
frente a ella otras organizaciones similares, o, por contrario, robustecerla para que mejor
cumpla los fines propuestos? Creemos que debe desecharse la idea de establecer
competencias internas, que slo abocaran a una serie de esfuerzos parciales y
notoriamente insuficientes, precisamente cuando, por la presente realidad de Espaa, los
actuales medios, ya escasos de por s, resultaran intiles si fuese aplicados en distintas
direcciones"
La realizacin de los servicios informativos para su distribucin en el exterior,
especialmente en el mundo hispanoamericano, encuentran serias dificultades derivadas
de la frrea censura de prensa que el rgimen franquistas impona, por lo que es a partir
de 1946 cuando el gobierno espaol decide "abrir un poco la mano", con vistas,
precisamente, a las noticias del exterior. De una parte, se suprime la censura sobre las
publicaciones tcnicas y, de otra, se concede cierta libertad a los corresponsales
extranjeros acreditados en Espaa, por lo que Efe, conciente de su importancia, solicita
para su servicio internacional, el mismo trato que se va a dar a los corresponsales
forneos. Al respecto Gmez Aparicio advirti " que sera un tremendo error de
consecuencias irreparables, consentir que mientras agencias extranjeras disponen de
absoluta libertad para enviar desde Espaa toda clase de noticias, no slo las favorables
como las desfavorables, sino las exactas y las inexactas, se pongan trabas a la accin de
la agencia espaola".
Es de hacer constar, respecto a la objetividad informativa de las noticias del momento, o
su ausencia, que el General Franco, Jefe del Estado espaol, para mayor garanta en el
control del hecho poltico noticiable, junto a sus inmediatos colaboradores, crearon la
agencia Fiel, que alternaba con Efe, en lo concerniente a los asuntos internos del
rgimen. Asimismo se crear Cifra en imgenes, bajo control del rgimen, igualmente.
Ms tarde, se solicita que Efe, con cada vez mayor prestigio informativo, sea
considerada como una agencia extranjera, "que reciba el mismo material informativo
que los corresponsales extranjeros" y que se le permita transmitir las informaciones
"con un trato de igualdad con los citados corresponsales", aspectos que no fueron
obstaculizados por el rgimen.
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A mediados de 1951, siguiendo a Vctor Olmos17, obra citada, el General Franco vuelve
a reorganizar su Gobierno, quedando afectada la Agencia Efe, de manera positiva y
permanente. La consecuencia ms inmediata ser el nombramiento de Arias Salgado
como ministro de Informacin y por ende sobre la Direccin General de Prensa con lo
que tiene lugar la desaparicin de cualquier obstculo para que la agencia pudiera ser
sustituida por la, afecta al rgimen totalmente, Pyresa, que controlaba aspectos polticos
del llamado Movimiento Nacional, ms escrupulosamente que otras tambin afines.
Otros casos que rememora Efe son los de la penetracin en territorio espaol de lo que
considera "cuadrillas de bandoleros rojos", en septiembre de 1944, y los del consejo de
guerra, unos meses antes, al poltico cataln Llus Companys fusilado ms tarde en
Barcelona. En ambos casos las autoridades prohibieron a los medios espaoles dar
informacin y s la daban los corresponsales extranjeros afincados en Espaa.
Gmez Aparicio anotaba al respecto que el da 1 de febrero de 1946 Efe haba enviado
un escrito a la Direccin General de Prensa en el que, entre otras cosas, se deca: En
Espaa se produce el tremendo contrasentido de que mientras los corresponsales
extranjeros disfrutan de una absoluta libertad de movimientos y de transmisin, la
agencia EFE, incluso en sus relaciones internacionales, tiene que someterse al mismo
criterio de censura que la prensa. Toda posibilidad de competencia queda as
eliminada; es decir, que los propios rganos del Estado espaol atan de pies y manos a
EFE para el cumplimiento de aquellos fines que le han sido asignados.
Es, asmismo, igualmente aplicable al contexto del presente proyecto, las sabias
aportaciones tericas del investigador y periodista espaol, Antonio Checa, en los
ensayos sobre renovacin de la historiografa de la comunicacin social18.
Especialmente en aquellas que aluden a la imagen de Latinoamericana en la Prensa
Espaola para el periodo que nos ocupa19.
II.8 METODOLOGA
17 Ibdem, p.183 y s. 18 Checa Godoy, Antonio, Profesor titular Universidad de Sevilla, Vicerrectorado, Departamento de comunicacin Audiviovisual. 19 DIALNET (Servicio de Alertas y Hemeroteca virtual de Sumarios).
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II.8.1. Fundamentacin terica
La metodologa cualitativa en su aplicacin a las ciencias sociales y a la historia socio-
cultural y, concretamente, a los estudios sobre comunicacin de masas que tienen por
objeto la historia del periodismo y las representaciones de la sociedad en que ste es
producido, se presenta como la metodologa idnea para ser aplicada a este estudio
sobre los peridicos y periodistas canarios en Amrica.Este tipo de metodologa
permitir, a travs de diversos tipos de anlisis histrico-contextual, descriptivo-
contextual, comparativo-, obtener conclusiones a cerca del reflejo que el peridico
considerado como documento histrico y medio de comunicacin social, hizo no slo
de los informadores y la sociedad donde se produjo, la americana, sino particularmente
de la sociedad canaria, as como conocer los aspectos retratados de sus relaciones o
vnculos durante los ciento cincuenta aos que abarca el estudio.
La consideracin sobre la que se fundamenta el anlisis, que parte del valor documental
que tiene el peridico por su capacidad de reflejar la realidad, as como de
explicarla, permitir hacer un estudio de la imagen dada por los canarios y aclarar las
relaciones existentes entre Amrica y Canarias.
Cuando nos planteamos esta investigacin entendemos necesario estudiar las corrientes
de la historiografa del periodismo y los mtodos propuestos por sus principales
tericos, clsicos y actuales, para a partir de una seleccin, profundizar en los
postulados y mtodos ms adecuados de ser aplicados o adaptados a este trabajo. Entre
ellos existen numerosos puntos en comn, algunos de los cuales tomaremos como base
terica de este trabajo de investigacin, as como otras propuestas exclusivas de cada
uno que tambin se han tenido en consideracin en el diseo de la metodologa.
Adems, de predominar en el anlisis de las relaciones y los peridicos se utilizar el
mtodo emprico en lo referido a los procedimientos descriptivos, llevado a cabo desde
tres aspectos: crtica de la autenticidad, crtica de la identificacin y, sobre todo, crtica
del anlisis.
La crtica de la autenticidad se centra en la naturaleza del documento informativo y trata
de averiguar si el peridico ha tenido condicionantes que afectaran a sus contenidos, por
cuestiones de censura, autocensura, etc. La crtica de identificacin supone buscar la
procedencia de un documento, fecharlo, identificar a los personajes y lugares,
interpretar el contenido. Finalmente, la crtica analtica supone contemplar los
promotores, informadores, asociaciones y sociedades canarias, las condiciones de
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realizacin, su funcin, su frecuencia y mantenimiento a lo largo del tiempo, su
recepcin por los eventuales espectadores, etc.
II.8.2. Diseo metodolgico
La bsqueda sistemtica de documentos primarios y secundarios de las relaciones, los
peridicos y sobre los periodistas relacionados con el archipilago canario en Amrica,
y con el progreso de la informacin general en los pases de acogida, se llevar a cabo
en hemerotecas, archivos y bibliotecas de Canarias y Amrica (vase apartado sobre las
fuentes), y ser la primera exigencia metodolgica aplicada a este trabajo de
investigacin.
En este estudio, el corpus documental primario, es decir, el material que nos permite
conocer los peridicos, lo forman tanto el propio material hemerogrfico conservado
hasta la actualidad, como otros documentos impresos: prospectos, prohibiciones,
censura. Adems, la literatura secundaria que acompa al peridico, el eco de su
aparicin, sobre los informadores, etc.
El recuento numrico puede utilizarse para conocer a qu gnero pertenecen
mayormente las relaciones, los peridicos, boletines y revistas y a qu temticas aparece
vinculado el Archipilago en mayor medida.
Mediante el anlisis cualitativo podr desprenderse cules fueron los iconos ms
representativos de las islas que aparecieron en los peridicos publicados en Amrica, sin
que ello excluya el apoyo en algunas cifras para destacar los resultados obtenidos.
Una vez encontrado todo el material tras el proceso de bsqueda sistematizada y
pormenorizada, ste se incluir en dos bases de datos informatizadas, de peridicos, y
de periodistas con su labor en la prensa general y en la prensa canario-americana,
finalmente, se procede a analizarlo mediante mtodos adecuados a los objetivos que se
pretenden alcanzar.
Despus de tener en consideracin las propuestas tericas de los principales autores:
Timoteo, Almunia, Tun, etc, se ha diseado un mtodo de anlisis para ser aplicado al
corpus documental encontrado. El mtodo propuesto es el resultado de la conjuncin de
diversos tipos de anlisis que incluso llegan a fusionarse en algunos momentos: anlisis
histrico-contextual, anlisis descriptivo-contextual, anlisis comparativo. Aspectos ya
analizados exhaustivamente por el director de este proyecto el Dr. Gonzlez Antn.
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A cada peridico o grupo, ello depender de la existencia de uno o varios sobre una
misma temtica, se le realiza un anlisis histrico-contextual, en el cual se tiene en
cuenta las caractersticas principales del periodo histrico del pas donde se edita con
especial hincapi en algunos casos en torno a las relaciones existentes con Canarias. Se
sealan, por tanto, los aspectos histricos aparentes y ocultos en el peridico que ms
pudieron influir en la produccin de ste.
Asimismo, se contextualiza la obra en la historia del periodismo canario y en la historia
del periodismo americano, y sus modalidades (peridico de informacin general, de
informacin de Canarias, revista informativa, revista cientfica, educativa, de viajes,
publicitaria, etc.) as como en su particular temtica.
A ello se unir el anlisis cualitativo de los principales productos informativos desde la
observacin de sus peculiaridades ms relevantes, que es la base fundamental de la
investigacin a seguir. Esperemos que ello permita considerar que los peridicos
canarios que se publican en Amrica se vertebran a travs de lneas de actuacin
comunes: el respaldo a la colonia canaria existente en cada pas, y el propsito de
informar a la poblacin emigrante de lo que ocurre en Canarias.
Por las razones expuestas el estudio personal de algunos informadores o corresponsales
para determinados eventos, exigir el anlisis cuantitativo, la observacin y
comprobacin de fuentes, as como el rastreo de su labor en una ingente cantidad de
publicaciones de informacin general en torno a la discusin suscitada en este proyecto
de investigacin.
A este respecto se ha de acudir a las numerosas publicaciones del reconocido periodista
de la crtica constructiva, ex director de numerosos rotativos, Dr.De Pablos Coello, hoy
Catedrtico de la Universidad de La Laguna (Ciencias de la Informacin). Alude al
periodismo herido, como consecuencia entre el divorcio entre la prensa y la sociedad a
la que informa. l achaca esta disfuncin a alto grado especulativo de los grandes
medios de comunicacin. Esto tambin ha de considerarse en la investigacin que
pretendemos hacer objetiva e imparcial para darle sentido histrico20
20 Pablos Coello, Jos Manuel de: Catedrtico de Periodismo de la Universidad de La Laguna (Canarias), Miembro del Consejo Editorial de Sd
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