UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO PROGRAMA DE MAESTRÍA EN ENFERMERÍA
EL SER, COMO SUJETO DEL CUIDADO EN ENFERMERÍA
TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE:
MAESTRA EN ENFERMERÍA EDUCACIÓN EN ENFERMERÍA
PRESENTA: INA YAEL SOTO TORRES
TUTORA: DRA. VIRGINIA REYES AUDIFFRED
ESCUELA NACIONAL DE ENFERMERÍA Y OBSTETRICIA
México. JUNIO DE 2016.
UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales
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Dedicatoria
A mis hijas Adahara y Suhail,
Mi fortaleza, mi motivo,
Son parte de mí Ser.
A mis seres queridos que siempre
han estado ahí.
“Efectivamente, los hombres de experiencia saben el hecho, pero no el porqué,
mientras que los otros conocen el porqué, la causa. Por ello, en cada caso
consideramos que los que dirigen la obra son más dignos de estima, y saben
más, y son más sabios que los obreros manuales: porque saben las causas de lo
que se está haciendo”
Aristóteles
Epígrafe
“El ser racional es característica propia de todo humano,
con tendencia a trascender desde su forma de ser,
delineando su Ethos profesional”
Saleur, (2003).
Agradecimientos
A Dios, Por la vida y las bendiciones.
Quiero expresar mi agradecimiento a todas las personas con las que tuve una
relación directa e indirecta, para poder realizar los trabajos en este proyecto de
investigación. Sus experiencias, me hacen ser lo que soy.
A todos mis profesores del Posgrado de Maestría en Enfermería. Sobre todo, he de
mencionar el privilegio de pertenecer a la Máxima Casa de Estudios, la Universidad
Nacional Autónoma de México.
Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, por su gran apoyo.
A mi institución y actual centro laboral, la Universidad Autónoma de Sinaloa, por las
facilidades prestadas para concretar este anhelo.
A mis compañeras del grupo, con quienes compartí las experiencias de esta etapa
de mi vida.
De especial manera a mi tutora de tesis la Dra. Virginia Reyes Audiffred, por su
atingente disposición en aclararme sobre los nudos conceptuales y las aporías
aristotélicas en las que me vi inmersa y a punto de zozobrar.
Al Dr. Juan Carlos Ayala Barrón por adentrarme en el bello mundo racional de la
Filosofía.
A esas personas que decidieron ausentarse. Gracias por lo enseñado.
Mil Gracias.
RESUMEN
EL SER, COMO SUJETO DEL CUIDADO EN ENFERMERÍA
La importancia de considerar al ser como sujeto del cuidado de enfermería emergió
de la necesidad de esclarecer la integración de elementos que llevan al hombre a
posicionarse como sujeto. Por lo que surgió la pregunta ¿Cuáles son los elementos
ontológicos del ser a considerarse para brindar el cuidado de enfermería? El
Objetivo que condujo el desarrollo de este trabajo fue: Comprender e interpretar
los elementos del ser que deben considerarse para brindar el cuidado de
enfermería. Metodología: Fue una investigación de abordaje filosófico. Los datos
se obtuvieron de los textos contenidos en la obra Titulada: Metafísica de Aristóteles,
analizados a través de la hermenéutica analógica. Resultados: Emergió como
categoría central “El ser, como sujeto” con las subcategorías de Physis y Logos, de
las cuales se identificaron los atributos. Sobre la Physis se revelan como
componentes distintivos la Existencia y Entelequia; de la subcategoría Logos se
describen las características esenciales del ser, a partir de los elementos:
Subjetividad y Ethos. Conclusión La experiencia fue percibida como el elemento
integrador que fundamenta la postura del ser como sujeto del cuidado. Es a partir
de la experiencia que se origina el conocimiento empírico, a su vez la subjetividad
se fusiona con este tipo de conocimiento conformando la identidad del individuo,
para dar paso a la conciencia característica de cada ser -individuo- que le permite
reconocer su existencia como única y encaminada a la plena realización a través
del acto del cuidado de enfermería.
ÍNDICE:
Introducción: ____________________________________________________ 10
Capítulo Primero: Descripción del fenómeno.__________________________ 13
Capitulo Segundo: Revisión del Estado del Arte. _______________________ 16
Capítulo Tercero: Planteamiento del Problema. ________________________ 23
Importancia del Estudio: _____________________________________________________ 23
Propósito de la investigación: ________________________________________________ 25
Objetivo General: ___________________________________________________________ 26
Pregunta de investigación: ___________________________________________________ 26
Capitulo Cuarto: Marco referencial. __________________________________ 27
Marco Conceptual. ________________________________________________ 48
Capitulo Quinto: Metodología. ______________________________________ 49
Diseño: _____________________________________________________________________ 49
Contexto del estudio: ________________________________________________________ 50
El sujeto de estudio: _________________________________________________________ 51
Recolección de datos: _______________________________________________________ 51
Análisis e interpretación de los datos: ________________________________________ 52
Consideraciones Temporales: ________________________________________________ 55
Consideraciones éticas: _____________________________________________________ 56
Capitulo Sexto: Resultados y discusión. ______________________________ 57
Categoría central: EL SER, COMO SUJETO. ___________________________________ 57 PHYSIS ___________________________________________________________________________ 62 LOGOS ___________________________________________________________________________ 68
Capitulo Séptimo: Conclusiones. ____________________________________ 83
Capitulo Octavo: Aportaciones. _____________________________________ 88 A la práctica: ______________________________________________________________________ 88 A la disciplina: ____________________________________________________________________ 88 A la investigación: _________________________________________________________________ 88 A las políticas públicas: ____________________________________________________________ 89
Referencias Bibliográficas. _________________________________________ 91
9
10
Introducción: La presente investigación se emprendió desde un abordaje filosófico con el objetivo
de: Comprender e interpretar los elementos del ser que deben considerarse para
brindar el cuidado de enfermería. Este trabajo presenta el resultado de la
hermenéutica de los textos contenidos en la obra Titulada: Metafísica de Aristóteles.
El abordaje filosófico se eligió, en el intento de dar sustento ontológico a la
conceptualización del objeto de estudio de la enfermería y dilucidar los elementos
del ser, como sujeto del cuidado en enfermería.
Este documento consta de ocho apartados, los cuales contienen el desarrollo
estructurado del trabajo, capitulado de la siguiente manera:
En el primer apartado, se procura dar cuenta desde una breve descripción sobre la
experiencia de la autora en torno al fenómeno objeto de investigación, que se
relaciona con “El ser, como sujeto del cuidado en enfermería”.
En el segundo, se expone la revisión de los trabajos emprendidos desde la
enfermería, con la finalidad de esclarecer desde ahí las configuraciones y
conocimientos presentes en nuestro quehacer. Sustento del análisis y la
conceptualización a partir del “ser”, generados desde diferentes perspectivas,
empero, su amplia mayoría se refieren al ser del enfermero. Este contiene también
la fundamentación que nos remite a la filosofía.
En el tercer capítulo se desarrolla el planteamiento del problema, desde el argumento
normativo e institucional, también se refiere a la diversidad de teorías y corrientes
filosóficas que generan una disociación entre en el ser y el quehacer de la
enfermería. Se comprende que no es a través de la extensión o la conjugación de
elementos el camino que nos lleva a la esencia del ser.
A su vez, evidencia que la generación del conocimiento debe realizarse desde una
perspectiva que profundice al momento de integrar el concepto de cuidado. En el
cuarto capítulo encontrará el marco referencial y conceptual del que partimos. Se
muestra la posibilidad de una ciencia unitaria que estudia las causas primeras, así
como las formas del conocimiento y sus alcances.
11
En la quinta sección se presenta la metodología utilizada en la investigación. Así
como una breve argumentación para realizar el acercamiento filosófico, basado en
el enfoque disciplinar, es decir, la búsqueda de la sabiduría. Contiene también la
descripción y fundamentación de la hermenéutica analógica (HA) como método de
análisis de los datos obtenidos de los textos revisados.
Dado el origen de dicho instrumento, -devela lo que permanece oculto a simple vista-
el hermenéutico1, se considera acorde a este trabajo. El diálogo abierto suscitado a
partir de la HA favoreció la comprensión del fenómeno a estudiar; a su vez, el
acercamiento a los grandes pensadores posibilitó la reflexión sobre nosotros
mismos, al concientizarnos sobre la forma de enfocar nuestra realidad.
En el sexto apartado, se presentan los resultados y discusión. De forma esquemática
se expone la categoría central “El ser, como sujeto” al contraste con otros referentes
temáticos; de esta emergieron las subcategorías Physis y Logos, las que se
detallan según los atributos percibidos en ellas. Sobre la Physis se revelan como
componentes distintivos la Existencia y Entelequia. En la subcategoría Logos se
describen las características esenciales del ser, a partir de los elementos:
Subjetividad y Ethos.
Ya en el séptimo apartado se plantean las conclusiones, a partir de la percepción de
los resultados, donde la experiencia es el punto de confluencia para el cuidado de
enfermería y constituye el elemento inherente al ser. Las cogitaciones resultado de
su consideración son más certeras que los razonamientos surgidos de su omisión,
toda vez que la experiencia es el origen del conocimiento científico.
En el octavo apartado se precisan las aportaciones derivadas de este proyecto de
investigación; posteriormente se registran las referencias bibliográficas, base de este
trabajo.
1 OPS (2008, 48) En este compendio se menciona: “Desde el punto de vista filosófico, el trasfondo que subyace a la hermenéutica es, pues, la distinción entre la explicación y la comprensión de un fenómeno. Mientras la primera es propia de las ciencias naturales, la segunda es pertinente a las ciencias de la cultura o del espíritu”
12
13
Capítulo Primero: Descripción del fenómeno.
El objeto de estudio de nuestra investigación se deriva de, él ser, como sujeto del
cuidado de enfermería, trabajar en él, nos condujo por diferentes vertientes
conceptuales sobre los términos que se entreveran en el título, en la idea de obtener
una mayor claridad sobre los términos aquí utilizados, nos propusimos sumergirnos
en el mismo manantial del conocimiento, más no en las mismas aguas, es decir en
la filosofía.
Se recuperó desde su origen el concepto de “Ser”, objeto central del pensamiento
de muchos filósofos, nos remitimos a la Metafísica aristotélica, pues, en esta se
comprende el origen de las Ideas y como estas se constituyen a partir de otras Ideas
de las cuales será, a su vez, predicable2.
Para Aristóteles, el fin último de la filosofía no era promover una renovación social,
de hecho, consideraba al saber cómo un fin en sí mismo, justificado únicamente por
el instinto del hombre y por el placer derivado de ello. Con el término “ser” desde el
uso existencial, se intenta abarcar el mundo real de las percepciones y las
sensaciones, en el sentido ontológico más general. El ser, para nuestro caso es
aquel individuo que aspira a satisfacer su vida y alcanzar su autorrealización.
Entre las diferentes formas de definir una profesión su constitución etimológica suele
ser interesante más no exhaustiva, en enfermería, hemos percibido múltiples
implicaciones generadas a partir de la idea de espacio, por ejemplo, al referirnos al
área de enfermería, del sujeto que brinda el cuidado (enfermera), de una actividad
(cuidado de enfermería) y la situación de quien requiere del cuidado (enfermo). En
este contexto, el sujeto de enfermería, es el individuo que tiene como práctica
profesional la enfermería, en otras palabras, la enfermera(o) a partir de ella se
configura el objeto de estudio -el cuidado- y el impacto de una práctica encaminada
hacia el individuo, toda vez que, los actos de cuidado y atención son derivados
principalmente de su condición vigente, se retoma como objeto de la enfermería, el
2 Aristóteles, (1996, 334) se menciona: “Cada Idea se compondrá, a su vez, de otras Ideas de las cuales será, a su vez, predicable: si no fuera predicable de una pluralidad, sería incognoscible, toda vez que su reconocimiento como Idea se basa precisamente en que es algo común a una pluralidad.”
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estudio del cuidado, más no con relación a un paciente3 o persona4, sino a partir del
ser como individuo5 que asume la posición de sujeto.
Lo ininteligible del cuidado de enfermería reside justamente en el acto de cuidar a
un sujeto de naturaleza compleja e irreductible. Para una mejor comprensión del
sujeto del cuidado de enfermería a pesar de todas las limitaciones que esta
definición conceptual representa, procuraremos orientarnos a la práctica del
cuidado del ser, como individuo que es objeto y sujeto a la vez. Sin dejar de lado al
actor central de esta investigación, el profesional de la enfermería en su praxis
cotidiana.
Durante los 20 años que he profesado la enfermería, percibí como el área de mayor
desempeño profesional el ámbito institucional, ahí, es donde confinamos el cuidado.
El hospital, es el lugar donde se observa con tristeza como el individuo se despoja
de su esencia, al ser tratado como paciente o cliente (en el mejor de los casos), en
tanto se predispone a asumir una actitud pasiva o sumisa, principio que enfatiza la
percepción de un trato deshumanizado, generado por el desconocimiento que la
ciencia tiene sobre el ser, como sujeto. Es entonces, que me pregunté ¿ha sido
descrito?, o si acaso, ¿es el elemento qué le falta a enfermería para que el impacto
de su desarrollo profesional se manifieste en el cuidado del individuo y repercuta en
la esfera social?
Derivado de ello surge la inquietud por esclarecer aquellos factores que influyen en
el individuo para convertirse en sujeto del cuidado y por parte del profesional de
enfermería configurarse como agente del cuidado. Es decir, cuales son los
3 Aristóteles (1994, 364) menciona el termino de paciente entorno al análisis de la potencia, específicamente, la potencia pasiva (la cual se da en el sujeto afectado) reconocida como “el principio del cambio producido en otro, o <en ello mismo, pero> en tanto que otro. Tras evidenciar la presencia de dos tipos de potencia “hacer y padecer” considera que el paciente padece. 4 Abbagnano, (2004, 810) expone inicialmente el concepto de persona como máscara en función de la representación de un personaje, que parte del texto de Epicteto: “Recuerda que tú no eres otra cosa que actor de un drama, el cual breve o largo según la voluntad del poeta. Y si a este le place que representes la persona de un mendigo, trata en forma adecuada. De igual modo, si te es asignada la persona de un cojo, de un magistrado, de un hombre común. Puesto a ti solo te corresponde el representar bien a la persona que se te destina, cualquiera que sea: corresponde a otro el elegirla” 5 Ibíd. (394) menciona “Otras cosas, por su parte, son uno si su definición es una, y son tales si su intelección es una, y si ésta es indivisible. […] Numéricamente es indivisible el individuo, y específicamente, lo que es indivisible para el conocimiento y para la ciencia, de modo que <<uno>> en sentido primario será aquello que es causa de la unidad de las entidades. Así pues, uno se dice en todos estos sentidos: lo continuo por naturaleza, el todo, el individuo y el universal, y cada uno de ellos es uno en cuanto que es indivisible, bien en su movimiento, bien en su intelección y definición”
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elementos del Ser que generan cambios en los individuos y determinan que el
“cuidado” se haga y asuma como parte del existir.
Otra de las motivaciones, fue el percibir las ausencias que dejaba el reflexionar
sobre el marco conceptual de nuestra ciencia, tras ese ejercicio surgieron un sin
número de preguntas, entre ellas: ¿Por qué no hemos logrado que el cuidado
profesional de enfermería se desarrolle fuera del hospital? ¿Es acaso que faltan
aspectos teóricos fundamentales en la disciplina? o acaso es la necesidad de
clarificar ¿Cómo está cuidando el profesional de enfermería? ¿En qué se está
poniendo énfasis? ¿Cuál es la base que sustenta nuestra praxis? ¿Cuáles son los
elementos de dominio básicos que caracterizan la práctica de la enfermería
relacionados con el cuidado eficiente? ¿En qué tipo de saber se forman los
profesionales de enfermería? ¿Estamos contenidas por un marco conceptual
designado por el metaparadigma, enfocado a la persona? ¿El concepto de paciente,
resulta reduccionista para el desarrollo como profesión, disciplina y ciencia de
enfermería? Tan solo por mencionar algunas.
Para aclarar estas cuestiones, fue pertinente abordar el problema desde la esencia
del ser.
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Capitulo Segundo: Revisión del Estado del Arte.
Múltiples han sido los trabajos emprendidos desde la enfermería, con la finalidad de
esclarecer desde la investigación las configuraciones y conocimientos presentes en
su quehacer que parten del análisis y conceptualización del “ser”, generados estos,
desde diferentes perspectivas y en su amplia mayoría se refieren al ser del
enfermero.
Desde la postura filosófica encontramos un estudio que ha marcado el desarrollo de
la disciplina, titulado: Fundamental patterns of knowing in nursing (Carper, 1975),
[Los Cuatro patrones del conocimiento de enfermería] desarrollado por Anne
Barbara Carper, como trabajo académico sustento de su Tesis Doctoral en
Educación, resultado de los estudios realizados en el Colegio de Maestros de la
Universidad de Columbia en Estados Unidos de Norteamérica, en el Área de
Ciencias de la Salud. Quien, al concluir el desarrollo del discurso sobre su estudio,
abre la posibilidad a futuras generaciones de retomar y enriquecer los supuestos
propuestos emanados de esa investigación.
La autora identificó la interrelación entre los cuatro patrones por ella descritos, el
empírico, estético, el componente del conocimiento personal de enfermería y el
ético.
Para el presente estudio, se considera la base epistémica de ese trabajo, el cual a
la fecha es estimado como un parteaguas disciplinar, al admitir nuevas formas de
dirigir la enseñanza y el proceder de la enfermería, así como la constante
transformación que exige el componente del conocimiento personal de enfermería,
por tener como elemento constitutivo al ser.
La referida investigación, adquiere mayor importancia dada la época en la cual se
realizó, caracterizada, por la diversificación en la producción del conocimiento en
enfermería, resultado del surgimiento de los estudios de posgrado en los años 50´s
del siglo XX, en los Estados Unidos de Norteamérica (Cuesta Benjuemea, 2006).
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Fue a raíz de la incursión en los estudios avanzados de enfermería que se amplió
la posibilidad de análisis sobre el objeto de estudio disciplinar, esa transformación
consecuencia de los estudios de posgrado, fue el ambiente propicio para generar
nuevas formas de sustentar las investigaciones de enfermería.
Como derivado de esta evolución se observó un giro ontológico, epistemológico y
por tanto metodológico6; mismo que abre las posibilidades de integrar posturas que
en algún momento pudiesen haber sido vituperadas o denostadas por la ciencia,
como es el caso de la postura teleológica7 de Aristóteles (Aristóteles, Metafísica,
1994) esa que va en busca de la causa final de las cosas.
El análisis del cuidado (objeto de estudio disciplinar) indudablemente se basó en
conocimientos científicos surgidos al abrigo del paradigma positivista -modelo
imperante en enfermería desde sus inicios como disciplina- (Nightingale, 1990),
actualmente, enfermería busca su posicionamiento en las denominadas Ciencias
Humanas, condición que le permite recurrir a nuevas formas de sustentar el
conocimiento y considerar las oportunidades de desarrollo científico, disciplinar y
profesional derivadas de tal posición.
Estudios desarrollados desde otras áreas del conocimiento enfocados al análisis de
la postura aristotélica8 en torno al ser, se han convertido en referente filosófico para
nuestra disciplina, muestra de ello, el escrito por Martin Heidegger titulado El Ser y
el tiempo (Heidegger, 1971), en ese tratado el alemán discípulo de Edmund Husserl,
se interroga por el sentido del término ser, a través de la explicación del tiempo
(como límite en la posibilidad) para comprenderlo.
Los discursos contenidos en esa obra parten del supuesto: las ciencias son movidas
por la revisión de sus fundamentos conceptuales y se justifica al reconocer que la
biología (por mencionar una de las ciencias relacionadas con el origen de
6 Tomado del cuadro de Denzin y Lincoln que aparece en el artículo de Duran de Villalobos 7 Doctrina filosófica de las causas finales. 8 Entre otras, pues, en su referente teórico menciona a Platón, Parménides, Aristóteles, Santo Tomas y Hegel.
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enfermería) es limitada dada su conceptualización surgida de paradigmas como el
mecanicista y el vitalista9.
El estudio del ser realizado por Heidegger se basó en la analítica existenciaria del
ser ahí y lo conceptualiza de la siguiente manera: “El ser ahí tiene más bien, con
arreglo a una forma de ser que le es inherente, la tendencia a comprender su ser
peculiar partiendo de aquel ente relativamente al cual se conduce, por esencia,
inmediata y constante en el mundo” (Heidegger, 1971).
En “El Ser y el tiempo”, él autor consideró como ingredientes constitutivos de la cura,
la existencialidad, la facticidad y la caída, es decir, como elementos ontológicos que
desde su apreciación constituyen la totalidad del todo estructural del “ser ahí”. Su
análisis, permite evidenciar la presencia de fenómenos que considera “anclados” al
ser, dentro de la estructura de la cura, estos son: la muerte, la conciencia moral y la
deuda. Contenido en las líneas de ese estudio encontramos: todo sujeto es lo que
es tan sólo para un objeto y viceversa10.
Otro de los estudios que contemplan la postura del estagirita para integrar al ser en
las cuestiones del cuidado que brinda enfermería, fue el realizado por Eseverri-Chaverri, su consumación, es puesta a nuestra disposición en Enfermería
Facultativa, reflexiones filosófico-éticas (Eseverri Chaverri, 2006). Nosotras, tras la
lectura de su obra podemos mencionar: si bien el enfermero español retoma algunos
escritos del estagirita, estos favorecen la fundamentación del actuar ético de
enfermería. El sangüesino recupera de diversos filósofos sus postulados para
sustentar el tratado e integra la mencionada obra como aportación para la disciplina.
En la actualidad, la producción de trabajos de investigación en el campo del ser y el
cuidado es variado y de gran riqueza (Cuesta Benjuemea, 2006) menciona: cumplen
con la función de contribuir a la episteme11 de enfermería, desde el paradigma
cualitativo se conducen nuevas oportunidades de desarrollo disciplinar hacia
9 Heidegger (1971, 19) menciona que “El verdadero movimiento de las ciencias es el de revisión de los conceptos fundamentales […] En la biología despierta la tendencia a ir más allá de los conceptos de organismo y de vida propuestos por el mecanicismo y el vitalismo, y a forjarse un concepto nuevo de la forma de ser de lo viviente en cuanto tal” 10 Heidegger (1971, 228 – 229) realiza esa explicación en el marco del análisis de “La cura, ser del ser ahí “y la realidad como problema del ser del mundo exterior y de la posibilidad de probar éste. 11 Conjunto de conocimientos que condicionan las formas de entender e interpretar el mundo en determinadas épocas.
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rumbos inexplorados. Esto es resultado de abordar el objeto de estudio de la
enfermería desde una perspectiva más amplia, es decir la cualitativa; y permitirnos
como enfermeras, comprender al individuo implícito en el cuidado, como un ser en
su totalidad, así como considerar la diversidad y complejidad que ello significa e
incorporar al cuidado algunos conocimientos como los ya propuestos, por Sor
Callista Roy12, el político y social, por solo mencionar un ejemplo.
En este sentido, Pinto-Afanador, recalca, “en la práctica el cuidado integra más
cosas”; sobre el ser, refiere: “…cuando uno percibe su propio ser de enfermería
como herramienta despersonalizada, a-corporal, la enfermería tiende a perder el
sabor, y el compromiso devoto con la enfermería se apaga…” (Pinto-Afanador,
2006). Esa indisposición se le atribuye a la limitación causada por la forma de
pensamiento predominante en enfermería y al distanciamiento que este genera.
Conforme ha evolucionado la disciplina, el cuidado se ha posicionado en la cúspide
de los niveles de conceptualización para enfermería, al ocupar el punto de
confluencia de los paradigmas imperantes en el desarrollo del conocimiento, es
decir el de categorización y el de transformación13; además en la actualidad, el
cuidado se entiende como un proceso diverso y complejo (Kérouac, 1996). Esto
denota, que es un acto que el individuo lleva a la práctica.
Tras reconocer la complejidad implícita en el cuidado per se, se puede advertir que
esta se enfatiza como resultado de la constante y correspondencia de los individuos
en el cuidado de enfermería (cuidador-cuidado), es decir la participación
mínimamente de dos individuos en dicho acto.
Situación que nos dispone a reconocer los elementos constitutivos del ser como
sujeto del cuidado en enfermería, preciso para el caso, es recuperar la definición
que Edgar Morín hace del ser humano como homo complexus, expuesta, a través
de una serie de características:
El ser humano es un ser racional e irracional, capaz de mesura y
desmesura; sujeto de un afecto intenso e inestable; él sonríe, ríe, llora,
12 Propuesta recuperada del artículo publicado por la hoy exánime enfermera colombiana. 13 Formula objetivos que la persona comprende y en los que participa.
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pero sabe también conocer objetivamente; es un ser serio y calculador,
pero también ansioso, angustiado, gozador, ebrio, estático; es un ser
de violencia y de ternura, de amor y de odio; es un ser invadido por lo
imaginario y que puede reconocer lo real, que sabe de la muerte pero
que no puede creer en ella, que segrega el mito y la magia, pero
también la ciencia y la filosofía; que está poseído por los Dioses y por
las Ideas, pero que duda de los Dioses y critica las Ideas; se alimenta
de conocimientos comprobados, pero también de ilusiones y de
quimeras. Y cuando en la ruptura de los controles racionales,
culturales, materiales hay confusión entre lo objetivo y lo subjetivo,
entre lo real y lo imaginario, cuando hay hegemonía de ilusiones,
desmesura desencadenada, entonces el homo demens somete al
homo sapiens y subordina la inteligencia racional al servicio de sus
monstruos (Morín & Vallejo-Gomez, 2001).
Desde ese ideario, el autor trata de adentrarnos en la Complejidad Humana, de la
cual distinguimos como constantes la “subjetividad”, el “pensamiento” y “deseo”, es
decir el predominio de la mente sobre el cuerpo; que refleja la cualidad de generar
cambios a través del uso del conocimiento y la razón.
Desde otra perspectiva, un análisis realizado por Garzón-Alarcón, que buscaba
mostrar la relación del conocimiento con los valores, los principios éticos y bioéticos
como sustento del ejercicio profesional de la enfermería, en la práctica social,
evidenció: “los valores de la persona, familia o el grupo de personas que reciben el
cuidado reflejan la influencia de su historia, su cultura, así como los factores que se
deben de respetar y comprender, porqué estos aspectos forman parte de ella y se
relacionan con sus costumbres, creencias, valores y prácticas de salud que se
deben de respetar” (Garzón Alarcón, 2005); concluye: es en el acto del cuidado
donde se debe traducir la dimensión filosófica, ética y bioética, de humanización y
científico técnica que fundamenta su conocimiento y actuar, que la sociedad percibe
y valora como buen cuidado.
21
En el 2011, Vélez-Álvarez y Vanegas-García, profundizan en una revisión teórica y
conceptual del cuidado en enfermería bajo un análisis fenomenológico realizado a
artículos publicados en diferentes bases de datos especializadas, como resultado
de tal labor se obtuvo lo siguiente: el cuidado tiene su origen en el sujeto mismo,
pero no solo como instinto sino como reconocimiento de la propia existencia, el
conocerse a sí mismo; entre más se conoce el sujeto más grande es su actitud de
cuidado, el cuidado como objeto de estudio de la enfermería busca profundizar en
mejorar la calidad de vida de cada persona, más allá del ejercicio profesional. Dicho
trabajo, se consuma de la siguiente manera: “se reencuentra la categoría de cuerpo
donde este debe convertirse en escenario de cuidado para el profesional de
enfermería, pues a través de él se desvelan muchas realidades, de quien necesita
ser cuidado” (Vélez Álvarez & Vanegas García, 2011).
En tanto, el cuidado de enfermería implica una serie de conocimientos integrados,
se cree preciso dar sustento filosófico con miras a estrechar las fisuras
prevalecientes en la base de nuestro objeto de estudio, esas grietas son profundas
y surgen inmanentes al ser, ese caracterizado por la complejidad14. Esa complejidad
presente en el acto de cuidar que implica para la enfermera una serie de
conocimientos, aptitudes y actitudes, en tanto individuos presentes ante nosotras, y
necesarias para la toma de decisiones en busca del mayor bien del ser.
Por su parte DiBartolo, en 1998, identificó "[Los problemas filosóficos pueden ser
reducidos por el avance de una disciplina, y la realización de una disciplina puede
ser influido por la reflexión filosófica. En lugar de continuar con el debate sobre la
pertinencia de la filosofía de la ciencia a la disciplina, tal vez los eruditos de
enfermería primero deben entender y aceptar el pasado, con el fin de concentrarse
en los problemas reales de una disciplina que todavía trata de ganar y mantener el
respeto y la credibilidad. La filosofía de la ciencia de hecho ha jugado un papel
fundamental en la evolución de enfermería como una disciplina]15" (DiBartolo, 1998).
14En el acto de cuidar confluyen múltiples dimensiones y situaciones de más de una persona. Este solo hecho, es de sí ya complejo.
15 Traducción personal de la conclusión del artículo: Philosophy of Science in Doctoral Education Revisited Nursing, [Philosophical problems may be tamed by the advance of a discipline, and the conduct of a discipline may be swayed by philosophical reflection. Rather than continue the debate over the relevance of philosophy of science to the discipline, perhaps nurse scholars must first understand and accept
22
Desde la filosofía, es donde se deben buscar las premisas que sustenten el cuidado
del ser, en tanto, ha contribuido a la clarificación de esa entidad, motivo que nos
llevó al texto Metafísica de Aristóteles, en la indagación de los supuestos
ontológicos que contribuyan a esclarecer los elementos del ser que se deben
considerar en el acto del cuidado de enfermería. Si partimos de la propuesta de un
cuidado profesional de enfermería, ese que Medina Moya define como: “Todos
aquellos modos humanísticos y científicos, aprendidos cognitivamente, de ayudar o
capacitar a individuos, familias o comunidades para recibir servicios personalizados
a través de modalidades, culturalmente determinadas, técnicas, y procesos de
cuidado orientados al mantenimiento y desarrollo de condiciones favorables de vida
y muerte” (Medina-Moya, 1999).
the past in order to concentrate on the real problems of a discipline still striving to gain and maintain respect and credibility. Philosophy of science has indeed played a pivotal role in nursing´s evolution as a discipline.]
23
Capítulo Tercero: Planteamiento del Problema.
Importancia del Estudio: Es en las Instituciones de Salud donde mayormente enfermería establece el
contacto real con individuos en el desarrollo profesional, sujetos que ponen en
nuestras manos la responsabilidad de cuidar su ya precaria salud que pone en
riesgo su vida, su ser. En esas condiciones, el individuo espera de un cuidado de
enfermería acorde a sus necesidades derivadas no solamente del diagnóstico
médico. El hospital, centro de atención donde el acto de disponerse de una persona
a otra desconocida se manifiesta en el cuidado, resulta viable, entre otras cosas,
aprehender con empatía la subjetividad de esa situación, que denota la necesidad
de la enfermera de concientizarse sobre la complejidad del individuo e inferir una
buena práctica de cuidado individualizado.
Por estas razones, es inevitable pensar en el cuidado del individuo a través del
paradigma humanista a fin de entenderlo en su condición compleja, integral y
holística, donde, además se involucran experiencias, relaciones y sentimientos.
Sin embargo, hasta la fecha este ideal se ve obstaculizado debido a la omisión de
elementos del ser (individuo) al profesar el cuidado de enfermería.
Primero que nada, haremos referencia a una situación de importancia reflejada
desde los altos niveles institucionales, donde surge, se delinea y pauta el quehacer
de enfermería a través de normas y reglamentos, en específico, retomamos el caso
de la norma oficial mexicana NOM-019-SSA3-2013 para la práctica de enfermería
en el Sistema Nacional de Salud (Norma Oficial Mexicana, 2013).
La norma nos exige una revisión minuciosa, implícita en la característica de
obligatoriedad como marco regulatorio. En este momento nos ocupamos
exclusivamente del apartado que describe las funciones realizadas por el personal
no profesional, donde se menciona: la atención de las necesidades básicas de
comodidad e higiene del paciente o actividades relacionadas con la preparación de
equipo y materiales corresponden preferentemente al personal no profesional, pero,
ante la falta de ese tipo de personal, los profesionales de enfermería se ven
24
obligados a realizar este tipo de actividades no concernientes directamente al
individuo, dicha situación implica restar tiempo a la ejecución de cuidados de
enfermería ante las necesidades reales16 del individuo.
Otro de los aspectos a considerar, es la existencia de una diversidad de
conceptualizaciones sobre el cuidado de enfermería, fundamentadas en la
diversidad de teorías y corrientes filosóficas de origen. Donde cada escuela maneja
su lenguaje, sus métodos y su fundamentación epistemológica, de ese compendio
se puede percibir en algunas teorías la ausencia de profundidad en el ser, pues, en
su gran mayoría se limitan a describirlo como elemento del referente conceptual de
persona, circunscrito al llamado “metaparadigma” (Fawcett, 2000) desarrollado en
cuatro categorías (cuidado, persona, salud y entorno), en la pretensión de abarcar
la totalidad del cuidado del ser humano; en este sentido se comprende que no es a
través de la extensión o la conjugación de elementos que llegaremos a la esencia
del ser.
Si esto no fuera suficiente las conceptualizaciones utilizadas para denominar al
individuo (ser) son tan diversas que pasan desde la consideración de un objeto
mercantil al llamarle cliente, paciente, agente o sistema holístico y adaptable.
Realidad que evidencia, la centralidad de los enfoques que dieron origen a cada
una de las posturas teóricas, manifestadas al definir el componente fundamental de
enfermería. Esa visión se aprecia un tanto restrictiva, al no considerar al ser humano
16NORMA Oficial Mexicana NOM-019-SSA3-2013 Para la práctica de enfermería en el Sistema Nacional de Salud, en su apartado De la prestación de servicios de enfermería, aspectos particulares, en los siguientes puntos:
5.2. Las actividades mencionadas en los puntos 6.1 al 6.7 de esta norma, están ordenadas según su grado de complejidad, las mismas deberán ser realizadas por el personal de enfermería que se menciona en cada punto, sin embargo, éstas no son limitativas para el personal de enfermería que tenga mayor grado académico del que se enuncia en cada punto, pero sí son limitativas para quienes no tienen el grado académico mínimo que se menciona, en términos de las disposiciones jurídicas aplicables 6.1. Las actividades en apoyo a la atención de las necesidades básicas de comodidad e higiene del paciente o actividades relacionadas con la preparación de equipo y material, corresponden preferentemente al personal no profesional, quien debido a su nivel de capacitación debe ejecutar cuidados de baja complejidad delegados y supervisados por personal técnico o profesional de enfermería, su función primordial es de colaborador asistencial directo o indirecto de los profesionistas de la salud. El personal no profesional está facultado para realizar intervenciones de enfermería interdependientes. 6.2. La prestación de servicios de enfermería que corresponden a los profesionales técnicos de enfermería en el ámbito hospitalario y comunitario, dada su formación teórico-práctica son los cuidados de mediana complejidad que los faculta para realizar acciones interdependientes derivadas del plan terapéutico e independientes como resultado de la aplicación del proceso atención enfermería. Su función sustantiva es asistencial y las adjetivas son de colaboración en las funciones administrativas y docentes. Según la Estadística de la OCDE sobre salud 2014, en México, el número de enfermeras ha aumentado también, pero de forma modesta, incrementándose de 2.2 enfermeras por cada 1000 habitantes en el 2000 a 2.6 en el 2012. Esta cifra sigue estando muy por debajo del promedio de la OCDE de 8.8, en el documento México en un vistazo 2012, del INEGI solo menciona como recursos de salud paramédicos a enfermeras, sin realizar un desglose sobre el nivel académico.
25
en su integridad. Otro de los obstáculos percibidos es que dificulta la comunicación
entre los profesionales de la disciplina y más grave aún, la obstaculización del
conocimiento.
Entonces, hasta la fecha enfermería, se encuentra sumida en varios procesos que
estremecen sus cimientos, entre ellos se puede mencionar la contextualización
sobre la fundamentación de sus conocimientos, por tanto, en la indagación del
cuidado como objeto de estudio de enfermería, se percibe como imperiosa la
propuesta de clarificación a través del amplio campo del conocimiento en busca del
mayor bien para la disciplina, en la profesión de la enfermería y el individuo.
Así mismo, se hace evidente que la generación del conocimiento debe realizarse
desde una perspectiva que profundice al integrar el concepto de cuidado al cobijo
de la transdisciplina, se recurre concretamente a la filosofía de la enfermería en lo
tocante a estas cuestiones.
En la visión transdisciplinaria, existe una trans-relación que religa los cuatro pilares
del nuevo sistema de educación y tiene su origen en nuestra propia constitución
como seres humanos (Nicolescu & Gómez, 1996).
Los cuatro pilares de la educación a lo largo de la vida son: aprender a conocer,
aprender a hacer, aprender a ser y a convivir (Delors, y otros, 1997), estos
constituyen el marco de referencia dentro de las bases conceptuales delimitadas
por: “el saber”, “saber hacer” y contribuyen a enriquecer las habilidades
procedimentales, así como “el saber convivir” y “el saber ser” que inciden
directamente en el desarrollo de habilidades actitudinales e implican una mirada a
las condiciones y disposiciones del individuo a partir de las cuales actúa, es decir,
al componente actitudinal y valorativo (saber ser) causando efectos sobre los
resultados de la acción, en este caso el cuidado.
Propósito de la investigación: La presente investigación tiene la intención de profundizar sobre algunos de los
elementos básicos del ser, a raíz de sus resultados busca aportar en la clarificación
de los elementos del ser que se deben considerar para el cuidado, es decir,
contribuir a la conformación de la epistemología de enfermería, al generar un
26
discurso que integre lo fundamental del cuidado a través de la reflexión sobre
tratados filosóficos.
Puesto que, mientras no se trabaje a partir del ser, la enfermería corre el riesgo de
seguir acotando sus áreas de desempeño, además se parte de una concepción no
acorde al contexto histórico actual.
Objetivo General: Analizar y describir los elementos del ser que deben considerarse para brindar el
cuidado de enfermería.
Pregunta de investigación:
¿Cuáles son los elementos ontológicos del ser que deben considerarse para brindar
el cuidado de enfermería?
27
Capitulo Cuarto: Marco referencial.
Podemos exponer desde este punto, una analogía en el surgimiento de la filosofía
aristotélica y la ciencia de enfermería, puesto que la ciencia de enfermería, se
organizó dentro de un paradigma meramente positivista, sin embargo, en estos
momentos trata de emanciparse, conservando su esencia, al mantener su forma
con el fin de generar conocimiento nuevo e integral.
Se reconoce de partida el propósito de la obra Metafísica de Aristóteles, que lo
instigó a investigar la posibilidad de una ciencia unitaria que estudiase las causas
primeras y de lo máximamente cognoscible.
El estagirita da por sentado que sobre una misma cosa caben muchos tipos de
conocimientos, y quien mejor conoce la cosa sobre la cual estudia, es el quien sabe
que es; Aristóteles, percibió la ausencia de una ciencia que demostrará el qué-es.
Metafísica de Aristóteles, es una muestra tangible de la diversidad de perspectivas
presentes al asumir una postura, mismas que consideró para dar sustento a su
pretensión de refutar la Teoría Metafísica de las Ideas Platónica, y demostrar la presencia de las cosas sensibles en las entidades como causa.
En los libros contenidos en República de Platón encontramos claramente expuestas
esas contraposiciones filosóficas o paradigmas17, para el caso, en el libro VI se nos
presenta un diálogo establecido entre Sócrates y Glaucón: “…Y de aquellas cosas
decimos que son vistas pero no pensadas, mientras que, por su parte, las ideas son
pensadas pero no vistas…” (Platón, República, 1988). Aristóteles por su parte
consideró los sentidos como elementos que enriquecen las ideas sobre las cosas,
prueba de ello es el párrafo inicial de la obra analizada: “Todos los hombres por
naturaleza desean saber. Señal de ello es el amor a las sensaciones.”18 - 19. De
17 Como lo podemos llamar en la actualidad a partir de las diversas definiciones acuñadas a través del tiempo, y registradas en el diccionario Filosófico de Nicola Abbagnano, especialmente nos referimos en este caso a una “constelación de creencias compartidas por un grupo”. 18 Aristóteles (1994, 68) continua con los párrafos: “Éstas, en efecto, son amadas por sí mismas, incluso al margen de su utilidad y más que todas las demás, las sensaciones visuales. Y es que no sólo en orden a la acción, sino cuando vamos a actuar, preferimos la visión a todas –digámoslo- las demás. La razón estriba en que ésta es, de las sensaciones, la que más nos hace conocer y muestra múltiples diferencias”. 19 Ferrater Mora (1964, 891) menciona: “Aristóteles niega que las ideas existan en un mundo inteligible separado de las cosas sensibles; las ideas son inmanentes a las cosas sensibles. De otra suerte no se comprendería cómo las ideas pueden actuar y de paso explicar la realidad sensible”.
28
hecho, esa argumentación fue la que nos motivó a ir en busca de respuestas para
nuestra disciplina, por tanto, nos dispusimos a profundizar en su estudio.
Un esbozo de la Metafísica aristotélica, en el acercamiento al ser del cuidado en
enfermería.
Como ya mencionamos, la presente investigación se basa en el estudio del ser
(ente), realizado por Aristóteles plasmado en Metafísica, obra que a la fecha
podemos considerar como un clásico. De ese trabajo se recuperaron los supuestos
ontológicos que el estagirita menciona, sobre todo, una que él denominó como “las
causas” el “aquello para lo cual”, que, dicho de otra manera, puede ser definido
como el fin al que se dirige una cosa (objeto).
Se comprende que la existencia del ser está limitada por dos opuestos y estos son:
el principio de la vida y su fin, la muerte; el ser, en ese lapso de tiempo que
transcurre entre los opuestos, toma el cuidado como parte esencial de sí mismo
para el desarrollo de su vida, en una constante lucha por mantener su existencia;
esto se da en él, a través de procesos cognitivos y actitudinales, esos procesos
forman parte de las capacidades que posee todo ser humano por naturaleza, sin
embargo requieren de una constante actualización.
Aristóteles menciona que: “el conocimiento sensible le es común a todos y por tanto,
es fácil y nada tiene de sabiduría” (Aristóteles, Metafísica, 1994), también refiere:
“los cognoscibles en grado sumo son los principios y las causas (pues por éstos y
a partir de estos se conoce lo demás, pero no ellos por medio de lo que está debajo
<de ellos>)” (Aristóteles, Metafísica, 1994), entonces, podemos afirmar que las
cosas sensibles tienen por principio el movimiento, es decir que no son siempre y
en todo momento iguales.
Por su parte, para enfermería el cuidado de un ser también conlleva esas
características, al estar en presencia de una entidad sensible, con capacidades
cognitivas, que conoce y ama la vida, sabe del bien y conoce su fin, teme a lo
desconocido, por tanto, al término de la vida, es decir la muerte. Esta integración de
29
elementos es la que define el aquello para lo cual, como el fin que guía a fomentar
el cuidado en busca de su estado de plena realización.
El texto referido fue y sigue siendo motivo de múltiples investigaciones desde los
diversos campos del conocimiento, en nuestro caso, se buscaron en él los
elementos del ser que se deben considerar para brindar el cuidado de enfermería,
en relación con su existencia. Esa plagada de sensaciones, donde los elementos
de la realidad enmarcan la vida.
En este sentido fue necesario dilucidar los elementos del ser (individuo), a fin de
exponer las causas que lo llevan a actuar en el cuidado de enfermería, por tanto, se
elige como marco referencial para este trabajo. Dado que ese clásico de la filosofía
aborda las diversas perspectivas sobre las cuales se trataba de esclarecer la
ciencia, a partir de conocer las entidades, es decir, ahondar en las propiedades
trascendentales del ser, desde una perspectiva más amplia.
Tras conocer las particularidades del texto, nos dimos a la tarea de recuperar de
cada uno de los catorce libros contenidos en la obra los elementos que buscamos,
evidenciado en los siguientes párrafos.
En el Libro I (А), capítulo tercero de Metafísica, se exponen las causas de los
filósofos que antecedieron a Aristóteles, en este muestran los cuatro sentidos que
se dicen de las causas de todas las cosas (principios) e identifica la diferenciación
de percepciones. Hubo quienes denominaron principio a la Materia (el sujeto), otros
la forma (esencia), de ellos algunos propusieron el agente (aquello de donde
proviene el inicio del movimiento) y otros, el fin o causa final (aquello para lo cual).
En esa investigación el estagirita realiza un recuento histórico sobre las causas
mencionadas por los filósofos de antiguo y reconoce que su empresa lo puede llevar
a encontrar otro género de causas o bien a aumentar la certeza sobre las ya
expuestas. Lo analizado se expone de la siguiente manera:
30
Los materialistas20 (por así llamarles), establecían que el principio de todas las
cosas es de naturaleza material; fueron estos quienes introdujeron el pensamiento:
“nada se genera ni se destruye puesto que tal naturaleza se conserva siempre”,
incluso los que postulaban este tipo de causas, suponían que la constante de las
cosas era la entidad, pues, por más que esta cambie de cualidades, siempre la
naturaleza a partir de la cual se genera lo demás, se conserva. Aristóteles, refuta
en cierta medida lo anterior, al sostener, “siempre hay alguna naturaleza, sea una o
más de una, a partir de la cual se genera lo demás, conservándose aquella”.
A partir del supuesto: “el sujeto mismo no se hace cambiar a sí mismo”, el estagirita
le atribuye las causas del cambio a otra cosa, es decir se evidencian dos principios
de movimiento el activo y el pasivo.
En el cuarto capítulo del libro continua con el recuento histórico y se aborda la
temática de los que analizaron en la causa material o materia y la causa originadora
del movimiento y del orden, el aquello para lo cual afrontando el pensamiento de
Empédocles21, Anaxágoras22, de los atomistas Leucipo y Demócrito23.
Así, sucesivamente en los siguientes capítulos, el quinto y sexto se analizan las
causas mencionadas por las filosofías pre platónicas (Pitagóricos24 y Eléatas), y la
Platónica. Sobre las cuales llega a resumir en el capítulo séptimo; y, reinicia una
crítica de los filósofos pre platónicos en el capítulo octavo y en el noveno la
respectiva a la doctrina platónica; en el capítulo décimo consuma su análisis en una
conclusión referente a lo llamado por él, filosofías de antiguo.
La naturaleza del Bien como causa:
20 Los materialistas proponían “los únicos principios de las cosas son de naturaleza material”. Tales de Mileto fue considerado el introductor de este tipo de filosofía, considerando el agua como principio, Anaxímenes y Diógenes hicieron lo propio al proponer que el aire es anterior al agua, Hipaso y Heráclito coincidían que el fuego era el principio; Empédocles por su parte afirma que son cuatro los elementos que permanecen y no se generan. 21 Consideró al mal y el bien como principios, partió del supuesto “la causa de todos los bienes es el bien mismo y la de los males el mal. 22 Anaxágoras menciona los principios son infinitos: en suma, viene a decir que todos los cuerpos homeoméricos, como el agua o el fuego, se generan y destruyen únicamente por reunión o separación, pero que en ningún otro sentido se generan o destruyen, sino que, antes bien, permanecen eternos. 23 Lo que es y lo que no es “lleno y vacío”. 24 Los contrarios son principios de las cosas que son; pero cuantos, y cuáles son, sólo es posible extraerlos de estos.
31
Aristóteles, registra la causa como el aquello para lo cual ha de hacerse cada cosa
en particular, este es considerado un elemento constitutivo de las entidades, y en
general el bien supremo de la naturaleza en su totalidad.
Consideró, que la naturaleza del bien subyace del aquello para lo cual (el fin),
aclarando: “nadie, desde luego, se pondría a hacer nada si no fuera a llegar a un
término”; y estableció la relación fin-entendimiento al reconocer: “En efecto, el que
posee entendimiento actúa siempre para algo y esto constituye un límite, pues el fin
es límite”.
También dentro de los capítulos comprendidos en el libro primero, se hace un
llamamiento a acomodar el lenguaje, a lo habitual y a las exigencias de cada ciencia,
es decir, ser flexibles al momento de dirigir nuestros discursos, sea cual sea el
receptor.
Naturaleza del cuidado en relación con la existencia del ser.
Para abordar la naturaleza es necesario se contextualice en los conceptos centrales
manejados por el autor de la obra, un acercamiento a ellos se da en estos capítulos
del trabajo analizado.
El Libro Primero (А) menciona: “Todos los hombres por naturaleza desean saber.
Señal de ello es el amor a las sensaciones”; el estagirita, coloca en primer lugar de
jerarquía a las sensaciones visuales, debido a su utilidad para conocer y mostrar las
diferencias, además atribuye a la inteligencia la capacidad de aprender, resultante
de la mezcla entre la sensación y memoria (recordar). Estas capacidades son
expuestas como inmanentes al ser humano, al reconocer que el “género humano
<vive>, además, gracias al arte25 y a los razonamientos”.
Se reconocen aquí dos elementos exclusivos del ser humano, es decir las
sensaciones y el entendimiento, mismos que nos separan de otro género de
entidades, incluso son la estructura de esa multiplicidad de factores que nos
conforman, su peculiaridad es que estos se dan en lo que el filósofo llama “Alma”
25 El arte es dado a entender como la ciencia.
32
y enfatiza sobre la sensibilidad y su forma de contribuir a la generación del
conocimiento.
El Libro Segundo (α) inicia sus capítulos con el tema LA FILOSOFÍA COMO
CIENCIA DE LA VERDAD, en este se percibe la presencia de una diversidad de
opiniones sobre el asunto de la Naturaleza (de las cosas), confirmando, cada una
de ellas logra decir algo26, lo cual evidencia la riqueza resultante de la integración
de esas múltiples perspectivas o paradigmas, así como las limitantes que conlleva
el posicionamiento dogmático generado por la idea preconcebida. Preciso para el
caso es recuperar el siguiente: “como los ojos del murciélago respecto de la luz del
día, así se comporta el entendimiento de nuestra alma respecto de las cosas que,
por naturaleza, son las más evidentes de todas”; en estos párrafos, entre otras
cosas, se percibe la relevancia que el estagirita le daba a la filosofía, considerándola
como ciencia teorética que tiene como fin la verdad, separándola de las ciencias
prácticas27 al reconocer su fin como la obra.
En el capítulo segundo, cuando se aborda el tema las causas no son infinitas, se
reconoce que siempre hay un estado intermedio (el generarse) ese, que se da en
el argumento disyuntivo del ser o no ser, el aquello para lo cual, concebido como el
fin a que todo acto se dirige, en tanto, es necesario revisar ese elemento.
Inicialmente mencionaremos, el individuo carece de las características para ser
considerado un ente (ser) unitario, es decir, que proviene de la unidad; cuando
Aristóteles se refiere a la Unidad y Pluralidad (multiplicidad), menciona: los que
filosofaron de antiguo sobre los principios de los contrarios “…prácticamente todos
están de acuerdo en que las cosas que son y la entidad se componen de contrarios...”, situación que presenta la pauta para ejemplificar la pertenencia del
Reposo a la Unidad y el Movimiento a la Pluralidad.
En el Libro Tercero (В), Aristóteles se plantea los problemas a resolver para
desarrollo de su investigación enumerando cada uno de ellos, en ese ejercicio llega
26 Aristóteles (1994, 121) “Si bien cada uno en particular contribuye a ella poco o nada, de todos conjuntamente resulta una cierta magnitud”. 27 Ibíd. (122) “Los prácticos, si bien tienen en cuenta como son las cosas, no consideran lo eterno (que hay en éstas), sino aspectos relativos y referidos a la ocasión presente”.
33
a identificar catorce aporías28, las cuales desarrolla en el trascurso del mencionado
libro.
En tanto las temáticas recuperables para nuestra causa, está la precisión hecha
para referirse al “individuo” y el uso dado en el sentido de numéricamente uno;
también en esos párrafos encontramos, la siguiente afirmación aristotélica: el
“cuerpo afectado por ellas29 es lo único que permanece como algo que es y que es
entidad”30, así mismo menciona “los principios de los cuerpos son los de las cosas
que son”31.
Así continuamos nuestra empresa y llegamos al desarrollo del Libro Cuarto (Γ), donde el estagirita delinea LA CIENCIA DE LO QUE ES EN TANTO QUE ALGO
ES32, una de las aporías que trata de dilucidar es: “Lo que es y lo que no es”, sobre
esto menciona, que el “Reposo pertenece a la Unidad y el Movimiento a la
Pluralidad”, confirmando lo anteriormente postulado, concluyendo: “prácticamente
todos33 están de acuerdo en que las cosas que son y la entidad se componen de
contrarios”. Al continuar en la comprensión de las páginas de ese libro, encontramos
la relevancia del lenguaje significativo; en tanto, el estagirita menciona “pues no
significar algo determinado es no significar nada, y si los nombres carecen de
significado, se suprime el diálogo con los demás y en verdad, también consigo
mismo”.
Sensación y movimiento:
Además, este autor encontró que antecesores y contemporáneos no decían nada
referente a las cosas sensibles en sus ideas sobre las causas, asunto que lo llevo
a cuestionar ¿cómo sin tener sensación podría uno conocer aquellas cosas de las
que hay sensación? (Aristóteles, Metafísica, 1994)
28 Abbagnano (2004, 96) menciona: “este término ha sido usado en el sentido de duda racional, es decir, de dificultad inherente a un razonamiento y no de estado subjetivo de incertidumbre. Por lo tanto, es una duda objetiva, la efectiva dificultad de un razonamiento o de la conclusión, a la cual pone fin un razonamiento”. 29 Aristóteles (1994, 156) se refiere a elementos como el agua, la tierra, el fuego y el aire a partir de los cuales se constituyen los cuerpos compuestos. 30 Ibíd. 31 Ibíd. 32 Ontología, ciencia de los principios y causas supremas. 33 Se refiere a los filósofos que el llamo de Antiguo y que describe en el libro primero.
34
También en esas líneas encontramos, a partir de la consideración sobre las cosas
sensibles, las verdades de las cosas emergen de diversa forma (aún, sea el
individuo sometido al mismo estímulo en diversas ocasiones y condiciones, esta
puede cambiar de resultados) incluso, hubo quien afirmaba a partir de esas
consideraciones que “nada es verdadero”34.
Aristóteles resalta: “En general, afirman: lo que aparece en la sensación es
necesariamente verdadero, porque consideran inteligencia la sensación y afirman
que esta es alteración”. Para concluir ese libro sintetiza: “si solamente existe lo
sensible, nada existiría si no existieran los seres animados, ya que no habría
sensación”, esto resulta de la reflexión sobre la sensación, donde reconoce que ésta
no es en sí misma, sino una afección del que siente.
Otra ausencia que el estagirita advirtió dentro de las observaciones realizadas a las
filosofías de antiguo, fue que: “negligentemente pasaron por alto la causa del
movimiento”, es decir de dónde y cómo se da este, en las cosas que son. “Hay, en
efecto, algo que mueve eternamente las cosas que se mueven, y lo primero que
mueve es, ello mismo, inmóvil”.
El Libro Quinto (Δ), es considerado por su contenido como un “diccionario
filosófico”35, desarrollado por el autor para clarificar los conceptos a utilizar durante
su investigación; y para nuestra empresa tuvo la función de permitir la penetración
a nuestros conceptos básicos como lo son: principio, causa, elemento, naturaleza, necesario, ser, potencia y cualidad. Estos conceptos se revisaron
con la finalidad de poder asirnos de ellos para la comprensión de los elementos que
buscamos.
Referente a los principios retomamos “lo primero a partir de lo cual se hace algo no
siendo aquello inmanente (en esto)”36, de donde naturalmente se origina el
movimiento y el cambio, denominado también como causa, caracterizada por ser
común en todas las situaciones, “ser lo primero a partir de lo cual algo es, o se
34 Aristóteles (1994,189); recalca: “De ahí que Demócrito diga que o nada es verdadero o, desde luego, nos es desconocido. […]Empédocles afirma que al cambiar el estado (corporal), cambia la inteligencia: el conocimiento aumenta en los hombres ante lo que está presente”. 35 Lo comenta en la introducción de Metafísica, Tomás Calvo Martínez. 36 Ibíd. (205)
35
produce, o se conoce”. El autor, considera respecto a la pertenencia, que: algunas
causas son intrínsecas y otras extrínsecas; y explora como principios los siguientes:
“la naturaleza y el elemento, el pensamiento y la voluntad, la entidad y el para-qué.
Y es que el bien y la belleza son principio, en muchos casos, tanto del conocimiento
como del movimiento”37.
Con relación a las causas el filósofo describió cuatro para su análisis, nosotros
retomamos “(la causa entendida) como fin, y éste es aquello para-lo-cual”38,
caracterizado por la participación de otro, como generador, es decir se “inicia el
movimiento, se interponen antes del fin, por ejemplo, adelgazar, el purgarse, las
medicinas y el instrumental médico se dicen que son causa de la salud; y es que
todas estas cosas son para el fin, si bien difieren entre sí en que las unas son
acciones y las otras instrumentos”39, entre estas causas podemos ubicar el cuidado
de enfermería, por ser su característica buscar el mayor bien del ser.
Si nos apegamos al concepto de agente manejado por el estagirita que a la letra
dice: “son aquellos de donde proviene el inicio del cambio y del reposo”40 y poseen
como característica, el pretender ser lo mejor (bien real o aparente) y el fin de las
demás cosas.
El agente para nosotros es causa del porque se está actuando, entonces podemos
decir, la enfermería como profesión es agente, empero en el texto se hace la
siguiente aclaración: “las causas particulares que están actuando existen y dejan de
existir al mismo tiempo que los efectos de que son causas”41.
Los elementos se describieron de forma sucinta de la siguiente manera: “es lo
primero que es inmanente en cada cosa”42; y la naturaleza “es la entidad de aquellas
cosas que poseen el principio del movimiento en sí mismas y por sí mismas”43, a
esta se le atribuye el estado de plena actualización (entelequia).
37 Aristóteles (1994, 207) 38 Ibíd. (208) 39 Ibíd. (208) 40 Ibíd. (209) 41 Ibíd. (210-211) 42 Ibíd. (212) 43 Ibíd. (215)
36
En cuanto a la acepción de necesario, se retomó la siguiente: “concausas del vivir
y de lo bueno”44, pues, en ese tipo de cosas, son en las que cabe el cuidado del ser,
en nuestro caso la vida y la existencia son condicionadas por la presencia de eso
que se denomina necesario, referido por Aristóteles como lo “simple”, eso que “no
puede tener más que un modo de ser”45. Por tanto, el cuidado de enfermería es
necesario para el desarrollo del individuo.
Con referencia al ser y lo que es “significa tanto lo que se dice que es en potencia
como lo que se dice que es ya plenamente realizado”46; el estagirita llama potencia
o capacidad a lo siguiente: “el principio productor de cambio en otro, o (en ello
mismo, pero) en tanto que otro”47; de otra parte, “(el principio según el cual algo es
cambiado o movido) por la acción de otro”48; por tanto, es pertinente definir como
potencia al cuidado de enfermería, por considerarlo un principio del cambio en el
otro. Respecto a la definición de cualidad provista por ese filósofo, podríamos decir
sencillamente que es “una diferencia de la entidad”49, sin embargo, lleva implícita
una complejidad en tanto los factores que interfieren en esa denominada diferencia,
o multiplicidad.
En el Libro Sexto (E), se nos exhibe LA CLASIFICACIÓN DE LAS CIENCIAS
TEORÉTICAS. ONTOLOGÍA Y TEOLOGÍA; el capítulo primero, nos permite percibir
a la dialéctica50 como el arte que nos lleva a las causas y principios de las cosas.
En estas líneas también se reconocen las formas o posicionamientos desde las
cuales se llega a demostrar, el qué-es, de cada ciencia. Se percibe, que cada una
de las ciencias se ocupa de lo qué-es en función de ella misma, no en el sentido
absoluto, es decir, la definición de su objeto de estudio, emerge de su contexto de
origen.
44 Aristóteles (1994, 216) 45 Ibíd. (217) 46 Ibíd. (225) 47 Ibíd. (237) 48 Ibíd. (234) 49 Ibíd. (240) 50Toda ciencia discursiva, o que participe en alguna medida del pensar discursivo, se ocupa de causas y principios más exactos o más sencillos.
37
Dicha diferenciación, se debe a la forma de exponerlas, al recurrir a la percepción
sensible (en algunas ocasiones) y en otras a las hipótesis para demostrar los
atributos que le pertenecen.
En este sentido, el Estagirita realiza un llamado de atención: “Por lo cual es evidente
que de tal tipo de inducción51 no resulta una demostración de la entidad, es decir,
del qué es, sino que su modo de exponerlo es otro.”52 También recalca: la
“naturaleza son la esencia y su definición”53.
En el capítulo que expone (LOS SENTIDOS DEL “SER”54 Y “LO QUE ES”. NO HAY
CIENCIA DE LO QUE ES ACCIDENTALMENTE), se nos expone, “el accidente
parece estar próximo a lo que no es, lo cual se pone en manifiesto también a través
de consideraciones como la siguiente: de las cosas que son de otro modo, hay
ciertamente generación y corrupción, mientras que no las hay de las cosas que son
accidentalmente”55. Es decir, no es la intención del agente56.
Como resultado surge otra de las temáticas del texto, atendiendo a la investigación
del qué-es, de la cual sucede, “las definiciones han de establecerse, en efecto por
lo que es siempre o la mayoría de las veces”57.
El Libro Séptimo (Z) aborda la (ENTIDAD COMO SENTIDO FUNDAMENTAL DE
“SER” Y COMO CATEGORÍA PRIMERA), en este se afirma que la entidad es lo
primero: “en cuanto a la noción, en cuanto al conocimiento y cuanto al tiempo.”58 Al
justificar “en efecto, ninguna de las otras cosas que se predican es capaz de
existencia separada, sino solamente ella”.
Por tanto, para asirnos de la entidad es preciso, que tengamos claro el qué-es, tras
diferenciar en ella, lo que es: la cantidad o la cualidad59.
51 Es decir, la resultante de las hipótesis. 52 Aristóteles (1994, 266) 53 Ibíd. (267) 54 Ibíd. (270) El estagirita menciona: “Dentro del ser se identifican lo llamado figuras de la predicación (por ejemplo, qué <es>, de que cualidad, de que cantidad, dónde, cuándo<es>, y cualquier otra cosa que signifique de este modo), y aún además de todos estos (sentido), lo que es en potencia y en acto”. 55 Ibíd. (271) 56 Ibíd. (450) 57 Ibíd. (273) 58 Ibíd. (281) 59 Ibíd. “conocemos cada una de estas cosas cuando sabemos qué es la cantidad o la cualidad”.
38
Para su investigación Aristóteles, se vio en la necesidad de clarificar (LA ENTIDAD
ENTENDIDA COMO SUJETO O SUSTRATO), de ese refinamiento, expone los
cuatro sentidos fundamentales que se pueden decir de la entidad: “la entidad de
cada cosa parecen ser la esencia, el universal, el género y, en cuarto lugar, el
sujeto”60. Mientras que el sujeto primero es la entidad, “la entidad es, más bien,
aquello en que primeramente se dan estas cosas”61 es decir las acciones,
afecciones y potencias.
En el apartado: (LA ENTIDAD ENTENDIDA COMO ESENCIA. DE QUÉ COSAS
HAY ESENCIA), Aristóteles nos muestra: “El enunciado de la esencia de cada cosa
es aquel enunciado que expresa la cosa misma sin que ella esté incluida en él”62, la
esencia es precisamente algo (determinado), desplegado en la definición63, “Así
pues, (tu esencia es) lo que, por ti mismo, eres”64.
En otro sentido, empero en el contexto de las entidades, el autor realiza un
(ANÁLISIS DEL CAMBIO Y DE CONDICIONES GENERALES) del cual emergen
las cosas que se generan, en tal reflexión, se precisa que algunas cosas se generan
por naturaleza, otras por arte y otras espontáneamente, pero bajo la acción de algo
(provienen de algo y llegan a ser algo). Podemos recuperar: “Del arte se generan
todas aquellas cosas cuya forma (esencia) está en el alma”65. A partir de reconocer
al “pensamiento” como “el primer proceso de las generaciones y movimientos”; y al
segundo (proceso) como “producción”.
60 Aristóteles (1994, 283) 61 Ibíd. (285) 62 Ibíd. (288) 63 Ibíd. (291-294) Por consiguiente, hay esencia de todas aquellas cosas cuyo enunciado es definición. El Estagirita plasma “En todo caso, es evidente esto: que la definición, en sentido primario y absoluto, así como la esencia, es de las entidades”, dicho claramente “la definición es el enunciado de la esencia, y que la esencia, pertenece a las entidades, bien en grado sumo, de modo primario y en sentido absoluto”. 64 Ibíd. (287) 65 Ibíd. (300) Cuando el autor hace mención del alma, se está refiriendo al conocimiento.
39
En este libro se declara: “es evidente también que el alma es la entidad primera, el
cuerpo es materia y el hombre o el animal es el compuesto de ambos
universalmente tomado”66. Esta afirmación sobre el ser humano, denota al hombre
como género y evidencia la integración inalienable de la mente y el cuerpo.
En cuanto a las cosas sensibles individuales, se destaca: “Por eso tampoco hay
demostración ni definición de las cosas sensibles individuales, porque tienen
materia y la naturaleza de ésta comporta que pueden existir y no existir”67 es decir
son corruptibles; Como parte de esa misma reflexión, menciona: “Tampoco es
posible definir Idea alguna ya que, como dicen68, la Idea es una realidad individual
y separada”69, al respecto ejemplifica “el sol es una realidad singular, como Cleón o
Sócrates. Además ¿por qué ninguno de ellos presenta la definición de una Idea?”70.
Para cerrar este libro, nos ofrece una aclaración sobre lo que es elemento, en la
filosofía aristotélica, y cito: “Elemento es, por su parte, aquello en que la cosas se
descompone y que es inmanente en ella como materia”71.
66 Aristóteles (1994, 320) 67 Ibíd. (333) 68 Se refiere a la filosofía Platónica. 69 Ibíd. (333) 70 Ibíd. (335) 71 Ibíd. (341)
40
Pasando al Libro Octavo (H), encontramos información ya más concreta sobre las
entidades sensibles. Donde la definición de entidad, es refinada: “Y entidad es el
sujeto: en cierto sentido, la materia (y llamo materia a aquello que en acto no es
algo determinado, pero en potencia es algo determinado)”72; “Y puesto que la
esencia es entidad y su enunciado es la definición, por eso hemos hecho
precisiones acerca de la definición y acerca de lo que es por sí” 73.
Sobre las entidades sensibles74 se evidencia que la “materia” es sujeto de los
cambios, igualmente se advierte la profundización en el tema de las diferencias y la
forma como acto, todo esto lo encontramos75 desarrollado en el capítulo segundo,
donde resalta mayormente el análisis de la entidad como forma.
Además, se reconoce, para definir una entidad se puede hacer desde las siguientes
variantes: a partir de la forma y el acto o desde la materia76. Es de recuperarse
también la afirmación hecha por el Estagirita, donde establece: “en el ámbito de las
cosas corruptibles entidad es solamente la naturaleza”77.
Este octavo libro avanza hasta ofrecernos una explicación sobre la unidad, y de lo
que se debe integrar en la definición, en tanto que el filósofo, reconoció: “El sujeto
en cuanto materia es, pues, el mar, y el acto y la forma es la calma”78. De esta “se
deduce el qué es y cómo es la entidad sensible: la una como materia, la otra como
forma y acto; la tercera, a su vez, la compuesta por éstas”79. Tras la identificación
de dos tipos de materia: la inteligible80 y sensible, se aborda el tema sobre: (LA
FORMA NO ES UN ELEMENTO MATERIAL DEL COMPUESTO. LA UNIDAD DE
LA FORMA COMO ACTO PERFECTO), en donde se nos aclara, en la entidad
sensible “…la esencia corresponde a la forma y al acto...”81 y su integración.
72 Aristóteles (1994, 344) 73 Ibíd. (344) 74 La esencia en este caso corresponde a la forma y al acto. 75 Ibíd. (344) 76 Aristóteles reconoce un tercer tipo de definición la que puede emerger de la unión de las dos antes mencionadas. Recapitulando: “Así pues, de lo dicho se deduce con evidencia qué es y cómo es la entidad sensible: la una como materia, la otra como forma y acto; la tercera, a su vez, la compuesta por éstas. 77 Ibíd. (351) 78 Ibíd. (349) 79 Ibíd. (349) 80 Se refiere al género, la materia de las definiciones. 81 Aristóteles (1994, 349)
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En función al desarrollo de su investigación, el Estagirita profundiza en este libro
sobre (LAS CAUSAS EN LAS ENTIDADES Y ACONTECIMIENTOS SENSIBLES),
“puesto que las causas se denominan tales en varios sentidos, hay que indicar todas
las causas posibles.”82; de lo cual se deriva entre otras, el manejo que se ha de dar
a las “cosas que son naturales, pero no son entidades, tampoco tienen materia, sino
que su sujeto es la entidad”83.
De ellas podemos exponer por analogía, con referencia a nuestro objeto de estudio
¿cuál es la causa del cuidado?, ¿cuál es su materia? No la hay, más bien es el
hombre (el ser) el sujeto afectado. ¿Y cuál es la causa en cuanto produce el
movimiento y se dispone? El pensamiento, y el Aquello para lo cual el bien. Y, a su
vez, la causa en cuanto forma (eídos) es lo que se expresa la definición de cuidado.
El Libro Noveno (Θ), se ocupa de los (SENTIDOS FUNDAMENTALES DEL
TÉRMINO POTENCIA)84, nosotros recuperamos de este “la potencia pasiva85, la cual se da en el sujeto afectado”86, donde encontramos como necesaria la acción
de algo externo en el sujeto. El estagirita clasifica las potencias en racionales87 e
irracionales, dentro de las racionales podemos situar al cuidado de enfermería88.
En el contenido de estos capítulos se va consolidando la capacidad con la que
cuenta un ser racional en tanto la posesión de la ciencia y el movimiento que emerge
del alma, esto plasmado de la siguiente manera: “las potencias que actúan
racionalmente producen los contrarios: porque los abarcan a ambos con un único
principio, el conocimiento racional”89.
Cuando se abordan los (TIPOS DE POTENCIAS. MODOS DE ACTUACIÓN)90,
entre otras cosas, se respalda la propuesta de considerar a los sentidos como
82 Para el caso ejemplifica con lo siguiente: ¿Cuál es la causa material del hombre? ¿Acaso los menstruos? Y ¿Cuáles la causa productora del movimiento? ¿acaso el esperma? Y ¿cuál es su causa en cuanto forma? La esencia. Y ¿Cuál lo es en el sentido de aquello para lo cual? El fin. 83 Ibíd. (355) 84 Ibíd. (364), el estagirita menciona: “La potencia y el acto van más allá de sus significados relacionados exclusivamente con el movimiento” 85 Principio de cambio por la acción de otro. 86 Ibíd. (364-365) 87 “Se extienden a ambos los contrarios” 88 Ibíd. (366) se realiza la analogía al párrafo: “por ejemplo, lo caliente solamente puede calentar, mientras que la medicina puede producir enfermedad y la salud”. 89 Ibíd. (368) 90 los actos son acciones “inmanentes en que coinciden fin y actualización”.
42
potencias innatas del ser. A su vez en estas líneas se concibe otra categoría de las
potencias (innatas y adquiridas) esto, como resultado de identificar su origen; las
potencias que se adquieren emergen ya sea por hábito o razonamiento, se requiere
ejercitarlas. Estas a su vez se subdividen en racionales e irracionales, según
contengan o no, la razón en función de elegir.
Las potencias racionales son aquellas que actúan mediante el deseo y la elección,
esto propiamente dicho por el filósofo: “De modo que todo agente capaz de actuar
de acuerdo con la razón hará necesariamente, cuando desee, aquello para lo cual
tiene capacidad, y en el modo en que la tiene”91.
Al revisar lo que es el acto, se manifiesta que dentro de la actuación se guarda la
plena realización, es decir el fin o el efecto de dicha acción. Este libro, evidencia la
distinción entre movimientos (kinésis) y acciones (práxeis) estas últimas llevan
implícito el fin (télos).
En el Libro Décimo (Ι), encontramos que al desarrollar su pensamiento en busca
de esclarecer lo que es la unidad de las entidades92 menciona: “Así pues uno se
91 Ibíd. (374) 92 Aristóteles (1994, 394) Cuando el estagirita se refiere a uno, menciona tres modos de ser: “en tanto que son algo continuo o un todo. Otras cosas, por su parte, son uno si su definición es una, y son tales si su intelección es una, y si esta es indivisible”.
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dice en todos estos sentidos: lo continuo por naturaleza, el todo, el individuo y el
universal, y cada uno de ellos es uno en cuanto que es indivisible, bien en su
movimiento, bien en su intelección y definición”93. De la misma forma, hace la
aclaración enfática que nos invita a adentrarnos en las cosas, y lo expone de la
siguiente manera: “Así pues, lo uno es medida de todas las cosas en cuanto que
conocemos los elementos de que se compone la entidad dividiéndola según la
cantidad o según la forma”94. Sin embargo, lo uno es indivisible, caracterizado por
la diversidad95.
En tanto, la acepción de diferencia se entiende, que esta solo se puede dar en las
cosas pertenecientes al mismo género, y dentro de un mismo género las diferencias
son más marcadas que las diversas de diferente especie.
Ya en el Libro Undécimo (K) se realiza una retrospección al Libro III, en este, entre
otras cosas esclarece el espíritu de la Filosofía al resaltar “La filosofía, por el contrario, no investiga acerca de realidades particulares, en tanto que cada una de ellas le ocurre tener alguna propiedad, sino acerca de lo que es, en tanto que cada una de ellas es algo que es”96; también, encontramos la precisión
sobre la significación97 de las palabras que para nuestro trabajo fue de gran valor,
al buscar los elementos que se deben considerar para brindar el cuidado de
enfermería.
Sobre esas líneas y al análisis de los filósofos de la naturaleza como los llamó
Aristóteles, expone una realidad con referencia a la percepción sensible, de lo cual
se comprende: los sentidos no permiten los absolutos, a partir de la siguiente
cita: “En efecto, la misma cosa no parece, en absoluto, dulce a unos y a otros lo
contrario, a no ser que una parte de ellos tengan destruido o dañado el órgano que
siente y distingue los mencionados sabores”98.
93 Ibíd. (394) 94 Ibíd. (397) 95 En cuanto a materia y forma. 96 Ibíd. (436) 97 Ibíd. (438) “Cada palabra, por tanto, ha de ser comprensible y ha de tener un significado, no muchos, sino uno solo. Y en caso de que tenga más de un significado, ha de aclararse a cuál de ellos se refiere la palabra”. 98 Aristóteles (1994, 441)
44
También es de recalcarse una de las características que el estagirita le dio a lo que
puede definirse como verdadero, es decir, la particularidad es de permanecer
estático, “Pues la verdad ha de perseguirse a partir de las cosas que se hallan
siempre en las mismas condiciones y que no son afectadas por cambio alguno, y
de este tipo son los cuerpos celestes”99. Esa última precisión llama la atención por
considerar a estos, (los cuerpos celestes) fuera del alcance e influencia del hombre,
por lo menos en las fechas de origen del texto de análisis.
Se reconoce otra característica de las cosas sensibles, esta es: “ninguna naturaleza
permanece firmemente, sino que todas ellas están siempre moviéndose y
cambiando”100.
Es de retomar una amplia cita dada su pertinencia a nuestra disciplina, para
comprender esa adaptabilidad que debe tener el cuidado de enfermería, cito:
“Además, si sufrimos continuamente alteraciones y no permanecemos
nunca siendo los mismos, ¿qué tiene de extraño si las cosas no nos
parecen nunca las mismas, como ocurre con los enfermos? (A éstos, en
efecto, por no encontrarse en un estado semejante a cuando estaban
sanos, las cosas sensibles no les parecen del mismo modo; y no por ello
las cosas sensibles participan de cambio alguno, si bien producen en los
enfermos impresiones distintas y que no son las mismas. Y seguramente,
las cosas ocurren necesariamente del mismo modo en el caso del cambio
que hemos mencionado)”101.
En este undécimo libro, encontramos el sustento de lo llamado ciencia, “Toda
ciencia investiga ciertos principios y causas concernientes a todas las cosas cuyo
conocimiento le corresponde, […] Cada una de ellas, en efecto, tras circunscribir un
género para sí, se ocupa de éste como algo que se da y que es, pero no en tanto
que es, sino que ésta es una ciencia distinta, aparte de aquellas ciencias”102. Son
99 Ibíd. (441) 100 Ibíd. (443) 101 Ibíd. (443) 102 Aristóteles (1994, 445)
45
en estas líneas donde surge la diferenciación en las formas de demostrar las
ciencias, es decir, unas a través de la sensación y otras por medio de hipótesis.
El estagirita menciona que existen la ciencia de la naturaleza, la práctica y la productiva; desde ahí, se evidencia el principio de movimiento (para cada uno de
los tipos de ciencias) recae en el que produce, para el caso de la ciencia productiva
y en el agente para la ciencia práctica, estas aclaraciones son consideradas de gran
valor para el desarrollo de nuestro trabajo103.
Al mismo tiempo la afirmación presente: “Ahora bien, puesto que, necesariamente,
cada una de las ciencias ha de conocer de algún modo el qué-es, y ha de servirse
de él como principio”104, nos incentiva a poseer el dominio y definición del objeto de
estudio disciplinar, es decir el cuidado del ser.
Cabe mencionar, que en los párrafos de este Libro se busca demostrar la existencia
de una entidad separada e inmóvil. “Y si, entre las cosas que son, existe una
naturaleza tal, allí estará también seguramente lo divino, y que ella será principio
primero y supremo”105.
El Libro Duodécimo (Λ) nos permite esclarecer los llamados elementos de las
cosas que son, es decir la materia, la forma y la privación, a la vez nos orienta sobre
lo que es considerado como principio, es decir, eso que produce el movimiento o el
reposo, al respecto, nos menciona “que el individuo es principio de los individuos”106, en este sentido, es posible reconocer la flexibilidad del principio (o
agente) en el hombre, dado que este puede ser intrínseco o extrínseco.
En el capítulo quinto del mismo libro, se dedica a definir las entidades como: esas
cosas causa de todas las cosas, al mostrar su origen en “el alma y el cuerpo o bien el entendimiento, el deseo y el cuerpo”. En tanto las causas y principios son
distintos, “pero no específicamente, sino que son distintos individualmente: tu
103 Ibíd. (445) 104 Ibíd. (445 - 446) 105 Ibíd. (447) llama el mejor genero de las ciencias a la teoréticas (Física, Matemáticas, Teología) y de esas tres jerarquiza a la teología al mencionar que esa “se ocupa de la más excelsas de las cosas que son”. 106 Ibíd. (480)
46
materia, tu forma y lo que en tu caso produce el movimiento107 y los míos, si bien
son los mismos universalmente hablando”.
Adentradas en el Capítulo Séptimo encontramos como el autor le da a Dios una
eterna actividad intelectual, la que nos lleva a concebir “lo deseable para la voluntad
racional es, primeramente, lo que es bueno”108, Dios es nuestra conciencia,
posicionada en el Alma.
Con referencia a las acepciones de necesario, maneja tres: “lo que se produce
violentamente, al ser contrario a la inclinación; aquello sin lo cual se produce el bien;
lo que no puede ser de otro modo sino absolutamente como es”109.
Dios, es definido por el estagirita como “un viviente eterno y perfecto”110.
Estas líneas describen, que el entendimiento es: “en efecto, la capacidad de recibir
lo inteligible, es decir, la entidad, pero cuando lo tiene está en acto, de modo que a
éste pertenece con más razón aquello divino que el entendimiento parece poseer,
y la actividad contemplativa es lo más placentero y más perfecto”111; se reconoce
que la actividad del entendimiento es vida112 y define al pensamiento como la
entidad primera, dada en el acto de pensar.
Ya en el Libro Decimotercero (M), nos muestra el estatus ontológico del hombre
al referir: “Desde luego, el hombre, en tanto que hombre, es uno e indivisible; pues
bien, aquél lo toma como uno indivisible y estudia, a continuación, si al hombre, en
tanto que indivisible, le corresponde alguna propiedad”113. Estos párrafos nos
proporcionan la guía para continuar el análisis del cuidado de enfermería en tanto
afección a nuestro sujeto de estudio, el ser humano, el ser como hombre o individuo.
107 Aristóteles (1994, 484) refiere: “Nada se mueve al azar, sino que siempre ha de haber explicación, como: ahora se mueve naturalmente de este modo, mientras que violentamente, bajo la acción de una inteligencia u otro agente.” 108 Ibíd. (486) 109 Ibíd. (487) 110 Ibíd. (488) 111 Ibíd. (488) 112 Ibíd. (488) 113 Ibíd. (513)
47
De este también se recupera la premisa “Pero es difícil hablar bien si se parte de lo
que está mal. Como dice Epicarmo, apenas de decirse ha terminado, ya se muestra
lo dicho equivocado”114.
Y para concluir, el Libro Décimo Cuarto (N), nos ofrece una serie de precisiones a
partir de la “exposición y crítica de las explicaciones Platónicas acerca de los
principios” de lo cual, se deriva que la “materia de cada cosa es, necesariamente,
lo que en potencia es tal cosa y, por tanto, también es así para la entidad”115; al
ofrecernos la explicación “no es entidad, ni en potencia ni en acto”116, deducimos
que, no puede ser considerado un elemento de la entidad; respecto a los elementos
tras la aclaración: “los elementos no se predican de aquello que son elementos” 117;
por consiguiente la materia es un compuesto de elementos, originada a partir de
eso que se compone118. Para derivarse de elementos inmanentes debe de cumplir
con la condición de que haya generación.
En tanto el estagirita desarrolla esta crítica, reconoce entre los múltiples factores el
origen de lo que él llama “desviación hacia estas causas”119, el “reducir todas las
cosas que son a una sola, a <<lo que es>>”120, “pero el principal es la manera
anticuada en que se planteaban el problema”.
Aristóteles reconoce “<<lo que es>> tiene muchos sentidos121 (pues en un caso
significa la entidad, en otro que es de tal cualidad, en otro que es de tal cantidad, y
también las otras categorías).
Previo a la afirmación “el sujeto deviene y es muchas cosas”122 reconoce que las
cualidades y las cantidades son múltiples, y “para cada género tiene que haber un
tipo de materia” 123 inmanente a la entidad.
114 Aristóteles (1994, 546) 115 Ibíd. (557) 116 Ibíd. (557) 117 Ibíd. (557) 118 Ibíd. (558-559) Necesariamente se origina a partir de aquello que se compone, y si todo se genera a partir de algo que es potencialmente aquello que se genera (pues no podría generarse ni ser a partir de algo que careciera de tal potencialidad). 119 Ibíd. (559) 120 Ibíd. (559) 121 Ibíd. (561) 122 Ibíd. (563) 123 Ibíd. (563)
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Marco Conceptual.
EL SER, COMO SUJETO.
Es aquel individuo que aspira a satisfacer su vida y alcanzar su autorrealización.
Que usa a conciencia el conocimiento en sus iniciativas.
CUIDADO EN ENFERMERÍA
Es el estímulo que se genera en el otro, que tiene como fin exponer al individuo el
conocimiento científico que le permita la toma de decisiones propicias a su
integralidad.
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Capitulo Quinto: Metodología.
Diseño: La presente investigación es de tipo filosófico. Se acogió a la filosofía124, y al
entendimiento que esa disciplina provee, en el deseo de saber, como enfoque
cognitivo, como: “un intento del espíritu humano por llegar a una concepción racional
del universo mediante el autorreflexión sobre sus funciones valorativas, teóricas y
prácticas” (Hessen & Gaos, 2006). El conocimiento que se logra configurar tras el
estudio de la filosofía antigua, permite realizar un proceso de discernimiento en la
búsqueda del mayor bien para los demás a través del cuidado de enfermería.
La afinidad entre la filosofía y la ciencia fue apreciada, en cuanto que ambas
actividades descansan en la misma función del espíritu humano, es decir, en el
pensamiento, la mente o el alma, como fue denominada por los antiguos.
Esa característica de la filosofía (el deseo de saber y la configuración del
conocimiento) se retomó como elemento fundamental para esta investigación, por
tal, destacamos algunas características del conocimiento filosófico:
1. Aspira al conocimiento de las últimas conexiones entre las cosas;
2. Pertenece al lado teórico del ser humano (reflexivo);
3. Se dirige a la totalidad de las cosas;
4. Fundamenta la teoría de los valores;
5. Dirige los supuestos del conocimiento científico; y
6. Observa la significación objetiva del pensamiento125.
Para realizar una investigación filosófica, se parte del reconocerse a uno mismo
(investigador), como una persona con fortalezas y debilidades como un individuo, el
cual tiene interés en delimitar un tema dentro de sus capacidades (de Rosales,
124 Según la acepción de la filosofía y sus procedimientos, descrita por Nicola Abbagnano, como filosofía analítica, por su posicionamiento al reconocer la existencia de datos y proceder a describir o analizarlos (es decir limitadas a este). 125 Esta relación surge la Teoría del conocimiento de Johassen Hessen .
50
1994) menciona: de la estructura de nuestra subjetividad emergen dos
contradicciones básicas: el ser originaria y a la vez finita126.
De Rosales, (1994) en el desarrollo de Cuestiones epistemológicas en la
investigación filosófica, refiere, la investigación “es la concreción de un interés” y
estima que toda investigación es la expresión de sí mismo, al aseverar: “toda
interpretación parte ya de una noción previa, surgida en la intersubjetividad que se
da en la comunicación, en el diálogo, sea este sincrónico o diacrónico (por su
trasfondo histórico y cultural)”.
Ese diálogo abierto favoreció la comprensión del fenómeno a estudiar; el
acercamiento a los grandes pensadores posibilitó la reflexión sobre nosotros
mismos, al concientizarnos sobre el modo de enfocar nuestra realidad.
Contexto del estudio: Se eligió el análisis de la obra Metafísica de Aristóteles, quien es considerado el
creador de un nuevo género de conciencia filosófica, más responsable e
íntimamente complejo(19). Su origen dentro del campo de la filosofía e inicios de su formación se llevó a cabo en Academia de Platón127. Como es sabido, se trata de
la primera escuela de filosofía organizada como universidad, con estatuto,
reglamento, alojamiento para estudiantes, salones de clases, museo, biblioteca,
etcétera(20); como antecedente histórico mencionamos que fue en el año de 367 a.
C. cuando el estagirita ingreso en ella, donde se sometió a las enseñanzas del
maestro por 20 años(19) , -es decir Platón-, según lo registrado por algunos
estudiosos de la vida y obra del filósofo128, quienes, de igual manera reconocen la
evolución del pensamiento aristotélico, su transformación y configuración. Ellos
afirman: “también, se han hecho notar los vestigios de esa formación adquirida (en
la Academia) y su debilitamiento al paso del tiempo, para dar cabida a la
126 Cuando habla de finitud se habla de que las fuerzas son limitadas ya sean las físicas, biológicas, psicológicas e intelectuales, que nuestra cantidad de materia-fuerza es limitada, así mismo fungen como limitantes el espacio y el tiempo. Esa finitud son las limitantes que nuestra acción filosófica tiene. 127 Brun, J. en Platón y la Academia, menciona: La antigua Academia se ocupaba sobre todo de exponer y comentar la doctrina que se presentaba como la expresión de la verdad; la nueva Academia puso en tela de juicio y crítico esta verdad; en esta postura crítica consistió su novedad, y ella se desvió hacia el escepticismo. 128 Citado en Bases para la historia de su desarrollo intelectual, quien lo recupera de la Vita Marciana (Rose, Aristotelis Fragmenta, pág. 427, 1. 18; cf. También Ps. Amon., pág. 438, 1. 13, y la trad. Latina, p.443, 1.12).
51
conformación de su pensamiento propio”. Ese pensamiento propio que mencionan,
es el que se perfilaba hacia la εντελέχεια129 (entelequia) la realización, el acto
perfecto, es decir un estado de plena realización del ser.
El sujeto de estudio: Como se ha mencionado, un estudio filosófico ha de comenzar por una buena
lectura que sirva de conjetura y orientación. Con el fin de encontrar las premisas
que sustenten el cuidado del ser, se buscó en el texto de Metafísica de Aristóteles
las proposiciones ontológicas sobre las cuales se trabajó, esas, por así llamarles
propiedades existenciales del ser en el cuidado de enfermería.
El texto seleccionado fue el sujeto de nuestro estudio, recurso al que continuamente
regresamos para su revisión en el transcurso de la investigación. Pues en el proceso
de ir objetivando este trabajo, fue necesario tomar conciencia de las relaciones y las
deficiencias que surgían al generarse nuevas ideas o preguntas en torno al ser, en
nuestro caso como sujeto del cuidado de enfermería.
Recolección de datos: En tanto el cuidado de enfermería implica una serie de conocimientos integrados,
fue preciso buscar el sustento filosófico con miras a estrechar las fisuras
prevalecientes en la base de nuestro objeto de estudio, dadas, por la esencia del
ser, es decir la complejidad130.
Se eligió el texto de Metafísica de Aristóteles, con la finalidad de asirnos “del aquello para lo cual”, ha de hacerse cada cosa en particular y en general el bien
supremo de la naturaleza en su totalidad; puesto que, en el individuo considerar
<<lo que es>> es parte de la realidad sensible comprendida bajo determinado
firmamento. Es decir, colmada de subjetividad.
129 Se encuentra entre los términos típicamente aristotélicos, acuñados y especializados por el autor para su uso filosófico. 130En el acto de cuidar confluyen múltiples dimensiones y situaciones de más de una persona. Este solo hecho es de sí ya complejo.
52
El estagirita, encontró que sus antecesores y contemporáneos no decían nada
acerca de las cosas sensibles propio de ellas, cuestionándose ¿cómo sin tener
sensación podría uno conocer aquellas cosas de las que hay sensación?131
Se parte de esa cuestión en busca de los elementos del cuidado, que deben ser
considerados con relación a la existencia del ser (individuo). Esa existencia, plagada
de sensaciones donde los elementos que lo constituyen se expondrán tras el
análisis del texto.
Para situar la obra analizada se describen las características del texto Metafísica de
Aristóteles. Se revisó la primera edición del año 1994, segunda reimpresión, de la
casa editorial Gredos, con introducción, traducción y notas de Tomas Calvo
Martínez, obra cuyo contenido consta de 582 páginas.
Análisis e interpretación de los datos: El análisis de los datos, se realizó a través de la hermenéutica analógica (HA). La
inducción132, fue el acto central que nos llevó a extraer del texto antes mencionado,
el principio y la causa implícitos en el acto de cuidar.
Inicialmente se realizó una lectura exploratoria, con la finalidad de conocer la
estructura de los contenidos con el fin de formar una idea de las temáticas
estudiadas. En esa exploratoria fueron surgiendo ideas con referencia al ser, al
conocimiento y al cuidado, a su vez se seleccionaron los discursos, las
postulaciones y sus referentes ontológicos, para comprender al ser, los procesos
del aprendizaje y los elementos que se deben considerar para nuestro objeto de
estudio (el cuidado de enfermería). La búsqueda intencionada de información
relativa a la temática, fue con el fin de generar una clarificación del contexto actual
del ser en el cuidado de enfermería. En un segundo tiempo, se realizó la asimilación del texto, en esta etapa subyacen
de los discursos seleccionados, en el primer momento (es decir, en la lectura
exploratoria) con las cuales se lograron configurar las categorías.
131 Aristóteles (1994, 118) 132 Abbagnano (2004, 591) escribe: “la inducción es el procedimiento que de lo particular lleva a lo universal: esta definición de Aristóteles (Top., I 12, 105 a 11)”.
53
Estas fueron consideradas para dar estructura al desarrollo del trabajo planteado;
tras ese proceso, se relacionaron las coincidencias y las discrepancias, que nos
ayudaron a realizar la hermenéutica analógica (Beuchot, Breve exposición de la
hermenéutica analogíca, 2008) al interpretar y reinterpretar el texto.
Como recurso se optó por la HA, a fin de mantener la ecuanimidad, pues este
método sugiere posicionarse en el punto medio entre el univocismo y
equivocismo133, en el cual la postura del lector que reconoce, que su actitud está
cargada de intencionalidad, condición identificada también en Cuestiones
Metodológicas en la Investigación Filosófica (de Rosales, 1994), por si esto no
bastara, se reconoce a la hermenéutica analógica como un método que integra en
sí, los cuatro procesos cognitivos que de manera sistémica se realizan en el método
cualitativo, es decir: comprehender, sintetizar, teorizar y re contextualizar.
El univocismo para esta metodología la HA sería el pretender “una interpretación
única” del texto (Beuchot, Exposición sucinta de la Hermenéutica Analógica, 2007)
y el equivocismo (es intentar múltiples interpretaciones sobre el mismo asunto). En
esta, cabe posicionar la realidad contextual del fenómeno a fin de vislumbrar esa
analogía -de lo que es en el presente- al posicionar la interpretación en el justo
medio, con mayor tendencia hacia la univocidad.
El método de la HA exigió de sutileza, a fin, de quitar de nuestro paso el sentido
superficial y tener acceso al sentido profundo, e incluso al oculto o encontrar varios
sentidos cuando parecería haber solo uno (Barrón & Gaxiola, 2009).
La HA nos permitió encauzar la interpretación del texto hacia la intención del autor
(Beuchot, Tratado de Hermenéutica analógica: hacia un nuevo modelo de
interpretación, 2000) y garantizar con esta actividad la tendencia hacia lo propuesto,
es decir mantener la objetividad del mensaje.
133 La HA es el método que posiciona la interpretación de los textos en medio de la univocidad y equivocidad, es decir, ese punto intermedio, convertido en el referente de la distinción construida a partir de la confusión misma. La univocidad en esta metodología es la pretensión de claridad y distinción completas; la equivocidad es la oscuridad y la confusión. Donde la posición del interprete es proporcional, Beuchot refiere -no univoca, pero tampoco equívoca-, como producto de la HA puede ser una interpretación o un conjunto de las mismas jerarquizadas.
54
Este tipo de hermenéutica permite acceder a lo oculto que el texto guarda, a partir
de la idea primera, generada por su contenido, que a su vez, es detonante de una
serie de interpretaciones, tantas como el intérprete quiera realizar, las cuales sólo
son limitadas por el contexto al que se extrapola, y pueden ser jerarquizadas con
base a la aproximación a la verdad textual, además, el interpretar se trata de un
modo más abarcador y completo (Beuchot, Tratado de Hermenéutica analógica:
hacia un nuevo modelo de interpretación, 2000), se cuidó atender los detalles
ocultos (pues este método considera que es ahí donde yace la diferencia y la
riqueza que los textos nos ofrecen). Véase ilustración N° 1
El objetivo o finalidad del acto interpretativo es la compresión, está tiene como
recurso principal la contextualización del saber adquirido, al saber de inicio, la
hermenéutica134 como método decodifica y contextualiza.
134 La finalidad fundamental de la hermenéutica es traductiva. La hermenéutica se clasifica en hermenéutica sincrónica y otra diacrónica, según se dé predominio a la búsqueda de la sistematicidad o de la historicidad en un texto; así mismo la hermenéutica sintagmática y de la hermenéutica paradigmática, según se insista en la linealidad horizontal y la contigüidad o en la linealidad vertical de asociaciones, es decir una lectura en superficie y una lectura en profundidad. Tratado de hermenéutica analógica.
55
La Hermenéutica Analógica se caracteriza por dos movimientos uno de
acercamiento y otro de distanciamiento, el acercamiento integra la propia
subjetividad; el distanciamiento permite la objetividad, al interpretar más o menos lo
que quiere decir el autor (Beuchot, Tratado de Hermenéutica analógica: hacia un
nuevo modelo de interpretación, 2000).
En la contextualización se consideró la identidad de Aristóteles, su momento
histórico, los condicionamientos sociales y culturales que lo llevaron a escribir
Metafísica. Del mismo modo se reflexionó sobre el interlocutor objeto de sus
discusiones. Esto se describió de manera sucinta.
De la misma forma se realizó ese ejercicio de plasmar la postura actual (la del
intérprete) e integrar los elementos antes mencionados, con miras a la búsqueda de
un camino lógico.
Se parte de la posición como novatas en este tipo de investigación; en tanto lo
primero por realizar, fue adentrarnos al análisis de los conceptos básicos, revisar y
sobre todo aprehender, que es la ontología y como a través de ella se llegan a
conocer las cosas.
Por ontología se entiende, al estudio del ser en general y de “sus caracteres
fundamentales, caracteres que todo ser tiene y no puede dejar de tener”
(Abbagnano & Fornero, 2004). Esto, evidencia al individuo como un ser, en el cual
la conjunción de cualidades inmanentes, que nos lleva necesariamente a concebirlo
en su totalidad, cargado de las sensaciones resultado de su contexto. Como
referente ontológico podemos describir las propiedades del ser, sus elementos y la
significación resultante para el cuidado de su ser.
Consideraciones Temporales: Este trabajo se realizó paralelamente al desarrollo académico del Programa de
Maestría en Enfermería de la Universidad Nacional Autónoma de México. Se tomó
como tiempo límite, el estipulado para entrega de Tesis de grado del Padrón
Nacional de Calidad de Posgrados (PNCP), con miras a robustecer los indicadores
considerados en la consolidación de este tipo de programas.
56
Consideraciones éticas: Para un estudio filosófico hermenéutico, me he apoyado en lo planteado por
Vallenilla (Vallenilla, 1956), quien menciona que este tipo de estudio considera
seguir una serie de postulados éticos, aplicables a este estudio:
✓ Cualquier intento de esta naturaleza se encuentra acompañado del más
acendrado respeto hacia la obra que se estudia;
✓ Debe creer, o al menos admitir confiadamente, que en el maestro se expresa
una verdad, aferrándose a ella cuando trata de revivir el acto creador que
posibilita su diálogo con aquel pensamiento;
✓ Reconocer las deficiencias y capacidades buscando en ella, más que una
ocasión para ejercitar la discrepancia, una senda que propicie el propio
aprendizaje del pensar en ciernes;
✓ Se deben de poner límites con referencia a los temas que se retomaran;
✓ Se indicará desde donde se parte y donde se termina, también se comenta
lo que quedó pendiente por hacer;
✓ Los problemas gnoseológicos en él contenidos nos han puesto en la
necesidad de buscar su lógica conexión, y hasta su aclaración más detallada,
en referencia con algunos pensamientos expresados originalmente en otros
libros del autor. Como parte de las búsquedas adicionales que la propia
investigación va pidiendo;
✓ Determinar los límites con referencia al anterior;
✓ Es también de importancia mencionar el idioma las traducciones y las
ediciones con referencia a la calidad y recuperación de la idea de esta;
✓ Sólo aquel que luche por sí mismo por alcanzar el comienzo de una filosofía
se conducirá aquí de otra manera, pues él debe decirse: “tua res agitur” (lo
que me preocupa).135
135 Se caracteriza por lo siguiente: Aspira al conocimiento de las últimas conexiones entre las cosas; Pertenece al lado teórico del ser humano; Dirige la totalidad de las cosas; Es la teoría de los valores; Dirige supuestos del conocimiento científico; Observa la significación objetiva del pensamiento.
57
Capitulo Sexto: Resultados y discusión.
La presente investigación da concisión a los elementos del ser que se deben
considerar en el cuidado de enfermería, donde se evidencia la necesidad de abordar
al ser como un ente integral, al reconocer: la inmanencia de la naturaleza y el
conocimiento en su constitución como sujeto.
Resultó una categoría central denominada: “El Ser, como sujeto” del cuidado de
enfermería, con las subcategorías: Physis y Logos, detalladas según los atributos
contenidos en ellas. En la subcategoría Physis los componentes distintivos fueron:
Existencia y Entelequia; de la misma forma en la subcategoría Logos se percibió como características esenciales del ser: la Subjetividad y Ethos.
Categoría central: EL SER, COMO SUJETO.
Se entiende, que el ser se asume como agente de cuidado, a partir de las acciones
ejecutadas por él. Para desentrañar como se constituye el ser, como sujeto del
cuidado de enfermería, se reconoce inicialmente, la inmanencia en la entidad del
58
principio de movimiento. Posteriormente y en función del análisis integramos otro
de los elementos que le son constitutivos: la causa o fin136; es decir el motivo que
dirige todas las cosas o acciones de un ser racional, hacia el mayor bien, como
menciona el Estagirita.
El movimiento enmarca el acto, a su vez, el acto genera el cambio. Así pues, donde
hay cambio habrán de distinguirse necesariamente dos principios, activo el uno, ese
capaz de originar movimiento y pasivo el otro, la materia. (Aristóteles, Metafísica,
1994)
Aristóteles destaca como elementos de la esencia del ser, el aquello para lo cual y al movimiento, a estos les otorga la capacidad de orden generador del
razonamiento en busca del bien.
En este sentido, hemos de recuperar lo que el Estagirita en una de sus aporías137,
(Aristóteles, 1994: 145) con la que intenta refutar la teoría de las Ideas de Platón y
esta la argumenta a partir de la siguiente Tesis y antítesis: “ha de haber realidades
aparte de los individuos concretos, ya que si las hubiera, la ciencia sería imposible;
no puede haberlas, ya que los géneros no pueden existir fuera de los individuos” “y
es que si nada hay aparte de los individuos, nada habrá inteligible, sino que todas
las cosas serán sensibles” (Aristóteles, 1994: 146) de esos párrafos comprendimos,
que las ideas son y están en el individuo enriquecidas por las sensaciones, el
estagirita refiere: (pues las cosas sensibles, todas, se corrompen y están en
movimiento) (Aristóteles, 1994: 146), de estos textos se infiere: ningún movimiento
es infinito, sino que todos tienen fin.
…“Y sin embargo, de acuerdo con las exigencias necesarias de la
doctrina acerca de ellas, si las formas son participables,
necesariamente tendrá que haber Ideas solamente de las entidades:
en efecto, de ellas no se participa accidentalmente, sino que cada idea
se participa en tanto en cuanto (participado) no se dice de un sujeto
(me refiero por ejemplo, a que sí algo participa de lo Doble en sí,
136 Como ese componente que lleva intrínseco en el pensamiento. 137 De hecho, la que calificó como: la más difícil de todas.
59
también participa de lo eterno, pero accidentalmente: a lo doble le
sucede accidentalmente, en efecto que es eterno)”… (Aristóteles,
Metafísica, 1994)
En este sentido se expresa que no hay conocimiento eterno e inmóvil, dado a las
características del ser, las cosas sensibles sin exceptuar siquiera alguna, están en
constante movimiento.
Por tanto, concibe al ser como un ente dotado de entendimiento, al dilucidar que
este es dado a raíz del aprendizaje, “Todo aprendizaje tiene lugar por medio de lo
que se sabe de antemano total o parcialmente” (Aristóteles, Metafísica, 1994), por
tanto, es por la capacidad provista por el entendimiento que se actúa para algo, es
decir con causa, con miras a un fin.
De las frases anteriores se distingue, que es a partir del movimiento, el acto, que
se llega a un fin; en el caso que nos ocupa es a partir de la búsqueda de
conocimiento, que nos adentramos en la filosofía con miras a encontrar el bien y la
verdad.
Tras este estudio, hemos encontrado diversas posturas, desde las cuales se
sostiene la correlación entre el objeto y el sujeto de conocimiento, como es el caso
de la Teoría general del conocimiento(17) de Hessen (2006), donde el sujeto y el
objeto sólo son lo que son en cuanto son para el otro. Pero esta correlación no es
reversible, indica: “es que cada elemento integrante de esta correlación asume y es
asumido desde la postura que le compete en su momento”, el autor de esta teoría
hace una breve referencia a la posibilidad de cambio de acción. En sí es muy
posible una inversión; tras sustentar que la acción del ser, determina su posición
en la correlación sujeto-objeto de cuidado de enfermería.
Se demuestra esta acción en el sujeto, quien deja de lado la postura pasiva asumida
en función de conducirse como ente receptivo y dar paso a la condición activa y
espontánea en función al estímulo ejercido. Ese estímulo en el caso de enfermería
es el conocimiento que, sobre el cuidado, se predica.
60
En tanto nos hemos ocupado del estudio del ser, se dilucida su esencia y se
interpreta a partir de Aristóteles como la suma de las potencialidades inherentes a la cosa, las alteraciones o movimientos, la afectación o actualización de las
potencialidades ocultas de su esencia. La esencia inmutable de una cosa sólo
podría conocerse a través de las transformaciones ocurridas.
El estudio sobre las transformaciones sólo podría hacerse a través de los individuos.
Si bien la esencia no cambia, la postura del ser ante el cuidado si sufre de
alteraciones a partir de los movimientos, es decir, el conocimiento es el generador de esos movimientos, pues se le atribuye a este, la postura activa o pasiva en el acto de cuidar. El sujeto o materia es el ser mismo, y el origen de ese cambio tiene como principio
de movimiento, el bien. El bien entendido no sólo en función de la salud, sino de la
vida misma y por implicación todo lo que favorece a su buen desarrollo.
El aquello para lo cual fundamenta de esta manera el cuidado, con miras a ampliar
el área de impacto de enfermería, identificadas a partir del bien para la vida del
ser.
La ontología, como ciencia del Ser:
Fue preciso asirnos de la ciencia encargada del estudio del ser, según se define en
el diccionario de filosofía (Mora, Terricabras, & Cohn, 2009). La ontología es
verdaderamente metafísica, esto es, ciencia de la realidad o de la existencia en el
sentido más propio del vocablo. (Abbagnano & Fornero, 2004) por su parte,
conceptualiza como ontología, la doctrina que estudia los caracteres fundamentales
del ser, los caracteres que todo ser tiene y no puede dejar de tener. Al respecto,
algunas enfermeras mencionan “las cuestiones ontológicas: son aquellas que se
refieren a la forma o la naturaleza de la realidad…” (Prado, Souza, & Carraro, 2008).
Si se concibe al ser en el cuidado de enfermería como un ente que existe, dotado
de racionalidad, al que las sensaciones le son constituyentes en su naturaleza y le
son tan diversas, según sea su contexto, su realidad, hasta entonces tendremos
ante nosotros una aproximación a la definición de individuo, es decir, del ser que se
presenta en el cuidado de enfermería.
61
Tras conocer lo que es el individuo, entendido este, como una entidad, en la cual,
la totalidad de factores lo conforman, podemos tener la base para desarrollar el
cuidado de enfermería integral.
Sin duda, de la riqueza del clásico de la filosofía Metafísica, que dimana en la
gnoseología y por tanto en la epistemología, dan un claro soporte desde el cual nos
remitimos para este propósito (el ontológico).
Ese sustento, percibido y aprehendido del discurso Aristotélico, que resalta las
características esenciales (elementales) del ser humano, tras reconocer que en este
el ser, como sujeto se integran la Physis y el Logos, para configurar el sentido existenciario, originado de integrar la naturaleza y el conocimiento.
Como uno de nuestros resultados tenemos que: el único ente que se alimenta de
sus recuerdos a partir de las experiencias138 y lo dotan de inteligencia, es el
individuo; pues, son las experiencias de un mismo asunto que subsisten en la
memoria las que constituyen la identidad del ser. Este elemento, la identidad
(Ethos) guía la práctica del cuidado de enfermería.
Michael Foucault en Hermenéutica del Sujeto, estudió el concepto de
épiméleia/cura sui (Foucault, 2005) representado como el cuidado de uno mismo,
esa relación del cuidado con el conocimiento del sujeto.
La épiméleia provee al ser de autonomía, como una actividad responsable y
consciente, originada en la integración del Physis y Logos.
Foucault se refiere a la fórmula grabada a las puertas del Templo de Apolo en
Delfos el “conócete a ti mismo” (Γνῶθι σεαυτόν) y le atribuye una exigencia, la de
ocúpate de ti mismo, en tanto, considera que: este principio se ha convertido en
términos generales en el principio básico de cualquier conducta racional, por así
decirlo, de cualquier forma, de vida activa que aspire a estar regida por el “principio
138 Aristóteles (1994, 70)La experiencia (empíria) se constituye por el recuerdo de casos particulares semejantes, viniendo a ser algo así como una regla de carácter práctico que permite actuar de modo semejante ante situaciones particulares semejantes. La inferencia basada en la experiencia va, por tanto, de algunos casos particulares recordados a algún otro caso particular, sin que llegue a establecerse explícitamente una regla general (kathólou) aplicable a todos los casos.
62
de racionalidad moral” (Foucault, 2005). Son de considerarse los aspectos que
Foucault distinguió sobre la épiméleia:
1) La actitud para enfrentarse al mundo;
2) Una forma de ver el mundo; y
3) El modo de actuar para hacerse cargo de sí mismo, en esta última, se deposita
la responsabilidad al ser de modificar, transformar y transfigurarse.
PHYSIS
Physis, emergió como la primera subcategoría. Es la naturaleza del ser como sujeto
en el cuidado, que surge del reconocer sus elementos constitutivos y ensamblajes,
es decir, la composición primera de las cosas. En tanto, la composición primera de
la naturaleza humana percibida por el Estagirita, es la vida, Existencia y la Entelequia como el estado de plena realización, a lo que es inmanente el “Logos”
el conocimiento; y lo que llamó sensaciones es el resultado de la convivencia del ser en su contexto, sea este inanimado u otros seres; generada a través de la
percepción del estímulo por uno de sus sentidos (subjetividad). Aristóteles
menciona:
“Todos los hombres por naturaleza desean saber. Señal de ello es el
amor a las sensaciones…”139
Esta cita, además de constituir el preámbulo utilizado por el estagirita para
adentrarnos en el estudio del ser, da fe de la primacía que les atribuye a los sentidos,
pero sobre todo a la vista.
“…La razón estriba en que ésta es, de las sensaciones, la que más
nos hace conocer y muestra las múltiples diferencias…”140
139 Aristóteles (1994, 69) 140 Ibíd. (70)
63
Este filósofo constituye la naturaleza del ser humano en la vida, plagada de
sensaciones y estas son las que dan sentido a su existencia, muestra de ello, es el
siguiente:
“Ciertamente, el resto <de los animales> vive gracias a las imágenes
y a los recuerdos sin participar apenas de la experiencia, mientras
que el género humano <vive>, además, gracias al arte y a los
razonamientos”141
Dentro de ese comprender la naturaleza del ser humano, como un ente racional que
integra en su bagaje intelectual los sentidos, se percibe que los sentidos son los que
matizan los elementos que integran al ser. Por ejemplo, el significado del sí mismo y el bienestar, son atributos que existen por physis en el ser, empero, éste requiere
de un conocimiento previo para actuar en función de un fin. En este rubro el clásico
seleccionado plasmó:
“…Porque, ciertamente, el sujeto mismo no se hace cambiar a sí
mismo: quiero decir, por ejemplo […] sino que la causa del cambio es
otra cosa…” 142
Aquí se reconoce que la physis del ser, se mantiene abstraída de las ideas, hasta el
momento que se expone al conocimiento de lo bueno y lo bello. Ese estado es
consecuencia de la naturaleza viviente del hombre. Es decir, la inmanente desde
el inicio de nuestra vida hasta su conclusión, pero que no es suficiente en función a
la plena realización.
“…Por lo demás, el significado de “bueno” y “malo” se refiere muy
especialmente a la cualidad de los vivientes, y de éstos, a los que
están dotados de capacidad de elegir…”143
La noción Aristotélica muestra que lo deseado por sí mismo, es en vista
de un bien ulterior. El bien, se define desde el principio en función de la meta.
141 Aristóteles (1994, 70) 142 Ibíd. (82,83) 143 Ibíd. (240)
64
“el propósito o el fin al que se encamina una persona o cosa o
ciertamente será aquello por cuya razón se hace todo […] por lo tanto
si hay un fin para todo cuanto efectuamos, este será el bien que
podemos conseguir por medio del hecho” (Aristóteles, Ética a
Nicomaco, 1931).
Se entiende este principio (el fin) como potencial racional del cambio, que se da en
otro o en uno mismo. En este sentido, el ser en su existencia, debe de capacitarse
para comprender la vida como el mayor bien, y como la guía en su modo de
conducirse en función del bienestar. Ese modo de conducirse es relativo e
influenciado por una serie de afecciones y alteraciones, que tienen impacto en la
existencia. En este aspecto, le toca al ser reconocerse en su totalidad, en su estado
natural, rodeado de esa serie de alteraciones, es desde ahí que el ser se asume como sujeto del cuidado de enfermería.
La finalidad para nuestra disciplina, la cual lleva en sí la meta, es el cuidado de la
vida y por tanto el bienestar. Con referencia al bienestar Sen, (1996), dijo: “el rasgo
primario del bienestar puede verse en términos de la forma en que una persona
puede funcionar tomando el término en un sentido muy amplio […] puede ser, de
hecho, que no padezca de una deficiencia, porque su carácter es optimista. O
porque tiene un bajo nivel de aspiraciones y su corazón se alegra cada vez que ve
un arcoíris en el cielo”. Sen asume el bienestar como una actitud, una disposición
innata a la felicidad y el funcionamiento son “quehaceres y seres” es decir
actividades y los estados de existencia y ser (Nussbaum, Sen, & Sen, 1996).
Actuales investigaciones en enfermería confirman la vigencia de los postulados
clásicos filosóficos, como es el caso de Vélez Álvarez y Vanegas García (2011). El
cuidado tiene su origen en el sujeto mismo, pero no solo como instinto sino como
reconocimiento de la propia existencia, el conocerse a sí mismo; entre más se
conoce el sujeto más grande es su actitud de cuidado, el cuidado como objeto de
estudio de la enfermería busca profundizar en mejorar la calidad de vida de cada
persona, más allá del ejercicio profesional” (Vélez Álvarez & Vanegas García, 2011).
En esa publicación observamos al cuidado no solo a cargo de la salud del sujeto,
65
encontramos presente una nueva perspectiva en función de la calidad de vida, al
personalizar el cuidado en función de cada ser.
Sobre la temática, Marcos en (2014), deduce: “El término latino de natura traduce
el griego physis. Ambos aportan la idea básica de nacimiento y movimiento
autónomo. Se han utilizado tanto para referirse a la esencia de algo, lo que ese
algo es por sí, desde su nacimiento, como para nombrar el conjunto de las cosas
sometidas a la dinámica autónoma del nacimiento, movimiento y corrupción”
(Marcos, 2014).
La idea que Marcos sostiene y con la cual compartimos, es la visión culturalista de
la naturaleza humana, pues, es esta la que nos permite percibir a la naturaleza
humana determinada por lo adquirido vía cultural. Situación que afirma nuestra
concepción del ser, ese, en el cual se integra la naturaleza y el conocimiento. En
tanto, es el conocimiento de las cosas el que mueve al ser en búsqueda de un
estado de plena realización, es decir, el que da motivo a su existencia.
Existencia
Existencia, emerge como uno de los atributos de la Physis. Es “algo que es”
determinado por la cantidad o cualidad o afecciones a la entidad o materia. La
existencia de la persona, es resultado de esas afecciones a la cualidad y cantidad
en su materia constitutiva, es decir su vida. Las cualidades y afecciones son
inherentes al sujeto, en efecto, puesto que sin la presencia de él, estas no serían
tales.
Sin embargo, para definir la existencia del ser como sujeto es necesario se
entiendan las repercusiones de esas cualidades y afectaciones en la naturaleza del
ser (en la Physis).
66
La physis, de la entidad corresponde a los cuerpos y los modos de ser de la
entidad144 (sujeto), se define el que es desde la materia y la forma; en tanto materia el cuerpo y en forma en cuanto a la idea de vida, y esta solo es, representada a
través de la subjetividad. Otro de los sentidos en el que se puede definir la existencia
es, la resultante en la integración de ambos elementos145.
Del desarrollo sobre el sentido de la Physis146 realizado por Aristóteles se retomó:
“De lo dicho resulta que la naturaleza, primeramente y en sentido
fundamental de la palabra, es la entidad de aquellas cosas que
poseen el principio del movimiento en sí mismas por sí mismas.
En efecto, la materia se denomina naturaleza porque es capaz de
recibir aquélla, las generaciones y el crecimiento porque son
movimientos que se originan de ella. Y ella es el principio del
movimiento de las cosas que son por naturaleza, y, en cierto sentido,
es inmanente en éstas, bien en potencia, bien estado de plena
actualización”
Sobre la Constitución existenciaria del “ahí” (del ser), desarrollada por Heidegger en (1971), encontramos dos categorías que dan estructura existenciaria al ser, una
de ellas es el ser ahí, como encontrarse y la otra el ser ahí como comprender.
Dentro de la primera el ser asume la responsabilidad sobre sí, dada en el
“encontrarse” y para que esta pueda darse es necesario el “comprender” como “una
forma posible del conocimiento” es decir, surge de los significados que el ser le da
a lo que lo conforma y al mundo que le rodea.
En este sentido se coincide con el autor que refiere: que el comprender es siempre
afectivo; y el comprender la existencia es un comprender el mundo. Por tanto, el
papel que juegan los sentidos en el comprender es evidente y dado a través de la
percepción de los objetos por medio del sentido de la vista147, sobre el cual
144 Aristóteles (1994, 283) Cuando el Estagirita se refiere a la entidad, lo hace en cuatro sentidos: la esencia, el universal, el género y el sujeto. 145 Materia y forma. 146 La noción de physis y sus distintas acepciones son analizadas por Aristóteles también en Física I 2. 147 Otros sentidos, esta aclaración se realiza en el sentido de ser incluyentes, a personas con capacidades diferentes, he aquí otra área de oportunidad.
67
integramos significados a la vida, el resultado de ello es una impresión sobre la
existencia.
Cabe aquí la definición ontológica planteada por Heidegger (1971) el autor de “Ser
y tiempo”, donde se describe al ser a partir del hecho de cuidar de su existencia:
“La cura no ha menester de fundarse en un sí‐mismo; sino que, la
existenciariedad, en cuanto ingrediente constitutivo de la cura, da la
constitución ontológica del estado de ser en sí‐mismo del ser ahí, a la
que es inherente, respondiendo al pleno contenido estructural de la
cura, el fáctico148 …” (Heidegger, 1971)
Como resultado se delinea la existencia del ser y los hechos, en busca del bienestar,
lo que da paso a revisar el cuidado de enfermería, a partir de los sentimientos
liberados desde sí, y como se motivan los actos de la voluntad y las acciones.
La existencia en sí se puede definir como los modos de ser, manifestado por el
hecho, con el cual se es lo que es. Echauri, menciona que: “la existencia es objeto
de demostración” (Echauri, 1975); esa característica de la existencia nos refiere a
ella por considerarla el sustento objetivo de la subjetividad.
Entelequia.
Entelequia emerge como un atributo de la Physis. Es la realización plena, resultado
de la actualización, de ese reconocerse día a día, de obrar en función a un fin, de
mantenerse en movimiento. En esta, se integran los elementos del ser, el viviente,
racional y animal149, a través de la acción.
“…Y de modo semejante el proceso de aprender, curar, pasear,
saltar, envejecer, madurar. Y el movimiento ocurre cuando se da la
realización misma, ni antes ni después…”150
148 Fundamentado en los hechos o limitado a ellos. 149 El intérprete de la obra, Tomas Calvo. 150 Aristóteles, (1994, 452)
68
Ese supuesto, da sustento a nuestra reflexión sobre el ser y las acciones
(práxeis), pues estas llevan implícito, el fin (télos) característica que condiciona
al ser hacia la actualización (entelequia).
Entelequia: Se puede definir como los actos del ser, en los que coinciden el fin y
la actualización, es decir son constantes; por tanto, es necesaria la diferenciación
entre la acepción de acciones y el concepto de movimiento (kinésis), pues de principio, este no lleva implícito el fin y se caracteriza por terminar en tanto lo alcanza.
En tanto la naturaleza del ser, como sujeto que actúa en función de un fin, es
preciso definir el logos como subcategoría complementaria de la physis.
LOGOS
Logos emerge como la segunda subcategoría. Es el conocimiento, el acto constante
de actividad intelectual (Aristóteles, Metafísica, 1994) que conjuga en sí
conocimientos empíricos y científicos a través del uso de la razón, es la parte moral
o conciencia, donde los sentidos son determinantes a fin de realizar lo deseable y
lo inteligible151. Este conjuga la ciencia con la experiencia, es decir, emerge de la
integración del conocimiento personal y la ciencia (arte), y se enlaza con la subjetividad, manifestada por las actividades inherentes a ella, esas dadas en el
Alma, como los son: la experiencia, el entendimiento y la razón. Tres
componentes sobre los cuales enfermería se debe fundamentar para reconocer el
Ethos (identidad) de ese ser ante nosotras, con sus rasgos característicos y comportamientos.
Según la filosofía, el género (genealogía) es lo que se predica respecto de lo que
es de muchas cosas que difieren en la especie, en Metafísica encontramos que el
género humano <vive>, además, gracias al arte y los razonamientos. Por tanto, la
151 Aristóteles (1994, 486) el estagirita menciona: “En efecto lo deseable para el apetito es lo que parece bueno, mientras que lo deseable para la voluntad racional es, primeramente, lo que bueno.”
69
ciencia de enfermería contiene en sí la deontología como elemento constitutivo, que
nos lleva a actuar en función de un buen fin, el arte y el razonamiento son partes
estructurales del cuidado y nos conducen (movimiento) en función del bien, y el
mayor bien para el género humano, es la vida.
Según los estudios Aristotélicos lo primero es causa y principio, para el caso de
la enfermería la causa y principio que rige a esta ciencia es el cuidado de la vida del
ser y su fin es, el de contribuir al mayor bien de ésta, a través de los cuidados de
enfermería brindados por medio de actividades educativas e intervenciones que
permitan generar un cambio para el bienestar del ser, considerando sus rasgos
característicos y comportamientos, esto con la finalidad evitar infringir en la
identidad de ese ser ante nosotras.
En tanto, los bienes se consideran elementos constitutivos para lograr la calidad de
vida. Esta deducción surgió de la división de estos (los bienes), hecha por
Aristóteles, quien los clasifica y ubica en dos dimensiones “los que pertenecen al alma, como las virtudes y otros al cuerpo como la salud…” (Aristóteles, La gran
Moral, 1972); esa clasificación, posiciona como bienes del alma al pensamiento,
virtud y placer.
La ubicación dada a las virtudes, en el alma, atiende al pensamiento filosófico del
estagirita, desde el cual categorizó, “hay tres cosas en el alma: afecciones o
pasiones, facultades y disposiciones” (Aristóteles, La gran Moral, 1972). Esa
condición nos abre la puerta para posicionar en el alma, el ser, saber, hacer y el
convivir, como las habilidades que enfermería debe desarrollar para el mayor bien para la vida por medio del cuidado. Pues es en el alma donde radica el
pensamiento de los actos, en los cuales la sensibilidad está implícita.
Con referencia retomamos:
“El alma que tiene la potencia de la sensibilidad (dice Aristóteles, Metaf.
I cap. 1) busca las sensaciones y ya en ella es actividad y esfuerzo de
realización; pero aún más el conocer es un hacer en potencia
intelectiva, que pasa progresivamente de la experiencia al arte y a la
70
ciencia, en la que el espíritu humano busca la satisfacción de su
exigencia suprema, desarrollando individual y colectivamente la
formación de la cultura como creación histórica de la humanidad”
(Mondolfo, 1949).
Subjetividad:
Emerge como uno de los atributos de la subcategoría Logos. La subjetividad, es un
modo de ser, carácter o postura que asumimos como seres pensantes y sensibles;
es el deber ser, intereses y finalidades del individuo. Dado a su origen en el ser
(uno) es tan diversa en tanto seres en el mundo, con ella se configuran el
entendimiento, la experiencia y la razón, como procesos del Alma.
Por esta se comprende lo representado por un sujeto, quien asocia a través de la
interrelación del todo como lo esencial de su ser, en un proceso de aprehensión e
integración de los compuestos sobre los que sustenta y constituye algo, donde la
percepción de la persona se considera como la aprehensión de los objetos
sensibles, dicho de otra manera, ideas acompañadas de sensación, acogiendo una
posición sobre el ideal o perfección, es decir, una aspiración, un pretender, que en
ocasiones permanece como un deseo vano. Puede esto ser algo inoperante, sin
embargo perdura en la memoria de la persona.
Subjetividad y entendimiento:
La principal actividad del alma ha sido expuesta y motivo de disertaciones en el
texto que nos ocupa, para la presente investigación, se definió como los procesos
cognitivos que se llevan a cabo a partir del conocimiento, y nos llevan a actuar en función del bien.
Las afirmaciones sustentan, es a partir del conocimiento del mayor bien, que el ser
cuida y es cuidado. La vida, es ese bien que lleva en sí el principio ontológico de movimiento, de actuar en función de, es decir el fin.
71
… “Hay que decir: es necesario afirmar que el entendimiento, principio
de la operación intelectual, es forma del cuerpo humano. Pues lo primero por lo que obra un ser es la forma del ser al que se le atribuye la acción; así como lo primero por lo que sana el cuerpo es
la salud, y lo primero que hace que el alma tenga conocimiento es la
ciencia, de ahí que la salud sea la forma del cuerpo y la ciencia lo sea
del alma” (de Aquino, 1992)
La supremacía que Santo Tomás le da al entendimiento152 como el movimiento que
implica una operación, conforma la acción del cuidado en función de salvaguardar
el mayor bien, la vida.
El cuidado como acción humana, se dirige al bien del ser, se asume como una
inclinación, un proyectarse, en el cual el principio de movimiento denota el modo de
ser (activo o pasivo), en tanto su existencia.
Ser sujeto activo se percibe por la forma de dirigirse, conducirse o guiar y que lleva
implícita la condición de ser preestablecida o pre configurada. (integra subjetividad
e identidad).
Subjetividad en la experiencia:
Las experiencias forman parte de los principios153de la práctica del cuidado de
enfermería, donde se integra la búsqueda del bien de la persona, es decir “los para-qué del conocimiento como movimiento” (Aristóteles, Metafísica, 1994), que se
manifiestan al cuidar de un ser ante nosotros. Aristóteles, en sus escritos menciona:
“La experiencia da lugar al arte y la falta de experiencia al azar”, por tanto, los
hombres de experiencia, son los que tienen mayor éxito, motivo que nos conduce a
considerarla de gran valor, como elemento.
152 De Aquino (1992, 683). Es evidente que lo primero por lo que un cuerpo vive es el alma. […] en efecto, el alma es lo primero por lo que nos alimentamos, sentimos y nos movemos localmente; asimismo es lo primero por lo que entendemos 153 Aristóteles (1994,” 206-207), lo refiere como “aquello por cuya voluntad se mueve lo que es movido y cambia lo que es cambiado”, ese “ser lo primero a partir de los cuál algo es, o se produce, o se conoce. Y de ellos, unos son inmanentes y otros extrínsecos, de ahí que principio sean la naturaleza y el elemento, el pensamiento y la voluntad, la entidad y el para-qué. Y es que el bien y la belleza son principio, en muchos casos, tanto del conocimiento como del movimiento
72
Los sucesos, forman al ser (individuo) a través de situaciones añadidas en el
transcurso de su vida (con origen en la subjetividad). La experiencia como un hecho
sentido, conocido o presenciado, contribuye a la elección del mayor beneficio del
individuo, en el cuidado.
En tanto el cuidado en enfermería surge de un ser y es dado a otro ser, se evidencia
una relación colmada de subjetividad, en la cual, se requiere poder asirse de esas
subjetividades, a fin de lograr el impacto necesario en el cuidado de enfermería.
Como ya mencionamos anteriormente, para abordar nuestro objeto de estudio en
función del ser, se requiere como condición necesaria la existencia, esa que Colliére
refiere como el tránsito entre la vida y la muerte y que evidenció al considerar, “el
cuidar es un acto de vida” (Colliére, 1982). El existir es encontrarse y comprender
el mundo que nos rodea, con la responsabilidad de mantener la vida.
Las condiciones presentes en el acto de cuidar nos guiaron a discurrirlo en el marco
de la complejidad, esencia del ser y resultado de las múltiples influencias en su vida,
es decir: el momento histórico, social, cultural, la diversidad en la cual se desarrolla
y que lo constituyen como un ser racional.
Propicio es razonar la subjetividad del ser, esa que decimos respetar al brindar el
cuidado de enfermería, sin embargo, es olvidada al momento de “brindar cuidados”
de una misma forma a Alma y a Zoé154; acaso, se nos olvida la facultad del recordar
sensible, donde la permanencia de un efecto o sensación que algo o alguien causa
en el ánimo de un ser, es estimado esencial de la persona y define sus
particularidades con relación a todos los demás seres.
Además, los eventos que inciden en la conformación de la subjetividad, son parte
de sus vivencias, experiencias, cultura, historia, pasado, tradición, entre muchas
cosas más y son conservados por la persona dentro de sí (en la memoria).
Subjetividad y razón:
154Retomo esos nombres por demostrar la diversidad que existe de personas.
73
En tanto, el ser por naturaleza se caracteriza por el principio racional (facultad
inmanente) que, en conjunción con la subjetividad, son esencia entre otras cosas
de su conocimiento, actitudes y aptitudes. Esto se puede decir tanto en los
profesionales del cuidado, como en las personas que son cuidadas.
Es, en ese sujeto ante nosotros que tenemos el terreno fértil para capacitar a fin de
que se convierta en sujeto del cuidado de enfermería. En el proceso comprensivo
(de la subjetividad), el ser combina una serie de saberes, y despliega la estética del
cuidado.
“y puesto que la combinación y la división tiene lugar en el
pensamiento y no en las cosas, lo que es en este sentido es distinto
de las cosas que son en sentido primordial (pues el pensamiento junta
o separa bien el qué-es de una cosa, bien la cualidad, bien la cantidad,
bien alguna otra determinación suya) lo que es en los sentidos <<es
accidentalmente>>y <<es verdadero>> ha de dejarse a un lado.”155
En este sentido Immanuel Kant en Crítica de la Razón Pura, menciona: que el
razonamiento integra la experiencia y el entendimiento; y solo se accede al
conocimiento mediante la razón; para nuestro trabajo sobre el ser como sujeto del
cuidado de enfermería, se cree necesario tener en consideración los elementos de
la razón, pues su constitución es colmada de subjetividad.
El prusiano consideró la razón:
“Es la capacidad de inferir, esto es, de juzgar inmediatamente
(subsumiendo la condición de un juicio posible bajo la condición de un
juicio dado). El juicio dado es la regla universal (premisa mayor, major).
La subsunción de la condición de otro juicio posible bajo la condición
de la regla es la premisa menor (minor). El juicio efectivo que anuncia
la aserción de la regla en el caso subsumido es la conclusión
(conclusio) (Kant, 1970)”.
155 Aristóteles, (1994, 276) afirmación surgida dentro de las líneas “Ser” en el sentido de “ser verdadero”
74
La riqueza que significa el uso de la razón, posibilita realizar un sinnúmero de
inferencias, desencadenadas una a consecuencia de la otra, hasta llegar a una
conclusión. En este sentido es necesario, considerar las razones manifestadas del
ser ante nosotros para decidir (recibir o realizar) o no, el cuidado de enfermería.
Pues es a partir de ese momento que se reconfigura su postura, de objeto a sujeto.
Ethos
Emerge como uno de los atributos de la subcategoría Logos. El Ethos, son los
comportamientos que van configurando la identidad del ser a partir de actos y
expresiones, resultado de la integración de la subjetividad al entendimiento como
sustento del conocimiento.
Se reconoce que la identidad es indivisible, esa inseparabilidad del entendimiento y
la subjetividad nos evidencia, que es necesaria la consideración del ser en su
totalidad, como ente capaz de intelecciones únicas. En este sentido, Aristóteles señala “<<ser uno>> es: ser indivisible, siendo en sí mismo una realidad
determinada”156 por tal, es en la integración del conocimiento con la subjetividad,
que se origina: la expresión, la acción, los rasgos y comportamientos, factores
determinantes de la identidad.
Con referencia a lo anterior el Estagirita menciona que la identidad del ser humano
es cognitiva y sensible en cuanto sabe y percibe, y “son medida de las cosas que
caen bajo ellas”157, es decir, lo que permite poseer los resultados de la ciencia y la
sensación.
“…El médico no cura a un hombre, a no ser accidentalmente sino a
Calias, a Sócrates o a cualquier otro de lo que de este modo se
nombran, al cual sucede accidentalmente que es hombre, así pues, si
alguien tuviera la teoría careciendo de experiencia y conociera lo
156 Aristóteles (1994: 395) 157 Ibíd. (398)
75
general, pero desconociera al individuo contenido en ello, errará
muchas veces en la cura, ya que lo que se trata de curar es el
individuo…”158
Desde el estudio realizado por Aristóteles, se expone que la cura debe ser
individualizada y el cuidado de enfermería al igual que la curación, integra la teoría,
experiencia y conocimientos generales, pero especialmente, tiene el deber implícito de enfocarse en el ser, como individuo.
Se ejemplifica lo antes mencionado: Una de las constantes de los seres humanos
que requieren de cuidados de enfermería al acudir a una institución de salud es
el dolor, sea el dolor físico, o el dolor moral, pesar o duelo. Si, como profesionales
de enfermería comprendemos que tipo de dolor es, podremos brindar un mejor
cuidado a esa persona que se presenta ante nosotros, tras identificar su fenómeno
de cuidado particular.
En algunas ocasiones la angustia causada por dejar su espacio vital, su ambiente,
sus costumbres, se representa también como: un dolor, duelo o pérdida; que aún
dada su condición de temporalidad (transitoria) tiene impacto en el estado del ser
de ese individuo.
Esas sensaciones pueden llegar a ser irrelevantes, sin embargo, creemos que
deben ser consideradas en el acto de cuidar; así mismo, algunos objetos con
significado afectivo de apego o querer para el individuo, logran contribuir a un mejor
cuidado de enfermería.
Si, en enfermería se asume al otro en su totalidad con toda esa serie de vicisitudes
que lo conforman y su actuar es guiado con la finalidad de dar el cuidado para el
mayor bien del ser. Tenemos el deber de concebir el cuidado a partir del respeto a
la esencia del otro y la misma propia.
158 Aristóteles (1994, 72)
76
La matización provista de la integración de valores a la práctica de enfermería y el
conocimiento del cuidado en esta diversidad (de credos o de hábitos) y de su
concepto de ser, evita violentar su dignidad humana.
En ocasiones damos por hecho que ese individuo ante nosotros tiene el
conocimiento (que nosotras como enfermeras hemos logrado adquirir tras años de
formación profesional con enfoque en el cuidado y la experiencia) y sin efectuar
una pausa a fin de explicar tal o cual procedimiento (parte del cuidado) al cual le
someteremos, así como los beneficios que esto le traerá por medio de una
clarificación acorde a su estatus159, utilizando palabras comprensibles, llenas de
verdad hacia esa persona. Se deja de lado el derecho inalienable de autonomía y
su función de decidir libremente su aceptación o rechazo. Al recurrir al principio de
autoridad que prevalece a través de una orden médica y de nuestra aceptación
incondicional, hecho que además afecta la identidad.
Nos detenemos aquí ante la siguiente interrogante: ¿Cómo cuidamos al individuo?
Esta reflexión toma como punto de partida la complejidad, que implica el retomar
siquiera un fenómeno específico, que involucra el conocer al individuo que está ante
nosotros con su “yo” conformado entre otras cosas, por: cultura, religión, ideologías,
y muchas cosas más que a veces nuestra cosmovisión limita.
Decir que el cuidado que brindamos es integral, es una afirmación aventurada,
según lo hemos percibido al desarrollo de esta tesis, pues, nos damos cuenta, que,
para realizar una observación con miras a la atención integral del cuidado al ser, se
requieren más que conocimientos biomédicos (de anatomía, fisiología, etc.), esa
especificidad-complejidad que implica el acto de cuidar nos invita a realizar un
análisis profundo, con la intención de aprehender de ese ser, sus comportamientos.
Tenemos que profundizar en el conocimiento del ser, para brindar el cuidado de
enfermería. En tanto esa complejidad y especificidad, se nos ha presentado como
159 Definido como: la situación relativa de algo dentro de un determinado marco de referencia.
77
una constante para el cuidado, es preciso rescatar la importancia de llevar a cabo
un análisis a la subjetividad presente en el acto del cuidado de Enfermería.
Para posicionar nuestro análisis desde la perspectiva del ser, recuperamos los
párrafos desarrollados por Platón que nos invitan a seguir en la práctica del cuidado
del individuo, como actualización:
“…Pues lo que se llama practicar existe porque el conocimiento sale de
nosotros, ya que el olvido es la salida de un conocimiento, mientras que
la práctica, por el contrario, al implantar un nuevo recuerdo en lugar del
que se marcha, mantiene el conocimiento, hasta el punto que parece
que es el mismo. De esta manera, en efecto, se conserva todo lo mortal,
no por ser siempre completamente lo mismo, como lo divino, sino
porque lo que se marcha y está ya envejecido deja en su lugar otra
cosa nueva semejante a lo que era…” (Platón, Diálogos, Vol. III, 2000)
Otra característica ontológica del ser, es el cambio, ahora bien, los cambios
tecnológicos que trae este nuevo siglo, así como la mayor frecuencia del uso de
equipos electro médicos por parte de los profesionales de enfermería, por
mencionar un ejemplo, impactan en la relación entre individuos implícita en el acto
de cuidar.
Alguna vez hemos considerado el sentir del individuo, al verse como un ser extraño,
cargado de incertidumbre, y el significado que le da al depender de un equipo
dosificador, por mencionar alguno. Así como los cuestionamientos que le surgen al
observar la cantidad milimétrica de medicamento que se le administra, las preguntas
que en él se suscitan: ¿a qué se debe? Será porque es muy tóxico o será porque
estoy muy grave. Quizá para nosotros como profesionales de enfermería, la
situación de tener al individuo con una bomba de infusión se ha convertido en parte
del cotidiano y por tanto lo pasamos por alto, empero, en algún momento nos
detenemos a considerar lo que para él significa; y, de qué manera yo como
profesional de enfermería integro el significado que le da a su existencia y a su
identidad, para brindar el cuidado.
78
En ocasiones dejamos al equipo que realice o supla, el contacto afectivo que se da
en el cuidado persona a persona, que rescatamos como esencial para la vida del
ser, el generado en nosotros por el fin, es decir, la búsqueda del mayor bien.
Hasta el momento que realicemos esa combinación entre el saber, el saber hacer,
el saber ser y convivir, se logrará integrar la subjetividad, y asumir una postura que
nos permita considerar la complejidad del cuidado de enfermería.
En tanto, desde aquí hemos de cuestionar sobre el concepto de sí mismo e
identidad y la manera de asumirse (el individuo) en el acto de cuidado. El solo hecho
de detenernos ante el ser y establecer una comunicación efectiva, ha de proveernos
información de alto valor, para brindar el cuidado, y contribuir en la transición de objeto a sujeto, en el acto de cuidar.
“Todos los hombres por naturaleza desean saber. Señal de ello es el
amor a las sensaciones. Éstas, en efecto, son amadas por sí mismas,
incluso al margen de su utilidad y más que todas las demás, las
sensaciones visuales” (Aristóteles, Metafísica, 1994).
Regresamos a los sentimientos, como bien sabemos, no son sujeto de medición,
sin embargo, pueden y deben ser identificados por el profesional de enfermería
capacitado, a fin de contribuir en la evolución del ser de asumirlo como un objeto a
convertirse en sujeto de cuidado. Surge ante nosotros otra necesidad que debe ser
cubierta por la epistemología de la enfermería; como el área de las ciencias que se
encarga de los fundamentos del conocimiento.
Es aquí donde se resalta la importancia del conocimiento sobre ética, bioética, como
saberes que los profesionales de enfermería deben adquirir, y mantener en
constante formación, para evitar caer en cuidados arcaicos.
Evidente es, que el profesional de enfermería requiere de conocimientos
actualizados y científicos para poder fortalecer esa relación de confianza que implica
el acto de cuidar, aunado a ello, el uso de las tecnologías exige de mayor
acercamiento al ser, a fin de mostrar la relevancia del contacto en el cuidado de
enfermería. Donde el acto de cuidar tome la significación de búsqueda del mejor
79
bien para ese individuo que cuidamos, el respeto a sus decisiones, conforme a su
posición sobre el cuidado a recibir, en el cual habremos de capacitar con el fin de
su consecución, así como las implicaciones éticas al momento de realizarlo. Se
puede pensar la bioética como parte medular del cuidado de enfermería, como un
conocimiento en pro del mayor bien para el ser, es decir como parte de la
transdisciplina a considerar.
Si contextualizamos, tenemos la obligación de reconocer que enfermería trabaja en
el marco de la globalización, y que los requerimientos van surgiendo a partir de los
cambios de las composiciones sociales y familiares, hoy por hoy los alumnos de
enfermería deben formarse en salud pública, no en esa enfocada a la epidemiología
fría, sino en aquella que retoma los supuestos de la antropología y así enfocar el
cuidado a la prevención a la planeación de desastres mayores.
Un cuidado que recoja las características específicas de esa realidad in situ; de los
lugares por ejemplo: esos que carecen agua potable, para saciar la sed de las
personas a quienes el calor, la sequía y las condiciones económicas, etc., son
situaciones de cambio que inciden en nuestra forma de ver y asumir el cuidado.
Ahí en esas condiciones reales presentes en nuestro país, se puede percibir como
se lleva a cabo el cuidado, por tanto, es preciso desarrollar una propuesta sobre la
episteme que debe constituir la formación disciplinar.
En tanto el cuidado es dado al ser humano por otro ser humano, del impacto de los
cambios de este para mantener su vida, se recuperó, en los que enfermería puede
hacer su contribución como disciplina para lograr el objetivo del bienestar.
Ese bienestar entendido desde su más profunda conceptualización como sumo
bien, a partir de la noción de Aristóteles para indicar lo deseado por sí mismo y en
vista de un bien ulterior o como MacIntyre, (2006) escribe: “el bien se define desde
el principio en función de la meta, el propósito o el fin al que se encamina una
persona o cosa” (MacIntyre, 2006) o como menciona el estagirita: “ciertamente será
aquello por cuya razón se hace todo[…] por lo tanto si hay un fin para todo cuanto
80
efectuamos, este será el bien que podemos conseguir por medio del hecho
(Aristóteles, Ética a Nicomaco, 1931).
El deseo en sí mismo nos lleva a una relación de respeto por el individuo, ese ser
que se presenta ante nosotros. El respeto visto desde la ética como “el
reconocimiento de la propia dignidad o la dignidad de otros y el comportamiento
fundado en este reconocimiento” (Abbagnano & Fornero, 2004).
El respeto visto como el generador de vínculos de benevolencia entre los individuos.
El bien entendido como un conjunto dado en la integración de virtud y felicidad.
Empero virtud y felicidad en función, a la evidencia que existe en las diferencias en
lo que el ser puede asumir como felicidad, según lo plasmado en sus escritos
(Aristóteles, Ética a Nicomaco, 1931).
“El vulgo cree se trata de algo corriente y natural, como el placer, la
riqueza, el honor; sin embargo, difieren unas personas de otras, y con
frecuencia un mismo individuo la identifica con cosas diferentes: con
la salud cuando se está enfermo, con la riqueza cuando se es
pobre…” (Aristóteles, Ética a Nicomaco, 1931).
A partir de lo anterior se demuestra la variabilidad, surgida en función “de que”, se
quiere lograr la felicidad, al mismo tiempo la complejidad y diversidad inmanente al
ser humano, integra los componentes para lograrla.
La felicidad, vista desde la concepción del Estagirita, es lo mejor, lo más noble y
más agradable que existe en el mundo, y estos atributos no son independientes,
como se decía en la inscripción del templo de Delos:
“Lo más noble es lo que es más justo, y lo mejor es la salud; mas lo
placentero es alcanzar lo que apetecemos” (Aristóteles, Ética a
Nicomaco, 1931)
La virtud es la acción de juicio del hombre prudente, “es decir aquel que sabe cómo
tener en cuenta las circunstancias” (MacIntyre, 2006), en si la virtud es un acto
racional que integra las esferas cognitivas, valorativas y reflexivas de la persona; y
la virtud es concebida por Aristóteles como la búsqueda del justo medio; justo medio
81
que solo se puede obtener con base en la reflexión sobre los extremos, como
ausencia o exceso. Es aquí donde se encuentran implícitas las capacidades
cognitivas del individuo, al discernir entre estos.
Entonces en enfermería podemos decir que el acto de cuidar es una virtud, por
situarse nuestro objeto de estudio, en el justo medio de la vida y la muerte.
Tras analizar los postulados de Aristóteles y reconocer la posición que le atribuye a
estas capacidades, se nos desvela el camino a seguir, conforme a la división que
hace de los bienes:
“unos son verdaderamente preciosos y dignos de estimación, otros
dignos de alabanza, y otros, en fin, no son otra cosa que las
facultades que el hombre puede emplear en un sentido o en otro”
(Aristóteles, La gran Moral, 1972)
Para este análisis, nos ocupamos de los que se entienden por preciosos y dignos
de estimación, los que tienen algo de divino y que son lo mejor, respecto a todo lo
demás, como el alma y el entendimiento. En el desarrollo de la división de los bienes
Aristóteles advierte la cuarta y última clase de bienes, los que contribuyen a
mantener y hacer el bien, como, por ejemplo, la gimnasia para la salud, y otras
cosas análogas. La posición que da a la virtud es siempre y en todas partes
deseable. Los bienes los divide en los que son fin y los que no lo son.
“…Por ejemplo, si estudiando las cosas que proporcionan la salud, y la
salud misma, se fija uno en lo mejor de todo esto, y se halla que lo
mejor es la salud, resulta aquí que la salud es la mejor de todas estas
cosas y la mejor en comparación con ella misma; lo cual es un absurdo.
No es quizá este el mejor método para estudiar la cuestión del bien
supremo, del mejor bien. ¿Pero será preciso estudiarle aislándole, por
decirlo así, de sí mismo? ¿Y no sería también un absurdo este segundo
método? (Aristóteles, La gran Moral, 1972)
82
De lo anterior se rescata que es a través de la integración del logos y la physis del
ser, que ha de fundamentarse el paradigma sobre el cual hemos de desarrollar el
concepto de cuidado.
Los Rasgos y comportamientos que definen la identidad del ser.
Entonces podemos pensar, el bien del cuidado de enfermería como la vida del ser
(en el sentido aristotélico, activa y racional), esto al asirse del bien a partir de la
visión de la ciencia de enfermería, pues como se ha dicho que cada ciencia ha de tener dominio del bien que busca, previo conocimiento de su qué es y el fin al que
se dirige.
Aprehender la ciencia de enfermería en posesión de una función o actividad dicha
esta como el cuidado, y reconocer su fin o causa, que es donde reside el bien y lo
bien, nos allanó el camino en este trabajo.
El bien humano es la actividad del alma de conformidad con la virtud, y de haber
más de una virtud, de conformidad con la mejor y la más perfecta; según el autor de
Ética a Nicómaco, reconoce: “la virtud como un hábito, un modo de conducirse”, al
descartar que sea facultad o efecto. (Sí, por lo tanto, las virtudes no son efectos ni
facultades, solo queda que sean estados de carácter, hábitos) (Aristóteles, Ética a
Nicomaco, 1931) o modos de ser, entonces encontramos que la virtud corresponde
ontológicamente al ser como parte de su identidad.
83
Capitulo Séptimo: Conclusiones.
Se percibe la diversidad de enfoques sobre la relación cuerpo y alma.
La visión que tenemos de las cosas difiere de persona a persona, las formas de
concebir el mundo, sus elementos, las prioridades, los bienes, la justicia y la moral
son tan diversas en tanto individuo se presentan ante nosotros. Cada cual,
establece sus sistemas de valores con base en los cambios sucedidos en su
historia, vivencias, experiencias, entorno, cultura, etc.
Para enfermería su objeto de estudio es el cuidado, se reconoce la emergencia de
nuevos conocimientos disciplinares que tienen como fin constituir el eje medular de
esta ciencia. Se aprehendió al cuidado desde la perspectiva del Ser sujeto,
resultando un acto inmanente a la vida, que se desarrolla en busca de la
actualización, es decir la auto-conservación160, preservación y subsistencia del ser,
este acto lleva implícito el fin, es decir, se enfoca hacia el mayor bien del ser.
La profundidad en el abordaje del objeto de estudio nos permitió asirnos de la
constante presente en todas las situaciones del cuidado, esto condujo a llegar a lo
más recóndito, lo que no cambia, y eso que permanece, es la relación humana entre dos seres.
Encontramos, que el Ser en función del cuidado, está inmerso en la relación
humana, en esta, asume dos posturas, una pasiva y otra activa, la activa es: El ser,
como sujeto del cuidado de enfermería, esto sostiene el título de esta tesis.
En la relación humana entre dos seres, existen constantes elementos a considerar
con el fin generar la participación activa del ser en el cuidado de enfermería. Es a
través de acciones encaminadas a concederle la capacidad de actuar, con miras a
un fin, se hará evidente el aquello para lo cual, que enfoque y condicione a la
búsqueda del mayor bien para la vida.
Contribuciones de la ontología al cuidado:
160 Freud utiliza el término de pulsiones de auto conservación para definir las que cubren las necesidades básicas de la persona.
84
Este estudio partió de la ontología, por considerarse la ciencia de las causas
primeras y de lo máximamente cognoscible, la ciencia de la entidad; favoreció a la
búsqueda de los elementos del ser en cuanto tal. El desarrollo natural de este
trabajo nos condujo a reconocer la inmanencia en el ser, del conocimiento y el
cuidado, como características esenciales correspondientes al existir.
Además, la ontología contribuyó en la fundamentación y análisis del ser; no en
cuanto acciones o afecciones le corresponden, sino, en tanto sus elementos
constitutivos. De este trabajo se desprende: para poseer el dominio de las ciencias,
tenemos, el deber de conocer el aquello para lo cual, que fundamenta nuestra
ciencia, pero sobretodo, el fin, que ha de motivar la acción a realizarse, la acción
emprendida con miras al bien supremo de la naturaleza en su totalidad. El bien
supremo es percibido por Aristóteles como la felicidad.
Contextualizando al cuidado de enfermería, se revisaron dos de las causas de
donde proviene el principio de movimiento, planteado por el Estagirita, el aquello
para lo cual que fundamenta el cuidado, es decir la vida del ser, y el fin.
Elementos constitutivos del ser:
La physis, es decir la naturaleza del ser, fue percibida desde sus componentes
existencia y entelequia, desde esta perspectiva se confirma que el aquello para lo
cual constituye la motivación extrínseca a la cual es sometido el ser. Pero esta
motivación necesariamente debe acompañarse del fin que busca. Dado que el fin
permite la captación de los fenómenos, en la compresión racional y sensible.
También nos permite emitir la siguiente razón: el ser es subjetividad, con la
capacidad de manifestar sentimientos, mismos que pueden ser considerados como
agentes volitivos, tanto para realizar actos, como para predisponernos a aprehender
en la captación originada por los sentidos y el conocer. Es a partir de la captación
de las subjetividades que se logran generar las acciones éticas en el cuidado, dado
que, si se omite la sensibilidad de los fenómenos, sesgamos los resultados sobre
su análisis.
85
Si bien, el fin causa el movimiento, creemos que, al direccionar el cuidado de
enfermería al ser, a través de un cuidado para la vida, esta toma un significado
diferente.
Ese significado es preservar la existencia del ser. En tanto, el reconocimiento del
bienestar de sí mismo, se encuentra, que el bien radica en el alma en conformidad
con la virtud, es decir en los pensamientos; y la virtud es un hábito, un modo de
conducirse, en función del fin. Por tanto, los bienes son pensamientos que se tienen
sobre sí mismo y nos llevan a actuar conforme a los hábitos.
Como se ha mencionado, la voluntad radica en el alma. El acto de cuidar debe
considerar las sensaciones del otro por medio de la aprehensión de su sentir, esta
acción genera fenómenos en la voluntad del ser y de la enfermera. Dichos
fenómenos, requieren de profundización para emitir juicios éticos conforme a las
disposiciones.
Según la cosmovisión de Aristóteles sobre el ser, existe conformidad entre cuerpo
y alma, en esa correspondencia se percibió la diversidad de cuerpo y alma, en tanto
seres que se presentan ante nosotros.
Condición que abrió la puerta para posicionar en el alma, el ser, saber, hacer y el
convivir, como competencias que enfermería debe desarrollar para el bien de la vida
por medio del cuidado ante la diversidad. Se partió del entendimiento como principio
de la operación intelectual que rige la existencia.
El saber común de la persona se funda en su experiencia de la vida, este recibe una
serie de influencias de todo tipo, estableciéndose en el ser como disposiciones y
prejuicios, los elementos de la subjetividad llevan en esencia los sentimientos como
una vivencia capaz de cogitar los comportamientos morales, humanos, su
justificación y sus fuentes, para poner en práctica las formas de comportamiento y
los actos como individuo.
De la misma forma el saber disciplinar de enfermería retoma la experiencia como
base para el desarrollo de la Epistemología en el cuidado a la vida, puesto que
nuestra ciencia, integra peculiaridades teórico prácticas donde la experiencia
86
adquiere un gran valor, al integrar los actos surgidos de la empíria, al bagaje
conceptual de enfermería, a través del sustento científico que le atribuyen las
investigaciones.
En tanto el cuidado debería percibirse como la acción que contribuye a preservar la
vida en plenitud. Al referirnos en plenitud es hablar de completitud. La completitud
solo puede lograrla el ser virtuoso, ese que racionalmente distingue que es lo justo
para el bien vivir.
En tanto aquí se desvela ante nosotros una de las funciones sustanciales de la
enfermería la de educar para el cuidado de la existencia del ser. Al instruir a la
persona, se le dotará del conocimiento que le permitirá juzgar en busca de la certeza
de sus actos, en el contexto donde se presentan los fenómenos, en la realidad del
cotidiano, donde la complejidad del ser es manifiesta.
El otro elemento que encontramos en el Ser, como sujeto del cuidado de enfermería,
fue el conocimiento, este representado como Logos, ese que integra la subjetividad
y el Ethos, es decir el que da identidad al ser a través del conocimiento de sí mismo.
Estos elementos se constituyen en el Alma o la mente (como en la actualidad le
llamamos). El conocimiento se conforma con la subjetividad, no podemos evitar
apartar nuestros sentimientos de los actos que implican el razonamiento, y en tanto
el conocimiento nos condiciona a asumir un modo de ser o de actuar, es decir una
identidad, actuamos en función de ello.
Este elemento además de formar parte del cuidado ético, es considerado
deontológico para nuestra profesión. Es decir, respetar la identidad del individuo
ante nosotros en el acto de cuidado y aún más importante, respetar y conservar
esos modos de ser y actuar con el fin de estimular al individuo para que se convierta
en sujeto del cuidado de enfermería.
Resumiendo
La experiencia como punto de confluencia en el cuidado:
87
Este trabajo nos llevó a reconocer que la experiencia es un elemento inherente al
ser y las cogitaciones que resultan de ella son más certeras que los razonamientos
que las omiten.
Esto nos permite dar razón, que la experiencia es el origen del conocimiento
científico; y este, en conjunción con la experiencia permite acciones certeras. Así
mismo la experiencia genera la disposición a asumir posturas o formas de ser. Por
tanto, la experiencia es un elemento del ser a considerar en el acto del cuidado de
enfermería.
Concepto el ser, como sujeto del cuidado de enfermería:
Es el individuo con el conocimiento que lo capacita para anteponer a los actos del
cuidado, el discernimiento integrando los procesos volitivos en la relación de
cuidado, con la finalidad de actuar en función del bien, tras reconocer su
cosmovisión y diversidad.
Elementos a considerar por la epistemología de enfermería:
Esta área de la ciencia tiene la obligación integrar conocimientos transdisciplinarios
al cuidado, surgidos de las ciencias humanas, como lo son: la antropología, la
historia y la filosofía, a fin de reflexionar los fenómenos en su totalidad (a medida de
lo posible) y con ello impactar en el desempeño profesional y a su vez en el
desarrollo disciplinar.
Propuesta: Que la formación de enfermería integre a través de sus planes
curriculares los conocimientos actuales sobre las disciplinas de las humanidades,
es decir la antropología, la historia y sobre todo filosofía, a fin de aprehender los
fenómenos en su totalidad con el objeto impactar en el desempeño profesional y a
su vez en el desarrollo disciplinar.
88
Capitulo Octavo: Aportaciones.
Del acercamiento a la filosofía en específico a la ontología resultan las siguientes
aportaciones, que, si bien intentan trazar un camino a seguir, deben ser revisadas
y contextualizadas al momento actual, pues los cambios son esencia del ser y todo
lo que le rodea.
A la práctica:
Es trascendental que la enfermera tome en cuenta para el acto de cuidado las
vivencias-experiencias de la persona (ser) que cuida, para que este, asuma una
postura activa, al reconocerse y actuar conforme su identidad, como participe y
responsable de este acto.
A la disciplina:
Este trabajo como otros, da cuenta que el conocimiento se puede concebir desde
cualquier área de las ciencias, y que es necesario el trabajo transdisciplinar para
actualizar los conceptos fundamentales de nuestra ciencia.
Así como fundamentar los actos surgidos de la empiria, a través de investigaciones
con sustento científico.
A la investigación:
A razón de sus resultados, este trabajo pretende fundamentar una plataforma de
análisis sobre el paradigma del ser, como sujeto del cuidado. Años de experiencia
nos han permitido reconocer el reducido impacto que tiene el cuidado que se brinda
en las instituciones de salud, pues en esos lugares se pondera la aplicación de
89
procedimientos en contraposición a los resultados de la relación efectiva de cuidado
entablada entre dos individuos con modos de ser que los constituyen, a los cuales
el cuidado se debe de adaptar, y no viceversa.
También damos cuenta que la postura propuesta por Aristóteles para realizar la
investigación es vigente aún, pues a casi dos milenios y medio de su muerte
confirmamos que sus preceptos son aplicables a las ciencias humanas. Así mismo
se reconoce la inducción como método (pasar de lo particular a lo general), nos
permite fundamentar de diversa perspectiva los fenómenos.
Ante la presencia de temas como: el mayor bien, ética, bienestar, existencia,
complejidad, humanidad etc., comprendimos que nuestra disciplina requiere el
abordaje e inserción de nuevos conocimientos que nos capaciten para cuidar de un
individuo.
A las políticas públicas:
Actualmente Organismos Internacionales proponen la Cobertura Universal Sanitaria
(CUS), en México se trabaja con la finalidad de establecer el Sistema Nacional de
Salud Universal. El discurso sobre las CUS menciona: “las persona que deberían
ser protagonista y blanco de las políticas públicas suelen encontrarse totalmente al
margen de la toma real de decisiones, existiendo una clara disonancia entre el
discurso de las fuentes oficiales y la realidad […] el foco en los derechos humanos
y la democratización que se propone como hechos torales para la cobertura
universal podrían consolidar cambios colocando a la ciudadanía como eje central
del quehacer en salud” (Anaya, Artaza, González, Manuell, & Sagastuy, 2013)
Dentro de los requisitos que la Organización Mundial de la Salud manifiesta como
necesarios para que un país pueda alcanzar la cobertura universal sanitaria,
además de la existencia de un sistema de salud sólido, eficiente y bien financiado,
con detección temprana de enfermedades y el tratamiento específico para ellas y
su rehabilitación, menciona: “proporcionar a las personas información y
90
estímulos para que se mantengan sanas y prevengan enfermedades” (WHO,
2016).
Eso confirma la oportunidad, pertinencia y viabilidad de los resultados de esta
investigación en función de considerar al ser, como sujeto del cuidado de
enfermería. Enfermería como la ciencia enfocada al cuidado, es la que puede
generar la información y estímulos en el ser humano, desde las experiencias de vida
que le constituyen.
En tanto la WHO (Anaya, Artaza, González, Manuell, & Sagastuy, 2013) considera
un área de oportunidad “La formación de Recursos Humanos en Salud está
orientada a la medicina curativa con foco en los hospitales y la especialidad”. La
oportunidad expuesta es una transformación epistemológica en la disciplinar, es
decir la que se enfoque a lograr la participación activa del ser humano en el cuidado,
como actualización.
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