XISCONIANS14 Marzo 2015 - Collserola - Mojao mojao
ALEA JACTA EST
La semana pasada en compañía de
Héctor y Jon disfrutamos de un día soleado,
descubriendo la huerta de Barcelona y
kilómetros y kilómetros de pistas para rodar
al lado del río Llobregat (desde Barcelona
hasta Martorell). Hoy la cosa ha sido bien
distinta, apenas hemos visto el sol y todas las
pistas eran bien conocidas por todos (bueno
siempre hay alguien que no sabe donde
está). La salida comenzó en la tarde de ayer
cuando fui al Polígono La Magarola de Mollet
a recoger las nuevas equipaciones del
equipo. Personalmente creo que son mejores
que las anteriores tanto en diseño como en
tejidos y calidades (ya me lo diréis). Así que
ofrecí la posibilidad de disponer hoy de los
conjuntos ya que iba a llevar mochila. Javi y
Jon se apuntaron y a las 8:15 en la gasolinera
de Karl Marx estaba entregándolas.
Adrián y Dani se incorporan al
grupo y comenzamos a pedalear al tiempo
que van cayendo las primeras gotas y las
primeras risas (algunas “sintrom” ni son). El
cielo está menos amenazador hacia el
noroeste y para allá que vamos. La subida
por Roquetas va a buen ritmo pero ya nadie
se queda (será que el entrenamiento va
haciendo buena mella). Alcanzamos Torre
Baró y las gotas van en aumento sin llegar a
ser preocupantes por ahora, este ambiente
es solo para los locos por la bici de montaña
así que no vemos muchos más elementos
como nosotros.
El grupo, como su nombre indica, va
agrupado, charlando animadamente y sin
temas tabú (que es lo bueno). Las gotas se
hacen más presentes cuando nos vamos
acercando al Forat del Vent pero de
momento no nos damos por aludidos, así
que ya estamos en Can Ferrer y ahora hacia
Casa Juaco por el Matamachos Light
aumentando la cadencia sin ningún
descolgado. Esta vez cuando pasamos por el
“afamado” restaurante no percibimos el olor
a brasa característico (lo encontraremos en
otro lugar). En el último segundo decido
evitarnos el Turó del Traç pestoso y nos
lanzamos hacia abajo por la Font dels
Caçadors. Voy el primero en la bajada
metiendo un poco de velocidad
aprovechando el buen agarre de la pista,
húmeda pero no embarrada (otra imagen de
50 Sombras de Grey). En el descansillo
Adrián me felicita por mi mejoría bajando y
le comento que ésta se debe a mi reciente
capacidad de ver gracias a las gafas
graduadas, siempre ayuda ver por donde
vas.
Seguimos bajando y saludando a
todo el mundo (jubilados andarines
principalmente). Javi se anima en el tubo
antes de la cadena y deja ir los frenos, tanto
que en la última curva a izquierdas, tiene
que controlar la máquina cuando ya está
tocando el arcén de la derecha uy uy uy. La
49,8 Km 14,8 Km/h 1.194 metros3h:22m:01s
The
bajada continúa hasta un Can Coll que de
momento presenta poco ambiente de
“Collstellada”. Gotas otra vez. Hasta la bajada
de Can Codonyers voy haciendo la goma e
intentando memorizar, aún más si cabe, cada
una de las entradas a los senderos que
atraviesan esta zona entre Can Coll y Can
Borrell. La pista es amplia, algo pedregosa y
con una cadena al final, sospecho que más de
uno se la debe haber comido porque es fácil
lanzarse y no advertir la presencia del
obstáculo hasta que no estás casi encima.
Desde Codonyers hasta Torre
Cendrera Jon está juguetón y circula por la
senda en paralelo a la pista durante un buen
tramo, Dani le va pisando los talones. Por
primera vez percibimos la presencia de Don
Lorenzo porque algunas nubes le dejan brillar
durante unos instantes. La ruta comienza a
empinarse y en breve alcanzará porcentajes
por encima del 20% justo antes de llegar al
Turó de Torreferrera. Adrián como siempre se
muestra intratable y nos va dando distancia
pero por detrás de él, lo bueno es que como
no sabe donde está, y también como siempre,
nos tiene que ir esperando. Total que llegamos
a Can Borrell para el primer avituallamiento y
Adrián nos intenta explicar cómo diferencia
Can Coll de Can Borrell (de ahí lo de la
“Collstellada” de antes), nos tronchamos.
Mientras Dani se pone ciego de barritas,
compotas y golosinas recordamos algunos
“gags” recientes de La Competencia
(“Ciudatans” y “Le atiende Soraya en que
puedo ayudarle”).
Iniciamos la subida a Sant Medir
cruzándonos los buenos días con un montón
de bikers y gente a pie. Durante la subida
seguimos agrupados y charlando sobre
ciclismo de carretera (Dani quedó
impresionado por cómo Ian Stannard del Team
Sky ganó el pasado 2 de Marzo la Omloop Het
Nieubswlad, imponiéndose al sprint y
luchando, durante los últimos kilómetros,
contra tres componentes del Etixx-Quick Step
entre los que se encontraban nada más y nada
menos que Boonen y Terpstra, entre estos dos
tíos han ganado cinco veces la Paris-Roubaix)
y las clásicas de ciclismo, momento en el que
se generan cierta controversia sobre el tema.
Así que para aclarar algunas dudas al
respecto, comentar que se considera clásica a
aquella carrera de un solo día que se viene
disputando desde hace mucho, mucho, mucho
tiempo (la primera Paris-Roubaix es de 1896).
El calendario es el siguiente: 22 de Marzo la
Milan-Sanremo, 27 de Marzo la Harelbeke, 5 de
Abril el Tour de Flandes, 12 de Abril la París-
Roubaix, 22 de Abril la Flèche Wallonne y el 26
de Abril la Liege-Bastogne-Liege.
Una vez en Sant Medir la intención es
subir hasta el Pas del Rei por la senda más
Hoy ha sido un buen entreno para Monegros no tanto
para la Jamón
accidentada pero también más tendida y
larga. En el primer tramo Dani se harta de
tener que ir saludando a todo el mundo y
defiende que a partir de cierto momento hay
que ser descortés (básicamente porque no da
tiempo de pronunciar un correcto Buenos
Días mientras estás pedaleando por encima
del 80% de la FCM). En el giro de casi 180º a
izquierdas tomo la cabeza y me pongo a tirar
metiendo un ritmito interesante para marcar
algún que otro pico del 95% o más. Justo
antes de la cadena cedo un poquito, momento
que aprovechan Javi y Adrián para pasarme,
en este tramo sólo me queda el consuelo de
las bonificaciones. En Sol i Aigua
reagrupamiento y continuamos hacia el Pas
del Rei. Ahora voy el último y trazando
siempre por el lado derecho más pedregoso,
intento vano de ir mejor preparado para la
Jamón Bike pues la suerte está echada. En el
siguiente giro de 180º, esta vez a derechas,
paso a Dani y meto un puntito más para ver si
pillo fuera de sitio a Adrián y Javi. Se rehacen
rápidamente y ya noto sus respiraciones a mi
espalda; Adrián aún consigue decir algunas
palabras pero ni Javi ni yo podemos decir “ni
faba”. Esta vez estoy haciendo daño porque
Adrián no se nos va demasiado y Javi no
consigue acabar de superarme, los últimos
600 metros son codo con codo y llegando al
Pas del Rei con necesidad de foto-finish.
Tomamos dirección hacia Vista Rica al
grito de “¡Cadena!, ¡Cadena!”. Una vez en el
falso llano vuelvo a forzar la máquina (estoy
muy pesadito) sin que llegue a explotar, con
el mismo resultado que al principio.
Aminoramos para rehacer el grupo y sin
parar tiramos hacia abajo por la divertida
pista de la verdadera Font Groga, dejando su
desvío a mano derecha para continuar hacia
abajo forzando un poco las horquillas. Curva,
contracurva, ligera subida, curva a derechas y
paro justo en el desvío que nos ha de llevar
hasta Can Puig y el Mortirolo, para que nadie
se pierda. Comienza aquí otro divertido tramo
de sendero con una rampa muy corta pero
exigente, para después ponerse los huevos
por corbata mientras atraviesas otro trecho
de senda muy estrecha con terraplén
pronunciado a tu derecha y firme resbaladizo.
Comenzamos a subir el Mortirolo y
comprobamos que la calzada está acabada
de asfaltar (todavía desprende ese olor
característico). Son seis curvas tipo horquilla
con una pendiente media superior al 10%
con un tramo final que se atraganta un poco
(lo peor no obstante queda por debajo de
Can Puig). Aquí Adrián pone su ritmo desde
el principio y un servidor intenta agarrarse a
la rueda de Javi. Dani y Jon van sabiamente
ajustando sus ritmos a las circunstancias.
Pasada la sexta curva sufro un poco más de la
cuenta pero al final llego enganchado a Javi, y
casi dando caza a otro biker que teníamos a
300 metros por delante.
Recuperamos un momento y ahora
nos dirigimos por la BP-1417 hacia Can
Cortés. Ya en la calle que nos lleva hasta ese
popular restaurante Jon tiene un pequeño
susto al estar pendiente del Garmin. En la
rampa que nos encara hacia el Coll de la
Vinassa, los olores a calçotada inundan el
ambiente haciendo rugir algunos estómagos.
Es una subida “peligrosa” porque anima a
meter desarrollo e ir rápido, pero que se
atraganta al final. Justo llegando a Can Tano
alcanzo a los dos de cabeza (que son los de
siempre) y una vez más fuerzo el ritmo para
regocijo de Adrián. En la calle que da al
parking del Tibidado animo a Javi para que
no baje de cadencia aunque las piernas
empiezan a quemar. Seguimos subiendo
hasta el Sagrat Cor del Tibidabo y no
paramos ni para hacer una foto.
En la BV-1800 Dani nos pasa a todos
con ese estilo tan característico zig-
zagueante, provocando algún que otro
murmullo entre los componentes del grupo.
Otra vez en Vista Rica y Dani aprovecha para
llenar el botellín, el resto tiran para arriba
hacia Sant Cebrià y esta vez voy cerrando el
grupo con plato pequeño y guardando un par
de piñones. Debe haber pique individual
porque no atrapo a nadie y solamente en la
bajada me pego a Dani. Juntos damos alcance
al resto justo antes del Turó del Traç,
momento en el que aprieto los dientes, bajo
piñones, meto plato y me levanto un poco de
la bici para volver a revolucionar el grupo.
Esta vez Adrián, seguido de un Jon
desbocado, me arrancan las pegatinas, sin
que pueda hacer otra cosa que mantenerlos a
cierta distancia. Llegamos a Casa Juaco con
otro amago de ataque porque hay hambre y
decidimos parar y hacer lo que mejor se nos
da que es almorzar.
Caen cuatro de huevos con morcilla y
uno de bacon con queso, además de
innumerables carcajadas, risas y sonrisas,
todas ellas cómplices y sinceras. “Obligo” a
Jon a que enseñe las equipaciones con un
poco más de detalle y en general gustan a
todos. Pagamos y salimos cuando está
lloviendo de verdad. Adrián continúa hacia el
Tibidabo mientras el resto tiramos para abajo
hacia Leprosos. El agua y el barrillo nos
salpican en la cara trayendo la épica que
faltaba para completar esta gran salida del
equipo.
La semana que viene estaremos a esta
hora con cuatro horas de pedales y con otras
cuatro o cinco o seis todavía por delante. Será
duro, muy duro, pero será divertido, muy
divertido.
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